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-​LA TAREA DE ANUNCIAR EN LA ESCUELA A JESÚS VIVO Y PRESENTE EN LA IGLESIA


La coordinación pastoral: testimonio del resucitado para mujeres y hombres de hoy
caminantes en la historia invitados a ser Iglesia sinodal.

Propósito de este encuentro:


★ Que encuentren la relación fundamental de la tarea de la coordinación
pastoral con su sistema de creencias: en que Jesús creemos, qué Iglesia
construímos y a qué hombres y mujeres, niñas/os, adolescentes y jóvenes
anunciamos esto que creemos.
Recursos para este encuentro:
★ Desarrollo del encuentro.
★ Dispositivo para reproducir música y videos
★ El primer registro que escribiste en el encuentro anterior para continuar
sumando actividades.
★ Bibliografía (videos, textos)

“Quien ama a la Iglesia, no sólo se ocupa de ella, sino que también se preocupa
por ella. Todo tejido de sentimientos amorosos se hace con hilos de
preocupación y de cuidado. En este sentido es corriente ver en el amor entre
las personas, lo mismo que quiero hacer aquí con mi Iglesia. Porque no es raro
encontrar a una persona que quiere mucho a otra corrigiéndole
cuidadosamente el cabello desordenado o el cuello de la camisa torcido o
desacomodado... ¿Me permites que te arregle esto?, ¿o que te acomode esto
otro?... Porque el amor hace que queramos al amado o a la amada libres de
imperfecciones o fealdades. De igual modo, para caer en la cuenta de las
arrugas y fealdades de nuestra Iglesia, es necesario quererla mucho. Y más aún
para intentar embellecerla y hacerla creíble.... Creo que la indiferencia siempre
es un síntoma más grave que el de quien se equivoca por intentar hacer algo.
Vale aquí el viejo adagio de que "quien actúa puede equivocarse, pero quien no
hace nada ya está equivocado". No puedo lavarme las manos. La lealtad para
con la Iglesia no me pide una admiración infantil de cuanto existe en ella.
Pero,como decía arriba, desearía con toda el alma que mi crítica no avanzara más
allá de donde alcanza mi coherencia personal en corregir mi propia vida en la Iglesia.”
(“La Iglesia increíble” de Luis Pérez Aguirre, sacerdote jesuita uruguayo 1941-2001)

En este encuentro te invito a repasar para poder revisar y reformular si fuera necesario, la
mirada sobre la Iglesia que surge de nuestra experiencia como parte de ella; poder decir con
claridad y sin temor qué Jesús anunciamos y mirar aquellos rostros con sus historias que nos
son confiados cada año escolar. Para esta reflexión te voy a compartir la mirada de un grupo
de teólogas y teólogos iberoamericanos que están profundizando en el pensamiento del
Papa Francisco, en su magisterio, que desafía a una conversión profunda que modifique
finalmente la estructura de la Iglesia acercándose a ser cada vez más la comunidad de
hermanos fundada por Jesús (cfr. Hch 2). Y lo hago porque adhiero profundamente a esas
miradas y sueño con esa iglesia que va llegando. Creo que la tarea de la coordinación
pastoral en la escuela es un lugar privilegiado para “ser Iglesia”:es un espacio en el que la
vida es el centro, la vida creyente, en comunidad que vive y celebra su fe.

La coordinación pastoral escolar tiene entre otras responsabilidades , buscar las maneras de
anunciar al resucitado en la escuela: en espacios específicos (se explicita en espacios propios
en los que organizamos los contenidos religiosos Catequesis, ERE, Formación Cristiana, etc *
) pero se sostiene en la vida escolar en general, en el caminar nuestro por la escuela, en los
ámbitos de decisiones ya sean pedagógicas, convivenciales, administrativas. En los equipos
que formamos parte, nuestras acciones, nuestras decisiones darán cuenta inexorablemente
de aquello en lo que creemos. Nuestro estilo en las relaciones, en las formas de resolver
conflictos, el clima de convivencia en los espacios que habitamos en la escuela también
darán cuenta testimonial de nuestro sistema de creencias. Para esta semana de reflexión te
propongo escuchar este canto:
“Soy esta gente, soy esta tierra, soy mi memoria y soy esta historia​...”

Vamos desandando este camino,


vamos resistiendo en este olvido
que está lleno de vida este dolor,
está lleno de sangre este dolor.

