Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
FRANCISCO DE MIRANDA
i
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
FRANCISCO DE MIRANDA
ii
INDICE GENERAL
Página
. Índice de Tablas vi
. Dedicatoria viii
. Agradecimientos ix
. Resumen x
I. Introducción 1
III.1.Zonificación 9
III.2.Zonificación Agroecológica 9
III.3.Zonificación de Cultivos 9
III.5.Planificación Agrícola 11
III.6.Ordenamiento Territorial 11
III.9.Mapas de suelo 13
iii
3.13. Efecto de la salinidad en el rendimiento de los cultivos 16
.- Superficie 21
.- Clima 21
.- Vegetación 21
.- Suelos 22
.- Relieve 23
fertilidad
iv
4.11 Generación del índice de fertilidad químico integrado 30
V. Resultados y Discusión 31
.- pH del suelo 31
.- Nitrógeno disponible 46
.- Fósforo disponible 47
.- Potasio intercambiable 50
.- Calcio intercambiable 52
.- Magnesio intercambiable 54
VI. Conclusiones 62
VII. Bibliografía 65
v
INDICE DE TABLAS
Páginas
vi
INDICE DE FIGURAS
Páginas
14. Distribución espacial del fósforo disponible (P) en los suelos del Municipio 48
Falcón
15. Distribución espacial del Potasio intercambiable (K+) en los suelos del 50
Municipio Falcón
16. Distribución espacial del calcio disponible (Ca) en los suelos del Municipio 52
Falcón
17. Distribución espacial del Magnesio disponible (Mg) en los suelos del 55
Municipio Falcón
18. Distribución espacial del pH en los suelos del Municipio Falcón 57
19. Distribución espacial del índice de fertilidad químico de suelo (IFQS) en los 59
suelos del Municipio Falcón.
20. Distribución espacial de los cultivos potenciales en los suelos del Municipio 61
vii
Falcón en función de sus requerimientos nutricionales.
DEDICATORIA
viii
AGRADECIMIENTOS
A Dios por haberme permitido llegar hasta donde estoy y haberme dado salud para lograr mis
objetivos, además de su infinita bondad y amor.
A la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda, por facilitar los espacios para
la realización del trabajo.
Al Profesor Wilder Rivas, compañero de luchas en las investigaciones realizadas durante los
últimos 6 años, y quien colaboró enormemente en la realización de los mapas temáticos
generados en el presente trabajo.
A mi esposa Alicia, por el apoyo recibido durante la ejecución de este y todos los trabajos
realizados hasta ahora. Por su dedicación y disposición como Madre y Esposa.
A todo el personal del Laboratorio de suelos de la UNEFM (Betsy, Zarina, Francisco, Luis,
Adrián y Victor) por su colaboración en el compartir del desarrollo de este trabajo.
ix
ZONIFICACIÓN DE CULTIVOS EN LOS SUELOS DEL MUNICIPIO FALCÓN DE LA
PENINSULA DE PAGUANA EN BASE A CRITERIOS DE SANILINIDAD Y FERTILIDAD
RESUMEN
x
Palabras clave: Fertilidad química; índice de fertilidad; salinidad del suelo; sistema de información
geográfico, geoestadistica; planificación agrícola.
xi
I. INTRODUCCIÓN
El crecimiento y desarrollo de las poblaciones rurales y urbanas en Venezuela han creado retos y
planificar y ordenar el uso de los espacios geográficos, optimizando el uso de los recursos naturales,
social, económico y ambiental. En tal sentido, en los actuales momentos, la agricultura venezolana
requiere de procesos productivos eficientes, los cuales resultan prioritarios para asegurar la
alimentación de la población, así como para lograr la conservación en el tiempo, de los recursos
Se plantea entonces, que una mejor comprensión del proceso de la producción agrícola aseguraría
una mayor eficiencia de esta, especialmente cuando se trata de los cultivos de secano, que
conllevan una alta carga de riesgos. De tal manera, que una de las formas de reducir los altos
distribución de los mismos en espacios geográficos en función de los recursos clima, suelo y agua
disponibles en esos espacios, con el fin de racionalizar su uso (Alva y Beraun, 2013).
ordenamiento del uso de la tierra (Jiménez, 2003), ya que es una herramienta que permite la
definición
Implica, además, una optimización del uso y asignación de los recursos naturales y socioeconómicos
(SEPSA 2002). En este sentido, resulta importante señalar que la delimitación de áreas homogéneas
1
de producción es una necesidad en la planificación de actividades de política, investigación y
actualmente se viene desarrollando una alta presión sobre los recursos naturales, producto de la
actividad agrícola tanto vegetal (producción de cucurbitáceas), como pecuaria con la cría de ganado
caprino bajo métodos extensivos, así como el libre pastoreo de ganado equino (burros), especie
introducida que se encuentra ampliamente diseminada por toda el área de la península; todo esto
generando una constante degradación del recurso suelo, agua y vegetación, dada la alta
En este mismo orden de ideas, es importante acotar que las áreas de suelo degradadas por
problemas de sales, acumulación de sodio, y baja fertilidad de los suelos, están ampliamente
distribuidas en el mundo; pero son de mayor importancia para el hombre, las ubicadas en las zonas
áridas y semiáridas que se han abierto a la agricultura intensiva (Torres et al., 2015).
Particularmente en la zona semiárida del estado Falcón, se ha observado en los últimos años un
inapropiados que han conllevado a desertificación, tal como lo señalan Muñoz et al. (2016) y
Mogollón et al. (2016a). Uno de los principales problemas es la salinización y sodificación de los
suelos, los cuales han sido ocasionados por agotamiento de los acuíferos y uso excesivo de
Existen estimaciones actuales que indican que cerca del 50% del total de suelos irrigados en el
mundo están afectados por la salinización y/o alcalinización, lo cual se asocia a baja productividad
de cultivos convencionales, por lo cual resulta imprescindible orientar los esfuerzos de investigación
para generar sistemas de producción con tecnologías agrícolas innovadoras, o bien desarrollar
2
recursos vegetales endémicos que posean alto potencial productivo, y que gracias a su capacidad
las áreas bajo actividad agrícola en zonas áridas y semiáridas a nivel mundial (Rueda-Puente et al.,
2009).
Resulta entonces importante, tener en cuenta que los suelos alcalinos (aquellos que tienen valores
de pH por encima de 7,5) son muy comunes en las regiones semiáridas de América Latina, y que los
mismos pueden ser naturalmente alcalinos por su génesis, o han sido alcalinizados por mal manejo
de enmiendas calcáreas, o por la irrigación con aguas alcalinas en zonas áridas (Shrivastava y
Kumar, 2015; Fernández et al., 2011). Cualquiera sea la causa, estos suelos poseen características
únicas que pueden limitar seriamente el crecimiento de los cultivos y requerir de un manejo especial
Con respecto a la fertilidad del suelo, es necesario acotar que la necesidad creciente de producir
hacia diversas regiones áridas y semiáridas en América Latina y el Caribe. En éstas, se requiere
(Loredo-Osti, 2005). Sin embargo, el conocimiento de las relaciones suelo-planta en estas áreas es
aún escaso, por lo que es preciso conocer la fertilidad de los suelos para establecer un manejo
racional de los fertilizantes, tanto desde el punto vista económico, como ambiental.
Surge entonces la premisa de que el uso racional de estos productos en zonas secas, permitiría
los mantos acuíferos y la salinización de los suelos, lo cual es una realidad existente en las zonas
3
agrícolas áridas que se desarrollan en la Península de Paraguaná, tal como ya ha sido evidenciado
en algunos reportes de la zona de estudio (Mogollón et al., 2017; Mogollón et al., 2015b; Mogollón et
al., 2014).
suelos de zonas áridas. En primer término, habría que mencionar que la vegetación rala y muy
de materia orgánica en esos suelos; la mayoría de los suelos de las zonas áridas y semiáridas
Por esta razón, el elemento que principalmente limita la productividad vegetal en zonas secas es el
nitrógeno (Walvoord et al., 2003). En estudios realizados en suelos con actividad agrícola en la
Península de Paraguaná, se ha mostrado que éstos poseen un alto contenido de cationes extraíbles
(Ca2+, Mg2+ y K+), pero el contenido de N disponible es muy bajo, mientras que los niveles de P
disponible van de medios a altos, particularmente en las áreas con mayor actividad agrícola (Penso,
2015). Sn embargo, habría que considerar que el fosforo puede ser fijado en los suelos alcalinos por
el calcio formando compuestos insolubles como el fosfato tricálcico [(PO 4)2Ca3] (Munera y Meza,
2014), lo cual podría inducir una baja disponibilidad de este nutriente para los cultivos desarrollados
Por otra parte, aunque los suelos ubicados en la Península de Paraguaná, en su mayoría son
calcáreos y ricos en Ca2+ y Mg2+ (Mogollón et al., 2015c), sin embargo, el pH elevado de estos suelos
podría limitar la disponibilidad de estos elementos para los cultivos, tal como ha sido señalado por
4
Endo et al. (2000b). Además, el contenido alto de Na + inhibe la absorción de Ca2+ por los cultivos
(Linares, 2015). Para recomendar y elaborar planes de fertilización, resulta entonces indispensable
conocer las concentraciones y formas en que se encuentran los nutrimentos en los suelos. Sin
embargo, en muchas zonas áridas y semiáridas incorporadas a la actividad agrícola, los estudios
que permitan un mejor manejo agronómico de los suelos son escasos y a una escala de trabajo de
salinidad del suelo; todo esto ha permitido avanzar en un procedimiento de análisis cuantitativo y
cualitativo acerca de cuáles son los aprovechamientos agrícolas potencialmente óptimos para una
como Base para la Planificación de la Gestión Ambiental”, desarrollado entre los años 2012 y 2014.
Precisamente, uno de los objetivos de esta investigación fue la determinación del estado de la
5
De tal manera, que la información de suelos levantada permitió construir una base de datos de
indicadores edáficos a una escala de trabajo aproximada a 1:25.000, lo que a su vez fue base para
acotar que estos mapas se constituyen en una herramienta base que sirve de apoyo en la
zonificación de suelos y cultivos y permiten una mejor toma de decisiones en el sector agrario
(Penso, 2015). Todo esto arrojó como resultado la evaluación y cuantificación de los procesos de
salinización y del estado de fertilidad de los suelos en esta zona de estudio, cuyo producto final fue
la zonificación agrícola de los principales cultivos desarrollados hasta ahora de manera empírica, así
nivel de sales en el suelo, así como la disponibilidad de nutrientes para estos cultivos potenciales.
La información edafológica hace posible no solamente una selección apropiada y precisa de los
cultivos, la adaptación de prácticas de manejo de acuerdo con las condiciones físico-químicas del
suelo y otras aplicaciones agrícolas, sino que además contribuye a lograr una mayor planificación
En este sentido, es importante considerar que la escala de trabajo utilizada (1:25.000) resulta una
herramienta sumamente importante en la planificación del uso de la tierra. En este orden de ideas,
INEGI (2005), señala que los mapas elaborados a escala de 1:50.000 y 1;25.000 son de gran
utilidad para determinar el uso que se dará a las tierras a nivel local, ya que proporcionan un alto
forma tal que la información representada a esta escala de trabajo resulta sumamente valiosa para
6
Este trabajo de investigación se circunscribe dentro del área estratégica de investigación
Ordenamiento Territorial, la cual está dirigida a concebir el elemento geográfico territorial y sus
recursos naturales. Y como sub-línea de investigación, tenemos a los sistemas de información para
cosechas y modelos agroclimáticos, tal cual como está concebido en el documento que recoge las
7
II. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN
potenciales de la zona, considerando criterios de fertilidad y salinidad del suelo; a partir del
Evaluar la salinidad del suelo a través de algunos parámetros químicos que permitan
establecer la distribución espacial de los tipos de suelos por salinidad en el municipio Falcón
de la península de Paraguaná.
