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do. En prImera mstancIa, entraña cIerta mezcla de represión, acos- 8.

Fordismo
tumbrallliento, cooptación y cooperación, todo lo cual debe organi-
zarse no sólo en el lugar de trabajo smo en la socIedad en su conJun-
to. La_i¡QQ.ali.z.adQ.J:1,el,,1 tr".~.ªJªdwa la~gondiClO!l~s de la producción
c_~_,!"listasupone .elcontrol soclal de iue,rili~lísií:;.ªs.iliiiiiiales­
sot>!<lJ:>as~~JIl),lyaJ:l.lpliªs. La educación, el entrenamIento, la per-
suasión, la movilización de ciertos sentimIentos sOClal~s (la étlCadel
trabajo, la lealtad a la compañía, el orgullo naclOnal o local) y. ten-
denClas pSlcol4gl~as (la búsqueda de identidad a través del trabaJ~,
la imcIativa individual Ola solidaridad social), todo esto desempeña Sin duda, la fecha SImbólica de lillClación del fordismo es 1914
un papel y está íntimamente mezclado con la formación de las ideó;' cuando Henry Ford íntroduJo su Jornada de ClllCO dólares y ocho ha:
logí~dommantes cultivada. por los medios maSIVOS, las mstítuo ras para recompensar a los trabajadores que habían armado la línea
clO!les reiigÍ9·s_as y -educativas, las diversas--.l;amas .del aparato es- de montaje en cadena de pIezas de automóvil que había maugurado
tatal, y afirmado por la sImple articulación de su experiencIa, por el año antenor en Dearborn, Michigan. Pero la forma de Implan-
parte de aquellos que haCen el trabaJQ. Aqui, también, el «modo de tación del fordismo es mucho más complicada que eso.
regtl~"¡ón» es..urÍa2!l.aJ:1er.!LCQJ:1ygrneJ:1te.<!e conceptualiz~~'I;;,forma En muchos aspectos, lªslllll()~"Clongs.tecnológlcas y orgamzati-
en que los'problemas de la orgaruzaciónd~I;':¡-ll.e-"':ªii:tra.t!~íQPaia vas deJ':o.rci.fu."l'QIl una mera extensión de tendenCIaS consolidadas.
los fines de la acumulaciÓncapitalista.se.elabOl:an . en ..lugares. y Por ejemplo, la forma corporafivade la: orgaruzaCióriempresanalse
tigml'ojlJ'lllpecificos. había perfecclOnado graClas a los ferrocarriles en el curso del SIglo
~"epto. ampliamente la perspectiva de.qlle.eLprolonga.<!o.boom. XIX, y después de la ola de formación de trusts, carteles y fusiones
de posgUerra, de 1945 a T973, se·construyósobre Clerto conJW1to de empresanas a fines de siglo. se extendió a numerosos sectores m-
prácticas de control del trabaJO, combinaclOnestecnológlcas,.h&bIt;;';' dustnales (un tercio de los activos industriales norteamencanos se
de consumo y configuraclOnes del podereconQmico-poJítico,.y que fuslOnarían entre los años 1898-1902). Del mIsmo modo, Forg. .110
esa configuración puede llamarse sm duda ford,ista,keyp.esiana. La hiz(~UIH~J~_ .que_ raclOnalizar las Viejas tecnologías y una diVlsión pre-
fragmentación de este SIstema desde 197;3 p-.a.\Il"),lgurado un_perio- elfilstellte del trabajO especializado, si bien al hacer que eltrabaJo
do de cambios rápidos. de flUJO e mcertidumbre. No está en modo al- fluyera".haélll un. trabajador estaclOnano, logró grandes aumentos
guno claro si los nuevos SIstemas de prodl.i."c::cí6n y comercialización. de.'p!,Q.cj.Y.ctlvidad. Despué-.;"de todo, The pnnciples of sc,entific ma-
caracterIzados por procesos y mercados laborales más flexibles. nagement, de F. W\.•Taylor, .ée publicó en 1911. Se trata de un mflu-
movilidad geográfica y rápidos desplazalllientos en las prácticas de yente tratado que analiza cómo la productividad del trabajo puede
consumo, responden al título de un nuevo réglillen de acumulación, mcrementarse radicalmente dividiendo cada proceso de trabajO en
y SI el renacll1llento de la irncIatlva empresaria y del neo-conserva- mOVlmlentos parclllles y orgamzando las tareas fragmentarlas de
dunsmo, Junto con el glro cultural haCla el posmodermsmo. res- acuerdo con pautas rIgurosas de tiempo y con el estudio del moVl-
ponden al título de un nuevo modo de regulación. Siempre eXlste el mIento. Y el pensamIento de Taylor tenía una larga tradición, ya
nesgo de confundir lo transitorio y lo efímero con transformaclOnes que se remontaba a los experImentos de Gilbreth de la década de
más fundamentales en la vida econólllico-política. Pero los contras- 1890 y a los trabajOS de escritores de mediados del SIglo XIX. como
tes _"l!.trclª~l>E.áctlCas económico-polítlcas del presente y aqu.eÜ';:; U re y Babbage. que Marx había considerado tan reveladores. Ade-
dJl.laépoca-del boom de posguerra son sufiCIentemente fuertes más, 1!;,,~í.a.t.ieI);lPQ que en varlllsmdustrllls se había pues~enprác-(.", 1
~ col);loparahacer que la JPPcSteSlS de un desplazamientilcj.alfordiSmo tiSª--!a.separación entre dirección. concepción, control yejecuciQn (yo..
ala que podría llamarse un réglmen de acumulación <<flexible» sea toao lo que esto SIgnificaba en el plano de las relaclOnes sOClales
éfectivamente una manera. pertinente de caracterizar TaJiistOna JerárqUlcas y la pérdida de habilidades dentro del proceso de tra-
reCIente. Y si; por razones didácticas, a partir de ahora acentúo los baJO). LQ,JJrOplO·.de.FJ¡rd (y lo que por último separa al fordismo del. ','
contrastes, a modo de conclusión general volveré sobre la cuestión taylonsmo) f"e,su,c<lllc.epció,n,su reQQ_IlQClmlento explícitg<!e.q),l"la\ .
evaluativa acerca del carácter fundamental de los cambios. produ~~~_f!_~~p:,m.ªsªsigni!fcaba un consumo masivo. un nuevo siste-

