Está en la página 1de 20

Antígona: la furia y la palabra. Intervenciones para la emancipación y la justicia.

Dr. Rodrigo Parrini.


3ª sesión, 16 de agosto 2021

Cuando… una pregunta general, cuando abordaron el tema de los límites y las fronteras ¿qué fue
lo que discutieron o conversaron?

Si mal no recuerdo, que quizás Fran se acuerde más porque lo puso sobre la mesa, pero tenía que
ver con que las mujeres habitaban este lugar como de indefinición, como de, por ejemplo, el
término en la en la idea de establecer como las categorías cultura y naturaleza por separado al final,
como que la mujer habitaba la frontera entre cultura y naturaleza, porque era asociada a la
naturaleza, pero era la encargada de perpetuar la cultura. En ese sentido, lo revisamos y también
como para sumar, algo a lo que se exponía, la Francisca que a mí me queda dando vueltas y que
creo que también puede estar relacionado a esta idea de estar habitando como una frontera, un
lugar, quizás un poco expuesto por parte de las mujeres o de Antígona, que es que, alguna
compañera de clase pasada habló del riesgo, como del riesgo que ella decide tomar y que su
hermana no en este acto, y como que me quedo dando vueltas y al final dentro del rol de la mujer
que está que su cuerpo parecía estar como siempre en riesgo. Eso hace que al final, como que el
acto, como de rebeldía ante una, sea como un riesgo más, un riesgo más que se suma a los riesgos
como de ser mujer, no sé, eso me quedo dando vueltas por minuto.
R. Parrini
Alguien quizá podría leer la página que citaban de Antígona González, la 27, son 5 lineas o 6 líneas.

La puedo leer ya que yo la cité.


Dice: “¿Es posible entender ese extraño lugar entre la vida y la muerte? Es hablar, precisamente
desde el límite, una habitante de la frontera, ese extraño lugar. Ella está muerta, pero habla, ella no
tiene lugar, pero reclama uno desde el discurso ¿Quieres decir que va a seguir aquí sola, hablando
en voz alta, muerta, hablando a viva voz para que todas las oigamos?

R. Parrini
Ese es uno de los… Quizás esta pregunta por el límite, es una pregunta, digamos que recorre las
lecturas sobre Antígona y creo que también es una pregunta que podemos digamos, trasladar a lo
que tratamos de pensar en este curso y que es también, digamos, una pregunta por los límites entre,

1
digamos, el cuerpo y la palabra, lo personal y lo político, y también lo público y lo privado, por
citar alguno límites. Creo que hay varios más, se podrían mencionar retomando digamos en este
gesto como de inaugurar al menos de este curso de Yesenia, de gritar y que ese grito, digamos,
tiene una potencia política y una potencia estética también en que quiero un grito, digamos que se
conecta con dos como o que consista en dos actos políticos, por llamarlo de alguna manera, y
diferentes, pero que están al menos en su discurso vinculados que es, por una parte, quemar y por
otra romper. Y nos preguntamos, bueno, si en Antígona. Antígona clásica, los análisis que se han
hecho, algunos análisis que se han hecho sobre la Antígona, digamos de la tragedia y las Antígonas
más contemporánea, las lecturas más contemporáneas de Antígona, por ejemplo, la de Sara Uribe,
no había una ruta que no era exactamente la del personaje trágico, pero si había una ruta o algunas
pistas para poder interpretar el grito y el gesto y la posición de Yesenia Zamudio ante sí misma y
ante los otros como sujeto político, pero también como con sujeto de, como… como madre, como
sujeto de un parentesco como, afecto y discurso, etcétera.
Y entonces parece que siempre aparecía, digamos, hay algo que no se podía trazar de
manera definitiva, esto está aquí o está allá, sino que está bueno, en un límite, podríamos decir de
3 maneras distintas. Está en un límite y en el límite de lo que conocemos es fundamentalmente el
límite, más que aquello que limita con el límite, está una frontera y en la frontera, quizás para
diferenciarlo del límite, diríamos, conocemos aquello que está limitando, por ejemplo, dos países,
que tienen una frontera en común, conocemos los territorios soberanos, las demarcaciones
soberanas de esos dos países. Por ejemplo en un mapa, y podemos decir, está su frontera.
Quizás eso no lo podemos decir de manera tan clara como lo decimos, de la de la frontera entre 2
países del límite entre la vida y la muerte, entre el afecto y el discurso o entre lo público y lo privado
o entre el cadáver y el soma, como lo plantea Cavarero, etcétera. Y otra forma también de entender
lo que ha sido, digamos utilizada extensamente, por ejemplo, por la teoría poscolonial, y yo creo
que también mucho por la teoría Queer, es plantear un entremedio, un espacio intersticial, que ya
no es solo el límite ni frontera, sino que en sí mismo constituye un espacio. No sé si autónomo,
pero podríamos decir con una configuración singular, ¿no? Y entonces, si Antígona no está ni viva
ni muerta, entonces parece ser que podríamos decir que está en un “entre” aún no definido.
La pregunta, digamos que quizás tú hacías Francisca, bueno cómo, cómo se podría leer esa
pregunta es, si los… no solo los cuerpos que se buscan, sino que aquellos que se buscan, aquellos
que buscan y aquellas que buscan, no están en una en una situación, en un espacio, en una, en una
posición semejante. Y entonces ese entremedio que surgiría, digamos tanto de la indefinición del
status del cuerpo y del sujeto (no sabemos si está vivo o muerto), pero también de una posición
política (no sabemos si solo buscan a sus hijos o su búsqueda tiene una relación, por ejemplo,

