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UNIVERSIDAD CATÓLICA ANDRÉS BELLO


Facultad de Humanidades y Educación

Unidad Curricular: Relaciones positivas entre padres y docentes.


Profesora: Mª Esperanza Lecuna.

TEMA 2: DISEÑO DE TALLER

- Definición:
Un taller es una metodología de trabajo en la que se integran la teoría y la
práctica. (…). Se enfatiza en la solución de problemas, capacitación, y requiere la
participación de los asistentes. El Taller constituye un lugar de co‐aprendizaje, donde
todos sus participantes construyen socialmente conocimientos y valores, desarrollan
habilidades y actitudes, a partir de sus propias experiencias. Dentro de este espacio,
sin embargo, se diferencian los roles de participante y de facilitador, en función de la
mejoría de la calidad del producto colectivo de trabajo. (González, 2000).
El autor antes citado afirma, que “En el taller ‐modalidad operativa, jamás un
método‐ se pueden aplicar criteriosamente diferentes estrategias, técnicas,
metodologías, incluida la clase magistral. Esto posibilita que el facilitador y grupo
atraviesen cuatro momentos insoslayables en términos de aprendizaje: vivencia,
reflexión, conceptualización y sistematización. No importa en qué orden se desarrollen,
estos momentos siempre han de ser vividos y trabajados. Las ventajas del taller están
íntimamente relacionadas con su esencia, una instancia ideal para trabajar los
vínculos interpersonales, con los conocimientos, las actitudes y las prácticas”.

- Metodología de trabajo: Ver, Pensar, Decidir y Actuar.


El grupo revisa a través del diálogo, sus experiencias personales relacionadas
con el tema que están analizando (ver), y reflexionan si este asunto puede mejorar o
transformarse (pensar); a continuación cada uno de los participantes determina en lo
personal, (decide) las acciones que necesita realizar o modificar, para mejorar la
dinámica de su actuación, y establece como tarea cuándo la llevará a cabo (actuar).
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Una persona aprende en ciclos, pasando de manera natural entre acción y


reflexión, entre actividad y reposo.
• Los ciclos son la manera como mejoramos lo que hacemos.
• El ciclo nos permite:
a) Observar nuestra acción anterior.
b) Reflexionar sobre lo que hemos hecho.
c) Usar lo anterior para decidir cómo cambiar o mejorar nuestra actuación siguiente.
(Amaya y Rodríguez, 2009).

- Funciones básicas del facilitador del taller:


• El facilitador del taller fomenta la comunicación y el aprendizaje, participa con el
grupo en la producción de conocimientos. Se puede sintetizar la tarea del facilitador de
taller en los siguientes términos: es quien organiza, promueve, estimula, apoya,
explicita y realimenta.
• EL facilitador, definido en estas acciones, es además, un “observador‐escucha” del
acontecer grupal; acompaña el proceso. Ayuda a los participantes a constituirse en
grupo en torno de la tarea prevista.
Como se ha señalado, las sesiones de trabajo se desarrollarán siguiendo el
Método de trabajo: Ver, Pensar, Decidir y Actuar. Para que el proceso de esta
metodología se desarrolle adecuadamente y derive en aprendizajes significativos para
la mayoría de los participantes, será decisiva la función y competencias que
despliegue el facilitador dentro del grupo.
Desde la óptica de las funciones del facilitador, resulta muy importante que
este esté convencido de la relevancia y trascendencia que puede tener el taller para
las personas a quienes va dirigido. Además, la sensibilidad, entusiasmo y compromiso
que asuman los facilitadores frente a los talleres, necesariamente incidirá y se verá
reflejada en los resultados individuales, ya que al contar con un entorno más estable,
armonioso y estimulante, posibilitará que las condiciones de trabajo se vean
potenciadas, en benéfico de la tarea y de las relaciones interpersonales.
Si bien la actividad de conducción de un ejercicio de esta naturaleza no es algo
simple, la experiencia en el manejo de grupos, el liderazgo que han desarrollado en la
universidad y la sensibilidad personal hacia determinados temas, permitirá que las
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funciones de facilitador de estos talleres se convierta también en una oportunidad de


aprendizaje y crecimiento profesional (Amaya y Rodríguez, 2009).

