Está en la página 1de 10

¿QUE ES LA PSICOPATOLOGIA?

La psicopatología es un campo en el que confluyen la psiquiatría, el psicoanálisis y la psicología. La aparición de la


psicopatología se da en el seno de una discusión con la psiquiatría: es allí que nace. El término aparece a fines del
siglo XIX, pero no se uso sino a partir de 1913, con Karl Jaspers.
Los tres modelos clínicos
La evolución histórica de los conceptos psicopatológicos nos permiten dividirlos en tres períodos, cada uno con sus
diferentes modelos . Estos son:
a) Un primer período caracterizado por el “ Modelo anatómico-clínico o Alienista” . b) Un segundo momento que
corresponde al “Modelo Fenomenológico” c) El tercer momento es el psicoanálisis.
El modelo Alienista o Anatomo-clínico está basado en la medicina y en los métodos que esta utiliza; el conocimiento
se entiende de manera clásica, como una relación establecida entre el sujeto y el objeto tal como se lo piensa desde
Platón en adelante.
La enfermedad mental es igual a la enfermedad natural o enfermedad orgánica. Por ejemplo : Parálisis general
progresiva de Bayle es un enfermedad provocada por una lesión en las membranas meníngeas del cerebro. Este
modelo no ha desparecido, el electroshock, los comas insulínicos, las medicaciones, son tratamientos biológicos.
Este modelo clínico se denomina “Clínica de la mirada”, es una clínica basada en la observación, en la mirada del
clínico. Corresponde a una epistemología positivista, la que considera que hay que saber para poder actuar,
esquema clásico de la medicina.
Si los fenómenos son observados como realidades materiales, la realidad material más tangible que encuentra el
psiquiatra, que no recurre a las prácticas mágicas o religiosas, es la realidad del cuerpo biológico
Por eso la psiquiatría trata al enfermo mental como enfermo orgánico
Estos modelos entraron en crisis, una de las primeras causas fue que no se demostraban las lesiones
anatomopatológicas, ni en el cerebro ni en otros órganos.
A medida que este modelo entró en crisis se produjo un vacío, los vacios tienden a llenarse, la primera forma que se
llenó fue con una teoría filosófica: la fenomenología.
Esto corresponde al segundo modelo, período de psiquiatría fenomenológica, cuyo representante principal es Karl
Jasper con su célebre Tratado de Psicopatología General que se apoya en los psiquiatras llamados “psicogenetistas”
Psicogenético quiere decir que lo psíquico produce lo psíquico.
En este segundo período , todavía existe la misma correlación Sujeto-Objeto, pero aparece la escucha
fenomenológica.
El fenomenólogo , no escucha al paciente como un analista, pero escucha sus sueños, sus síntomas.
La Psiquiatría fenomenológica se basa en la comprensión. El psiquiatra comprende a su paciente, por identificación,
por empatía. Cuando no lo comprende aparece lo ajeno, lo extraño.
El tercer período es el psicoanalítico: verdadera ruptura epistemológica.
El modelo psiquiátrico clásico es básicamente un modelo cognoscitivo. De este modelo surge una verdad universal
que pretende ser objetiva. El saber está del lado del médico que actúa en relación a este saber.
En el modelo psicoanalítico, el campo analítico se crea entre el campo del analista y el del analizante, nada queda
por fuera, la técnica no es exterior sino que se da en el seno mismo de la estructura.
La verdad es verdad singula , propia de cada sujeto, no hay relación cognoscitiva ya que la posibilidad de que algo de
la verdad del paciente se despliegue depende exclusivamente de que el analista no la obture con su saber .
No hay por lo tanto verdad universal, sino que la verdad (el deseo ) es siempre singular.
El psicoanálisis produce otras rupturas importantes para la psicopatología:
-identidad psiquis- conciencia
-oposición normal-anormal
La marcha freudiana parte de lo patológico para llegar a explicar los fenómenos normales, lo que Freud encuentra en
las Neurosis le sirve luego para todos los fenómenos normales, por ejemplo en el libro “Psicopatologia de la vida
cotidiana”.
Lo psíquico no se confunde mas con lo orgánico. Aparece una nueva idea de localidad psíquica se trata de un aparato
sin localización material.
Para Foucalt el psicoanálisis es la clínica de la escucha. Si la psiquiatría clásica era la clínica de la mirada (modelo
cognoscitivo), aquí se tratará de la escucha: asociación libre, atención flotante, transferencia.
La psicopatología pues no es ni la psiquiatría, ni el psicoanálisis, ni la psicología, sino el campo en el que interactúa,
se interceptan y confluyen todas ellas.