2
con… tiene que tiene que ver con una impugnación de la ley, con el estado, de las instituciones,
de la justicia, etcétera) o solo sería reafirmadora, una búsqueda motivada por el parentesco que
reafirma el parentesco y que finaliza en el parentesco, que es una inquietud que parece que ha
tocado a distintos lectores y lectoras de la Antígona clásica en diferentes momento ¿no?
¿Desde donde habla, de dónde? ¿Dónde? ¿Dónde actúa esa Antígona y desde dónde habla?
¿No? Y parece que es un lugar inquietante que creo que es una inquietud que se repite con las
demandas de Justicia hecha por mujeres, no solo en el tema de la desaparición, también hay
desaparición pero, en el tema del femicidio y otras formas de violencia surge un lugar inquietante.
Las mujeres, y digo de las mujeres, no por estereotipar, digo, porque creo que son las… Han sido
hasta el momento, las actrices fundamentales de esa demanda no las únicas, pero las fundamentales
y en el que es difícil determinar si están hablando desde… Le estan hablando al Estado o le están
hablando al parentesco, si están hablando desde el parentesco, están hablando desde la política
como quizás lo entendemos en el sentido más clásico y si su reivindicación tiene que ver con un
asunto privado o público, si hablan de una de una ley, otra distinta, quizás al a la ley escrita o a la
ley codificada.
No obstante, llaman o convocan, o retan a la ley, al derecho. Y entonces yo creo que no
va a haber manera, al menos en este curso, de salir de ese espacio porque creo me parece que por
ahora no existe otro lugar que no sea ese espacio como ambiguo, inquietante entremedio y habría
que ver cuáles son los entes y los medios que se están jugando ahí, porque no es lo mismo estar
entre la vida y la muerte que estar entre el parentesco y en parentesco y el Estado o la ley y el
afecto, por ejemplo. O estar por ejemplo, corporalmente entre el vientre y la cabeza, con las
asociaciones que podemos hacer, digamos, de topologías corporales a esa a esas como
Constitución de límites y de entremedios, ¿no?
Y entonces esas pueden ser distinciones interesantes para hacer, digamos, para hacer
algunas lecturas digamos o propiciar alguna lectura en el curso de los textos y de nuestras propias
reflexiones, porque parece ser que en esto, creo que también lo que me parece es que surge como
algo interesante, es que parte de las discusiones que ha desplegado especialmente el feminismo
occidental liberal. El más clásico, digamos, y quizás también el que ha sido más importante, que
cruzan por estos, por estos lugares o por estos entremedios, por ejemplo, la distinción público y
privado. Sabemos que la distinción público-privado, es una distinción antropológicamente situada
e históricamente construida, no es una estructura histórica atemporal y aposicional, digamos, la
antropología ha demostrado que es una distinción que, por ejemplo, no incumbe a muchas culturas
y sociedades. O no lo incumbe, como ha incumbido a la sociedades occidentales y cuando habla

3
sociedades occidentales, no incluye a Latinoamérica, me refiero al occidente noratlántico, creo que
Latinoamérica hay que pensarlo como un espacio “otro” digamos.
Entonces ahí creo que, por ejemplo, esa discusión público-privado, yo creo que tiene
un…experimenta un montón de trastocamientos en este campo y como desplazamientos, si es que
fuera todavía una distinción plenamente… si no estuviese, si hoy día nos estuviese diciendo lo que
le dijo al feminismo liberal clásico. Y creo que, por ejemplo, en el caso del, de lo que ha pasado en
México con la última violencia es que no es tan claro de qué estamos hablando cuando hablamos
de público y de lo privado, porque no son, no ha sido la violencia, digamos, por ejemplo,
terrorismo de Estado, como se podría denominar las violencias sudamericanas, sino que ha sido
una violencia social donde hay compromiso de las instituciones estatales, pero de otros actores que
muchas veces ni siquiera están muy definidos, y que las personas, que una parte de las personas
que están experimentando esta violencia o que han sufrido esta violencia no lo hacen en tanto
sujetos políticos en un sentido clásico, militantes de un partido político que apuestan, por cierto
proyecto social o económico, sino que lo hacen por participar en ciertas actividades, por vivir en
ciertos lugares, por dedicarse a ciertos trabajos por, etcétera, ser de una clase social o de cierta
edad, etcétera, se podrían añadir también por ser un hombre o mujer o personas trans, por
supuesto, habría añadir, o hay que señalarlo también porque han experimentado una violencia
específica ¿No? Y entonces ahí, por ejemplo, esta distinción entre público o privado, digamos, hay
que no darla por sentada como algo que está resuelto, y entonces, sostengo un marco sobre,
digamos, los procesos, socio históricos, socio político cultural y también subjetivos que están se
están desplegando, sino que tengo, creo que una postura más interesante sería pensar cómo esta
distinción se está desplegando, pero también se está transformando, incluso borrando en estos
procesos y a través de estos procesos.
Y también hacia dónde nos conduce, porque si no lo que creo que pasa, y pasa es que
cuando se sostienen marcos interpretativos muy taxativos y ya resueltos, lo que hacemos es,
entonces llevar como el esquema al fenómeno por llamarlo de alguna manera, sucede esto y llevo
digamos, cierto, ciertos marcos analíticos e interpretativos y comprensivos y los superpongo, ¿no?
todo lo que quede fuera del marco no me interesa, cuando a veces todo lo que queda fuera del
marco es justamente lo más importante, es lo que está sucediendo y más bien lo que habría que
hacer es discutir el marco más que dejar fuera, que excluir digamos los procesos sociales o las
realidades sociales en las relaciones sociales. Habría que discutir si los Marcos están, digamos, si
están sirviendo.
Y un poco, creo que algo de la sesión anterior nos movíamos por ahí, cuando en algún
momento hablaban, bueno, fue alguna de ustedes que lo citó el tema del… Cuando Rita Laura

4
Segato habla de la escritura en el cuerpo de las mujeres. Digamos que fue un modo de interpretar
la violencia contra mujeres y los feminicidios en Ciudad Juárez, que apostaba a cierta hermenéutica.
Hay una posibilidad de entender al menos el código que está en funcionamiento en estos
asesinatos, y yo si no recuerdo mal añadida que el problema era si no había escritura. Como, si
había una violencia que no tuviera escritura y que no tuviese código, digamos, entonces, ¿qué
hacíamos? ¿Qué recursos tenemos para pensar algo que no quiere producir un sentido? aunque
sea un sentido muy encriptado, sino que se sostiene en su propia gestualidad, por decirlo, es una
violencia que su lectura tiene que ser quizá su extremo y su gratuidad. Gratuidad no en el sentido
de, sin precio, gratis, más bien como una especie como de nihilismo, digamos, tampoco sé si es la
mejor palabra, pero bueno.
Y entonces, ahí también habría una, habría un como desafío interpretativo porque Rita
Laura nos deja ante la pregunta, bueno sí, en los cuerpos, en los cuerpos y en esta violencia
podemos leer una escritura, y le hacemos otra pregunta que es bueno, y si no podemos leer una
escritura, entonces, cómo la comprendemos, cuáles serían, digamos, los contextos, cuáles serían
los recursos de comprensión de aquello que está sucediendo ¿No?
Allí yo quisiera, voy a aprovechar, creo que sería el momento adecuado para para mostrar
algunas fotos de algo que creo que muestra, digamos, una especie como de desplazamiento de esta
sesión inaugural de Antígona a otras formas de relacionar el entierro de la muerte y lo público y lo
privado, en el caso sigue siendo siempre México contemporáneo. Entonces voy a mostrar algunas
imágenes que tienen todas un elemento en común y las elegí por eso, digamos, bueno, o las
encontré por eso, pero recordaba, algunas son muy recientes, otras ya tienen algunos años de que
son ataúdes, algunos con cadáveres dentro y otros que están vacíos, pero que están indicando y
que, digamos, tienen que ver con una muerte que se ponen frente a lugares públicos del Estado o
se pasean por las calles como una forma de protesta y reclamo político en relación con esa muerte.
Esta es una foto que está tomada frente a la Secretaría de Gobernación de la Ciudad de
México, bueno, está en la Ciudad de México, pero es la es la Secretaría de Gobernación Federal
del Gobierno Federal mexicano, donde está…Estoy buscando su nombre Margarita Santizo,
madre de un Policía Federal que fue de sapa que desapareció del año 2002 en alguna operación.
En el contexto de su trabajo, ella murió en 2014 y, como en el momento de su muerte, su hijo no
había aparecido ni tenían noticias de él ni de su cuerpo, ella pidió que la velaran frente a la Secretaría
de Gobernación. Entonces sus familiares la llevaron, ahí está el edificio que se ve al fondo, esa es
la Secretaría de Gobernación mexicana del gobierno federal mexicano y el ataúd que está al frente,
digamos, en la calle. Primero en la calle y segundo frente a la Secretaría de Gobernación. Esto tuvo,
digamos una gran repercusión mediática, al menos en el momento en el que en el que sucedió,

