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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

FRANCISCO DE MIRANDA

AREA DE CIENCIAS DEL AGRO Y DEL MAR

DEPARTAMENTO DE AMBIENTE Y TECNOLOGÍA AGRÍCOLA

ZONIFICACIÓN DE CULTIVOS EN LOS SUELOS DEL MUNICIPIO FALCÓN DE LA


PENINSULA DE PAGUANA EN BASE A CRITERIOS DE SANILINIDAD Y FERTILIDAD

ING. AGRON. JOSÉ PASTOR MOGOLLÓN

SANTA ANA DE CORO, DICIEMBRE DE 2018

i
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

FRANCISCO DE MIRANDA

AREA DE CIENCIAS DEL AGRO Y DEL MAR

DEPARTAMENTO DE AMBIENTE Y TECNOLOGÍA AGRÍCOLA

ZONIFICACIÓN DE CULTIVOS EN LOS SUELOS DEL MUNICIPIO FALCÓN DE LA


PENINSULA DE PAGUANA EN BASE A CRITERIOS DE SANILINIDAD Y FERTILIDAD

TRABAJO PRESENTADO PARA ASCENDER EN EL ESCALAFÓN A LA CATEGORÍA DE


PROFESOR ASOCIADO, SEGÚN EL ARTÍCULO 153 DEL REGLAMENTO GENERAL DE LA
UNEFM.

ING. AGRON. JOSÉ PASTOR MOGOLLÓN

SANTA ANA DE CORO, DICIEMBRE DE 2018

ii
INDICE GENERAL

Página

. Índice General iii

. Índice de Tablas vi

. Índice de Figuras vii

. Dedicatoria viii

. Agradecimientos ix

. Resumen x

I. Introducción 1

II. Objetivos de la Investigación 8

III. Revisión de la Literatura 9

III.1.Zonificación 9

III.2.Zonificación Agroecológica 9

III.3.Zonificación de Cultivos 9

III.4.Ventajas de la Zonificación de Cultivos 10

III.5.Planificación Agrícola 11

III.6.Ordenamiento Territorial 11

III.7.La Planificación y el Ordenamiento Territorial 11

III.8.El proceso de ordenación del territorio y la vocación de uso agrícola 12

III.9.Mapas de suelo 13

III.10. Escalas del mapa 13

3.11. Los sistemas de información geográfica 14

3.12 Salinidad del suelo 16

iii
3.13. Efecto de la salinidad en el rendimiento de los cultivos 16

3.14. Fertilidad del suelo 17

3.15. Factores que determinan la fertilidad del suelo 18

3.16. Fertilidad integral del suelo 18

3.17. Potencial de Hidrógeno (pH) 19

IV. Materiales y Métodos 20

IV.1. Área de Estudio 20

IV.2. Características de la zona de estudio 21

.- Superficie 21

.- Clima 21

.- Vegetación 21

.- Suelos 22

.- Relieve 23

IV.3. Criterios de selección del área de estudio 23

IV.4. Muestreo de suelos 24

IV.5. Uso de la Tierra 25

IV.6. Índices de salinidad del suelo 26

IV.7. Clasificación de suelos salinos 27

IV.8. Índices de fertilidad química 27

IV.9. Interpretación de los valores de cada variable con fines de 28

fertilidad

IV.10. Creación de mapas temáticos 29

iv
4.11 Generación del índice de fertilidad químico integrado 30

4.12 Mapa de limitaciones para la planificación de la actividad agrícola 30

V. Resultados y Discusión 31

V.1. Indicadores de salinidad del suelo 31

.- pH del suelo 31

.- Conductividad eléctrica (CE) del suelo 33

.- Porcentaje de sodio intercambiable (PSI) 35

.- Salinidad y sodicidad del suelo 37

V.2. Selección de áreas para el desarrollo de la actividad agrícola 40

V.3. Indicadores de fertilidad del suelo 45

.- Nitrógeno disponible 46

.- Fósforo disponible 47

.- Potasio intercambiable 50

.- Calcio intercambiable 52

.- Magnesio intercambiable 54

.- pH del suelo y la disponibilidad de nutrientes 56

V.4. Índice de fertilidad química del suelo 58

V.5. Zonificación agrícola en base a la fertilidad del suelo 60

VI. Conclusiones 62

VII. Bibliografía 65

v
INDICE DE TABLAS

Páginas

1. Valores referenciales de los niveles de nitrógeno amoniacal (N-NH 4+; 29


µg g-1), fósforo disponible (P2O5; mg kg-1), potasio (K), calcio (Ca) y
magnesio (Mg) cambiable (cmol kg-1) para los suelos evaluados.
2. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de pH en el suelo 32
(pH) en el municipio Falcón
3. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de salinidad en el 34
suelo (CE) en el municipio Falcón.
4. Áreas de suelo con problemas de sodicidad en el municipio Falcón 37
de la Península de Paraguaná en base al porcentaje de sodio
intercambiable (PSI).
5. Áreas de suelo con problemas de salinidad-sodicidad en el municipio 39
Falcón de la Península de Paraguaná
6. Tolerancia de algunos rubros tradicionales de la zona a la salinidad 41
del suelo
7. Áreas de distribución potencial de los principales rubros 43
desarrollados en la zona, en función de los niveles de salinidad del
suelo.
8. Modelo de ajuste teórico para las variables estudiadas 45

9. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de nitrógeno 47


disponible (Nd) en el municipio Falcón
10. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de fosforo disponible 49
(P) en el municipio Falcón.
11. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de potasio 51
intercambiable (K+) en los suelos del municipio Falcón.
12. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de calcio disponible 53
(Ca2+) en el municipio Falcón
13. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de magnesio 55
disponible (Mg) en el municipio Falcón.
14. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de pH en el suelo en 58
el municipio Falcón.
15. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de fertilidad química 60
de suelo (IFQS) en el municipio Falcón.

vi
INDICE DE FIGURAS

Páginas

1. Esquema de complementariedad entre la planificación del desarrollo y el 12


ordenamiento territorial
2. Localización del municipio Falcón como área de estudio 20

3. Precipitaciones medias, máximas y mínimas mensuales considerando las 21


estaciones localizadas en el municipio Falcón de la Península de
Paraguaná (Periodo 1971 – 2000).
4. Comunidades vegetales de la Península de Paraguaná. 22

5. Hipsometría de la Península de Paraguaná. 24

6. Área de producción de cultivos de la Península de Paraguaná 25

7. Distribución de los sitios de muestreo en el municipio Falcón de la 26


Península de Paraguaná, estado Falcón
8. Distribución espacial del pH en los suelos del municipio Falcón de la 32
Península de Paraguaná
9. Distribución espacial de la conductividad eléctrica (CE) en los suelos del 34
municipio Falcón de la Península de Paraguaná.

10. Distribución espacial del porcentaje de sodio intercambiable (PSI) en los 36


suelos del municipio Falcón de la Península de Paraguaná
11. Clasificación de salinidad-sodicidad de los suelos del municipio Falcón de la 38
Península de Paraguaná
12. Distribución potencial de los principales cultivos del municipio Falcón de la 42
Península de Paraguaná en función de la tolerancia a la salinidad
13. Distribución espacial del nitrógeno amoniacal disponible (Nd) en los suelos 46
del municipio Falcón.

14. Distribución espacial del fósforo disponible (P) en los suelos del Municipio 48
Falcón
15. Distribución espacial del Potasio intercambiable (K+) en los suelos del 50
Municipio Falcón
16. Distribución espacial del calcio disponible (Ca) en los suelos del Municipio 52
Falcón
17. Distribución espacial del Magnesio disponible (Mg) en los suelos del 55
Municipio Falcón
18. Distribución espacial del pH en los suelos del Municipio Falcón 57

19. Distribución espacial del índice de fertilidad químico de suelo (IFQS) en los 59
suelos del Municipio Falcón.
20. Distribución espacial de los cultivos potenciales en los suelos del Municipio 61

vii
Falcón en función de sus requerimientos nutricionales.

DEDICATORIA

A Emanuel, Génesis Daniela y Gabriela:

Mis adorados hijos, el mejor regalo que Dios me ha dado;

Y quienes son la luz orientadora de mi transitar en la vida.

Este esfuerzo es por y para ustedes.

viii
AGRADECIMIENTOS

A Dios por haberme permitido llegar hasta donde estoy y haberme dado salud para lograr mis
objetivos, además de su infinita bondad y amor.

A la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda, por facilitar los espacios para
la realización del trabajo.

Al Profesor Wilder Rivas, compañero de luchas en las investigaciones realizadas durante los
últimos 6 años, y quien colaboró enormemente en la realización de los mapas temáticos
generados en el presente trabajo.

Al FONACIT, por el financiamiento recibido a través del Proyecto Estratégico de Investigación:


Delimitación de áreas vulnerables a la desertificación en la península de Paraguaná como
base para la planificación de la gestión ambiental (Código 2011000316), que hizo posible
generar la información para este trabajo.

A mi esposa Alicia, por el apoyo recibido durante la ejecución de este y todos los trabajos
realizados hasta ahora. Por su dedicación y disposición como Madre y Esposa.

A todo el personal del Laboratorio de suelos de la UNEFM (Betsy, Zarina, Francisco, Luis,
Adrián y Victor) por su colaboración en el compartir del desarrollo de este trabajo.

ix
ZONIFICACIÓN DE CULTIVOS EN LOS SUELOS DEL MUNICIPIO FALCÓN DE LA
PENINSULA DE PAGUANA EN BASE A CRITERIOS DE SANILINIDAD Y FERTILIDAD

RESUMEN

El presente trabajo tuvo como objetivo la zonificación de cultivos en el municipio Falcón de la


Península de Paraguaná, en base a criterios de salinidad y de los niveles de fertilidad del suelo. Para
tal fin, se elaboró un sistema de información geográfica, procesando un total de 360 muestras de suelo
colectadas en el municipio, donde se midieron algunos indicadores de salinidad del suelo (pH,
conductividad eléctrica y porcentaje de sodio intercambiable), y de fertilidad del suelo (nitrógeno
disponible, fósforo disponible, potasio, calcio, y magnesio intercambiable, y el pH del suelo); estos
últimos permitieron construir un índice químico integral de la fertilidad del suelo. Las reservas (Kg/ha)
de calcio (Ca), magnesio (Mg), y potasio (K) fueron altas en los suelos de todo el municipio, lo cual es
común para zonas áridas. Para el caso del fósforo (P) los mayores valores se encontraron en la zona
central del municipio, específicamente en el área de mayor influencia agrícola, por lo que se plantea
que las altas reservas de este elemento, son de origen residual producto de la acumulación de la
fertilización química realizada en algún momento. El nitrógeno disponible (Nd) es bajo en todo el
municipio, por lo cual se considera el nutriente más limitante en los suelos evaluados. El índice de
fertilidad química del suelo (IFQS) reflejó que aproximadamente un 60% de la superficie del municipio
presenta baja fertilidad química; un 19% mediana fertilidad, y un 21% del área altos niveles de
fertilidad química. A pesar de que gran parte de los suelos del municipio Falcón presentan una alta
fertilidad potencial para el establecimiento de la actividad agrícola, es importante considerar la poca
disponibilidad hídrica, tano en cantidad como en calidad en las zonas áridas, lo cual implica que la
principal limitación para la producción agrícola vendría dada por la poca disponibilidad del recurso
hídrico. Con respecto a la salinidad del suelo se encontró que los suelos ligeramente salinos y salinos
cubren aproximadamente un 80% del territorio. Los suelos con acumulación de sodio cubren un 6% del
territorio del municipio y los mismos se ubican en las áreas bajo uso agrícola del sector Pueblo Nuevo,
por lo que se concluye que el problema de sodificación está asociado a la utilización de aguas de mala
calidad, con altos contenidos de sales sódicas. Tomando en cuenta los niveles de sales en los suelos
estudiados, los rubros maíz y sorgo son los cultivos de mayor potencialidad dado su tolerancia a las
sales, lo cual está representado por un 67% del territorio. Resulta importante acotar que un cultivo que
se ha considerado como tradicional en la zona como el melón, presenta una superficie potencial de
siembra de aproximadamente un 4% de la superficie del municipio (unas 8.000 has), esto en función
de la salinidad del suelo y de la tolerancia de este cultivo al estrés salino. Este trabajo de investigación
se circunscribe dentro del área estratégica de investigación denominada Seguridad y Soberanía
Agroalimentaria, y la línea de investigación a la que tributa es a la de Ordenamiento Territorial. Y como
sub-línea de investigación, tenemos a los sistemas de información para la planificación, ordenamiento
del uso y aptitud de la tierra y la zonificación agrícola.

x
Palabras clave: Fertilidad química; índice de fertilidad; salinidad del suelo; sistema de información
geográfico, geoestadistica; planificación agrícola.

xi
I. INTRODUCCIÓN

El crecimiento y desarrollo de las poblaciones rurales y urbanas en Venezuela han creado retos y

desafíos que lleva a los investigadores, planificadores y tomadores de decisión a la necesidad de

planificar y ordenar el uso de los espacios geográficos, optimizando el uso de los recursos naturales,

reduciendo la vulnerabilidad y buscando las mejores alternativas compatibles con el desarrollo

social, económico y ambiental. En tal sentido, en los actuales momentos, la agricultura venezolana

requiere de procesos productivos eficientes, los cuales resultan prioritarios para asegurar la

alimentación de la población, así como para lograr la conservación en el tiempo, de los recursos

naturales empleados en la producción agrícola, como son el suelo y agua.

