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INGENIERÍA Y SOCIEDAD
Trabajo Práctico 3:
A) Las siete revoluciones tecnológicas que transformarán nuestra vida
B) Los trabajos de la cuarta revolución industrial
Trabajo Práctico 4:
A) El impacto de la industria 4.0 para los retos futuros en ingeniería.
B) Industria 4.0, el nuevo paradigma
Fundamentos
A partir de la industrialización que significa una nueva forma de producción, se produce la
transformación de la vinculación de la humanidad con el medio social y natural, proceso que
actualmente continúa potenciado por el desarrollo tecnológico, que nos permite hablar de un
mundo que tiende a la información y a la globalización. La transformación de la realidad con
la tecnología es función del ingeniero, para ello deberá contar con conocimientos para poder
interpretar la realidad, transformarla y anticipar los efectos de esa transformación, como lo
establece la Ordenanza N°: 757 del Nuevo Plan de Estudios. Ingeniería y Sociedad debe
brindar las herramientas para comprender desde una perspectiva histórica, como el
conocimiento científico ha llevado a la creación de tecnología y permitido la elevación de la
calidad de vida, pero a costa de la explotación y alteración del medio. Esto nos lleva a la idea
de que, si bien la ciencia es el principal factor de desarrollo de un país, la misma debe llevar
a una tecnología que actúe en armonía con el medio, sólo de esta manera una civilización
científica será una buena civilización. Pero la ciencia no es sólo la base del desarrollo
tecnológico, porque más allá de este fin utilitario, debe ser un modelo para el pensamiento y
la acción, ya que la ciencia avanza a través de la crítica, que si la trasladamos a nuestras
acciones, nos permite descubrir nuestras faltas para aprender de ellas y corregirlas en vez de
encubrirlas, así con la información también se pretende formar al estudiante en una actitud
crítica que favorezca su progreso en todos los órdenes, ampliando desde ya el horizonte
cultural.
Palabras clave
Universidad, formación, conocimiento, ciencia-tecnología-innovación, desarrollo.
Introducción
El presente texto parte de una premisa y se alimenta de un sueño. Premisa: la
universidad es una institución de la sociedad cuya misión esencial es contribuir a mejorar la
vida de las personas y ayudar a solucionar, en su esfera de competencias y posibilidades, los
problemas de la colectividad. Sueño: que la educación superior restablezca en sí misma la
capacidad de «soñar un mundo en el que las barbaridades, el terror y el odio son vencidos, y
ganan la amistad, el civismo, la solidaridad y la justicia» (Petrella, 2005: 12). Un principio
como el que reconoce el papel fundamental de la educación superior en la construcción de
sociedades más justas, igualitarias y desarrolladas no se cumple per se. Necesita una fuerte
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dosis de sueño fomentando los proyectos humanos. Para avanzar también es preciso soñar.
Principio y sueño se encuentran en la razón y en la voluntad del vivir humano, solidario y
digno.
Vivir lo más posible como ser humano implica, en un primer nivel de derechos
sociales, tener la posibilidad de acceso a cosas básicas, como agua potable, aire puro, vivienda
decente, trabajo digno, buenas instituciones de salud y educación. Vivir con dignidad significa
no sufrir los efectos perversos de la pobreza, el hambre, la violencia, la inseguridad. No se
trata de esperar un mundo en donde todos gocen de la totalidad de las condiciones de una vida
plenamente pacífica y feliz. Tampoco se puede atribuir a la educación tamaña potestad de
construir personas y sociedades perfectas. Como todo el resto de la sociedad, en general las
instituciones sociales están muy lejos de cumplir plenamente sus papeles frente a la
complejidad de la vida de los individuos y las sociedades.
Es necesario evitar la ingenuidad del idealismo y el voluntarismo, pero también es
preciso reconquistar la capacidad de soñar con un mundo menos injusto, menos violento y
más solidario. Los sueños hacen avanzar, liberan la capacidad de crear proyectos y de ir
adelante, inciden en la capacidad de imaginar y proyectar el futuro, pero la vida no se
construye solamente con sueños. La realidad requiere ser efectivamente construida por
personas concretas y, además de principios y deseos, los hombres necesitan conocimientos,
técnicas, estrategias, proyectos políticos y, sobre todo, valores para fundamentar, instrumentar
y guiar sus acciones en contra de los procesos proclives a la deshumanización y a favor de la
construcción más elevada de la humanidad. Por ello, es imprescindible la educación con
calidad científica y socialmente relevante.
Palabras finales
La elección de la competitividad como fuerza motriz de los procesos de
transformación y de inserción de nuestras sociedades en el mosaico de la globalización se
apoya en la necesidad de incorporación y difusión de la tecnología y de los productos de la
innovación al sector productivo. La sobrevaloración del conocimiento útil e inmediatamente
aplicable en función de una concepción de progreso ilimitado y casi solo adscrito a la
economía de mercado está conformando una sociedad en la que se va debilitando la política
como posibilidad de construcción de la historia, aunque con sus choques de valores. La
racionalidad instrumental-técnica-científica-informacional-global afecta todas las esferas de
la vida. Con la tecnificación, mercantilización e instrumentación de la vida sale de escena
el ciudadano, queda en suspensión el sujeto histórico y asoma el individuo posesivo y
autorreferente. El destino de los países depende en gran medida de la cantidad y calidad de
conocimientos y del dominio o la falta de dominio tecnológico de su población. Si la
posesión de conocimientos y el dominio de la tecnología se limitan a unos pocos o —en
caso de pertenecer a muchos— están basados en el autointerés, esa capacidad produce
individuos seleccionados y empresas adaptadas al modo de producción de la economía
global, pero que no contribuyen a generar ninguna forma de comunidad y cooperación
consciente y ciudadana, no colaboran a la integración de valores positivos a partir de cuya
realización práctica se impulsan los procesos de humanización de la humanidad.
Misión
La UTN reconoce como misión:
La formación integral de mujeres y hombres responsables, cultos, tecnológicamente
calificados, con pensamiento crítico, con espíritu solidario y comprometido con el
país, fundada en los valores universales de la comprensión y la convivencia.
El desarrollo del conocimiento basado en la cultura de la paz y la aplicación de ideas
y técnicas de avanzada en el manejo científico
El fomento de la tecnología de punta pugnando para que los continuos avances puedan
estar al alcance de todos
Excelencia: Como una constante en todos los ámbitos de actuación, identificado con
el concepto de calidad.
Respeto, pluralismo y tolerancia: a las personas y a las ideas
Formación integral: La formación intelectual y científica debe acompañar a la
formación humana de manera que nuestros egresados sean capaces de contribuir el
bien social con el ejercicio de valores como la justicia, la solidaridad y la libertad.
Lealtad institucional: Los miembros de la comunidad velarán para que el bien de la
Institución esté por encima de los intereses particulares y personalistas
Compromiso con la educación: Defendiendo el Sistema Educativo Nacional de
Gestión Estatal, para reforzar el sentido de Estado Nación Soberano
Democracia: Sosteniendo el ideal de una Universidad democrática, tanto en su
organización y funcionamiento, como por su aporte al progreso social y cultural del
entorno.
Identidad Institucional
La Universidad Obrera Nacional (U.O.N.), predecesora de la UTN (1959), surge el 19
de agosto de 1948 del Plan de Educación Técnica vigente a partir de 1946 que, como sistema
autárquico, centraliza en la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional la
acción del estado Nacional en materia de enseñanza técnica-industrial, sin dependencia del
Ministerios de Educación de la Nación- Ley de creación N° 13.229/48 y Decreto de
Organización y Funcionamiento N° 8014/52.
A partir del 14 de octubre de 1959 pasa a denominarse Universidad Tecnológica
Nacional - U.T.N. - por medio de la ley 14.855, integrando desde ese entonces, el Sistema
Universitario Nacional.
La Universidad Tecnológica Nacional (U.T.N.) - surge así, como Universidad
Nacional con la función específica de crear, preservar y transmitir la técnica y la cultura
universal en el campo de la tecnología.
Los objetivos del nuevo sistema eran proporcionar un factor dinamizador al proyecto
industrial y permitir el acceso de los trabajadores a los estudios superiores.
La universidad tenía como principales finalidades, “la formación de profesionales de
origen obrero destinados a satisfacer las demandas de la industria nacional, proveer a la
enseñanza técnica de un cuerpo docente formado en la experiencia de taller, contribuir en la
organización, dirección y fomento de la industria, y promover y facilitar las investigaciones
necesarias para el mejoramiento de la industria nacional”.
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Las distintas carreras de ingeniería que se implementaron en cada Unidad Académica
respondían a las necesidades de las regiones donde se insertaban.
La UTN tiene carácter federal ya que abarca todas las regiones de la Argentina. Sus
30 Facultades Regionales se ubican en la región Noreste Provincias de Chaco, Entre Ríos,
Santa Fe - Noroeste - Provincias de La Rioja, Tucumán - Centro - Capital Federal y Provincias
de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza - y Sur - Provincias de Chubut, Neuquén, Santa Cruz y
Tierra del Fuego.
Esto se traduce en una permanente e íntima vinculación con los sistemas productivos
regionales y un fecundo intercambio académico a nivel nacional.
Por otra parte, su extensión geográfica se traduce en una capacidad de absorción de
alumnado - 70.000 cursantes - que equivale a más del 50 % de todos los estudiantes de
Ingeniería del país.
Ciclos de Licenciatura
1. Tecnología Educativa
2. Higiene y Seguridad en el Trabajo
3. Comercio Electrónico
4. Automatización y Control
Tecnicaturas Universitarias
1. Mantenimiento Industrial
2. Industrias Alimentarias
3. Mecatrónica
4. Programación
5. Moldes Matrices y Dispositivos
6. Telecomunicaciones
El Informe Delors fue elaborado por una comisión internacional para la educación del siglo
XXI, a petición de la UNESCO. Su nombre obedece a que estuvo presidida por Jacques
Delors.
Querría destacar que al contrario de otros informes sobre educación, el Informe Delors está
hecho por personas del mundo de la educación y de otros «mundos», pero además estuvo
compuesta no sólo por personas del mundo occidental, sino de todo el universo. Esto es muy
importante, porque ciertamente hay grandes diferencias culturales entre unos y otros.
Me referiré a dos partes importantes: la primera la introducción del informe y la segunda la
educación, una utopía necesaria. El informe es interesante porque dedica la menor parte a las
previsiones hacia el futuro, y la mayor parte a intentar soluciones y alternativas para la
educación del próximo siglo. En el primer párrafo se intenta dar las líneas que definen la
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orientación del trabajo. Aquí destacaré tres elementos: la educación es un factor indispensable
para conseguir la paz; es fundamental en el desarrollo más humano de las personas y de la
sociedad; y, aunque hay otros medios para lograrlo, la educación es el más importante.
En el primer apartado, analiza cuáles son las tensiones –no las plantea como problemas–.
Asegura que el siglo XXI planteará diversas alternativas ante las cuales habrá que elegir.