- Principios básicos para trabajar en los talleres:


Para que todos los participantes puedan sacar el mayor provecho y efectividad
durante las reuniones, es muy importante que se cumplan las siguientes “reglas”:
 Ser responsables: Uno de los compromisos de los participantes en los talleres
consistirá en asistir y participar activamente en cada una de las sesiones de
trabajo y en las demás actividades que se desarrollen alrededor de estos.
 Respetar las opiniones de los demás: Para que todos se sientan con la confianza
de opinar, necesitan saber que aunque las demás personas no estén de acuerdo
con ellos, respetarán sus ideas y opiniones. Esto quiere decir, no burlarse, no
menospreciar y no juzgar a las personas que dan su opinión sobre cualquier
asunto.
 Expresar todas las opiniones y dudas: Cuando todos opinan sobre un tema y
comparten con los demás sus conocimientos y experiencias, otros podrán darse
cuenta que hay formas diferentes de ver las cosas y así aprender más sobre el
mismo tema. Cuando una persona no resuelve sus dudas, no le quedan las cosas
claras, y ya no opinará con la misma seguridad y confianza.
 Pedir la palabra: Es importante que, para que todos puedan participar y escucharse
unos a otros, se pida la palabra levantando la mano y será el facilitador quien hará
las veces de moderador de los tiempos e intervenciones.

- Implementación del taller o talleres:


Esta debe seguir una planificación cuidadosa que se realizará a partir del
resultado obtenido del estudio de necesidades, intereses y contexto de los
participantes y en consecuencia, se determinará su organización en relación a la
sesión o sesiones a considerar mediante los temas que se desarrollarán en estos
talleres, clasificados en ejes temáticos si así se requiere. Por ejemplo, un eje temático
pudiera ser Enfoque de género, donde se consideren varios talleres en torno a
distintos temas relacionados con los aspectos culturales que explican las diferencias y
la situación de inequidad, que existen entre hombres y mujeres en la sociedad.
Considerar las diferentes oportunidades que tienen los hombres y las mujeres, las
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interrelaciones existentes entre ellos y los distintos papeles que socialmente se les
asignan. Estos podrían ser abordados en un ciclo de talleres que será planificado en
función al tiempo (semanal, quincenal, mensual, bimensual o trimestral) y al número
de participantes.
A continuación se describe los aspectos a considerar para la implementación
del taller:
1.- Planificación: partiendo del diagnóstico de necesidades se procederá a
priorizar aquellos temas que despiertan mayor interés, de manera que puedan
incorporar otras temáticas.
En la planificación se debe considerar, en primer lugar, las áreas de interés o
ejes temáticos, y como ya fue mencionado, estos encierran una variedad de tópicos o
temas que luego de ser escogidos, se clasificarán según su nivel de necesidades. Para
Bartau, Maganto y Etxeberría (sf), dichas áreas son:
 Compartir información: El facilitador persigue estimular el compartir la
información presentando hechos, conceptos e información teórica acerca del
tema que puede comunicar de manera física o por medios tecnológicos que
permiten distribuir la información de forma sencilla y entretenida.
 Adquisición y desarrollo de habilidades: El compartir información a menudo es
insuficiente para conseguir cambios conductuales porque sólo decir a la gente
lo que tiene que hacer nunca ha demostrado ser un vehículo efectivo. Por ello,
a la información suele incorporarse la construcción de habilidades. Suelen
utilizarse las técnicas de role-playing (juego de roles o técnica de
dramatización), el modelado y el ensayo conductual para enseñar habilidades
específicas y apoyar la información compartida.
 Cambio de creencias: Este tipo de objetivos que se derivarán, persiguen por un
lado, desarrollar la autoconciencia y el autoconocimiento con respecto al tema,
y por otro, cambiar diversos tipos de creencias tales como los valores, las
actitudes, las teorías implícitas acerca del desarrollo y la educación y/o la
percepción del comportamiento en sus relaciones personales, laborales o
académicas.
 Resolver problemas: El cuarto tipo de objetivos que frecuentemente se persigue
en los grupos de formación es la aplicación de la resolución de problemas.
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Requiere que el facilitador proporcione una continua estimulación y