DEFINICIÓN DE PSICOPATOLOGÍA Se conoce como psicopatología a la disciplina que analiza las motivaciones y las
particularidades de las enfermedades de carácter mental. Este estudio puede llevarse a cabo con varios enfoques o
modelos, entre los cuales pueden citarse al biomédico, al psicodinámico, al socio-biológico y al conductual.

Según el modelo psicodinámico, por citar un ejemplo, los procesos psicológicos son la principal causa de los
desórdenes mentales y de perfil psicosomático. La perspectiva biomédica aborda los trastornos mentales como
cualquier otra clase de enfermedad, al considerar que las alteraciones psicopatológicas son generadas por
anormalidades biológicas subyacentes (genéticas, bioquímicas o neurológicas). Por lo tanto, el tratamiento debe
estar enfocado a la corrección de dichas anormalidades de raíz orgánica. En este sentido, puede decirse que un
comportamiento anormal es una enfermedad surgida por el funcionamiento patológico de alguna parte del
organismo. Estos se hallan relacionados con alteraciones en la porción cerebral, las cuales pueden ser anatómicas (el
tamaño o la forma de ciertas regiones cerebrales no están dentro de los cánones normales) o bioquímicas (cuando
los elementos bioquímicos que contribuyen al funcionamiento neuronal poseen su función alterada). La
psicopatología entiende que los trastornos mentales orgánicos son aquellos que poseen causas físicas evidentes,
como ocurre con el Alzheimer, mientras que los trastornos mentales funcionales nuclean a los patrones de conducta
anormales que no ofrecen indicios concretos de alteraciones orgánicas en el cerebro. En el caso de las
psicopatologías o trastornos psicopatológicos que se desarrollan durante la infancia, niñez o adolescencia de un
individuo podemos establecer que existen varias tipologías entre las que se encuentra el retraso mental, los
trastornos de la comunicación (fonológicos, tartamudeo…), los trastornos generalizados del desarrollo, trastornos
del aprendizaje, trastornos por tics o trastornos de la ingestión y de la conducta alimentaria.
En el caso de los trastornos del desarrollo destacar que dentro de dicha definición se incluyen aquellos que suponen
que el individuo en cuestión sufra de una incapacitación a distintos niveles. Dentro de esta categoría destaca, por
ejemplo, el trastorno autista que comienza en la infancia y que se traduce en una serie de incapacidades en lo que es
el área psicológica y también en el conductual. Los cinco sentidos se ven afectados por anomalías en las personas
autistas que además se caracterizan por ser callados, apenas ríen, tienen limitaciones en materia de lenguaje y
comunicación y a nivel físico cuentan con una serie de deficiencias en la lateralización. Asimismo dentro de los
trastornos psicopatológicos del desarrollo se encuentra también el conocido como trastorno de Rett que se da en el
género femenino y que se asemeja al autismo en cierta medida. Un retraso mental así como en la coordinación
motriz son las dos señas de identidad de los pacientes de este síndrome que supone que aquellos cuenten con una
severa discapacidad en muchos sentidos. El trastorno de Asperger y el desintegrativo de la infancia son otros de los
que se engloban dentro de estos síndromes psicopatológicos. Por último, resulta interesante resaltar que el modelo
conductual de la psicopatología no marca diferencias entre las conductas patológicas y las conductas normales, ya
que ambas son el resultado delaprendizaje condicionado por el entorno o ambiente. Por lo tanto, se lo concede una
gran importancia a las influencias ambientales en lugar de las biológicas o genéticas. El tratamiento en este modelo
gira en torno a la modificación de la conducta tanto manifiesta como inferida.
El modelo conductual
A principios de los 60, el modelo conductual se perfila como nuevo paradigma de la Psicología clínica. 2 factores
primarios determinaron su surgimiento: la madurez alcanzada por la psicología del aprendizaje y la insatisfacción con
el estatus científico y modus operandi del modelo médico. La evolución histórica de la perspectiva conductual ha
dado lugar a distintas orientaciones o submodelos.
El modelo conductual como alternativa a las inadecuaciones de los modelos médicos (modelos de enfermedad)
La insatisfacción con respecto al modelo médico a finales de los 50 y principios de los 60 se debía tanto a factores
teóricos (epistemológicos y metodológicos), como prácticos (rol del psicólogo clínico, diagnóstico y tratamiento).
Debilidad de la teoría biomédica
Uno de los principales errores de la psiquiatría consistió en el trasvase del modelo médico de la enfermedad física al
campo de los trastornos mentales. Este “trasplante” significó efectuar una transposición del modelo médico a un
problema no médico.