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': ma de reproducción de la fuerza de trabajo, una nueva polítIca de tmIU1'!!iaJa.demanda~fuctiya.~ __J;,@:;t1Yaría.elmercadc.y.restaurariª.
1 control y dirección del trabaJO, una nueva estética y una nueva pSI- Iac"ArJanza empr\lS.lllW, pero las leyes coerótlvas de la competen-
\. cología; en una palabra: un nuevo tipo de sociedad racionalizada, ciá~ demostraron ser demasJado poderosas hasta para el poderoso
modermsta, populista y democrátiCa. Ford, que se VlO obligado a despedir trabajadores ya recortar los sa-
ú;:::la~ décadas después, el dingente comunista italiano Antomo lanas. Quedó para Roosevelt y el New Dealla tarea de tratar de sal-
~msó;¡ que languideció en una de las cárceles de Mussolim, llegó var el capitalismo haCiendo, a través de la mtervención del Estado,
exactamente a la misma conclusión. El amencanismo y el fordismo. lo que Ford había tratado de hacer solo. Ford intentó aprovecharse
o.Qservó en sus Cuadernos de la cárcel:srgñif¡.caban""l~ill~_~co- de ese resultado en la década de 1930, nnpulsando a sus trabaJado-
lectl'V0 ' ~áiij.ri!iª..,_iue:s~ll,,:~:ealizáaoha.~ti~l~~.h-; ll§.m.ºr~.ªr, ¿on res a autoabastecerse de la mayor parte de sus necesidades de sub-
una veloódad sm precedentes y con una concienCia del objetIVO que sistenCia. En su tiempo libre, aseguraba, debían cultivar verduras
no tiene \5iIT,¡'?ig~~~'i';¡ historia, uQnueyo.t1po..d.a.trahaJadoJ:_Y.. un en el jardín (práctica que se adoptó con gran éxito en Gran Bretaña
nlll'yo.!1pg•.<!!',E.<>mbre». Los nuevos métodos de trabajO «son msepa- durante la Segunda Guerra Mundial). Al msistir en que «la auto-
rábles de un modo'especifico de VlVlr y pensar, y de sentir la vida». ayuda era la úmca forma de combatir la depresión económlcID>, Ford
En la perspectiva de GramscI. las cuestIOnes de la sexualidad, de la reforzaba la utopía con~rol~cla,~.de regreso-a-la-tierra, característica
familia, de las formas de coerción morales, del consumismo y de de los planes de'E'!'!@r:9oyd W¡jg§1¡para Broadacre eity. Pero aun
la acóón del Estado se ligaban todas con el intento de fOI'Jar un tipo aquí podemos detectar IUteresantes SignOS de futuras configura-
de trabajador «adecuado al nuevo tipo de trabajO y de proceso pro- ciones, dado que la suburbamzación y la desconcentración de la po-
ductlvQ». Sin embargo. aun dos décadas d"s.P!Jo~'Lde la apertura del blación y de la mdustna (más que la autoayuda), nnplíótas en la
Juego por parte-deFo~d,GraiI!s~i.J~-gií_qlle.<!fsta"la.boración aún concepciónmodermsta de Wnght, se convertirían en un elemento
está eIi S\ifa§eImcialJ':PQrJo.taIito (al parecer)~~.iªíli?\">.~.i?or'¡¡ué­ fundamental para estimular la demanda de los productos de Ford
le llevó tanto tiempo al fordismoconvert1rse.eu.lJ,nriigtmeIl.\!~a.Cu- durante el prolongado boom posterior a la guerra, después de 1945.
mu14cjóIiIDl\\!JlfO? .. En realidad, la (QI.llliLen gue se.allli"óelslst~!!la1ordistadalu­
~-7 Fo.!:.<!.P~ns!,-º§.__ qlle.eLIlúevo tipO de socJedadY..".día constrUIrse gar a una hlstona larga yCQmp.iii:adaq)lese,extlenQea mlÍ,§.Qe.!!!l'-
. simll!em.entea..través..de.lá:COrrecta.aplicación..de-la.fueiza=Cü:r:pru:a- dio' siglo.Iiepénd¡~'d.e una multitud de deCisiones mdividuales, cor-
ti.;;'. El objetivo de la Jornada de cmco dólares y ocho horas era ase- poratIVas, mstituclOnales y estatales, muchas de las cuales eran op-
gurar la sumisión del trabajador a la diSCiplina requerida para tra- Ciones políticas mconsclentes o respuestas reflejas a las tendenCias
baJar en el sistema de la línea de montaje. Al mismo tiempo quería de las enSlB capitalistas, en particular tal como se manifestaron en
suministrar a los obreros el ingreso y el tiempo libre sufiCientes para la gran depresión de 193Ó. La movilización posterIOr de tiempos de
consumir los productos masIvos que las corporaciones lanzarían al guerra también Implicó una planificación en gran escala así como
mercado en cantidades cada vez mayores. Para esto era necesario una profunda racionalizaóón del proceso del trabajo. a pesar de la
que los trabajadores supieran cómo gastar su dinero en forma ade- resistencia de los trabajadores a la producción en línea de montaje y
cuada. Fue así como, en 1916, Ford, envió un ejéróto de aSistentes a los temores capitalistas con respecto a un control centralizado. Ni
sOCiales a las casas de sus trabajadores <<privilegIados» (en gran me- los capitalistas ni los trabajadores podian negarse a las raCIOnaliza-
dida m~grantes) para cerc'f~~~í'"d~._que~~~.!!~;~lUevQ» ~ela CIOnes que -mejorarían la eficaCIa. en un momento de esfuerzo con-
producclOn en masa tUVlera una prolntl,¡d mora'!. una Vlda familiar centrado a causa de la guerra. Adeñiás. las confuSIOnes en las prác-
y la capacidad de hacer un consumo prudente (es deCir, no-alcohó' ticas ideolÓgIcas e mtelectuales complicaban los problemas. Tanto
lico) y «raCIOnaD>, a la altura de las necesidades y expectativas de la el ala IzqUierda como el ala derecha del espectro político tenían su
corporación. El experimento no duró mucho, pero su eXistencia fue propia versión de la planificación estatal raCIOnalizada (con todos
un signo que presagIaba los graves problemas socJales, pSiCOlÓgiCOS sus atavíos modermstas) como solución a los males heredados por el
y políticos que el fordismo habría de plantear. capitalismo, tal como lo demostraba, sobre todo, la criSIS de 1930. Se
..Ford creía tan firmemente en la fuerza corporativa para regular trataba de un tipo de confusión en la Instona política e mtelectual
la economía en su conjunto que mcrementó los salarlOS en el mo- en la que Lemn aparecía elOgIando la tecnología de producción tay-
ll!.~.nto Qela,~Il.ª-~re-"iÓ1+,.con la seguri\!ad. \!g !lue eatª medid"..es- lorista y fordista mientras los sindicatos de Europa Occidental la

