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El concepto de "competencia
"competencia cultural"
cultural" aplicado
aplicadoaa los agentesyy actores de
de la
la
cooperación con
con pueblos indígenas de América Latina.
Latina.
Chapter-· January 2005

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M Luisa
Luisa Abad González
Gonzalez
University of Castilla-La
Castilla-La Mancha, Cuenca, Spain.
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Go nzà tezon 30 September 2015.
Septem ber20Ï5.

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1''

Las ONGS enlareflexión antropológica


- sobre eldesarrolloy viceversa.
Perspectivas africanasy latinoamericanas

Víctor Bretón Solo de Zaldívary Alberto López Bargados


(coordinadores)

sana9

F'úndoción asociación
EL MONTE andaluzd de antropología

Sevilla, 2005
EL CONCEPTO DE‹ COMPETENCIA
CULTURAL» APLICADO A LOSAGENTESY
ACTORES DE COOPERACIÓN CON PUEBLOS
INDÍGENAS DE AMÉRICA LATINA

L is Ar D /ONZAJ_EZ
Unthereidnd de Cas tilla La Man elia

INTRODUCCIÓN: VIEJOS CONFLICTOS, VIEJAS SOLUCIONES

Dentro del marco crue nos ofrece la antropología americanista,


nos hemos propuesto plantear una reflexión sobre la idoneidady
pertinencia en elhecho de aplicar el concepto de con
i petencia cu iíorsl
referidoa aquellos agentesy actores de la cooperación aldesarrollo
que trabajan de modo muy estrechoo vinculados con organizacio-
nes indígenaso movimientos indios de América Latina.
Esta reflexión se nos plantea desde el aná lisis resultan te tras
varios afi os cie investigación sobre el impacto social negativo, et-
nocidioo dano cultural que los programas de cooperación al de-
sarrollo han podido provocar en sus beneficiarios: los pueblos in-
dios, concretamente el caso de la amazonía peruana (véase Abad
González, 2003).
Aunque pueda resultar complejo,y sin tener la garantía de sa-
ber si hemos conseguido “atar todos los cabos” del proceso etno-
cida del que han sido objetoy que sufren lospueblos indígenas de
laAmazoníao de América Latina, nuestra reflexión quiere dar un
paso más allá de las teorías que hasta ahora veníamos sosteniendo:
la cooperación al desarrollo, su modus operandiy sus agentes de
actuación —las ONGD— son, hasta ahora, conscienteso inconscien-
tes mecanismos de control sobre los procesos de autodetermina-
ción de estos pueblosy se hal constituido en un muy eficaz sis-
tema generador de dependencia externa (para comprender este
misrrro proceso en elámbito ecuatoriano véase elestudio de Víctor
Btetón, 2001).
El concepto de «competencia ciiltural• oplicaáoa los agentesy actores de cooperscidri