Algunas de estas divergencias son globalización versus localización, universalización versus
individualización: la sociedad actual tiende a que todos seamos cortados por el mismo patrón
o lo que algunos han denominado el pensamiento único. El Informe Delors defiende que cada
persona debe ser ella y que la única forma de superar tensiones es que cada uno sea como es.
Otra divergencia es tradición y modernidad: con esta modernidad que transmiten los medios
de comunicación, muchas veces podremos perder aquellas cosas más humanizadoras.
Una tercera divergencia es la de las soluciones a largo y corto plazo: actualmente todo se debe
resolver de hoy para mañana. Muchas veces, antes de conocer la propuesta, ya la estamos
criticando. Este es un tema de importancia capital para la educación, porque en la educación
de la persona se debe trabajar durante mucho tiempo; de un día para otro no cambian las cosas.
Una más es la competitividad versus la igualdad de oportunidades: debemos defender la
igualdad de oportunidades.
La cuarta divergencia es la expansión del conocimiento contra la capacidad de asimilar: es
imposible asimilar todo el conocimiento de que disponemos. En este sentido, creo que no se
toman medidas serias, porque la verdad es que cada vez más, necesitamos el conocimiento.
Otra de las divergencias es la de las dimensiones materiales y espirituales: incluso se dice que
precisamente en este punto nos jugamos la continuidad de la humanidad. Mientras nos
sigamos decantando por las realidades materiales, agotaremos la naturaleza.
En el Informe Delors se habla de que todas estas divergencias tienen como principio los
cambios en los estilos de vida, que van generando tensiones, cambios culturales, cambios en
la estructura familiar, que vive el mundo contemporáneo.
Tras aconsejar que debemos superar estas tensiones, en la segunda parte el Informe Delors
dice textualmente (Pág. 76, cap. 4): «Eso que proponemos supone trascender la visión
puramente instrumental de la educación considerada como la vía necesaria para obtener
resultados (dinero, carreras, etc.) y supone cambiar para considerar la función que tiene en su
globalidad la educación. La realización de la persona, que toda entera debe aprender a ser.»
En esta parte explica los cuatro pilares de la educación:
1) Aprender a conocer: dominar los instrumentos del conocimiento, vivir dignamente y hacer
mi propio aporte a la sociedad. Hace énfasis en los métodos que se deben utilizar para conocer
–porque no todos los métodos que se utilizan sirven para aprender a conocer– y asegura que,
en el fondo, debe haber el placer de conocer, comprender y descubrir.
2) Aprender a hacer: aprendemos para hacer cosas y nos preparamos para hacer una
aportación a la sociedad. Las personas se forman para hacer un trabajo, aunque muchas veces
no puedan ejercerlo. En lugar de conseguir una cualificación personal (habilidades), cada vez
es más necesario adquirir competencias personales, como trabajar en grupo, tomar decisiones,
relacionarse, crear sinergias, etc. Aquí importa el grado de creatividad que aportamos.
3) Aprender a convivir y a trabajar en proyectos comunes: en el Informe se asegura que este
es uno de los retos más importantes del siglo XXI. Nunca en la historia de la humanidad se
había llegado a tener tanto poder destructivo como actualmente. Ante tal situación, debemos
aprender a descubrir progresivamente al otro; debemos ver que tenemos diferencias con los
otros, pero sobre todo tenemos interdependencias, dependemos los unos de los otros. Y para
descubrir al otro, debemos conocernos a nosotros mismos: cuando sepa quién soy yo, sabré
plantearme la cuestión de la empatía, entenderé que el otro piense diferente de mí y que tiene
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razones tan justas como las mías para discrepar. El Informe Delors propone que se favorezcan
los trabajos en común, que se preste atención al individualismo –que no está en contra de la
individualidad–, y que destaque la diversidad, como elemento necesario y creador. Tengo la
sensación de que cuando se habla de la atención a la diversidad, se intenta romper la
diversidad; pero no se trata de eso, no es acabar con la riqueza de la diferencia, sino tratarla
adecuadamente para igualar a todos y así evitar conflictos. Este tercer pilar está muy influido
por la actitud del maestro y por su relación con los alumnos.
4) Aprender a ser: es el desarrollo total y máximo posible de cada persona. La educación
integral de la que se viene hablando desde finales del siglo XIX y comienzos del XX; aquella
del pensamiento autónomo.
Ya hace varios años se habla de otros dos pilares que completarían a estos y que se identifican
como: Aprender a enseñar y Aprender a aprender. El primero relacionado a la habilidad
para educar a los demás y el segundo a la capacidad que debe tener el alumno de poder seguir
aprendiendo cosas a lo largo de toda su vida.
Creo que estos pilares son fundamentales si consideramos globalmente los cuatro, no de dos
en dos, es decir, no poner por un lado el conocimiento (la ciencia), y por el otro, el hecho (la
tecnología); esto no sólo en el sentido material sino también en el sentido humanístico.
En tercer lugar, este Informe también destaca el papel de las emociones. Nuestro sistema
educativo ha dado prioridad a las dimensiones cognitivas, a las que están relacionadas con el
conocimiento, y ha olvidado las dimensiones afectivas; ésta es una palabra que paulatinamente
ha ido saliendo del ámbito escolar desde finales del siglo XIX e inicios del XX. Incluso, si
nos paramos a pensar, vemos que la escuela acoge muy bien a los niños más pequeños y los
satisfacen emocionalmente. Pero una vez terminada la primaria –no sé si esto es demasiado
traumático– acompañamos a los niños para que aprendan a leer y escribir y los empezamos a
preparar para los conocimientos de la secundaria. Damos por sentado que la madurez
emocional ya se ha consolidado cuando tienen 8 y 9 años; cuando la verdad es que ninguno
de los adultos ha acabado su educación emocional. Después, cuando llegan a la universidad –
claro, este es el templo de la ciencia–, no podemos ocuparnos de los problemas emocionales
de los jóvenes.
Creo que si tenemos en cuenta las tensiones de angustia a las que se refiere el Informe Delors,
estamos absolutamente obligados a hacer un tratamiento sistemático de las emociones de los
estudiantes. Pero esto sólo es posible con una educación emocional de los padres y de los
profesores. En el mundo occidental, se ha hecho una división: por un lado, todo lo que es el
conocimiento, la ciencia, el saber y el poder; y por el otro, todo lo que son las emociones, la
vida familiar, las amistades, la vida privada, la ausencia de poder.
5. ÉTICA E INGENIERÍA
Conclusión
El aporte de cada asociado afectará positivamente la reputación de la profesión. Es
necesario reforzar el compromiso ético de la ingeniería, demostrando con ejemplos los logros
y ventajas profesionales. La responsabilidad es compartida por los actores y es tarea de todos
los asociados. Al existir la reflexión ética en la formación profesional y en los sistemas
educativos, laboral y gremial -como se propone en la comisión de ética- se contribuirá a
construir una mejor sociedad y así un mejor país.
Bibliografía
Chamarro, A. (2007). Ética del psicólogo. Barcelona, España: Editorial Gardner, H. (2013).
Las cinco mentes del Futuro. Bogotá. Editorial Planeta.
Kisnerman, N. (2001). Ética un discurso o una práctica social. Argentina. Ed Paidós.
Descripción Dilema 1:
Una ingeniera trabaja en una fábrica de productos químicos. Se percata que se ha producido
una fisura en un conducto por el que sale un líquido que contamina el ambiente.
Para solucionar la avería es necesario cambiar unos elementos fundamentales en la producción
y sería necesario parar durante un mes la fábrica.
La ingeniera ha comunicado la avería al Director, pero este no quiere dejar de producir porque
eso le haría perder mucho dinero y tendría que despedir algunos empleados, lo que supondría
una importante crisis social en la zona.
Si no se arregla la avería la contaminación se incrementaría y repercutiría en la vida acuática
y después en la de los habitantes del río que comen estos alimentos y se suministran el agua.
Si la ingeniera denuncia a las autoridades el peligro que supone la fisura, se enfrentaría al
director y probablemente sería despedida. ¿Qué debe hacer la ingeniera?
Objeto moral de la acción: Contaminar el agua de la ciudad.
Alternativas (buenas y malas)
- Una alternativa es enfrentarse al director y plantearle la grave situación de contaminación
que se produciría si no arreglan la avería en la fábrica.
-Otra es no arriesgarse a ser despedida y dejar que la fábrica siga funcionando con la avería
que incrementaría considerablemente la contaminación.
¿Cuál elijo y por qué?
Descripción Dilema 2:
“Sensibilización ante la riqueza de unos pocos a costa de la miseria de otros.”
Juana es ingeniera agrónoma y ha realizado un estudio sobre la fresa. Parece que, dadas las
condiciones y debido al encarecimiento de la mano de obra, dicho cultivo tiene pocas
perspectivas de futuro. Sin embargo, sería una lástima perder algo que pertenece a nuestro
patrimonio agrícola.
Queda claro que si la mano de obra se abastece de inmigrantes (ilegales o no) resulta más
económico su producción, ya que se les paga considerablemente menos y trabajan más horas.
El inmigrante sería, sin duda explotado pero ganaría aún más que en su país. Además. Hay que
tener en cuenta que ellos vienen al nuestro por propia voluntad.
¿Debería Juana proponer está solución para mantener la producción de la fresa?
Objeto moral de la acción: Explotar mano de obra inmigrante.
Alternativas (buenas y malas)
-Una alternativa es tomar la mano de obra de los inmigrantes para así poder bajar los costos que
le den competitividad en el mercado y poder seguir exportando fresa.
-Otra es iniciar otro proyecto con las mismas tierras donde se cultive otra producción que no
sea la fresa, pero que tenga un precio de mercado que permita costear la mano de obra y así
mantener la plantilla de empleados actual.
¿Cuál elijo y por qué?
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Descripción dilema 3:
María tiene 3 años, sus padres la llevan al servicio de urgencia infantil porque tiene dificultad
para respirar. La mamá dice que desde hace dos días tiene fiebre, tos, muchos “ruidos en el
pecho” y que las “flemas la hacen ahogarse”. Ella le cuenta al médico que María tiene una
enfermedad neurodegenerativa, que se la diagnosticaron cuando tenía 1 año de vida. María ha
tenido otros episodios similares, que han podido manejar en casa, pero esta vez es más severo.
La niña está febril con apremio respiratorio, pálida, con cianosis peri-oral y saturación de
oxigeno de 87%. Destaca una niña desconectada del medio, con severo retardo del desarrollo
psicomotor e hipertonía generalizada. La radiografía de tórax muestra condensación derecha
y el laboratorio es compatible con infección bacteriana. En urgencia se aspiran secreciones y
se da oxígeno por mascarilla.
-El médico le dice a los padres de María que ya pueden irse a casa, les entrega una receta, les
explica que deben darle antibiótico y que pidan hora para kinesioterapia respiratoria en su
consultorio. El médico agrega que dada la condición de base de la niña, no es recomendable
hospitalizarla, ya que no tiene posibilidad de sobrevida y que en este caso lo mejor es que la
niña esté con su familia hasta el final.