5
como suelen hacer con estas cosas que tienen mucho, mucha repercusión y también así mismo se
olvidan.
Digamos, ella murió sin haber conseguido la justicia que demandaba, se ve en esta otra
foto. Sí, bueno, ahí está ahí, coronas está la foto de Margarita con su hijo detrás, o sea, es como es
la escena un funeral podría estar en una capilla ardiente o en otro lugar, pero está en la calle, estaba
frente al Estado, o sea, está frente al gobierno y gobierno con la todas las resonancias que puede
tener la noción del Gobierno, está también frente a la gubernamentalidad frente al poder del
Estado frente a la soberanía y frente a nadie en algún sentido, ¿no?
En este caso no es el hijo que no es el cadáver del hijo en el coche en cuestión, es el cadáver
de la madre que esto es un primer desplazamiento importante y relevante en este caso. Y una
madre digamos que no, no está como el cadáver de Polinices, no está, su entierro no está interdicto,
sino que ella misma solicita que su entierro sea una forma de reclamar justicia y reclamar justicia
con su propio cadáver.
Entonces ahí creo que se abre una pregunta, es ¿Cómo pueden hablar los cuerpos muertos?
Hay todo un desarrollo en feminismo, por ejemplo, un texto muy famoso que se llaman los cuerpos
parlantes, eran generalmente los cuerpos parlantes, son cuerpos vivos, parlantes, pueden parlar
hablar porque viven, ¿no? pero creo que nos hemos interrogado menos sobre cómo hablan los
cadáveres. Y en este caso el cadáver, digamos, está enunciando algo que es su propia, digamos que
primero su propia muerte, segundo, el que está ahí como un último gesto de esta mujer para
demandar justicia y para reclamar la aparición de su hijo y también como un testigo, un testigo ya
en este caso un testigo que no puede atestiguar de la indiferencia, de la impunidad, habría que
decirlo de una manera más drástica.
Y uno, claro, aquí se podría preguntar si en este contexto no hay también, no hay algo,
aunque sin grito, de la potencia política corporal y estética del del discurso y del grito de Yesenia,
que es de otro orden, tiene otro, digamos, digamos quizás en esta relación entre muerte y silencio,
entre el cadáver como un cuerpo que ha dejado de hablar y que quizás en esa medida comienza a
dejar de ser político. Bueno, en este límite, porque ella yo creo que sí está en un límite más que en
una frontera, en un límite y quizás también en un espacio un invit witness le dicen los teóricos
poscoloniales, en el que sigue siendo sujeto político, pero ya es cadáver. Está muerta, pero sigue
viva en algún sentido. Está enterrada, pero aún no ha sido inhumada completamente
Y es una imagen que a mí me parece muy perturbadora, no por el gesto, sino que muy
perturbadora por lo que él está por la, por la potencia tanto política como estética. Y no hablo de
estética como belleza, estoy hablando con una fuerza de aparición y de la presencia de un cadáver
de su cadáver y de su ataúd frente al Estado, frente al soberano.

6
Uno podría decir, claro, en términos de Antígona, en la otra foto lo veíamos, al otro lado
está Creonte, pero este es un Creonte de otro tipo, que es un Creonte que no ha, no dice nada y
tampoco, no es un Creonte que hace cumplir la ley, incluso a pesar de su desgracia. Este es un
Creonte que lo que se sostiene en la impunidad. O que sostiene la impunidad, no le interesa que
haya cumplimiento de la ley, creo que al contrario. Y esto creo que se repite no solo, en México se
da una manera singular, pero creo que no es solo mexicano, creo que en los Estados
latinoamericanos, por solo hablar de los Estados latinoamericanos, esto se repite una y otra vez.
Y otra escena, le voy a llamar de una manera un poco superficial, pero creo que son mucho más
que escenas, son como heridas visuales, que claro, comprometen a la gente en México, pero creo
que nos comprometan en algún sentido, nos comprometen a todos y a todas. Esta es otra imagen
que voy a mostrar.

Paola Buenrostro era una activista trans en la Ciudad de México, también trabajadora sexual que
el 30 de octubre del 2016 fue asesinada por un cliente, en una calle, en una zona de trabajo sexual
conocido en la Ciudad de México, y este este, perdón y las sus colegas, o sea, sus amigas y
compañeras, detuvieron al que había sido su asesino. No obstante, fue liberado por las autoridades
por falta de pruebas, que siempre lo que siempre se reclama, o sea, es la excusa habitual, al menos
acá de por qué no se hace justicia, nunca hay pruebas. Y también habría que decir, nunca las buscan
tampoco.
Y lo que hicieron sus compañeras Kenya Cuevas específicamente, que ahora no sé si en
ese momento esto lo desconozco, pero en ahora tiene una organización para mujeres trans
especialmente que se llama Casa de muñecas Tiresias y que lleva el nombre de Paola Buenrostro.
No sacan a una de las principales calles de la Ciudad de México un ataúd en este caso no va el
cadáver de Paola, pero si llevan un ataúd como una forma de protestar contra la impunidad, contra
la violencia, contra la discriminación, contra la marginación, con la exclusión, etcétera.
El objeto de protesta vuelve a ser el ataúd, aunque las coordenadas del orden de género
que están aquí en juegos son distintas que… porque aquí no es un tema de parentesco, no es un
tema de madres, no es un tema de hijos, sino que de mujeres trans, o sea, por lo tanto de quizás
digamos en el cambio de identidad de género. Creo que en el 2016 ya estaba legalizado en la Ciudad
de México, pero digamos, pero no obstante eso tendrían un estatus legal que en términos de las
relaciones sociales siguen siendo sujetos excluidos, y digamos, también sujetos de una violencia
social muy intensa, no.
Y aquí entonces habría que pensar que ninguno de los textos que hemos visto hasta ahora,
esta eso incluido. Que es como pensar la desaparición trans, el duelo trans, una Antígona trans.

