INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACIÓN DOCENTE EN EDUCACIÓN SECUNDARIA

EN LENGUA Y LITERATURA, MATEMÁTICA E HISTORIA

COLOQUIO
INTEGRADOR DE
ANTROPOLOGÍA

ALUMNOS: Flores, Claudio Leonel - Sánchez, Mateo Maximiliano

PROFESOR: Infante, Antonio
CURSO: 4° año
 CONCLUSIÓN GENERAL

Luego de la lectura atenta de la bibliografía consignada se pudo indagar sobre

diferentes conceptos muy importantes que hacen la reflexión personal.

Por su parte, leyendo sobre la expulsión de lo distinto, aprendimos sobre cómo afecta la
hiper-comunicación a las relaciones sociales, donde la sobre producción y el
hiperconsumo, se aferran tanto en las personas que, desvirtúan los lazos sociales dando
pie a una población del neoliberalismo imperante.

Jan, el autor, impera que “necesitamos una revolución que haga centro en el tiempo y
logre redescubrir el tiempo del otro”, esta frase nos pareció bastante relevante a
considerar, debido a que hoy en día, como también lo expresa Darío Sztajnsrajber, no hay
la aceptación del otro, porque aceptar a los demás como son implica comprender que, si
algo en ellos no nos gusta, el trabajo hemos de hacerlo con nosotros mismos. Porque
cuando la actitud o el comportamiento de alguien nos causa malestar y desagrado, es
difícil dilucidar si el problema radica en nosotros o en ellos. E igualmente complicado
resulta decidir cómo actuar al respecto.

En este sentido, sabemos bien que las relaciones humanas son complejas, ya que se trata
de la interacción de dos seres con su propia forma de ver la vida. Cada uno con su propia
mochila de creencias, expectativas y heridas sin cerrar. Por ello, si deseamos disfrutar de
vínculos interpersonales sanos y gratificantes, hay ciertas cosas que debemos tomar en
consideración.

Como ser humano tendrá su propia personalidad, opiniones, gustos, días buenos y malos.
Adentrarnos en una relación con expectativas rígidas solo asegura el sufrimiento de
ambos miembros. Pues, el estar enfocados en lo que queremos que sea, nos impedirá
disfrutar de lo que realmente es.

En este sentido, entra a jugar el narcisismo que plantea Byung Chul Han, (escritor alemán
de origen coreano, filósofo contemporáneo), cuando nos habla de este concepto que atenta
contra el amor, donde el individuo busca satisfacer sus necesidades propias, ubicándose
en primer y segundo lugar, y luego el resto, o sea el otro. Por el solo echo del cambio de
paradigmas de los siglos, pues en el S.XX las premisas giraban en torno del “yo debo”
hacer tal o cual cosa, en cambio ahora en el presente todo es “yo puedo: yo controlo”,
donde el ego está primero, el capitalismo, la avaricia y la dosis de poder.
Entonces en este panorama, el trato y la concepción del otro se hace bastante complejo,
porque no está en tus manos decidir cómo se comporta el otro, pero sí cómo vas a actuar
tú, y es acá en donde las personas son reacias a controlarse e interiorizarse en sus
conductas.

Ante este panorama creemos que la mejor manera de sobre llevar la vida es sin duda:

• No ahogarse en quejas, busca soluciones.

• Aprender a dejar ir.
• Practicar la gratitud.
• Cambia tu narrativa, eres tú historia.

De igual manera, como mencionamos anteriormente aceptar es ser lo que eres y dejar de
luchar por ser lo que crees que debes ser.

Entonces, en esa búsqueda de la tolerancia, debemos tener en cuenta que: aceptar es

querer a los demás como son, no como creemos o esperamos que sean. Aceptar es asumir
la responsabilidad, tomar consciencia de la situación en la que estamos, y dejar de echar
la culpa a la vida o a los que me rodean. Aceptar es partir de que nuestras percepciones
son nuestro mundo, pero no el mundo.

Ya lo dijo Talmud…

No vemos el mundo como es, sino como somos…

(Imágenes ilustrativas)