Somos trashumantes de la historia,


somos artesanos de memoria
y está lleno de rostros nuestro amor
está lleno de sangre.

Soy ésta tierra,soy ésta gente,


soy mi memoria y soy esta historia.

Brota nuestra luz de las cenizas


lágrimas de amor y de injusticia
y está lleno de barro nuestro andar
está lleno de vientos.

Soy ésta tierra, soy ésta gente,


soy mi memoria y soy esta historia.

Vamos desandando este camino,


vamos resistiendo en éste olvido,
somos trashumantes de la historia,
somos artesanos de memoria.

Somos esta tierra, somos esta gente, somos memoria y somos esta historia tal como
expresa el canto. Y en esta historia que vamos tejiendo junto a otros y otras, vamos dejando
huella , fruto de nuestra coherencia a la hora del encuentro con esos otros y otras; desandar
caminos, resistir, ser artesan@s.
El rol de la coordinación pastoral en la escuela exige que hagamos el ejercicio de revisar los
vínculos, los criterios, los modos, las miradas a la luz de nuestras opciones.
➢ Serenamente y en un momento orante: ese tiempo que nos corre del tiempo y nos
ayuda a entrar hondo acompañados por el ritmo respiratorio te invito a tomar el
papel en el que la semana anterior reescribiste una estrofa del canto para expresar
lo que te enamora de la vida y de la vida en la escuela. Volvé a escuchar la canción
de este encuentro y a modo de diario personal, volcá en él los rostros que en tu
caminar diario en la escuela llenan tu corazón de amor, de dolor, de injusticia, de luz.
Rostros que te invitan a ser “docente artesano/a” cada día. No lo hagas con prisa.
Ponelos en tu oración.

Es con estos rostros, con estos nombres, con estas historias que somos Iglesia, que somos
familia creyente. Es en cada uno de ellos/as en los que Jesús se nos presenta cada día. En
sus historias, en sus preocupaciones, en sus alegrías y tristezas. No se vive la iglesia
cotidiana con “gente especial” que guarda ciertos cánones y eso los hace pertenecer ( viene
a mi memoria la publicidad de una tarjeta de crédito que decía algo así como “pertenecer
tiene sus privilegios…”). La experiencia de iglesia se da en lo más cotidiano y diverso de la
vida y en los gestos cotidianos se expresa lo que decimos creer. Nosotras/os somos Iglesia y
elegimos caminar en ella: no todas/os los que habitamos la escuela adhieren a ser parte de
ella o tienen otros sistemas de creencias pero tenemos que caminar con todas/os...y ahí el
respeto a la pluralidad, a la riqueza que nos traen, a la apertura a construir juntas/os es uno
de los más bellos desafíos.
Por los dones recibidos en el bautismo, por nuestra opción de aceptar el cargo, estamos
invitadas/os a no ocupar “lugares de privilegio” sino a ser servidores, maestros, amigos,
hermanos al estilo de Jesús: rezar cotidianamente nuestra tarea a la luz del evangelio, rezar
solos y en comunidad abiertos siempre al que piensa diferente, al que no comparte nuestras
opciones, a vivir con un corazón grande ser escuela abierta y plural.

“Para Jesús Dios es misericordia


que nos lleva en sus entrañas como una madre a sus hijos
Ofrecimiento continuo de perdón...
Dios sólo puede lo que puede su amor misericordioso.
Parábolas: definen la misericordia de Dios. La relatan con toda sencillez.
Padre misericordioso: será esa la definición del Dios de Jesús.
El proyecto humanitario del Dios de Jesús.
(Pbro.José Antonio Pagola)