Se plantea entonces, que una mejor comprensión del proceso de la producción agrícola aseguraría

una mayor eficiencia de esta, especialmente cuando se trata de los cultivos de secano, que

conllevan una alta carga de riesgos. De tal manera, que una de las formas de reducir los altos

riesgos de la actividad agrícola es la zonificación de cultivos, la cual consiste en organizar la

distribución de los mismos en espacios geográficos en función de los recursos clima, suelo y agua

disponibles en esos espacios, con el fin de racionalizar su uso (Alva y Beraun, 2013).

La zonificación forma parte de la respuesta a la necesidad de las regiones, para promover el

ordenamiento del uso de la tierra (Jiménez, 2003), ya que es una herramienta que permite la

definición

de políticas de ordenamiento territorial, que favorecen el desarrollo sostenible de las regiones.

Implica, además, una optimización del uso y asignación de los recursos naturales y socioeconómicos

(SEPSA 2002). En este sentido, resulta importante señalar que la delimitación de áreas homogéneas

1
de producción es una necesidad en la planificación de actividades de política, investigación y

extensión agropecuarias, lo cual resulta imprescindible en la Península de Paraguaná donde

actualmente se viene desarrollando una alta presión sobre los recursos naturales, producto de la

actividad agrícola tanto vegetal (producción de cucurbitáceas), como pecuaria con la cría de ganado

caprino bajo métodos extensivos, así como el libre pastoreo de ganado equino (burros), especie

introducida que se encuentra ampliamente diseminada por toda el área de la península; todo esto

generando una constante degradación del recurso suelo, agua y vegetación, dada la alta

vulnerabilidad de la zona de estudio (Mogollón et al., 2015a)

En este mismo orden de ideas, es importante acotar que las áreas de suelo degradadas por

problemas de sales, acumulación de sodio, y baja fertilidad de los suelos, están ampliamente

distribuidas en el mundo; pero son de mayor importancia para el hombre, las ubicadas en las zonas

áridas y semiáridas que se han abierto a la agricultura intensiva (Torres et al., 2015).

Particularmente en la zona semiárida del estado Falcón, se ha observado en los últimos años un

proceso de degradación continua de la tierra, debido a la predominancia de sistemas agrícolas

inapropiados que han conllevado a desertificación, tal como lo señalan Muñoz et al. (2016) y

Mogollón et al. (2016a). Uno de los principales problemas es la salinización y sodificación de los

suelos, los cuales han sido ocasionados por agotamiento de los acuíferos y uso excesivo de

fertilizantes (Chirinos y Mogollón 2017; Fernández et al., 2011).

Existen estimaciones actuales que indican que cerca del 50% del total de suelos irrigados en el

mundo están afectados por la salinización y/o alcalinización, lo cual se asocia a baja productividad

de cultivos convencionales, por lo cual resulta imprescindible orientar los esfuerzos de investigación

para generar sistemas de producción con tecnologías agrícolas innovadoras, o bien desarrollar

2
recursos vegetales endémicos que posean alto potencial productivo, y que gracias a su capacidad

de adaptación en suelos salinos o condiciones de sequía, nos permitan optimizar la productividad de

las áreas bajo actividad agrícola en zonas áridas y semiáridas a nivel mundial (Rueda-Puente et al.,

2009).

Resulta entonces importante, tener en cuenta que los suelos alcalinos (aquellos que tienen valores

de pH por encima de 7,5) son muy comunes en las regiones semiáridas de América Latina, y que los

mismos pueden ser naturalmente alcalinos por su génesis, o han sido alcalinizados por mal manejo

de enmiendas calcáreas, o por la irrigación con aguas alcalinas en zonas áridas (Shrivastava y

Kumar, 2015; Fernández et al., 2011). Cualquiera sea la causa, estos suelos poseen características

únicas que pueden limitar seriamente el crecimiento de los cultivos y requerir de un manejo especial

(Martínez et al., 2011).

Con respecto a la fertilidad del suelo, es necesario acotar que la necesidad creciente de producir

alimentos para una población en constante aumento ha provocado la expansión de la agricultura

hacia diversas regiones áridas y semiáridas en América Latina y el Caribe. En éstas, se requiere

hacer uso de fertilizantes inorgánicos si se desea obtener rendimientos económicamente atractivos

(Loredo-Osti, 2005). Sin embargo, el conocimiento de las relaciones suelo-planta en estas áreas es

aún escaso, por lo que es preciso conocer la fertilidad de los suelos para establecer un manejo

racional de los fertilizantes, tanto desde el punto vista económico, como ambiental.

Surge entonces la premisa de que el uso racional de estos productos en zonas secas, permitiría

ahorrar fertilizantes, evitar desórdenes nutricionales en los cultivos y prevenir la contaminación de

los mantos acuíferos y la salinización de los suelos, lo cual es una realidad existente en las zonas

3
agrícolas áridas que se desarrollan en la Península de Paraguaná, tal como ya ha sido evidenciado

en algunos reportes de la zona de estudio (Mogollón et al., 2017; Mogollón et al., 2015b; Mogollón et

al., 2014).

Se plantea entonces la pregunta de investigación, de cuál es el nivel o estatus de la fertilidad en los

suelos de zonas áridas. En primer término, habría que mencionar que la vegetación rala y muy

escasa existente en la zona, producto de la escasa precipitación, es la causa de la reducida cantidad

de materia orgánica en esos suelos; la mayoría de los suelos de las zonas áridas y semiáridas

contienen de 1 a 3% de materia orgánica, valores que se consideran relativamente bajos, según lo

plantean Celaya y Castellanos (2011).

Por esta razón, el elemento que principalmente limita la productividad vegetal en zonas secas es el

nitrógeno (Walvoord et al., 2003). En estudios realizados en suelos con actividad agrícola en la

Península de Paraguaná, se ha mostrado que éstos poseen un alto contenido de cationes extraíbles

(Ca2+, Mg2+ y K+), pero el contenido de N disponible es muy bajo, mientras que los niveles de P

disponible van de medios a altos, particularmente en las áreas con mayor actividad agrícola (Penso,

2015). Sn embargo, habría que considerar que el fosforo puede ser fijado en los suelos alcalinos por

el calcio formando compuestos insolubles como el fosfato tricálcico [(PO 4)2Ca3] (Munera y Meza,

2014), lo cual podría inducir una baja disponibilidad de este nutriente para los cultivos desarrollados

en estas zonas secas.

Por otra parte, aunque los suelos ubicados en la Península de Paraguaná, en su mayoría son

calcáreos y ricos en Ca2+ y Mg2+ (Mogollón et al., 2015c), sin embargo, el pH elevado de estos suelos

podría limitar la disponibilidad de estos elementos para los cultivos, tal como ha sido señalado por

4
Endo et al. (2000b). Además, el contenido alto de Na + inhibe la absorción de Ca2+ por los cultivos

(Linares, 2015). Para recomendar y elaborar planes de fertilización, resulta entonces indispensable

conocer las concentraciones y formas en que se encuentran los nutrimentos en los suelos. Sin

embargo, en muchas zonas áridas y semiáridas incorporadas a la actividad agrícola, los estudios

que permitan un mejor manejo agronómico de los suelos son escasos y a una escala de trabajo de

muy poco detalle.

La finalidad de la investigación desarrollada ha sido la generación y análisis de una base datos

cartográficos a nivel regional, específicamente el municipio Falcón de la Península de Paraguaná, lo

cual permitió la identificación, delimitación y caracterización de unidades integradas de territorio para

la zonificación de los principales cultivos potenciales de la zona, considerando criterios de fertilidad y

salinidad del suelo; todo esto ha permitido avanzar en un procedimiento de análisis cuantitativo y

cualitativo acerca de cuáles son los aprovechamientos agrícolas potencialmente óptimos para una

zona determinada dentro del municipio.

En el caso particular de la Península de Paraguaná, y el Municipio Falcón, se generó una

información bastante trascendental a partir de la ejecución del Proyecto Estratégico de Investigación

denominado “Delimitación de Áreas Vulnerables a la Desertificación en la Península de Paraguaná

como Base para la Planificación de la Gestión Ambiental”, desarrollado entre los años 2012 y 2014.

Precisamente, uno de los objetivos de esta investigación fue la determinación del estado de la

calidad de los factores ambientales directamente relacionados con la desertificación a través de la

selección e integración de indicadores, con gran énfasis en indicadores edáficos.

5
De tal manera, que la información de suelos levantada permitió construir una base de datos de

indicadores edáficos a una escala de trabajo aproximada a 1:25.000, lo que a su vez fue base para

la generación de los mapas de salinidad y fertilidad de suelos en la zona. Finalmente es necesario

acotar que estos mapas se constituyen en una herramienta base que sirve de apoyo en la

zonificación de suelos y cultivos y permiten una mejor toma de decisiones en el sector agrario

(Penso, 2015). Todo esto arrojó como resultado la evaluación y cuantificación de los procesos de

salinización y del estado de fertilidad de los suelos en esta zona de estudio, cuyo producto final fue

la zonificación agrícola de los principales cultivos desarrollados hasta ahora de manera empírica, así

como estudiar la potencialidad de otros rubros agrícolas, considerando limitaciones asociadas al

nivel de sales en el suelo, así como la disponibilidad de nutrientes para estos cultivos potenciales.

La información edafológica hace posible no solamente una selección apropiada y precisa de los

cultivos, la adaptación de prácticas de manejo de acuerdo con las condiciones físico-químicas del

suelo y otras aplicaciones agrícolas, sino que además contribuye a lograr una mayor planificación

del desarrollo económico en general.

En este sentido, es importante considerar que la escala de trabajo utilizada (1:25.000) resulta una

herramienta sumamente importante en la planificación del uso de la tierra. En este orden de ideas,

INEGI (2005), señala que los mapas elaborados a escala de 1:50.000 y 1;25.000 son de gran

utilidad para determinar el uso que se dará a las tierras a nivel local, ya que proporcionan un alto

grado de detalle, lo que permite la identificación de las características ambientales de la tierra, de

forma tal que la información representada a esta escala de trabajo resulta sumamente valiosa para

la planificación agrícola, así como el manejo, rehabilitación y recuperación de suelos degradados.

6
Este trabajo de investigación se circunscribe dentro del área estratégica de investigación

denominada Seguridad y Soberanía Agroalimentaria, y más específicamente con el Área de

Investigación Sistemas de Producción Vegetal; la línea de investigación a la que tributa es a la de

Ordenamiento Territorial, la cual está dirigida a concebir el elemento geográfico territorial y sus

atributos de manera sistémica, modelando su entorno a través de herramientas tecnológicas para la

captura, procesamiento y generación de productos socialmente confiables para integrarlos al

proceso de toma de decisiones y dirigirlo al aprovechamiento sustentable y a la conservación de los

recursos naturales. Y como sub-línea de investigación, tenemos a los sistemas de información para

la planificación, ordenamiento del uso y aptitud de la tierra, zonificación agrícola, predicción de

cosechas y modelos agroclimáticos, tal cual como está concebido en el documento que recoge las

líneas de investigación de la UNEFM (DAI.UNEFM, 2017).

7
II. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

 Delimitar unidades integradas de territorio para la zonificación de los principales cultivos

potenciales de la zona, considerando criterios de fertilidad y salinidad del suelo; a partir del

análisis de una base de datos de carácter regional.

 Determinar un índice de fertilidad química en suelos del municipio Falcón de la Península de

Paraguaná, a partir de la implementación de un sistema de información geográfica que

permita la zonificación de los cultivos en el área de estudio.

 Evaluar la salinidad del suelo a través de algunos parámetros químicos que permitan

establecer la distribución espacial de los tipos de suelos por salinidad en el municipio Falcón

de la península de Paraguaná.

 Seleccionar áreas óptimas para el desarrollo de la actividad agrícola en base a criterios de

tolerancia a la salinidad para algunos cultivos tradicionales en la zona.

8
III. REVISÓN DE LA LITERATURA

Zonificación:

La zonificación es un proceso de sectorización de un territorio en unidades espaciales relativamente

homogéneas, de acuerdo al criterio que se utilice. Estos criterios pueden variar de acuerdo a los

propósitos de zonificación y generalmente están relacionados a factores biofísicos, sociales,

económicos, culturales, políticos o administrativos (Rodríguez et al., 2015).

Zonificación Agroecológica

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, 1997a), el

propósito de zonificar consiste en separar áreas con similares potencialidades y limitaciones para el

desarrollo. La zonificación agroecológica (ZAE) define zonas con base en combinaciones de suelo,

fisiografía y características climáticas. Los parámetros particulares usados en la definición se centran

en los requerimientos climáticos y edáficos de los cultivos y en los sistemas de manejo bajo los que

se desarrollan.

Zonificación de cultivos:

La zonificación de cultivos consiste en definir zonas propicias para el desarrollo de uno o varios

cultivos específicos; también se puede entender como la búsqueda de cultivos para un área

determinada, tratando de optimizar el rendimiento de los mismos.

9
La importancia de los estudios de zonificación de cultivos radica en que sientan las bases para la

elaboración de planes y proyectos de desarrollo agrícola, tanto a nivel nacional, estatal, regional,

municipal o un área específica. El inicio de una zonificación es el análisis económico y social de los

productos que son deficitarios, la balanza mercado del nacional, internacional y las expectativas de

exportación. Como resultado de este análisis de mercado, se puede elaborar litas de especies de

cultivos que presenten las mejores perspectivas económicas. Sin embargo, la primera interrogante

que se plantean los planificadores, es la localización es las áreas cuyas condiciones agroecológicas

sean adecuadas para establecer, expandir y tener éxito el cultivo de esas especies. Otro caso de

importancia puede ser que en un área específica se desee determinar cuáles son las especies de

cultivos que presenten las mejores perspectivas agroecológicas en función de los recursos

disponibles de esa área (Campos, 2012).