Breve resumen delproceso etnocida de finales del siglo XX en Perú quedaron inacabados debidoa cortes en el financiamientoo a cam-
bios ideológicoso estratégicos por parte de las instituciones finan-
El movimiento organizativo indígena había surgidoy se había cieras. Se produjo desestructuración del ethos comunitario alverse
ido consolidando como respuestaa laextrema situación de vulnera- sus expectativas irFcumplidasy al descargar lasbases las “culpas”
bilidad de la que eran objeto en aspectos tan fundamentales como el en lascabezas visibles de sus dirigentes, que habían prestado mfis
derechoa latierra,a la salud,a la educacióny a lapropia identidad, atencióna la lucha por elpodero por elcontrol del proyecto quea
por citar algunos de losmás significativos. canalizar información hacia éstasy a resolver sus necesidades. Hay
que añadir que hubo situaciones en las que el indebidoo dudoso
Toda laestructura organizativa indígena se consolidaba gracias
manejo deldJero llevóa sancióno a control por parte de auditorias
a unas bases sólidas bien concienciadas,a un sistema de liderazgoo
y, toda esta suma de factores, trajo consigo descontentoy no pocas
dirigencia que representaba estos interesesa escala nacionale inter-
deserciones entre los miembros de lasorganizaciones. Todasy cada
nacional y, por supuesto,a unos canales de financiamiento de estas
una de estas circunstancias tuvieron repercusión directao indirecta
estructuras organizativas que provenían, en su mayor parte, de la
sobre losnúcleos comunitarios.
ayuda de organizaciones no gubernamentales.
Aún así, el movimiento indio hizo una rápida reflexión sobre
Llega un momento, en elcaso de Perú por lomenos, en elque -a
lo que le estaba sucediendoy reaccionó enérgicamente con un sa-
pesar del marco jurídico internacional existente-, el proyecto polí-
neamiento de sus dirigencias, un reforzamiento de la conciencia
tico del Estado no sólo es incapaz de defender elpatrimonio territo-
supraétnicay un interesante proceso de descentralización que per-
rial, ambientaly cultural de sus pueblos indígenas sino que además
mitiese actuar con más eficiencia en aquellos focos más v++ínerables:
losagrede sistemáticamente con Leyes como lamalllamada Nueva
era el caso de comunidades afectadas por la explotación de hidro-
Ley de Tierras n° 26505 de julio de 1995o con hechos como lacon-
carburos, por la acción indiscriminada de lasempresas madereras,
cesión de contratos de exploracióny explotación de hidrocarburos
comunidades desplazadas por causa delnarcoterrorismo, etc.
en zona de selva amparándose en leyes como laLey de Inversión
, Privadao Ley de Inversión Extranjera, ambas de 1991. Ante hechos
, como estos las organizaciones indígenas de carácter inteiétnico se
Los agentesy actores de cooperación en lazona
alíany sus propuestas reivindicativas vienena constituirse en alter-
nativas políticas (Abad, 1999b).
La selva amazónica históricamente ha sido repartida en am-
Desde finales de los anos 80 hasta 1997 aproximadamente, las plios sectores desde lostiempos de lacolonia. Las misiones, insti-
Organizaciones indígenas se vieron inmersas en una atmósfera de tuciones desplegadas en estos territorios para “domesticar”, evan-
despliegue desarrollista amparadas en lacoyuntura histórica que gelizary “proteger”a los hostiles pobladores, encabezadas —bien
les ofrecía la plataforma publicitaria del llamadoV Centenario del por jesuitas, bien por dominicos, mayoritariamente—, ibana tener
Descubrimiento (avalado por el gobierno español)y los posteriores sus reduccionesy zonas de influencia. Dando un salto de gigante
Año Internacional de los Pueblos Indígenas (1993)y Decenio de iss Pobla- en eltiempo, vemos que en elsiglo XX las cosas no habían variado
ciones Indfgenss del Mundo (1995-2004) declarados por lasNaciones sustancialmentey esos radios de acción, no sólo se habían visto
Unidas. mantenidosy ampliados, sino que, además, habían entrado una
nueva serie de agentes forán s: las iglesias evangélicas .y pente-
Múltiples proyectos de cooperación fueron concedidos en estos
costales, otro tipo de sectas y, ‘en último término, antropólogosy
años con objetivos prioritarios como lapromoción de lasalud, el de-
cooperantes que llegaban vinculados con algún proyecto de coope-
sarrollo agrícola, la recuperación forestal, la titulación de tierras y,
ración para el desarrollo. Dejamosa un lado, aunque no son me-
por último, la capacitacióno reforzamiento de lasdirigencias. Pero
nos importantes, los comerciantes, los caucheros, los militares, los
losresultados esperados fueron muy diversos: algunos proyectos

