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ArtculomemoriacolectivaenlapsicologasocialREVISTAECANo 750JULIO-SEPT2017OK1
ArtculomemoriacolectivaenlapsicologasocialREVISTAECANo 750JULIO-SEPT2017OK1
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Realidad
De venezuela a El Salvador:
Carta a las iglesias
conflicto social y cooperación
750
72 años de análisis de la Julio-septiembre 2017
realidad nacional Volumen 72
De Venezuela a El Salvador: conflicto social y cooperación 235
Universidad Centroamericana
“José Simeón Cañas”
Directorio Editorial
Índice
Dirección De Venezuela a El Salvador: conflicto social
Andreu Oliva y cooperación 235
Mauricio Gaborit
Edición Artículos
Ana María Nafría
Memoria colectiva: aproximación a un estado
Francisco Domínguez
de la cuestión en el sociocognitivismo
Consejo editorial y el socioconstructivismo 247
Álvaro Artiga
Jeannette Aguilar Juan David Villa Gómez
Jon Sobrino Manuela Avendaño
Juan Hernández Pico
Lidia Salamanca
Realismo ofensivo, base de la política exterior
Ricardo Roque Baldovinos
Sajid Herrera
de los EE. UU. hacia Latinoamérica 277
Rafael Romero
Corrección de estilo
Ana María Nafría
Francisco Domínguez Un modelo psicosocial para la reconciliación 297
Katherine González
Diseño general
Carolina Córdova Gerardo Alejandro
Héctor Lardé
Diagramación Más allá de la frontera: factores asociados
Xinia Cabrera al impacto de la reconfiguración familiar
Si desea enviar sus artículos o por la migración irregular 333
comentarios, favor dirigirse Yanci Gabriela Cruz Aguilar
al editor a Olga Natalia González Vásquez
revistaeca@uca.edu.sv
Claudia Patricia Saldaña Rivera
Dirección postal
Revista ECA Mons. Óscar Arnulfo Romero, mártir de la
Apartado postal 01-575
San Salvador, El Salvador, esperanza 363
Centroamérica Ricardo Ezzati Andrello, SDB
ECA es una revista de exten-
sión cultural de la Universidad
Centroamericana José Simeón
Cañas. La opinión expresada
en los artículos y comentarios es
responsabilidad de cada autor o
autora. Se prohíbe la reproduc-
ción parcial o total del conteni-
do, por cualquier medio, sin la
autorización escrita del editor.
ISSN 0014-1445
ECA 750, vol. 72
Julio-septiembre, 2017
www.uca.edu.sv
De Venezuela a El Salvador:
Editorial
conflicto social y cooperación
La dimensión estratégica
Por otro lado, según datos del Sociómetro del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), la pobreza en Venezuela alcanzó en 2015 un 33.1 % de la
población. Este es un dato que resulta paradójico si se consideran los bienes
y servicios que la naturaleza ha proporcionado a Venezuela, comenzando
por los yacimientos petroleros. Un país rico en petróleo tiene posibilidades
de lograr una mejor distribución de la renta producida por la explotación de
esa fuente de energía. Además, independientemente de quiénes tengan la
responsabilidad, que seguramente no la tiene solo el Gobierno, no pueden
pasarse por alto los problemas de abastecimiento que padecen los venezola-
nos, además de un creciente proceso inflacionario.
Otros datos se podrían mencionar, pero los citados bastan para evocar la
paradoja de un país con grandes potencialidades de desarrollo y una socie-
dad que ve empeorar sus condiciones materiales y espirituales de su repro-
ducción. No es el momento aquí de identificar las principales causas de estos
problemas en Venezuela. Pero no hay duda de que el conflicto no abona a
superar esas causas ni a mejorar la situación vital en aquel país. ¿Por qué
entonces se mantiene ese conflicto que ya se cobró decenas de vidas y pro-
voca que centenares de venezolanos opten por irse de su patria?
cualquier sociedad) pagará los costos. Si, además, dichos sectores perciben
que el contrario está a punto de ser neutralizado, derrotado o eliminado,
no parecerá haber incentivos para adoptar otra estrategia. Pero las consi-
deraciones y percepciones mencionadas podrían no corresponderse con la
realidad objetiva en el mediano y el largo plazo. Las ganancias se pueden
tornar en pérdidas y el contrario no logra ser neutralizado, derrotado o
eliminado. No obstante, los actores en conflicto pueden seguir creyendo que
tarde o temprano serán los ganadores y, por tanto, que el conflicto se resol-
verá a su favor. ¿Cómo salir de este embrollo? Venezuela lleva más de una
década en conflicto entre el Gobierno y la oposición. El resultado global es
negativo, aunque algunos sectores (políticos, militares y empresariales), en
ambos bandos, hayan podido obtener beneficios y, por eso, rechazan una
solución que incluya a su contrario en condiciones de igualdad.
La dimensión institucional
Por tanto, para la solución de los conflictos resulta importante que el diseño
institucional desincentive los comportamientos conflictivos de los actores y más
bien “empuje” hacia estrategias cooperativas en lugar de no cooperativas o
de conflicto, que privilegie la búsqueda del consenso antes que la opción por
el disenso. Si al momento de tomar decisiones se busca que esté representada
en esa decisión una mayoría, se pueden distinguir diseños que se orientan a,
o promueven más que otros, la búsqueda del consenso según sea la mayoría
requerida. Así se dice que los diseños basados en una regla de decisión de
mínimas mayorías (la simple mayoría) promueven en menor medida la coo-
peración entre la mayor cantidad de actores posible. La mínima mayoría basta
en estos casos para legitimar las decisiones adoptadas. Pero este tal vez no sea
el mejor escenario para evitar los conflictos. Para ello, más bien se tendría que
adoptar una regla de decisión de “amplias mayorías”, es decir, que la decisión
fuese compartida por la máxima representación posible.
La dimensión sustantiva
Las instituciones ofrecen incentivos para que los actores adopten estrate-
gias cooperativas. Pero si los actores perciben que sus intereses “sustantivos”
están amenazados, muy probablemente intentarán “saltarse” las institucio-
nes. Las instituciones importan, pero lo sustantivo termina importando más.
Esta es la razón por la cual no pocos actores intentan controlar el funcio-
namiento de las instituciones más que someterse al control que estas po-
drían ejercer sobre los actores. Los conflictos entre instituciones suelen ser,
por tanto, expresión de conflictos en lo sustantivo. Los actores utilizan las
instituciones como recursos institucionales para promover o defender sus
intereses sustantivos.
Para lograr la cooperación entre los actores, por tanto, no bastará recurrir
a las instituciones, sino que también será necesario que los actores perciban
que no cooperando sus beneficios, privilegios, ganancias, etc. quedan en
peor situación que si se deciden a cooperar. El diálogo, la mediación y la ge-
neración de confianza entre los bandos en conflicto serán instrumentos que
apoyen el cambio de estrategia. Como además de lo institucional está invo-
lucrado un aspecto actitudinal, la adopción de la cooperación como estrate-
gia tomará su tiempo. Pero no hay que olvidar que el diálogo, la mediación
y la confianza estarán orientados hacia lo sustantivo, si se ha de buscar una
salida al conflicto que tenga perspectivas de sostenibilidad. Sin que los ac-
tores obtengan garantías en lo sustantivo, las soluciones propuestas o serán
inestables o no serán verdaderamente soluciones.
frente a los otros actores, e incluso los actores pueden percibir que ellos
mismos no tienen garantías para llevar una vida como la que hasta ahora
han vivido. Mientras no se consideren estos aspectos sustantivos, los actores
no cambiarán su estrategia no cooperativa ni habrá salida institucional al
conflicto y la crisis social que vive el país.
Palabras clave:
memoria colectiva, memoria histórica,
psicología social, sociocognitivismo,
socioconstruccionismo.
con esta investigación, la precisión que tenían 3) Las memorias serán más vívidas y trans-
ciertos tipos de memoria en situaciones misibles si han tenido impacto emocional
impactantes para los sujetos; con lo cual en los sujetos, cuando están implicados
también se podía aportar a la investigación asuntos importantes para estos (impacto
sobre memoria de testigos. emocional).
como las personas organizan y estructuran su que puede trazarse otro nivel de investigación,
identidad, son fundamentales para la configu- en el cual los recuerdos personales y compar-
ración de estas memorias flashbulb. tidos devienen patrimonio de toda la colecti-
vidad, donde la evocación toma las formas de
En este mismo sentido, Bellelli, Leone & la conmemoración, la reconstrucción colectiva
Curci (1999); Tamayo-Agudelo (2012); Tinti de los monumentos; en suma, los productos
et al. (2014) y Vallet, Manzanero, Aróztegui simbólicos de este colectivo.
y García Zurdo (2017) han analizado cómo
los individuos, los grupos y las comunidades Así pues, Finkenauer, Gisle y Luminet
construyen unas imágenes de su pasado, (2000) concluyen que las memorias indivi-
identificando cómo la comunicación masiva, duales se hacen sociales a través de la comu-
a través de la difusión cotidiana de noticias, nicación interpersonal y el recuerdo colectivo
ha modificado la organización y la estruc- de un hecho. Si los hechos tienen un fuerte
tura de las memorias colectivas. Es decir, impacto emocional y social, y se habla de ellos
siguiendo con la hipótesis narrativa de Neisser en varios escenarios, tendrán una tendencia a
et al. (1996), los relatos y las representaciones recordarse con mayor claridad, aun cuando
tendrán más peso si son transmitidas y difun- pasen los años. Esto es sostenido años más
didas ampliamente por los medios de comu- tarde en un estudio realizado por Tinti et al.
nicación, que dan la sensación de “estar ahí” (2014), en el cual llegan a la conclusión de que
y ser testigos de los hechos. Y esto, explicaría, las memorias de destello se mantienen mientras
para estos autores, por qué algunos aconte- el evento se piense y se discuta con otros.
cimientos de la vida pública se seleccionan
como los más importantes (disponibilidad Er (2003) afirma que hay cuatro modelos
social). Así pues, no se trata tanto de un meca- que se han desarrollado en los estudios de
nismo biológico que da origen a que se cuente memorias de destello. El modelo integrativo-
y recuente la historia de un hecho, sino del emocional, que profundiza en los contextos
proceso de su elaboración social en el acto de en los que se encontraban los sujetos como
significarlo y simbolizarlo. determinantes de las emociones que se
activaron ante el hecho y que marcaron la
Para Bellelli, Leone y Curci (1999), se memoria de destello (Finkenauer, Luminet,
había desarrollado un individualismo meto- Gisle, El-Ahmadi, Van der Linden & Philippot,
dológico y teórico en las investigaciones de 1998). El modelo fotográfico, que recoge la
Kulik y Brown (1977) y Conway, Anderson, tradición de Brown y Kulik (1977), donde
Larsen, Donnelly, McDaniel, McClelland, el tema de la precisión y la búsqueda de un
Rawlws & Logie (1994) que enfatizaban más mecanismo biológico es fundamental. El
una dimensión biologicista, centrada en la modelo comprehensivo (Conway et al., 1994;
sorpresa y la consecuencialidad, además del Finkenauer et al., 1998), que recoge los tres
impacto emocional. Por esta razón, Bellelli, factores, que se han denominado canónicos: la
Curci y Leone (2000) intentan introducir sorpresa en el momento de conocer el hecho,
elementos como el compartir social y la repe- la importancia que tiene en la vida de los
tición de los hechos por parte de los medios sujetos y el colectivo (consecuencialidad), y el
de comunicación, además de la presión social nivel de impacto emocional. A este modelo,
para hablar de ellos, que construían un factor Neisser et al. (1996) y luego (Bellelli, Curci y
clave: la disponibilidad social. Es esta variable Leone, 2000) le suman variables psicosociales,
psicosocial la que consideran más determi- tales como la elaboración posterior, la repe-
nante para la construcción de un recuerdo de tición y narración del hecho. Finalmente, el
destello, por encima de las variables clásicas modelo de reacción emocional conducida por
(categorías canónicas). Pero incluso afirman la importancia y la consecuencialidad.
Por eso, Er (2003) realiza su investiga- consistentes. En esta misma línea, Mahmood,
ción comparando dos grupos: personas Manier y Hirst (2004) le dieron un papel
afectadas y no afectadas por el terremoto de preponderante a la implicación personal y
Mármara, además de realizar una segunda emocional en el hecho como determinante de
prueba seis meses después de la primera. Al la generación de memorias de destello, espe-
final, concluye que se observan memorias cialmente en su nitidez y su carácter vívido.
de destello, tanto en las víctimas como en el
grupo de comparación, pero en las víctimas, Por su parte, Shapiro (2006) argumenta
con mayor precisión, nitidez, más completas y nuevamente a favor de las categorías canó-
consistentes. Se fortalece el factor de la conse- nicas y afirma que, en esas circunstancias,
cuencialidad y la importancia y su incidencia el impacto emocional, la sorpresa y, proba-
en la reacción emocional. Para el autor, las blemente, el nivel de involucramiento de los
memorias de destello están más cercanas al sujetos en los hechos (que sean significativos
sistema de memoria autobiográfica, episódica, para ellos) son determinantes en la existencia
mientras lo que llama la memoria del evento de las memorias de destello. Curci y Luminet
es de tipo semántico y tiene que ver más con (2006) apoyan la tesis de Conway (1994) y
la descripción y narración de los hechos; y, Conway y Pleydell-Pearce (2000), de que las
en este sentido, pareciera que las personas memorias destello son una forma especial de
no afectadas que han recibido la información memoria episódica, puesto que están involu-
por otras vías, si bien no tienen un impacto cradas, de manera significativa, emociones,
emocional fuerte, tienen mejores posibili- sorpresa y otros factores asociados que le
dades de descripción de los hechos (Er, 2003; añaden intensidad y le dan su característica
Teckcan, Berivan, Gülgös & Er, 2003). de nitidez y permanencia a lo largo del tiempo.
A una conclusión diferente llegaron Nachson Luminet y Curci (2009) han editado un
& Zelig (2003), quienes afirman que las memo- libro sobre el tema, en el que invitaron a
rias de evento y las memorias de destello casi todos los autores referidos en este texto
parecen codificarse juntas por un mismo para producir un nuevo estado de la cuestión
mecanismo cerebral, lo cual refuta la idea sobre esta línea de investigación. Es un texto
de que estas se corresponden con memoria completo que recoge los métodos, los modelos
semántica y episódica, respectivamente. teóricos, las líneas de trabajo, y se ponen en
Berntsen & Thomsen (2005), con 145 daneses discusión algunos de los puntos de vista. Para
que vivieron la ocupación danesa en abril Luminet (2009), existe ya un acuerdo en que
de 1940 y su liberación en mayo de 1945, las memorias de destello se forman por la inte-
durante la Segunda Guerra Mundial, conclu- racción de factores cognitivos, emocionales y
yeron que todos tenían recuerdos sobre la sociales. Ahora bien, existe un alto desacuerdo
invasión y la liberación, pero que los partici- por el lugar que tiene cada uno de estos
pantes con lazos y vínculos en el movimiento componentes en la formación de ellas. Por
de resistencia tenían recuerdos más precisos, lo pronto, Luminet y Curci (2009); Tamayo-
detallados y vívidos de aquellos hechos, Agudelo (2012); Tinti et al. (2014) y Vallet et
refutando las denominadas “categorías canó- al. (2017) consideran que este es un campo
nicas” y afirmando que el grado de sorpresa abierto sobre el cual no hay conclusiones
y consecuencialidad no se relacionaron con la definitivas: existen modelos y aproximaciones,
precisión y claridad de los recuerdos. A una pero la investigación empírica aún tiene
conclusión similar llegaron Otani et al. (2005), mucho que aportar; incluso Hoskins (2009)
para quienes estas memorias son memorias considera que este es un campo fecundo para
que se repiten, comparten y recuentan múlti- la investigación interdisciplinar.
ples veces, lo cual las hace más persistentes y
más jóvenes de la muestra, y creen que en observado una tendencia de la gente a dejar
ello influyen las representaciones dramáticas: de lado eventos que no estuvieran en el marco
películas, series, libros, representaciones, etc., de ese período crítico, salvo que tengan una
además de las constantes conmemoraciones envergadura universal como la segunda guerra
y versiones de la historia oficial propuestas mundial. Pero, además, los autores afirman
por el Estado (Schuman, Vinitzky-Seroussi & que no solamente el recuerdo de los períodos
Vinakur, 2003). Por ello, llegan a la conclusión críticos influye en no considerar algunos
de que, además de la variable generacional, es eventos, también inciden eventos presentes
también importante el significado atribuido a que tienen una gran fuerza mediática y que
la experiencia en el marco vital del sujeto y la son vistos como más importantes por los
forma como un hecho es simbolizado y cate- sujetos (Mendoza García 2005, 2012, 2016),
gorizado por el colectivo Schuman, Akiyama porque de una u otra forma han marcado su
& Knäuper (1998). momento actual. Griffin (2004) complementa
diciendo que la situación vital y contextual de
Schuman & Corning (2000) complementan los sujetos y una mayor implicación refiere
la hipótesis generacional con tres factores: el a más y mejores memorias sobre un tema.
período de exposición al evento: si el evento Por lo tanto, la implicación y la afectación
ha sido repetido o se mantiene mucho tiempo que generan los hechos en el propio grupo
en medios públicos (Sepúlveda et al., 2015); también inciden, como variable, en el desa-
el interés que un grupo (etario, de género o rrollo de memorias de eventos (Harris, 2006).
étnico) puede tener en el evento (Oddone y
Lynch, 2008), lo cual afecta la hipótesis de la Un avance en esta línea de trabajo se ha
edad crítica; y, finalmente, el nivel de educación realizado con las investigaciones transcultu-
que permite el recuerdo de unos hechos sobre rales que Wang (2008) considera necesarias
otros: hay eventos que son objeto de estudio para ir un poco más allá de las conclusiones
escolar primario y exposición en medios, más psicologistas. Siguiendo esta misma
mientras otros se recuerden solamente si hay línea, Pennebaker, Páez & Deschamps (2006)
un alto nivel educativo (Zuluaga-Garcés y concluyeron que, aunque existen algunas
Marín-Díaz, 2015). semejanzas importantes que señalan la exis-
tencia de representaciones sociales compar-
Korzh (2001) se encuentra con dos tidas del pasado centradas en las guerras,
factores: el primero es que la memoria de política y hechos eurocéntricos, también se
los eventos también es influida por el nivel muestra cómo la representación social de la
de trauma y cambio, sufrimiento y dolor historia está influida por la cultura, de manera
generado, con lo cual los eventos escogidos moderada por el sexo y de manera significa-
tendrían ese componente expuesto también tiva por el grupo etario. Así pues, este recuerdo
por Lira (2010) y Yusta Rodrigo (2014), el estaría influido por el consenso intercultural
segundo factor es que, si bien el conocimiento (González-Castro, 2006).
histórico aprendido moldea el recuerdo,
también se observa una crítica en los conte- Ahora bien, una crítica a estas investiga-
nidos y en los juicios valorativos, que debe ciones, según Wang (2008), es que se hacen
tenerse en cuenta para mostrar de qué manera siempre con estudiantes y personas de clase
la memoria hecha desde el presente también media, con lo cual los resultados transcul-
se relaciona con los juicios valorativos que turales pueden ser similares, porque existe
tienen de la historia. una tendencia marcada por los procesos de
globalización económica y cultural, que lleva
Schuman & Rodgers (2004) miran la a que estudiantes y personas de clase media
acción recíproca entre memoria y olvido, en construyan representaciones sociales similares,
relación con la generación, puesto que habían especialmente cuando se quiere investigar
puesto que es importante definir quién, para de carácter experimental pueden ser extrapo-
quién, para qué y por qué unos recuerdos ladas a situaciones de la vida real. De la forma
son más relevantes que otros, y por qué una como se den las conversaciones, el nivel de
información es seleccionada y otra dejada en inhibición o del compartir las emociones, la
segundo plano. Se trata de analizar el proceso forma como avanza la conversación entre los
de influencia grupal, a través del cual se afecta hablantes influye de manera significativa el
la precisión del recuerdo: se mira el papel de recuerdo final de los participantes, en rela-
la influencia de un líder o el contagio social, lo ción con un recuerdo libre del hecho previo
cual también es importante en la investigación al proceso grupal (Harris, Barnier, Sutton &
con testigos (Wright, Mathews & Skagerberg, Keil, 2010).
2005; Merckelbach, Van Roemund & Candel,
2007; Pasupathi & Hoyt, 2010). Dentro de estos trabajos, han sido impor-
tantes las investigaciones de tipo ecológico
En esta misma línea, se ha investigado que se han hecho en ambientes naturales
cómo el recuerdo compartido de un grupo para determinar el papel de los medios de
de individuos se ve afectado por la presencia comunicación en la construcción de las
de un narrador que toma el liderazgo en las memorias compartidas, especialmente ante
conversaciones, de tal manera que, en una hechos que marcan la vida de una colectividad
investigación donde se aplica una prueba (Finkenauer et al., 1998; Mahmood, Manier &
antes y después, se observa de qué manera los Hirst, 2004; Otani et al., 2005). Estos estudios
recuerdos compartidos de los sujetos se van normalmente muestran que existe una corre-
ajustando a lo que el narrador ha determinado lación positiva entre los recuerdos compartidos
(Cuc, Ozuru, Manier & Hirst, 2006; Stone, y la escucha y difusión que hacen los medios
Barnier, Sutton & Hirst, 2010) o, también, por de la noticia en el momento en que sucedieron
lo que el narrador calla (Cuc, Koppel & Hirst, los hechos (Hirst & Manier, 2009).
2007). Ello les permite decir a Wang & Aydin
(2009) que esta es, probablemente, la manera Del sociocognitivismo al
en que se pueden conformar en la sociedad socioconstruccionismo
recuerdos colectivos orientados desde una
instancia de poder, lo cual, para estos autores, Todas las investigaciones y trabajos ante-
es una brecha abierta para seguir investigando. riormente mencionados de manera amplia
pueden enmarcarse dentro de un enfoque
También se puede reconocer la línea de sociocognitivo, puesto que solo alcanzan a
trabajo sobre recuerdo colaborativo (Marsh, diferenciar entre los modelos ecológicos y los
2007; Van Swol, 2008) que analiza la forma de laboratorio; la manera como construyen
como, en las conversaciones, los partici- el concepto de forma operacional ubica la
pantes aportan elementos de recuerdo para memoria en el individuo, lo social como un
la constitución de un recuerdo colectivo, que factor inhibidor o posibilitador del recuerdo,
será sistémicamente diferente y de otro nivel como contexto, ambiente o condiciones natu-
al del recuerdo individual. El escenario para rales, o como variable que puede afectar o
este proceso es la conversación; por lo tanto, no la memoria individual autobiográfica en la
las investigaciones de corte experimental se mente. El paso a lo social se hace “estadísti-
centran en conversaciones, identificando las camente”, bien sea de forma lineal o factorial;
formas en que el hablante incide en los escu- es decir, determinado por el número de sujetos
chas o en los otros hablantes cuando es un que recuerdan y hablan del problema por la
comunicador. Se analiza el contagio social, la correlación de factores sociales que inciden en
resistencia, el olvido inducido, la capacidad la formación de la memoria en el sujeto. Por
de crear una realidad compartida. Hirst & lo tanto, lo que se entendería por memoria
Echterhoff (2008) creen que las conclusiones colectiva es más cercano a la sumatoria de
taciones sociales”, que constituirían el núcleo morativas, donde el pasado de una persona o
de la memoria colectiva. Aquí, el carácter evento se convierte en objeto de conmemora-
definitorio no es el contenido, sino su carácter ción intencional inscrita en algún significado
compartido y colectivo que se manifiesta en histórico (Schwartz, 2000, 2016). Estatuas,
su función comunicativa, la definición de plazas, monumentos evocan recuerdos y silen-
identidades grupales y la dimensión normativa cios que pueden ser investigados por los cien-
(Páez y Basabe, 1993). Se les da importancia tíficos sociales, siguiendo las determinaciones
a los grupos, al lenguaje y a la comunicación, que los constituyen y las formas como inciden
tanto en la conservación como en el trata- en la construcción de los sujetos individuales
miento y la transmisión. A través de los grupos y colectivos de una sociedad o cultura deter-
desarrollan las articulaciones entre memoria minada (Sierra León, 2014; Brodsky Baudet,
individual, entendida como “pensamiento 2015; Monkevicius, 2017).
social” en un marco de pertenencia social.
