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Secretario
Cámara Laboral - Corrientes
Provincia de Corrientes
Poder Judicial
*COD BAR ACT*
EXP 139959/16
"MAIDANA JUAN RAMON C/ EMPRESA SAN LORENZO S.A. Y/O
Q.R.R. S/ AMPARO SINDICAL"
R E L A C I O N D E L A C A U S A:
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calidad, eficacia y extensión del trabajo de los letrados
actuantes (art. 5 incs. a), b), c), d) y e) ley 5822). Los
montos regulados incluyen el 35% correspondiente a la
procuración (art. 8 ley 5822/08). Los honorarios devengarán
interés dispuesto en el Considerando XV-). 7º) INSERTESE
copia de la presente Resolución al Expediente, NOTIFIQUESE,
REPONGASE y oportunamente ARCHIVESE”. A fs. 137/141 la
parte demandada interpone recurso de apelación contra el
fallo mencionado. El mismo es concedido a fs. 142, no
habiendo sido contestado por la contraria. Elevados los
autos, son recepcionados a fs. 202 constituyéndose la
Cámara. A fs. 203. se llama a “autos para sentencia”. La
integración de la Cámara se encuentra firme y consentida y
la causa se halla en estado de resolución.-
------La Señora Vocal, Dra. Stella Maris Macchi de Alonso,
presta conformidad a la precedente relación de la causa.-
-----Seguidamente la Excma. Cámara plantea las siguientes:
C U E S T I O N E S
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garantías previstas para los delegados gremiales la demanda
debió ser rechazada. Insiste en que no se ha acreditado que
el despido fuera una represalia a la actividad gremial.
Resalta que la única consecuencia será el pago de las
indemnizaciones legales pero no la reinstalación, ya que no
ha mediado discriminación alguna en el despido. Señala que
en la esfera privada rige la llamada estabilidad impropia o
relativa, que admite la extinción del contrato de trabajo
sin invocación de causa, mediante el pago de una
indemnización. Cita jurisprudencia que considera aplicable
al caso. Arguye que no ha incurrido en una conducta
discriminatoria y que tampoco el actor ha demostrado los
supuestos actos de discriminación. Apunta que en el
intercambio epistolar el actor no alega despido
discriminatorio y pide el pago de indemnizaciones. Se queja
porque se lo condena a abonar un supuesto e inexistente
daño moral así como salarios caídos, los cuales resultan
improcedentes. Cuestiona el mecanismo indexatorio utilizado
por el “a-quo”. Controvierte la tasa de interés
peticionando se aplique el criterio seguido por el Superior
Tribunal de Justicia. Persigue que las costas sean
impuestas de acuerdo al éxito obtenido. Hace reserva del
caso federal.
III) Luego de analizar los argumentos
expuestos por la quejosa, en su correlación con los
fundamentos de la sentencia de origen y los medios de
ilustración acercados a la causa, adelanto que la
pretensión recursiva debe prosperar excepto en la cuestión
que atañe a los intereses.
De conformidad con los términos en que quedó
expuesta la contienda a través de los respectivos escritos
de demanda y contestación, el juez “a-quo” tuvo
principalmente en cuenta la calidad de "activista gremial".
Al respecto se queja la accionada arguyendo que desconoce
la participación del actor en actividades de esa índole y
agrega que el empleador puede, aún sin expresión de causa,
terminar el vínculo laboral, y ello es lo que ha ocurrido
en el “sub-lite”.
Liminarmente cabe aclarar que está fuera de
discusión que el actor no se hallaba amparado por el
especial régimen tutelar previsto en los artículos 48 a 52
de la ley 23.551 (no ejercía ningún puesto gremial ni había
sido postulado para representar a los trabajadores de la
accionada), de modo que lo referente al despido deberá ser
analizado en el marco de las previsiones de los artículos
47 de la ley 23.551 y 1º de la ley 23.592, disposición esta
última que resulta claramente aplicable a las relaciones
laborales, como lo ha señalado la Corte Suprema (CSJN,
07/12/2010, "Álvarez, Maximiliano y otros v. Cencosud
S.A.", DT, 2011-329 y La Ley, 2011-B-651, considerandos 6º
del voto de la mayoría y 12º del voto –en disidencia
parcial- de los jueces Lorenzetti, Highton y Argibay).
El art. 47 de la ley 23.551 reconoce tutela
sindical a todo trabajador que fuera impedido u
obstaculizado en el ejercicio regular de los derechos de la
libertad sindical. En tanto el art. 1 de la ley 23.592
prohíbe la discriminación motivada por la opinión gremial .
