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Semana 06 - Grupo 02
Semana 06 - Grupo 02
DESARROLLO PERSONAL Y
TALLER DE LIDERAZGO
iNTEGRANTES
Se dice que cualquiera puede ser un líder. ¿Esto es realmente posible? ¿No hay
gente cuyos rasgos los hacen líderes natos? Cualquiera puede convertirse en
líder solo deberá tener el deseo de alcanzar un objetivo. Los rasgos pueden
cambiarse o modificarse, focalizándose en los rasgos más deseados y
usándolos para dominar los rasgos que no sirven. Este es uno de los motivos por
los que no existen líderes perfectos, todos tenemos unos cuantos rasgos
malsanos. Pero los mejores líderes se concentran y crecen a partir de potenciar
sus rasgos más deseables y dominar sus rasgos más débiles.
Alguien muy sabio me explicó una vez la diferencia entre poder y autoridad. Y esta, en verdad, es una distinción difícil
de hacer ya que tendemos a utilizar ambas palabras como sinónimos.
A menudo las personas buscan desesperadamente tener el poder, incluso se enfrentan en crueles contiendas, en
guerras y disputas por obtenerlo. “El fin justifica los medios”- piensan. Y cuando el fin es conseguir el Poder (con
mayúscula) entonces… la mentira, el insulto, la amenaza y el engaño se convierten en herramientas lícitas y
aparentemente indispensables. Porque cuando alguien tiene el Poder… Puede (también con mayúscula).
Recuerdo un capítulo de la preciosa historia de “El principito” de Antoine de Saint Exupéry en el que su protagonista
llegaba a un pequeño planeta habitado por un rey.
En cuanto el Principito llegó, el rey inmediatamente lo reconoció como su súbdito, ya que, para los que tienen Poder,
todas las personas son sus súbditos (de hecho, esta es la principal ventaja de tener Poder, ya que lo simplifica todo
considerablemente). En un momento de la conversación, el Principito le pide al rey que, haciendo uso de
su Poder, le ordene al sol que se ponga para poder presenciar una puesta de sol (pasatiempo favorito del
Principito). En ese instante el rey le contesta…
“—Si yo le diera a un general la orden de volar de flor en flor como una mariposa, o de escribir una tragedia, o de
transformarse en ave marina y el general no ejecutase la orden recibida ¿de quién sería la culpa, mía o de él?
—La culpa sería de usted —le dijo el principito con firmeza.
—Exactamente. Sólo hay que pedir a cada uno, lo que cada uno puede dar — continuó el rey. La autoridad se apoya
antes que nada en la razón. Si ordenas a tu pueblo que se tire al mar, el pueblo hará la revolución. Yo tengo derecho
a exigir obediencia, porque mis órdenes son razonables.
— ¿Entonces mi puesta de sol? —recordó el principito, que jamás olvidaba su pregunta una vez que la había
formulado.
—Tendrás tu puesta de sol. La exigiré. Pero, según me dicta mi ciencia gobernante, esperaré que las condiciones
sean favorables.”
Y es que, como demuestra el monarca de esta historia, una cosa es tener el Poder y otra ejercerlo, lo cual no es tan
sencillo. De este breve texto se pueden extraer cuantiosas reflexiones, algunas, por cierto, de bastante actualidad en
estos tiempos de recortes. Sin embargo, me interesa resaltar el uso que hace del concepto de autoridad:
“la autoridad se apoya antes que nada en la razón”- dice el rey. Y esta es una gran verdad. Mientras que el poder se
ejerce, la autoridad se otorga, se reconoce. El poder es inherente al puesto, la autoridad hay que demostrarla,
posiblemente a través de la razón, a través del sentido común, que como bien se dice, resulta ser el menos común de
los sentidos.
Muchas somos las personas que por nuestro trabajo disponemos de nuestra pequeña parcela de poder (este con
minúscula): policías, médicos, encargados, supervisores, profesores y un largo etcétera, ejercemos diariamente
nuestro poder. Sin embargo, que tengamos autoridad es harina de otro costal. La autoridad es algo que se tiene que
ganar a pulso, y supone un respeto y un reconocimiento por parte de los demás que ven en nuestras decisiones
muestras de esa razón a la que aludía el rey de la historia. El ejercicio del poder puede ser caprichoso y arbitrario,
puede basarse en la coacción y la amenaza, pero el ejercicio de la autoridad siempre descansa sobre el respeto, la
honestidad y la razón.
El buen gobernante (encargado, policía, juez, maestro…) será recto y exigente, es su obligación, pero nunca pedirá
peras al olmo, nunca pedirá imposibles, y en todo caso, sabrá esperar a que las condiciones sean favorables.
Nadie dijo que fuera fácil. De hecho, el tío Ben ya lo advirtió cuando le dijo a su arácnido sobrino “un gran poder
conllevar una gran responsabilidad”.
COMENTARIO:
Acerca de esta lectura lo que nos da a entender es la gran diferencia que existe en poder y autoridad .Para
conducir, alguien debe querer conducir; Entonces esta persona debe creer que lo puede hacer, es bueno saber que
eres un líder, y al final todo esto es posible si lo sabes hacer, es decir con entrenamiento. Lo más importante es no
olvidar que en la organización lo que se está liderando son personas, seres conscientes y pensadores que deben
liderar un liderazgo que gire en torno al poder y no al poder.
PRACTICA N°10: ESTEREOTIPOS Y PREJUICIOS
1. De manera individual completa las siguientes frases, con estereotipos que sean
comunes en nuestra sociedad.
a) Todos los políticos son CORRUPTOS
b) Los egresados de las universidades nacionales tienen MEJOR
preparación que los alumnos de las universidades particulares.
c) Los limeños se diferencian de los demás peruanos porque CREEN SER MEJORES.
d) Los habitantes del distrito de VENTANILLA son pobres.
e) Los habitantes del barrio de CALLAO son delincuentes.
Compara tus respuestas con las de tu compañero y luego, juntos, busquen responder
la siguiente parte: