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Memoria colectiva: aproximación a un estado de la cuestión en el


sociocognitivismo y el socioconstructivismo

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2 authors:

Juan David Villa Gómez Manuela Avendaño-Ramírez


Universidad Pontificia Bolivariana Universidad Pontificia Bolivariana
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Victimas, violencia y despojo View project

Sentido de las acciones colectivas y públicas, de memoria histórica, de las organizaciones de víctimas en sus procesos de reconstrucción del tejido social y resistencias
estéticas a las lógicas de violencia View project

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Julio-septiembre 2017 - Vol. 72 - Núm. 750
Otras publicaciones

Revista Latinoamericana de Teología (RLT)

Realidad
De venezuela a El Salvador:
Carta a las iglesias
conflicto social y cooperación

Memoria colectiva: aproximación


a un estado de la cuestión

realismo ofensivo, base de la


política exterior de los EE. UU.
hacia latinoamérica

Un modelo psicosocial para la


reconciliación

Más allá de la frontera: factores


asociados al impacto de la
reconfiguración familiar por la
migración irregular

Mons. Óscar Arnulfo romero,


mártir de la esperanza

750
72 años de análisis de la Julio-septiembre 2017
realidad nacional Volumen 72
De Venezuela a El Salvador: conflicto social y cooperación 235

Universidad Centroamericana
“José Simeón Cañas”

Directorio Editorial

Índice
Dirección De Venezuela a El Salvador: conflicto social
Andreu Oliva y cooperación 235
Mauricio Gaborit
Edición Artículos
Ana María Nafría
Memoria colectiva: aproximación a un estado
Francisco Domínguez
de la cuestión en el sociocognitivismo
Consejo editorial y el socioconstructivismo 247
Álvaro Artiga
Jeannette Aguilar Juan David Villa Gómez
Jon Sobrino Manuela Avendaño
Juan Hernández Pico
Lidia Salamanca
Realismo ofensivo, base de la política exterior
Ricardo Roque Baldovinos
Sajid Herrera
de los EE. UU. hacia Latinoamérica 277
Rafael Romero
Corrección de estilo
Ana María Nafría
Francisco Domínguez Un modelo psicosocial para la reconciliación 297
Katherine González
Diseño general
Carolina Córdova Gerardo Alejandro
Héctor Lardé
Diagramación Más allá de la frontera: factores asociados
Xinia Cabrera al impacto de la reconfiguración familiar
Si desea enviar sus artículos o por la migración irregular 333
comentarios, favor dirigirse Yanci Gabriela Cruz Aguilar
al editor a Olga Natalia González Vásquez
revistaeca@uca.edu.sv
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Dirección postal
Revista ECA Mons. Óscar Arnulfo Romero, mártir de la
Apartado postal 01-575
San Salvador, El Salvador, esperanza 363
Centroamérica Ricardo Ezzati Andrello, SDB
ECA es una revista de exten-
sión cultural de la Universidad
Centroamericana José Simeón
Cañas. La opinión expresada
en los artículos y comentarios es
responsabilidad de cada autor o
autora. Se prohíbe la reproduc-
ción parcial o total del conteni-
do, por cualquier medio, sin la
autorización escrita del editor.
ISSN 0014-1445
ECA 750, vol. 72
Julio-septiembre, 2017
www.uca.edu.sv

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


De Venezuela a El Salvador: conflicto social y cooperación 237

De Venezuela a El Salvador:

Editorial
conflicto social y cooperación

El conflicto entre el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela


y la oposición escaló a un punto álgido cuando el primero convocó a unas
elecciones de Asamblea Nacional Constituyente, semanas después de que
la segunda había convocado a una consulta popular para presionar por una
salida adelantada del presidente Maduro. Algunas de las principales calles
de Caracas fueron el escenario de enfrentamientos entre la oposición de la
derecha venezolana y fuerzas del orden público del Gobierno. En el saldo
de dichos enfrentamientos se pueden contar civiles arrestados, golpeados e
incluso muertos.

Con la elección de la nueva Asamblea Nacional Constituyente, el ré-


gimen venezolano desconocía la legitimidad del Parlamento (la Asamblea
Nacional) con mayoría de derecha. Al mismo tiempo, algunas decisiones del
Tribunal Supremo de Justicia fueron interpretadas por la fiscal general como
un intento de frenar la pérdida de control sobre otras instituciones políticas,
como la Asamblea Nacional y el mismo ministerio público, lo cual suponía un
revés para los grupos gobernantes. Por varios días sectores empresariales de la
derecha, aquellos que se han visto perjudicados en sus intereses más materia-
les, mantuvieron un paro como medida de presión para detener la recomposi-
ción del régimen y la superación de la que ha sido la mayor crisis política que
ha enfrentado el presidente Maduro y la coalición gobernante.

En el conflicto que desde ya hace años viven los venezolanos, la presión


de otros países no ha sido algo ajeno. El principal opositor al régimen de
Venezuela ha sido el Gobierno de los Estados Unidos de América, al cual
se han unido algunos Gobiernos de países de la Unión Europea, especial-
mente el Gobierno español del Partido Popular. Pero otras fuerzas y sectores
sociales apoyan al Gobierno venezolano, tanto en Estados Unidos como en
la Unión Europea. A la vez que otros Estados, como el Vaticano, promueven
una salida pacífica al conflicto en Venezuela.

Los Gobiernos de los países de América Latina y el Caribe también


se han visto involucrados, unos más que otros, en la crisis y el conflicto
vene­zolano. Hay quienes apoyan la posición del Gobierno estadounidense
contra el Gobierno venezolano y hay quienes apoyan a este último. Esta
división se ha puesto en evidencia en distintos foros internacionales donde
la crisis venezolana ha sido asunto de agenda. Tal es el caso de reuniones

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


238 De Venezuela a El Salvador: conflicto social y cooperación

de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados


Americanos (OEA), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe-
ños (CELAC) y la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).

El Salvador se ha visto implicado en aquella crisis y conflicto interno des-


de una doble perspectiva. Por un lado, el Gobierno salvadoreño ha asumido
una posición a favor y en defensa del Gobierno venezolano, la cual ha sido
criticada desde sectores empresariales y políticos de la derecha salvadoreña.
Por otro lado, esta derecha ha convertido la situación conflictiva interna de
Venezuela en un tema recurrente en las campañas electorales salvadoreñas.
Llevada por sus deseos de retornar al control del Ejecutivo en El Salvador,
la derecha salvadoreña desea fervientemente que en Venezuela el Gobierno
del presidente Maduro colapse, para utilizarlo como efecto demostración del
avance (retorno) de la derecha a los Gobiernos latinoamericanos. Quizá cree
en una especie de determinismo histórico ante el que nada puede hacerse.

Una mirada tridimensional al conflicto y la cooperación

El conflicto y la crisis en Venezuela revelan tres asuntos de interés que


conviene tratarlos como dimensiones del conflicto y de la cooperación, para
pensar e imaginar posibles soluciones sostenibles en el tiempo o para evitar
que conflictos internos se escalen en otros casos diferentes al venezolano,
como el salvadoreño, por ejemplo, por los costos sociales que ello implica.

El conflicto, y su superación mediante la cooperación, tiene tres dimen-


siones. En primer lugar, hay una cuestión sustantiva. Aquella que está en la
base del conflicto y que define, en última instancia, las posiciones más duras
entre los oponentes o bandos en conflicto. Se trata del reparto del control
sobre las fuentes de riqueza (la tierra, el subsuelo, la población y el agua)
y los medios de producción. En segundo lugar, hay una cuestión institucio-
nal que ofrece incentivos para que los actores se comporten de una cierta
forma en lugar de otra, o que establece límites a lo que los actores pueden
hacer. Hay diseños institucionales que favorecen la cooperación y hay otros
que ofrecen incentivos para no cooperar, para sacar ventajas del conflicto. Y,
finalmente, hay una cuestión estratégica que define el comportamiento de los
actores involucrados. Estos pueden ser políticos, militares y empresarios, de
actividades lícitas o ilícitas. Cabe aquí mencionar especialmente su disposición
a cooperar o a no cooperar, según sean los beneficios o pérdidas que los ac-
tores consideran que obtendrían con un determinado comportamiento u otro.

Lo más difícil en la solución de los conflictos sociales es modificar el statu


quo del reparto de la riqueza producida socialmente o de sus fuentes. Pero
por difícil que ello sea, no debe rehuirse su tratamiento porque allí reside
la posibilidad de la sostenibilidad en el tiempo de cualquier acuerdo que
intente poner fin al conflicto. Por esta razón, el tratamiento de las tres dimen-
siones del conflicto y de la cooperación se hará aquí en sentido inverso al
presentado en el párrafo anterior. Esta parece ser la manera lógica adecuada
de abordarlo, pero también resulta ser la manera históricamente realizable.

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


De Venezuela a El Salvador: conflicto social y cooperación 239

La dimensión estratégica

Lo prolongado del conflicto entre Gobierno y oposición en Venezuela ha


tenido como resultado indudable el deterioro de las condiciones de vida de
la mayoría de los venezolanos. Entre otros indicadores lo muestra la alta tasa
de homicidios registrada en los últimos años, haciendo de aquella nación
una de las más peligrosas e inseguras de América Latina, disputándose los
primeros puestos con las naciones del Triángulo Norte de Centroamérica.
Según registros de la organización Insight Crime, la tasa de homicidios en
Venezuela durante 2016 fue de 58 por cada 100 000 habitantes. Para el
mismo año, en Honduras se registró una tasa de 59.1 por cada 100 000
habitantes y encabezando la lista se ubicó El Salvador, con una tasa de 91.2
homicidios por cada 100 000 habitantes.

Por otro lado, según datos del Sociómetro del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), la pobreza en Venezuela alcanzó en 2015 un 33.1 % de la
población. Este es un dato que resulta paradójico si se consideran los bienes
y servicios que la naturaleza ha proporcionado a Venezuela, comenzando
por los yacimientos petroleros. Un país rico en petróleo tiene posibilidades
de lograr una mejor distribución de la renta producida por la explotación de
esa fuente de energía. Además, independientemente de quiénes tengan la
responsabilidad, que seguramente no la tiene solo el Gobierno, no pueden
pasarse por alto los problemas de abastecimiento que padecen los venezola-
nos, además de un creciente proceso inflacionario.

Otros datos se podrían mencionar, pero los citados bastan para evocar la
paradoja de un país con grandes potencialidades de desarrollo y una socie-
dad que ve empeorar sus condiciones materiales y espirituales de su repro-
ducción. No es el momento aquí de identificar las principales causas de estos
problemas en Venezuela. Pero no hay duda de que el conflicto no abona a
superar esas causas ni a mejorar la situación vital en aquel país. ¿Por qué
entonces se mantiene ese conflicto que ya se cobró decenas de vidas y pro-
voca que centenares de venezolanos opten por irse de su patria?

Una probable explicación a tal cuestión está en los cálculos de ganancias


y pérdidas que hacen los principales actores, tanto en el Gobierno como en
la oposición en Venezuela. Al respecto, es importante considerar que estos
actores no son monolíticos ni homogéneos en su interior. En todo conflicto
siempre es posible identificar sectores “duros” y “blandos” en cada blo-
que (Gobierno u oposición). No todos tienen las mismas ganancias ni las
mismas pérdidas. Esta diferente distribución puede resultar clave para la
búsqueda de una solución y abrir el camino a la cooperación. Si los secto-
res “blandos” llegan a predominar en cada bloque, muy probablemente se
abra camino la cooperación y, por lo tanto, la solución del conflicto y la
superación de la crisis.

Mientras los sectores “duros” en cada bando en conflicto consideren que


obtienen mayores beneficios adoptando una estrategia de no cooperar, es
decir, de mantener el conflicto, la mayoría venezolana (y la mayoría en

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


240 De Venezuela a El Salvador: conflicto social y cooperación

cualquier sociedad) pagará los costos. Si, además, dichos sectores perciben
que el contrario está a punto de ser neutralizado, derrotado o eliminado,
no parecerá haber incentivos para adoptar otra estrategia. Pero las consi-
deraciones y percepciones mencionadas podrían no corresponderse con la
realidad objetiva en el mediano y el largo plazo. Las ganancias se pueden
tornar en pérdidas y el contrario no logra ser neutralizado, derrotado o
eliminado. No obstante, los actores en conflicto pueden seguir creyendo que
tarde o temprano serán los ganadores y, por tanto, que el conflicto se resol-
verá a su favor. ¿Cómo salir de este embrollo? Venezuela lleva más de una
década en conflicto entre el Gobierno y la oposición. El resultado global es
negativo, aunque algunos sectores (políticos, militares y empresariales), en
ambos bandos, hayan podido obtener beneficios y, por eso, rechazan una
solución que incluya a su contrario en condiciones de igualdad.

Para que la cooperación se abra espacio, los actores deben caer en la


cuenta de que, dado que no pueden neutralizar, derrotar o eliminar al con-
trario, los beneficios y ganancias del cambio de estrategia, es decir, pasar
a cooperar, serán mayores que los beneficios y las ganancias que obtienen
prolongando el conflicto. Si los actores del conflicto asumen que el “juego
político” va a continuar indefinidamente (por ejemplo, en el terreno electo-
ral), con momentos favorables a unos y a otros a lo largo del tiempo, la ven-
taja de cooperar (especialmente para los sectores “blandos”) puede ir ganan-
do espacio y presionar para un cambio de estrategia. En este movimiento,
la mayoría de la sociedad también gana y pueden ir surgiendo condiciones
favorables para una solución sostenible del conflicto.

Como se trata de un conflicto en el que intervienen actores foráneos,


estos también deben caer en la cuenta de que los beneficios y las ganancias
que obtienen serán mayores en el mediano y el largo plazo con un cambio
de estrategia de los principales actores internos en Venezuela. La política se
mueve por intereses y la política internacional no es la excepción. Por su-
puesto que una dosis de buena voluntad también puede ayudar.

La dimensión institucional

En la medida en que los conflictos sociales tienen una expresión políti-


ca, el diseño institucional puede jugar un papel clave en su agudización o
en su canalización pacífica. El diseño institucional es el conjunto de reglas
formales que regulan el proceso de toma de decisiones políticas. Estas de-
cisiones van desde el acceso a puestos de autoridad, el ejercicio público de
esta y la distribución de beneficios y pérdidas entre los diversos actores y
sectores sociales.

La solución política de los conflictos sociales implica la adopción de me-


didas tanto procedimentales como sustantivas. En este apartado interesan
las procedimentales, entre las cuales se encuentran primordialmente aquellas
referidas al proceso mismo de toma de decisiones, a quiénes pueden parti-
cipar en este y a la forma de controlar el ejercicio de la autoridad pública,
tanto para tomar decisiones como para llevarlas a la práctica.

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


De Venezuela a El Salvador: conflicto social y cooperación 241

Una manera de entender la democracia es precisamente como un con-


junto de reglas para acceder a los puestos de autoridad pública, para su
ejercicio y, por supuesto, para el control de dicho ejercicio de la autoridad.
Desde este punto de vista, la democracia es un régimen político. Pero es,
a la vez, un conjunto de organizaciones cuyo comportamiento está regula-
do, está plasmado, en constituciones, códigos, leyes, reglamentos, etc. En la
medida en que los miembros de dichas organizaciones se someten a tales
reglas de operación, se dice que esas organizaciones se han instituciona­
lizado. La democracia resulta, entonces, un conjunto de instituciones que
son objeto de diseño y en el que se plasman ciertos principios.

Entre los principios democráticos están la participación, la representación


y el control político. Una salida democrática a los conflictos implica la par-
ticipación de los involucrados, ya sea directamente o a través de represen-
tantes. Oponer participación a representación no es correcto, pues se trata
de principios complementarios. Las democracias modernas tienen dosis de
ambos, aunque el funcionamiento normal de las instituciones de gobierno
sigue más el principio representativo y por eso ha de ser complementado
con el control político sobre los representantes. Allí donde los gobernantes
y funcionarios burlan los controles institucionales del ejercicio de su autori-
dad, el diseño institucional democrático deja de operar como tal. Si este es
el caso, lo democrático es nada más “una cáscara”, un aspecto formal sin
consecuencias sobre el comportamiento de los actores.

En tanto conjunto de organizaciones que posibilitan el ejercicio del


gobierno, esas organizaciones constituyen las instituciones de gobierno. En
el ámbito nacional, las democracias modernas operan bajo el principio re-
presentativo. Por eso se dice que las democracias modernas son primor-
dialmente democracias representativas. Los gobernantes democráticos son
representantes. Toman decisiones y las ejecutan en representación de los
gobernados. Pero también lo hacen en representación de determinados
intereses. No necesariamente en representación de los intereses de los todos
los gobernados.

El principio representativo puede ser entendido en términos funcionales


o territoriales. El primero se refiere a la representación de actores y sectores
sociales, mientras que el segundo, como lo dice el término, a la representa-
ción de los distintos territorios (estados, provincias, departamentos, etc.) en
el Gobierno nacional. La representación de los actores y sectores sociales se
concreta en instituciones de gobierno tanto del ámbito ejecutivo como del le-
gislativo. El diseño institucional que define las relaciones entre estos da lugar
a formas o sistemas de gobierno diferentes: presidencialismo y parlamenta-
rismo. En el primero, las tensiones entre el Ejecutivo y el Legislativo pueden
ser más difíciles de resolver porque ambos tienen la legitimidad que les viene
del voto popular y, por tanto, ambos pueden apelar a ser los representantes
del pueblo. Las tensiones se pueden complicar más cuando quienes con-
trolan el Ejecutivo y el Legislativo tienen distinto signo (partidario o no), o
cuando el presidente no cuenta con suficientes apoyos legislativos para llevar

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


242 De Venezuela a El Salvador: conflicto social y cooperación

adelante su programa de gobierno. Este es un escenario muy probable en


situaciones de multipartidismo.

Las tensiones pueden llevar a la parálisis institucional si los actores de-


ciden no cooperar y también pueden llevar el conflicto a la calle cuando
apelan a sus seguidores. Desde este punto de vista, el control del Legislativo
(el Parlamento) resultará clave para controlar otras instituciones de gobierno
que pueden llegar a intervenir en la solución de una controversia entre el
Ejecutivo y el Legislativo. Mientras ninguno de los actores obtenga el mo-
nopolio del control de estas instituciones, la cooperación tendrá que ser la
estrategia que los actores deban adoptar para obtener mejores beneficios.
En caso contrario, el monopolio o la concentración del control de las institu-
ciones empujará a quien lo detente hacia una estrategia de no cooperación.
De similar manera, la dispersión del poder a través de los territorios, como
ocurre en los Estados federados, obedece a una lógica que dificulta la con-
centración del control de las instituciones por algunos actores.

Por tanto, para la solución de los conflictos resulta importante que el diseño
institucional desincentive los comportamientos conflictivos de los actores y más
bien “empuje” hacia estrategias cooperativas en lugar de no cooperativas o
de conflicto, que privilegie la búsqueda del consenso antes que la opción por
el disenso. Si al momento de tomar decisiones se busca que esté representada
en esa decisión una mayoría, se pueden distinguir diseños que se orientan a,
o promueven más que otros, la búsqueda del consenso según sea la mayoría
requerida. Así se dice que los diseños basados en una regla de decisión de
mínimas mayorías (la simple mayoría) promueven en menor medida la coo-
peración entre la mayor cantidad de actores posible. La mínima mayoría basta
en estos casos para legitimar las decisiones adoptadas. Pero este tal vez no sea
el mejor escenario para evitar los conflictos. Para ello, más bien se tendría que
adoptar una regla de decisión de “amplias mayorías”, es decir, que la decisión
fuese compartida por la máxima representación posible.

En el ámbito nacional de las democracias modernas, la institución por ex-


celencia de la representación tanto funcional como territorial es el Parlamen-
to (unicameral o bicameral, respectivamente). Si se quieren promover estra-
tegias cooperativas, el diseño institucional tiene que repartir la capacidad de
tomar decisiones entre diversos actores. Una república federal distribuye más
dicha capacidad tanto entre actores como entre territorios. Venezuela tiene
tal diseño. Algo que puede resultar paradójico, pues antes del periodo “cha-
vista” tenía un diseño institucional más centralizado. Si unos pocos actores
(o incluso uno solo) concentran esa capacidad, no tendrá incentivos para
buscar la cooperación. Lo contrario no es automático, pues puede facilitar
situaciones de parálisis institucional cuando diversos actores se ven enfrenta-
dos con estrategias no cooperativas. Aquí está el problema del diseño insti-
tucional venezolano y de otros casos. Los actores tratan de controlar las ins-
tituciones no para controlar el ejercicio de la autoridad, sino para neutralizar,
derrotar o eliminar al opositor. Así es como se entiende mejor la instalación
de una Asamblea Nacional Constituyente afín al Gobierno de Maduro cuan-
do la derecha venezolana controlaba la Asamblea Nacional. Así es como se

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


De Venezuela a El Salvador: conflicto social y cooperación 243

entiende mejor la destitución de la fiscal general y así es como se entiende


mejor por qué, pese a esas acciones antidemocráticas, la derecha y los secto-
res empresariales a ella vinculados han decidido participar en las elecciones
de gobernadores de los estados.

El conflicto venezolano se está tratando de canalizar institucionalmente,


pero no mediante estrategias cooperativas. Se busca el control de las
instituciones de gobierno para acabar con el opositor. Lo buscan tanto los
sectores “chavistas” como los “derechistas” de la oposición. Pero como el
diseño institucional penaliza estos comportamientos mientras los actores
insisten en sus estrategias no cooperativas, es la sociedad venezolana en
general la que sale perdiendo. Un intento de redefinir el diseño institucional
para favorecer a uno de los bandos en conflicto responde justamente al
intento de redistribuir los beneficios y pérdidas que el régimen otorga según
sea la estrategia adoptada. El Gobierno venezolano parece haber optado por
cambiar las “reglas del juego” para poder neutralizar, derrotar o eliminar al
bloque opositor. Este trata de utilizar el régimen todavía vigente para hacer
fracasar las aspiraciones gubernamentales. Así las cosas, ninguno de los dos
bloques se atiene a los incentivos hacia el consenso que brinda el diseño
institucional. Como ya se dijo antes, el resultado es el empeoramiento de
las condiciones de vida de los venezolanos. Mientras ambos bloques (o los
sectores “duros” en ambos bloques) insistan en estrategias no cooperativas,
Venezuela seguirá hundiéndose. Algo similar se puede decir de otros países
donde existen conflictos sociales relevantes. El Salvador es uno de estos
casos. Mientras sus élites políticas mantengan su estrategia de no cooperar,
toda la sociedad salvadoreña se hunde cada vez más en la violencia.

La dimensión sustantiva

Las instituciones están allí para canalizar pacíficamente los conflictos y


tratar de encontrarles una salida o solución. Pero aunque los conflictos se
puedan expresar institucionalmente, eso no quiere decir necesariamente que
estos sean institucionales, o que tengan como objeto a las mismas insti-
tuciones, es decir, que los conflictos sean sobre instituciones. Por supues-
to que el diseño institucional es una cuestión convencional y, por tanto,
es objeto de acuerdos políticos. Esto quiere decir que puede haber discre-
pancias entre los actores sobre cuál diseño le viene mejor a sus intereses.
Cuando hay intereses encontrados, cuando los intereses que promueven y
defienden los actores chocan o se oponen, entonces aparece la controversia
sobre el diseño institucional. Sin embargo, debe quedar claro que esta con-
troversia no es una cuestión puramente técnica, de diseño sin más. El con-
flicto es de intereses y hay diseños institucionales que le vienen mejor a unos
intereses que a otros.

Las reformas institucionales son un ejemplo de reformas donde está en


juego la afectación de determinados intereses. Si la pretendida reforma es
relevante, es decir, si se va a beneficiar unos intereses y no otros (que más
bien pueden ser afectados negativamente), entonces aparece el conflicto de
intereses como si fuera un conflicto de diseño institucional. Las reformas

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


244 De Venezuela a El Salvador: conflicto social y cooperación

constitucionales son ejemplo de este tipo de reformas a las que subyace un


conflicto de intereses. Cuando se dan, las reformas constitucionales expresan
una especie de punto de equilibrio en el que sus promotores aseguran haber
logrado beneficiar sus intereses. Para proteger este beneficio, es usual que
los procedimientos de reforma constitucional se establezcan de tal manera
que no sea fácil llevarla a cabo. Pero hay ocasiones en que aquel equilibrio
se rompe y uno o varios actores quieren lograr nuevos o mayores beneficios,
y promueven una nueva reforma constitucional. Si el equilibrio se ha roto de
tal manera que los beneficios adquiridos se ven en peligro, quizá entonces
se promueva no una reforma constitucional, sino la elaboración de una
nueva constitución.

Las reformas legales, cuando son relevantes, también tienen un sentido


de protección o defensa de intereses. Se utilizan los procedimientos legisla-
tivos para que esa protección o defensa se lleve a cabo de manera pacífica.
Si fallan los recursos legislativos, probablemente se tendrá que recurrir al uso
legítimo de la fuerza. Entonces se pone en evidencia que el conflicto en la
arena legislativa no es una cuestión meramente técnica, de opciones teóricas
o sobre distintos arreglos institucionales. Tanto en las reformas legales como
en las constitucionales, hay una base sustantiva y por eso se puede afirmar
categóricamente que hay una dimensión sustantiva que debe ser conside-
rada en el análisis de los conflictos y en la búsqueda de su superación. Las
reformas legales de gran calado afectan intereses de sectores poderosos.
Si estos están organizados, darán una respuesta organizada. Esta respuesta
puede ser pacífica, pero también puede ser violenta.

Las instituciones ofrecen incentivos para que los actores adopten estrate-
gias cooperativas. Pero si los actores perciben que sus intereses “sustantivos”
están amenazados, muy probablemente intentarán “saltarse” las institucio-
nes. Las instituciones importan, pero lo sustantivo termina importando más.
Esta es la razón por la cual no pocos actores intentan controlar el funcio-
namiento de las instituciones más que someterse al control que estas po-
drían ejercer sobre los actores. Los conflictos entre instituciones suelen ser,
por tanto, expresión de conflictos en lo sustantivo. Los actores utilizan las
instituciones como recursos institucionales para promover o defender sus
intereses sustantivos.

Para lograr la cooperación entre los actores, por tanto, no bastará recurrir
a las instituciones, sino que también será necesario que los actores perciban
que no cooperando sus beneficios, privilegios, ganancias, etc. quedan en
peor situación que si se deciden a cooperar. El diálogo, la mediación y la ge-
neración de confianza entre los bandos en conflicto serán instrumentos que
apoyen el cambio de estrategia. Como además de lo institucional está invo-
lucrado un aspecto actitudinal, la adopción de la cooperación como estrate-
gia tomará su tiempo. Pero no hay que olvidar que el diálogo, la mediación
y la confianza estarán orientados hacia lo sustantivo, si se ha de buscar una
salida al conflicto que tenga perspectivas de sostenibilidad. Sin que los ac-
tores obtengan garantías en lo sustantivo, las soluciones propuestas o serán
inestables o no serán verdaderamente soluciones.

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


De Venezuela a El Salvador: conflicto social y cooperación 245

Unas breves pero generales lecciones clave para El Salvador

La crisis política venezolana ha servido para exponer acá unas reflexio-


nes que también pueden servir para comprender por dónde habría que
caminar en El Salvador para superar los conflictos políticos, económicos y
sociales que mantienen en vilo a la población salvadoreña. Lo que ocurre
en Venezuela no debiera servir, o ser utilizado por alguno de los actores po-
líticos o empresariales relevantes, tanto en la derecha como en la izquierda,
para dividir más a la sociedad salvadoreña. Lo que ocurre en Venezuela es
lamentable y ojalá los venezolanos, en un ejercicio legítimo de su soberanía,
resuelvan pacíficamente lo sustantivo del conflicto y de la crisis que pade-
cen. Lo que ocurre en Venezuela debiera servirnos a los salvadoreños, más
bien, para extraer lecciones para superar nuestros propios problemas. En la
conflictividad que padece la nación salvadoreña se pueden identificar las di-
mensiones estratégica, institucional y sustantiva. Un análisis en profundidad
encontrará estas dimensiones en los conflictos alrededor del sistema de pen-
siones, de las finanzas públicas, del crecimiento económico y los salarios, de
la seguridad, etc.

En lo estratégico, los actores relevantes que se ven enfrentados en lo


político, lo económico y lo social tendrán que cambiar su estrategia de no
cooperación cuando perciban que cooperando podrían estar mejor. Si los
partidos políticos, el Gobierno, los empresarios, los trabajadores y, por qué
no, las pandillas perciben que manteniendo el statu quo sus beneficios, ga-
nancias e intereses están mejor tal como están, difícilmente el país cambiará
el rumbo en el que estos actores han estado empeñados desde hace años.
Esto quiere decir también que si no se cambia el rumbo en diversos asuntos
de interés nacional probablemente es porque hay actores poderosos que se
benefician del estado actual de esos asuntos. En este caso, habría que sos-
pechar que los actores gananciosos o beneficiados por el statu quo podrían
estar enquistados, o por lo menos haber penetrado ya, en la esfera guberna-
mental, pero también en la empresarial e incluso en la militar.

Un diseño institucional que ofrece incentivos para la cooperación entre


los distintos actores está allí disponible para los salvadoreños. Sin embargo,
pareciera que los actores relevantes tienden a privilegiar más la estrategia de
no cooperación porque perciben que sus beneficios y ganancias son mayo-
res así, aunque sea solo en el corto plazo. La Constitución y demás marco
normativo no parece ser problema en sí, pero los actores prefieren o contro-
lar las instituciones o burlarlas para promover y defender sus intereses. Pero
al proceder así, en el mediano y el largo plazo, no solo ellos pueden salir
perdiendo, sino toda la sociedad en general.

Si los actores políticos, económicos y sociales relevantes en El Salvador


no moldean su comportamiento según los canales institucionales, es porque
no perciben que sus intereses sustantivos estén protegidos institucionalmen-
te. Probablemente los actores perciben que el control que tienen sobre dis-
tintas fuentes de riqueza está amenazado. Quizá también unos actores perci-
ben que los beneficios y las ganancias adquiridas tampoco están protegidas

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


246 De Venezuela a El Salvador: conflicto social y cooperación

frente a los otros actores, e incluso los actores pueden percibir que ellos
mismos no tienen garantías para llevar una vida como la que hasta ahora
han vivido. Mientras no se consideren estos aspectos sustantivos, los actores
no cambiarán su estrategia no cooperativa ni habrá salida institucional al
conflicto y la crisis social que vive el país.

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Memoria colectiva: aproximación a un estado de la cuestión en el sociocognitivismo 247

Memoria colectiva: Resumen


aproximación a un estado El presente artículo de revisión investigativa
de la cuestión en el y teórica plantea un marco de comprensión
de la memoria colectiva y las principales
sociocognitivismo y el líneas de investigación que en psicología
socioconstruccionismo social se han desarrollado sobre el tema, más
desde perspectivas básicas que aplicadas.
Es decir, dan cuenta de la manera como se
Juan David Villa Gómez* configuran, elaboran y construyen procesos
Manuela Avendaño** de memoria colectiva. Se revisaron bases de
datos diversas: Scopus, Isi, Taylor & Francis,
Dialnet, Redalyc, Sage, entre otras, y se
seleccionó el material que daba cuenta de la
forma en que se producen estas memorias
en los procesos subjetivos de orden social.
En primer lugar, se recogieron las líneas de la
psicología social cognitiva o sociocongitivsmo,
que definen la memoria como proceso
mental que es incidido por factores sociales.
En segundo lugar, las líneas desarrolladas
en el socioconstruccionismo y la psicología
social discursiva, que ubican la memoria
como acción social y proceso discursivo, para
finalizar con la mirada crítica latinoamericana
que posibilita mirar el recuerdo colectivo,
tanto en su versión cognitiva como discursiva,
como proceso que posibilita develar la historia
oficial y memorias hegemónicas que legitiman
procesos de dominación, exclusión y violencia.

Palabras clave:
memoria colectiva, memoria histórica,
psicología social, sociocognitivismo,
socioconstruccionismo.

* Juan David Villa Gómez es docente asociado en la Universidad Pontificia Bolivariana.


** Manuela Avendaño es asistente de investigación en el Semillero de Investigación Interacciones de la Univer-
sidad Pontificia Bolivariana.

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248 Memoria colectiva: aproximación a un estado de la cuestión en el sociocognitivismo

Introducción segunda considera a la memoria como una


acción social que se desarrolla en el marco del

Abordar como problema de estudio, en lenguaje y la interacción simbólica y comuni-
la actualidad, la memoria colectiva es una cativa; por lo que se considera más allá de la
actividad ardua y compleja, puesto que es un función mental, y se constituye como narrativa
tema vasto y amplio que implica a múltiples que circula en lo interpersonal, lo grupal, lo
investigadores y múltiples investigaciones social, lo cultural y lo histórico (Vásquez, 2001).
que abordan este campo desde las diversas
ramas de las ciencias sociales (Vásquez, Así pues, iremos tejiendo la posibilidad
2001; Roudometof, 2002; Aróstegui, 2004; epistemológica de estudiar la memoria como
Olick, 2007; Wertsch & Roediger, 2008). En construcción colectiva, lo que implica la
el presente texto, intentamos evidenciar un construcción de un marco ontológico y epis-
panorama de la investigación sobre memoria temológico que se desarrolla de forma más
colectiva, memoria histórica, partiendo de la profunda en las psicologías críticas, desde las
psicología cognitiva y el sociocognitivismo visiones liberadoras y emancipatorias hasta el
hasta miradas socioconstruccionistas, críticas socioconstruccionismo. Estas posturas rescatan
y liberadoras. En el proceso, más que realizar la versión de Halbwachs (2002), donde la
un metaanálisis, como inventario de investiga- memoria colectiva implica que los recuerdos
ciones sobre el tema, hemos intentado desa- compartidos en las conversaciones cotidianas
rrollar una mirada panorámica que permite de los grupos primarios comienzan a circular
otear los principales problemas, preguntas, por toda la sociedad, y está anclada a relatos
discusiones y líneas de investigación. sociales que se instauran en espacios colec-
tivos más amplios, que posibilitan explica-
La visión de la psicología cognitiva define ciones sobre los hechos y acontecimientos
la memoria de manera individual, pero la de los sujetos; interpretaciones en torno a la
evolución en la disciplina ha permitido poner vida y las experiencias que tiene un colectivo
en discusión esta perspectiva, para construir (Halbwachs, 2002).
una mirada desde perspectivas más psicoso-
ciales, discursivas, críticas y emancipatorias. Psicología cognitiva: el olvido de un
Esto permite superar la dicotomía entre problema y un marco comprensivo
psicología y ciencias sociales, entre individuo y
sociedad, que está al fondo de las discusiones En psicología, Bartlett (1995) en el año
sobre el concepto de memoria. Así pues, Villa 1932 fue uno de los primeros autores que
(2014) plantea lo siguiente: abordó la diferenciación entre la memoria
como facultad mental e individual y el proceso
… como problema teórico, la memoria colec- del recordar como colectivo. En este sentido,
tiva puede ser abordado desde dos horizontes Bartlett es quien postula el proceso del
ontológicos, que a su vez definen marcos epis- recuerdo como un proceso (re)constructivo
temológicos de estudio diferentes. Una primera que utiliza estrategias tales como inclinación
posición (…) considera la memoria como una hacia lo concreto, cambios de nombres y de
facultad individual, un proceso mental, que no fechas y títulos, pérdida de características
puede ser abordado como dimensión social, individuales, abreviaciones, racionalización,
y si se aborda en esta perspectiva, se estaría representaciones convencionales aceptadas,
hablando más en un sentido metafórico del simplificación, etc.
funcionamiento social. Es decir, la memoria
colectiva y la memoria histórica serían metáforas Desde este punto de vista, plantea una
de la memoria, puesto que no existe una mente naturaleza social del recuerdo, que implica
colectiva en la que podrían desarrollarse estos la influencia de los factores contextuales de
procesos de memoria (Ruiz Vargas, 2008). La la propia historia vital y de lo sociocultural

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Memoria colectiva: aproximación a un estado de la cuestión en el sociocognitivismo 249

en la forma como recordamos y en el tipo (Fernández Christlieb, 1991). Este modelo


de recuerdos que se suscitan. Su modelo teórico y metodológico primó hasta los años
intenta conectar el nivel interno y el externo ochenta. Para una revisión exhaustiva de la
como un sistema de información que obvia investigación cognitiva en memoria, se puede
la mente y que lo hace circular con base en consultar el texto de Cano y Huici (1992), que
esquemas, lo que lo convierte en precursor presenta un metaanálisis de esta línea que no
de una mirada sistémica, donde la mente (y es objeto del presente trabajo de investigación.
sus procesos superiores, como los de memoria
y pensamiento) deja de estar bajo la piel y Ya en años posteriores, autores como
circula en niveles sistémicos que van desde lo Garzón (1993), Vásquez (2001), Seydel (2014)
físico, pasando por lo biológico, hasta niveles y Mendoza García (2005, 2016) constatan que
socioculturales, políticos e históricos (Eyerman, la memoria ha dejado de ser un patrimonio de
2004; Wessel & Moulds, 2008). la psicología experimental y de la psicología
individual de corte cognitivo, donde predo-
Blondel (referido en Olick & Robbins, minó desde Ebbingaus (Garzón, 1993; Leone,
1998 y en Mendoza García, 2005) introduce 2000; Roediger & Wertsch, 2008). Y atribuyen
el concepto de acción como referente funda- un papel fundamental a la psicología social,
mental para el estudio del comportamiento reconociendo nuevamente la tradición de
humano y de las obras humanas. En sentido Halbwachs (2002) y Bartlett (1995), además
filosófico, implicaba ir más allá del debo de Blondel y Vigotsky, que introdujeron las
kantiano, el pienso cartesiano y el quiero scho- bases epistémicas para comprender la dimen-
penhaueriano, con lo cual lo humano puede sión colectiva de la memoria.
ser estudiado de manera fenomenológica, en
la cotidianidad; ello permitirá abordar, más Esta problemática permite una evolución,
adelante, la memoria como un proceso social en el marco de la psicología cognitiva, hacia
más que mental. una mirada sociocognitiva. En este sentido,
Garzón (1993) plantea que se desarrolló,
El principal exponente, en psicología, del desde este marco paradigmático, un modelo
enfoque de la memoria como proceso social de investigación de memoria en contextos
fue Vigotsky (1930), quien consideraba que los naturales, que se denominó investigación
procesos mentales superiores tenían un origen ecológica. El primero que la propone es
social, desarrollados en la interacción comuni- Neisser (1982). Este autor afirma que la
cativa del niño con su mundo (su cultura, su memoria colectiva puede ser entendida como
sociedad), del cual los padres son portadores. la forma en que la gente usa sus propias expe-
De esta manera, la memoria, más que una riencias pasadas para comprender el presente
función mental natural, es un proceso social y el futuro, porque los cambios ambientales,
que se internaliza en el sujeto y que permite sociales y culturales pueden cambiar también
el recuerdo desde unos marcos, esquemas y los usos del pasado. Esto implica una revisión
contextos (Mendoza García, 2016). de los conceptos claves de la psicología cogni-
tiva clásica (giro que se hace con los estudios
Después de estos autores, los estudios de memoria autobiográfica), puesto que esta
de memoria como proceso social quedaron no había puesto su atención en los problemas
en el olvido. Mientras, prosperó de manera prácticos y en los escenarios naturales, gene-
significativa la investigación de memoria rando modelos ad intra que perdían relevancia
en una perspectiva cognitiva, desde una social. Así, en función de poder controlar las
metodología exclusivamente experimental, variables, construir diseños de alta validez meto-
que consideraba la memoria como una dológica, de carácter experimental, crean un
facultad mental, utilizando una metáfora de la espacio artificial, que luego no puede ser rela-
mente como procesadora de esa información cionado con la vida cotidiana (Neisser, 1982).

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


250 Memoria colectiva: aproximación a un estado de la cuestión en el sociocognitivismo

Así pues, Neisser (1982) introduce el Estudio de las memorias de destello


campo de estudios de memoria en un marco (flashbulb memories)
de comprensión más amplio, en perspectiva
sociocognitivista, en una dinámica más amplia, Los estudios de memorias de destello
que va más allá de una visión puramente dentro de la tradición sociocognitiva se han
mentalista e individualista que consideraba la centrado en las memorias que tienen indivi-
memoria como un “almacén” y no reconocía duos sobre los detalles que rodean su situa-
la construcción activa del recuerdo. Por lo ción personal en el momento en que ocurren
tanto, la psicología cognitiva actual adelanta eventos significativos para su persona o para
sus investigaciones en dos grandes troncos. su colectividad. Numerosos estudios han
Por un lado, el nivel funcional, que cada vez evidenciado que los individuos pueden dar
más se desarrolla en relación con la neuro- cuenta de múltiples aspectos en torno a la
ciencia. Este nivel, de acuerdo con Ruiz-Vargas recepción de datos en estos momentos: deta-
(2002) y Manzanero y Álvarez (2015), aborda lles del contexto, del lugar, de las actividades
la investigación sobre las estructuras físicas que estaban haciendo, del tipo de información
de la memoria, el proceso de aprendizaje y y otros elementos que rodean la situación
de impronta; y el de obtención, almacena- (Luminet, 2009; Tamayo-Agudelo, 2012;
miento y recuperación de la información. Por Roehm, 2016). Sin embargo, hay una ardua
otro lado, el nivel relacional, que ha permi- discusión sobre la persistencia, la precisión,
tido una multiplicidad de investigaciones la consistencia de estas memorias, incluso
sobre la dimensión simbólico-algorítmica de con el paso del tiempo, puesto que algunos
la memoria y que tiene su expresión más autores afirman que sufren el mismo proceso
concreta en los procesos de investigación de olvido y selección de la información que
de memorias autobiográficas. Esta memoria otras memorias.
tiene un carácter psicosocial, está mediada
por el lenguaje y las adaptaciones adqui- Vamos a realizar un breve recorrido por
ridas pasan de generación en generación. algunas de las más importantes investigaciones
En consecuencia, aceptan que es un nivel en este tema, especialmente porque su
sistémico diferencial, donde la memoria, construcción teórica está centrada en la
como facultad individual, está mediada por la experiencia de situaciones o eventos que
cultura, y afirman que el sistema de memoria resultan traumáticos para una sociedad. Según
autobiográfica es personal y social, en el cual todas las fuentes (Luminet, 2009; Tamayo-
el lenguaje tiene la función de representar y Agudelo, 2012; Tinti, Schmidt, Testa &
comunicar, permitiendo guardar recuerdos Levine, 2014; Roehm, 2016), puede afirmarse
privados, pero también habilita para poder que Brown y Kulik (1977) inauguraron las
compartirlos con los demás, así como cons- investigaciones sobre memorias de destello.
truir y recordar historias compartidas (Neisser, Para ellos, son recuerdos de las circunstancias
1982; Garzón, 1993; Ruiz-Vargas, 2002; en las que nos enteramos de un evento
Hauer & Wessel, 2006; Marsh, 2007; Barnier sorprendente y consecuente. La noticia de
& Sutton, 2008; Mendoza García, 2016). que el presidente Kennedy, en los Estados
Consideramos que, en el horizonte de los Unidos, había sido asesinado es usada como
estudios sociocognitivos de memoria auto- caso prototipo. Casi todos pueden recordar,
biográfica, pueden destacarse de forma más con bastante claridad, dónde se encontraban
clara estas líneas fundamentales: estudio de las en el momento de escuchar la noticia, qué
memorias de destello, la relación entre genera- estaban haciendo, quién les contó, los sucesos
ción y memoria autobiográfica y la producción siguientes, cómo se sintieron y uno que otro
de memorias en espacios grupales y colectivos. hecho trivial. Los autores buscaban indagar,

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Memoria colectiva: aproximación a un estado de la cuestión en el sociocognitivismo 251

con esta investigación, la precisión que tenían 3) Las memorias serán más vívidas y trans-
ciertos tipos de memoria en situaciones misibles si han tenido impacto emocional
impactantes para los sujetos; con lo cual en los sujetos, cuando están implicados
también se podía aportar a la investigación asuntos importantes para estos (impacto
sobre memoria de testigos. emocional).

Los autores concluyeron que la determi- 4) A partir de estos primeros trabajos, se


nación de estos recuerdos se debe a un alto empezaron a desarrollar, en distintos países,
grado de sorpresa, a las consecuencias en investigaciones que buscaban contrastar
la vida del colectivo (consecuencialidad) y estas diferentes conclusiones y avanzar
al nivel de emociones que despertaron, que en las características de las memorias de
posteriormente se denominaron categorías destello. Ruiz-Vargas (1993) en España,
canónicas. Si estas variables no se dan en sobre el recuerdo de la noticia del 23-F,
un alto grado, la precisión en el recuerdo no se centra en la nitidez y en lo vívido del
es tan nítida. Sin embargo, Wells & Murray recuerdo, y atribuye un papel potenciador a
(1984) refutaron la tesis de Brown & Kulik las emociones; afirma que las experiencias
(1977) que afirma que tener un recuerdo emocionales fuertes aportan a la memoria
de forma vívida no implica tenerlo de forma autobiográfica pasajes escritos con tinta
precisa. De esta forma, Neisser & Harsch indeleble, de tal manera que sufrimiento,
(1992), con la explosión del Challenger, dise- angustia, aflicción y miedo calan más en la
ñaron una metodología para medir la memoria memoria que la alegría y el placer.
en dos momentos, de tal manera que notaron
que la viveza del recuerdo (su destello) era Neisser, Winograd, Bergman, Schreiber,
sustancialmente diferente a su precisión. Palmer & Weldon (1996) introducen cambios
significativos a las hipótesis de Brown y
Pennebaker (1993) investigando sobre el Kulik (1977), puesto que piensan que están
asesinato de John F. Kennedy y su impacto en moduladas por otros factores. Así, el impacto
la ciudad de Dallas y abordando una encuesta emocional, la consecuencialidad y la evalua-
telefónica sobre el terremoto de San Francisco, ción del evento como único y distinto tienen
así como en otras investigaciones que desa- que ver con la experiencia que los sujetos,
rrolló, llegó a las siguientes conclusiones: a nivel individual, tienen del mismo, el nivel
de involucramiento en los hechos. Esto, a su
1) Es más probable que las memorias colec- vez, suscita la disposición para hablar de lo
tivas se formen y mantengan en relación a que ha sucedido entre la gente, de tal manera
sucesos que representan cambios significa- que es en las narrativas donde se refuerza la
tivos a largo plazo en la vida de la gente. memoria, apuntando a una hipótesis social:
Es menos probable que sucesos que no el evento tendrá un impacto, será único y se
traen consigo grandes alteraciones pasen narrará de forma significativa dependiendo
a formar parte del acervo de la sociedad también de la forma como se asume social-
(consecuencialidad). mente; y en ello intervendrán factores como
la valoración social y política que se haga de
2) Es más fácil que las memorias se formen estos, los factores que hacen que el suceso
si la gente piensa y habla abiertamente de sea memorable, lo cual permite a los sujetos
los sucesos. El reparto y compartir social afirmar: “Yo estaba ahí cuando sucedió”. Esto
puede ayudar a modelar percepciones de lo refuerzan Gaskell, George & Wright (1998)
la gente, surgiendo una forma común de al concluir que la función significativa, la
interpretar los hechos (compartir social de forma como los grupos atribuyen significado a
los hechos). los hechos, lo cual tiene que ver con la forma

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


252 Memoria colectiva: aproximación a un estado de la cuestión en el sociocognitivismo

como las personas organizan y estructuran su que puede trazarse otro nivel de investigación,
identidad, son fundamentales para la configu- en el cual los recuerdos personales y compar-
ración de estas memorias flashbulb. tidos devienen patrimonio de toda la colecti-
vidad, donde la evocación toma las formas de
En este mismo sentido, Bellelli, Leone & la conmemoración, la reconstrucción colectiva
Curci (1999); Tamayo-Agudelo (2012); Tinti de los monumentos; en suma, los productos
et al. (2014) y Vallet, Manzanero, Aróztegui simbólicos de este colectivo.
y García Zurdo (2017) han analizado cómo
los individuos, los grupos y las comunidades Así pues, Finkenauer, Gisle y Luminet
construyen unas imágenes de su pasado, (2000) concluyen que las memorias indivi-
identificando cómo la comunicación masiva, duales se hacen sociales a través de la comu-
a través de la difusión cotidiana de noticias, nicación interpersonal y el recuerdo colectivo
ha modificado la organización y la estruc- de un hecho. Si los hechos tienen un fuerte
tura de las memorias colectivas. Es decir, impacto emocional y social, y se habla de ellos
siguiendo con la hipótesis narrativa de Neisser en varios escenarios, tendrán una tendencia a
et al. (1996), los relatos y las representaciones recordarse con mayor claridad, aun cuando
tendrán más peso si son transmitidas y difun- pasen los años. Esto es sostenido años más
didas ampliamente por los medios de comu- tarde en un estudio realizado por Tinti et al.
nicación, que dan la sensación de “estar ahí” (2014), en el cual llegan a la conclusión de que
y ser testigos de los hechos. Y esto, explicaría, las memorias de destello se mantienen mientras
para estos autores, por qué algunos aconte- el evento se piense y se discuta con otros.
cimientos de la vida pública se seleccionan
como los más importantes (disponibilidad Er (2003) afirma que hay cuatro modelos
social). Así pues, no se trata tanto de un meca- que se han desarrollado en los estudios de
nismo biológico que da origen a que se cuente memorias de destello. El modelo integrativo-
y recuente la historia de un hecho, sino del emocional, que profundiza en los contextos
proceso de su elaboración social en el acto de en los que se encontraban los sujetos como
significarlo y simbolizarlo. determinantes de las emociones que se
activaron ante el hecho y que marcaron la
Para Bellelli, Leone y Curci (1999), se memoria de destello (Finkenauer, Luminet,
había desarrollado un individualismo meto- Gisle, El-Ahmadi, Van der Linden & Philippot,
dológico y teórico en las investigaciones de 1998). El modelo fotográfico, que recoge la
Kulik y Brown (1977) y Conway, Anderson, tradición de Brown y Kulik (1977), donde
Larsen, Donnelly, McDaniel, McClelland, el tema de la precisión y la búsqueda de un
Rawlws & Logie (1994) que enfatizaban más mecanismo biológico es fundamental. El
una dimensión biologicista, centrada en la modelo comprehensivo (Conway et al., 1994;
sorpresa y la consecuencialidad, además del Finkenauer et al., 1998), que recoge los tres
impacto emocional. Por esta razón, Bellelli, factores, que se han denominado canónicos: la
Curci y Leone (2000) intentan introducir sorpresa en el momento de conocer el hecho,
elementos como el compartir social y la repe- la importancia que tiene en la vida de los
tición de los hechos por parte de los medios sujetos y el colectivo (consecuencialidad), y el
de comunicación, además de la presión social nivel de impacto emocional. A este modelo,
para hablar de ellos, que construían un factor Neisser et al. (1996) y luego (Bellelli, Curci y
clave: la disponibilidad social. Es esta variable Leone, 2000) le suman variables psicosociales,
psicosocial la que consideran más determi- tales como la elaboración posterior, la repe-
nante para la construcción de un recuerdo de tición y narración del hecho. Finalmente, el
destello, por encima de las variables clásicas modelo de reacción emocional conducida por
(categorías canónicas). Pero incluso afirman la importancia y la consecuencialidad.

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Memoria colectiva: aproximación a un estado de la cuestión en el sociocognitivismo 253

Por eso, Er (2003) realiza su investiga- consistentes. En esta misma línea, Mahmood,
ción comparando dos grupos: personas Manier y Hirst (2004) le dieron un papel
afectadas y no afectadas por el terremoto de preponderante a la implicación personal y
Mármara, además de realizar una segunda emocional en el hecho como determinante de
prueba seis meses después de la primera. Al la generación de memorias de destello, espe-
final, concluye que se observan memorias cialmente en su nitidez y su carácter vívido.
de destello, tanto en las víctimas como en el
grupo de comparación, pero en las víctimas, Por su parte, Shapiro (2006) argumenta
con mayor precisión, nitidez, más completas y nuevamente a favor de las categorías canó-
consistentes. Se fortalece el factor de la conse- nicas y afirma que, en esas circunstancias,
cuencialidad y la importancia y su incidencia el impacto emocional, la sorpresa y, proba-
en la reacción emocional. Para el autor, las blemente, el nivel de involucramiento de los
memorias de destello están más cercanas al sujetos en los hechos (que sean significativos
sistema de memoria autobiográfica, episódica, para ellos) son determinantes en la existencia
mientras lo que llama la memoria del evento de las memorias de destello. Curci y Luminet
es de tipo semántico y tiene que ver más con (2006) apoyan la tesis de Conway (1994) y
la descripción y narración de los hechos; y, Conway y Pleydell-Pearce (2000), de que las
en este sentido, pareciera que las personas memorias destello son una forma especial de
no afectadas que han recibido la información memoria episódica, puesto que están involu-
por otras vías, si bien no tienen un impacto cradas, de manera significativa, emociones,
emocional fuerte, tienen mejores posibili- sorpresa y otros factores asociados que le
dades de descripción de los hechos (Er, 2003; añaden intensidad y le dan su característica
Teckcan, Berivan, Gülgös & Er, 2003). de nitidez y permanencia a lo largo del tiempo.

A una conclusión diferente llegaron Nachson Luminet y Curci (2009) han editado un
& Zelig (2003), quienes afirman que las memo- libro sobre el tema, en el que invitaron a
rias de evento y las memorias de destello casi todos los autores referidos en este texto
parecen codificarse juntas por un mismo para producir un nuevo estado de la cuestión
mecanismo cerebral, lo cual refuta la idea sobre esta línea de investigación. Es un texto
de que estas se corresponden con memoria completo que recoge los métodos, los modelos
semántica y episódica, respectivamente. teóricos, las líneas de trabajo, y se ponen en
Berntsen & Thomsen (2005), con 145 daneses discusión algunos de los puntos de vista. Para
que vivieron la ocupación danesa en abril Luminet (2009), existe ya un acuerdo en que
de 1940 y su liberación en mayo de 1945, las memorias de destello se forman por la inte-
durante la Segunda Guerra Mundial, conclu- racción de factores cognitivos, emocionales y
yeron que todos tenían recuerdos sobre la sociales. Ahora bien, existe un alto desacuerdo
invasión y la liberación, pero que los partici- por el lugar que tiene cada uno de estos
pantes con lazos y vínculos en el movimiento componentes en la formación de ellas. Por
de resistencia tenían recuerdos más precisos, lo pronto, Luminet y Curci (2009); Tamayo-
detallados y vívidos de aquellos hechos, Agudelo (2012); Tinti et al. (2014) y Vallet et
refutando las denominadas “categorías canó- al. (2017) consideran que este es un campo
nicas” y afirmando que el grado de sorpresa abierto sobre el cual no hay conclusiones
y consecuencialidad no se relacionaron con la definitivas: existen modelos y aproximaciones,
precisión y claridad de los recuerdos. A una pero la investigación empírica aún tiene
conclusión similar llegaron Otani et al. (2005), mucho que aportar; incluso Hoskins (2009)
para quienes estas memorias son memorias considera que este es un campo fecundo para
que se repiten, comparten y recuentan múlti- la investigación interdisciplinar.
ples veces, lo cual las hace más persistentes y

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254 Memoria colectiva: aproximación a un estado de la cuestión en el sociocognitivismo

Relación entre generación y memorias Fromholt & Larsen (1991) apuntan a


colectivas tres hipótesis explicativas de este hecho: 1)
una hipótesis cognitiva, que afirma que los
Dentro del marco de investigación de procesos de codificación normales son más
memoria autobiográfica, y como una variante fuertes en esta etapa, puesto que además es
de las memorias de destello, se han desarro- una etapa de formación de identidad; 2) una
llado las investigaciones que relacionan la hipótesis fisiológica, que indica que es una
edad y el marco generacional de los sujetos etapa de máxima realización y madurez del
con la producción de memorias de hechos cerebro y de mayor fertilidad de los sujetos,
traumáticos o impactantes para los sujetos y con lo cual se favorece la memoria; 3) una
para el colectivo. El estudio clásico sobre el hipótesis evolutiva, que afirma que hay una
tema es el de Schuman & Scott (1989), que ventaja evolutiva en esta fase que implica una
aborda la hipótesis que vincula generación y mejor disposición a la transmisión cultural.
memoria, en el sentido en que los hechos que Además, es una etapa de cambios fundamen-
más suelen recordar las personas son aquellos tales en el sujeto, lo que implica la salida del
que vivieron en su adolescencia y temprana colegio, la universidad, el graduarse como
adultez, puesto que es la edad de la forma- profesional, el enamoramiento, salir de la
ción del propio criterio, de la identidad, de la casa de los padres, el matrimonio, quizás los
madurez intelectual y de la toma de decisiones primeros hijos, llena de eventos que marcan
fundamentales en la vida que marcan la ruta la vida, que pueden ser relacionados, por su
ideológica de la persona (Erikson, 1968). alto valor emotivo, con los eventos sociales en
También se le conoce como la edad de la los que se desarrollan estos cambios (Oddone
autoconciencia. El concepto de generación lo y Lynch, 2008).
toman de Manheimm, para mostrar la depen-
dencia entre este “período crítico” y los hechos Conway & Pleydell-Pearce (2000) afirman,
recordados por los participantes en la encuesta. además, que estas memorias son vívidas, con
recuerdos nítidos y precisos sobre hechos
Para Pennebaker (1993), ciertos sucesos sociales que marcaron significativamente a
nacionales son considerados más importantes la persona. Schuman, Akiyama & Knäuper
y se recuerdan más que otros, en cualquier (1998) haciendo una comparación entre
sociedad. Las personas más afectadas psico- Alemania y Japón; Valencia y Páez (1999)
lógicamente por estos sucesos son aquellas y Páez y Basabe (1993) en España; Cairns
que tienen entre 12 y 25 años. Y añade & Lewis (1999) en Irlanda del Norte; Kent-
una hipótesis: las personas, cuando crecen, Jennings & Zhang (2005) con población
tienden a mirar hacia atrás y conmemorar China; Demiray, Gülgöz & Bluck (2009)
el pasado —construyendo monumentos, con personas de origen turco; y Sepúlveda,
haciendo películas o escribiendo libros— en Sepúlveda, Piper y Troncoso (2015) en Chile,
ciclos de aproximadamente 20 o 30 años definen la edad crítica entre los 15 y los 30
después de producirse el suceso, cuando la años (adolescencia y adultez temprana) como
generación que tenía entre 12 y 25 años en el fundamental para el recuerdo de hechos
momento de los hechos ha accedido a lugares importantes.
de poder, desde los cuales incidir en las formas
de memorización de su sociedad. Esta tesis Sin embargo, en estas investigaciones,
es reforzada años más tarde por Oddone y los autores se sorprenden porque un hecho
Lynch (2008), para quienes los eventos tanto aparece como altamente significativo para
erróneos como correctos, que se viven en este todas las generaciones: el Holocausto. Según
período considerado como crítico, son mejor los investigadores, esto se da porque ha
recordados que aquellos ocurridos durante sido repetidamente recordado y recreado
otras etapas de la vida. de diversas maneras, aun por las personas

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Memoria colectiva: aproximación a un estado de la cuestión en el sociocognitivismo 255

más jóvenes de la muestra, y creen que en observado una tendencia de la gente a dejar
ello influyen las representaciones dramáticas: de lado eventos que no estuvieran en el marco
películas, series, libros, representaciones, etc., de ese período crítico, salvo que tengan una
además de las constantes conmemoraciones envergadura universal como la segunda guerra
y versiones de la historia oficial propuestas mundial. Pero, además, los autores afirman
por el Estado (Schuman, Vinitzky-Seroussi & que no solamente el recuerdo de los períodos
Vinakur, 2003). Por ello, llegan a la conclusión críticos influye en no considerar algunos
de que, además de la variable generacional, es eventos, también inciden eventos presentes
también importante el significado atribuido a que tienen una gran fuerza mediática y que
la experiencia en el marco vital del sujeto y la son vistos como más importantes por los
forma como un hecho es simbolizado y cate- sujetos (Mendoza García 2005, 2012, 2016),
gorizado por el colectivo Schuman, Akiyama porque de una u otra forma han marcado su
& Knäuper (1998). momento actual. Griffin (2004) complementa
diciendo que la situación vital y contextual de
Schuman & Corning (2000) complementan los sujetos y una mayor implicación refiere
la hipótesis generacional con tres factores: el a más y mejores memorias sobre un tema.
período de exposición al evento: si el evento Por lo tanto, la implicación y la afectación
ha sido repetido o se mantiene mucho tiempo que generan los hechos en el propio grupo
en medios públicos (Sepúlveda et al., 2015); también inciden, como variable, en el desa-
el interés que un grupo (etario, de género o rrollo de memorias de eventos (Harris, 2006).
étnico) puede tener en el evento (Oddone y
Lynch, 2008), lo cual afecta la hipótesis de la Un avance en esta línea de trabajo se ha
edad crítica; y, finalmente, el nivel de educación realizado con las investigaciones transcultu-
que permite el recuerdo de unos hechos sobre rales que Wang (2008) considera necesarias
otros: hay eventos que son objeto de estudio para ir un poco más allá de las conclusiones
escolar primario y exposición en medios, más psicologistas. Siguiendo esta misma
mientras otros se recuerden solamente si hay línea, Pennebaker, Páez & Deschamps (2006)
un alto nivel educativo (Zuluaga-Garcés y concluyeron que, aunque existen algunas
Marín-Díaz, 2015). semejanzas importantes que señalan la exis-
tencia de representaciones sociales compar-
Korzh (2001) se encuentra con dos tidas del pasado centradas en las guerras,
factores: el primero es que la memoria de política y hechos eurocéntricos, también se
los eventos también es influida por el nivel muestra cómo la representación social de la
de trauma y cambio, sufrimiento y dolor historia está influida por la cultura, de manera
generado, con lo cual los eventos escogidos moderada por el sexo y de manera significa-
tendrían ese componente expuesto también tiva por el grupo etario. Así pues, este recuerdo
por Lira (2010) y Yusta Rodrigo (2014), el estaría influido por el consenso intercultural
segundo factor es que, si bien el conocimiento (González-Castro, 2006).
histórico aprendido moldea el recuerdo,
también se observa una crítica en los conte- Ahora bien, una crítica a estas investiga-
nidos y en los juicios valorativos, que debe ciones, según Wang (2008), es que se hacen
tenerse en cuenta para mostrar de qué manera siempre con estudiantes y personas de clase
la memoria hecha desde el presente también media, con lo cual los resultados transcul-
se relaciona con los juicios valorativos que turales pueden ser similares, porque existe
tienen de la historia. una tendencia marcada por los procesos de
globalización económica y cultural, que lleva
Schuman & Rodgers (2004) miran la a que estudiantes y personas de clase media
acción recíproca entre memoria y olvido, en construyan representaciones sociales similares,
relación con la generación, puesto que habían especialmente cuando se quiere investigar

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


256 Memoria colectiva: aproximación a un estado de la cuestión en el sociocognitivismo

las memorias de hechos importantes en la suceda (Mendoza García, 2007b, 2016). Y


historia. Esta crítica se amplía a la investi- esto se da de tres formas: por lo que ellos
gación de memorias de destello, puesto que llaman fortaleza ejemplar, es decir, cuando se
muy pocas incluyen a las víctimas directas dan ejemplos sólidos sobre un aspecto de una
(Er, 2003; Luminet, 2009), a personas de historia, que hacen dejar en segundo plano
estratos sociales bajos (que en muchos casos otros aspectos que se olvida; también, en la
representan un porcentaje importante de la práctica de la recuperación, las influencias
población) o en países en vías de desarrollo. inciden en el recuerdo y en el olvido; y, final-
mente, cuando se integran algunos ítems que
Estudios sobre el recuerdo compartido dejan otros temas por fuera, de tal manera que
en grupos se da competencia de recuerdos por el ritmo
vertiginoso de la información que hace que se
Esta línea de investigaciones, más reciente excluyan algunos recuerdos.
que las anteriores, enmarcada en una mayor
apertura del sociocognitivismo hacia pers- Storm & Nestojko (2010) trabajan sobre
pectivas más cercanas a la psicología narra- procesos de inhibición del recuerdo a través
tiva, intenta mostrar el lugar, el momento y del olvido inducido, examinando los tiempos
el proceso donde se gestan y producen los que se requieren para que se vayan borrando
recuerdos y memorias colectivas. Por esta algunos recuerdos de hechos que se presentan
razón, se hace un proceso de seguimiento a a los sujetos participantes en condiciones
las dinámicas que toma el recuerdo en los experimentales. Y Paz-Alonso & Goodman
procesos grupales. Barnier & Sutton (2008) (2008) aportan evidencia sobre la inclusión
reconocen algunos temas de investigación de información falsa en la posterior recons-
propios de esta línea: la de la transmisión del trucción del relato del testigo que ha sufrido
recuerdo en los colectivos, especialmente los una experiencia traumática, con lo que su
trabajos sobre recuperación y olvido inducidos, narración aparece con las imprecisiones de la
que analizan la forma como en un proceso información errónea inducida.
grupal se pueden inducir, o bien, “recuerdos
falsos” (Loftus & Pickrell, 1995; Brown & Las investigaciones sobre la instalación de
Reavey, 2017) o la omisión de información en falsos recuerdos y el recuerdo de información
el recuento de las historias, generando olvidos errónea que se implantaba en un proceso
inducidos, en ambos casos, influidos por un grupal o en testigos judiciales, que mostraban
narrador, una figura de poder o la acción la no fiabilidad de la memoria y su dimensión
de algunos miembros del grupo (Hauer & reconstructiva, incluso en casos de delitos y
Wessel, 2006; Migueles & García-Bajos, 2007; abuso sexual, fueron desarrolladas inicialmente
Mendoza García, 2016). En los procesos de por Loftus & Doyle (1987), Loftus & Ketcham
recuerdo individual hay un nivel cooperativo (1994), y llegaron a conclusiones polémicas en
del grupo social donde está inmerso el sujeto, torno a la utilización de testigos como prueba
puesto que siempre hay elementos del grupo en procesos judiciales (Petisco Rodríguez,
que moldean el recuerdo individual (Wright, 2016). En otra investigación, Laney & Loftus
Mathews & Skagerberg, 2005; Cuc, Ozuru, (2008) muestran de qué manera factores
Manier & Hirst, 2006; Wessel & Moulds, 2008). emocionales, antes que promover precisión en
las memorias, como en las investigaciones de
MacLeod & Macrae (2001) habían afir- memorias de destello, pueden generar falsea-
mado que el olvido se da de dos maneras: miento de la memoria y producir relatos y
una explícita, marcada por un proceso testimonios que no se adecuan con la realidad.
voluntario (Mendoza García, 2007a; García
Peñaranda, 2011), y otra implícita, donde Otros autores analizan la relación que tiene
se da una instrucción subrepticia para que el poder en la generación de las memorias,

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Memoria colectiva: aproximación a un estado de la cuestión en el sociocognitivismo 257

puesto que es importante definir quién, para de carácter experimental pueden ser extrapo-
quién, para qué y por qué unos recuerdos ladas a situaciones de la vida real. De la forma
son más relevantes que otros, y por qué una como se den las conversaciones, el nivel de
información es seleccionada y otra dejada en inhibición o del compartir las emociones, la
segundo plano. Se trata de analizar el proceso forma como avanza la conversación entre los
de influencia grupal, a través del cual se afecta hablantes influye de manera significativa el
la precisión del recuerdo: se mira el papel de recuerdo final de los participantes, en rela-
la influencia de un líder o el contagio social, lo ción con un recuerdo libre del hecho previo
cual también es importante en la investigación al proceso grupal (Harris, Barnier, Sutton &
con testigos (Wright, Mathews & Skagerberg, Keil, 2010).
2005; Merckelbach, Van Roemund & Candel,
2007; Pasupathi & Hoyt, 2010). Dentro de estos trabajos, han sido impor-
tantes las investigaciones de tipo ecológico
En esta misma línea, se ha investigado que se han hecho en ambientes naturales
cómo el recuerdo compartido de un grupo para determinar el papel de los medios de
de individuos se ve afectado por la presencia comunicación en la construcción de las
de un narrador que toma el liderazgo en las memorias compartidas, especialmente ante
conversaciones, de tal manera que, en una hechos que marcan la vida de una colectividad
investigación donde se aplica una prueba (Finkenauer et al., 1998; Mahmood, Manier &
antes y después, se observa de qué manera los Hirst, 2004; Otani et al., 2005). Estos estudios
recuerdos compartidos de los sujetos se van normalmente muestran que existe una corre-
ajustando a lo que el narrador ha determinado lación positiva entre los recuerdos compartidos
(Cuc, Ozuru, Manier & Hirst, 2006; Stone, y la escucha y difusión que hacen los medios
Barnier, Sutton & Hirst, 2010) o, también, por de la noticia en el momento en que sucedieron
lo que el narrador calla (Cuc, Koppel & Hirst, los hechos (Hirst & Manier, 2009).
2007). Ello les permite decir a Wang & Aydin
(2009) que esta es, probablemente, la manera Del sociocognitivismo al
en que se pueden conformar en la sociedad socioconstruccionismo
recuerdos colectivos orientados desde una
instancia de poder, lo cual, para estos autores, Todas las investigaciones y trabajos ante-
es una brecha abierta para seguir investigando. riormente mencionados de manera amplia
pueden enmarcarse dentro de un enfoque
También se puede reconocer la línea de sociocognitivo, puesto que solo alcanzan a
trabajo sobre recuerdo colaborativo (Marsh, diferenciar entre los modelos ecológicos y los
2007; Van Swol, 2008) que analiza la forma de laboratorio; la manera como construyen
como, en las conversaciones, los partici- el concepto de forma operacional ubica la
pantes aportan elementos de recuerdo para memoria en el individuo, lo social como un
la constitución de un recuerdo colectivo, que factor inhibidor o posibilitador del recuerdo,
será sistémicamente diferente y de otro nivel como contexto, ambiente o condiciones natu-
al del recuerdo individual. El escenario para rales, o como variable que puede afectar o
este proceso es la conversación; por lo tanto, no la memoria individual autobiográfica en la
las investigaciones de corte experimental se mente. El paso a lo social se hace “estadísti-
centran en conversaciones, identificando las camente”, bien sea de forma lineal o factorial;
formas en que el hablante incide en los escu- es decir, determinado por el número de sujetos
chas o en los otros hablantes cuando es un que recuerdan y hablan del problema por la
comunicador. Se analiza el contagio social, la correlación de factores sociales que inciden en
resistencia, el olvido inducido, la capacidad la formación de la memoria en el sujeto. Por
de crear una realidad compartida. Hirst & lo tanto, lo que se entendería por memoria
Echterhoff (2008) creen que las conclusiones colectiva es más cercano a la sumatoria de

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


258 Memoria colectiva: aproximación a un estado de la cuestión en el sociocognitivismo

memorias individuales, lo cual puede verse implicación en primera persona, donde el


en que no hay una pregunta que dé paso compartir social tiene un factor fundamental.
a procesos de memoria como narraciones, Pero esta memoria se enfrenta a la inhibición
sentidos políticos o vitales y significaciones, y el olvido, lo cual puede darse de forma
que se enmarcarían dentro de la corriente informal o bien ser inducido incluso por
socioconstruccionista (Vázquez, 2001; Marco medios represivos. Esta tesis es apoyada por
Macarro y Sánchez Medina, 2008). Valencia y Páez (1999). Además, estos autores
también han trabajado sobre el poder de los
Por esta razón, Hirst & Echterhoff (2008) rituales y las acciones públicas de movilización
y Hirst & Manier (2008) proponen diferenciar, social y política en la construcción de memorias
de forma dualista, las investigaciones sociales colectivas desde un modelo neodurkheimiano
sobre memoria colectiva centradas en los (Páez, Bellelli y Rimé, 2009; Páez et al., 2004,
símbolos, relatos, memoriales, conmemora- 2006, 2007); afirman que la participación en
ciones —que se realizan desde una perspectiva estos espacios suscita memorias más vívidas
sociológica—, de las investigaciones de corte que permiten la construcción de una memoria
psicológico —que se centran en el problema compartida y una representación común, la
de la recepción: es decir la transmisión y la cual tendría un nivel sistémico superior a las
congruencia de las memorias individuales de representaciones de cada individuo, promo-
los miembros de un grupo en el proceso de viendo la cohesión social.
convertirse en memorias colectivas—. Por su
parte, Olick & Robbins (1998) afirman que Whitehouse (2000, 2004) afirma que
se está dando una tendencia a superar la existen dos modelos para la construcción de la
visión psicologista, reconociendo la postura de memoria a partir de la realización de rituales
Middleton & Edwards (1990a), que abordan colectivos según el tipo de sociedades: en
una perspectiva psicosocial para estudiar un primer modelo, algunas sociedades más
la memoria de eventos cotidianos, sociales cohesionadas, con una reducida centraliza-
y políticos. A su vez, Wertsch & Roediger ción y jerarquía, tienden a la realización de
(2008) hacen una revisión histórica de este rituales de este tipo con baja frecuencia pero
modelo mostrando dos líneas: la de las repre- alta intensidad emocional, y se mueven en
sentaciones sociales que va de Durkheim y una dinámica de memoria episódica (Arnau
Halbwachs hasta Moscovici, y la del modelo Roselló, 2016), mientras que grupos humanos
sociohistórico que va de Vigotsky y Bartlett que se construyen desde una alta jerarqui-
hasta la psicología construccionista actual zación, organización social, con relaciones
(Vásquez, 2001; Mendoza García, 2015). formales más marcadas y un más alto nivel de
institucionalización tienen una generación de
En la primera línea, pueden identificarse rituales más frecuente, pero de menor impacto
investigaciones sobre reparto social y reparto emocional y sus dinámicas mnemónicas se
emocional de los recuerdos (Rimé, 2007; mueven más en la perspectiva de la memoria
Rimé, Páez, Basabe & Martínez-Sánchez 2010; semántica (Olaya y Herrera, 2014). Pero en
Páez et al. 2000, 2004, 2007, entre otros), este momento puede afirmarse que se entra
que exploran el papel de las emociones y su a un nivel sistémico más amplio, que incluye
compartir verbal en la construcción de relatos las acciones sociales, los artefactos culturales y
colectivos sobre hechos significativos para una otras formas de transmisión y de construcción
colectividad. Valencia y Páez (1999), Avendaño de memorias que escapan al marco estricta-
Amador (2014) y Gili (2015) afirman que la mente sociocognitivo.
memoria colectiva se da por la transmisión
oral intergeneracional de acontecimientos que De acuerdo con Vázquez (2001), este
son importantes para el grupo, una historia marco puede ser un modelo de índole
informal y condicional del grupo desde una diferente y lo llama “modelo de las represen-

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Memoria colectiva: aproximación a un estado de la cuestión en el sociocognitivismo 259

taciones sociales”, que constituirían el núcleo morativas, donde el pasado de una persona o
de la memoria colectiva. Aquí, el carácter evento se convierte en objeto de conmemora-
definitorio no es el contenido, sino su carácter ción intencional inscrita en algún significado
compartido y colectivo que se manifiesta en histórico (Schwartz, 2000, 2016). Estatuas,
su función comunicativa, la definición de plazas, monumentos evocan recuerdos y silen-
identidades grupales y la dimensión normativa cios que pueden ser investigados por los cien-
(Páez y Basabe, 1993). Se les da importancia tíficos sociales, siguiendo las determinaciones
a los grupos, al lenguaje y a la comunicación, que los constituyen y las formas como inciden
tanto en la conservación como en el trata- en la construcción de los sujetos individuales
miento y la transmisión. A través de los grupos y colectivos de una sociedad o cultura deter-
desarrollan las articulaciones entre memoria minada (Sierra León, 2014; Brodsky Baudet,
individual, entendida como “pensamiento 2015; Monkevicius, 2017).
social” en un marco de pertenencia social.
Se destacan las ya clásicas investigaciones
Sin embargo, para Middleton & Edwards de Schwartz (1990, 1996, 2000, 2016) sobre
(1990b), la preocupación no debe ser tanto los personajes y monumentos de George
por la forma como la gente representa su Washington y Abraham Lincoln, que tratan
pasado, sino que, en un cambio de perspec- sobre el proceso y la evolución de la represen-
tiva teórica y epistemológica, se centran en tación social (narrativa) sobre estos presidentes
los usos y la pragmática de la comunicación, norteamericanos, desde su muerte hasta nues-
para identificar la memoria en los discursos tros días. Se trata de un proceso de recons-
de los hablantes. Por eso, debaten con los trucción ideológica y emocional, en el tiempo,
modelos exclusivamente experimentales de la de una imagen. Parte de dos postulados sobre
psicología cognitiva, centrados en la precisión el pasado y la memoria: en primer lugar, el
del recuerdo (en el laboratorio y estudio de pasado es una construcción social realizada
testigos), retomando a Bartlett (1995), y consi- desde el presente, pero, a su vez, y en segundo
derando que las distorsiones, las inferencias, lugar, la memoria es una forma de construir
las transformaciones son propias del proceso sentido de continuidad con el pasado, dando
cotidiano de memoria. Por eso, acuden al unidad al colectivo (Kuri Pineda, 2017).
análisis del contenido en las conversaciones
y al estudio de la memoria en sus ambientes Otra línea de investigación tiene que ver
cotidianos. Observan el papel del contexto con procesos culturales, ideológicos y de
en la construcción del recuerdo, lo cual está lenguaje, en el cual las narrativas y la lengua
marcado por el lugar, por el propósito del son portadoras de las normas, valores, tradi-
relato, el intercambio de significados, la argu- ciones de la memoria colectiva (Mendlovic
mentación en el proceso de conversación, Pasol, 2014; Garbero, 2017). En esta línea se
antes que se fije un recuerdo de un hecho inscribe la investigación de Padden (1990),
social. En este proceso, están involucrados que afirma que las lenguas son memorias
no solo los contextos inmediatos, sino que colectivas; por lo tanto, se deben preservar
también están detrás los signos culturales por la vía de la transmisión. Esto implica
(incluido el lenguaje) que regulan y median lo una comunidad de hablantes dispuestos a
que se dice y lo que se recuerda. mantener estas explicaciones y esta forma de
comunicarse con esta lengua precisa; cuando
Las principales líneas de investigación esta se extingue, también se pierden memo-
en el socioconstruccionismo rias, relatos, mitos y tradiciones que no se
pueden recuperar.
Una de las líneas de investigación que
presentan Middleton & Edwards (1990b) es la Fernández Christlieb (1991) reflexiona
de los estudios de las prácticas sociales conme- sobre los espacios sociales de comunicación

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


260 Memoria colectiva: aproximación a un estado de la cuestión en el sociocognitivismo

a lo largo de la historia que son, a su vez, pesar de los diversos momentos históricos,
los espacios de construcción de la memoria los niveles educativos de los participantes, el
colectiva. Ubica la memoria en el territorio de género y el grupo etario.
la comunicación, de la información, evaluando
cinco espacios sociales de comunicación: la Una tercera línea de investigación tiene
plaza pública, la calle, el hogar, el café y el que ver con la producción, construcción de
parlamento. El escenario de la conversación narrativas y las formas como se articulan con
es el escenario del recuerdo (Mora Hernández, los procesos de memoria (Nofal, 2015). En
2013). Y Billig (1990) plantea la forma como este sentido, Orr (1990) introduce el concepto
las conversaciones sobre la familia real en de “comunidad de memoria” para el desa-
Inglaterra son portadoras de una ideología rrollo de un trabajo o un proceso. Esto implica
y de una cosmovisión que organiza las rela- un conocimiento compartido sobre el tema
ciones sociales y culturales en el Reino Unido, a través de relatos que se van cruzando, que
y que se transmiten como memorias en la vida van emergiendo y que posibilitan narrativas
cotidiana de los ciudadanos de este país. compartidas, algunas que llegan a ser priorita-
rias y parte del acervo; y otras que se pierden
Otras investigaciones se centran en lugares en el proceso (Gili, 2015). Estas narrativas
de memoria, monumentos, objetos, arte- compartidas que conforman una comunidad
factos, museos nacionales, evidenciando que de memoria posibilitan que los hablantes
ciertos puntos de las ciudades se convierten construyan un sentido de pertenencia e iden-
en referentes identitarios que cristalizan relatos tidad que es reavivado y celebrado por los
comunes, narrativas históricas, identificaciones miembros (Mendoza García, 2009; Mendlovic
posibles con la mitología del Estado-Nación Pasol, 2014; Kuri Pineda, 2017; Bokser Misses-
(Rowe, Wertsch & Kosyaeva, 2002) o relatos Liwerant, 2017). También la memoria puede
oficiales sobre conflictos padecidos (Puente ser portadora de resistencias, puesto que es
Valdivia, 2013; Arboleda-Ariza y Morales en la pertenencia al grupo social donde la
Herrera, 2016), que también pueden develar gente participa de la memoria y la recons-
lo que se encubre y se silencia de horrores que truye. Incluso los recuerdos personales estarían
no se han dicho ni nombrado, lo que puede atravesados por estos procesos sociales de los
implicar un olvido monumentalizado, base cuales somos pertenecientes (Iñiguez, Valencia
para la construcción de una historia oficial y Vásquez, 1998; Villa Gómez, 2016).
(Montalbetti Solari, 2013; Mendoza García,
2015, 2016), como es el caso de Colombia, Fivush & Nelson (2004), en esta misma
donde, incluso hoy, los entes estatales buscan línea, consideran que las memorias autobio-
realizar “actos de memoria” solo por mantener gráficas permiten el mantenimiento de las
una imagen ante la comunidad internacional, relaciones y el fortalecimiento emocional del
pero excluyendo relatos subalternos de estos sujeto. En el caso de las memorias colectivas,
espacios (Rueda Arenas, 2013; Arboleda- crean un sentido de fe común entre los miem-
Ariza y Morales Herrera, 2016; Villa Gómez bros de la comunidad, fortalecen sus lazos
y Avendaño, 2017; Villa Gómez y Barrera afectivos y emocionales. Por eso, hablar de
Machado, 2017). los acontecimientos y hacer memoria en los
grupos puede facilitar cambios emocionales
Van Oers (2004), Wertsch (2002, 2008a), entre los miembros, aumentando el sentido
Villa Gómez y Barrera Machado (2017) de pertenencia y de intimidad colectiva (Villa
trabajan las narrativas y las plantillas y Gómez, 2014). Y Welzer (2010) considera
esquemas matrices que permiten la construc- que los espacios de conversación familiar son
ción de identidades en diversos contextos, los escenarios donde se construye la memoria
analizando la manera como los hechos histó- social y que, por lo tanto, esta debe ser
ricos son leídos a partir de estas plantillas, a considerada, más que una dimensión interna

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Memoria colectiva: aproximación a un estado de la cuestión en el sociocognitivismo 261

del cerebro, una construcción sociocultural individual (Fivush, 1994; Fivush y Nelson,
mediada por las conversaciones de la vida 2004; Reese & Fivush, 2008; Fivush, 2011).
cotidiana que proporcionan esquemas narra-
tivos para la construcción de la memoria de Así, Middleton & Edwards (1990b),
los sujetos. Por esto, Kansteiner (2008) retoma Vázquez (2001), Wertsch (2008b), Kansteiner
el concepto de comunidades de memoria, (2008), Mendoza García (2009, 2016) y
en un estudio sobre las generaciones que Mendlovic Pasol (2014) hablan de una insti-
conviven en Alemania, y que tienen relatos y tución social del recuerdo, que implica una
narrativas diferentes en torno al holocausto y organización retórica que provee el contexto
el nacional socialismo (Bokser Misses-Liwerant, institucional en el cual los sujetos viven,
2017); por eso para este autor y para Vecchioli piensan, recuerdan y actúan. De esta forma,
(2014) también es importante mirar las diná- la vida social puede ser preservada en ciertas
micas sociales que se dan entre hacedores formas de prácticas sociales. Finalmente, los
de memoria y consumidores, a través de las autores son conscientes de no proponer otro
vías de comunicación que se dan entre unos reduccionismo, pues no niegan el lugar de
y otros: medios de comunicación, relatos, lo neurocognitivo, solo que este puede ser
monumentos y acciones performativas y artís- arbitrario y reducido (Middleton & Edwards,
ticas (Brodsky Zimmerman y Galende, 2012; 1990a). Por tanto, se hace necesario mostrar
Brodsky Baudet, 2015). desde esta validez “ecológica”, más allá del
control de variables, que el significado y el
Fivush (1994), Reese & Fivush (2008), contexto son intrínsecos a la acción y a la
Fivush, McDermott & Bohanek (2008), memoria.
Fivush (2011) y Welzer (2010), por su parte,
presentan investigaciones de conversaciones Esfuerzos de síntesis y horizonte
familiares, en las que observan de qué manera emancipatorio
los padres dan a los niños un soporte estruc-
tural para que vayan contando sus propias Ahora bien, del otro lado de la argumen-
historias. Este soporte permite que los niños tación, Hirst & Echterhoff (2008) y Hirst &
accedan a los marcos y esquemas de la cultura Manier (2008) ven en la investigación sobre
y de la sociedad a la que llegan y que puedan memoria social y colectiva un peligro para la
contar sus propias versiones de su memoria psicología, pues piensan que sus investiga-
autobiográfica dentro de estos marcos estructu- dores han enfatizado en su naturaleza socio-
rales, retomando el concepto de zona proximal lógica y han abordado su estudio a partir de
de desarrollo de Vigotsky, lo que también símbolos disponibles públicamente y mante-
evoca el concepto de marco social de la nidos por la sociedad, tal como lo han hecho
memoria colectiva de Halbwachs (2002). Así, Schwartz (1990, 1996, 2000), Savelsberg &
cuando se describen o se narran los eventos King (2005), Olick (2006) y otros, que han
pasados, vemos que, más que un relato trabajado sobre dicho material desde una
íntimo, hay un empleo de un recurso público perspectiva hermenéutica, centrándose en la
dentro de la tradición discursiva de la cultura, articulación de las memorias del colectivo, las
que hace las veces de artefactos memoriales, prácticas, los recursos usados, la formación y
reproduciendo tradiciones culturales (Gergen, el mantenimiento de símbolos (memoriales,
1994; Welzer, 2010). En un estudio con museos, monumentos, relatos, conmemora-
adolescentes, Gergen (1994) evidencia, en ciones, textos y otros artefactos); o han reali-
estos procesos de recuerdo interactivo, cómo zado investigaciones monumentales sobre los
se fundamentan los modelos por los que los lugares de memoria, como la de Jelin et al.
niños y los adultos aprenden actualmente a (2003, 2005, 2006) en el cono sur de América
recordar como parte de sus sociedades, prove- Latina, enfocados en las prácticas y recursos
yendo una base contextual para el recuerdo por los cuales las sociedades mantienen

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262 Memoria colectiva: aproximación a un estado de la cuestión en el sociocognitivismo

públicamente disponibles estas expresiones, conversaciones cotidianas de los individuos en


investigaciones que se hacen desde las ciencias espacios grupales.
sociales, donde la psicología social tendría
pocas aportaciones. Sin embargo, y paradójicamente, al estu-
diar las conversaciones, la transmisión y la
Por eso, Hirst & Echterhoff (2008) plantean convergencia, los procesos de contagio social
que se pueden profundizar investigaciones por y de resistencia, nos vamos introduciendo
los efectos de las prácticas mnemónicas en sus nuevamente en el territorio de las memorias
“consumidores”, puesto que esto permitiría colectivas y la manera como se expanden
entender por qué algunos símbolos y prác- por la sociedad: el efecto de los medios de
ticas de memoria han calado en la gente y comunicación, las narrativas alternativas del
otras no; para ello, proponen una perspectiva pasado que circulan, las resistencias sociales y
epidemiológica, investigando los factores faci- políticas a los discursos dominantes (Wertsch,
litadores o inhibidores para la difusión de una 2002; Fentress & Wickham, 2003), pero
memoria a través de la comunidad, aún entre también sobre la forma como la memoria indi-
generaciones de miembros de la comunidad, vidual compartida se hace memoria colectiva
permitiendo entender cuándo la memoria e influye en la construcción de la identidad
comienza a compartirse entre los sujetos y colectiva, y además en la construcción de los
cuándo se expande a través de la comunidad nuevos sujetos de la sociedad, tal como lo
por la vía de la familia y de los grupos. Esto enuncia Assmann (2008) con el concepto de
implicaría un énfasis en lo individual, lo cual memoria comunicativa, de tal manera que la
no disminuye la importancia de los factores memoria se hace social, política, histórica. Así
sociales, puesto que la memoria colectiva sería pues, se amplía el marco de comprensión que
el producto de la interacción entre los factores partiría de la psicología y que, pasando por
sociales e individuales y se expandiría por la la sociología, la historia, la política, la antro-
colectividad de la misma forma y siguiendo los pología, volvería a la psicología, desde un
mismos principios del comportamiento de una enfoque y perspectiva psicosocial.
enfermedad. Para Hirst & Echterhoff (2008),
el espacio fundamental para la investigación Por esta razón, Barnier & Sutton (2008)
empírica, tanto en el laboratorio como en la afirman que estas líneas epistemológicas y
investigación ecológica, sería el de las conver- metodológicas deben ser complementarias
saciones entre los individuos. más que contradictorias. Y en ambas se deben
desarrollar metodologías empíricas de investi-
En este sentido, pueden ubicarse los gación apropiadas al problema, lo que implica
trabajos de Reese & Fivush (2008) que estu- también diferenciar los métodos experimentales
dian conversaciones familiares entre padres e y de laboratorio, de los métodos ecológicos,
hijos, Loftus (2005), Hauer & Wessel (2006), tal como se ha hecho desde Neisser (1982), y
Migueles & García-Bajos (2007) sobre los los métodos de corte cualitativo, etnográficos,
factores que constituyen un recuerdo colectivo etnometodológicos o dialógicos. Así pues, los
y contagio social, Marsh (2007), Van Swol autores optan por una mirada de interfase: ni
(2008) sobre recuperación y olvido indu- es necesario absolutizar una visión psicológica
cidos, además de los trabajos de Eichterhoff, excluyendo los factores sociales o considerán-
Hirst & Hussy (2005) sobre la resistencia a la dolos simples variables de influencia en lo indi-
influencia del otro en la conversación. Es decir, vidual ni es necesario hacerlo con los factores
para estos autores, el papel de la psicología sociales sin tener en cuenta una visión psicoló-
estaría centrado en investigar la forma como gica. Esto, a su vez, le da un lugar al enfoque
son construidos y mantenidos estos símbolos, socioconstruccionista, la investigación narrativa
es decir, cómo se forman las memorias y la mirada psicosocial que permite el estudio
colectivas. Esto implica un trabajo sobre las de la memoria en el lugar bisagra, dialéc-

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Memoria colectiva: aproximación a un estado de la cuestión en el sociocognitivismo 263

tico, donde confluyen individuo y sociedad hechos en el presente. La violencia ha sido


(Martín-Baró, 1983; Wertsch, 2002, 2008a). parte de la historia de este pueblo, pero
no su único referente. Se da un proceso
Pero, precisamente, Martín Baró (1998) y catártico personal y colectivo, donde se
la psicología social latinoamericana avanzan reintegra la experiencia en la historia vital y
un paso y evidencian la importancia de la social que permite ir desalojando el dolor.
memoria colectiva para generar resistencia en
los pueblos oprimidos, afrontar la violencia, 2. Se abre espacio para la dignificación de las
reconstruir el tejido social y fortalecer los personas y las comunidades, puesto que
procesos colectivos y comunitarios. Este abre oportunidades para que se pueda dar
enfoque emancipatorio se ha centrado en una reparación social. Es un paso hacia la
investigar, dar cuenta y evidenciar el poder verdad, la justicia y la reparación.
que tienen los sujetos individuales y colectivos
cuando desarrollan procesos de memoria 3. Se reconstruye la identidad social e
colectiva en lógica de resistencia a los poderes individual puesto que se genera cohesión y
establecidos. Y si bien, la mayoría de las se fortalece el tejido social.
investigaciones se sitúan en marcos de las
ciencias sociales o en procesos interdiscipli- 4. El síntoma individual no se mira como
nares, se hace necesario recoger algunos de los patología, sino como una palabra no
autores significativos para la psicología social dicha, que encuentra su espacio social para
en el estudio de la memoria colectiva en el expresarse, ser reconocida, con lo que se
continente latinoamericano. alivian también los malestares personales.