Se destacan las ya clásicas investigaciones
Sin embargo, para Middleton & Edwards de Schwartz (1990, 1996, 2000, 2016) sobre
(1990b), la preocupación no debe ser tanto los personajes y monumentos de George
por la forma como la gente representa su Washington y Abraham Lincoln, que tratan
pasado, sino que, en un cambio de perspec- sobre el proceso y la evolución de la represen-
tiva teórica y epistemológica, se centran en tación social (narrativa) sobre estos presidentes
los usos y la pragmática de la comunicación, norteamericanos, desde su muerte hasta nues-
para identificar la memoria en los discursos tros días. Se trata de un proceso de recons-
de los hablantes. Por eso, debaten con los trucción ideológica y emocional, en el tiempo,
modelos exclusivamente experimentales de la de una imagen. Parte de dos postulados sobre
psicología cognitiva, centrados en la precisión el pasado y la memoria: en primer lugar, el
del recuerdo (en el laboratorio y estudio de pasado es una construcción social realizada
testigos), retomando a Bartlett (1995), y consi- desde el presente, pero, a su vez, y en segundo
derando que las distorsiones, las inferencias, lugar, la memoria es una forma de construir
las transformaciones son propias del proceso sentido de continuidad con el pasado, dando
cotidiano de memoria. Por eso, acuden al unidad al colectivo (Kuri Pineda, 2017).
análisis del contenido en las conversaciones
y al estudio de la memoria en sus ambientes Otra línea de investigación tiene que ver
cotidianos. Observan el papel del contexto con procesos culturales, ideológicos y de
en la construcción del recuerdo, lo cual está lenguaje, en el cual las narrativas y la lengua
marcado por el lugar, por el propósito del son portadoras de las normas, valores, tradi-
relato, el intercambio de significados, la argu- ciones de la memoria colectiva (Mendlovic
mentación en el proceso de conversación, Pasol, 2014; Garbero, 2017). En esta línea se
antes que se fije un recuerdo de un hecho inscribe la investigación de Padden (1990),
social. En este proceso, están involucrados que afirma que las lenguas son memorias
no solo los contextos inmediatos, sino que colectivas; por lo tanto, se deben preservar
también están detrás los signos culturales por la vía de la transmisión. Esto implica
(incluido el lenguaje) que regulan y median lo una comunidad de hablantes dispuestos a
que se dice y lo que se recuerda. mantener estas explicaciones y esta forma de
comunicarse con esta lengua precisa; cuando
Las principales líneas de investigación esta se extingue, también se pierden memo-
en el socioconstruccionismo rias, relatos, mitos y tradiciones que no se
pueden recuperar.
Una de las líneas de investigación que
presentan Middleton & Edwards (1990b) es la Fernández Christlieb (1991) reflexiona
de los estudios de las prácticas sociales conme- sobre los espacios sociales de comunicación
a lo largo de la historia que son, a su vez, pesar de los diversos momentos históricos,
los espacios de construcción de la memoria los niveles educativos de los participantes, el
colectiva. Ubica la memoria en el territorio de género y el grupo etario.
la comunicación, de la información, evaluando
cinco espacios sociales de comunicación: la Una tercera línea de investigación tiene
plaza pública, la calle, el hogar, el café y el que ver con la producción, construcción de
parlamento. El escenario de la conversación narrativas y las formas como se articulan con
es el escenario del recuerdo (Mora Hernández, los procesos de memoria (Nofal, 2015). En
2013). Y Billig (1990) plantea la forma como este sentido, Orr (1990) introduce el concepto
las conversaciones sobre la familia real en de “comunidad de memoria” para el desa-
Inglaterra son portadoras de una ideología rrollo de un trabajo o un proceso. Esto implica
y de una cosmovisión que organiza las rela- un conocimiento compartido sobre el tema
ciones sociales y culturales en el Reino Unido, a través de relatos que se van cruzando, que
y que se transmiten como memorias en la vida van emergiendo y que posibilitan narrativas
cotidiana de los ciudadanos de este país. compartidas, algunas que llegan a ser priorita-
rias y parte del acervo; y otras que se pierden
Otras investigaciones se centran en lugares en el proceso (Gili, 2015). Estas narrativas
de memoria, monumentos, objetos, arte- compartidas que conforman una comunidad
factos, museos nacionales, evidenciando que de memoria posibilitan que los hablantes
ciertos puntos de las ciudades se convierten construyan un sentido de pertenencia e iden-
en referentes identitarios que cristalizan relatos tidad que es reavivado y celebrado por los
comunes, narrativas históricas, identificaciones miembros (Mendoza García, 2009; Mendlovic
posibles con la mitología del Estado-Nación Pasol, 2014; Kuri Pineda, 2017; Bokser Misses-
(Rowe, Wertsch & Kosyaeva, 2002) o relatos Liwerant, 2017). También la memoria puede
oficiales sobre conflictos padecidos (Puente ser portadora de resistencias, puesto que es
Valdivia, 2013; Arboleda-Ariza y Morales en la pertenencia al grupo social donde la
Herrera, 2016), que también pueden develar gente participa de la memoria y la recons-
lo que se encubre y se silencia de horrores que truye. Incluso los recuerdos personales estarían
no se han dicho ni nombrado, lo que puede atravesados por estos procesos sociales de los
implicar un olvido monumentalizado, base cuales somos pertenecientes (Iñiguez, Valencia
para la construcción de una historia oficial y Vásquez, 1998; Villa Gómez, 2016).
(Montalbetti Solari, 2013; Mendoza García,
2015, 2016), como es el caso de Colombia, Fivush & Nelson (2004), en esta misma
donde, incluso hoy, los entes estatales buscan línea, consideran que las memorias autobio-
realizar “actos de memoria” solo por mantener gráficas permiten el mantenimiento de las
una imagen ante la comunidad internacional, relaciones y el fortalecimiento emocional del
pero excluyendo relatos subalternos de estos sujeto. En el caso de las memorias colectivas,
espacios (Rueda Arenas, 2013; Arboleda- crean un sentido de fe común entre los miem-
Ariza y Morales Herrera, 2016; Villa Gómez bros de la comunidad, fortalecen sus lazos
y Avendaño, 2017; Villa Gómez y Barrera afectivos y emocionales. Por eso, hablar de
Machado, 2017). los acontecimientos y hacer memoria en los
grupos puede facilitar cambios emocionales
Van Oers (2004), Wertsch (2002, 2008a), entre los miembros, aumentando el sentido
Villa Gómez y Barrera Machado (2017) de pertenencia y de intimidad colectiva (Villa
trabajan las narrativas y las plantillas y Gómez, 2014). Y Welzer (2010) considera
esquemas matrices que permiten la construc- que los espacios de conversación familiar son
ción de identidades en diversos contextos, los escenarios donde se construye la memoria
analizando la manera como los hechos histó- social y que, por lo tanto, esta debe ser
ricos son leídos a partir de estas plantillas, a considerada, más que una dimensión interna
del cerebro, una construcción sociocultural individual (Fivush, 1994; Fivush y Nelson,
mediada por las conversaciones de la vida 2004; Reese & Fivush, 2008; Fivush, 2011).
cotidiana que proporcionan esquemas narra-
tivos para la construcción de la memoria de Así, Middleton & Edwards (1990b),
los sujetos. Por esto, Kansteiner (2008) retoma Vázquez (2001), Wertsch (2008b), Kansteiner
el concepto de comunidades de memoria, (2008), Mendoza García (2009, 2016) y
en un estudio sobre las generaciones que Mendlovic Pasol (2014) hablan de una insti-
conviven en Alemania, y que tienen relatos y tución social del recuerdo, que implica una
narrativas diferentes en torno al holocausto y organización retórica que provee el contexto
el nacional socialismo (Bokser Misses-Liwerant, institucional en el cual los sujetos viven,
2017); por eso para este autor y para Vecchioli piensan, recuerdan y actúan. De esta forma,
(2014) también es importante mirar las diná- la vida social puede ser preservada en ciertas
micas sociales que se dan entre hacedores formas de prácticas sociales. Finalmente, los
de memoria y consumidores, a través de las autores son conscientes de no proponer otro
vías de comunicación que se dan entre unos reduccionismo, pues no niegan el lugar de
y otros: medios de comunicación, relatos, lo neurocognitivo, solo que este puede ser
monumentos y acciones performativas y artís- arbitrario y reducido (Middleton & Edwards,
ticas (Brodsky Zimmerman y Galende, 2012; 1990a). Por tanto, se hace necesario mostrar
Brodsky Baudet, 2015). desde esta validez “ecológica”, más allá del
control de variables, que el significado y el
Fivush (1994), Reese & Fivush (2008), contexto son intrínsecos a la acción y a la
Fivush, McDermott & Bohanek (2008), memoria.
Fivush (2011) y Welzer (2010), por su parte,
presentan investigaciones de conversaciones Esfuerzos de síntesis y horizonte
familiares, en las que observan de qué manera emancipatorio
los padres dan a los niños un soporte estruc-
tural para que vayan contando sus propias Ahora bien, del otro lado de la argumen-
historias. Este soporte permite que los niños tación, Hirst & Echterhoff (2008) y Hirst &
accedan a los marcos y esquemas de la cultura Manier (2008) ven en la investigación sobre
y de la sociedad a la que llegan y que puedan memoria social y colectiva un peligro para la
contar sus propias versiones de su memoria psicología, pues piensan que sus investiga-
autobiográfica dentro de estos marcos estructu- dores han enfatizado en su naturaleza socio-
rales, retomando el concepto de zona proximal lógica y han abordado su estudio a partir de
de desarrollo de Vigotsky, lo que también símbolos disponibles públicamente y mante-
evoca el concepto de marco social de la nidos por la sociedad, tal como lo han hecho
memoria colectiva de Halbwachs (2002). Así, Schwartz (1990, 1996, 2000), Savelsberg &
cuando se describen o se narran los eventos King (2005), Olick (2006) y otros, que han
pasados, vemos que, más que un relato trabajado sobre dicho material desde una
íntimo, hay un empleo de un recurso público perspectiva hermenéutica, centrándose en la
dentro de la tradición discursiva de la cultura, articulación de las memorias del colectivo, las
que hace las veces de artefactos memoriales, prácticas, los recursos usados, la formación y
reproduciendo tradiciones culturales (Gergen, el mantenimiento de símbolos (memoriales,
1994; Welzer, 2010). En un estudio con museos, monumentos, relatos, conmemora-
adolescentes, Gergen (1994) evidencia, en ciones, textos y otros artefactos); o han reali-
estos procesos de recuerdo interactivo, cómo zado investigaciones monumentales sobre los
se fundamentan los modelos por los que los lugares de memoria, como la de Jelin et al.
niños y los adultos aprenden actualmente a (2003, 2005, 2006) en el cono sur de América
recordar como parte de sus sociedades, prove- Latina, enfocados en las prácticas y recursos
yendo una base contextual para el recuerdo por los cuales las sociedades mantienen
1. Una visión amplia y un estado de la cuestión sobre los procesos que en América Latina y en el mundo
se han dado en torno a las transformaciones, resistencias y reconstrucciones que se han suscitado a partir
de la memoria colectiva se desarrolla a profundidad en otro texto escrito por uno de los autores de este
texto (Villa, 2014).
2. Este tema y los estudios sobre procesos de resistencia y de transformaciones sociales a partir de la
memoria son tema de dos revisiones: una ya desarrollada (Villa, 2014) y otra en proceso de elaboración.
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Palabras clave:
teorías de relaciones internacionales,
política doméstica e internacional,
intervencionismo, democracia,
autodeterminación, hegemonía.
Tabla 1.
La gran división
A nivel nacional A nivel internacional
Hay jerarquía (Gobierno central). Hay anarquía (no hay Gobierno central).
Hay monopolio en el uso de la fuerza. No hay monopolio en el uso de la fuerza.
El Estado tiene que dar seguridad. Cada Estado se da su propia seguridad.
La justicia tiene que prevalecer. Prevalece el poder del más fuerte.
Se espera vivir en comunidad. Se vive entre amigos y enemigos.
Se espera que haya paz y orden. Hay más guerra que paz y orden.
Fuente: Condensado de Devetak, Burke & George (2007).
por qué los Estados actúan de la forma en que cada una de ellas esté en lo correcto o en
lo hacen (Devetak et al., 2007). El énfasis de lo erróneo. Sin embargo, son las evidencias
estas teorías es tratar de explicar el origen de históricas e imparciales quienes tienen la
los conflictos, en particular las guerras, aunque última palabra. En este artículo se analizarán,
algunas sugieren ciertas normas que seguir en la medida de lo posible, los postulados
para evitar las beligerancias. Pasemos ahora del realismo y del liberalismo, y, en menor
a explicar las diferencias y similitudes entre las medida, del constructivismo. Tómese en
teorías de relaciones internacionales que, hasta cuenta que este no es un tratado sobre rela-
el momento, han atraído más atención de los ciones internacionales, sino un artículo sobre
críticos en esta área de las ciencias sociales. relaciones internacionales. Las teorías de
relaciones internacionales conocidas como
Teorías de relaciones internacionales liberalismo y realismo no son las únicas, pero
son las que más impacto y vigencia siguen
En general, cualquier teoría tiene críticos teniendo en la anarquía internacional. Por
en sus respectivas áreas. Hay campos cien- esa razón, a ambas teorías se les dará más
tíficos donde teorías como la de Darwin o énfasis, para demostrar lo argumentado al
Einstein tienen muy pocos desafiadores; pero, principio de este estudio. Las teorías de rela-
en relaciones internacionales, la controversia ciones internacionales son proposiciones que,
es literalmente prolífica. El hecho de que las desde sus propias ópticas, explican el porqué
varias teorías de relaciones internacionales de la conducta de los países en la anarquía
generen controversia, tanto cuantitativa como internacional.
cualitativa, no implica automáticamente que
Tabla 2.
Principales teorías de relaciones internacionales
Instrumentos más
Teoría Ideas centrales Actores principales
importantes
Realismo La prioridad de cada Estado El Estado es el actor En primer lugar, el uso del
son sus propios intereses, y principal, sin importar el poder militar. El uso de la
compiten por poder y por tipo de gobierno o sistema diplomacia queda en segundo
seguridad propia. político. lugar.
Liberalismo Promover la democracia, la Los Estados, las instituciones Instituciones internacionales y
economía global y las ONG internacionales y los el comercio global.
que promueven la paz. intereses comerciales.
Constructivismo Las relaciones internacionales Quienes promuevan nuevas Ideas y valores morales.
tienen que ser moldeadas ideas, activistas de redes
por ideas persuasivas, internacionales y ONG.
valores colectivos, culturas e
identidades sociales.
Fuente: Snyder (2004).
De la tabla anterior, se infiere que las tres tivismo sugieren normas para cambiar esa
teorías en mención tienen más diferencias que rutina diaria. Irónicamente, al proponer esas
similitudes. Por un lado, el realismo explica, normas de conducta internacional, ambas
desde su propia perspectiva, cómo funcionan teorías están aceptando implícitamente los
las relaciones internacionales en la rutina postulados del realismo. Nótese que esta
diaria. Por otro, el liberalismo y el construc- última teoría se llama realismo porque expone
la realidad cotidiana como es, en lugar de EE. UU. para, supuestamente, someterse a un
proponer cómo debería ser. Al principio de tratamiento médico. Al mismo tiempo, días
este artículo, se estableció que el constructi- antes Carter había autorizado el reforzamiento
vismo sería estudiado con menos énfasis por de la presencia militar estadounidense en
no tener la misma atención académica que el el Caribe (Pakistan Institute of International
liberalismo y el realismo. También, téngase en Affairs, 1980). La política exterior de Jimmy
cuenta que estas tres teorías no son las únicas Carter jamás se diferenció de la de sus ante-
en relaciones internacionales. cesores en cuanto al aspecto expansionista
y hegemónico. La única diferencia era que
El constructivismo en relaciones Carter hablaba públicamente de respetar los
internacionales derechos humanos y el respeto a la autode-
terminación de los pueblos oprimidos, mien-
Para algunos críticos académicos, el cons- tras que sus antecesores habían omitido esa
tructivismo todavía no es una teoría porque, herramienta pública de política exterior en sus
de acuerdo con sus puntos de vista, aún está respectivas retóricas.
en una fase embrionaria de su desarrollo.
El constructivismo asume, como una even- Aún más, el 23 de enero de 1980, Carter,
tualidad real, que los líderes de los Estados en su mensaje anual al Congreso de su país,
pronto empezarán a basar sus relaciones declaró que el golfo Pérsico había sido y
internacionales y sus propias políticas exte- seguiría siendo vital a los intereses geopolíticos
riores en la ética y los valores morales. Algunos de los EE. UU. Por lo tanto, estaba dispuesto
constructivistas argumentan que el caso de a lo que fuera necesario para mantener
Jimmy Carter reivindica este argumento casi control sobre esa región (Adam, 1980). Eso
profético, porque, durante su administración dista mucho de ser constructivismo. El día 8
como presidente de los EE. UU., enfatizó el de agosto de 1980, Carter ordenó que casi
respeto a los derechos humanos universales y 2000 marines (tropas navales, pero con entre-
la buena voluntad de mantener relaciones de namiento de infantería, para atacar en tierra
coexistencia pacífica a nivel mundial (Isacoff firme) estadounidenses entraran al océano
& Widmaier, 2003). Ese tipo de constructi- Índico, para dar no solo un ejemplo de fuerza
vismo glorifica lo supuestamente positivo de militar, sino de lo que su administración estaba
la retórica pública de Carter, pero no se atreve dispuesta a hacer si algún David se atrevía
a escrudiñar lo que Carter hizo en la práctica. a desafiar al Goliat del norte en esa región
Por ejemplo, en un discurso televisado el 18 de (Pakistan Institute of International Affairs, 1980).
septiembre de 1980, Carter manifestó abierta-
mente que, si para defender Europa occidental Para que el constructivismo empezara
y los intereses geopolíticos de los EE. UU. a ganar una credibilidad objetiva, primero
tuviera que recurrir al uso de bombas atómicas, tendría que empezar por aclarar convincen-
no lo dudaría ni un solo segundo. Aún más, el temente ese tipo de macrodiscrepancias. De
falso cristianismo de Carter lo llevó a declarar, acuerdo a algunos críticos, el constructivismo
públicamente, que por ningún motivo le pediría no explica cómo se interrelacionan los tres
disculpas al pueblo de Irán (recientemente niveles de análisis (internacional, doméstico y
emancipado de la dictadura del sah Mohamed la agenda del líder del Gobierno o Estado) en
Reza Pahlevi), por haber ayudado militar- relaciones internacionales, sino que enfatiza
mente a ese dictador (Pakistan Institute of una esperanza en que las relaciones inter-
International Affairs, 1980). nacionales se basen en estándares éticos y
morales (Lobell, Ripsman & Taliaferro, 2009).
El día 26 de octubre de 1979, Jimmy No es aventurado argumentar que el cons-
Carter permitió que el exdictador iraní, tructivismo es más idealista que el liberalismo,
sah Mohamed Reza Pahlevi entrara a los porque no infiere, sino que asume como una
Tabla 3.
Derechos de acuerdo al liberalismo
Tipo de derecho Ejemplos
Ser libre de autoridades arbitrarias (injustas o ilegales). Libertad de expresión individual, de prensa, de propiedad
privada e igualdad ante las leyes.
Capacidad y oportunidad de tener libertades justas y legales. Todo lo necesario para proteger los derechos anteriores.
Participar en una democracia representativa. Soberanía y libre elección de autoridades para que
legislen y administren en beneficio de sus pueblos.
Fuente: Smith, Hadfield & Dunne (2012).
Tabla 4.
La guerra y la paz de acuerdo al liberalismo
Causas del conflicto Cómo prevenirlo Pionero del argumento
Las intervenciones de algunos Gobiernos Promoviendo la libertad, el libre comercio, la Richard Cobden
alteran el orden natural. prosperidad y la independencia de los pueblos.
La naturaleza antidemocrática de la Garantizando la autodeterminación de los Woodrow Wilson
política internacional, en particular la pueblos, con Gobiernos al servicio de sus
política exterior y el balance de poder. pueblos y una seguridad internacional colectiva.
El sistema de balance de poder a nivel Creando un Gobierno internacional para J. A. Hobson
internacional. mediar en conflictos y aplicar decisiones
punitivas a quienes resulten culpables de crear
conflictos innecesarios.
Fuente: Baylis & Smith (1997).
Llama bastante la atención el hecho de implicaba un impedimento para que los EE.
que varios autores se aventuren a presentar a UU. continuaran aplicando la doctrina Monroe
Woodrow Wilson (presidente de los EE. UU. a sus vecinos, al sur del río Bravo (Lodge,
de 1913 a 1921) como promotor del libera- 1925). Durante su administración, él ordenó la
lismo (Lodge, 1925; Baker, 1960; Hoff, 2008). invasión y ocupación militar de varios países
Llama aún más la atención el hecho de que de América Latina: México en dos ocasiones
los benefactores académicos de Wilson argu- (1913-1917 y 1918-1919), Honduras (1919),
menten que él se esforzó en prevenir conflictos Panamá (1918-1920), República Dominicana
“garantizando la autodeterminación de los (1914 y 1916), Haití (1914), Cuba (1917),
pueblos, con Gobiernos al servicio de sus Guatemala (1920) y Costa Rica (1921).
pueblos y una seguridad internacional colec- También, Wilson heredó ocupaciones militares
tiva” (Baylis & Smith, 1997). Aparte de haber que su antecesor había ordenado; aun así,
ordenado la invasión y ocupación militar decidió mantener sus tropas de ocupación en
de varios países de la América cobriza y de Nicaragua, Panamá y Haití (CRS Report for
haberle dado continuidad a las ocupaciones Congress, “Instances of Use of United States
militares ordenadas por su antecesor William Armed Forces Abroad, 1798-2001”).