En ese marco, el núcleo fáctico gira en torno
a resolver si efectivamente el actor se ha visto impedido u
obstaculizado en el ejercicio de la actividad gremial, y si
se ha configurado la concurrencia de un proceder
discriminatorio materializado a través del despido.
CARLOS MARIA PICCIOCHI RIOS
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Como primera medida corresponde evaluar si el
actor reunía las condiciones para ser considerado
“activista gremial”, lo cual estimo no ha sido demostrado.
En casos como el presente, en el que se discute
la motivación anti-sindical del despido, el trabajador
tiene la carga de aportar indicios razonables de que la
decisión de despedirlo tuvo por fin lesionar su derecho a
ejercer los derechos derivados de la libertad sindical.
Una correcta valoración de las pruebas arrimadas
a la causa conducen a una conclusión contraria a la
inteligida por el sentenciante de origen.
El actor al demandar relata que ha tenido
participación en distintas reuniones y movilizaciones
llevadas a cabo por la asociación sindical U.C.R.A.,
incluso afirma que el 17/03/16, resultó electo como Vocal
de la Comisión Organizativa, Seccional Corrientes, de la
mencionada entidad gremial.-
Sin embargo, de las actuaciones administrativas
reservadas en secretaría, analizadas en forma conjunta con
las misivas acompañadas, no pueden verse confirmados los
hechos tal como fueran expuestos por el accionante.
De los expedientes reservados en secretaría,
especialmente los expedientes administrativos N°183-15-04-
1687/16 y 183-18-05-2282/16, no surge acreditado su
carácter de afiliado a la asociación sindical UCRA, ni su
elección como Vocal. El señor Alejandro Martín Bauza,
Secretario General de la Seccional Corrientes de U.C.R.A.,
con fecha 26/03/2016 ha presentado con carácter de
declaración jurada, el listado de afiliados que adhieren a
la asociación sindical -UCRA Secc. Ctes.-, dentro de los
cuales no figura el accionante (fs.184/191).
Tampoco consta en el acta celebrada el día
07/04/16, la participación del actor en el acto
eleccionario de los delegados de las distintas empresas
(ver fs.114/118 Exp. Adm N° 183-15-04-1695/16). No hay
constancia documental alguna que vincule al actor como
afiliado, delegado o miembro de ninguna de las comisiones
de la asociación sindical U.C.R.A.-
No pasa inadvertido que los testigos (fs. 57-
63vta.) admiten la participación del actor en marchas y
reuniones típicamente gremiales. Pero lo contundente aquí,
para que se torne operativa la protección contemplada en el
art. 47 de la ley 23.551, radica en acreditar el carácter
de activista sindical (sea como afiliado, delegado o
representante), lo cual no se vislumbra en el caso sometido
a juzgamiento.
Nótese que de las actuaciones administrativas
analizadas no se extrae que el actor, quien pretende ser
reconocido como representante sindical de hecho, hubiera
participado efectivamente en los reclamos realizados por la
UCRA, como tampoco surge que la empresa demandada hubiera
formado parte del conflicto suscitado en la Sub-Secretaría
de Trabajo.
En tal sentido, ha dicho la jurisprudencia:
“No cabe hacer lugar a la pretensión del demandante, sí de
las actuaciones administrativas se infería que el actor no
tuvo papel protagónico alguno en el conflicto, no suscribió
ninguna de las presentaciones, ni ha sido mencionado como
personal particularmente afectado por las conductas
antisindicales que le atribuyeron a la empleadora" (voto de
la Dra. González, in re "Sánchez Oscar Rubén c. Sociedad
Italiana de Beneficencia de Buenos Aires", citado en Nota
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Nro 34). “Es necesario que de las constancias del
expediente surja que la actuación de quien se dice
activista se destaque por sobre el común de los
trabajadores, es decir que asuma una especie de liderazgo y
que no se limite meramente a "acompañar" la acción grupal”.
(Voto del Dr. Vilela in re "Arregui Walter c. Massalin
Particulares S.A.", citado en Nota Nro. 53 y, asimismo,
voto de la Dra. González in re "Sánchez Oscar Rubén c.
Sociedad Italiana de Beneficencia" citado en Nota Nro. 34).
"La sola invocación de haber concurrido a diversas
asambleas o reuniones masivas de personal dependiente de la
empresa, o haber participado en la confección y entrega de
volantes o folletos tendientes a poner en conocimiento del
resto del personal de la fábrica los diversos avatares
relativos al invocado incumplimiento de normas de higiene y
seguridad laboral, no permiten concluir que los demandantes
hubieren sido víctimas de una medida discriminatoria...".