Pero un serio problema asociado al más ortodoxo modelo biomédico fue su incapacidad para establecer cómo las
alteraciones fisiológicas inducen los síntomas psíquicos o comportamentales. Para Willerman y Cohen, el modelo
médico hipotetiza la existencia de anormalidades fisiológicas que no han sido demostradas. Según Szasz, en los casos
en que exista una alteración orgánica del SNC, debería denominarse enfermedad neurológica y no mental.
Existen trastornos fuertemente ligados a alteraciones neurofisiológicas (como la esquizofrenia). Puede que en estos
caso sea relevante el modelo biomédico, pero en la mayoría de los trastornos psicológicos, los factores ambientales,
más que los biológicos, desempeñan un papel etiológico esencial. Además, en muchos trastornos, no existe
evidencia de alteración orgánica. Esto muestra una tendencia a orientaciones más psicológicas, pero manteniendo
las estructuras básicas del modelo médico. La más importante la psicoanalítica. Esta corriente y otras no
solucionaron los problemas de este modelo.
Problemas asociados al diagnóstico médico
Yates ha criticado la derivación al campo del comportamiento de los sistemas de diagnóstico médico, dando como
resultado el “encasillamiento” de los pacientes, etiquetación que a veces produce efectos nefastos sobre éstos.
Sobre todo, centra sus objeciones en torno a 3 aspectos: baja fiabilidad, baja validez y escasa utilidad del diagnóstico
psiquiátrico.
El problema de la "etiquetación" del paciente posee efectos negativos sobre el propio individuo. Y todavía es peor si
esa etiquetación es poco válida y fiable. Además tiene escasa utilidad clínica. De todos modos, actualmente no se
sostiene que el diagnóstico categorial sea por sí mismo negativo. Los sistemas actuales de diagnóstico categorial son
bastante fiables y válidos, y su utilidad psicopatológica ha sido demostrada. Aun así se han tenido que cambiar
bastantes cosas en los últimos 10 años. El DSM-III-R y el DSM-IV son más descriptivos, objetivos, versátiles y libres de
influencias teóricas de escuelas que cualquier otro sistema. El DSM-III, muy influente, ha sido discutido.
Problemas relacionados con el tratamiento
El modelo médico ha sido de muy escasa utilidad para el tratamiento, salvo en trastornos con fuerte base fisiológica.
El proceso ha sido inverso a lo que toda teoría
científica exige: establecer la teoría partiendo de los supuestos buenos resultados del tratamiento médico.
Desarrollo y principios de la perspectiva conductual
La base del modelo conductual se encuentra en el desarrollo y aplicación de los principios del aprendizaje llevado a
cabo en EEUU: Watson: Condicionamiento de respuestas emocionales; Thorndike: Conductas instrumentales, "ley
del efecto"; Hull: Variables intermedias motivacionales (impulso o drive)… Pero los antecedentes más remotos se
remontan a los autores soviéticos: Sechenov, Paulov, Bechterev. Su influencia se plasmó a través de la influencia de
Watson en 2 conceptos fundamentales: uno metodológico, el objetivismo, y otro teórico, el condicionamiento.
Las primeras formulaciones sobre la teoría conductual de la conducta anormal se establecen en los 60 con Wolpe,
Eysenck y Jones. Estos autores se centran principalmente en la explicación de la conducta neurótica, que consiste en
hábitos desadaptativos adquiridos mediante procesos de aprendizaje. Rachman y Costello resumen los aspectos
esenciales de la teoría conductual de las fobias:
1. Las fobias son respuestas aprendidas. 2. Los estímulos fóbicos se desarrollan cuando se asocian temporal y
espacialmente a un estado de cosas que producen miedo. 3. Los estímulos neutros que tienen relación con la
situación que produce miedo o impacto sobre la persona en esta situación, desarrollarán cualidades fóbicas con
mayor probabilidad que los estímulos débiles o ajenos a la situación. 4. La repetición de la asociación entre la
situación de miedo y los nuevos estímulos fóbicos reforzará la fobia. 5. Las asociaciones entre situaciones de miedo
muy intenso y estímulos neutros, producirán con mayor probabilidad reacciones fóbicas. 6. Se produce
generalización del estímulo fóbico original a otros estímulos de naturaleza similar.
En Inglaterra predominó la orientación basada en el CC. En EEUU predominó el CO por el enorme influjo de Skinner.