retroalimentación constructiva a los participantes durante el proceso. El
objetivo es enseñar el paradigma básico de la resolución de problemas que es
aplicable a una variedad de estos según el caso. Las fases componentes del
proceso de resolución de problemas incluye las siguientes: a) Identificar el
problema, b) Determinar de quién es el problema, c) Explorar opciones
alternativas de actuación, d) Anticipar los resultados probables de esas
acciones, e) Seleccionar y poner en marcha un plan y f) Evaluar la efectividad
del plan puesto en marcha.
Una vez que las áreas de interés o ejes temáticos han sido identificados, se
procederá a definir el objetivo general, los específicos, contenidos,
estrategias/actividades, el tiempo de duración de cada actividad, de cada sesión, así
como de la totalidad del curso; los recursos (humanos, logísticos, económicos,
didácticos e institucionales), de aquellos temas que fueron seleccionados y los
instrumentos/técnicas que se aplicarán para la evaluación de la eficacia de la o las
sesiones y el taller en general. Para ello, Bisquerra (1998) sostiene que es importante
contar con una organización logística en cuanto a:
2.- Objetivos: Los objetivos indican cuáles son las metas de conocimiento a
alcanzar: a qué resultados se quiere llegar (no dar los resultados, sino plantearlos en
forma genérica). Deben expresarse en forma concisa, clara e inequívoca. No pueden
ser juicios de valor y generalmente, se expresan comenzando con un verbo en infinitivo
que indica la vía de conocimiento por la que se procederá.
En este sentido, el objetivo general es el marco de referencia de lo que se
pretende aportar y demostrar en el taller. Se indica en su proposición cuál es el área
temática y el problema que específicamente se atenderá y debe estar en perfecta
armonía con este.
Por otra parte, el o los objetivos específicos descentralizan la focalización del
tema, pero dentro de su contexto. Son partes de un todo, enunciados para facilitar la
comprensión de las metas a las que se arribará para lograr el objetivo general y al
igual que éste, se expresa comenzando con un verbo en infinitivo.
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3.- Contenido(s) temático(s): Los contenidos de los temas se derivan de las


propuestas producto del consenso a partir de las necesidades del grupo, las
características del contexto y los enfoques teóricos que subyacen a los programas
estimados a desarrollar. Este incluirá de manera breve el tema central del taller con
sus posibles divisiones que expondrá el facilitador y donde se introducirá además, las
dinámicas, estrategias, técnicas, metodologías y ejercicios que consideré pertinentes
para alcanzar la comprensión del tema de manera efectiva.

4.- Los recursos: Se deben considerar los recursos humanos, logísticos,


financieros y didácticos. En cuanto a los recursos humanos, comprende a las
personas, quienes son consideradas como los únicos recursos vivos y eficaces
capaces de llevar al éxito organizacional de la tarea planteada. En este caso se debe
considerar al facilitador o facilitadores, colaboradores y participantes del taller así
como también a aquellos invitados por otras instituciones o empresas.
Recursos logísticos: Se encarga de la gestión de los medios necesarios para
alcanzar la satisfacción en las mejores condiciones de servicio y calidad (superficies,
instalaciones, medios de transportes, informática, etc.). Para lo cual contempla que la
instalación donde se facilitará el taller cuente con el espacio, la iluminación y
ventilación (artificial o natural), lejos del ruidos molestos que impidan una buena
comunicación entre el facilitador y los participantes; mobiliario, servicios sanitarios y
de refrigerios, así como de accesibilidad requeridos para su óptima aplicación.
En esta sección, también se considerará la invitación a todos los posibles
participantes, la cual puede ser en físico o virtual (haciendo uso de las redes sociales);
en ella se debe especificar el lugar, día, hora y la temática que se manejará durante la
o las sesiones. En caso de no ser virtual, la invitación puede llevar un talón de
inscripción que servirá de indicador para conocer cuántos son los interesados en
participar y habiéndose recogido los talones de la inscripción, se podrá elaborar un
directorio y la lista de asistencia.
En relación a la temática, se diseñará una sinopsis con el o los contenidos a
tratar para el taller o sesión, donde se establecerá: el objetivo general y específicos,
estrategias, actividades, duración del taller, recursos (en caso que los participantes
deban llevar algún recurso) y responsable de facilitar el taller.
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Recursos financieros: Son aquellos recursos, propios y ajenos, de carácter