7
Qué sería, digamos qué pasaría si imagináramos, no se, puede haya piezas, obras que desconozco,
pero como las desconozco, me atrevo a pensarlo sin citarla, en una Antígona trans que no, no
estuviera centrada en el orden del parentesco, sino que en el binarismo y en las, digamos, en las
fronteras del género de los cuerpos.
No y quisiera una pregunta, no es solo digamos una, Antígona trans y diría un Polinices
trans también, que aquí creo que Kenia cuevas es Antígona y Paola Buenrostro, su hermana, podría
ser Ismene, no sé, no que interrogar a esta relación entre orden de género y muerte, entre sepultura
y binarismo, entre, bueno, la matriz heteronormativa y las muertes no tan heteronormativa o
heterosexistas se podría decir de Paola Buenrostro en la historia, que relatan en torno a esto es
que, el tipo es un militar que se enoja mucho al darse cuenta de que Paola no es mujer, no es una
mujer cis, sino que es una mujer trans y que saca un revólver y le dispara en el coche.
Y hay un tercer ejemplo que quería mostrar ahora, hace unas, esto es muy reciente, algo
que pasó hace muy poco, y qué pasó hace muy poco, es un, quiero que lo lean, como que en 7
años ha pasado varias veces. Estos son algunos ejemplos, por tanto, ha sido un recurso de protesta
política y de… no sé si es política exactamente, pero como especie de protesta político personal
Ven esta o otra foto. Es la madre de un joven de 23 años que de la ciudad de Veracruz en México
sabes de un estado, que se fue a vivir a Mérida, la capital del Estado de Yucatán, al sur, al sur
profundo de México. José Eduardo Ravelo fue detenido por policías municipales que son una
parte del orden del orden policial en México, digamos, incluye policías municipales, y en una serie
de hechos que no están muy claros termina hospitalizado y bueno, y muere a las horas de que ha
sido hospitalizado.
Las versiones que son muchas y son como tienden a ser aquí también, esto que se repite
que la confusión es parte de la impunidad, se mezclan historias, no se sabe bien qué pasó, etcétera,
etcétera. Bueno, la madre lleva el cadáver de su hijo al Palacio. No sé si está en el Palacio Municipal
o en la Gobernación, creo que está en el Palacio Municipal de Mérida para reclamar justicia.
Esto sucedió la semana pasada. Bueno, ahí entiendo esto, tampoco lo sé con certeza, de
que ahí es el ataúd y no el cadáver, como en el caso de Paola. Traslada el ataúd digamos como una
especie como metonimia del cadáver. Ahí está, está el cuerpo, está el cuerpo muerto en tanto está
digamos este último, esta última residencia del cuerpo que sería el ataúd. Esta habitación mortuoria,
que sería el ataúd ¿No? Y aquí lo que, muestro estas imágenes porque quisiera, digamos, plantear
que aquí sí hay una reorganización de las coordenadas de lo público y lo privado, si tomamos
digamos, como este modelo mítico, un modelo mítico, en la historia de Antígona.
Este cadáver, el cadáver de su hermano a las afueras de Tebas, que ha sido, que Creonte
ha prohibido enterrar, o sea, ha prohibido hacer los rituales que transforman ese cadáver que se va

8
convirtiendo en carroña, como dice Adriana Cavarero en un cadáver humano que va a ser
ritualizado antes de, digamos, para pasar a la muerte en algún sentido y que en esa medida, forma
parte, mantiene un estatus cultural como cuerpo, aunque sea como cadáver, no ha perdido ese
estatus cultural.
En este caso son los cadáveres dentro de la ciudad. Hablemos de alguna ciudad en términos
amplios, que entran a la ciudad y son expuestos en la ciudad frente a Creonte. A este, Creonte
fantasmal que tenemos ahí, este Creonte que no es un personaje, sino que son instituciones del
Estado, distintas figuras del Estado, oposiciones del Estado, etcétera, etcétera, pero también ante
la ley, porque aquí el reclamo es otro, no es Antígona, entierra su hermano, hace los rituales a pesar
y en contra de la ley, sino que aquí el cadáver está para reclamar la ley.
Y lo reclama en dos casos desde el parentesco, fundamentalmente desde la maternidad.
Creo que esa es la relación fundamental, digamos ahí. Lo reclama desde el parentesco para,
digamos, desde esa relación fundante, invocar al derecho, invocar al estado, invocar a la ley. Y en
esa medida parece ser que como Antígonas, estas mujeres, reclaman, impugna a la ley Antígona,
pero ellas reclaman a la ley desde un lugar que no es exactamente en la ley
Hay un texto de, pero no lo tengo, No lo había incluido en el programa, que es de Ariella
Azoulay que es una intelectual y artista creo que también Palestina, que vivió en Francia muy
interesante. Que se llama “Cuando una casa demolida deviene un espacio público”. Está en este
libro compilado por, no sé si lo ven por Anne Laura Stoller.1
Y ella se hace una pregunta a partir de algunas fotos. Está estudiando la violencia que ejerce
el Estado de Israel contra los territorios ocupados de Palestina, dice y se pregunta, qué es lo que
en qué se transforma en una casa demolida y aquí hay una imagen que no sé si creo con cierta
claridad es de un edificio de Gaza destruido por las bombas que lo han, bueno, que han impactado
en el
Y hace, dice, retoma la discusión de Adén sobre la institución público y privado digamos
que es una distinción clásica, es fundante en cierta parte pensamiento político y dice que se hace
una pregunta, que qué es lo que estoy buscando Por eso me demoro un poco.
Más que digamos, en este caso, creo que lo que dice no lo no, lo no lo relaciono yo con
no, no intento relacionarlo con formas de destrucción masiva, más bien que porque no es el caso,
digamos como estos edificios, sino que más bien porque lo, cuál es el poder político y qué nos
permite pensar interrupción de lo que parece privado, quizás de lo que en nuestro orden cultural
y social es privado como una herramienta de protesta política.

1Azoulay, Ariella (2013) “When a Demolished House Becomes a Public Sphere”, en Ann Laura Stoller (ed.) Imperial
Debris. On Ruins and Ruination, urham y Londres: Duke Universoty Prees, pp. 194-224.