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extractores de recursos naturales (oro, madera, petróleo, gas)y los indígenas había ido caminando casi paralelo al incremento de estos
narcoterroristas. programas de cooperación, loscuales, eran basicamente financiados por
Or arúzacione No Gubernamentales europeasy norteamericanas.
Los móviles externos para actuar sobre estas pob]aciones han
sido (drásticamente resumidos): Espana,a raíz de los preparativos de la corunemoración clel llo-
radoV Centenario, comenzóo ep esentnr un papel preponderante
Eoaiigelizar: crear adeptosa lasdiferentes religionesy captar
en estos anos mencionados.Y tanto la cooperación gubernamental
territorios productivosy estratégicos.
como lano gubernamental se hicieron presentes en zon as de selva.
“Cirilizar”: anularo mitigar eldeseo de resistenciay autode-
Hay cine recordar cine, para entonces, Espana no teníaa guy un “Esta-
terminación de estos pueblos.
tuto del Cooperante” y que una gran mayoría de losproyectos que
Educar: castellanizora la poblaciÓn/ desindianizorla.
se fínanciab8n se basaban en el env ío de esta figurao similares: co-
Ls promoción económica: hacer de estas sociedades, cuya eco-
operante, voluntarioo experto. Dado quenoestaba claro el perfiI que
nomía de subsistencia se basaba en la reciprocidady en el
tenían crue tener estos cooperantes, en esos anos viajarona América
equilibrio ecológico, sectores productivosy económicamente
numerosas personas que carecían de la cosiyetenciac tiI ítinil debida.
activos para elpaís. Monetarizar lassociedades indias. Ge-
nerar nuevos consumidores. También eche recordar, que tan to en algunos ONGs corno en algu-
La promoción de In salud: utilizar la vulnerabilidad que ofrece nas Organizaciones indígenas, la presencia de antropólogos se hacía
el sufrimiento humanoy elabandono por parte de los esta- notar. Fuimos actoresy testigos del proceso conocida de esos años.
dos del que han sido objeto estas poblaciones, para emplear
Y por ültimo debo decir, que una gran mayoríade lasONGs es-
lasaludy laenfermedad como vehículo “civilizador”0 rin-
panolos que surgen en esos an os de “florecimiento” son brazos soli-
cipal elemento aculturador (Abad Gonzalez, 2004a). Un claro
darios de las mismas Órdenes religiosas c}ue histórica mente venían
elemento diana de estos programas ha sido la mujer, princi-
operando en la zonao son ONCs confesionales, que reproducen
pal sostenedora de los atributos culturales de la comunidad.
nuevamente losmismos patrones de tutelajey dependencia que en
La secuperación cm tural: propiciar acciones dirigidasa la recu-
épocas anteriores. Ejemplos de estas instituciones son la Fundación
peración de laidentidady de aquellos elementos —en princi-
Benéfica del Valle, que tiene conexiones con la prelatura del Opus
pio- visibleso tangibles que marcan ladiversidad cultural.
Deiy que trabaja en la selva central peruana; Cárit0s Española; In-
Por tanto, las misiones históricas y, posteriormente, las nuevas termón (jesuitas, ari tes de unirse con Oxfam); Ocasha; Juan Ciudad
sectas fueron lasque controlaron este tipo de accionesy mantuvie- (Hermanos de San Juan de Dios); Prosalus (vinculados en sus oríge-
ron una relación con las poblaciones indígenas de tutelaje basado en nes con los Hermanos de San Juan de Dios); Manos Unidas, Nous
una concepción paternalista. El Estado, en su incapacidad para brin- Camins, Fundación Prodein, etc. (Abad, 2003: 246-247).
dara estas poblaciones una cobertura mínima de susderechos más
fundamentales, concedía permisos para que estas instituciones sub-
sanaran esas carencias, despreocupándosey alentando en loposible, COOPERACIÓN AL DESARIIOLLO: CUESTIONES
los efectos etnocidas que estas acciones pudieran llegara causar. ÉTICASY REFLEXIÓN ANTROI°OLÓGICA
Como reaccióny resistenciaa este “comercio” de derechos, las
Pero, ¿cuúl es la razón de fondo por lacual estas instituciones
recipientes organizaciones indígenas (años 70 del siglo XX) inician
de ayuda humanitariaa lasqueno lesmueve elafán de lucroy que
sus propios programas de desarrollo —básicamente en campos como
están cargadas de buenas intenciones se convierten en etnocidas?
lasaludy lapromoción agropecuaria— produciéndose un pico desa-
rrollistaa finales de los 80y primeros años de ladécada de los90.Ob- Atendiendoa losdiferentes tipos de Organizaciones no guber-
servamos que elcrecimientoy consolidación de estas organizaciones namentales que existen en el caso de España, ya hemos dicho cine

