Está en la página 1de 7

CARRE Tecnicatura Superior en Tecnología en Salud con Especialidad en

RA: Radiología
MÓDUL Salud Pública
O:
AÑO: Primero
TURNO: Noche
TEMAR Salud y el derecho a la salud. La salud como un derecho humano
IO:

Derecho a la salud
El derecho a la salud implica un criterio social que abarca:
 Salud de las personas (por medio de los servicios de salud)

 Condiciones seguras de trabajo

 Viviendas

 Alimentación saludable

El derecho a la salud abarca:

 LIBERTADES: control de la salud sin injerencias y experimentos médicos NO consentidos.

 DERECHOS: que permita el acceso al sistema de salud que ofrezca a todos, LAS MISMAS
OPORTUNIDADES DE ALCANZAR “el grado máximo de salud que se pueda lograr”

La salud basada en los derechos humanos, está orientada a establecer estrategias y encontrar
soluciones para afrontar y corregir:
 DESIGUALDADES

 PRÁCTICAS DISCRIMINATORIAS

 INJUSTICIA POR INEQUIDAD


 1- Datos y cifras
· La Constitución de la OMS establece que el goce del grado máximo de salud que se
pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano.
· El derecho a la salud incluye el acceso a una atención sanitaria oportuna, aceptable,
asequible y de calidad satisfactoria.
· Con todo, unos 150 millones de personas en todo el mundo se encuentran cada año en
una situación financiera catastrófica y 100 millones de personas se ven abocadas a vivir
por debajo del umbral de la pobreza debido a sus gastos sanitarios.
· El derecho a la salud significa que los Estados deben crear las condiciones que permitan
que todas las personas puedan vivir lo más saludablemente posible. El derecho a la salud
no debe entenderse como el derecho a estar sano.
· Los problemas de salud suelen afectar en una proporción más alta a los grupos
vulnerables y marginados de la sociedad.

2- Observación general sobre el derecho a la salud


Para aclarar y hacer efectivas las medidas arriba enumeradas, el Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, que supervisa el
cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
adoptó en 2000 una Observación general sobre el derecho a la salud.
En dicha Observación general se afirma que el derecho a la salud no sólo abarca la
atención de salud oportuna, sino también los factores determinantes de la salud, como el
acceso al agua limpia potable y a condiciones sanitarias adecuadas, el suministro
adecuado de alimentos sanos, una nutrición adecuada, una vivienda adecuada,
condiciones sanas en el trabajo y el medio ambiente, y acceso a la educación e
información sobre cuestiones relacionadas con la salud, incluida la salud sexual y
reproductiva.
 
Según la Observación general, el derecho a la salud abarca cuatro elementos:
 
2-1 Disponibilidad. Se deberá contar con un número suficiente de establecimientos,
bienes y servicios públicos de salud, así como de programas de salud.

2-2 Accesibilidad. Los establecimientos, bienes y servicios de salud deben ser accesibles


a todos, en todas sus dimensiones, psicológicas, culturales, económicas y geogáficas.. La
accesibilidad presenta cuatro dimensiones superpuestas:
 no discriminación;
 accesibilidad física;
 accesibilidad económica (asequibilidad);
 acceso a la información.

2-3 Aceptabilidad. Todos los establecimientos, bienes y servicios de salud deberán ser


respetuosos de la ética médica y culturalmente apropiados, a la par que sensibles a los
requisitos del género y el ciclo de vida.

2-4 Calidad. Los establecimientos, bienes y servicios de salud deberán ser apropiados


desde el punto de vista científico.
 
Al igual que todos los derechos humanos, el derecho a la salud impone a los Estados
Partes tres tipos de obligaciones:
 Respetar. Significa simplemente no inferir en el disfrute del derecho a la salud (“no
perjudicar”).
 Proteger. Significa adoptar medidas para impedir que terceros (actores no estatales)
interfieran en el disfrute del derecho a la salud (por ejemplo, regulando la actividad de
los actores no estatales).
 Cumplir. Significa adoptar medidas positivas para dar plena efectividad al derecho a
la salud (por ejemplo, adoptando leyes, políticas o medidas presupuestarias
apropiadas).