8
III. REVISÓN DE LA LITERATURA
Zonificación:
homogéneas, de acuerdo al criterio que se utilice. Estos criterios pueden variar de acuerdo a los
Zonificación Agroecológica
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, 1997a), el
propósito de zonificar consiste en separar áreas con similares potencialidades y limitaciones para el
desarrollo. La zonificación agroecológica (ZAE) define zonas con base en combinaciones de suelo,
en los requerimientos climáticos y edáficos de los cultivos y en los sistemas de manejo bajo los que
se desarrollan.
Zonificación de cultivos:
La zonificación de cultivos consiste en definir zonas propicias para el desarrollo de uno o varios
cultivos específicos; también se puede entender como la búsqueda de cultivos para un área
9
La importancia de los estudios de zonificación de cultivos radica en que sientan las bases para la
elaboración de planes y proyectos de desarrollo agrícola, tanto a nivel nacional, estatal, regional,
municipal o un área específica. El inicio de una zonificación es el análisis económico y social de los
productos que son deficitarios, la balanza mercado del nacional, internacional y las expectativas de
exportación. Como resultado de este análisis de mercado, se puede elaborar litas de especies de
cultivos que presenten las mejores perspectivas económicas. Sin embargo, la primera interrogante
que se plantean los planificadores, es la localización es las áreas cuyas condiciones agroecológicas
sean adecuadas para establecer, expandir y tener éxito el cultivo de esas especies. Otro caso de
importancia puede ser que en un área específica se desee determinar cuáles son las especies de
cultivos que presenten las mejores perspectivas agroecológicas en función de los recursos
La zonificación de cultivos es una de las principales herramientas para disminuir los riesgos a los
que está sometida la agricultura. De acuerdo con Campos (2012), algunas de las aplicaciones de la
- Como estrategia para incrementar la producción agrícola a través del manejo de los cultivos
ya existentes.
- Ayuda a tomar decisiones, sobre el uso de los terrenos y la selección de tipos de cultivos.
Planificación Agrícola
La FAO (2003), define a la planificación agrícola como el proceso de distribución de usos de la tierra,
incluyendo sus recursos (tiempo, capital y trabajo), para lograr un beneficio máximo del grupo
usuarios, en corto, mediano, y largo plazo, sin degradación de la tierra. Cada individuo hace planes
para el futuro, pero dentro del contexto de la evaluación de tierras, se considera la planificación
principalmente para grupos de la sociedad, donde habitualmente los recursos son limitados.
Ordenamiento Territorial
ecológicas de toda la sociedad, que se llevan a cabo mediante determinaciones que orientan el
accionar de los agentes privados y públicos sobre el uso del suelo. El ordenamiento territorial es una
política pública, destinada a orientar el proceso de producción social del espacio mediante la
aplicación de medidas que tienen por finalidad la mejora de la calidad de vida de la población, a
11
Planificar es pensar antes de actuar. Es un proceso que permite reflexionar sobre lo que se quiere
lograr en el futuro y sobre las diversas formas que permitan conseguirlo; es decir, facilita la toma de
decisiones para alcanzar metas futuras. La planificación del desarrollo le permite a una sociedad
reflexionar sobre su bienestar, visualizar su futuro y actuar hasta alcanzar ese logro (SENPLADES,
2009).
“expresión espacial del estilo de desarrollo de una sociedad” (Gómez-Orea, 2007). En el marco de la
coherencia a las intervenciones en el territorio, tal como queda explicado por Martínez (2013), en la
Figura 1.
Figura 1.
Esquema de
complementariedad entre la planificación del desarrollo y el ordenamiento territorial (Martínez, 2013).
12
El proceso de ordenación del territorio y la vocación de uso agrícola de la tierra
Salas et al., (2008) señalan que existe una diversidad de concepciones sobre ordenación del
territorio, pero entre ellas es posible identificar como elementos coincidentes los términos: proceso
mejoramiento de la calidad de vida. En función de ello y a los efectos de este trabajo, se asumirá a la
territorio, teniendo como referencia el manejo sustentable de los recursos naturales y, como fin
Mapas de Suelo
Los mapas de suelos se pueden clasificar según sus objetivos y la escala de trabajo para establecer
tanto la finalidad del mapa final como la extensión a cartografiar, de acuerdo con un determinado
anterior, se pueden delinear: a) mapas básicos de suelos, los cuales no buscan objetivos específicos
de aplicación, pero que están adaptados a clasificaciones de suelos aceptadas por la comunidad
científica (por ejemplo, Soil Taxonomy); b) mapas de propiedades, los cuales son representaciones
de cualquier atributo o característica del suelo (físico, química, mineralógica, biológica, otra), y que
pueden estar conformados por un conjunto de isolíneas, y c) mapas temáticos de suelos, los cuales
son aplicados, frecuentemente extraídos a partir del mapa base, definidos a partir del grado de
idoneidad (capacidad de uso, aptitud para fines específicos, erosión, contaminación de suelos, entre
otros).
13
Escala del Mapa
Aun existe mucha divergencia para definir una escala pequeña, mediana y grande; sin embargo, se
puede expresar que los mapas a escalas pequeñas (1:5.000.000 a 1:250.000) son con fines de
países o regiones; son mapas síntesis, con baja densidad de observaciones, con unidades
cartográficas complejas y clases taxonómicas de máximo nivel (por ejemplo, orden de suelo, según
Los mapas de suelo a escala mediana (1:100.000 a 1:50.000) son para levantamientos
semidetallados, con baja o media densidad de observaciones. Aportan importantes datos sobre los
suelos y sus factores formadores. Las unidades cartográficas están constituidas por clases
taxonómicas de 2do y 3er nivel (por ejemplo, Subórdenes, Grandes Grupos y Subgrupos de suelos,
según Soil Taxonomy). Sirven de base para elaborar otros mapas interpretativos (de propiedades y
Los mapas de suelo a escala grande (1:25000 a 1:10000) son utilizados en levantamientos
detallados, a nivel de finca, con alta densidad de observaciones, y constantes controles de campo.
Las clases taxonómicas son de nivel categórico bajo (por ejemplo, Subgrupos, Familias y Series,
14
Los SIG son sistemas automatizados con procedimientos diseñados para realizar la obtención, el
Muchas definiciones de los SIG, han sido propuestas en la literatura dependiendo de las disciplinas
de aplicación. Un tema común en todas las definiciones considera a los SIG como un conjunto de
herramientas que permite reunir, introducir, almacenar, analizar, recuperar, transformar y cartografiar
datos espaciales sobre el mundo real para un conjunto particular de objetivos, que además
contienen una base de datos especializada, caracterizada por su capacidad de manejo de datos
información mediante un ordenador, lo que permite la representación gráfica de una gran variedad
Para Gaspari et al. (2009), los SIG son definidos como un conjunto de herramientas informáticas que
operador. Este procedimiento permite almacenar, desplegar, consultar, analizar y modelar datos
geoespaciales, de tal manera que sirvan como información base para la toma de decisiones en
diversos temas, como por ejemplo la definición de la morfometría de una cuenca hidrográfica, hasta
su ordenamiento territorial.
15
Díaz et al. (2008) definen los SIG como una integración organizada de hardware, software, datos
geográficos y personal, diseñado para capturar, almacenar, manipular, analizar y desplegar en todas
sus formas la información geográficamente referenciada; algunos pueden incluir módulos para
elementos que interactúan entre sí, formando una herramienta poderosa que permite la recolección,
alfanumérica diseñada para trabajar con información georreferenciada a diferentes escalas, logrando
la integración temática de la información tratada con una adecuada coordinación entre los métodos
La salinidad del suelo se refiere al contenido de las sales solubles en el suelo. Las sales son
normalmente mezclas de cloruros, sulfatos, bicarbonatos, y algunas raras veces, nitratos y boratos,
provocar daños y/o deprimir los rendimientos, se dice que este suelo está afectado por salinidad
(Jaramillo, 2002).
La salinidad es uno de los problemas ambientales más antiguos de la humanidad que limita la
distribución de las plantas en la naturaleza y la productividad de los cultivos (Gupta y Sharma, 1990) .
Las plantas sometidas a salinización son afectadas desde la germinación hasta estados más
16
avanzados del desarrollo. En el caso de la semilla se reduce la velocidad de imbibición de la semilla
osmótico. Los procesos de división y alargamiento celular también pueden presentar alteraciones,
así como la movilización de las reservas indispensables para que ocurra el proceso germinativo
Consecuentemente, estos nutrientes precipitan como sales u otros compuestos sólidos que las
plantas no puedan utilizar. Por ejemplo, la solubilidad del hierro a pH 4,0 es 100 ppm pero si el pH
aumentara a 6,0, la solubilidad cae a 0,01 ppm. A valores de pH por encima de 7,5, la cantidad de
hierro en la solución es tan baja que no es posible sostener un crecimiento saludable (López et al.,
2003). El hierro no es el único nutriente que presenta baja disponibilidad para las plantas ante un
alto pH en la solución de suelo; el mismo problema también ocurre con el fósforo, el manganeso, el
zinc, el cobre y el boro. Muchos suelos alcalinos también contienen bajas cantidades de magnesio.
Los niveles del calcio de estos suelos son con frecuencia muy altos y éste puede reducir la
absorción del potasio y del magnesio, inclusive cuando hay suficiente cantidad en el suelo (Villarreal
et al., 2012).
Según el IGAC (2006), la fertilidad es la cualidad que permite a un suelo proporcionar los
las plantas específicas, cuando otros factores son favorables como luz, agua, temperatura, etc.
Por otra parte, Chirinos et al. (2005), señalan que la fertilidad del suelo manifiesta tres propiedades
17
a) Aptitud que tiene el suelo para el desarrollo de los cultivos o de las plantas.
En este mismo orden de ideas, Serrano et al. (2005), manifiestan que un buen diagnóstico de la
fertilidad, dentro de los primeros 50 cm del suelo, puede conseguirse interpretando conjuntamente
los parámetros que informan sobre los distintos ámbitos, considerando importantes los siguientes:
pH, capacidad de intercambio catiónico, bases totales, saturación de bases, saturación por aluminio,
conceptos puesto que dependen de muchas variables que no dependen en cierto modo de una
fertilidad natural.
Entre ellos podemos enmarcar factores: Físicos (textura, estructura, porosidad, aireación), Químicos
(contenido de nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, materia orgánica, pH) y Biológicos
(actividad de los microorganismos del suelo, biomasa microbiana) así como también el clima, y la
18
La definición común de suelo fértil plantea que es aquel que tiene la capacidad de suministrar los
definición anterior excluye otras propiedades que influyen, en gran medida, en el crecimiento y
desarrollo de las plantas, por lo que muchos autores la consideran incompleta o limitada. Por
ejemplo, Etchevers (1999) planteó que la fertilidad del suelo es un concepto mucho más abarcador,
Los tres atributos tienen una estrecha relación entre sí y participan de manera activa en la
producción y la estabilidad de los agroecosistemas. Por ejemplo, los macroinvertebrados del suelo
suelo (Bautista et al, 2004); y los microorganismos, como las bacterias, los hongos y los protozoos,
los cuales pueden denominarse ingenieros químicos del suelo, son los responsables de la
descomposición de la materia orgánica y de hacer disponibles los nutrientes para las plantas, los
animales y los humanos; además tienen gran importancia en la formación del humus (Turbé et al.,
2010).
expresados en moles por litro (Navarro y Navarro, 2003). El balance ácido-base viene determinado
por el pH en el suelo, oscilando entre muy ácido (pH = 3) y fuertemente alcalino (pH = 8). Cualquier
suelo con pH por encima de 7,5 (límite superior de neutralidad) se considera básico, y aquellos con
pH inferior a 6,5 (límite inferior de neutralidad), se consideran ácidos. Muchos suelos incrementan su
acidez por un proceso natural de acidificación, como resultado de la pérdida de bases por lavado o
por la absorción de iones nutrientes por las plantas, y también por la producción de ácidos orgánicos
19
El efecto de la variable pH sobre el desarrollo de los cultivos, generalmente, es indirecto a través de
la disponibilidad de nutrientes, que llega a ser impedida para pH muy ácido o muy básico. El rango
de pH entre ligeramente ácido y ligeramente alcalino (6,4 a 7,6) se considera óptimo para la
disponibilidad de nutrientes para la mayoría de las plantas sobre todo P. Las bacterias del suelo, en
general, son negativamente afectadas por un pH bajo. Los problemas de acidez y alcalinidad son
más difíciles de corregir en los suelos con contenido alto de arcilla y elevada capacidad de
Área de Estudio
El estudio se realizó en el municipio Falcón que se ubica al norte del estado, específicamente al
norte de la Península de Paraguaná (Figura 2); se localiza entre las coordenadas geográficas 11º 31’
11’’ y 12º 12’31’’ de latitud norte y los 69º 40’ 52’’ y 70º 15’ 29’’ de longitud oeste. Tiene límite por el
Norte con el Mar Caribe; por el Sur con los municipios Carirubana, Miranda y el Golfete de Coro, por
el Este con el Mar Caribe y por el Oeste con los municipios Los Taques, Carirubana y el Golfete de
Coro. Se divide en 9 parroquias: Pueblo Nuevo, Adícora, Baraived, Buena Vista, Jadacaquiva,
Moruy, Adaure, El Hato y El Vínculo, siendo la capital del municipio Pueblo Nuevo.
