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IMME 

v.45 n.2 Caracas jul. 2007

Evaluación sismorresistente de muros de mampostería confinada


con dos o más machones

Angelo Marinilli1, Enrique Castilla1

1
 Instituto de Materiales y Modelos Estructurales (IMME), Facultad de Ingeniería,
Universidad Central de Venezuela E-mail: angelomarinilli@yahoo.com,
enrique_castilla@yahoo.com

Resumen

El objetivo de este trabajo es presentar los resultados de cuatro ensayos realizados en


el IMME para evaluar el efecto del número de elementos de confinamiento vertical,
denominados machones, en el comportamiento sismorresistente de muros de
mampostería confinada. Los muros fueron ensayados bajo carga lateral alternante y
creciente y carga vertical constante. Los cuatro muros fueron construidos a escala
natural, con igual área transversal nominal, conteniendo dos, tres o cuatro machones
de la siguiente manera: el Muro M1 consistió de un paño de mampostería y dos
machones, el Muro M2 consistió de dos paños de mampostería y tres machones
equiespaciados, el Muro M3 también consistió de dos paños de mampostería pero el
machón central estaba ubicado a 1/3 de la longitud del muro y el Muro M4 contenía tres
paños de mampostería y cuatro machones equiespaciados. Los resultados muestran
cómo el número de machones afecta la degradación de la rigidez, la capacidad de
disipación de energía, la ductilidad, el patrón de agrietamiento, la deformabilidad y la
resistencia de los muros. Estos resultados serán de utilidad para mejorar las
recomendaciones de análisis y diseño de estructuras de muros de mampostería
confinada para comportarse adecuadamente ante terremotos severos.

Palabras clave: mampostería confinada, bloques de concreto, machones, evaluación


sismorresistente

Seismic evaluation of confined masonry walls with two or more confining-


columns

Abstract

The aim of this paper is to present the results of four tests performed at IMME to
evaluate the effect of the number of vertical confining elements, called confining-
columns in this paper, in the seismic behavior of confined masonry walls. The walls
were tested under reversed cyclic lateral loads and constant vertical load. Four full-
scale walls of the same cross-section area were constructed containing two, three, or
four confining-columns, as follows: Specimen M1 consisted of one panel and two
confining-columns; Specimen M2 consisted of two panels and three equally spaced
confining-columns; Specimen M3 also consisted of two panels but the central
confining-column was located at 1/3 of the wall length, and Specimen M4 contained
three panels and four equally spaced confining-columns. The results obtained show
how the number of confining-columns affects the stiffness degradation, the energy
dissipation capacity, the ductility, the cracking pattern, the deformability and the
strength of the walls. These results will be useful to improve the recommendation for
analysis and design of confined masonry wall structures to adequately withstand
severe earthquakes.

Key words: confined masonry, concrete masonry units, confining-columns, seismic


evaluation

Recibido: 16/04/07  Revisado: 22/05/07  Aceptado: 13/06/07

1. Introducción

La construcción con base en muros de mampostería confinada es un sistema


estructural ampliamente empleado para la construcción de viviendas en América
Latina, Asia y Europa. Un muro de mampostería confinada consiste básicamente en un
paño de mampostería rodeado en todo su perímetro por elementos esbeltos de
concreto reforzado vaciados en sitio luego de la construcción del paño. Dichos paños
son usualmente fabricados con ladrillos de arcilla, con bloques huecos de arcilla o de
concreto unidos con mortero de cemento. Los elementos de confinamiento verticales
son usualmente denominados machones y los elementos de confinamiento horizontales
son denominados vigas de corona, siendo las dimensiones de sus secciones
transversales comparables con el espesor del paño de mampostería.

En Venezuela un alto porcentaje de la población emplea la mampostería confinada


como el sistema constructivo para la construcción informal de sus viviendas, contando
con poco o ningún control por parte de las autoridades competentes (véase por
ejemplo Bolívar et al., 1994). La situación planteada se agrava al considerar que una
gran cantidad de la población vive en las zonas de mayor amenaza sísmica del país de
acuerdo con la zonificación de la Norma Venezolana 1756 (Covenin Funvisis, 2001).
Por otra parte, el sector formal de la construcción ha empezado a ver con interés el
uso de la mampostería confinada como una alternativa válida y viable para fabricar
viviendas en forma masiva; sin embargo, no existe en el país una normativa
actualizada para este sistema constructivo puesto que la última es de 1955 (Ministerio
de Obras Públicas, 1959), por lo que para su diseño y construcción se recurre a
normativas de otros países latinoamericanos, muchas veces sin tomar en cuenta la
particularidad de los materiales y métodos constructivos empleados en el país.