Al comprender a la salud como un proceso de vida, al centrar la actividad en las


necesidades de las personas, al reconocer y definir la conciencia moral de cada ser
humano y de su autonomía, CADA ACTO DE SALUD ES UN ACTO ÚNICO, se trata
de ayudar a los demás a encontrar la mejor forma de vivir requiriendo de un
convencimiento de que la condición de vida nunca puede mermar la posibilidad de vida
de otra persona.
Según la Observación general mencionada, el derecho a la salud también
comprende «obligaciones básicas» referentes al nivel mínimo esencial del derecho.
Aunque ese nivel no se puede determinar en abstracto porque es una tarea que
corresponde a los países, para guiar el proceso de establecimiento de prioridades se
enumeran los siguientes elementos fundamentales:
 
3- Entre esas obligaciones básicas figuran las siguientes:
 
servicios esenciales de atención primaria de la salud;
alimentación esencial mínima que sea nutritiva;
saneamiento;
agua potable;
medicamentos esenciales.

Otra obligación básica es la de adoptar y aplicar una estrategia y un plan de acción


nacionales de salud pública en los que se tengan en cuenta las preocupaciones en materia
de salud de toda la población. Esa estrategia y ese plan deberán elaborarse y examinarse
periódicamente a través de un proceso participativo y transparente; deberán incluir
indicadores y bases de referencia que permitan vigilar estrechamente los progresos
realizados; y deberán prestar especial atención a todos los grupos vulnerables o
marginados.
Los Estados Partes deben adoptar medidas para avanzar hacia la realización del derecho
a la salud de conformidad con el principio de realización progresiva. Esto significa que
deberán adoptar medidas deliberadas, concretas y específicas hasta el máximo de los
recursos de que dispongan. Esos recursos incluyen aquellos proporcionados por el propio
Estado y los procedentes de la asistencia y la cooperación internacionales. En este
contexto, es importante establecer una distinción entre la incapacidad de un Estado Parte
de cumplir sus obligaciones contraídas en virtud del derecho a la salud y la renuencia a
cumplirlas.
 
4- Respuesta de la OMS
Como parte del actual proceso de reforma, la OMS ha puesto en marcha una iniciativa
para promover y facilitar la incorporación de una perspectiva de género, equidad y
derechos humanos, sobre la base de los progresos que ya se han realizado en estas esferas
en los tres niveles de la Organización. La OMS ha venido reforzando activamente su
liderazgo técnico, intelectual y político respecto del derecho a la salud. En general, esto
conlleva:
 reforzar la capacidad de la OMS y de sus Estados Miembros para adoptar un enfoque
de la salud basado en los derechos humanos;
 promover el derecho a la salud en el derecho internacional y en los procesos de
desarrollo internacionales;
 promover los derechos humanos relacionados con la salud, incluido el derecho a la
salud.

DECLARACIÓN ALMA – ATA (1978)


El 12 de septiembre de 1978 se realizó la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de
la Salud (APS) en la antigua URSS, en la que se firmó la declaración de ALMA-ATA con la
necesidad de realizar acciones para proteger y promover la salud de todos los pueblos.
Es así que en el marco de la Conferencia de Alma-Ata surge como estrategia la Atención Primaria de
Salud y quedan sentadas sus bases.
La definición de la APS se fundamenta en “la asistencia sanitaria esencial, basada
en métodos y tecnología fundados científicamente y aceptados socialmente, puestos
al alcance de todas las comunidades, con plena participación de las mismas; y a un
costo que la comunidad y el país puedan sostener”.

La Atención Primaria de la Salud organiza al sistema de salud constituyendo al primer nivel de


atención en la puerta natural de entrada, al estar sus servicios insertos en la comunidad.

¿Cuáles son las principales definiciones y consensos de la conferencia internacional en Alma


Ata?
- La conquista del más alto nivel de salud exige de la intervención de muchos otros sectores sociales y
económicos, además del sector salud.
- La población tiene el derecho a participar de forma individual y colectiva en la planificación e
implementación de las acciones de salud.
- APS es, al mismo tiempo, el reflejo y la consecuencia de las condiciones económicas y de las
características socioculturales y políticas del país y de sus comunidades.