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E/ concepto de «couiprfe›Tcip culturnÍ» pp/icndou loso çegfesy actores de coopernrión

un gran porcentaje de ellas tienen claras relaciones con instituciones instituciones de carácter confesional, mientras que —desigualdades
religiosasy son ideológicamente cortfesionales. Por otra parte esta- sociales— ha venido siendo utilizado mayoritariamente por aquellas
rían aquellas instituciones consideradas laicas, de las que tenemos instituciones de carácter laico. ¿Acaso es un eufemismo?
como ejemplos mas antiguos el de Medicos Mundiy I.E.P.A.L.A.
La carga ideológicay cognitiva que portan unasy otras incide
Organizaciones con una clara vinculación política tanto con parti-
directamentea lahora de ver losresultados de una acción de coope-
dos políticos como consindicatos: caso de ivIovimiento por la Paz, ración. Resulta curioso que -a medida quenuestro país ha ido avan-
el Desarmey laLibertad, A.I.E.T.I, Fundación Largo Caballero, etc., zando en su proceso democráticoy ha dejado de serpaís ’receptor
y por ultimo, lasmixtas, en la que se canalizar diversa.s inquietudes de ayuda humanitaria para seruno de losque más aporta en coope-
ideológicas: Mugarik Gabe, Médicos sinFronteras, Alternativa Soli- ración a1 desarrollo— lasviejas ordenes religiosas, enclavadas en los
dariao las organizaciones de carácter no gubernamental emanadas países en vías de desarrollo, han ido sufriendo una metamorfosis
alamparo de algunas universici ad es espanolas (Abad, 2003:246-47). convirtióndose en organizaciones no gubernamentales, las cuales
Desde el punto de vista de la ética humanitaria, lasimplicacio- estabany están socialmente mejor consideradas’y tienen capacidad
nes ideológicas de estas organizaciones llegana tener, en algunos para un mayor radio de accióna lahora de lacaptación de fondos.
casos, un caracter seciarista (Almansa, 1999:29). Esto hace alusión Del mismo modo enquelaótica se ha convertido en la variante
al hecho de que losmiembros de unas determinadas ONGs han laica de la religióno la religión de los no creyentes, de esta manera la
querido reconocer en los receptores de la ayuda aldesarrollo una Cooperación aldesarrollo,a través de lasONCs consucarga ideoló-
afiliación de caráctero bien olíticoo bien religioso’, Y, en los casos gica, se han convertido en la vertiente alternativa -teóricamente—a
en donde esaafiliación no-haa existido, se ha "exigido" directao lasviejas misiones,e incluso,a la cooperación gubernamental. Pero
subliminalmente'. el problema central subyace: lagente que participa en un programa
Y,llegadosa este punto, se me plantea elinterrogante sobre cua-
de ayuda humaftitaria —ya sea de modo directo (como miembro activo
lesson los esquemas cognitivos por los que lasmilitanciaso simpa de la ONG) como indirecto (simpatizante que realiza aportaciones