-Ante esto, los padres insisten en que no cuentan con los recursos necesarios para manejar este
episodio en su domicilio. Ellos han luchado mucho por ella, conocen muy bien su enfermedad
y tienen clara conciencia de su estado actual; si éste fuera el final de su vida no quieren verla
sufrir, ya han visto que se alivia con poca ayuda. El médico accede a los requerimientos de
los padres y decide hospitalizarla, pero les dice que, por la enfermedad basal, no se permitirá
el ingreso de María a unidad de cuidados intermedios y/o intensivos, en caso de requerirlo.
¿Cuál elijo y por qué?
Método Científico
Cuando se habla del método científico, podemos encontrarnos con diferentes
definiciones, esto se debe a la gran complejidad que yace en su conceptualización; pero puede
definirse generalmente como un método de investigación que se usa especialmente en la
obtención o elaboración de aquellos conocimientos que provienen de las ciencias. Varias
fuentes exponen el término, o lo denominan como aquel conjunto de pasos propuestos por una
disciplina con el propósito de adquirir conocimientos válidos por medio de ciertos
instrumentos de gran confiabilidad, con una secuencia normal para la formulación y
contestación de preguntas, lo que le posibilita a los investigadores partir desde un dado punto
A hasta un punto Z con la confiabilidad de conseguir o alcanzar un conocimiento correcto y
legítimo.
Ese conjunto de paso que se siguen en el método científico son: primero, la
observación que consiste en reunir o compilar ciertos hechos sobre el problema o asunto sobre
el cual se investiga; segundo, el planteamiento del problema, aquí el investigador debe
abordar el problema por el que se realiza la investigación; tercero la hipótesis, donde se
responde anticipadamente, como consecuencia de una posible solución de un problema, que
aparece al intentar explicar un problema en particular, pero que debe ser verificado con la
experimentación; cuarto la experimentación, donde se verifica la hipótesis, es decir que
explica la validez de esta; y quinto, el análisis y las conclusiones, donde luego de haber
realizados los pasos anteriores y al obtener cada uno de los datos, se determina si las hipótesis
que se generaron son del todo verdaderas o no, y al realizar varios experimentos semejantes
se alcanza siempre la misma conclusión, y se logra emitir una teoría.
Esta serie de pasos anteriormente expuestos, generalmente son los más utilizados al
momento de utilizar el método científico, pero es importante decir que en ocasiones se suelen
utilizar además de estos, otros pasos adicionales como la documentación, el
descubrimiento, nuevas preguntas entre otros.
1.2 La tecnología
La caracterización del ingeniero tiene sus fuentes en el papel que desempeña en la
sociedad moderna. Se trata de una sociedad impregnada de tecnología, en la cual esta última
se ha convertido en el instrumento de todas las actividades sociales.
La palabra tecnología es una de las más utilizadas en la sociedad contemporánea, pero
esto no significa que se haga de manera correcta, con exactitud y sin dualismo. ¿Qué es
realmente la tecnología? ¿La habilidad para resolver cualquier problema? ¿La fuente de todos
los males? ¿La manifestación física del genio inventivo de la humanidad? ¿El incremento que
se puede obtener de una hora de trabajo o una unidad de capital? ¿El control de la naturaleza
por la humanidad? ¿El control de cierta gente sobre otra gente sirviéndose de la naturaleza
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como instrumento? Todo esto, y mucho más, puede ser la tecnología según el punto de vista
que se adopte al definirla. De acuerdo con su etimología es el estudio de los conocimientos
incorporados en los objetos, procesos y, por supuesto, en las personas.
Usualmente la palabra tecnología designa el conjunto de conocimientos,
informaciones ordenadas, recursos y medios utilizados en la producción de los bienes y
servicios requeridos por la sociedad. O sea que la tecnología puede definirse como la
aplicación sistemática del conocimiento científico a las actividades productivas. En otras
palabras, es el conjunto de conocimientos utilizados en la producción y comercialización de
bienes y servicios, que se materializa en máquinas y equipos, información sobre ellos, sobre
los procesos, procedimientos y productos. Esta es, por supuesto, una definición limitada, pues
en su sentido más general la tecnología incluye aspectos técnicos, organizativos y culturales.
Entre los técnicos puede incluirse el conocimiento, la destreza técnica, las herramientas, las
máquinas y las sustancias químicas, el personal, los recursos y los desechos. En el aspecto
organizacional deben mencionarse las actividades económica e industrial, la actividad
profesional, los usuarios y consumidores, así como los sindicatos. En cuanto a lo cultural
deben considerarse los objetivos, valores y códigos éticos, la creencia en el progreso, la
conciencia y la creatividad.
Cuando la ciencia explica las causas sobre las que opera técnicamente, se tiene una
técnica racional, es decir una tecnología. En este sentido la tecnología es un producto de la
modernidad, es el resultado de teorizar científicamente sobre la técnica. La tecnología es
entendida hoy como la “ciencia de las artes industriales”. Industria, a su vez, denota
inteligencia, creatividad, destreza en el trabajo de producción o útil. Por lo tanto, es común
decir y entender, ahora reiterado, que la tecnología es la ciencia de cómo hacer las cosas; la
ciencia hecha acción y la acción convertida en ciencia, por eso en ciertos contextos se le
denomina tecnociencia. En la actualidad es algo tan complejo que algunos la denominan la
máquina tecno-económica.
Ciencia no es lo mismo que tecnología, pero cuán poco puede lograr la ciencia natural
moderna, incluso la más poderosa, cuando es insuficiente el instrumental que le proporciona
la tecnología.
Pero no hay tecnología, entendida en sentido estricto, sin ciencia. Entre la ciencia y la
tecnología no hay una relación de identidad, sino una relación de condicionamiento. La ciencia
es, para emplear una expresión de raigambre kantiana, la condición de la posibilidad
tecnológica.
Muchísimas son las personas que cumplen funciones especializadas en las distintas
áreas de la tecnología, correspondiendo el papel protagónico al ingeniero. Puede afirmarse
que el ingeniero es el artífice de la tecnología.
1.3 La ingeniería
Ingeniería es la profesión que se fundamenta en los conocimientos de las ciencias
naturales y matemáticas, en la conceptualización, diseño, experimentación y práctica de las
ciencias propias de cada especialidad, buscando la optimización de los materiales y recursos,
para el crecimiento, desarrollo sostenible y bienestar de la humanidad.
Ingeniería es el conjunto de conocimientos teóricos, de conocimientos empíricos y de
prácticas, que se aplican profesionalmente para disponer de las fuerzas y los recursos
naturales, y de los objetos, los materiales y los sistemas hechos por el hombre para diseñar,
construir, operar equipos, instalaciones, bienes y servicios con fines económicos, dentro de
un contexto social dado, y exigiendo un nivel de capacitación científica y técnica ad hoc —
2. EL QUEHACER DE LA INGENIERÍA
La ingeniería cubre un amplio campo de estudio y actividades, desde la agricultura hasta la
construcción de barcos, de la microelectrónica al transporte, de la civil a la bioingeniería,
muchas aplicaciones de la vida diaria están relacionadas con la ingeniería o dentro de su
alcance. Cada entidad física y artificial usada por los humanos es producto de alguna de las
ramas de la ingeniería. La ingeniería está tan entrelazada en el tejido de la sociedad moderna,
que encontramos a los ingenieros empeñados en un amplio espectro de ocupaciones, sin
embargo, ellas tienen un núcleo que es el diseño. Recalquemos que, a pesar de su cercanía, la
ingeniería, como profesión, no puede confundirse con la tecnología y todo lo que ella implica.
La ingeniería se basa en principios científicos, pero aplica la tecnología e incluso la técnica
empírica. Se dice que la ingeniería es arte y ciencia. La ingeniería tampoco es ciencia. Lo que
distingue a la ciencia moderna de la ciencia antigua es la pretensión de conectar la teoría y la
práctica mediante la acción del conocimiento y, como se señaló, esta convergencia es el origen
de la tecnología y de la ingeniería moderna.
OCTUBRE 24 DE 2017
En las sociedades actuales, el conocimiento es reconocido como un gran desafío a
nivel económico, político y cultural, al punto de calificar de forma justificada a las sociedades
que emergen actualmente y logran mayores niveles de desarrollo y calidad de vida. Además,
el control del conocimiento en los diferentes momentos de la historia de la humanidad ha
estado acompañado de desigualdades, exclusiones y conflictos sociales, lo que implica que
día a día se busque una mayor difusión del conocimiento para lograr una sociedad mejor
informada y que tome sus propias decisiones basadas en los hechos y la evidencia.
Cada sociedad cuenta con sus propios activos de conocimiento, donde es fundamental
conectar las diversas formas de conocimientos que ya se poseen con las nuevas formas de
desarrollo, adquisición y difusión del conocimiento, lo cual, se representa en el modelo de la
economía del conocimiento, donde se valoran sus diversas formas y esto genera a su vez
mejores resultados en cuanto a crecimiento económico, igualdad social, decisiones políticas
basadas en hechos y mayor transparencia y ética que son los elementos claves en las
sociedades basadas en conocimiento, UNESCO (2016).
Este tipo de sociedades se construyen a partir de la diversidad de conocimientos y la
cultura que es un bien público disponible para todos y se ve influenciada por los avances
científicos y el uso de tecnologías de punta, donde la educación, el pensamiento crítico, el
fomento de la diversidad y la innovación son fundamentales para la implementación de una
sociedad de conocimiento.
Las sociedades basadas en el conocimiento generan una mayor concientización sobre
la importancia de la ciencia y la tecnología como elemento clave para valorar y optimizar el
uso de los bienes, productos y servicios que posee un país generando ciudadanos con mayores
competencias para enfrentar los cambios actuales y ser más conscientes en sus decisiones que
promuevan bienestar social, respeto por el otro e igualdad.
Además, es importante que los productores de bienes y servicios y generadores de
conocimiento cada vez incrementen los canales de comunicación y difusión para brindar
conocimientos a los diferentes grupos de interés, lo cual garantiza un ciudadano mejor
informado y tomador de decisiones, que es clave para lograr una sociedad más inclusiva e
igualitaria en la medida que toma un papel más activo al hacer partícipe a la ciencia y la
tecnología en su vida diaria de manera eficiente.
Clara Inés Pardo Martínez. PhD, Profesora de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario y Directora
Ejecutiva del Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología (OCyT)
1. Personalización
El uso de entornos virtuales y de la inteligencia artificial en los programas educativos
permite detectar las necesidades particulares de cada alumno.
De este modo, y compartiendo el aula, los alumnos pueden ir aprendiendo a su propio ritmo
y con la supervisión y apoyo del profesorado.
También se consigue que los propios alumnos se puedan ayudar entre ellos y que refuercen
el aprendizaje, según las fortalezas y debilidades de cada uno de ellos.
2. Autoaprendizaje
El apoyo del entorno digital y el acceso a material de estudio desde cualquier sitio incentiva
que cada alumno se implique en su propia evolución.
Este tipo de aplicaciones favorecen que el estudiante sea autodidacta y que, por sus propios
medios, aproveche su tiempo y capacidades en el aprendizaje que más necesita.