Comprende las siguientes áreas:


- la educación sobre los principales problemas de salud y sobre los métodos de prevención
correspondientes.
- la promoción de la alimentación y de los nutrientes adecuados.
- el abastecimiento adecuado de agua potable y el saneamiento básico.
- la asistencia materno-infantil incluyendo la planificación familiar.
la inmunización contra las principales enfermedades infecciosas.
- la prevención y lucha contra las enfermedades endémicas locales.
- el tratamiento apropiado de las enfermedades y traumatismos comunes.
-  la disponibilidad de medicamentos esenciales.
- Incluye la participación, además del sector salud, de todos los sectores y campos de actividad conexa
del desarrollo nacional y comunitario, en particular el agropecuario, la alimentación, la industria, la
educación, la vivienda, las obras públicas, las comunicaciones y otros, exigiendo los esfuerzos
coordinados de todos estos sectores.
- Fomenta la autoresponsabilidad y la participación de la comunidad y de las personas en la
planificación, organización, funcionamiento y control.

En la actualidad, la Atención Primaria de la Salud se encuentra en una etapa de transformación y


fortalecimiento que la posiciona como el pilar de la mayoría de los sistemas de salud en el mundo.

Para la Organización Panamericana de la Salud (OPS) la estrategia tiene un gran potencial como
vehículo para satisfacer cinco desafíos que se le presentan al futuro de la salud en la Región:

- Garantizar la universalidad de acceso, a la vez que priorizar la salud de los grupos menos
privilegiados y reducir las desigualdades en salud.
- Mejorar la salud de la población aumentando la esperanza de vida y la calidad de vida.
- Alcanzar una atención de salud bajo una red de servicios de calidad y eficacia, que satisfaga a
individuos, familias y comunidades y en la cual participen todos ellos.
- Afianzar un desarrollo articulado de los diversos proveedores de la atención en salud.
- Fortalecer la infraestructura y las capacidades institucionales para el desempeño adecuado de las
funciones esenciales de salud pública

Cuando se dice que el Primer Nivel de Atención es la puerta de entrada al sistema de salud, se está
describiendo el nivel donde la APS materializa la mayor parte de sus actividades esenciales: “Ese
primer contacto se refiere a que la atención primaria debe ser la puerta principal de entrada al sistema
de salud. Mediante esta función, la atención primaria refuerza la base de los sistemas de salud basados
en la Estrategia de APS, representando, en la mayoría de los casos, el principal punto de contacto
entre la población y los sistemas de servicios sociales y de salud.”
Resulta frecuente la confusión entre APS y Primer Nivel de Atención. Dicha confusión implica que en
muchos casos el alcance de la APS como estrategia resulte reducido a actividades a realizar en los
CAPS. 

De hecho, la estrategia de APS como tal, requiere de un sólido vínculo entre los tres niveles de
atención (el segundo lo conforman los hospitales generales y centros ambulatorios de especialidades y
el tercero los centros de alta complejidad).
Un eficaz sistema de referencia y contra-referencia en el marco de una red de salud instituida, se
conforma en un dispositivo elemental para materializar una APS que trascienda los distintos niveles
de atención.
Un sistema de salud basado en la APS fortalece el primer nivel de atención, pero tiene a su vez
elementos estructurales y dinámicos que lo trascienden de forma significativa y alcanzan todos los
niveles del sistema.

CARTA DE OTTAWA (1986)