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rechazaban, y Le CorbusIer se- convertía en una suerte de apóstol de Irregular en los Estados Unidos, se había desarrollado débilmente
la modernidad mientras se asoCIaba con los regímenes autoritarIos en Europa antes de mediados de la década de 1930. La mdustrla
(Mussúlim púr un tIempo., y luego. el rég:tmen de Vichy en FranCla), o. automúvilística europea --<:on la excepción de la planta de Fiat en
Ebenezer Húward fÚlJaba planes UtÓplCÚS mspiradús púr el anar- Turín-, que SIguió SIendo fundamentalmente una mdustrla de ex-
qmsmú de Geddes y Krúpútkin, que lús cúnstructúres capitalistas se celenCIa artesanal (aunque orgalllZada en forma corporatIva) que
encargarian de realizar luego., y Rúbert Múses, que cúmenzó el sIglo. producía automóviles para un mercado próspero compuesto por con-
como un «progresIsta)) político (inspIrado en el SOCIalismo utÓpICO sumidores de la elite, apenas fue afectada por los procedimIentos de
que describe Edward Bellamy en Looking backwards), y termmaba línea de montaje para la producción en masa de múdelús más bara-
en el «agente con púde!'» que «llevó el hacha de guerra» al Bronx en tos antes de la Seg:¡mda Guerra Mundial. Hizo. falta una revolución
nombre de la automovilización de Aménca (véase p, eJ, Caro, 1974), maY():r~nJªsrelaclOnes-de-clase·-'-unaTevoludÓn·que.empezó-en,la
Alparecer, había dús Impedimentos mayores para ladifusi§Jld~L d<\S.ª~a,de1930 pero que tuvo su esplendor recién en la ,década de
fordismo enlos afros de entreguerras, En pl'lm~r.,!~!!!lln0¿.,eLeªt¡gl,º__ 1950:-::,Pllra gue el fordismú pudiera difundirse en Eurúpa.
de las relaClOnes de clase en el mundo'capitalista no permitía la --EGeg~do gran obstáculo ql1edebíasuperarse .eranJas mo.dªli-
aceptación fácil <le un sIstema de produccióii'quese apúyahaeii'la dadesj'-meca';':s;;'osde lamtervenciónestatal. Debía idearse un
,\adaptación del trabajador alargas horas de tritbájpde ¡¡ura rutTna, nu;';~ mod~'de- regula.ción CJuere"púndiera a'las ",agenCIaS de la
)que 'íio requeria las habilidades artesanales tradiClonales, y que no el
producción fordista, yfueron ;;ec~sariÓs impacto salvaje de la de-
contemplaba casi la partiClpacióndel trabajador en eLdiseño"elrit- ¡'f\'éSí6i.id;;J9,30yel ca,,; colapso del capitalismo. para que las SOCle-
mo y la programación de] proceso de producción, Fúrd había con- dade~' capitalistas Impulsaran una nueva perspectIva en la concep-
fiado caSI exclUSIvamente en el trabajo de los mmigrantes para ms- ción e Implementación de los poderes estatales. La cnSlS aparecía
taurar su sistema de producción por línea de montaje, pero los InmIw fundamentalmente como una falta de demanda efectiva del produc-
grantes aprendieron y los trabajadores nativos amerIcanos eran to, y fue en ese plano donde comenzó la búsqueda de súluclOnes.
hostiles, El g:tro de renovación de la fuerza de trabajo de Ford de- GraCIas a una percepción tardía, por supuesto, podemos ver con cla-
mostró ser unpresIOnante. También hubo feroces resIstencias al tayw ridad todos los peligros que entrañan lús múVlmlentos sOClalistas
lonsmo en la década de 1920 y algunos comentanstas, como Rich- naclOnales. Pero, a la luz del fracaso evidente dejos gQPi"mús demo-
ard Edwards (1979), mSlSten en que la opOSIción de los trabajadores cráticosque_!lQ_mgeu>n otr,ª_9º"ª q),le complicar las dificultade~,.,d.e
derrotó de plano la implantación de esas técmcas en la mayor parte ';n...CQlajlso económICO general,no es dificil percibIr el atractivo. de
de las mdustnas, a pesar de la dominación capitalista de lús merca- ¡;-na solución política en la que lús trabajadores eran disClplinadús
dos laborales, del flUJO contmuo de trabajo mmlgrante y de la posibi- en slstE,ll.l,!,~"de producción nuevos y más efiCIentes, y dúnde la (jáPa-
lidad de movilizar reservas laborales en la Aménca rural (a veces cíilad excedente era absorbida, en p<\rte merced a gastos producüyos
también negra), En el resto. del mundo capitalista, la organlZación eíilas lrífr~estructuras tan necesarlaS para la producción y el consu-
del trabajO y las tradiclOnes artesanales eran demasIado fuertes y la mo. (mIentras que la otra parte se despilfarraba en gastús militares).
mmlgración era demasIado débil como para permitir que el fordis- No. pocos políticús e mtelectuales (cito al econúmlsta Schumpeter
mo o. el taylonsmo tuvieran un predomnuo fácil sobre la producción, como ejemplo) pensaron que el tipo de soluclOnes exploradas en Ja-
aun cuando se aceptaron y aplicaron ampliamente los pnnClplOS ge- pón, Italia y Alemama enla década de 1930 (de~poJadas de sus ape-
nerales de la admlmstración CIentífica. En este sentido, Admims- laCIOnes a la mitología, el militansmo y el raCISmo) eran correctas, y
tratwn mdustnelle et générale de Henn Fayol (publicado en 1916) apúyaron el New Deal de Roosevelt porque lo. Vleron preClsamente
resultó ser un texto de mayor mfluenCla en Europa que el de Taylor. desde esa óptica. Muchús estaban de acuerdo en que el estanca-
Con su msistencia en las estructuras de organización y en el ordena- mIento democrático de la década de 1920 (aunque ligado a la clase)
mIento Jerárqmco de la autoridad y el flUJO da la mformación, dio tenía que ser superado con una pizca de autoritansmo y de mter~
lugar a una versión algo diferente de la adrnmlstración raClúnaliza- vencIOmsmo estatales, de los que podían encontrarse pocos prece-
da, SI se la compara con la preocupación de Taylor por SImplificar la dentes (salvo el de la mdustnalización en Japón o las mtervenclOnes
comente húrizontal de lús procesos dé producción. La tecnología de bonapartistas del Segundo Impeno en FranCla). DesiluslOnado por
la producción en masa por línea de montaje, Implantada de manera la mcapacidad de los gobiernos democráticos para asumIr lo. que él