20
Figura 2.
Superficie: De acuerdo con el Instituto Geográfico de Venezuela Simón Bolívar (IGVSB, 2013), la
superficie del municipio Falcón es de 1.763,97 km 2, lo cual representa el 6,35% del total del estado
Clima: Según Matteucci y Colma (1986), la temperatura media anual es de 27,5 ºC, con una
precipitación promedio de 443 mm anuales; y un patrón de distribución unimodal (Figura 3). El clima
es semiárido con un solo periodo lluvioso que va de octubre a diciembre, donde precipita el 60,2%
del total anual; noviembre es el mes con el máximo módulo mensual (23% del total anual de
precipitación).
21
100
90
80
70
Precipitación (mm)
60
Máx-
50
ima
40 Media
30 Mínima
20
10
0
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Set Oct Nov Dic
Meses
por la forma de vida dominante: arbustal, matorral (árboles de altura inferior a 5m), cardonal, bosque
(dominados por árboles de más de 5 m) de uno o dos estratos. Aún dentro de un mismo grupo, la
(Matteucci et al., 1999). Y la zona de vida corresponde a monte espinoso tropical (Me -T). Para el
caso particular del municipio Falcón, predominan las comunidades de cardonales y arbustales hacia
la zona noroccidental del municipio, mientras que la parte centro-oriental está dominada por
Suelos: Los suelos que predominan en la Península de Paraguaná corresponden a los órdenes
Entisoles y Aridisoles, siendo los subórdenes más importantes, Orthents, Orthids, Torriorthents,
22
Schargel (2011) hace una descripción bastante general de los principales tipos de suelo encontrados
en la Península de Paraguaná. Señala que, por las condiciones climáticas reinantes en la zona, son
extensas las áreas ocupadas por Aridisoles, incluyendo suelos poco profundos sobre lomeríos y
profundos en las planicies y valles. Estos suelos frecuentemente se encuentran afectados por
Figura 4. Comunidades
aluviales, profundos en los valles. Menos comunes son los Vertisoles. En los sectores más húmedos
litorales y Entisoles anegados con sulfuros de hierro a poca profundidad en los manglares.
Díaz (2001), agrega que en la Península de Paraguaná los suelos son en su mayoría pesados,
23
(1997), además indican que en algunas áreas los suelos son de poca profundidad, pedregosos y
Relieve:
La Península de Paraguaná presenta una franja costera con un relieve casi plano con altitudes bajas
que van hasta los 23 m.s.n.m. Para el caso del municipio Falcón, este presenta un relieve más
irregular, con altitudes que van de los 23 a los 100 m.s.n.m. Presenta un paisaje acolinado, siendo el
litoral sur-occidental el más accidentado. Desde la población de Santa Ana al sur, hasta la población
de El Vínculo al norte, se extiende un paisaje acolinado que supera los 100 m.s.n.m., cuya mayor
altitud la registra el Cerro Santa Ana con unos 839 m.s.n.m. Todo esto se puede visualizar en la
Figura 5.
24
La selección del municipio Falcón como área de estudio, radica en el hecho de que en este
Paraguaná, tal cual como fue reseñado por Rivas et al. (2015), quienes señalan que la misma tiene
una superficie de 708,4 km 2, de las cuales un 87,5% se ubica en el municipio Falcón, y el 12,5%
restante en el municipio Carirubana (Figura 6). La delimitación de dicha área se realizó a partir de
una clasificación
supervisada haciendo
uso de un mosaico
imágenes
multiespectrales con resolución de 15 m tomadas por el satélite Spot 4 en el año 2009. Las mismas
25
Figura 5. Hipsometría de la Península de Paraguaná.
Muestreo de Suelos
26
Se planificó un muestreo de suelos sistemático con una intensidad de una muestra cada 1,4 km de
distancia, en función de una retícula virtual. Para ello, se colectaron en total 360 muestras de suelo a
una profundidad de 0-25 cm, en todo el municipio Falcón de la Península de Paraguaná. Este
muestreo
fue diseñado en
de
Paraguaná como Base Para la Planificación de la Gestión Ambiental” (Mogollón et al., 2015a), y del
cual esta propuesta formó parte como un proyecto derivado luego de la ejecución del mismo (2012-
del Complejo Académico Ing. José R. Bastidas. La distribución de los sitios de muestreo se muestra
en la Figura 7.
27
Figura 6. Área de producción de cultivos de la Península de Paraguaná (Fuente: Rivas et al., 2015).
Uso de la Tierra
En la Península de Paraguaná se han identificado seis (06) principales tipos de uso de la tierra, de
las cuales la vegetación natural representó el 76,65 % del área total de la Península, seguida de un
12,36 % que se encontró bajo condición de áreas descubiertas. Las áreas inundables y artificiales
ocuparon 4,83 % y 3,20 % del territorio, respectivamente, seguida de las áreas cultivadas con 2,87
Municipio Falcón, ocupando un total de 619,85 km 2 que corresponde a un 23% del total de la
corresponden a los siguientes: melón (Cucumis melo); sábila (Aloe vera); maíz (Zea mays)
28
Figura 7. Distribución de los sitios de muestreo en el municipio Falcón de la Península de
Paraguaná, estado Falcón.
Se evaluó la salinidad del suelo a partir de tres indicadores: pH del suelo, conductividad eléctrica, y
la determinacion de bases cambiables (Ca, Mg, Na y K) que permitieron a su vez la estimación del
porcentaje de sodio intercambiable (PSI), los cuales son los parámetros comunmente utilizados para
calomel, en una relación suelo:agua de 1:2 (Bates, 1973). La conductividad eléctrica se determinó
usando el método del conductímetro, en la misma relación suelo:agua de 1:2 (Dellavalle, 1992). Las
bases cambiables fueron determinadas por el método descrito por Thomas (1982), que se basa en
una extracción con acetato de amonio 1N a pH 7, y posterior determinación de los cationes sodio
(Na+) y potasio (K+) por fotometría de llama. Los cationes calcio (Ca 2+) y magnesio (Mg2+) se midieron
Una vez que se han determinado los valores de la CE para cada muestra de suelo, y los cationes
siguiente fórmula matemática: PSI = [Na +]/Σ(Ca2+, Mg2+ K+, Na+) *100.
Posteriormente, se realizó la clasificación del tipo de suelo por salinidad y/o sodicidad a partir de la
información presentada por Fuentes-Yagüe (1999), donde se plantean cuatro clases de suelo: a)
29
suelos no salinos con CE ≤ 0,8 dS/m y PSI < 15%; b) suelos salinos con CE > 0,8 dS/m y PSI <
15%; c) suelos salino-sódicos con CE > 0,8 dS/m y PSI > 15%; y d) suelos sódicos, donde la CE <
0,8 dS/m y PSI > 15%. Esta clasificación es para suelos en una dilución suelo/agua de 1:2.
Se determinó la fertilidad quimica del suelo con seis indicadores: nitrógeno amoniacal (µg g -1),
fósforo disponible (mg kg-1), potasio intercambible (cmol kg -1), calcio intercambiable (cmol kg -1),
magnesio intercambiable (cmol kg-1). Además fue consierado el pH del suelo, en vista de que existe
una alta correlación entre esta variable y la disponibilidad de nutrientes y los cationes cambiables del
El NH4+ intercambiable se estimó mediante una extracción previa con KCl 1M y una posterior
Fósforo Disponible:
El fósforo disponible (P disp) fue extraído por el método de Olsen, mediante una solución de
Los cationes cambiables del suelo fueron extraídos con acetato de amonio 1N a pH 7, según el
método descrito por Thomas (1982). Posteriormente, se determinó el catión potasio (K +) por
30
fotometría de llama, mientras que los cationes calcio (Ca 2+) y magnesio (Mg2+) fueron determinados
en el extracto por el método complexométrico (Abadía et al., 1981). Para la determinación del Ca y
Mg en el extracto de suelo se efectúo una valoración con EDTA, en medio tamponado, usando negro
pH del suelo:
Densidad Aparente:
Fue determinada a partir del método de Uhland tomando muestras no disturbadas en el campo, a la
profundidad de 25 cm, según la metodología propuesta por Blake y Hartge (1986). Esta variable
permitió convertir las unidades de concentración (µg g -1, mg kg-1, cmol kg-1) de los diferentes
Esta fase tuvo como fin la determinación de regiones calificadas cualitativamente, con base a tablas
guías, determinadas por rangos cuantitativos, sobre los niveles altos, moderados o deficientes en los
suelos para cada variable química (Dalence, 2003). En base a esto se construyó la Tabla 1 que
Para la elaboración de los mapas temáticos asociados a cada uno de los indicadores de suelos, se
método de interpolación cokriging, que consiste en hacer la predicción espacial de una variable con
31
Tabla 1. Valores referenciales de los niveles de nitrógeno amoniacal (N-NH 4+; µg g-1), fósforo
disponible (P2O5; mg kg-1), potasio (K), calcio (Ca) y magnesio (Mg) cambiable (cmol kg -1) para los
suelos evaluados. (Los valores en kg/ha o tn/ha fueron calculados en base a una profundidad de 0-
25 cm y densidad aparente de 1,50 tn m 3, como valores promedio para los suelos muestreados en
este estudio)
Nutrientes evaluados
(µg g-1) (kg ha-1) (mg kg-1) (kg ha-1) (cmol kg-1) (kg ha-1) (cmol kg-1) (tn ha-1) (cmol kg-1) (tn ha-1)
Nivel
Bajo < 27 < 100 <5 < 43 < 0,16 < 281 <5 < 3,75 <1 < 0,45
Medio 27 -41 100 – 150 5 - 15 43 - 129 0,16-0,38 281 - 667 5 – 10 3,75 – 7,50 1–3 0,45 – 1,35
Alto > 41 > 150 > 15 > 129 > 0,38 > 667 > 10 > 7,50 >3 > 1,35
En este caso, el cokriging permitió gracias a la correlación de las variables (interés y auxiliares)
interpolación kriging. Para cuantificar el grado y escala de variación espacial se utilizaron diversos
modelos teóricos, que para cada caso fueron seleccionados a partir de una validación cruzada
(Gallardo, 2006), la cual compara el valor real medido con uno estimado en el mismo punto, es decir
Se consideró como el modelo de mejor ajuste, al variograma teórico cuya media de los residuos
fuese más cercana a cero. Se utilizó para ello la herramienta de análisis geoestadístico del software
ArcMap 10, el cual permitió el ajuste automatizado de diferentes modelos teóricos de semivarianza.