Este autor desarrolló el enfoque teórico y metodológico conocido como análisis experimental de la conducta. La
aplicación de este enfoque a la conducta anormal supone grados máximos de experimentación y objetividad, y la
asunción de un conductismo radical. Por tanto, la perspectiva conductual se perfila según 3 importantes focos de
desarrollo: Sudáfrica, Inglaterra y EEUU. El modelo europeo se centró más en la conducta neurótica, mientras que el
enfoque del análisis experimental de la conducta abordó también la conducta psicótica. A parte de las diferencias,
tienen características comunes:
1. Objetividad: El modelo conductual se centra en la objetividad y la experimentación en contraste con el médico,
centrado en la introspección, intuición y especulación. 2. Principios del aprendizaje como base teórica: la conducta
psicopatológica consiste en hábitos desadaptativos que han llegado a condicionarse a ciertos estímulos. Tales
hábitos constituyen los síntomas clínicos y la propia conducta anormal, y son generados de acuerdo con las leyes y
principios del aprendizaje. El tratamiento debe basarse en la aplicación de los propios principios del aprendizaje
(terapia conductual) para extinguir las conductas indeseables. 3. Rechazo del concepto de enfermedad: la teoría
conductual entiende que el concepto médico de enfermedad no es aplicable a los trastornos de comportamiento. No
asume la existencia de causas subyacentes. 4. Aproximación dimensional: al rechazar el concepto de enfermedad,
rechaza la conceptuación categorial de los trastornos psicológicos. No existen personas mentalmente enfermas.
Como alternativa al diagnóstico médico tradicional, propone el "diagnóstico funcional de la conducta". La
clasificación debe hacerse según dimensiones en las que se sitúan los diferentes individuos. Por tanto, la diferencia
entre la conducta normal y la anormal es cuantitativa (no cualitativa). Para Eysenck, la anormalidad implica más bien
el funcionamiento defectuoso de ciertos estados psicológicos (dimensiones). 5. Relevancia de factores ambientales.
Considera que la cusa de los trastornos comportamentales obedece a factores ambientales que se han ido
condicionando a través de toda la experiencia del individuo. 6. Teoría científica: en la teoría conductual, la
explicación sobre las causas y el tratamiento de la conducta anormal, sus variables e hipótesis, pueden ser
contrastadas empíricamente (verificadas o rechazadas). Las relaciones e hipótesis han sido probadas de forma
experimental. Se ha demostrado la eficacia de la terapia conductual.

Críticas a la perspectiva conductual


Se evidenciaron algunas diferencias, sobre todo en relación con los sectores más radicales. P. ej, la asunción de que
únicamente los factores ambientales son responsables de la conducta anormal, lo que se oponía a que ciertos
trastornos presentan algún grado de transmisión hereditaria.
Otra crítica es la que se ha centrado en el papel de las variables intermedias. La focalización estricta en las
consecuencias objetivamente verificables de los estímulos externos deja fuera de estudio aspectos como el
pensamiento o la experiencia subjetiva. Para Beach, cambios conductuales pueden originar cambios cognitivos y
cambios en procesos cognitivos pueden originar cambios conductuales.
Pero la primera gran crítica dentro de la propia perspectiva conductual surge de la mano de Breger y McGaugh,
quienes enfatizan la necesidad de una teoría que explique la conducta compleja que implica factores internos
(cognitivos) no reductibles a relaciones E-R. Sugieren que la teoría E-R aporta una base irreal para la terapia de
conducta, ya que los terapeutas deben emplear constructos no claramente definidos por la teoría, como la
imaginación, la fantasía… Llamar respuestas a estos constructos supone forzar la realidad para que concuerde con
una teoría del aprendizaje. Propusieron como alternativa la teoría de estrategia central, donde afirman que en la
neurosis se aprenden una serie de estrategias que guían la adaptación del individuo a su medio.
La principal fuente de desestabilización del modelo conductual es la necesidad de incluir los procesos cognitivos
como elementos esenciales del modelo.
Direcciones actuales
Actualmente conviven varias orientaciones conductuales. Las 3 más importantes son la mediacional (clásica o
clásica/operante), la operante o análisis experimental de la conducta y la conductual-cognitiva. Las dos primeras se
centran en facetas observables de la conducta, la tercera en procesos cognitivos y su interacción con el
comportamiento. La teoría del aprendizaje social ha sido a veces conceptuada como intermedia o integradora entre
las 3 orientaciones, ya que considera tanto respuestas observables como procesos cognitivos.
La tendencia dominante actual es el reconocimiento creciente de la relevancia de los procesos cognitivos. El
condicionamiento pavloviano se hace más flexible que al principio: puede ocurrir incluso cuando los estímulos están
separados en el espacio y en el tiempo, se puede producir condicionamiento no sólo a estímulos discretos, sino
también a relaciones abstractas entre dos o más estímulos, y más que centrarse en asociaciones de contigüidad,
enfatiza relaciones de información.
