Está en la página 1de 2

Maestría: Maestría en Gestión Pública

Curso: Inclusión Social y Democracia Participa


Estudiantes:

● Lissed Ccanto Poma


● Jhon Lentheny Riveros Riveros

TAREA SEMANA N° 02

Actividad Encargada: “Con base en el video complementario y a lo


desarrollado en clase, responde ¿De qué manera puede ser considerada
la salud mental como estigma dentro del paradigma de inclusión?”
Respuesta y desarrollo:

Paradigma de inclusión
En primer lugar, cabe mencionar de que trata el propósito u objetivo de la Inclusión
Social viene a ser la igualdad de oportunidades.
Entonces la igualdad de oportunidades desde la visión literal de la exclusión social.
Se le viene utilizando como principio orientador de las políticas de inclusión, vinculada
al principio “merito ratico” como criterio básico de distribución de bienes y honores a la
sociedad, así no solo se plante como la vía para resolver la exclusión, sino también
como la solución a las cuestiones de equidad y la justicia.
También cabe mencionar que existen muchos factores que generan desigualdad y
acaban haciendo imposible el ideal de la igualdad de oportunidades. Entre estos factores
se encuentra algunos derivados de la genética entonces la salud mental como estigma
dentro del paradigma de inclusión se pude considerar a este grupo muchas veces
llamados “locos”.
El principal estereotipo asociado con los problemas de salud mental tiene que ver con la
violencia y/o la agresividad. Es probable que esta asociación venga ligada a la
experiencia de reclusión que “los locos” han vivido a lo largo de la historia, cuya
fundamentación se basa en la negación de la locura como una manifestación del
comportamiento humano, así como en su vinculación a la inmoralidad, es decir, a lo
“malo”. Además, el tratamiento en los medios de comunicación de algunos episodios
esporádicos de violencia perpetrados por personas que tienen un trastorno mental, no
hace sino terminar de apuntalar la imagen de la “loca” o el “esquizofrénico” violentos,
irracionales y repudiables a quienes hay que temer. Las imágenes y discursos
reproducidos por los medios de comunicación cada vez que sucede un episodio similar
agrava y digamos que “confirma” el imaginario colectivo que vincula el trastorno
mental con la agresividad y peligrosidad. No se trata de negar la realidad pues en
ocasiones, sí se producen actos de violencia, sin embargo, la mayor parte de los estudios
epidemiológicos no confirman que las personas con trastorno mental sean más violentas
que el resto. De hecho, los datos existentes no proporcionan información suficiente ni
comparable como para identificar si la existencia de trastorno mental
(independientemente de cualquier otra variable), supone una mayor predisposición a la
violencia. Sin embargo, al considerar otras categorías como la edad joven, el sexo
masculino o el consumo de tóxicos, se ha constatado que estos grupos presentan un
riesgo de conductas agresivas mayor al de la población general (López et al, 2009).
Por lo tanto, la generación y mantenimiento del estigma y las actitudes discriminatorias
que se traducen en exclusión social responden a un sistema complejo de abordar; sin
embargo, en la medida en que se trata de construcciones sociales, así como
consecuencia de unas relaciones de poder determinadas, están sujetas a cambios y
transformaciones y pueden ser reconstruidas. Se trata de actitudes aprendidas
socialmente: el desconocimiento que se traduce en estereotipos para clasificar la
realidad, los prejuicios que generan una distancia social, así como las conductas
discriminatorias que suponen barreras, a veces invisibles, que impiden el ejercicio pleno
de los derechos de ciudadanía de las personas con enfermedad mental como
consecuencia del estigma social. En definitiva, cualquier intervención destinada a la
erradicación del estigma debería tener en cuenta esta triple caracterización del mismo
teniendo en cuenta la vertiente cognitiva (estereotipo), emocional (prejuicio) y
conductual (actitudes discriminatorias). Resultaría deseable un cambio de mirada que
conduzca a todas las personas a asumir un compromiso social contra los prejuicios y la
discriminación.

Fuentes:

● https://canvas.postgradoutp.edu.pe/courses/7963/files/472596?
module_item_id=188789
● https://repositorio.uca.edu.ar/bitstream/123456789/11270/1/paradigmas-
ideologicos-inclusion-educativa.pdf

También podría gustarte