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LAS 60 FRASES DE NICOLÁS MAQUIAVELO

1. Las leyes no deben mirar hacia cosa ya pasada, sino


proveer para las futuras.
Las leyes deben encargarse de crear una sociedad más justa para todos en el
futuro, haciendo que aquellas injusticias que se vivían en el pasado nunca más
vuelvan a repetirse.

2. Los hombres ofenden antes al que aman que al que


temen.
El amor es un estado emocional que puede hacer que ciertas personas se tomen
algunas confianzas, y por ello, según Maquiavelo, no siempre es indicado para
un buen dirigente.

3. Cuando veáis al servidor pensar más en sus propios


intereses que en los vuestros, y que interiormente busca
sus propios beneficios en todas las cosas, ese hombre
nunca será un buen sirviente, ni jamás podréis confiar en
él.
Debemos saber rodearnos de las personas indicadas, pues de otra forma,
serán nuestros propios allegados los primeros que nos perjudiquen.
4. Un príncipe nunca carece de razones legítimas para
romper sus promesas.
Aquellas personas que poseen el mando de una sociedad no tienen por qué
justificarse ante terceros, pues simplemente no hay nadie por encima de ellos
que pueda reprenderlos.

5. La sabiduría consiste en saber distinguir la naturaleza


del problema y en elegir el mal menor.
Ante ciertas situaciones de la vida sólo el hecho de saber elegir el mal menor
será algo que nos beneficie, pues no siempre se pueden obtener aspectos
positivos de todos los problemas.

6. Es un defecto común de los hombres no preocuparse


por la tempestad durante la bonanza.
Cuando las cosas van bien son muchos los que tienden a despreocuparse, una
actitud que muy frecuentemente suele terminar por ser contraproducente.

7. Hay tres clases de cerebros: el primero discierne por


sí, el segundo entiende lo que los otros disciernen y el
tercero no entiende ni discierne lo que los otros
disciernen. El primero es excelente, el segundo bueno y
el tercero inútil.
Debemos aprender a pensar por nosotros mismos si deseamos convertirnos en
personas exitosas en el futuro. Si quieres que algo se haga realmente bien
siempre hazlo tú mismo.
8. El vulgo se deja seducir siempre por la apariencia y el
éxito.
Son muchas las personas que son manipuladas con facilidad por las apariencias
algo que como no logren cambiar con el paso del tiempo, tarde o temprano
terminará por perjudicarles.

9. Un príncipe que tenga una ciudad fuerte y que no sea


odiado por su pueblo no puede ser atacado.
Siendo poseedor de los recursos necesarios es mucho más probable que
consigamos ser exitosos en el futuro. Lo realmente meritorio es el hecho de
poder alcanzar grandes metas partiendo de tan solo una base muy pobre o
escasa.

10. Cuanta más arena ha escapado del reloj de arena de


nuestra vida, más claramente deberíamos ver a través
de él.
Con el paso del tiempo y la acumulación de experiencias personales, es muy
normal que algunos de nosotros aprendamos a ver la vida de una forma mucho
más pragmática. Si algo está destinado a suceder hay muy poco por nuestra
parte que podamos hacer para evitarlo.

11. Guerra justa es aquella que es necesaria.


A lo largo de la historia algunas guerras han sido sencillamente inevitables, por
mucho que algunas personas pacifistas hayan intentado evitarlas por todos los
medios.
12. Los hombres van de una ambición a otra: primero,
buscan asegurarse contra el ataque y luego, atacan a
otros.
En el pasado eran muchos los que poseían un gran sentimiento belicista y por
ello, en cuanto salían de un determinado conflicto armado no dudaban en
introducirse en otro.

13. Las minorías no tienen sitio cuando la mayoría tiene


donde apoyarse.
En el pasado los derechos de las minorías nunca eran respetados, algo que
muchos de nosotros probablemente ya intuíamos teniendo en cuenta que en el
presente esto también suele suceder muy a menudo.

14. La política no tiene relación con la moral.


Ciertamente la política y la moral rara vez van de la mano, pues si el político
desea poder triunfar en el futuro este sabe muy bien que la hipocresía y la doble
moral siempre serán sus armas más efectivas.