(voto del Dr. Balestrini in re "Arias Héctor Orlando y otro
c. Spicer Ejes Pesados S.A. s/Acción de amparo", citado en
Nota Nro. 49, CNAT, Sala IX (considerando IV).(Publicado en
LA LEY ON LINE el 06/10/2010, 1 - LA LEY2010-E, 1191, "El
despido discriminatorio del activista sindical ¿quién, qué
y cómo probar?", Autor: Pisacco Marina, AR/DOC/3082/2010).-
En definitiva, de las probanzas colectadas no
surge la calidad invocada. No se extrae que el actor
hubiera desempeñado un rol activo que lleve a
conceptualizarlo como activista, concluyendo que ha
participado en la vida sindical sólo como un trabajador mas
persiguiendo beneficios propios.
A mayor abundamiento, de las misivas acompañadas
se extrae que el actor solicitó la desafiliación al gremio
de UTA recién en fecha 13/05/2016, curiosamente, al día
siguiente que aduce la falta de dación de trabajo por parte
de la empleadora. En base a tales consideraciones, no surge
con claridad como pudo haber sido electo, en el mes de
marzo/16 (dos meses antes de la solicitud de
desafiliación), como Vocal de un gremio distinto, donde no
figura como afiliado, según las listas entregadas por el
secretario general de la U.C.R.A., con fecha 26 de marzo de
2016.
En resumen, no surge que el accionante estuviera
afiliado a la UCRA ni que fuera delegado o integrante de
alguna comisión. Es decir, no se encuentra demostrado que
el Sr. Maidana haya sido real y efectivamente un "activista
sindical", destacando a mi juicio, que no cualquier
militancia, interés, ocupación o preocupación por los
problemas laborales propios y de los compañeros permite
calificar como activista a un trabajador. Como bien señala
el voto del Dr. Pirolo (en “Marnoni, Eduardo Daniel c.
Spicer Ejes Pesados S.A.”, CNAT Sala II, 30/04/2009) el
concepto de representación que emana del Convenio 135 OIT
es un razonable indicador para esta conceptualización que,
obviamente, es innescindible de la noción de
sindicalización o agremiación que supone la agrupación de
varios a los que aquellos representan.
Esto sentado, corresponde evaluar si la conducta
asumida por la empleadora -negativa de dación de trabajo-,
se traduce o no en un acto de discriminación tendiente a
menoscabar la libertad sindical.
Prima facie, para que tenga lugar el despido como
acto discriminatorio, es necesario que el sujeto despedido
pertenezca a alguna de las categorías susceptibles de
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discriminación, en este caso, a la asociación gremial
U.C.R.A., lo que no se visualiza en el caso sometido a
juzgamiento.
En ese entendimiento considero que no resulta
merecedor de la protección especial contra hechos de
discriminación sindicales dirigida a los trabajadores que
establecen numerosos convenios de la OIT, en tanto el actor
no ha demostrado su condición de activista del mencionado
gremio.
Si bien la circunstancia de que la ruptura del
vínculo laboral se haya dispuesto conjuntamente con la de
otras personas que ejercían una función sindical, puede dar
lugar a un análisis conjetural, no llega a constituir una
evidencia concreta de que la decisión puntualmente referida
al accionante haya tenido por causa su participación
gremial.
La circunstancia de que se trate de un despido
injustificado o arbitrario no permite concluir que resulte,
a su vez, un acto que encubra una discriminación, pues,
arbitrariedad y discriminación no son conceptos sinónimos.
En efecto, no es lo mismo despedir sin causa
que discriminar a través del despido. No se cuestiona que
el despido "arbitrario" o incausado es el acto por el cual
el empleador expresa su voluntad de rescindir el contrato
sin explicar por qué, o brindando un motivo de mera
conveniencia. Tal despido no encierra necesariamente un
acto lesivo a la libertad sindical.