tirantes de una determñaada ONG deciden participar en una acción económicas periódicas)— sospecho que tienen en su mente laidea
de desarrollo. Es mias, creo que se puede decir cine del mismo modo de que sus acciones son buenas en sí mismasy el planteamiento
queennuestra sociedad se produce desde hace décadas el debate sobre sus consecuencias se diluye". Es más, la mfixima preocupación
entre religióny ética en nuestro sistema educativo, este mismo de- radica en la transparencia en la gestión de esos fondos que salen de
bate, esas posiciones ideológicas enfrentadas se trasladana los mo- los bolsillos de los ciudadanos solidarios: —“yo loque quiero saber
dos en cine la gente piensay considera cómo sedebe ayudar para es que mi dinero llega all픑
erradicar la pobrezao lasdesigualdades sociales. Ambos términos
nos dan lapista. Pobreza’, es ‹m término ampliamente empleado por 4. En palabras de Fernando Almansa, miembro de lntermón Oxfam, "no hay
que olvidar que las ONGD, envarios países europeosy particularmente en Eso
paíia, han conseguido un rúvel de protagonismo socialy de interlocución políticri
J. Sería el caso de la cooperación vasca, que ve con sirup atía los procesos de difícilmente equiparable al de otros sectores de la población" (J999:23).
autodeterminación de losp uebloñindígenaso la financiación que se canaliza, por 5. En nuestra sociedad actual, participar en unn acción de cooperación /so1i-
parte de organizaciones confesionales hacia laspoblaciones enclavadas en lasmi- daridad es un "marchamo" de calidad social. Los comentariosa pie de calleo en
sionesy sus alrededores. los centros de frat›ajo sobre si Milano ha apadrinado un niño delTercer Mundoo si
2. Como ejemplo de ello cabe decir que en Perú, existela Fundación ProVida, mi hijo/a se ha idoa colaborara tal pos como enfermera-orientadora-educadora...
que se dedicaa ladonación de medicamentos bíasicos para postasy centros de salud son frecuentes. Dado elcarácter' de rtuestra sociedad presente, donde se escucha
de Atencié'n primaria. Para poder obtener sus donaciones es necesario, no sólo que de modo habitual lo del "estado de bienestar", sospecho que subyace más en estas
una organizacióno asociación contraparte se haga cargo delproyecto sino que debe acciones de solidaridad la idea de exfrapolar la realidad europeaa estos pueblosa
ir avaladoy tutelado obligatoriamente por el obispo del ,area correspondiente. través de un econornicismo, que la de luchar por laidea del autodesarrollo.
3. Véase lainteresante reflexión que sobre el término pobreza nos ofreceJ uan 6. Me vienea lamente laidea del indigente que pide ayudaa lapuerta de un
Carmelo García (1999). supermercado. Le damos dineroy nos sentimos molestos cuando éste se lo gasta