Así pues, desde la perspectiva psicosocial, 5. Finalmente, abre el espacio para la


autores como Martín Beristain (2000, 2008), reflexión, de tal manera que se puede
Cabrera (2001, 2008), Piper-Sharif, (2003, pensar que los hechos no pueden repetirse
2009), Theidon (2006), Gaborit (2006, 2007), nuevamente. Con esto también se deja
Lira (2009, 2010, 2011), Mendoza García un mensaje a las futuras generaciones,
(2007, 2015, 2016) y Villa Gómez (2013, un aprendizaje social que fortalece los
2014, 2016), entre muchos otros, abordan procesos de reconstrucción.
una dimensión resistente y terapéutica de
la memoria que permiten reconocer social Gaborit (2006) y Reategui (2008) también
e individualmente la existencia y la realidad les atribuyen estas funciones: generar una
de los hechos de violación de derechos, dinámica restaurativa y curativa en términos
opresión, violencia, exclusión y victimización de integración social, cohesión comunitaria,
de mayorías populares y de las víctimas de las construcción de ciudadanía de derechos,
dictaduras y conflictos armados en América transformación en las relaciones de género,
Latina. En estos procesos de memoria, elaboración de los duelos, dignificación de
personas y comunidades pueden afirmar: las víctimas y crecimiento en la solidaridad
“Esto sí sucedió”, no se puede negar. Con y el apoyo mutuo. Esto, a su vez, posibilita
esto se rompe con la lógica de la impunidad respuestas desde fuera del grupo, tales como
y de “normalización de la violencia”: se decisiones públicas en el estado local, inci-
abre el espacio para que sea inaceptable dencia en el nivel nacional, organización para
cualquier acción que atente contra la vida y la búsqueda de justicia. Para estos autores, es
la dignidad de la gente. Dejando claros los el germen de un movimiento social.
siguientes aspectos:
Para Gaborit (2006, 2007), la salud mental
1. Se logra mantener el hilo del pasado con de las sociedades donde se ha dado, permitido
el futuro, a través de la narración de los y amparado la violencia pasa por la recupera-

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


264 Memoria colectiva: aproximación a un estado de la cuestión en el sociocognitivismo

ción de la memoria histórica. Los intentos de de historia de las mentalidades) que se


todas aquellas personas o instituciones que contraponen a estudios sobre la memoria
no desean que las desapariciones, las masa- y la política, la memoria y el ejercicio del
cres y las torturas queden relegadas al olvido, poder (Jelin, 2003).
lejos de caldear ánimos y reabrir heridas ya
cicatrizadas, vienen a cerrar esas heridas, 2. Historia vs. recuerdo colectivo, un conflicto
que han permanecido abiertas, y a reforzar más de la filosofía y de los historiadores,
la cohesión y el orden social. El recordar, es donde la historia es una narración precisa,
decir, la acción de hacer memoria, y las narra- con pretensiones de verdad, sobre el
ciones que de ella se desprenden no son una pasado con pensamiento crítico; mientras
simple discusión verbal que intenta reconciliar el recuerdo colectivo está inmerso en
versiones distintas de eventos acaecidos en procesos de construcción de identidad y
el pasado; es la acción que empodera a las de disputa política, y cuando se instaura
mayorías populares, a las víctimas y a sus es resistente al cambio, es decir, una
familiares, de decir y decirse justicia y que va mirada sobre el pasado reinterpretado
moldeando un conjunto de actitudes prácticas, desde el presente que sirve a fines del
cognitivas y afectivas que posibilitan una grupo social. Esto implicaría estudios de
verdadera reconciliación social. La recupera- corte antropológico, sociológico y psico-
ción de la memoria histórica es, por lo menos social sobre identidad y memoria, que se
para el caso de El Salvador, indispensable contraponen a estudios críticos históricos.
para construir una historia que responda a Aquí se enmarca con fuerza la mirada
las experiencias y vivencias de las mayorías, latinoamericana.
que no sea elitista ni, en definitiva, ignorante
ni enajenante1. 3. La discusión propiamente de la psico-
logía entre recuerdo individual y recuerdo
Desde la psicología social se vienen colectivo; entre la psicología cognitiva y
abordando, por tanto, algunos problemas: el la neurociencia con la psicología social.
recuerdo compartido, las prácticas sociales Sobre esta oposición, afirman que hay un
de la conmemoración, la fundación social acuerdo entre los psicólogos: los individuos
y contextual de la memoria individual, la situados socialmente son los agentes del
organización retórica del recuerdo y el olvido, recuerdo, es decir, usan las herramientas
la institución social del recuerdo y el olvido, culturales para recordar reflejando su
la memoria como territorio en disputa, la situación sociohistórica y cultural (Wertsch,
memoria en situaciones de trauma social y 2002). Y lo que hace que el recuerdo sea
político, la memoria en procesos de transi- colectivo es que un grupo de individuos
ción. Wertsch & Roediger (2008) plantean compartan un mismo “kit” de herramientas
tres grandes oposiciones sobre las cuales se culturales, lo cual constituye un relato,
pueden hacer estudios de memoria colectiva: discurso de nivel superior y sistémicamente
diferente al del recuerdo individual y, por
1. Memoria colectiva vs. recuerdo colectivo, lo tanto, puede ser estudiado de forma
que implica la diferencia entre representa- independiente: estudios sobre las herra-
ciones del imaginario social, consolidadas, mientas socioculturales de transmisión,
y procesos de construcción y luchas por fijación y cristalización de la memoria y
las representaciones del pasado (estudios sobre los usos que hacen los individuos

1. Una visión amplia y un estado de la cuestión sobre los procesos que en América Latina y en el mundo
se han dado en torno a las transformaciones, resistencias y reconstrucciones que se han suscitado a partir
de la memoria colectiva se desarrolla a profundidad en otro texto escrito por uno de los autores de este
texto (Villa, 2014).

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Memoria colectiva: aproximación a un estado de la cuestión en el sociocognitivismo 265

y los grupos (sociedades) de estas herra- Electrónica de Psicología Iztacala, 17(1),


mientas, lo cual implica una mirada multi- 289-314.
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Realismo ofensivo, base de la política exterior de los EE. UU. hacia Latinoamérica 277

Realismo ofensivo, base Resumen


de la política exterior En este artículo, se demostrará que la
de los EE. UU. hacia teoría de relaciones internacionales conocida
como “realismo ofensivo” es la que mejor
Latinoamérica explica la política exterior de los EE. UU. hacia
Latinoamérica. Se comprobará que, retórica-
Rafael Romero* mente hablando, los EE. UU. siempre se han
presentado a sí mismos como patrocinadores
del liberalismo (la contraparte del realismo),
pero que, en la práctica de sus relaciones
internacionales, en particular hacia la América
Latina, han actuado siguiendo los postulados
del realismo. Las evidencias presentadas en
este artículo confirmarán que, mientras los
EE. UU. públicamente apoyan el respeto a
las leyes (fundamento teórico del liberalismo),
en la práctica siempre han actuado de forma
contraria, recurriendo a su poder, y en todas
sus formas, para implementar su poderío
(fundamento teórico del realismo).

Palabras clave:
teorías de relaciones internacionales,
política doméstica e internacional,
intervencionismo, democracia,
autodeterminación, hegemonía.

* Investigador científico, máster en Relaciones Internacionales por Curtin University.

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


278 Realismo ofensivo, base de la política exterior de los EE. UU. hacia Latinoamérica

Introducción políticas exteriores de cada país son influidas


por las condiciones a nivel internacional, por
Antes de entrar en materia, es pertinente su política doméstica (sistema político-econó-
explicar algunos conceptos básicos que mico de gobierno y sus condiciones internas,
pudieran causar confusión a algunas personas y por la agenda personal de los líderes de
no familiarizadas con este tema. Por ejemplo, esos Gobiernos (Kegley, Charles, & Wittkopf,
en este contexto particular, la política se subdi- 1995). La “arena internacional” se refiere al
vide en política doméstica y política interna- escenario donde actúan todos los Estados
cional. La política doméstica de cada Estado internacionales, también conocida como
se refiere a lo que hace el Gobierno de turno “anarquía internacional”. ¿Caos internacional?
de cada uno de esos actores internacionales,
dentro de sus capacidades, para mantener En este contexto, el concepto de “anar­
la gobernabilidad interna. La política inter- quía” no se refiere a un caos inter­nacional,
nacional, por el contrario, se refiere a lo que sino que a la ausencia de un Gobierno
esos mismos Estados proyectan al exterior, mundial. Contrario a lo que sucede dentro
como su sistema político-económico y social. de un Estado donde hay un Gobierno
Por ejemplo, la política internacional de los central, en la anarquía internacional no existe
países socialistas (aunque muchos de ellos se esa autoridad suprema (Devetak, Burke &
llamen a sí mismos comunistas, todavía no se George, 2007). Es importante aclarar que la
ha llegado a esa fase) defiende una economía Organización de las Naciones Unidas (ONU)
controlada por el Estado, pero, al mismo no es un Gobierno mundial. Su función,
tiempo, promueve beneficios sociales patroci- al menos en teoría, es la de patrocinar un
nados por el mismo Estado. Al contrario, los entendimiento pacífico entre los Estados.
países que se consideran capitalistas presentan Por otro lado, el hecho de que la anarquía
una política internacional donde la economía internacional se refiera a la ausencia de un
no tiene que ser controlada por el Estado, sino Gobierno supremo no implica que no haya
por el sector privado. Aún más, esos países grandes potencias que actúan unilateralmente
consideran que los beneficios sociales (servi- y contra muchas leyes internacionales, para
cios médicos y educación gratuita, etc.) patro- imponer sus propias políticas exteriores.
cinados por el Estado tienen que ser limitados. Veamos, en la siguiente tabla, las diferencias
básicas entre el contexto nacional y el
La política exterior se refiere al conjunto internacional; por ejemplo, jerarquía y
de decisiones que el Gobierno de cada Estado anarquía. Esto es lo que en relaciones
toma, con la clara intención de lograr sus internacionales se llama “la gran división”.
propios objetivos a nivel internacional. Las

Tabla 1.
La gran división
A nivel nacional A nivel internacional
Hay jerarquía (Gobierno central). Hay anarquía (no hay Gobierno central).
Hay monopolio en el uso de la fuerza. No hay monopolio en el uso de la fuerza.
El Estado tiene que dar seguridad. Cada Estado se da su propia seguridad.
La justicia tiene que prevalecer. Prevalece el poder del más fuerte.
Se espera vivir en comunidad. Se vive entre amigos y enemigos.
Se espera que haya paz y orden. Hay más guerra que paz y orden.
Fuente: Condensado de Devetak, Burke & George (2007).

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Realismo ofensivo, base de la política exterior de los EE. UU. hacia Latinoamérica 279

Lo expuesto en la tabla anterior nos da invasión militar). La diplomacia activa puede


una idea de cómo funciona un Estado en recurrir a invasiones militares directas o al
cuanto a sus relaciones internas y sus rela- envío de tropas cerca del país o de la región
ciones internacionales. Un Gobierno central que no se ha doblegado ante las exigencias
puede ser electo popularmente o impuesto. del hegemon o potencial invasor. En otras
Cada Estado controla “legalmente” el uso palabras, la diplomacia es el medio más
de la violencia en favor o contra sus propios común para tratar de implementar la política
ciudadanos por medio de cuerpos policiales, exterior de cada Estado sobre otros (Hunt,
militares e, incluso, paramilitares (escuadrones 2004). Esto de ninguna manera implica que
de la muerte, etc.). La aplicación de la justicia toda forma de diplomacia sea exitosa. En
doméstica es un privilegio de cada Estado, relaciones internacionales, las percepciones o
ya sea que la usen a favor o en contra de lo cálculos erróneos se pagan con un alto precio
estipulado por sus propias leyes. La gober- (Jervis, 1976). Para ilustrar, Sadam Hussein
nabilidad interna es responsabilidad de cada percibió erróneamente la decisión de los
Estado. Por otro lado, en la arena interna- EE. UU. de actuar militarmente. Por su
cional, a pesar de que hay leyes internacio- parte, los EE. UU. calcularon erróneamente
nales, no hay ningún Gobierno supremo que la capacidad de resistir y vencer del pueblo
garantice su aplicabilidad con imparcialidad. de Vietnam ante la agresión estadounidense.
Ambos resultados son ampliamente conocidos.
Eso crea incertidumbre en términos de
seguridad nacional e internacional. De ahí Las relaciones internacionales se refieren
que, en la práctica, cada país sea responsable a la forma en que los Estados actúan y reac-
por su propia seguridad. Esa situación genera cionan ante las políticas exteriores de sus
una desconfianza crónica en términos de segu- contrapartes. Las leyes internacionales, por
ridad internacional, que se conoce como “el su parte, son las reglas o normas establecidas
dilema de la seguridad”. Un problema se dife- para que los Estados actúen de acuerdo a
rencia de un dilema en que el problema tiene esos convenios (Sinclair, 2010). Es relevante
solución y el dilema no. Cada Estado presenta aclarar que el hecho de que existan leyes
el incremento de sus capacidades militares internacionales no es una garantía de que
meramente como defensivas, mientras que el todos los Estados las respeten. En una de sus
resto de Estados perciben esos aumentos como homilías, el mártir monseñor Óscar Arnulfo
ofensivos y, por lo tanto, como una amenaza Romero y Galdámez denunció que la “ley es
real. Esa desconfianza eterna hace que cada como la serpiente, pica solo a los descalzos”.
Estado continúe armándose, con la excusa Él se refería a las violaciones a los derechos
de protegerse a sí mismo ante la amenaza humanos y a la forma en que la ley se apli-
que representa el continuo incremento de las caba en El Salvador. Su certera aseveración
capacidades militares de otros. Eso se llama también tiene aplicabilidad en la anarquía
“espiral armamentista”. En realidad, es un internacional, donde la ley internacional aplica
dilema, no un problema. solo a los Estados más débiles. Mientras tanto,
los Estados más poderosos y violadores de
La diplomacia es una herramienta de las leyes internacionales se erigen a sí mismos
las relaciones internacionales que sirve para como gendarmes, jueces y carceleros.
implementar políticas exteriores, para enten-
derse o entrar en desacuerdos. La diplomacia Ahora, agregaremos un concepto más a
puede ser pasiva o activa. La diplomacia de la anarquía internacional. Las teorías de rela-
tipo pasivo recurre a entendimientos mutuos, ciones internacionales son argumentos que,
ya sea por voluntad o por coerción (por de acuerdo a quienes los proponen, se basan
ejemplo, amenazas de no más ayuda econó- en observaciones sistemáticas históricas y que,
mica o militar, o una amenaza directa de desde su propia perspectiva, tratan de explicar

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


280 Realismo ofensivo, base de la política exterior de los EE. UU. hacia Latinoamérica

por qué los Estados actúan de la forma en que cada una de ellas esté en lo correcto o en
lo hacen (Devetak et al., 2007). El énfasis de lo erróneo. Sin embargo, son las evidencias
estas teorías es tratar de explicar el origen de históricas e imparciales quienes tienen la
los conflictos, en particular las guerras, aunque última palabra. En este artículo se analizarán,
algunas sugieren ciertas normas que seguir en la medida de lo posible, los postulados
para evitar las beligerancias. Pasemos ahora del realismo y del liberalismo, y, en menor
a explicar las diferencias y similitudes entre las medida, del constructivismo. Tómese en
teorías de relaciones internacionales que, hasta cuenta que este no es un tratado sobre rela-
el momento, han atraído más atención de los ciones internacionales, sino un artículo sobre
críticos en esta área de las ciencias sociales. relaciones internacionales. Las teorías de
relaciones internacionales conocidas como
Teorías de relaciones internacionales liberalismo y realismo no son las únicas, pero
son las que más impacto y vigencia siguen
En general, cualquier teoría tiene críticos teniendo en la anarquía internacional. Por
en sus respectivas áreas. Hay campos cien- esa razón, a ambas teorías se les dará más
tíficos donde teorías como la de Darwin o énfasis, para demostrar lo argumentado al
Einstein tienen muy pocos desafiadores; pero, principio de este estudio. Las teorías de rela-
en relaciones internacionales, la controversia ciones internacionales son proposiciones que,
es literalmente prolífica. El hecho de que las desde sus propias ópticas, explican el porqué
varias teorías de relaciones internacionales de la conducta de los países en la anarquía
generen controversia, tanto cuantitativa como internacional.
cualitativa, no implica automáticamente que

Tabla 2.
Principales teorías de relaciones internacionales
Instrumentos más
Teoría Ideas centrales Actores principales
importantes
Realismo La prioridad de cada Estado El Estado es el actor En primer lugar, el uso del
son sus propios intereses, y principal, sin importar el poder militar. El uso de la
compiten por poder y por tipo de gobierno o sistema diplomacia queda en segundo
seguridad propia. político. lugar.
Liberalismo Promover la democracia, la Los Estados, las instituciones Instituciones internacionales y
economía global y las ONG internacionales y los el comercio global.
que promueven la paz. intereses comerciales.
Constructivismo Las relaciones internacionales Quienes promuevan nuevas Ideas y valores morales.
tienen que ser moldeadas ideas, activistas de redes
por ideas persuasivas, internacionales y ONG.
valores colectivos, culturas e
identidades sociales.
Fuente: Snyder (2004).

De la tabla anterior, se infiere que las tres tivismo sugieren normas para cambiar esa
teorías en mención tienen más diferencias que rutina diaria. Irónicamente, al proponer esas
similitudes. Por un lado, el realismo explica, normas de conducta internacional, ambas
desde su propia perspectiva, cómo funcionan teorías están aceptando implícitamente los
las relaciones internacionales en la rutina postulados del realismo. Nótese que esta
diaria. Por otro, el liberalismo y el construc- última teoría se llama realismo porque expone

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Realismo ofensivo, base de la política exterior de los EE. UU. hacia Latinoamérica 281

la realidad cotidiana como es, en lugar de EE. UU. para, supuestamente, someterse a un
proponer cómo debería ser. Al principio de tratamiento médico. Al mismo tiempo, días
este artículo, se estableció que el constructi- antes Carter había autorizado el reforzamiento
vismo sería estudiado con menos énfasis por de la presencia militar estadounidense en
no tener la misma atención académica que el el Caribe (Pakistan Institute of International
liberalismo y el realismo. También, téngase en Affairs, 1980). La política exterior de Jimmy
cuenta que estas tres teorías no son las únicas Carter jamás se diferenció de la de sus ante-
en relaciones internacionales. cesores en cuanto al aspecto expansionista
y hegemónico. La única diferencia era que
El constructivismo en relaciones Carter hablaba públicamente de respetar los
internacionales derechos humanos y el respeto a la autode-
terminación de los pueblos oprimidos, mien-
Para algunos críticos académicos, el cons- tras que sus antecesores habían omitido esa
tructivismo todavía no es una teoría porque, herramienta pública de política exterior en sus
de acuerdo con sus puntos de vista, aún está respectivas retóricas. 
en una fase embrionaria de su desarrollo.
El constructivismo asume, como una even- Aún más, el 23 de enero de 1980, Carter,
tualidad real, que los líderes de los Estados en su mensaje anual al Congreso de su país,
pronto empezarán a basar sus relaciones declaró que el golfo Pérsico había sido y
internacionales y sus propias políticas exte- seguiría siendo vital a los intereses geopolíticos
riores en la ética y los valores morales. Algunos de los EE. UU. Por lo tanto, estaba dispuesto
constructivistas argumentan que el caso de a lo que fuera necesario para mantener
Jimmy Carter reivindica este argumento casi control sobre esa región (Adam, 1980). Eso
profético, porque, durante su administración dista mucho de ser constructivismo. El día 8
como presidente de los EE. UU., enfatizó el de agosto de 1980, Carter ordenó que casi
respeto a los derechos humanos universales y 2000 marines (tropas navales, pero con entre-
la buena voluntad de mantener relaciones de namiento de infantería, para atacar en tierra
coexistencia pacífica a nivel mundial (Isacoff firme) estadounidenses entraran al océano
& Widmaier, 2003). Ese tipo de constructi- Índico, para dar no solo un ejemplo de fuerza
vismo glorifica lo supuestamente positivo de militar, sino de lo que su administración estaba
la retórica pública de Carter, pero no se atreve dispuesta a hacer si algún David se atrevía
a escrudiñar lo que Carter hizo en la práctica. a desafiar al Goliat del norte en esa región
Por ejemplo, en un discurso televisado el 18 de (Pakistan Institute of International Affairs, 1980).
septiembre de 1980, Carter manifestó abierta-
mente que, si para defender Europa occidental Para que el constructivismo empezara
y los intereses geopolíticos de los EE. UU. a ganar una credibilidad objetiva, primero
tuviera que recurrir al uso de bombas atómicas, tendría que empezar por aclarar convincen-
no lo dudaría ni un solo segundo. Aún más, el temente ese tipo de macrodiscrepancias. De
falso cristianismo de Carter lo llevó a declarar, acuerdo a algunos críticos, el constructivismo
públicamente, que por ningún motivo le pediría no explica cómo se interrelacionan los tres
disculpas al pueblo de Irán (recientemente niveles de análisis (internacional, doméstico y
emancipado de la dictadura del sah Mohamed la agenda del líder del Gobierno o Estado) en
Reza Pahlevi), por haber ayudado militar- relaciones internacionales, sino que enfatiza
mente a ese dictador (Pakistan Institute of una esperanza en que las relaciones inter-
International Affairs, 1980).  nacionales se basen en estándares éticos y
morales (Lobell, Ripsman & Taliaferro, 2009).
El día 26 de octubre de 1979, Jimmy No es aventurado argumentar que el cons-
Carter permitió que el exdictador iraní, tructivismo es más idealista que el liberalismo,
sah Mohamed Reza Pahlevi entrara a los porque no infiere, sino que asume como una

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


282 Realismo ofensivo, base de la política exterior de los EE. UU. hacia Latinoamérica

posibilidad real el hecho de que cada Estado, El liberalismo


en un futuro no lejano, dejará atrás sus inte-
reses estratégicos y se comportará como un Esta teoría de relaciones internacionales
buen samaritano en la arena internacional. argumenta que las prioridades para una coexis-
tencia pacífica, el desarrollo y el bienestar de
De acuerdo al constructivismo, los Estados todos, tienen que ser la dignidad humana, un
aprenden de sus derrotas y victorias a sistema de estabilidad y paz, y una democracia
nivel internacional, y eso los hace cambiar liberal —donde se respete la voluntad popular
para el bien colectivo y de ellos mismos expresada en elecciones libres— (Armstrong,
(Deibel, 2007). En la academia anglosajona, Farrel & Lambert, 2007). En este contexto, esta
Alexander Wendt es considerado como el teoría usa el concepto “democracia liberal” —
máximo exponente del constructivismo. Su participación de varios partidos políticos—, en
artículo “Anarchy is what States Make of it: contraposición a la “democracia de los autolla-
The Social Construction of Power Politics” mados países comunistas” (en realidad, estos
(“La anarquía es lo que los Estados hacen de últimos son socialistas, porque todavía no han
ella: la construcción social del poder político”, llegado a la etapa comunista), en donde hay
1992) lo catapultó al nivel de pionero del elecciones, pero los votantes eligen al candidato
constructivismo. Lo que Wendt no explica es de su preferencia dentro del partido oficial (el
cómo esta teoría espera que en una era en único que existe). Pero agenciarle adjetivos
la cual las capacidades militares se vuelven a la democracia resulta controversial y hasta
cada día más y más sofisticadas, los Estados contraproducente.
poseedores de dichas capacidades renuncien
al poder e influencia que dichas capacidades La palabra democracia deriva de dos
les dan y, simplemente, decidan actuar con raíces griegas: demos, que significa gente o
ética y moral. pueblo, y kratos, que significa poder. Por lo
tanto, democracia significa poder para y por
Para ilustrar, el 21 de julio de 2017, el el pueblo. En ningún momento, el verda-
actual presidente de los EE. UU., Donald dero concepto de democracia incluye, como
Trump, inauguró el portaaviones nuclear requisito, que existan varios partidos políticos,
Gerald R. Ford (en honor de ese expresidente sino que el poder sea ejercido por el pueblo.
de los EE. UU.). Ese barco nuclear es el Si la democracia liberal fuera la panacea por
primero de una nueva flota de portaaviones el solo hecho de que en las elecciones parti-
con la tecnología más avanzada. Con suma cipen varios partidos políticos, entonces el
prepotencia, Trump afirmó ante la prensa liberalismo de ninguna manera podría explicar
inter­
nacional: “Nuestro poderío militar es convincentemente cómo en varios países
inigualable (…) y cada día mejoramos, guiados por el liberalismo y patrocinados
crecemos y nos volvemos más poderosos (…). por los EE. UU. han existido dictaduras mili-
Cuando vamos a la guerra, no queremos una tares que duraron varias décadas. Ejemplos:
pelea justa, queremos lo opuesto. Deman­ el general Ferdinand Marcos en Filipinas,
damos la victoria y tendremos la victoria total, el general Suharto en Indonesia, el general
créanme” (Baker, 22 de julio de 2017, The Stroessner en Paraguay, el general Pinochet
New York Times). Esperar a que el idealismo en Chile, los generales Somoza en Nicaragua,
del constructivismo fructifique sería como los generales en Bolivia-Uruguay-Argentina,
esperar a que un lobo renuncie a su naturaleza los coroneles y generales en Guatemala,
para adoptar abruptamente la conducta de Honduras y El Salvador.
un manso corderito. Exploremos ahora
lo que otras teorías de relaciones interna­ Lo curioso, en el mejor de los casos, es que
cionales postulan. en esos países se permitió la participación de

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Realismo ofensivo, base de la política exterior de los EE. UU. hacia Latinoamérica 283

varios partidos políticos en elecciones “popu- Este tipo de contradicciones genera la


lares”, tal como lo demanda el liberalismo; pregunta sobre si el liberalismo es en verdad
pero mucho más curioso es el hecho de que, una teoría de relaciones internacionales o una
antes de que dichas elecciones populares se fachada deliberadamente creada para ocultar
llevaran a cabo, ya se sabía que el ganador el accionar opuesto. Aun así, el liberalismo
sería el candidato del respectivo partido oficial. considera al realismo como inmoral, porque
También se sabía, con anticipación, que los no respeta la dignidad humana ni la estabilidad
EE. UU. volverían a felicitar ese tipo de “fiestas estratégica ni la democracia (Armstrong et al.,
cívicas”, donde, de acuerdo a ellos, el pueblo 2007). Pero, al mismo tiempo, el liberalismo no
había expresado libremente su voluntad de garantiza que las mismas reglas, normas o dere-
seguir siendo gobernados por el estamento chos que propone se cumplirán (Barkin, 2010).
militar apoyado por la Casa Blanca. En todas El solo hecho de que esta teoría haga énfasis
esas dictaduras militares con democracias libe- en ciertos derechos implica que las causas de
rales, la participación de uno o más partidos los conflictos radican, precisamente, en una
de oposición solo servía para legitimar la anti- realidad donde se carece de esos derechos.
cipada victoria del candidato oficial.

Tabla 3.
Derechos de acuerdo al liberalismo
Tipo de derecho Ejemplos
Ser libre de autoridades arbitrarias (injustas o ilegales). Libertad de expresión individual, de prensa, de propiedad
privada e igualdad ante las leyes.
Capacidad y oportunidad de tener libertades justas y legales. Todo lo necesario para proteger los derechos anteriores.
Participar en una democracia representativa. Soberanía y libre elección de autoridades para que
legislen y administren en beneficio de sus pueblos.
Fuente: Smith, Hadfield & Dunne (2012).

Basados en esos derechos, se puede refleja directamente la realidad existente en


deducir que el liberalismo es una teoría las relaciones internacionales. Ningún líder de
normativa, porque su énfasis está en proponer un Estado compraría medicina para un dolor
normas para una coexistencia pacífica que de muelas si el problema son hongos en los
conduzca al progreso y bienestar de todos. pies o viceversa. Si el liberalismo propone ese
La naturaleza de las normas propuestas por tipo de normas potencialmente curativas es
el liberalismo para lograr una coexistencia porque, implícitamente, acepta una realidad
pacífica a nivel doméstico e internacional diferente a la ideal.

Tabla 4.
La guerra y la paz de acuerdo al liberalismo
Causas del conflicto Cómo prevenirlo Pionero del argumento
Las intervenciones de algunos Gobiernos Promoviendo la libertad, el libre comercio, la Richard Cobden
alteran el orden natural. prosperidad y la independencia de los pueblos.
La naturaleza antidemocrática de la Garantizando la autodeterminación de los Woodrow Wilson
política internacional, en particular la pueblos, con Gobiernos al servicio de sus
política exterior y el balance de poder. pueblos y una seguridad internacional colectiva.
El sistema de balance de poder a nivel Creando un Gobierno internacional para J. A. Hobson
internacional. mediar en conflictos y aplicar decisiones
punitivas a quienes resulten culpables de crear
conflictos innecesarios.
Fuente: Baylis & Smith (1997).

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


284 Realismo ofensivo, base de la política exterior de los EE. UU. hacia Latinoamérica

Llama bastante la atención el hecho de implicaba un impedimento para que los EE.
que varios autores se aventuren a presentar a UU. continuaran aplicando la doctrina Monroe
Woodrow Wilson (presidente de los EE. UU. a sus vecinos, al sur del río Bravo (Lodge,
de 1913 a 1921) como promotor del libera- 1925). Durante su administración, él ordenó la
lismo (Lodge, 1925; Baker, 1960; Hoff, 2008). invasión y ocupación militar de varios países
Llama aún más la atención el hecho de que de América Latina: México en dos ocasiones
los benefactores académicos de Wilson argu- (1913-1917 y 1918-1919), Honduras (1919),
menten que él se esforzó en prevenir conflictos Panamá (1918-1920), República Dominicana
“garantizando la autodeterminación de los (1914 y 1916), Haití (1914), Cuba (1917),
pueblos, con Gobiernos al servicio de sus Guatemala (1920) y Costa Rica (1921).
pueblos y una seguridad internacional colec- También, Wilson heredó ocupaciones militares
tiva” (Baylis & Smith, 1997). Aparte de haber que su antecesor había ordenado; aun así,
ordenado la invasión y ocupación militar decidió mantener sus tropas de ocupación en
de varios países de la América cobriza y de Nicaragua, Panamá y Haití (CRS Report for
haberle dado continuidad a las ocupaciones Congress, “Instances of Use of United States
militares ordenadas por su antecesor William Armed Forces Abroad, 1798-2001”).
Howard Taft (1909-1913) (CRS Report for
Congress, “Instances of Use of United States Las acciones de Wilson siempre demos-
Armed Forces Abroad, 1798-2001”). Wilson traron lo contrario de los ideales liberales
también presionó, infructuosamente, para que que él pregonaba al mundo. El solo hecho
la Liga de Naciones —precursora de la actual de hablar y tratar de promover el respeto a
Organización de las Naciones Unidas— acep- la autodeterminación de los pueblos, pero,
tara la doctrina Monroe como parte de las al mismo tiempo, tratar de subyugarlos por
leyes internacionales (Baker, 1960). medio de la “legalización internacional” de
la ilegal doctrina Monroe fue siempre no solo
La doctrina Monroe fue promulgada unila- un insulto a la inteligencia humana, sino una
teralmente por James Monroe (presidente de burda manipulación para ayudar a consolidar
los EE. UU. de 1817 a 1825). De acuerdo la hegemonía de los EE. UU. sobre cualquier
a esa doctrina, los EE. UU. se autoagencian futura víctima (Hoff, 2008). La retórica que
el derecho de “proteger” a América Latina usó Wilson lo presentaba como un genuino
de una potencial recolonización europea. De promotor del liberalismo, de ideales demo-
ahí que también se garantizan el derecho cráticos, libertarios y de autodeterminación
de intervenir en cualquier país al sur del río de los pueblos oprimidos, aunque su accionar
Bravo, para asegurarse de que “América”, es real fuera diametralmente diferente. La retó-
decir, los Estados Unidos, siga siendo para los rica nunca deja de ser un arma de dos filos,
americanos, esto es, para los estadounidenses porque puede servir para apoyar la práctica
(Brands, 1998; Little, 2007). En la práctica real de lo que se pregona o para ocultar deli-
histórica de los EE. UU., americanos solo son beradamente el accionar opuesto a lo que
los que viven al norte del río Bravo. Quienes se alaba en público. La capacidad retórica
viven al sur no tienen que pasar de ser subor- de Wilson no se basaba en una elocuencia
dinados a los dictados de Washington. persuasiva, sino en el poderío militar de su
país, por lo general, ante los países militar-
De haberse aprobado la propuesta de mente débiles.
Woodrow Wilson, los EE. UU. habrían tenido
aprobación legal internacional para continuar Aún más, el caso del presidente Wilson es
invadiendo y ocupando militarmente cualquier representativo de la política exterior implemen-
país al sur de su frontera geográfica. La Liga tada tanto por sus antecesores como por sus
de Naciones rechazó la propuesta del presi- sucesores. En otras palabras, es una práctica
dente Wilson, pero eso de ninguna manera común a la que todos los presidentes de los

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Realismo ofensivo, base de la política exterior de los EE. UU. hacia Latinoamérica 285

EE. UU. han recurrido y siguen recurriendo. realidad tal como es y no como debería
Ellos se presentan públicamente como abne- ser. De acuerdo al realismo, la historia de la
gados promotores del liberalismo (democracia, humanidad demuestra que la paz duradera
libertad, autodeterminación de los pueblos, no es posible porque, por naturaleza, los seres
etc.), pero, en la práctica, actúan exactamente humanos están predispuestos a las beligeran-
como el realismo argumenta que los Estados cias (Kubálková, Onuf & Kowert, 1998). El
se comportan en la arena internacional. En realismo argumenta que la prioridad principal
los EE. UU., el partido político en el poder y de cualquier Estado es lograr sus objetivos
su presidente pueden cambiar. Lo que nunca estratégicos en la arena internacional, y no el
cambia es su política exterior de hegemonía y respeto a los derechos de otros. Esos derechos,
expansionismo hasta donde la geopolítica les sin embargo, se pueden respetar, pero solo
permita, pero siempre proyectándose con una después de haber logrado los propósitos antes
verborrea liberal. En breves palabras: promo- mencionados (Vincent, 1986). En la anar-
tores del liberalismo en la publicidad y realistas quía internacional (recuérdese que, en este
en la iniquidad. contexto, anarquía no significa caos, sino que
la ausencia de un Gobierno mundial), los inte-
El realismo reses primarios de cada Estado se miden en
términos de poder relativo —primero militar
Esta teoría de relaciones internacionales y luego económico— al de otros Estados
debe su nombre al hecho de explicar la (Smith & Light, 2001).

Tabla 5.
Fundamentos y explicaciones del realismo
Fundamento Explicación
Grupismo Por naturaleza, los seres humanos viven en sociedades llamadas
“países”, y ellos son los que hacen la arena internacional.
Egoísmo Algunos Estados pueden ayudarse mutuamente, pero su prioridad
número uno es garantizar sus propios intereses antes que los de
los otros Estados.
Centrismo del poder En relaciones internacionales, el poder es esencial, pero la
desigualdad de este es mucho más importante, porque ayuda a
concentrar más poder y control sobre los Estados más débiles.
Fuente: Smith, Hadfield & Dunne (2012).

De lo antes expuesto, se puede concluir por la historia objetiva. En este contexto, la


que el realismo se basa en observaciones historia objetiva no es la que escriben ni los
sistemáticas de la historia de la conducta de las vencedores ni los vencidos, sino que la que
sociedades humanas en relación a otras socie- los hechos reales demuestran. El realismo no
dades humanas, sin importar si fueron tribus se propone denigrar ni a la raza humana ni
o son naciones o países con su respectivo otras teorías de relaciones internacionales,
Estado (nación, país y Estado no significan lo sino exponer cómo funciona el grupismo, el
mismo, pero no es parte de este artículo entrar egoísmo y el centrismo del poder, y cuál es
en esos detalles). La Biblia, sin necesidad de el resultado de esa interrelación. Contrario al
referirse a teorías de relaciones internacionales, liberalismo y al constructivismo, el realismo
da cuenta de innumerables conflictos bélicos. no sugiere normas para cambiar la realidad
El realismo se llama así, porque presenta la cotidiana, sino que se concentra en explicar
realidad que producen los hechos confirmados sus causas.

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


286 Realismo ofensivo, base de la política exterior de los EE. UU. hacia Latinoamérica

Tabla 6.
Una comparación más entre liberalismo y realismo
El realismo asume que: El liberalismo asume que:
Los Estados son los actores dominantes en la Las leyes internacionales tienen que regir en la
sociedad internacional. sociedad internacional.
Los Estados actúan conscientemente, para lograr Las organizaciones intergubernamentales, como
sus intereses propios, mantener su poder y, en lo la ONU, tienen que ser tomadas en cuenta y
posible, aumentarlo. respetadas.
Las interacciones de los Estados, dependen de Tiene que haber multilateralismo y cooperación,
su capacidad de poder. para beneficios colectivos.
La cooperación internacional es rara y se da solo Los intereses a largo plazo de todos tienen que
cuando los intereses de cada Estado coinciden. prevalecer sobre los intereses de corto plazo.

Fuente: Schoenbaum (2006).

La ONU, como organización interguberna- de los EE. UU. Uno de los postulados del
mental, de acuerdo al liberalismo no solo tiene realismo es que puede haber colaboración
que ser tomada en cuenta, sino que respetada. mutua entre algunos Estados, solo si los
Sin embargo, en la realidad, los propósitos intereses de cada uno de ellos coinciden. En
para los que fue creada distan mucho de su este contexto, los liberales —promotores de
verdadero accionar. La ONU nació secues- la libertad y de la autodeterminación de los
trada por los cinco miembros permanentes del pueblos— coinciden con los crónicamente
mal llamado Consejo de Seguridad. Ahí existe diabólicos comunistas internacionales, para
una “democradura” (en realidad, una dicta- mantener su poder de veto sobre las masas de
dura), porque, aunque las masas (los países países que ambos dicen defender. El realismo,
que conforman la Asamblea General) emitan al igual que el liberalismo, tiene sus variantes,
cualquier resolución, si esa no concuerda con aunque mantienen la esencia de sus postu-
los intereses de cualquiera de los miembros lados. Dado que el énfasis de este artículo es
permanentes del Consejo de Seguridad, basta el realismo, exploremos ahora las diferencias
con que uno de esos cinco no la aprueben, básicas entre sus variantes.
y ahí terminó todo. En otras palabras, eso
es el poder de veto. Los EE. UU. no solo se Realismo clásico y neoclásico
autoagencian el campeonato mundial de la
democracia, sino que también se erigen en El realismo clásico se refiere a la versión
promotores de la libertad y la autodetermina- original de esa teoría de relaciones internacio-
ción de los pueblos del mundo. nales. El prefijo neo-, en este contexto, signi-
fica que la versión original ha experimentado
Esa misma democracia que el liberalismo una mayor elaboración o que incluye nuevos
de los EE. UU. en público dice defender elementos de análisis. De ahí, que el realismo
continúa pisoteada y maniatada en la prác- neoclásico es una versión más detallada que la
tica por el poder de veto que cada miembro versión original. A pesar de esas diferencias, la
permanente del mal llamado Consejo de esencia de la teoría se mantiene, porque todas
Seguridad tiene. Los EE. UU. siempre se han sus variantes coinciden en que la seguridad
opuesto a la derogación de ese arbitrario y propia es la prioridad número uno de cada
draconiano poder de veto. Por supuesto que, Estado en la anarquía internacional (Gallarotti,
en este sentido, los otros miembros perma- 2010). También, todas las variantes del
nentes de ese exclusivo club de mandamás realismo coinciden en que la seguridad propia
mundiales han coincidido con la posición no es un problema sino un dilema, porque

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Realismo ofensivo, base de la política exterior de los EE. UU. hacia Latinoamérica 287

no tiene solución. La desconfianza mutua y El realismo neoclásico tiene como mínimo


crónica entre los Estados actores hace que dos subdivisiones. Una de ellas es el realismo
continuamente incrementen sus capacidades ofensivo y la otra es el realismo defensivo. La
militares con el argumento de que su nuevo diferencia fundamental entre ambas subdivi-
arsenal es meramente defensivo. Pero sus siones estriba en explicar, convincentemente,
contrapartes lo consideran ofensivo (agresivo); qué tanto poder quieren los Estados en la
por lo tanto, para defenderse contra esa nueva anarquía internacional. De acuerdo al realismo
potencial amenaza, ellos también se rearman, defensivo, los Estados se conforman con lograr
generando una espiral armamentista que solo un balance de poder. En otras palabras, un
sirve para continuar nutriendo el dilema de la terreno de operaciones donde nadie tenga
seguridad (Scheller, 2007). más poder que otros y donde, una vez logrado
ese equilibrio de capacidades, los Estados
La academia anglosajona atribuye a beligerantes cesan sus hostilidades, para reini-
Gideon Rose la introducción del realismo ciarlas solo si algún Estado rompe ese balance
neoclásico. Esta teoría es realista, porque de poder, pero sin renunciar al poder ya
mantiene que la posición de cada Estado adquirido y, por lo tanto, a su previa posición
en la arena internacional está determinada jerárquica en la anarquía internacional. Por su
por su nivel de poder en comparación al de parte, el realismo ofensivo argumenta que los
sus homólogos; y es neorrealista, porque Estados (en referencia obvia a los más pode-
postula que la realidad interna de cada rosos) se caracterizan por una sed insaciable
Estado también es determinante a la hora de poder. Esos Estados no se conforman con
de interactuar en la anarquía internacional lograr un balance de poder. Por el contrario,
(Kitchen, 2010). En breves palabras, el deliberadamente tratan de mantener un
realismo neoclásico argumenta que los factores desequilibrio, para maximizar su poder relativo
domésticos de cada Estado no son inmunes a y su expansionismo. Esto sucede, porque su
las presiones que resultan de la estructura de última meta es la hegemonía regional, hemis-
poder en la arena internacional. Esa estructura férica y luego global (Mearsheimer, 2014).
se refiere a la diferencia de capacidades entre Veamos ahora cómo la teoría del realismo
grandes potencias, potencias regionales, poten- ofensivo explica mejor la política exterior de
cias regionales emergentes y estados débiles los EE. UU. hacia América Latina.
(Rose, 1998).

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288 Realismo ofensivo, base de la política exterior de los EE. UU. hacia Latinoamérica

Tabla 7.
Ocupaciones militares o envío de tropas de EE. UU
en Latinoamérica desde 1798 a 1992
(Esta lista no incluye las acciones encubiertas de la CIA)
País victimizado Año de la acción militar estadounidense
México 1806-1810, 1836, 1842, 1844, 1846-1848, 1859, 1866, 1870, 1873-1896,1913-1917,
1918-1919
Guatemala 1920
El Salvador 1981 (envío de asesores militares)
Honduras 1903, 1907, 1911, 1912, 1919, 1924, 1925, 1983-1989
Nicaragua 1853, 1854, 1857, 1867, 1894, 1896, 1898, 1899, 1910, 1912-1925, 1926-1933
Costa Rica 1921
Panamá 1856, 1865, 1885, 1901, 1903-1914, 1918-1920, 1921, 1925, 1988, 1989-1990
Haití 1888, 1914, 1915-1934
República Dominicana 1798-1800, 1903, 1904, 1914, 1916-1924, 1965
Puerto Rico 1824
Cuba 1822, 1823, 1824, 1825, 1906-1909, 1912, 1917-1922, 1933, 1962
Grenada 1983
Colombia 1901, 1860, 1868, 1873, 1895, 1901, 1902, 1989
Perú 1835-1836, 1989
Bolivia 1986, 1989
Uruguay 1855, 1858, 1868
Paraguay 1859
Chile 1891
Argentina 1831-1832, 1833, 1852-1853, 1890
Brasil 1894
Otras colonias 1810, 1813, 1814, 1816, 1817, 1898
españolas
Fuente: Tabla construida por el autor con información obtenida de CRS Report for Congress, “Instances of Use of United
States Armed Forces Abroad, 1798-2001”.

La primera y más básica conclusión que argumenta, que se construyen en el proceso


se puede obtener de la tabla anterior es que de interacción entre Estados internacionales.
las intervenciones militares de los EE. UU. en Una cuarta conclusión es que nunca ningún
América Latina no han sido casos aislados, país de América Latina ha desarrollado un
sino una constante. La segunda conclusión poderío militar contra el que los EE. UU.
es que la agresividad y hegemonía de los tuvieran que buscar un balance de poder.
EE. UU. hacia sus vecinos al sur del río Bravo Por lo tanto, ni la teoría del realismo defen-
contrasta diametralmente con los postulados sivo explica convincentemente el accionar
del liberalismo, argumentos que teórica- de los EE. UU. hacia la América cobriza. De
mente los autoidentifica como los campeones acuerdo con esta teoría, los Estados cesan en
mundiales de la democracia, la libertad y la su agresividad mutua cuando han logrado un
autodeterminación de los pueblos. La tercera balance de poder. El solo hecho de que los
conclusión es que, durante casi dos siglos, EE. UU. nunca hayan tenido, en su autoa-
los EE. UU. no han logrado construir los genciado “patio trasero” (Latinoamérica), un
valores morales y éticos que el constructivismo rival militar de su propio calibre y que, a pesar

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Realismo ofensivo, base de la política exterior de los EE. UU. hacia Latinoamérica 289

de eso, hayan continuado con su obsesión de se mantiene distante: agresores y agredidos


más poder, descarta que la teoría del realismo no se rinden en sus respectivos cometidos).
defensivo explique la política exterior de los El realismo ofensivo enfatiza que los Estados
EE. UU. hacia Latinoamérica. predadores no se autoimponen un límite al
poder que quieren conquistar. Al contrario, esos
En este escenario real, la conclusión más real Estados simplemente recurren al maquiavelismo
es la explicación que el realismo ofensivo ofrece: (para lograr el objetivo, no importa los medios
los Estados predadores no le ponen límite al que se usen). En primera instancia, actúa el
poder que ellos mismos puedan adquirir, porque poderío militar. Luego, la jerga diplomática se
su meta final es la hegemonía. Esa hegemonía encargará de suavizar o minimizar la seriedad
empieza, primero, a nivel regional, para escalar de los hechos. En relaciones internacionales,
a una hegemonía hemisférica (ya lograda por no basta con tener poder. Para que ese poder
los EE. UU.) y, luego, lograr una hegemonía tenga credibilidad, hay que ejercerlo, y los
global (por el momento, ese nivel de hegemonía EE. UU. siempre lo ejercen en diferentes formas.

Tabla 8.
Formas comunes de intervencionismo de EE. UU. en Latinoamérica
Forma de intervencionismo Ejemplo
Amenaza de invasión militar Nicaragua, en los años ochenta
Bloqueo económico Cuba, por más de medio siglo
Bloqueo diplomático Impedimento del reconocimiento de Cuba
Desestabilización de Gobiernos Bolivia, Nicaragua y Venezuela
Apoyo a ejércitos mercenarios Cuba y Nicaragua
Apoyo a golpes militares Allende en Chile y Arbenz en Guatemala
Apoyo a fraudes electorales El Salvador
Apoyo económico a candidatos oficiales Chile y El Salvador
Apoyo a dictaduras militares Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay
Control de la prensa doméstica El Salvador, Argentina, Chile, etc.
Creación de bases militares Cuba, Honduras y Panamá
Irrespeto a leyes internacionales Tratados de Ginebra
Irrespeto a tratados regionales TIAR y OEA
Irrespeto a organizaciones internacionales ONU y Amnistía Internacional
Promoción de propaganda agresiva La Voz de América (VOA)
Envío de asesores militares El Salvador, Guatemala y Honduras
Entrenamiento de militares La mayoría de ejércitos de América Latina
Venta de armamento La mayoría de ejércitos de América Latina
Control de la política exterior La mayoría de países de América Latina
Invasión y ocupación militar Varios países de América Latina
Operaciones encubiertas de la CIA La mayoría de países de América Latina
Fuente: Tabla construida con información de diferentes fuentes académicas. Por razón de
espacio, no se incluyen todas. Información más detallada y cronológica se puede encontrar
en McPherson (2013), Selser (1994, 1997, 2001, 2009) y Nieto (2003).

