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ASPAF
ASIGNATURA: ANALISIS DE SUELOS, PLANTAS, AGUAS Y FERTILIZANTES
UNIDAD II
EL BORO COMO NUTRIENTE ESENCIAL EN LAS PLANTAS
Introducción
El boro (B), como elemento químico fue descubierto en 1808 por Gay Lussac y Thenard. Es un metaloide,
con propiedades intermedias entre metales y no metales. El hecho de que el boro se encuentra como
elemento mineral integrante de algunas plantas fue puesto de manifiesto por Wittstein y Apoiger en 1857.
En 1895, Jay señaló que este elemento estaba repartido universalmente por todas las plantas. Bertrand,
en 1912, ya señaló el empleo de sales de boro para mejorar el rendimiento de los cultivos. Bien es cierto,
que inicialmente el boro se identificó como elemento venenoso para las plantas, debido a los efectos
negativos causados al ser aplicado.
El boro es un micronutriente esencial para plantas vasculares, diatomeas y algunas especies de algas
verdes. No parece ser esencial para hongos y bacterias (con la excepción de cianobacterias), tampoco lo
es para animales. Parece que los requerimientos de boro se hacen esenciales de forma paralela a la
lignificación y diferenciación xilemática de los integrantes del reino vegetal.
El boro en la planta
El boro es absorbido por las plantas principalmente bajo la forma de ácido bórico H3BO3 no disociado,
fundamentalmente mediante los mecanismos de flujo de masas (65%) y difusión (32%). Aunque parece
que en alguna extensión se absorbe de forma activa como anión borato B(OH)4-, el proceso de absorción
es inicialmente pasivo (por difusión en el espacio libre), seguido después de una absorción activa en el
espacio interno. Aunque todo esto no está muy claro, el componente activo parece ser relativamente
pequeño y puede depender de la variedad cultivada o de la cantidad de boro asimilable presente
El boro es relativamente poco móvil en el interior de las plantas, y los contenidos son superiores en las
partes basales respecto a las partes más altas de las plantas, especialmente si el boro está en exceso. El
ritmo de transpiración ejerce una influencia decisiva sobre el transporte de este elemento hasta las partes
altas de la planta, en caso de deficiencia, los contenidos en los tejidos más jóvenes decrecen rápidamente.
Se admite que, más que un elemento móvil o inmóvil en el interior de la planta, el boro es transportado
vía xilema, pero se retransporta con dificultad vía floema (al igual que el calcio, si bien es cierto que es
más móvil que éste), con lo que no emigra desde las hojas hasta los nuevos puntos de crecimiento (frutos,
meristemos, hojas en formación, etc.), donde existe la necesidad de un suministro regular de éste y todos
los nutrientes.
Todo esto podría explicar la acumulación de boro en los tejidos más viejos y también en las puntas y
márgenes de las hojas, aunque también podría constituir un mecanismo de defensa de algunas especies
contra su efecto tóxico.
Por tanto, la acumulación del boro en hoja va a depender del contenido del suelo en boro asimilable, del
flujo de savia en el xilema y del ritmo de transpiración.
▪ Polinización y fructificación
El boro desempeña una función primordial en la formación de las anteras y en la germinación del
tubo polínico. Está en efecto asociado con la actividad de la glucano-sintetasa, una enzima
estimulante de estas funciones. También acelera la fertilización de los óvulos y reduce la caída
prematura de flores y frutos. En algunos tipos de flores aumenta la cantidad de polen y se acorta
el tubo de la corola, lo que hace las flores más atractivas para los insectos polinizadores.
Forma complejos azúcar-borado que facilitan el transporte de los azucares a través de las
membranas vegetales. En casos de carencia de boro, la célula pierde el control de la síntesis de
los fenoles, que se acumulan en los tejidos necróticos.
El boro es necesario para la síntesis de las pectinas de los frutos y de los lípidos de las membranas
celulares. Desempeña una función bien determinada en el transporte de compuestos asimilados
en el interior de la planta, pues actúa sobre este proceso tanto en el terreno energético (sobre el
ATP) como manteniendo la funcionalidad del floema.
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Deficiencia de boro en las plantas
Las deficiencias están siempre relacionadas con las principales funciones del boro. Aparecen síntomas
internos a nivel celular y vascular:
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El Boro en el suelo
El contenido total de Boro en el suelo va de 7 a 80 ppm, pero menos del 5 % está disponible para las
plantas. Su disponibilidad es variable de acuerdo a los diversos sistemas de cultivo y variedad de climas.
En zonas de alta precipitación se lixivia fácilmente, pero también puede llegar a convertirse en limitante
en suelos con baja humedad, donde se absorbe en forma limitada.