Para calcular el índice de fertilidad quimico del suelo (IFQS) se aplicó la media geométrica
ingresando los índices de calidad de cada uno de los indicadores de fertilidad mencionados
32
anteriormente, a partir de una modificación de la metodología propuesta inicialmente por Kosmas et
IFQS = (N * P * K * Ca * Mg * pH*)1/6
Luego se elaboró a partir del rango de valores obtenidos del IFQS, la valoración integral de la
Este mapa fue diseñado a partir del mapa de salinidad elaborado previamente. Para ello se utilizaron
las herramientas de análisis espacial del Sistema de Información Geográfica. Específicamente las
herramientas de consulta, mediante las cuales se dieron instrucciones al programa para que
delimitara polígonos con limitaciones según la tolerancia de los cultivos que tradicionalmente se
establecen en la zona (melón, sábila, maíz). Adicionalmente, se identificaron las áreas potenciales
V. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados se presentan en dos partes o etapas; primeramente, los asociados a los indicadores
de salinidad del suelo, así como la delimitación de las áreas de distribución potencial de los
el suelo. Y, en segundo término, los referidos al nivel de fertilidad del suelo y la zonificación de los
pH del suelo
33
En los suelos el pH es una propiedad química de mucha importancia porque indica que tan ácida o
alcalina es la solución del suelo, que es donde las raíces y los microorganismos del suelo toman sus
nutrientes (Osorio, 2012). Se trata de un indicador de las condiciones generales de salinidad del
suelo (Porta et al., 2003). En la Figura 8 se muestra el mapa del pH para los suelos del municipio
Falcón de la Península de Paraguaná. En la Tabla 2 se presentan las áreas con los diferentes
superficie de suelos del municipio son de tipo alcalinos; un área apreciable de 85.490 hectáreas, que
representan un 48,49% del área total son suelos neutros y solo un pequeño 0,17% de los suelos son
ácidos. Es importante acotar que gran parte de los suelos neutros están enmarcados dentro de la
Considerando el pH como un indicador de la salinización del suelo, podría indicarse que un 50% del
importante considerar que una porción de la superficie, específicamente la ubicada en el eje Buena
Vista-Pueblo Nuevo (Figura 8), presenta condiciones de alcalinidad lo cual se podría relacionar a las
actividades asociadas con el uso agrícola, tales como el monocultivo, uso excesivo de fertilizantes,
el riego y sobreexplotación de los acuíferos, lo cual ha sido señalado con anterioridad por Fernández
34
Figura 8. Distribución espacial del pH en los suelos del municipio Falcón de la Península de
Paraguaná.
Superficie Falcón.
pH del Suelo % de la superficie
(ha)
Ácido 285 0,17
El uso de fertilizantes inorgánicos, aun cuando es esencial en la agricultura moderna para el logro de
un alto rendimiento de los cultivos, puede convertirse, dependiendo de las cantidades y el sistema
tasas de aplicación de fertilizante causan poco o ningún daño al ambiente ya que los nutrientes son
utilizados por las plantas. Sin embargo, cantidades excesivas que superan las necesidades de las
electricidad, la cual está en relación directa con su contenido de sales (Jaramillo, 2002). Según
García y Correa (2010) la salinidad, en algunas de sus manifestaciones ha sido la causa, en mayor o
35
menor grado, de la reducción de la capacidad productiva de los suelos en muchas regiones del
mal drenaje (Nabi, 1995). Fuentes-Yagüe (1999) y Rueda-Puente et al. (2009) señalan que cuando
los valores de CE están por encima de 0,8 dS/m para una relación suelo:agua de 1:2, se considera
La distribución espacial de la salinidad del suelo se presenta en la Figura 9. Se observa que los
suelos no salinos se ubican como una franja en la zona Norte de la Península de Paraguaná. Cabe
mencionar que esta zona posee poca actividad agrícola. Los suelos ligeramente salinos se
36
En la Tabla 3 se observan las áreas de suelo correspondientes a diferentes clases de salinidad en
función de la CE del suelo. Los suelos no salinos en el municipio Falcón están representados en un
18% del total de la superficie. Los suelos ligeramente salinos y salinos cubren aproximadamente un
suelos fuertemente
salinos,
aproximadamente 1% de la superficie, estando asociados estos últimos a las áreas cubiertas por
salinas naturales en la Península. Un aspecto importante a destacar con respecto a los suelos
salinos, es que una parte importante de las áreas ubicadas hacia el sector Pueblo Nuevo se
37
Figura 9. Distribución espacial de la conductividad eléctrica (CE) en los suelos del municipio Falcón
de la Península de Paraguaná.
Superficie
CE (dS/m) del Suelo % de la superficie
(ha)
No salino 32.421 18,38
Los suelos salinos presentan dos patrones de distribución bien diferenciados; una parte se ubica
hacia la zona costera oriental, por lo cual la salinidad estaría asociada a condiciones naturales por la
cercanía a la costa; y otro grupo de suelos se ubica hacia la zona de máxima actividad agrícola que
corresponde al sector de Pueblo Nuevo, por lo que la salinidad estaría asociada a la actividad
En la zona semiárida del estado Falcón, se ha observado en los últimos años un proceso de
(Mogollón et al., 2014; Rodríguez et al., 2009). Adicionalmente, en las condiciones agroclimáticas
degradación de tierras se hacen más intensos y en muchos casos son acelerados por la introducción
de sistemas de riego localizado de alta frecuencia, que mantienen la solución edáfica diluida,
permitiendo así obtener altas producciones aunque sin eliminar las sales o el sodio del suelo y
llevando así a una salinización oculta a mediano o largo plazo (Zamora et al., 2008).
38
Los rendimientos de los cultivos, principalmente el melón con fines de exportación, permitieron un
incremento de la actividad agrícola en la Península de Paraguaná en las décadas de los 80' y 90' del
siglo pasado (Jiménez, 2015). El aumento de la superficie agrícola bajo riego y la escasez del
recurso hídrico forzó la adopción de tecnologías de riego más eficientes, tales como la de goteo,
pero el agua disponible, además de ser escasa es salina, lo que aumenta los riesgos de afectación
En la Figura 10 se muestra el mapa de PSI elaborado para los suelos del municipio Falcón de la
Península de Paraguaná. El mapa fue realizado con los valores de los cationes cambiables (Ca 2+,
Mg2+, K+ y Na+) que permitieron el cálculo del PSI a partir de la fórmula: PSI = [Na +]/[Ca2+ + Mg2+ + K+
+ Na+]* 100.
cationes adsorbidos. Se considera que un suelo puede sufrir problemas de sodificación y dispersión
39
Figura 10. Distribución espacial del porcentaje de sodio intercambiable (PSI) en los suelos del
municipio Falcón de la Península de Paraguaná.
afectados por sodio, en función del PSI del suelo. Los suelos no sódicos en el municipio Falcón
están representados en un 94% del total de la superficie. Los suelos ligeramente sódicos cubren
estando asociados estos últimos a las áreas bajo uso agrícola del sector Pueblo Nuevo.
El problema de sodificación de los suelos podría estar asociado a la utilización de aguas de mala
calidad, con altos contenidos de sales sódicas, lo cual ha sido reportado por Chirinos y Mogollón
(2017), en un estudio realizado en la Parroquia Pueblo Nuevo del municipio Falcón. En ese trabajo,
se encontró que el clima semiárido, las condiciones de mal drenaje, la topografía de la región, el uso
de agroquímicos, la sobreexplotación de los acuíferos, son algunos factores que pueden estar
consecuentemente en la calidad de las aguas presentes en el área de estudio. Además, los autores
encontraron evidencias en el descenso de los niveles de agua en los pozos, lo que demuestra la
disminución de la recarga del acuífero producto del excesivo bombeo en la zona de estudio. La
mayoría de los criterios de evaluación de calidad de agua para riego, utilizados coinciden en que, por
en el municipio Falcón de la Península de Paraguaná. Este mapa fue elaborado a partir del cruce de
Figura 11. Clasificación de salinidad-sodicidad de los suelos del municipio Falcón de la Península de
Paraguaná.
41
En la Tabla 5 se observa las áreas con las diferentes clases de suelos afectados por salinidad y
sodicidad en el Municipio Falcón. Los suelos no salinos se ubican hacia la parte norcentral del
La mayor proporción del área municipal la ocupan los suelos salinos con un 81,04 %; y los suelos
hacia el sector Pueblo Nuevo, por lo que podría inferirse que esta tipo de degradación química
estaría fuertemente relacionado al uso predominante de la tierra en esas zonas, con una actividad
agrícola altamente intensiva, con uso de fertilizantes químicos, riego con aguas de mala calidad, lo
que estaría generando la degradación de estos suelos. Los suelos sódicos apenas ocupan un
0,082% del territorio, y de igual manera están ubicados hacia las zonas de mayor actividad agrícola.
Superficie
Clasificación . % de la superficie
(ha)
No salino 32.105 18,20
Los suelos salino-sódicos, presentan un exceso de sales solubles principalmente de tipo sódicas. Es
importante resaltar, que desde el punto de vista agrícola presentan un problema que requiere de
medidas especiales y prácticas de manejo adecuadas, ya que en los suelos salino-sódicos se altera
42
En principio se puede pensar que dado a que los suelos salino-sódicos tienen muchas sales
disueltas como los suelos salinos, y alto porcentaje de sodio adsorbido como los suelos sódicos, los
efectos serán la suma de los efectos de los suelos salinos y los sódicos. Efectivamente, al igual que
los suelos salinos, los rendimientos de los cultivos se ven reducidos por el efecto osmótico de las
sales disueltas; y así mismo como ocurre con los suelos sódicos, presentan problemas de toxicidad
Sin embargo, los suelos salino-sódicos pueden mantener su estructura cuando el efecto dispersante
es contrarrestado por el efecto floculante de las sales disueltas; naturalmente esto depende de la
concentración de sales, del PSI y de los demás factores que intervienen en la dispersión de las
La mayor parte de los suelos ubicados en el municipio Falcón son salinos, lo cual está fuertemente
asociado a las condiciones climáticas de la zona y/o a la actividad antrópica. En estos suelos pueden
predominar dos tipos de cationes en el complejo de cambio, el calcio (Ca 2+) o el sodio (Na+). Si el
catión predominante es el Ca 2+, y las sales solubles son muy abundantes en el suelo, es probable
que el perfil se encuentre muy poco diferenciado, pero su estructura tiende a ser estable, como
resultado de la acción floculante del Ca 2+, por lo que la alta presión osmótica de la solución del suelo
es la responsable de la baja productividad. A estos suelos se les denomina suelos salinos, y están
ampliamente confinados a zonas climáticas áridas y semiáridas y regiones costeras en todos los
Sin embargo, cuando el Na+ es el catión dominante se produce la dispersión de las arcillas, lo que
lleva a una destrucción de la estructura. Además de que la hidrólisis de las arcillas sódicas, conduce
a la alcalinización del perfil, y estas provocan una intensa alteración mineral, reflejándose en un perfil
salinidad
significativamente reducida cuando se cultivan en suelos salinos (Casierra y Rodríguez, 2006). Sin
embargo, existen algunas especies cultivables que presentan mecanismos asociados a la tolerancia
de sales en el suelo. Se define la tolerancia a la salinidad como la capacidad que tiene el cultivo para
soportar la salinidad del suelo sin experimentar efectos perjudiciales en su desarrollo y/o producción.
Las plantas desarrollan diversas estrategias para ser más tolerantes a la salinidad. Por ejemplo,
compatibles como la prolina, la glicina-betaína, y otros azúcares (Ashraf et al., 2008). Otra estrategia
seguida por las plantas es la acumulación de las sales en las vacuolas celulares, controlando de
esta forma la concentración de sales en el citosol y manteniendo en las células una relación
para ello diversas especies con mecanismos diferentes de tolerancia a las sales en el suelo. En base
a una revisión bibliográfica se elaboró una tabla referencial (Tabla 6), tomando en cuenta los rubros
las sales.
que refleja las áreas potenciales para el desarrollo de los cultivos tradicionales en la zona,
considerando la salinidad del suelo (CE) como el principal restrictor para el establecimiento de los
mismos, y la tolerancia de estos cultivos a la salinidad presente en el suelo, con el fin de obtener los
44
máximos rendimientos de cada cultivo propuesto.Tabla 6. Tolerancia de algunos rubros tradicionales
* Valor de CE (1:2) a partir del cual se reduce significativamente el rendimiento del cultivo.
Figura 12. Distribución potencial de los principales cultivos del municipio Falcón de la Península de
Paraguaná en función de la tolerancia a la salinidad.
