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Armando Ayure González1

Universidad Elías Bechara Zainum


Extensión Bogotá
Facultad de derecho
filosofía del derecho
26 de MAYO de 2021

Positivismo Jurídico

Para desarrollar el tema debemos aclarar el concepto , pues el positivismo


jurídico está íntimamente ligado al desarrollo del Estado contemporáneo. El punto
de partida es la reducción del objeto de la Ciencia Jurídica al conocimiento del
conjunto de normas que constituyen el Derecho vigente o positivo. El jurista se
limita en su análisis al Derecho dado o puesto absteniéndose de cualquier
valoración ética o de cualquier consideración sobre la imbricación de la norma con
la realidad.

¿Por qué positivismo jurídico?


Podemos indicar que el positivismo jurídico está íntimamente ligado al desarrollo
del Estado contemporáneo, y aunque con precedentes en los legistas medievales
o en los juristas de Estado absoluto, surge a principios del siglo XIX. El punto de
partida es la reducción del objeto de la Ciencia Jurídica al conocimiento del
conjunto de normas que constituyen el Derecho vigente o positivo. El jurista se
limita en su análisis al Derecho dado o puesto absteniéndose de cualquier
valoración ética o de cualquier consideración sobre la imbricación de la norma con
la realidad. Como señala Ángel Latorre el positivismo representa una típica actitud
mental de "aislamiento" del Derecho que puede ser estimado como algo separado
de la consideración global de los fenómenos sociales. El positivismo jurídico no es,
sin embargo, relativista o indiferentista pero parte de que el científico del Derecho
no puede detenerse en los valores o principios a que éste responde, aunque
lógicamente promueve la crítica del Derecho positivo para su ajuste a aquellos
valores y principios.

1
Administrador de Empresas, Especialista en seguridad social; actualmente estudiante de derecho,
Universidad Elías Bechara Zainum, extensión Bogotá
Principales escuelas del Positivismo

Los Glosadores
Su dedicación y tarea hicieron accesibles a la inteligencia de su tiempo los
materiales jurídicos encerrados en la compilación de Justiniano. Actuaron desde el
siglo xi hasta la segunda mitad del siglo XIII.
En el siglo XI, en Pavia, sede de la Corte del Estado Longobardo, se crea una
escuela de derecho, cuyas aportaciones perviven todavía en la época de los
glosadores.
El derecho romano convivía con el derecho Longobardo que se adaptó a las
necesidades de la práctica. Lo cierto es que el conocimiento del sistema romano
se realizó con la actividad de los glosadores, olvidado antes como expresión de
derecho, el que únicamente se había hecho advertir después de la caída del
imperio romano de Occidente con la lex romana visigothorum y algunas
otras expresiones que atañen a la misma época. Los glosadores trataron, en
primer lugar, de llegar al dominio de la materia en que insumieron su labor.
Buscaron así mediante el análisis del corpus juris realizar una tarea netamente
exegética. Síntesis de esta es la averiguación del contenido jurídico de cada
pasaje, de las fuentes, para traducir el trabajo en glosas que eran anotaciones que
el jurista agregaba a su ejemplar del texto con la intención de que fueran
conservadas, copiadas y difundidas. Al igual que los escolásticos, los glosadores
efectuaron una labor de razonamiento lógico (Aristóteles).
Poseían la gran virtud del estilo, carecían de la pomposidad y artificio bizantino.
Los glosadores ejercieron una influencia decisiva en Europa. En el siglo XIII se
verifica en España la fundación de las universidades de Salamanca y Valencia.
El corpus juris, es evidentemente, una obra difícil para el ordenamiento de las
materias y los glosadores fueron los conductores de su estudio, principalmente en
las universidades de los siglos xii y XIII. Se ha dicho con razón que no hubo en
ellos ningún sentido histórico y que buscaron un sentido real que pudiera servir
para la práctica jurídica.
Los glosadores ante esa ausencia de ordenamiento fueron tras un propósito de
unidad y se convirtieron no sólo en analistas, sino que abrieron y surcaron el
camino de la síntesis.
También se denomina Escuela de Bolonia o de los jurisconsultos boloñeses, por
ser en esta Universidad donde apareció y se desarrolló. Comprende a los
jurisconsultos que florecieron desde el siglo XI hasta la segunda mitad del siglo
XIII, y que usaron las glosas como forma de sus escritos. Los glosadores
prestaron un gran servicio a la ciencia del Derecho, pues separaron la enseñanza
de éste de la de las artes liberales y de la teología; servicio que aún fue mayor al
haber examinado, uno por uno, todos los textos del Corpus Juris Roniani y de las
primeras colecciones del Canonici, comparándolas entre sí e interpretandalas.
Resumen de los Glosadores
Justiniano
Problema- solución
Comentarios, argumentos de
conveniencia, oportunidad,
justicia lógica que tuvieran
apoyo en una ley divina o humana