Ya Tolman reconoció la importancia de la cognición en el aprendizaje al sugerir que lo que se aprende son
estrategias cognitivas. También Pavlov postuló un segundo sistema de señales para referirse al condicionamiento
semántico (condicionamiento sin contacto directo con el EI). En el momento actual, el modelo conductual atraviesa
un estado de expansión cognitivista. El neocondicionamiento sirve de marco teórico para las nuevas exigencias
cognitivistas. La nueva orientación trata de integrar nuevos fenómenos que han sido descubiertos y que permiten
nuevas predicciones y explicaciones que no son posibles desde el mero aprendizaje asociativo. La simple contigüidad
es insuficiente; la información es esencial.

El modelo cognitivo
Antecedentes históricos
Esta orientación ha existido siempre en la psicología, pues el estudio de la actividad mental y de la conciencia fueron
para Wundt y James los elementos constitutivos de la investigación psicológica: actividad mental y la conciencia.
También autores como Ebbinghaus, Donders y Barlett manifestaron interés preferente por la cognición y sus
procesos.
Desde los años 20 hasta los 50, la psicología científica marginó el estudio de estos temas debido a la pobreza y
escasez de resultados obtenidos, a las dificultades para su repetición, la imprecisión de sus métodos de
investigación…. A ello contribuyó además el auge de la psicología conductista. Pero con el abandono del positivismo
a partir de los años 50, el cognitivismo surgió con fuerza.
Respecto a los antecedentes e hitos históricos que hicieron surgir el cognitivismo hay varios: el artículo de Turing
sobre los "números computables" y su propuesta de una máquina computadora universal, McCulloch y Pitts
establecen la aplicación del cálculo lógico al estudio de la actividad nerviosa superior, Shannon y Weber hicieron
importantes contribuciones a la teoría de la comunicación y de la información... Una contribución fundamental es la
de Newel y Simon, que en 1956 crearon un programa de ordenador que simulaba operaciones similares a las que
podía realizar una persona cuando pensaba. Este hecho consiguió demostrar que era posible estudiar los procesos
mentales (internos) a través de su simulación exterior. Se desarrollaba aquí la analogía funcional del ordenador, que
iba a ser esgrimida por el procesamiento de la información (PI), el cual iba a erigirse como el movimiento o
paradigma más visible de la nueva psicología cognitiva.
También es importante el desarrollo de la moderna psicolingüística. Chomsky propone una gramática
transformacional, opuesta a la gramática asociativa y lineal de los conductistas. El lenguaje se podía estudiar como
un dispositivo de competencia que incluye un conjunto de reglas de reescritura de símbolos, capaz de generar todas
las frases gramaticales del lenguaje natural.
En 1960, Miller, Galanter y Pribram publican Plans and the structure of Behavoir, manifiesto fundacional de la
Psicología cognitiva y del PI. Desarrollan la analogía mente-ordenador que incluye conceptos mentalistas como
"planes", "metas", "estructuras", "estrategias". La analogía permitía además admitir que el cerebro es ante todo un
dispositivo capaz de tratar con información, y no algo que sirve únicamente para responder a ciertos tipos de
estímulos. El reconocimiento de esta posibilidad abría el camino para que los psicólogos pudieran investigar sobre
las
representaciones internas sin necesidad de recurrir a marcos de referencia neurológicos.
Aun así, esta analogía presentaba dificultades: las variables motivacionales y las diferencias individuales no pueden
ser explicadas recurriendo exclusivamente a la analogía mente-ordenador.
Desarrollos posteriores
Las fuentes de la psicología cognitiva son más dispersas que la de la psicología conductual. Además de la Teoría del
PI como antecedente reciente, hay que considerar otras como la Psicología de la Gestalt. Sus planteamientos
influyeron decisivamente no sólo en la percepción de los objetos en el mundo físico, sino en la percepción de los
objetos sociales. Psicólogos sociales como Lewin, Heider y Festinger enfatizaban la importancia de la percepción
consciente y de su evaluación. Aludían a conceptos mentalistas como "expectativa", "nivel de aspiración",
"balance"…). Ninguno de estos conceptos posee una correspondencia unívoca con el comportamiento observable,
pero son conceptos hipotéticos que explican ese comportamiento.
Otra disciplina importante es la psicología de la personalidad, especialmente la derivada de los planteamientos de
G.A. Kelly sobre los sistemas de constructos personales con los que las personas categorizamos el mundo,
interpretamos los eventos y elaboramos predicciones. A partir de aquí es posible la consideración de los rasgos de la
personalidad como categorías cognitivas.
También es importante el tratamiento que desde la psicología cognitiva se ha dado al campo de las emociones y los
afectos, especialmente por autores como Weiner y Lazarus. Las teorías cognitivas sobre la emoción parten del
supuesto de que todo estímulo o situación debe ser primero identificado, reconocido y clasificado antes de que
pueda ser evaluado y de que active la respuesta emocional. En consecuencia, la cognición es una condición previa a
la emoción. Ahora bien, la realización de una tarea que no evoca emoción, será cualitativamente distinta de la que
hará si provoca algún significado emocional previamente almacenado en la memoria. Estos planteamientos han
tenido muchas críticas, pues convierte a las emociones en un proceso de conocimiento secundario a otros como la
atención, percepción o memoria.