En la Tabla 7 se observan las áreas potenciales para el cultivo de los rubros seleccionados en
función de los valores de salinidad del suelo. La cebolla (Allium cepa), es uno de los rubros agrícolas
45
de cierta importancia en la Península de Paraguaná. Sin embargo, este cultivo ha sido clasificado
como muy sensible a las sales. Se considera que la cebolla muestra un comportamiento sensible
ante la salinidad, dado que se ha estimado como umbral de tolerancia a las sales aproximadamente
0,48 dS m-1, es decir que, con valores superiores a esta CE, el cultivo presenta una reducción en el
rendimiento de 16% respecto al obtenido en condiciones no salinas (García, 2012). En este sentido,
El melón (Cucumis melo) es una planta de tolerancia moderada a la salinidad tanto del suelo (CE de
0,88 dS m-1) como del agua de riego (CE de 1,5 dS m -1). Es importante destacar que cada
incremento en una unidad sobre la conductividad del suelo dada, supone una reducción de 7,5% de
la producción (Soto et al., 1995). Para el caso del tomate (Lycopersicum esculentum), cuando se
cultiva en suelos salinos no se encuentra ajeno a una disminución de los rendimientos, puesto que
es medianamente sensible a las sales, y presenta un umbral respecto al contenido total de sales,
cuantificadas en una relación 1:2 y expresadas como conductividad eléctrica (CE) de 1,0 dS m -1
(Chinnusamy et al., 2005). Las áreas óptimas para el establecimiento de estos dos rubros agrícolas
representan aproximadamente un 25% del territorio del municipio Falcón, es decir, unas 43.340
hectáreas del municipio. Sin embargo, esta superficie queda reducida a unas 8.000 hectáreas (4%
del municipio), considerando otros factores de producción asociados a la vocación agrícola de las
Superficie
Rubro o cultivo . % de la superficie
(ha)
Cebolla 8.751 4,96
como consecuencia del aumento de la salinidad del suelo es la siguiente: 0% para una conductividad
eléctrica de 1,7 dS m-1; 10% para 2,5 dS m-1, 25% para 3,8 dS m-1; 50% para 5,9 dS m-1 y 100% para
tolerante a la salinidad del suelo, y la disminución del rendimiento debida a la salinidad del suelo
bajo riego, es: 0% para una CE de 4 dS/m; 10% para 5,1 dS/m; 25% para 7,2 dS/m; 50% para 11
dS/m y 100% para 18 dS/m (Benacchio, 1982). La superficie de siembra potencial para maíz y sorgo
en el municipio Falcón está representada por un 67% del territorio, lo cual equivale a unas 118.700
hectáreas de superficie.
La sábila (Aloe vera) es una planta que presenta una buena tolerancia a la salinidad. Para que exista
un problema de afectación de los rendimientos de este cultivo, el suelo debería tener una cantidad
de sales solubles que se sitúe entre 8 y 10 dS m -1 (García et al., 2014). Los suelos con mayores
marginales para el desarrollo de la actividad agrícola vegetal, están representados por unos 56 km 2
(5.600 Has), lo que corresponde a un 3,16% del territorio. Estos serían los suelos idóneos para el
cultivo de sábila bajo las condiciones de bajos insumos que se practica en la Península de
La tolerancia a la salinidad por parte de un cultivo, puede ser valorada de acuerdo a tres criterios: la
habilidad de la planta a sobrevivir en suelos salinos, el rendimiento del cultivo en estos suelos y el
rendimiento relativo del cultivo en un suelo salino en comparación con aquel en un suelo no-salino,
47
bajo similares condiciones de cultivo. Comúnmente, los estudios realizados se basan en el primer
criterio, aunque se considera que su valor es limitado en la agricultura bajo riego. El segundo criterio
es, quizás, el de mayor valor agronómico; mientras el tercero, se usa frecuentemente como base de
rubros agrícolas tradicionales en el área de influencia del Municipio Falcón, en función de los niveles
de sales presentes en el suelo, y de la tolerancia a las sales de los cultivos, propiciando el desarrollo
exitoso de los mismos. Los estudios de suelos pueden usarse para determinar la adaptabilidad de
tierras nuevas para la colonización, o para proyectos de irrigación y drenaje, a objeto de prevenir
Estos levantamientos suministran la información básica necesaria para los planes reguladores del
uso de la tierra. En este sentido, se plantea que la información edafológica hace posible no
solamente una selección sabia de los cultivos, la adaptación de prácticas de manejo de acuerdo con
las condiciones físico-químicas del suelo y otras aplicaciones agrícolas, sino que también contribuye
En la Tabla 8 se presenta para cada variable experimental asociada a la fertilidad del suelo, el
modelo de mejor ajuste a partir de los resultados de la varianza cruzada, la cual compara el valor
real medido con uno medido en el mismo punto, calculando el error (ε) de estimación (residuo),
ε = Z0a – Za
48
Donde Z0a es el valor estimado en el punto a, mientras que Z a es el valor medido en el mismo punto.
El variograma teórico cuya media de los residuos sea más cercana a cero, se considera como el
puede observar que el nitrógeno es un elemento que se encuentra en muy bajos niveles en los
suelos del municipio Falcón. De esta manera, se considera que es un elemento limitante para los
49
Figura
13.
Distribución espacial del nitrógeno amoniacal disponible (Nd) en los suelos del municipio Falcón.
En la Tabla 9 se presentan las áreas con los diferentes niveles de nitrógeno disponible en el suelo.
En un área de 172.668 hectáreas que representan el 97,94% de la superficie de suelos del municipio
existen niveles bajos de Nd (por debajo de 100 kg/ha). Y apenas 2,05% de la superficie presenta
cual es afectada por factores ambientales físicos como temperatura, humedad y aireación, por el
contenido de nitrógeno del sustrato, tipo de compuestos orgánicos y por los microorganismos del
suelo (Verhulst et al., 2015). En zonas áridas la actividad microbiana es frecuentemente limitada por
la humedad, por lo que la tasa de mineralización e inmovilización de nitrógeno están ligadas a los
50
orgánica, dado que la lignina regula la cantidad y la velocidad de mineralización de este elemento
Tabla 9. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de nitrógeno disponible (Nd) en el municipio
Falcón.
Nitrógeno Superficie
% de la superficie
(kg/ha) (ha)
Bajo 172.668 97,94
Debido a esto la cantidad en general del nitrógeno en el municipio Falcón tiende a ser bajo y las islas
zonas naturales con vegetación alta de árboles y arbustos que generan microclimas propicios para
que existan buenas cantidades de este nutriente (Aponte et al., 2011). Dado que el nitrógeno es el
segundo factor limitante en la producción de alimentos luego del agua, este debe ser considerado en
la elaboración de planes de fertilización en suelos del municipio Falcón, ya que se considera como
puede observar que existe un gradiente en la concentración de este elemento, encontrándose altos
niveles de fósforo en las zonas céntricas del municipio Falcón, y disminuyendo hacia la periferia.
En la Tabla 10 se presentan las áreas con los diferentes niveles de fósforo disponible en el suelo. En
existen niveles que van de medios a bajos (por debajo de 72,4 kg/ha). Y sólo un 7,04% de la
51
En los ecosistemas ubicados en zonas semiáridas, la escasez de agua provoca un desacoplamiento
en los ciclos de varios elementos. A medida que aumenta la aridez, se reduce la cantidad de
carbono (C) y nitrógeno (N) disponibles en el suelo, mientras que la de fósforo (P) aumenta. Ello se
debe a la alteración de los procesos biológicos debido a la poca disponibilidad de agua que reducen
los valores de C y N, así como a la intensificación de los procesos abióticos como la meteorización
de las rocas que mejoran la disponibilidad de P debido a que hay menos plantas para absorber este
Figura 14. Distribución espacial del fósforo disponible (P) en los suelos del Municipio Falcón.
Tabla 10. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de fosforo disponible (P) en el municipio
Falcón.
Fósforo Superficie
% de la superficie
(kg/ha) (ha)
Bajo 74.170 42,06
52
Medio 89.748 50,90
La distribución del P observado en el área de estudio, puede estar relacionada al uso de fertilizantes
fosfatados en actividades agrícolas; ya que las regiones que tienen más altas concentraciones de
este elemento, corresponden a las zonas con mayor uso agrícola en la Península de Paraguaná. En
la Figura 6 podemos apreciar la correlación que existe entre el mapa de distribución espacial de las
áreas agrícolas del municipio Falcón, con el mapa de distribución del fósforo disponible, lo que hace
área, producto de la aplicación de fertilizantes fosfatados por parte de los productores agrícolas de la
dinámica, fuertemente influenciada por las propiedades del suelo, la planta y las condiciones
ambientales (Casanova, 2005). Uno de los factores que estarían condicionando la disponibilidad de
P en el área de estudio, es el pH de suelo. El óptimo rango de pH del suelo dentro del cual se
observa la máxima disponibilidad de P se encuentra entre 6,5 y 7,5. Pasado cierto nivel de pH
alcalino (sobre 7,5 que es la condición predominante en los suelos de la Península de Paraguaná)
comienzan a precipitar ciertas formas de fosfatos de calcio, lo cual reduce la disponibilidad del
fósforo.
puede observar que el potasio es un elemento que se encuentra en altos niveles en los suelos del
53
municipio Falcón. Debido a esto se podría deducir que no se requeriría de una fertilización a base de
potasio para suplir los requerimientos de los cultivos si se está empezando a producir sobre un
terreno natural.
54
Figura 15. Distribución espacial del Potasio intercambiable (K +) en los suelos del Municipio Falcón.
En la Tabla 11 se presentan las áreas con los diferentes niveles de potasio intercambiable en el
municipio existen niveles altos a medios (por encima los 184,7 kg/ha). Y un 19,11% pequeño pero
El hecho de que gran parte de los suelos del municipio Falcón presenten niveles que van de medios
a altos de K, está relacionado a que en zonas áridas el lavado de este nutriente es casi nulo debido
a las escasas precipitaciones (Thompson y Troech, 1982). Por otra parte, los suelos de zonas secas
presentan altos contenidos de K, el cual se deriva fundamentalmente del material parental; aunque
liberan el potasio hidrosoluble e intercambiable, que puede ser aprovechado por las plantas o
mantenerse en los sitios de intercambio de los coloides del suelo (Núñez, 2002).
Tabla 11. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de potasio intercambiable (K +) en los
suelos del municipio Falcón.
Potasio Superficie
% de la superficie
(kg/ha) (ha)
Bajo 33.698 19,11
55
De manera general se plantea que la fertilización con potasio es mucho menos importante en zonas
con climas áridos debido a la abundancia de este elemento en el suelo. Sin embargo, es
recomendable que las fincas que hayan estado produciendo por largo tiempo y donde se aplique
riego, se realice la fertilización con potasio a bajas cantidades para suplir el que se ha lixiviado y
cubrir los requerimientos de los principales cultivos establecidos en la zona. En tal sentido, podría
señalarse que los suelos con potencial agrícola de la Península de Paraguaná se consideran, en
general, bien abastecidos de potasio aprovechable. Los valores encontrados en este estudio
En la Figura 16 se muestra la distribución espacial del calcio intercambiable (Ca 2+). Se puede
observar que las reservas de calcio en el suelo son bastante altas en gran parte de los suelos del
municipio Falcón. Tal como ha sido señalado en la literatura, el calcio es el principal catión en el
complejo de cambio (Casanova, 2005), siendo el elemento más abundante en los suelos del
municipio Falcón. En términos de escala, hubo que presentar estas reservas en términos de
toneladas acumuladas por hectárea (tn/ha), para una mejor apreciación de las cantidades de Ca 2+ en
los suelos superficiales. En este sentido, se podría deducir que no se necesitaría una fertilización
encalada para suplir los requerimientos de los cultivos si se está empezando a producir sobre un
terreno natural.
56
Figura 16. Distribución espacial del calcio disponible (Ca) en los suelos del Municipio Falcón.