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consideraba las tareas esencIales de la modernIZación, Le CorbusIer El períodO de posguerra aSIstió al surgImIento de una sene de In·
apoyó pnmero al sIndicalismo y después a los regimenes autorita, dustnas fundadas en tecnologías que habían madurado en los años
nos como las úrucas fórmulas politIcas capaces de enfrentar la CrI' de entreguerras y que habían sido llevadas a nuevos extremos de ra·
SIS. El problema, según lo VlO el economIsta Keynes, era alcanzar un cIOnalización en la Segunda Guerra Mundial. AmolllÓYil&lh.S'<.>!'-,,-=
conJUlÍtü de estrategias de gestión CIentífica y de fuerzas estatales
que pudieran estabilizar el capitalismo,evitandoJa represión ab;e]'· ESTADOS UNIDOS
ta yl" rrraClonali<iad, lasInCitacIOn~sa la glIma yelgsj;x~gh() naCIo,
nalismo que estaban ÍID.plícÜ;os -en las, soluCiQI)es na,clºIla1.-soCl~~~­ =="'"::-:-~ 4,4 %
taso En este contexto de confusión debemos ent~nd~r los intentos
sumamente .di;ersífic'!dos, dentro .de 'iliIerent~s.Esfadoan,aciQnilíis,
dE! éstablecer arregÍos politicoª, iIlstitllCIonaleBy sOClª1~l'apac.e,,-.de
resolver las Incapacidades crómcas del.9",pit,wwno para regularlas JAPON
condiciones ese~CJ.ales de 'su rep~olillc~ión. ' - "---~--,
10,4%
El problema efe la configuracióné;mplementación adecuadas de
8,4%
los poderes .delEstado se resolvió.sólo·.deiiii.i~.~<I<i:I~~~~E:'BtoconVj,r.
tió al fordismo enullrégIlllgllJkacmnulación.madUl'Q,.!eJllin®'.Y
défImC;lQ.'Coi!i()j~l, luegoforlllólaJ~aª~..I'."!".e.ll'rolongado bQo'll.de li
posguerra quese mantuvo intacto en I?fundam,;;;:tal'hasta 1973. ALEMANIA OCCIDENTAL l'
En este perlodo,' el c~pitalisr'Iíoén los l'aísesc'apIt;!istasavaniad0s I

!,.
alcan..zó fuertes tasas de crecimiento económico; aunque de una es- ,
tabilidad relativa (véanse la figura 2.1 y el cuadro 2.1). Se elevaron h
los ruveles de vida (figura 2.2), se frenaron las tendenCIas a la cnsis,
.
"

se preservó la democraCIa de masas y la amenaza de guerra inter- FRANCIA


capitalista se mantuvo en un plano remoto. El fordismoseconectó
sólidamentecon"LkeynesIanISmo, . y . el""apitalismQb!z."·o;fent¡¡C;6h
d"expanSiones mundiales .rnternacIoolllesªtrayés .de.íªs·¿,¡al~~·ca­
yeron en sus Tedes una.Gantid."d de naCIOnes descolonIZadas. El mo-
doéri·que sé dio ese SIstema c~;;-stitl.lye;'n~tri~to~iª·dJ,alll¡¡tica que
merece, por lo menos, un examen sumarlO SI queremos comprender GRAN BRETAÑA '960.8
mejor las tranSICIOnes ocurridas desde 1973.

i
3,1 %
r~fr~ 1968-73
Cuadro 2.1 Tasas medias de crec~miento para tos países camtalistas avanzados 1973-9
durante varios períodos desde 1820. .'"..... ':l
:,. ;~~j: 1979-85
. .'.
Tasas de variación anual en porcentajes
TODOS LOS PAISES DE LA OCDE
Producto Producto per cápita Exportactones

1820·1870 2.2 1,0 .4,0


1870·1913 2,5 1,4 3,9
1913·1950 1.9 1,2 1,0
1950·1973 4,9 3.8 8,6
1973·1979 2,6 1,8 5,6 Figura 2.1 Tasas anuales de creClm~ento económtco para una selección de países ca-
1979·1985 2,2 1.3 3.8 p~talistasavanzados y para el conjunto de la OeDE, medidas en períodos de ttempo
Fuentes: Maddison, 1982 (1820·1973) Y OCDE (1973·1985). entre 1960 y 1985. (Fuente: OCDE.)

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t~\Iwi6l1~<!.~_bar.cOlLYJllU,qillpos~.de ~tr¡¡n~por:t.e-"ce.ro, ~p_etroqllÍnllCil. Renama,Jos .W.e~t l\iidl13.nds en Gran Bretaña, la región productIVa
caucho, artefactos eléctncos para el con~umo,YJ~~9!le-tr4c.GióIlJ ~e 'r0kI9:YQI<"Ilªmª:;-. Las fuúzas de trabajo pnvilegIadas enestas re:
con~ieron en mecanismos propulsore_s _,ª_~~ ,,~r~S!:ffiler~tº_..~~p-.QIlllco g;.ones.forE!aro!LunQ~_<ielo-"piJ~S:Il:~Jirláa:eriúin"'l'tete_ctíVa eil rájil-
centralizado en una sene de reglOnes de granpmducción de-1a:~eoo~ da expansión. El otro pilar estaba en la reconstrucción d';Tas~ec~no­
nomía mundíal---€l Medio Oeste en los Estados Ul:Jlulos,eJl."Ull!"::~.-: ml¡ú¡~ destrozadas por la guerra: apoyada por el Estado. lasuburbá-
ruzaCi6if::.......en partlcclar en los -Estadoá"Uiiidos--, l~,J'fm:~v~ciól1 ~r-­
Ingresos 360 ban:ir:láexpansión geográfkadel1ransPQrte.ylos SIstemas decomu-
semanales 350 n1~~~1~!!~~'~Y_,~1-desaIToll~, de la infraestrllctura, tanto el_entro eow.o
medios 340 fuera del mundo capItalista avanzádo. Estas regIones clave de la
(en dólares) 330 economía mundüil, coordinadas'p-or centros financIeros interre~
320 laclOnados -mn los Estados Unidos y Nueva York en la cumbre de
310 la Jerarquía-, trajeron prOVISIones maSIVas de materIas prImas'del
300 resto del mundo no comurusta y llegaron a dornmar con sus produc-
290 tos un mercado mundial maSIVO cada vez más homogéneo.
280 Sin embargo. el creCimiento fenomenal que se prodUjo en el boom
270 de pósguerricderrerrdíade Uha serie de comproffilSoS'yrep9§IcIO!la-
260 mIentas por parte de los actores más unportantes del proceso de de-
250 saiTº\l§caJJit~t~~. EIEst_adgclehiª.ilSJlllll];-nuev.os.roles,(keynesIa-
240 nos) y constrUir nuevóspoderes mstitucIOnales; el captt~qllJlg!.13.~~;
230 v.o t~nía que onentar sus velas en ciertos sentidos. a fin de moverse
220
'co~~menos sobresaltos por el cammo de una rentabilidad seg:tlra;~~l
tr~":~,,-()r~a]]JZ.,,do teni,a que cumplir nuevos roles y funCIOnes en los
mercados laborales yen los procesos de producción. El equilibno de ~ \
30 poster tenso. aunque firme que se estableció entre el trabajO orgam-
Ingreso
medio de 29 zado. el gran ~"pital corporatIVO y el Estado naCIOnal, y que CImentó
las familias 28 la base de poder para el boom de posguerra. no había llegado por
(en miles 27 3~ªr.Erael resultado de años .de 14cha.. .
de dólares 26
25
Por ejemplo, la derrota de los resurgidos mOV1mientos obreros ra- •
de 1986)
24 dícales del período mmediai"mEH:ltepoEtenora.la. guerra~prepa;6(~
23 10sfun~dallleÍÍtos ~políticos para los controles sobre la fuerza de tra-
22 ",a¡.oyIos éO mp romIS08 que hiCIeron posible el fordísmo. Armstrong,
21
20
Glyn y Ramson (1984. capítulo 4) prOpOrCIOnan un regIStro detalla-
19 do de cómo se montó el ataque a las formas tradiCIOnales (los smdi-
18 catos de OfiCIOS) y a las formas radícales de orgamzación de las fuer-
17 zas del trabajO en los territonos ocupados de Japón, Alemama OCCI-
16
15 dental e Italia, y en los territonos supuestamente «libres» de Gran
14 Bretaña. FranCia y los Países BaJOS. En los Estados Unidos, donde
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980
la Wag:tler Act de 1933 había concedído poder de partiCipación en el
mercado a los smdícatos (con el explicito reconOCimIento de que los
Años derechos de la negociación colectiva eran esenCIales para resolver el
problema de la demanda efectIva) a cambio del sacrificIO de poderes
Figura 2.2 SalarLOs reales-e ingresos de las tamilias en los Estados Unidos entre 1947
en el ámbito de la producción, los sindicatos se vieron acusados con
y 1986. (Fuentes: EstadístIcas Históncas de los Estados Unidos e Informes Econó-
mlCOS al Presidente.)
VIrulenCia de mflltración comumsta en los años de posguerra y, por
V\6u....v\.Co! "<;i ....