La escuela Exegética

La escuela exegética surge en Francia a raíz y con motivo de la publicación del


Code y se mantiene durante el siglo XIX. Sus principales representantes son
Bonnecase, Delvicourt, Toullier, Duranton, Baudry-Lacantinerie, entre otros.
Su metodología es la fe en el hombre como portador de la razón, y la fe en el
poder omnímodo del legislador en cuanto le es dado transformar la razón en ley
escrita e igual para todos, la verdadera causa determinante del Código.
Las características que distinguen a la escuela exegética son las siguientes:
1) El derecho positivo lo es todo y todo el derecho positivo está constituido por la
ley. En este punto, el conjunto de actos legislativos promulgados y vigentes en
Francia, deben bastar para poner de manifiesto cuantas reglas jurídicas requieren
en materia de derecho privado las necesidades de la vida social; es decir, existe
una sumisión absoluta a lo establecido en a la ley.
2) Interpretación dirigida a buscar la intención del legislador. Los Códigos no dejan
nada al arbitrio del interprete, éste no tiene por misión hacer el derecho, el
derecho está hecho. Sobre este aspecto, detrás de la ley no hay más que esa
intención que constituye la única fuente del derecho positivo y es preciso traducir;
el trabajo del legislador le compete a él solamente, de admitirse una interpretación
creadora, los autores y los magistrados usurparían el poder de aquél.
3) Descubierta esa intención y establecido el principio fundamental que consagre,
es preciso obtener todas las consecuencias, dar a la norma la extensión de que
sea susceptible, sirviéndose de un proceso deductivo. En este punto, los artículos
del Código son teoremas cuyo enlace entre sí hay que demostrar y deducir sus
consecuencias, hasta el punto de que el verdadero jurista es geómetra y la
educación puramente jurídica es puramente geométrica.
4) Se niega valor a la costumbre, las insuficiencias de la ley se salvan a través de
la ley misma, mediante la analogía. En este aspecto, se estimaba que eran raros
los casos de insuficiencia de la ley, y casi siempre, la analogía proporcionará al
juez un principio para la solución.
5) Se tienen muy en cuenta los argumentos de autoridad, con el consiguiente
respeto a las obras de los antecesores. En este punto, simplemente se toma en
cuenta la manifestación estatal como autoridad creadora de la ley.
6) Se atribuye al derecho un carácter eminentemente estatal. En este punto, se
desconoce el derecho natural, por considerar que las leyes naturales sólo obligan
en cuanto sean sancionadas por las escritas; no hay más equidad que la ley ni
más razón que la de ésta.
La ideología de la escuela exegética tiene como principal ideal reunir en el Estado
a través del legislador, el poder absoluto para la creación del derecho mediante la
formación de un código “ideal”, sin dar mayor intervención a la interpretación o
descubrir las insuficiencias que las leyes pudieran contener. En otras palabras, la
función del legislador y la creación de los Códigos era perfecta y suficiente para
atender las necesidades sociales y resolver los problemas jurídicos, es decir, la
arbitrariedad en su máxima expresión, pues para la escuela exegética la palabra
del legislador expresada en la ley es la “razón”, la cual difícilmente podía tener
insuficiencias, y casi siempre, la analogía proporcionaría al juez un principio para
la solución; y que no hay más equidad que la ley ni más razón que la de ésta.
Actualmente, el sistema metodológico de la escuela exegética, ya no es del todo
aplicable, el pensar que la palabra escrita del legislador es la “razón”, y que las
disposiciones de la Ley son perfectas y que atienden a las necesidades sociales y
proporcionan al juzgador los principios elementales para solucionar el asunto, no
me parece que desde el punto de vista objetivo, congruente y lógico, las leyes
creadas por el legislador sean “perfectas”, simplemente porque el legislador no
puede prever todas las circunstancias, conductas, cambios y transformaciones de
la vida social, se requiere de un conocimiento de hechos y conductas sociales que
muestren las necesidades que deben atenderse, así como la intervención de los
juristas y los juzgadores en la interpretación de las leyes con base en las
circunstancias de cada caso, a fin de detectar las insuficiencias de las mismas, y
no sólo buscar una norma que aplicada de manera analógica resuelva el asunto.
La escuela exegética, lejos de buscar un método creador del derecho para atender
necesidades sociales, visualizaba al derecho como un medio de control para el
Estado que le permitiera de manera absoluta y arbitraria regular la conducta de la
sociedad, inclusive, de los propios juristas y juzgadores, ya que no podían tener
mayor intervención que la de sujetarse a la ley, visualizada como la razón escrita y
equitativa.
Bibliografía
file:///C:/Users/Christian%20Jimenez/Downloads/dejemos-atrs-el-positivismo-
jurdico-0.pdf
file:///C:/Users/Christian%20Jimenez/Downloads/
TEORIAGENERALDELDERECHO_MISARI.pdf
2010/05/escuela-exegetica.html
d/glosadores-escuela-de-los/glosadores-escuela-de-los.htm

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