3. Espacios colaborativos
Que cada alumno pueda evolucionar a su ritmo y acceder a material que refuerce o amplíe su
aprendizaje, ayuda a que cada uno de ellos se sienta más motivado e implicado en sus tareas
como estudiante. Una forma más de motivarlos es a través del uso de comunidades
colaborativas en las que puedan compartir ideas y conocimientos. Así la interacción con más
estudiantes no se limita solo al aula, pudiendo crear proyectos a gran escala que se
enriquezcan en conocimientos y valores.
Cuando llegó la Primera Revolución Industrial, entre 1760 y 1830, seguro que fueron
muchos los que pensaron que, después del gran avance que supuso el cambio de la producción
manual a la mecanizada, se había alcanzado la cumbre de la innovación y que nada más podía
cambiar. Pero cambió y tras otros dos importantes procesos, vivimos ahora en la
llamada Cuarta Revolución Industrial, la de la Industria 4.0.
A lo largo de estos años, han ido cambiando las fuentes de energía básicas tanto para
la vida diaria como la producción industrial, así como el tipo de actividades industriales que
mayor auge han registrado, su situación geográfica y los medios para transportar mercancías
y personas y transmitir información.
En todas estas etapas, han jugado un papel fundamental la ingeniería y los
ingenieros, que han contribuido con sus conocimientos a desarrollar las tecnologías y
herramientas que han propiciado los avances. Tanto es así que, en la actualidad, la formación
de los ingenieros está orientada a satisfacer las demandas de los nuevos desarrollos
tecnológicos. Sólo estos perfiles podrán ser garantes de la armonía y eficiencia que
requiere el ecosistema 4.0.
Además de por los cambios en los sistemas de producción, la Primera Revolución
Industrial En la segunda mitad del siglo XVIII, la invención de la máquina de vapor marca
un hito del ingenio humano. Los historiadores no logran acordar el nombre del inventor de
este artilugio ya que, entre otras cosas, se trató de un invento que rápidamente se propagó por
Cátedra Ingeniería y Sociedad
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Inglaterra, implementando distintas mejoras y modificaciones en función de los diferentes
usos industriales para los que fuera adquirida. La máquina de vapor lo cambió todo. Fue el
primer motor de combustión externa capaz de generar energía mecánica. Esto supuso el mayor
avance de la Ingeniería desde el Neolítico, reinventando la industria, la sociedad y la
economía. Durante estos años la máquina de vapor permitió la invención del ferrocarril, la
mejora de los barcos o la creación de telares mecánicos. La renta per cápita aumentó como
nunca antes lo había hecho en la historia, surgieron nuevos ideales políticos y provocó un gran
éxodo rural que dio lugar a las grandes urbes tal y como hoy día las conocemos. La Primera
Revolución Industrial cambió las reglas del juego.
Solo un par de décadas después de esa primera revolución, desde 1870 hasta la Primera
Guerra Mundial se produce la Segunda Revolución Industrial. A diferencia de la anterior,
sus detonantes fueron un conjunto de avances surgidos en esta época. Entre finales del siglo
XIX y principios del XX comienzan a tomar relevancia fuentes de energía diferentes al carbón
como el petróleo, el gas o la electricidad. En este periodo también se inventan dos nuevos
modos de transporte: el automóvil y el avión, y dos sistemas de comunicación: el teléfono y
la radio. Además de producirse un cambio significativo en los modelos económicos estatales,
en estas décadas nace la denominada ‘Primera Globalización’, propiciada por el gran avance
de las telecomunicaciones.
Ya en el siglo XX, a partir de 1960-1970, tuvo lugar la Tercera Revolución
Industrial, caracterizada por el uso de la electrónica y la tecnología de la información y las
telecomunicaciones. Estos cambios permitieron la automatización de los procesos de
producción y el surgimiento de Internet, que, sin duda, ha supuesto una importante
innovación en nuestro modo de ver y entender la vida y, sobre todo, la comunicación.
Las energías alternativas y renovables, la nuclear y el petróleo se han erigido
durante estos años como principales fuentes para el consumo diario y los medios de transporte.
En este sentido, la revolución llegó de la mano del tren de alta velocidad y los vehículos
eléctricos o de biocarburantes.
Pese a que todos estos avances e innovaciones siguen vigentes hoy en día, el uso que
hacemos de los mismos sí ha cambiado. Es la aplicación de tecnologías como la inteligencia
artificial, la fabricación aditiva, la realidad aumentada o el Internet de las Cosas (IoT), entre
otras, lo que ha provocado el surgimiento de la Cuarta Revolución Industrial.
La fábrica inteligente
Esta nueva revolución no ha hecho sino multiplicar la velocidad, el alcance y el
impacto de las herramientas que surgieron en el periodo anterior, mediante la conexión de los
mundos digital, físico y biológico.
Pero si existe algún estandarte de esta nueva era son, sin lugar a dudas, las fábricas
inteligentes, lugares de producción en los que los dispositivos están conectados entre sí con
el objetivo de difuminar las barreras entre la demanda, el diseño, la fabricación y el suministro.
¿El objetivo? Que la producción sea más eficiente y reducir costes de fabricación.
De nuevo puede parecer que hemos tocado techo, pero nada más lejos de la realidad.
Los avances continúan y, lo que algunas películas mostraban como futurista, ya está aquí. No
hay más que echar la vista atrás y recordar el coche volador de la película Regreso al futuro,
que en nuestros días ya es más una realidad que una ficción. ¿Estará por llegar la Quinta
Revolución Industrial?
Después de la Segunda Guerra Mundial, los líderes de todo el mundo se reunieron para diseñar
un nuevo conjunto de estructuras institucionales que permitieran al mundo de la posguerra
colaborar para construir un futuro compartido. Ese mundo ha cambiado y, como cuestión de
urgencia, debemos emprender ese proceso de transformación nuevamente.
Esta vez, sin embargo, el cambio no es meramente geopolítico, ni económico. Más bien,
estamos experimentando un cambio en la estructura misma de cómo las personas y la sociedad
se relacionan entre sí y con el resto del mundo. Vivimos en la era de la Cuarta Revolución
Industrial (4RI). Las economías, los negocios, las sociedades y la política no solo están
cambiando, sino que están transformándose. Necesitamos rediseñar las instituciones actuales
para anticipar las fuerzas del cambio y aprovechar la abundancia de nuevas oportunidades,
evitando a su vez los grandes riesgos inherentes en tales períodos perturbadores. Si esperamos,
o simplemente aplicamos una "solución rápida" para reparar las deficiencias de los sistemas
obsoletos, las fuerzas del cambio desarrollarán naturalmente su propio impulso y reglas, y por
lo tanto limitarán nuestra capacidad de configurar una trayectoria y un resultado positivos.
Para empezar, tenemos que entender la fuerza transformadora de la Cuarta Revolución
Industrial. Lo que se consideró ciencia ficción hace solo unos años se ha convertido en la
realidad de hoy. Su impacto es amplio y global. La fuerza innovadora de la 4RI redefine la
forma en que producimos, consumimos y nos comunicamos.
Para entender realmente su poder transformador, debemos definir las 5 características
básicas de la 4RI:
7. Diálogo global sobre el capital humano: dado que las habilidades requeridas para
seguir siendo competitivos están en constante evolución, necesitamos un brainstorming global
sobre el futuro del trabajo y el papel del capital humano.
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8. Diálogo global sobre una nueva narrativa social: Necesitamos moldear una nueva
narrativa para sociedades que se mueven desde una fijación materialista a un enfoque más
idealista y humanista.
9. Diálogo global sobre sistemas industriales: la 4RI nos brinda la gran oportunidad
de mejorar sustancialmente la disponibilidad y la prestación de servicios en las áreas de salud,
energía, comunicaciones, transporte y más.
b) Internet de las cosas Quizás sea uno de los elementos de la Industria 4.0 que más ha
calado en la sociedad en los últimos años. La hiperconectividad está a la orden del día
y cada vez más objetos cotidianos cuentan con conexión a Internet. En el plano
industrial esto se traduce en el control total de forma remota de los sistemas. Gracias
al Internet de las cosas podemos monitorizar el funcionamiento de un brazo robótico
que esté en el otro lado del mundo o saber, vía Internet, el gasto energético de una
planta a tiempo real.
c) Robótica colaborativa, sistemas ciberfísicos y sensórica La robótica ha
experimentado un exponencial desarrollo en las últimas décadas. La nanotecnología
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ha contribuido favorablemente al desarrollo de esta disciplina, pero otro de los grandes
factores ha sido la apertura de los centros tecnológicos y la ‘popularización’ de esta
especialidad. Un ejemplo de ello es la Defense Advanced Research Projects Agency
(Darpa), que hizo público en 2011 un proyecto colaborativo para desarrollar un nuevo
vehículo de combate, reconocimiento y evacuación, apelando al “poder de la
multitud”. Los ingenieros del DARPA trabajaron y eligieron los tres prototipos más
interesantes, a partir de los que se trabajó en el modelo final.
d) Por otra parte, uno de los mayores factores que convierten a las máquinas en
autónomas es el uso de sensores. Gracias al desarrollo de estos, un coche, por ejemplo,
puede aparcar sin ayuda de conductor. En el sector industrial la sensórica está a la
orden del día, contando con múltiples dispositivos como interruptores de posición,
controladores de fluidos, detectores capacitativos o células fotoeléctricas.
https://www.elmundo.com/noticia/La-industria-4-0-y-la-Universidad-/374684
https://cic40.es/el-desafio-de-la-cuarta-revolucion-industrial-en-america-latina/
La brecha que separa a América Latina de los países de la OCDE en términos del
producto bruto está creciendo. Si bien el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de América
Latina entre el 2003 y el 2016 ha crecido en un 48%, la brecha entre la región y los países de
la OCDE ha crecido de US$ 23.117 en el 2003 a US$ 28.553 en el 2016. La clave para
acelerar el crecimiento económico de la región reside en el aumento de la productividad, muy
estancada en los últimos 15 años.
La digitalización de procesos productivos y adopción de tecnologías digitales
avanzadas contribuyen al crecimiento de la productividad laboral y multifactorial. Un
aumento del índice de digitalización de 1% resulta en un incremento de 0,32% en el producto
bruto interno, de 0,26% en la productividad laboral, de 0,23% en la productividad
multifactorial y de 0,09% en la contribución de las TIC a la productividad laboral. La
aceleración en el desarrollo de la digitalización representa la palanca fundamental para el
aumento de la productividad multifactorial y el correspondiente “catch-up” de América Latina
con los países de la OCDE.
Una estrategia de cambio del modelo productivo: un factor ineludible para acelerar la
cuarta revolución industrial en América Latina
El análisis de la experiencia latinoamericana demuestra que ciertos países están
avanzando en una estrategia de cambio del modelo productivo. México ya está implementando
gradualmente elementos de una Industria 4.0, Brasil posee una estrategia de Internet de las
Cosas, y Colombia ha creado dentro del Ministerio TIC un Viceministerio de Economía
Digital enfocado en la transformación del modelo productivo. Aun así el nivel de coordinación
es todavía limitado y se hace necesaria una mayor coordinación que permita que permita hacer
un análisis detallado para entender dónde están los cuellos de botella de la transformación
digital
Los autores explican cinco claves para que América Latina pueda aprovechar las
oportunidades de la economía 4.0.