Actualmente, la psicología cognitiva, no se restringe al paradigma del procesamiento de la información, aunque
sigue siendo uno de sus pilares más importantes. Que esté formada por tantas opciones es un problema para ser
considerada como un paradigma unitario.

Conceptos básicos
En su sentido más genérico, el término psicología cognitiva implica un conjunto de contenidos que son los que guían
la investigación. Esos contenidos hacen referencia a la cognición, que implica la consideración del hombre como ser
autoconsciente y activo que busca activamente conocimiento y se halla en un proceso constante de
autoconstrucción. Implica también la aceptación de que los procesos de búsqueda y transformación de la
información operan sobre representaciones internas de la realidad.
La psicología cognitiva recurre a la utilización de la metodología propia de la psicología como base para establecer
inferencias sobre los procesos de conocimiento. Pero no renuncia a metodologías más "blandas" como las que
proporciona la psicología social o la psicología de la personalidad.
Limitaciones de la capacidad de procesamiento
El cerebro humano es un sistema de capacidad limitada: los procesos cognitivos requieren "esfuerzo" o recursos. Las
características de la tarea a realizar así como las personales determinan la cantidad de esfuerzo necesario para una
adecuada ejecución.
Algunos han definido las limitaciones de capacidad como resultado de nuestras dificultades para coordinar al mismo
tiempo procesos cognitivos distintos. En psicopatología, esta limitación explica la deficiente actuación de algunos
pacientes en tareas sencillas como la detección de señales simples. Para realizar esta tarea es preciso prestar
atención y concentrarse, lo que implica entre otras cosas desatender a otras fuentes de estimulación diferentes que
actuarían como distractores. Asimismo, la presencia de ciertos síntomas se explicaría aludiendo a la existencia de
una limitación básica en la capacidad para procesar información.
Procesamiento selectivo
La mente selecciona ciertos estímulos, situaciones o tareas, ignorando otras que podrían perturbar las elegidas al
entrar en competencia con ellas. Este estilo de procesamiento se denomina atención selectiva. Otra cosa diferente
es que la ausencia de selección consciente implique siempre que no se registre información: la existencia de un
estilo de procesamiento no consciente de información que a menudo actúa paralelamente al procesamiento
consciente. Esto indica que la mente es capaz de registrar y elaborar mucha más información de la que podría
esperarse.
Etapas de procesamiento
Desde el PI se han propuesto distintos modelos procesuales para explicar los distintos tipos de actividad cognitiva. A
pesar de sus diferencias, todos comparten algunas características. Todos los modelos intentan identificar cuáles son
los subprocesos más simples en los que puede descomponerse un proceso complejo, y elaboran hipótesis plausibles
y verificables acerca de cómo están organizados esos subprocesos. Es aquí donde aparecen la mayoría de las
discrepancias: los modelos más sencillos postulan que los subprocesos son fases de procesamiento independientes
entre sí, lineales y secuenciales, es decir, que una vez acabada una, comienza la siguiente y. Cada etapa recibe
información de la anterior, realizará transformaciones sobre ella y dará lugar a un output que será recogido por la
subsiguiente etapa, y así sucesivamente. Este modelo permite averiguar cuáles son los componentes básicos, y
cuáles sus invariantes, de los procesos.
A partir de los 70, la investigación se dedicó a identificar las etapas del procesamiento. Surgieron dos modelos
complementarios los modelos que postulaban una metodología aditiva y los que utilizaban una metodología basada
en la sustracción. Más tarde Sternberg incluyó mediciones sobre el tiempo que cada persona tarda en realizar cada
tarea. Este tipo de modelos ha recibido críticas centradas en la excesiva simplicidad.
Actualmente, el sistema cognitivo se concibe como un sistema de módulos de procesamiento, cada uno dedicado a
un tipo especial de transformaciones. Algunos módulos reciben información directamente del ambiente, mientras
que otros la reciben de otros módulos. Algunos son "cognitivamente impenetrables", es decir, están involucrados
con la estructura del sí mismo, mientras que otros están bajo control voluntario.