económico y monetario que se requiere para el desarrollo y aplicación del taller. Se
refiere a los gastos a considerar que demanden las actividades a realizar y contemplan
tanto los honorarios profesionales del o los facilitadores, como los costos generados
por refrigerios y materiales requeridos durante el desarrollo del taller.
Recursos didácticos (técnicos, tecnológicos y materiales): Son aquellos que
servirán de apoyo y contribuirán a facilitar los contenidos del o los temas del taller,
entre los cuales se encuentran los recursos técnicos, tecnológicos y materiales. En
cuanto a los recursos técnicos, sirve como herramientas e instrumentos auxiliares en
la coordinación de los otros recursos, tales como cámara fotográfica, una pantalla para
proyección, amplificadores de sonido, fotocopiadora, CD y DVD, entre otros. Por otra
parte, un recurso tecnológico es un medio que se vale de la tecnología para cumplir
con su propósito. Los recursos tecnológicos pueden ser tangibles como una
computadora de escritorio o portátil, impresora, video beam u otra máquina, o
intangibles como un sistema, una aplicación virtual o programas informáticos.
En relación a los recursos materiales a necesitar se determinarán según los
requerimientos de cada tema. Sin embargo es preciso disponer de: lápices,
borradores, sacapuntas, bolígrafos, marcadores permanentes y de pizarra, borrador de
pizarra, pizarra, hojas en blanco, tijeras, cartulina, papel de construcción, material
fotocopiado y juegos adaptados para las dinámicas. Así mismo, es necesario contar
con tirro, rotuladores gruesos y lista de asistencia.

5.- Distribución del tiempo: La programación de la sesión o sesiones a trabajar


debe estar diseñada con la mayor factibilidad, de manera que favorezca los
encuentros con los participantes. En este sentido, e independientemente que la
jornada del taller sea de todo un día o la mitad de éste, la distribución del tiempo en
algunas de las actividades debe mantenerse para no agotar a los asistentes y
garantizar el éxito del mismo.
Para un taller de medio día (4 horas):
- Saludo y bienvenida: No debe exceder los 10 minutos.
- Comentario de la sesión anterior (en caso de varias sesiones): 15 minutos.
- Dinámica de inicio: No debe exceder los 40 minutos.
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- Presentación de los objetivos y exposición del tema: 45 minutos.


- Refrigerio: No debe exceder los 10 minutos.
- Actividad: No debe exceder los 40 minutos.
- Reflexión: No debe exceder los 40 minutos.
- Evaluación del taller: No debe exceder los 30 minutos.
- Despedida: No debe exceder los 10 minutos.
Para un taller de todo el día (8 horas):
- Saludo y bienvenida: No debe exceder los 10 minutos.
- Comentario de la sesión anterior (en caso de varias sesiones): 20 minutos.
- Dinámica de inicio: No debe exceder los 45 minutos.
- Presentación de los objetivos y exposición del tema: 60 minutos.
- Actividad: No debe exceder los 45 minutos.
- Receso para almorzar: No debe exceder los 90 minutos.
- Actividad: No debe exceder los 45 minutos.
- Reflexión: No debe exceder los 45 minutos.
- Dinámica de cierre: No debe exceder los 45 minutos.
- Evaluación del taller: No debe exceder los 30 minutos.
- Despedida: No debe exceder los 10 minutos.

6.- Evaluación: desarrollar instrumentos de evaluación, metodología y diseño


para poder determinar si el taller consiguió los objetivos propuestos (cuestionarios,
entrevista, lista de cotejo, escala de estimación, rúbrica, registros de observación,
grupo focal, entre otros). Se evalúa mediante la aplicación de un instrumento dirigido a
los participantes al finalizar el taller y en caso de ser un ciclo de talleres, también al
final de todo el programa de talleres, atendiendo al logro de los objetivos programados,
al porcentaje de asistencia a las actividades y a los cambios actitudinales de los
participantes.
Se recomienda la elaboración de un informe final de logros donde se evaluará
la experiencia y se tomarán decisiones sobre futuros talleres.
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Referencias

Amaya, E. y Rodríguez G. (2009). Programa de Desarrollo Social “Supera, Más


Oportunidades con hechos”. San Luis Potosí, México. Gobierno del Estado.

Bartau, I., Maganto J. & Etxeberría, J. (sf). Los programas de formación de padres: una
experiencia educativa. OEI. Revista Iberoamericana de Educación. Dpto. de
Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación: Universidad del País
Vasco.

Bisguerra, L. (1998). Modelos de orientación e intervención psicopedagógica.


Barcelona: Praxis. En: Rodríguez, O. (2014). Programa de orientación para
padres y representantes a fin de minimizar las conductas agresivas en los
escolares. Trabajo de grado. Maestría en Educación, mención orientación y
asesoramiento. Universidad de Carabobo. Facultad de Ciencias de la Educación.
Dirección de postgrado.

González C. (2000). Talleres: sentimiento, pensamiento y acción. Revista Novedades


Educativas. Entrevista Publicada en la Edición Nº 102. Recuperado el 3 de
marzo de 2011, en http://www.noveduc.com/entrevistas/gonzalezcubers.htm

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