Parece imposible pasar más de un día sin escuchar noticias sobre las plataformas
colaborativas que han transformado el transporte urbano y el turismo, el potencial
de blockchain para revolucionar por completo el sector financiero o cómo la inteligencia
artificial está cambiando por completo la investigación en las ciencias. Esta nueva economía
digital se caracteriza por el cambio tecnológico acelerado y una creciente complejidad de los
desafíos, que no reconocen las fronteras entre sectores y alteran el modo en que las empresas
innovan, cada vez más en formatos colaborativos y abiertos. Sectores como la salud, el campo,
la energía o la construcción demandan nuevas capacidades digitales y marcos regulatorios
actualizados, y se apoyan con mayor frecuencia en la generación e intercambio de datos
masivos entre todos los actores de la cadena para mejorar su eficiencia y la calidad de sus
servicios.
Todo va muy rápido, pero es necesario pararse a pensar sobre cuál es el impacto para
las empresas de América Latina y el Caribe de este nuevo contexto digital y cómo pueden las
políticas públicas contribuir a impulsar su desarrollo en esta nueva economía.
En primer lugar, estamos empezando el partido con cierta desventaja. Las empresas
latinoamericanas presentan importantes brechas de adopción en muchas de las nuevas
tecnologías digitales en comparación con los países de la Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económicos (OCDE). Tecnologías como big data, computación en la nube y
sistemas para relacionarse con clientes (CRM) son utilizadas por un porcentaje mucho menor
de empresas en comparación a los países de la OCDE. Y las brechas en la digitalización de
servicios públicos, grandes demandantes de nuevas soluciones digitales en países
desarrollados, son igual de serias. Según un informe de Naciones Unidas, solo 5 de los 19
países de América Latina están entre los 50 más digitalizados del mundo.
La escasez de talento es otra barrera crucial para la adopción de tecnologías digitales
—Cisco estima que en 2019 habrá una brecha de medio millón de profesionales tecnológicos
en la región y que en 2025 ascenderá a 1,2 millones solo para programadores— mientras que
la conectividad y la velocidad de conexión que nos brindan nuestras autopistas informáticas
para transportar datos parecen más bien caminos de tierra.
Si bien algunos países latinoamericanos han formulado ambiciosas agendas digitales, aún
queda mucho camino por recorrer para fortalecer las políticas públicas en la generación de
capacidades en el sector privado para adoptar y utilizar tecnologías digitales.
Las acciones hacia la integración de las economías a menudo se producen por etapas,
en el proceso, las amenazas de los primeros acuerdos preferentes no tienen tanto potencial de
disminuir el control interno como las etapas posteriores.
El siguiente artículo nos ayudara a comprender las realidades concretas de los bloques
económicos actuales. Además de ponernos en contacto con la teoría económica, la cual nos
abre un panorama de estudio de los mismos y nos posibilita un estudio más acabado de las
relaciones político económico del presente.
En términos generales existen siete formas distintas de acuerdos económicos regionales
formales, a saber:
Acuerdo preferencial:
Es un sistema de preferencias ente los miembros. Baja de aranceles u otras medidas
proteccionistas. Rige el principio no discriminatorio del GATT.
Zona de libre cambio o comercio (ZLC):
En este modelo, todos los miembros del grupo eliminan los aranceles a los productos de los
otros miembros, mientras que, al mismo tiempo, se conserva la independencia de cada uno de
ellos para desarrollar políticas comerciales con los no miembros.
En otras palabras cada miembro de la ZLC puede mantener sus propios aranceles y otras
barreras comerciales en el “mundo exterior”.
Unión aduanera:
En esta etapa de la integración económica, los miembros eliminan todos los aranceles y el
grupo adopta una política comercial externa común con relación a los no miembros. Además
el grupo trabaja como una entidad en la negociación de todos los acuerdos comerciales con
los no miembros.
La aplicación de un arancel externo común elimina la posibilidad del trasbordo para los no
miembros. Por lo tanto, la unión aduanera es un paso hacia una integración económica más
estrecha que la ZLC.
Mercado común:
En el mercado común, los miembros eliminan todos los aranceles, adoptan una política
comercial externa común para los no miembros y eliminan todas las barreras a los
movimientos factoriales que se producen entre ellos.
El libre movimiento de trabajadores y de capital entre los miembros representa un nivel
superior de integración económica, así como una mayor reducción del control interno de la
economía de cada país miembro. El tratado de Roma de 1957 fundo la Comunidad económica
Europea (CEE) o el Mercado común Europeo, el cual comenzó a funcionar oficialmente el 1
de enero de 1958.
Unión económica:
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Una forma adicional y comprensiva de la integración es la unión económica.
Esta forma de integración económica de los países abarca todos los elementos del mercado
común., así como la unificación de las instituciones económicas y la coordinación de la
política económica en todos los países miembros. Aunque es evidente que siguen existiendo
las entidades políticas separadas, en general, con esta unión se desarrollan algunas
instituciones supranacionales cuyas decisiones se aplican a todos los miembros.
Unión Monetaria:
Es el paso posterior a la unión económica donde los países fijan los tipos de cambio entre los
miembros y se crea una moneda única.
Unión económica plena:
Formación de un único país.
MERCOSUR
Los países de Sudamérica intentaron, durante varias décadas, establecer un tratado
regional parecido a los que existen en otros bloques comerciales del mundo. La mayoría de
los países andinos formaron el Pacto Andino, mientras que los países en el Cono Sur han sido
miembros de ALALC, ALADI o han establecido acuerdos bilaterales. En la mayoría de los
casos el éxito fue imitado pero sirvió para adquirir una experiencia valiosa. Los cuatro países
que establecieron el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) fueron Argentina, Brasil,
Paraguay y Uruguay, contándose entre las razones principales para hacerlo las siguientes:
• la formación de un bloque económico, siguiendo las tendencias mundiales al
respecto, para mejorar la posibilidad de expandir las actuales dimensiones de sus
mercados;
• la posibilidad de incrementar el poder de negociación de cada país;
• la oportunidad de competir en forma más eficiente en los mercados internacionales;
• la necesidad de complementar políticas nacionales entre países miembros que les
permitiera aumentar la productividad y reducir los costos internos.
En resumen, los países que crearon el MERCOSUR decidieron iniciar un proceso de
integración económica, política y social a fin de fortalecer los vínculos entre ellos, promover
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el crecimiento a través del aumento del grado de eficiencia de sus respectivas economías y
mejorar la calidad de vida de sus habitantes en un mercado de mayor alcance.
Los cuatro países tienen una población de más de 220 millones, una extensión de casi 12
millones de kilómetros cuadrados y un producto bruto interno de cerca de 900 mil millones
de dólares.
Objetivos
Los objetivos principales del tratado del MERCOSUR, que se firmó en Asunción, Paraguay,
el 26 de marzo de 1991, pueden sintetizarse de la siguiente manera:
• obtener el libre tránsito de productos y servicios entre los cuatro países, eliminando
aranceles aduaneros y restricciones no arancelarias;
• acordar un arancel externo común
• establecer políticas de comercio en común con respecto a países que no son
miembros del MERCOSUR;
• acordar políticas comunes con respecto a interacciones económicas o comerciales,
regionales o internacionales y lograr la competencia libre en la región, tratando de
establecer políticas similares en diferentes áreas, tales como comercio, producción
agropecuaria o industrial, impuestos, aduanas, servicios financieros,
comunicaciones, etc.
La idea de un mercado común total ha sido pospuesta para poder hacer los ajustes necesarios
en las estructuras económicas de cada país. Sin embargo, la mayoría de las tarifas y las
restricciones no arancelarias han sido eliminadas y el objetivo sería que las restantes se
eliminen gradualmente.
El MERCOSUR ha hecho importantes avances desde su creación y la reducción de las tarifas
de importación y la eliminación de muchas de las restricciones no arancelarias han dado como
resultado un crecimiento significativo del intercambio entre sus miembros.
Sin embargo el MERCOSUR no ha logrado su plena madurez. Sus objetivos fueron siempre
ambiciosos y su desarrollo se vio dificultado por problemas propios y externos. Hay muchos
aspectos que deberán ser resueltos o armonizados tanto desde el punto macroeconómico como
del político y sectorial.
G-20
El llamado G-20 fue creado en 1999, producto de reunión informal de ministros y banqueros
centrales de diversos países, interesados en crear una plataforma de diálogo que permitiera
evitar que se repitieran crisis como la que acababan de vivir Asia y Rusia. Fue en 2008 cuando
el encuentro convocó también a mandatarios y jefes de Estado y adquirió el estatus de cumbre.
Desde entonces, se han celebrado cuatro encuentros.
El G-20 está integrado por 19 países y un miembro institucional. Las naciones involucradas
son Sudáfrica, Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea
del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia
y Turquía.
El vigésimo miembro es una suma de instituciones vitales para el desarrollo de la actividad
financiera internacional con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial
(BM), la Organización Mundial del Comercio (OMC), la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo de Estabilidad Financiera (FSF),
entre otros.
En el campo económico, la sustitución del G–7 por el G–20 como principal instancia de
deliberación sobre los rumbos de la producción y de las finanzas internacionales es el
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reconocimiento de que las decisiones sobre la economía mundial carecían de legitimidad y
eficacia sin la participación de los países emergentes. También en el terreno de la seguridad
internacional, cuando Brasil y Turquía convencieron a Irán para que asumiera los
compromisos previstos en la Declaración de Teherán, quedó demostrado que nuevas visiones
y formas de actuar son necesarias para lidiar con temas tratados hasta entonces de forma
exclusiva por los actuales miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. A
pesar de las resistencias iniciales a una iniciativa que nació fuera del cerrado club de las
potencias nucleares.
Una buena política externa exige prudencia. Pero también exige osadía. No puede basarse en
la timidez o en el complejo de inferioridad. Es común escuchar que los países deben actuar de
acuerdo con sus medios, lo que es casi una obviedad. A lo largo de estos años, Brasil actuó
con osadía y, al igual que otros países en desarrollo, cambió su lugar en el mundo. Esos países
son vistos hoy, inclusive por los eventuales críticos, como actores a los que les tocan crecientes
responsabilidades y un papel cada vez más central en las decisiones que afectan los destinos
globales del planeta. Ese grupo de naciones en desarrollo que poco a poco empiezan a tener
una posición de liderazgo en la economía mundial, y que comienzan a usar esta condición
para establecer su liderazgo político. El G-20 puede que haya logrado exitosamente acuerdos
encaminados a lograr la estabilización de la economía mundial, pero más que ello ha logrado
darle al mundo una nueva visión del orden mundial, una visión más pluralista, participativa e
incluyente. El mundo saldrá definitivamente más fortalecido de este proceso.