9
No que exponer lo íntimo, pero que quizás expone el límite, el límite de lo íntimo que
podría ser el cadáver en lo público para reclamar e impugnar eso público, por ejemplo, digamos su
público, que en este caso sería la ciudad del Estado, la ley, etcétera. Ella dice que esto, en el caso
de las de estas destrucciones que son, digamos, como la destrucción del espacio privado que lo
expone como un espacio público, en el caso de la foto que le mostré, el edificio de Gaza muestra
que se está reconfigurando la relación entre lo público y lo privado. Y habla en algún momento de
una zona, de una condición de exposición no protegida del poder.
Y ahí que dice que se puede identificar y caracterizar observando el estado de los de los
desposeídos, dice ella, los llama de esta manera. En el caso sigue siendo, está centrado en el caso
palestino. Desplazados internamente o refugiados, ayudó a extendería esta noción de, desplazados
internos y refugiados, refugiados. No sé, pero sí de desposeídos, digamos también en el sentido de
que lo plantean en el libro de su texto sobre esta conversación, sobre la disposición del Atanasio y
Butler al caso de las personas, desaparecían los familiares, que están buscando de las personas trans
asesinadas, de los jóvenes asesinados por la policía, etcétera, etcétera. Digamos porque se repite, y
aquí sí está la escritura.
Aquí sí hay una escritura, pero la escritura del Estado, se repite un patrón de vulneración
de ciertos cuerpos de ciertos tipos de suelo, sujetos de cierta edad, sujetos de cierta clase social,
sujetos de cierto orden, inscritos de determinada manera en el orden de género, sujeto, racializados
y podemos hacer un largo etcétera.
La violencia, al menos la violencia en el caso mexicano, tiene una inscripción de clase de
género y de raza. Que no es, necesariamente, habría que decirlo, la forma en que se produce, por
ejemplo, en Estados Unidos, no habría que trasladar el orden racial estadounidense como a veces
se hace al a México, que creo que hay un montón de condiciones que creo que tampoco se lo
puede hacer a Chile, por ejemplo.
Y que aquí digamos lo que me interesa, digamos cuando muestro esta foto que es en la
lectura es aquello público y privado que queda expuesto al público porque ha sido destruido por
el Estado. No es que no es un terremoto, si no que ha sido intencionalmente expuesto, no, y que
no es solo, digamos aquí, en esta foto de este edificio. Por supuesto que hay una escritura sobre lo
más sobre la materia, trasladando digamos la noción sobre la escritura de los cuerpos de Rita Laura
Segato.
Pero hoy día en estos ataúdes expuestos en la calle también hay una exposición de lo
privado, de lo íntimo, el producto de ciertas relaciones de poder y de ciertas de relaciones de poder
que suceden, y creo que por digamos, que regresaría a esto en un orden de género en matrices de
género y sexuales especificas, históricamente específicas.

10
O son las madres muertas o son los hijos muertos o son las mujeres trans asesinadas,
bueno, en este caso son todos asesinatos que están jugando con su cuerpo la posibilidad del
reclamo de Justicia de fin de la impunidad de etcétera, y que la respuesta del Estado es el silencio
o la confusión. Por eso que creo que es importante insistir en la noción de escritura input, también
revisarla porque aquí lo que, si uno comienza a revisar las versiones, al menos que producen las
autoridades, las autoridades legales, políticas en México frente a estos acontecimientos que tienen
repercusión mediática es que lo que hacen es escribir muchos relatos y producir mucha confusión.
No se sabe bien lo que pasó. Tienen periodistas que cuentan noticias falsas, esto lo he visto tantas
veces que creo que es un patrón, no lo estudio, pero no creo que sea casualidad que se repitan, es
un patrón de confusión, de confusión, no es una confusión involuntaria, es una confusión
exprofeso.
No, y entonces uno puede decir, sí el Estado o las instituciones públicas o el poder está
escribiendo de determinadas maneras, y no solo sobre los cuerpos, sino que también, pues sobre
las vidas, sobre los relatos, sobre los ataúdes están escribiendo y aquí creo que lo que me parece
interesante también es que que estos gestos contrapongan este límite, que es el límite entre la vida
y la muerte que contiene el ataúd, que el ataúd es un aparato del límite. No es necesariamente un
aparato de la frontera, no es, digamos, no podría decir, aquí se crea un espacio heterotópico, pero
creo que no. Eso análisis en términos Foucaultianos, pero creo que ese análisis no bastaría porque
habría que pensar que el gesto justo ir al espacio no heterotópico. Llevar el ataúd ese espacio para
constituir quizás un tercer espacio que permita la denuncia y la visibilización

Profe

Sí, dígame.

Solo como comentario para ver si estoy entendiendo. Con el texto de Antígona González en la
página 81, menciona cómo lo encontraron “Lo queremos encontrar aunque sea muertito.
Necesitamos sepultar sepultarlo, llevarle flores, rezarle, una oración”. Pero luego, en la página 97,
dice “Soy Sandra Muñoz, pero también soy Sara Uribe y queremos nombrar las voces de las
historias que ocurren aquí”. Entonces, en relación a lo que se ha dicho y en este espacio de
indecisión lo que no entiendo mucho es que cuando se encuentra el cuerpo, como que se pone fin
a la escritura. Y de una u otra manera se le pone fin también a un cierto, a una cierta acción política
de este orden de parentesco que está luchando por encontrar su cuerpo, lo de las personas
asesinadas y de sus parientes.

11
R Parrini
Sí, creo que eso está, sucede en la en el en el momento contemporáneo de la búsqueda de
desaparecidos en México, que es una búsqueda organizada fundamentalmente por mujeres que se
llaman a sí mismas, por ejemplo, madres rastreadoras. ¿No? Entonces la búsqueda está conectada
con su posición en el orden del parentesco. Y buscan familiares, lo que se buscan son familiares,
puede ser que haya gente buscando amigos, pero creo que debe ser un número muy, muy pequeño
de personas los que se buscan, los que buscan son familiares, de aquellos que han desaparecido y
no se encuentran. Que son sus familiares por reiterar, digamos no, y en esa medida, digamos no.
No ha conseguido este movimiento de la politización de las madres de Plaza de Mayo, del
movimiento de familiares de desaparecidos en Chile. Tampoco sé si lo quieren y lo buscan porque
el interlocutor en este caso no es solo el Estado.
Por ejemplo, lo sé porque, digamos no sé por gente que trabaja en este tema, yo no lo
trabajo, pero sí conozco a gente que trabaja, es que ella las, las familiares se ponen de acuerdo para
hacer búsquedas en ciertas zonas, por ejemplo de Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, que han sido
Estados tradicionalmente narco, o sea que han tenido presencia en la industria narco, no solo desde
ahora hace mucho tiempo y entonces él se ponen, el capo que domina la zona, sabe que ellas van
a buscar y se los permite. Y se los permite porque el compromiso de ellas es bueno. nosotros
estamos buscando a nuestros muertitos, como dices, Uribe, no nos interesa, no nos interesa justo
hacer justo, no vamos a hacer denuncia, no vamos a presentar demandas, nada, lo que nos interesa
es encontrar el cadáver.
Ese es un tipo de búsqueda el tipo de búsqueda de Ayotzinapa ha tenido un formato
político más clásico desde el principio, no, o sea, no buscamos en nuestros familiares, sino que
buscamos la justicia. Y es la búsqueda de la justicia las que nos tienen que traer de vuelta y en estos
recurren más al lenguaje de Sudamérica. Vivos se los llevaron, vivos los queremos. Aquí no está
en el tema, la muerte no es no es la desaparición, es la desaparición, en tanto no asesinato y muerte,
sino que en tantos secuestros. Y además, relacionado directamente con el estado, esta desaparición
forzada, las otras no necesariamente. Forzada quiere decir quien ha hecho desaparecer en un
Instituto, es un funcionario, una institución estatal, la definición de Amnistía Internacional, por
ejemplo, no clásica, y en ese caso la demanda es de Justicia, no es de aparición, no queremos
encontrar el cadáver, incluso es lo que ha pasado con los con los restos que los primeros restos
que encontraron y que digamos que fueron, pues evaluados o sea, te sabes el lenguaje y lo mencioné
la otra vez. El lenguaje de la genética, no el desciframiento de un pequeño resto de un resto de
hueso que encontraron. Y el padre del del chavo al que dicen que el hueso pertenecía, dijo, Bueno,