Ventajas de la zonificación de cultivos:

La zonificación de cultivos es una de las principales herramientas para disminuir los riesgos a los

que está sometida la agricultura. De acuerdo con Campos (2012), algunas de las aplicaciones de la

zonificación son las siguientes:

- Seleccionar uno o un grupo de cultivos que se pueden establecer en un área determinada

- Como estrategia para incrementar la producción agrícola a través del manejo de los cultivos

ya existentes.

- Optimización de las áreas que actualmente se encuentran en producción.

- Introducir nuevos cultivos en lugares con características ambientales definidas.

- Introducir nuevas técnicas de producción agrícola.

- Prevención y control de plagas y enfermedades.

- Reorientar la ubicación de las áreas de cultivo de especies que se necesita incrementar.


10
- Conocer el potencial agroecológico de un área específica para uno o un grupo de cultivos.

- Ayuda a tomar decisiones, sobre el uso de los terrenos y la selección de tipos de cultivos.

- Obtención de rendimientos potenciales probables a tempero y bajo riego.

- Auxilia en la formulación de programas de fertilización y control de plagas.

Planificación Agrícola

La FAO (2003), define a la planificación agrícola como el proceso de distribución de usos de la tierra,

incluyendo sus recursos (tiempo, capital y trabajo), para lograr un beneficio máximo del grupo

usuarios, en corto, mediano, y largo plazo, sin degradación de la tierra. Cada individuo hace planes

para el futuro, pero dentro del contexto de la evaluación de tierras, se considera la planificación

principalmente para grupos de la sociedad, donde habitualmente los recursos son limitados.

Ordenamiento Territorial

El ordenamiento territorial es la expresión espacial de las políticas económicas, sociales, culturales y

ecológicas de toda la sociedad, que se llevan a cabo mediante determinaciones que orientan el

accionar de los agentes privados y públicos sobre el uso del suelo. El ordenamiento territorial es una

política pública, destinada a orientar el proceso de producción social del espacio mediante la

aplicación de medidas que tienen por finalidad la mejora de la calidad de vida de la población, a

través de su integración social en el territorio y el uso y aprovechamiento ambientalmente

sustentable y democrático de los recursos naturales y culturales (MIOPV, 2016).

La planificación y el ordenamiento territorial

11
Planificar es pensar antes de actuar. Es un proceso que permite reflexionar sobre lo que se quiere

lograr en el futuro y sobre las diversas formas que permitan conseguirlo; es decir, facilita la toma de

decisiones para alcanzar metas futuras. La planificación del desarrollo le permite a una sociedad

reflexionar sobre su bienestar, visualizar su futuro y actuar hasta alcanzar ese logro (SENPLADES,

2009).

El territorio se construye de las relaciones entre la sociedad y el medio donde habita y es la

“expresión espacial del estilo de desarrollo de una sociedad” (Gómez-Orea, 2007). En el marco de la

Planificación, el Ordenamiento Territorial permite estructurar en una dimensión espacial las

propuestas y acciones planteadas, constituyéndose en una herramienta necesaria para dar

coherencia a las intervenciones en el territorio, tal como queda explicado por Martínez (2013), en la

Figura 1.

Figura 1.
Esquema de
complementariedad entre la planificación del desarrollo y el ordenamiento territorial (Martínez, 2013).

12
El proceso de ordenación del territorio y la vocación de uso agrícola de la tierra

Salas et al., (2008) señalan que existe una diversidad de concepciones sobre ordenación del

territorio, pero entre ellas es posible identificar como elementos coincidentes los términos: proceso

técnico-administrativo; proceso de planificación; estrategia para regular y promover el uso, la

ocupación y el equipamiento del territorio; aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y

mejoramiento de la calidad de vida. En función de ello y a los efectos de este trabajo, se asumirá a la

ordenación del territorio como un proceso de planificación técnico-administrativo, dirigido a regular y

promover el uso, la ocupación y el equipamiento de las unidades de tierra que conforman un

territorio, teniendo como referencia el manejo sustentable de los recursos naturales y, como fin

último, el mejoramiento de la calidad de vida.

Mapas de Suelo

Los mapas de suelos se pueden clasificar según sus objetivos y la escala de trabajo para establecer

tanto la finalidad del mapa final como la extensión a cartografiar, de acuerdo con un determinado

nivel de detalle, tipo de levantamiento y representación a utilizar (Dorronsoro, 2003). A partir de lo

anterior, se pueden delinear: a) mapas básicos de suelos, los cuales no buscan objetivos específicos

de aplicación, pero que están adaptados a clasificaciones de suelos aceptadas por la comunidad

científica (por ejemplo, Soil Taxonomy); b) mapas de propiedades, los cuales son representaciones

de cualquier atributo o característica del suelo (físico, química, mineralógica, biológica, otra), y que

pueden estar conformados por un conjunto de isolíneas, y c) mapas temáticos de suelos, los cuales

son aplicados, frecuentemente extraídos a partir del mapa base, definidos a partir del grado de

idoneidad (capacidad de uso, aptitud para fines específicos, erosión, contaminación de suelos, entre

otros).

13
Escala del Mapa

Aun existe mucha divergencia para definir una escala pequeña, mediana y grande; sin embargo, se

puede expresar que los mapas a escalas pequeñas (1:5.000.000 a 1:250.000) son con fines de

reconocimiento para información preliminar de suelos, estudios generales o didácticos. Representa

países o regiones; son mapas síntesis, con baja densidad de observaciones, con unidades

cartográficas complejas y clases taxonómicas de máximo nivel (por ejemplo, orden de suelo, según

Soil Taxonomy) (Zinck, 2012).

Los mapas de suelo a escala mediana (1:100.000 a 1:50.000) son para levantamientos

semidetallados, con baja o media densidad de observaciones. Aportan importantes datos sobre los

suelos y sus factores formadores. Las unidades cartográficas están constituidas por clases

taxonómicas de 2do y 3er nivel (por ejemplo, Subórdenes, Grandes Grupos y Subgrupos de suelos,

según Soil Taxonomy). Sirven de base para elaborar otros mapas interpretativos (de propiedades y

temáticos) (Zinck, 2012).

Los mapas de suelo a escala grande (1:25000 a 1:10000) son utilizados en levantamientos

detallados, a nivel de finca, con alta densidad de observaciones, y constantes controles de campo.

Las clases taxonómicas son de nivel categórico bajo (por ejemplo, Subgrupos, Familias y Series,

según Soil Taxonomy, o Subunidades según la FAO) (Zinck, 2012).

Los sistemas de información geográfica (SIG):

14
Los SIG son sistemas automatizados con procedimientos diseñados para realizar la obtención, el

almacenamiento, la manipulación, el análisis y la presentación de datos georeferenciados

espacialmente, para la solución de problemas complejos de planificación y gestión (Harvey, 2008).

Muchas definiciones de los SIG, han sido propuestas en la literatura dependiendo de las disciplinas

de aplicación. Un tema común en todas las definiciones considera a los SIG como un conjunto de

herramientas que permite reunir, introducir, almacenar, analizar, recuperar, transformar y cartografiar

datos espaciales sobre el mundo real para un conjunto particular de objetivos, que además

contienen una base de datos especializada, caracterizada por su capacidad de manejo de datos

geográficos espacialmente referenciados, los cuales se pueden representar gráficamente como

imágenes. Específicamente la cartografía digital de los SIG propone el procesamiento de la

información mediante un ordenador, lo que permite la representación gráfica de una gran variedad

temática, susceptible de cálculos automáticos, portabilidad y almacenamiento (López, 2002).

Para Gaspari et al. (2009), los SIG son definidos como un conjunto de herramientas informáticas que

por medio del procesamiento de la información digital georreferenciada y metodologías particulares

objeto de procesamientos, actúa lógica, coordinada y sistemáticamente según el requerimiento del

operador. Este procedimiento permite almacenar, desplegar, consultar, analizar y modelar datos

geoespaciales, de tal manera que sirvan como información base para la toma de decisiones en

diversos temas, como por ejemplo la definición de la morfometría de una cuenca hidrográfica, hasta

su ordenamiento territorial.

15
Díaz et al. (2008) definen los SIG como una integración organizada de hardware, software, datos

geográficos y personal, diseñado para capturar, almacenar, manipular, analizar y desplegar en todas

sus formas la información geográficamente referenciada; algunos pueden incluir módulos para

realizar la interpolación de datos puntuales.

De acuerdo a las definiciones aportadas se puede interpretar que un SIG es un conjunto de

elementos que interactúan entre sí, formando una herramienta poderosa que permite la recolección,

almacenamiento, análisis, transformación y visualización de la información geográfica, estadística,

alfanumérica diseñada para trabajar con información georreferenciada a diferentes escalas, logrando

la integración temática de la información tratada con una adecuada coordinación entre los métodos

cartográficos y las variables seleccionadas.

Salinidad del Suelo

La salinidad del suelo se refiere al contenido de las sales solubles en el suelo. Las sales son

normalmente mezclas de cloruros, sulfatos, bicarbonatos, y algunas raras veces, nitratos y boratos,

de sodio, magnesio y de calcio. Cuando la concentración en el suelo de cualquiera de estas sales,

en forma total, individual o combinadas, es suficientemente alta para retardar el crecimiento,

provocar daños y/o deprimir los rendimientos, se dice que este suelo está afectado por salinidad

(Jaramillo, 2002).

Efectos de la Salinidad en el rendimiento de los Cultivos

La salinidad es uno de los problemas ambientales más antiguos de la humanidad que limita la

distribución de las plantas en la naturaleza y la productividad de los cultivos (Gupta y Sharma, 1990) .

Las plantas sometidas a salinización son afectadas desde la germinación hasta estados más

16
avanzados del desarrollo. En el caso de la semilla se reduce la velocidad de imbibición de la semilla

y por ende se presenta una disminución en la velocidad de la germinación, debido al efecto

osmótico. Los procesos de división y alargamiento celular también pueden presentar alteraciones,

así como la movilización de las reservas indispensables para que ocurra el proceso germinativo

(González y Ramírez, 1996).

A medida que el pH del suelo aumenta, la solubilidad de muchos nutrientes se reduce.

Consecuentemente, estos nutrientes precipitan como sales u otros compuestos sólidos que las

plantas no puedan utilizar. Por ejemplo, la solubilidad del hierro a pH 4,0 es 100 ppm pero si el pH

aumentara a 6,0, la solubilidad cae a 0,01 ppm. A valores de pH por encima de 7,5, la cantidad de

hierro en la solución es tan baja que no es posible sostener un crecimiento saludable (López et al.,

2003). El hierro no es el único nutriente que presenta baja disponibilidad para las plantas ante un

alto pH en la solución de suelo; el mismo problema también ocurre con el fósforo, el manganeso, el

zinc, el cobre y el boro. Muchos suelos alcalinos también contienen bajas cantidades de magnesio.

Los niveles del calcio de estos suelos son con frecuencia muy altos y éste puede reducir la

absorción del potasio y del magnesio, inclusive cuando hay suficiente cantidad en el suelo (Villarreal

et al., 2012).

Fertilidad del suelo

Según el IGAC (2006), la fertilidad es la cualidad que permite a un suelo proporcionar los

compuestos apropiados, en las cantidades debidas y en el balance adecuado para el crecimiento de

las plantas específicas, cuando otros factores son favorables como luz, agua, temperatura, etc.

Por otra parte, Chirinos et al. (2005), señalan que la fertilidad del suelo manifiesta tres propiedades

fundamentales las cuales son:

17
a) Aptitud que tiene el suelo para el desarrollo de los cultivos o de las plantas.

b) Capacidad inherente de un suelo para proporcionar nutrientes a las plantas, en porcentajes

adecuados y en proporciones convenientes; y es uno de los actores de un grupo que determinan la

magnitud de una cosecha.

c) La condición en que se encuentra un suelo con respecto a la cantidad y aprovechabilidad de los

elementos nutritivos necesarios para las plantas.

En este mismo orden de ideas, Serrano et al. (2005), manifiestan que un buen diagnóstico de la

fertilidad, dentro de los primeros 50 cm del suelo, puede conseguirse interpretando conjuntamente

los parámetros que informan sobre los distintos ámbitos, considerando importantes los siguientes:

pH, capacidad de intercambio catiónico, bases totales, saturación de bases, saturación por aluminio,

carbono orgánico, potasio y fósforo aprovechable, además de la salinidad.

Factores que determinan la fertilidad del suelo

El mantenimiento de la fertilidad del suelo a nivel satisfactorio, produciendo al mismo tiempo

cosechas económicamente rentables, constituye un problema de definir mediante unos cuantos

conceptos puesto que dependen de muchas variables que no dependen en cierto modo de una

fertilidad natural.

Entre ellos podemos enmarcar factores: Físicos (textura, estructura, porosidad, aireación), Químicos

(contenido de nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, materia orgánica, pH) y Biológicos

(actividad de los microorganismos del suelo, biomasa microbiana) así como también el clima, y la

erosión que influyen en la fertilidad del suelo (Duggan, 2008).