La pretensión de este documento, fue concienciar de la importancia de la Promoción de Salud como
abordaje para resolver problemas relacionados con la salud en un mundo que socialmente cambiaba a
un ritmo ya desmesurado. Habíamos pasado de las Enfermedades Transmisibles como centro de la
preocupación mundial a la aparición de Enfermedades No Transmisibles (ENT). Hoy, la situación
sigue en esa línea de cambios, y la tendencia sigue orientada hacia la Promoción de Salud. Pero en la
práctica, los actores que toman decisiones en salud olvidan cuáles son las prioridades en el campo de
acción.
Vivimos en un mundo globalizado, en el que los flujos migratorios o las consecuencias de la política
internacional y, en definitiva, los problemas globales, influyen en la población mundial, conllevan un
importante cambio en los problemas de salud y en las preocupaciones de la sociedad.
Muchos de los problemas tienen su origen en factores sociales que provocan desigualdades en la salud
por razón de género y nivel socioeconómico, lo que se denomina “desigualdades sociales en salud”.
No podemos olvidar que hay gente que le es más fácil llegar a la meta de la salud, pues la clase social
sigue siendo el eje principal de la desigualdad.
La Salud Pública, y en este caso, la Promoción de la Salud no entiende de razas ni de clases sociales,
está comprometida con el mundo, y sus acciones deben ir encaminadas a generar oportunidad y con
ello equidad en salud.
La carta de Ottawa se emite para cumplir con el objetivo ya planteado en el año 1978 en la
declaración de Alma-Ata sobre Atención Primaria de “Salud para todos en el año 2000”.
En esta conferencia se define Promoción de la Salud como “El proceso de capacitar a la población
para que aumente el control sobre su propia salud y la mejore”. Se definen unos prerrequisitos
para la salud; cualquier mejora de la salud ha de basarse en ellos: paz, educación, vivienda,
alimentación, renta, un ecosistema estable, justicia social y equidad.
Una buena salud es el mejor recurso para el progreso personal, económico y social y una dimensión
importante de la calidad de vida, por lo que el objetivo es hacer condiciones favorables para
promocionar la salud. Se insiste en que la Promoción de la Salud exige acción coordinada de
gobiernos, sectores sanitarios, y otros sectores sociales y económicos, autoridades locales, industria y
medios de comunicación.
En conclusión, se propusieron cinco estrategias fundamentales para conseguir activar la Promoción de
la Salud:

1. Políticas de Salud Pública adecuadas.


2. Crear entornos saludables.
3. Reforzar la acción comunitaria.
4. Desarrollar aptitudes personales. Educación para la Salud.
5. Reorientación de los servicios sanitarios.

En aquel momento se pretendió dar un gran paso en la Salud Pública, pues se pusieron de manifiesto
problemas emergentes en salud consecuencia de los cambios que ya vivía la sociedad del momento.
Además, se dieron cuenta de que la mayoría de los factores de riesgo relacionados con las ENT eran
modificables y que, en eso, todos teníamos un trabajo por hacer.
Hoy, cuando hablamos de Promoción de la Salud nos referimos a la misma idea que surgió en aquella
conferencia, que marcó una línea de actuación a seguir en la nueva concepción de Salud Pública.
Hemos ido añadiendo algunos otros conceptos que la complementan, que la mantienen viva; un
término popularizado en los últimos tiempos es “Empoderar en salud”.
Títulos de congresos, jornadas, libros, estudios de investigación, que vienen a decir que lo que se dijo
en aquella conferencia, sigue siendo útil y efectivamente la sociedad en la que vivimos requiere de
Promoción de la Salud. Se ha demostrado que lo que realmente funciona es el rol activo de la persona
respecto a la gestión de su propia salud. A eso se ha llamado empoderamiento, que implica un
cambio de mentalidad, de paradigma. El paciente que era cuidado desde una perspectiva paternalista
por los servicios sanitarios manteniendo un rol pasivo, ahora es un paciente con pensamiento crítico,
con capacidad para decidir. Y lo más importante, un paciente informado.
Los profesionales sanitarios toman el rol de facilitadores en el proceso de Promoción de la Salud y es
responsabilidad de los profesionales de Salud Pública defender/fomentar una práctica que en la
sociedad actual es un instrumento imprescindible. Una estrategia básica en políticas de salud.
Podemos llamarlo exclusivamente Promoción de la Salud y englobar todo, añadirle empoderar en
salud o paciente activo/experto, pero lo importante es tomar conciencia de los cambios en los que
estamos inmersos y que afectan a nuestra salud y con ello, tomar las medidas pertinentes para generar
el cambio.
En 1986, internacionalmente, se emitía una carta poniendo de manifiesto la importancia de la
Promoción de Salud en el mundo. Actualmente, los cambios son notables, pero no suficientes. Si
perseguimos un cambio de paradigma y miramos la Promoción de la Salud no como una utopía, sino
como una realidad palpable, tenemos que modificar la forma de entender los sistemas de salud.

También podría gustarte