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fin, sometidos a una estncta discIplina legal por la Taft-Hartley Act estaban bien definidos. ELpoderde las grandes corporaCIOnesse
de 1952 (una ley illlpuesta en el auge del periodo maccartista) (Tom- 'i:rplicaba"'~~~l.s'eg~·,r~r,~ganancias constantes en inverSIOnes qu~'a~­
lins. 1985)_ C9n supnnclpal adversarIOi)ª-JºcºJlj;.rQ!,J~s,~~e.~s~~de mentR!;an ¡,l pr~d;"ctividad, garantizaran el creCImIento y elevaran
clase capitalistas pudieron resolver lo que. Gl.:arusº_!l'!!ll-ªp.l!,.tl,1lro- los estándares de vida, mIentras se afianzaba una base estable para
blema de la «hegemonía», yestablecer una supuesta n'!~Yag;;:~e la obtenciÓn debeneficíós. Esto Implicaba un compromIso de las
,11
para aquellas relaCIones de' clase que llevaban' aTf6rdisÍno, corporaciones con_,proé-e"sos de cambio tecnológICo. continuos .pero
., "Hasta_qu'if'puntD·j)-enet'raro-ii··_~sta-s'-niievas"relaciones de clase es Vl~brogbS; con-b. inversión maSIva en c~pital fijo, la mejora de las c~- O
materiade disputa y, en todo caso,-";Viaentemente; vanabaen gran . pacidasJ~13 ,de gestión tanto-en producción como en comercialización,
medida de uupaÍs a otro,odeullll.,r"gjóir,,,ºtra. '. ".,,' ',' " yla movilización de economías de escala a través de la estandarIZa-
Estados Unidos, los sindicatos adquirieronl\n poder considerable' ción' del producto. La fuerte centralización del capital que había sido
en la esfera delanegoclación colectIva en las mdustnas de produc- un rasgo tan conspICUO del capitalismo norteamencano desde 1900
ción maSIva del Medio Oeste y del Nordeste, conservando CIerto con- termmó por doblegar a la competencIa mter-capitalista dentro de
trol del personal sobre las especificacIOnes profeSIOnales, la segun- una economía norteamericana todopoderosa y dio lugar a la apan- \()
dad y las promOCIOnes, y un importante poder político (aunque nun- ción de práctrcas de planificación y fijación de preCIOS olig~pólic~s y
ca determmante) sobre cuestiones tales como los beneficIOs de la mO Il9It91i.¿ªª, La gestión CIentifica de todas las facetas de la actIVl- (
seguridad socral. el salano mímmo y otros aspectos de la polítrca dad corporativa (no "Ólüde la producción smo de las relaCIones per- -
socraL Pel.:9 adqUIrIeron y mantuVleron esos derechos a cambIO de soií'a·Ú~·~, ~rentrenamIento en el oficio, la comerCIalización, el diseño
adoptar una posición de colaboración c0l!.respe<;:J,PJl Jas técnIcas de del producto, las estrategIas de fJjación de precIOS, la obsolescencIa
producción fOI'dista y estrategIas corporatIvas afines para mcre- planeada de eqUIpos y productos) se convirtió en el rasgo distintivo
mentar laprodl\ctividad. Burawoy, en su Manufacturing consent, de la raCIOnalidad burocrática,ge las-cüTI:>ür"c,:ones.Lasd.eciS,()nes
demuestra cuán presentes estaban los sentimientos corporativos en d,das corporaCIone;"mpezaron a hegemom~a;l~~'definíción delas
la fuerza de trabaJO. aunque modificados por todo tipo de «Juegos» de f~,~~~~~,:_ª~_~i~~.~~l.~~to ªel co.nsum_o ~_B:sI'YPJ_ª,MPº-~"E?~cl9., por supues-
resistencia a cualquier Inclusión excesiva del poder capitalista en to, que los otros dos SOCIOS enla gran coaliciónharian lo que fuera
las frlas obreras (con respecto, por ejemplo. a los ritmos del trabaJO). nece'¡~l,'lopa¡:;;-sost~n:.;;. la den;~nda efeétrva "n-ÍÍrvelesque-p~die­
Así, Burawoy confirma ampliamente con datos estadounidenses el rán"absorber el creCImIento uniforme de la producción capitalista.
perfil de la pOSIción cooperativa de The affluent worker compilado Ahofabien. la aglomeración de los trabajadores en las grandes fá-
por Goldthorpe para Gran Bretaña. Sin embargo. hubo numerosos y bncas SIempre planteó la amenaza de orgaruzaCIones laborales más
repentinos estallidos de descontento. aun entre los trabajadores pn- fuertes y mayor poder de la clase obrera: de allí la ImportancIa del
vilegrados (por ejemplo, en la planta de General Motors de Lords- ataque político a los elementos radicales dentro del mOVImIento
town poco después de su apertura, o entre los trabajadores pnvile- obrero después de 1945. Sin embargo, 1¡¡,~ corporaCIOnes aceptaron
gIados que estudia Goldthorpe), mdicatrvos de que qUIzá se trate elpoderSill'!ic;!laun a regañadientes,,~Jl_paJ:tic,ular cuandolossm-
más de una adaptación superfiCIal que de una total reconstrucción dlcatos asumIeron el control de Susnllembros y colaboraron con-la
de las actitudes de los trabajadores con respecto a la linea de monta- gerenCIa~!llOs~planeB para eJevarJªproguctividada cambIO de be-
je. El perpetuo problema de acostumbrar al trabajador a estos SIste- neficios s~ªlarralesWleestI!!lulab.~n la demanda efectIva tal como
mas de trabajO rutinarios, no calificados y degradados, como lo sos- FQrd. iohabíaconcebido_ongrnarramente.
tiene enérgIcamente Braverman (1974), nunca puede superarse to- 'Po~su parte, el Estado asumió varias obligaCIOnes. En la medida
talmente. Sin embargo, las orgarnzacIOnes smdicales burocratiza- en que la producción maSIva eXIgia fuertes mverSIOnes en capItal fi-
das estaban cada vez más acorraladas (en ocaSIOnes por el ejerCIcio jo y necesitaba a su vez condiCIones de demanda relativamente esta-
de un poder estatal repreSIVO) y se veían obligadas a permutar au- bles para ser rentable. dur"nte el periodo de posguerra el Est.ado
mentos en el salano real por cooperación en el disCIplinamlento de trató de dommar los ciclos de los negoCIOS PQr me.dio de una mezcla
los trabajadores en el SIstema de producción fordista. :, apr;'rnaUaaepólítiéaS fiscales y monetarias. Estas políticas estaban
~'. Los papeles de los otros SOCIOS.,en el contrato SOCIal global, aun- , dirígidas haCill-aquell"sáreas de la mversión pública (en sectores
i "')fIue a menudo tácIto, que remaba, durante el boom de , ", . como el transporte, los servicIOS públicos, etc.) que eran vitales para
)

