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v.45 n.2 Caracas jul. 2007
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Instituto de Materiales y Modelos Estructurales (IMME), Facultad de Ingeniería,
Universidad Central de Venezuela E-mail: angelomarinilli@yahoo.com,
enrique_castilla@yahoo.com
Resumen
Abstract
The aim of this paper is to present the results of four tests performed at IMME to
evaluate the effect of the number of vertical confining elements, called confining-
columns in this paper, in the seismic behavior of confined masonry walls. The walls
were tested under reversed cyclic lateral loads and constant vertical load. Four full-
scale walls of the same cross-section area were constructed containing two, three, or
four confining-columns, as follows: Specimen M1 consisted of one panel and two
confining-columns; Specimen M2 consisted of two panels and three equally spaced
confining-columns; Specimen M3 also consisted of two panels but the central
confining-column was located at 1/3 of the wall length, and Specimen M4 contained
three panels and four equally spaced confining-columns. The results obtained show
how the number of confining-columns affects the stiffness degradation, the energy
dissipation capacity, the ductility, the cracking pattern, the deformability and the
strength of the walls. These results will be useful to improve the recommendation for
analysis and design of confined masonry wall structures to adequately withstand
severe earthquakes.
Recibido: 16/04/07 Revisado: 22/05/07 Aceptado: 13/06/07
1. Introducción
La norma chilena (NCh2123, 1997) señala que se deben colocar machones en todos
los bordes libres de los muros, en todas las intersecciones de muros y en el interior de
un paño de mampostería, para que el área máxima del mismo sea 12,5m2 o tenga una
dimensión horizontal máxima de 6m entre ejes de machones sucesivos. La norma
colombiana (NSR, 1998) señala que se deben colocar machones en todos los extremos
de los muros estructurales, en las intersecciones con otros muros estructurales, en
lugares intermedios a distancias no mayores de 35 veces el espesor efectivo del muro,
1,5 veces la distancia entre elementos horizontales de confinamiento o 4m. La norma
mexicana (NTCM, 2004) indica que se deben colocar machones por lo menos en los
extremos de los muros, en las intersecciones con otros muros y en puntos intermedios
de un muro a una separación no mayor que 1,5 veces la altura del muro ni 4m. La
norma peruana (Sencico, 2006) señala que la distancia máxima medida centro a
centro entre los machones sea dos veces la distancia entre los elementos de
confinamiento horizontales y no mayor de 5m.
1.2 Antecedentes
Por otra parte, en la literatura se reportan ensayos realizados sobre muros compuestos
por más de dos paños de mampostería confinada pero no contiguos entre sí. Así, por
ejemplo, Alcocer et al. (Alcocer et al., 1994a) ensayaron tres especimenes a escala
natural, compuesto cada uno por dos muros confinados de relaciones de aspecto
diferentes, empleándose en cada especimen una condición de acoplamiento diferente
entre ellos. De igual manera, Alcocer et al. (Alcocer et al., 1994b) ensayaron dos
especimenes similares a los anteriores pero acoplados mediante una viga de concreto
reforzado vaciada en sitio. En este caso cada espécimen ensayado contenía una
propuesta diferente de refuerzo de acero horizontal en los paños de mampostería.
Finalmente, Tomazevic y Klemenc (Tomazevic y Klemenc, 1997b) reportan los
resultados de ensayos sobre mesa vibrante realizados sobre dos modelos a escala 1:5,
de tres pisos y dos vanos en cada dirección, con muros de mampostería confinada en
las dos direcciones con aberturas para puertas y ventanas.
2. Evaluación experimental
Los componentes básicos de los paños de mampostería fueron los bloques huecos de
concreto y el mortero. Los bloques empleados para la fabricación de los muros tenían
dimensiones nominales 40x15x20cm de largura, anchura y altura, respectivamente. El
mortero empleado tenía una relación volumétrica de arena, cemento y cal de 4:1:1,
con la cantidad de agua necesaria para obtener una trabajabilidad adecuada. La
evaluación de las propiedades mecánicas de la mampostería se realizó mediante tres
tipos de ensayos: compresión hasta la rotura de cinco bloques arrojando una
resistencia promedio fp = 85,1 kgf/cm2 (coeficiente de variación, CV = 25,3%),
compresión hasta la rotura de cinco pilas arrojando una resistencia promedio fm = 68,0
kgf/cm2 (CV = 7,53%) y compresión diagonal hasta la rotura de cinco muretes
arrojando una resistencia promedio vm = 5,11 kgf/cm2 (CV= 22,1%). En todos los
casos se empleó el área bruta de los bloques para calcular los esfuerzos
correspondientes. Igualmente se ensayaron cinco cubos de mortero arrojando una
resistencia promedio fcm=70,1kgf/cm2 (CV = 8,90%).
Los ensayos de los cuatro muros fueron realizados en el Banco Universal de Ensayos
del IMME, mostrando laFigura 2 la configuración usada en los mismos. Una vez
colocado cada espécimen en el banco, la viga de fundación se fijó a la losa de reacción
mediante dos tensores que fueron pretensados antes de la ejecución del ensayo para
anclarlo adecuadamente.
Todos los especimenes fueron ensayados ante cargas verticales constantes y cargas
laterales alternantes y crecientes. Se aplicó la misma carga vertical a los cuatro muros
mediante una viga rígida de acero y lastre con el fin de simular el efecto de cargas
gravitacionales. Para garantizar una distribución lo más uniforme posible de la carga
vertical a lo largo de cada muro se colocaron bolsas de arena entre el tope del mismo y
la viga de acero. El peso total de la carga vertical aplicada fue en cada caso de 14,26
tf, representando 4,44% de la resistencia a compresión promedio de la pilas (0,0444
fm).