Suelos calcáreos y con alto contenido de arcilla suelen presentar deficiencias de Boro. Sin embargo, los
suelos de textura gruesa también suelen ser pobres en Boro. Su retención es mayor en los suelos
arcillosos, aunque su proporción de disponibilidad puede ser menor. En suelos arenosos los contenidos
de Boro son menores, pero la proporción de absorción suele ser mayor que en los arcillosos. El Boro es
un micronutriente sujeto a lixiviación en los suelos tropicales, por lo que en zonas de alta precipitación la
deficiencia de Boro es muy común. Se reporta que el 78 % de los suelos tienen posibilidades de respuesta
al Boro. Se reporta que el encalado puede incrementar la deficiencia de Boro, por lo que es
particularmente importante aplicar Boro cuando se lleva a cabo la aplicación de cal. Por otro lado, el Boro
es antagonista con otros nutrientes como el K. Por ejemplo, en alfalfa se reduce considerablemente la
absorción de Boro por fertilizar con altas dosis de K.
Actualmente existen varios métodos para determinar la disponibilidad de Boro en el suelo, sin embargo,
la mayoría de estos no son adecuados, no obstante, muchos laboratorios los utilizan en forma
generalizada. El método más adecuado para diagnosticar el nivel de Boro en el suelo es el extraído con
agua caliente. Algunos laboratorios emplean invariablemente esta metodología, lo que garantiza un
diagnóstico certero. En el cuadro 1, se muestran los niveles de interpretación del Boro en el suelo
mediante la técnica de extracción con agua caliente.
Cuadro 1: Interpretación de los niveles de Boro en el suelo, extraído con agua caliente
Los cultivos varían en su susceptibilidad a la deficiencia y/o toxicidad por Boro. Los niveles de Boro en hoja
se presentan para diferentes cultivos en el cuadro 3. Algunos cultivos son muy demandantes de Boro,
como, por ejemplo: papaya, aguacate, alfalfa, brócoli, coliflor, girasol, algodón, manzana, cacahuate,
entre otro
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Cuadro 3. Niveles críticos de Boro en tejido vegetal de varios cultivos
Dosis de aplicación
La dosis de aplicación de Boro depende de las necesidades del cultivo, labores culturales, precipitación,
encalado del suelo, materia orgánica, aportaciones del suelo, entre otros.
En el cuadro 4 se dan a conocer las recomendaciones para la aplicación de Boro en el cultivo de maíz, las
cuales se basan en metas de rendimiento y rangos de concentración de Boro en suelo. Algunos
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laboratorios han desarrollado y perfeccionado esta información durante muchos años de experiencia e
investigación.
Los niveles de Boro en las aguas de riego también son críticos dentro de un programa de nutrición, pueden
llegar a niveles tóxicos e impedir su uso para algunos cultivos. Por otro lado, también son una fuente de
Boro para las plantas; un agua con 0.2 ppm de boro aporta 1 kg de Boro/ha, suficiente dosis para abastecer
la demanda del nutrimento en la mayoría de los cultivos.
El Boro es el micronutriente que presenta la mayor cercanía entra la deficiencia y la toxicidad, por lo que
hay que tener particular cuidado de no sobrepasarse en la dosis de aplicación. También se debe de tener
especial precaución al momento de fertilizar, pues si la banda de fertilizante con Boro queda cerca de la
semilla genera toxicidad en plántula.
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Deficiencia de boro en naranjo Tallo hueco en brócoli por deficiencia de Boro
Fertilización foliar
El bórax es una fuente que se disuelve fácilmente y puede aplicarse vía foliar a dosis no mayores de 0.3 a
0.5 % con base en el producto. En términos generales se recomiendan dosis de 0.1-0.2 kg B/ha. Es
importante recalcar que la fertilización foliar con Boro no suple las necesidades totales del cultivo, es
empleada como un complemento a la fertilización del suelo o como un corrector inmediato de
deficiencias, sin embargo, la fertilización al suelo en combinación con la foliar es un camino excelente
para desarrollar un sólido programa de fertilización para la producción agrícola.
Recomendaciones generales
Es fundamental realizar un análisis de suelo previo a establecer cualquier cultivo, cuya finalidad es
determinar el nivel de Boro en el suelo y programar aplicaciones por esta vía o la foliar
Es fácil conseguir niveles tóxicos o deficientes de Boro en las plantas, por tal motivo este nutrimento solo
se aplica una vez que ha sido correctamente diagnosticado en un laboratorio profesional.
Al momento de las aplicaciones al suelo o follaje es muy importante verificar las características de la
fuente de Boro, ya que no todas son igualmente solubles y pueden afectar su absorción por la planta.
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