Howard Taft (1909-1913) (CRS Report for
Congress, “Instances of Use of United States Las acciones de Wilson siempre demos-
Armed Forces Abroad, 1798-2001”). Wilson traron lo contrario de los ideales liberales
también presionó, infructuosamente, para que que él pregonaba al mundo. El solo hecho
la Liga de Naciones —precursora de la actual de hablar y tratar de promover el respeto a
Organización de las Naciones Unidas— acep- la autodeterminación de los pueblos, pero,
tara la doctrina Monroe como parte de las al mismo tiempo, tratar de subyugarlos por
leyes internacionales (Baker, 1960). medio de la “legalización internacional” de
la ilegal doctrina Monroe fue siempre no solo
La doctrina Monroe fue promulgada unila- un insulto a la inteligencia humana, sino una
teralmente por James Monroe (presidente de burda manipulación para ayudar a consolidar
los EE. UU. de 1817 a 1825). De acuerdo la hegemonía de los EE. UU. sobre cualquier
a esa doctrina, los EE. UU. se autoagencian futura víctima (Hoff, 2008). La retórica que
el derecho de “proteger” a América Latina usó Wilson lo presentaba como un genuino
de una potencial recolonización europea. De promotor del liberalismo, de ideales demo-
ahí que también se garantizan el derecho cráticos, libertarios y de autodeterminación
de intervenir en cualquier país al sur del río de los pueblos oprimidos, aunque su accionar
Bravo, para asegurarse de que “América”, es real fuera diametralmente diferente. La retó-
decir, los Estados Unidos, siga siendo para los rica nunca deja de ser un arma de dos filos,
americanos, esto es, para los estadounidenses porque puede servir para apoyar la práctica
(Brands, 1998; Little, 2007). En la práctica real de lo que se pregona o para ocultar deli-
histórica de los EE. UU., americanos solo son beradamente el accionar opuesto a lo que
los que viven al norte del río Bravo. Quienes se alaba en público. La capacidad retórica
viven al sur no tienen que pasar de ser subor- de Wilson no se basaba en una elocuencia
dinados a los dictados de Washington. persuasiva, sino en el poderío militar de su
país, por lo general, ante los países militar-
De haberse aprobado la propuesta de mente débiles.
Woodrow Wilson, los EE. UU. habrían tenido
aprobación legal internacional para continuar Aún más, el caso del presidente Wilson es
invadiendo y ocupando militarmente cualquier representativo de la política exterior implemen-
país al sur de su frontera geográfica. La Liga tada tanto por sus antecesores como por sus
de Naciones rechazó la propuesta del presi- sucesores. En otras palabras, es una práctica
dente Wilson, pero eso de ninguna manera común a la que todos los presidentes de los
EE. UU. han recurrido y siguen recurriendo. realidad tal como es y no como debería
Ellos se presentan públicamente como abne- ser. De acuerdo al realismo, la historia de la
gados promotores del liberalismo (democracia, humanidad demuestra que la paz duradera
libertad, autodeterminación de los pueblos, no es posible porque, por naturaleza, los seres
etc.), pero, en la práctica, actúan exactamente humanos están predispuestos a las beligeran-
como el realismo argumenta que los Estados cias (Kubálková, Onuf & Kowert, 1998). El
se comportan en la arena internacional. En realismo argumenta que la prioridad principal
los EE. UU., el partido político en el poder y de cualquier Estado es lograr sus objetivos
su presidente pueden cambiar. Lo que nunca estratégicos en la arena internacional, y no el
cambia es su política exterior de hegemonía y respeto a los derechos de otros. Esos derechos,
expansionismo hasta donde la geopolítica les sin embargo, se pueden respetar, pero solo
permita, pero siempre proyectándose con una después de haber logrado los propósitos antes
verborrea liberal. En breves palabras: promo- mencionados (Vincent, 1986). En la anar-
tores del liberalismo en la publicidad y realistas quía internacional (recuérdese que, en este
en la iniquidad. contexto, anarquía no significa caos, sino que
la ausencia de un Gobierno mundial), los inte-
El realismo reses primarios de cada Estado se miden en
términos de poder relativo —primero militar
Esta teoría de relaciones internacionales y luego económico— al de otros Estados
debe su nombre al hecho de explicar la (Smith & Light, 2001).
Tabla 5.
Fundamentos y explicaciones del realismo
Fundamento Explicación
Grupismo Por naturaleza, los seres humanos viven en sociedades llamadas
“países”, y ellos son los que hacen la arena internacional.
Egoísmo Algunos Estados pueden ayudarse mutuamente, pero su prioridad
número uno es garantizar sus propios intereses antes que los de
los otros Estados.
Centrismo del poder En relaciones internacionales, el poder es esencial, pero la
desigualdad de este es mucho más importante, porque ayuda a
concentrar más poder y control sobre los Estados más débiles.
Fuente: Smith, Hadfield & Dunne (2012).
Tabla 6.
Una comparación más entre liberalismo y realismo
El realismo asume que: El liberalismo asume que:
Los Estados son los actores dominantes en la Las leyes internacionales tienen que regir en la
sociedad internacional. sociedad internacional.
Los Estados actúan conscientemente, para lograr Las organizaciones intergubernamentales, como
sus intereses propios, mantener su poder y, en lo la ONU, tienen que ser tomadas en cuenta y
posible, aumentarlo. respetadas.
Las interacciones de los Estados, dependen de Tiene que haber multilateralismo y cooperación,
su capacidad de poder. para beneficios colectivos.
La cooperación internacional es rara y se da solo Los intereses a largo plazo de todos tienen que
cuando los intereses de cada Estado coinciden. prevalecer sobre los intereses de corto plazo.
La ONU, como organización interguberna- de los EE. UU. Uno de los postulados del
mental, de acuerdo al liberalismo no solo tiene realismo es que puede haber colaboración
que ser tomada en cuenta, sino que respetada. mutua entre algunos Estados, solo si los
Sin embargo, en la realidad, los propósitos intereses de cada uno de ellos coinciden. En
para los que fue creada distan mucho de su este contexto, los liberales —promotores de
verdadero accionar. La ONU nació secues- la libertad y de la autodeterminación de los
trada por los cinco miembros permanentes del pueblos— coinciden con los crónicamente
mal llamado Consejo de Seguridad. Ahí existe diabólicos comunistas internacionales, para
una “democradura” (en realidad, una dicta- mantener su poder de veto sobre las masas de
dura), porque, aunque las masas (los países países que ambos dicen defender. El realismo,
que conforman la Asamblea General) emitan al igual que el liberalismo, tiene sus variantes,
cualquier resolución, si esa no concuerda con aunque mantienen la esencia de sus postu-
los intereses de cualquiera de los miembros lados. Dado que el énfasis de este artículo es
permanentes del Consejo de Seguridad, basta el realismo, exploremos ahora las diferencias
con que uno de esos cinco no la aprueben, básicas entre sus variantes.
y ahí terminó todo. En otras palabras, eso
es el poder de veto. Los EE. UU. no solo se Realismo clásico y neoclásico
autoagencian el campeonato mundial de la
democracia, sino que también se erigen en El realismo clásico se refiere a la versión
promotores de la libertad y la autodetermina- original de esa teoría de relaciones internacio-
ción de los pueblos del mundo. nales. El prefijo neo-, en este contexto, signi-
fica que la versión original ha experimentado
Esa misma democracia que el liberalismo una mayor elaboración o que incluye nuevos
de los EE. UU. en público dice defender elementos de análisis. De ahí, que el realismo
continúa pisoteada y maniatada en la prác- neoclásico es una versión más detallada que la
tica por el poder de veto que cada miembro versión original. A pesar de esas diferencias, la
permanente del mal llamado Consejo de esencia de la teoría se mantiene, porque todas
Seguridad tiene. Los EE. UU. siempre se han sus variantes coinciden en que la seguridad
opuesto a la derogación de ese arbitrario y propia es la prioridad número uno de cada
draconiano poder de veto. Por supuesto que, Estado en la anarquía internacional (Gallarotti,
en este sentido, los otros miembros perma- 2010). También, todas las variantes del
nentes de ese exclusivo club de mandamás realismo coinciden en que la seguridad propia
mundiales han coincidido con la posición no es un problema sino un dilema, porque
Tabla 7.
Ocupaciones militares o envío de tropas de EE. UU
en Latinoamérica desde 1798 a 1992
(Esta lista no incluye las acciones encubiertas de la CIA)
País victimizado Año de la acción militar estadounidense
México 1806-1810, 1836, 1842, 1844, 1846-1848, 1859, 1866, 1870, 1873-1896,1913-1917,
1918-1919
Guatemala 1920
El Salvador 1981 (envío de asesores militares)
Honduras 1903, 1907, 1911, 1912, 1919, 1924, 1925, 1983-1989
Nicaragua 1853, 1854, 1857, 1867, 1894, 1896, 1898, 1899, 1910, 1912-1925, 1926-1933
Costa Rica 1921
Panamá 1856, 1865, 1885, 1901, 1903-1914, 1918-1920, 1921, 1925, 1988, 1989-1990
Haití 1888, 1914, 1915-1934
República Dominicana 1798-1800, 1903, 1904, 1914, 1916-1924, 1965
Puerto Rico 1824
Cuba 1822, 1823, 1824, 1825, 1906-1909, 1912, 1917-1922, 1933, 1962
Grenada 1983
Colombia 1901, 1860, 1868, 1873, 1895, 1901, 1902, 1989
Perú 1835-1836, 1989
Bolivia 1986, 1989
Uruguay 1855, 1858, 1868
Paraguay 1859
Chile 1891
Argentina 1831-1832, 1833, 1852-1853, 1890
Brasil 1894
Otras colonias 1810, 1813, 1814, 1816, 1817, 1898
españolas
Fuente: Tabla construida por el autor con información obtenida de CRS Report for Congress, “Instances of Use of United
States Armed Forces Abroad, 1798-2001”.
Tabla 8.
Formas comunes de intervencionismo de EE. UU. en Latinoamérica
Forma de intervencionismo Ejemplo
Amenaza de invasión militar Nicaragua, en los años ochenta
Bloqueo económico Cuba, por más de medio siglo
Bloqueo diplomático Impedimento del reconocimiento de Cuba
Desestabilización de Gobiernos Bolivia, Nicaragua y Venezuela
Apoyo a ejércitos mercenarios Cuba y Nicaragua
Apoyo a golpes militares Allende en Chile y Arbenz en Guatemala
Apoyo a fraudes electorales El Salvador
Apoyo económico a candidatos oficiales Chile y El Salvador
Apoyo a dictaduras militares Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay
Control de la prensa doméstica El Salvador, Argentina, Chile, etc.
Creación de bases militares Cuba, Honduras y Panamá
Irrespeto a leyes internacionales Tratados de Ginebra
Irrespeto a tratados regionales TIAR y OEA
Irrespeto a organizaciones internacionales ONU y Amnistía Internacional
Promoción de propaganda agresiva La Voz de América (VOA)
Envío de asesores militares El Salvador, Guatemala y Honduras
Entrenamiento de militares La mayoría de ejércitos de América Latina
Venta de armamento La mayoría de ejércitos de América Latina
Control de la política exterior La mayoría de países de América Latina
Invasión y ocupación militar Varios países de América Latina
Operaciones encubiertas de la CIA La mayoría de países de América Latina
Fuente: Tabla construida con información de diferentes fuentes académicas. Por razón de
espacio, no se incluyen todas. Información más detallada y cronológica se puede encontrar
en McPherson (2013), Selser (1994, 1997, 2001, 2009) y Nieto (2003).
Es pertinente aclarar que, en la tabla siado larga como para poder incluir todos
anterior, solo se incluyeron algunos ejemplos los casos ilustrativos. Desde que los EE. UU.
de cada forma del intervencionismo de los emergieron como Estado en la arena inter-
EE. UU. en América Latina. La lista es dema- nacional, su política exterior ha sido agresiva,
papa Juan Pablo II (Karol Józef Wojtyła, su Gobierno que quiera patrocinar una genuina
nombre polaco) que “disciplinara” a monseñor autodeterminación. Crean ejércitos de merce-
Romero porque, en su opinión, apoyaba a narios para mutilar los proyectos libertarios de
la subversión y eso ponía en riesgo la segu- los países al sur de su frontera.
ridad nacional de los EE. UU. El problema
fundamental persiste, porque al individuo El caso del expresidente Ronald Reagan
se le puede aniquilar físicamente; lo que no rebasó los límites de la imaginación y del
se puede matar son sus ideas. Eso es lo que cinismo, porque no solo comparó al ejército
la política exterior de los EE. UU. no quiere de mercenarios (la “Contra”) que él mismo
aceptar y prefiere continuar con su estrategia creó para destruir la revolución en Nicaragua,
de fuerza bruta. con los “padres fundadores” de los EE. UU.,
sino que no escatimó esfuerzos en llamarlos
Ninguna revolución es literalmente expor- públicamente “luchadores por la libertad”. Por
table. Toda revolución se da solo cuando hay increíble que pueda parecer, Reagan pretendió
miseria, explotación y represión, en combina- ignorar que en Nicaragua había existido una
ción con el cometido de las víctimas de que dictadura militar impuesta por los EE. UU.
ese estado de cosas se puede cambiar. Ese es y que duró casi medio siglo, regentada por
el crimen que los cubanos, ante los ojos de la familia Somoza. Sin embargo, Reagan no
Washington, cometieron con su revolución. vaciló en declarar la revolución sandinista
Ellos demostraron que el destino manifiesto como la “dictadura” que había destruido la
(argumento invocado, por consecutivas admi- democracia nicaragüense de casi medio siglo.
nistraciones estadounidenses, de acuerdo al
cual Dios los eligió para expandirse y gobernar También, la política exterior de los EE. UU.
a cuanto pueblo pudieran llevar su progreso) hacia sus vecinos latinos se ha caracterizado
(Greenberg, 2005) no es verdad. Con su revo- por intentar asfixiar la economía de estos
lución, los cubanos también demostraron que países, por medio de bloqueos económicos y
es posible lograr una segunda independencia ejerciendo su influencia directa sobre institu-
llevada a cabo por el verdadero pueblo y para ciones financieras internacionales, para que
el pueblo, y esta vez de larga duración. A no les den préstamos, por el hecho de seguir
partir de ese momento, la política exterior de aspirando a emanciparse de la Casa Blanca. Si
los EE. UU. hacia América Latina se endurece otorgan préstamos, estos van atados a condi-
mucho más y empiezan a recurrir a cualquier ciones draconianas que no solo hacen que el
medio posible para mantener su posición dinero vuelva a los prestamistas supermultipli-
hegemónica sobre ese hemisferio. cado, sino que profundizan aún más la depen-
dencia de los países deudores, impidiendo así
Por ejemplo, violan los tratados internacio- su propio desarrollo. Con esta política exterior,
nales de no interferir en los asuntos internos se impide el desarrollo de un país, se impide
de Estados soberanos. Apoyan dictaduras la emergencia de un potencial competidor y
militares que se sometan a los dictados de se impide que esa oveja se quisiera salir del
Washington y acusan públicamente de ser redil. A esto hay que agregarle el hecho de
terroristas-comunistas a quienes quieran libe- que presionan a los países subyugados para
rarse de ese nuevo yugo colonialista. Los EE. que aíslen diplomáticamente a los países
UU. se autoagencian el derecho de decidir que rehúsan avasallarse ante los dictados
quiénes son democráticos y quiénes no. Los Washington y presentan esos resultados como
regímenes que ellos mismos tutelan hacen lo un claro mensaje de la “comunidad interna-
mismo y mantienen una censura de prensa cional” contra los países que supuestamente
permanente, convirtiendo a la prensa en un odian la democracia y la libertad. Esta clase
medio de desinformación masiva. Orquestan de política exterior solo es típica de los Estados
golpes militares contra cualquier nuevo
UU. encaja, perfectamente, con lo que el la política exterior de los EE. UU. hacia
realismo ofensivo nos expone. Como es de América Latina.
esperarse, cada política exterior tiene que
tener un componente publicitario, justificativo Es pertinente recordar que, al principio
y de legitimación. En el caso de los EE. UU., de este artículo, se aclaró que este no es un
ese componente de la política exterior se lo tratado sobre teorías de relaciones internacio-
ofrece su autopromoción como los campeones nales, sino que una breve síntesis. Todavía hay
mundiales de las democracias liberales. Con bastante que debatir sobre este tema. También
toda seguridad, los países victimados por los se explicó que se trataría de demostrar que
EE. UU. y su falacia retórica nunca van a el realismo es la teoría de relaciones interna-
digerir ese argumento. La retórica se puede cionales que mejor explica la política exterior
moldear y ajustar al momento apropiado, pero de los EE. UU. hacia América Latina hasta la
los hechos agresivos que ya sucedieron no se fecha. En este artículo, se ha demostrado que,
pueden cambiar. dentro de la teoría del realismo, la subdivi-
sión llamada realismo ofensivo es la que con
Por otro lado, el constructivismo, como teoría más especificidad explica la política exterior
de relaciones internacionales, por el momento, de los EE. UU. hacia América Latina. Esta
deja mucho que desear. Si el liberalismo ofrece teoría describe y analiza por qué los Estados
recetas ideales para lograr una coexistencia más predadores en la anarquía internacional
pacífica, democracia, libertad y progreso para actúan de esa forma. Los Estados que no se
todos, el constructivismo es mucho más idea- conforman con asegurar su propia seguridad
lista, porque asume que los Estados actores en la arena internacional se sienten suficien-
en la anarquía internacional aprenden de esas temente poderosos como para seguir adqui-
experiencias. Por lo tanto, más temprano que riendo más poder a cualquier costo, hasta
tarde, los Estados internacionales optarán por lograr una hegemonía sin límites. La historia
aplicar valores morales y éticos a sus respectivas de la política exterior de los EE. UU. hacia
políticas exteriores. La Guerra Fría se llamó así América Latina reúne todos los requisitos que
porque nunca llegó al calor que una guerra el realismo ofensivo nos explica.
nuclear puede causar y porque ninguna de las
grandes potencias se atrevió a usar ese tipo de Referencias bibliográficas
armamento contra sus enemigos.
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De haber sido así, nunca hubiera habido Foreign Affairs, 59(3), 714-742.
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Pero no han procedido porque hayan desa- Re l a t i o n s . C a m b r i d g e : C a m b r i d g e
rrollado valores éticos y morales, tal como el University Press.
constructivismo postula. Si no lo han hecho
es porque ninguna de esas potencias imperia- Baker, P. (2017). U. S. Navy Opens New Era
listas ha desarrollado el potencial tecnológico with Commissioning of Gerald R. Ford.
capaz de contrarrestar un ataque nuclear The New York Times, 22 de julio de 2017.
de parte de sus enemigos. De modo similar, Recuperado de https://www.nytimes.
la política exterior de los EE. UU. hacia sus com/2017/07/22/us/politics/ford-class-
vecinos, actualmente, es más cautelosa, pero aircraft-carrier-commissioning.html
nunca menos agresiva ni menos expansionista
ni menos hegemónica. En otras palabras, el Baker, R. S. (1960). Woodrow Wilson and
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Palabras clave:
reconciliación, procesos psicosociales,
desconexión moral, diálogo reflexivo,
derechos humanos.
2004): (a) los valores y las creencias que la que en el combate las personas no valoran
fundamentan, (b) las normas, (c) los roles que sus acciones del mismo modo que en la
definen los términos de conducta y (d) los posguerra. Por lo general, los combatientes
colectivos o grupos que comparten y que los perciben el impacto más crudo de su partici-
reproducen. A través de estos elementos se pación en los conflictos al regresar al lugar de
puede comprender que la guerra se justifica origen e intentar retomar su proyecto de vida.
por medio de razones que validan el uso de En ese momento reconocen que sus relaciones
la fuerza para aniquilar al otro, las diferencias están deterioradas en distintos niveles, que
entre los bandos son consideradas como irre- sus actos son cuestionados por la sociedad
conciliables y el enemigo es identificado como y que “ven el mundo distinto”. Allí se va
la antítesis propia hasta el punto de devaluarlo evidenciando la profundidad y complejidad
y presentarlo ante los demás como “el agresor del trauma psicosocial (Moreno Martín, 2004).
despiadado” causante del sufrimiento de las
víctimas (Tortosa Blasco, 2003; Bar-Tal, 2000, A nivel individual, las personas viven el
citado en Moreno et al., 2004; Lozada, 2004; trauma como una experiencia que resulta
Angarita Cañas, Gallo, Jiménez, Londoño significativamente dolorosa y a partir de la
Berrio, Londoño Usma, Medina Pérez, Mesa cual se altera desfavorablemente su forma de
Bedoya, Ramírez Jiménez, Ramírez, Ruiz sentir, pensar o actuar (Martín-Baró, 1988).
Gutiérrez, 2015). En algunos casos, el deterioro es evidente
en síntomas o conductas concretas como el
A partir de este contexto, las personas se aislamiento, la autolimitación, el abuso de
plantean la aceptación de nuevas normas y sustancias, las conductas de riesgo, la agre-
roles para atender a la situación de injusticia sividad, la desesperanza y los síntomas de
que se concreta en una aceptación de la labor estrés postraumático (Maguen & Litz, 2012).
de combate. Es así como el “acto de matar” Sin embargo, el trauma generado durante un
cambia su significado para interpretarse como conflicto armado no es una patología, ni es
una acción necesaria, distinta a “matar a una experiencia que se puede comprender
sangre fría”, que sí se interpreta como sinó- aislada de su contexto. Muchos combatientes
nimo de atrocidades (Hernández, Paniagua y amortiguan el impacto de las experiencias de
Velásquez, 2012). En coherencia, los ideales la guerra a través de su capacidad de adapta-
facilitan la justificación de las transgresiones, ción, sus habilidades para resolver problemas
ya que legitiman los actos en función del fin y su nivel de involucramiento (Martín-Baró,
último, evadiendo todo cuestionamiento sobre 1984; Moreno et al., 2004). En otros casos, las
los medios (Del Águila, 2005). Por ello, en las experiencias de la guerra pueden confrontar a
guerras es común el uso de creencias y valores los combatientes a tal punto de replantearse
que fundamentan una postura polarizada con o cuestionarse el sentido de su propia vida
base en los ideales más nobles o justos, con (Martín-Baró, 1984; Rosner, Poswell, Butollo &
el fin de facilitar la identificación grupal. De Tedeschi, 2003; Abello-Llamas, Amaris Macías,
este modo, las personas encuentran la moti- Blanco Abarca, Madariaga Orozco, Manrique
vación en estos elementos que los vinculan Polanco, Martínez González, Tucigo Palencia y
a uno de los bandos y, posteriormente, todo Díaz Méndez, 2009; Rosner & Poswell, 2014).
el aparataje de la guerra como institución se
encarga de que cada individuo asuma su rol y Aunque algunos logran resistir el impacto y
considere inevitable su participación (Moreno retoman su proyecto de vida, aún permanece
et al., 2004). la complejidad psicológica y social de verse a
uno mismo como ejecutor de hechos conflic-
La guerra está fundamentada también tivos con la moral. Para sobrellevarlo, los seres
por un trasfondo ideológico que hace posible humanos hacen uso de mecanismos cognitivos
el escenario de deshumanización, de modo para mantener una valoración positiva de sí
acción intencional se pueden clasificar primero inestable. Finalmente, la dimensión del locus
en explicaciones de razón, segundo en expli- determina si la localización de la causa es
caciones de razón con causa histórica y tercero interna (características propias) o externa al
en explicaciones de factores posibilitadores. actor (factores situacionales o ambientales).