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, '!
'"
.,
cuantitati:-:as se descubren en la estructura del gasto público, en la
el creCImlento de la producción Y del consumo maSlVos, y que~~am~
orgaruzacIOn de los SIstemas de bienestar (que en el caso ¡aponés,
bién garantlzarían relatlvamente el pleno empleo. 1oJ3~gobiernos
por ejemplo, se mantienen en gran medida dentro de la corporación)
tamtüén se dedicaron aapuntalarf'lertem~nt~_eL"ru=Q.lillcI'l1,,:
yen el grado de compromiso activo del Estado, entendido como
través_de-:-desembolsos:destmados a la seguridad SOCI"l.,._al cuidado
opuesto a su compromiso tácito. en las decIslOnes económicas. Tam-
de l~ salud, la educación, la VIVIenda, y cuestlones semejantes. Ade·
bién las formas de la mqmetud laboral, la orgaruzación de los tra-
más, el poder estatal afectaba, de manera directa o mdirecta, los
baJadores y el actiVlSmo smdical vanaban considerablemente entre
acuerdos salanales y los derechos de los trabajadores en la produc-
uno y otro Estado (Lash y Urry, 1987). Pero lo que resulta notable es
ción. la f?rma en ,que 1013 gQ_biernos :':1aclOnales de'--muy diferentes 'caracte-
Las formas de mtervenciorusmo estatal varIaban fundamental-
ríSticas ideolÓgicas -los gaullistas en FranCIa, el Partido Laborista
mente en los distintos países capitalistas avanzados.·Por ejemplo, el
en Gran Bretaña, la DemocracIa CrIstiana en Alemarua Occidental,
cuadro 2.2 ilustra las diversas posturas asumidas por diferentes
e~?- organizaron un crecimiento económICO estable y un aum~~to
Cuadro 2.2 La orgamzación de las negocwcUJnes salariales en cuatro países durante de los mv~lesdavida materIales .co.n una mezcla de estatismo del
el período 1950-1975. bIenes_t?-r~ admIPlstrª.GiQn econóUllca keynesiana y control sobre las

Alemania relas,or;es .s¡¡lar!(l,le.s. Evidentemente, el fordismo dependia de que


Gran Italia
Franela
Bretaña Occidental e.I.Esta_d,,_n(l,90!J.(l,lasUmlera ----co.nlO lo predijo GramscI- un rol
~uy espeCIsI·dentro-delslstema global de regulaciÓ!J. SOCIal.

Miliación a los escasa elevada varIable moderada Por lo tanto, el fordismo de la posguerra puede consid~rarse me-
smdicatos entre los nos c~~_'? ,u~."mero sistema de producción en masa y más como una
obreros de fo:rmªd~yid¡¡t9,tªLLa producción en masa SIgnificaba uniformidad
mameluco
del producto así como consumo maSIVO; yeso SIgnificaba una nueva
débil, con fragmentada periódica, estructurada estética y una mercantilización de la cultura que muchos neo-con-
OrganIZación
entre con Y unificada servadores, como Damel Bell, después considerarían pel'JudicIaI
faccIO-
nalismo industrIaS y mOVImIentos para la preservación de la ética laboral y otras supuestas virtudes
ramas de de masas
político c":jl,talistas. El_fo~dismo también se construyó sobre la estética del
actividad
m~derms1ll0 y contribuyó a ella -en particular con relación a sus
divididos por orgarnzación rLValidad poderosos Y feñdencÍasálafuncÍonalidad y la eficlencul- de manera explicita,
PropletarlOS orgamzados
tendenCIas y colectIva público- mientras que las forli",úrde"iritervenciomsmo estatal (gUIadas por
orgamzaclO- débil pnvado prmclpIOs de raCIonalidad técmco-burocrática) y la configuración
nes del poder político que daba coherenCIa al SIstema descansaban en·
mtervención papel muy las concepciones de una democracia económIca de masas soldada
Estado IntervencIO- negocIación
nes Intensas colectIva legIslativa débil por un equilibrIO de fuerzas entre distintos mtereses.
y regulación voluntana periódica El fordismo de la posguerra era también en gran medida una
del trabajo y con normas dependiendo c~estión mternaCIonal. Elprolongado bOOm de. la posguerra depen-
de la lucha de manera ~~'CIal
dia ",-,,-~.-"'"
los salanos fijadas por el 'o, ••••• ' _.."..,~~,_._" d~LYna.expaSlOnma.SIva"
____
., de I · . . ·d··-
~_meI;(!l()"mun...ial
de clases
por acuerdos EstadO desde
y _Q.e.lascorrrentes-de.inve,sión mternaclQ!J.(l,les. Eíf~rdi;mo, qúe
trIpartitos mediados de
la década de tuvo un desarrollo lento fuera de los Estados Unidos antes de 1939·
1960 se Implantó más firmemente en Europa y en Japón, después d~
1940, mtegrado en el esfuerzo de guerra. Se consolidó y expandió en
Fuente: Boyer. 1986b. cuadro 1. el período de la posguerra, directamente a través de políticas Im-
puestas por la ocupación (o, en forma más paradójica, como en el ca-
so francés, porque las dingenClas sindicales comumstas considera-
gobiernos de Europa Occidental con relación a las negOCIaCIOnes de
ban al fordismo como la única manera. de asegurar la autonomía
contratos salarIales. Similares diferenCIas cualitatlvas así como