12
pues yo en realidad no, a mi hijo no lo he encontrado a mí me dan un resultado un examen, pero
este no es mi hijo. Y siguió buscando.
Y eso tiene la forma, pues de una búsqueda que es una búsqueda política. En ese caso lo
interesante es que esa búsqueda está, el del más, la del lado de Creonte, en términos de Antígona.
Esta es una búsqueda cercana a las formas, a los al Estado, al Estado de derecho, a la ley y a las a
las convenciones, a los aparatos internacionales de cara, de creación de Justicia, la búsqueda de
Derechos Humanos.
No es una búsqueda sustentada, aunque son familiares, solo en el parentesco.¿No sé si me
lo explico? Buenos, sí. O sea, si me si respondo a lo que me preguntas, pero,

Sí entiendo, lo que me confundía era como ese espacio, como de indecisión.


¿Como eso, eso que leí anteriormente, cómo lo quieres? Lo queremos encontrar muertito, pero
después dice. Pero también queremos nombrar las voces de las historias que ocurren aquí y eso
para mí no sé. Es como una lectura más política. Entonces, quizá ahí se está configurando un
espacio de indecisión.

Bueno de indefinición
Claro, porque además lo que lo que yo creo que habría que considerar aquí, es, digamos, el que
están bien, lo que está, por ejemplo, la lectura de Butler, de Antígona, etcétera. Son como los
registros históricos que están en juegos, o sea, está la política contingente del tiempo presente los
aparatos del Estado, los medios del arte, etcétera, etcétera, pero también están esos otros tiempos,
por ejemplo, del parentesco. ¿No? Y también los tiempos de la naturaleza. Hay que añadir, porque
todo esto es una búsqueda que se hace fundamentalmente en la naturaleza, con los procesos de
corrosión de pudrición de la naturaleza, etcétera, etcétera. Entonces, digamos, creo que aquí nunca
nada está completamente decidido, salvo la decisión de buscar. Que eso es lo que está, es eso, eso
es lo que está perdón como resuelto, quizá que debe haber gente que deja de buscar, pero al menos
mientras se busca la sexta, mientras se busca, se está buscando.

Perdón, alguien me quería.

Yo tengo una algo que contar. Eso que plantea Ninoska, tiene como que me hizo pensar un poco
como que en ese espacio como claro que mientras o sea como de indefinición a indecisión que
tiene que ver igual con todo lo que él como la memoria. La memoria como de los muertos en yo
laboro en la U, yo soy antropóloga, entonces en antropología y muerte se habla mucho de cómo

13
ese intersticio que ocurre en el proceso, como tanto de la búsqueda como de la verdad, es todo en
contextos chilenos, sin que igual tiene mucha relación con lo que hablaba en México. Pero hablaba
mucho de lo fuerte que es el fenómeno, pero como el acto de la memoria, que finalmente es como
es súper transversal, a cualquier como apelación, tanto como de la búsqueda de la verdad o de la
justicia, como también en esto de apelar al parentesco. Y cómo encontrar a quien desaparece o
alguien muere en ese caso, como que al rato me aparece un poco y como que no lo escuche o no
caché si es que hablaron precisamente ese tema de la memoria que finalmente como que la la
muerte de los vivos.

R. Parrini
Y habría que es quizás sumar ahí, que no se trata del parentesco como estructura, sino que creo
que aquí se trata del parentesco, como vínculo, como vínculo vivo y como afecto, ahí está la energía
política. No es que porque soy madre de buscar, no sea lo que ella lo que dicen y lo que creo que
decían en Chile y decían, Argentina es bueno, pues esto es una persona, que yo quise o que yo
quiero, o sea en mi hijo desde, todo eso, todo ese discurso y práctica de los afectos sociales y
personales, ahí está la energía política, no es la estructura formal del porque puede ser que si era
madre soltera, así como dicen no si era su hijo no era un entenado, como dicen en México, en
términos afectivos, era su hijo, su hija.

No, y bueno, eso es tan difícil. Igual como en esa búsqueda de la verdad, como que se consigue
porque no se considera, es el vínculo afectivo, generalmente se establece como de repente en las
formas más formales, burocráticas, como de la búsqueda de la verdad en términos de parentesco.
Y Segovia toda esta parte que dices, tu que es precisamente eso, en mi cotidianidad, desaparece, o
sea, desaparece, deja de existir una persona y claro, pues el que tiras el afecto y la presencia de esa
persona que ahora su ausencia verdad, es super como importante siempre como considerar eso
que qué dices tú del tema de los afectos.

R Parrini
Ahora yo quisiera acá. También, destacaron y rescatar esto que dice y mover hacia acá, lo que dice
Cavarero, dice el cuerpo está al centro de la tragedia y la corporalidad es un absoluto, habla de una
corporalidad absoluta en en la página 47. Y yo me preguntaría, si no estamos nosotros también
ante una corporalidad absoluta, y también digamos si lo que estamos observando desde el grito, o
si nos podemos posicionar desde el grito de Yesenia Zamudio, estamos observando digamos este
que al centro de esta tragedia, si es que fuera una tragedia de esta historia política, de este proceso