Las explicaciones de razón son definidas por
la subjetividad (es decir, qué consideraciones Mediante este proceso, la persona asigna la
se realizan al formar una intención) y la racio- responsabilidad de los resultados producidos a
nalidad (qué posibilidad existe de lograr el las acciones propias o de otros. Al atribuir la
cometido deseado con la acción realizada). causa de las consecuencias hacia el exterior,
Tienden a basarse en las necesidades, deseos la persona limita su grado de responsabilidad
y creencias de la persona que explica. Las dando protagonismo a la situación por sobre
explicaciones de razón con causa histórica su propia agencia, y con ello se evita o reduce
retoman antecedentes que pudieron llevar a el proceso de disonancia cognitiva. Por el
la persona a realizar la acción, pero que no contrario, se asume responsabilidad cuando la
hay claridad sobre su influencia real (como persona realiza una atribución causal donde
los estados mentales, la personalidad, la el locus se identifica como interno (Cooper,
educación, la cultura, entre otros). Por último, 2007). No obstante, la tendencia es buscar
las explicaciones de factores posibilitadores los medios para evitar esta responsabilidad,
se refieren a los factores que permitieron que debido a la naturaleza desagradable y aversiva
la acción se llevará a cabo (por ejemplo, la de la disonancia cognitiva.
habilidad, el esfuerzo o las circunstancias
facilitadoras). Sesgos atribucionales
temporalmente los resultados (Kilham y Mann, que se realizarán tendrán como resultado la
1974, citado en Bandura, 1999). prevención de más sufrimiento del que se
causarán.
En el quinto mecanismo se describe
la justificación moral, y se refiere al proceso Finalmente, el octavo mecanismo describe
mediante el cual la conducta dañina se vuelve la deshumanización como un cambio en la
socialmente aceptable al retratarla como visión de los perpetradores hacia las personas
moralmente justificable o como un servicio a que perjudican. Para un individuo es difícil
la sociedad. La radicalización de las personas hacer daño a otro sin sufrir angustia y auto-
hacia combatientes sucede sin alterar sus condena, puesto que identificarlo como ser
estructuras de personalidad o estándares humano activa la respuesta empática. Por
morales, pues se redefinen sus cogniciones ello, la desconexión moral se facilita si se
sobre actos moralmente conflictivos, lo que separan las cualidades humanas de las
se traduce en una visión diferente de los personas (Piñuela Sánchez, 2014; Fernández
hechos, adjudicándoles valores positivos Villanueva y Revilla Castro, 2016). Una vez
como la defensa propia, causas justas o deshumanizada, el otro ya no se percibe como
deberes sociales. alguien con sentimientos o pensamientos,
sino como objetos infrahumanos (Keen,
El sexto mecanismo se conoce como 1986, citado en Bandura, 1999; Chacón, Del
la etiqueta eufemística y consiste en purificar Río Urrutia, Pérez Sánchez y Smith Castro,
el lenguaje que se utiliza al realizar acciones 2017). Del mismo modo, los procesos buro-
perjudiciales a otros, modificando las aparien- cráticos, la automatización de los actos y las
cias y percepciones para reducir la responsa- prácticas sociales que dividen a las personas
bilidad personal. Así, las víctimas se desper- en grupos excluyentes crean relaciones
sonalizan y se vuelven blancos u objetivos, anónimas e impersonales que fomentan la
mientras que violaciones a derechos humanos deshumanización.
a otros se traducen en daños colaterales.
También se puede utilizar un estilo pasivo y Sin embargo, a pesar de las diferentes
sin agentes para describir eventos, en donde maneras que las personas poseen para atri-
se aparenta que los resultados no provienen buir los resultados de las acciones a factores
del accionar de las personas, sino de fuerzas externos a ellas, exonerarse de la responsa-
mayores ambientales (Bolinger, 1982, citado bilidad personal no siempre es posible. Si se
en Bandura, 1999). reconocen los hechos como desagradables o
aversivos, el proceso de disonancia cognitiva
En el séptimo mecanismo se define la persiste y se experimenta como un malestar
comparación ventajosa como el uso del similar a una lesión.
principio de contraste para volver aceptable
cualquier comportamiento (Barnes y Leavitt, Lesión moral
2010). Utilizando un razonamiento similar al
sesgo de autoservicio, se defiende moralmente Como se estableció previamente, cuando
el daño que se hace a otros al compararlo el proceso atribucional se redirige hacia una
con el daño recibido o el sufrimiento propio, atribución interna, aparece la disonancia
aparentado una compensación. Así, se cognitiva. Bajo estas circunstancias, la persona
exonera la responsabilidad personal al aplicar maximiza su control sobre la situación, se
dos estándares utilitarios: primero, se descartan culpa por los hechos y cree que los resultados
las opciones pacíficas al juzgarlas como inefec- de las acciones son únicamente su responsa-
tivas para lograr los objetivos, y, segundo, se bilidad, ignorando la influencia del contexto u
utiliza la comparación con eventos previsibles otros factores que mediaron en los hechos. La
para afirmar que las acciones perjudiciales disonancia que implica un proceso atribucional
que el Estado, los grupos involucrados y los identidad de los responsables, pero principal-
sujetos toman conciencia de la dimensión de mente para crear el espacio donde sea posible
sus acciones y, a través de ello, logran la supe- la reconciliación entre iguales (Boraine, 2007).
ración de la indiferencia ante el sufrimiento de A diferencia de Argentina y otros países, en
las víctimas. La segunda esfera de significados Sudáfrica se abrió un proceso centrado en
está conectada a los procesos psicosociales las víctimas, quienes tuvieron la oportunidad
vinculados al arrepentimiento y al perdón, de rendir testimonio sobre su sufrimiento,
sin limitarlos a la experiencia individual e siendo acompañadas por la comunidad y
interpersonal, sino retomando el aspecto colec- respaldadas por la Comisión de la Verdad.
tivo y social. Paralelamente, las personas involucradas en
las graves violaciones a los derechos humanos
Para profundizar en estos significados, que podrían optar por la amnistía, siempre y
son centrales para el abordaje de los procesos cuando rindieran testimonio exponiendo
psicosociales necesarios para lograr la recon- plenamente sus crímenes y demostrando
ciliación, se propone plantearlos desde tres que estas acciones estaban relacionadas a un
dimensiones: (a) el marco de referencia polí- objetivo político. Aquellos perpetradores que
tico y social, (b) las oportunidades de reflexión no participaron voluntariamente en el proceso
y (c) la experiencia subjetiva. igualmente fueron procesados sin la opción
de la amnistía (Hilb, 2014). Entre las razones
En la primera dimensión se identifica el más importantes por las cuales se optó por
marco de referencia político y social, entendido este camino, resalta la prioridad de reparar el
como las orientaciones emocionales, las narra- tejido social, ya que los crímenes más atroces
tivas y las expectativas a partir de la estrategia habían ocurrido en las propias comunidades,
transversal para la reconciliación después de cometidos por vecinos o familiares de las
un conflicto armado. Las estrategias, por lo víctimas. Aunque este proceso también tuvo
general, se traducen a leyes y discursos oficiales sus limitaciones, puesto que no en todos los
que impulsan procesos jurídicos, comunitarios o casos los perpetradores participaron volunta-
culturales de reparación. Por ejemplo, el análisis riamente, es un ejemplo de cómo es posible
de la experiencia de transición de Argentina generar oportunidades de diálogo reflexivo en
y Sudáfrica pone en evidencia que en cada los ofensores (Hilb, 2014).
proceso de transición se privilegian elementos
que se consideran centrales para la paz, gene- En el caso del proceso de transición salva-
rando un impacto diferente para cada caso doreño, las negociaciones se dieron entre
(Hilb, 2014; Mate, 2005). bandos y se permitió el funcionamiento de la
Comisión de la Verdad durante ocho meses,
En algunos países se optó por el camino de entre abril de 1991 y julio de 1992, en los
la justicia a través de una serie de acciones de cuales recopiló testimonios a puerta cerrada
legales, que a la larga coartaron los espacios y elaboró el informe final De la locura a la
de reflexión y arrepentimiento para los perpe- esperanza: la guerra de los 12 años en El
tradores, como en el caso de Argentina (Mate, Salvador (1990). Esta Comisión fue confor-
2005). La particularidad de este proceso está en mada únicamente por personal extranjero y,
la ausencia de la participación de los acusados a pesar de que en el informe se revelaron los
por esclarecer los hechos, ya que dar testimonio nombres de los responsables de violaciones de
y aceptar su responsabilidad implicaría asumir derechos humanos, las recomendaciones no se
una condena de varias décadas (Hilb, 2014). cumplieron como se esperaba y no se apoyó
su difusión (PNUD, 2007).
En contraste, en el proceso de reconci-
liación de Sudáfrica prevaleció la necesidad La respuesta desde el Estado se concretó
de la verdad para esclarecer los hechos y la el 23 de enero de 1992 cuando se decreta
ticinco años y la reconciliación sigue siendo pación durante el conflicto, el estado de las
cuestión de debate polarizado que se ha relaciones sociales en el presente y los espacios
reavivado a partir de los cambios en la norma- de reflexión en los que ha participado.
tiva judicial. Recientemente, la Sala de lo
Constitucional de la Corte Suprema de Justicia Para la comprensión de estas construc-
hace pública la derogación de la Ley de ciones, se ha planteado la siguiente pregunta
Amnistía en julio de 2016 (Inconstitucionalidad de investigación: “¿Qué procesos psicoso-
44-2013/145-2013) y, posteriormente, se ciales han mediado para la construcción del
reabre el proceso judicial para condenar a significado de reconciliación?”. A partir de
los militares implicados en la masacre de El esta pregunta, se planteó como hipótesis
Mozote (Peña, 30 de septiembre de 2016). correspondiente: “En el caso salvadoreño,
existen experiencias psicosociales que han
Ante estos hechos, se vuelve indispensable facilitado la construcción de un significado de
el análisis desde la perspectiva psicosocial reconciliación”. En correspondencia, el objeto
para construir una visión integral sobre el de estudio de esta investigación es el signifi-
funcionamiento de los procesos de transición cado subjetivo de los procesos psicosociales
a la paz y priorizar aquellos que hacen posible necesarios para la reconciliación después del
la reparación del tejido social. Desde esta conflicto armado que los participantes han
perspectiva, se enfatiza en la “interrelación e logrado construir a partir de las experiencias
interconexión entre los aspectos psicológicos psicosociales de atención al trauma de guerra.
de la experiencia (cognitivos, emocionales y Por ello, el objetivo que guía la investigación
conductuales) y las experiencias sociales más estuvo encaminado a conocer cuáles han
amplias (relaciones, tradiciones, normas y sido las experiencias que han mediado para
cultura)” (Psychosocial Working Group, 2003, la construcción del significado de la reconci-
citado en Hamber et al., 2015). Con base en liación en veteranos y excombatientes de la
la afirmación anterior, en esta investigación se guerra salvadoreña.
comprenderá que los procesos psicosociales
son las dinámicas que median entre lo indivi- 2. Método
dual y lo colectivo para construir significados,
orientaciones emocionales y conductas refe- La investigación se realizó bajo un enfoque
ridas a los hechos históricos y sociales. cualitativo, partiendo de un diseño fenomeno-
lógico (Sampieri, Fernández y Baptista, 2010)
Las tres dimensiones anteriormente plan- con un muestreo intencional.
teadas (marco político-social, oportunidades
de reflexión y experiencia subjetiva) facilitan la Participantes. La población de interés está
exploración de los significados de los procesos constituida por personas que ejercieron un rol
psicosociales. Desde este punto de partida, se activo de combate durante el conflicto armado
estima que los obstáculos impuestos desde el salvadoreño. Debido a que es una población
marco de referencia político-social (amnistías, de difícil acceso, se estableció alianza con una
escasa atención a las víctimas, corrupción de institución gubernamental que realiza interven-
las instancias judiciales, etc.) y la dificultad de ción en salud mental con la población excom-
acceder a espacios de reflexión han mediado batiente y una organización no gubernamental
la experiencia subjetiva de los actores del que trabaja en la promoción de derechos
conflicto salvadoreño, obstruyendo la posibi- humanos, memoria histórica y cultura de paz.
lidad de un escenario compartido de recon-
ciliación. Por esta razón, desde el enfoque de Para realizar el muestreo intencional, se
investigación, se abordan los significados de socializó el perfil de participantes con los refe-
las experiencias de dichos actores, es decir, rentes institucionales, quienes identificaron los
se profundiza en la explicación de su partici- casos con base en los siguientes criterios: (a)
Tabla 1
Estructura de instrumento de entrevista
Entre estos mecanismos, resaltan en impor- vida o muerte, realmente, en la lucha en aquel
tancia la atribución de la culpa, que implica momento (hombre, 53 años).
responsabilizar a los otros o a la situación,
y la justificación moral, que significa adju- Otros mecanismos que sustentan la narra-
dicar a las acciones valores positivos como tiva de los hechos moralmente conflictivos
la autodefensa, la justicia y el deber. Ambos son la comparación ventajosa, la difusión de
mecanismos frecuentemente fundamentan la la responsabilidad y el desplazamiento de la
narrativa de los hechos moralmente conflic- responsabilidad. En el primero se hace refe-
tivos. En el caso de la atribución de la culpa, rencia a la aprobación de las acciones, y sus
se encontró que la identificación del otro como posibles consecuencias, al compararlas con el
“el enemigo” y las acciones como “respuestas sufrimiento o daño recibido. En el segundo
necesarias a la situación” son ejes centrales en se alude al uso de la actividad grupal para
la narrativa: difundir la responsabilidad de las acciones al
grupo, en lugar de cargarla individualmente. El
En las tareas que usted llevó a cabo, ¿en tercer mecanismo describe cómo la jerarquiza-
alguna provocó la muerte de un enemigo? ción de las acciones separa la responsabilidad
de la toma de decisión de las acciones, así las
Emm, sí, obviamente que sí. Eh, es obvio figuras de autoridad dan órdenes mientras son
porque era una guerra campal, ¿verdad?, donde otras las que las ejecutan.
ahí […] sálvese quien pueda, y dependerá de su
capacidad y destreza […] del arte militar. Pues En la comparación ventajosa, la propia
esas son las posibilidades que tiene de vivir o no experiencia de pérdida de familiares o el
vivir (hombre, 53 años). conocimiento de hechos atroces que otras
personas sufren fundamenta el discurso, como
Fíjese que algo, algo ilógico… me disculpa, se presenta en el siguiente caso:
pero es algo ilógico lo que me pregunta, cuando
dice de hacerle daño a alguna persona. Es una Yo de niña, o sea que nos habían matado mucha
guerra. Es una guerra. Usted era mi enemiga familia, entonces, obvio, uno, ¿cómo iba a estar
y yo era su enemigo. Como usted me podía de acuerdo, dígame usted, ah? O sea, si a mí me
matar, yo la podía matar… (hombre, 60 años). decían: “Mirá, vos vas a decidir, […] ¿dejarlos
que se vayan, o qué?”. Pero yo me ponía a
En cuanto al mecanismo de la justificación pensar: si ellos a mis tíos me los mataron y no
moral, la narrativa gira en torno a la percep- tuvieron compasión; entonces, esa es una lucha
ción de sí mismo como sujeto de cambio de que la vamos a ganar (mujer, 50 años).
la historia y de las condiciones sociales, lo
que cual significa que tanto miembros de la Yo siempre estuve de acuerdo porque veía las
guerrilla como del ejército tienden explicar sus situaciones que […] la guerrilla pues hacía, ¿va?
acciones con argumentos como la defensa de Entonces, nosotros que andábamos en el campo
la población civil o la lucha contra las injusti- de batalla veíamos las atrocidades que hacían,
cias que cometía el bando contrario: y luego después culpaban al ejército. Entonces
ahí era donde a nosotros, como miembros de la
Nos preparábamos, decíamos nosotros, para Fuerza Armada, […] nos llenaba mucho de ira,
una insurrección popular, donde tenía a la decíamos: “No, pues si estos nos acusan, pues
base el cambio de un sistema político de deno- vamos a hacer la realidad con ellos (hombre,
minación de las dictaduras militares, por un 55 años).
sistema democrático justo para toda la pobla-
ción. En aquel momento se vivía una situación Algunos participantes reportan no tener
dramática: pobreza, represión, cárcel, tortura, seguridad de haber causado un daño directo
muerte… […] Entonces, era una cuestión de a otra persona, especialmente porque las
En cuanto al mecanismo de despla- (El objetivo era) limpiar la zona. Por ejemplo,
zamiento de la responsabilidad, los parti- la misión de nosotros […] era llegar hasta
cipantes reportaron que pertenecer a una allá arriba […] y si se oponía el enemigo, la
jerarquía les obligó a realizar acciones de guerrilla, nuestro deber era limpiar para subir
combate. También afirmaron que esto les (hombre, 48 años).
limitaba a tomar decisiones con base en sus
propias creencias. Porque teníamos que recibir un material logís-
tico, lo recibimos, lo custodiamos, hasta llevarlo
Siempre eran órdenes dadas. Todo, todo lo que a donde tenía que estar, [...] regresamos y
se hizo fueron órdenes dadas. Así, por alguien fuimos a barrer todo lo que fue el sur de
que quería cambiar así por sí mismo, no, no, Usulután (hombre, 51 años).
no se podía, pues, porque estábamos bajo una
disciplina militar, pues ¿veá?, donde todo, todo Otros participantes interpretan estas expe-
era el mandado desde arriba (hombre, 53 años). riencias a través de un proceso atribucional
interno, donde la centralidad de los hechos
Mire, sabíamos que era necesario, pero moralmente conflictivos gira en torno a la
(también) era la orden, teníamos la orden desde propia responsabilidad sobre la acción y se
arriba. No podíamos actuar sin orden, actuá- hace uso de elementos relacionados a sus
bamos solamente cuando nos mandaban a una principios de vida. En este caso, la culpa y el
operación (hombre, 60 años). arrepentimiento son el eje central de la narra-
tiva, pero también se muestra una actitud de
Otros mecanismos que complementan la conversión a partir de estas experiencias.
narrativa de los hechos moralmente conflic-
tivos a través de un proceso atribucional Se siente mal uno. […] somos seres humanos,
predominantemente externo son la distor- sentimos… ¿veá? No (son) cosas de qué
sión de las consecuencias, donde se niega la elogiarnos. Son esas cosas que en que se cae…
responsabilidad al minimizar o negar los resul- perder la vida. Pero así es la cosa y tenemos
que vivir, vivir con ello. [...] Tenemos que cargar problemas con dormir… pesadillas… todo eso,
con esa cruz, ¿veá? Hay que cargar porque, eso está al día. […] Yo no puedo escuchar ni un
ahora, no podemos retroceder y decir vamos balazo ni un cuete, porque brinco. Aun con los
a cambiar… lo que hay hacer es rectificar. carros, a mí me saca brinco. Mire, la verdad,
No porque fuiste malo… ahora vas a seguir no estamos bien. Psicológicamente, nosotros no
siéndolo, no. Hay que comprender que los seres estamos bien (hombre, 60 años).
humanos todos tenemos derecho a un país, a
una vida... (hombre, 53 años). Son las pesadillas, yo se lo digo, pues, para mí
esas eran como traumas, eran psicosis que yo
Estoy vivo, pero si me tocaba, me tocaba tenía de guerra. […] Hubo un tiempo de que sí,
(morir). Hoy entiendo, allí hubo justicia. Hay se me alteró mucho eso, viví en una situación
una justicia de Dios y hay una justicia del de que un medio ruidito y ya despertaba bien
hombre en la tierra, ¿veá? Le digo que me asustado, y lo primero que, que yo agarraba era
tocaba porque yo había hecho y deshecho a la la pistola, […] era un trauma, era una psicosis
guerrilla también (hombre, 48 años). (hombre, 55 años).
Efectos en el individuo
Los participantes también identificaron
cambios en la forma en que se relacionan
Los participantes reportaron que el involu- con sus familiares a partir de las experiencias
cramiento en combate ha tenido un impacto vividas en la guerra, entre ellas destacan las
profundo en sus vidas después de la guerra: pautas de crianza basadas en el autorita-
desde malestares físicos hasta emocionales. rismo y la violencia, así como la disminución
Estos efectos permanecen aún en el presente, de la calidad en la relación de pareja, en
influyen en su quehacer cotidiano e impactan donde puede existir poca comunicación o
en su calidad de vida. distanciamiento:
Mire, con, con los problemas de la guerra es A mis hijos mayores los crie en una situa-
una psicosis, es un lago mental que no… como ción de machismo, (pero) ya a estos cipotes ya
le digo yo, no es fácil ni tampoco se va a borrar no, ya ellos ya tienen otra perspectiva mía, y
tan fácil, ¿verdad? ¿Verdad? Este… sí, yo tengo ven que sí los castigo […] cuando hacen algo
indebido, pero ya no los castigo […] de una oportunidad. […] También en la escuela donde
forma militar, sino que ya los castigo como un estudian mis hijos, […] los profesores dicen:
padre (hombre, 55 años). “No, es que aquí la única persona responsable
y con carácter es don (participante)”, dicen.
La verdad, yo me aislé desde que quedé Entonces ellos, cualquier cosa a mí me llaman.
lisiado. Yo tengo […] mi esposa, estoy casado. […] Lo que es la comunidad, sí me dan un
[…] A los primeros hijos yo los castigaba realce en ese sentido (hombre, 55 años).
horrible. Un castigo, como que estaba en
el cuartel. Imagínese cómo salí de loco. Yo tengo vocación de líder. Porque yo directa-
[…] (Luego) tuve que abandonar el hogar, mente he convocado marchas cuando […] nos
[…] dije: “No me conviene seguir aquí” está afectando, como el agua en la comunidad.
(hombre, 48 años). Y entonces la gente me busca. Me tienen
confianza (hombre, 60 años).
Efectos en las relaciones comunitarias
Experiencias psicosociales que han
Algunos participantes han tenido dificul- facilitado el diálogo reflexivo
tades para reintegrarse a la actividad laboral
o a la vida en comunidad debido a la percep- Mediante este eje de análisis se profundizó
ción negativa de haber estado involucrados en las oportunidades de diálogo reflexivo que
en combate. los participantes han vivido a lo largo de la
posguerra. Se destaca el acceso a servicios y
Entonces, en una ocasión, hubo un chico que programas gubernamentales, así como la forma-
me dijo que yo por ser guerrillera tenía privile- ción de una opinión o postura sobre los resul-
gios, me dijo […] porque pasaban los ingenieros tados del conflicto mediante la interacción social.
a revisarnos, ¿vea?, a andar así en las líneas y,
bueno, donde mí nunca se detenían, pasaban Atención terapéutica individual
(mujer, 48 años).