Actualmente la agenda del G-20 consta, aparte de cuestiones de mercados financieros, de
asuntos climáticos, pobreza, migración y política internacional, entre otros.
Inteligencia social: habilidad para conectarse con otros de una forma profunda y
directa, estimulando interacciones potentes.
c. Nuevo paradigma laboral. Oficinas abiertas y flexibles, una tendencia que crece con
fuerza en el ámbito corporativo
¿Por qué son cada vez más buscados los espacios abiertos, inclusivos que suprimen las
jerarquías? El caso de Coca-Cola, y su cambio de cultura, bien puede ayudar a entenderlo.
“¿Y mi oficina dónde está?”. La pregunta, con diferentes tipos de tono y ansiedad, se escuchó
mucho durante la reciente mudanza de Coca-Cola de Argentina, qué tras un largo proceso de
selección, desembarcó con todo en el barrio porteño de Saavedra, en un flamante edificio
inteligente y sustentable que se diseñó y adaptó plenamente en torno a su nueva cultura de
trabajo.
Se trata de una construcción de 14 pisos que demandó una inversión de 50 millones de dólares
y que aspira a ser el primero en el país en recibir la certificación LEED Platinum, la máxima
distinción de proyectos de construcción que demuestran un compromiso con la sustentabilidad
al cumplir los más altos estándares de desempeño en eficiencia energética y bajo impacto al
medio ambiente desde la construcción de sus cimientos.
Su filosofía 100% “open space” (espacio abierto) es una fiel cristalización de los objetivos
que Coca-Cola trazó cuando empezó a diseñar un profundo cambio cultural, tanto hacia
adentro como hacia afuera de la compañía. El proceso comenzó hace más de un año y para
eso se conformó un equipo especial, liderado entre otros por Florencia DÍaz, HR Manager de
la empresa. “Antes que nada aclaro que este es un proceso que estamos llevando adelante entre
todos, yo colaboré en el diseño y la orquestación o coordinación, pero este es un cambio que
lo hacemos entre todos; así fue concebido y así lo estamos llevando a cabo”, afirma. ¿Qué lo
disparó? La clave está, nuevamente, en la palabra “cambio”.
“Somos una compañía que tiene siempre una agenda de crecimiento a futuro en un mundo que
evidentemente está cambiando un montón. Y a gran velocidad. Nosotros queremos ser parte
activa de ese cambio, que tiene que ver con la tecnología, pero también, y muy especialmente,
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con las relaciones humanas y las costumbres. Estamos pasando de ser una compañía con una
marca muy fuerte e instalada a ser una compañía integral de bebidas: mucho más abierta, con
un portafolio de bebidas cada vez más amplio y abarcativo. El consumidor de hoy busca
distintas opciones para diversos momentos del día y estilos de vida y tenemos que poder estar
a la altura de eso”, afirma Florencia.
Los nuevos lineamentos, entonces, fueron acompañados de un fuerte proceso de indagación y
exploración interna de la que Coca-Cola extrajo cuatro conceptos claros en torno a su cultura
laboral. “Se buscó redefinir quiénes fuimos hasta ahora y hacia dónde queremos ir”, sintetiza.
Los cuatro pilares son:
1. Curiosidad. “Tener curiosidad sobre lo que está afuera nos inspira a desafiar el statu quo”,
afirman desde la compañía y Florencia acota: “Al tener objetivos ambiciosos necesariamente
tenemos que ser curiosos y hacer las cosas diferentes si queremos lograr un crecimiento
significativo”.
2. Empoderamiento. Florencia señala: “Estamos anta una sociedad cada vez más plana, con
mayor acceso y manejo de la información. El empoderamiento es una consecuencia natural
de ello y Coca-Cola quiere fomentarlo, tanto hacia afuera como hacia adentro de la compañía,
donde buscamos incentivar una mentalidad “emprendedora”, donde cada uno es responsable
de lo que aporta y las decisiones se toman en el punto en el que surgen”.
4. Inclusión. “Este concepto está plenamente relacionado a otro que nos interesa fomentar:
diversidad singular. Cada uno de nosotros es único y esa singularidad es la que queremos que
pueda desarrollarse por completo. Dicho en términos más llanos y menos corporativos: la idea
es que te sientas cómodo siendo quien sos, que traigas lo que tenés para aportar y que lo puedas
hacer en total libertad”, afirma.
La propia génesis del nuevo edificio y su impactante filosofía abierta y flexible está
plenamente relacionada a estos cuatro conceptos. “Te soy súper sincera –comenta Florencia-,
de entrada tuvimos bastante resistencia al ‘open space’. Nosotros veníamos de trabajar
siempre en oficinas tradicionales y con la mudanza mucha gente esperaba encontrarse con su
nueva oficina y se encontraron con la cara opuesta: no hay oficina para nadie, ni siquiera para
el presidente de la compañía y no hay escritorios propios. Si querés podes cambiar de
ubicación todos los días. Lo que sí hay, y en abundancia, son salas y espacios de reuniones,
de diferentes tamaños y estilos que te permiten trabajar a solas, hacer una conferencia, tener
reuniones de a dos, de a muchos… Pero nadie se instala ahí, entran y salen. Esto nos permite
mucha flexibilidad a la hora de trabajar por proyectos conformados por personas de diferentes
áreas. Y las personas se sorprendieron de las ventajas y de la flexibilidad que permite un
espacio así. Y de la integración que implica. El hecho de que haya tanto vidrio no sólo
responde a un propósito sustentable, de una mayor entrada de luz natural, sino que ofrece un
mensaje de integración y transparencia muy importante”.
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La ausencia de oficinas, comenta, terminó generando además una especie de efecto colateral:
un antídoto contra el “reunionismo”, esa suerte de exceso de reuniones que suele afectar a
muchas grandes empresas. “Antes la gente se reunía más porque no interactuaba. Al contar
con un espacio abierto, la interacción es constante, se dan charlas espontáneas en espacios en
los que te cruzas porque son espacios comunes, como el comedor, el gimnasio, el piso de
“relax” o los pisos de salas de reuniones. Entonces muchas veces se solucionan cosas de
manera ágil y rápida”.
Por último, Florencia destaca las ventajas de otras dos novedades edilicias: el comedor y el
estacionamiento propio, sin cocheras fijas. “Sí tenemos lugares de privilegio para
embarazadas y personas con movilidad reducida; el resto, estaciona donde quiere y puede”,
afirma con una sonrisa y completa: “El comedor, por su parte, ayudó muchísimo en todo este
proceso de cambio. Antes salíamos a comer siempre afuera o en nuestros escritorios y
descubrimos que este nuevo espacio es fundamental para la integración. No sólo rompe las
jerarquías, sino que también ayuda a evitar el 'efecto silo', esta cosa de compartimentación por
área que suelen tener las grandes compañías. Y nuestra idea va en sentido contrario. Para
nosotros, un proyecto, no importa cuál sea, no pertenece solamente a un área: Finanzas,
Comercial o Marketing; pertenece a todos”, concluye.
A) Lea atentamente el texto siguiente para extraer el impacto o consecuencias de cada uno de
los puntos que se cita en el mismo.
La impresión 3D, internet de las cosas y blockchain son algunas de las innovaciones que,
en el último tiempo, comenzaron a tener un impacto profundo en la salud, economía y
educación, a nivel mundial. Joan Cwaik, divulgador y conferencista sobre innovación, hace
un recorrido sobre el avance de estas tecnologías.
"Las siete revoluciones tecnológicas", el primer libro de Joan Cwaik (Crédito: Santiago
Saferstein)
Blockchain, internet de las cosas y realidad aumentada son algunas de las innovaciones que
vienen pisando fuerte en el último tiempo. Llegaron para quedarse y hoy atraviesan varios
aspectos de nuestro cotidiano como suerte de hilos invisibles que nos unen más allá de las
fronteras. Sobre estos temas habla Joan Cwaik, en su libro “Las siete revoluciones
tecnológicas que transformarán nuestras vidas”.
Cwaik es licenciado en Gestión de Medios y Entretenimientos, es docente en la UADE y en
los últimos años colaboró como divulgador de ciencia e innovación en varios medios.
También dictó conferencias sobre tecnologías emergentes en distintos países. Aquí, algunos
extractos de su libro, editado por Penguin Random House.
1) Bitcoin y blockchain
En este primer capítulo hace un recorrido sobre el nacimiento del bitcoin (BTC), su expansión
en el último tiempo y las formas de transaccionar que existen en este activo virtual. “El BTC
es una criptomoneda o moneda virtual y digital encriptada. Es también una moneda privada
porque no es emitida ni está vinculada a los Estados o bancos centrales, lo que la convierte en
una moneda descentralizada y, en consecuencia, no existe una única figura o entidad que la
controle, sino que se basa en una tecnología peer-to-peer (usuario a usuario o entre pares) que
permite realizar transferencias online, criptográficamente seguras, de forma directa y sin
intervención de intermediarios”, resume Cwaik.
Cátedra Ingeniería y Sociedad
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Pero más allá del análisis que se hace en este capítulo sobre el uso del BTC como moneda, se
plantea la importancia de la tecnología que llegó de la mano de este sistema: el blockchain.
Esta tecnología es descentralizada y permite realizar seguimiento de todos los movimientos
del BTC en cualquier momento. El blockchain asegura trazabilidad de los movimientos y
operaciones, además resguarda la privacidad de los propietarios del BTC. A su vez, promete
mayor velocidad e inmediatez a la hora de registrar transferencias.
El bitcoin, una de las criptomonedas que comienza a cobrar cada vez mayor protagonismo
(REUTERS/Benoit Tessier)
Más interesante aún es que abre un abanico de nuevos usos para el blockchain. “Esta nueva
tecnología podría ser la clave para solucionar problemas profundamente arraigados que han
afectado nuestra vida en línea durante décadas, por ejemplo, que internet no ofrece un sistema
confiable para la identidad personal”, analiza el autor.
En este sentido, menciona que se está desarrollando un proyecto enfocado en Twitter que
emplea blockchain para verificar los mensajes. Este sistema permitiría detectar noticias
falsas y trolls de manera efectiva.
“En el área de la salud, se ha desarrollado Healthbank (https://www.healthbank.coop/), una
plataforma suiza de almacenamiento de datos médicos que permite a los usuarios almacenar
sus datos en una zona segura a la que solo ellos pueden acceder”, ejemplifica Cwaik.
3) Big data
Se denomina de este modo a la gran volumen de datos que se recopilan a partir del uso de
diferentes dispositivos y acciones que se realizan en la red. Abarca desde la información que
se obtiene a partir de dispositivos móviles, televisores y objetos inteligentes hasta lo que surge
de las búsquedas en la red, identificadores RFID y videos.
¿Cómo se usa toda esa información que se recopila?
Publicidad personalizada: los datos se pueden ver plasmados en las recomendaciones que
llegan en Netflix o los anuncios que vemos al navegar por la web o dentro de las redes sociales
y que varía según nuestros hábitos e intereses.