Fertilidad integral del suelo

18
La definición común de suelo fértil plantea que es aquel que tiene la capacidad de suministrar los

nutrientes suficientes al cultivo, asegurando su crecimiento y su desarrollo (Havlin et al., 2016). La

definición anterior excluye otras propiedades que influyen, en gran medida, en el crecimiento y

desarrollo de las plantas, por lo que muchos autores la consideran incompleta o limitada. Por

ejemplo, Etchevers (1999) planteó que la fertilidad del suelo es un concepto mucho más abarcador,

que debe integrar los atributos físicos, químicos y biológicos.

Los tres atributos tienen una estrecha relación entre sí y participan de manera activa en la

producción y la estabilidad de los agroecosistemas. Por ejemplo, los macroinvertebrados del suelo

intervienen en los procesos de infiltración, aireación e incorporación de la materia orgánica en el

suelo (Bautista et al, 2004); y los microorganismos, como las bacterias, los hongos y los protozoos,

los cuales pueden denominarse ingenieros químicos del suelo, son los responsables de la

descomposición de la materia orgánica y de hacer disponibles los nutrientes para las plantas, los

animales y los humanos; además tienen gran importancia en la formación del humus (Turbé et al.,

2010).

Potencial hidrogeno (pH)

El término de pH se define como el logaritmo negativo de la concentración de iones hidrógenos

expresados en moles por litro (Navarro y Navarro, 2003). El balance ácido-base viene determinado

por el pH en el suelo, oscilando entre muy ácido (pH = 3) y fuertemente alcalino (pH = 8). Cualquier

suelo con pH por encima de 7,5 (límite superior de neutralidad) se considera básico, y aquellos con

pH inferior a 6,5 (límite inferior de neutralidad), se consideran ácidos. Muchos suelos incrementan su

acidez por un proceso natural de acidificación, como resultado de la pérdida de bases por lavado o

por la absorción de iones nutrientes por las plantas, y también por la producción de ácidos orgánicos

por las raíces y microorganismos.

19
El efecto de la variable pH sobre el desarrollo de los cultivos, generalmente, es indirecto a través de

la disponibilidad de nutrientes, que llega a ser impedida para pH muy ácido o muy básico. El rango

de pH entre ligeramente ácido y ligeramente alcalino (6,4 a 7,6) se considera óptimo para la

disponibilidad de nutrientes para la mayoría de las plantas sobre todo P. Las bacterias del suelo, en

general, son negativamente afectadas por un pH bajo. Los problemas de acidez y alcalinidad son

más difíciles de corregir en los suelos con contenido alto de arcilla y elevada capacidad de

intercambio catiónico (De la Rosa, 2008).

IV. MATERIALES Y MÉTODOS.

Área de Estudio

El estudio se realizó en el municipio Falcón que se ubica al norte del estado, específicamente al

norte de la Península de Paraguaná (Figura 2); se localiza entre las coordenadas geográficas 11º 31’

11’’ y 12º 12’31’’ de latitud norte y los 69º 40’ 52’’ y 70º 15’ 29’’ de longitud oeste. Tiene límite por el

Norte con el Mar Caribe; por el Sur con los municipios Carirubana, Miranda y el Golfete de Coro, por

el Este con el Mar Caribe y por el Oeste con los municipios Los Taques, Carirubana y el Golfete de

Coro. Se divide en 9 parroquias: Pueblo Nuevo, Adícora, Baraived, Buena Vista, Jadacaquiva,

Moruy, Adaure, El Hato y El Vínculo, siendo la capital del municipio Pueblo Nuevo.

20
Figura 2.

Localización del municipio Falcón como área de estudio.

Características de la zona de estudio.

Superficie: De acuerdo con el Instituto Geográfico de Venezuela Simón Bolívar (IGVSB, 2013), la

superficie del municipio Falcón es de 1.763,97 km 2, lo cual representa el 6,35% del total del estado

Falcón cuya extensión es de 24.800 km2.

Clima: Según Matteucci y Colma (1986), la temperatura media anual es de 27,5 ºC, con una

precipitación promedio de 443 mm anuales; y un patrón de distribución unimodal (Figura 3). El clima

es semiárido con un solo periodo lluvioso que va de octubre a diciembre, donde precipita el 60,2%

del total anual; noviembre es el mes con el máximo módulo mensual (23% del total anual de

precipitación).

21
100
90
80
70
Precipitación (mm)

60
Máx-
50
ima
40 Media
30 Mínima
20
10
0
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Set Oct Nov Dic
Meses

Figura 3. Precipitaciones medias, máximas y mínimas mensuales considerando las estaciones


localizadas en el municipio Falcón de la Península de Paraguaná (Periodo 1971 – 2000). (Rivas y
Mogollón, 2015a)

Vegetación: La vegetación comprende un conjunto de grupos estructurales primarios diferenciados

por la forma de vida dominante: arbustal, matorral (árboles de altura inferior a 5m), cardonal, bosque

(dominados por árboles de más de 5 m) de uno o dos estratos. Aún dentro de un mismo grupo, la

arquitectura de la comunidad varía, dependiendo de su cobertura total (desértica, rala o densa)

(Matteucci et al., 1999). Y la zona de vida corresponde a monte espinoso tropical (Me -T). Para el

caso particular del municipio Falcón, predominan las comunidades de cardonales y arbustales hacia

la zona noroccidental del municipio, mientras que la parte centro-oriental está dominada por

comunidades de matorrales (Mogollón et al., 2016b) (Figura 4).

Suelos: Los suelos que predominan en la Península de Paraguaná corresponden a los órdenes

Entisoles y Aridisoles, siendo los subórdenes más importantes, Orthents, Orthids, Torriorthents,

Camborthids, y Calciorthids (COPLANARH, 1975). En la mayoría de los casos, se trata de suelos de

escaso desarrollo, poco profundos, y con alta susceptibilidad a la erosión.

22
Schargel (2011) hace una descripción bastante general de los principales tipos de suelo encontrados

en la Península de Paraguaná. Señala que, por las condiciones climáticas reinantes en la zona, son

extensas las áreas ocupadas por Aridisoles, incluyendo suelos poco profundos sobre lomeríos y

profundos en las planicies y valles. Estos suelos frecuentemente se encuentran afectados por

salinidad y tienen texturas medias a finas.

Figura 4. Comunidades

También se encuentran Entisoles superficiales y rocosos sobre vertientes erosionadas y Entisoles

aluviales, profundos en los valles. Menos comunes son los Vertisoles. En los sectores más húmedos

son comunes Inceptisoles, Alfisoles, Mollisoles y Ultisoles distróficos. También Entisoles

superficiales y Vertisoles. En la costa se encuentran Entisoles arenosos sobre dunas y cordones

litorales y Entisoles anegados con sulfuros de hierro a poca profundidad en los manglares.

Díaz (2001), agrega que en la Península de Paraguaná los suelos son en su mayoría pesados,

alcalinos y a menudo con horizontes argílicos entre 40 a 60 cm de profundidad. Matteucci y Colma

23
(1997), además indican que en algunas áreas los suelos son de poca profundidad, pedregosos y

líticos (Litosoles) o con escaso desarrollo (Entisoles).

Relieve:

La Península de Paraguaná presenta una franja costera con un relieve casi plano con altitudes bajas

que van hasta los 23 m.s.n.m. Para el caso del municipio Falcón, este presenta un relieve más

irregular, con altitudes que van de los 23 a los 100 m.s.n.m. Presenta un paisaje acolinado, siendo el

litoral sur-occidental el más accidentado. Desde la población de Santa Ana al sur, hasta la población

de El Vínculo al norte, se extiende un paisaje acolinado que supera los 100 m.s.n.m., cuya mayor

altitud la registra el Cerro Santa Ana con unos 839 m.s.n.m. Todo esto se puede visualizar en la

Figura 5.

Criterios de selección del área de estudio

24
La selección del municipio Falcón como área de estudio, radica en el hecho de que en este

municipio se concentra la mayor superficie de la zona de producción agrícola de la Península de

Paraguaná, tal cual como fue reseñado por Rivas et al. (2015), quienes señalan que la misma tiene

una superficie de 708,4 km 2, de las cuales un 87,5% se ubica en el municipio Falcón, y el 12,5%

restante en el municipio Carirubana (Figura 6). La delimitación de dicha área se realizó a partir de

una clasificación

supervisada haciendo

uso de un mosaico

realizado a partir de tres

imágenes

multiespectrales con resolución de 15 m tomadas por el satélite Spot 4 en el año 2009. Las mismas

fueron suministradas por el Laboratorio de Procesamiento Avanzado de Imágenes de Satélite

(LPAIS) de la Fundación Instituto de Ingeniería.

25
Figura 5. Hipsometría de la Península de Paraguaná.

Muestreo de Suelos

26
Se planificó un muestreo de suelos sistemático con una intensidad de una muestra cada 1,4 km de

distancia, en función de una retícula virtual. Para ello, se colectaron en total 360 muestras de suelo a

una profundidad de 0-25 cm, en todo el municipio Falcón de la Península de Paraguaná. Este

muestreo

fue diseñado en

función del Proyecto

de

Investigación titulado “Delimitación de Áreas Vulnerables a la Desertificación en la Península de

Paraguaná como Base Para la Planificación de la Gestión Ambiental” (Mogollón et al., 2015a), y del

cual esta propuesta formó parte como un proyecto derivado luego de la ejecución del mismo (2012-

2014). Las muestras de suelo se encuentran actualmente almacenadas en el Laboratorio de Suelos

del Complejo Académico Ing. José R. Bastidas. La distribución de los sitios de muestreo se muestra

en la Figura 7.

27
Figura 6. Área de producción de cultivos de la Península de Paraguaná (Fuente: Rivas et al., 2015).

Uso de la Tierra

En la Península de Paraguaná se han identificado seis (06) principales tipos de uso de la tierra, de

las cuales la vegetación natural representó el 76,65 % del área total de la Península, seguida de un

12,36 % que se encontró bajo condición de áreas descubiertas. Las áreas inundables y artificiales

ocuparon 4,83 % y 3,20 % del territorio, respectivamente, seguida de las áreas cultivadas con 2,87

% de ocupación (Rivas y Mogollón, 2015b).

Con respecto a las áreas potencialmente cultivables, estas se ubican fundamentalmente en el

Municipio Falcón, ocupando un total de 619,85 km 2 que corresponde a un 23% del total de la

superficie de la Península de Paraguaná. Los principales cultivos desarrollados en esta zona

corresponden a los siguientes: melón (Cucumis melo); sábila (Aloe vera); maíz (Zea mays)

generalmente asociado a caraota ( Phaseolus vulgaris) y yuca (Manihot esculenta) y en menor

proporción, patilla (Citrullus lanatus) y cebolla (Allium cepa) (Penso, 2015).

28
Figura 7. Distribución de los sitios de muestreo en el municipio Falcón de la Península de
Paraguaná, estado Falcón.

Indicadores de salinidad del suelo

Se evaluó la salinidad del suelo a partir de tres indicadores: pH del suelo, conductividad eléctrica, y

la determinacion de bases cambiables (Ca, Mg, Na y K) que permitieron a su vez la estimación del

porcentaje de sodio intercambiable (PSI), los cuales son los parámetros comunmente utilizados para

estudios sobre la salinidad de suelos agrícolas (Fuentes-Yagüe, 1999). El pH se determinó usando

el método potenciométrico a través de un electrodo de vidrio con un electrodo de referencia de

calomel, en una relación suelo:agua de 1:2 (Bates, 1973). La conductividad eléctrica se determinó

usando el método del conductímetro, en la misma relación suelo:agua de 1:2 (Dellavalle, 1992). Las

bases cambiables fueron determinadas por el método descrito por Thomas (1982), que se basa en

una extracción con acetato de amonio 1N a pH 7, y posterior determinación de los cationes sodio

(Na+) y potasio (K+) por fotometría de llama. Los cationes calcio (Ca 2+) y magnesio (Mg2+) se midieron

en el extracto, por el método complexométrico (Abadía et al. 1981).

Clasificación de suelos salinos

Una vez que se han determinado los valores de la CE para cada muestra de suelo, y los cationes

intercambiables, se procedió a estimar el porcentaje de sodio intercambiable (PSI), mediante la

siguiente fórmula matemática: PSI = [Na +]/Σ(Ca2+, Mg2+ K+, Na+) *100.

Posteriormente, se realizó la clasificación del tipo de suelo por salinidad y/o sodicidad a partir de la

información presentada por Fuentes-Yagüe (1999), donde se plantean cuatro clases de suelo: a)

29
suelos no salinos con CE ≤ 0,8 dS/m y PSI < 15%; b) suelos salinos con CE > 0,8 dS/m y PSI <

15%; c) suelos salino-sódicos con CE > 0,8 dS/m y PSI > 15%; y d) suelos sódicos, donde la CE <

0,8 dS/m y PSI > 15%. Esta clasificación es para suelos en una dilución suelo/agua de 1:2.

Indicadores de Fertilidad Química

Se determinó la fertilidad quimica del suelo con seis indicadores: nitrógeno amoniacal (µg g -1),

fósforo disponible (mg kg-1), potasio intercambible (cmol kg -1), calcio intercambiable (cmol kg -1),

magnesio intercambiable (cmol kg-1). Además fue consierado el pH del suelo, en vista de que existe

una alta correlación entre esta variable y la disponibilidad de nutrientes y los cationes cambiables del

suelo (Osorio, 2012).

Nitrógeno Amoniacal (µg NH4 g-1):

El NH4+ intercambiable se estimó mediante una extracción previa con KCl 1M y una posterior

medición en el extracto, mediante el método de azul de indofenol (Keeney y Nelson, 1982).