Jesús servidor (cfr Jn13,1 y sig), Jesús Maestro( cfr.Lc 4,14 y sig), Jesús hermano(cfr Lc 8,
19-21), Jesús amigo(cfr Jn 11,1-57) ​: a lo largo del Evangelio encontramos las claves para
desplegar la tarea cotidiana. Nada es lineal ni sin altibajos. Nuestros procesos personales no
son de ninguna manera ni lineales ni sin altibajos; el universo entero atraviesa permanentes
sacudidas y vaya si lo estamos aprendiendo (o al menos experimentando; veremos si
aprendemos) y en estos movimientos es la comunidad la que se constituye en soporte, en
andamiaje. Y también esto tiene sus variaciones. No siempre los tiempos institucionales
están a disposición de los procesos personales pero deberíamos ser creadores casi
contraculturales de espacios orantes, de charla y contención, de compañía, buscadores de
espacios en los que la vida tome su protagonismo despojados del imperioso y muchas veces
tirano tiempo institucional; este servicio que estamos invitadas/os a prestar, estos espacios
que tenemos que crear y sostener son para cada actor institucional: personal docente y no
docente, alumnos y alumnas, familias. ​Organizada pero lo suficientemente flexible ​nuestra
vida en la escuela tiene que servir de referencia. A su vez nosotros tenemos que encontrar
en quienes confiar y compartir nuestras experiencias, nuestras inquietudes, nuestros
sueños,nuestros logros y nuestros fracasos. Construir comunidad no es sinónimo de “grupos
de amigas/os”(en todo caso esto es “un plus”), es saber convivir tensionados por sueños y
horizontes comunes, es el respeto por lo diverso y por las particularidades que se
transforman para la comunidad en motivo de riqueza, es tener tiempos de oración
compartida, tiempos de celebración compartida, momentos en los que vale “estar por
estar”. Y en la escuela estos momentos muchas veces hay que inventarlos porque los
horarios son implacables (en tantos años de escuela no fueron pocas las veces en las que
escuché decir:​-...”ahí los de pastoral...los que tocan la guitarrita y toman mate”…​y es
responsabilidad de nosotras/os como actores institucionales jerarquizar y profesionalizar la
tarea​). ​Hay cierto imaginario que sostiene que el cumplimiento de ciertas actividades (sobre
todo vinculado al nivel pedagógico) le darían a la institución, a cada nivel , la jerarquía , el
estándar que en todo caso “vende”; de la misma manera escuché a muchísimas familias
decir que “lo humano: los modos de relación, los vínculos cuidados, la manera de vivir y
celebrar la fe, la presencia de Jesús y sus enseñanzas en lo cotidiano, una catequesis que
pone palabra a lo simple y a lo complejo de la vida, que incluye a la ESI, que aborda como
urgente el cuidado de la casa común, el conocimiento de cada alumna/o y de su vida,
llamarlos por su nombre sin importar si es un colegio a los que asisten miles por día,es lo
que los invita a elegir ese cole y no otro: el mayor desafío es el equilibrio entre todo esto
por supuesto nada fácil pero posible.
Te invito a leer el texto de la audiencia del papa Francisco del 13 de septiembre de 2018
que sintetiza lo que él llama: “La revolución de la ternura” . ​Nos invita, entre otras ideas a
…”​encarnar la Palabra de Dios para la Iglesia y para el hombre del tercer milenio.
Hoy, más que nunca, hace falta una revolución de la ternura. Esto nos salvará.”

En esta construcción tenemos una enorme responsabilidad sea cual fuere la carga horaria
que tengamos disponible para estar en el cole. Nuestro estar tiene que ser distintivo porque
es cierto que muchas veces “tocar la guitarrita y tomar mate” es el momento en el que se
generan diálogos y encuentros de un valor humano y evangélico único. Muchísimas veces
esos gestos son los que distinguen nuestros espacios y los transforman en
oficinas-aulas-lugares/templos de encuentro, de profundos y tan necesarios encuentros
reconocidos por adultos y pequeños de la comunidad que acuden cuando buscan reposo,
consuelo, fraternidad, formación. En estos números de ​Evangelii Gaudium 27 y 30
encontramos unas claves que, se refieren a la reforma eclesial que Francisco propone:
podemos sentirnos convocados a repensarnos desde ellas en nuestra pequeña porción de
iglesia escolar.
➢ Te propongo que del documento de “Sínodos y sinodalidad” del grupo
iberoamericano de teología leas la presentación que aporta las claves de la
reflexión que va a estar largamente desarrollada en cada semana de lo que fuera el
seminario completo y luego veas con mucha atención el video 3 de Rafael Luciani
titulado “De la conversión pastoral a la conversión sinodal” ​(es largo pero no
tedioso. Por supuesto es un seminario para aprovechar en todo su contenido).
Luciani con muchísima claridad define los pasos necesarios que debemos dar para
deconstruir un modelo de iglesia jerárquica, patriarcal, ministerial y empezar a
construir definitivamente una iglesia “sinodal”. Ya el Concilio Vaticano II sobre todo
en ​Gaudium et spes en la primera parte plantea estas preguntas que siguen tan
vigentes y que deberíamos hacerlas nuestras: ¿Qué piensa del hombre la Iglesia?
¿Qué criterios fundamentales deben recomendarse para levantar el edificio de la
sociedad actual? ¿Qué sentido último tiene la acción humana en el universo? He aquí
las preguntas que aguardan respuesta. Esta hará ver con claridad que el Pueblo de
Dios y la humanidad, de la que aquél forma parte, se prestan mutuo servicio, lo cual
demuestra que la misión de la Iglesia es religiosa y, por lo mismo, plenamente
humana. (cfr GS Primera parte)