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económIca nacIOnal frente al desafio norteamericano), o Indirecta M
No todos estaban mcluidos en los beneficios delfordismo y, por
mente, a través del Plan Marshall y la mversión directa de los Esta- sup'Uesto, hubo numerosos SIgnOS de descontento aun en pleno apo-
dos Unidos. Esta última, msmuada ya en los años de entre guerras geo del SIStema, Para empezar, janegoclación-salárraHordishresta-
cuando las corporacIOnes estadounidenses buscaban mercados de ba con,flnadaa CIertos sectores delá, economí4 a_CIertos. Estados
ultramar para superar los límites de la demanda efectiva Interna, se naCIonales dOIldeelITecIffilento de la demanda se correspondía con
desarrolló plenamente después de 1945. &i'L@'!rj;ura a la mver- inversiones de gran .esCll-Ia entecnologlapara laproducciólL.en
.l'i§ª~extr¡¡I!¡er!!l: al rne,r,c,,<l.o~l>t!lXJ.!Q.,(sobre todo en Europa)_p~ij!ii~ masa.Ofros sectores de la producción de alto nesgo seguían ligados
tió ,qu~ el excedente productivo de los Estados Unidos fuese absorbi- a-¡osbaJos salarIOS y a una escasa seguridad láboral. Y hasta los

~do mlent:a~s~iq~u~e~·'~~)-~:·~I~~~~ti~1~~:;~~:f:;~·~~J
sectores fordistas podían recurrir a una base no-fordista de sub M

JernacIOnal SIgniflCÓ
en otra parte, la . contratación, En,!'9IIS,ecue.1!9Ia, }0!-clJl~cados,láboml.es-tendieron a
mcorporacióncida.m¡í:sa. del mlmelo divi9kil.~ en lo que Ü'Connor. (1973) llama~nSectoI«ll;lQ!l.QIl.ólicQ»Y,
comulllsta- a la dináffilca global de unUJl,~vQ. .tÍJl.Oj;l~.Q'\llltali~mo. uñ"sector'«competitivo» mucho más vanado donde lá..fu~rza de t!a-
Más aún, el desarrollo deSIgual dentro de la economía mundíai~¡g: bajoestaoaJejQá1leséipriVilé'g.:ana.l.as desigualdades resultantes
nificó la expenenCIa de CIclos de negoCIOS ya transformados que con- díeroll I~ga~ a s~n_a~~," té'Ii~lOiies-' sqclales y,_a fuertes mbvimietitos
SIstían en oscilaCIones compensatonas locales y globales dentro de socIales por parte de los excluidos: mOVIffilentos que se complimban
un creCImIento regularmente estable de la demanda mundial. En el por la.forma en que lá raza, el género yláetrucida<iP!'<lillIl_<i~ter.
plano de los Insumos, la apertura del comercIo extenor SIgnificó la mInar quién t,eIjÍaaccesOll-1 empleo privil~gIadoY!lIjÍ~¡:lno.. Era muy
globalización de la oferta de matenas pnmas a menudo más baratas dificil mantener estas deSIgualdades frente a las expectativas
(sobre todo de energía). El nuevo mternacIOnalismo mtroduJo tam- creCIentes, alimentadas en parte por todo el artificio aplicado a la
bién un conjunto de otras actIvidades - bancos, seguros. servlCIOS, creación de necesidades y a la producción de un nuevo tipo de SOCIe- ,:
hoteles, aeropuertos y, por últImo, tunsmo--. Esto Implicaba una dad consumIsta. Sin poder acceder al trabajO pnvilegIado en lá pro- !i
nueva cultura internacional y, fundamentalmente, se basaba en las duccióIl,l.1!,,~IyaJ.gmñ.d~ss~gm~ñfo.s:a~Jafu'er~a.de. tral)'ÍJo tampoco ':
técmcas recién descubiertas para reunIr, evaluar y difundir la mfor- teman acceso alas tan elogradas gratificacIOnes<;lelconsUlnoll;la~k
mación. VÓ:'EBta:'e~a:una fórmula segura para el descontento, El movimIento
Todo esto se consolidó baJO la hegemonía del poder económIC;:o. y aé-Ios derechos CIviles en los Estados U nidos se conVIrtió en una ola
finanCIero .cie los Estados Unidos, con efre'spaldo delran"r militar. de Indignación revolucionarra que sacudió a los centros urbanos. La
Elac¡¡~":d~ de Bretton Woods dé 1944 conVIrtió al dólár enla inime- mcorporación de las mUjeres a trabajOS mal pagos fue acompañada
da de reserva mundial y amarró sólidamente el desarrollo económI- por un mOVImIento femInIsta Igualmente vigoroso. Y el descubrI-
co mundial a la politica fiscal y monetarIa norteamencana. Los Es- mIento de la pavorosa pobreza en medio de la creCIente opulencia
tados Unidos operaron como banqueros mundiales a cambio de una (tal como la expuso Michael Harrington en The other Amenca) dio
apertura de los mercados mundiales de bienes y de capitales al po- lugar a fuertes mOVIffilentos de descontento contra los supuestos be-
der de las grandes corporaCIOnes. E.n.este.,;ontext<kelformsmo.S.eJ4.,. neficIOS del fordismo.
fundió de manera deSIgual en la medida eIl_q~e, cada. Estado imPrI- Si la diVIsión entre una fuerza de trabajO fundamentalmente
ffiía'su'propú'--inodiili<iiid'al manejO de las relacIOnes laborales, la blanca, masculina y muy smdicalizada, y "el resto» resultaba venta-
políticamonetanayfiscal. las estrate~-ª~il1v!-,¡'sión pública y de Josa en la perspectIva del control de la fuerza de trabaJO, también
bí~_iiestar, !iillitadoen el pláno mtenor p.9uLestado,de las relácIO- tenía sus mconveruentes. Significaba una ngídezeIl!os lJlercaqos
n3'_Qe"QI"sey ~,n,,,lpl¡¡Iloex:tel'lo~p();, .suposición jerárqUlca en la láborales que di,ficu,ltallaJ¡¡.rea.slgnaQ\ón de IaJuerza <;le .tmb"Jo de
economía mundial y por el tipo de cambio con reláción al dólar. La ufil¡-ññe¡¡-de-p~ducción a otra. El poder de exclusión del smdica-
diÍusión internacional del fordismo ocurrió, por lo tanto, dentro de liBnioconiíPliaos\i~ca:pacidad para oponer reSIstenCIa a la pérdida de
un marco particular de regulación económico-política InternacIOnal califi.cac!,QIl,e.s-,!,1 "lltgmª:r:!s!Qo,la Jeraxquía y la pérdida de control
y una configuración geopolítica en la cual los Estados Unidos predo- en los lugares de trabaJO. La dispOSIción a utilizar esos poderes de-
mmaron a través de un SIstema muy especifico de alianzas militares pendía de las tradiciOnes políticas, de las modalidades de orga-
y relaCIOnes de poder. nización (el movimIento de empleados de comercio en Gran Bretaña