Así lo tiene dicho la jurisprudencia al
establecer: “Creo conveniente aclarar que el hecho de que
el motivo invocado para despedir al demandante haya sido
considerado insuficiente para justificar esa decisión no
resulta por sí solo suficiente para vincular tal medida
extintiva con un acto de discriminación por motivos
sindicales, puesto que, como se ha sostenido con criterio
que comparto plenamente, aun cuando la decisión patronal
pudiera descalificarse desde varios puntos de vista y en
especial, en los términos de los artículos 10, 62, 63, 244
y concordantes de la LCT, no cabe presuponer que esa
arbitrariedad esconda una motivación claramente
antisindical si no se aportaron indicios suficientes como
para validar tal conjetura" (CNAT, Sala II, in re "Castro,
Brenda Leticia c/ Casino Buenos Aires S.A. Cía. de
Inversiones en Entretenimientos S.A. U.T.E. s/ juicio
sumarísimo", SD 97985 del 7/05/10).
“En efecto, el sistema resarcitorio del despido
arbitrario en el ámbito del empleo privado modulado en base
a una forfata del daño constituye la reglamentación legal
de la protección constitucional contra el despido
arbitrario y el reconocimiento de efectos extintivos al
acto disolutorio, aun injusto o incausado. Por ello, aun
cuando el despido arbitrario no constituya (según un sector
de la doctrina) un derecho del empleador, sino un ilícito
civil (conf. Justo López, "Ley de Contrato de Trabajo
Comentada", Ediciones Contabilidad Moderna, 2da. Edición,
Buenos Aires, 1987, T. II, pág. 1108/1109), de ello no se
sigue la ineficacia del acto para poner fin a la relación
contractual sino la obligación de reparar los daños en los
términos regulados por el legislador nacional, por lo que
la circunstancia de que se hubiere tratado de un despido
incausado tampoco habilita por sí misma la viabilidad de la
nulidad planteada si, como ocurre en el caso, no se
verifica la conducta discriminatoria imputada a la
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empleadora (cfr. CNAT, Sala II, 18/8/09, S.D. 96.979,
"Braun, Ricardo Jorge c/ Obra Social del Personal de la
Industria de la Alimentación s/ juicio sumarísimo"; íd.,
18/6/12, S.D. 100.643, "Browne, Bárbara c/ Casino Buenos
Aires SA Compañía de Inversiones y Entretenimientos SA UTE
s/ juicio sumarísimo").
En tal contexto, estimo que no hay razones
para nulificar el despido sufrido por el actor y que, por
ende, éste no tiene derecho a ser reinstalado en el cargo
ni al reconocimiento de salarios caídos ni al reclamo por
daño moral, pues no veo razones para juzgar como
discriminatorio el despido incausado decidido por la
accionada, lo que torna inaplicables en concreto en el
subjúdice tanto el art. 47 LAS como el art. 1º de la ley
23.592, debiendo receptarse la queja en este aspecto.
SAC s/preaviso.................................$1384,76
Sueldos Mayo y Junio 2016......................$33.234,26
TOTAL...........................................$89.510,93
En consecuencia, corresponde establecer el monto
de condena en la suma de $89.510,93.-
Pasando al tratamiento de la queja sobre la tasa
de interés y a la indexación dispuesta por el sentenciante
el recurso tendrá acogida parcial.
En cuanto a la tasa de interés, estimo adecuada
su fijación según la tasa activa segmento 3 que el Banco de
Corrientes S.A. utiliza para las operaciones de descuentos
conforme al criterio de esta Alada en autos “RAMIREZ JULIO
CESAR C/ OJEDA EDGARDO LUIS Y OTRO Y/O Q.R.R. S/ IND.”,
Expte. Nº 68.650/11, criterio ratificado y ampliado en
Sent. 176/15 “CACERES RICARDO ERNESTO C/ EME SRL. S/ IND.
S/ IND. Expte N° 67202/11, debiendo revocarse la
declaración de inconstitucionalidad de los arts. 7 y 10 de
la Ley 23.928, modificados por el art. 4 de la Ley 25.561.
En los precedentes citados, se ha señalado que
lo decidido en modo alguno implica alterar el sistema
nominalista contemplado en la ley 23.928 y ratificado en la
ley 25.561, ya que la fijación judicial de la tasa de
interés aplicable como resarcimiento por la
indisponibilidad del capital adeudado es un aspecto
diverso, que no debe confundir con el de la prohibición de
actualizar, indexar o repotenciar deudas dinerarias.
No es la indexación el único medio para
restablecer el valor original de las deudas. Otro, empleado
con mayor generalidad cronológica y geográfica, es la
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fijación de una tasa de interés que no sólo compense la
falta de uso del dinero retenido sino exprese además la
expectativa inflacionaria que en cada momento rija en el
mercado. (CNAT, Sala III, 7-11-2002, publicado en Revista
de Derecho Laboral, Actualización doctrina y
jurisprudencial, p. 168 y ss., Editorial- Rubinzal). (Sent.