Fósforo Disponible:

El fósforo disponible (P disp) fue extraído por el método de Olsen, mediante una solución de

bicarbonato de sodio (NaHCO 3) 0,5 M a pH 8,5. Posteriormente el P se determinó

colorimétricamente por espectrofotometría, usando el método del complejo azul de molibdato

(Murphy y Riley, 1962).

Cationes cambiables (K, Ca y Mg):

Los cationes cambiables del suelo fueron extraídos con acetato de amonio 1N a pH 7, según el

método descrito por Thomas (1982). Posteriormente, se determinó el catión potasio (K +) por

30
fotometría de llama, mientras que los cationes calcio (Ca 2+) y magnesio (Mg2+) fueron determinados

en el extracto por el método complexométrico (Abadía et al., 1981). Para la determinación del Ca y

Mg en el extracto de suelo se efectúo una valoración con EDTA, en medio tamponado, usando negro

de eriocromo T como indicador.

pH del suelo:

Se determinó usando el método potenciométrico a través de un electrodo de vidrio con un electrodo

de referencia de calomel, en una relación suelo:agua de 1:2 (Bates, 1973).

Densidad Aparente:

Fue determinada a partir del método de Uhland tomando muestras no disturbadas en el campo, a la

profundidad de 25 cm, según la metodología propuesta por Blake y Hartge (1986). Esta variable

permitió convertir las unidades de concentración (µg g -1, mg kg-1, cmol kg-1) de los diferentes

nutrientes evaluados, a reservas (kg ha -1) en el suelo.

Interpretación de los valores de cada variable con fines de fertilidad

Esta fase tuvo como fin la determinación de regiones calificadas cualitativamente, con base a tablas

guías, determinadas por rangos cuantitativos, sobre los niveles altos, moderados o deficientes en los

suelos para cada variable química (Dalence, 2003). En base a esto se construyó la Tabla 1 que

muestra los valores referenciales para los suelos evaluados.

Creación de mapas temáticos

Para la elaboración de los mapas temáticos asociados a cada uno de los indicadores de suelos, se

utilizó la herramienta de análisis geoestadístico del sistema de información geográfico. Se aplicó el

método de interpolación cokriging, que consiste en hacer la predicción espacial de una variable con

base en su información y en algunas variables auxiliares que estén correlacionadas espacialmente

con ella (Giraldo, 2002).

31
Tabla 1. Valores referenciales de los niveles de nitrógeno amoniacal (N-NH 4+; µg g-1), fósforo
disponible (P2O5; mg kg-1), potasio (K), calcio (Ca) y magnesio (Mg) cambiable (cmol kg -1) para los
suelos evaluados. (Los valores en kg/ha o tn/ha fueron calculados en base a una profundidad de 0-
25 cm y densidad aparente de 1,50 tn m 3, como valores promedio para los suelos muestreados en
este estudio)
Nutrientes evaluados

NH4+ NH4+ P P2O5 K K2O Ca Ca Mg Mg

(µg g-1) (kg ha-1) (mg kg-1) (kg ha-1) (cmol kg-1) (kg ha-1) (cmol kg-1) (tn ha-1) (cmol kg-1) (tn ha-1)
Nivel

Bajo < 27 < 100 <5 < 43 < 0,16 < 281 <5 < 3,75 <1 < 0,45

Medio 27 -41 100 – 150 5 - 15 43 - 129 0,16-0,38 281 - 667 5 – 10 3,75 – 7,50 1–3 0,45 – 1,35

Alto > 41 > 150 > 15 > 129 > 0,38 > 667 > 10 > 7,50 >3 > 1,35

En este caso, el cokriging permitió gracias a la correlación de las variables (interés y auxiliares)

obtener una disminución de la varianza de predicción en comparación con el método de

interpolación kriging. Para cuantificar el grado y escala de variación espacial se utilizaron diversos

modelos teóricos, que para cada caso fueron seleccionados a partir de una validación cruzada

(Gallardo, 2006), la cual compara el valor real medido con uno estimado en el mismo punto, es decir

calcula el error de estimación o residuo.

Se consideró como el modelo de mejor ajuste, al variograma teórico cuya media de los residuos

fuese más cercana a cero. Se utilizó para ello la herramienta de análisis geoestadístico del software

ArcMap 10, el cual permitió el ajuste automatizado de diferentes modelos teóricos de semivarianza.

Generación del índice de fertilidad químico integrado

Para calcular el índice de fertilidad quimico del suelo (IFQS) se aplicó la media geométrica

ingresando los índices de calidad de cada uno de los indicadores de fertilidad mencionados

32
anteriormente, a partir de una modificación de la metodología propuesta inicialmente por Kosmas et

al. (1999) para estimar la calidad del suelo.

IFQS = (N * P * K * Ca * Mg * pH*)1/6

Luego se elaboró a partir del rango de valores obtenidos del IFQS, la valoración integral de la

fertilidad del suelo.

Mapa de limitaciones para la Planificación de la Actividad Agrícola.

Este mapa fue diseñado a partir del mapa de salinidad elaborado previamente. Para ello se utilizaron

las herramientas de análisis espacial del Sistema de Información Geográfica. Específicamente las

herramientas de consulta, mediante las cuales se dieron instrucciones al programa para que

delimitara polígonos con limitaciones según la tolerancia de los cultivos que tradicionalmente se

establecen en la zona (melón, sábila, maíz). Adicionalmente, se identificaron las áreas potenciales

para el establecimiento de ciertos rubros (tomate, cebolla, sorgo).

V. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Los resultados se presentan en dos partes o etapas; primeramente, los asociados a los indicadores

de salinidad del suelo, así como la delimitación de las áreas de distribución potencial de los

principales rubros desarrollados en la zona, en función de su tolerancia a los niveles de salinidad en

el suelo. Y, en segundo término, los referidos al nivel de fertilidad del suelo y la zonificación de los

cultivos en función de este criterio.

Indicadores de Salinidad del Suelo

pH del suelo

33
En los suelos el pH es una propiedad química de mucha importancia porque indica que tan ácida o

alcalina es la solución del suelo, que es donde las raíces y los microorganismos del suelo toman sus

nutrientes (Osorio, 2012). Se trata de un indicador de las condiciones generales de salinidad del

suelo (Porta et al., 2003). En la Figura 8 se muestra el mapa del pH para los suelos del municipio

Falcón de la Península de Paraguaná. En la Tabla 2 se presentan las áreas con los diferentes

niveles de pH en el suelo. En un área de 90.523 hectáreas correspondiente a un 51,34% de la

superficie de suelos del municipio son de tipo alcalinos; un área apreciable de 85.490 hectáreas, que

representan un 48,49% del área total son suelos neutros y solo un pequeño 0,17% de los suelos son

ácidos. Es importante acotar que gran parte de los suelos neutros están enmarcados dentro de la

superficie con mayor actividad de producción de cultivo de la Península de Paraguaná.

Considerando el pH como un indicador de la salinización del suelo, podría indicarse que un 50% del

territorio no presenta esta problemática asociada a procesos de degradación. Sin embargo, es

importante considerar que una porción de la superficie, específicamente la ubicada en el eje Buena

Vista-Pueblo Nuevo (Figura 8), presenta condiciones de alcalinidad lo cual se podría relacionar a las

actividades asociadas con el uso agrícola, tales como el monocultivo, uso excesivo de fertilizantes,

el riego y sobreexplotación de los acuíferos, lo cual ha sido señalado con anterioridad por Fernández

et al., (2011), y Mogollón et al. (2015c).

34
Figura 8. Distribución espacial del pH en los suelos del municipio Falcón de la Península de
Paraguaná.

Tabla 2. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de pH en el suelo (pH) en el municipio

Superficie Falcón.
pH del Suelo % de la superficie
(ha)
Ácido 285 0,17

Neutro 85.490 48,49

Alcalino 90.523 51,34

El uso de fertilizantes inorgánicos, aun cuando es esencial en la agricultura moderna para el logro de

un alto rendimiento de los cultivos, puede convertirse, dependiendo de las cantidades y el sistema

de manejo aplicado, es un riesgo de degradación de los suelos y acuíferos. Bajas o moderadas

tasas de aplicación de fertilizante causan poco o ningún daño al ambiente ya que los nutrientes son

utilizados por las plantas. Sin embargo, cantidades excesivas que superan las necesidades de las

plantas contribuyen a la contaminación del suelo por sales (López, 2002).

Conductividad eléctrica (CE) del suelo

La CE del suelo ha sido definida como la capacidad de la solución edáfica de transmitir la

electricidad, la cual está en relación directa con su contenido de sales (Jaramillo, 2002). Según

García y Correa (2010) la salinidad, en algunas de sus manifestaciones ha sido la causa, en mayor o

35
menor grado, de la reducción de la capacidad productiva de los suelos en muchas regiones del

mundo. La salinización del suelo se da normalmente en los suelos desarrollados en condiciones

climáticas en donde la precipitación es menor a la evapotranspiración y asociado a condiciones de

mal drenaje (Nabi, 1995). Fuentes-Yagüe (1999) y Rueda-Puente et al. (2009) señalan que cuando

los valores de CE están por encima de 0,8 dS/m para una relación suelo:agua de 1:2, se considera

que los suelos comienzan a manifestar problemas asociados con la salinidad.

La distribución espacial de la salinidad del suelo se presenta en la Figura 9. Se observa que los

suelos no salinos se ubican como una franja en la zona Norte de la Península de Paraguaná. Cabe

mencionar que esta zona posee poca actividad agrícola. Los suelos ligeramente salinos se

encuentran ubicados fundamentalmente en la parte central del Municipio Falcón.

36
En la Tabla 3 se observan las áreas de suelo correspondientes a diferentes clases de salinidad en

función de la CE del suelo. Los suelos no salinos en el municipio Falcón están representados en un

18% del total de la superficie. Los suelos ligeramente salinos y salinos cubren aproximadamente un

80% del territorio, y los

suelos fuertemente

salinos,

aproximadamente 1% de la superficie, estando asociados estos últimos a las áreas cubiertas por

salinas naturales en la Península. Un aspecto importante a destacar con respecto a los suelos

salinos, es que una parte importante de las áreas ubicadas hacia el sector Pueblo Nuevo se

corresponden con áreas bajo uso agrícola (Ver Figura 6).

37
Figura 9. Distribución espacial de la conductividad eléctrica (CE) en los suelos del municipio Falcón
de la Península de Paraguaná.

Tabla 3. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de salinidad en el suelo (CE) en el


municipio Falcón.

Superficie
CE (dS/m) del Suelo % de la superficie
(ha)
No salino 32.421 18,38

Ligeramente salino 94.985 53,85

Salino 47.564 26,96

Fuertemente salino 1.426 0,81

Los suelos salinos presentan dos patrones de distribución bien diferenciados; una parte se ubica

hacia la zona costera oriental, por lo cual la salinidad estaría asociada a condiciones naturales por la

cercanía a la costa; y otro grupo de suelos se ubica hacia la zona de máxima actividad agrícola que

corresponde al sector de Pueblo Nuevo, por lo que la salinidad estaría asociada a la actividad

agrícola producto del manejo de cultivos bajo riego.

En la zona semiárida del estado Falcón, se ha observado en los últimos años un proceso de

degradación continua de la tierra, debido a la predominancia de sistemas agrícolas inapropiados

(Mogollón et al., 2014; Rodríguez et al., 2009). Adicionalmente, en las condiciones agroclimáticas

predominantes en la zona (bajas precipitaciones y alta evapotranspiración) los procesos de

degradación de tierras se hacen más intensos y en muchos casos son acelerados por la introducción

de sistemas de riego localizado de alta frecuencia, que mantienen la solución edáfica diluida,

permitiendo así obtener altas producciones aunque sin eliminar las sales o el sodio del suelo y

llevando así a una salinización oculta a mediano o largo plazo (Zamora et al., 2008).

38
Los rendimientos de los cultivos, principalmente el melón con fines de exportación, permitieron un

incremento de la actividad agrícola en la Península de Paraguaná en las décadas de los 80' y 90' del

siglo pasado (Jiménez, 2015). El aumento de la superficie agrícola bajo riego y la escasez del

recurso hídrico forzó la adopción de tecnologías de riego más eficientes, tales como la de goteo,

pero el agua disponible, además de ser escasa es salina, lo que aumenta los riesgos de afectación

de los suelos (Fernández et al., 2011).

Porcentaje de sodio intercambiable (PSI)

En la Figura 10 se muestra el mapa de PSI elaborado para los suelos del municipio Falcón de la

Península de Paraguaná. El mapa fue realizado con los valores de los cationes cambiables (Ca 2+,

Mg2+, K+ y Na+) que permitieron el cálculo del PSI a partir de la fórmula: PSI = [Na +]/[Ca2+ + Mg2+ + K+

+ Na+]* 100.

El porcentaje de sodio intercambiable (PSI) expresa el porcentaje de Na + respecto a los demás

cationes adsorbidos. Se considera que un suelo puede sufrir problemas de sodificación y dispersión

de la arcilla cuando el PSI > 15% (Mogollón et al., 2014).

39
Figura 10. Distribución espacial del porcentaje de sodio intercambiable (PSI) en los suelos del
municipio Falcón de la Península de Paraguaná.

En la Tabla 4 se observan las áreas de suelo correspondientes a diferentes clases de suelos

afectados por sodio, en función del PSI del suelo. Los suelos no sódicos en el municipio Falcón

están representados en un 94% del total de la superficie. Los suelos ligeramente sódicos cubren

aproximadamente un 5% del territorio, y los suelos sódicos, aproximadamente 1% de la superficie,

estando asociados estos últimos a las áreas bajo uso agrícola del sector Pueblo Nuevo.