Gobierno y administración pública: los gobiernos emplean los datos que obtienen de cámaras
y sensores de diferentes tipos para combatir el delito, mejorar la circulación vehicular y
prevenir accidentes de tránsito. En este sentido, Estonia es un país emblemático al ser
considerado el primer país 100% digital del mundo.
Los hogares irán sumando automatismo a partir del crecimiento de la industria (Shuttersotck)
Salud: “Hoy es posible almacenar todo tipo de datos sobre pacientes, enfermedades,
tratamientos, medicación y resultados. Nuestro cuerpo es una fuente de datos recogidos en
radiografías, mamografías o resonancias magnéticas. En análisis de esos datos es fundamental
para la medicina del futuro: una medicina personalizada, predictiva, preventiva y
participativa”, destaca Cwaik.
Educación: en este ámbito, los datos recopilados también cumplen un rol vital porque permite
entender mejor cómo estudian los alumnos, cuáles son sus puntos fuertes o falencias. Estos
datos pueden emplearse para mejorar el rendimiento, personalizar la educación y reducir las
tasas de abandono escolar.
Investigación: sin dudas es uno de los ámbitos en los cuales el procesamiento de grandes
volúmenes de información es clave. Además, la investigación impacta de manera directa en
todos los ámbitos mencionados anteriormente.
No sólo basta con recopilar información, sino también procesarla e interpretarla para poder aplicarla
de manera efectiva en la gestión de distintas cuestiones que hacen al funcionamiento de una ciudad
(Shuttersotck)
“En una ciudad inteligente las TIC brindan el soporte para el intercambio de conocimientos,
para hacer pronósticos, predicción y análisis de grandes archivos de datos (big data), datos
abiertos (open data), IoT con banda ancha móvil y redes de sensores ubicuos”, explica el autor.
Pero no sólo basta con recopilar información, sino también procesarla e interpretarla para
poder aplicarla de manera efectiva en la gestión de distintas cuestiones que hacen al
funcionamiento de una ciudad, advierte.
En el resto del capítulo se hace un análisis sobre cuáles son consideradas las ciudades más
inteligentes del mundo, dentro de las cuales, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires lidera la
clasificación dentro de Latinoamérica. Los criterios para considerar una ciudad inteligente y
casos concretos de aplicaciones que facilitan la vida diaria.
La automatización de procesos tiene impacto en la industria, educación y salud, entre otros ámbitos.
(Foto: Especial)
En este capítulo se hace un recorrido sobre el surgimiento de robots, los diferentes tipos de
máquinas que hay en este sentido y los usos que tienen en distintos ámbitos, entre ellos el
industrial, que es donde más se siente su presencia por tener un correlato directo con el
aumento de productividad.
También se menciona el uso de robots en la salud. “En el campo de la medicina, los robots de
servicios están logrando avances significativos, especialmente en la práctica quirúrgica”,
analiza Cwaik para luego enumerar que se puede usar la telerrobótica y la realidad virtual para
planificar operaciones así como para asistir en el proceso quirúrgico.
7) Impresión 3D
La impresión 3D tiene diversas aplicaciones que varían en función del material que se use
para hacer estos trabajos. “Los biomateriales son materiales sintéticos o naturales que se
pueden usará para construir órganos artificiales, prótesis, huesos o tejidos. Este material ahora
se puede utilizar en impresión 3D para una serie de aplicaciones médicas”, se menciona en el
texto.
El vehículo Czinger 21C fue construido con impresión 3D: tiene un motor de 1250 caballos y puede
acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 1,9 segundos.
También se puede usar esta tecnología en el rubro alimenticio. “El material más común para
la impresión 3D es el chocolate, pero también se pueden utilizar otros ingredientes cremosos
(no duros), como pasta, puré, carne, queso crema, helado, mermelada, entre otros”, explica
Cwaik. Esta tecnología permite hacer un uso más económico de los recursos así como
personalizar los diseños. Es una innovación que facilita y democratiza muchos procesos. “La
impresión 3D ya posee una industria establecida mediante la cual un individuo compra un
diseño por internet e imprime el producto en su casa, obviando, de esta manera, los procesos-
B) Lea atentamente el siguiente texto para luego poder plantear las necesidades de formación
en relación a los nuevos trabajos.
Con la llegada de las nuevas tecnologías, la educación superior necesita repensar sus
bases para poder avanzar, transformarse y evolucionar. ¿Cuáles son las carreras del
futuro?¿Cuáles son las áreas de formación que el país requiere?
Las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial cambiarán de manera
contundente el mercado laboral Foto: Pixabay
Con el nuevo año llegan nuevas tendencias laborales que pueden afectar no solo la
manera de trabajar, sino también las posibilidades que ofrecen las carreras universitarias y las
habilidades que se requieren en los estudiantes. Dentro de cinco años, por ejemplo, más de un
tercio de las habilidades (35%) que se consideran importantes en la fuerza de trabajo actual
habrán cambiado.
Para 2020, la cuarta revolución industrial habrá traído robótica avanzada, inteligencia
artificial y aprendizaje automático. Estos desarrollos no solo transformarán la forma en que
vivimos, sino también la manera en la que trabajamos; por lo que algunos puestos laborales
desaparecerán, otros crecerán y tareas que ni siquiera existen hoy se convertirán en algo
común. Lo que es seguro es que la fuerza de trabajo futura deberá alinear sus habilidades para
seguir vigente.
Potenciar habilidades
La creatividad se convertirá en una de las tres habilidades más importantes que necesitarán
los trabajadores. Con la avalancha de las nuevas tecnologías y las nuevas formas de trabajo,
los empleados tendrán que innovar en su forma de pensar si quieren beneficiarse de estos
cambios. La capacidad de negociación y la flexibilidad ocupan un lugar destacado en la lista
de habilidades para 2018; pero esto cambiará a partir de 2020, pues comenzarán a descender
de los 10 primeros puestos a medida que las máquinas, utilizando grandes cantidades de
información, comiencen a realizar tareas por nosotros.
Natalia Jaramillo, directora de educación para Microsoft Colombia, asegura que “las
tendencias en tecnología, las nuevas condiciones de la población –como el aumento en la
longevidad–, y las transformaciones en los hábitos de trabajo en las organizaciones están
transformando la demanda de habilidades. En este sentido, esta crecerá en carreras como
matemáticas, ingeniería, computación, investigación científica, liderazgo y entrenamiento
dada la transformación del sector productivo”. Jaramillo también afirma que las profesiones
relacionadas con las Ciencias Humanas crecerán en demanda dado los cambios poblacionales
y sociales. Transversal a todo tipo de disciplinas, algunas habilidades como resolución de
problemas seguirán vigentes, y otras, como la inteligencia emocional y la flexibilidad
cognitiva, tomarán más importancia en los próximos años.
Interrupción en la industria
No cabe duda de que el cambio en las profesiones del futuro dependerá mucho de la industria.
Los medios de comunicación y el entretenimiento, por ejemplo, ya han experimentado una
gran cantidad de transformaciones en los últimos años. Ahora, la educación, especialmente
las universidades y sus programas de pregrado, deberán reinventarse y cambiar los paradigmas
pedagógicos para superar los desafíos venideros.
Natalia Jaramillo afirma que, así como el sector transporte (Uber) y el hotelero
(Airbnb), el sector educación está en un proceso de cambio, pasando de un modelo de valor
basado en la reputación de la universidad hacia uno centrado en el desempeño y el valor
agregado que se les pueda dar a los estudiantes. “Más allá de crear un modelo de educación
específico, las universidades deben comenzar a entender al estudiante y su proceso académico
para poder asegurar logros de aprendizaje”, agrega.
Asimismo, deberán apostarle a la formación integral de sus alumnos, a fortalecer los
principios éticos y la sensibilidad social. “La formación universitaria no se limita únicamente
a los contenidos de las materias, los cuales son muy importantes, sino también genera hábitos
de estudio, capacidad de trabajo, de análisis, pensamiento crítico, habilidades de trabajo en
grupos multidisciplinarios, de manejo de presión, entre otras. Esta formación, unida a la
capacidad de aprender de manera autónoma, adaptarse e innovar, logrará que los futuros
profesionales afronten de la mejor manera los retos que les imponen los cambios en la era de
la economía digital”, puntualiza Valérie Gauthier.
La educación está en medio de una transformación y es claro que el cambio no dará
espera, es por eso que los educadores y líderes empresariales deben ser proactivos en capacitar
a los más jóvenes, para que todos puedan beneficiarse de la transición hacia la llamada “cuarta
revolución industrial”.
1
Schvarzer, Jorge. (1996). Planeta, Buenos Aires.
Cátedra Ingeniería y Sociedad
67
La revalorización de la figura de Alejandro Bunge como protector de la industria local, de la
implementación de la enseñanza técnica, y de su interés por construir viviendas para los
grandes sectores sociales, que podría generar efectos positivos sobre una serie de ramas
productivas mientras mejoraría las condiciones de vida de toda la población; marca claramente
aquella idealización de un determinado tipo de capitalismo que vitaliza el mercado interno
con ribetes distribucionistas, “criticando” que los proyectos de Bunge hayan sido ignorados
por la elite; en cierta medida le objeta a las clases dominantes que no advirtieran la necesidad
de desarrollar dicho modelo, perdiendo de vista que su objetivo estratégico era acomodarse
de la mejor manera posible a los vaivenes del mercado mundial.
Si bien la crisis del ’30 no es meramente coyuntural, la opción de la industrialización por
sustituciones es considerada por la elite como provisoria, ya que se soñaba con un no tan tardío
retorno a la “época dorada” del auge exportador, como lo señalaría brillantemente ante el
debilitamiento del poder industrial británico y la incipiente necesidad de acercarse hacia los
Estados Unidos, uno de los exponentes más lúcidos de la elite, Federico Pinedo: “una rueda
menor dentro de la rueda mayor, las exportaciones”, previendo parte de nuestro futuro.
Ante este marco, Schvarzer sostiene que: “...la opción natural de los propietarios constituía en
maximizar sus beneficios personales; para ello retiraban la mayor cantidad posible de
ganancias al mismo tiempo que reducían al mismo tiempo sus inversiones. Lentamente, esas
plantas tendían a convertirse en mastodontes antidiluvianos cuya presencia agobiaría durante
décadas a la economía nacional” (1) y donde “... las empresas que no pasaron a una dirección
tecnocrática, quedando bajo control de la familia fundadora (en este caso, de la aristocracia
británica) tendieron a perder su predominio fabril” (2) e iniciando una constante de la gran
industria local: ganancias exorbitantes y no pago de impuestos: otra vez encontramos su
obsesión por ese capitalismo “ideal” coherente que integre gobiernos, técnicos y empresarios,
y que si estos últimos se preocuparan por renovarse tecnológicamente y pagaran sus impuestos
habría posibilidades de iniciar un proceso distributivo.