15. La historia es la ciencia de los hombres, de los


hombres en el tiempo.
La historia es una ciencia que nos habla de nosotros mismos, de los defectos y
virtudes como seres humanos todos poseemos.

16. Quien desee éxito constante debe cambiar su


conducta con los tiempos.
Con el paso del tiempo todo cambia y nosotros debemos cambiar con él si
deseamos ser personas más exitosas en el futuro.
17. La experiencia siempre ha demostrado que jamás
suceden bien las cosas cuando dependen de muchos.
Si para que algo se lleve a cabo muchas personas deben poner de su parte, será
muy complicado que ello llegue a producirse. Aunque sea de forma meramente
estadística, en cualquier trabajo que realicemos siempre encontraremos
alguien que no cumpla con su palabra.

18. Los hombres se conducen principalmente por dos


impulsos; o por amor o por miedo.
El amor y el miedo ciertamente dirigen una buena parte de nuestras acciones
diarias, es por ello que todo buen dirigente siempre debe saber utilizar ambas
emociones en su propio provecho.

19. La tardanza nos roba a menudo la oportunidad y


roba nuestras fuerzas.
Ser puntuales y madrugadores es algo que siempre nos permitirá poder
aprovechar nuestro día a día de una forma mucho más plena.

20. La promesa dada fue una necesidad del pasado; la


palabra rota es una necesidad del presente.
Aunque romper una promesa puede beneficiarte de forma momentánea, con el
paso del tiempo llevar a cabo esta acción siempre te será algo negativo. Como
seres humanos siempre debemos respetar la palabra dada.
21. No hay guerra que evitar; solo puede ser pospuesta
en la ventaja de otros.
En algunas ocasiones las guerras favorecen a algunos intereses personales,
es por ello que como podemos ver Maquiavelo siempre fue un firme defensor de
los conflictos armados.

22. La habilidad y la constancia son las armas de la


debilidad.
Con constancia y habilidad hay muy pocas cosas que como personas no
podamos realizar, indiferente de cuál sea nuestro nivel de fuerza o de talento
para ello.

23. En todas las cosas humanas, cuando se examinan de


cerca, se demuestra que no pueden apartarse los
obstáculos sin que de ellos surjan otros.
La vida de una forma u otra siempre nos podrá trabas en el camino, indiferente
de cuál sea el camino que como individuos deseemos escoger.

24. Dios no quiere hacerlo todo, para no quitarnos el


libre albedrío y aquella parte de la gloria que nos
corresponde.
Muchos de los males que como seres humanos padecemos son provocados de
una forma u otra por nosotros mismos, debemos ser conscientes de que ni dios
ni el demonio tienen absolutamente nada que ver con nuestras desgracias
personales.
25. El que engaña encontrará siempre quien se deja
engañar.
La mentira siempre es mucho más atractiva que la verdad y por ello, algunas
personas siempre la suelen elegir de forma recurrente.

26. No hay nada más importante que aparentar ser


religioso.
En el pasado ser una persona religiosa te podía abrir ciertas puertas, una
estratagema que como podemos ver el pensador Maquiavelo utilizó en más de
una ocasión.

27. De los seres humanos en general, se puede decir que


son hipócritas y codiciosos.
El ser humano suele poseer muchas actitudes negativas, algo que por suerte
algunos de nosotros logramos pulir con el paso del tiempo.

28. La mejor fortaleza que un príncipe puede poseer es el


afecto de su gente.
Si un dirigente es amado por su pueblo, sin duda es muy difícil que este pueda
ser derrocado. El afecto de aquellos te rodea siempre es algo muy positivo para
cualquier persona.
29. Los hombres que no obran bien siempre andan
temiendo que otros les respondan con aquellas acciones
que las suyas se merecen.
Como dice un popular refrán quien siembra vientos recoge tempestades, es por
ello que es muy habitual que algunas personas suelen temer una reacción
contundente de sus adversarios.

30. No son los títulos los que honran a los hombres, sino
que los hombres honran a los títulos.
Un título nobiliario nunca dirá nada del hombre que realmente somos. Siempre
serán nuestros valores personales aquellos realmente encargados de
representarnos dentro de la sociedad en la que vivimos.