El problema de sodificación de los suelos podría estar asociado a la utilización de aguas de mala

calidad, con altos contenidos de sales sódicas, lo cual ha sido reportado por Chirinos y Mogollón

(2017), en un estudio realizado en la Parroquia Pueblo Nuevo del municipio Falcón. En ese trabajo,

se encontró que el clima semiárido, las condiciones de mal drenaje, la topografía de la región, el uso

de agroquímicos, la sobreexplotación de los acuíferos, son algunos factores que pueden estar

influyendo en el tiempo de residencia de las aguas subterráneas, su composición química y

consecuentemente en la calidad de las aguas presentes en el área de estudio. Además, los autores

encontraron evidencias en el descenso de los niveles de agua en los pozos, lo que demuestra la

disminución de la recarga del acuífero producto del excesivo bombeo en la zona de estudio. La

mayoría de los criterios de evaluación de calidad de agua para riego, utilizados coinciden en que, por

su salinidad, el agua tiene restricciones en aproximadamente un 80% de los casos.

Tabla 4. Áreas de suelo con problemas de sodicidad en el municipio Falcón de la Península de


Paraguaná en base al porcentaje de sodio intercambiable (PSI).

Porcentaje de Sodio Superficie


% de la superficie
Intercambiable (PSI). (ha)
No sódico 166.606 94,45

Ligeramente sódico 8,511 40 4,82

Sódico 1.279 0,73


Salinidad y sodicidad del suelo

La Figura 11 corresponde al mapa de distribución de las áreas con problemas de salinidad-sodicidad

en el municipio Falcón de la Península de Paraguaná. Este mapa fue elaborado a partir del cruce de

la información entre valores de la CE y el PSI del suelo, a objeto de establecer la distribución

espacial de suelos salinos, sódicos y salino-sódicos en el municipio.

Figura 11. Clasificación de salinidad-sodicidad de los suelos del municipio Falcón de la Península de
Paraguaná.

41
En la Tabla 5 se observa las áreas con las diferentes clases de suelos afectados por salinidad y

sodicidad en el Municipio Falcón. Los suelos no salinos se ubican hacia la parte norcentral del

municipio y ocupan una superficie del 18,20 % del territorio.

La mayor proporción del área municipal la ocupan los suelos salinos con un 81,04 %; y los suelos

salino-sódicos ocupan aproximadamente 0,68% de la superficie; y se ubican fundamentalmente

hacia el sector Pueblo Nuevo, por lo que podría inferirse que esta tipo de degradación química

estaría fuertemente relacionado al uso predominante de la tierra en esas zonas, con una actividad

agrícola altamente intensiva, con uso de fertilizantes químicos, riego con aguas de mala calidad, lo

que estaría generando la degradación de estos suelos. Los suelos sódicos apenas ocupan un

0,082% del territorio, y de igual manera están ubicados hacia las zonas de mayor actividad agrícola.

Tabla 5. Áreas de suelo con problemas de salinidad-sodicidad en el municipio Falcón de la


Península de Paraguaná.

Superficie
Clasificación . % de la superficie
(ha)
No salino 32.105 18,20

Salino 142.955 81,04

Sódico 145 0,08

Salino-Sódico 1.173 0,68

Los suelos salino-sódicos, presentan un exceso de sales solubles principalmente de tipo sódicas. Es

importante resaltar, que desde el punto de vista agrícola presentan un problema que requiere de

medidas especiales y prácticas de manejo adecuadas, ya que en los suelos salino-sódicos se altera

la productividad de los cultivos, deprimiéndose significativamente (Goykovic y Saavedra, 2007).

42
En principio se puede pensar que dado a que los suelos salino-sódicos tienen muchas sales

disueltas como los suelos salinos, y alto porcentaje de sodio adsorbido como los suelos sódicos, los

efectos serán la suma de los efectos de los suelos salinos y los sódicos. Efectivamente, al igual que

los suelos salinos, los rendimientos de los cultivos se ven reducidos por el efecto osmótico de las

sales disueltas; y así mismo como ocurre con los suelos sódicos, presentan problemas de toxicidad

debido al alto PSI.

Sin embargo, los suelos salino-sódicos pueden mantener su estructura cuando el efecto dispersante

es contrarrestado por el efecto floculante de las sales disueltas; naturalmente esto depende de la

concentración de sales, del PSI y de los demás factores que intervienen en la dispersión de las

partículas (FAO, 1997b).

La mayor parte de los suelos ubicados en el municipio Falcón son salinos, lo cual está fuertemente

asociado a las condiciones climáticas de la zona y/o a la actividad antrópica. En estos suelos pueden

predominar dos tipos de cationes en el complejo de cambio, el calcio (Ca 2+) o el sodio (Na+). Si el

catión predominante es el Ca 2+, y las sales solubles son muy abundantes en el suelo, es probable

que el perfil se encuentre muy poco diferenciado, pero su estructura tiende a ser estable, como

resultado de la acción floculante del Ca 2+, por lo que la alta presión osmótica de la solución del suelo

es la responsable de la baja productividad. A estos suelos se les denomina suelos salinos, y están

ampliamente confinados a zonas climáticas áridas y semiáridas y regiones costeras en todos los

climas (IUSS, 2007).

Sin embargo, cuando el Na+ es el catión dominante se produce la dispersión de las arcillas, lo que

lleva a una destrucción de la estructura. Además de que la hidrólisis de las arcillas sódicas, conduce

a la alcalinización del perfil, y estas provocan una intensa alteración mineral, reflejándose en un perfil

bien diferenciado desde el punto de vista morfológico (Mata-Fernández et al., 2014).


43
Selección de áreas para el desarrollo de la actividad agrícola en base a criterios de tolerancia a la

salinidad

La mayoría de las plantas de importancia agrícola son sensibles a la salinidad, y su producción se ve

significativamente reducida cuando se cultivan en suelos salinos (Casierra y Rodríguez, 2006). Sin

embargo, existen algunas especies cultivables que presentan mecanismos asociados a la tolerancia

de sales en el suelo. Se define la tolerancia a la salinidad como la capacidad que tiene el cultivo para

soportar la salinidad del suelo sin experimentar efectos perjudiciales en su desarrollo y/o producción.

Las plantas desarrollan diversas estrategias para ser más tolerantes a la salinidad. Por ejemplo,

restringiendo la extracción de sales y ajustando la presión osmótica a través de la síntesis de sales

compatibles como la prolina, la glicina-betaína, y otros azúcares (Ashraf et al., 2008). Otra estrategia

seguida por las plantas es la acumulación de las sales en las vacuolas celulares, controlando de

esta forma la concentración de sales en el citosol y manteniendo en las células una relación

K+/Na+ alta (Cochrane y Cochrane, 2005).

En la Península de Paraguaná se vienen desarrollando sistemas de producción agrícola utilizando

para ello diversas especies con mecanismos diferentes de tolerancia a las sales en el suelo. En base

a una revisión bibliográfica se elaboró una tabla referencial (Tabla 6), tomando en cuenta los rubros

más representativos establecidos en el municipio Falcón, y su nivel de sensibilidad y/o tolerancia a

las sales.

En función de la información presentada en la Tabla 6, se procedió a generar un mapa (Figura 12)

que refleja las áreas potenciales para el desarrollo de los cultivos tradicionales en la zona,

considerando la salinidad del suelo (CE) como el principal restrictor para el establecimiento de los

mismos, y la tolerancia de estos cultivos a la salinidad presente en el suelo, con el fin de obtener los

44
máximos rendimientos de cada cultivo propuesto.Tabla 6. Tolerancia de algunos rubros tradicionales

de la zona a la salinidad del suelo.

Cultivo. CE (extracto de CE (relación Tolerancia Referencia


saturación) suelo:agua, 1:2)*

Cebolla 1,2 dS/m 0,48 dS/m Sensible García, 2012

Melón 2,2 dS/m 0,88 dS/m Medianamente Soto et al., 1995


sensible

Tomate 2,5 dS/m 1 dS/m Medianamente Chinnusamy et al., 2005


sensible

Maíz y sorgo 7 dS/m 2,8 dS/m Moderadamente Doorembos y Kassam,


sensible 1979; Benacchio, 1982.

Sábila 10 dS/m 4 dS/m Tolerante García et al., 2014

* Valor de CE (1:2) a partir del cual se reduce significativamente el rendimiento del cultivo.

Figura 12. Distribución potencial de los principales cultivos del municipio Falcón de la Península de
Paraguaná en función de la tolerancia a la salinidad.

En la Tabla 7 se observan las áreas potenciales para el cultivo de los rubros seleccionados en

función de los valores de salinidad del suelo. La cebolla (Allium cepa), es uno de los rubros agrícolas

45
de cierta importancia en la Península de Paraguaná. Sin embargo, este cultivo ha sido clasificado

como muy sensible a las sales. Se considera que la cebolla muestra un comportamiento sensible

ante la salinidad, dado que se ha estimado como umbral de tolerancia a las sales aproximadamente

0,48 dS m-1, es decir que, con valores superiores a esta CE, el cultivo presenta una reducción en el

rendimiento de 16% respecto al obtenido en condiciones no salinas (García, 2012). En este sentido,

este cultivo se podría establecer en aproximadamente un 5% del territorio.

El melón (Cucumis melo) es una planta de tolerancia moderada a la salinidad tanto del suelo (CE de

0,88 dS m-1) como del agua de riego (CE de 1,5 dS m -1). Es importante destacar que cada

incremento en una unidad sobre la conductividad del suelo dada, supone una reducción de 7,5% de

la producción (Soto et al., 1995). Para el caso del tomate (Lycopersicum esculentum), cuando se

cultiva en suelos salinos no se encuentra ajeno a una disminución de los rendimientos, puesto que

es medianamente sensible a las sales, y presenta un umbral respecto al contenido total de sales,

cuantificadas en una relación 1:2 y expresadas como conductividad eléctrica (CE) de 1,0 dS m -1

(Chinnusamy et al., 2005). Las áreas óptimas para el establecimiento de estos dos rubros agrícolas

representan aproximadamente un 25% del territorio del municipio Falcón, es decir, unas 43.340

hectáreas del municipio. Sin embargo, esta superficie queda reducida a unas 8.000 hectáreas (4%

del municipio), considerando otros factores de producción asociados a la vocación agrícola de las

Tierras (vialidad, disponibilidad de aguas para riego (pozos), entre otros.

Tabla 7. Áreas de distribución potencial de los principales rubros desarrollados en la zona, en


función de los niveles de salinidad del suelo.

Superficie
Rubro o cultivo . % de la superficie
(ha)
Cebolla 8.751 4,96

Melón-Tomate 43.340 24,56

Maíz-Sorgo 118.721 67,30

Sábila 5.584 3,16


46
El maíz (Zea mays) tolera salinidad, siempre que ésta no sea mayor que 5 dS m -1, por lo cual el

cultivo se considera como moderadamente tolerante a la salinidad. La disminución del rendimiento

como consecuencia del aumento de la salinidad del suelo es la siguiente: 0% para una conductividad

eléctrica de 1,7 dS m-1; 10% para 2,5 dS m-1, 25% para 3,8 dS m-1; 50% para 5,9 dS m-1 y 100% para

10 dS m-1 (Benacchio, 1982). El sorgo (Sorghum bicolor) se considera un cultivo moderadamente

tolerante a la salinidad del suelo, y la disminución del rendimiento debida a la salinidad del suelo

bajo riego, es: 0% para una CE de 4 dS/m; 10% para 5,1 dS/m; 25% para 7,2 dS/m; 50% para 11

dS/m y 100% para 18 dS/m (Benacchio, 1982). La superficie de siembra potencial para maíz y sorgo

en el municipio Falcón está representada por un 67% del territorio, lo cual equivale a unas 118.700

hectáreas de superficie.

La sábila (Aloe vera) es una planta que presenta una buena tolerancia a la salinidad. Para que exista

un problema de afectación de los rendimientos de este cultivo, el suelo debería tener una cantidad

de sales solubles que se sitúe entre 8 y 10 dS m -1 (García et al., 2014). Los suelos con mayores

problemas de salinidad en el municipio Falcón, catalogados como fuertemente salinos, y muy

marginales para el desarrollo de la actividad agrícola vegetal, están representados por unos 56 km 2

(5.600 Has), lo que corresponde a un 3,16% del territorio. Estos serían los suelos idóneos para el

cultivo de sábila bajo las condiciones de bajos insumos que se practica en la Península de

Paraguaná (Maseda, 2014).

La tolerancia a la salinidad por parte de un cultivo, puede ser valorada de acuerdo a tres criterios: la

habilidad de la planta a sobrevivir en suelos salinos, el rendimiento del cultivo en estos suelos y el

rendimiento relativo del cultivo en un suelo salino en comparación con aquel en un suelo no-salino,

47
bajo similares condiciones de cultivo. Comúnmente, los estudios realizados se basan en el primer

criterio, aunque se considera que su valor es limitado en la agricultura bajo riego. El segundo criterio

es, quizás, el de mayor valor agronómico; mientras el tercero, se usa frecuentemente como base de

comparación entre diversos cultivos (Villafañe, 2000).

Los resultados encontrados en este estudio, permitirían el desarrollo y planificación de una

agricultura eficiente en la Península de Paraguaná, a partir del establecimiento de los principales

rubros agrícolas tradicionales en el área de influencia del Municipio Falcón, en función de los niveles

de sales presentes en el suelo, y de la tolerancia a las sales de los cultivos, propiciando el desarrollo

exitoso de los mismos. Los estudios de suelos pueden usarse para determinar la adaptabilidad de

tierras nuevas para la colonización, o para proyectos de irrigación y drenaje, a objeto de prevenir

posibles problemas de degradación química por sales.