El vuelco de la producción industrial (donde el ejército como rama del Estado, ante las
“falencias” de los empresarios, jugó un rol central) a un ampliado mercado interno, debido a
la política implementada en la primera época del peronismo de aumento de poder de compra
de los trabajadores es visto por el autor como “ ...un círculo virtuoso que agotó su efecto
cuando ya no se consiguió seguir importando máquinas e insumos para continuar el esquema”
(3), iniciando una etapa de apuesta eufórica al capital extranjero donde se priorizaba la
centralidad del poder patronal, más que el aumento de niveles de productividad.
Además, la tendencia estratégica de las transnacionales de reinvertir una parte de las ganancias
locales y girar el resto al exterior y darle escasa importancia a la mejora de la calidad
tecnológica, profundizó esa lógica de la elite de apostar a grandes ganancias en el mercado
mundial, y por ende, ser “flexible” en las inversiones, para poder pegar saltos entre diversas
áreas productivas, e incluso no productivas, en un marco de creciente integración y creciente
concentración oligopólica.
El ingreso de las transnacionales provenientes de los Estados Unidos reemplazó del centro de
la escena la tradicional dependencia de Gran Bretaña; esta nueva situación inquietó a la nueva
elite, que comenzó a imaginar nuevas compañías para retomar el impulso de las relaciones
con Europa, como lo señalaba claramente Mariano Grondona, uno de los intelectuales
orgánicos del establishment: “...una Argentina señora de América Latina seguirá necesitando
más que nunca la presencia europea para compensar la influencia norteamericana” (4). Un par
de años más tarde, el mismo Grondona sostenía que: “...Por mucho tiempo, la América Latina
dependerá para su desarrollo de las inversiones y los préstamos externos. La única manera
Plan productivo para una adopción más rápida y difundida de las tecnologías 4.0
Para el CIPPEC, la Argentina cuenta con sectores que están cerca de la frontera
tecnológica global –como el sector agropecuario y algunos servicios basados en
conocimiento- pero el panorama general es de una baja capacidad de absorción de los últimos
avances digitales. Para esto, el país puede aprender de lo que otros países están haciendo para
acelerarlo y adaptarlo a sus propias necesidades.
El centro recordó que el Gobierno alemán tomó como punto de partida las
recomendaciones de la National Academy of Science and Engineering (ACATECH), e inició
su programa de “Industria 4.0” en 2013, y luego fue seguido por buena parte de los países más
dinámicos del mundo: el plan “China 2025” en el gigante asiático, el de “Advanced
Manufacturing” en los Estados Unidos, la “Nouvelle France Industrielle” en Francia, la
“Smart Industry” en Suecia, etc.
Un rasgo común de estos planes de política industrial 4.0 es el objetivo de reorganizar
la estructura industrial para moverse a esquemas más integrados, flexibles, conectados y
colaborativos.
Para ello un punto crucial es la inversión en innovaciones asociadas a la creación y
adaptación de tecnologías digitales críticas para la reconversión del sistema productivo (Big
Data analytics, robótica avanzada, manufactura aditiva, IoT, etc.).
Un segundo rasgo común es que el objetivo último es aumentar la competitividad, de
manera que tendría que reflejarse en el perfil exportador.
Un tercer rasgo común es el foco en los impactos en el mercado de trabajo, y la idea
de que la acumulación de capital humano tiene que avanzar vis a vis la acumulación del capital
intangible asociado a la 4RI.
Un último rasgo se refiere a la necesidad de actualizar la provisión de bienes públicos
poniendo el foco en la infraestructura digital o TI. ¿Qué quiere decir esto en términos de
políticas específicas para Argentina?
La respuesta pasa, según el CIPPEC, aún sin la implementación de un programa
sistemático como los existentes en otras partes del mundo, algunas de las siguientes políticas
Cátedra Ingeniería y Sociedad
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pueden llevarse a cabo por distintos estamentos del sector público y son clave para la
reconversión productiva y tecnológica:
Realizar un diagnóstico sobre el uso de las tecnologías asociadas a la 4RI por sector
económico, tamaño de empresa, tipo de capital, etc.
Promover la inversión en ciencia y técnica, con particular foco en el potenciamiento
de los institutos tecnológicos asociados a la estructura productiva (INTA e INTI).
Facilitar la toma de riesgo del sector privado en proyectos asociados a tecnologías 4.0
a través de la promoción de vehículos financieros adecuados.
Participar en la toma de riesgos de proyectos de avanzada, por ejemplo a través de un
esquema de compras públicas que potencie a las “startups” innovadoras.
Poner especial énfasis en los segmentos más rezagados del ecosistema empresarial,
desde las pymes hasta los sectores informales estos últimos de mayor tamaño en la
Argentina que en los países avanzados. Detectar allí las oportunidades de
“leapfrogging” que puedan hacer la diferencia.
Acelerar la inversión en infraestructura digital básica.
Políticas de formación
Según el CIPPEC, la evidencia disponible apunta a que para la 4RI son necesarias
habilidades socioemocionales y cognitivas básicas pero también algunas complejas,
específicas de cada sector o actividad.
También serán las fundamentales la flexibilidad y la adaptabilidad, para aprender y
producir nuevos conocimientos a lo largo de la vida ("lifelong learning"). Así, readaptar las
habilidades de los trabajadores actuales y futuros es complejo, ya que involucra a varias etapas
de formación: la primera infancia, el tránsito por el sistema educativo formal y el aprendizaje
en el trabajo.
En este contexto tan dinámico, “lo óptimo sería crear una agencia pública para la
anticipación de las competencias laborales”, opinó el centro. Allí, la combinación de
información sobre el mercado laboral (LMS por sus siglas en inglés) con modelos de
pronósticos de habilidades e investigaciones cualitativas pueden servir de guía para la
orientación de las políticas educativas (diseños curriculares, formación docente, incorporación
de tecnologías digitales, etc.) y el diseño de los incentivos para la capacitación profesional en
las empresas.
Si la creación de este tipo de agencias no es factible, de todas maneras es posible
detectar políticas específicas que pueden hacer una diferencia:
Realizar un diagnóstico comprehensivo sobre el estado de los conocimientos y las
habilidades en los trabajadores actuales y futuros.
Fomentar el aprendizaje en la primera infancia a través de políticas integrales de
crianza, enseñanza y cuidado. En esta etapa vital se fijan las bases de la estructura
cerebral, de manera que constituye un período clave para desarrollar habilidades
cognitivas básicas y socio-emocionales. Es, además, un período clave para nivelar las
oportunidades de desarrollo entre los sectores socioeconómicos más y menos
aventajados.
Mejorar la calidad de la educación básica para poder incorporar habilidades y
conocimientos generales más avanzados. Eso requiere fomentar y mejorar las
condiciones de la carrera docente, mejorar los diseños curriculares, invertir en
infraestructura y atender especialmente al nivel secundario.
Adaptar la educación terciaria y universitaria para facilitar el pasaje al mundo del
trabajo. Esto requiere potenciar los mecanismos de educación y formación técnica y
Cátedra Ingeniería y Sociedad
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profesional -incluyendo la escuela media- e intensificar la interacción entre el mundo
del empleo y el mundo empresarial.
Contemplar actualizaciones periódicas como parte de la capacitación dentro de las
empresas.
Protección social
Para el CIPPEC, los esquemas tradicionales deben ir reformándose para dar paso a
arreglos más flexibles, quizás complementados con una red de contención universal.
“Aquí tampoco sirve el statu quo: la alta tasa de informalidad laboral que tiene la
Argentina no encontró aún un mecanismo para resguardar los derechos de los que no cuentan
con un empleo formal típico de los países avanzados”, sostuvo el centro.
“Este último punto debe alertarnos sobre una cuestión adicional: la nuestra es una
economía dual, lo cual significa que las políticas deberán contemplar las asimetrías existentes,
sea en términos sectoriales, de stock de habilidades de los trabajadores y de su género”, afirmó
el CIPPEC.
“El mundo está viviendo una acelerada transformación tecnológica liderada por la
inteligencia artificial. Veremos cambios cada vez más significativos en la forma de producir
y trabajar. Las nuevas tecnologías serán el vehículo de crecimiento económico en las próximas
décadas. Por eso, necesitamos con urgencia políticas públicas que estimulen la adopción de
tecnologías 4.0 y preparen a los trabajadores a interactuar con ellas”, enfatizó Martín Rapetti,
director del programa de Desarrollo Económico del CIPPEC y coautor del estudio.
“Lo que aquí se propone es ambicioso. Lo es en términos del punto de partida y
también de nuestra historia: la Argentina —al igual que otros países emergentes— ha
mostrado poca capacidad para reformar y adaptar sus políticas e instituciones ante cambios
bruscos de contexto”.
Sin embargo, “una ventana de oportunidad acaba de abrirse. Aprovecharla para dejar
atrás a Belindia”, en referencia a países que tienen regiones con indicadores económicos y
sociales como Bélgica y la India, “y desarrollarnos no depende de la historia sino de las
acciones que empresarios, trabajadores y dirigentes tomen de aquí en adelante. Estas son las
formas de lograr que esta vez sea diferente”, concluyó el centro.
Diagnóstico y desafíos:
1. Hacia un mundo sin pobres
Metas: eliminar la pobreza y el hambre, garantizar el acceso al agua y a la energía, reducir
las desigualdades
"La pobreza en la Argentina ronda el 25-30% en términos de ingresos y puede llegar
al 45% si se consideran otras dimensiones, como el acceso a derechos básicos", explica
Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica
Argentina (UCA). "Por la información que generamos en la UCA [según una encuesta que
abarca a más de 5700 hogares] sabemos que el 15% de la población no tiene acceso al agua
Cátedra Ingeniería y Sociedad
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corriente, el 31% no tiene red cloacal, el 20% vive cerca de basurales, el 25% no tiene red de
gas y el 12% se encuentra en zonas inundables", dice Salvia. Según datos del Indec, 150.000
hogares no tienen acceso a la energía eléctrica. Además, casi un 10% de los niños padece
desnutrición crónica, de acuerdo con la organización Nutrición 10 Hambre Cero.
"La pobreza podría reducirse a la mitad para 2030 si se logra una inflación de un dígito
con crecimiento de 3% anual, se sigue con los planes sociales y se implementa un programa
de desarrollo integral, que incluya inversión en infraestructura y creación de políticas que
acompañen", dice Salvia.
En cuanto a políticas, la nueva ley de energías renovables abre una posibilidad:
"Alcanzar la meta del 8% [de la matriz energética] para 2017 tal vez es un poco optimista,
pero hay que tomarlo como referencia. El potencial de renovables es inmenso y en energía
eléctrica podemos alcanzar 100% para 2050", explica Juan Carlos Villalonga, diputado de
Cambiemos y ex presidente de la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos
Aires.
El impacto de la industria 4.0 para los retos futuros en Ingeniería con respecto a
la educación. https://www.oei.es/historico/divulgacioncientifica/?El-impacto-de-la-industria-4-0-para-los-retos-
futuros-en-Ingenieria-con
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1. Preparación. Prodismo prepara robots para automotrices aplicando tecnología de la industria 4.0. (Nicolás
Bravo)
2. Agro. Cada vez con más despliegue de tecnologías 4.0. (Gentileza Kilimo)