N°132 del 10/09/2010 en autos: "SEGOVIA FEDERICO DANIEL C/
SHONKO S.A Y/O Q.R.R. S/ IND, ETC." Exp N° 29844/8).-
Siguiendo tales parámetros, debe revocarse
la declaración de inconstitucionalidad de la ley 23.928
(art. 7 y 10), modificada por ley 25.561 (art. 4°), ya que
el proceso inflacionario es posible de corrección con la
utilización de una tasa de interés adecuada, cumpliéndose
de esta forma con la finalidad reparadora buscada.
Superponer a dicha tasa la actualización de los montos
según los índices oficiales excedería la función reparadora
del capital que ya se encuentra asegurada, exceso que
redundaría en un enriquecimiento sin causa del acreedor en
desmedro del derecho de propiedad del condenado al pago,
quien vería aumentada su deuda sin fundamento legal alguno.
En este punto cabe destacar que no se
desconoce el criterio del Superior Tribunal de Justicia de
mantener la tasa activa Banco Corrientes- Segmento 1 (STJ-
Sent. 91/15, 92/15, entre otras); luego de dirimirse la
disidencia planteada en los autos caratulados: “CACERES
RICARDO ERNESTO C/ EME SRL. S/ IND. S/ IND. Expte N°
67202/11, Sent. 61/16, no obstante, luego de un examen
profundo de los argumentos esbozados en dichos
pronunciamientos por el órgano de control, esta Alzada
decidió en pleno mantener la postura asumida ante la
advertencia de un proceso inflacionario y costo de vida
claramente superior desde la fecha indicada “ut-supra” y
que –incluso- continúa en alza, no pudiendo permanecer este
Cuerpo impasible ante tal situación, no alcanzando las
razones de economía procesal siempre ponderadas por este
Cuerpo para alinearse a los pronunciamientos del Superior
(dado que los mismos no son de obligatorio acatamiento) al
estar comprometidos otros intereses superiores que es
nuestra obligación preservar.
Conforme a ello el monto total de condena
devengará un interés equivalente a la tasa activa segmento
3 del Banco de Corrientes S.A. desde que cada suma es
debida y hasta su efectivo pago.
Como corolario deben adecuarse las costas
fijadas en origen a las resultas de este pronunciamiento,
en función del éxito obtenido por cada uno de los
litigantes, corriendo a cargo del actora el 70%, en tanto
que el restante 30% debe ser soportado por la demandada,
orden que también se impone en esta instancia, teniendo en
cuenta los planteos de las partes y la forma en que se
resuelven los mismos (art. 88, ley 3540).-
Ello en virtud de que el Juez tiene amplias
facultades para determinar quien debe correr con las costas
del juicio, evaluando a tales efectos los planteos de los
litigantes, forma en que se resuelven los mismos, etc.
No cabe avanzar en otras consideraciones que
se muestran inconducentes para hacer variar el resultado de
la queja. Ha dicho esta Cámara, en criterio que comparto:
“La ley no obliga al juez a seguir a los litigantes en
todas sus argumentaciones, ni de refutar estas una por una,
pues tiene amplia facultades para ordenar el estudio de los
hechos y de las distintas cuestiones planteadas en forma
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metódica, asignándole el valor que corresponda a las que
realmente lo tengan, prescindiendo de las que no influyan
para formar convicción o no sirvan a los fines de la justa
solución del pleito” (conf. CNCIV, Sala D, 20/12/67 E.D. t
23 pág. 485). Así votó.-
S E N T E N C I A
-//-
-1-
-//- pronuncie al respecto.
autos según su
-2-
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RECURSO DE HECHO
Ore1lano, Francisco Daniel el Correo Oficial de
la República Argentina S.A. si juicio sumarisi-
mo.
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~~ de la PLJ~ de la
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Considerando:
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puesto por la empleadora en los términos precitados calificando
de discriminatoria la medida (fs. 4/16).
-2-
CSJ 93/2013 (49-0)/CSl
RECURSO DE HECHO
Orellano, Francisco Daniel e/ Correo Oficial de
la República Argentina S.A. s/ juicio sumarísi-
mo .
•
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'"' del 'Pl3~ de la PlJ~ de la
oY~ Q#acWna/
-3-
referidas reuniones en el lugar de trabajo que afectaron el nor-
mal desarrollo de la labor operativa de uno de sus estableci-
mientos no pudieron ser consideradas como medidas de acción di-
recta legítimas porque no había ningún sindicato impulsándolas.
y que, por ende, el despido motivado por la conducta mencionada
en el fallo en modo alguno habría implicado una discriminación
por el ejercicio de derechos gremiales.
quej a) .