31. Los hombres deberían ser tratados generosamente o


destruidos, porque pueden vengarse de las lesiones
leves, de las fuertes no pueden.
Un ataque muy contundente por nuestra parte puede evitarnos muchos dolores
de cabeza en el futuro. Es por ello que el factor sorpresa siempre puede ser
decisivo durante una hipotética escalada bélica.

32. Los príncipes y gobiernos son mucho más peligrosos


que otros elementos en la sociedad.
Aquel que dirige una sociedad siempre es el individuo más peligroso dentro
de ella, pues tiene todas las herramientas para poder hacer con sus súbditos
todo aquello que eventualmente desee.
33. No puede haber grandes dificultades donde abunda
la buena voluntad.
Si ponemos todo nuestro empeño al final sin duda lograremos conseguir
nuestro objetivo, poder conseguir un gran logro casi siempre demandará un
gran esfuerzo por nuestra parte.

34. Las viejas ofensas no se borran con beneficios


nuevos, tanto menos cuanto el beneficio es inferior a la
injuria.
Si en el pasado nos han faltado al respeto no tenemos por qué perdonarlos
porque en la actualidad nos sean amables, pues nunca debemos olvidar lo que
nos sucedió en el pasado si no deseamos que esto nos vuelva a ocurrir en el
futuro.

35. Los hombres intrínsecamente no confían en nuevas


cosas que no han experimentado por sí mismos.
Es muy cierto que como hombres hasta que no probamos algo por nosotros
mismos tendemos a no creer en ello, como seres racionales somos muchos los
que somos escépticos por naturaleza.

36. Es doblemente placentero mentir al impostor.


Según este filósofo siempre se debía pagar a todo el mundo con su misma
moneda. Algo que sin duda está muy en consonancia con la idea hinduista del
Karma.
37. Si quien gobierna no reconoce los males hasta que
los tiene encima, no es realmente sabio.
Tener una visión amplia de la sociedad es algo que todo buen líder siempre
debe poseer, pues como muy bien nos revela esta cita de otra forma no
podremos ver venir a nuestros enemigos.

38. No hay otra forma de protegerte a ti mismo de la


adulación, que hacer entender a los demás qué decirte la
verdad no te ofenderá.
Esta cita guarda sin duda una gran lección, siempre debemos dejar muy claro a
todos los que nos rodean que deben ser sinceros con nosotros,
independientemente de si lo que puedan decirnos pueda llegar a ser doloroso
para nosotros.

39. Un cambio siempre deja el camino abierto para el


establecimiento de otros.
Un solo síntoma de debilidad puede ser tomado por nuestros enemigos como
una invitación para atacarnos, es por ello que muchos dirigentes decidieron
gobernar en el pasado con mano de hierro.

40. No hay nada más difícil de emprender, ni más dudoso


de hacer triunfar, ni más peligroso de administrar que la
elaboración de un nuevo orden.
Crear una sociedad desde cero es un trabajo harto complicado, una gesta que a
lo largo de la historia son muy pocos los hombres y mujeres que la han logrado
poder llevar a cabo.
41. Nada grandioso fue jamás conseguido sin peligro.
Todo gran logro siempre demandará de nosotros acciones igual de importantes
y en la mayoría de los casos, el peligro siempre será algo que nos acompañe en
el transcurso de nuestra proeza.

42. El príncipe prudente debe preferir rodearse de


hombres de buen juicio a los que dará la libertad de
decirle la verdad.
Una verdad dolorosa a tiempo puede prevenirnos de males mucho mayores, y
justamente es por ello que siempre debemos rodearnos de aquellas personas
que nos hablen sin tapujos.

43. Todo el mundo ve lo que aparentas ser, pocos


experimentan lo que realmente eres.
A lo largo de nuestra vida serán muy pocas las personas que realmente lleguen
a conocernos, pues también es muy probable que sean muy pocos aquellos que
tengan interés en descubrirlo.

44. Los hombres en general juzgan más por las


apariencias que por la realidad. Todos los hombres
tienen ojos, pero pocos tienen el don de la penetración.
Como suele decirse las apariencias engañan y por ello, no debemos juzgar a
nadie con tan solo una primera impresión.
45. El primer método para estimar la inteligencia de un
gobernador es mirar los hombres que tiene a su
alrededor.
Dime con quien te juntas y te diré quién eres, nuestras amistades dicen mucho
de la persona que realmente somos.