Procesamiento en paralelo
En vez de un procesamiento serial, se analizan varios aspectos a la vez, simultáneamente o en paralelo, excepto en
los casos en los que la propia naturaleza de la tarea exija un procesamiento secuencial. Esta es la visión más
aceptada actualmente. Pero, ¿cómo se produce ese procesamiento en paralelo? Implica tener en cuenta 3
características del procesamiento humano: a) la presencia de un procesamiento paralelo contingente, b) la
existencia de jerarquías o estructuras de control y c) la puesta en marcha de procesos y estrategias automáticas vs
controladasProcesamiento paralelo contingente, modelos bottom-up y top-down y el papel de los esquemas en la
organización del conocimiento
Desde una perspectiva de etapas de procesamiento la eficacia de las tareas depende de que se hayan completado
con éxito las tareas de las fases anteriores, por lo que las fases son contingentes unas con otras. Pero varios teóricos
cuestionaron esto y plantearon como alternativa que los resultados (output) de un proceso concreto de una etapa,
fueran continuamente accesibles para los demás, por lo que una etapa comenzará antes de que la previa hubiera
finalizado y todas las etapas serían operativas o estarían funcionando simultáneamente.
Las operaciones que se realizan en distintas etapas están bajo la influencia cualitativa (no sólo cuantitativa) de los
resultados que se estén produciendo en etapas anteriores. También se producirá un efecto de feedback entre las
últimas etapas y las primeras, de modo que el feedback procedente de las últimas etapas de procesamiento puede
modificar a las primeras o incluso provocar una reorganización total de las mismas.
Los modelos bottom up (de abajo-arriba) intentan desvelar cómo se produce el flujo de información desde los
niveles inferiores a los superiores, mientras que los modelos top down (de arriba- abajo) analizan la información de
los superiores a los inferiores. Los modelos top down se ven obligados a postular la existencia de representaciones
mentales de orden superior o esquemas, que son representaciones estereotipadas, típicas de situaciones o
actividades. Los esquemas contienen información que es válida para una situación o momento específico, pero que
es modificable por nuevos inputs. El proceso de comprensión requiere inicialmente identificar el módulo más
apropiado para alojar la información mediante un análisis inicial de tipo bottom up para posteriormente realizar un
análisis de tipo top down que decidirá cómo debe organizarse e interpretarse la información. Por tanto, la
comprensión e integración final del input está predeterminada por estructuras de conocimiento ya existentes que
suplirán la información adicional para la realización de inferencias.
El modo en que una situación compleja va a ser interpretada o recordada depende mucho del abanico de esquemas
prototípicos que se encuentren almacenados en la MLP. Estas representaciones se adquieren mediante aprendizaje
(vicario o directo) por lo que existen diferencias individuales. Así, personas ansiosas tienden a interpretar la
información de modo amenazador (o de modo negativo en caso de deprimidos) por una mayor accesibilidad a los
esquemas de amenaza/tristeza.
Jerarquías de control
El aprendizaje de habilidades y destrezas motoras está relacionado con el procesamiento perceptivo: solucionar un
problema requiere casi siempre la recuperación de datos desde la memoria. Uno de los recursos más utilizados para
explicar este modo de actuar es el de apelar a estructuras de control. Esta hipótesis supone que las actividades
cognitivas están organizadas de un modo jerárquico y, en el vértice de la jerarquía estaría situada la estructura que
controlaría todo el proceso de organización. A su vez, las estructuras situadas debajo controlarían otras inferiores, y
así sucesivamente. Se habla de control jerárquico.
Procesos automáticos versus procesos controlados
Constituye otra posibilidad alternativa, aunque no excluyente de la anterior. Una misma actividad cognitiva puede
realizarse de un modo cualitativamente distinto por distintas personas (diferencia interindividual) o por la misma
persona (diferencia intraindividual) en distintas situaciones. El sistema cognitivo es estratégicamente flexible, pues
es capaz de adaptarse a modificaciones ambientales así como lograr un mismo objetivo siguiendo diferentes rutas.
Así surge la distinción entre procesos automáticos y procesos controlados. Los procesos automáticos o rígidos
implican secuencias fijas de operaciones mentales que se activan ante una configuración específica de inputs
internos o externos, que no requieren atención o esfuerzo consciente, que una vez que han sido activados funcionan
de manera independiente de los procesos de control, que pueden actuar en paralelo unos con otros y que se
producen gracias a la existencia de redes asociativas ya establecidas (aprendidas o determinadas genéticamente).
Los procesos controlados o flexibles implican secuencias momentáneas de operaciones mentales que una persona
activa de forma consciente o intencionada. Consumen recursos atencionales, por lo que están limitados por las
propias limitaciones de la capacidad y el esfuerzo atencional. Es muy difícil que se den en el mismo momento dos
procesos de este tipo, a no ser que su ejecución seas tan lenta o sus características tan fáciles que permitan la
actuación en paralelo. Su gran ventaja reside en su extrema flexibilidad para adaptarse a situaciones nuevas, al
contrario de lo que sucede con los automáticos.