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CSJ 93/2013 (49-0l/CS1
RECURSO DE HECHO
Orellano, Francisco Daniel el Correo Oficial de
la República Argentina S.A. si juicio sumarisi-
mo.
de/Pl3~de la PlJ~ de la
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deral, y se trata de una cuestión cuyo esclarecimiento resulta
fundamental para una adecuada solución del caso.
tre muchos) .
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CSJ 93/2013 (49-0)/CS1
RECURSO DE HECHO
Ore11ano, Francisco Daniel el Correo Oficial de
la República Argentina S.A. si juicio sumarisi-
mo .
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recho del trabajador singular de adherirse o no a una huelga de-
clarada; y otra indudablemente colectiva, pues fijar reivindica-
ciones, declarar o poner fin a la huelga, o negociar la solución
del conflicto son atribuciones que necesariamente se ej ercen a
través de una agrupación de trabaj adores. Es evidente que el
ejercicio de este derecho colectivo de declarar una huelga con-
diciona el ejercicio del derecho individual de adherirse o no a
ella en un sentido material y en un sentido formal. En un senti-
do material, porque no es posible adherirse a una huelga no con-
vocada. Y en un sentido formal, porque el ejercicio individual
será legítimo si legítima fuese la convocatoria de la huelga
(cfr. Sala Franco, Tomás y Albiol Montesinos, Ignacio, Derecho
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CSJ 93/2013 (49-0)/CS1
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la República Argentina S.A. s/ juicio sumarísi-
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La formulación constitucional no permite conferir al
término "gremios", utilizado por el precepto, un alcance mayor
al indicado. La alocución no resulta comprensiva de cualquier
grupo informal de trabajadores. Ciertamente, el arto 14 bis ha
puesto especial énfasis en garantizar que las asociaciones pro-
fesionales destinadas a representar a los trabaj adores en el
ámbi to de las relaciones colectivas se organicen con arreglo a
los principios de libertad sindical y de democracia interna y, a
tal efecto, les ha impuesto el requisito de la inscripción en un
registro especial como medida de control del cumplimiento de ta-
les directivas. No resulta lógico admitir, por lo tanto que, a
renglón seguido, la misma norma otorgue de modo indistinto la
titularidad de los derechos más relevantes del ámbito de las re-
laciones colectivas (negociar convenios colectivos, acudir a la
conciliación y al arbi traj e cuando las negociaciones directas
fracasan, y, en su caso, adoptar medidas de acción directa) tan-
to a las organizaciones que cumplen con todos esos recaudos como
a simples grupos informales a los que no les exige satisfacer
ninguno de ellos.
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CSJ 93/2013 (49-0) ICS1
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la República Argentina S.A. si juicio sumarísi-
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la República Argentina S.A. si juicio sumarísi-
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deI?l3~ de la PlJ~ de la
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'-
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CSJ 93/2013 (49-0)IGS1
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rno.
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Convenios y Recomendaciones han dado un amplio reconocimiento a
este derecho considerándolo como un corolario indisociable de la
liberiad de sindicación (cfr. Bernard Gernigon, Alberto Odero y
Horacio Guido, Principios de la OIT sobre el derecho de huelga,
Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra, Edición 2000, pág.
8) .
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RECURSO DE HECHO
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la República Argentina S.A. s/ juicio sumarisi-
mo.
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de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, intérprete auto-
rizado del Pacto en el plano internacional (Fallos: 335:452), ha
encuadrado a la huelga dentro de los derechos sindicales.
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CSJ 93/2013 (49-0)/CS1
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la República Argentina S.A. s/ juicio sumarisi-
mo.