Las cargas laterales se aplicaron a nivel de la viga de corona mediante dos gatos
hidráulicos de 50 tf de capacidad cada uno. Para evitar concentraciones de esfuerzos al
aplicar las cargas, se colocó una corona de planchas de acero alrededor de la viga de
corona, fijándola a la misma mediante pernos pasantes los cuales se apretaron antes
de iniciar la aplicación de carga. Los ensayos se realizaron mediante control de
desplazamientos comenzando con un desplazamiento de ±1mm y con incrementos de
1mm en cada dirección hasta alcanzar el agotamiento resistente de los muros. Cada
ciclo de carga se repitió el número de veces necesario para lograr la estabilidad de los
ciclos de histéresis obtenidos.
La carga aplicada por cada uno de los gatos hidráulicos se midió mediante sendas
celdas de presión. El desplazamiento lateral de cada muro se midió mediante tres
trasductores de desplazamiento (LVDT) colocados horizontalmente a alturas de 0,75m,
1,50m y 2,30m medidos desde el tope de la viga de fundación. Adicionalmente se
colocaron LVDT verticalmente en los machones para estimar la deformación axial de
los mismos. En la Figura 3 se pueden observar los LVDT colocados horizontal y
verticalmente en el Muro M3. El control de los ensayos y la adquisición de toda la
información generada se realizó mediante un Sistema de Control y Adquisición de
Datos desarrollado en el IMME.
Todos los muros se pintaron de blanco para poder apreciar con facilidad la aparición y
el desarrollo del agrietamiento durante la ejecución de los ensayos. Las técnicas
experimentales comúnmente empleadas para la evaluación sismorresistente de muros
de mampostería pueden ser revisadas en Calvi et al. (Calvi et al., 1996).
3. Resultados experimentales
Las Figuras 4 a 7 muestran los muros una vez ensayados. La Tabla 1 contiene las
resistencias y los desplazamientos de agrietamiento, las resistencias máximas y sus
desplazamientos asociados, así como los desplazamientos últimos obtenidos en los
ensayos. Los desplazamientos indicados en la Tabla 1 corresponden a los
desplazamientos registrados en la parte superior de los muros. El estado de
agrietamiento se identificó con el primer agrietamiento diagonal de la mampostería
acompañado de un cambio apreciable de la rigidez lateral del muro. Se consideró al
desplazamiento de resistencia máximo como el desplazamiento para el cual se registró
dicha resistencia, mientras que el desplazamiento último es el mayor desplazamiento
para el cual no se observó una degradación apreciable de la resistencia máxima. Las
resistencias y los desplazamientos mostrados en la Tabla 1 corresponden a los
promedios de los valores obtenidos en las direcciones positiva y negativa de ensayo.
Las Figuras 8 a 11 muestran los ciclos de histéresis obtenidos durante los ensayos.
4. Análisis de resultados
La Figura 16 muestra la variación de la rigidez lateral secante de los muros durante los
ensayos. Tal como podía suponerse, la inclusión de machones adicionales en muros
con las mismas dimensiones globales genera un incremento en la rigidez inicial de los
mismos. Por otra parte, todos los muros mostraron degradación de la rigidez a medida
que se ejecutaron los ensayos. Es interesante observar que al final de los ensayos
todos los muros mostraron rigideces residuales similares. La propiedad de degradación
de la rigidez es importante desde el punto de vista sismorresistente: los sistemas con
tal propiedad pueden, una vez alcanzada la resistencia cedente en algún ciclo previo,
disipar energía en ciclos posteriores sin necesidad de alcanzar nuevamente la
resistencia cedende del sistema.
Ductilidad
Desplazamiento Desplazamiento Resistencia Ductilidad
Muro del
Cedente(mm) Último(mm) Cedente(tf) Equivalente
Sistema
M1 4,838 8,032 20,665 1,66 1,50
M2 5,761 12,154 26,480 2,11 1,33
M3 5,481 7,897 23,314 1,44 1,29
M4 5,373 14,092 29,569 2,62 1,26
4.6 Agrietamiento
4.7 Resistencia
5. Conclusiones y recomendaciones
e) Los resultados obtenidos mostraron que los muros ensayados no poseen grandes
capacidades de disipar energía para fines sismorresistentes. Esta disipación de energía
fue causada fundamentalmente por la fricción que se desarrolla en la mampostería
agrietada. Basado en las observaciones realizadas, se puede decir que la presencia de
más machones en los muros ensayados no mejora la capacidad de disipar energía ni
incrementa la fracción de amortiguamiento equivalente de los mismos.
i) Los resultados indican que sí existe correlación entre la resistencia máxima de los
muros ensayados y el número de machones contenidos en los mismos. Se observó que
al incluir machones intermedios en los muros ensayados se incrementaron las
resistencias máximas obtenidas.
l) Con el fin de limitar el daño sufrido por los muros de mampostería confinada ante
sismos severos, se propone para fines de diseño que la distorsión máxima permisible
sea 0,002. Para este nivel de deformación la rigidez lateral de los muros ensayados fue
alrededor del 50% de la rigidez lateral inicial.
Sin embargo, debe aclararse que para poder generalizar estas recomendaciones con
fines de diseño sismorresistente es necesario contar con resultados experimentales
que consideren aspectos no contemplados en este trabajo, tales como: número mayor
de machones, muros de otras relaciones de aspecto globales, paños de mampostería
de otras relaciones de aspecto y otros niveles de carga vertical.
6. Agradecimientos
7. BIBLIOGRAFIA
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© 2015 2002 Instituto de Materiales y Modelos Estructurales.Facultad de Ingenieria.
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