Estos levantamientos suministran la información básica necesaria para los planes reguladores del

uso de la tierra. En este sentido, se plantea que la información edafológica hace posible no

solamente una selección sabia de los cultivos, la adaptación de prácticas de manejo de acuerdo con

las condiciones físico-químicas del suelo y otras aplicaciones agrícolas, sino que también contribuye

a lograr una mayor planificación del desarrollo económico en general.

Indicadores de Fertilidad del Suelo

En la Tabla 8 se presenta para cada variable experimental asociada a la fertilidad del suelo, el

modelo de mejor ajuste a partir de los resultados de la varianza cruzada, la cual compara el valor

real medido con uno medido en el mismo punto, calculando el error (ε) de estimación (residuo),

según la siguiente fórmula:

ε = Z0a – Za

48
Donde Z0a es el valor estimado en el punto a, mientras que Z a es el valor medido en el mismo punto.

El variograma teórico cuya media de los residuos sea más cercana a cero, se considera como el

modelo de mejor ajuste (Samper y Carrera, 1990).

Tabla 8. Modelo de ajuste teórico para las variables estudiadas


Error cuadrático
Variable Modelo Media residuos*
estándar

NH4+ Efecto de hoyo 1,788 0,93

P2O5 J-Bessel 6,906 0,58

K+ Tetraesférico -0,106 1,88

Ca2+ Exponencial 5,060 1,16

Mg2+ Circular 1,707 0,65

pH Exponencial -0,005 0,96

*Error de estimación: valor estimado – valor medido.

Nitrógeno amoniacal disponible (Nd)

En la Figura 13 se muestra la distribución espacial del nitrógeno disponible. De manera general se

puede observar que el nitrógeno es un elemento que se encuentra en muy bajos niveles en los

suelos del municipio Falcón. De esta manera, se considera que es un elemento limitante para los

posibles cultivos que se puedan establecer en esta zona.

49
Figura
13.
Distribución espacial del nitrógeno amoniacal disponible (Nd) en los suelos del municipio Falcón.

En la Tabla 9 se presentan las áreas con los diferentes niveles de nitrógeno disponible en el suelo.

En un área de 172.668 hectáreas que representan el 97,94% de la superficie de suelos del municipio

existen niveles bajos de Nd (por debajo de 100 kg/ha). Y apenas 2,05% de la superficie presenta

valores de medios a altos. El nitrógeno disponible en el suelo es dependiente de su mineralización la

cual es afectada por factores ambientales físicos como temperatura, humedad y aireación, por el

contenido de nitrógeno del sustrato, tipo de compuestos orgánicos y por los microorganismos del

suelo (Verhulst et al., 2015). En zonas áridas la actividad microbiana es frecuentemente limitada por

la humedad, por lo que la tasa de mineralización e inmovilización de nitrógeno están ligadas a los

pulsos de precipitación (Celaya y Castellanos, 2011). También la mineralización de nitrógeno en

zonas áridas es afectada por la disponibilidad de carbono y nitrógeno y la calidad de la materia

50
orgánica, dado que la lignina regula la cantidad y la velocidad de mineralización de este elemento

químico (Hernández et al., 2007).

Tabla 9. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de nitrógeno disponible (Nd) en el municipio
Falcón.

Nitrógeno Superficie
% de la superficie
(kg/ha) (ha)
Bajo 172.668 97,94

Medio 3.033 1,72

Alto 597 0,33

Debido a esto la cantidad en general del nitrógeno en el municipio Falcón tiende a ser bajo y las islas

de altas concentraciones pueden estar asociadas a efectos antrópicos de aplicación de fertilizantes o

zonas naturales con vegetación alta de árboles y arbustos que generan microclimas propicios para

que existan buenas cantidades de este nutriente (Aponte et al., 2011). Dado que el nitrógeno es el

segundo factor limitante en la producción de alimentos luego del agua, este debe ser considerado en

la elaboración de planes de fertilización en suelos del municipio Falcón, ya que se considera como

un nutriente potencialmente limitante para la actividad agrícola.

Fósforo disponible (P disp.)

En la Figura 14 se muestra la distribución espacial del fósforo disponible. De manera general se

puede observar que existe un gradiente en la concentración de este elemento, encontrándose altos

niveles de fósforo en las zonas céntricas del municipio Falcón, y disminuyendo hacia la periferia.

En la Tabla 10 se presentan las áreas con los diferentes niveles de fósforo disponible en el suelo. En

un área de 163.918 hectáreas correspondiente a un 92,96% de la superficie de suelos del municipio

existen niveles que van de medios a bajos (por debajo de 72,4 kg/ha). Y sólo un 7,04% de la

superficie presenta valores altos.

51
En los ecosistemas ubicados en zonas semiáridas, la escasez de agua provoca un desacoplamiento

en los ciclos de varios elementos. A medida que aumenta la aridez, se reduce la cantidad de

carbono (C) y nitrógeno (N) disponibles en el suelo, mientras que la de fósforo (P) aumenta. Ello se

debe a la alteración de los procesos biológicos debido a la poca disponibilidad de agua que reducen

los valores de C y N, así como a la intensificación de los procesos abióticos como la meteorización

de las rocas que mejoran la disponibilidad de P debido a que hay menos plantas para absorber este

nutriente, tal como lo señalan Delgado-Baquerizo et al. (2013).

Figura 14. Distribución espacial del fósforo disponible (P) en los suelos del Municipio Falcón.

Tabla 10. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de fosforo disponible (P) en el municipio
Falcón.

Fósforo Superficie
% de la superficie
(kg/ha) (ha)
Bajo 74.170 42,06

52
Medio 89.748 50,90

Alto 12.380 7,04

La distribución del P observado en el área de estudio, puede estar relacionada al uso de fertilizantes

fosfatados en actividades agrícolas; ya que las regiones que tienen más altas concentraciones de

este elemento, corresponden a las zonas con mayor uso agrícola en la Península de Paraguaná. En

la Figura 6 podemos apreciar la correlación que existe entre el mapa de distribución espacial de las

áreas agrícolas del municipio Falcón, con el mapa de distribución del fósforo disponible, lo que hace

deducir el comportamiento de este nutriente en el área de estudio.

En virtud de lo anterior, se podría estar observando el vestigio de las prácticas de fertilización en el

área, producto de la aplicación de fertilizantes fosfatados por parte de los productores agrícolas de la

zona. Es importante considerar que el contenido de P disponible en el suelo, es una variable

dinámica, fuertemente influenciada por las propiedades del suelo, la planta y las condiciones

ambientales (Casanova, 2005). Uno de los factores que estarían condicionando la disponibilidad de

P en el área de estudio, es el pH de suelo. El óptimo rango de pH del suelo dentro del cual se

observa la máxima disponibilidad de P se encuentra entre 6,5 y 7,5. Pasado cierto nivel de pH

alcalino (sobre 7,5 que es la condición predominante en los suelos de la Península de Paraguaná)

comienzan a precipitar ciertas formas de fosfatos de calcio, lo cual reduce la disponibilidad del

fósforo.

Potasio intercambiable (K+)

En la Figura 15 se muestra la distribución espacial del potasio intercambiable. De manera general se

puede observar que el potasio es un elemento que se encuentra en altos niveles en los suelos del

53
municipio Falcón. Debido a esto se podría deducir que no se requeriría de una fertilización a base de

potasio para suplir los requerimientos de los cultivos si se está empezando a producir sobre un

terreno natural.

54
Figura 15. Distribución espacial del Potasio intercambiable (K +) en los suelos del Municipio Falcón.

En la Tabla 11 se presentan las áreas con los diferentes niveles de potasio intercambiable en el

suelo. En un área de 142.600 hectáreas correspondiente a un 80,88% de la superficie de suelos del

municipio existen niveles altos a medios (por encima los 184,7 kg/ha). Y un 19,11% pequeño pero

apreciable de la superficie presenta valores bajos.

El hecho de que gran parte de los suelos del municipio Falcón presenten niveles que van de medios

a altos de K, está relacionado a que en zonas áridas el lavado de este nutriente es casi nulo debido

a las escasas precipitaciones (Thompson y Troech, 1982). Por otra parte, los suelos de zonas secas

presentan altos contenidos de K, el cual se deriva fundamentalmente del material parental; aunque

el proceso de intemperización es lento en estas localidades, los minerales primarios y secundarios

liberan el potasio hidrosoluble e intercambiable, que puede ser aprovechado por las plantas o

mantenerse en los sitios de intercambio de los coloides del suelo (Núñez, 2002).

Tabla 11. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de potasio intercambiable (K +) en los
suelos del municipio Falcón.

Potasio Superficie
% de la superficie
(kg/ha) (ha)
Bajo 33.698 19,11

Medio 67.600 38,34

Alto 75.000 42,54

55
De manera general se plantea que la fertilización con potasio es mucho menos importante en zonas

con climas áridos debido a la abundancia de este elemento en el suelo. Sin embargo, es

recomendable que las fincas que hayan estado produciendo por largo tiempo y donde se aplique

riego, se realice la fertilización con potasio a bajas cantidades para suplir el que se ha lixiviado y

cubrir los requerimientos de los principales cultivos establecidos en la zona. En tal sentido, podría

señalarse que los suelos con potencial agrícola de la Península de Paraguaná se consideran, en

general, bien abastecidos de potasio aprovechable. Los valores encontrados en este estudio

demuestran que no se requiere de la fertilización potásica en los cultivos básicos tradicionalmente

desarrollados en los suelos agrícolas del municipio Falcón.

Calcio intercambiable (Ca2+)

En la Figura 16 se muestra la distribución espacial del calcio intercambiable (Ca 2+). Se puede

observar que las reservas de calcio en el suelo son bastante altas en gran parte de los suelos del

municipio Falcón. Tal como ha sido señalado en la literatura, el calcio es el principal catión en el

complejo de cambio (Casanova, 2005), siendo el elemento más abundante en los suelos del

municipio Falcón. En términos de escala, hubo que presentar estas reservas en términos de

toneladas acumuladas por hectárea (tn/ha), para una mejor apreciación de las cantidades de Ca 2+ en

los suelos superficiales. En este sentido, se podría deducir que no se necesitaría una fertilización

encalada para suplir los requerimientos de los cultivos si se está empezando a producir sobre un

terreno natural.

56
Figura 16. Distribución espacial del calcio disponible (Ca) en los suelos del Municipio Falcón.

En la Tabla 12 se presentan las áreas con los diferentes niveles de calcio disponible en el suelo. Un

99% de los suelos superficiales del municipio (174.957 Has) presentan niveles de Ca 2+ que van de

medios a altos, por encima de las 10,48 Tn/Ha de calcio acumulado en el suelo. Aproximadamente

el 1% de la superficie presenta niveles de calcio que según la escala de trabajo se consideran bajas.

Sin embargo, en términos de requerimientos por los cultivos agrícolas, estas reservas catalogadas

como bajas, se consideran lo suficientemente altas para que este elemento sea tomado en cuenta

en un plan de fertilización en la zona de estudio.

El calcio en zonas áridas suele ser alto debido a que este mineral no es lixiviado hacia estratos más

profundos del perfil de suelo, producto de las bajas precipitaciones que se registran en estas zonas.

Por otra parte, no es común que los suelos de las zonas áridas presenten pH ácidos, lo cual dificulta

la solubilidad del catión calcio, propiciando la formación de costras de acumulación de carbonato de

calcio en el suelo (López et al., 2003).

El carbonato de calcio (CaCO3) es una sal poco soluble que se encuentra naturalmente en varias

formas y en varios grados de concentración en el suelo. Su presencia juega un papel fundamental

57
en la estructura del suelo si se encuentra en concentraciones moderadas. Sin embargo, puede

resultar problemático si su concentración llega a exceder la capacidad de adsorción en el suelo

formando complejos insolubles con otros elementos (Zapata, 2006).

Tabla 12. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de calcio disponible (Ca 2+) en el municipio
Falcón.

Calcio Superficie
% de la superficie
(tn/ha) (ha)
Bajo 1.341 0,76

Medio 17.933 10,17

Alto 157.024 89,07

En este mismo orden de ideas, es importante considerar que en suelos con pH elevados ocurre

procesos de precipitación del Ca 2+ a compuestos insolubles y esta reacción influye de manera

notable en la disponibilidad de este elemento para los cultivos (Endo et al., 2000a). Por ejemplo, se

plantea que en los suelos de zonas áridas con acumulación de CaCO 3, los fosfatos son adsorbidos

sobre la superficie de esto minerales (Endo et al., 2000b), por lo que en el momento de hacer

recomendaciones de fertilizaciones fosfóricas debe considerarse este factor, ya que estos suelos, de

manera general, presentan cantidades altas de P extractable Olsen. Estos componentes son difíciles

de asimilar por las plantas llevando a su acumulación. Cantidades excesivas de calcio puede por ello

restringir la disponibilidad de fósforo, boro y hierro para las plantas (López et al., 2003).

Magnesio intercambiable (Mg2+)

En la Figura 17 se muestra la distribución espacial del magnesio intercambiable. El magnesio es un

elemento que se encuentra en altos niveles en los suelos del municipio Falcón, y al igual que el

calcio, se tuvo que presentar este elemento en términos de toneladas acumuladas por hectárea

58
(tn/ha), para una mejor interpretación de las cantidades de Mg 2+ en los suelos superficiales de la

zona de estudio.