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14) Que en los precedentes "Asociación Trabajadores
del Estado" y "Rossi" esta Corte estableció que el principio
constitucional de la libertad sindical consagra la libertad para
todos los sindicatos con el propósito de que puedan realizar sus
actividades sin obstáculos o limitaciones del Estado que reduz-
can, injustificadamente, las funciones que les son propias: la
promoción, ejercicio, defensa, fomento y protección de los in-
tereses legítimos de orden gremial. Sobre tal base, el Tribunal
declaró la inconstitucionalidad de preceptos legales que conce-
dían a los sindicatos reconocidos por el Estado como más repre-
sentativos -mediante el otorgamiento de la personería gremial-
privilegios que excedían de una prioridad en materia de repre-
sentaciónen las negociaciones colectivas, de consulta con las
autoridades y de designación de delegados ante organismos inter-
nacionales, lo cual iba en detrimento de la actividad de los
sindicatos simplemente inscriptos que compartían con aquellos,
total o parcialmente, el mismo ámbito de actuación (cfr. Fallos:
331:2499, considerandos 8° Y 9°, Y Fallos: 332:2715, consideran-
dos 3° a 7°, respectivamente; asimismo, "Asociación de Trabaja-
dores del Estado si acción de inconstitucionalidad", consideran-
do 3°, Fallos: 336:672)
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CSJ 93/2013 (49-0)/CS1
RECURSO DE HECHO
Ore11ano, Francisco Daniel e/ Correo Oficial de •
la República Argentina S.A. s/ juicio sumarisi-
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presente. Asimismo, reintégrese el depósito de fs. 3. Notifíque-
se y, oportunament~m~t~~.
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CSJ 93/2013 (49-0)/CS1
RECURSO DE HECHO
Orellano, Francisco Daniel e/ Correo Oficial de
la República Argentina S.A. s/ juicio surnarisi-
.. mo .
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S.C. C. nO 990, L. XLIX
"Conte, Maximiliano el Correo Oficial de la República Argentina S.A. si juicio sumarísimo"
Suprema Corte:
-I-
La Sala Ir de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo
confirmó la sentencia de primera instancia que había declarado nulo, por discriminatorio,
el despido del actor y, en consecuencia, había condenado a la demandada a reincorporarlo
a su puesto de trabajo e indemnizarlo en los términos del articulo 1 de la ley 23.592 (fs.
730/4 del expediente principal al que me referiré salvo aclaración en contrario).
Entendió que la ley 23.592, que prolube los actos discriminatorios,
es aplicable a las relaciones laborales e invocó el precedente "Álvarez" de la Corte
Suprema registrado en Fallos: 333:2306. Precisó que en mayo de 2009 el actor participó,
junto con un grupo numeroso de empleados, en las asambleas organizadas en ·el lugar de
trabajo a fm de reclamar mejoras salariales y la incorporación del personal contratado al
plantel permanente. Adujo que allí se decidió adoptar medidas de acción directa -
avaladas inicialmente por la representación gremial- que consistieron en trabajar a
desgano o a reglamento. Agregó que si bien ellas produjeron demoras en el servicio postal,
no conllevaron hechos de violencia ni ocasionaron daños a las instalaciones o a los bienes
de la empresa.
El a quo sostuvo que la mera participación del actor en una o más
medidas de acción sindical -sin perjuicio de que en el plano colectivo puedan calificarse
como injustas, ilegales o ilegitimas- no basta para considerar que el trabajador fue
despedido con justa causa en los términos del articulo 242 de la Ley de Contrato de
Trabajo. Destacó que la empleadora debía demostrar que las modalidades y circunstancias
personales del caso concreto configuran una injuria de tal gravedad que impide la
continuidad de la relación laboraL Señaló que en el caso la demandada sólo había
acreditado. la participación del trabajador en reclamos colectivos -en l'jercicio de su
libertad sindical-, 10 que, en el entender del tribunal, no puede constituir una inconducta
que obste a la prosecución de la relación laboral.
En ese contexto, consideró que la decisión de la empleadora de
extinguir el vínculo laboral se fundó en motivaciones discriminatorias y antisindica1es, en
tanto aquélla no pudo demostrar que el despido obedeció a razones serias y objetivas no
vinculadas a la participación del empleado en un reclamo colectivo. Adujo que la
reinstalación del trabajador dispuesta por el juez de primera instancia tiene respaldo en el
artículo 14 bis y 75, inciso 22 de la Constitución Nacional y en la doctrina de la Corte
expuesta en el citado fallo "Álvarez".
-II-
Contra dicha decisión, la demandada interpuso recurso
extraordinario federal, que fue denegado, lo que motivó la presentación directa en examen
(fs. 737 n50, fs. 107/111 del cuaderno respectivo).
En síntesis, la recurrente plantea que la sentencia es arbitraria, pues
conculca los derechos de propiedad, defensa en juicio y libertad de contratar, en cuanto
aplica la ley 23.592 a las relaciones laborales. Destaca que esa norma no rige las relaciones
laborales porque es un régimen del derecho común y no tiene cabida en los vínculos
regidos por la Ley de Contrato de Trabajo, que es una ley especial. Arguye que el sistema
laboral protege el despido mediante el pago de una indemnización y sustenta su opinión en
los precedentes "De Luca", "Figueroa" y "Borda" de la Corte Suprema. Afirma que en la
actividad privada los empleados no tienen un régimen de estabilidad propia como los
empleados públicos. Enfatiza que la condena a reincorporar al trabajador es irrazonable, en
tanto menoscaba el poder discrecional imprescindible de los empleadores.
