Recuerda: Mantener el audio en silencio mientras alguien lee. Respetar el turno. Concentrarse en la lectura. Felicitar cuando el compañero/a termine de leer. Hoy todos leeremos en voz alta: Recuerda: Leer el texto completo.. Leer con entonación. Respetar la puntuación. Leer y que tu voz se escuche fuerte y clara.. ¡Comencemos a leer! La zorra y las uvas Una zorra hambrienta, después de caminar mucho tiempo buscando algo con qué saciar su apetito, pasó por un huerto. Y, claro está, las suculentas uvas, grandes y jugosas, sobresaltaron a su hambriento estómago. Y al contemplar con ansias los racimos colgados de la parra, quiso cogerlos con su hocico. Pero, por más que se afanaba en sus saltos y esfuerzos, no pudo coger siquiera uno de ellos. Luego de varios intentos vanos, se alejó diciendo: - ¡No me agradan! ¡Qué verdes están! El cuervo y la jarra Un cuervo se acercó medio muerto de sed a una jarra que creyó llena de agua; mas al introducir su pico en la boca de la vasija, se encontró que solo quedaba un poco de agua en el fondo y que no podía alcanzar a beberla, por mucho que se esforzara. Hizo varios intentos, luchó, batalló, pero todo fue inútil. Se le ocurrió, entonces, inclinar la jarra. Probó una y otra vez, mas al fin, desesperado, tuvo que desistir de su intento. El cuervo y la jarra El cuervo se preguntaba si tendría que resignarse a morir de sed teniendo el agua allí mismo, cuando de pronto, tuvo una idea. Tomó una piedrecilla, la dejó caer al fondo de la jarra y vio subir un poco el nivel del agua. Entonces, llenó el fondo con unas cuantas piedrecillas más, y de esta manera pudo satisfacer su sed y salvar su vida. 15 de junio, 2021. Olmue. Queridos abuelos: Les escribo desde la parcela de la tía Josefina para contarles que estoy muy contento aquí. Con mis primos lo hemos pasado muy bien y además, he aprendido mucho sobre la vida en el campo. Todos los días vamos a buscar huevos al gallinero, ayudamos a ordeñar las vacas y andamos a caballo. Como ven, tenemos muchas cosas entretenidas que hacer. Ojalá ustedes puedan venir a pasar unos días con nosotros. Los quiero mucho, Martín. La cazuela La cazuela es un plato típico, elaborado con una presa de carne o de pollo, más verduras variadas como zanahoria, porotos verdes, zapallo, choclo y papas. Para que quede más rica se le añade arroz. Doña Cecilia, la mamá de Pepe la hace casi todas las semanas los días sábados pues los domingos comen empanadas. Nunca los lunes; ese día preparan porotos o lentejas. Doña Cecilia va a la feria los jueves y don José, su marido, compra la carne el viernes antes de volver a casa. A veces me invitan a almorzar el día que tienen cazuela. La polilla palomilla La polilla por la noche vuela y busca qué comer, y parece que a mi suéter le ha encontrado gusto a miel. La polilla por el día duerme y duerme sin roncar, tapadita con mi abrigo que eligió para cenar. ¡La polilla es palomilla! ¿Come pan con mantequilla? El campesino y la fortuna Debajo de un árbol descansaba tranquilamente un joven campesino. Miraba a su alrededor y agradecía cómo la tierra le había premiado pues había recogido todo lo que con su esfuerzo había sembrado. Veía lindos zapallos, melones y sandías. Y decía: ¿Por qué será que árbol no produce zapallos, sandías o melones? Cuando de repente, le cayó una nuez que le pegó en la nariz, y entonces, el campesino pensó: ¡Bien sabia es la naturaleza, pues si un enorme zapallo me hubiera caído encima, no estaría ahora yo vivo! La liebre No se sabe que la liebre tenga amigos en el mundo animal. En cambio, son muchísimos sus enemigos: todos ellos carnívoros, desde la minúscula comadreja al perezoso tejón semi-vegetariano. Por sentirse tan perseguida, la liebre ha aprendido a desconfiar de todo, actuar con máxima cautela y potenciar sus dotes de huida. La liebre Una liebre acosada no huye en línea recta, como los demás animales, sino en zig-zag, y da unos curiosos saltos, todos ellos con el objeto de perturbar a sus enemigos. Si la suerte le permite llegar a las cercanías de su madriguera, no penetra en ella directamente, sino que se entretiene en confundir sus rastros, también para desorientar al perseguidor. A pesar de todas estas precauciones, son muchas las liebres cazadas. La liebre Para dificultar su extinción, la naturaleza hizo a este animal muy fértil. Una hembra de quince meses puede parir cuatro camadas en un año, con un total aproximado de nueve crías. Si cuatro de ellas son hembras, y si siguen el mismo ritmo de multiplicación, en nueve años una hembra liebre puede dar una descendencia de 65.50 liebres bebes. La falsa apariencia Un día, Adela fue al bosque en busca de hongos para la comida. Encontró unos muy bellos, grandes y llenó con ellos su canasta. Mira, abuelita, he traído los más hermosos.. Había otros más arrugados, pero los he dejado. -Hija mía -repuso la anciana- esos arrugados son los que yo siempre he recogido. Te has dejado guiar por las apariencias y has traído a casa hongos que contienen veneno. Si los comiéramos, enfermaríamos. Adela comprendió entonces que no debía dejarse guiar por el bello aspecto de las cosas, que a veces ocultan un mal desconocido. El chimpancé El chimpancé es un animal que fabrica muchas herramientas. Para ello, usa las ramas, piedras, hojas y hierbas. Ellas son transformadas para obtener alimentos, defenderse, limpiarse, etc. Por ejemplo, el chimpancé arranca una rama de un árbol y con ella hace una vara. Luego, mete la vara en un hormiguero, la saca con mucho cuidado y lame los insectos que se han quedado pegados en ella. También, elabora lanzas afilando los extremos de los palos con sus dientes. Las utiliza para cazar y para protegerse. La gallina Zaida La gallina Zaida era feliz. Vivía con su familia en una casita del bosque. Había un árbol donde vivía un zorzal y muchas zarzamoras, que pinchaban al caminar. Ella tenía muy buen corazón y era una tierna mamá. Le gustaba, junto al gallo Zoilón, barrer, tejer, coser y cocinar para sus diez pollitos. Los diez pollitos salían a jugar con el zorzal y picoteaban zapallos, guindas y ciruelas. Buscaban semillas y gusanos. En la tarde, al volver a su casa, la gallina Zaida, el gallo Zoilón y sus diez pollitos, se repartían los ricos alimentos que recolectaban y se los comían. ¡Eran muy felices! La mosca Dorita La mosca Dorita No entiende de fútbol, no va ya a la escuela le carga el ballet. desde que vio tele Pero ahí instalada ni siquiera vuela. cualquier cosa ve. Parada en el medio Solo parpadea de nuestra pantalla la mosca Dorita pasa todo el día cuando yo le grito: sin pensar en nada. ¡Mente de mosquita! El paseo Guillermo y Eugenia viven en Santiago. Ellos son estudiantes de 3° año básico y están planificando un viaje a la costa. El curso quiere ir a la playa pues hay varios niños que no conocen el mar. Su profesora jefe y algunas mamás los acompañarán. Ya tienen arrendado un bus grande y moderno que se demora dos horas en ir y otras dos en volver. Si les toca un día con harto calor, podrán darse un rico baño en el mar. Eso sí, ninguno tendrá permiso para nadar lejos de la orilla. ¡Nunca se sabe cuando aparece una ola traicionera! ¡Felicitaciones!