En la atención terapéutica individual, los
Ahorita viene el tiempo de campañas, ¿va?, que participantes relatan haber conversado con un
ya como que la gente empieza a darle cositas a profesional de la psicología que les escucha sin
otros, ¿veá?, para que voten por ellos. […] A juzgarlos y que los invita a reflexionar sobre la
mí no me tomaron en cuenta, […] yo le digo al situación.
encargado: “Púchica, vos”. Le dije yo: “Gracias
[…] por haberme avisado de las láminas”, le ¿Con el psicólogo que usted habló se
digo. Y él me dice: […] “cuando se te invita abordaban estos temas que son difíciles,
a las marchas, vos no vas, porque como tenés como dar muerte al enemigo o que hayan
todo solucionado, vos perteneces a… (una compañeros caídos de combate?
organización de excombatientes) y todo te da
(mujer, 50 años). Yo tuve que buscar ayuda psicológica porque yo
todos los días soñaba con un balazo en el cuerpo,
No obstante, no todos los efectos regis- todos los días. [...] Y yo me despertaba muy
trados han sido negativos. En algunos casos, angustiado, muy preocupado. Entonces, eso me
cuando los participantes se han integrado a hizo a mí buscar esta ayuda. [...] Uno tiene que
su comunidad, estos tienen roles de líderes y ser bien franco. [...] No tenés que esconder lo
sienten satisfacción de pertenecer a ella. que te está causando el problema o el problema
que te está agotando (hombre, 51 años).
A través de mi negocio yo me di a conocer, y
por el hecho de que la gente ve en mí a una Algunos participantes iniciaron su proceso
persona responsable, […] entonces me dan la terapéutico motivados por problemas que, en
un principio, no tenían relación con la expe- opiniones de otras personas, etc.) los discursos
riencia de combate en la guerra. Sin embargo, donde se otorga una valoración del grupo
han retomado los temas del conflicto para de excombatientes y veteranos de guerra.
conversarlos con su terapeuta y reconocer los En general, los participantes perciben que
avances que han logrado. las valoraciones son negativas y excluyentes;
señalan, además, que es inmerecido.
¿Eso le ha fortalecido también (el proceso
terapéutico)? Creo yo que la sociedad lo mira a uno como
una basura. No le interesa. Si no les interesa a los
Mucho… busqué la psicología porque hace un que son diputados y que fueron comandantes de
tiempo asesinaron (a un familiar). Entonces la guerrilla, igual a los de la Fuerza Armada. Si a
busqué a la psicóloga para que me apoyara ellos no les interesa, […] mi criterio es eso, que
en eso. […] Ya voy a cumplir dos años… he la gente eso es lo que piensa de uno, que uno no
sentido alegría de que hice algo, me alivió. […] vale (hombre, 48 años).
La psicóloga me ha dicho que he cambiado
tanto que hasta podría ayudar a mis compa- En otros países, los veteranos de guerra son
ñeros. Yo le he recomendado a la gente que bien vistos y son respetados. Y acá en nuestro
vaya al psicólogo porque eso les va a ayudar país tienen una discriminación bastante grande
mucho (hombre, 60 años). las personas con discapacidad, no solamente los
de la guerra. […] Aun los mismos compañeros
Atención terapéutica grupal de las alcaldías, alcaldes que lo conocen a uno,
ya cuando están en esos lugares, no lo conocen
Los participantes describen que ven la (hombre, 65 años).
intervención grupal o comunitaria como una
ayuda a problemáticas comunes asociadas Postura hacia el proceso de transición a la paz
a consecuencias del conflicto. Además, esta
dinámica también ha implicado la interac- En esta categoría se logró evidenciar la
ción entre personas que integraron bandos insatisfacción de la mayoría de participantes
opuestos durante la guerra. Se destacan ante la resolución del conflicto armado. En
talleres de salud mental, terapias ocupa- general, se identifica que los Acuerdos de Paz
cionales y grupos de apoyo para tratar las se señalan como promesas o compromisos
adicciones: que no se cumplieron, lo cual no permitió
lograr la reconciliación. También los programas
Hemos tenido conversaciones con ellos, de reintegración a la vida civil se perciben
hemos tenido charlas, verdad. En los grupos como insuficientes, razón por la cual se han
(de Alcohólicos Anónimos) también, con ellos visto obligados a continuar luchando por una
hemos tenido ese apoyo. […] Yo empecé a compensación justa.
participar […] con las charlas, porque a veces
se dan charlas de salud mental […]. El asunto Hay conflictos, gente que no ha tenido reconci-
fue que ellos se dieron cuenta de que nosotros liación, gente que no ha hallado la paz todavía,
teníamos que hablar de una experiencia de la gente que vive el conflicto… y hay gente que
guerra también (hombre, 65 años). está mal, y esa gente tiene pesadillas constantes
de la guerra, [...] que tiene que pasar tomando
Opinión de la sociedad sobre los excomba- pastillas para ver cómo controla su situación, sus
tientes y veteranos recuerdos violentos. Entonces, si, si usted me
pregunta la reconciliación, pues (si) en el país
Tras el conflicto, los participantes han perci- después del conflicto se dio, yo le voy a decir
bido a través de los canales de socialización que no (hombre, 50 años).
(medios de comunicación, políticas públicas,
No (nos) dieron ninguna preparación. Nos pantes han construido a partir de sus experien-
echaron. Si ahí porque gracias a Dios hubieron cias individuales y sociales, así como su actual
compañeros que empezaron a luchar para hacer disposición a participar en un nuevo proceso
la prevención y nació la primera organización de reconciliación integral. Aquí se encuentran
de (excombatientes). […] Una serie de luchas las categorías: definición de proceso de recon-
para poder directamente lograr esa ayuda [...] ciliación, elementos para la reconciliación y
a través del Gobierno, por supuesto, pero ha participación en proceso de reconciliación.
sido de lucha, de luchas y contiendas y quemar
llantas y pues… bueno, tanto problema que se Definición de proceso de reconciliación
ha tenido que hacer (hombre, 65 años).
En el concepto formulado por la mayoría
Postura hacia la Ley de Amnistía de participantes, se resalta la idea de que
“reconciliación” implica el reconocimiento
Por su parte, las posturas ante la Ley de de las transgresiones cometidas y el trabajo
Amnistía se reflejaron como mixtas: aunque conjunto hacia el bien común. Algunos parti-
existe aceptación de dichas leyes como un cipantes encontraron dificultades para formular
compromiso necesario para la resolución de este concepto, por lo que no se obtuvo una
la guerra, la exoneración de los crímenes cata- respuesta clara de ellos.
logados de lesa humanidad continúa viéndose
como injustificable. Un proceso de reconciliación yo lo entiendo
porque todas las partes reconozcan lo, lo malo
¿Usted considera que las leyes de amnistía que hicieron, [...] de decir: “Yo acepto que esto
aportaron al proceso de paz? lo hice mal”, ¿va? “Yo acepto que de la Fuerza
Armada las cosas que hicieron mal fue esto y
No. Allí quedó una deuda grande. Sí el haber esto” (hombre, 46 años).
hecho eso de la Amnistía, quedó una deuda
grande, porque eso de los jesuitas no se aclaró Elementos para la reconciliación
y esa masacre que hicieron en El Mozote y otras
más, eso fue… un desastre (hombre, 53 años). Más allá de los conceptos expuestos en la
categoría anterior, los participantes manifes-
En una parte sí. Pero hay otras cosas que no, taron diversos elementos que consideran nece-
que no se han aportado. Acuérdese muy bien de sarios para alcanzar la reconciliación. Entre
que la Ley de Amnistía tiene que ser también no estos destacan la necesidad de concientización
solamente de boca. Tiene que haber acciones. y educación sobre el proceso y la petición de
Tiene que haber un reconocimiento a las fami- perdón por los daños causados.
lias que perdieron (hombre, 65 años).
Bueno, ¿y qué cree que es necesario para
Sí. Al final, creo que todos los bandos… los dos que dos personas se reconcilien?
bandos habían hecho algo malo. Y darle un fin
a todo, creo que fue muy importante… y fue Uno tiene que actualizarse, uno tiene que
una salida. Incluso esa… había mucho preso en ir cambiando así como van cambiando las
Mariona, preso de guerra. Eh… y gracias a esa situaciones. Terminó la guerra, ok, vamos a
Amnistía, salieron, ¿va? (hombre, 50 años). reinsertarnos a la vida civil. […] Por el otro
lado, hay muchas víctimas del conflicto: al que
Significados en torno a la reconcilia- le secuestraron, al que le mataron su pariente,
ción después del conflicto armado al que le quitaron, al que le quemaron su casa.
[…] El impacto de la guerra, siempre quienes
En el último eje se profundizó sobre el lo terminamos pagando somos los pueblos.
concepto de reconciliación que los partici- Y eso si no lo entendemos nosotros, vamos a
vivir dándonos riata todo el tiempo. […] Es un que yo comandaba. Y se lo dije. [...] “Púchica”,
problema educativo (hombre, 51 años). me decía él. “Cómo son las cosas, me hubieras
matado, te hubiera matado y ni cuenta nos
Si yo directamente cometí un error, y quiero hubiéramos dado”. Así son las cosas. Ya me
[…] pedir un perdón por lo que cometí, debo ha pasado algo similar en otros casos, pero no
estar consciente de lo que voy a hacer, y he querido decirles porque parece no les va
de estar consciente del error que cometí, y a gustar… allí, sí no se podía la reconciliación
aceptarlo. [...] Si nosotros hemos aprendido a (hombre, 60 años).
aceptar nuestros errores, con facilidad vamos
a poder buscar una reconciliación. [...] Porque A mí me tocó trabajar junto con un exmilitar y
cuando uno ha cometido un error y se hace que venía de las fuerzas especiales, […] de la
cargo del error, […] ya uno se siente de otra Fuerza Armada. […] Éramos pareja de vigilantes.
manera (hombre, 65 años). Entonces, desde allí, nosotros empezamos. Yo lo
cuidaba medianoche a él y él me cuidaba la otra
Participación en procesos de reconciliación medianoche a mí. Y veníamos de dos bandos
diferentes. […] Nos hicimos camaradas, y recién
Finalmente, la mayoría de entrevistados terminada la guerra. Pero es porque yo ya venía
mostraron una disposición favorable a parti- con esa mentalidad de cambio (hombre, 51 años).
cipar en un nuevo proceso de reconciliación
nacional. También se presentaron casos en los cuales
los participantes afirmaron que no estarían
Me gustaría trabajar mucho así, en un proceso dispuestos a participar en procesos de recon-
de reconciliación profundo y, eh, siendo auto- ciliación asociados a la guerra debido a sus
crítico, viéndonos a la cara, y viéndonos con creencias actuales o a las consecuencias que
sinceridad (hombre, 46 años). podría tener en su salud.
Fijate que cuando es para mejorar, cuando es ¿Y usted estaría dispuesta a participar en
para cambiar, yo siempre, me gusta participar. un proceso de reconciliación?
Pero, pero tengo limitantes. […] Tal vez puedo
trabajar con gente que no conozca. Pero con No. No porque… por mis principios, ¿verdad?,
gente que yo conozco no. Como ir a otra comu- sería ya involucrarme en asuntos como políticos,
nidad a trabajar con un grupo de gente o con un o qué sé yo, ¿veá? Entonces, yo no puedo perte-
grupo de jóvenes (hombre, 51 años). necer a algo así; de hecho, nosotros no votamos,
no somos de ningún bando (mujer, 48 años).
También se registró que algunos partici-
pantes han vivido experiencias de reconcilia- No sé. No sé porque aún yo pertenezco a unas
ción interpersonal con otros excombatientes asociaciones, pero no me gusta andar involu-
a los cuales enfrentaron directamente en el crado […] por mi sistema de terapia, hombre.
contexto de guerra. Sin embargo, en otras En ocasiones […] me han dicho que vamos a ir
oportunidades, se han reservado a expresarlo a tal parte, vamos a ir a tal parte. No, les digo
directamente por miedo a represalias. yo, ustedes bien saben mis problemas. […] Si
me mata la policía o algotro, ustedes no van a
Mire, yo (soy) amigo con un guardia. […] le velar por mi familia. Si me voy para la cárcel,
digo yo: “Tocayo, ¿cuántas veces nos dimos no me van a ir a ver (hombre, 48 años).
verga?”. “A saber cuántas veces, tocayo, ¿pero
sabe que es lo bueno? Que somos amigos”, 4. Discusión
me dijo. […] Otro compañero me comentó de
una situación de la guerra, yo me di cuenta de A pesar de que el proceso de transición a
que yo estaba en su historia, era la escuadra la la paz en el caso salvadoreño se ha caracteri-
zado por la imposición del silencio desde las de la desvinculación de los participantes de
estructuras de poder, a través de la investiga- sus grupos de referencia durante la guerra.
ción se constató que existen experiencias que Estas acciones demandaban implícitamente el
han conectado a los participantes a algunos silencio de los bandos y reafirman la negativa
de los procesos psicosociales necesarios para a abrir espacios de diálogo con las personas
la reconciliación después del conflicto armado. afectadas por las acciones de combate,
En los próximos apartados se presentan los pues van en contra de las disposiciones
hallazgos más importantes de la investigación, implícitas del Estado y de los poderes políticos
junto a la reflexión de otras experiencias de y económicos.
transición a la paz, que fueron sustento para
la construcción del modelo psicosocial para la Las consecuencias de la guerra aún son
reconciliación. evidentes a través de la expresión del trauma
psicosocial que va deteriorando la calidad de
En primer lugar, el diálogo reflexivo es el las relaciones sociales (Martín-Baró, 1988),
proceso fundamental y por excelencia que se expresión de ello se evidencia en la necesidad
manifiesta a través de las tres dimensiones de de los entrevistados de acudir a servicios
análisis anteriormente planteadas: el marco de atención en salud mental. En la terapia
político-social, las oportunidades de reflexión individual, varios participantes relataron haber
y la experiencia subjetiva. De acuerdo a los encontrado la oportunidad para enfrentar las
hallazgos de la investigación, la calidad y la propias acciones a través del testimonio de
profundidad de este proceso influye en la su historia y la expresión de las emociones
dinámica de los demás. En el caso de los asociadas a los recuerdos del combate. A través
entrevistados, aunque la mayoría tiene disposi- de la relación terapéutica ha sido posible crear
ción a conversar sobre los hechos de la guerra, el espacio de reflexión basado en la escucha
algunos de ellos han encontrado la manera de empática, sin juicios o acusaciones y donde
limitar los espacios de reflexión y su discurso la projimidad es el eje central de la relación
se fundamenta en frases construidas con ante- (Böhmer, 2014; Castillejo, 2009, citados en
rioridad que evaden la conexión con la expe- Gaborit, 2015; Blanco et al., 2016). Estas
riencia emocional propia y de las víctimas. relaciones de projimidad están fundamentadas
Tal y como lo explica Hilb (2014), el diálogo en la capacidad de ver a otras personas como
reflexivo implica un conversar consigo mismo, iguales, más allá de las diferencias ideológicas
donde es posible la pluralidad del dos en uno, para construir un proyecto en conjunto. Muchos
donde el resultado se expresa finalmente en de los excombatientes y veteranos que han
la postura ética de “hacerse cargo del sufri- participado en la atención de su salud mental
miento del otro” (Horkheimer, 1988, citado han redireccionado su proyecto de vida hacia
en Sánchez, 2001). Sin embargo, es nece- el bienestar de la comunidad, de su familia, de
sario aclarar que las limitaciones del diálogo sus compañeros y compañeras como conse-
reflexivo no están determinadas únicamente cuencia de la reflexión de su historia de vida
por la disposición individual de cada persona, (Martín-Baró, 1984).
sino también por el respaldo o el rechazo de
las estructuras que les convocaron al combate. A un nivel de diálogo reflexivo más
También puede ser potenciado por aspectos profundo y colectivo, las personas pueden
de arraigo cultural, religioso o sobre los prin- reconocer sus actos, los motivos y la raíz histó-
cipios compartidos (Boraine, 2007; Cuya, rica que hizo posible romper abruptamente su
2007; Hilb, 2014). En el caso salvadoreño, se vínculo con la sociedad durante el conflicto
corroboró que en el proceso de transición se armado (Gaborit, 2015). Sin embargo, para que
limitaron los espacios de reflexión mediante esto ocurra, es necesario desarrollar recursos
la imposición de la amnistía y la compen- personales suficientes para que los individuos
sación económica o de recursos a cambio puedan aproximarse a los recuerdos dolorosos.
En cuanto a los medios para lidiar con cipios o valores; sin embargo, para que el
estos recuerdos, a través de la investigación involucramiento en combate fuese posible,
se ha identificado que la forma de involu- era necesario que la persona modificara sus
cramiento sustenta la base para construir la estándares morales a cambio de los valores,
narrativa del proceso atribucional predomi- las creencias, las normas y los roles de una
nantemente externo. Algunos de los entrevis- estructura esencialmente militar, construyendo
tados manifiestan que se vieron involucrados así los elementos necesarios para hacer uso de
en la guerra en contra de su voluntad o por la justificación moral. De este modo, lograron
desconocimiento de qué implicaba pertenecer reprimir el malestar que produce atentar
a los bandos. En esos casos, las personas esta- contra la vida de otro ser humano (Bandura,
blecen explicaciones causales de los hechos 1999; Parsons, 1965; Bar-Tal, 2000, citados en
a través de procesos de atribución, donde se Moreno et al., 2004).
asignan un menor grado de responsabilidad
por lo acontecido (Fiske & Taylor, 2013). En En el caso de la atribución de la culpa, los
concordancia, los entrevistados brindaron hallazgos corroboraron que los participantes
explicaciones de razón con causa histórica analizan la guerra como un fenómeno social
(Malle, 2011). A través de ellas, retomaban con una dinámica propia que les obliga a
los antecedentes de su participación en el actuar para sobrevivir, es decir, como inevi-
conflicto para iniciar un proceso atribucional table (Bandura, 1999; Moreno et al., 2004).
predominantemente externo, donde se ven Ambos mecanismos permiten a las personas
a sí mismos como obligados a participar por conservar una identidad positiva de sí mismos
fuerzas ajenas a su voluntad. En los casos en y explicar su historia desde esa perspectiva, lo
los que los participantes consideraron que se cual tiene una función protectora ante otros y
involucraron por voluntad propia o intereses ante ellos mismos.
personales, el proceso atribucional es predo-
minantemente interno. Esto quiere decir que Entre los mecanismos de desconexión
se ven a sí mismos como sujetos protagonistas moral que se expresaron de forma secundaria,
de los hechos y reconocen su responsabilidad. se identificó la presencia de la comparación
ventajosa, la difusión de la responsabilidad y
Profundizando en los hechos moralmente el desplazamiento de la responsabilidad. En
conflictivos, se evidenció que los mecanismos los casos en los que se evidenció el uso de la
de desconexión moral, que se infiere de los comparación ventajosa, la desconexión moral
procesos de reflexión explícitos, cumplen se centra en las personas como causantes de
la función protectora de la salud mental atrocidades, a las que hay que detener para
(Haselton et al., 2015) y han posibilitado la evitar mayor sufrimiento. Esta lógica justi-
reintegración a la vida civil. fica las acciones de combate sin accionar el
malestar que genera la disonancia cognitiva.
En la mayoría de los casos, se evidenció En cuanto a los mecanismos de difusión y
que las personas hacen uso de estos meca- desplazamiento de la responsabilidad, se
nismos de desconexión moral para ir articu- corroboró que prevalece la responsabiliza-
lando, de forma inconsciente, una barrera ción del otro, quien forma parte de la misma
sólida que evita el cuestionamiento de los estructura y da las órdenes, para disminuir
hechos ocurridos en la guerra. De acuerdo el protagonismo en las acciones de combate
con los hallazgos de la investigación, los princi- (Bandura, 1999). Adicionalmente, se registró
pales mecanismos utilizados son la justificación que los participantes también hacen uso de los
moral y la atribución de la culpa. mecanismos de distorsión de las consecuen-
cias y las etiquetas eufemísticas que facilitan
La mayoría de participantes relataron disociarse de la realidad y comunicar una
que se involucraron en la lucha por sus prin- explicación de los hechos moralmente
conflictivos sin sentirse personalmente compro- beneficios que fueron prometidos durante los
metidos con el relato. Acuerdos de Paz y que en la actualidad aún
están pendientes.