Esta distinción es útil para explicar ciertos déficits básicos de la psicopatología de la atención, especialmente en
esquizofrenias) y los déficits del procesamiento automático en los trastornos afectivos y por ansiedad.
Del procesamiento de la información a la psicología cognitiva
Todos los conceptos básicos de la psicología cognitiva que se han comentado hasta el momento (capacidad limitada,
procesamiento selectivo, etapas del procesamiento, organización jerárquica, etc), son cruciales en la actual
psicología cognitiva. Sin embargo, al psicopatólogo le interesa saber no sólo como funciona la mente, sino cuáles son
los contenidos mentales sobre los que trabaja, y si produce alguna relación
entre el cómo y el qué. ¿Se activan los mismos procesos al recordar algo agradable que al recordar algo
desagradable?
La psicología cognitiva actual, y por tanto la psicopatología, tienen importantes raíces también en los ámbitos de la
psicología social (investiga contenidos mentales: actitudes, atribuciones, expectativas, valores, etc., que pueden ser
o no accesibles a la conciencia y, como ello, modula y da sentido al comportamiento y la actividad humanas) y de la
psicología de la personalidad (énfasis en el estudio de la identidad personal, la autoconciencia o el sí mismo). A partir
de aquí, es posible alejarse de la metáfora hombre-ordenador y dibujar un cuadro del ser humano mucho más
realista. Son muchas las aportaciones que esta "otra" psicología cognitiva ha hecho a la investigación psicopatológica
actual.
La psicopatología cognitiva: planteamiento conceptual
La influencia de los planteamientos cognitivos sobre la psicopatología ha sido enorme y ha permitido que se
recuperen temas como las alucinaciones, delirios, conciencia o amnesias. En un primer momento el objetivo básico
de la psicología cognitiva es el análisis de las estructuras y los procesos de conocimiento que controlan la aparición
de los comportamientos y las experiencias extrañas o anómalas, y no tanto las conductas anormales en sí mismas. El
énfasis se sitúa en el concepto de experiencia anómala que se hace equivalente a los de disfunción o psicopatología.
Esta perspectiva critica las concepciones reflejas, automáticas y predeterminadas de otros modelos (biomédico,
psicodinámico o conductiva) sobre la base de argumentos como: el SNC es un sistema que procesa información.
Incluso los reflejos incondicionados más sencillos (reflejo de orientación), implican cognición (la RO es la
consecuencia de una reacción al cambio o a la novedad que conlleva la activación de procesos complejos de juicio y
comparación). Respecto a postulados como el psicodinámico de la transmisión de energía, argumenta que lo que se
transfiere no es energía sino señales e indicios (información) que son los que activan los procesos de conocimiento.
A nivel metodológico utiliza las técnicas y modos propios de la psicología cognitiva (experimental, social y de la
personalidad). Así, la psicopatología se configura como un área de investigación básica cuyo objetivo es estudiar
primero cómo funcionan los procesos cognitivos anómalos y segundo, cuáles son los contenidos de esos procesos
anómalos, que información manejan. En resumen, los principales postulados del modelo cognitivo en el contexto de
la psicopatología son:
1. El objeto de estudio de la psicopatología con las experiencias, sentimientos y/o actividades, mentales o
comportamentales que resultan: a) inusuales o anómalas, b) disfuncionales y dañinas, c) inadaptadas y fuera del
control
personal y d) que provocan interferencias o deterioro en el desarrollo personal, en el comportamientos y en las
relaciones sociales. 2. Las experiencias, sentimientos y actividades mentales o comportamentales psicopatológicas se
conceptúan en términos dimensionales, lo que implica que: a) es necesario considerar en qué grado se presentan en
un momento dado y a lo largo del tiempo, b) qué variables median en su incremento y en su atenuación, y c) en qué
grado difieren de la normalidad. 3. Las diferencias entre la normalidad y la psicopatología son cuantitativas. No
obstante, las diferencias de grado conllevan diferencias cualitativas en el procesamiento de la información y en la
forma de experimentar la realidad. 4. El objetivo de la investigación psicopatológica es el funcionamiento de los
procesos de conocimiento anómalos. Los procesos de conocimiento incluyen no sólo los procesos cognitivos, sino
también las emociones, motivos, afectos y sentimientos. 5. La investigación de las psicopatologías puede llevarse a
cabo tanto en situaciones naturales como en condiciones artificiales. 6. La salud mental se define sobre la base de 3
parámetros interrelacionados e inseparables: a) habilidad para adaptarse a las demandas externas y/o internas, b)
esfuerzos de autoactualización, es decir, búsqueda constante de novedades y renovación, y c) Sentimientos de
autonomía funcional y de autodeterminación

También podría gustarte