En la Tabla 12 se presentan las áreas con los diferentes niveles de calcio disponible en el suelo. Un
99% de los suelos superficiales del municipio (174.957 Has) presentan niveles de Ca 2+ que van de
medios a altos, por encima de las 10,48 Tn/Ha de calcio acumulado en el suelo. Aproximadamente
el 1% de la superficie presenta niveles de calcio que según la escala de trabajo se consideran bajas.
Sin embargo, en términos de requerimientos por los cultivos agrícolas, estas reservas catalogadas
como bajas, se consideran lo suficientemente altas para que este elemento sea tomado en cuenta
El calcio en zonas áridas suele ser alto debido a que este mineral no es lixiviado hacia estratos más
profundos del perfil de suelo, producto de las bajas precipitaciones que se registran en estas zonas.
Por otra parte, no es común que los suelos de las zonas áridas presenten pH ácidos, lo cual dificulta
El carbonato de calcio (CaCO3) es una sal poco soluble que se encuentra naturalmente en varias
57
en la estructura del suelo si se encuentra en concentraciones moderadas. Sin embargo, puede
Tabla 12. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de calcio disponible (Ca 2+) en el municipio
Falcón.
Calcio Superficie
% de la superficie
(tn/ha) (ha)
Bajo 1.341 0,76
En este mismo orden de ideas, es importante considerar que en suelos con pH elevados ocurre
notable en la disponibilidad de este elemento para los cultivos (Endo et al., 2000a). Por ejemplo, se
plantea que en los suelos de zonas áridas con acumulación de CaCO 3, los fosfatos son adsorbidos
sobre la superficie de esto minerales (Endo et al., 2000b), por lo que en el momento de hacer
recomendaciones de fertilizaciones fosfóricas debe considerarse este factor, ya que estos suelos, de
manera general, presentan cantidades altas de P extractable Olsen. Estos componentes son difíciles
de asimilar por las plantas llevando a su acumulación. Cantidades excesivas de calcio puede por ello
restringir la disponibilidad de fósforo, boro y hierro para las plantas (López et al., 2003).
elemento que se encuentra en altos niveles en los suelos del municipio Falcón, y al igual que el
calcio, se tuvo que presentar este elemento en términos de toneladas acumuladas por hectárea
58
(tn/ha), para una mejor interpretación de las cantidades de Mg 2+ en los suelos superficiales de la
zona de estudio.
En la Tabla 13 se presentan las áreas con los diferentes niveles de magnesio disponible en el suelo.
municipio existen niveles altos de magnesio intercambiable (por encima de 2,2 tn/ha). Por otra parte,
un 7,16% de la superficie del municipio (12.630 Has) presenta valores de Mg 2+ intercambiable que
fueron catalogados de bajos a medios. Sin embargo, es importante acotar que las cantidades de
este elemento siguen siendo relativamente altas, como para ser tomadas en cuenta en un plan de
fertilización agrícola en los suelos del municipio Falcón, considerando que los menores valores de
magnesio encontrados en los suelos estudiados fueron de 1 cmol kg -1. En este sentido, Havlin et al.
(2016) consideran que aquellos suelos que contienen valores de concentración entre 0,21 a 0,42
59
Figura 17. Distribución espacial del Magnesio disponible (Mg) en los suelos del Municipio Falcón.
Tabla 13. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de magnesio disponible (Mg) en el
municipio Falcón.
Magnesio Superficie
% de la superficie
(tn/ha) (ha)
Bajo 4.183 2,37
El contenido de magnesio en el suelo depende del grado de meteorización que presente el suelo. La
meteorización en zonas áridas es más lenta que en zonas húmedas, donde los minerales primarios
son fuertemente intemperizados y las bases del suelo son fácilmente lavadas. El magnesio, al igual
que el calcio son susceptibles a lixiviación por precipitaciones donde los iones de hidrogeno del agua
reemplazan a los de calcio, potasio y magnesio que están adsorbidos en las superficies de las
partículas (cargas negativas), y una vez libres, se lixivian. Dejando en claro que en suelos ácidos el
contenido de Mg2+ es bajo, mientras que en suelos alcalinos generalmente ubicados en zonas áridas
El Mg en altas cantidades en el suelo puede traer problemas al igual que en el caso de K y de Ca,
donde los excesos de Mg afectan a las relaciones catiónicas que tienen que ver con el antagonismo
en el que participan. Además, un exceso de Mg 2+ hace que el ión K+ no sea bien absorbido por la
Los productores no deberían preocuparse por fertilizar debido a deficiencias de magnesio en los
cultivos del municipio Falcón. Sin embargo, algunos autores como Cakmak y Yazici (2010)
60
recomiendan que se vigilen los niveles altos de calcio y potasio puesto que pudiese existir una mala
asimilación por parte de las plantas debido a que estos pudiesen competir antagónicamente con el
magnesio al ser bases cambiables. Aunque de manera general, las cantidades de Ca 2+ presentes en
el suelo son mayores a las del Mg 2+, y las cantidades de este a su vez son superiores a las del K +, la
mayoría de las especies vegetales absorben y requieren más K + que Ca2+ y Mg2+ (Sadeghian, 2012).
El pH es una propiedad química que mide el grado de acidez o alcalinidad de las soluciones
acuosas. En los suelos el pH es una propiedad química de mucha importancia porque indica que tan
ácida o alcalina es la solución del suelo, que es donde las raíces y los microorganismos del suelo
toman sus nutrientes; en este orden de ideas, Jordan (2006) señala que el pH del suelo afecta a la
nutrición mineral de las plantas, ya que existe una fuerte relación entre la acidez y la solubilidad de
observar que el pH del suelo tiende a distribuirse entre suelos neutros y alcalinos en el municipio
Falcón. Los suelos de pH neutros se ubican desde el centro hacia la zona oriental de la península de
61
Figura 18. Distribución espacial del pH en los suelos del Municipio Falcón.
En la Tabla 14 se pueden observar las áreas con los diferentes niveles de pH en el suelo. En un
área de 90.523 hectáreas correspondiente a un 51,34% de la superficie de suelos del municipio, son
de tipo alcalinos. Un área apreciable de 85.490 hectáreas 48,49% del área total son suelos neutros y
solo en una pequeña superficie, equivalente al 0,17% del área total del municipio Falcón, los suelos
Tabla 14. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de pH en el suelo en el municipio Falcón.
Superficie
pH del Suelo % de la superficie
(ha)
Acido 285 0,17
62
Valores de pH alto en sí mismo no tienen un gran efecto sobre la mayoría de los cultivos, aunque
hay excepciones con algunos cultivos acídicos, o sensibles al pH elevado. En la mayoría de los
casos, las plantas que crecen en suelos alcalinos son afectadas primariamente por problemas de
disponibilidad de nutrientes. Esto debido a que a medida que el pH del suelo aumenta, la solubilidad
de muchos nutrientes se reduce. Consecuentemente, estos nutrientes precipitan como sales u otros
compuestos sólidos que las plantas no pueden utilizar (Casanova, 2005). De manera general, se
podría indicar que la disponibilidad de todos los nutrientes de la planta está controlada por el pH del
suelo, y los mismo son mayormente solubles cuando el rango del pH esta entre 6,5 a 7,5 (Jaramillo,
2002).
En la Figura 19 se observa el mapa que muestra el índice de fertilidad químico integral de los suelos
(IFQS) del municipio Falcón. A partir de la herramienta algebra de mapas del sistema de información
geográfica, se hizo el cálculo de este mapa integrando las variables N, P, K, Ca, Mg y pH del suelo,
utilizando para ello la siguiente ecuación matemática: IFQS = (N * P * K * Ca * Mg * pH*) 1/6, según
una modificación de la metodología propuesta por Kosmas et al. (1999) para estimar la calidad del
suelo.
63
Figura 19. Distribución espacial del índice de fertilidad químico de suelo (IFQS) en los suelos del
Municipio Falcón.
La distribución espacial del índice de fertilidad química del suelo indica que la fertilidad en el
manera, se aprecia que la fertilidad presenta una tendencia de media a alta fertilidad hacia el centro
En la Tabla 15 se presentan las áreas con los diferentes niveles de fertilidad química del suelo. En
existen niveles bajos de fertilidad y un 40,42% corresponde a valores medios y altos de fertilidad de
Tabla 15. Áreas correspondientes a los diferentes niveles de fertilidad química de suelo (IFQS) en el
municipio Falcón.
64
Índice de fertilidad Áreas (km2) % de las Áreas
La mayoría de los suelos ubicados en las regiones áridas y semiáridas a nivel mundial tienen un alto
pérdida de estructura, los cuales no sólo provocan un déficit nutricional, sino que también
En el caso particular de las zonas semiárida del estado Falcón, se ha observado en los últimos años
inapropiados (Mogollón et al., 2010; Torres et al., 2006), lo que ha traído como consecuencia
incremento de suelos afectados por sales, erosión hídrica y eólica, resultando todo ello en una
La zonificación de los suelos en función de la fertilidad que presentan, permitió finalmente realizar
de sus requerimientos nutricionales (Figura 20), es decir, la ubicación de los cultivos de altos
requerimientos como cebolla (Allium cepa), pimentón (Capsicum annuum) y pasto elefante
65
(Pennisetum purpureum) en las zonas identificadas con suelos de alta fertilidad. Cultivos con
requerimientos nutricionales moderados como melón (Cucumis melo), patilla (Citrullus lanatus) y
pasto bermuda (Cynodon dactylon) en los suelos de fertilidad media; y los cultivos con bajos
requerimientos de nutrientes, tales como como el cilantro ( Coriandrum sativum), sábila (Aloe vera) y
Figura 20. Distribución espacial de los cultivos potenciales en los suelos del Municipio Falcón en
función de sus requerimientos nutricionales.
De esta manera, cultivos cuyos requerimientos nutricionales van de medios a altos, estarían mejor
VI. CONCLUSIONES
66
Los suelos del municipio Falcón en la Península de Paraguaná están caracterizados
principalmente por poseer grandes cantidades de bases cambiales como son calcio,
esta razón podría ser considerado como el nutriente más limitante en las zonas áridas
evaluadas.
como fertilizantes químicos, lo cual demuestra el carácter residual de este elemento químico
en el suelo.
El índice de fertilidad químico del suelo indicó que un 60% de la superficie del municipio
posee una baja fertilidad natural. Por otra parte, un 40% de la superficie del municipio
presenta una fertilidad que va de media a alta, y la misma se ubica en la zona centro-oriental
del municipio, que es precisamente donde convergen con el área de producción agrícola de
la Península de Paraguaná.
misma sería de gran utilidad para la formulación de fertilizantes químicos apropiados a estas
zonas áridas del país, tomando en cuenta que los nutrientes alcalinos (potasio, calcio y
del nitrógeno, el mismo es deficiente en gran parte de los suelos superficiales estudiados.
67
La información generada permitió la zonificación de cultivos potenciales en este municipio
de la Península de Paraguaná.
Tomando en cuenta los niveles de sales en los suelos estudiados, los rubros maíz y sorgo
son los cultivos de mayor potencialidad dado su mediana tolerancia a las sales en el suelo,
Un cultivo de gran tradición en la zona como el melón, presenta una superficie potencial de
del suelo y de la tolerancia de este cultivo a las sales. Sin embargo, esta superficie queda
reducida a unas 8.000 hectáreas (4% del municipio), considerando otros factores de
(fertilización, cantidad y calidad del agua de riego utilizada) que se viene implementando en
química asociados a este tipo de uso de la tierra, los cuales ya se están presentando en la
zona de estudio.
La información generada en este estudio debe ser accesible a los diferentes entes del
actual del recurso suelo y agua, y la misma pueda ser considerada en los procesos de
68
función de los niveles de sales presentes en el suelo, y de la tolerancia a las sales de los
El levantamiento de suelos realizado genera una información básica necesaria para los
planes reguladores del uso de la tierra, ya que la misma hace posible no solamente una
selección sabia de los cultivos, la adaptación de prácticas de manejo de acuerdo con las
condiciones físico-químicas del suelo y otras aplicaciones agrícolas, sino que también
69
VII. BIBLIOGRAFÍA
Abadía, A., Millán, E., y Abadía, J. 1981. Determinación de calcio y magnesio en extractos de saturación de
suelos. An. Aula Dei. 15: 273-280.