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fue partIcularmente poderoso) y de la voluntad de los trabajadores oposIción empezaron a fuslOnarse en un fuerte mOVImIento polítlco w

de trocar sus derechos en la producción por un poder mayor en el cultural en el momento mIsmo en que el fordismo, como SIstema
mercado. Las luchas laborales no desaparecIeron, ya que, a menu- económICO, parecía estar en su apogeo.
do, los smdicatos se VIeron obligados a responder al descontento de A esto debe agregarse el descontento del Tercer Mundo frente a
las bases. Pero los sindicatos también se encontraron cada vez más un proceso-de"-modermzación que prometía el desarrollo, la em~ncl­
asediados desde fuerá, por las mmorias excluid.a~, I>o~las mUjeres y páCiónde las necesidades y la pl~na mtegración al fordismo, pero
los sectores más pobres: En la medida en que 'serviáná: IosTñtéieses que dá'ba lugar a ladestrucción de cnlturas locales, a una gran opre·
más restnngidos de sus mIembros")!, abandonaban las preocupaclO- siónyadj~tintas formas d~d.omrnaciórÍcapitalisÜi. a cambio de 11a-
nes de un sOClalismo más radical, corrían el peligro de verse reduCl- ·"il.~:"iieIltaJas en. ruveles de vida y serVIClOS (por ejemplo, la salud pú-
dos, en la opmión pública, a grupos fragmentados con mtereses es- blica) destma,clos sQlo a una elitel~<Í.l!~,,ºIªtJomba. activamente
pecíficos, que, más que serVIr a los objetivos generales, buscaban su con el capitalmternaclOnal. 'Los movinuentos haCIa la liberación
propIo beneficIo. nácional -a veces socialistas, pero más a menudo naclOnalistas w

El Estado soportaba el embate del crecIeIlte descontento, que a burgueses- se centraban en muchos de estos descontentos y a ve·
veces culmmaba en desórdenes CIviles por parte-de los excluidos. ces parecían amenazar al fordismo global. La hegemonía geopolítica
Como mÍrumo, el Estado tenía que garantizar un salano SOCIal ade- de los Estados Unidos estaba amenazada y los EEDU., que empeza-
cuado para todos, o comprometerse en políticas o aCClonesJega.les.re- ron la era de la posguerra utilizando el anti-comumsmo y el milita-
distributivas que aliVIaran en forma activa las desIgualdades y en- nsmo como un vehicnlo para la estabilización geopolítica y económI-
frentaran el empobrecímientoTla:nOilldusión de las nunorias. Ca- ca, pronto se encontraron frente al dilema de «armas o manteca» de
da"ei más, la legitimación del poder estatal dependia de la capaCl- su propIa política económIca fiscal.
dad de difundir los benefiClos del fordismo y encontrar las formas de Pero, a pesar de todos los descontentos y todas las tenslOnes ma-
proporClonar serVIClOS de salud adecuados, VIvienda y educación en nifiestas, las pIezas centrales del régIffien fordista se mantUVIeron
escala maSIva, en forma humana y cuidadosa. Los fracasos cualita- fIrmes por lo menos hasta 1973 y, en el proceso, lograron SID duda
tivos en ese sentido fueron blanco de lnnumerables\críticas, pero al mantener intacto un boom de posguerra que promovía la smdicali·
fin qUIzá fue el fracaso cuantitativo el que dio lugar a los dilemas zación y que hasta cierto punto extendia los «beneficIOS» de la pro-
más graves. La capacidad para proporclOnar bIenes colectivos de- ducción y el consumo masivos cada vez más allá. La masa de la po-
pendia de la continua aceleración de la productividad laboral en el blación de los países capitalistas avanzados mejoró su mvel de vida
sector corporativo. Sólo de esta forma el estatismo de bienestar key' materIal y además prevaleció un contexto relativamente estable
neSIano podia volverse fiscalmente VIable. para las gananCIas de las corporaClOnes. -'Ye sólo en la aguda rece-
Desde el punto de VIsta del consumo, hubo más que una pequeña sión de 1973, que sacudió ese. es_quemJt,j::Ü<;l,nJl9_Jl~_,jnjg~º_,,!iº.,p.~~~~ió
critica con relación a la blandura de la calidad de vida baJO un régI- de . -aún no lo entendemos bien- e.!!"~l.rég¡-
men de consumo masivo uniformado. También la calidad de los ser- _:::::,:,:,""" 'l-~nm1Jla.ciiÍIl,.~ '.
VICIOS, a través de un sIstema no discnmlnado de la adrnlmstración
estatal (fundado en la raclOnalidad burocrática cientifico·técruca),
,fue duramente criticada. La gestión estatal fordista y keynesIana
¡,fue VInculada a una estética funClonalista austera (el alto moderrus-
",aJen el Campo del diseño racionalizado. Los que criticaban la ms;-
pidez suburbana y el monumentalismo monolítico del centro de las
~iudades (como Jane Jacobs) se convirtieron, como hemos VIstO en
{¡na mInoría vociferante que expresaba todo un conjunto de des~on-'
i~ntos cnlturales. Las críticas y prácticas contra ·culturales de la
c\écada de 1960, por lo tanto, se dieron en forma paralela a los movi'
m.ientos de lasmmorias excluidas y a la critica contra la raclOnali'
diad burocrática despersonalizada. Todas estas varIantes de la

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