El análisis de contenido de las entrevistas
permitió corroborar que los mecanismos de Aunque a nivel macro no ha existido un
desconexión moral evitan que las personas interés del Estado y la sociedad a atender a
asuman la responsabilidad absoluta de los las consecuencias del conflicto, se identificó a
hechos en los que se vieron involucrados un subgrupo de veteranos y excombatientes
por dos razones principales. En primer lugar, que bajo ciertas condiciones han podido
porque es necesario mantener a distancia la recibir apoyo gubernamental. De acuerdo a
culpa o la vergüenza profunda para poder los participantes, el principal método utilizado
reintegrarse a la vida civil en un contexto de en estos programas son las intervenciones
transición a la paz en el que se niega la posibi- colectivas: talleres de salud mental, terapias
lidad de la reflexión. En segundo lugar, porque ocupacionales grupales, grupos de apoyo, etc.,
desde el discurso oficial se dificulta social- que también reúnen a miembros que pertene-
mente asumir la responsabilidad a través de cieron a diferentes bandos durante el conflicto.
leyes de amnistía, ya que esto compromete la Es en este contexto donde se puede vislum-
imagen de los involucrados en el conflicto que brar el cambio de visión del “otro” como un
ahora forman parte del gobierno. En concreto, ser humano que es igual en condición (Hilb,
se evidencia que el Estado ha obstaculizado la 2014), especialmente cuando ven reflejadas
posibilidad de crear espacios donde se permita las problemáticas propias en otras personas.
la asunción del compromiso por las acciones En estos espacios de convivencia y reflexión,
cometidas. Por ello, la influencia del segundo algunos excombatientes han reconocido que el
proceso psicosocial de la responsabilidad está verdadero adversario no era el “enemigo” de
obstruido desde la dimensión del marco de combate directo, sino las estructuras de poder
referencia político-social y desde las oportu y la desigualdad histórica. También comparten
nidades de reflexión, pues estas experiencias la visión de sentirse “utilizados”, que “la
son limitadas, de difícil acceso o son de guerra fue injusta” o “inútil” y son conscientes
carácter particular. de que el rol que desempeñaron es valorado
negativamente, así como los esfuerzos actuales
Aunque estos espacios son limitados, los por exigir sus derechos.
entrevistados coinciden en que los recuerdos
permanecen presentes y que la experiencia Estas nociones han facilitado la colabo-
de la guerra impactó sus vidas, especialmente ración entre miembros de distintos bandos y
porque reconocen que muchas personas la afiliación a grupos, asociaciones o movi-
inocentes fueron afectadas por las acciones mientos políticos de excombatientes y vete-
de combate. También logran visibilizar a los ranos. Entre las experiencias significativas,
compañeros del otro bando como igualmente se registró la creación de un grupo de apoyo
afectados. Esta visión abre la puerta a una bajo el modelo comunitario de los Alcohólicos
tercera dinámica psicosocial: la comprensión Anónimos, donde los participantes también
del otro como prójimo o semejante a quien se comparten sus dificultades relacionadas
debe acudir para brindar un apoyo. Esto ha con la guerra.
sido posible ya que, debido a las afectaciones
físicas y mentales que los excombatientes y A partir de estos hallazgos, se evidencia
veteranos han experimentado como conse- que la finalización de un conflicto armado
cuencia de la guerra, se han visto en la nece- significa la ruptura con el grupo de referencia
sidad de compartir espacios de atención para y un proceso un cambio en los valores, las
tales afectaciones, así como también la unión creencias y las normas que requería la guerra,
de esfuerzos de lucha para la obtención de los por un nuevo marco de convivencia social
(Moreno et al., 2004). En estos procesos de En el caso de los entrevistados que han
transición, es indispensable que el Estado y la vivido la experiencia del diálogo reflexivo, se
comunidad asuman su responsabilidad para ven a sí mismos como participantes activos en
reintegrar a las partes del conflicto, ya que solo los escenarios de reconciliación e identifican
a través del diálogo y la reflexión de la cultura la petición de perdón como una postura nece-
de la violencia se abre la posibilidad de la saria ante las víctimas. Para ellos, el perdón es
construcción de paz duradera. posible si se reconoce el daño causado y existe
un genuino arrepentimiento, acompañado de
A pesar de los obstáculos políticos e insti- acciones de reparación (Hilb, 2014; Gaborit,
tucionales para acceder a oportunidades de 2015). Aunque reconocen que dar el perdón
diálogo reflexivo, los excombatientes y vete- es complejo y no se presenta en todos los
ranos han participado en espacios de convi- casos, lo definen como una responsabilidad
vencia donde reconstruyen la narración sobre individual, grupal y estructural que involucra
su participación en la guerra y, a través de ello, a todos los actores que posibilitaron la guerra.
rompen con el sistema y la cultura imperante Varios de los entrevistados plantearon su
de violencia (Martín-Baró, 1984). Es a partir postura favorable a participar en una escena
de estas experiencias de reflexión que ha sido compartida de reconciliación, aunque esto
posible una cuarta dinámica psicosocial: la conlleve una incertidumbre con respecto a la
resignificación de las relaciones entre grupos, reacción de la otra persona. Esta posición ética
donde se comprende al otro como semejante, es fundamental para que las personas asuman
y no como un enemigo del pasado, que el compromiso de la memoria y de la transfor-
comparte las consecuencias de haber partici- mación social (Horkheimer, 1988, citado en
pado en un proceso político y social. Sánchez, 2001; Hilb, 2014; Gaborit, 2015).
que integren estas experiencias anteriores donde las narrativas, las orientaciones emocio-
y retomen su proyecto de vida (Litz et al., nales y las acciones ligadas al conflicto armado
2009). Sin embargo, puede ser favorable que se irán transformando progresivamente hacia
estas personas participen posteriormente en una reparación integral, alejándose de la
procesos de reconciliación para reparar los evitación y el silenciamiento. Posteriormente,
vínculos dañados, y para que el Estado asuma se plantearán nuevos acuerdos y estrategias
la responsabilidad en la reparación moral a para construir una sociedad donde la garantía
las víctimas (Galtung, 2004). Para quienes y la protección de los derechos humanos sean
asuman el reto de hacer posible la reconcilia- un compromiso ciudadano, sustentado en las
ción, es necesario que tengan la claridad de políticas y planes de gobierno.
que el daño causado en el conflicto armado
está enraizado en la dinámica de la guerra A partir del análisis planteado, se evidencia
como proceso social, que atrapa a los indi- que las acciones por parte del Estado, o la
viduos en la espiral de violencia, alimentada omisión de las mismas, influyen directamente
por la ideología, la polarización, la estructura en la creación de espacios de diálogo y, espe-
jerárquica y, finalmente, racionalizada a través cialmente, en la reproducción del trauma psico-
de los mecanismos de desconexión moral social. Esto es aún más grave cuando se visi-
(Bandura, 1999; Moreno et al., 2004). Por biliza que este trauma ha sido heredado a las
ello, para lograr la reparación del tejido social, nuevas generaciones. En primer lugar, a través
es fundamental un escenario social de reconci- de las pautas de crianza punitivas y la afecta-
liación donde sea posible activar la capacidad ción de las relaciones familiares o comunita-
humana de sentir el dolor del otro, experi- rias. En segundo lugar, a través los discursos
mentar el sobrecogimiento y plantear acciones oficiales de parte de las autoridades que anulan
para hacerse cargo del sufrimiento causado la posibilidad de la reconciliación. Y, en tercer
injustamente (Horkheimer, 1988, citado en lugar, a través de las problemáticas actuales,
Sánchez, 2001; Gaborit, 2015). expresadas concretamente en la insuficiente
atención integral para las víctimas del presente
En palabras de los entrevistados, el reto y del pasado, y en la ausencia de una lógica de
actual es “comprender que los seres humanos responsabilidad ante el daño causado.
todos tenemos derecho a un país, a una vida”,
pero para concretar esta directriz de huma- En otras palabras, el panorama actual
nidad y evitar que se pervierta en una moral refleja que el proceso de reconciliación
idealista, es necesario que “todas las partes nacional podría haber sido un referente para la
reconozcan lo malo que hicieron y, a partir de creación de estrategias de reparación del tejido
ese concepto de autocrítica, todas las partes social. No obstante, con la implementación
digan: ‘Yo acepto que esto lo hice mal’”. de la Ley de Amnistía, se instauró de manera
oficial un régimen de impunidad que ha resul-
Sin embargo, debe señalarse que el tado en una limitada e insuficiente efectividad
compartir este escenario implica también el del sistema judicial, y en la desconfianza de
desarrollo de la solidaridad y la empatía, que la población antes las instituciones de justicia.
ambas se construyen en el momento histórico, Por ello no sorprende que la invalidación del
y donde se activa la compasión anamnética en proceso de reconciliación nacional deje como
duelo. Esto significa la proyección de la acción fruto que, en el presente, prevalezcan las
transformadora a todas las dimensiones psico- opciones punitivas para resolver la situación
sociales, haciendo posible también la renova- de violencia generalizada.
ción del arrepentimiento social y la aceptación
de la culpa colectiva (Gaborit, 2015). A través Al hacer uso de acciones represivas “para
del diálogo reflexivo, cada una de las partes combatir a los delincuentes”, se renueva el
se posicionará en un plano social renovado, ciclo de violencia que está enraizado en la
Figura 1
Modelo psicosocial de la reconciliación
consigo mismo. Esta visión permite involucrar (1964/1999), quien en su obra Eichmann
a más actores sociales que pueden brindar un en Jerusalén comprueba que cuando se
aporte al proceso de reconciliación, aunque promueve la persecución judicial las personas
no vivieron experiencias en zona de combate, se alejan de la posibilidad de la reflexión de
pero que inevitablemente se vieron afectados sus propios actos. A partir de esta necesidad
por el conflicto. Por ello, el análisis a través de de protegerse a sí mismos, los acusados
estos tres niveles es propicio para aproximarse explican sus acciones como parte de un
a una propuesta psicosocial de reconciliación proceso donde ellos no causaron un daño
nacional. voluntario y se limitaban a cumplir órdenes
que otros les asignaron. Esta experiencia de
Marco de referencia político y social resignificación de los hechos moralmente
conflictivos como ajenos a la voluntad la
La primera dimensión de análisis denomi- denominó “banalidad del mal”, que tiene
nada “marco de referencia político y social” como consecuencia alejar a los individuos de
se refiere a las soluciones al conflicto que son la reflexión de los hechos atroces.
propuestas desde el poder político, económico,
social y cultural. A pesar de la diversidad de Por ello, Hilb (2014) advierte que prio-
condiciones en cada territorio, se pueden plan- rizar la justicia se asocia más al castigo de los
tear dos estrategias de reconciliación nacional acusados, ya sea con condenas de décadas
que se han presentado en la experiencia de de cárcel o penas de muerte, que a facilitar
otros países: priorizar la justicia o priorizar la un escenario donde la sociedad, los familiares
verdad (Mate, 2005; Hilb, 2014). Estos princi- y las víctimas puedan conocer la verdad y
pios que guían la estrategia de reconciliación otorgar el perdón, si así lo desean, a quienes
nacional se posicionarán en el escenario social se arrepienten por el daño cometido. A largo
mediante la influencia de los grupos, que en plazo, dar énfasis únicamente a las opciones
el proceso de negociación resaltan o anulan legales retroalimentaría las relaciones deshu-
la necesidad de atender a las consecuencias manizantes donde las víctimas no son prio-
de la guerra. ridad para la reconciliación ni alivian su dolor
con el sufrimiento de los ofensores.
En las experiencias de otros países, se ha
confirmado que los procesos en los cuales se La polarización social entre grupos puede
ha priorizado la verdad y que van acompa- impulsar este tipo de estrategias de persecu-
ñados de mecanismos legales, exhortan a los ción legal, con más facilidad cuando acaparan
acusados a participar en la reconciliación. Por el poder político y los acusados son de un
ende, ambas opciones no son excluyentes ni bando contrario. Sin embargo, es necesario
implican posiciones polarizadas, sino más bien visibilizar que en los conflictos armados
principios que impulsarán el uso de meca- participan diversidad de actores que directa
nismos legales con distinto impacto social. Hilb o indirectamente cooperan con la guerra. El
(2014) recalca que en el caso argentino se dio reto en la posguerra es que cada uno asuma
prioridad a los procesos legales con el fin de su responsabilidad ante la sociedad y ante
castigar a quienes, en el contexto de guerra, aquellos que fueron afectados por su partici-
ejecutaron hechos atroces. Esto dificultó la pación en los hechos, y que esto impulse la
posibilidad de conocer la verdad debido al reparación integral para las víctimas. Desde la
miedo de los acusados a asumir las penas de perspectiva psicosocial, las opciones radicales
cárcel y el rechazo social por los hechos en los por mecanismos judiciales como resolución
que participaron. a un conflicto no son una respuesta integral
al trauma psicosocial porque perpetúan la
Un análisis profundo de esta consecuencia polarización, el discurso de los vencedores y
es preliminarmente desarrollado por Arendt desestiman la reparación los vínculos dañados.
Aunque todos los procesos psicosociales Para concluir, se estima que las limita-
influyen en la experiencia subjetiva, la respon- ciones de este estudio se evidencian en la
sabilidad y la resignificación de las relaciones profundidad de la relación de confianza y los
sociales matizan la disposición y la actitud acuerdos de confidencialidad que se estable-
de la persona a participar en una escena cieron con los participantes. La reflexión de
compartida de reconciliación (Gaborit, 2015). ambos aspectos fue imprescindible para que
Aquellas personas que no logran estimar ellos aceptaran compartir sus experiencias.
su responsabilidad en los hechos y no han
logrado dar un nuevo sentido a sus relaciones En cuanto a recomendaciones de estudios
sociales no tendrán una iniciativa de parti- adicionales, se evidenció la necesidad de
cipación en una reconciliación. En cambio, profundizar en los rasgos de masculinidad y
quienes participan en estos escenarios abren feminidad que se explotan en el reclutamiento
la posibilidad de experimentar el perdón y y el entrenamiento para comprender mejor
proponer opciones de reparación para las las motivaciones de permanencia en combate
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Psychology, 59(1), 71-83.
Martín-Baró, I. (1988). La violencia política y
la guerra como causas del trauma psicoso- Rosner, R. & Poswell, S. (2014). Postraumatic
cial en El Salvador. En Martín-Baró (Ed.). growth after war. En Calhoun, & Tedeschi,
(1988). Psicología social de la guerra. San (Eds.). Handbook of Postraumatic Growth.
Salvador: UCA Editores. Research and Practice. Nueva York:
Psychology Press.
Palabras clave:
migración irregular,
familia transnacional.
confianza que otorga la autoridad a los cuida- Herrera Mosquera (2013) menciona que
dores. Este rol de cuidador le otorga implíci- hay cambios en la situación de la mujer que
tamente cierta autoridad a la persona que lo se queda cuando el esposo migra, ya que si
asume. El ejercicio de autoridad es definido bien sigue ejerciendo su rol de cuidadora,
por Gallego Henao (2012) como el ejercicio debe asumir nuevos roles de producción. De la
de poder que se encuentra vinculado con la misma manera, Rivera, Obregón y Cervantes
función de protección, cuidado, educación y (2012) mencionan que las mujeres que sufren
la administración de presupuestos. Los cuida- estos cambios pueden padecer de estrés y
dores pueden formar la relación de autoridad depresión. Las autoras mencionan que las
con los hijos de migrantes de dos maneras: madres cuidadoras viven un estrés que se
autónoma o compartida. podría llamar implícito, que aparece por la
separación, tristeza y dificultad que encuentran
La autoridad autónoma, según Micolta cuando su esposo decide migrar. Estos senti-
(2011b), es aquella en la que los cuidadores mientos aumentan cuando deben enfrentar
ejercen toda la disciplina y toman las deci- situaciones difíciles, como la enfermedad de
siones, pues son los que están “presentes” en uno de los hijos, pues ellas deben asumir la
la vida cotidiana con los niños. Los padres responsabilidad tanto del enfermo como de los
o madres migrantes se limitan a conversar que quedan en casa, así como de los gastos
con sus hijos sobre algunos temas poco rele- económicos que esto puede traer. Las preocu-
vantes, mas no dan indicaciones sobre cómo paciones son en mayor medida económicas,
deben comportarse con los cuidadores o pues ellas deben afrontar las dificultades del
lo que deben hacer o no. La comunicación día a día, como la compra de alimentos,
entre migrantes y cuidadores en este tipo de vestimentas y otras necesidades de los que
autoridad irá dirigida al envío y recepción de están a su cuidado.
dinero y bienes. La autoridad compartida, por
el contrario, se da cuando el padre o la madre Por otro lado, la posición periférica en la
migrante se involucra directamente con el red es asumida por personas que apoyan al
ejercicio de autoridad que debe ejercer sobre cuidador y que realizan funciones específicas
sus hijos. Es decir, los niños deben responder para mantener una comunicación constante
a dos poderes: al de los cuidadores y al del con el encargado principal, sobre todo para
padre o la madre migrante. apoyar sus decisiones y ayudar a que estos
sientan menos carga en sus responsabili-
La dinámica de autoridad no se ve alterada dades. Es decir, la responsabilidad de las
cuando el padre de familia es el que emigra, personas que asumen la posición periférica
especialmente en una cultura patriarcal. es la de apoyar puntualmente al cuidador
Es probable que los roles de cuidado y afecto en situaciones ordinarias o extraordinarias.
en función de sus miembros no sufran grandes La comunicación constante, estar pendientes
cambios. En este sentido, Rivas (2011) sugiere de lo que el cuidador necesite y ayudar en
que el padre sigue siendo el proveedor, el diversas situaciones son muestra del apoyo
que se ocupa de suplir las necesidades de incondicional que brindan al cuidador prin-
su familia, y la madre usualmente es la que cipal (Micolta, 2011b).
queda al cuidado y cargo del hogar para
cumplir su rol de cuidadora y garantizar la 3.2. Las funciones del afecto
continuidad en la vida de sus hijos. La persis-
tencia en los roles se puede deber a las expec- La última característica de la dinámica
tativas de actuación tanto del esposo como familiar es el afecto, que es el punto esencial
de la esposa. Si el hombre sigue proveyendo, en las relaciones familiares, ya que la nece-
la mujer debe seguir cuidando (Coe, 2011, sidad de ser amado, respetado y reconocido
citado en Fawell, 2012). enriquece la satisfacción personal y el desa-
rrollo humano dentro del núcleo familiar. El remesas, del envío de recursos y objetos y de
afecto se demuestra entre los miembros a la comunicación constante con sus familiares
través de la atención, buen trato, servicios, no migrantes. Por ello las familias transnacio-
estímulos, palabras cariñosas, dedicar tiempo nales buscan nuevas formas para mantener
en cantidad y calidad (Cifuentes, Massiris y y fortalecer estos lazos afectivos, ya sea con
Ruiz, 1998; Gallego Henao, 2012). Es de vital las tecnologías de la información y la comu-
importancia que el cariño y el amor entre los nicación, como el internet, o con las llamadas
miembros del sistema familiar sean mutuos y telefónicas (Parella, 2007).
compartidos.
Las remesas son un campo de análisis
Cepeda et al. (2007) identifican dos muy importante, ya que se han convertido
funciones del afecto: la protectora y la econó- en la evidencia de los lazos que conectan a
mica. La función protectora busca satisfacer las los migrantes con sus sociedades de origen
necesidades de poseer defensas físicas, sociales (Sorensen, 2004, citado en Ciurlo, 2014).
y psicológicas ante elementos que amenacen Detrás del envío de remesas se observa un
la supervivencia, tanto del individuo como vínculo de reciprocidad de una parte de los
del grupo familiar, a través de cuidados, aten- migrantes con sus familias. Esta acción remite
ciones y la crianza de los hijos. Por otro lado, a la lealtad hacia obligaciones familiares y
la función económica cumple la necesidad de vínculos de reciprocidad, que se traducen en
ocuparse de los recursos básicos esenciales reconfiguraciones de expresiones de afecto
para la supervivencia de la familia. El afecto es entre migrantes y no migrantes. El poder
expresado a través de la adquisición de bienes proveer a la familia cosas que antes no eran
básicos como vestido, vivienda, educación y accesibles le produce satisfacción al migrante y
alimentación. Así, el afecto se expresa a través a su familia, y esto se convierte en una expre-
de ambas funciones que buscan satisfacer el sión de afecto (Souza Lobo, 2014).
bienestar de los miembros del grupo y cumplir
con sus necesidades básicas para que cada Debido a la necesidad de nuevas prác-
uno se desarrolle de la mejor manera dentro ticas afectivas, los no migrantes responden
del seno familiar. Ambas funciones están enviando cosas de valor sentimental. Los fami-
presentes al momento de tomar la decisión de liares suelen enviar comida típica (los llamados
emigrar. Con frecuencia, la económica tiende a productos nostálgicos), fotos e historias. Para
prevalecer sobre la otra. Esto es explicado por ambas partes, son gestos significativos de
Kent (2010) al identificar que el obsequio de afecto. Esto le permite al migrante mantener
objetos en El Salvador, como dar a la familia su identidad lejos de su lugar de origen y
objetos tecnológicos, carros, etc., es inter- sentir la tranquilidad de que todo su esfuerzo
pretada como un símbolo de amor. En una está cobrando vida. Por ejemplo, al recibir
sociedad consumista como El Salvador, no noticias sobre el avance de la construcción
acceder a estos objetos significa insatisfacción de la casa o de los avances escolares de sus
y falta de bienestar para las familias. hijos, la persona migrante vive, junto con
su familia, las mejoras que su sacrificio está
Debido a la ausencia física del pariente proveyendo. Para la familia no migrante, es un
migrante, las relaciones afectivas sufren gesto de agradecimiento ayudar al migrante,
cambios. En la vida de los familiares que se en su soledad, cansancio y esfuerzo, a través
quedan, ocurren modificaciones y las prácticas de todas las cuestiones que comparten con él
cotidianas afectivas se transforman. Es así o ella (Ryan, 2011; Echegoyén, 2013; Souza
como se establecen nuevas formas de comu- Lobo, 2014). Esto evidencia la dinámica
nicación y expresiones de afecto. Escobar- bidireccional o de reciprocidad de la vida
Pérez y Martínez (2008) explican que estos transnacional.
lazos afectivos se construyen por medio de las
Al ser el flujo continuo de objetos una tiva de terminar sus estudios. Lo mismo pasa
expresión de afecto, no recibir nada o solo con una hija que debe hacerse cargo de sus
esporádicamente despierta sentimientos de hermanos menores y de las tareas del hogar,
ingratitud y de abandono en los no migrantes. así como con otras tareas que antes no eran
Si no hay sentido de unidad ni hay recipro- responsabilidad de ellos. Sin embargo, también
cidad, no hay afecto. Fawell (2012) sugiere se presentan casos en los que muchos de estos
que es ante esta discontinuidad cuando se niños deciden cumplir con su parte y terminar
da la ruptura familiar. Los familiares que se la escuela. Halpern-Manners (2011) encontró
quedan no sienten la obligación moral de que estos niños llegan a niveles académicos
mandar objetos de valor emocional ni de más altos, y se lo atribuye a que, al recibir
hablar con ellos para compartir información, toda la ayuda económica, pueden enfocarse
ya que los del otro lado no están cumpliendo en sus estudios y no deben preocuparse
con su parte. Los migrantes, por medio de por cubrir gastos. Es así como reconocen y
las nuevas tecnologías, pueden demostrar el responden al esfuerzo como un proyecto en
afecto a través de frases como “te extraño” el que tanto el estudiante como su familiar
o “te quiero mucho”, pero aun así siempre migrante cumplen cada uno con la parte que
hace falta el mantener contacto físico como les corresponde.
un abrazo cálido, un beso o una caricia para
demostrar este aprecio hacia sus familiares. Las Sin embargo, también hay hijos que
nuevas tecnologías facilitan estos intercambios; experimentan la migración como abandono
sin embargo, no hay una respuesta clara sobre y deciden no terminar la escuela o migrar
cómo los familiares que se quedan perciben para reunirse con sus familiares y contribuir
estas nuevas formas de expresión de afecto y si económicamente a la familia o para cumplir
las aceptan como tales o como una responsabi- con la superación personal. Según Bazán y
lidad moral del migrante (Parella, 2007). Rodríguez (2009), en algunos casos, los hijos
de los migrantes manifiestan que si su papá
3.3. La premura social y la sensación o mamá los quisieran, no los habrían dejado.
de abandono A pesar de mantener comunicación semanal
con ellos, a veces sus hijos no les responden
Los hijos de migrantes pueden experi- y comentan que no les interesa. El abandono
mentar la migración de distintas maneras. La que experimentan los niños puede observarse
primera de ellas se da cuando ven la migra- en los comportamientos que expresan tras
ción como un proyecto de toda la familia, la migración del padre o de la madre. Con
incluidos ellos, en el que desempeña deberes frecuencia, suelen manifestar pesadillas, inte-
de trabajo. Los jóvenes pueden experimentar rrupciones del sueño, fiebres, problemas en el
lo que Orellana (2005) define como premura rendimiento escolar y problemas de conducta
o moratoria social. El contexto de la migra- con la persona que los cuida. Estos comporta-
ción puede forzar a los jóvenes a postergar mientos son producto de sentimientos negativos
o acelerar las tareas propias de la adultez, ya por la ausencia física del pariente. Muchas
que se ven obligados a abandonar las tareas veces experimentan sentimientos de culpa ante
que les competen a su edad, asumen roles la migración del pariente, pues se les asegura
prematuros y enfrentan retos sin las herra- que se ha decidido así para buscar su bien-
mientas necesarias. estar (Hurtado, G., Rodríguez, V., Escobar, J.,
Santamaría, S. y Pimentel, B., 2008).