46. El que quiere ser obedecido debe saber mandar.


Debemos dar órdenes muy claras si deseamos que estas se cumplan a rajatabla,
las medias tintas nunca nos serán positivas si tenemos el control de todo un
pueblo.

47. El hombre olvida antes la muerte de su padre que la


pérdida de su patrimonio.
El dinero es uno de los mayores males que posee nuestra sociedad y cómo
podemos ver a raíz de esta cita, este mal ya estaba muy presente en tiempos de
Maquiavelo.

48. Nunca intentes ganar por la fuerza lo que puede ser


ganado por la mentira.
Existen algunas cosas en la vida que no pueden ser ganadas por la fuerza, en
este tipo de situaciones la sutileza y la astucia sin duda nos serán mucho más
efectivas.
49. Es mejor ser amado que temido, si no puedes ser
ambos.
Tanto el amor como el miedo son dos de las emociones más poderosas que
existen y según la opinión de Maquiavelo, como dirigentes nunca debemos
preocuparnos por aquellos hombres y mujeres que nos aman o que nos temen.

50. No estoy interesado en preservar el status quo;


quiero derrocarlo.
La sociedad, según este filósofo, poseía una muy mala organización, era por
ello que según bajo su criterio esta debía ser reformada desde la base.

51. Un príncipe que no es sabio no puede ser bien


aconsejado y, por ende, no puede gobernar.
La sabiduría es una cualidad que todo dirigente siempre debe poseer, pues sin
ella este estará abocado al fracaso de una forma totalmente inevitable.

52. La naturaleza crea pocos hombres valientes; la


industria y el entrenamiento hacen muchos.
Como podemos ver en esta cita, según Maquiavelo la sociedad puede
convertirnos con el paso de los años en hombres más fuertes y poderosos. Este
célebre filósofo tenía una forma de entender el mundo que le rodeaba sin duda
un tanto peculiar.
53. Donde la voluntad es grande, las dificultades no
pueden ser grandes.
Si como seres humanos ponemos todo nuestro empeño en que algo suceda,
podemos estar seguros de que tarde o temprano lograremos poder cumplir con
nuestro objetivo.

54. Los hombres rara vez tienen el valor suficiente para


ser, o extremadamente buenos, o extremadamente
malos.
Ciertamente la mayoría de los hombres nos movemos en unos baremos
bastante comedidos de maldad y bondad. Son muy pocos aquellos que llegan a
destacar a nivel histórico por haber sido ampliamente bondadosos o malvados.

55. Para entender la naturaleza de la gente, uno debe ser


un príncipe y para entender la naturaleza del príncipe,
uno debe ser la gente.
Sabernos poner en los zapatos de los demás nos dará una perspectiva más
amplia de la situación, una forma de ver el mundo que nos rodea gracias a la
cual podremos lograr con el paso del tiempo ser mucho más prósperos y felices.

56. Ante todo, ármate.


Cómo podemos descubrir a raíz de esta cita, en la época de Maquiavelo era muy
importante estar bien armado. La inseguridad era algo que en aquellos años
estaba muy presente en cualquier estrato de la sociedad.
57. El león no puede protegerse de las trampas y el zorro
no puede defenderse de los lobos. Uno debe ser por
tanto un zorro para reconocer trampas y león para
asustar a los lobos.
Según Maquiavelo, como dirigentes de un pueblo debemos ser astutos y
agresivos pues de otra forma, es más que probable que terminemos siendo
pasto de las llamas.

58. El fin justifica los medios.


Esta es sin duda una de las frases más famosas de este pensador. Los grandes
objetivos en la gran mayoría de situaciones siempre demandarán de nosotros
algunos actos tremendamente complicados.

59. Es mejor actuar y arrepentirse que no actuar y


arrepentirse.
Si no actuamos la derrota segura estará asegurada, es por eso que ante la
duda siempre es mejor tomar acción.

60. El odio se gana tanto por las buenas obras como por
las malas.
Todas nuestras acciones pueden llegar a promover el odio en terceras personas,
ya hayan sido estas realizadas desde nuestra buena fe o desde nuestro interés
personal.

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