14
político está el cuerpo y parece que no nos podemos posicionar frente a ella, sino desde los cuerpos
que están ahí, primero desde nuestros cuerpos, pero también desde el cuerpo de los otros.
Y entonces creo que insistirías que para los fines de nuestro argumento es muy importante
considerar que el grito es previo al discurso y es distinto del discurso, aquí no está la proclama, está
el grito, al frente de esto está el grito. Y en la medida en que está el grito está un cuerpo presente
de manera muy perturbadoras. Entonces, no podemos hacerlo que Cavarero dice, que hizo la
filosofía griega en la cultura clásica, quiere decir el cuerpo es un recipiente de algo trascendente a
su materia. Aquí el cuerpo es el acto político mismo por decirlo de algún modo y no es cualquier
cuerpo, es el cuerpo de las mujeres. O sea, digamos, dando, regresando, digamos retomando,
digamos el, la inquietud, a mí se me puede olvidar un poco el género, a veces porque lo doy, quizás
por sentado, pero regresando a eso es bueno, sí, pero este cuerpo es un cuerpo de las mujeres, un
cuerpo de la es un cuerpo femenino, es un cuerpo de mujer o un cuerpo femenino, un cuerpo
feminizado, un cuerpo que está localizado de cierta manera en el orden de género, no de cualquiera.
Entonces uno, se podría preguntar por qué lo gritan los hombres, por qué no gritan los
padres. Porque parece ser que, aunque no están completamente ausente, nos no son el centro de
este de este proceso. Los hijos sí, los padres no. Pero habría que también hacer la pregunta, como
creo que la formulé hace un rato, es bueno quién es Creonte en la escena contemporánea, qué
forma tiene Creonte, que discurso tiene Creonte, qué prohibiciones, pero yo diría más bien que
transgresiones, sostiene Creonte. O sea, el mapa y ya no es tu, es todavía un mapa claro. La mujer,
hay que digamos la mujer perturba el orden de los sociales al Estado, a la Comunidad en tanto
presenta demandas que no son del orden de la Comunidad de la ley por ejemplo demandas que
vienen del parentesco o quién no, pero eso nos aquí no se podía. No, no podemos, no estamos
ante la escena Hegeliana n el caso mexicano y creo que tampoco fue el caso sudamericano.
¿O lo es?
Con las distintas violencias de Estado que experimentamos, que esas violencias de Estados tienen
todas siempre una forma genérica, tienen una marca de género que nuevamente es la misma, pero
la tienen, y eso es lo que tratamos de ningún sentido de discernir, bueno quien es Creonte porque
este cliente se fundamenta más que la imposición de un decreto inviolable en la en la promoción
de una impunidad infinita, por decirlo de una manera. O en este acceso, pues diferencia la ley, hay
más justicia para unos que para otros, hay más ley para unos que para otros, la ley penal funciona
sobre las clases populares mucho más efectivamente que sobre los sectores más ricos no, pero la
justicia tiende a favorecer a los sectores más ricos que los sectores populares.
El Estado es muy eficiente defendiendo la propiedad, por ejemplo, pero no es tan eficiente
defendiendo el ambiente o las condiciones de vida, eso en Chile creo que es de todos los días, no

15
como acá, o sea, no, no estamos hablando de de la Grecia clásica, estamos hablando de aquí del
norte del mundo que nos toca vivir. Y entonces creo que ahí hay una topología, digamos que
planteó, de estamos frente, no es que el cadáver está en las afueras de la ciudad, detrás de las…
después de las murallas de Tebas, que sería después de la frontera. Esa es una frontera. Las murallas
son las fronteras del mundo inhóspito y también del mundo no civilizado, pero son un límite.
O sea, está el límite entre la vida y la muerte que, apuntaban está el límite entre justicia e
impunidad está el límite entre público y privado, está el límite entre lo personal y lo político, pero
es un límite que están está perturbado, o sea, todos estos son actos de perturbación, y ahí yo me
hago una pregunta que es, cuál es la relación entre las políticas feministas en este caso, no las
políticas de género del Instituto de las Mujeres o del Sernam, vamos, que no sé cómo se llama
ahora. Y de las políticas feministas porque en algún momento, creo que alguna de ustedes se
pregunta, bueno, qué pasa con los imperturbable, bueno, y tiene una pregunta, ahora distinta, que
es ¿Por qué las políticas feministas, la manifestación política feminista en los últimos años, en los
últimos años, pero pongamos que mono, en los últimos años recurre a la perturbación como un
modo de visibilizar y hacer presente sensitivamente no solo cognitivamente el discurso, un
discurso?
Un grito, un afecto, un reclamo, una demanda, etcétera.

Yo estaba pensando, o sea, como que me hace mucho sentido lo que estaba comentando a
propósito también de un documental que habla De hecho lo habíamos comentado y la semana
pasada en el chat, que es un documental que habla de las familias, o sea, de las de las madres o
hermanas de detenidos desaparecidos en Chile. Y es interesante porque muestran cómo el
fenómeno como de cómo ocurren estos actos, como públicos y de la estética que conllevan estos
actos públicos, entonces, es interesante porque en el mismo discurso de las personas que
participaron, de estos actos se refiere, de hecho, está esta situación como de como de indefinición,
porque en el fondo, como que ellas buscaban, en el fondo, dejar a la gente perpleja de con este
acto y esa situación como de perplejidad, me parece como super interesante, porque también es
como que se articula una forma de visibilidad política pública en el fondo y también que se articula
como esto en esta situación, como límite, en donde están ellas, en el fondo no sé, me parece como
super interesante cómo se van articulando como en esta situación en este espacio como indefinido.
En el fondo también formas de actuar políticamente indefinidas que qué más qué hacer como algo
político, me parece que es como es, como paralelo a lo que se establece como político, como como
lo hegemónico, no sé.

16
¿Paralelo en qué sentido dirías tú?

Porque en el fondo igual está operando una forma de funcionar. Hay una forma de articulación.
Hay una forma de hacer presencia que no podemos interpretarla, pero que igual está ahí, entonces
por eso lo pienso como más que apolítico, como paralelo a lo político, como contra hegemónico.

Si eso perdón estaba bloqueada.

Profe, relación a lo que dice Karen.


Como que pienso en la en las manifestaciones feministas cuando se recurre como al arte en las
yeguadas como indeseable, como indecoroso es perturbante, entonces cómo se recurre a esas
prácticas. No, no sé. Como bien dice Karen. No lo sabía explicar, pero es que no sé si va a lo,
contra hegemónico, pero sí a lo a la otra cara de lo políticamente correcto.

Y también lo que yo diría que apunta es a un agotamiento de la palabra de la capacidad de decidir


y del y de la posibilidad de que el discurso que perturbe. Entonces yo creo, por ejemplo, que
digamos lo que las 3 imágenes que yo mostré eso no tienen, no son intervenciones que tengan
pretensiones artísticas, no están pensadas como performance, o sea, no, no, no vienen ni de campo
de imaginación ni tampoco de esos lenguajes, pero yo diría que tienen una potencia que quisiera
una performance artística más clásica, digamos, más más técnica, y además no solo una potencia,
sino que. Por ejemplo, en el caso de la madre del policía desaparecido es a mí entiérrame frente al
Estado. No, ese es mi deseo más. Dice que su deseo, eso del deseo, habría que pensar qué es lo
que está en juegos en ese deseo. Ya es un cadáver, puede desear, se puede cumplir el deseo de un
muerto de una muerte en este caso?
Entonces a mí me parecen práctica muy radicales. Muy radicales, no por su intención,
porque creo que no, no es radicalismo político más más, digamos cómo más clásico, pero si muy
radicales, por la desesperación en la que está sustentado, porque ya no queda de otra, no hay más,
no hay, o sea, cuando la mamá de este chavito lleva su ataúd a la Palacio, es porque o sea, no queda
de otra, pero no hay más, que no hay ni escuchar mi palabra, porque también hay un problema
con quién escucha que están , a qué le estamos hablando, por eso es importante saber dónde está,
dónde está Creonte, aquí quien es Creonte. ¿Qué dice? pero también que escucha a Creonte,
porque al menos este es un Creonte mucho más sordo que el de la tragedia. Estas, las formas
Creonticas por llamarlas de alguna manera son mucho más sordas que la de la tragedia. Al menos
Creonte está comprometido con su discurso, radicalmente y termina, digamos, en la en su