Consecuentemente, la premura social se
puede ver evidenciada cuando un hijo debe En la manera en que los hijos experi-
encargarse de las tareas pesadas que antes mentan la migración de su padre o madre
eran responsabilidad del padre migrante y le se debe tomar en cuenta la relación con el
reducen su tiempo en la escuela y la expecta- cuidador (Micolta, 2011). El ejercicio de auto-
ridad y la relación afectiva que mantienen las En este sentido, el impacto se define
dos partes, cuidador y migrante, puede afectar como el golpe emocional producido por un
la manera en que se acoplan los hijos a la acontecimiento significativo (Lara, 2013).
transición a causa de la migración. González Sin embargo, en este estudio será enten-
Torralbo (2013) menciona que el cuidado de dido como las consecuencias emocionales y
una persona no es solo un “trabajo domés- estructurales que se experimentan dentro del
tico”, pues también implica afecto, emoción y hogar a causa de la reestructuración familiar.
actividad. Es decir, cuidar a alguien, además Las consecuencias pueden ser positivas o
del ejercicio de autoridad y de las actividades negativas. La migración irregular será enten-
que se deben realizar, implica una relación dida como la acción de migrar por parte de
afectiva con el que recibe el cuidado. madre, padre o ambos, ya sea de manera
documentada o indocumentada, sin cumplir
Micolta (2011b) menciona que, en el las leyes de trabajo establecidas por el país de
contexto de la migración, es fundamental destino, lo que hace difícil el regreso periódico.
conocer el sentir de los que son cuidados. La Finalmente, se llamará reconfiguración familiar
autora sugiere que si el cuidado que reciben a la reorganización que enfrentan los familiares
proporciona bienestar físico, psíquico y no migrantes para el funcionamiento armónico
emocional, entonces toman en alta estima la de su grupo. Esto conlleva a ajustarse a una
autoridad de los cuidadores. Sin embargo, al nueva dinámica familiar al asumir nuevos
valorar en mayor medida la responsabilidad roles, a nuevas expresiones de afecto entre
del cuidador, se corre el riesgo de disminuir la los familiares no migrantes y el migrante, a un
importancia de mantener una relación afectiva reajuste del ejercicio de autoridad dentro del
con el padre o la madre migrante, especial- hogar y al mantenimiento de la comunicación
mente si el cuidador mantiene una posición de entre los no migrantes y los migrantes.
autoridad central. El distanciamiento emocional
con el migrante no solo dependerá de los lazos Se pretende conocer desde la perspectiva
afectivos con los cuidadores. Otros factores del cuidador lo que experimentan las fami-
como la edad, la participación en la decisión lias que se quedan a causa de la migración
del proyecto migratorio, la continuidad de la irregular. Los cuidadores son definidos como
comunicación de calidad y claridad con el aquellos que están a cargo y que conviven
migrante son determinantes en el comporta- en el mismo hogar con los miembros de la
miento de los niños (Micolta, 2011a; González familia que se quedan a causa de la migra-
Torralbo, 2013; Fuentes, 2014). ción irregular del padre, la madre o ambos.
Los cuidadores pueden agruparse en distintas
4. Planteamiento de la pregunta categorías: cónyuge del migrante, familiar del
de investigación migrante (abuela, tía, hijos o hijas mayores)
o persona cercana al migrante sin vínculo
Teniendo en cuenta los elementos ante- consanguíneo.
riores, se advierte que, a partir de la migración
de uno de los miembros de la familia, la diná- En este estudio se han abordado las
mica, estructura y organización familiar entra siguientes preguntas específicas: ¿qué percep-
en una etapa de transición, la cual es percibida ción tienen los familiares que se quedan
de diferentes maneras por los que no migran. sobre la transición ante la migración? ¿Cómo
Por lo tanto, surge la interrogante siguiente: se experimenta la transición de los vínculos
¿qué factores están asociados con el impacto comunicativos con los familiares migrantes?
en la reconfiguración familiar por la migración ¿Cómo se asumen los nuevos roles a causa de
irregular? la transición familiar? ¿Cuál es la percepción
meses sin trabajar. Entonces, la desesperó eso; y que económicamente ellas estuvieran bien
de quererse ir y ver que con mi sueldo no (esposo de migrante, 39 años).
íbamos a salir para ningún lado. Decidió irse
ella (esposo de migrante, 38 años). Mi esposo se En las entrevistas, también se evidencia
fue porque aquí la delincuencia nos desesperó la transición que se da en las familias, pues
(esposa de migrante, 39 años). no es que haya un cambio en el grupo, sino
que estos se adaptan al evento causado por
Al expresar que el propósito de la migra- el fenómeno de la migración. Los cuidadores
ción es el bienestar familiar, los migrantes expresan haberse acostumbrado a la ausencia
deciden marcharse, anteponer las metas y del familiar. Así, se adaptan a la nueva diná-
necesidades familiares y dejar de lado las mica que se impone.
personales. Es decir, la percepción que tienen
los familiares no migrantes es que la migra- Pues al principio se siente la falta de ellos. Pero,
ción del pariente ayuda a que la familia salga a medida que pasa el tiempo, uno va acomo-
adelante y les ofrece un mejor futuro. dándose, va acostumbrándose más (esposa de
migrante, 52 años).
Ella nos decía que por sacarnos adelante a noso-
tros, a mi hermana y a mí, más que todo lo iba No es acostumbrarse, sino que acoplarse.
a hacer. Porque ella veía que la situación en la Nos hemos acoplado, no nos acostumbramos
casa económicamente no iba muy bien, y se fue (esposa de migrante, 39 años).
(hijo de migrante, 19 años).
La adaptación que los familiares expe ri
6.1.2. Experiencia de los familiares no mentan ante la nueva situación a la que se
migrantes enfrentan por la migración de la persona se
acompaña de tristeza por la ausencia física
La decisión que toma la persona migrante de la persona migrante. Tanto los cuidadores
solo es comunicada a los familiares más como los hijos de las personas migrantes
cercanos que se han quedado a cargo del responden al impacto de la ausencia física
hogar. Si bien es cierto que la decisión tiene de maneras distintas. En el caso de los
un componente individual, esta trasciende lo cuidadores, la tristeza se debe a los cambios
personal y es discutida en la familia de manera en las responsabilidades, a las cuales deben
formal e informal, ya que va más allá del acoplarse debido a que la persona ausente
simple deseo de marcharse, pues se toman en era la encargada del hogar. Es decir, los
cuenta las necesidades de la familia. cuidadores suelen experimentar tristeza
no solo debido a la ausencia del migrante,
Él me dijo: “¡Ah! Yo ya no quiero estar en este sino también desconcierto e incertidumbre
país como estamos viviendo. Yo me voy porque por las nuevas tareas y responsabilidades,
me voy, aunque duela” (esposa de migrante, pues representan una carga que deben
38 años). asumir solos.
¿Usted dice que lo hablaron como pareja? Me afectó bastante, me dio depresión. O sea,
llevar el cargo sola en la casa. […] No me hago
Como pareja, a ver quién se iba, para ver cómo a la idea de que mi esposo está allá (esposa de
íbamos a hacer. […] Entonces, ella decidió, migrante, 39 años).
porque yo así mojado no me atrevía a ir. […]
Les dijo que ella quería algo mejor para ellas, Pues al principio sí fue una gran tristeza. Yo
así que se iba; no con el propósito de dejarlas entré en depresión bastante porque yo era el
solas, sino que ella se quería ir porque quería que quedaba a cargo de la casa y de todo, y de
superarse ella y que ellas dos estuvieran bien mi hermana (hijo de migrante, 19 años).
Los cuidadores expresan que los hijos de unidad entre los miembros de la familia y el
las personas migrantes entre los tres y seis migrante. Las personas entrevistadas expresan
años de edad experimentan el evento con que las nuevas tecnológicas les permiten
reacciones negativas. Estas reacciones se mani- mantener comunicación todos los días con la
fiestan en problemas de salud y con malas persona migrante. A su parecer, esto evita la
actitudes tanto hacia los que se han quedado desestructuración de las relaciones familiares y
al cuidado de ellos como hacia el migrante. mantiene una comunicación bidireccional. Por
Según los cuidadores, los malestares y las acti- ello compartir el día a día con el migrante se
tudes se van desvaneciendo con el tiempo, de convierte en un intercambio importante, pues
tal forma que los niños terminan acomodán- mantiene la cohesión entre los familiares y el
dose a la ausencia del migrante y se ajustan a migrante, a pesar de la distancia y los horarios.
la nueva dinámica.
Solo se levanta y manda mensajes, cómo
Sí la ha sufrido. Incluso hoy en las notas de amanecimos. Luego de eso está en el trabajo y
este trimestre salió mal. Platiqué con ella y le le dan el “break”, y a llamarnos, y cuando llega
pregunté qué le pasaba y me dijo eso: que le del trabajo me avisa que ya llegó, que dentro
había afectado que su mamá se hubiera ido de media hora me habla (esposa de migrante,
(esposo de migrante, 38 años). 38 años).
Ella sí lo sintió bastante porque ella estaba Seguido nos hablamos. Ella me marca. […] Por
pequeña todavía. Siempre dormía con mi ejemplo, esta semana ya hablamos como dos
mamá. Entonces, ella pasó casi tres meses que veces, de dos a tres veces (amiga de migrante,
lloraba y lloraba porque la extrañaba. Bajó 42 años).
bastante de peso, se distanciaba bastante de los
amigos (hijo de migrante, 19 años). Al igual que la frecuencia, las temáticas
compartidas dan calidad a la comunicación.
6.2. Vínculos comunicativos Las temáticas principales de conversación
entre cuidadores y migrantes giran en torno a
No podríamos hablar de familias transnacio- conocer cómo están los hijos que han dejado.
nales sin tomar en cuenta la comunicación, pues Con frecuencia, se dialoga sobre la salud de
los vínculos comunicativos permiten que la diná- los familiares y sobre la situación económica
mica familiar siga en funcionamiento, a pesar del hogar, gastos y necesidades familiares.
de los cambios y de la distancia. La frecuencia Cuando esta comunicación se da por mensajes
de la comunicación y las temáticas compartidas de texto en el celular, los temas que se
entre migrantes y no migrantes son elementos conversan suelen ser sobre aspectos del diario
importantes para que se construya una comu- vivir. Al momento de notificar temas de mayor
nicación de calidad. El intercambio o comuni- trascendencia, los familiares se comunican
cación de calidad es esencial para mantener los con el migrante por llamadas telefónicas o por
vínculos transnacionales, ya que determina la videoconferencias, en las cuales las conversa-
cohesión y el sentido de unidad entre los miem- ciones suelen ser más largas y profundas.
bros del grupo familiar y el migrante.
Los hijos: cómo se están portando. Y yo, lo
6.2.1. Calidad de la comunicación mismo; decirle lo que el otro, cómo se porta
aquí también, sus notas, así. Los problemas
El primer elemento que caracteriza la aquí: “Se murió fulano”. “Púchica, ya cuando
calidad de la comunicación es la frecuencia, llegue ya no los voy a ver”, me dice ella.
pues, tal como se esperaba, la alta frecuencia “Cuánta gente se ha muerto y yo ya no los voy
de comunicación es un factor esencial para el a volver a ver”. […] De los vecinos… (madre de
mantenimiento del vínculo y del sentido de migrante, 70 años).
Platicamos un rato de cómo nos ha ido; de un vínculo con una persona que usted no conoce
cómo estoy en el trabajo, económicamente (hermana de migrante, 50 años).
cómo estoy […] Hablamos cómo está su trabajo
allá, cómo estoy yo acá. La comunicación que 6.3. Transición de roles
yo tengo con las niñas, que tengo con los papás.
Lo principal es eso y que me esté portando bien Los roles permiten que la dinámica fami-
(esposo de migrante, 38 años). liar funcione armónicamente, pues depende
de cómo cada miembro del grupo desarrolla
Una vez el migrante se asegura por medio las tareas del hogar y cómo estas ayudan a
del cuidador de que todo se encuentra cumplir las necesidades de la familia. Asumir
en orden, este lo comunica con su hijo determinados roles responde a la necesidad
para conversar sobre aspectos académicos. temporal y circunstancial de la familia, en
Asimismo, para conocer sus necesidades o donde cada miembro hace la tarea que le
deseos de adquirir algo. Estos son los princi- corresponde para que se cumpla la meta de
pales temas dialogados entre hijos y migrantes. la migración, que es el bienestar de la familia.
De acuerdo con la reorganización familiar que
Él primero me saluda a mí y después a ellos. surge, es necesario que los diferentes miembros
[…] La niña, porque ella tiene teléfono y el niño de la familia asuman ciertas responsabilidades
no tiene esa posibilidad porque no se la doy para cumplir con las expectativas que cada
porque uno no puede dar teléfono a temprana individuo del grupo tiene sobre los demás.
edad. Solamente cuando yo le digo: “Vaya,
mi amor, aquí está su papá, que quiere hablar 6.3.1. Roles dentro del hogar
con usted”. En cambio, la niña no, se manda
mensajes con él y le dice que ya le va a llamar Los hijos que se quedan, mientras están
(esposa de migrante, 38 años). bajo el cuidado de otra persona, asumen
pequeñas responsabilidades dentro del hogar,
En los casos en los que los hijos no como ayudar en los quehaceres de la casa o
recuerdan la partida del padre o la madre, en la limpieza. Pero lo que surge como más
pues estaban muy pequeños, se observa importante es que no descuiden sus estudios.
dificultad en la comunicación directa de Esa es la responsabilidad principal que tienen
ellos con el progenitor y viceversa. Los hijos dentro de la dinámica familiar. La expecta-
experimentan la migración como abandono y tiva que el resto de miembros de la familia
manifiestan poco interés de comunicarse con tiene sobre los hijos de los migrantes es que
el progenitor. A los hijos de los migrantes se terminen sus estudios y puedan tener un mejor
les dificulta poder reconstruir los vínculos con futuro, laboral y económico. Por lo tanto, las
su pariente, pues la migración irregular del nuevas tareas que adquieren son mínimas y,
familiar impide que estos puedan establecer sobre todo, personales, pues así cumplen con
una relación entre ellos. esta expectativa.
Fíjese que el niño no quería hablar con él los Sí, le he dado una responsabilidad al mayor: el
primeros días. El niño me veía que yo hablaba día jueves que no va a la universidad, él cocina.
con el papá y decía: “Ya están hablando con Le he dado la responsabilidad de que sábado
ese viejo loco. ¿Para qué se fue?” (esposa de que esté en casa, él cocine, y la responsabilidad
migrante, 38 años). que ahorita tiene es que tiene que enseñarle a la
hermana a cocinar (esposo de migrante, 59 años).
Hasta hace poco que se han comenzado a hablar.
Entonces, como me dice H: “Tía, a mi mamá yo Los roles se mantienen intactos en los
no la conozco”. Entonces, es bien difícil que haya hogares en los que ha migrado el esposo
y padre. La madre y esposa, al quedarse a al tener bajo su cuidado a los hijos de las
cargo del hogar, no percibe cambios en sus personas migrantes.
responsabilidades, solo un aumento de estas.
Ellas perciben un aumento de “carga” tener Yo siento que eso es una responsabilidad. Como
que cuidar a los hijos “solas”, aun cuando le digo yo, los hijos ajenos es más responsabilidad
expresan que tienen el apoyo de su esposo, que un hijo propio, porque si G [su hija] se cae,
pero se refieren a ello como un apoyo econó- nadie me va andar diciendo: “Mirá, ¿por qué
mico. Desde la perspectiva de ellas, la diná- se cayó?”. Entonces, [hay que] estar pendientes
mica se ve alterada solamente por la ausencia (hermana de migrante, 50 años).
física del pariente, pues los roles de cada
uno se mantienen. Es decir, la pareja tiene Los casos en los que se observa alteración
como acuerdo implícito que si el esposo se en los roles tradicionales son aquellos en los
ha marchado para ayudar económicamente, que el esposo y padre ha quedado a cargo
ella se ha quedado para cuidar a los hijos y del hogar, así como el caso en que un hijo
administrar los bienes recibidos. haya asumido la responsabilidad de cuidar a
hermanos menores, pues la esposa o madre
No es fácil. Porque cuando uno se casa es es la que ha migrado. Ellos expresan que
porque va a estar con su pareja y en cambio han tenido que aprender y hacer lo que las
a mí me ha tocado como una vida de soltera, migrantes hacían antes de partir: cuidar a los
madre soltera. […] Yo le dije que la responsa- hijos y encargarse del hogar. Este compro-
bilidad es grande, son dos, ya están grandes miso no es expresado como una carga, sino
y él me decía: “Usted tiene que cuidarlos y como una oportunidad de aprendizaje y de
ayudarme como usted pueda” (esposa de entablar una mejor relación con los que tienen
migrante, 38 años). bajo su cuidado.
La percepción de aumento de responsa- Las mismas que vivió ella, las mismas que
bilidad también la experimentan las abuelas vive una mujer, las tengo yo. La responsabi-
que se quedan a cargo de sus nietos. Ya que lidad de una mujer en el hogar es saber cómo
ellas tenían la tarea de cuidarlos durante el día manejar los fondos, […] cómo poder adminis-
o vivían en la misma casa antes de la partida, trar el dinero […] y la responsabilidad más difícil
las personas migrantes les confían a sus hijos. es el cuido de los hijos, cómo hacer el control
Por lo tanto, experimentan el mismo aumento de los hijos donde ni los pueda tener muy
de responsabilidad que las esposas, pues son agarrados, pero donde no les pueda dar libertad
las únicas que se encuentran a cargo de los (esposo de migrante, 59 años).
hijos del migrante y deben responder por ellos
“como si fueran de ellas”. 6.3.2. Expectativas del rol de la
persona migrante
Eso es tremendo, porque no es lo mismo criar lo
de uno que criar lo ajeno (madre de migrante, Así como cada miembro de la familia
73 años). en el lugar de origen busca cumplir con las
responsabilidades que le corresponden para
En el caso de tías y cuidadoras particu- el funcionamiento armónico del grupo, de la
lares, los roles no se alteran dentro del hogar, misma manera espera que la persona migrante
pues son los hijos de las personas migrantes esté cumpliendo con su responsabilidad.
quienes, al incorporarse, deben adaptarse a Las personas entrevistadas perciben que los
la dinámica que ya funcionaba en esa familia. migrantes cumplen el compromiso de ayudar
Sin embargo, no deja de aparecer la percep- económicamente y que no han dejado de
ción del aumento o carga de responsabilidad hacerlo. Percibir que la persona migrante no
de disciplina sobre ellos. Esto los limita a los miembros de la familia y forma parte del
conversar sobre ciertas cosas de la cotidia- cuidado de los familiares. El afecto también
neidad y a exigir que respondan a la autoridad busca cumplir con la función protectora, que
del cuidador, lo que altera la relación directa se encarga de satisfacer las necesidades físicas,
de las personas migrantes con los hijos que sociales y psicológicas de los miembros de la
han dejado. familia. Ambas funciones se reparten entre la
persona migrante y el cuidador para cumplir el
En estos momentos, no; no la perciben como propósito del afecto.
autoridad. Realmente la ignoran como auto-
ridad porque no la tienen enfrente: la tienen a 6.5.1. Percepción de expresiones de
través de una pantalla […] A veces la apartan, afecto
la esquivan. Realmente la ignoran. Le digo yo:
“Calmate, no hablés mucho. Así como están Para los familiares en el país de origen, la
ellos, lo menos que quieren es escuchar el función económica juega un papel muy impor-
sermón” (esposo de migrante, 59 años). tante en el afecto. Para ellos, que el migrante
siga ayudando económicamente y que siga
Sucede lo contrario cuando la autoridad enviando objetos o regalos periódicamente
es compartida. En estos casos, los migrantes son factores importantes que interpretan
tienen un ejercicio de autoridad activa, pues como señales de que los vínculos de afecto
ellos también son capaces de dar órdenes no se han roto. De lo contrario, la ausencia de
aun estando lejos. Cuando los migrantes se envíos sería un signo de abandono o despreo-
comunican con el cuidador, toman decisiones cupación por parte del migrante hacia sus
y ejercen disciplina a sus hijos por medio del familiares.
encargado. Por lo tanto, los hijos también
perciben esta autoridad y la respetan. Es decir, Porque no nos ha dejado abandonados, que
los hijos responden a ambas figuras como nunca nos habló o que nunca nos mandó dinero,
autoridad para ciertos permisos, castigos, no. Ha sido responsable en todo. Ha estado
premios, etc. A pesar de esto, los migrantes pendiente de todo, sin necesidad de que uno
siguen exigiendo a los cuidadores que se le diga hace falta esto o aquello, él ya lo tiene
hagan responsables de la autoridad de sus por delante: “Vaya, ahí está el dinero para esto,
hijos, pues son los que están presentes en la puede sacarlo” (esposa de migrante, 38 años).
cotidianeidad.
La comunicación también es parte impor-
Yo nunca le he quitado la autoridad a él ni él tante del afecto, puesto que los familiares
a mí. Cuando yo tomo una decisión en la casa pueden “sentir” las expresiones de cariño del
que no tengo tiempo para decirle, él me respeta migrante por medio de videoconferencias,
la decisión porque ya sabe que son decisiones llamadas telefónicas, mensajes de texto, etc.
sabias (esposa de migrante, 39 años). Estos medios son utilizados por el migrante
para expresar el cariño con palabras o frases
6.5. Vínculos de afecto de afecto, así como para manifestar el deseo
de reunificación familiar, asegurar que la sepa-
Las expresiones de afecto entre los fami- ración es algo momentáneo y que el sacrificio
liares permiten que cada miembro del grupo que ambas partes han hecho es para el bien
se sienta respetado, reconocido y amado, lo común del hogar.
que da seguridad y confianza a cada persona.
Cuando los encargados cuidan a los niños, el Se pone a decirles: “Te quiero, te amo, eres mi
afecto cumple con diferentes funciones dentro vida desde que eras pequeño”. Así los trata y les
del hogar. Una es la función económica, que dice: “Miren, hijos, los quiero mucho; háganle
busca satisfacer las necesidades materiales de caso a su mamá. Estoy luchando por ustedes.
Es por el bien de ustedes, no es porque no los perdido el amor con su mamá; y aunque digo
quiera. Porque los amo ando acá” (esposa de yo que quizá hasta ella también. Porque así solo
migrante, 38 años). hablándose por teléfono siento yo que se pierde
el amor (suegra de migrante, 52 años).
En cuanto a la relación afectiva entre
migrante y cuidador, se intenta mantener el 6.5.3. Relación del afecto dentro
afecto a través de la constante comunicación, del hogar
por medio de imágenes, palabras de aliento,
palabras cariñosas y con una buena relación La función protectora del afecto se hace
entre ambos. Por lo tanto, la comunicación presente dentro del hogar, pues para los cuida-
es un factor muy importante para mantener dores es importante cumplir con el cuidado,
estos vínculos tanto con los hijos como con el protección y satisfacción de necesidades
cuidador. físicas y emocionales de los hijos de migrantes.
Asimismo, los cuidadores, para demostrar su
Porque si usted mira mi teléfono, me pone un cariño, desean mantener una buena relación
montón de corazoncitos y dice que me ama con los hijos de la persona migrante y así
muchísimo y yo también a ella. Porque nosotros ganarse su confianza y mantener estrechos los
tenemos eso, no solo demostrar el amor y el vínculos de afecto en el hogar. Además, los
cariño, sino que también lo decimos, y noso- cuidadores expresan la añoranza del contacto
tros nos lo decimos a cada ratito (hermana de físico, como un beso o un abrazo por parte
migrante, 50 años). del migrante. Esto lo intentan compensar
por medio de la función protectora, ya que
6.5.2. Percepción de los hijos sobre cumplen funciones de cuidado y atención
el afecto hacia los que tienen a su cargo.