Es pertinente aclarar que, en la tabla siado larga como para poder incluir todos
anterior, solo se incluyeron algunos ejemplos los casos ilustrativos. Desde que los EE. UU.
de cada forma del intervencionismo de los emergieron como Estado en la arena inter-
EE. UU. en América Latina. La lista es dema- nacional, su política exterior ha sido agresiva,

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


290 Realismo ofensivo, base de la política exterior de los EE. UU. hacia Latinoamérica

expansionista y hegemónica. El realismo internacional solo es el punto de partida. En


ofensivo nos explica, claramente, que este relaciones internacionales, lo que cuenta es lo
tipo de Estados actores no se conforma con que se hace y no lo que se dice en defensa
simplemente asegurar su seguridad propia en de esas acciones. Los EE. UU. se autoagen-
la anarquía internacional. Las ambiciones de cian el liderazgo mundial de las democracias
esta clase de Estados van mucho más allá. En liberales, pero su accionar siempre se basa en
otras palabras: primero, lograr una hegemonía un realismo ofensivo.
regional; luego, una hemisférica, hasta lograr
una hegemonía global. La política exterior de los EE. UU. hacia
la América Latina llegó a extremos que ni
De ninguna manera es politiquería o los productores de Hollywood se habrían
propaganda anti-EE. UU. el catalogarlos como imaginado para sus películas. Por ejemplo,
imperialistas. De acuerdo al Penguin Dictionary en una infinidad de casos, la CIA trató de
of International Relations (Diccionario de asesinar a Fidel Castro (líder de la revolución
relaciones internacionales), la palabra “impe- en Cuba), por medios inimaginables durante
rialismo” deriva del vocablo latino imperium. ese tiempo (envenenar su comida, regalarle
Eso significa que un Estado actor aplica su puros de tabaco envenenado, plumas con tinta
poderío en todas sus formas, para someter a envenenada, prendas de vestir con toxinas
otros Estados y mantenerlos bajo su control bacteriológicas, etc.). El caso de Cuba es de
y hegemonía (Evans & Newnham, 1998). particular importancia para entender mejor la
El Penguin Dictionary of Politics (Diccionario política exterior de los EE. UU. hacia América
de política) también coincide con la defini- Latina. Fidel Castro se convirtió en una verda-
ción de imperialismo. En resumen, la política dera obsesión para los EE. UU. (LeoGrande,
exterior de un Estado imperialista recurre a 1998). Durante la ascendente hegemonía
cualquier forma de poder para expandir su de los EE. UU. sobre sus vecinos al sur del
dominio más allá de sus fronteras geográficas río Bravo, la revolución en Cuba demostró
originales (Robertson, 1993). Ese es, precisa- que los individuos libertarios como Simón
mente, el tipo de política exterior que explica Bolívar, José Martí, César Augusto Sandino,
el realismo ofensivo. En otras palabras, una Farabundo Martí y otros más son mortales,
política exterior agresiva, expansionista y pero sus ideas son inmortales. Eso es lo que
hegemónica. Estos Estados son imperialistas la política exterior de los EE. UU. siempre ha
porque sus ambiciones de poder no se limitan rehusado aceptar. Fidel Castro ya falleció,
a asegurar su propia seguridad en la anarquía pero la revolución en Cuba continúa viva.
internacional, sino que constantemente están El peor sordo es el que no quiere escuchar.
avanzando, por cualquier medio, sobre los El peor ciego es el que, teniendo la oportu-
Estados más vulnerables (Gallarotti, 2010; nidad, rehúsa ver; pero el peor analista de la
Lobell, Ripsman & Taliaferro (Eds.), 2009; historia es el que deliberadamente no quiere
Mearsheimer, 2014). analizarla y aprender de ella.

Si existiera un Guinness Record sobre En el caso de El Salvador, el mártir


imperialismo contemporáneo, los EE. UU. no monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez
tendrían ningún rival serio que pudiera arre- había advertido que la violencia solo engen-
batarles esa reputación. La política exterior draba más violencia, y pidió públicamente, a
de los EE. UU. hacia América Latina tiene los miembros de los cuerpos policiales y a los
un sobresaturado historial imperialista contra del ejército, que dejaran de matar a sus seme-
la humanidad y contra muchas leyes interna- jantes. Sus proféticas palabras, sin embargo,
cionales. El realismo ofensivo certeramente fueron percibidas por el entonces presidente
argumenta que hay Estados actores, para de los EE. UU., Jimmy Carter, como un apoyo
los cuales la seguridad propia en la anarquía a la subversión. Carter, en secreto, le pidió al

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Realismo ofensivo, base de la política exterior de los EE. UU. hacia Latinoamérica 291

papa Juan Pablo II (Karol Józef Wojtyła, su Gobierno que quiera patrocinar una genuina
nombre polaco) que “disciplinara” a monseñor autodeterminación. Crean ejércitos de merce-
Romero porque, en su opinión, apoyaba a narios para mutilar los proyectos libertarios de
la subversión y eso ponía en riesgo la segu- los países al sur de su frontera.
ridad nacional de los EE. UU. El problema
fundamental persiste, porque al individuo El caso del expresidente Ronald Reagan
se le puede aniquilar físicamente; lo que no rebasó los límites de la imaginación y del
se puede matar son sus ideas. Eso es lo que cinismo, porque no solo comparó al ejército
la política exterior de los EE. UU. no quiere de mercenarios (la “Contra”) que él mismo
aceptar y prefiere continuar con su estrategia creó para destruir la revolución en Nicaragua,
de fuerza bruta. con los “padres fundadores” de los EE. UU.,
sino que no escatimó esfuerzos en llamarlos
Ninguna revolución es literalmente expor- públicamente “luchadores por la libertad”. Por
table. Toda revolución se da solo cuando hay increíble que pueda parecer, Reagan pretendió
miseria, explotación y represión, en combina- ignorar que en Nicaragua había existido una
ción con el cometido de las víctimas de que dictadura militar impuesta por los EE. UU.
ese estado de cosas se puede cambiar. Ese es y que duró casi medio siglo, regentada por
el crimen que los cubanos, ante los ojos de la familia Somoza. Sin embargo, Reagan no
Washington, cometieron con su revolución. vaciló en declarar la revolución sandinista
Ellos demostraron que el destino manifiesto como la “dictadura” que había destruido la
(argumento invocado, por consecutivas admi- democracia nicaragüense de casi medio siglo.
nistraciones estadounidenses, de acuerdo al
cual Dios los eligió para expandirse y gobernar También, la política exterior de los EE. UU.
a cuanto pueblo pudieran llevar su progreso) hacia sus vecinos latinos se ha caracterizado
(Greenberg, 2005) no es verdad. Con su revo- por intentar asfixiar la economía de estos
lución, los cubanos también demostraron que países, por medio de bloqueos económicos y
es posible lograr una segunda independencia ejerciendo su influencia directa sobre institu-
llevada a cabo por el verdadero pueblo y para ciones financieras internacionales, para que
el pueblo, y esta vez de larga duración. A no les den préstamos, por el hecho de seguir
partir de ese momento, la política exterior de aspirando a emanciparse de la Casa Blanca. Si
los EE. UU. hacia América Latina se endurece otorgan préstamos, estos van atados a condi-
mucho más y empiezan a recurrir a cualquier ciones draconianas que no solo hacen que el
medio posible para mantener su posición dinero vuelva a los prestamistas supermultipli-
hegemónica sobre ese hemisferio. cado, sino que profundizan aún más la depen-
dencia de los países deudores, impidiendo así
Por ejemplo, violan los tratados internacio- su propio desarrollo. Con esta política exterior,
nales de no interferir en los asuntos internos se impide el desarrollo de un país, se impide
de Estados soberanos. Apoyan dictaduras la emergencia de un potencial competidor y
militares que se sometan a los dictados de se impide que esa oveja se quisiera salir del
Washington y acusan públicamente de ser redil. A esto hay que agregarle el hecho de
terroristas-comunistas a quienes quieran libe- que presionan a los países subyugados para
rarse de ese nuevo yugo colonialista. Los EE. que aíslen diplomáticamente a los países
UU. se autoagencian el derecho de decidir que rehúsan avasallarse ante los dictados
quiénes son democráticos y quiénes no. Los Washington y presentan esos resultados como
regímenes que ellos mismos tutelan hacen lo un claro mensaje de la “comunidad interna-
mismo y mantienen una censura de prensa cional” contra los países que supuestamente
permanente, convirtiendo a la prensa en un odian la democracia y la libertad. Esta clase
medio de desinformación masiva. Orquestan de política exterior solo es típica de los Estados
golpes militares contra cualquier nuevo

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


292 Realismo ofensivo, base de la política exterior de los EE. UU. hacia Latinoamérica

imperialistas, y eso es exactamente lo que el patrón de conducta. Ese accionar demuestra


realismo ofensivo nos explica. que, independientemente de quien sea el
presidente de los EE. UU., la naturaleza agre-
Conclusión siva, expansionista y hegemónica de la política
exterior de ese país mantiene su esencia. La
Los argumentos y evidencias presentadas hegemonía hemisférica que han logrado es
en este artículo demuestran que la teoría de un hecho innegable, aunque indeseable para
relaciones internacionales que mejor explica sus víctimas. Por supuesto, todo ese accionar
la política exterior de los EE. UU. hacia criminal contra las víctimas y las leyes inter-
Latinoamérica, hasta esta fecha, es el realismo. nacionales siempre ha sido validado por los
Pero, dentro de esa teoría de relaciones victimarios como acciones necesarias para
internacionales, una versión más explícita, el preservar la democracia, la libertad y la segu-
realismo ofensivo, nos demuestra que es la ridad de todos, incluyendo la del victimario.
teoría que explica, con más evidencias contun-
dentes, la conducta de los EE. UU. hacia A los EE. UU. nunca les han aplicado
Latinoamérica. Basándonos en las evidencias, ninguna ley internacional. Ellos nunca han
argumentos y contraargumentos presentados sufrido ninguna sanción de parte de la mal
en este artículo, el liberalismo dista mucho llamada “comunidad internacional” (entién-
en cuanto a explicar la política exterior de los dase grupo de países dominados por ellos
EE. UU. hacia sus vecinos al sur del río Bravo. mismos). Muy por el contrario, los EE. UU.
De acuerdo al liberalismo, la libertad, la demo- siempre se han autoagenciado el derecho
cracia y la autodeterminación de los pueblos de ser jueces internacionales, gendarmes
es la solución infalible para una coexistencia mundiales y carceleros globales. Y todo eso
pacífica en la anarquía internacional. lo hacen escudándose en su promoción de los
valores y recetas que postula el liberalismo.
El hecho de que los EE. UU. retóricamente No sería aventurado argumentar que ellos son
se autopresenten como los líderes mundiales liberales hacia adentro y realistas hacia afuera.
del respeto a las leyes internacionales, como En otras palabras, ellos practican su libera-
los únicos salvadores de la democracia y lismo dentro de su propio país, pero practican
como el “Capitán América”, que defiende el realismo ofensivo contra sus víctimas en el
la autodeterminación de los pueblos, se extranjero, contra los Estados más vulnerables,
contradice macroscópicamente con su histo- como en América Latina.
rial tanto contra la humanidad como contra
las leyes internacionales que ellos mismos Lo único de la política exterior de los
dicen defender. Al mismo tiempo, ese doble EE. UU. hacia Latinoamérica que tiene cabida
estándar entre la retórica y la práctica genera dentro del liberalismo es su retórica, porque
la pregunta de si en verdad el liberalismo es sus acciones en la práctica solo pueden ser
una teoría genuina desarrollada por pensa- explicadas por el realismo ofensivo. La política
dores que honestamente postulan recetas exterior de los EE. UU. hacia sus vecinos al sur
para combatir los males mundiales o si, en del río Bravo siempre ha sido, por cualquier
la realidad, ha sido desarrollado como una medio y a cualquier costo, la de mantenerlos
herramienta sutil de la política exterior de los bajo su control. En relaciones internacionales,
países imperialistas. eso solo puede llamarse imperialismo. Un
Estado imperialista no se conforma con el
Tómese en cuenta que, por ejemplo, las poder que tiene, porque ese poder le puede
invasiones y ocupaciones militares de varios dar más poder, y para lograr más poder opta
países de América Latina por parte de los por agredir, expandirse y hegemonizar a otros
EE. UU. demuestran que esos no fueron Estados actores en la arena internacional.
hechos aislados, sino un claro y consistente La historia de la política exterior de los EE.

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Realismo ofensivo, base de la política exterior de los EE. UU. hacia Latinoamérica 293

UU. encaja, perfectamente, con lo que el la política exterior de los EE. UU. hacia
realismo ofensivo nos expone. Como es de América Latina.
esperarse, cada política exterior tiene que
tener un componente publicitario, justificativo Es pertinente recordar que, al principio
y de legitimación. En el caso de los EE. UU., de este artículo, se aclaró que este no es un
ese componente de la política exterior se lo tratado sobre teorías de relaciones internacio-
ofrece su autopromoción como los campeones nales, sino que una breve síntesis. Todavía hay
mundiales de las democracias liberales. Con bastante que debatir sobre este tema. También
toda seguridad, los países victimados por los se explicó que se trataría de demostrar que
EE. UU. y su falacia retórica nunca van a el realismo es la teoría de relaciones interna-
digerir ese argumento. La retórica se puede cionales que mejor explica la política exterior
moldear y ajustar al momento apropiado, pero de los EE. UU. hacia América Latina hasta la
los hechos agresivos que ya sucedieron no se fecha. En este artículo, se ha demostrado que,
pueden cambiar. dentro de la teoría del realismo, la subdivi-
sión llamada realismo ofensivo es la que con
Por otro lado, el constructivismo, como teoría más especificidad explica la política exterior
de relaciones internacionales, por el momento, de los EE. UU. hacia América Latina. Esta
deja mucho que desear. Si el liberalismo ofrece teoría describe y analiza por qué los Estados
recetas ideales para lograr una coexistencia más predadores en la anarquía internacional
pacífica, democracia, libertad y progreso para actúan de esa forma. Los Estados que no se
todos, el constructivismo es mucho más idea- conforman con asegurar su propia seguridad
lista, porque asume que los Estados actores en la arena internacional se sienten suficien-
en la anarquía internacional aprenden de esas temente poderosos como para seguir adqui-
experiencias. Por lo tanto, más temprano que riendo más poder a cualquier costo, hasta
tarde, los Estados internacionales optarán por lograr una hegemonía sin límites. La historia
aplicar valores morales y éticos a sus respectivas de la política exterior de los EE. UU. hacia
políticas exteriores. La Guerra Fría se llamó así América Latina reúne todos los requisitos que
porque nunca llegó al calor que una guerra el realismo ofensivo nos explica.
nuclear puede causar y porque ninguna de las
grandes potencias se atrevió a usar ese tipo de Referencias bibliográficas
armamento contra sus enemigos.
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De haber sido así, nunca hubiera habido Foreign Affairs, 59(3), 714-742.
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el potencial como para destruirse mutuamente. (2007). International Law and International
Pero no han procedido porque hayan desa- Re l a t i o n s . C a m b r i d g e : C a m b r i d g e
rrollado valores éticos y morales, tal como el University Press.
constructivismo postula. Si no lo han hecho
es porque ninguna de esas potencias imperia- Baker, P. (2017). U. S. Navy Opens New Era
listas ha desarrollado el potencial tecnológico with Commissioning of Gerald R. Ford.
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de parte de sus enemigos. De modo similar, Recuperado de https://www.nytimes.
la política exterior de los EE. UU. hacia sus com/2017/07/22/us/politics/ford-class-
vecinos, actualmente, es más cautelosa, pero aircraft-carrier-commissioning.html
nunca menos agresiva ni menos expansionista
ni menos hegemónica. En otras palabras, el Baker, R. S. (1960). Woodrow Wilson and
constructivismo no explica convincentemente World Settlement. Garden City, NY:
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eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


Un modelo psicosocial para la reconciliación 297

Un modelo psicosocial para Resumen


la reconciliación En esta investigación se profundiza en la
experiencia de haber participado en hechos
Katherine González y Gerardo Alejandro1 moralmente conflictivos y la visión de la recon-
ciliación en los actores del combate. El estudio
es de enfoque cualitativo, parte de un diseño
fenomenológico y utiliza el método de historia
de experiencias. Se realizaron entrevistas a
doce veteranos y excombatientes de la guerra
salvadoreña. A partir de los hallazgos, se
elaboró un modelo psicosocial que brinda los
fundamentos para generar oportunidades de
reconciliación y reparar el tejido social.

Palabras clave:
reconciliación, procesos psicosociales,
desconexión moral, diálogo reflexivo,
derechos humanos.

1. Esta investigación se realizó para obtener el grado de Licenciatura en Psicología en la Universidad


Centroamericana “José Simeón Cañas”.

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


298 Un modelo psicosocial para la reconciliación

1. Introducción encuentran en la sociedad y que fue producida


socialmente, y (b) que esta herida se alimenta
Las experiencias que se vivieron en el y se mantiene en la relación del sujeto con la
pasado marcan la forma de sentir, pensar sociedad a través de la influencia que ejercen
y actuar en el presente. Esta premisa no se las instituciones, los grupos u otros individuos.
reduce al ámbito de lo individual, sino que El trauma psicosocial provoca la sensación de
también es aplicable en una perspectiva más desamparo profundo en las personas, pues
amplia: a los grupos, a las instituciones y a los irrumpe en el vínculo con los semejantes y con
sistemas sociales. El conflicto armado salva- las directrices de humanidad anteriormente
doreño es ejemplo de ello, pues ha dejado asumidas.
secuelas que en la mayoría de los casos no
recibieron atención oportuna. Ante este esce- Estas directrices de humanidad son el
nario, imaginar la posibilidad de la reconci- conjunto de normas morales que guían la
liación no solo es un reto, sino también una conducta de los individuos en sociedad. Por
responsabilidad ética con las víctimas. Por ello, ello, se entiende que a su vez son normas
se propone determinar, desde el ámbito de la sociales, pues han sido construidas desde lo
psicología social, qué elementos son centrales colectivo hacia lo individual e influyen direc-
para sanar las heridas y reparar el tejido social tamente en la vida de las personas (Martín-
después de las experiencias más deshumani- Baró, 1985). En el medio social, las personas
zantes (Martín-Baró, 1988). se enfrentan a dilemas morales que generan
desequilibrios cognoscitivos y exigen un
Trauma psicosocial a consecuencia de funcionamiento superior a situaciones ante-
la guerra riores (Hoffman, 1977, citado en Martín-Baró,
1985). Por ello, estas directrices de huma-
El impacto de un conflicto armado ha nidad implican un concepto más amplio que
sido comprendido por los teóricos sociales reglas o normas rígidas, pues también influye
como una situación límite, que no se reduce el escenario en el que se ven inmersos los
a la destrucción de la infraestructura ni a las individuos (cultural, religioso, político, etc.) y
innumerables muertes a causa de la violencia van creando una estructura flexible de ideales,
política y colectiva. En ese proceso histórico, valores y opiniones que guían o justifican la
también se dañan los cimientos de las insti- conducta (Villegas Besora, 2014). Además de
tuciones sociales, el sentido de pertenencia, la identidad subjetiva (cómo se ve uno a sí
los principios, los valores, y se atenta contra mismo), las personas desarrollan también una
todas las formas de vida (Galtung, 2004; identidad objetiva, que tiene una dimensión
Hamber, 2009; Bracken & Petty, 1995, citados moral que se cristaliza a partir de las relaciones
en Hamber, Gallagher, Weine, Agger, Bava, con otros individuos, con las instituciones y en
Gaborit, Murthy & Saul, 2015). el contexto cultural en el que se desarrolla esta
interacción (Martín-Baró, 1985; Íñiguez, 2001;
La guerra genera secuelas que se trans- De la Corte, 2004).
miten de generación en generación a través de
las relaciones sociales. Para poder comprender Para entender cómo una persona puede
esta compleja dinámica, Martín-Baró (1988) participar en hechos violentos, contradictorios
planteó el término de “trauma psicosocial” con su conducta anterior, es necesario reco-
que enfatiza en el “carácter dialéctico de la nocer el impacto de la guerra como una insti-
herida causada por la vivencia prolongada de tución que confronta el marco de referencia
una guerra” y a partir de lo cual se establecen moral de los seres humanos. Desde la perspec-
relaciones deshumanizantes. Dos aspectos son tiva de análisis, se identifican cuatro elementos
fundamentales para comprender el alcance esenciales abordados por Parsons (1965,
del concepto: (a) que las raíces de la herida se citado en Moreno, De la Corte y Sabucedo,

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Un modelo psicosocial para la reconciliación 299

2004): (a) los valores y las creencias que la que en el combate las personas no valoran
fundamentan, (b) las normas, (c) los roles que sus acciones del mismo modo que en la
definen los términos de conducta y (d) los posguerra. Por lo general, los combatientes
colectivos o grupos que comparten y que los perciben el impacto más crudo de su partici-
reproducen. A través de estos elementos se pación en los conflictos al regresar al lugar de
puede comprender que la guerra se justifica origen e intentar retomar su proyecto de vida.
por medio de razones que validan el uso de En ese momento reconocen que sus relaciones
la fuerza para aniquilar al otro, las diferencias están deterioradas en distintos niveles, que
entre los bandos son consideradas como irre- sus actos son cuestionados por la sociedad
conciliables y el enemigo es identificado como y que “ven el mundo distinto”. Allí se va
la antítesis propia hasta el punto de devaluarlo evidenciando la profundidad y complejidad
y presentarlo ante los demás como “el agresor del trauma psicosocial (Moreno Martín, 2004).
despiadado” causante del sufrimiento de las
víctimas (Tortosa Blasco, 2003; Bar-Tal, 2000, A nivel individual, las personas viven el
citado en Moreno et al., 2004; Lozada, 2004; trauma como una experiencia que resulta
Angarita Cañas, Gallo, Jiménez, Londoño significativamente dolorosa y a partir de la
Berrio, Londoño Usma, Medina Pérez, Mesa cual se altera desfavorablemente su forma de
Bedoya, Ramírez Jiménez, Ramírez, Ruiz sentir, pensar o actuar (Martín-Baró, 1988).
Gutiérrez, 2015). En algunos casos, el deterioro es evidente
en síntomas o conductas concretas como el
A partir de este contexto, las personas se aislamiento, la autolimitación, el abuso de
plantean la aceptación de nuevas normas y sustancias, las conductas de riesgo, la agre-
roles para atender a la situación de injusticia sividad, la desesperanza y los síntomas de
que se concreta en una aceptación de la labor estrés postraumático (Maguen & Litz, 2012).
de combate. Es así como el “acto de matar” Sin embargo, el trauma generado durante un
cambia su significado para interpretarse como conflicto armado no es una patología, ni es
una acción necesaria, distinta a “matar a una experiencia que se puede comprender
sangre fría”, que sí se interpreta como sinó- aislada de su contexto. Muchos combatientes
nimo de atrocidades (Hernández, Paniagua y amortiguan el impacto de las experiencias de
Velásquez, 2012). En coherencia, los ideales la guerra a través de su capacidad de adapta-
facilitan la justificación de las transgresiones, ción, sus habilidades para resolver problemas
ya que legitiman los actos en función del fin y su nivel de involucramiento (Martín-Baró,
último, evadiendo todo cuestionamiento sobre 1984; Moreno et al., 2004). En otros casos, las
los medios (Del Águila, 2005). Por ello, en las experiencias de la guerra pueden confrontar a
guerras es común el uso de creencias y valores los combatientes a tal punto de replantearse
que fundamentan una postura polarizada con o cuestionarse el sentido de su propia vida
base en los ideales más nobles o justos, con (Martín-Baró, 1984; Rosner, Poswell, Butollo &
el fin de facilitar la identificación grupal. De Tedeschi, 2003; Abello-Llamas, Amaris Macías,
este modo, las personas encuentran la moti- Blanco Abarca, Madariaga Orozco, Manrique
vación en estos elementos que los vinculan Polanco, Martínez González, Tucigo Palencia y
a uno de los bandos y, posteriormente, todo Díaz Méndez, 2009; Rosner & Poswell, 2014).
el aparataje de la guerra como institución se
encarga de que cada individuo asuma su rol y Aunque algunos logran resistir el impacto y
considere inevitable su participación (Moreno retoman su proyecto de vida, aún permanece
et al., 2004). la complejidad psicológica y social de verse a
uno mismo como ejecutor de hechos conflic-
La guerra está fundamentada también tivos con la moral. Para sobrellevarlo, los seres
por un trasfondo ideológico que hace posible humanos hacen uso de mecanismos cognitivos
el escenario de deshumanización, de modo para mantener una valoración positiva de sí

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


300 Un modelo psicosocial para la reconciliación

mismos en las circunstancias en las que se vea consecuencias aversivas o indeseables y d)


comprometida su identidad individual y social dichas consecuencias se conocen con anterio-
(Tajfel, 1984, citado en Moreno et al., 2004). ridad y son previsibles (Cooper, 2007). Bajo
A continuación, se profundiza en las implica- estas premisas se concluye que la disonancia
ciones cognitivas de reintegrarse a la sociedad ocurre cuando un individuo ha realizado una
después de haber participado en combate. acción de manera consciente y voluntaria, y
se siente personalmente responsable de los
Disonancia cognitiva resultados producidos por su actuar. Parte
del proceso de disonancia implica explicar
Dentro del contexto de guerra, las personas las causas de los eventos y sus resultados,
pueden ejercer roles de combate que implican mediante procedimientos en donde se atri-
el enfrentamiento con otros seres humanos. buyen los grados de responsabilidad de los
Esta situación condiciona la forma en que actores involucrados. Este proceso se conoce
se toman decisiones complejas y se ejecutan como atribución.
acciones, lo cual puede provocar un conflicto
con las creencias y principios propios de la Procesos atribucionales
persona. Dicho conflicto se denomina diso-
nancia cognitiva, y fue definido por Festinger Según Malle (2011), el proceso de atri-
(1962) como un estado de tensión ocasio- bución hace referencia al conjunto de opera-
nado por las discrepancias o diferencias entre ciones cognitivas y sociales utilizadas para
cogniciones, que son artículos de información, explicar un comportamiento, asignándole una
sobre el mundo y su funcionamiento, y que causa. El término fue originalmente descrito
poseen valor para las personas. Entre mayor por Heider (citado en Malle, 2011) como la
sea el valor otorgado a las cogniciones que forma en que las personas perciben las cosas a
se encuentran en inconsistencia, se generará partir de los efectos que causan en el entorno
mayor magnitud de disonancia cognitiva y y en otros (Blanco, Horcajo y Sánchez, 2016).
esto se traduce a mayor tensión (Cooper, Dicho autor continuó desarrollando la teoría
2007). Encontrarse en un estado de tensión atribucional al centrarse en la motivación e
significa malestar y la experimentación de intencionalidad de las personas al realizar un
emociones negativas como tristeza, enojo, comportamiento, por lo que definió dos tipos
culpa, etc., así como un impulso de buscar de atribuciones principales: atribuciones de
formas para reducir esa tensión (Festinger, acción intencional y atribuciones de resultado
1957, citado en Cooper, 2007). debido a factores causales (Heider, 1976,
citado en Malle, 2011).
Dentro de las maneras de lograr reducir la
inconsistencia, se encuentra la modificación, La atribución de acción intencional hace
creación o eliminación de cogniciones, es referencia a las razones o motivos con que
decir, se busca cambiar la información invo- el actor le da significado o explicación a su
lucrada en la disonancia cognitiva. Según comportamiento, diferenciándole de las causas
el modelo de disonancia establecido por de los eventos (Buss, 1976). El comporta-
Cooper & Fazio (1984, citado en Cooper, miento intencional se complejiza al involucrar
2007), esta opera desde el comportamiento la toma de una decisión a través del razona-
de la persona, pero posee limitaciones en la miento, lo que significa realizar una valoración
toma de decisiones que llevan a una acción. de las creencias, conocimientos y deseos antes
Específicamente, la aparición de la disonancia de decidir un modo de actuar (Malle & Knobe,
requiere que a) la persona tenga una alta 2001, citado en Malle, 2011).
libertad para decidir; b) la persona posea una
postura comprometida con el comportamiento A partir de este planteamiento, Malle
que realiza; c) el comportamiento produce (2011) propone que las explicaciones de

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Un modelo psicosocial para la reconciliación 301

acción intencional se pueden clasificar primero inestable. Finalmente, la dimensión del locus
en explicaciones de razón, segundo en expli- determina si la localización de la causa es
caciones de razón con causa histórica y tercero interna (características propias) o externa al
en explicaciones de factores posibilitadores. actor (factores situacionales o ambientales).
Las explicaciones de razón son definidas por
la subjetividad (es decir, qué consideraciones Mediante este proceso, la persona asigna la
se realizan al formar una intención) y la racio- responsabilidad de los resultados producidos a
nalidad (qué posibilidad existe de lograr el las acciones propias o de otros. Al atribuir la
cometido deseado con la acción realizada). causa de las consecuencias hacia el exterior,
Tienden a basarse en las necesidades, deseos la persona limita su grado de responsabilidad
y creencias de la persona que explica. Las dando protagonismo a la situación por sobre
explicaciones de razón con causa histórica su propia agencia, y con ello se evita o reduce
retoman antecedentes que pudieron llevar a el proceso de disonancia cognitiva. Por el
la persona a realizar la acción, pero que no contrario, se asume responsabilidad cuando la
hay claridad sobre su influencia real (como persona realiza una atribución causal donde
los estados mentales, la personalidad, la el locus se identifica como interno (Cooper,
educación, la cultura, entre otros). Por último, 2007). No obstante, la tendencia es buscar
las explicaciones de factores posibilitadores los medios para evitar esta responsabilidad,
se refieren a los factores que permitieron que debido a la naturaleza desagradable y aversiva
la acción se llevará a cabo (por ejemplo, la de la disonancia cognitiva.
habilidad, el esfuerzo o las circunstancias
facilitadoras). Sesgos atribucionales

Por otro lado, la atribución de resultados


Un mecanismo que favorece la evasión
debido a factores causales busca explicar los de la responsabilidad es el uso de sesgos
factores internos o externos que permitieron cognitivos. Según Haselton, Murray & Nettle
que una acción ya realizada lograra un resul- (2015), los sesgos son mecanismos automá-
tado. Weiner (1996) retomó este concepto ticos mediante los cuales se modifican cogni-
para mostrar cómo el comportamiento es ciones para representar la realidad de manera
impulsado por la motivación, en donde la atri- distorsionada. Al aplicar estos mecanismos a
bución explica las causas del fracaso o éxito, las explicaciones causales, se desarrollan los
condicionando así las expectativas de futuras sesgos atribucionales. Para esta investigación,
acciones. También identificó que dentro de los sesgos de mayor interés son el sesgo funda-
estas explicaciones aparecían de manera mental de atribución y el sesgo de autoservicio.
consistente una serie de características a las
cuales denominó como dimensiones causales, El primero fue descrito por Fritz Heider en
y que incluyen la controlabilidad, la estabilidad 1958 (citado en Malle, 2011) y hace referencia
y el locus. al hecho de que, cuando se observa a una
persona realizando una acción, se tiende a
La controlabilidad se definió como la desestimar la influencia de los factores situa-
capacidad de una persona para dominar una cionales o ambientales sobre los resultados y
causa, es decir, si tiene el control sobre factores se otorga protagonismo a las variables internas
necesarios para un resultado exitoso, o si son de quien realiza la acción. Por el contrario,
otros los que los controlan. La estabilidad se Jones & Nisbett (1971, citado en Ross, 1977)
refiere a la variabilidad a través del tiempo identificaron una tendencia complementaria
de una causa, haciendo posible la predicción denominada sesgo actor-observador, en
del resultado si la causa es estable y difícil donde se detalla que quien realiza la acción
de modificar, o dificultándola si la causa es tiende a atribuir el resultado de su actuación a

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302 Un modelo psicosocial para la reconciliación

fuerzas o presiones situacionales, rechazando En el mecanismo de la atribución de la


la influencia de variables internas, como la culpa, similar al sesgo de autoservicio, se
habilidad o sus características personales. adjudica la responsabilidad de las propias
acciones a los oponentes o a las circunstan-
El segundo sesgo define la tendencia de cias, minimizando su espacio de decisión. Las
una persona a hacer atribuciones internas personas tienden a verse a sí mismas como las
hacia eventos y resultados positivos, mientras víctimas que fueron provocadas u obligadas a
que atribuye externamente los eventos nega- actuar en perjuicio del otro, exonerándose la
tivos (Mezulis, Abramson, Hyde & Hankin, responsabilidad.
2004). Se basa en la motivación de la persona
para crear una imagen positiva de sí misma En el segundo mecanismo descrito es
ignorando o interpretando la realidad de el desplazamiento de la responsabilidad, se
manera selectiva, con el objetivo de proteger minimiza la participación protagónica en el
su ego y su bienestar mental. daño ocasionado. En este sentido, las acciones
que se realizan se ven como el producto de
La utilidad funcional de los sesgos cogni- los mandatos de una figura de autoridad en
tivos radica en el desarrollo, la adaptación lugar de la propia agencia y toma de decisión.
o protección mental y física ante situaciones Así, de acuerdo a Milgram (1974, citado en
perjudiciales para la persona (Haselton et Bandura, 1999), las personas pueden cometer
al., 2015). A continuación se detalla cómo atrocidades si perciben que una autoridad
se aplican estos mecanismos en situaciones legítima se responsabiliza por los resultados de
donde el propio comportamiento genera resul- esas acciones.
tados aversivos que entran en conflicto con las
cogniciones personales y sociales. El tercer mecanismo, difusión de la respon-
sabilidad, ocurre cuando el sentido de la
Mecanismos de desconexión moral responsabilidad se vuelve difuso a través de
la actividad grupal o la división de las labores.
El uso de sesgos cognitivos para la protec- La subdivisión de las acciones en tareas
ción de la salud mental fue retomado por simples, rutinarias y específicas permite que las
Bandura (1999) bajo el nombre de meca- acciones se perciban como inofensivas por sí
nismos de desconexión moral, definiéndolos mismas, y la atención se centra en los detalles
como aquellos que permiten que una persona operativos y la eficiencia de la labor conjunta.
desvincule sus estándares y principios morales En este caso, la responsabilidad cae sobre el
de las acciones que realiza. A través de una grupo como un todo, debilitando el control
desactivación selectiva del autocontrol en moral y finalmente el individuo atribuye los
la toma de decisiones, la persona adecúa resultados al comportamiento de los demás.
su comportamiento a diferentes situaciones,
manteniendo los mismos principios morales. El cuarto mecanismo detalla la distorsión
La desconexión moral reconstruye las acciones de las consecuencias, haciendo referencia
para percibirlas como moralmente adecuadas, a la negación o disminución de los daños
minimizando el protagonismo de la persona, ocasionados. La desconexión moral se logra
las consecuencias, y culpando a las víctimas si los resultados aversivos de la conducta se
del daño que reciben (Díaz Cárdenas y Sankey ignoran, disminuyen, distorsionan o desacre-
García, 2012). Estos mecanismos son la atri- ditan. Por ello, entre más alejada se encuentre
bución de la culpa, el desplazamiento de la la persona de los daños visibles que ocasiona,
responsabilidad, la difusión de la responsa- más fácilmente aparece este mecanismo.
bilidad, la distorsión de las consecuencias, la Frecuentemente se implementa con faci-
justificación moral, la etiqueta eufemística, la lidad en los sistemas jerárquicos, en donde
comparación ventajosa y la deshumanización. las personas deciden sin llegar a ver física o

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Un modelo psicosocial para la reconciliación 303

temporalmente los resultados (Kilham y Mann, que se realizarán tendrán como resultado la
1974, citado en Bandura, 1999). prevención de más sufrimiento del que se
causarán.
En el quinto mecanismo se describe
la justificación moral, y se refiere al proceso Finalmente, el octavo mecanismo describe
mediante el cual la conducta dañina se vuelve la deshumanización como un cambio en la
socialmente aceptable al retratarla como visión de los perpetradores hacia las personas
moralmente justificable o como un servicio a que perjudican. Para un individuo es difícil
la sociedad. La radicalización de las personas hacer daño a otro sin sufrir angustia y auto-
hacia combatientes sucede sin alterar sus condena, puesto que identificarlo como ser
estructuras de personalidad o estándares humano activa la respuesta empática. Por
morales, pues se redefinen sus cogniciones ello, la desconexión moral se facilita si se
sobre actos moralmente conflictivos, lo que separan las cualidades humanas de las
se traduce en una visión diferente de los personas (Piñuela Sánchez, 2014; Fernández
hechos, adjudicándoles valores positivos Villanueva y Revilla Castro, 2016). Una vez
como la defensa propia, causas justas o deshumanizada, el otro ya no se percibe como
deberes sociales. alguien con sentimientos o pensamientos,
sino como objetos infrahumanos (Keen,
El sexto mecanismo se conoce como 1986, citado en Bandura, 1999; Chacón, Del
la etiqueta eufemística y consiste en purificar Río Urrutia, Pérez Sánchez y Smith Castro,
el lenguaje que se utiliza al realizar acciones 2017). Del mismo modo, los procesos buro-
perjudiciales a otros, modificando las aparien- cráticos, la automatización de los actos y las
cias y percepciones para reducir la responsa- prácticas sociales que dividen a las personas
bilidad personal. Así, las víctimas se desper- en grupos excluyentes crean relaciones
sonalizan y se vuelven blancos u objetivos, anónimas e impersonales que fomentan la
mientras que violaciones a derechos humanos deshumanización.
a otros se traducen en daños colaterales.
También se puede utilizar un estilo pasivo y Sin embargo, a pesar de las diferentes
sin agentes para describir eventos, en donde maneras que las personas poseen para atri-
se aparenta que los resultados no provienen buir los resultados de las acciones a factores
del accionar de las personas, sino de fuerzas externos a ellas, exonerarse de la responsa-
mayores ambientales (Bolinger, 1982, citado bilidad personal no siempre es posible. Si se
en Bandura, 1999). reconocen los hechos como desagradables o
aversivos, el proceso de disonancia cognitiva
En el séptimo mecanismo se define la persiste y se experimenta como un malestar
comparación ventajosa como el uso del similar a una lesión.
principio de contraste para volver aceptable
cualquier comportamiento (Barnes y Leavitt, Lesión moral
2010). Utilizando un razonamiento similar al
sesgo de autoservicio, se defiende moralmente Como se estableció previamente, cuando
el daño que se hace a otros al compararlo el proceso atribucional se redirige hacia una
con el daño recibido o el sufrimiento propio, atribución interna, aparece la disonancia
aparentado una compensación. Así, se cognitiva. Bajo estas circunstancias, la persona
exonera la responsabilidad personal al aplicar maximiza su control sobre la situación, se
dos estándares utilitarios: primero, se descartan culpa por los hechos y cree que los resultados
las opciones pacíficas al juzgarlas como inefec- de las acciones son únicamente su responsa-
tivas para lograr los objetivos, y, segundo, se bilidad, ignorando la influencia del contexto u
utiliza la comparación con eventos previsibles otros factores que mediaron en los hechos. La
para afirmar que las acciones perjudiciales disonancia que implica un proceso atribucional

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


304 Un modelo psicosocial para la reconciliación

predominantemente interno ha sido investi- Es la sociedad, en todas sus dimensiones,


gado por Litz, Stein, Delaney, Lebowitz, Nash, la que debe reconocer el daño causado, la
Silva & Maguen (2009) desde la perspectiva condición humana de las víctimas. Como
de la lesión moral. consecuencia, se evidencia que la lesión moral
y el trauma no están encarnados únicamente
Según los autores, esta es la experiencia en las víctimas y en los ofensores, quienes
de vivir una situación o cometer una acción viven las consecuencias directas de los hechos.
que implica perpetrar, ser testigo de, conocer También la sociedad en sus fundamentos,
o no prevenir actos que transgreden de instituciones y principalmente en las relaciones
manera profunda las creencias y expectativas entre individuos y entre grupos está fracturada
morales fundamentales para una persona. En (Villamañan, 2016). Por ello, es necesario
otras palabras, se trata de una discrepancia profundizar en los procesos que hacen posible
profunda de las cogniciones de la persona, la reparación en estas dimensiones, superando
que genera un malestar que persiste en el el silencio o los discursos aletargantes y la
tiempo. El impacto de una lesión moral afecta distancia aséptica o que se ha instaurado hasta
distintas dimensiones de la vida de la persona: el presente.
desde aspectos psicológicos y emocionales
hasta el deterioro de las relaciones sociales. Procesos psicosociales hacia la
Aunque este deterioro puede evidenciarse reconciliación
también en el trastorno de estrés postrau-
mático, se diferencia a partir de la presencia La reconciliación es un proceso hacia “el
de la transgresión ética o moral (Litz et al., restablecimiento de los vínculos que se habían
2009; Maguen & Litz, 2012). Desde esta roto a causa de un conflicto” (Lira, 2004) y es
perspectiva, la lesión moral sería un concepto un camino posible por medio de la reflexión
equivalente al trauma psicosocial, pero desde y la acción sanadora que es generada como
el análisis de la experiencia individual (Martín- fruto de la interacción entre iguales. Según la
Baró, 1988; Litz et al., 2009). aproximación que se ha desarrollado sobre
el trauma psicosocial y el análisis de la lesión
El modelo conceptual propuesto por Litz et moral, queda claro que las dimensiones de
al. (2009) explica que si los comportamientos vinculación que se dañan en una guerra no
transgresores producen arrepentimiento en la son únicamente interpersonales, sino también
persona, esta experimentará culpa y tendrá intergrupales, comunitarias y del ser humano
mayores posibilidades de buscar la reparación ante la sociedad. Esto es evidente cuando a
del daño moral. Por ello, cuando una persona partir de los conflictos prolongados se van
reconoce su conciencia afectada por el sufri- consolidando orientaciones emocionales
miento de otros a quienes se les negaron sus colectivas que facilitan que las personas y los
derechos, se despierta el impulso de “hacerse grupos tengan claridad de su posición ante
cargo del sufrimiento del otro” (Horkheimer, los otros (Gaborit, 2015). Estas orientaciones
1988, citado en Sánchez, 2001). Desde este emocionales repercuten finalmente en la convi-
enfoque, un malestar producido por un dilema vencia social, puesto que a partir de ellas se
abre la posibilidad “de constituirnos nosotros articula la acción en relación a los otros.
mismos en sujetos morales”, es decir, de
asumir la responsabilidad ante los ofendidos Puntualmente, Gaborit (2015) plantea dos
y hacernos cargo de la injusticia hecha a la principales esferas de “entramados de signi-
víctima (Mate, 2008). ficados, acciones y símbolos”, que son diná-
micas relacionadas a la reparación del tejido
Claramente, esta tarea no corresponde a social. La primera esfera identifica los procesos
la parte ofendida, ni es un proceso del que psicosociales asociados a la responsabilidad y
sea responsable únicamente la parte ofensora. a la reconciliación, que implica acciones en las

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Un modelo psicosocial para la reconciliación 305

que el Estado, los grupos involucrados y los identidad de los responsables, pero principal-
sujetos toman conciencia de la dimensión de mente para crear el espacio donde sea posible
sus acciones y, a través de ello, logran la supe- la reconciliación entre iguales (Boraine, 2007).
ración de la indiferencia ante el sufrimiento de A diferencia de Argentina y otros países, en
las víctimas. La segunda esfera de significados Sudáfrica se abrió un proceso centrado en
está conectada a los procesos psicosociales las víctimas, quienes tuvieron la oportunidad
vinculados al arrepentimiento y al perdón, de rendir testimonio sobre su sufrimiento,
sin limitarlos a la experiencia individual e siendo acompañadas por la comunidad y
interpersonal, sino retomando el aspecto colec- respaldadas por la Comisión de la Verdad.
tivo y social. Paralelamente, las personas involucradas en
las graves violaciones a los derechos humanos
Para profundizar en estos significados, que podrían optar por la amnistía, siempre y
son centrales para el abordaje de los procesos cuando rindieran testimonio exponiendo
psicosociales necesarios para lograr la recon- plenamente sus crímenes y demostrando
ciliación, se propone plantearlos desde tres que estas acciones estaban relacionadas a un
dimensiones: (a) el marco de referencia polí- objetivo político. Aquellos perpetradores que
tico y social, (b) las oportunidades de reflexión no participaron voluntariamente en el proceso
y (c) la experiencia subjetiva. igualmente fueron procesados sin la opción
de la amnistía (Hilb, 2014). Entre las razones
En la primera dimensión se identifica el más importantes por las cuales se optó por
marco de referencia político y social, entendido este camino, resalta la prioridad de reparar el
como las orientaciones emocionales, las narra- tejido social, ya que los crímenes más atroces
tivas y las expectativas a partir de la estrategia habían ocurrido en las propias comunidades,
transversal para la reconciliación después de cometidos por vecinos o familiares de las
un conflicto armado. Las estrategias, por lo víctimas. Aunque este proceso también tuvo
general, se traducen a leyes y discursos oficiales sus limitaciones, puesto que no en todos los
que impulsan procesos jurídicos, comunitarios o casos los perpetradores participaron volunta-
culturales de reparación. Por ejemplo, el análisis riamente, es un ejemplo de cómo es posible
de la experiencia de transición de Argentina generar oportunidades de diálogo reflexivo en
y Sudáfrica pone en evidencia que en cada los ofensores (Hilb, 2014).
proceso de transición se privilegian elementos
que se consideran centrales para la paz, gene- En el caso del proceso de transición salva-
rando un impacto diferente para cada caso doreño, las negociaciones se dieron entre
(Hilb, 2014; Mate, 2005). bandos y se permitió el funcionamiento de la
Comisión de la Verdad durante ocho meses,
En algunos países se optó por el camino de entre abril de 1991 y julio de 1992, en los
la justicia a través de una serie de acciones de cuales recopiló testimonios a puerta cerrada
legales, que a la larga coartaron los espacios y elaboró el informe final De la locura a la
de reflexión y arrepentimiento para los perpe- esperanza: la guerra de los 12 años en El
tradores, como en el caso de Argentina (Mate, Salvador (1990). Esta Comisión fue confor-
2005). La particularidad de este proceso está en mada únicamente por personal extranjero y,
la ausencia de la participación de los acusados a pesar de que en el informe se revelaron los
por esclarecer los hechos, ya que dar testimonio nombres de los responsables de violaciones de
y aceptar su responsabilidad implicaría asumir derechos humanos, las recomendaciones no se
una condena de varias décadas (Hilb, 2014). cumplieron como se esperaba y no se apoyó
su difusión (PNUD, 2007).
En contraste, en el proceso de reconci-
liación de Sudáfrica prevaleció la necesidad La respuesta desde el Estado se concretó
de la verdad para esclarecer los hechos y la el 23 de enero de 1992 cuando se decreta

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


306 Un modelo psicosocial para la reconciliación

la Ley de Reconciliación Nacional (Decreto En el caso sudafricano, se inició un proceso