Alva, M., y Beraun, J. 2013. Determinación de zonas potenciales para cultivos frutícolas de la región de
Tacna, mediante sistemas de análisis espacial. Espacio y Desarrollo. 25:123-135.
Aponte, H., Paolini, J., y Mogollón, J.P. Efecto del cují asociado al cultivo de sábila sobre las propiedades
bioquímicas de un suelo del semiárido falconiano. Agronomía Tropical. 6: 5-13.
Ashraf, M., Athar, H., Harris, P., y Kwon, T. 2008. Some prospective for improving crop salt tolerance.
Advances in Agronomy. 97:45-110.
Bates, R. 1973. Determination of pH: Theory and Practice. 2nd Edition. John Wiley (Eds), New York. 145 p.
Bautista, A., Etchevers, J., Castillo, R., y Gutiérrez, C. 2004. La calidad del suelo y sus indicadores.
Ecosistemas. 13:90-97.
Blake, G., y Hartge, K. 1986. Bulk Density. p. 363-375. In: A. Klute (ed). Methods of Soil Analysis, Part I.
Physical and Mineralogical Methods: Agronomy Monograph no. 9 (2nd ed) ASA and SSSA, Madison,WI.
Cakmak, I., y Yazici, A. 2010. Magnesium: Forgotten element in Crop Production. Better Crops 94: 23-25.
Campos, O. 2012. Zonificación agroecológica del aguacate (Persea americana Mill. var Hass) en la cuenca
del río Duero. Tesis presentada para obtener el grado de Maestro en Ciencias en Producción Agrícola
Sustentable. Instituto Politécnico Nacional, Michoacán, México. 112 p.
Casanova E. 2005. Introducción a la Ciencia del Suelo. Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la
Universidad Central de Venezuela (CDCH-UCV). Segunda edición, Caracas. 395 p.
Casierra, F., y Rodríguez, S. 2006. Tolerancia de plantas de feijoa ( Acca sellowiana [Berg] Burret) a la
salinidad por NaCl. Agronomía Colombiana 24: 258-265.
Celaya, H., y Castellanos, A. 2011. Mineralización del nitrógeno en el suelo de zonas áridas y semiáridas.
Terra Latinoamericana. 29: 343-356.
Cochrane, T.T., y Cochrane, T.A. 2005. Osmotic potential properties of solutes common in the soil-plant
solution continuum. Soil Science. 170:433-444.
COPLANARH. 1975. Regiones Costa Noroccidental, Centro Occidental y Central, Publicación Nº 43.
Comisión del Plan Nacional de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos, Caracas.
Chinnusamy, V., Jagendorf, A., y Zhu, J. 2005. Understanding and improving salt tolerance in plants. Crop
Science. 45: 437-448.
70
Chirinos, J., y Mogollón, J.P. 2017. Evaluación de la calidad del agua subterránea empleada para riego.
Parroquia Pueblo Nuevo, municipio Falcón, Península de Paraguaná, estado Falcón, Venezuela. En: V.
Inciarte (Ed). Gestión del agua en Latinoamérica “Una visión multidisciplinaria”. Editorial Inver-E-Group
Venezuela, C.A. Maracaibo, Venezuela. p. 85-122.
Chirinos, A., De Brito, J., y De Rojas, I. 2005. Características de fertilidad de algunos suelos venezolanos
vistos a través de los resúmenes de análisis rutinarios. Rev. Fac. de Agron. 20:175-182.
Dalence, S. 2003. Spatial analysis, interpretation and regionalization of groundwater quality data in the central
valley of Cochabamba (Bolivia). International Institute for Geo-Information Science and Earth Observation
(ITC). Master of Science Thesis. Enschede, Holland, 172 p.
Delgado-Baquerizo, M., Maestre, F., Gallardo, A., Bowker, M., Wallenstein, M., Quero, J.L., Soliveres, S. et al.
2013. Decoupling of soil nutrient cycles as a function of aridity in global drylands. Nature. 502: 672-676.
Dellavalle, N. 1992. Determination of specific conductance in supernatant 1:2 soil:water solution. In Handbook
on Reference Methods for Soil Analysis. Soil and Plant Analysis Council, Inc. Athens, USA. p. 40-43.
Díaz, G., Sánchez, I., Quiroz, R., Garatuza, J., y Watts, C. 2008. Interpolación espacial de precipitación pluvial
en la zona de Barlovento y Sotavento del Golfo de México. Agricultura Técnica en México. 34:279-287.
Díaz, M. 2001. Ecología experimental, ecofisiología: bases para el uso sostenible de los recursos naturales de
las zonas áridas neotropicales. Interciencia. 26: 472- 478.
De la Rosa, D. 2008. Evaluación agro-ecológica de suelos para un desarrollo rural sostenible. Ediciones
Mundi-Prensa. Madrid, España. 185 p.
Doorenbos J., y Kassam, A. 1979. Yield response to water. Irrigation and Drainage Paper 33 FAO, United
Nations, Rome, 176 p.
Duggan, M. 2008. ¿Qué es la Fertilidad del Suelo?: Fertilidad Física, Química y Biológica. Disponible en:
http://www.madrimasd.org/blogs/universo/2008/01/29/83481
Etchevers, B. 1999. Indicadores de calidad de suelos. En: Conservación y restauración de suelos. Universidad
Nacional Autónoma de México y Programa Universitario del Medio Ambiente. México, D.F. 239 p.
Endo, T., Yamamoto, S., Honna, T., Iimura, K., López, R., and Benson, M. 2000a. Morphological and physico-
chemical properties of soils in the middle of Baja California, Mexico. Japan J. Soil Sci. Plant Nutr. 71: 9-17.
Endo, T., Yamamoto, S., Honna, T., Takashina, M., Iimura, K., López R., and Benson, M. 2000b. Behavior and
distribution of salts under irrigated agriculture in the middle of Baja California, Mexico. Japan J. Soil Sci. Plant
Nutr. 71: 18-26.
71
FAO. 2003. Evaluación de Tierras con Metodologías de FAO. Proyecto Regional “Ordenamiento Territorial
Rural Sostenible” (Proyecto GCP/RLA/139/JPN), Santiago de Chile, Chile, 26 p.
FAO. 1997a. Zonificación agroecológica: Guía general. Boletín de suelos de la FAO N°73. Roma, IT, FAO. 86
p. Disponible en: http://www.fao.org/docrep/W2962S/W2962S00.htm.
FAO. 1997b. Land quality indicators and their use in sustainable agriculture and rural development. ISSN.
1024-6703. FAO Land and Water Bulletin Number 5. 208 p.
Fernández, A.; Villafañe, R., y Hernández, R. 2011. Calidad del agua de riego y afectación de los suelos por
sales en la Península de Paraguaná, Venezuela. Agronomía Tropical 61:253-265.
Fuentes-Yagüe J. 1999. El suelo y sus fertilizantes. Mundi-Prensa Libros S.A. 5ta Edición. Madrid, España.
350 p.
García, M., Franco-Salazar, V., y Véliz, J. 2014. Crecimiento y contenido iónico de Aloe vera (L.) Burm. f.
(Sábila) bajo diferentes concentraciones de NaCl. SABER. 26:385-394.
García, G. 2012. Absorción, distribución de sales y comportamiento del sistema antioxidante en dos genotipos
de cebolla (Allium cepa L.) sometidos a estrés salino. Tesis Doctoral en Ciencias Agrícolas, UCV. 214 p.
García, A. y Correa, D. 2010. Uso de indicadores de calidad del suelo como estrategia para prevenir su
degradación. En: Memorias del XII Congreso Ecuatoriano de la Ciencia del Suelo. p. 1-19.
Gaspari, F., Senisterra, M., Delgado B., Rodríguez, A., y Besteiro, L. 2009. Manual de manejo integral de
cuencas hidrográficas. Primera Edición. La plata. Argentina. 321 p.
Goykovic, V., y Saavedra, G. 2007. Algunos efectos de la salinidad en el cultivo del tomate y prácticas
agronómicas de su manejo. IDESIA. 25:47-58.
Gupta, S.K., y Sharma, S.K. 1990. Response of crops to high exchangeable sodium percentage. Irrig. Sci.
11:173-179.
Harvey, F. 2008. Primer of GIS: Fundamental geographic and cartographic concepts. 1era ed: New York, The
Guilford Press. 310 p. ISBN-10: 1-59385-565-6.
Havlin, J., Tisdale, S., Nelson, W., and Beaton, J. 2016. Soil Fertility and Fertilizers. An introduction to nutrient
management. Pearson, New Jersey, 499 p.
72
Hernández, T., Salcedo, E., Arévalo, G., y Galvis, A. 2007. Evaluación de la concentración de lignina como
indicador de la capacidad de aporte de nitrógeno de residuos orgánicos. Revista Chapingo Serie Ciencias
Forestales y del Ambiente. 13: 5-13.
IGAC, 2006. Métodos analíticos del laboratorio de suelos. Sexta ed. Bogotá: Instituto Geográfico Agustín
Codazzi. 128 p.
IGVSB. 2013. División municipal. Cartografía básica. Geoportal Simón Bolívar. Instituto Geográfico
Venezolano Simón Bolívar. República Bolivariana de Venezuela. Disponible en:
http://igvsb.geoportalsb.gob.ve/
Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), 2005. Guía para la Interpretación de
Cartografía. Uso Potencial del Suelo. Ediciones INEGI. Aguascalientes, México. 23 Pp.
IUSS. Grupo de Trabajo WRB. 2007. Base Referencial Mundial del Recurso Suelo. Primera actualización
2007. Informes sobre Recursos Mundiales de Suelos No. 103. FAO, Roma.
Jaramillo, D. 2002. Introducción a la Ciencia del Suelo. Universidad Nacional de Colombia. Arfo Editores,
Medellín, Colombia. 613 p.
Jiménez, E. 2015. Evaluación de la salinidad como indicador del proceso de desertificación en suelos
agrícolas bajo diferentes usos de la tierra en la Península de Paraguaná Estado Falcón. Trabajo Especial de
Grado de Licenciatura en Ciencias Ambientales, Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda,
Coro, Venezuela. 80 p.
Jiménez, R. 2003. Uso conforme del suelo: una necesidad para Costa Rica, en el uso agrario de la tierra.
Boletín informativo. Instituto de Transferencia de Tecnología Agropecuaria (INTA) - Asociación
Costarricense de la Ciencia del Suelo (ACCS). San José, Costa Rica. 16 p.
Jordan, A. 2006. Manual de Edafología. Ediciones del Departamento de Cristalografía, Mineralogía y Química
Agrícola de la Universidad de Sevilla. Sevilla, España. 143 p.
Keeney, D., y Nelson, D. 1982. Nitrogen inorganic forms. p. 643-698. In: A.L. Page et al. (Ed). Methods of Soil
Analysis. Part 2. 2nd Ed. Agronomy Monograph 9. ASA and SSSA, Madison, Wi.
Kosmas, C., Ferrara, A., Briassouli, H., & Imeson, I. 1999. Methodology for mapping ESAs to desertification. p.
31 – 47. En: Kosmas, C. Kirkby, M. and Geeson, N. (ed.) The MEDALUS project. Mediterranean
Desertification and Land Use. Manual on key indicators of desertification and mapping environmentally
sensitive areas to desertification. European Commission. Disponible en: http://www.kcl.ac.uk/ projects/
desertlinks/downloads/publicdownloads/ESA%20Manual.pdf
Linares, J. 2015. Evaluación de suelos afectados por salinidad con fines de planificación agrícola en el
municipio Falcón de la Península de Paraguaná. Trabajo Especial de Grado para optar al título de Ingeniero
Agrónomo. Universidad Francisco de Miranda, Coro, Venezuela. 68 p.
López, R., Villavicencio, E., Real, M., Ramírez, J., Murillo, B. 2003. Macronutrimentos en suelos de desierto
con potencial agrícola. Terra Latinoamericana. 21: 333-340.
López, R. 2002. Degradación del suelo. Causas, procesos evaluación e investigación. Universidad de los
Andes. Mérida, Venezuela. 280 p.