Francisco pone sobre la mesa el desafío de darle forma con premura al nuevo modelo que
claramente es definitorio a la hora de ejercer roles y funciones pastorales. (cfr. EG 27 y 30)

Una vez que hayas leído y visto los recursos propuestos​:


★ ​Te invito a que pienses y armes​ con el recurso que creas más conveniente:
1. Una presentación a las familias nuevas del colegio convocadas para darles a
conocer las líneas pastorales del instituto. En esta “presentación” es
necesario fundamentar con solidez y con claridad.
2. Un momento de encuentro con docentes nuevos para presentarles también
las líneas pastorales del instituto al que se suman.

Para estos dos encuentros es imprescindible conocer de alguna manera quienes serán
nuestros destinatarios; tener un mínimo acercamiento a las referencias que hayan podido
dar a quienes los hayan entrevistado a la hora de darles las vacantes o los cargos, cuales son
los móviles que los acercan a esta institución y no a otra para que podamos adaptar nuestro
lenguaje, los propósitos del encuentro, los tiempos que utilizaremos para cada momento de
la presentación (fundamentos, ideario, tiempo y contenido de oración, etc).

➢ Aquí se presenta un profundo desafío: nuestras escuelas son lugares de “frontera”,


“abiertas a quienes quieran caminar en ellas”; ya nos son como en otros tiempos,
lugares habitados por quienes creemos y pensamos igual. Respecto a las familias el
respeto por lo que traen, hacernos compañer@s de camino sin adoctrinar nos
interpela, nos obliga a reinventar sentidos sin perder la esencia de aquello que es
nuestro “modo de ser cristianos, de ser Iglesia, de ser comunidad”.
Respecto a los docentes se vuelve complejo cuando (sobre todo en inicial y primario)
el cargo tiene incluída la responsabilidad de la catequesis. Por experiencia, frente a
la necesidad de cubrir los cargos, el discernimiento respecto de los sistemas de
creencias y muchísimo más de la formación con la que llegan suele ser muy pobre o
nula. A los coordinadores de pastoral esto nos pone delante el enorme desafío de
generar espacios, diálogos, planificaciones de los encuentros que garanticen un
acompañamiento (que asegure la formación en servicio y la planificación para llevar
adelante la tarea) en tiempos generalmente bastante pobres. Y ciertamente mucho
acompañamiento en las aulas...y otra vez aparece la variable tiempo: tiempo para
encuentros fructíferos y productivos, tiempo para estar en las aulas, tiempo para
planificar.

➢ Para ir cerrando este encuentro y rezar lo reflexionado te ofrezco este texto de la


Hermana Dolores Aleixandre RSCJ , española, biblista, tomado de su libro ​“Relatos
desde la mesa compartida” . Ella tiene la bellísima particularidad de re narrar textos
del Evangelio colocándose (e invitándonos a ocupar ese lugar) en primera persona
en el lugar de alguno de los personajes que forman parte de la escena. En este caso
una jornada de Jesús que llega a su fin con el caer de la tarde narrado por una de las
mujeres que acompañaban al Maestro. Una experiencia de “iglesia naciente”,
sinodal, creciendo a partir del impulso del espíritu que en la figura de Jesús se hace
gesto, mirada, amor incondicional. Un grupo de personas movidas por la fuerza de
un Jesús que entrega y se entrega sin mezquindades, diciendo con su vida, con sus
gestos, con sus modos, que en el pueblo que sufre y que busca su liberación “...algo
nuevo está naciendo…”.