147, 1992), en la cual no se contempla en centrado en las víctimas incluso antes de que
ninguno de sus artículos la centralidad de las la Comisión de la Verdad y la Reconciliación
víctimas, del derecho a la verdad, a la justicia iniciara sus labores. El Centro Internacional de
ni al reconocimiento de la responsabilidad Justicia Transicional llevó a cabo una serie de
por parte de los ofensores, sino más bien una talleres con el fin de facilitar la participación
amnistía parcial. Posteriormente, en marzo del de las víctimas y de la sociedad civil en una
siguiente año, se decreta la Ley de Amnistía consulta pública, cuyos resultados eviden-
(Decreto 486, 1993), segundo candado “a ciaron las expectativas y preocupaciones en
favor de todas las personas que en cualquier relación con los agravios sufridos y con el
forma hayan participado en hechos delictivos” proceso de reconciliación. Fue a partir de estos
con el fin de impulsar la reconciliación, pero espacios que se contempló la posibilidad de
dejando de lado la prioridad de la atención a la amnistía condicionada, siempre y cuando
las víctimas y a las comunidades afectadas. En el “perpetrador” participara en las audiencias
síntesis, en esta experiencia prevaleció la impo- públicas que eran transmitidas a través de
sición de los intereses particulares de las élites radio, televisión y medios impresos. El equipo
de poder (político-partidarios y económicos) atendió a más de 22 000 víctimas, de las
que avalaron un orden excluyente en el cual a cuales 2000 participaron en las audiencias
las víctimas se les negaba la posibilidad de ser (Boraine, 2007). Este espacio de reflexión
escuchadas o reconocidas como tales (Gaborit, se caracterizó por el trato preferencial a las
2015). Este escenario privilegia la desigualdad víctimas protegidas por el ambiente comu-
del acceso a la justicia, se establece la verdad nitario basado en el entorno religioso y en
de “los vencedores” y el silencio que limita las la regla ética sudafricana, conocida como
oportunidades de reflexión. Todo esto reper- ubuntu, que centraliza las relaciones entre
cute en el ejercicio de la ciudadanía, tanto de personas como experiencia de humanidad.
las víctimas como de quienes tuvieron un rol El ambiente cultural facilitó la escucha respe-
activo en el conflicto. tuosa a las víctimas, la expresión de empatía
y los escenarios de perdón (Mate, 2008).
Ante la incógnita de si es posible una Como es evidente en esta experiencia, las
reconciliación impuesta desde el acuerdo de tradiciones culturales, religiosas y el ambiente
las élites, carente de reflexión, arrepentimiento colectivo se posicionan como elementos claves
y sin perdón, surge la segunda dimensión: las para la reconstrucción de una comunidad
oportunidades de reflexión. A partir de ella, se después de un conflicto armado (Lira, 2004;
hace evidente que la construcción de los signi- Humper, 2007).
ficados de las experiencias deshumanizantes
es posible a partir de los espacios o procesos De estos casos ejemplares, se estima que
familiares, comunitarios o institucionales que para hacer posible la escena de reconciliación,
reactivan la capacidad de pensar desde la es necesario iniciar procesos psicosociales que
perspectiva de las víctimas. Estas experien- faciliten los espacios de reflexión basados en
cias son diversas de acuerdo al contexto y se nuevas formas de escuchar, de conversar y en
caracterizan por elementos sociales, culturales el cual se reconoce la projimidad (Castillejo,
o religiosos, en las cuales es central la partici- 2009 y Böhmer, 2014, citados en Gaborit,
pación de los sujetos. Lo fundamental es abrir 2015), una conversación que posibilite la
el espacio en el cual sea posible la escucha, ruptura con el sistema y la cultura impe-
la reflexión y la conversación en una escena rante (Martín-Baró, 1984). Es evidente que
compartida en la cual es innegable la dignidad pueden presentarse limitantes desde el marco
humana (Gaborit, 2015). político y social cuando se invisibilizan estos

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Un modelo psicosocial para la reconciliación 307

espacios o se etiquetan como inviables, ya psicosociales que median la reconciliación,


sea por la imposición de amnistías o por la porque estos pueden facilitar la elaboración
polarización ideológica aún presente. Esta de la experiencia o condenarlos al silencio
situación repercute en la resistencia a aceptar que, poco a poco, les aísla de la realidad
el mal cometido contra otros seres humanos por la propia acción autoflagelante (Arendt,
y se opta por la evasión, ya sea por medio 1958/2005; Maguen & Litz, 2012).
del establecimiento del silencio o a través de
procesos atribucionales que niegan la respon- Aquellas personas que logran evadir la
sabilidad de los hechos y, por tanto, la opción banalidad del mal y establecen un diálogo
reconciliadora. consigo mismas (Arendt, 1964/1999, citado
en Hilb, 2014) son impulsadas a “hacerse
A raíz de esto, resulta imprescindible cargo del sufrimiento de los otros” por el
abordar una tercera dimensión: la experiencia daño cometido: reconociendo sus actos, los
subjetiva de quienes ejercieron un rol activo motivos y la raíz histórica que hizo posible
en los hechos. Esta experiencia que se percibe romper abruptamente su vínculo con la
como individual, es histórica y mediada a sociedad (Sánchez, 2001; Gaborit, 2015).
través de las relaciones interpersonales e Quienes se arrepienten y solicitan el perdón,
intergrupales, con las instituciones y el marco pueden reintegrarse plenamente a la sociedad
de referencia político y social. Desde la pers- y reparar su vínculo con el mundo, pues
pectiva del trauma psicosocial y la lesión han renovado su condición de iguales con
moral, se asume que la guerra implica hechos los demás miembros de la comunidad (Hilb,
impactantes que alteran la forma en que las 2014). Paradójicamente, esta acción también
personas sienten, piensan y actúan en rela- abre la oportunidad para que las víctimas y
ción con los hechos porque son, en esencia, la sociedad sanen, establezcan acuerdos de
moralmente conflictivos (Martín-Baró, 1988; reparación, no repetición y se consolide una
Horkheimer, 1988, citado en Sánchez, 2001; sociedad basada en los derechos humanos,
Litz et al., 2009). En otras palabras, son expe- donde no quepa duda de que todas las
riencias deshumanizantes que generan una personas son semejantes y recíprocas.
herida, no solo en las víctimas y los testigos,
sino también en sus perpetradores, quienes Después de vivir el proceso de recon-
quedan atrapados en la contradicción, también ciliación y sanación del trauma psicosocial
víctimas de las consecuencias de sus propios producido por la guerra, solo es posible
actos (Arendt, 1958/2005). una compasión anamnética en duelo, que
se traduce a una memoria compartida que
En la experiencia subjetiva, el silencio es guarda el derecho pendiente con las víctimas
una pieza clave, pues este puede presentarse (Horkheimer, 1988, citado en Sánchez, 2001).
a través de la ausencia del pensar o a través Esta memoria histórica construida a partir de
de las narrativas que promueven evadir la la dignidad y el perdón se proyecta por su
opción de una resolución que dignifique a las acción transformadora a todas las dimensiones
víctimas. El arrepentimiento solo es posible psicosociales haciendo posible también la
cuando la persona establece un diálogo renovación del arrepentimiento social, la culpa
consigo misma (Hilb, 2014) y reconoce su colectiva y el compromiso con el movimiento
conciencia afectada por la experiencia del social por el Nunca Más (Gaborit, 2015).
sufrimiento de otro. A raíz de esto, se vive
el espanto ante los propios actos (Gaborit, Propuesta de investigación
2015) y resurgen los sentimientos de culpa o
vergüenza (Litz et al., 2009) que hacen posible En el caso salvadoreño, aún son evidentes
hacerse cargo del dolor del otro. Por ello los malestares y las incógnitas ante el proceso
son centrales para el individuo los procesos de transición a la paz. Han transcurrido vein-

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


308 Un modelo psicosocial para la reconciliación

ticinco años y la reconciliación sigue siendo pación durante el conflicto, el estado de las
cuestión de debate polarizado que se ha relaciones sociales en el presente y los espacios
reavivado a partir de los cambios en la norma- de reflexión en los que ha participado.
tiva judicial. Recientemente, la Sala de lo
Constitucional de la Corte Suprema de Justicia Para la comprensión de estas construc-
hace pública la derogación de la Ley de ciones, se ha planteado la siguiente pregunta
Amnistía en julio de 2016 (Inconstitucionalidad de investigación: “¿Qué procesos psicoso-
44-2013/145-2013) y, posteriormente, se ciales han mediado para la construcción del
reabre el proceso judicial para condenar a significado de reconciliación?”. A partir de
los militares implicados en la masacre de El esta pregunta, se planteó como hipótesis
Mozote (Peña, 30 de septiembre de 2016). correspondiente: “En el caso salvadoreño,
existen experiencias psicosociales que han
Ante estos hechos, se vuelve indispensable facilitado la construcción de un significado de
el análisis desde la perspectiva psicosocial reconciliación”. En correspondencia, el objeto
para construir una visión integral sobre el de estudio de esta investigación es el signifi-
funcionamiento de los procesos de transición cado subjetivo de los procesos psicosociales
a la paz y priorizar aquellos que hacen posible necesarios para la reconciliación después del
la reparación del tejido social. Desde esta conflicto armado que los participantes han
perspectiva, se enfatiza en la “interrelación e logrado construir a partir de las experiencias
interconexión entre los aspectos psicológicos psicosociales de atención al trauma de guerra.
de la experiencia (cognitivos, emocionales y Por ello, el objetivo que guía la investigación
conductuales) y las experiencias sociales más estuvo encaminado a conocer cuáles han
amplias (relaciones, tradiciones, normas y sido las experiencias que han mediado para
cultura)” (Psychosocial Working Group, 2003, la construcción del significado de la reconci-
citado en Hamber et al., 2015). Con base en liación en veteranos y excombatientes de la
la afirmación anterior, en esta investigación se guerra salvadoreña.
comprenderá que los procesos psicosociales
son las dinámicas que median entre lo indivi- 2. Método
dual y lo colectivo para construir significados,
orientaciones emocionales y conductas refe- La investigación se realizó bajo un enfoque
ridas a los hechos históricos y sociales. cualitativo, partiendo de un diseño fenomeno-
lógico (Sampieri, Fernández y Baptista, 2010)
Las tres dimensiones anteriormente plan- con un muestreo intencional.
teadas (marco político-social, oportunidades
de reflexión y experiencia subjetiva) facilitan la Participantes. La población de interés está
exploración de los significados de los procesos constituida por personas que ejercieron un rol
psicosociales. Desde este punto de partida, se activo de combate durante el conflicto armado
estima que los obstáculos impuestos desde el salvadoreño. Debido a que es una población
marco de referencia político-social (amnistías, de difícil acceso, se estableció alianza con una
escasa atención a las víctimas, corrupción de institución gubernamental que realiza interven-
las instancias judiciales, etc.) y la dificultad de ción en salud mental con la población excom-
acceder a espacios de reflexión han mediado batiente y una organización no gubernamental
la experiencia subjetiva de los actores del que trabaja en la promoción de derechos
conflicto salvadoreño, obstruyendo la posibi- humanos, memoria histórica y cultura de paz.
lidad de un escenario compartido de recon-
ciliación. Por esta razón, desde el enfoque de Para realizar el muestreo intencional, se
investigación, se abordan los significados de socializó el perfil de participantes con los refe-
las experiencias de dichos actores, es decir, rentes institucionales, quienes identificaron los
se profundiza en la explicación de su partici- casos con base en los siguientes criterios: (a)

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Un modelo psicosocial para la reconciliación 309

haber pertenecido al movimiento guerrillero y participan en espacios de acompañamiento


o a la estructura de la Fuerza Armada y (b) psicosocial (grupos de apoyo, talleres de
haber desempeñado un rol activo en la guerra; salud mental, terapia ocupacional, etc.); tres
es decir, tener experiencia de combate como personas participan únicamente en el acom-
autor material de hechos potencialmente pañamiento psicosocial y cuatro personas no
conflictivos con la moral. han buscado atención terapéutica porque no
lo han considerado necesario, pero participan
Se logró consolidar una muestra de doce en espacios de convivencia junto a otros vete-
personas en el rango de edad de 46 a 65 ranos y excombatientes.
años. De estas personas, ocho son excomba-
tientes de la guerrilla, de los cuales seis son Instrumento. En correspondencia con la
hombres y dos son mujeres. También parti- metodología cualitativa y el diseño fenome-
ciparon tres veteranos hombres de la Fuerza nológico, se elaboró una guía de entrevista
Armada de El Salvador. Además, se incluyó semiestructurada compuesta por dos áreas
el caso de una persona que perteneció en un fundamentales: (1) proceso atribucional
inicio a la Fuerza Armada y, posteriormente, se en el rol activo y (2) procesos psicosociales
involucró en la guerrilla. que median en el fenómeno de la reconcilia-
ción. Para profundizar en ambas temáticas,
De la población participante, una persona se creó una matriz en la cual se estructuraron
se encuentra en atención psicológica indivi- las dos áreas fundamentales y las categorías
dual y atención psiquiátrica; cuatro personas para la formulación de los ítems, como se
han recibido atención psicológica individual muestra en la Tabla 1.

Tabla 1
Estructura de instrumento de entrevista

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


310 Un modelo psicosocial para la reconciliación

Finalmente, se elaboró la guía de entrevista de Cronbach y se obtuvo un resultado final


con el consentimiento informado, en el que se de 0.992, el cual garantiza la consistencia
explica en qué consiste la investigación y las interna de los ítems de la entrevista. Para el
condiciones en las cuales se desarrollarían las instrumento final, se adecuaron los ítems en
entrevistas. función de las observaciones que los jueces
realizaron para facilitar la comunicación con
Acompañamiento de la afectación los participantes.
emocional en participantes. Debido al enfoque
del estudio, se elaboró una “guía de conten- Procedimiento. Para establecer el contacto
ción de emociones” que consiste en una con la población, se estableció alianza con un
serie de ejercicios de respiración voluntaria enlace institucional y uno no gubernamental.
que son acompañados de la comunicación Se realizaron reuniones con los referentes
compasiva. Esta guía es una herramienta institucionales y de organizaciones para dar
terapéutica práctica que tiene como objetivo a conocer el objetivo de la investigación,
que la persona reconozca las reacciones que presentar el perfil, acordar fechas y coordinar
le genera recordar los hechos moralmente el trabajo de campo.
conflictivos, que ejercite la postura compasiva
ante los recuerdos dolorosos y que logre iden- El muestreo intencional se realizó a través
tificar los recursos personales y sociales de los de los referentes profesionales que identifi-
cuales dispone para trabajar el trauma. En el caron aquellos casos que corresponden al
total de entrevistas realizadas, se desarrolló perfil y establecieron la comunicación con los
el acompañamiento con un participante que participantes para invitarles a la entrevista.
asiste a terapia individual y participa en otros Debido a la naturaleza de la investigación,
espacios de atención. se acordó con los participantes mantener el
anonimato para facilitar la apertura al diálogo,
Validez y confiabilidad. La validez de conte- disminuir la deseabilidad social y el temor a
nido del instrumento se obtuvo por medio del represalias. En la prueba piloto, llevada a cabo
método de jueces. En este proceso, se convocó con un participante, se estimó el tiempo de
a tres profesionales con experiencia académica entrevista y se corroboró que el instrumento
y de intervención en el tema de investigación, era comprensible.
quienes evaluaron cada ítem en función de
pertinencia (esencial, útil y no necesario) y En el trabajo de campo, cada entrevista se
claridad (escala Likert con cinco opciones inició con la presentación del entrevistador, la
de respuesta). Con base en las respuestas, explicación breve del tema de investigación,
se realizó el cálculo de Razón de Validez de la lectura del consentimiento informado y
Contenido (CVR) y se obtuvo un valor supe- la confirmación de aceptación de la partici-
rior a 0.58 en todos los ítems, y el cálculo del pación. Luego se procedió a continuar con
Índice de Validez de Contenido (CVI), con las preguntas de la “guía de entrevista” y, al
resultado de 0.9802, que indica que el instru- finalizar, se verificó el estado emocional del
mento tiene la validez de contenido necesaria participante.
para realizar la investigación. En este proceso,
se utilizó la modificación al modelo de Lawshe Posteriormente, se realizó el preanálisis de
elaborado por Tristán-López (2008). cada caso para tener un primer estimado de
los hallazgos encontrados. Este proceso tuvo
En cuanto a la confiabilidad, se hizo uso como finalidad organizar la información para
de los resultados de la escala Likert para lograr una aproximación a los ejes de análisis,
evaluación de claridad de los ítems del instru- las categorías y los códigos del análisis de
mento. Se aplicó el análisis estadístico de Alfa contenido (Cáceres, 2003). También facilitó la

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Un modelo psicosocial para la reconciliación 311

comprensión general de cada caso y la iden- a una unidad específica en el bando en el


tificación de las unidades de información que que se involucraron y las razones de involu-
eran similares entre varios participantes. cramiento al combate. Estas giran en torno al
reclutamiento forzoso a muy temprana edad,
Análisis de resultados. A través del enfoque en algunos casos a la experiencia de la crisis
inductivo para el análisis de resultados, se social o a la ideología que les convocó a la
identificaron textos ilustrativos que facilitaron lucha armada.
el reconocimiento de los patrones o temas que
eran comunes entre los casos. Adicionalmente, Fíjese que eso de la guerra, eso sí no se me
se identificaron las diferencias significativas en olvida. Cómo sucedió (el reclutamiento), ¿va?
función de las experiencias vividas por cada Cómo empezó. Solo a dejar un pedido de pan
participante. Posteriormente, se elaboró la iba y (los soldados) me bajaron de la bicicleta
tabla de análisis de contenido con las cate- (hombre, 48 años).
gorías de análisis de cada caso, identificando
las frases, párrafos o diálogos representativos. […] mis compañeros de infancia, los que no
A partir de esto, se desglosó la información le sirvieron a la guerrilla, igual los reclutó el
con base en las unidades de análisis para ejército y tuvieron que morir allá. Entonces,
componer una tabla con los hallazgos más ¿para a dónde me iba a ir yo? Si no lo hacía
relevantes de todos los casos, en función del la guerrilla, lo iba a hacer el ejército. Entonces,
marco conceptual de la investigación (Cáceres, no nos quedaba mucha alternativa y por eso
2003; Kvale, 2011). fue la decisión de quedarme con la guerrilla
(hombre, 51 años).
3. Resultados
Entre las tareas que desempeñaron,
A continuación, se presentan los resul- también realizaron labores de concientiza-
tados obtenidos en la investigación mediante ción, formación o coordinación de las demás
el análisis de las entrevistas realizadas. Para personas. Este tipo de responsabilidades son
obtener estos resultados, se organizó la infor- interpretadas por los participantes como parte
mación en función de ejes de análisis y sus de la dinámica de la vida diaria en la estruc-
respectivas categorías construidas a partir tura a la que pertenecieron.
del contraste con el marco conceptual de la
investigación. En las unidades de combate, […] tú te preparas
para el combate, verdad, y en esas mismas
Proceso atribucional unidades de combate yo jugué también un
papel político, [...] en el sentido de que se daban
A través de este eje se profundizó en los charlas, leías folletos, de situaciones coyuntu-
significados que han construido los excom- rales (hombre, 46 años).
batientes y veteranos a partir de los hechos
moralmente conflictivos en los que partici- Entre las formas de interpretar las expe-
paron o presenciaron durante el conflicto riencias moralmente conflictivas, que presen-
armado. En este eje se presentan las categorías ciaron o en las que participaron, los entre-
perfil del rol activo y resultado del proceso vistados suelen hacer uso de mecanismos
atribucional. de desconexión moral para lograr consolidar
un proceso atribucional predominantemente
Perfil del rol activo externo, en donde las explicaciones causales
de los hechos acontecidos durante el conflicto
Para la construcción del perfil, se corro- dan protagonismo a factores externos o
boró si los participantes habían pertenecido situacionales.

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


312 Un modelo psicosocial para la reconciliación

Entre estos mecanismos, resaltan en impor- vida o muerte, realmente, en la lucha en aquel
tancia la atribución de la culpa, que implica momento (hombre, 53 años).
responsabilizar a los otros o a la situación,
y la justificación moral, que significa adju- Otros mecanismos que sustentan la narra-
dicar a las acciones valores positivos como tiva de los hechos moralmente conflictivos
la autodefensa, la justicia y el deber. Ambos son la comparación ventajosa, la difusión de
mecanismos frecuentemente fundamentan la la responsabilidad y el desplazamiento de la
narrativa de los hechos moralmente conflic- responsabilidad. En el primero se hace refe-
tivos. En el caso de la atribución de la culpa, rencia a la aprobación de las acciones, y sus
se encontró que la identificación del otro como posibles consecuencias, al compararlas con el
“el enemigo” y las acciones como “respuestas sufrimiento o daño recibido. En el segundo
necesarias a la situación” son ejes centrales en se alude al uso de la actividad grupal para
la narrativa: difundir la responsabilidad de las acciones al
grupo, en lugar de cargarla individualmente. El
En las tareas que usted llevó a cabo, ¿en tercer mecanismo describe cómo la jerarquiza-
alguna provocó la muerte de un enemigo? ción de las acciones separa la responsabilidad
de la toma de decisión de las acciones, así las
Emm, sí, obviamente que sí. Eh, es obvio figuras de autoridad dan órdenes mientras son
porque era una guerra campal, ¿verdad?, donde otras las que las ejecutan.
ahí […] sálvese quien pueda, y dependerá de su
capacidad y destreza […] del arte militar. Pues En la comparación ventajosa, la propia
esas son las posibilidades que tiene de vivir o no experiencia de pérdida de familiares o el
vivir (hombre, 53 años). conocimiento de hechos atroces que otras
personas sufren fundamenta el discurso, como
Fíjese que algo, algo ilógico… me disculpa, se presenta en el siguiente caso:
pero es algo ilógico lo que me pregunta, cuando
dice de hacerle daño a alguna persona. Es una Yo de niña, o sea que nos habían matado mucha
guerra. Es una guerra. Usted era mi enemiga familia, entonces, obvio, uno, ¿cómo iba a estar
y yo era su enemigo. Como usted me podía de acuerdo, dígame usted, ah? O sea, si a mí me
matar, yo la podía matar… (hombre, 60 años). decían: “Mirá, vos vas a decidir, […] ¿dejarlos
que se vayan, o qué?”. Pero yo me ponía a
En cuanto al mecanismo de la justificación pensar: si ellos a mis tíos me los mataron y no
moral, la narrativa gira en torno a la percep- tuvieron compasión; entonces, esa es una lucha
ción de sí mismo como sujeto de cambio de que la vamos a ganar (mujer, 50 años).
la historia y de las condiciones sociales, lo
que cual significa que tanto miembros de la Yo siempre estuve de acuerdo porque veía las
guerrilla como del ejército tienden explicar sus situaciones que […] la guerrilla pues hacía, ¿va?
acciones con argumentos como la defensa de Entonces, nosotros que andábamos en el campo
la población civil o la lucha contra las injusti- de batalla veíamos las atrocidades que hacían,
cias que cometía el bando contrario: y luego después culpaban al ejército. Entonces
ahí era donde a nosotros, como miembros de la
Nos preparábamos, decíamos nosotros, para Fuerza Armada, […] nos llenaba mucho de ira,
una insurrección popular, donde tenía a la decíamos: “No, pues si estos nos acusan, pues
base el cambio de un sistema político de deno- vamos a hacer la realidad con ellos (hombre,
minación de las dictaduras militares, por un 55 años).
sistema democrático justo para toda la pobla-
ción. En aquel momento se vivía una situación Algunos participantes reportan no tener
dramática: pobreza, represión, cárcel, tortura, seguridad de haber causado un daño directo
muerte… […] Entonces, era una cuestión de a otra persona, especialmente porque las

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Un modelo psicosocial para la reconciliación 313

acciones de enfrentamiento se realizaron en tados de las acciones, y la etiqueta eufemística,


colectivo. El siguiente fragmento ejemplifica que describe la modificación del lenguaje
el mecanismo de la difusión de la responsabi- para reducir el significado de palabras que
lidad que se presentó en algunos casos: describen las acciones. En la distorsión de las
consecuencias, se posiciona como prioridad el
Yo fui combatiente […] y participé en acciones fin sobre los medios, desestimando los costos o
de combate. Si me tocó, y si alguna vez lastimé daños resultantes, para construir el significado
a algún soldado, fue en combate. Es difícil de los hechos moralmente conflictivos:
decirlo, que yo fui, porque acordate de que allí
uno opera en unidades, […] cuando somos 15, Allí los dos bandos tuvimos una guerra. […]
digamos 20, 30 en una unidad, y todos sabemos Tanto la Fuerza Armada como la izquierda
que hay que abrir fuego y disparar, vos no sabes hicimos atrocidades igual, porque llevábamos un
realmente quién pegó… (hombre, 46 años). solo objetivo, que era, en nuestro ideal, ganar
esa guerra, y así era el de ellos también, ganar
Que usted sepa que le va a causar un daño, que el poder (hombre, 55 años).
lo tenga enfrente y que ordenen que le peguen
su balazo, yo pegárselo, pues no. No, no, no. En algunos casos se utilizaron etiquetas
Pienso que es cobardía hacer una cosa de esas. eufemísticas para comunicar que las acciones
De allí en el combate, pues... no le sabría decir, de combate generaban consecuencias nega-
es un solo relajo, no sabe quién le pega a quién, tivas a la población o en los miembros del
¿veá? (hombre, 50 años). otro bando:

En cuanto al mecanismo de despla- (El objetivo era) limpiar la zona. Por ejemplo,
zamiento de la responsabilidad, los parti- la misión de nosotros […] era llegar hasta
cipantes reportaron que pertenecer a una allá arriba […] y si se oponía el enemigo, la
jerarquía les obligó a realizar acciones de guerrilla, nuestro deber era limpiar para subir
combate. También afirmaron que esto les (hombre, 48 años).
limitaba a tomar decisiones con base en sus
propias creencias. Porque teníamos que recibir un material logís-
tico, lo recibimos, lo custodiamos, hasta llevarlo
Siempre eran órdenes dadas. Todo, todo lo que a donde tenía que estar, [...] regresamos y
se hizo fueron órdenes dadas. Así, por alguien fuimos a barrer todo lo que fue el sur de
que quería cambiar así por sí mismo, no, no, Usulután (hombre, 51 años).
no se podía, pues, porque estábamos bajo una
disciplina militar, pues ¿veá?, donde todo, todo Otros participantes interpretan estas expe-
era el mandado desde arriba (hombre, 53 años). riencias a través de un proceso atribucional
interno, donde la centralidad de los hechos
Mire, sabíamos que era necesario, pero moralmente conflictivos gira en torno a la
(también) era la orden, teníamos la orden desde propia responsabilidad sobre la acción y se
arriba. No podíamos actuar sin orden, actuá- hace uso de elementos relacionados a sus
bamos solamente cuando nos mandaban a una principios de vida. En este caso, la culpa y el
operación (hombre, 60 años). arrepentimiento son el eje central de la narra-
tiva, pero también se muestra una actitud de
Otros mecanismos que complementan la conversión a partir de estas experiencias.
narrativa de los hechos moralmente conflic-
tivos a través de un proceso atribucional Se siente mal uno. […] somos seres humanos,
predominantemente externo son la distor- sentimos… ¿veá? No (son) cosas de qué
sión de las consecuencias, donde se niega la elogiarnos. Son esas cosas que en que se cae…
responsabilidad al minimizar o negar los resul- perder la vida. Pero así es la cosa y tenemos

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314 Un modelo psicosocial para la reconciliación

que vivir, vivir con ello. [...] Tenemos que cargar problemas con dormir… pesadillas… todo eso,
con esa cruz, ¿veá? Hay que cargar porque, eso está al día. […] Yo no puedo escuchar ni un
ahora, no podemos retroceder y decir vamos balazo ni un cuete, porque brinco. Aun con los
a cambiar… lo que hay hacer es rectificar. carros, a mí me saca brinco. Mire, la verdad,
No porque fuiste malo… ahora vas a seguir no estamos bien. Psicológicamente, nosotros no
siéndolo, no. Hay que comprender que los seres estamos bien (hombre, 60 años).
humanos todos tenemos derecho a un país, a
una vida... (hombre, 53 años). Son las pesadillas, yo se lo digo, pues, para mí
esas eran como traumas, eran psicosis que yo
Estoy vivo, pero si me tocaba, me tocaba tenía de guerra. […] Hubo un tiempo de que sí,
(morir). Hoy entiendo, allí hubo justicia. Hay se me alteró mucho eso, viví en una situación
una justicia de Dios y hay una justicia del de que un medio ruidito y ya despertaba bien
hombre en la tierra, ¿veá? Le digo que me asustado, y lo primero que, que yo agarraba era
tocaba porque yo había hecho y deshecho a la la pistola, […] era un trauma, era una psicosis
guerrilla también (hombre, 48 años). (hombre, 55 años).

Efectos psicosociales También se reconoció como consecuencia


negativa de la guerra que diversos partici-
En este eje de análisis se profundizó en pantes manifestaran patrones de aislamiento
las consecuencias negativas o positivas de a largo plazo, demostrando poca inclinación a
la guerra en la salud mental de los partici- buscar apoyo profesional o a conversar sobre
pantes. Las categorías exploran tres niveles sus malestares, aun cuando se posee acceso a
de impacto: efectos en el individuo, efectos servicios de salud mental.
en las relaciones familiares y efectos en las
relaciones comunitarias. En los primeros se ¿Usted ha hablado antes con alguien los
incluyen consecuencias del conflicto armado malestares que siente, de esos recuerdos?
que afectan la visión de sí mismo, el estado
de salud o la postura hacia la vida. En Este… no, no. Casi evito. Evito casi hablar
los segundos se identifican consecuencias más… mucho de la guerra. […] Yo me aparto
que afectan las relaciones familiares. Por de esos demonios, o sea, trato de que… o sea,
último, en la tercera categoría de este eje, se con alguien que no me entienda, que no… no
abordan cambios en las relaciones comunita- converso de eso (hombre, 53 años).
rias producidos por el involucramiento en el
conflicto armado. Efectos en las relaciones familiares

Efectos en el individuo
Los participantes también identificaron
cambios en la forma en que se relacionan
Los participantes reportaron que el involu- con sus familiares a partir de las experiencias
cramiento en combate ha tenido un impacto vividas en la guerra, entre ellas destacan las
profundo en sus vidas después de la guerra: pautas de crianza basadas en el autorita-
desde malestares físicos hasta emocionales. rismo y la violencia, así como la disminución
Estos efectos permanecen aún en el presente, de la calidad en la relación de pareja, en
influyen en su quehacer cotidiano e impactan donde puede existir poca comunicación o
en su calidad de vida. distanciamiento:

Mire, con, con los problemas de la guerra es A mis hijos mayores los crie en una situa-
una psicosis, es un lago mental que no… como ción de machismo, (pero) ya a estos cipotes ya
le digo yo, no es fácil ni tampoco se va a borrar no, ya ellos ya tienen otra perspectiva mía, y
tan fácil, ¿verdad? ¿Verdad? Este… sí, yo tengo ven que sí los castigo […] cuando hacen algo

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Un modelo psicosocial para la reconciliación 315

indebido, pero ya no los castigo […] de una oportunidad. […] También en la escuela donde
forma militar, sino que ya los castigo como un estudian mis hijos, […] los profesores dicen:
padre (hombre, 55 años). “No, es que aquí la única persona responsable
y con carácter es don (participante)”, dicen.
La verdad, yo me aislé desde que quedé Entonces ellos, cualquier cosa a mí me llaman.
lisiado. Yo tengo […] mi esposa, estoy casado. […] Lo que es la comunidad, sí me dan un
[…] A los primeros hijos yo los castigaba realce en ese sentido (hombre, 55 años).
horrible. Un castigo, como que estaba en
el cuartel. Imagínese cómo salí de loco. Yo tengo vocación de líder. Porque yo directa-
[…] (Luego) tuve que abandonar el hogar, mente he convocado marchas cuando […] nos
[…] dije: “No me conviene seguir aquí” está afectando, como el agua en la comunidad.
(hombre, 48 años). Y entonces la gente me busca. Me tienen
confianza (hombre, 60 años).
Efectos en las relaciones comunitarias
Experiencias psicosociales que han
Algunos participantes han tenido dificul- facilitado el diálogo reflexivo
tades para reintegrarse a la actividad laboral
o a la vida en comunidad debido a la percep- Mediante este eje de análisis se profundizó
ción negativa de haber estado involucrados en las oportunidades de diálogo reflexivo que
en combate. los participantes han vivido a lo largo de la
posguerra. Se destaca el acceso a servicios y
Entonces, en una ocasión, hubo un chico que programas gubernamentales, así como la forma-
me dijo que yo por ser guerrillera tenía privile- ción de una opinión o postura sobre los resul-
gios, me dijo […] porque pasaban los ingenieros tados del conflicto mediante la interacción social.
a revisarnos, ¿vea?, a andar así en las líneas y,
bueno, donde mí nunca se detenían, pasaban Atención terapéutica individual
(mujer, 48 años).
En la atención terapéutica individual, los
Ahorita viene el tiempo de campañas, ¿va?, que participantes relatan haber conversado con un
ya como que la gente empieza a darle cositas a profesional de la psicología que les escucha sin
otros, ¿veá?, para que voten por ellos. […] A juzgarlos y que los invita a reflexionar sobre la
mí no me tomaron en cuenta, […] yo le digo al situación.
encargado: “Púchica, vos”. Le dije yo: “Gracias
[…] por haberme avisado de las láminas”, le ¿Con el psicólogo que usted habló se
digo. Y él me dice: […] “cuando se te invita abordaban estos temas que son difíciles,
a las marchas, vos no vas, porque como tenés como dar muerte al enemigo o que hayan
todo solucionado, vos perteneces a… (una compañeros caídos de combate?
organización de excombatientes) y todo te da
(mujer, 50 años). Yo tuve que buscar ayuda psicológica porque yo
todos los días soñaba con un balazo en el cuerpo,
No obstante, no todos los efectos regis- todos los días. [...] Y yo me despertaba muy
trados han sido negativos. En algunos casos, angustiado, muy preocupado. Entonces, eso me
cuando los participantes se han integrado a hizo a mí buscar esta ayuda. [...] Uno tiene que
su comunidad, estos tienen roles de líderes y ser bien franco. [...] No tenés que esconder lo
sienten satisfacción de pertenecer a ella. que te está causando el problema o el problema
que te está agotando (hombre, 51 años).
A través de mi negocio yo me di a conocer, y
por el hecho de que la gente ve en mí a una Algunos participantes iniciaron su proceso
persona responsable, […] entonces me dan la terapéutico motivados por problemas que, en

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


316 Un modelo psicosocial para la reconciliación

un principio, no tenían relación con la expe- opiniones de otras personas, etc.) los discursos
riencia de combate en la guerra. Sin embargo, donde se otorga una valoración del grupo
han retomado los temas del conflicto para de excombatientes y veteranos de guerra.
conversarlos con su terapeuta y reconocer los En general, los participantes perciben que
avances que han logrado. las valoraciones son negativas y excluyentes;
señalan, además, que es inmerecido.
¿Eso le ha fortalecido también (el proceso
terapéutico)? Creo yo que la sociedad lo mira a uno como
una basura. No le interesa. Si no les interesa a los
Mucho… busqué la psicología porque hace un que son diputados y que fueron comandantes de
tiempo asesinaron (a un familiar). Entonces la guerrilla, igual a los de la Fuerza Armada. Si a
busqué a la psicóloga para que me apoyara ellos no les interesa, […] mi criterio es eso, que
en eso. […] Ya voy a cumplir dos años… he la gente eso es lo que piensa de uno, que uno no
sentido alegría de que hice algo, me alivió. […] vale (hombre, 48 años).
La psicóloga me ha dicho que he cambiado
tanto que hasta podría ayudar a mis compa- En otros países, los veteranos de guerra son
ñeros. Yo le he recomendado a la gente que bien vistos y son respetados. Y acá en nuestro
vaya al psicólogo porque eso les va a ayudar país tienen una discriminación bastante grande
mucho (hombre, 60 años). las personas con discapacidad, no solamente los
de la guerra. […] Aun los mismos compañeros
Atención terapéutica grupal de las alcaldías, alcaldes que lo conocen a uno,
ya cuando están en esos lugares, no lo conocen
Los participantes describen que ven la (hombre, 65 años).
intervención grupal o comunitaria como una
ayuda a problemáticas comunes asociadas Postura hacia el proceso de transición a la paz
a consecuencias del conflicto. Además, esta
dinámica también ha implicado la interac- En esta categoría se logró evidenciar la
ción entre personas que integraron bandos insatisfacción de la mayoría de participantes
opuestos durante la guerra. Se destacan ante la resolución del conflicto armado. En
talleres de salud mental, terapias ocupa- general, se identifica que los Acuerdos de Paz
cionales y grupos de apoyo para tratar las se señalan como promesas o compromisos
adicciones: que no se cumplieron, lo cual no permitió
lograr la reconciliación. También los programas
Hemos tenido conversaciones con ellos, de reintegración a la vida civil se perciben
hemos tenido charlas, verdad. En los grupos como insuficientes, razón por la cual se han
(de Alcohólicos Anónimos) también, con ellos visto obligados a continuar luchando por una
hemos tenido ese apoyo. […] Yo empecé a compensación justa.
participar […] con las charlas, porque a veces
se dan charlas de salud mental […]. El asunto Hay conflictos, gente que no ha tenido reconci-
fue que ellos se dieron cuenta de que nosotros liación, gente que no ha hallado la paz todavía,
teníamos que hablar de una experiencia de la gente que vive el conflicto… y hay gente que
guerra también (hombre, 65 años). está mal, y esa gente tiene pesadillas constantes
de la guerra, [...] que tiene que pasar tomando
Opinión de la sociedad sobre los excomba- pastillas para ver cómo controla su situación, sus
tientes y veteranos recuerdos violentos. Entonces, si, si usted me
pregunta la reconciliación, pues (si) en el país
Tras el conflicto, los participantes han perci- después del conflicto se dio, yo le voy a decir
bido a través de los canales de socialización que no (hombre, 50 años).
(medios de comunicación, políticas públicas,

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Un modelo psicosocial para la reconciliación 317

No (nos) dieron ninguna preparación. Nos pantes han construido a partir de sus experien-
echaron. Si ahí porque gracias a Dios hubieron cias individuales y sociales, así como su actual
compañeros que empezaron a luchar para hacer disposición a participar en un nuevo proceso
la prevención y nació la primera organización de reconciliación integral. Aquí se encuentran
de (excombatientes). […] Una serie de luchas las categorías: definición de proceso de recon-
para poder directamente lograr esa ayuda [...] ciliación, elementos para la reconciliación y
a través del Gobierno, por supuesto, pero ha participación en proceso de reconciliación.
sido de lucha, de luchas y contiendas y quemar
llantas y pues… bueno, tanto problema que se Definición de proceso de reconciliación
ha tenido que hacer (hombre, 65 años).
En el concepto formulado por la mayoría
Postura hacia la Ley de Amnistía de participantes, se resalta la idea de que
“reconciliación” implica el reconocimiento
Por su parte, las posturas ante la Ley de de las transgresiones cometidas y el trabajo
Amnistía se reflejaron como mixtas: aunque conjunto hacia el bien común. Algunos parti-
existe aceptación de dichas leyes como un cipantes encontraron dificultades para formular
compromiso necesario para la resolución de este concepto, por lo que no se obtuvo una
la guerra, la exoneración de los crímenes cata- respuesta clara de ellos.
logados de lesa humanidad continúa viéndose
como injustificable. Un proceso de reconciliación yo lo entiendo
porque todas las partes reconozcan lo, lo malo
¿Usted considera que las leyes de amnistía que hicieron, [...] de decir: “Yo acepto que esto
aportaron al proceso de paz? lo hice mal”, ¿va? “Yo acepto que de la Fuerza
Armada las cosas que hicieron mal fue esto y
No. Allí quedó una deuda grande. Sí el haber esto” (hombre, 46 años).
hecho eso de la Amnistía, quedó una deuda
grande, porque eso de los jesuitas no se aclaró Elementos para la reconciliación
y esa masacre que hicieron en El Mozote y otras
más, eso fue… un desastre (hombre, 53 años). Más allá de los conceptos expuestos en la
categoría anterior, los participantes manifes-
En una parte sí. Pero hay otras cosas que no, taron diversos elementos que consideran nece-
que no se han aportado. Acuérdese muy bien de sarios para alcanzar la reconciliación. Entre
que la Ley de Amnistía tiene que ser también no estos destacan la necesidad de concientización
solamente de boca. Tiene que haber acciones. y educación sobre el proceso y la petición de
Tiene que haber un reconocimiento a las fami- perdón por los daños causados.
lias que perdieron (hombre, 65 años).
Bueno, ¿y qué cree que es necesario para
Sí. Al final, creo que todos los bandos… los dos que dos personas se reconcilien?
bandos habían hecho algo malo. Y darle un fin
a todo, creo que fue muy importante… y fue Uno tiene que actualizarse, uno tiene que
una salida. Incluso esa… había mucho preso en ir cambiando así como van cambiando las
Mariona, preso de guerra. Eh… y gracias a esa situaciones. Terminó la guerra, ok, vamos a
Amnistía, salieron, ¿va? (hombre, 50 años). reinsertarnos a la vida civil. […] Por el otro
lado, hay muchas víctimas del conflicto: al que
Significados en torno a la reconcilia- le secuestraron, al que le mataron su pariente,
ción después del conflicto armado al que le quitaron, al que le quemaron su casa.
[…] El impacto de la guerra, siempre quienes
En el último eje se profundizó sobre el lo terminamos pagando somos los pueblos.
concepto de reconciliación que los partici- Y eso si no lo entendemos nosotros, vamos a

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318 Un modelo psicosocial para la reconciliación

vivir dándonos riata todo el tiempo. […] Es un que yo comandaba. Y se lo dije. [...] “Púchica”,
problema educativo (hombre, 51 años). me decía él. “Cómo son las cosas, me hubieras
matado, te hubiera matado y ni cuenta nos
Si yo directamente cometí un error, y quiero hubiéramos dado”. Así son las cosas. Ya me
[…] pedir un perdón por lo que cometí, debo ha pasado algo similar en otros casos, pero no
estar consciente de lo que voy a hacer, y he querido decirles porque parece no les va
de estar consciente del error que cometí, y a gustar… allí, sí no se podía la reconciliación
aceptarlo. [...] Si nosotros hemos aprendido a (hombre, 60 años).
aceptar nuestros errores, con facilidad vamos
a poder buscar una reconciliación. [...] Porque A mí me tocó trabajar junto con un exmilitar y
cuando uno ha cometido un error y se hace que venía de las fuerzas especiales, […] de la
cargo del error, […] ya uno se siente de otra Fuerza Armada. […] Éramos pareja de vigilantes.
manera (hombre, 65 años). Entonces, desde allí, nosotros empezamos. Yo lo
cuidaba medianoche a él y él me cuidaba la otra
Participación en procesos de reconciliación medianoche a mí. Y veníamos de dos bandos
diferentes. […] Nos hicimos camaradas, y recién
Finalmente, la mayoría de entrevistados terminada la guerra. Pero es porque yo ya venía
mostraron una disposición favorable a parti- con esa mentalidad de cambio (hombre, 51 años).
cipar en un nuevo proceso de reconciliación
nacional. También se presentaron casos en los cuales
los participantes afirmaron que no estarían
Me gustaría trabajar mucho así, en un proceso dispuestos a participar en procesos de recon-
de reconciliación profundo y, eh, siendo auto- ciliación asociados a la guerra debido a sus
crítico, viéndonos a la cara, y viéndonos con creencias actuales o a las consecuencias que
sinceridad (hombre, 46 años). podría tener en su salud.

Fijate que cuando es para mejorar, cuando es ¿Y usted estaría dispuesta a participar en
para cambiar, yo siempre, me gusta participar. un proceso de reconciliación?
Pero, pero tengo limitantes. […] Tal vez puedo
trabajar con gente que no conozca. Pero con No. No porque… por mis principios, ¿verdad?,
gente que yo conozco no. Como ir a otra comu- sería ya involucrarme en asuntos como políticos,
nidad a trabajar con un grupo de gente o con un o qué sé yo, ¿veá? Entonces, yo no puedo perte-
grupo de jóvenes (hombre, 51 años). necer a algo así; de hecho, nosotros no votamos,
no somos de ningún bando (mujer, 48 años).
También se registró que algunos partici-
pantes han vivido experiencias de reconcilia- No sé. No sé porque aún yo pertenezco a unas
ción interpersonal con otros excombatientes asociaciones, pero no me gusta andar involu-
a los cuales enfrentaron directamente en el crado […] por mi sistema de terapia, hombre.
contexto de guerra. Sin embargo, en otras En ocasiones […] me han dicho que vamos a ir
oportunidades, se han reservado a expresarlo a tal parte, vamos a ir a tal parte. No, les digo
directamente por miedo a represalias. yo, ustedes bien saben mis problemas. […] Si
me mata la policía o algotro, ustedes no van a
Mire, yo (soy) amigo con un guardia. […] le velar por mi familia. Si me voy para la cárcel,
digo yo: “Tocayo, ¿cuántas veces nos dimos no me van a ir a ver (hombre, 48 años).
verga?”. “A saber cuántas veces, tocayo, ¿pero
sabe que es lo bueno? Que somos amigos”, 4. Discusión
me dijo. […] Otro compañero me comentó de
una situación de la guerra, yo me di cuenta de A pesar de que el proceso de transición a
que yo estaba en su historia, era la escuadra la la paz en el caso salvadoreño se ha caracteri-

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Un modelo psicosocial para la reconciliación 319

zado por la imposición del silencio desde las de la desvinculación de los participantes de
estructuras de poder, a través de la investiga- sus grupos de referencia durante la guerra.
ción se constató que existen experiencias que Estas acciones demandaban implícitamente el
han conectado a los participantes a algunos silencio de los bandos y reafirman la negativa
de los procesos psicosociales necesarios para a abrir espacios de diálogo con las personas
la reconciliación después del conflicto armado. afectadas por las acciones de combate,
En los próximos apartados se presentan los pues van en contra de las disposiciones
hallazgos más importantes de la investigación, implícitas del Estado y de los poderes políticos
junto a la reflexión de otras experiencias de y económicos.
transición a la paz, que fueron sustento para
la construcción del modelo psicosocial para la Las consecuencias de la guerra aún son
reconciliación. evidentes a través de la expresión del trauma
psicosocial que va deteriorando la calidad de
En primer lugar, el diálogo reflexivo es el las relaciones sociales (Martín-Baró, 1988),
proceso fundamental y por excelencia que se expresión de ello se evidencia en la necesidad
manifiesta a través de las tres dimensiones de de los entrevistados de acudir a servicios
análisis anteriormente planteadas: el marco de atención en salud mental. En la terapia
político-social, las oportunidades de reflexión individual, varios participantes relataron haber
y la experiencia subjetiva. De acuerdo a los encontrado la oportunidad para enfrentar las
hallazgos de la investigación, la calidad y la propias acciones a través del testimonio de
profundidad de este proceso influye en la su historia y la expresión de las emociones
dinámica de los demás. En el caso de los asociadas a los recuerdos del combate. A través
entrevistados, aunque la mayoría tiene disposi- de la relación terapéutica ha sido posible crear
ción a conversar sobre los hechos de la guerra, el espacio de reflexión basado en la escucha
algunos de ellos han encontrado la manera de empática, sin juicios o acusaciones y donde
limitar los espacios de reflexión y su discurso la projimidad es el eje central de la relación
se fundamenta en frases construidas con ante- (Böhmer, 2014; Castillejo, 2009, citados en
rioridad que evaden la conexión con la expe- Gaborit, 2015; Blanco et al., 2016). Estas
riencia emocional propia y de las víctimas. relaciones de projimidad están fundamentadas
Tal y como lo explica Hilb (2014), el diálogo en la capacidad de ver a otras personas como
reflexivo implica un conversar consigo mismo, iguales, más allá de las diferencias ideológicas
donde es posible la pluralidad del dos en uno, para construir un proyecto en conjunto. Muchos
donde el resultado se expresa finalmente en de los excombatientes y veteranos que han
la postura ética de “hacerse cargo del sufri- participado en la atención de su salud mental
miento del otro” (Horkheimer, 1988, citado han redireccionado su proyecto de vida hacia
en Sánchez, 2001). Sin embargo, es nece- el bienestar de la comunidad, de su familia, de
sario aclarar que las limitaciones del diálogo sus compañeros y compañeras como conse-
reflexivo no están determinadas únicamente cuencia de la reflexión de su historia de vida
por la disposición individual de cada persona, (Martín-Baró, 1984).
sino también por el respaldo o el rechazo de
las estructuras que les convocaron al combate. A un nivel de diálogo reflexivo más
También puede ser potenciado por aspectos profundo y colectivo, las personas pueden
de arraigo cultural, religioso o sobre los prin- reconocer sus actos, los motivos y la raíz histó-
cipios compartidos (Boraine, 2007; Cuya, rica que hizo posible romper abruptamente su
2007; Hilb, 2014). En el caso salvadoreño, se vínculo con la sociedad durante el conflicto
corroboró que en el proceso de transición se armado (Gaborit, 2015). Sin embargo, para que
limitaron los espacios de reflexión mediante esto ocurra, es necesario desarrollar recursos
la imposición de la amnistía y la compen- personales suficientes para que los individuos
sación económica o de recursos a cambio puedan aproximarse a los recuerdos dolorosos.