Sostiene que no es aplicable la doctrina del precedente "Á1varez"
porque el actor fue despedido con justa causa en función de la realización de actividades
gremiales ilegitimas. Manifiesta que no podía negociar colectivamente con el grupo de
trabajadores involucrado en esas actividades en atención a los términos de la ley 14.786.
Advierte que no había un sujeto colectivo que impulse la adopción de medidas de fuerza,
por lo que la medida no encuadra en el concepto de huelga. Se agravia de que la aplicación
de la ley 23.592 genera una tutela superior a la prevista en la ley 23.551, en tanto en ese
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En cuanto a los agravios federales traídos por el apelante, tal como
sostuve en oportunidad de dictaminar en el caso S.C. M. 1252, 1. XLVII, "Moreira
Gustavo Marcelo cl Arte Radiotelevisivo Argentino SA si juicio sumarísimo", del 27 de
febrero de 2015, la aplicación de la ley 23.592 a las relaciones laborales ha sido tratada en
los dictámenes de las causas S.C. P. 1697, 1. XLI, "Pell<;Íero, María Mabel si amparo",
emitido e18 de febrero de 2008 y S.C. P. 1508,1. XLII, Y S.C. P. 1210, XLII, "Parra Vera
Máxima el San Timoteo si acción de amparo", emitido el 13 de febrero de 2008. En igual
sentido se resolvió en S.C. A. 590, 1. XLIII, S.C. A. 392, 1. XLIII, "Areceo, Maximiliano
el Praxiar Argentina SA si juicio sumarísimo", emitido el 17 de marzo de 2008, yen S.C.
A. 1023, 1. XLIII, "Álvarez Maxirniliano y otros el Cencosud SA", emitido el 1 abril de
2009; a lo que resta agregar la sentencia de la Corte del 7 de diciembre de 201 O,
pronunciada en este último proceso (Fallos 333:2306), a cuyas consideraciones y términos
corresponde remitir, en todo 10 pertinente, por razones de brevedad.
Cabe puntualizar que la ley 23.592 ha tendido a conjurar un
particular modo de menoscabo del pleno <;Íercicio de los derechos y garantias
fundamentales reconocidos en la Constitución Nacional: el acto discriminatorio. Y ha
previsto, por via de imponer al autor la obligación de "d<;Íar sin efecto el acto
discriminatorio o cesar en su realización y [ ... ] reparar el daño moral y material
ocasionados" (art 1), una reacción legal proporcionada a tamaña agresión pues, y sobre
ello cabe poner el acento, el acto discriminatorio ofende nada menos que el fundamento
defmitivo de los derechos humanos: la dignidad de la persona (Fallos 333:2306).
Del mismo modo que lo entendió la Corte en el mencionado
precedente "Álvarez", comprendo que la protección contra el despido arbitrarío -artículo
14 bis, Constitución Nacional- no implica la prohibición absoluta y permanente de toda
medida de reinstalación. Asimismo, no puede verse incompatibilidad alguna entre la
reinstalación del trabajador, víctima de un distracto discriminatorio, y el derecho a
contratar y <;Íercer toda industria lícita del articulo 14 de la Constitución Nacional. La
reinstalación, por 10 demás, guarda singular coherencia con los principios que rigen a las
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S.C. C. nO 990, L. XLIX
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S.e. O. nO 93, L. XLIX.
"Orellano, Francisco Daniel el Correo Oficial de la República Argentina S.A. si juicio sumarísimo"
supr em a C o r t e:
A mi modo de ver, las cuestiones que se debaten en el sub lite
resultan sustancialmente análogas a las examinadas en el dictamen de esta Procuración del
día de la fecha, in re C. 990, L. XLIX, "Cante, Maximiliano el Correo Oficial de la
República Argentina S.A. si juicio sumarisimo", por lo que corresponde remitir a los
fundamentos allí expuestos.
En virtud de lo expuesto, opino que corresponde declarar
parcialmente procedente a la queja, rechazar el recurso extraordinario y confirmar la
sentencia recurrida.
Buenos Aires, c!jLf- de mayo de 2015.-
ES COPIA IRMA ADRIANA GARCIA NETIO