La idea es que encuentres un momento en tu semana en el que el tiempo no apremie, y


que tu respiración serena y no forzada sea la que marque el ritmo de este rato. Una vez que
esto suceda lee pausadamente el relato y sumergite en él como parte protagonista, en
alguno de los roles que el texto presenta. Que te invadan los sonidos, los perfumes, los
colores.
Después de una primera lectura tomá un resaltador y volviendo sobre él marcá ideas,
verbos, gestos, palabras que te resuenan. ​(*)

“COMO PAN QUE SE PARTE”

​ emorias de una discípula


❖ M

Me llamo Susana que en hebreo significa "lirio" y junto con los doce, María de Magdala,
Juana, mujer de Cusa, mayordomo de Herodes, y otras muchas, pertenecí al grupo que
seguía a Jesús desde Galilea. (Cf. Lc 8,1-3) Éramos un movimiento extraño, muy distinto de
los que solían agruparse en torno a los rabbis o maestros. Estos no aceptaban nunca mujeres
en su seguimiento y elegían sus discípulos sólo entre varones cultivados y de buena fama,
cosa que no ocurría entre nosotros.

Llevábamos una vida itinerante, recorriendo aldeas y poblados en los que Jesús iba
anunciando la llegada del Reino. El contacto con él era como una ráfaga de libertad que, a
su paso, hacía que todo recobrara vida y novedad. Eran tiempos de recreación, tiempos de
entusiasmo desbordante, como si el vino que él había derrochado en Caná nos embriagase
un poco a todos. "Algo nuevo está naciendo, la fiesta de bodas ha comenzado", decía él.
Desde que se corrió la noticia de que había curado a algunos enfermos, la gente acudía
donde él estaba y, si no podía entrar en la casa, esperaba a la puerta el tiempo que fuera
necesario, con tal de poder verle y tocarle o, al menos, desahogar ante él el peso de sus
sufrimientos. Los que vivíamos cerca de él, no podíamos comprender cómo tenía tiempo
para todos, cómo podía abarcar con su atención y con su afecto a cada una de aquellas
personas agitadas o abatidas por su enfermedad, empapadas de sudor y de polvo, agotadas
por la caminata y la espera, hambrientas de su presencia y de su palabra.

❖ Pan al final de la jornada


Un día, llegamos a una aldea al atardecer, después de una larga caminata a pleno sol que
nos había dejado extenuados. No habíamos probado bocado en todo el día y, cuando
entramos en la casa de los conocidos que nos ofrecieron cobijo, las mujeres nos pusimos a
preparar la masa del pan y a cocerlo, mientras otros iban a comprar dátiles y aceitunas que
lo acompañarían en la cena.
Jesús, entretanto, se había quedado fuera, rodeado de la gente que había ido llegando.
Escuchaba a cada uno, le preguntaba su nombre, tocaba sus heridas y se interesaba por sus
fiebres, con la misma ternura con que una madre acariciaría y curaría las de su hijo enfermo.
El contacto de sus manos, decía la gente, comunicaba sosiego y alivio; el aliento de sus
palabras contagiaba ánimo y esperanza para seguir viviendo y luchando contra las fuerzas
de la muerte.
Cuando le llamamos para comer, no hizo caso y continuó hablando, escuchando,
acariciando. No parecía tener prisa, ni hambre, ni cansancio, y no entró en la casa hasta que
despidió al último enfermo.
Cuando tomó el pan aquella noche para partirlo y repartirlo, según su costumbre, todos nos
dimos cuenta de que así era él: un pan partido y repartido, una vida devorada por todos los
que tenían hambre de vivir, de ser amados, escuchados, comprendidos, sanados. Con la
misma naturalidad con que repartía aquel pan, se repartía a sí mismo sin reservarse nada,
sin guardarse nada, y entregaba a todos su tiempo, su afecto, su interés, su amistad.
Las palabras de la oración de bendición nos parecieron nuevas aquella noche:
"Bendito seas Señor nuestro, Rey del universo, que nos sostienes y das pan a todo viviente,
porque tu misericordia es eterna. Tú preparas el sustento para todos los seres que has
creado. Bendito seas, Señor, que sostienes a todos."

PARA FINALIZAR ESTE ESPACIO ORANTE:


(*)​ En el registro que vas haciendo de trabajo personal a partir de las propuestas, te invito a que
puedas transcribir lo que resaltaste en el texto de manera que al leerlo sientas que define una
manera de ser Iglesia, de ser discípula/o, alguna característica que te enamora de Jesús Maestro.

Nos encontramos en el próximo encuentro para reflexionar sobre el modelo de discipulado: la


coordinación pastoral escolar al servicio de la vida de la escuela.

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