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320 Un modelo psicosocial para la reconciliación

En cuanto a los medios para lidiar con cipios o valores; sin embargo, para que el
estos recuerdos, a través de la investigación involucramiento en combate fuese posible,
se ha identificado que la forma de involu- era necesario que la persona modificara sus
cramiento sustenta la base para construir la estándares morales a cambio de los valores,
narrativa del proceso atribucional predomi- las creencias, las normas y los roles de una
nantemente externo. Algunos de los entrevis- estructura esencialmente militar, construyendo
tados manifiestan que se vieron involucrados así los elementos necesarios para hacer uso de
en la guerra en contra de su voluntad o por la justificación moral. De este modo, lograron
desconocimiento de qué implicaba pertenecer reprimir el malestar que produce atentar
a los bandos. En esos casos, las personas esta- contra la vida de otro ser humano (Bandura,
blecen explicaciones causales de los hechos 1999; Parsons, 1965; Bar-Tal, 2000, citados en
a través de procesos de atribución, donde se Moreno et al., 2004).
asignan un menor grado de responsabilidad
por lo acontecido (Fiske & Taylor, 2013). En En el caso de la atribución de la culpa, los
concordancia, los entrevistados brindaron hallazgos corroboraron que los participantes
explicaciones de razón con causa histórica analizan la guerra como un fenómeno social
(Malle, 2011). A través de ellas, retomaban con una dinámica propia que les obliga a
los antecedentes de su participación en el actuar para sobrevivir, es decir, como inevi-
conflicto para iniciar un proceso atribucional table (Bandura, 1999; Moreno et al., 2004).
predominantemente externo, donde se ven Ambos mecanismos permiten a las personas
a sí mismos como obligados a participar por conservar una identidad positiva de sí mismos
fuerzas ajenas a su voluntad. En los casos en y explicar su historia desde esa perspectiva, lo
los que los participantes consideraron que se cual tiene una función protectora ante otros y
involucraron por voluntad propia o intereses ante ellos mismos.
personales, el proceso atribucional es predo-
minantemente interno. Esto quiere decir que Entre los mecanismos de desconexión
se ven a sí mismos como sujetos protagonistas moral que se expresaron de forma secundaria,
de los hechos y reconocen su responsabilidad. se identificó la presencia de la comparación
ventajosa, la difusión de la responsabilidad y
Profundizando en los hechos moralmente el desplazamiento de la responsabilidad. En
conflictivos, se evidenció que los mecanismos los casos en los que se evidenció el uso de la
de desconexión moral, que se infiere de los comparación ventajosa, la desconexión moral
procesos de reflexión explícitos, cumplen se centra en las personas como causantes de
la función protectora de la salud mental atrocidades, a las que hay que detener para
(Haselton et al., 2015) y han posibilitado la evitar mayor sufrimiento. Esta lógica justi-
reintegración a la vida civil. fica las acciones de combate sin accionar el
malestar que genera la disonancia cognitiva.
En la mayoría de los casos, se evidenció En cuanto a los mecanismos de difusión y
que las personas hacen uso de estos meca- desplazamiento de la responsabilidad, se
nismos de desconexión moral para ir articu- corroboró que prevalece la responsabiliza-
lando, de forma inconsciente, una barrera ción del otro, quien forma parte de la misma
sólida que evita el cuestionamiento de los estructura y da las órdenes, para disminuir
hechos ocurridos en la guerra. De acuerdo el protagonismo en las acciones de combate
con los hallazgos de la investigación, los princi- (Bandura, 1999). Adicionalmente, se registró
pales mecanismos utilizados son la justificación que los participantes también hacen uso de los
moral y la atribución de la culpa. mecanismos de distorsión de las consecuen-
cias y las etiquetas eufemísticas que facilitan
La mayoría de participantes relataron disociarse de la realidad y comunicar una
que se involucraron en la lucha por sus prin- explicación de los hechos moralmente

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Un modelo psicosocial para la reconciliación 321

conflictivos sin sentirse personalmente compro- beneficios que fueron prometidos durante los
metidos con el relato. Acuerdos de Paz y que en la actualidad aún
están pendientes.
El análisis de contenido de las entrevistas
permitió corroborar que los mecanismos de Aunque a nivel macro no ha existido un
desconexión moral evitan que las personas interés del Estado y la sociedad a atender a
asuman la responsabilidad absoluta de los las consecuencias del conflicto, se identificó a
hechos en los que se vieron involucrados un subgrupo de veteranos y excombatientes
por dos razones principales. En primer lugar, que bajo ciertas condiciones han podido
porque es necesario mantener a distancia la recibir apoyo gubernamental. De acuerdo a
culpa o la vergüenza profunda para poder los participantes, el principal método utilizado
reintegrarse a la vida civil en un contexto de en estos programas son las intervenciones
transición a la paz en el que se niega la posibi- colectivas: talleres de salud mental, terapias
lidad de la reflexión. En segundo lugar, porque ocupacionales grupales, grupos de apoyo, etc.,
desde el discurso oficial se dificulta social- que también reúnen a miembros que pertene-
mente asumir la responsabilidad a través de cieron a diferentes bandos durante el conflicto.
leyes de amnistía, ya que esto compromete la Es en este contexto donde se puede vislum-
imagen de los involucrados en el conflicto que brar el cambio de visión del “otro” como un
ahora forman parte del gobierno. En concreto, ser humano que es igual en condición (Hilb,
se evidencia que el Estado ha obstaculizado la 2014), especialmente cuando ven reflejadas
posibilidad de crear espacios donde se permita las problemáticas propias en otras personas.
la asunción del compromiso por las acciones En estos espacios de convivencia y reflexión,
cometidas. Por ello, la influencia del segundo algunos excombatientes han reconocido que el
proceso psicosocial de la responsabilidad está verdadero adversario no era el “enemigo” de
obstruido desde la dimensión del marco de combate directo, sino las estructuras de poder
referencia político-social y desde las oportu­ y la desigualdad histórica. También comparten
nidades de reflexión, pues estas experiencias la visión de sentirse “utilizados”, que “la
son limitadas, de difícil acceso o son de guerra fue injusta” o “inútil” y son conscientes
carácter particular. de que el rol que desempeñaron es valorado
negativamente, así como los esfuerzos actuales
Aunque estos espacios son limitados, los por exigir sus derechos.
entrevistados coinciden en que los recuerdos
permanecen presentes y que la experiencia Estas nociones han facilitado la colabo-
de la guerra impactó sus vidas, especialmente ración entre miembros de distintos bandos y
porque reconocen que muchas personas la afiliación a grupos, asociaciones o movi-
inocentes fueron afectadas por las acciones mientos políticos de excombatientes y vete-
de combate. También logran visibilizar a los ranos. Entre las experiencias significativas,
compañeros del otro bando como igualmente se registró la creación de un grupo de apoyo
afectados. Esta visión abre la puerta a una bajo el modelo comunitario de los Alcohólicos
tercera dinámica psicosocial: la comprensión Anónimos, donde los participantes también
del otro como prójimo o semejante a quien se comparten sus dificultades relacionadas
debe acudir para brindar un apoyo. Esto ha con la guerra.
sido posible ya que, debido a las afectaciones
físicas y mentales que los excombatientes y A partir de estos hallazgos, se evidencia
veteranos han experimentado como conse- que la finalización de un conflicto armado
cuencia de la guerra, se han visto en la nece- significa la ruptura con el grupo de referencia
sidad de compartir espacios de atención para y un proceso un cambio en los valores, las
tales afectaciones, así como también la unión creencias y las normas que requería la guerra,
de esfuerzos de lucha para la obtención de los por un nuevo marco de convivencia social

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322 Un modelo psicosocial para la reconciliación

(Moreno et al., 2004). En estos procesos de En el caso de los entrevistados que han
transición, es indispensable que el Estado y la vivido la experiencia del diálogo reflexivo, se
comunidad asuman su responsabilidad para ven a sí mismos como participantes activos en
reintegrar a las partes del conflicto, ya que solo los escenarios de reconciliación e identifican
a través del diálogo y la reflexión de la cultura la petición de perdón como una postura nece-
de la violencia se abre la posibilidad de la saria ante las víctimas. Para ellos, el perdón es
construcción de paz duradera. posible si se reconoce el daño causado y existe
un genuino arrepentimiento, acompañado de
A pesar de los obstáculos políticos e insti- acciones de reparación (Hilb, 2014; Gaborit,
tucionales para acceder a oportunidades de 2015). Aunque reconocen que dar el perdón
diálogo reflexivo, los excombatientes y vete- es complejo y no se presenta en todos los
ranos han participado en espacios de convi- casos, lo definen como una responsabilidad
vencia donde reconstruyen la narración sobre individual, grupal y estructural que involucra
su participación en la guerra y, a través de ello, a todos los actores que posibilitaron la guerra.
rompen con el sistema y la cultura imperante Varios de los entrevistados plantearon su
de violencia (Martín-Baró, 1984). Es a partir postura favorable a participar en una escena
de estas experiencias de reflexión que ha sido compartida de reconciliación, aunque esto
posible una cuarta dinámica psicosocial: la conlleve una incertidumbre con respecto a la
resignificación de las relaciones entre grupos, reacción de la otra persona. Esta posición ética
donde se comprende al otro como semejante, es fundamental para que las personas asuman
y no como un enemigo del pasado, que el compromiso de la memoria y de la transfor-
comparte las consecuencias de haber partici- mación social (Horkheimer, 1988, citado en
pado en un proceso político y social. Sánchez, 2001; Hilb, 2014; Gaborit, 2015).

Al aproximarse a una conceptualización En los casos en los que sí se evidenció


de la reconciliación, el colectivo de excom- presencia de la dinámica del proceso psico-
batientes y veteranos de guerra mencionan social del arrepentimiento, se constató que
que su aporte fue atender al cese al fuego y las personas lo experimentan de forma dolo-
la entrega de armas, pues serían los líderes de rosa, debido a las limitadas posibilidades de
cada grupo los que tomarían las decisiones de acceso a oportunidades de diálogo y, más
qué ocurriría posteriormente. Ninguno refirió concretamente, a un espacio de reconciliación.
haber participado en un acto colectivo de De acuerdo con la aproximación teórica
reparación a las víctimas y muchos de ellos corroborada a través de los relatos, la expe-
se reservan hablar sobre arrepentimiento, riencia de los participantes que afirman que
puesto que esto supondría un cambio radical deben “cargar con esa cruz” y que “ahora no
en la visión de sí mismos. Otra limitante en podemos retroceder” ejemplifican los puntos
la expresión abierta del arrepentimiento es la centrales de la lesión moral y un proceso
posición oficial del Estado salvadoreño que, a atribucional predominantemente interno al
pesar de cumplir, obligadamente, con algunas presentar emociones morales como la culpa y
exigencias de reparación económica y simbó- la conducta de aislamiento (Litz et al., 2009).
lica, no asumió la responsabilidad de impulsar Además, se constató que una lesión de este
un proceso de reconciliación en el que se tipo es un malestar que deteriora la calidad de
centraliza a las víctimas de las violaciones a vida, limita las relaciones sociales y persiste en
los derechos humanos. En este contexto, la el tiempo, reproduciendo así el trauma psico-
reparación económica es insuficiente porque social (Martín-Baró, 1988).
también es necesaria una reparación moral
donde las personas afectadas puedan recons- La atención terapéutica en estos casos
truir su vínculo con la sociedad, con la comu- puede ayudar a contener las emociones
nidad y la seguridad en sí mismas. y a estabilizar a los pacientes, logrando

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Un modelo psicosocial para la reconciliación 323

que integren estas experiencias anteriores donde las narrativas, las orientaciones emocio-
y retomen su proyecto de vida (Litz et al., nales y las acciones ligadas al conflicto armado
2009). Sin embargo, puede ser favorable que se irán transformando progresivamente hacia
estas personas participen posteriormente en una reparación integral, alejándose de la
procesos de reconciliación para reparar los evitación y el silenciamiento. Posteriormente,
vínculos dañados, y para que el Estado asuma se plantearán nuevos acuerdos y estrategias
la responsabilidad en la reparación moral a para construir una sociedad donde la garantía
las víctimas (Galtung, 2004). Para quienes y la protección de los derechos humanos sean
asuman el reto de hacer posible la reconcilia- un compromiso ciudadano, sustentado en las
ción, es necesario que tengan la claridad de políticas y planes de gobierno.
que el daño causado en el conflicto armado
está enraizado en la dinámica de la guerra A partir del análisis planteado, se evidencia
como proceso social, que atrapa a los indi- que las acciones por parte del Estado, o la
viduos en la espiral de violencia, alimentada omisión de las mismas, influyen directamente
por la ideología, la polarización, la estructura en la creación de espacios de diálogo y, espe-
jerárquica y, finalmente, racionalizada a través cialmente, en la reproducción del trauma psico-
de los mecanismos de desconexión moral social. Esto es aún más grave cuando se visi-
(Bandura, 1999; Moreno et al., 2004). Por biliza que este trauma ha sido heredado a las
ello, para lograr la reparación del tejido social, nuevas generaciones. En primer lugar, a través
es fundamental un escenario social de reconci- de las pautas de crianza punitivas y la afecta-
liación donde sea posible activar la capacidad ción de las relaciones familiares o comunita-
humana de sentir el dolor del otro, experi- rias. En segundo lugar, a través los discursos
mentar el sobrecogimiento y plantear acciones oficiales de parte de las autoridades que anulan
para hacerse cargo del sufrimiento causado la posibilidad de la reconciliación. Y, en tercer
injustamente (Horkheimer, 1988, citado en lugar, a través de las problemáticas actuales,
Sánchez, 2001; Gaborit, 2015). expresadas concretamente en la insuficiente
atención integral para las víctimas del presente
En palabras de los entrevistados, el reto y del pasado, y en la ausencia de una lógica de
actual es “comprender que los seres humanos responsabilidad ante el daño causado.
todos tenemos derecho a un país, a una vida”,
pero para concretar esta directriz de huma- En otras palabras, el panorama actual
nidad y evitar que se pervierta en una moral refleja que el proceso de reconciliación
idealista, es necesario que “todas las partes nacional podría haber sido un referente para la
reconozcan lo malo que hicieron y, a partir de creación de estrategias de reparación del tejido
ese concepto de autocrítica, todas las partes social. No obstante, con la implementación
digan: ‘Yo acepto que esto lo hice mal’”. de la Ley de Amnistía, se instauró de manera
oficial un régimen de impunidad que ha resul-
Sin embargo, debe señalarse que el tado en una limitada e insuficiente efectividad
compartir este escenario implica también el del sistema judicial, y en la desconfianza de
desarrollo de la solidaridad y la empatía, que la población antes las instituciones de justicia.
ambas se construyen en el momento histórico, Por ello no sorprende que la invalidación del
y donde se activa la compasión anamnética en proceso de reconciliación nacional deje como
duelo. Esto significa la proyección de la acción fruto que, en el presente, prevalezcan las
transformadora a todas las dimensiones psico- opciones punitivas para resolver la situación
sociales, haciendo posible también la renova- de violencia generalizada.
ción del arrepentimiento social y la aceptación
de la culpa colectiva (Gaborit, 2015). A través Al hacer uso de acciones represivas “para
del diálogo reflexivo, cada una de las partes combatir a los delincuentes”, se renueva el
se posicionará en un plano social renovado, ciclo de violencia que está enraizado en la

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324 Un modelo psicosocial para la reconciliación

cultura y en las estructuras sociales (Galtung, Modelo psicosocial para la


2004). Ante esta situación, es alarmante la reconciliación
posibilidad de que se cristalice la dinámica
deteriorada de las relaciones sociales como A partir del análisis de la experiencia de vida
una lógica de funcionamiento normalizada en de los excombatientes, aunado a la reflexión
la sociedad salvadoreña. teórica, se presenta a continuación un modelo
psicosocial que se aproxima al complejo
A pesar de la obstaculización de la recon- fenómeno de la reconciliación después de un
ciliación, la misma población ha buscado conflicto armado (Figura 1). En el modelo se
alternativas para sanar el trauma. Esto se enuncian los procesos psicosociales asociados a
evidencia en la búsqueda atención terapéu- la experiencia individual y colectiva de quienes
tica y grupal, donde se reactivan el diálogo ejercieron un rol activo en el contexto de
reflexivo y se modifica la visión del mundo y la guerra, planteando a su vez los retos y respon-
postura ante los otros a partir de las relaciones sabilidades a nivel estructural que los gobiernos,
que se establecen en el ambiente terapéutico los mediadores y la comunidad deben asumir
(Hilb, 2014). para reparar el tejido social.

Entre otras alternativas para sanar el Su construcción se fundamentó en las tres


trauma, se registró que muchos de los parti- dimensiones de análisis, que parten desde
cipantes que asumieron roles de líderes en los ámbitos más abstractos de la vida social
el contexto de guerra, también han asumido (marco de referencia social y político, oportuni-
papeles similares en la posguerra, con énfasis dades de reflexión) hasta la vivencia cotidiana
en el desarrollo de las comunidades o de los de los sujetos (experiencia subjetiva). Entre
colectivos a los que pertenecen. Los entrevis- estas dimensiones, se van entretejiendo los
tados también manifestaron que ser testigos procesos psicosociales que se han identificado
del sufrimiento de otros, como consecuencia necesarios para la reconciliación: diálogo
de la guerra a largo plazo, los ha motivado a reflexivo, comprensión, resignificación de las
apoyar esfuerzos de reparación en las comu- relaciones, arrepentimiento, responsabilidad,
nidades, aunque en algunos casos no han perdón, reparación y memoria histórica.
sido bien recibidos. No obstante, no desisten De acuerdo con esta propuesta de funcio-
de continuar su proyecto de vida que cobra namiento de un proceso de reconciliación,
sentido cuando reconocen la posibilidad de este no culmina ni desvincula a los actores
la transformación de la sociedad salvadoreña. involucrados, sino más bien se retroalimentan
las relaciones en la medida en que se profun-
En este marco renovado de convivencia diza en el diálogo reflexivo y se construye
en el cual una de las partes busca reesta- progresivamente la memoria histórica. Por
blecer el vínculo roto y está dispuesto a hacer ello, desde la visión psicosocial se profundiza
lo necesario para reparar el daño causado, en los efectos invisibles de la violencia, que
se evidencia una demanda al Estado para se enraízan a nivel estructural y cultural, y
impulsar procesos de reconciliación donde las facilitan su reproducción (Galtung, 2004).
víctimas sean el eje central, donde sea posible Partiendo desde esta visión más amplia, se
la construcción de una memoria común y evidencia que el trauma provocado en el
donde las propuestas de reparación reviertan contexto de guerra se desborda en relaciones
la desigualdad histórica que hizo posible el deshumanizantes que pueden perpetuarse a
contexto para la ejecución de violaciones a los largo plazo si no reciben atención integral.
derechos humanos.

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Un modelo psicosocial para la reconciliación 325

Figura 1
Modelo psicosocial de la reconciliación

Aunque los servicios de terapia individual 2004; Hernández, Paniagua y Velásquez,


o grupal pueden ser beneficiosos e indispen- 2012; Gaborit, 2015).
sables para los individuos durante y después
de finalizado el conflicto armado, también Para evidenciar la dinámica psicosocial
son necesarios otros tipos de intervenciones del fenómeno de la reconciliación, en esta
que generen cambios estructurales y faciliten construcción teórica el análisis se estructuró
la renovación del marco de convivencia. Es a través de tres dimensiones anteriormente
decir, se requieren de estrategias que atiendan planteadas: el marco de referencia político-
a las causas y los procesos sociales que origi- social, las oportunidades de reflexión y la
naron el deterioro de las relaciones sociales. experiencia subjetiva de cada individuo. En
Esto es posible a través de la desactivación del estas tres dimensiones son niveles de aproxi-
mecanismo de reproducción de las relaciones mación a las narrativas, esferas de significados
deshumanizantes que se expresa a través de y orientaciones emocionales que se expresan
las instituciones, los grupos y los individuos y reproducen en las relaciones sociales. En
(Martín-Baró, 1988). Si existen procesos psico- cada una de ellas se han identificado procesos
sociales que hacen posible que las personas psicosociales de naturaleza dialéctica, que
se involucren en la guerra, también existen están encaminados a la reparación de los
procesos que hacen posible reconstruir los vínculos entre personas, entre grupos, entre
vínculos y reparar el tejido social (Galtung, el individuo y la sociedad, y del individuo

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


326 Un modelo psicosocial para la reconciliación

consigo mismo. Esta visión permite involucrar (1964/1999), quien en su obra Eichmann
a más actores sociales que pueden brindar un en Jerusalén comprueba que cuando se
aporte al proceso de reconciliación, aunque promueve la persecución judicial las personas
no vivieron experiencias en zona de combate, se alejan de la posibilidad de la reflexión de
pero que inevitablemente se vieron afectados sus propios actos. A partir de esta necesidad
por el conflicto. Por ello, el análisis a través de de protegerse a sí mismos, los acusados
estos tres niveles es propicio para aproximarse explican sus acciones como parte de un
a una propuesta psicosocial de reconciliación proceso donde ellos no causaron un daño
nacional. voluntario y se limitaban a cumplir órdenes
que otros les asignaron. Esta experiencia de
Marco de referencia político y social resignificación de los hechos moralmente
conflictivos como ajenos a la voluntad la
La primera dimensión de análisis denomi- denominó “banalidad del mal”, que tiene
nada “marco de referencia político y social” como consecuencia alejar a los individuos de
se refiere a las soluciones al conflicto que son la reflexión de los hechos atroces.
propuestas desde el poder político, económico,
social y cultural. A pesar de la diversidad de Por ello, Hilb (2014) advierte que prio-
condiciones en cada territorio, se pueden plan- rizar la justicia se asocia más al castigo de los
tear dos estrategias de reconciliación nacional acusados, ya sea con condenas de décadas
que se han presentado en la experiencia de de cárcel o penas de muerte, que a facilitar
otros países: priorizar la justicia o priorizar la un escenario donde la sociedad, los familiares
verdad (Mate, 2005; Hilb, 2014). Estos princi- y las víctimas puedan conocer la verdad y
pios que guían la estrategia de reconciliación otorgar el perdón, si así lo desean, a quienes
nacional se posicionarán en el escenario social se arrepienten por el daño cometido. A largo
mediante la influencia de los grupos, que en plazo, dar énfasis únicamente a las opciones
el proceso de negociación resaltan o anulan legales retroalimentaría las relaciones deshu-
la necesidad de atender a las consecuencias manizantes donde las víctimas no son prio-
de la guerra. ridad para la reconciliación ni alivian su dolor
con el sufrimiento de los ofensores.
En las experiencias de otros países, se ha
confirmado que los procesos en los cuales se La polarización social entre grupos puede
ha priorizado la verdad y que van acompa- impulsar este tipo de estrategias de persecu-
ñados de mecanismos legales, exhortan a los ción legal, con más facilidad cuando acaparan
acusados a participar en la reconciliación. Por el poder político y los acusados son de un
ende, ambas opciones no son excluyentes ni bando contrario. Sin embargo, es necesario
implican posiciones polarizadas, sino más bien visibilizar que en los conflictos armados
principios que impulsarán el uso de meca- participan diversidad de actores que directa
nismos legales con distinto impacto social. Hilb o indirectamente cooperan con la guerra. El
(2014) recalca que en el caso argentino se dio reto en la posguerra es que cada uno asuma
prioridad a los procesos legales con el fin de su responsabilidad ante la sociedad y ante
castigar a quienes, en el contexto de guerra, aquellos que fueron afectados por su partici-
ejecutaron hechos atroces. Esto dificultó la pación en los hechos, y que esto impulse la
posibilidad de conocer la verdad debido al reparación integral para las víctimas. Desde la
miedo de los acusados a asumir las penas de perspectiva psicosocial, las opciones radicales
cárcel y el rechazo social por los hechos en los por mecanismos judiciales como resolución
que participaron. a un conflicto no son una respuesta integral
al trauma psicosocial porque perpetúan la
Un análisis profundo de esta consecuencia polarización, el discurso de los vencedores y
es preliminarmente desarrollado por Arendt desestiman la reparación los vínculos dañados.

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Un modelo psicosocial para la reconciliación 327

En cambio, en las experiencias de transi- la disposición favorable a participar en escena-


ción a la paz en las que se priorizó la opción rios de reconciliación y reparación.
por la verdad, se han obtenido resultados
significativos de aceptación de la responsabi- Oportunidades de reflexión
lidad y de iniciativas de reparación. Ejemplo
de ello es el proceso de la Comisión de la En las estrategias de transición a la paz
Verdad de Sudáfrica, en el cual se registraron que se llevaron a cabo en otros países, se
y documentaron múltiples casos en los que evidencia que el escenario de la reconciliación
las personas que ejecutaron crímenes de se construyó con base en las oportunidades
guerra se presentaron ante la justicia para de reflexión identificadas en los principios
dar testimonio (Boraine, 2007; Hilb, 2014). comunes, las tradiciones religiosas o culturales
La oportunidad de participar en un espacio que ya cuentan con mecanismos de repara-
comunitario de reflexión impulsó a muchas ción de vínculos (Lira, 2004; Humper, 2007).
personas a aceptar la responsabilidad de sus Aunque la fortaleza del arraigo comunitario
actos y solicitar perdón (Hilb, 2014). Estas no se evidenció en el caso salvadoreño, se
experiencias cobraron más alcance, nacional constató que existen otras oportunidades,
e internacional, al ser transmitidas por los como la atención terapéutica o los espacios de
medios de comunicación (Boraine, 2007). convivencia, que activan el diálogo interno. A
través de estos espacios, los excombatientes
En concreto, las estrategias de transición han compartido con otros sus experiencias de
a la paz se traducen en leyes, acciones judi- guerra, modulando las percepciones y resigni-
ciales, apertura de espacios, programas de ficando los hechos.
atención, entre otros, que generan impacto en
las posibilidades de reflexión y en la activación Para las personas que ejercieron un rol
de los procesos psicosociales necesarios para activo en combate, los mecanismos de desco-
la reconciliación. En los casos anteriormente nexión moral son un apoyo para proteger
planteados, se evidencia que una estrategia la salud mental; por ello, en pocos casos se
de transición a la paz que da énfasis a la observa que las personas expresen abierta-
verdad facilita el proceso psicosocial del mente su responsabilidad individual en la
arrepentimiento a través de la apertura de ejecución de un hecho moralmente conflic-
oportunidades de reflexión sobre los hechos tivo (Haselton et al., 2015). Se estima que la
de la guerra. A nivel individual, la experiencia obstaculización de los espacios de reflexión y
del arrepentimiento puede evidenciarse en la invisibilización de la autoridad que dio la
conductas autolimitantes, la devaluación orden y los recursos para que ese acto fuese
propia y el deterioro de las relaciones sociales posible influyen directamente en la experiencia
cuando no ha existido una oportunidad para subjetiva de los individuos. Sin duda alguna,
reconocer los hechos (Martín-Baró, 1988; Litz el miedo a ser culpados y condenados por los
et al., 2009). Estas consecuencias obstruyen hechos imposibilita la experiencia de otros
el proyecto de vida no solo de los individuos, procesos psicosociales.
sino también afecta la vida de sus familiares.
Por otro lado, si las personas logran estimar En el caso salvadoreño, las experiencias de
y asumir su grado la responsabilidad en la atención terapéutica individual o grupal, la
los hechos, siendo conscientes del contexto pertenencia a grupos de apoyo y la participa-
que facilitó sus actos, el deterioro cognitivo, ción en talleres o espacios de convivencia han
emocional y social genera menor impacto sido oportunidades para reflexionar y experi-
negativo. Por ello, es responsabilidad del mentar la comprensión. Este proceso psico-
Estado facilitar el acceso a recursos de reinte- social permite entender al otro en las circuns-
gración a la vida civil, como redes de apoyo o tancias, sin justificar sus actos, pero tomando
acompañamiento psicosocial, pues influyen en en cuenta los contextos que posibilitaron su

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


328 Un modelo psicosocial para la reconciliación

participación en el combate. También se iden- víctimas. A nivel individual, esta experiencia


tificó que la comprensión y la resignificación implica una descarga emocional, pero también
de las relaciones sociales están conectados por una oportunidad de rectificación y de redirigir
la experiencia de compartir dificultades simi- su proyecto de vida.
lares en la posguerra (pérdida de familiares,
lesiones, dificultades económicas, malestares El potencial de impacto de los escenarios
psicológicos, etc.). Los excombatientes de de reconciliación puede impulsar la acción
distintos bandos han podido tener un espacio individual y comunitaria de “hacerse cargo
de encuentro, mediado por la reflexión de los del sufrimiento del otro” (Horkheimer, 1988,
problemas que les afectan en el día a día. A citado en Sánchez, 2001). De este modo, la
través de esto, han logrado ver a los compa- experiencia no se limita a un encuentro inter-
ñeros como iguales, con quienes comparten personal, sino también a una reinterpretación
una historia y que también se vieron afectados de las relaciones sociales y el compromiso de
por los hechos. La oportunidad de aceptarse a la reparación desde el Estado, los actores invo-
sí mismos y a quienes antes fueron adversarios lucrados y la comunidad. Ya que el trauma
influye también en el cambio de las relaciones tiene sus raíces en el sistema social, los frutos
con su familia y su comunidad, puesto que de la reconciliación implican: (1) el estableci-
esto permite la resignificación de su propia miento de acuerdos y compromisos de repa-
historia de vida y verse a sí mismos desde ración y no repetición a nivel interpersonal,
otra perspectiva. intergrupal y social; (2) la creación e imple-
mentación de leyes, políticas y programas de
Experiencia subjetiva atención a las personas afectadas, incluidas
las que propiciaron el inicio del conflicto; (3)
Cuando las personas logran reflexionar sobre la trasformación de los significados, orien-
los hechos de combate, se aproximan hacia la taciones emocionales colectivas y actitudes
experiencia del arrepentimiento (Gaborit, 2015). relacionadas al proceso histórico que generó
Quienes lo viven como una experiencia indivi- el trauma. Finalmente, el principal fruto de
dual, sin el acompañamiento de mecanismos la reconciliación y el proceso psicosocial que
de reconciliación planteados desde el Estado, consolida la síntesis de los anteriores y renueva
encuentran mayor dificultad para retomar su el compromiso social es la memoria histórica,
proyecto de vida. En estos casos se ha identi- pues es a través de ella que se pueden generar
ficado que los veteranos pueden beneficiarse mecanismos para la construcción de la cultura
de la atención terapéutica especializada para la de paz y prevención de violencia (Galtung,
lesión moral (Litz et al., 2009). 2004; Gaborit, 2015).

Aunque todos los procesos psicosociales Para concluir, se estima que las limita-
influyen en la experiencia subjetiva, la respon- ciones de este estudio se evidencian en la
sabilidad y la resignificación de las relaciones profundidad de la relación de confianza y los
sociales matizan la disposición y la actitud acuerdos de confidencialidad que se estable-
de la persona a participar en una escena cieron con los participantes. La reflexión de
compartida de reconciliación (Gaborit, 2015). ambos aspectos fue imprescindible para que
Aquellas personas que no logran estimar ellos aceptaran compartir sus experiencias.
su responsabilidad en los hechos y no han
logrado dar un nuevo sentido a sus relaciones En cuanto a recomendaciones de estudios
sociales no tendrán una iniciativa de parti- adicionales, se evidenció la necesidad de
cipación en una reconciliación. En cambio, profundizar en los rasgos de masculinidad y
quienes participan en estos escenarios abren feminidad que se explotan en el reclutamiento
la posibilidad de experimentar el perdón y y el entrenamiento para comprender mejor
proponer opciones de reparación para las las motivaciones de permanencia en combate

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Un modelo psicosocial para la reconciliación 329

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Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar 333

Más allá de la frontera: Resumen


factores asociados Por medio de entrevistas semiestructuradas,
al impacto en la se indagó el impacto en la reconfiguración
reconfiguración familiar por familiar que tiene la migración irregular de
personas salvadoreñas. La muestra de ese
la migración irregular estudio estuvo compuesta por doce personas
(tres hombres y nueve mujeres) que tenían
como mínimo un año de tener bajo su
Yanci Gabriela Cruz Aguilar cuidado a hijos de familiares migrantes. Se
Olga Natalia González Vásquez constató que, para la mayoría de personas
Claudia Patricia Saldaña Rivera cuidadoras, la migración irregular es conside-
rada como un proyecto colectivo que permite
el bienestar de toda la familia. Los vínculos
afectivos siguen fomentándose a pesar de la
distancia geográfica y sostienen un imaginario
de familia transnacional. La comunicación que
mantienen por medio de las nuevas tecnolo-
gías posibilita a los cuidadores actuar como
mediadores que cimentan la unión familiar
por medio de un intercambio bidireccional
de bienes, afectos, dinero e información con
las personas migrantes. Esto posibilita que
los migrantes mantengan alguna parte de los
roles parentales que se vieron trastocados por
la migración irregular y que los cuidadores
compartan algunos de ellos. Las familias no
perciben un cambio significativo en lo funda-
mental de la estructura familiar y reportan
la reestructuración consecuente como una
adaptación a situaciones adversas y a los
nuevos tiempos. Los participantes de este
estudio reconocen que la familia, a pesar de la
distancia, continúa siendo funcional pero con
características distintas, y que en ella se ubican
roles que integran el paso y el peso del tiempo.

Palabras clave:
migración irregular,
familia transnacional.

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


334 Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar

Introducción en un lugar de trabajo y son empleados sin


autorización.
A partir de la migración irregular de un
pariente, con frecuencia se asume que la Actualmente, para caracterizar la migra-
mayoría de las familias sufren un despren- ción que se da sin la sanción documental
dimiento tanto físico como emocional que apropiada, el Programa de Naciones para
desintegra el grupo familiar. Sin embargo, el el Desarrollo (PNUD, 2005), ha recomen-
presente estudio encuentra que hay familias dado el término “irregular”, que posterior-
que se configuran como familias transnacio- mente fue oficializado por la Organización
nales (Bryceson y Vuorela, 2002), caracteri- Internacional del Trabajo (OIT). Se estableció
zadas por la capacidad de mantener vínculos que la migración irregular se da cuando “las
con un sentido de unidad y pertenencia a personas ingresan o viven en un país del
pesar de la imposibilidad de convivir bajo cual no es ciudadano o ciudadana, violando
un mismo techo. La necesidad de mantener sus leyes y regulaciones de inmigración”. Es
el sentido de unidad tiene como propósito decir, esta caracterización admite el hecho de
sostener el funcionamiento de la dinámica que algunos migrantes entren al país legal-
familiar, lo que lleva a las familias transnacio- mente. Sin embargo, se vuelven irregulares al
nales a experimentar una reorganización de su quedarse más tiempo de lo establecido o al
estructura y de sus roles internos. trabajar sin permiso. Otros, por el contrario,
ingresan al territorio donde actualmente
1. Contexto histórico de la migración residen, pero lo hacen de forma indocumen-
irregular   tada. La migración irregular, entonces, se
percibe, desde el punto de vista de las auto-
Los salvadoreños, a lo largo de la historia, ridades del país de destino, como un hecho
han decidido migrar más allá de la frontera del social que hay que regular por medio de leyes.
país. Cada uno lo hace por diferentes razones, Los migrantes también asumen esta visión
ya sean personales o sociales, según las necesi- legal, ya que, con frecuencia, suponen que la
dades que desean satisfacer y las circunstacias falta administrativa de no contar con la debida
históricas. Muchos de estos ciudadanos han sanción o documentación oficial constituye un
sido llamados migrantes ilegales una vez que delito y los ubica en la ilegalidad y la clandes-
dejan las fronteras de su país y entran a otro tinidad (Castles, 2010; Gaborit, Zetino Duarte,
sin contar con los permisos requeridos por Brioso y Portillo, 2012).
el país al que ingresan. Al utilizar la palabra
“ilegal” para referirse a los migrantes, Quijano 2. Características de la migración
(2006) sugiere que algunos ubican la iden-
tidad social de estas personas apoyándose en Todo lo anterior señala que la migración
el hecho o no de haber realizado un trámite de los salvadoreños se ha ido configurando
legal para entrar a otro país. Luego aparece a partir de dos características: es irregular y
la palabra “indocumentado” como término multicausal. Lo irregular ha provocado que
más preciso para hablar de los migrantes. muchas personas no puedan regresar a su país
Sin embargo, este también es un concepto de origen. Esto causa una desestructuración
incompleto, pues no toma en cuenta que los del sistema familiar, reconstruye y reorganiza
migrantes pasan fronteras de muchas formas, las diferentes funciones y relaciones que se
y que muchos de ellos entran legalmente. establecen dentro de ellas e instaura una
Algunos de ellos ingresan con visa de turista nueva estructura familiar. Por otro lado, la
al país receptor, pero exceden las condiciones característica multicausal se refiere a que hay
o el tiempo que se establece para permanecer múltiples y distintos motivos que se entre-
en el país, mientras que otros se instauran cruzan e imposibilitan detectar y señalar una

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar 335

causa fundamental de la migración irregular, siones y expectativas de cada miembro dentro


ya que diversas razones y causas surgen a lo de ella. La migración, como un evento al
largo de la historia según las necesidades parti- que se enfrenta el grupo familiar, causa un
culares de cada persona o familia (Orellana impacto en los familiares no migrantes como
Sibrián, Ortiz y Serrano, 2015). consecuencia de una modificación en el
sistema familiar. Más que una simple transfor-
En este contexto, la migración no es una mación, más que un cambio en la estructura
decisión exclusiva de la persona que empren- y organización, la familia experimenta lo
derá el viaje. En otras palabras, la decisión que Bronfenbrenner (1977) llama transición
que una persona toma para migrar no es ecológica. Es una transición, ya que todos
meramente propia, sino que corresponde a los integrantes del grupo familiar son flexi-
una deliberación que se da en el seno de la bles para adaptarse a las nuevas necesidades
familia, debido a que las causas de la migra- de su sistema. Los familiares no migrantes
ción la afectan enteramente y porque el bien- se ajustan a la ausencia del migrante y es
estar que se busca es tanto individual como entonces cuando se asumen nuevos roles, se
familiar (Gaborit et al., 2012; Chacón, Gómez redefinen las jerarquías y ejercicios de poder,
y Alas, 2013). se buscan nuevas formas de comunicación y
las expresiones de afecto buscan otros medios
De lo anterior se desprende que el proceso (Sánchez Molina, 2004; Mikulic, Muiños,
migratorio va más allá de los deseos indivi- Crespi, Fernández, Monges, Lorenzut y Ojeda,
duales. Esto sobresale con el hecho de que, 2005; Vázquez, 2010).
para que una persona comience su viaje, con
mucha frecuencia los parientes deciden reunir La transición que vive la familia es acom-
los fondos y vender cosas que constituyen su pañada por el proceso de transnacionalismo,
patrimonio y, por ende, el capital con el que el cual permite que la persona migrante
cuentan para su supervivencia. Algunos hipo- mantenga vínculos con diversos tipos de
tecan sus casas, venden sus terrenos y objetos relaciones en su país de origen, incluyendo
de valor y sacrifican todo lo que tienen con tal las relaciones familiares. Con este deseo de
de alcanzar la meta del grupo. La mayoría de los migrantes y de su familia por mantener
migrantes, especialmente cuando es el padre o vínculos con su país de origen aparece el
la madre de familia, expresan cómo el sacrifico término familia transnacional. Bryceson &
de la separación sirve para que sus hijos o Vuorela (2002) la definen como aquella
padres ancianos puedan tener una mejor vida. cuyos miembros viven una o la mayor parte
La causa que los impulsa fuera de su propio del tiempo separados geográficamente y son
país es el bienestar familiar, y anteponen sus capaces de mantener y crear vínculos que
necesidades personales y buscan el funciona- les permitan a todos los integrantes sentirse
miento armónico de la familia según lo que parte de una unidad o sistema, sin importar la
les demanda socialmente su rol de jefe o jefa distancia física (Sánchez, 2008; Baldassar &
de hogar (Herrera y Ramírez, 2008; Gaborit Merla, 2013; Ciurlo, 2014).
et al., 2012).
3.1. Reconfiguración de la dinámica
3. Transición familiar a causa de la familiar
migración
Lo que caracteriza a una familia transna-
Del Rosario Barrionuevo, Domínguez y cional no será la distancia, sino la existencia
Jaume (2011) describen a la familia como del sentimiento de pertenencia y de unidad
un sistema en constante movimiento y sujeto familiar. El esfuerzo por mantener esos
a cambios continuos que sufre transiciones vínculos se hace con el propósito del funcio-
y pasa por etapas, dependiendo de las deci- namiento de la dinámica familiar. Dinámica

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336 Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar

familiar es entendida como las interacciones Para las familias transnacionales, la


que están mediadas por normas, reglas, comunicación, que antes era presencial,
límites, jerarquías y roles que disciplinan la corre el peligro de desestructurarse por la
convivencia y permiten que el funcionamiento distancia física. Sin embargo, Benítez (2011)
de la familia se desarrolle armónicamente y Rodríguez (2011) señalan cómo las nuevas
(Gallego Henao, 2012). Por lo tanto, es preciso tecnologías pueden jugar un rol clave en
que cada uno de los miembros conozca su rol la reconfiguración de la comunicación. Tan
dentro de la familia y cumpla con sus tareas y importante es el rol de estas tecnologías que
funciones específicas para así facilitar su adap- no solamente permite mantener contacto,
tación a la dinámica interna del núcleo. sino que también articula las relaciones fami-
liares. Las nuevas tecnologías de la comu-
Toda dinámica cuenta con cuatro carac- nicación posibilitan una nueva manera de
terísticas que contribuyen al funcionamiento estar presente que no es cara a cara, pero
armónico y que cumplen con la meta esencial sí conserva un alto grado de afectividad y
del sistema familiar: comunicación, afecto, efectividad. Para los migrantes y familiares
roles y autoridad (Gallego Henao, 2012). no migrantes, la comunicación de calidad es
Según Ciurlo (2014), en la migración, cuando fundamental, pues es la que les permite seguir
se reduce la convivencia física entre la familia, funcionando como una familia. Esto posibi-
se expanden los vínculos a distancia, y para lita que dentro del hogar se puedan seguir
ello se requieren formas particulares que tomando decisiones y se puedan discutir temas
elaboren el sentido de intimidad y de unión importantes que interesan al grupo familiar;
que ayuden a conservar el funcionamiento además, permite que como familia se cons-
de la dinámica familiar. Es decir, se buscarán truyan formas y significados para crear espa-
formas particulares que faciliten la reconfigu- cios familiares y vínculos de afecto y confianza.
ración de lazos familiares, pues implican un Un intercambio de calidad sería aquel que crea
cambio en cada una de sus características: simultaneidad entre los familiares; es decir,
nuevas maneras de comunicación, expresiones un intercambio bidireccional. Souza Lobo
de afecto, nuevos roles y una nueva dinámica (2014) hace hincapié en este intercambio,
de autoridad. pues señala que los no migrantes se sienten
parte de la nueva vida de su familiar si este
La base de la dinámica familiar es la les cuenta su día a día y sus experiencias en la
comunicación, pues gracias a ella se mantiene nueva cultura. De la misma forma, cuando la
un intercambio verbal o no verbal de subjeti- familia comparte información sobre el lugar de
vidades, emociones y sentimientos entre las origen, le consultan al migrante sobre aspectos
personas que configuran el grupo familiar. Es importantes y comparten su cotidianidad; esto
necesario que la comunicación sea mediada mantiene a los migrantes “cerca” de su hogar
por la claridad en diferentes aspectos, como y de su familia. Además, facilita y mantiene
roles, jerarquías, límites y los espacios que el sentido de unidad al reafirmar la simulta-
habitan. Si esto es confuso, el vínculo comu- neidad o el intercambio bidireccional al que
nicativo y la interacción se verán afectados Souza Lobo (2014) se refiere. Este intercambio
por los malos entendidos y los lazos afectivo- de comunicación por medio de distintas tecno-
comunicativos corren peligro. Como resultado, logías, como correos electrónicos, mensajes al
habrá falta de cohesión. En esta misma línea, celular, llamadas telefónicas o videoconferen-
Cepeda, Gutiérrez y Rodríguez (2007) sugieren cias, se conoce como remesas sociales (Rivas,
que la comunicación es un medio importante 2011). Al reconfigurar la comunicación en las
para que pueda existir adaptabilidad y cohe- familias transnacionales se permite el inter-
sión en el grupo familiar. cambio de pensamientos entre los familiares; y