La ausencia de comunicación con el Yo sé que no ando tan bien […] porque yo les
migrante es un factor importante que incide doy afecto, pero les hace falta el otro. Yo hago lo
en el comportamiento de los niños hacia los posible por darles afecto a ellos, pero no es igual
que se encuentran fuera del país. Es decir, porque hace falta el papá. Yo hago lo posible
si no existe claridad o una comunicación de por darles amor, yo juego con ellos, bromeo con
calidad, los lazos afectivos se verán compro- ellos, pero yo sé que el vacío del papá nunca se
metidos y pueden romperse. Otro factor que los lleno yo (esposa de migrante, 38 años).
debe tomarse en cuenta es la edad de los
hijos. Si son dejados desde muy pequeños a 6.6. Expectativas de la migración
cargo de los cuidadores, pueden percibir que
ellos son las personas que les brindan bien- 6.6.1. Expectativas a futuro
estar y, por lo tanto, les toman más estima y
dejan de lado al migrante. Cuando estos dos Las expectativas a futuro van de acuerdo
factores se interponen en la dinámica familiar, con las principales razones por las que el
los hijos perciben ausencia de afecto por parte migrante decidió cruzar fronteras. Tanto las
de su padre o madre migrante. Por ello, al expectativas personales de los cuidadores
no haber constante comunicación, no existe como las expectativas de los que están bajo su
intercambio de sentimientos y pensamientos, cuidado van dirigidas a esperanzas de supera-
se pierde la confianza entre ambas partes y se ción personal, económica y profesional.
crea distancia entre ellos.
Que consiga un buen trabajo y que tenga una
Estando tan lejos se llega como quizá a perder bonita vida, de verdad una buena vida. Que
el amor porque, quiérase o no, el niño había consiga una persona y lo haga feliz. Como le
digo yo: “Todos los errores de nuestros papás 6.6.2. Proyecto familiar
nos tienen que servir para bien” (hermana de
migrante, 50 años). El proyecto familiar que se comparte va
dirigido a la reunificación familiar. Esta percep-
Los cuidadores no perciben que sus planes ción de reunificación está ligada, nuevamente,
personales hayan sido afectados a causa de a las razones primordiales por las que la
la migración del pariente, ya que está ligados persona decidió migrar. Los cuidadores tienen
con las razones por las que se decidió migrar. la expectativa de volver a estar juntos, puesto
Lo único que los cuidadores esperan y que que, para ellos, la migración no ha signifi-
siempre desean es brindar lo mejor a los que cado una desintegración familiar. Es decir, no
tienen bajo su cuidado. Las personas entre- significa que no exista cohesión o vínculos,
vistadas expresan que ayudar a la persona sino que la reunificación es vista como algo
migrante ha valido la pena, por lo que no se más físico. Significa estar en un mismo lugar,
arrepienten de la decisión y tienen la espe- juntos, con las metas cumplidas y alcanzadas.
ranza de que tendrán un mejor futuro.
Pero la idea es que los niños vayan a estudiar.
No, a mí no, bien porque ellas están más o Entonces, aun en el Gobierno italiano, si llega
menos con su trabajo. Si yo me hubiera ido, como menor de 18 años, aunque sus padres no
sí, quizás sí, porque la mayoría he visto yo que sean legales, la ley establece que tiene derecho
no hace nada. Las jovencitas se van ya a tener a su educación gratis… La mira nuestra es que
familia, ya no estudian y les mandan el dinero, sea el grupo familiar, entonces el grupo fami-
lo desperdician, ya son otras ideas, ¿verdad? liar somos cinco y no es fácil, porque yo estoy
(hermana de migrante, 70 años). esperando mi pensión. Cuando tenga mi
pensión, me voy… Una de dos: o tú te vienes o
Sucede lo contrario cuando los cuidadores yo me voy (esposo de migrante, 59 años).
asumen nuevos roles de cuidado dentro del
hogar, pues sus planes son afectados al no 7. Discusión
poder seguir ejerciendo el rol que tenían
antes de ser los encargados. Ellos manifiestan 7.1. Impacto de la migración
que han dejado de cumplir metas que tenían
planeadas e incluso han tenido que realizar Con frecuencia, el significado de la palabra
tareas que si el pariente no hubiera migrado, impacto se acompaña de una connotación
no habrían hecho. Sin embargo, expresan negativa. Sin embargo, sus efectos pueden ser
un aspecto positivo: tomar nuevas responsa- tanto positivos como negativos. El impacto en
bilidades ha contribuido a formarles nuevos la migración irregular es la consecuencia que
aprendizajes. viven los familiares no migrantes a partir de la
modificación en su dinámica familiar. Según
En parte sí, porque yo ya no pude hacer muchas este estudio, la vivencia de los familiares
cosas que yo hubiera querido hacer por estar ante la partida del migrante es ambivalente.
con mi hermana cuidándola. Entonces, sí Por un lado, viven un impacto positivo en
afectó bastante eso, algunos planes, porque cuanto a la economía del hogar; por otro, el
yo tampoco tenía pensado trabajar a tan corto impacto emocional que experimentan suele
tiempo. Desde que ella se fue, siempre estuve ser negativo, pues implica la ausencia física de
trabajando bastante y pues nunca me imaginé un cónyuge, hermana, hija, padre o madre.
eso. Yo mi vida me la imaginaba seguir estu- La primera experiencia es acompañada de
diando y trabajar ya hasta que hubiera culmi- alivio y bienestar, mientras que en la segunda
nado mi carrera. Pues en eso sí afectó (hijo de aparecen sentimientos de tristeza y malestar. El
migrante, 19 años). impacto positivo en el grupo familiar coincide
familiares no migrantes no perciben una desin- reunificación es parte del espacio afectivo
tegración de su grupo familiar. Esta concep- construido entre los familiares, pues intercam-
ción es parte del imaginario que con el tiempo biar la esperanza de compartir el espacio físico
han consolidado como familia transnacional. se percibe como muestra de cariño, ya que
Un aspecto que ha aportado en este sentido reafirma el propósito de la decisión inicial de
es la idea de la reunificación familiar, pues la migración. Conservar viva la idea de volver
el proyecto de reencontrarse que comparten a ver a la persona migrante forma parte de
familiares no migrantes y migrantes permite la pérdida ambigua, pues esto aminora los
que se mantengan los vínculos entre las fami- efectos traumáticos de la migración, tal como
lias transnacionales. El plan de reunificación, al Falicov (2001) lo señala. Las pérdidas de la
permanecer en el tiempo, impulsa a las fami- migración no son totalmente claras, completas
lias a continuar con la reorganización acor- e irrevocables: son ambiguas porque amparan
dada posmigración, pues los inspira a llegar a la idea del posible retorno del que se fue.
la meta de convivir juntos en algún momento.
7.6. Modelo explicativo
La reunificación como proyecto familiar es
una idea compartida en el imaginario de cada A partir de lo expuesto en los párrafos
familia. Esto es así, ya que se observa que es anteriores, se presenta en la figura 1 un
un elemento meramente comunicativo, mas esquema que identifica los factores asociados
no real. Tal como se evidencia en este estudio, al impacto en la reconfiguración familiar por
los familiares no migrantes no expresan algún la migración irregular, intentando mantener el
proyecto específico que ayude a que este carácter dinámico de la migración irregular en
se haga realidad; se presenta más que todo sus distintas fases.
como una posibilidad a futuro. Esta idea de
Figura 1.
Esquema que identifica los factores IMPACTO asociados al impacto
EN LA RECONFIGURACIÓN en
FAMILIAR POR LA la reconfiguración
MIGRACIÓN IRREGULAR 27
familiar por la migración irregular
Figura 1. Esquema que identifica los factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar por la migración irregular
Migración
ü Violencia e irregular
inseguridad
Proceso de transnacionalismo
Comunicación de calidad
Cuidados Envío de
Premura Esposos
Hija(o)s Cuidadores Migrantes dinero
social en cuidadores Autónoma Compartida
hijos asumen Atenciones Niños Adolescentes
cuidadores tareas Respon Administra- Provisión Envío de
Cuidadores
típicamente -sabi- ción del económica objetos
femeninas lidad hogar y Palabras Impacto Impacto
acadé- cuidado de de afecto negativo negativo y
Cuidadores Migrantes positivo
mica hijos
Función Función
protectora económica
Nota: las líneas punteadas indican el carácter dinámico de la relación entre campos.
migrante se marchó, pues si estaban en edades cumplir y satisfacer el bienestar de cada uno
tempranas, no logran establecer un vínculo de los miembros del grupo.
que permanezca en el tiempo, por lo que
necesitan de la mediación del cuidador. Referencias bibliográficas
En tercer lugar, se concluye que no hay Baldassar, L. & Merla, L. (2013). Transnational
un cambio significativo de roles; más bien, families, migration and the circulation of
se trata de una adaptación. Las responsabili- care: understanding mobility and absence
dades que los miembros de la familia asumen in family life. Routledge, 29(2).
no son diferentes a las que realizaban antes
de la migración del familiar. Se percibe que Bazán, C. y Rodríguez, D. (2009). Muy cerca
las responsabilidades aumentan por la falta pero a la distancia: transiciones familiares
física de la persona migrante; sin embargo, en una comunidad poblana de migrantes.
siguen siendo las mismas. Se alteran los roles Migraciones Internacionales, 5(1), 35-64.
tradicionales, pues deben llevar a cabo tareas
que, de no ser por la migración, nunca Becerril Rodríguez, E. y Álvarez Trigueros,
habrían asumido. L. (2012). La teoría del apego en las
diferentes etapas de la vida: los vínculos
En cuarto lugar, los relatos indican que afectivos que establece el ser humano para
la reconfiguración de la dinámica de auto- la supervivencia. Tesis de licenciatura.
ridad depende del ejercicio de autoridad que Santander: Universidad de Cantabria.
tenía la persona migrante antes de partir.
Consecuentemente, se observa que las esposas Benítez, J. (2011). La comunicación trans-
de migrantes siguen compartiendo la toma de nacional de las e-familias migrantes. San
decisiones con sus esposos y respondiendo a Salvador: PNUD/UCA.
su autoridad. Esto se debe a que el esposo
sigue siendo el proveedor económico, por lo Brofrenbrenner, U. (1977). Toward an expe-
que mantenerlo en su posición de autoridad rimental ecology of human development.
significa que lo necesitan como la cabeza del American Psychologist, 32, 513-531.
hogar. Por el contrario, a los esposos que se
han quedado a cargo del hogar, no se les difi- Bryceson, D. & Vourela, U. (2002). The trans-
culta relegar a las mujeres de su autoridad en national family. New European frontiers and
cuanto a los hijos. Por último, se logró concluir global networks. Nueva York: Berg.
que las expresiones de afecto, que son trans-
mitidas por medio de cuidadores y migrantes Castles, S. (2010). Migración irregular: causas,
hacia los hijos, son esenciales para mantener tipos y dimensiones regionales. Migración y
los vínculos. Es esencial para los cuidadores Desarrollo 7(15), 49-80.
mostrar afecto a través de los cuidados y
atenciones, pues así perciben que aminoran Cepeda, J., Gutiérrez, M. y Rodríguez, L.
el vacío que dejan los migrantes en los niños. (2007). Características socioeconómicas,
percepciones y dinámicas familiares de un
Finalmente, se concluye que, a pesar de grupo de diez familias monoparentales con
la distancia, todos los factores asociados a la jefatura masculina ubicada en la ciudad
reconfiguración familiar se convierten en una de Bogotá. Tesis de licenciatura. Bogotá:
nueva condición de funcionar como familia. Universidad de la Salle.
Los elementos son interdependientes para su
funcionamiento. Depende del funcionamiento Chacón, F., Gómez, L. y Alas, T. (2013).
adecuado de cada uno de ellos para mantener Configuración de imaginarios sociales sobre
los vínculos familiares y llegar a la meta de la migración irregular en jóvenes poten-
Echegoyén, G. (2013). That’s how Life is over Gallego Henao, A. M. (2012). Recuperación
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Homilía
mártir de la esperanza
Ricardo Ezzati Andrello, SDB*
esta tierra “que lleva el nombre del Divino Salvador”1, y saben también, de
su reiterado deseo de que el martirio de Mons. Romero no deje de dar frutos
abundantes de comunión eclesial, de reconciliación y solidaridad entre los
salvadoreños, a fin de edificar una sociedad justa y noble. Mucho es lo que
Uds. han sufrido; difíciles las circunstancias que tienen que seguir enfrentando.
Es demasiado valiosa la vida de cada salvadoreño como para no superar la
violencia homicida con “la violencia del amor”2. En esta esperanzada lucha
por la vida, el papa está con ustedes, los exhorta a humanizar y a compartir
con equidad el desarrollo de su país y les envía su bendición apostólica.
2. Algo de su historia
Queridos hermanos y amigos, no es el momento para volver a contar la
historia de quien celebramos en esta mañana. Sé que, a lo largo de todo este
año jubilar, se han enriquecido espiritualmente con ella; sin embargo; permí-
tanme destacar solo algunos de sus rasgos, para procurar adentrarnos en su
corazón y en su mensaje.
Algo tímido e introvertido, a los 13 años ingresó al Seminario Menor diri-
gido por los padres claretianos; a los veinte, al Seminario de San José de la
Montaña; de allí, enviado a Roma, fue ordenado sacerdote el 4 de abril de
1942. Poco tiempo después, a causa la Segunda Guerra Mundial, tuvo que
adelantar su regreso a la patria, donde ejerció el ministerio presbiteral en varias
comunidades, entre ellas, párroco en la catedral de San Miguel. Más tarde
es nombrado obispo auxiliar de San Salvador (1970), obispo de Santiago
de María (1974), hasta que el papa Pablo VI lo nombra arzobispo de San
Salvador, un 23 de febrero de 1977: tiempos complejos y desafiantes para
la patria y para la Iglesia.
Así se fue desarrollando la vida apostólica de este joven sacerdote de corte
más bien tradicional. Hombre virtuoso, muy activo en su parroquia, cercano
a la gente, caritativo con los pobres, algo distante de las opciones pastorales
renovadas impulsadas por el postconcilio.
Sin embargo, algo empezó a cambiar en él, especialmente en Santiago de
María, al conocer más de cerca la pobreza extrema de los campesinos. El va-
rón justo se empieza a inquietar por la injusticia y el pastor bueno, que quiere
hacerse todo con todos y para todos, tiene la experiencia de que no basta con
acompañar a los más pobres y dar consejos a los más ricos. Evangelizar, sobre
todo después de la exhortación apostólica del papa.
Pablo VI afirmó: “Evangelii nuntiandi significa llevar la buena nueva a
todos los ambientes, transformar con la fuerza del Evangelio los criterios de jui-
cio, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento,
las fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad, que están en
contraste con la palabra de Dios y con el designio de salvación” (Ib. 18-19). Y
no hay equidistancia entre lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, los pobres
1. Carta a Mons. Escobar Alas, arzobispo de San Salvador, con ocasión de la beati
ficación de Mons. Romero.
2. Óscar A. Romero, 27 de noviembre de 1977: “Jamás hemos predicado violencia.
Solamente la violencia del amor, la que dejó a Cristo clavado en una cruz’’.
y los ricos. Así se comprende la opción preferencial por los pobres y excluidos,
como opción del mismo Dios en la historia de su pueblo.
Su ministerio pastoral continúa y llegan acontecimientos trágicos que re-
mecen sus entrañas. Uno de ellos fue la matanza de un grupo de peregrinos
que regresaban a su pueblo después de visitar un santuario. Poco tiempo
después, fue el asesinato el P. Rutilio Grande, acribillado por “desconocidos”,
junto a dos parroquianos en un camino rural de su parroquia3, empeñado en
la formación de comunidades eclesiales de base y apoyando la organización
campesina. Esto fue demasiado. El fuego de Dios incendió el corazón del
arzobispo. Exigió al presidente de la República una investigación inmediata
y, al domingo siguiente, celebró una sola misa en San Salvador con más de
100 000 participantes. Venciendo su timidez, pasó a ser “voz de los sin voz”,
para clamar “la violencia del amor” que destierra la violencia del odio. No a
la violencia del régimen. No a la violencia guerrillera. Sí a una paz basada en
la justicia y en la verdad, respetuosa de los derechos de los pobres.
Y pasando de la palabra a los hechos, crea la oficina del Socorro Jurídico4,
para ir en ayuda de los derechos humanos de los campesinos más pobres,
iniciativa que tuvo una relación muy cercana con la Vicaría de la Solidaridad,
creada por la Iglesia en Chile, para acoger a las víctimas de la dictadura.
Por otra parte, esta “voz de los sin voz” se escucha por radio en todo el
país, cada domingo, haciendo una lectura evangélica y cristiana de los acon-
tecimientos; una palabra que forma e informa, un mensaje de esperanza y
respeto a la vida, en un lenguaje que entienden los más pobres. La voz del
pastor traspasa las fronteras de San Salvador, remece el corazón de la Iglesia
en América y de otros continentes. Como es propio de una figura controver-
tida, su palabra es rechazada por algunos y aplaudidas por otros. Quienes
se detienen en el pórtico occidental de la abadía de Westminster, importante
templo anglicano, en un lugar destacado de la galería de los diez mártires,
podrán contemplar una estatua de Mons. Óscar Romero, flanqueado por el
pastor Martin Luther King5 y el teólogo luterano Dietrich Bonhoeffer6.
Dios está cerca”, y de ahí también hay una buena noticia que anunciar a los ricos:
que se vuelvan pobres para compartir con Él los bienes del Reino.7
Hoy, basados en la Conferencia de Aparecida, podemos decir que nuestro
mártir experimentó una profunda “conversión pastoral”8. Se trata de una
conversión decididamente misionera que toca directamente la vida pastoral y
sus opciones. Según Aparecida, “la Iglesia no puede prescindir del contexto
histórico en que viven sus miembros”. Por eso debe estar “disponible a aban-
donar las estructuras caducas que ya no favorezcan la transmisión de la fe”,
pasando “de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente
misionera”9. ¿No fue eso lo que vivió Mons. Romero años antes de Aparecida?
Haciendo real esta conversión dio un paso que a todos nos concierne y nos
cuestiona. No será posible escuchar con nitidez la voz de Dios en la historia
si no estamos insertos en el acontecer vital de nuestro pueblo. Así lo expresó
nuestro beato:
Cómo quisiera yo grabar en el corazón de cada uno esta gran idea: el cristianismo
no es un conjunto de verdades que hay que creer, de leyes que hay que cumplir,
de prohibiciones. Así resulta muy repugnante. ¡El cristianismo es una persona que
me amó tanto y que me reclama mi amor! ¡El cristianismo es Cristo!10
La conversión pastoral lleva a desear vivir como Jesús con los más débiles,
los más pobres, los que no cuentan. Y, desde esa experiencia purificadora,
anunciar la buena nueva con la vida, el testimonio y la palabra, asumiendo
la defensa integral de la vida que incluye la justicia social. Recuerdo, a pro-
pósito, el llamado urgente que hizo san Juan Pablo II hace treinta años en su
visita a Chile, en la sede de la CEPAL, para todo el continente americano:
“¡Los pobres no pueden esperar!”, dijo11. En un mundo de tanta riqueza, de
tantas posibilidades, de tantos adelantos tecnológicos, es incomprensible que
los pobres deban seguir esperando. Y más incomprensible aún que esto siga
sucediendo en un continente cristiano.
Quienes como Mons. Romero entran decididamente por el camino
de Jesús, quienes dicen y obran a la manera de Jesús, saben que están ex-
puestos a pasar —a hacer pascua— de manera semejante al maestro. Así le
sucedió. Terminada su breve homilía, en el rito del ofrecimiento de los dones,
antes de entrar en el corazón de la eucaristía, la bala asesina apuntó a su
corazón... El francotirador recibió como Judas unas cuantas monedas. Pocos
días antes, el mismo u otro sicario había perdido la ocasión de dar muerte a
Mons. Romero junto a otro altar de la arquidiócesis12. Esa demora hizo posible
escuchar el testamento espiritual del este gran arzobispo mártir, en su breve
homilía antes de morir: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere...”13. Y
dicho esto, entregó su espíritu.
4. Mártir de la esperanza
Sin embargo, no es solo la bala, la daga o la espada la que produce el mar-
tirio. De hecho, al decir del papa Francisco, el martirio de Mons. Romero conti-
nuó después de su muerte en la incomprensión, la maledicencia, la calumnia.
El martirio es un don de Dios. Es Dios quien regala el martirio como don
supremo del amor hasta el extremo. Es Dios quien por su Espíritu sostiene al
mártir, como lo hizo con su Hijo Jesús, clavado en una cruz.
La figura de Mons. Romero no se explica sin esta “virtud”, es decir, sin la
fortaleza divina que acompaña el martirio. Hay mártires que lo son por causa
de la fe, “en odio a la fe”; otros lo son por causa de la caridad; otros, y espe-
cialmente en nuestro continente americano, lo son por causa de la justicia. Es
legítimo preguntarse: ¿habrá mártires que lo sean por causa de la esperanza?
La esperanza es la más humilde de las virtudes teologales. Pero no puede
haber fe teologal si no se tiene ante los ojos el punto de llegada de la vida
humana y de la creación, es decir: la tierra nueva y los cielos nuevos. Por su
parte, el martirio por causa del amor no existe sin la virtud de la esperanza, ya
que lo propio del amor hasta el extremo es adelantar los tiempos definitivos,
es vivir un instante de cielo en medio de las calamidades más grandes de esta
vida terrena. También tener hambre y sed de justicia es causa de martirio, so-
bre todo cuando se vive con la certeza moral de que luchar por ella es motivo
de rechazo y hasta de muerte por quienes producen la injusticia. Todos los
mártires viven por causa de la esperanza, pensando, porfiadamente, que otro
mundo es posible.
Coherente con estas reflexiones, me atrevo a decir que el beato Mons. Ro-
mero es un mártir de la esperanza. Lo es para los más pobres del continente,
lo es para nuestra querida Iglesia, lo es para los que luchan por la justicia, la
reconciliación y la paz que, con cariño renovado, ya lo llaman “san Romero
de América”.
Termino con las palabras que el papa Francisco dirigiera al querido arzo
bispo de San Salvador con ocasión de la beatificación de nuestro mártir:
Quienes tengan a monseñor Romero como amigo en la fe, quienes lo invoquen
como protector e intercesor, quienes admiren su figura, encuentren en él fuerza y
ánimo para construir el Reino de Dios, para comprometerse por un orden social
más equitativo y digno. Es momento favorable para una verdadera y propia re-
conciliación nacional ante los desafíos que hoy se afrontan. El papa participa de
sus esperanzas, se une a sus oraciones para que florezca la semilla del martirio y se
afiancen por los verdaderos senderos a los hijos e hijas de esa nación, que se precia
de llevar el nombre del Divino Salvador del Mundo.14
Hermanos y hermanas, en esta celebración eucarística cobran todo su
significado las palabras proféticas de Mons. Romero: “El martirio es una gracia
de Dios que no creo merecer. Pero si Dios acepta el sacrificio de mi vida, que
mi sangre sea semilla de libertad y señal de que la esperanza será pronto una
realidad... Si llegaran a matarme, perdono y bendigo a quienes lo hagan”.
14. Papa Francisco, carta a Mons. Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador, con
ocasión de la beatificación de Mons. Romero.
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nima de 5 cuartillas y una máxima de 40. Se lugar de edición, nombre de la editorial,
considerará una cuartilla una página tamaño año, páginas.
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les, o anteriores, y si lo considera pertinente, (k) La entrega del artículo: una copia digital
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Julio-septiembre 2017 - Vol. 72 - Núm. 750
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