g2 93
El concepto de• competencia cu ltural» apl icedoa losa gen íesy ací ores de coopsración
Lvisw A»•ø GouMrzz

Seacomo fuere, existe un hecho: laacción de estas organizacio- 3. Ef etnocentrismo: la prepotencia de valores culturales es una
nes causa un importante impacto cultural. Ambas realidades ideo- característica demasiado frecuente entre los agentes de laco-
lógicas coexislen, tienen objetivos similaresy actúan sobre pobla- operación al desarrollo de los países del "Norte" (Almansa,
ciones iguales. Pero entre ambas debería haber un diálogo ético que 1999:16). Esta circunstancia hace que se sigan empleando
permita que losfines últimos de la cooperación no causasen ese im- patrones de imposicióny de extrapolación de nuestros mo-
pactoo daño cultural. delos de desarrolloy no los resultados del consenso entre
ambas parteso de la aplicación consensuada de modelos de
Los puntos claveo mecanismos que afectan directamente sobre desarrollo endógenos. El mantenimiento de estos patrones
estas poblacionesy conllevan alimpacto cultural negativo son: de imposición se retroalimenta con eI paternalismo subya-
1. El desconocimiento de la realided cultural d« l«s poblaciones re- cente en nuestros esquemas cognitivos. Tanto en el "Norte"
ceptoras de ayudo: se debe partir del hecho que, para traba- como en el"Sur" existen aún tímidos compromisos en los
jar conjuntamente con una población, hay que conocerla en sistemas educativos reglados que enseneno apoyen valores
profundidad (convivencia in situ)e intentar además manejar de toleranciay aboguen por un verdadero respetoa la diver-
datos fiables, actualizadosy contrastados —cosa que no siem- sidad cultural’.
pre sucede'—.
2. Los spoyosȚnancieros: Este es sinduda, uno de loselementos COMPETENCIA CULTURALO
más cruciales generadores de etnocidio, sobre todo cuando
afectaa sociedades con una escasa tradición monetarista. "ANTHROPOLOGICALABILITIES"
La mayoría de lasONGs españolaso europeas trabajan me-
diante el modelo de partenariadoo Io que comúrunente se Visto lo anterior, ¿se debería exigir la competencia culturala las
expresa como —“tener una contraparte”—. Aunque en laac- instituciones que trabajan en cooperación aI desarrollo? ¿Cuáles
tualidad hayan cambiado sustancialmente lascosas, durante serían los mecanismos para otorgaro acreditar esta competencia
muchos anos eltipo de relaciones que ha caracterizado este culturaly quién se encargaría? ¿La acreditación de una institución
partenariado ha sido estrictamente una relaćión basada en como culturalmente competente garantizaríaa las poblaciones recep-
términos financieroso de caja. No se priorizaban los canales toras de ayuda humanitaria de efectos etnocidiarios?
de comunicacióny reflexión mutua acerca de los objetivos El termino competencia cultural Ileva años siendo manejado en los
y metasa conseguir, y, sin embargo seaumentaba cada'vez Estados Unidos en el campo de lamedicina ante el hecho de que es-
más la complejidady la burocratización de 1os sistemas ad-
tosprofesionales tuvieran que convivir con una diversidad cultural
ministrativos (Almansa, 1999:18). Por otra parte, durante los
años del "proyectismo", lascomunidades indiasy sus O£Qa-
—derivada delintenso proceso migratorio que caracterizaa este país—.
nizaciones vieron sus economías infladas debidoa lasdona-
ciones provenientes del extranjero. AI finalizar los proyectos 8.A pesar de gestos "políticamente correctos" que puedan verse en elsistema
educativo peruano (por ejemplo losobjetivos planteados ya en el2001 referentesa
y no haber canalizado convenientemente su sostenibilidad, la educacióny formaciõn rural donde secontempla ladiversidad culturaly la meta
esa economía artificial sólo había conseguido He var a1des— de lasuperación de ladjscriminación social, cultural, religiosay de género)o el sis-
contento,a la pérdida de autoestimay alconflicto interno. tema español, la realidad es que no se han interiorizado los mecanismos que eviten
seguir marcarldo lasdiferenciasy ciiltivando esa discriminación. En los colegios
en un teòa briL de "El tío de la Bota". Luego reflexionamosy decimos: -”mejor es de Educación Infantily Primaria ëspai\o1es es frecuente que se hagan campañas de
eso que no que me robe”-. Cuando llegamosa casä con lacompra ninos acordamos recogida de ropa, juguetesy material escolar para serentregadosa Organizaciones
delindigente ni nos importa qué será de su vida. ¿Cuäles son nuestros esquemas del "Sur". En los casos que conozco, estas campañas coincidieron con el período
mentalesa lahora de apoyar un proyecto solidario? prey post navideñoy se anunciaron mediante carteles en las entradas de los co-
7. Véase Abad Gonzälez (2004b:348) respecto al modus operandi de algunos legios en las que aparecían fotografías de niños del "Sur". Se mantienen losviejos
expettos esquemas...

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de e i I » • • • en "s ac ares e coo eracion