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Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar 337

esto construye la base para el funcionamiento en la realidad de un país como El Salvador


armónico del resto de características. La comu- es relativamente común que la mujer sea la
nicación fluida proporciona claridad en los jefa del hogar.
roles que asume tanto el migrante como cada
familiar que se queda, lo que crea al mismo La ausencia física del jefe de hogar ha
tiempo expectativas sobre la propia actuación causado que los familiares que se quedan
y la del resto de miembros. deban asumir roles de cuidado, protección
y decisión que antes no les competían. Esto
Los roles que existen dentro de cada grupo puede corresponder tanto a hijos o hijas
familiar pueden ser de dos tipos: estructurales mayores como a hermanas o hermanos,
y funcionales. Cada miembro de la familia abuelas y hasta amigos del migrante, pues
desarrolla un papel, tareas y funciones, depen- se convierten en los cuidadores del hogar
diendo de su posición dentro de la estructura no migrante. Cuando los cuidadores no son
familiar. Al mismo tiempo, el resto de los miembros de la familia nuclear, sino que son
individuos tienen expectativas que esperan familiares que, por necesidad, asumen este
que asuma cada uno de los miembros según rol, deben integrarse a la red de confianza del
su posición, es decir, según las relaciones migrante. Esta red de confianza se puede iden-
de parentesco. Es así como existen los roles tificar por los lazos que se han creado a través
estructurales de padre, madre e hijo. Por otro de los años (Tilly, 2007; Bazán y Rodríguez,
lado, también se asumen roles funcionales 2009; Fitzgerald Murphy, 2014). Debido a
que responden a rasgos de personalidad, con esto, la familia transnacional se considera
recursos, demandas y necesidades de cada relativa e inexacta. Bryceson & Vuorela (2002)
miembro de la familia. Es gracias a estos roles sugieren que es más certero configurarlas
que cada individuo aporta diversos recursos como “comunidades imaginadas”, pues al
económicos, tareas del hogar, apoyo social, “imaginar” una familia se conserva el aspecto
proyectos familiares, capacidad en la toma de dinámico que la caracteriza. En una familia
decisiones, entre otros (Cepeda et al., 2007; transnacional, pueden existir diversos tipos de
Gallego Henao, 2012). Se entiende que los cuidadores que se quedan a cargo de los hijos
roles no son estáticos, sino que son asumidos de los migrantes.
situacionalmente. Es decir, a medida que una
familia pasa por diversas etapas o transiciones, En esta red de cuidadores —en la que
los miembros deberán asumir diferentes roles se cuentan primos, tíos, abuelos, padrinos
estructurales y funcionales que les permitan o madrinas y hasta amigos por años de la
responder a las necesidades cambiantes familia—, Micolta (2011b) identifica dos posi-
de la familia. ciones: la central y la periférica. La posición
central es la que asumen personas que se
Con frecuencia, el consenso implícito que hacen responsables de los hijos del padre o
hace la familia al decidir quién debe emigrar la madre migrante, a los cuales deben cuidar
es que lo debe hacer el que tiene el rol de líder y que ahora se encuentran bajo su responsa-
de hogar (Echegoyén, 2013). El líder es califi- bilidad. Es decir, mantener esta posición en el
cado como aquel que ha tenido la responsabi- hogar convierte a los cuidadores en personas
lidad de la supervivencia de la familia y quien que son directamente responsables ante el
está mejor posicionado para proporcionar migrante de mantener el cuidado, la educación
bienestar colectivo. De esta forma experi- y la crianza de los que tiene bajo su cargo.
mentan su obligación de continuar ejerciendo En cuanto a la comunicación, esta posición
su deber y de comenzar a hacerlo desde la juega un papel importante, ya que el cuidador
distancia. No por esto debe suponerse que debe mantener comunicación constante con
en la mayoría de los casos de migración es el migrante y crear un vínculo más cercano
un hombre el que cruza las fronteras, ya que entre ambos. Esto permite crear vínculos de

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


338 Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar

confianza que otorga la autoridad a los cuida- Herrera Mosquera (2013) menciona que
dores. Este rol de cuidador le otorga implíci- hay cambios en la situación de la mujer que
tamente cierta autoridad a la persona que lo se queda cuando el esposo migra, ya que si
asume. El ejercicio de autoridad es definido bien sigue ejerciendo su rol de cuidadora,
por Gallego Henao (2012) como el ejercicio debe asumir nuevos roles de producción. De la
de poder que se encuentra vinculado con la misma manera, Rivera, Obregón y Cervantes
función de protección, cuidado, educación y (2012) mencionan que las mujeres que sufren
la administración de presupuestos. Los cuida- estos cambios pueden padecer de estrés y
dores pueden formar la relación de autoridad depresión. Las autoras mencionan que las
con los hijos de migrantes de dos maneras: madres cuidadoras viven un estrés que se
autónoma o compartida. podría llamar implícito, que aparece por la
separación, tristeza y dificultad que encuentran
La autoridad autónoma, según Micolta cuando su esposo decide migrar. Estos senti-
(2011b), es aquella en la que los cuidadores mientos aumentan cuando deben enfrentar
ejercen toda la disciplina y toman las deci- situaciones difíciles, como la enfermedad de
siones, pues son los que están “presentes” en uno de los hijos, pues ellas deben asumir la
la vida cotidiana con los niños. Los padres responsabilidad tanto del enfermo como de los
o madres migrantes se limitan a conversar que quedan en casa, así como de los gastos
con sus hijos sobre algunos temas poco rele- económicos que esto puede traer. Las preocu-
vantes, mas no dan indicaciones sobre cómo paciones son en mayor medida económicas,
deben comportarse con los cuidadores o pues ellas deben afrontar las dificultades del
lo que deben hacer o no. La comunicación día a día, como la compra de alimentos,
entre migrantes y cuidadores en este tipo de vestimentas y otras necesidades de los que
autoridad irá dirigida al envío y recepción de están a su cuidado.
dinero y bienes. La autoridad compartida, por
el contrario, se da cuando el padre o la madre Por otro lado, la posición periférica en la
migrante se involucra directamente con el red es asumida por personas que apoyan al
ejercicio de autoridad que debe ejercer sobre cuidador y que realizan funciones específicas
sus hijos. Es decir, los niños deben responder para mantener una comunicación constante
a dos poderes: al de los cuidadores y al del con el encargado principal, sobre todo para
padre o la madre migrante. apoyar sus decisiones y ayudar a que estos
sientan menos carga en sus responsabili-
La dinámica de autoridad no se ve alterada dades. Es decir, la responsabilidad de las
cuando el padre de familia es el que emigra, personas que asumen la posición periférica
especialmente en una cultura patriarcal. es la de apoyar puntualmente al cuidador
Es probable que los roles de cuidado y afecto en situaciones ordinarias o extraordinarias.
en función de sus miembros no sufran grandes La comunicación constante, estar pendientes
cambios. En este sentido, Rivas (2011) sugiere de lo que el cuidador necesite y ayudar en
que el padre sigue siendo el proveedor, el diversas situaciones son muestra del apoyo
que se ocupa de suplir las necesidades de incondicional que brindan al cuidador prin-
su familia, y la madre usualmente es la que cipal (Micolta, 2011b).
queda al cuidado y cargo del hogar para
cumplir su rol de cuidadora y garantizar la 3.2. Las funciones del afecto
continuidad en la vida de sus hijos. La persis-
tencia en los roles se puede deber a las expec- La última característica de la dinámica
tativas de actuación tanto del esposo como familiar es el afecto, que es el punto esencial
de la esposa. Si el hombre sigue proveyendo, en las relaciones familiares, ya que la nece-
la mujer debe seguir cuidando (Coe, 2011, sidad de ser amado, respetado y reconocido
citado en Fawell, 2012). enriquece la satisfacción personal y el desa-

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Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar 339

rrollo humano dentro del núcleo familiar. El remesas, del envío de recursos y objetos y de
afecto se demuestra entre los miembros a la comunicación constante con sus familiares
través de la atención, buen trato, servicios, no migrantes. Por ello las familias transnacio-
estímulos, palabras cariñosas, dedicar tiempo nales buscan nuevas formas para mantener
en cantidad y calidad (Cifuentes, Massiris y y fortalecer estos lazos afectivos, ya sea con
Ruiz, 1998; Gallego Henao, 2012). Es de vital las tecnologías de la información y la comu-
importancia que el cariño y el amor entre los nicación, como el internet, o con las llamadas
miembros del sistema familiar sean mutuos y telefónicas (Parella, 2007).
compartidos.
Las remesas son un campo de análisis
Cepeda et al. (2007) identifican dos muy importante, ya que se han convertido
funciones del afecto: la protectora y la econó- en la evidencia de los lazos que conectan a
mica. La función protectora busca satisfacer las los migrantes con sus sociedades de origen
necesidades de poseer defensas físicas, sociales (Sorensen, 2004, citado en Ciurlo, 2014).
y psicológicas ante elementos que amenacen Detrás del envío de remesas se observa un
la supervivencia, tanto del individuo como vínculo de reciprocidad de una parte de los
del grupo familiar, a través de cuidados, aten- migrantes con sus familias. Esta acción remite
ciones y la crianza de los hijos. Por otro lado, a la lealtad hacia obligaciones familiares y
la función económica cumple la necesidad de vínculos de reciprocidad, que se traducen en
ocuparse de los recursos básicos esenciales reconfiguraciones de expresiones de afecto
para la supervivencia de la familia. El afecto es entre migrantes y no migrantes. El poder
expresado a través de la adquisición de bienes proveer a la familia cosas que antes no eran
básicos como vestido, vivienda, educación y accesibles le produce satisfacción al migrante y
alimentación. Así, el afecto se expresa a través a su familia, y esto se convierte en una expre-
de ambas funciones que buscan satisfacer el sión de afecto (Souza Lobo, 2014).
bienestar de los miembros del grupo y cumplir
con sus necesidades básicas para que cada Debido a la necesidad de nuevas prác-
uno se desarrolle de la mejor manera dentro ticas afectivas, los no migrantes responden
del seno familiar. Ambas funciones están enviando cosas de valor sentimental. Los fami-
presentes al momento de tomar la decisión de liares suelen enviar comida típica (los llamados
emigrar. Con frecuencia, la económica tiende a productos nostálgicos), fotos e historias. Para
prevalecer sobre la otra. Esto es explicado por ambas partes, son gestos significativos de
Kent (2010) al identificar que el obsequio de afecto. Esto le permite al migrante mantener
objetos en El Salvador, como dar a la familia su identidad lejos de su lugar de origen y
objetos tecnológicos, carros, etc., es inter- sentir la tranquilidad de que todo su esfuerzo
pretada como un símbolo de amor. En una está cobrando vida. Por ejemplo, al recibir
sociedad consumista como El Salvador, no noticias sobre el avance de la construcción
acceder a estos objetos significa insatisfacción de la casa o de los avances escolares de sus
y falta de bienestar para las familias. hijos, la persona migrante vive, junto con
su familia, las mejoras que su sacrificio está
Debido a la ausencia física del pariente proveyendo. Para la familia no migrante, es un
migrante, las relaciones afectivas sufren gesto de agradecimiento ayudar al migrante,
cambios. En la vida de los familiares que se en su soledad, cansancio y esfuerzo, a través
quedan, ocurren modificaciones y las prácticas de todas las cuestiones que comparten con él
cotidianas afectivas se transforman. Es así o ella (Ryan, 2011; Echegoyén, 2013; Souza
como se establecen nuevas formas de comu- Lobo, 2014). Esto evidencia la dinámica
nicación y expresiones de afecto. Escobar- bidireccional o de reciprocidad de la vida
Pérez y Martínez (2008) explican que estos transnacional.
lazos afectivos se construyen por medio de las

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340 Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar

Al ser el flujo continuo de objetos una tiva de terminar sus estudios. Lo mismo pasa
expresión de afecto, no recibir nada o solo con una hija que debe hacerse cargo de sus
esporádicamente despierta sentimientos de hermanos menores y de las tareas del hogar,
ingratitud y de abandono en los no migrantes. así como con otras tareas que antes no eran
Si no hay sentido de unidad ni hay recipro- responsabilidad de ellos. Sin embargo, también
cidad, no hay afecto. Fawell (2012) sugiere se presentan casos en los que muchos de estos
que es ante esta discontinuidad cuando se niños deciden cumplir con su parte y terminar
da la ruptura familiar. Los familiares que se la escuela. Halpern-Manners (2011) encontró
quedan no sienten la obligación moral de que estos niños llegan a niveles académicos
mandar objetos de valor emocional ni de más altos, y se lo atribuye a que, al recibir
hablar con ellos para compartir información, toda la ayuda económica, pueden enfocarse
ya que los del otro lado no están cumpliendo en sus estudios y no deben preocuparse
con su parte. Los migrantes, por medio de por cubrir gastos. Es así como reconocen y
las nuevas tecnologías, pueden demostrar el responden al esfuerzo como un proyecto en
afecto a través de frases como “te extraño” el que tanto el estudiante como su familiar
o “te quiero mucho”, pero aun así siempre migrante cumplen cada uno con la parte que
hace falta el mantener contacto físico como les corresponde.
un abrazo cálido, un beso o una caricia para
demostrar este aprecio hacia sus familiares. Las Sin embargo, también hay hijos que
nuevas tecnologías facilitan estos intercambios; experimentan la migración como abandono
sin embargo, no hay una respuesta clara sobre y deciden no terminar la escuela o migrar
cómo los familiares que se quedan perciben para reunirse con sus familiares y contribuir
estas nuevas formas de expresión de afecto y si económicamente a la familia o para cumplir
las aceptan como tales o como una responsabi- con la superación personal. Según Bazán y
lidad moral del migrante (Parella, 2007). Rodríguez (2009), en algunos casos, los hijos
de los migrantes manifiestan que si su papá
3.3. La premura social y la sensación o mamá los quisieran, no los habrían dejado.
de abandono A pesar de mantener comunicación semanal
con ellos, a veces sus hijos no les responden
Los hijos de migrantes pueden experi- y comentan que no les interesa. El abandono
mentar la migración de distintas maneras. La que experimentan los niños puede observarse
primera de ellas se da cuando ven la migra- en los comportamientos que expresan tras
ción como un proyecto de toda la familia, la migración del padre o de la madre. Con
incluidos ellos, en el que desempeña deberes frecuencia, suelen manifestar pesadillas, inte-
de trabajo. Los jóvenes pueden experimentar rrupciones del sueño, fiebres, problemas en el
lo que Orellana (2005) define como premura rendimiento escolar y problemas de conducta
o moratoria social. El contexto de la migra- con la persona que los cuida. Estos comporta-
ción puede forzar a los jóvenes a postergar mientos son producto de sentimientos negativos
o acelerar las tareas propias de la adultez, ya por la ausencia física del pariente. Muchas
que se ven obligados a abandonar las tareas veces experimentan sentimientos de culpa ante
que les competen a su edad, asumen roles la migración del pariente, pues se les asegura
prematuros y enfrentan retos sin las herra- que se ha decidido así para buscar su bien-
mientas necesarias.   estar (Hurtado, G., Rodríguez, V., Escobar, J.,
Santamaría, S. y Pimentel, B., 2008).
Consecuentemente, la premura social se
puede ver evidenciada cuando un hijo debe En la manera en que los hijos experi-
encargarse de las tareas pesadas que antes mentan la migración de su padre o madre
eran responsabilidad del padre migrante y le se debe tomar en cuenta la relación con el
reducen su tiempo en la escuela y la expecta- cuidador (Micolta, 2011). El ejercicio de auto-

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar 341

ridad y la relación afectiva que mantienen las En este sentido, el impacto se define
dos partes, cuidador y migrante, puede afectar como el golpe emocional producido por un
la manera en que se acoplan los hijos a la acontecimiento significativo (Lara, 2013).
transición a causa de la migración. González Sin embargo, en este estudio será enten-
Torralbo (2013) menciona que el cuidado de dido como las consecuencias emocionales y
una persona no es solo un “trabajo domés- estructurales que se experimentan dentro del
tico”, pues también implica afecto, emoción y hogar a causa de la reestructuración familiar.
actividad. Es decir, cuidar a alguien, además Las consecuencias pueden ser positivas o
del ejercicio de autoridad y de las actividades negativas. La migración irregular será enten-
que se deben realizar, implica una relación dida como la acción de migrar por parte de
afectiva con el que recibe el cuidado. madre, padre o ambos, ya sea de manera
documentada o indocumentada, sin cumplir
Micolta (2011b) menciona que, en el las leyes de trabajo establecidas por el país de
contexto de la migración, es fundamental destino, lo que hace difícil el regreso periódico.
conocer el sentir de los que son cuidados. La Finalmente, se llamará reconfiguración familiar
autora sugiere que si el cuidado que reciben a la reorganización que enfrentan los familiares
proporciona bienestar físico, psíquico y no migrantes para el funcionamiento armónico
emocional, entonces toman en alta estima la de su grupo. Esto conlleva a ajustarse a una
autoridad de los cuidadores. Sin embargo, al nueva dinámica familiar al asumir nuevos
valorar en mayor medida la responsabilidad roles, a nuevas expresiones de afecto entre
del cuidador, se corre el riesgo de disminuir la los familiares no migrantes y el migrante, a un
importancia de mantener una relación afectiva reajuste del ejercicio de autoridad dentro del
con el padre o la madre migrante, especial- hogar y al mantenimiento de la comunicación
mente si el cuidador mantiene una posición de entre los no migrantes y los migrantes.
autoridad central. El distanciamiento emocional
con el migrante no solo dependerá de los lazos Se pretende conocer desde la perspectiva
afectivos con los cuidadores. Otros factores del cuidador lo que experimentan las fami-
como la edad, la participación en la decisión lias que se quedan a causa de la migración
del proyecto migratorio, la continuidad de la irregular. Los cuidadores son definidos como
comunicación de calidad y claridad con el aquellos que están a cargo y que conviven
migrante son determinantes en el comporta- en el mismo hogar con los miembros de la
miento de los niños (Micolta, 2011a; González familia que se quedan a causa de la migra-
Torralbo, 2013; Fuentes, 2014). ción irregular del padre, la madre o ambos.
Los cuidadores pueden agruparse en distintas
4. Planteamiento de la pregunta categorías: cónyuge del migrante, familiar del
de investigación migrante (abuela, tía, hijos o hijas mayores)
o persona cercana al migrante sin vínculo
Teniendo en cuenta los elementos ante- consanguíneo.
riores, se advierte que, a partir de la migración
de uno de los miembros de la familia, la diná- En este estudio se han abordado las
mica, estructura y organización familiar entra siguientes preguntas específicas: ¿qué percep-
en una etapa de transición, la cual es percibida ción tienen los familiares que se quedan
de diferentes maneras por los que no migran. sobre la transición ante la migración? ¿Cómo
Por lo tanto, surge la interrogante siguiente: se experimenta la transición de los vínculos
¿qué factores están asociados con el impacto comunicativos con los familiares migrantes?
en la reconfiguración familiar por la migración ¿Cómo se asumen los nuevos roles a causa de
irregular? la transición familiar? ¿Cuál es la percepción

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


342 Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar

del vínculo de afecto con el migrante a partir no migrantes mantuvieran comunicación


de la transición? ¿Cómo se experimenta la regular con el familiar migrante. También
dinámica de autoridad en la familia a causa fue un criterio importante que los cuidadores
de la transición? vivieran en la misma casa con los que tienen
a su cuidado. La muestra de los participantes
El objetivo general consiste en conocer los se obtuvo con la técnica del muestreo diri-
factores que están asociados con el impacto gido, denominada en cadena o por redes
en la reconfiguración familiar por la migración (Hernández Sampieri et al., 2010). Se contó
irregular. Para lograr esto, se pretende indagar con doce participantes, de ambos sexos, con
en los objetivos específicos sobre la percepción edades de 19 a 73 años y que han mantenido
que tienen los familiares que se quedan sobre contacto con la persona migrante, pues son
la transición ante la migración. Asimismo, se cuidadores de hijos del migrante. Tres de las
busca conocer cómo experimentan la tran- participantes fueron esposas de la persona
sición de los vínculos comunicativos con los migrante, dos fueron madres, dos de las parti-
familiares migrantes. Además, se pretende cipantes fueron hermanas, dos fueron esposos
investigar cómo se asumen los nuevos roles de la migrante, uno fue hijo, una fue suegra y
a causa de la transición familiar. Se busca una fue conocida de la persona migrante. En
explorar la percepción de los familiares no total, fueron entrevistadas nueve mujeres y tres
migrantes sobre el vínculo de afecto con el hombres cuidadores.
migrante a partir de la transición. Finalmente,
se busca conocer cómo se experimenta la En cuanto a la procedencia de los parti-
dinámica de autoridad en la familia a causa cipantes, cuatro cuidadoras fueron del muni-
de la transición.   cipio de Agua Caliente, del departamento de
Chalatenango. Otros participantes vivían en el
5. Metodología departamento de San Salvador, procedentes
de los municipios de Soyapango, Santiago
Diseño Texacuangos, Mejicanos, Ciudad Delgado
y Tonacatepeque. Uno de los cuidadores
La investigación fue cualitativa y de procedía de Santa Tecla, municipio de La
tipo fenomenológico (Hernández Sampieri, Libertad.
Fernández Collado y Baptista Lucio, 2010). Se
utilizó un guion de entrevista semiestructurada Instrumento
con el objetivo de explorar las experiencias
de personas cuidadoras de hijos de familiares Como instrumento se utilizó la técnica de
migrantes, y cómo la migración irregular afectó entrevista semiestructurada. La guía contaba
la estructura familiar y los distintos roles que con 36 preguntas que indagaban la contex-
todos juegan dentro de ella. tualización de la estructura familiar confor-
mada luego de la migración y la historia de la
Participantes migración que permite conocer las razones y
experiencias de los familiares que se quedan.
Se contó con la participación de cuida- Asimismo, se elaboraron preguntas que exami-
dores que tenían como mínimo un año de naban la transición en la dinámica familiar en
tener bajo su cuidado a miembros familiares cuanto a los vínculos comunicativos, transición
no migrantes. Asimismo, se tomó en cuenta de roles, ejercicio de autoridad y vínculo de
a aquellas familias en las que los hijos no afecto. Finalmente, se investigaron las expec-
migrantes convivieron en El Salvador al menos tativas y proyectos a futuro que los cuidadores
un año con su padre o su madre migrante tienen sobre ellos mismos, sobre los que tienen
antes de su partida. Otro criterio aplicado bajo su cuidado y sobre la familia.
a los participantes fue que los familiares

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar 343

Para validar el instrumento, se escogió el que permitirán conocer la vivencia de los


método de validez de contenido y el juicio por familiares no migrantes frente a la transición
expertos (Escobar-Pérez y Cuervo-Martínez, por la migración de un pariente del grupo
2008). Para calcular el índice de validez de familiar. La primera de estas tiene relación con
contenido del instrumento, se utilizó el método la historia de la migración. La segunda aborda
de jueces propuesto por Lawshe (1975) y los vínculos comunicativos. La tercera área es
revisado por Tristán López (2008). El índice la transición de roles, en la cual se presenta
de validez de contenido en la valoración de la dinámica de roles dentro del hogar y las
los tres expertos fue de 1. Al tener esto como expectativas que tienen los familiares sobre el
base, el instrumento fue ajustado tomando rol de la persona migrante. La cuarta área de
en cuenta las observaciones cualitativas de interés es el ejercicio de autoridad, en el que se
los expertos. Asimismo, el instrumento fue aborda el papel del cuidador en la autoridad
sometido a dos pruebas con dos participantes, y el rol que juega la persona migrante en el
ambas madres cuidadoras. ejercicio de la misma. La quinta área explora
los vínculos de afecto, que se subdividen en
Procedimiento la percepción de las expresiones de afecto,
percepción de los hijos sobre el afecto y la
El estudio se llevó a cabo con doce relación de afecto dentro del hogar. Por último,
personas que cuidan a hijos de migrantes, se encuentran las expectativas a futuro que
provenientes de los departamentos de tienen los cuidadores de los hijos de migrantes
Chalatenango, San Salvador y La Libertad. y de ellos mismos, así como del proyecto fami-
Antes de las entrevistas se procedió a informar liar que comparten.
a cada participante la confidencialidad
de la información que brindaran e igual- 6.1. Historia de la migración
mente se solicitaron los permisos necesarios
para grabar la entrevista y así no se perdiera Conocer las causas que llevaron a las
ningún detalle. personas a migrar contribuye a explorar cómo
los familiares que se quedan experimentan este
Para finalizar la recolección de datos para suceso. A partir de las razones se evidencia
cada entrevista, se realizó un preanálisis cómo viven los no migrantes el fenómeno
de la información que proporcionaron los desde el momento en que sus familiares
participantes. Los preanálisis consistieron en deciden migrar hasta las dificultades y cambios
hacer un resumen de las entrevistas realizadas que se viven al tener que ajustarse a la transi-
para identificar información esencial, puntos ción de la dinámica de la familia.
claves y hallazgos obtenidos, con el objetivo
de obtener un mejor panorama al momento 6.1.1. Causas de la migración
de analizar el contenido de las entrevistas y
plasmar los resultados del estudio. Todas las De acuerdo con los familiares no
entrevistas fueron sometidas a un análisis de migrantes, las razones principales por las que
contenido y fueron categorizadas según el tipo los parientes deciden migrar son las siguientes:
de cuidador. Luego se realizó el análisis del necesidad de mejorar económicamente, falta
discurso, cuyo objetivo era encontrar el sentido de trabajo, delincuencia e inseguridad social.
de las expresiones verbales de los entrevistados Según los cuidadores, los parientes lo hacen
(Navarro y Díaz, 1999; Santander, 2011). para mejorar el futuro de los familiares que
se han quedado en el país y para salir de la
6. Resultados situación de inseguridad.

Los resultados que se presentan a conti- Ganaba bien y económicamente estábamos


nuación se dividen en seis áreas de interés bien, pero en eso la despidieron; pasó dos

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344 Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar

meses sin trabajar. Entonces, la desesperó eso; y que económicamente ellas estuvieran bien
de quererse ir y ver que con mi sueldo no (esposo de migrante, 39 años).
íbamos a salir para ningún lado. Decidió irse
ella (esposo de migrante, 38 años). Mi esposo se En las entrevistas, también se evidencia
fue porque aquí la delincuencia nos desesperó la transición que se da en las familias, pues
(esposa de migrante, 39 años). no es que haya un cambio en el grupo, sino
que estos se adaptan al evento causado por
Al expresar que el propósito de la migra- el fenómeno de la migración. Los cuidadores
ción es el bienestar familiar, los migrantes expresan haberse acostumbrado a la ausencia
deciden marcharse, anteponer las metas y del familiar. Así, se adaptan a la nueva diná-
necesidades familiares y dejar de lado las mica que se impone.
personales. Es decir, la percepción que tienen
los familiares no migrantes es que la migra- Pues al principio se siente la falta de ellos. Pero,
ción del pariente ayuda a que la familia salga a medida que pasa el tiempo, uno va acomo-
adelante y les ofrece un mejor futuro. dándose, va acostumbrándose más (esposa de
migrante, 52 años).
Ella nos decía que por sacarnos adelante a noso-
tros, a mi hermana y a mí, más que todo lo iba No es acostumbrarse, sino que acoplarse.
a hacer. Porque ella veía que la situación en la Nos hemos acoplado, no nos acostumbramos
casa económicamente no iba muy bien, y se fue (esposa de migrante, 39 años).
(hijo de migrante, 19 años).
La adaptación que los familiares expe­ ri­
6.1.2. Experiencia de los familiares no mentan ante la nueva situación a la que se
migrantes enfrentan por la migración de la persona se
acompaña de tristeza por la ausencia física
La decisión que toma la persona migrante de la persona migrante. Tanto los cuidadores
solo es comunicada a los familiares más como los hijos de las personas migrantes
cercanos que se han quedado a cargo del responden al impacto de la ausencia física
hogar. Si bien es cierto que la decisión tiene de maneras distintas. En el caso de los
un componente individual, esta trasciende lo cuidadores, la tristeza se debe a los cambios
personal y es discutida en la familia de manera en las responsabilidades, a las cuales deben
formal e informal, ya que va más allá del acoplarse debido a que la persona ausente
simple deseo de marcharse, pues se toman en era la encargada del hogar. Es decir, los
cuenta las necesidades de la familia. cuidadores suelen experimentar tristeza
no solo debido a la ausencia del migrante,
Él me dijo: “¡Ah! Yo ya no quiero estar en este sino también desconcierto e incertidumbre
país como estamos viviendo. Yo me voy porque por las nuevas tareas y responsabilidades,
me voy, aunque duela” (esposa de migrante, pues representan una carga que deben
38 años). asumir solos.

¿Usted dice que lo hablaron como pareja? Me afectó bastante, me dio depresión. O sea,
llevar el cargo sola en la casa. […] No me hago
 Como pareja, a ver quién se iba, para ver cómo a la idea de que mi esposo está allá (esposa de
íbamos a hacer. […] Entonces, ella decidió, migrante, 39 años).
porque yo así mojado no me atrevía a ir. […]
Les dijo que ella quería algo mejor para ellas, Pues al principio sí fue una gran tristeza. Yo
así que se iba; no con el propósito de dejarlas entré en depresión bastante porque yo era el
solas, sino que ella se quería ir porque quería que quedaba a cargo de la casa y de todo, y de
superarse ella y que ellas dos estuvieran bien mi hermana (hijo de migrante, 19 años).

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar 345

Los cuidadores expresan que los hijos de unidad entre los miembros de la familia y el
las personas migrantes entre los tres y seis migrante. Las personas entrevistadas expresan
años de edad experimentan el evento con que las nuevas tecnológicas les permiten
reacciones negativas. Estas reacciones se mani- mantener comunicación todos los días con la
fiestan en problemas de salud y con malas persona migrante. A su parecer, esto evita la
actitudes tanto hacia los que se han quedado desestructuración de las relaciones familiares y
al cuidado de ellos como hacia el migrante. mantiene una comunicación bidireccional. Por
Según los cuidadores, los malestares y las acti- ello compartir el día a día con el migrante se
tudes se van desvaneciendo con el tiempo, de convierte en un intercambio importante, pues
tal forma que los niños terminan acomodán- mantiene la cohesión entre los familiares y el
dose a la ausencia del migrante y se ajustan a migrante, a pesar de la distancia y los horarios.
la nueva dinámica.
Solo se levanta y manda mensajes, cómo
Sí la ha sufrido. Incluso hoy en las notas de amanecimos. Luego de eso está en el trabajo y
este trimestre salió mal. Platiqué con ella y le le dan el “break”, y a llamarnos, y cuando llega
pregunté qué le pasaba y me dijo eso: que le del trabajo me avisa que ya llegó, que dentro
había afectado que su mamá se hubiera ido de media hora me habla (esposa de migrante,
(esposo de migrante, 38 años). 38 años).

Ella sí lo sintió bastante porque ella estaba Seguido nos hablamos. Ella me marca. […] Por
pequeña todavía. Siempre dormía con mi ejemplo, esta semana ya hablamos como dos
mamá. Entonces, ella pasó casi tres meses que veces, de dos a tres veces (amiga de migrante,
lloraba y lloraba porque la extrañaba. Bajó 42 años).
bastante de peso, se distanciaba bastante de los
amigos (hijo de migrante, 19 años). Al igual que la frecuencia, las temáticas
compartidas dan calidad a la comunicación.
6.2. Vínculos comunicativos Las temáticas principales de conversación
entre cuidadores y migrantes giran en torno a
No podríamos hablar de familias transnacio- conocer cómo están los hijos que han dejado.
nales sin tomar en cuenta la comunicación, pues Con frecuencia, se dialoga sobre la salud de
los vínculos comunicativos permiten que la diná- los familiares y sobre la situación económica
mica familiar siga en funcionamiento, a pesar del hogar, gastos y necesidades familiares.
de los cambios y de la distancia. La frecuencia Cuando esta comunicación se da por mensajes
de la comunicación y las temáticas compartidas de texto en el celular, los temas que se
entre migrantes y no migrantes son elementos conversan suelen ser sobre aspectos del diario
importantes para que se construya una comu- vivir. Al momento de notificar temas de mayor
nicación de calidad. El intercambio o comuni- trascendencia, los familiares se comunican
cación de calidad es esencial para mantener los con el migrante por llamadas telefónicas o por
vínculos transnacionales, ya que determina la videoconferencias, en las cuales las conversa-
cohesión y el sentido de unidad entre los miem- ciones suelen ser más largas y profundas.
bros del grupo familiar y el migrante.
Los hijos: cómo se están portando. Y yo, lo
6.2.1. Calidad de la comunicación mismo; decirle lo que el otro, cómo se porta
aquí también, sus notas, así. Los problemas
El primer elemento que caracteriza la aquí: “Se murió fulano”. “Púchica, ya cuando
calidad de la comunicación es la frecuencia, llegue ya no los voy a ver”, me dice ella.
pues, tal como se esperaba, la alta frecuencia “Cuánta gente se ha muerto y yo ya no los voy
de comunicación es un factor esencial para el a volver a ver”. […] De los vecinos… (madre de
mantenimiento del vínculo y del sentido de migrante, 70 años).

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346 Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar

Platicamos un rato de cómo nos ha ido; de un vínculo con una persona que usted no conoce
cómo estoy en el trabajo, económicamente (hermana de migrante, 50 años).
cómo estoy […] Hablamos cómo está su trabajo
allá, cómo estoy yo acá. La comunicación que 6.3. Transición de roles
yo tengo con las niñas, que tengo con los papás.
Lo principal es eso y que me esté portando bien Los roles permiten que la dinámica fami-
(esposo de migrante, 38 años). liar funcione armónicamente, pues depende
de cómo cada miembro del grupo desarrolla
Una vez el migrante se asegura por medio las tareas del hogar y cómo estas ayudan a
del cuidador de que todo se encuentra cumplir las necesidades de la familia. Asumir
en orden, este lo comunica con su hijo determinados roles responde a la necesidad
para conversar sobre aspectos académicos. temporal y circunstancial de la familia, en
Asimismo, para conocer sus necesidades o donde cada miembro hace la tarea que le
deseos de adquirir algo. Estos son los princi- corresponde para que se cumpla la meta de
pales temas dialogados entre hijos y migrantes. la migración, que es el bienestar de la familia.
De acuerdo con la reorganización familiar que
Él primero me saluda a mí y después a ellos. surge, es necesario que los diferentes miembros
[…] La niña, porque ella tiene teléfono y el niño de la familia asuman ciertas responsabilidades
no tiene esa posibilidad porque no se la doy para cumplir con las expectativas que cada
porque uno no puede dar teléfono a temprana individuo del grupo tiene sobre los demás.
edad. Solamente cuando yo le digo: “Vaya,
mi amor, aquí está su papá, que quiere hablar 6.3.1. Roles dentro del hogar
con usted”. En cambio, la niña no, se manda
mensajes con él y le dice que ya le va a llamar Los hijos que se quedan, mientras están
(esposa de migrante, 38 años). bajo el cuidado de otra persona, asumen
pequeñas responsabilidades dentro del hogar,
En los casos en los que los hijos no como ayudar en los quehaceres de la casa o
recuerdan la partida del padre o la madre, en la limpieza. Pero lo que surge como más
pues estaban muy pequeños, se observa importante es que no descuiden sus estudios.
dificultad en la comunicación directa de Esa es la responsabilidad principal que tienen
ellos con el progenitor y viceversa. Los hijos dentro de la dinámica familiar. La expecta-
experimentan la migración como abandono y tiva que el resto de miembros de la familia
manifiestan poco interés de comunicarse con tiene sobre los hijos de los migrantes es que
el progenitor. A los hijos de los migrantes se terminen sus estudios y puedan tener un mejor
les dificulta poder reconstruir los vínculos con futuro, laboral y económico. Por lo tanto, las
su pariente, pues la migración irregular del nuevas tareas que adquieren son mínimas y,
familiar impide que estos puedan establecer sobre todo, personales, pues así cumplen con
una relación entre ellos. esta expectativa.    

Fíjese que el niño no quería hablar con él los Sí, le he dado una responsabilidad al mayor: el
primeros días. El niño me veía que yo hablaba día jueves que no va a la universidad, él cocina.
con el papá y decía: “Ya están hablando con Le he dado la responsabilidad de que sábado
ese viejo loco. ¿Para qué se fue?” (esposa de que esté en casa, él cocine, y la responsabilidad
migrante, 38 años). que ahorita tiene es que tiene que enseñarle a la
hermana a cocinar (esposo de migrante, 59 años).
Hasta hace poco que se han comenzado a hablar.
Entonces, como me dice H: “Tía, a mi mamá yo Los roles se mantienen intactos en los
no la conozco”. Entonces, es bien difícil que haya hogares en los que ha migrado el esposo

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar 347

y padre. La madre y esposa, al quedarse a al tener bajo su cuidado a los hijos de las
cargo del hogar, no percibe cambios en sus personas migrantes.
responsabilidades, solo un aumento de estas.
Ellas perciben un aumento de “carga” tener Yo siento que eso es una responsabilidad. Como
que cuidar a los hijos “solas”, aun cuando le digo yo, los hijos ajenos es más responsabilidad
expresan que tienen el apoyo de su esposo, que un hijo propio, porque si G [su hija] se cae,
pero se refieren a ello como un apoyo econó- nadie me va andar diciendo: “Mirá, ¿por qué
mico. Desde la perspectiva de ellas, la diná- se cayó?”. Entonces, [hay que] estar pendientes
mica se ve alterada solamente por la ausencia (hermana de migrante, 50 años).   
física del pariente, pues los roles de cada
uno se mantienen. Es decir, la pareja tiene Los casos en los que se observa alteración
como acuerdo implícito que si el esposo se en los roles tradicionales son aquellos en los
ha marchado para ayudar económicamente, que el esposo y padre ha quedado a cargo
ella se ha quedado para cuidar a los hijos y del hogar, así como el caso en que un hijo
administrar los bienes recibidos. haya asumido la responsabilidad de cuidar a
hermanos menores, pues la esposa o madre
No es fácil. Porque cuando uno se casa es es la que ha migrado. Ellos expresan que
porque va a estar con su pareja y en cambio han tenido que aprender y hacer lo que las
a mí me ha tocado como una vida de soltera, migrantes hacían antes de partir: cuidar a los
madre soltera. […] Yo le dije que la responsa- hijos y encargarse del hogar. Este compro-
bilidad es grande, son dos, ya están grandes miso no es expresado como una carga, sino
y él me decía: “Usted tiene que cuidarlos y como una oportunidad de aprendizaje y de
ayudarme como usted pueda” (esposa de entablar una mejor relación con los que tienen
migrante, 38 años). bajo su cuidado.

La percepción de aumento de responsa- Las mismas que vivió ella, las mismas que
bilidad también la experimentan las abuelas vive una mujer, las tengo yo. La responsabi-
que se quedan a cargo de sus nietos. Ya que lidad de una mujer en el hogar es saber cómo
ellas tenían la tarea de cuidarlos durante el día manejar los fondos, […] cómo poder adminis-
o vivían en la misma casa antes de la partida, trar el dinero […] y la responsabilidad más difícil
las personas migrantes les confían a sus hijos. es el cuido de los hijos, cómo hacer el control
Por lo tanto, experimentan el mismo aumento de los hijos donde ni los pueda tener muy
de responsabilidad que las esposas, pues son agarrados, pero donde no les pueda dar libertad
las únicas que se encuentran a cargo de los (esposo de migrante, 59 años).
hijos del migrante y deben responder por ellos
“como si fueran de ellas”. 6.3.2. Expectativas del rol de la
persona migrante
Eso es tremendo, porque no es lo mismo criar lo
de uno que criar lo ajeno (madre de migrante, Así como cada miembro de la familia
73 años). en el lugar de origen busca cumplir con las
responsabilidades que le corresponden para
En el caso de tías y cuidadoras particu- el funcionamiento armónico del grupo, de la
lares, los roles no se alteran dentro del hogar, misma manera espera que la persona migrante
pues son los hijos de las personas migrantes esté cumpliendo con su responsabilidad.
quienes, al incorporarse, deben adaptarse a Las personas entrevistadas perciben que los
la dinámica que ya funcionaba en esa familia. migrantes cumplen el compromiso de ayudar
Sin embargo, no deja de aparecer la percep- económicamente y que no han dejado de
ción del aumento o carga de responsabilidad hacerlo. Percibir que la persona migrante no

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348 Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar

ha abandonado su rol, a pesar de la distancia, Con cosas que no me gustan ya le cuento a él


es un elemento que enlaza el sentido de perte- y él me dice: “Mire, quiero hablar con usted (a
nencia. Es decir, ambas partes, tanto la familia la niña más que todo)”. Después él me pregunta
como el migrante, cumplen las expectativas cómo se está portando la niña y yo le digo que
que cada miembro tiene sobre los otros. ya está mejor. Pero tengo que decirle a él: “Mire,
esto está fallando, ayúdeme”. Y él me dice:
Pues la responsabilidad que él siempre ha “Usted es la que está allá, tiene que ver cómo
tenido, gracias a Dios, la responsabilidad es hace. Yo solo voy a advertirles, y si no me lo
mandarnos dinerito para la comida y la medi- cumplen, ya se las van a ver conmigo” (esposa
cina (esposa de migrante, 52 años). de migrante, 38 años).

6.4. Ejercicio de autoridad Si la persona que se marcha no tenía un


alto grado de autoridad antes de partir, el
La autoridad es fundamental para esta- rol de cuidador le confiere cierta autoridad
blecer cierto orden en cuanto a la protec- sobre los hijos del migrante. De este modo,
ción, cuidado y administración del hogar. El la persona encargada asume autoridad autó-
ejercicio de autoridad dentro del hogar es noma, pues ejerce toda la disciplina y toma
mediado por los roles que se asumen a raíz decisiones sobre los hijos y el hogar. Es decir,
de la migración de uno de los miembros de las funciones principales del ejercicio de auto-
la familia. Por ello, para mantener el orden ridad las asumen solamente los cuidadores,
de la dinámica familiar, es importante que el por lo que las personas migrantes solo son
cuidador asuma autoridad en el hogar. informadas sobre las decisiones ya tomadas.
Los cuidadores perciben que es mejor no
6.4.1. Papel del cuidador en la tener que responder al migrante en las diversas
autoridad situaciones que pasan con los niños, pues
expresan que los migrantes no están presentes
Aunque el cuidador adquiera cierta auto- en el día a día como para tomar las mejores
ridad dentro del hogar, el grado que ejerce decisiones. Con frecuencia, hay desacuerdos
sobre los que tiene a su cargo varía según la entre las formas y razones de proceder. Al
persona que ha migrado. Los casos que no final, los hijos responden al cuidador como
sufren mayores cambios en el rol de autoridad única figura de autoridad y dejan de lado lo
son aquellos en los que la cabeza de la familia que su padre o madre decida.
se ha marchado, ya que, al seguir mante-
niendo su rol, conserva el ejercicio de auto- Una vez me dijo ella: “¡Ah, castígalo!”.
ridad sobre su familia en el país de origen y la Castigarlo no se puede, uno aconseja. Ellos me
comparte con el cuidador que se ha quedado decían: “No, porque vos tenés que castigarlo,
en el hogar. La dinámica de autoridad porque, si no, va a ser rebelde”. No, pero no
compartida se observa cuando las personas es así. Yo a mis hijas no las castigué. Ya no me
entrevistadas expresan el involucramiento de dijeron nada (hermana de migrante, 70 años).
los migrantes en aspectos como regaños y
todo lo que concierne a los hijos, así como 6.4.2. Papel del migrante en el ejercicio
decisiones sobre aspectos económicos. Los de la autoridad parental
cuidadores perciben que parte de su responsa-
bilidad es responder al migrante dando cuentas En los casos en los que existe una diná-
de lo que pasa con sus hijos y acudiendo al mica de autoridad autónoma por parte de
migrante en asuntos de mayor importancia; no los cuidadores, los migrantes tienen un papel
obstante, los cuidadores deciden sobre los hijos secundario con respecto al ejercicio de auto-
en asuntos del día a día. ridad sobre sus hijos, pues se percibe ausencia

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Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar 349

de disciplina sobre ellos. Esto los limita a los miembros de la familia y forma parte del
conversar sobre ciertas cosas de la cotidia- cuidado de los familiares. El afecto también
neidad y a exigir que respondan a la autoridad busca cumplir con la función protectora, que
del cuidador, lo que altera la relación directa se encarga de satisfacer las necesidades físicas,
de las personas migrantes con los hijos que sociales y psicológicas de los miembros de la
han dejado. familia. Ambas funciones se reparten entre la
persona migrante y el cuidador para cumplir el
En estos momentos, no; no la perciben como propósito del afecto.
autoridad. Realmente la ignoran como auto-
ridad porque no la tienen enfrente: la tienen a 6.5.1. Percepción de expresiones de
través de una pantalla […] A veces la apartan, afecto             
la esquivan. Realmente la ignoran. Le digo yo:
“Calmate, no hablés mucho. Así como están Para los familiares en el país de origen, la
ellos, lo menos que quieren es escuchar el función económica juega un papel muy impor-
sermón” (esposo de migrante, 59 años). tante en el afecto. Para ellos, que el migrante
siga ayudando económicamente y que siga
Sucede lo contrario cuando la autoridad enviando objetos o regalos periódicamente
es compartida. En estos casos, los migrantes son factores importantes que interpretan
tienen un ejercicio de autoridad activa, pues como señales de que los vínculos de afecto
ellos también son capaces de dar órdenes no se han roto. De lo contrario, la ausencia de
aun estando lejos. Cuando los migrantes se envíos sería un signo de abandono o despreo-
comunican con el cuidador, toman decisiones cupación por parte del migrante hacia sus
y ejercen disciplina a sus hijos por medio del familiares.
encargado. Por lo tanto, los hijos también
perciben esta autoridad y la respetan. Es decir, Porque no nos ha dejado abandonados, que
los hijos responden a ambas figuras como nunca nos habló o que nunca nos mandó dinero,
autoridad para ciertos permisos, castigos, no. Ha sido responsable en todo. Ha estado
premios, etc. A pesar de esto, los migrantes pendiente de todo, sin necesidad de que uno
siguen exigiendo a los cuidadores que se le diga hace falta esto o aquello, él ya lo tiene
hagan responsables de la autoridad de sus por delante: “Vaya, ahí está el dinero para esto,
hijos, pues son los que están presentes en la puede sacarlo” (esposa de migrante, 38 años). 
cotidianeidad.
La comunicación también es parte impor-
Yo nunca le he quitado la autoridad a él ni él tante del afecto, puesto que los familiares
a mí. Cuando yo tomo una decisión en la casa pueden “sentir” las expresiones de cariño del
que no tengo tiempo para decirle, él me respeta migrante por medio de videoconferencias,
la decisión porque ya sabe que son decisiones llamadas telefónicas, mensajes de texto, etc.
sabias  (esposa de migrante, 39 años). Estos medios son utilizados por el migrante
para expresar el cariño con palabras o frases
6.5. Vínculos de afecto de afecto, así como para manifestar el deseo
de reunificación familiar, asegurar que la sepa-
Las expresiones de afecto entre los fami- ración es algo momentáneo y que el sacrificio
liares permiten que cada miembro del grupo que ambas partes han hecho es para el bien
se sienta respetado, reconocido y amado, lo común del hogar.
que da seguridad y confianza a cada persona.
Cuando los encargados cuidan a los niños, el Se pone a decirles: “Te quiero, te amo, eres mi
afecto cumple con diferentes funciones dentro vida desde que eras pequeño”. Así los trata y les
del hogar. Una es la función económica, que dice: “Miren, hijos, los quiero mucho; háganle
busca satisfacer las necesidades materiales de caso a su mamá. Estoy luchando por ustedes.