17
destrucción, pero está comprometido con su palabra, aquí no, aquí yo creo que no. Ese
compromiso no es digamos, están comprometidos con la confusión con la mentira, eso sí, con el
montaje.
No sé si se utiliza la noción en Chile, no lo recuerdo, pero cuando la policía crea un caso
dice, se hace un montaje. Hicieron un montaje, creo que ha pasado, Montaje de etcétera, ¿no? Sí,
y es interesante porque son lenguajes del cine, es una palabra que viene del cine entonces, uno
puede decir. La policía se apropió de los lenguajes estéticos de las vanguardias del siglo XX para
operar, digamos, su propia, sus propios montajes y diría su propia estética, que las armas así que
aparecieron acá que el camión está quemado, que no sé qué, que las pruebas son éstas, no y todo
era un montaje en ese sentido, todo era un una, o sea, era un engaño también no haya sentido el
montaje como como fantasía, pero si había una intención de crear una imagen
Y son súper recurrentes, están bien, pues como en ese sentido son super poco creativo
porque al final siempre es exactamente lo mismo y como que uno ya ves las noticias y es como.
No sé para el tema del para el 18 de octubre, cuando pasó todo el tema, por ejemplo, el incendio
de los metros igual como uno pregunta, ahora como, qué pasó finalmente con no sé supuestos
detenidos que ha pasado con las audiencias como que ha llevado el caso de esto porque hubo
detenidos como de quienes estaban como culpados, verdad, pero como que no ha pasado
realmente nada, o no sé si alguien escuchaba, pero eso quedó ahí, entonces ahí ahí. De hecho, se
ocupó mucho de la palabra del montaje que hicieron los pagos en este caso, que fue como sembrar
como este caos verdad que van de un montón de de estaciones de metro.
Y que igual es súper estético, sino lo piensa porque es como la columna vertebral de la
capital de un país. Entonces, como iguales es super como cinematográfico en ese sentido, como
super recurrente como esa estética que qué dices tú.

R Parrini
Para las próximas dos sesiones había cuatro lecturas sobre sobre la noción de zona. ¿Les quisiera
proponer algo que es bueno, dejar las cuatro lecturas, pero quisiera que le dieran más importancia
porque sé que pues hay limitaciones de tiempo para leer y todo al texto del de Nelly Richard y al
texto de Mariana Botey, no? Y quisiera añadir una o dos lecturas sobre afecto y política.
Porque creo que no las considera en el programa, pero sí es importante introducirla, digamos, para
tener quizás ciertos marcos comprensivos comunes.
Todavía no decido cual, pero la subiré a ahora me crearon una plataforma ahí, para el curso, la
subiré ahí subí de hecho, la semana pasada, una lectura de Luisa Muraro, que se llama el orden
simbólico de la madre a partir de algo que platique entonces la voy a creo que lo van a encontrar.

18
¿Entiendo que ustedes pueden acceder a ella fácilmente, no. pero de todas maneras les mando un
mensaje colectivo para que sepan que.
Porque me parece que digamos por distintas maneras, estamos en esto, digamos, pensando
y regresando en esta zona Azulai dice condición, pero yo diría que es una condición y también una
zona de exposición no protegida al poder.
Creo que solo lo hemos visto, digamos, de manera tangencial o directas, etcétera. Y las
lecturas de Botei, Richard, se dirigen a otro lugar, que es la zona, lo que lo que llama una zona de
disturbio y lo que Richard llama a una zona, de tumulto que me viene una zona de transformación
de politización de cambio, de impugnación, etc.
Pero siguiendo con esta especie de topología de las cuáles son las fronteras de Tebas
¿Dónde está el cadáver? Dónde están como en esta ciudad se organiza el orden de género, donde
están las mujeres, donde, por donde circulan las mujeres, etcétera, etcétera, y ahora que también
quisiera proponerles que pensáramos, digámoslo de Yesenia Zamudio que para mí tiene un
correlato en lo en lo que ha sucedido en Chile en los últimos años es la manifestación feminista
del 8 de marzo del 2020. El momento en que las mujeres se toman el caballo y la estatua de
Baquedano. Esta especie como de consumación de él, como la culpa del patriarcado, por decirlo
así. El señor es general a caballo con todas las implicancias que tiene para la historia de Chile son
muchas.
Entonces, claro, en la historia de Antígona de esa posibilidad no está no, pero en esta otra
ciudad de la que estamos somos partícipe y testigo, supongamos, digamos que para quedarnos en
Creonte que el cuerpo de las mujeres lo ha podido tomar y he podido subirse sobre Creonte cubrir
a Creonte e incluso, digo, puede ser una interpretación instalar una libido sobre Creonte.
Entonces la zona, la zona de disturbio, las zonas de tumulto, las zonas de extracción,
etcétera, no son no solamente un espacio en una forma física. Son una zona histórica y habría que
entonces el poder entrecruzar como como en un, en un plano, bueno, pero no tan plano, la zona
con el tiempo, la historia con la zona. No, entonces es una zona, una zona de disturbios, una zona
histórica, no es un espacio. Tiene formas espaciales, pero es una historia. Lo verán en el texto,
como lo plantea Botey se puede estar de acuerdo o no, pero es una zona histórica.

Bueno, si no, no la hay por ahora por hoy, si lo hubiese, la podemos retomar la próxima sesión.
Entonces te propongo que bueno retomar las lecturas de Nelly Richard y de Mariana Botey. Y
bueno, yo voy a sumar estas o dos, déjeme ver, pero que no sea muy extensa sobre afecto y política.
Espero que sean lecturas del feminismo y retomamos la conversación la la semana entrante.

19
Ahora quizás por último, pero no alárgame mucho, lo que podría ser interesante aquí es que si
hacemos esta conexión entre el grito y de leyes en Zamudio,. En esta sede de la Comisión de
Derechos Humanos de la ciudad de la Ciudad de México, novela pero sí en la Ciudad de México
y el asalto a quedarnos del movimiento feminista aquí, ustedes también son partícipes y testigas, y
sería interesante hacer un giro que ya no sale solo a los textos, sino que también a los cuerpos, que
como están en juegos sus propios cuerpos corporalidades afectos, memoria politicidades, límites,
etcétera. En esto, en estos acontecimientos que entienden lo que están ustedes muy cercanas, no
ustedes están bueno, cercanos y cercanas.
Ahí solicitaría, como una especie como de, no sé si es la palabra testimonio, pero sí
podemos trabajar también con ese registro.

Bueno, nos vemos el próximo lunes y bueno, espero que la semana está muy bien para ustedes.

20

También podría gustarte