Esto llevóa la necesidad de plantearse un cambio en su concienciay — Situación C: situación inmoral en laque separte de un “quijo-
praxise hizo que estas habilidades se pusieran sobre lamesa. tierno” extraordinario pero ema que predomina laignorancia
Por competencia cultural entendemos la“integración compleja sobre larealidady necesidades reales de los destinatarios.
de conocimiento, actitudesy habilidades que aumenta lacomunica- caracterizada por buenas intencionesy
ción entre culturas diferentes (cross-cultural comuriication)y lasin- dilapidación de recursos por parte de personal no cualificado.
teracciones apropiadas/efectivas con losotros” (A.A.N, 1993). Pero Es por eso que si, de alguna manera, se puedeo debe exigir la
ya Comelles (2004:23) nos matiza que, en este campo, lacompeten- competencia cultural de las ONGs, ésta de be partir de un diálogo
ciacultural se ha convertido en una falacia dado que no esmás que y de un consenso previo con las poblaciones con las que se vaa
una “competencia lingüísticao jurídica”y que no se traduce -en la trabajar, articúlandoa priori protocolos de actuación donde sefaci-
realidad- en un verdadero cuestionamiento de laracionalidad mé- liten habilidades antropológicas que permitan un acercamiento de
dica. En los esquemas cognitivos de estos profesionales sigue sin lasposiciones. Estas habilidades antropológicas tendrían como ob-
incluirse “el valor de lo culturalo lo social en la práctica”y se con- jetivos prioritarios abordar elconocimientoy la sensibilidad cultu-
vierte en un “ítem políticamente correcto” más. ralmtifpas y, en ningún caso, unidireccionalmente. Esto quiere decir
No obstante estas reflexiones, hay un hecho ineludible: las ONGs que deberían discutirse todasy cada una de lasfases de un proyecto
llevan años trabajando con la diversidad cultural. Durante mucho antes, durantey después de llevarsea cabo delmodo másparitario
tiempo,y aún ahora, el papel de lacultura ha quedado almargen y más participativo posible. Tomando como punto de partida, no
de susacciones. Todo lomás en susidearios se pueden encontrar sóloá IaS cúpulas dirigenciales (que resultan mfis cómodas como
referencias que aluden alrespetoa las cm duras sin que ello signifi- interlocutoras") sinoa lasbasesy a a los actores sociales de la
que la obligatoriedad de potenciar todas lastradiciones". Así mismo zona que puedan resultar directao indirectamente implicados en
en elCódigo de conducta relativo al socorro en casos de desastre una acción de cooperación.
suscrito por la Cruz Roja, la Media Luna Rojay lasOrganizaciones
no Gubernamentales, en elPunto5 manifiesta: “nos empeíiaremos
en respetar la cultura, Iás estructurasy las costumbres de lascomu- NUEVOS INTERROGANTES
nidadesy los países en donde ejecutamos actividades” (Almansa,
1999: 61). Queda reflejada, por tanto, la carta de intenciones res- De algún modo, lasolución planteada en elpárrafo anterior es
pecto alhecho de laexistencia de esta diversidad cultural, pero, en la dinámica que se está siguiendo en Perú en losúltimos años, ya
la práctica, no se han articulado mecarúsmos para hacerla efectiva entrado el siglo XXI con el llamado Proceso Participativo. Uno de
y se cae demasiadas veces en aquellos erroresy hábitos mencio- los puntos clave planteadosa la gestión del Presidente Alejandro
nados en losapartados anteriores de este artículoy que Fernando Toledo fue la descentralización, entendida como transferencia de
Almansa (1999:16-17) clasifica de modo concretoy conciso en.- competenciasa los Gobiernos regionalesy locales (municipalida-
des). Una parte del presupuesto anual de inversíón es canalízado
— Sifnación A: sería la situación ideal en laque las demandas de hacia esos gobiernos regionalesy locales, que, previamente han
losdestinatariosy la especialización de la ONG son coinci- debido seracreditados por elEstado, para “garantizar” su capaci-
dentesy no se produce choque. dad de gestionary poner en marcha latransferencia de programas
Situación B: las ONGs imponen propuestasa los destinata-
rios -“hacemos loque sabemos pero no loque quieren”.
IO.En elcaso de las Organizaciones Indias, los dirigentes resultan cómodos
interlocutores por su mejor manejo delcastellanoy su mayor adaptacióna mode-
9. Sobre todo aquellas que van en contra de los derechos humanos fundamen- 108 comportamentales externos. Las bases, sobre todo personas mayoresy mujeres
tales: mutilaciones genitales, lapidaciones, violencia de género en general, esclavi- se constituyen en un aparato rriucho mfis crítico, tanto con sus propios dirigentes
tudo inlarticidio, por citar alg+unos ejemplos. como conlosagentes externos.