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350 Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar

Es por el bien de ustedes, no es porque no los perdido el amor con su mamá; y aunque digo
quiera. Porque los amo ando acá” (esposa de yo que quizá hasta ella también. Porque así solo
migrante, 38 años). hablándose por teléfono siento yo que se pierde
el amor (suegra de migrante, 52 años).
En cuanto a la relación afectiva entre
migrante y cuidador, se intenta mantener el 6.5.3. Relación del afecto dentro
afecto a través de la constante comunicación, del hogar
por medio de imágenes, palabras de aliento,
palabras cariñosas y con una buena relación La función protectora del afecto se hace
entre ambos. Por lo tanto, la comunicación presente dentro del hogar, pues para los cuida-
es un factor muy importante para mantener dores es importante cumplir con el cuidado,
estos vínculos tanto con los hijos como con el protección y satisfacción de necesidades
cuidador. físicas y emocionales de los hijos de migrantes.
Asimismo, los cuidadores, para demostrar su
Porque si usted mira mi teléfono, me pone un cariño, desean mantener una buena relación
montón de corazoncitos y dice que me ama con los hijos de la persona migrante y así
muchísimo y yo también a ella. Porque nosotros ganarse su confianza y mantener estrechos los
tenemos eso, no solo demostrar el amor y el vínculos de afecto en el hogar. Además, los
cariño, sino que también lo decimos, y noso- cuidadores expresan la añoranza del contacto
tros nos lo decimos a cada ratito (hermana de físico, como un beso o un abrazo por parte
migrante, 50 años). del migrante. Esto lo intentan compensar
por medio de la función protectora, ya que
6.5.2. Percepción de los hijos sobre cumplen funciones de cuidado y atención
el afecto hacia los que tienen a su cargo.

La ausencia de comunicación con el Yo sé que no ando tan bien […] porque yo les
migrante es un factor importante que incide doy afecto, pero les hace falta el otro. Yo hago lo
en el comportamiento de los niños hacia los posible por darles afecto a ellos, pero no es igual
que se encuentran fuera del país. Es decir, porque hace falta el papá. Yo hago lo posible
si no existe claridad o una comunicación de por darles amor, yo juego con ellos, bromeo con
calidad, los lazos afectivos se verán compro- ellos, pero yo sé que el vacío del papá nunca se
metidos y pueden romperse. Otro factor que los lleno yo (esposa de migrante, 38 años).
debe tomarse en cuenta es la edad de los
hijos. Si son dejados desde muy pequeños a 6.6. Expectativas de la migración
cargo de los cuidadores, pueden percibir que
ellos son las personas que les brindan bien- 6.6.1. Expectativas a futuro
estar y, por lo tanto, les toman más estima y
dejan de lado al migrante. Cuando estos dos Las expectativas a futuro van de acuerdo
factores se interponen en la dinámica familiar, con las principales razones por las que el
los hijos perciben ausencia de afecto por parte migrante decidió cruzar fronteras. Tanto las
de su padre o madre migrante. Por ello, al expectativas personales de los cuidadores
no haber constante comunicación, no existe como las expectativas de los que están bajo su
intercambio de sentimientos y pensamientos, cuidado van dirigidas a esperanzas de supera-
se pierde la confianza entre ambas partes y se ción personal, económica y profesional.
crea distancia entre ellos.
Que consiga un buen trabajo y que tenga una
Estando tan lejos se llega como quizá a perder bonita vida, de verdad una buena vida. Que
el amor porque, quiérase o no, el niño había consiga una persona y lo haga feliz. Como le

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar 351

digo yo: “Todos los errores de nuestros papás 6.6.2. Proyecto familiar
nos tienen que servir para bien” (hermana de
migrante, 50 años). El proyecto familiar que se comparte va
dirigido a la reunificación familiar. Esta percep-
Los cuidadores no perciben que sus planes ción de reunificación está ligada, nuevamente,
personales hayan sido afectados a causa de a las razones primordiales por las que la
la migración del pariente, ya que está ligados persona decidió migrar. Los cuidadores tienen
con las razones por las que se decidió migrar. la expectativa de volver a estar juntos, puesto
Lo único que los cuidadores esperan y que que, para ellos, la migración no ha signifi-
siempre desean es brindar lo mejor a los que cado una desintegración familiar. Es decir, no
tienen bajo su cuidado. Las personas entre- significa que no exista cohesión o vínculos,
vistadas expresan que ayudar a la persona sino que la reunificación es vista como algo
migrante ha valido la pena, por lo que no se más físico. Significa estar en un mismo lugar,
arrepienten de la decisión y tienen la espe- juntos, con las metas cumplidas y alcanzadas.
ranza de que tendrán un mejor futuro.
Pero la idea es que los niños vayan a estudiar.
No, a mí no, bien porque ellas están más o Entonces, aun en el Gobierno italiano, si llega
menos con su trabajo. Si yo me hubiera ido, como menor de 18 años, aunque sus padres no
sí, quizás sí, porque la mayoría he visto yo que sean legales, la ley establece que tiene derecho
no hace nada. Las jovencitas se van ya a tener a su educación gratis… La mira nuestra es que
familia, ya no estudian y les mandan el dinero, sea el grupo familiar, entonces el grupo fami-
lo desperdician, ya son otras ideas, ¿verdad? liar somos cinco y no es fácil, porque yo estoy
(hermana de migrante, 70 años). esperando mi pensión. Cuando tenga mi
pensión, me voy… Una de dos: o tú te vienes o
Sucede lo contrario cuando los cuidadores yo me voy (esposo de migrante, 59 años).
asumen nuevos roles de cuidado dentro del
hogar, pues sus planes son afectados al no 7. Discusión
poder seguir ejerciendo el rol que tenían
antes de ser los encargados. Ellos manifiestan 7.1. Impacto de la migración
que han dejado de cumplir metas que tenían
planeadas e incluso han tenido que realizar Con frecuencia, el significado de la palabra
tareas que si el pariente no hubiera migrado, impacto se acompaña de una connotación
no habrían hecho. Sin embargo, expresan negativa. Sin embargo, sus efectos pueden ser
un aspecto positivo: tomar nuevas responsa- tanto positivos como negativos. El impacto en
bilidades ha contribuido a formarles nuevos la migración irregular es la consecuencia que
aprendizajes. viven los familiares no migrantes a partir de la
modificación en su dinámica familiar. Según
En parte sí, porque yo ya no pude hacer muchas este estudio, la vivencia de los familiares
cosas que yo hubiera querido hacer por estar ante la partida del migrante es ambivalente.
con mi hermana cuidándola. Entonces, sí Por un lado, viven un impacto positivo en
afectó bastante eso, algunos planes, porque cuanto a la economía del hogar; por otro, el
yo tampoco tenía pensado trabajar a tan corto impacto emocional que experimentan suele
tiempo. Desde que ella se fue, siempre estuve ser negativo, pues implica la ausencia física de
trabajando bastante y pues nunca me imaginé un cónyuge, hermana, hija, padre o madre.
eso. Yo mi vida me la imaginaba seguir estu- La primera experiencia es acompañada de
diando y trabajar ya hasta que hubiera culmi- alivio y bienestar, mientras que en la segunda
nado mi carrera. Pues en eso sí afectó (hijo de aparecen sentimientos de tristeza y malestar. El
migrante, 19 años). impacto positivo en el grupo familiar coincide

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352 Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar

con la solvencia económica que ha producido experimentan un impacto emocional, ya sea


la migración, ya que la razón principal de la enojo, resignación, temores sobre el futuro
migración es mejorar económicamente para o frustración. Por otro lado, también se ven
poder sacar adelante a la familia que dejan afectadas las relaciones personales, ya que se
en el país de origen, especialmente a los hijos. alejan de la familia con la que han quedado
Esto produce bienestar en las familias, pues de amigos cercanos. Asimismo, suelen mani-
experimentan satisfacción cuando comparan festar comportamientos desobedientes hacia
la situación económica anterior a la migración el cuidador designado y presentan bajo rendi-
con la actual. Las personas entrevistadas, al miento escolar. En cuanto a los cuidadores,
recordar los primeros meses o semanas tras estos experimentan sentimientos de cansancio,
la partida de la persona migrante, expresan ansiedad, agotamiento y confusión debido a
lo difícil de enfrentar la pérdida física del las nuevas responsabilidades que adquieren.
pariente. Experimentan angustia por no saber
el paradero de la persona migrante y aflic- Ya que la crisis es un estado temporal y
ción por la incertidumbre que se vive al no circunstancial, los familiares no migrantes la
tener clara cuál es la situación de la persona superan al acoplarse a la nueva condición
y cómo se está acoplando a su nueva vida. de vida. No desaparece la tristeza, pues la
Tanto los familiares que se quedan como el nostalgia por la persona que se ha marchado
migrante, aunque se encuentren distantes, siempre está presente; sin embargo, comienza
se tienen siempre en sus pensamientos, se un proceso de asimilación. Lentamente, las
recuerdan constantemente y se preocupan el familias inician un proceso de reorganización
uno por el otro. Este proceso se conoce como sin la presencia física del familiar y se ajustan
pérdida ambigua (Paulina Boss, 1999, citada a la nueva dinámica familiar (Hurtado et al.,
en Falicov, 2001), lo que indica que la persona 2008; Madrigal, 2015).
migrante se encuentra ausente físicamente
pero presente psicológicamente, y se experi- 7.2. Reorganización en la estructura
menta incertidumbre sobre la nueva situación familiar
a la que su familiar tiene que enfrentarse.
El proceso de migración reorganiza signifi-
La ausencia física de una persona signi- cativamente la estructura interna de la familia.
ficativa provoca un estado de crisis en las Es decir, la ausencia de uno de sus miembros
personas que sufren la separación. La crisis conlleva a la renegociación de los deberes
es un estado temporal de desorganización y responsabilidades. Esta reorganización es
(Slaikeu, 1999, citado en Madrigal, 2015). Se necesaria para el funcionamiento del sistema
caracteriza por la dificultad de una persona familiar, ya que tiene el objetivo de conseguir
de manejar ciertas situaciones y de utilizar la adaptación a una nueva realidad en la que
métodos acostumbrados para la solución de el migrante no está. Si la familia no logra
problemas, de los cuales surgirá un resultado adaptarse a los cambios, corre el riesgo de
positivo o negativo. Para que aparezca una perecer como tal y de sufrir una desintegra-
crisis, tiene que surgir un suceso precipitante; ción. La estructura que se despliega luego
en este caso, la desencadena el evento de la de la migración debe cumplir con la tarea de
migración. Ledesma y Castillo (2012) señalan organización para evitar dicha desintegración.
que la crisis de la separación trae consigo
una serie de síntomas, los cuales han sido Los familiares que se quedan deben enfren-
expresados y experimentados tanto por los tarse a la reorganización de roles y construir
cuidadores como por los que tienen bajo nuevas reglas dentro del hogar en las que el
su cuidado. En los pequeños, el impacto migrante ya no participa de la misma manera.
se manifiesta en problemas de salud, como Por ejemplo, la dinámica de autoridad a la
fiebres o alteraciones del sueño. Además, que se acoplan los cuidadores en la toma de

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar 353

decisiones; por un lado, incluyen a la persona 7.3. Impacto en establecimiento


migrante comunicándole y consultándole las de vínculos
decisiones; o por el contrario, dan por hecho
que la persona migrante ha cedido la función Los hijos de migrantes experimentan el
de toma de decisiones al marcharse o no le suceso de manera particular, ya que el impacto
dan la opción de participar. Con frecuencia, en su vida depende de la etapa en la que
las esposas que se quedan forman parte de se encuentran cuando su padre o su madre
la primera dinámica e incluyen a sus esposos decide marcharse del país. Cuando estos niños
migrantes en la toma de decisiones, mientras se encuentran en edades tempranas de la
que los esposos que se quedan a cargo del infancia, la consecuencia más significativa que
hogar suelen relegar a sus esposas migrantes se evidencia es la dificultad del establecimiento
de la toma de decisiones. de vínculos significativos con el pariente
migrante. Esto tiene mayores consecuencias
Como se evidencia en este estudio, las que cuando los niños son mayores debido a
madres que se quedan a cargo del hogar no que es en las edades tempranas cuando se
dejan de acudir a sus esposos en cuanto a adquiere confianza o desconfianza con una
decisiones importantes, incluso cuando ellos persona significativa.
les han otorgado toda la responsabilidad y
autoridad dentro del hogar. Esta dinámica En esta etapa, todo niño necesita establecer
es parte de mantener los vínculos entre una relación especial, es decir, un vínculo afec-
ellos. Las esposas perciben que mantener tivo, con un número determinado de personas
comunicación con respecto a la toma de cercanas. Este lazo afectivo los impulsa a
decisiones ayuda a mantener la continuidad buscar proximidad y a mantener contacto
de la organización familiar y, por lo tanto, el con estas personas significativas a lo largo del
funcionamiento familiar. Esto es, porque antes tiempo. En cuanto a los niños más pequeños,
de marcharse el esposo tenía autoridad y era se evidencia que no hay verdadera y directa
el proveedor económico y, para las esposas, comunicación con el pariente migrante, pues
sigue cumpliendo con ambas tareas. no existe el vínculo significativo con él o ella.
Al no consolidarse el vínculo, se va debili-
Sucede lo contrario con los esposos que tando, pues no existe interés por parte de
se quedan a cargo, quienes dejan de lado la los niños de fomentar una relación (Garrido-
autoridad de las esposas y argumentan que Rojas, 2006; Becerril Rodríguez, 2012). Las
ellos son los responsables absolutos por estar consecuencias visibles del apego interrumpido
físicamente presentes. Sin embargo, se da una son manifestadas por medio de comporta-
reorganización de la estructura familiar en la mientos inapropiados y emociones negativas.
que se modifican los patrones tradicionales, ya Tal como se observa en este estudio, algunos
que las esposas asumen el rol de proveedoras, niños no distinguen al padre o la madre
que antes no tenían. Los esposos, por otro migrante como una figura significativa de
lado, asumen funciones de cuidadores y cola- apego, pues no lo perciben como alguien acce-
boradores en el hogar y suplen las necesidades sible, por lo que no se interesan en mantener
inmediatas de los hijos con responsabilidades los vínculos transnacionales. No es raro que
que son típicamente de las mujeres de casa. las conductas y emociones que los niños
En estos casos, los vínculos no se mantienen expresan hacia el pariente son de evitación y
cuando hay comunicación y discusión sobre ansiedad. Asimismo, la pérdida o interrupción
decisiones, sino cuando se adquieren y del apego causa reacciones de enojo por el
cumplen las tareas que les competen a cada deseo de reencontrarse con la persona que los
uno a partir de la reorganización. dejó, así como distanciamiento y reproche por

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354 Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar

la situación que les ha tocado vivir (Becerril es porque la adolescencia es la etapa en la


Rodríguez, 2012). que se experimenta la búsqueda de identidad
(Sánchez, 2006). Por tanto, obtener objetos
En este contexto, el cuidador toma impor- que antes no podían adquirir es significativo
tancia, pues este vínculo de apego es estable- para ellos. Así los adolescentes perciben que
cido con ellos, ya que puede establecerse tanto sus padres están satisfaciendo una necesidad
con familiares directos como con personas importante para ellos.
cercanas a los niños. Así, el cuidador juega
dos papeles esenciales en este proceso. Por 7.4. Construcción del imaginario a
un lado, el cuidador toma la responsabilidad través de la función afectiva de la
de fomentar el vínculo entre padre o madre comunicación
migrante y sus hijos. Sin embargo, debido a
la falta de intercambio comunicativo y afec- La migración crea distancia física entre
tivo por tiempo prolongado, los niños no los miembros de las familias, por lo que
comparten la misma visión del cuidador. Por mantenerse en contacto es una forma de
otro lado, los niños compensan la ausencia del contrarrestar la ausencia física de uno de sus
padre o la madre estableciendo el lazo afectivo miembros y conservar una relación continua.
con el cuidador. Esto es más habitual en las La comunicación, por medio de los distintos
abuelas cuidadoras al asumir una segunda medios, refuerza, a pesar de la distancia
maternidad, ya que, para ellas, la migración geográfica, la pertenencia a un nuevo espacio
de sus hijas no representó un cambio signifi- social que trasciende las fronteras. Este nuevo
cativo en el cuidado hacia sus nietos, pues es espacio en el que se da el intercambio entre
una tarea que siempre habían tenido, incluso el país de origen y el país de destino es el que
antes de la migración. permite que se vaya construyendo un imagi-
nario compartido en las familias transnacio-
En el caso de los adolescentes, como el nales. A través de la comunicación, el migrante
apego con los padres y las madres ya se ha comparte su realidad a los familiares en el
consolidado en el momento en que ellos país de origen, y viceversa. Por esto existe
deciden migrar, experimentan el fenómeno de un intercambio bidireccional que permite el
manera diferente. Por ello los cuidadores de funcionamiento de la dinámica transnacional
adolescentes expresan la tranquilidad de estos y enlaza vínculos a través de la reciprocidad
cuando sus padres migraron, pues ellos no expe- de información. Por lo tanto, el valor de las
rimentan sentimientos de ansiedad o preocu- cotidianidades compartidas no reside en la
pación. De la misma manera, los cuidadores profundidad de la conversación, sino en la
no presentan dificultad en fomentar el vínculo simultaneidad que permite crear la pregunta o
por medio de la comunicación. Los jóvenes tema compartido, por más trivial o repetitivo
mantienen el intercambio independientemente que aparente ser. Tanto migrante como fami-
del cuidador, ya que tienen la posibilidad de liares introyectan esta simultaneidad en una
mantener comunicación directa con el migrante. misma realidad que trasciende las fronteras
y fortalece el vínculo trasnacional. También
Una vez ocurre la migración, el apego con la comunicación cumple una función afectiva
el padre o la madre migrante ha cumplido con que reduce los costos emocionales para los
el propósito de brindar seguridad emocional familiares no migrantes.
en el adolescente, por lo que el vínculo
afectivo se mantiene de manera diferente. 7.5. Imaginario de la reunificación
Se observa en este estudio que lo que da familiar
tranquilidad a los adolescentes frente a la
migración es el hecho de pensar que recibirán Aunque objetivamente la familia sufre
bienes materiales de parte del migrante. Esto una desestructuración tras la migración, los

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Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar 355

familiares no migrantes no perciben una desin- reunificación es parte del espacio afectivo
tegración de su grupo familiar. Esta concep- construido entre los familiares, pues intercam-
ción es parte del imaginario que con el tiempo biar la esperanza de compartir el espacio físico
han consolidado como familia transnacional. se percibe como muestra de cariño, ya que
Un aspecto que ha aportado en este sentido reafirma el propósito de la decisión inicial de
es la idea de la reunificación familiar, pues la migración. Conservar viva la idea de volver
el proyecto de reencontrarse que comparten a ver a la persona migrante forma parte de
familiares no migrantes y migrantes permite la pérdida ambigua, pues esto aminora los
que se mantengan los vínculos entre las fami- efectos traumáticos de la migración, tal como
lias transnacionales. El plan de reunificación, al Falicov (2001) lo señala. Las pérdidas de la
permanecer en el tiempo, impulsa a las fami- migración no son totalmente claras, completas
lias a continuar con la reorganización acor- e irrevocables: son ambiguas porque amparan
dada posmigración, pues los inspira a llegar a la idea del posible retorno del que se fue.
la meta de convivir juntos en algún momento.
7.6. Modelo explicativo
La reunificación como proyecto familiar es
una idea compartida en el imaginario de cada A partir de lo expuesto en los párrafos
familia. Esto es así, ya que se observa que es anteriores, se presenta en la figura 1 un
un elemento meramente comunicativo, mas esquema que identifica los factores asociados
no real. Tal como se evidencia en este estudio, al impacto en la reconfiguración familiar por
los familiares no migrantes no expresan algún la migración irregular, intentando mantener el
proyecto específico que ayude a que este carácter dinámico de la migración irregular en
se haga realidad; se presenta más que todo sus distintas fases.
como una posibilidad a futuro. Esta idea de

Figura 1.
Esquema que identifica los factores IMPACTO asociados al impacto
EN LA RECONFIGURACIÓN en
FAMILIAR POR LA la reconfiguración
MIGRACIÓN IRREGULAR 27

familiar por la migración irregular
Figura 1. Esquema que identifica los factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar por la migración irregular

Causas de la migración irregular Atentan


Reconfiguración familiar
contra el
ü Problemas Decisión de
bienestar ü Reorganización del hogar en
económicos migrar de
familiar el país de origen
manera
ü Falta de trabajo irregular

Migración
ü Violencia e irregular
inseguridad

Proceso de transnacionalismo


Comunicación de calidad

Facilita la cohesión familiar a través


de las nuevas tecnologías

Roles Dinámica de Vínculos de


autoridad afecto


Alteraciones Expectativas Ejercicio de autoridad
previo a la migración Expresiones Impacto en
los vínculos

Cuidados Envío de
Premura Esposos
Hija(o)s Cuidadores Migrantes dinero
social en cuidadores Autónoma Compartida
hijos asumen Atenciones Niños Adolescentes
cuidadores tareas Respon Administra- Provisión Envío de
Cuidadores
típicamente -sabi- ción del económica objetos
femeninas lidad hogar y Palabras Impacto Impacto
acadé- cuidado de de afecto negativo negativo y
Cuidadores Migrantes positivo
mica hijos
Función Función
protectora económica

Migrantes Cuidadores Migrantes

Construcción del imaginario


Nota: las líneas punteadas indican el carácter dinámico de la relación entre campos.

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


356 Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar

Para comprender los factores implicados En cuanto al funcionamiento de roles, se


en el impacto de la reconfiguración familiar, el estipulan las expectativas que cada miembro
esquema propone que es importante conocer tiene sobre las responsabilidades del resto de
las razones principales de la migración irre- familiares y las alteraciones en determinados
gular, pues, desde la perspectiva de los fami- roles. Con respecto a los hijos, las expectativas
liares no migrantes, las causas que lleven a los van dirigidas a su rendimiento académico,
migrantes a cruzar fronteras atentan contra pues de ellos se espera que terminen sus estu-
el bienestar familiar. Por ello los migrantes dios para salir adelante. Los cuidadores, por
deciden migrar y lo conversan junto con sus su parte, asumen la administración de bienes
familiares, y es entonces cuando el migrante y del hogar, así como el cuidado de los hijos.
decide anteponer las necesidades de la familia Por otro lado, el migrante debe cumplir con
como grupo. La reconfiguración familiar se su deber de ayudar económicamente. Por lo
da desde el momento en que se decide, pues tanto, los intercambios de comunicación entre
es el comienzo de una nueva etapa de reor- migrantes y cuidadores van orientados a sus
ganización del hogar, debido a la ausencia respectivas responsabilidades, pues los temas
del migrante. La reconfiguración familiar, se dirigen hacia las necesidades del hogar y
luego de la migración, va a implicar enfrentar hacia cómo los migrantes pueden suplirlas. Por
los cambios del hogar en el país de origen y su lado, los cuidadores reportan sus compro-
acoplarse a la nueva dinámica familiar. Esta misos en cuanto al cuido y administración del
reconfiguración también conlleva a tomar hogar en el país de origen. Así la comunica-
decisiones sobre las nuevas responsabilidades ción refuerza las expectativas de los roles de
y tareas que cada miembro de la familia cada miembro de la familia.
deberá asumir. Es decir, las familias buscan
con la reorganización evitar una desintegra- Asimismo, se confirma que los roles de
ción de los vínculos familiares. La necesidad los familiares no migrantes no sufren cambios
de mantener los vínculos familiares es parte significativos, excepto en casos en los que el
del transnacionalismo, el cual se entiende hijo, la hija o el esposo de la persona migrante
como un proceso, pues no es un evento que debe asumir el rol de cuidador, pues, de no
aparece en un momento determinado de la ser por la migración, no asumiría las respon-
migración, sino que inicia desde la conside- sabilidades que le corresponden. En los hijos
ración del familiar de migrar. Así, a partir de se observa la premura social, pues, debido a
la migración, se buscan nuevas formas para la migración de la cabecilla del hogar, deben
continuar funcionando como un grupo y para asumir tareas que aún no son propias para su
no perder la identidad como familia; por lo edad. En cuanto a los esposos, estos toman las
tanto, se despliegan los factores implicados responsabilidades y realizan tareas que antes
en la reconfiguración familiar. Como nueva no tenían y que les competen típicamente
manera para sostener los vínculos y funcionar a las mujeres. A causa de la migración, se
armónicamente en la nueva dinámica familiar, despliegan dos posibilidades en la dinámica
la comunicación de calidad es esencial, puesto de autoridad. El ejercicio de autoridad puede
que, sin ella, no existe la familia transnacional. ser autónomo; es decir, solo el cuidador
Esta posibilita el intercambio de pensamientos toma las decisiones. Y puede ser compartido,
e ideas y permite que se construyan espacios cuando el cuidador y el migrante toman las
comunicativos. Así el intercambio continuo decisiones. La nueva dinámica de autoridad
posibilita la reorganización en cuanto a roles depende del acuerdo del ejercicio de autoridad
y la toma de decisiones en la dinámica de previo a la migración. Es decir, si la persona
autoridad, así como facilita las expresiones de migrante ejercía autoridad en el hogar antes
afecto y de confianza. de su partida, la mantiene una vez se ha ido.

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar 357

Por el contrario, si la persona migrante no Las interacciones continuas entre familiares


convivía con el actual cuidador o no tenía un posibilitan que se compartan pensamientos
alto grado de autoridad, cede por completo la e ideas, lo cual facilita que se construyan
toma de decisiones al cuidador, quien asume formas, significados y espacios familiares.
la autoridad totalmente. El acuerdo de la toma De este modo construyen un imaginario
de decisiones también es reforzado por medio que comparten familiares no migrantes y
de la comunicación, ya que si la autoridad es migrantes. Al compartir esta serie de creencias
compartida, se discuten las decisiones. e imágenes, todos los miembros participan
en una misma realidad, propia y única en
Se estipula también que hay distintas cada una de las familias. En esta realidad
expresiones afectivas que corresponden a las se contempla la idea de reunificación fami-
dos funciones del afecto. La función protectora liar, pues todos mantienen la imagen de un
del afecto hacia los hijos es cumplida por el proyecto a futuro en el que puedan convivir
cuidador y la persona migrante. Las expre- físicamente, aunque aún no tengan un plan
siones de afecto dentro de esta función son concreto para cumplirlo.
los cuidados y atenciones que los cuidadores
dan hacia los que tienen bajo su cuidado, ya 8. Conclusiones
que tratan de compensar la ausencia física
del migrante; por otro lado, los migrantes En primer lugar, el estudio actual confirma
se encargan de expresar palabras de afecto. que la migración irregular es un proyecto
El migrante se encarga de suplir la función colectivo. Si bien la decisión de migrar se toma
económica del afecto con expresiones como de manera personal, las razones y la meta
el envío de dinero y objetos a sus seres principal es el bienestar familiar. Por lo tanto,
queridos. Los niños y adolescentes experi- el suceso también tiene impacto de manera
mentan de diferente forma el impacto en el particular sobre los familiares no migrantes. La
establecimiento de vínculos. Por un lado, los reconfiguración del hogar en el país de origen
niños lo experimentan de forma negativa, es parte de esa vivencia, ya que la estructura
pues, al no haber establecido un vínculo de familiar que se desprende de la reorganización
confianza con los migrantes, pierden el interés busca la continuidad del cumplimiento del
en la comunicación con ellos y se reflejan bienestar familiar.
actitudes de resentimiento y evitación, que
expresan por medio de comportamientos En segundo lugar, se constató que la
inapropiados o con un bajo rendimiento comunicación de calidad es esencial para
académico. Los adolescentes, por otro lado, que se mantengan los vínculos familiares,
experimentan la migración de su progenitor puesto que del intercambio continuo depende
de forma positiva y negativa. Es positiva ya que se mantenga la reconfiguración fami-
que, al recibir objetos o dinero de sus padres, liar. Es importante aclarar que, para que se
los adolescentes aseguran que les están satis- mantengan los vínculos y la reconfiguración
faciendo una necesidad y perciben su cariño y familiar, no es necesario que el migrante
afecto. En otros casos es un impacto negativo, mantenga comunicación directa con todos los
pues sufren la separación y la ausencia de sus familiares no migrantes. Para que se sostengan
progenitores. Asimismo, se da un impacto de los vínculos familiares es necesario que el
este tipo cuando son ellos los que se quedan migrante mantenga intercambio bidireccional
como cuidadores, puesto que sus planes con un mediador, que en la mayoría de los
se ven directamente afectados al tener que casos es el cuidador, que se encarga de ser el
asumir nuevas responsabilidades que antes no intermediario con los hijos. Esto dependerá de
les competían. la edad que tenían los hijos cuando el padre

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358 Más allá de la frontera: factores asociados al impacto en la reconfiguración familiar

migrante se marchó, pues si estaban en edades cumplir y satisfacer el bienestar de cada uno
tempranas, no logran establecer un vínculo de los miembros del grupo.
que permanezca en el tiempo, por lo que
necesitan de la mediación del cuidador. Referencias bibliográficas

En tercer lugar, se concluye que no hay Baldassar, L. & Merla, L. (2013). Transnational
un cambio significativo de roles; más bien, families, migration and the circulation of
se trata de una adaptación. Las responsabili- care: understanding mobility and absence
dades que los miembros de la familia asumen in family life. Routledge, 29(2).
no son diferentes a las que realizaban antes
de la migración del familiar. Se percibe que Bazán, C. y Rodríguez, D. (2009). Muy cerca
las responsabilidades aumentan por la falta pero a la distancia: transiciones familiares
física de la persona migrante; sin embargo, en una comunidad poblana de migrantes.
siguen siendo las mismas. Se alteran los roles Migraciones Internacionales, 5(1), 35-64.
tradicionales, pues deben llevar a cabo tareas
que, de no ser por la migración, nunca Becerril Rodríguez, E. y Álvarez Trigueros,
habrían asumido. L. (2012). La teoría del apego en las
diferentes etapas de la vida: los vínculos
En cuarto lugar, los relatos indican que afectivos que establece el ser humano para
la reconfiguración de la dinámica de auto- la supervivencia. Tesis de licenciatura.
ridad depende del ejercicio de autoridad que Santander: Universidad de Cantabria.
tenía la persona migrante antes de partir.
Consecuentemente, se observa que las esposas Benítez, J. (2011). La comunicación trans-
de migrantes siguen compartiendo la toma de nacional de las e-familias migrantes. San
decisiones con sus esposos y respondiendo a Salvador: PNUD/UCA.
su autoridad. Esto se debe a que el esposo
sigue siendo el proveedor económico, por lo Brofrenbrenner, U. (1977). Toward an expe-
que mantenerlo en su posición de autoridad rimental ecology of human development.
significa que lo necesitan como la cabeza del American Psychologist, 32, 513-531.
hogar. Por el contrario, a los esposos que se
han quedado a cargo del hogar, no se les difi- Bryceson, D. & Vourela, U. (2002). The trans-
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Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


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Mons. Óscar Arnulfo Romero, mártir de la esperanza 363

Mons. Óscar Arnulfo Romero,

Homilía
mártir de la esperanza
Ricardo Ezzati Andrello, SDB*

1. Nacimiento de un pastor santo


En la Solemnidad de la Asunción de la Virgen Santísima a los cielos, del
año 1917, poco antes de clarear el alba, abrió sus ojos a este mundo Óscar
Arnulfo Romero Galdámez, segundo hijo varón de don Santos Romero y de
doña Guadalupe de Jesús Galdámez. Nace en Ciudad Barrios, en una familia
modesta. Su padre trabaja como telegrafista en la oficina de correos; su madre
quiso ser maestra de escuela, pero se dedicó a su familia de ocho hijos. El niño
Óscar aprendió la “doctrina”, como se le llamaba al catecismo, de los labios
de su padre y de su madre, y se fue formando un corazón creyente, con una
profunda devoción mariana. Juntos rezaban el ángelus con las campanas que
anunciaban el término del trabajo y recitaban el santo rosario.
Llama la atención la relación que existe entre el misterio de María, la Virgen
Madre, que hoy celebramos, con Mons. Romero. Él nace el día en que la Iglesia
celebra el triunfo de María sobre todo mal, asunta en cuerpo y alma a los cielos
y muere cuando empieza a celebrarse la gran fiesta de la Encarnación del Hijo
de Dios en las purísimas entrañas de la Virgen, día en que pasa desde los mis-
terios dolorosos a los misterios gloriosos de ese rosario que nunca dejó de rezar.
El papa Francisco, al nombrarme su enviado, escribe:
Ya se cumplen cien años del nacimiento del beato Óscar Arnulfo Romero, obispo y
mártir, ilustre pastor y testigo del Evangelio, decidido defensor de la Iglesia y de la
dignidad del hombre. Hijo de la amada tierra de El Salvador, habló a la gente de
nuestro tiempo de la obra salvífica de nuestro Señor Jesucristo y de su amor hacia
todos, especialmente hacia los pobres y descartados. Tanto en su vida sacerdotal
como en el comienzo de su ministerio episcopal, experimentó un singular camino
espiritual que lo llevó a propagar la justicia, la reconciliación y la paz.
Es impresionante y emociona leer y releer algunas de sus homilías, así
como su Diario de vida. ¡Cuánto bien al alma me han hecho!
El papa ha tenido la bondad de enviarme como su legado personal, para
representarlo en este acontecimiento eclesial que los convoca en este día de
júbilo. Ustedes saben, tanto como yo, que él tiene un afecto muy grande por

* Cardenal arzobispo de Santiago de Chile. Enviado extraordinario de S. S. el papa


Francisco a la celebración del centenario del nacimiento de Mons. Óscar Arnulfo
Romero, beato y mártir.

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


364 Mons. Óscar Arnulfo Romero, mártir de la esperanza

esta tierra “que lleva el nombre del Divino Salvador”1, y saben también, de
su reiterado deseo de que el martirio de Mons. Romero no deje de dar frutos
abundantes de comunión eclesial, de reconciliación y solidaridad entre los
salvadoreños, a fin de edificar una sociedad justa y noble. Mucho es lo que
Uds. han sufrido; difíciles las circunstancias que tienen que seguir enfrentando.
Es demasiado valiosa la vida de cada salvadoreño como para no superar la
violencia homicida con “la violencia del amor”2. En esta esperanzada lucha
por la vida, el papa está con ustedes, los exhorta a humanizar y a compartir
con equidad el desarrollo de su país y les envía su bendición apostólica.

2. Algo de su historia
Queridos hermanos y amigos, no es el momento para volver a contar la
historia de quien celebramos en esta mañana. Sé que, a lo largo de todo este
año jubilar, se han enriquecido espiritualmente con ella; sin embargo; permí-
tanme destacar solo algunos de sus rasgos, para procurar adentrarnos en su
corazón y en su mensaje.
Algo tímido e introvertido, a los 13 años ingresó al Seminario Menor diri-
gido por los padres claretianos; a los veinte, al Seminario de San José de la
Montaña; de allí, enviado a Roma, fue ordenado sacerdote el 4 de abril de
1942. Poco tiempo después, a causa la Segunda Guerra Mundial, tuvo que
adelantar su regreso a la patria, donde ejerció el ministerio presbiteral en varias
comunidades, entre ellas, párroco en la catedral de San Miguel. Más tarde
es nombrado obispo auxiliar de San Salvador (1970), obispo de Santiago
de María (1974), hasta que el papa Pablo VI lo nombra arzobispo de San
Salvador, un 23 de febrero de 1977: tiempos complejos y desafiantes para
la patria y para la Iglesia.
Así se fue desarrollando la vida apostólica de este joven sacerdote de corte
más bien tradicional. Hombre virtuoso, muy activo en su parroquia, cercano
a la gente, caritativo con los pobres, algo distante de las opciones pastorales
renovadas impulsadas por el postconcilio.
Sin embargo, algo empezó a cambiar en él, especialmente en Santiago de
María, al conocer más de cerca la pobreza extrema de los campesinos. El va-
rón justo se empieza a inquietar por la injusticia y el pastor bueno, que quiere
hacerse todo con todos y para todos, tiene la experiencia de que no basta con
acompañar a los más pobres y dar consejos a los más ricos. Evangelizar, sobre
todo después de la exhortación apostólica del papa.
Pablo VI afirmó: “Evangelii nuntiandi significa llevar la buena nueva a
todos los ambientes, transformar con la fuerza del Evangelio los criterios de jui-
cio, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento,
las fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad, que están en
contraste con la palabra de Dios y con el designio de salvación” (Ib. 18-19). Y
no hay equidistancia entre lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, los pobres

1. Carta a Mons. Escobar Alas, arzobispo de San Salvador, con ocasión de la beati­
ficación de Mons. Romero.
2. Óscar A. Romero, 27 de noviembre de 1977: “Jamás hemos predicado violencia.
Solamente la violencia del amor, la que dejó a Cristo clavado en una cruz’’.

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Mons. Óscar Arnulfo Romero, mártir de la esperanza 365

y los ricos. Así se comprende la opción preferencial por los pobres y excluidos,
como opción del mismo Dios en la historia de su pueblo.
Su ministerio pastoral continúa y llegan acontecimientos trágicos que re-
mecen sus entrañas. Uno de ellos fue la matanza de un grupo de peregrinos
que regresaban a su pueblo después de visitar un santuario. Poco tiempo
después, fue el asesinato el P. Rutilio Grande, acribillado por “desconocidos”,
junto a dos parroquianos en un camino rural de su parroquia3, empeñado en
la formación de comunidades eclesiales de base y apoyando la organización
campesina. Esto fue demasiado. El fuego de Dios incendió el corazón del
arzobispo. Exigió al presidente de la República una investigación inmediata
y, al domingo siguiente, celebró una sola misa en San Salvador con más de
100 000 participantes. Venciendo su timidez, pasó a ser “voz de los sin voz”,
para clamar “la violencia del amor” que destierra la violencia del odio. No a
la violencia del régimen. No a la violencia guerrillera. Sí a una paz basada en
la justicia y en la verdad, respetuosa de los derechos de los pobres.
Y pasando de la palabra a los hechos, crea la oficina del Socorro Jurídico4,
para ir en ayuda de los derechos humanos de los campesinos más pobres,
iniciativa que tuvo una relación muy cercana con la Vicaría de la Solidaridad,
creada por la Iglesia en Chile, para acoger a las víctimas de la dictadura.
Por otra parte, esta “voz de los sin voz” se escucha por radio en todo el
país, cada domingo, haciendo una lectura evangélica y cristiana de los acon-
tecimientos; una palabra que forma e informa, un mensaje de esperanza y
respeto a la vida, en un lenguaje que entienden los más pobres. La voz del
pastor traspasa las fronteras de San Salvador, remece el corazón de la Iglesia
en América y de otros continentes. Como es propio de una figura controver-
tida, su palabra es rechazada por algunos y aplaudidas por otros. Quienes
se detienen en el pórtico occidental de la abadía de Westminster, importante
templo anglicano, en un lugar destacado de la galería de los diez mártires,
podrán contemplar una estatua de Mons. Óscar Romero, flanqueado por el
pastor Martin Luther King5 y el teólogo luterano Dietrich Bonhoeffer6.

3. Una conversión pastoral


¿Qué pasó en el corazón de Mons. Romero para dejarse transformar de
esa manera por el Espíritu de Dios? Humanamente hablando, no cabe duda
de que su cercanía con los pobres, en la medida en que fue asumiendo res-
ponsabilidades pastorales mayores, lo llevó a ver con sus ojos la injusticia que
sufrían los campesinos y a constatar con Jesús cuán difícil es que un rico ciego
entre en el Reino de los Cielos.
La Iglesia tiene una buena noticia que anunciar a los pobres —decía—. Aquellos
que, desde hace siglos, han escuchado malas noticias y han vivido la peor realidad
están escuchando ahora, a través de la Iglesia, la palabra de Jesús: “el Reino de

3. Asesinato acontecido el 12 de marzo de 1977.


4. Homilía sobre la Paz, 3 de julio del 1977, y primera página de su Diario de vida.
5. Pastor bautista asesinado a los 41 años de edad, luchando por el fin de la discrimi-
nación racial en EE. UU.
6. Pastor luterano, declarado ‘‘Justo entre las naciones”, ahorcado a los 39 años de
edad, el 9 de abril de 1945, en el campo de concentración de Flossenburg, Alemania.

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


366 Mons. Óscar Arnulfo Romero, mártir de la esperanza

Dios está cerca”, y de ahí también hay una buena noticia que anunciar a los ricos:
que se vuelvan pobres para compartir con Él los bienes del Reino.7
Hoy, basados en la Conferencia de Aparecida, podemos decir que nuestro
mártir experimentó una profunda “conversión pastoral”8. Se trata de una
conversión decididamente misionera que toca directamente la vida pastoral y
sus opciones. Según Aparecida, “la Iglesia no puede prescindir del contexto
histórico en que viven sus miembros”. Por eso debe estar “disponible a aban-
donar las estructuras caducas que ya no favorezcan la transmisión de la fe”,
pasando “de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente
misionera”9. ¿No fue eso lo que vivió Mons. Romero años antes de Aparecida?
Haciendo real esta conversión dio un paso que a todos nos concierne y nos
cuestiona. No será posible escuchar con nitidez la voz de Dios en la historia
si no estamos insertos en el acontecer vital de nuestro pueblo. Así lo expresó
nuestro beato:
Cómo quisiera yo grabar en el corazón de cada uno esta gran idea: el cristianismo
no es un conjunto de verdades que hay que creer, de leyes que hay que cumplir,
de prohibiciones. Así resulta muy repugnante. ¡El cristianismo es una persona que
me amó tanto y que me reclama mi amor! ¡El cristianismo es Cristo!10
La conversión pastoral lleva a desear vivir como Jesús con los más débiles,
los más pobres, los que no cuentan. Y, desde esa experiencia purificadora,
anunciar la buena nueva con la vida, el testimonio y la palabra, asumiendo
la defensa integral de la vida que incluye la justicia social. Recuerdo, a pro-
pósito, el llamado urgente que hizo san Juan Pablo II hace treinta años en su
visita a Chile, en la sede de la CEPAL, para todo el continente americano:
“¡Los pobres no pueden esperar!”, dijo11. En un mundo de tanta riqueza, de
tantas posibilidades, de tantos adelantos tecnológicos, es incomprensible que
los pobres deban seguir esperando. Y más incomprensible aún que esto siga
sucediendo en un continente cristiano.
Quienes como Mons. Romero entran decididamente por el camino
de Jesús, quienes dicen y obran a la manera de Jesús, saben que están ex-
puestos a pasar —a hacer pascua— de manera semejante al maestro. Así le
sucedió. Terminada su breve homilía, en el rito del ofrecimiento de los dones,
antes de entrar en el corazón de la eucaristía, la bala asesina apuntó a su
corazón... El francotirador recibió como Judas unas cuantas monedas. Pocos
días antes, el mismo u otro sicario había perdido la ocasión de dar muerte a
Mons. Romero junto a otro altar de la arquidiócesis12. Esa demora hizo posible
escuchar el testamento espiritual del este gran arzobispo mártir, en su breve
homilía antes de morir: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere...”13. Y
dicho esto, entregó su espíritu.

7. Óscar Arnulfo Romero, al recibir el doctorado honoris causa, en la Universidad de


Lovaina, Bélgica, 2 de febrero de 1980.
8. DA (Documento de Aparecida), 365 y ss.
9. DA 365, 367 y 370.
10. Homilía, 6 de febrero de 1977.
11. CEPAL (Comisión Económica para América Latina), abril de 1987.
12. El día 9 de marzo de 1980.
13. Jn 12, 24.

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


Mons. Óscar Arnulfo Romero, mártir de la esperanza 367

4. Mártir de la esperanza
Sin embargo, no es solo la bala, la daga o la espada la que produce el mar-
tirio. De hecho, al decir del papa Francisco, el martirio de Mons. Romero conti-
nuó después de su muerte en la incomprensión, la maledicencia, la calumnia.
El martirio es un don de Dios. Es Dios quien regala el martirio como don
supremo del amor hasta el extremo. Es Dios quien por su Espíritu sostiene al
mártir, como lo hizo con su Hijo Jesús, clavado en una cruz.
La figura de Mons. Romero no se explica sin esta “virtud”, es decir, sin la
fortaleza divina que acompaña el martirio. Hay mártires que lo son por causa
de la fe, “en odio a la fe”; otros lo son por causa de la caridad; otros, y espe-
cialmente en nuestro continente americano, lo son por causa de la justicia. Es
legítimo preguntarse: ¿habrá mártires que lo sean por causa de la esperanza?
La esperanza es la más humilde de las virtudes teologales. Pero no puede
haber fe teologal si no se tiene ante los ojos el punto de llegada de la vida
humana y de la creación, es decir: la tierra nueva y los cielos nuevos. Por su
parte, el martirio por causa del amor no existe sin la virtud de la esperanza, ya
que lo propio del amor hasta el extremo es adelantar los tiempos definitivos,
es vivir un instante de cielo en medio de las calamidades más grandes de esta
vida terrena. También tener hambre y sed de justicia es causa de martirio, so-
bre todo cuando se vive con la certeza moral de que luchar por ella es motivo
de rechazo y hasta de muerte por quienes producen la injusticia. Todos los
mártires viven por causa de la esperanza, pensando, porfiadamente, que otro
mundo es posible.
Coherente con estas reflexiones, me atrevo a decir que el beato Mons. Ro-
mero es un mártir de la esperanza. Lo es para los más pobres del continente,
lo es para nuestra querida Iglesia, lo es para los que luchan por la justicia, la
reconciliación y la paz que, con cariño renovado, ya lo llaman “san Romero
de América”.
Termino con las palabras que el papa Francisco dirigiera al querido arzo­
bispo de San Salvador con ocasión de la beatificación de nuestro mártir:
Quienes tengan a monseñor Romero como amigo en la fe, quienes lo invoquen
como protector e intercesor, quienes admiren su figura, encuentren en él fuerza y
ánimo para construir el Reino de Dios, para comprometerse por un orden social
más equitativo y digno. Es momento favorable para una verdadera y propia re-
conciliación nacional ante los desafíos que hoy se afrontan. El papa participa de
sus esperanzas, se une a sus oraciones para que florezca la semilla del martirio y se
afiancen por los verdaderos senderos a los hijos e hijas de esa nación, que se precia
de llevar el nombre del Divino Salvador del Mundo.14
Hermanos y hermanas, en esta celebración eucarística cobran todo su
significado las palabras proféticas de Mons. Romero: “El martirio es una gracia
de Dios que no creo merecer. Pero si Dios acepta el sacrificio de mi vida, que
mi sangre sea semilla de libertad y señal de que la esperanza será pronto una
realidad... Si llegaran a matarme, perdono y bendigo a quienes lo hagan”.

14. Papa Francisco, carta a Mons. Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador, con
ocasión de la beatificación de Mons. Romero.

eca Estudios Centroamericanos Volumen 72 Número 750


368 Mons. Óscar Arnulfo Romero, mártir de la esperanza

Junto al beato Óscar Romero, al arzobispo de esta ciudad, a todos los


pastores de la Iglesia en El Salvador, junto a cada uno de ustedes, poniendo
el corazón y la mirada en esta tierra, los invito a invocar a la querida madre y
patrona de este pueblo: Nuestra Señora de la Paz, ruega por nosotros. Amén.

San Salvador, 15 de agosto de 2017.

Volumen 72 Número 750 Estudios Centroamericanos eca


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Julio-septiembre 2017 - Vol. 72 - Núm. 750
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