En la Tabla 13 se presentan las áreas con los diferentes niveles de magnesio disponible en el suelo.

En un área de 163.668 hectáreas correspondiente a un 92,84% de la superficie de suelos del

municipio existen niveles altos de magnesio intercambiable (por encima de 2,2 tn/ha). Por otra parte,

un 7,16% de la superficie del municipio (12.630 Has) presenta valores de Mg 2+ intercambiable que

fueron catalogados de bajos a medios. Sin embargo, es importante acotar que las cantidades de

este elemento siguen siendo relativamente altas, como para ser tomadas en cuenta en un plan de

fertilización agrícola en los suelos del municipio Falcón, considerando que los menores valores de

magnesio encontrados en los suelos estudiados fueron de 1 cmol kg -1. En este sentido, Havlin et al.

(2016) consideran que aquellos suelos que contienen valores de concentración entre 0,21 a 0,42

cmol kg–1 de Mg2+ intercambiable son probablemente deficientes en este nutriente.

59
Figura 17. Distribución espacial del Magnesio disponible (Mg) en los suelos del Municipio Falcón.

Tabla 13. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de magnesio disponible (Mg) en el
municipio Falcón.

Magnesio Superficie
% de la superficie
(tn/ha) (ha)
Bajo 4.183 2,37

Medio 8.447 4,79

Alto 163.668 92,84

El contenido de magnesio en el suelo depende del grado de meteorización que presente el suelo. La

meteorización en zonas áridas es más lenta que en zonas húmedas, donde los minerales primarios

son fuertemente intemperizados y las bases del suelo son fácilmente lavadas. El magnesio, al igual

que el calcio son susceptibles a lixiviación por precipitaciones donde los iones de hidrogeno del agua

reemplazan a los de calcio, potasio y magnesio que están adsorbidos en las superficies de las

partículas (cargas negativas), y una vez libres, se lixivian. Dejando en claro que en suelos ácidos el

contenido de Mg2+ es bajo, mientras que en suelos alcalinos generalmente ubicados en zonas áridas

el contenido de este elemento es mayor (Navarro y Navarro, 2003).

El Mg en altas cantidades en el suelo puede traer problemas al igual que en el caso de K y de Ca,

donde los excesos de Mg afectan a las relaciones catiónicas que tienen que ver con el antagonismo

en el que participan. Además, un exceso de Mg 2+ hace que el ión K+ no sea bien absorbido por la

planta (Mengel y Kirkby, 2000).

Los productores no deberían preocuparse por fertilizar debido a deficiencias de magnesio en los

cultivos del municipio Falcón. Sin embargo, algunos autores como Cakmak y Yazici (2010)

60
recomiendan que se vigilen los niveles altos de calcio y potasio puesto que pudiese existir una mala

asimilación por parte de las plantas debido a que estos pudiesen competir antagónicamente con el

magnesio al ser bases cambiables. Aunque de manera general, las cantidades de Ca 2+ presentes en

el suelo son mayores a las del Mg 2+, y las cantidades de este a su vez son superiores a las del K +, la

mayoría de las especies vegetales absorben y requieren más K + que Ca2+ y Mg2+ (Sadeghian, 2012).

pH del suelo y la disponibilidad de nutrientes

El pH es una propiedad química que mide el grado de acidez o alcalinidad de las soluciones

acuosas. En los suelos el pH es una propiedad química de mucha importancia porque indica que tan

ácida o alcalina es la solución del suelo, que es donde las raíces y los microorganismos del suelo

toman sus nutrientes; en este orden de ideas, Jordan (2006) señala que el pH del suelo afecta a la

nutrición mineral de las plantas, ya que existe una fuerte relación entre la acidez y la solubilidad de

los nutrientes. Se trata de un índice, es decir, es un indicativo de las condiciones generales de

fertilidad del suelo (Porta et al., 2003).

En la Figura 18 se muestra la distribución espacial del pH en el suelo. De manera general se puede

observar que el pH del suelo tiende a distribuirse entre suelos neutros y alcalinos en el municipio

Falcón. Los suelos de pH neutros se ubican desde el centro hacia la zona oriental de la península de

Paraguaná. Y los suelos alcalinos hacia el occidente de la misma, y en el istmo.

61
Figura 18. Distribución espacial del pH en los suelos del Municipio Falcón.

En la Tabla 14 se pueden observar las áreas con los diferentes niveles de pH en el suelo. En un

área de 90.523 hectáreas correspondiente a un 51,34% de la superficie de suelos del municipio, son

de tipo alcalinos. Un área apreciable de 85.490 hectáreas 48,49% del área total son suelos neutros y

solo en una pequeña superficie, equivalente al 0,17% del área total del municipio Falcón, los suelos

presentan tendencia a la reacción ácida, con valores de pH entre 6,41 y 6,49.

Tabla 14. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de pH en el suelo en el municipio Falcón.

Superficie
pH del Suelo % de la superficie
(ha)
Acido 285 0,17

Neutro 85.490 48,49

Alcalino 90.523 51,34

62
Valores de pH alto en sí mismo no tienen un gran efecto sobre la mayoría de los cultivos, aunque

hay excepciones con algunos cultivos acídicos, o sensibles al pH elevado. En la mayoría de los

casos, las plantas que crecen en suelos alcalinos son afectadas primariamente por problemas de

disponibilidad de nutrientes. Esto debido a que a medida que el pH del suelo aumenta, la solubilidad

de muchos nutrientes se reduce. Consecuentemente, estos nutrientes precipitan como sales u otros

compuestos sólidos que las plantas no pueden utilizar (Casanova, 2005). De manera general, se

podría indicar que la disponibilidad de todos los nutrientes de la planta está controlada por el pH del

suelo, y los mismo son mayormente solubles cuando el rango del pH esta entre 6,5 a 7,5 (Jaramillo,

2002).

Índice de fertilidad químico del suelo

En la Figura 19 se observa el mapa que muestra el índice de fertilidad químico integral de los suelos

(IFQS) del municipio Falcón. A partir de la herramienta algebra de mapas del sistema de información

geográfica, se hizo el cálculo de este mapa integrando las variables N, P, K, Ca, Mg y pH del suelo,

utilizando para ello la siguiente ecuación matemática: IFQS = (N * P * K * Ca * Mg * pH*) 1/6, según

una modificación de la metodología propuesta por Kosmas et al. (1999) para estimar la calidad del

suelo.

63
Figura 19. Distribución espacial del índice de fertilidad químico de suelo (IFQS) en los suelos del
Municipio Falcón.

La distribución espacial del índice de fertilidad química del suelo indica que la fertilidad en el

municipio es baja hacia la zona nor-occidental y en el Itsmo de la península de Paraguaná. De igual

manera, se aprecia que la fertilidad presenta una tendencia de media a alta fertilidad hacia el centro

del municipio Falcón.

En la Tabla 15 se presentan las áreas con los diferentes niveles de fertilidad química del suelo. En

un área de 105.013 hectáreas correspondiente a un 59,56% de la superficie de suelos del municipio

existen niveles bajos de fertilidad y un 40,42% corresponde a valores medios y altos de fertilidad de

suelo. Con un total de 71.285 hectáreas de tierra fértil de manera natural.

Tabla 15. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de fertilidad química de suelo (IFQS) en el
municipio Falcón.

64
Índice de fertilidad Áreas (km2) % de las Áreas

Bajo 1050,13 59,56

Medio 348,52 19,77

Alto 364,33 20,67

La mayoría de los suelos ubicados en las regiones áridas y semiáridas a nivel mundial tienen un alto

potencial de fertilidad si son irrigados y se mantiene un balance de nutrientes. No obstante, la

implementación de sistemas agrícolas en estas zonas, en algunas ocasiones puede llevar a la

ocurrencia de dos tipos de problemas: a) la degradación química del suelo, producto de la

acumulación de sales solubles, y b) problemas de degradación física de suelos, como compactación,

pérdida de estructura, los cuales no sólo provocan un déficit nutricional, sino que también

disminuyen el potencial productivo de estos suelos (Muñoz et al., 2013).

En el caso particular de las zonas semiárida del estado Falcón, se ha observado en los últimos años

un proceso de degradación continua de la tierra, debido a la predominancia de sistemas agrícolas

inapropiados (Mogollón et al., 2010; Torres et al., 2006), lo que ha traído como consecuencia

incremento de suelos afectados por sales, erosión hídrica y eólica, resultando todo ello en una

reducción de la fertilidad de los suelos.

Zonificación Agrícola en base la Fertilidad del Suelo

La zonificación de los suelos en función de la fertilidad que presentan, permitió finalmente realizar

una distribución potencial de algunos cultivos tradicionales en la Península de Paraguaná, en función

de sus requerimientos nutricionales (Figura 20), es decir, la ubicación de los cultivos de altos

requerimientos como cebolla (Allium cepa), pimentón (Capsicum annuum) y pasto elefante

65
(Pennisetum purpureum) en las zonas identificadas con suelos de alta fertilidad. Cultivos con

requerimientos nutricionales moderados como melón (Cucumis melo), patilla (Citrullus lanatus) y

pasto bermuda (Cynodon dactylon) en los suelos de fertilidad media; y los cultivos con bajos

requerimientos de nutrientes, tales como como el cilantro ( Coriandrum sativum), sábila (Aloe vera) y

sorgo (Sorghum bicolor) en los suelos con el índice de fertilidad baja.

Figura 20. Distribución espacial de los cultivos potenciales en los suelos del Municipio Falcón en
función de sus requerimientos nutricionales.

De esta manera, cultivos cuyos requerimientos nutricionales van de medios a altos, estarían mejor

ubicados en la zona centro-oriental de la Península, rodeando los principales centros poblados

(Pueblo Nuevo, El Hato, Jadacaquiva, El Vínculo y Buena Vista).

VI. CONCLUSIONES

66
 Los suelos del municipio Falcón en la Península de Paraguaná están caracterizados

principalmente por poseer grandes cantidades de bases cambiales como son calcio,

magnesio y potasio, las cuales se presentan en niveles de exceso en el suelo.

 De todos los nutrientes estudiados, se consiguió que el nitrógeno es escaso en toda la

superficie del municipio, con algunos parches heterogéneos de mayor acumulación,

producto de condiciones de microclima y aportes de materia orgánica por la vegetación. Por

esta razón podría ser considerado como el nutriente más limitante en las zonas áridas

evaluadas.

 La distribución espacial del fósforo en el municipio, está asociada a la aplicación antrópica

como fertilizantes químicos, lo cual demuestra el carácter residual de este elemento químico

en el suelo.

 El índice de fertilidad químico del suelo indicó que un 60% de la superficie del municipio

posee una baja fertilidad natural. Por otra parte, un 40% de la superficie del municipio

presenta una fertilidad que va de media a alta, y la misma se ubica en la zona centro-oriental

del municipio, que es precisamente donde convergen con el área de producción agrícola de

la Península de Paraguaná.

 Considerando la base de datos generada en relación al estatus de fertilidad del suelo, la

misma sería de gran utilidad para la formulación de fertilizantes químicos apropiados a estas

zonas áridas del país, tomando en cuenta que los nutrientes alcalinos (potasio, calcio y

magnesio) se encuentran almacenados en altas cantidades en el suelo, y que para el caso

del nitrógeno, el mismo es deficiente en gran parte de los suelos superficiales estudiados.

67
 La información generada permitió la zonificación de cultivos potenciales en este municipio

de la Península de Paraguaná.

 Tomando en cuenta los niveles de sales en los suelos estudiados, los rubros maíz y sorgo

son los cultivos de mayor potencialidad dado su mediana tolerancia a las sales en el suelo,

lo cual está representado por un 67% del territorio.

 Un cultivo de gran tradición en la zona como el melón, presenta una superficie potencial de

siembra de aproximadamente 25% de la superficie del municipio, en función de la salinidad

del suelo y de la tolerancia de este cultivo a las sales. Sin embargo, esta superficie queda

reducida a unas 8.000 hectáreas (4% del municipio), considerando otros factores de

producción asociados a la vocación agrícola de las Tierras.

 Por otra parte, es importante considerar algunos factores relacionados al manejo

(fertilización, cantidad y calidad del agua de riego utilizada) que se viene implementando en

el cultivo de melón en la Península de Paraguaná, para evitar problemas de degradación

química asociados a este tipo de uso de la tierra, los cuales ya se están presentando en la

zona de estudio.

 La información generada en este estudio debe ser accesible a los diferentes entes del

Estado en materia de planificación agrícola y ambiental, a fin de que se evalúe la situación

actual del recurso suelo y agua, y la misma pueda ser considerada en los procesos de

control y supervisión del uso de la tierra, para evitar procesos de degradación y

desertificación de las zonas secas de la Península de Paraguaná.

 Los resultados encontrados en este estudio, permitirían el desarrollo y planificación de una

agricultura eficiente en la Península de Paraguaná, a partir del establecimiento de los

principales rubros agrícolas tradicionales en el área de influencia del Municipio Falcón, en

68
función de los niveles de sales presentes en el suelo, y de la tolerancia a las sales de los

cultivos, propiciando el desarrollo exitoso de los mismos.

 El levantamiento de suelos realizado genera una información básica necesaria para los

planes reguladores del uso de la tierra, ya que la misma hace posible no solamente una

selección sabia de los cultivos, la adaptación de prácticas de manejo de acuerdo con las

condiciones físico-químicas del suelo y otras aplicaciones agrícolas, sino que también

contribuye a lograr una mayor planificación del desarrollo económico en general.

69
VII. BIBLIOGRAFÍA

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