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UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

FACULTAD DE FARMACIA Y BIOQUÍMICA


DEPARTAMENTO DE BIOQUÍMICA

SEMANA N°2:
Resumen del Capítulo III y IV del libro: "Ética para Amador" de
Fernando Savater
Curso:
• Ética, Convivencia Humana y Ciudadanía.

Docente:
• Uceda Duclos Santiago Alberto
Estudiantes:

• Nieto Polo Carlos Iván


• Siccha Pérez Abner Jair
• Villanueva Zavaleta Javier Alexander
• Villena Machuca Melany Jazminne
Ciclo:
• II

TRUJILLO-PERÚ
2022
INTRODUCCIÓN:
Concebimos que la vida resulta ser tan compleja
que no parece lógico solo dejarse llevar por un
capricho para decidir lo que haremos, una regla
no indica siempre lo que debo hacer, aunque su
nombre lo diga así y las costumbres pueden
terminarse, somos libres de elegir lo que
haremos, libres, pero no negados de
responsabilidad. Los prejuicios sociales que
influyen y determinan tendencias son solo
muestras de un desarrollo efímero, un ser
humano que rige su vida en este mundo, pensando
solo linealmente es un triste individuo con poco
provecho de su intelecto.
La libertad es un concepto propio del ser humano, para su buen uso debe ser
social, no todo lo que parece es, sin embargo, debe quedar muy claro que la
ética de un hombre no tiene relación alguna con reglas, ni caprichos o castigos,
haz lo quieras indica que debemos cambiar el modo de pensar en aquello,
orientarnos a una perspectiva mucho más sana y real, por lo que en estos dos
capítulos que llevaremos a cabo, el III y el IV, Fernando Savater nos enseña
y nos brinda ejemplos para así ver esto de otra posición y podamos mejorar
por si no estamos haciendo lo siguiente bien.

DESARROLLO:

En este capítulo, se nos dice bien claro que podemos hacer lo que queramos,
si, pues estamos en nuestro más preciado derecho, somos libres, ¿no? Pero
ante todo esto habría que aclarar que libertad es decidir, pero también darse
cuenta de lo que se está decidiendo. Antes de tomar una decisión, tenemos
que pensar, primero el motivo de la acción, y después pensarlo una segunda
vez y replantearnos la pregunta porque puede que cambiemos de opinión. Esto
ocurre con las costumbres, porque si nos preguntamos, decimos que actuamos
así porque es costumbre, pero puede que, al pensarlo una segunda vez, nos
cuestionemos por qué tenemos que hacer siempre lo que suele hacerse. Al
igual pasa con los caprichos, pues reflexionamos más las cosas.

La palabra moral tiene que ver más con las costumbres y con las órdenes, pero
hay costumbres y órdenes que pueden ser malas o inmortales. Si queremos
profundizar en la moral verdadera y aprender a manejar la libertad que
tenemos, hay que olvidar las órdenes, caprichos y costumbres. Al hablar de
moral, hay que definir el término bueno, pues varía según las personas o las
situaciones en las que se emplee.

En resumidas cuentas: puede haber órdenes, costumbres y caprichos que sean


motivos adecuados para obrar, pero en otros casos no tiene que ser así. Las
órdenes y las costumbres tienen una cosa en común: parece que vienen de
fuera, que se te imponen sin pedirte permiso. En cambio, los caprichos te
salen de dentro, brotan espontáneamente sin que nadie te los mande ni a nadie
en principio creas imitarlos. Yo supongo que, si te pregunto qué cuándo te
sientes más libre, al cumplir órdenes, al seguir la costumbre o al hacer tu
capricho, me dirás que eres más libre al hacer tu capricho, porque es una cosa
más tuya y que no depende de nadie más que de ti. Claro que vete a saber: a
lo mejor también el llamado capricho te apetece porque se lo imitas a alguien
o quizá brota de una orden, pero al revés, por ganas de llevar la contraria,
unas ganas que no se te hubieran despertado a ti solo sin el mandato previo
que desobedeces. Después de saber todo
esto sí que estamos en nuestro derecho de
hacer lo que queramos.

Debemos dejarnos de órdenes, caprichos y


costumbres y plantearnos las cosas desde
dentro de nosotros mismos: decidir qué
hacer con nuestra vida; por esto, queramos
o no, somos libres. Aunque podamos hacer lo que queramos, no debemos
confundirlo con hacer lo que nos venga en gana. Pero vivir no quiere decir pasar
el tiempo; hay que vivirlo bien. Se nos dice que para vivir felices hay que hacer
lo mejor posible o estar lo mejor posible desde cualquier punto de vista.

Esto se plantea también en la biblia. Según la historia de Esaú y Jacob, Esaú


(el primogénito), renuncia irresponsablemente a sus derechos en un momento
de hambre y los cambia por un plato de lentejas; Esaú cree que ha conseguido
lo deseado y que ya es feliz, pero en realidad lo que ha conseguido es lo que
se le apetecía en ese momento. A partir de ahí se arrepiente de haberlo hecho
solamente para lograr una felicidad a corto plazo. Él ha olvidado que la vida
sigue después de esas lentejas, y que todo no lo puede dejar por un
momentáneo placer. A parte de esta anécdota, también nos cuenta Savater
sobre el aspecto del dinero, una historia sobre un ciudadano llamado Kane, el
cuál es un hombre que, aunque tiene mucho dinero y poder, no es feliz, porque
para conseguir lo que tiene, tiene que crearse muchas enemistades. Lo que
queremos, en síntesis, es darnos ‘’la buena vida’’ (pero humana y racional). Pero
para darnos esta buena vida debemos relacionarnos con otras personas y
tratarlos como humanos: hablarles, escucharlos… y además pensar que la vida
no se acaba ahí y que después vienen las consecuencias, que se pagan para
bien, pero también para mal.

CONCLUSIÓN:
Hay que saber que nos conviene y que no antes de actuar y hacer las cosas
para bien o para mal. Esto nos lleva a saber cómo en realidad hacer las cosas,
a pensar antes de actuar, a saber, por qué lo hago, que beneficio tengo y que
perdida puedo tener, también nos da a saber que, al centrarnos en cosas
materiales, tratamos a las personas como “cosas” perdiendo el verdadero
sentido de la humanidad. Las personas que solo se centran en cosas
materiales, nunca podrán tener la felicidad verdadera, en donde esta permite
tener una buena vida, sintiéndonos bien con nosotros mismos y con nuestro
entorno. El dinero y las cosas materiales pueden ser importantes en muchos
aspectos de la vida, pero también se tiene que valorar que hay aspectos que
no compra el dinero y que nos hacen seres humanos, como la amistad, el amor,
la familia, sobre todo, etc. Y por último comprendimos sobre la buena vida,
vista en conjunto, no solo por nosotros mismos, sino que como nos
relacionamos con nuestro entorno, en base al respeto, amor y amistad dejando
de prescindir por completo de las cosas. Esto se refiere a una visión moral,
que no es solo el saber que está bien o mal, sino que es comprender porque
llevamos esta vida y que la hace buena.

Muchas gracias.

BIBLIOGRAFÍA:
1. Ipn.mx. [cited 2022 Oct 3]. Available from:
https://www.ipn.mx/assets/files/escatep/docs/Docencia/Lectura/Etica-Para-
Amador.pdf

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