73
Loredo-Osti, C. 2005. Prácticas para la conservación del suelo y agua en zonas áridas y semiáridas INIFAP-
CIRNE-Campo Experimental San Luis. Libro Técnico Nº 1. San Luis Potosí, México. 187 p.
Martínez, N., López, C., Basurto, M., y Pérez, R. 2011. Efectos por salinidad en el desarrollo vegetativo.
Tecnociencia Chihuahua. 5:156-161.
Maseda, C. 2014. Uso de la tierra y su efecto en las reservas de carbono en suelos agrícolas de la Península
de Paraguaná. Trabajo Especial de Grado de Licenciatura en Ciencias Ambientales, Universidad Nacional
Experimental Francisco de Miranda, Coro, Venezuela. 81 p.
Matteucci, S., Colma, A., y Pla, L. 1999. Bosques secos tropicales del estado Falcón, Venezuela. En: En: S.D.
Matteucci; O.T. Solbrig; J.Morello y G. Halffter (eds). 1999. Biodiversidad y uso de la tierra. Conceptos y
ejemplos de Latinoamérica. EUDEBA-UNESCO, Buenos Aires. Pp. 399-420.
Matteucci, S., y Colma, A. 1997. Agricultura sostenible y ecosistemas áridos y semiáridos de Venezuela.
Interciencia 22: 123-130.
Matteucci, S., y Colma, A. 1986. Caracterización climática del Estado Falcón. Acta Cient. Venez. 37:63-71.
Mengel, K., y Kirkby, E. 2000. Principios de nutrición vegetal. Internacional Potash Institute. Basel,
Switzerland. 692 p.
Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda (MIOPV), 2016. Guía de Planificación Territorial.
Subsecretaría de Planificación Territorial de la Inversión Pública. Buenos Aires, Argentina. 56 p.
Mogollón, J.P., Rivas, W., Rivas, J.G., y Martínez, A. 2017. Procesos de degradación de suelos asociados a la
desertificación en la Península de Paraguaná, Venezuela. Ágora de Heterodoxias. 3:94-110.
Mogollón, J.P., Martínez, A., y Torres, D. 2016a. Efecto de la aplicación de vermicompost en las propiedades
biológicas de un suelo salino-sódico del semiárido venezolano. Bioagro. 28:29-38.
Mogollón, J.P., Rivas, W., Alvizu, P., Márquez, E., Colmenares, M., Lemus, L., Hernández, S., y Martínez, A.
2016b. Calidad de la vegetación como indicador de desertificación en la Península de Paraguaná, Venezuela.
Ágora de Heterodoxia. 2: 72-97.
Mogollón, J.P., Rivas, W., Márquez, E., Lemus, L., Colmenares, M., Muñoz, B., Martínez, A., Hernández, S.,
Arrieta, L., y Campos, Y. 2015a. Delimitación de áreas ambientalmente sensibles a la desertificación en
Península de Paraguaná, Venezuela. Croizatia. 16: 51-73.
Mogollón, J.P., Martínez, A., Rivas, W., Maseda, C., Muñoz, B., Márquez, E., Lemus, L., Colmenares, M., y
Campos, Y. 2015b. Carbono orgánico como indicador del proceso de desertificación en suelos agrícolas al
Norte de Venezuela. Suelos Ecuatoriales. 45: 24-30.
74
Mogollón, J.P., W. Rivas, B. Muñoz, A. Martínez, E. Márquez, L. Arrieta, L. Lemus, M. Colmenares, Y.
Campos y S. Hernández. 2015c. Calidad del suelo como indicador de desertificación en la Península de
Paraguaná, estado Falcón, Venezuela. Croizatia. 16: 7-24.
Mogollón, J.P., Martínez, A., y Rivas, W. 2014. Degradación química de suelos agrícolas en la Península de
Paraguaná, Venezuela. Suelos Ecuatoriales. 44: 22-28.
Mogollón, J.P., Torres, D., y Martínez, A. 2010. Cambios en algunas propiedades biológicas del suelo según
el uso de la tierra en el sector el Cebollal, Estado Falcón, Venezuela. Bioagro. 18: 123-128.
Munera, G., y Meza, D. 2014. El Fósforo elemento indispensable para la vida vegetal. Ediciones de la
Universidad Tecnológica de Pereira. Pereira, Colombia. 52 p.
Muñoz, B., Mogollón, J.P., Rivas, W., González, O., y González, L. 2016. Evaluación de la calidad del suelo
bajo diferentes sistemas agrícolas en la Península de Paraguaná mediante el uso de indicadores de
sustentabilidad. Koinonia. 1:123-139.
Muñoz, D., Ferreira, M., Escalante, I., y López, J. 2013. Relación entre la cobertura del terreno y la
degradación física y biológica de un suelo aluvial en una región semiárida. Terra. 31:201-210.
Murphy, J., y Riley, J.P. 1962. A modified single extraction solution method for the determination of phosphate
in natural waters. Analytical Chimica Act. 27: 31-36.
Nabi, A. 1995. Reclamation and management of salt-affected soils. In: Proceedings of Regional workshop on
management of salt-affected soils in the Arab Gulf States, Abu-Dhabi, United Arab Emirates. Pp: 51-53.
Navarro, B., y Navarro, G. 2003. Química agrícola. El suelo y los elementos químicos esenciales para la vida
vegetal. Segunda edición. Ediciones Mundi–Prensa, Madrid. 487 p.
Núñez E. 2002. Apuntes del curso de tecnología y uso de fertilizantes. Ediciones del Colegio de
Postgraduados (COLPOS). Texcoco, México. 125 p.
Osorio, N. 2012. pH del suelo y disponibilidad de nutrientes. Manejo Integral del Suelo y Nutrición Vegetal. 4:
1-4.
Penso, M. 2015. Determinación de un índice de fertilidad química de los suelos en el Municipio Falcón,
Península de Paraguaná con fines de planificación agrícola. Trabajo Especial de Grado para optar al título de
Ingeniero Agrónomo. Universidad Francisco de Miranda, Coro, Venezuela. 88 p.
Porta, J., López, M., y Roquero, C. 2003. Edafología para la agricultura y el medio ambiente. Ediciones Mundi-
prensa, Madrid, España. 929 p.
Rivas, W., y Mogollón, J.P. 2015a. Calidad del clima como indicador de desertificación en la Península de
Paraguaná, Estado Falcón, Venezuela. Croizatia. 16: 25-35.
Rivas, W., y Mogollón, J.P. 2015b. Calidad de gestión como indicador de desertificación en la Península de
Paraguaná, Estado Falcón, Venezuela. Croizatia. 16: 37-50.
Rivas, W., Mogollón, J.P., Muñóz, B., Martinez, A., Lemus, L., Colmenares, M., Campos, Y., Hernández, S., y
Márquez, E. 2015. Caracterización de la sequía agrícola en el área de producción de cultivos de la Península
de Paraguaná período 1971-2000, estado Falcón, Venezuela. Croizatia. 16:75-84.
75
Rodríguez, M., Rey, J.C., y Cortez, A. 2015. Importancia de la alianza del sistema de información geográfica y
suelo en la planificación de una agricultura sustentable. INIA-Divulga. 31:51-55.
Rodríguez N., Florentino, A., Torres, D., Yendis, H., y Zamora, F. 2009. Selección de indicadores de calidad
de suelo en tres tipos de uso de la tierra en la planicie de Coro estado Falcón. Rev. Fac. Agron. (LUZ). 26:
340-361.
Sadeghian, S. 2012. Efecto de los cambios en las relaciones de calcio, magnesio y potasio intercambiables en
suelos de la zona cafetera colombiana sobre la nutrición del café (Coffea arabica L.) en la etapa de almácigo.
Tesis Doctoral en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia, Medellín, Colombia. 181 p.
Salas, M., Delgado, F., Esteva, Y., y Sampson, M. 2008. La Ordenación del Territorio y la Vocación de Uso
Agrícola de la Tierra en Venezuela. Revista Geográfica Venezolana. 49:267-288.
Secretaría Ejecutiva de Planificación Sectorial Agropecuaria (SEPSA). 2002. Políticas para el sector
agropecuario costarricense. Área de Política Agropecuaria y Rural. San José, Costa Rica. 28 p.
Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES). 2009. Plan Nacional para el Buen Vivir
2009-2013: Construyendo un Estado Plurinacional e Intercultural. Quito, Ecuador. 94 p.
Serrano, D. y Vargas, T. 2005. Evaluación de la fertilidad de los suelos del Departamento de Cundinamarca
utilizando métodos geoestadísticos. Análisis Geográficos. 29: 124-137.
Schargel, R. 2011. Una reseña de la geografía física de Venezuela, con énfasis en los suelos. BioLlania. 10,
11-26. http://herbario.unellez.edu.ve/publicaciones/04.pdf.
Shrivastava, P., y Kumar, R. 2015. Soil salinity: A serious environmental issue and plant growth promoting
bacteria as one of the tools for its alleviation. Saudi Journal of Biological Sciences. 22:123-131.
Soto, E., Rondón, A., Arnal, E., Quijada, O., Camacho, A., y Fidel, R. 1995. Evaluación de cultivares de melón
con fines de exportación. Fonaiap Divulga. 12:19-23.
Thomas, G.W. 1982. Exchangeable cations. p. 159-165. In: A.L. Page (ed.). Methods of soil analysis. ASA,
SSSA. Madison, WI.
Thompson, L., y Troech, F. 1982. Los suelos y su fertilidad. Editorial Reverte, S. A. España. 661 p.
Tisdale, S.L. and Nelson, W.l. 1966. Soil fertility and fertilizers. Macmillan. Nueva yoirk. 694 p.
Torres, D., Mogollón, J.P., Lázaro, Y., González, M., López, M., y Yendis, H. 2015. Uso de acondicionadores
orgánicos y biopolímeros para biorremediación de suelos salino-sódicos de la Llanura de Coro, Falcón,
Venezuela. Revista Unellez de Ciencia y Tecnología. 33: 36-45.
Torres, D., Nectalí, R., Yendis, H., Florentino, A., y Zamora, F.R. 2006. Cambios en algunas propiedades
químicas del suelo según el uso de la tierra en el sector El Cebollal, estado Falcón. Bioagro. 18: 123-128.
76
Turbé, A., Shailendra, M., De Toni, A., Perrine, L., Benito, P., Lavelle, P., Ruiz, N., Van der Putten., W.,
Labouze, E., and Mudgal, S.. 2010. Soil biodiversity: functions, threats and tools for policy makers. Bio
Intelligence Service, IRD, NIOO. Report for European Commission DG Environment. 14 p.
Verhulst, N., François, I., Grahmann, K., Cox, R., y Govaerts, B. 2015. Eficiencia del uso del nitrógeno y
optimización de la fertilización nitrogenada en la agricultura de conservación. Ediciones del Centro
Internacional de Mejoramiento del Maíz y Trigo (CIMMYT). Ciudad de México. 12 p.
Villafañe, R. 2000. Calificación de los suelos por sales y dispersión por sodio y su aplicación en la evaluación
de tierras. Agronomía Tropical. 50:645-658.
Villarreal, J., Name, B., y García, R. 2012. Monitoreo de cambios en la fertilidad de suelos por medio de
análisis de laboratorio. Agronomía Mesoamericana. 23:301-309.
Walvoord, M., Phillips, F., Stonestrom, D., Evans, R., Hartsough, P., Newman, B., y Striegl, G. 2003. A
reservoir of nitrate beneath desert soils. Science 302: 1021-1024.
Zamora F.R, Torres, D., Rodríguez, N., y Zamora, F.J. 2008. Dinámica de las sales en un suelo sembrado con
melón (Cucumis melo) bajo riego por goteo en la Península de Paraguaná estado Falcón. Multiciencias. 8:27-
32.
Zapata, R. 2006. Química de los procesos pedogenéticos. Ediciones de la Universidad Nacional de Colombia,
Medellín. 358 p.
Zinck, A. 2012. Geopedología. Elementos de geomorfología para estudios de suelos y de riesgos naturales.
ITC Special Lecture Notes Series. The Neterlands. 131 p.
77