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sociales. Este proceso lento se hizoa través de la Ley del Sistema asociaciones locales —ya sea de mujeres, campesinos, etc.,— es pedir
Nacional de Acreditación, por la que diversos gobiernos regiona- asesoramientoa lasONGs locales para elaborar sus proyectos. És-
lesy municipalidades han ido obteniendo lamencionada etiqueta. tas,a pesar de ver posibles fallos de base en éstos, los avalan (justi-
Una vez transferidos los recursos financierosa estas entidades, es- ficándose en lapreinura de tener que ser presentados dentro de los
tos se reparten entre los diversos proyectos que plantean lasorga- plazos establecidos por la municipalidades) y, sobre todoy princi-
nizaciones locales según criterios de priorización planteados desde palmente, para no entrar en conflicto con las asociaciones de base.
elgobierno central. Recordemos que lasONGS locales son cofinanciadas por ONGs io
Esta experiencia resulta un interesantísimo objeto de análisis rúneas cine,a su vez, deben lucir públicamente aquellas acciones en
dado que eslaprimera vez en Perú que sepone en manos de lapar- lasque estan par ticipando en el ”Sur”. Es una cadena.
ticipación ciudadana" lagestión de fondosy laposibilidad de po-
ner en marcha programas sociales. Y, desde elprimer momento de
supuesta en marcha ya seabrió un debate interno. La razón esbien CONCLUSIONES
clara. Se vuelve de nuevoa reducir laproblemática deI desarrollo lo-
cal/rural/indígena exclusivamente sobre elcanal financiero —como La Cooperación al desarrollo es una urúdad de analisis, desde
dicen en Perú, ”todo es cuestión de plata”—.Y los interrogantes que elpunto de vista antropológico, de gran interés, no sólo por los
se plantean es si habrá una debida priorización de la asignación de efectos que sus acciones puedan causar en una sociedad deter-
recursos transferidos, una eficiente gestión de los mismosy si las minada sino por los propios procesos microsociales que desen-
autoridades locales asumirán realmente como propias las metaso cadena.
alcanzar por la participación ciudadana. 2. Estos procesos microsociales deben seranalizados por losantro-
pólogos bilateralinente, es decir, tanto en lassociedades recepto-
Retomando nuestras teorías sobre políticas etnocidiariasy ge- ras de ayuda como enlassociedades de lasque parte la misma.
neradoras de dependencia, vemos en losprocedimientos de este En América Latina y, concretamente, en su relación con los pue-
Proceso Participativo un alto riesgo de caer en los mismos errores blos indígenas, lacooperación aldesarrollo ha demostrado no te-
que en la época del ”proyectismo” que dio Iugar, precisamente al ner la sensibilidad cultural necesaria para que sus acciones sean
surgimiento de múltiples organizaciones localesy múltiples ONGs efectivas, muy al contrario, han conseguido efectos etnocidas.
queaprovecharon lacoyuntura histórica del momento. l'Ianteamos, como elemento de debate, la posibilidad de apli-
Sucede que estas municipalidades acreditadasa lasque se lehan car el concepto de compekncis cult urala los agentesy actores de
transferido fondos para lapuesta en marcha de programas sociales, la cooperación al ciesarrollo, dejando abiertos los interrogantes
marcan unos plazos para lapresentación de proyectos por parte de sobre cuales serían los mecanismos idóneos para que esta com-
la participación ciudadana. Se están dando casos en los que se estan petencia se hiciera efectiva.
presentando proyectos sin servalorados previamente de modo su- Creemos necesaria una mayor interrelación entre los campos de
ficiente, con el único objetivo de captar la plata para que ésta no se laAntropologíay la Cooperación al desarrollo, sobre todo en
quede en lasarcas murücipales. Los pasos que suelen seguir estas todas aquellas acciones que promuevan la modificación de vie-
jos esquemas comportamentales etnocéntricosy paternalistas.
Para ello el conocimientoy lainteriorización de las habilidades
II.Por participación ciudadana seentiende por un lado lasllamadas Mesas de antropológicas deberían 'abatrar todos los ámbitos educativos.
Concertación, en la que participan asociaciones de grupos con intereses comunes Seguiremos creyendo en lautopía.
como puede serlaMesa de Género (mujeres maltratadas, madres de familia, etc.)
y el Proceso participativo, en donde encontramos otro nivel de actores sociales
como sonlasONGs queactúan en barrioso regiones, Organizaciones Campesinas,
Indígenas, etc.

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