El objetivo de este trabajo es evaluar experimentalmente el efecto del número de


elementos de confinamiento verticales, o machones, en el comportamiento
sismorresistente de muros de mampostería confinada (Marinilli, 2004). El trabajo
forma parte de un proyecto de investigación desarrollado desde hace varios años por el
Instituto de Materiales y Modelos Estructurales (IMME), organismo adscrito a la
Facultad de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela (FI/UCV), con la
finalidad de racionalizar el uso de la mampostería para fines estructurales y
sismorresistentes (López et al., 1985).

1.1 Separación de elementos de confinamiento vertical

A continuación se presentan algunos requisitos normativos sobre la separación de los


elementos de confinamiento verticales, o machones, en muros de mampostería
confinada. La norma argentina (INPRES-CIRSOC 103, 1991) indica que se deben
colocar machones en los extremos libres de los muros, en las intersecciones con otros
muros y que se deben colocar machones intermedios para cumplir con las dimensiones
y áreas máximas estipuladas. Las dimensiones máximas de los paños de mampostería
dependen de la zona sísmica en consideración; así para las zonas de mayor amenaza
(zonas 3 y 4) se establece un área máxima de 20m2 y una dimensión máxima de hasta
5m. La distancia máxima entre ejes de machones no podrá exceder de dos veces la
distancia entre ejes de apoyos horizontales.

La norma chilena (NCh2123, 1997) señala que se deben colocar machones en todos
los bordes libres de los muros, en todas las intersecciones de muros y en el interior de
un paño de mampostería, para que el área máxima del mismo sea 12,5m2 o tenga una
dimensión horizontal máxima de 6m entre ejes de machones sucesivos. La norma
colombiana (NSR, 1998) señala que se deben colocar machones en todos los extremos
de los muros estructurales, en las intersecciones con otros muros estructurales, en
lugares intermedios a distancias no mayores de 35 veces el espesor efectivo del muro,
1,5 veces la distancia entre elementos horizontales de confinamiento o 4m. La norma
mexicana (NTCM, 2004) indica que se deben colocar machones por lo menos en los
extremos de los muros, en las intersecciones con otros muros y en puntos intermedios
de un muro a una separación no mayor que 1,5 veces la altura del muro ni 4m. La
norma peruana (Sencico, 2006) señala que la distancia máxima medida centro a
centro entre los machones sea dos veces la distancia entre los elementos de
confinamiento horizontales y no mayor de 5m.

La norma venezolana (Ministerio de Obras Públicas, 1959) indicaba que para


construcciones sismorresistentes se deben colocar machones en todas las
intersecciones de muros y que la distancia entre centros de machones no debía ser
superior a 20 veces el espesor del muro. Es interesante destacar que en Venezuela es
usual encontrar machones separados de 4 a 6m en las construcciones informales de
mampostería confinada. Finalmente, la norma europea (EN 1996-1-1, 2002) indica que
deben colocarse elementos de confinamiento a nivel de cada piso, en los extremos de
los muros, en cada intersección de muros, e indica que se requieren elementos
adicionales para asegurar que el espaciamiento máximo, tanto horizontal como
vertical, sea 4m.

1.2 Antecedentes

En la literatura técnica especializada puede encontrarse abundante información sobre


ensayos de muros de mampostería confinada sometidos a carga vertical y carga lateral
de tipo sísmico. En la mayoría de los casos los muros estaban compuestos por un paño
de mampostería, dos machones y una viga de corona. Por ejemplo, Hernández y Meli
(Hernández y Meli, 1976) ensayaron en total quince muros a escala natural, ocho
fabricados con tabiques extruidos y siete con bloques de concreto, proponiendo con
base en los resultados obtenidos recomendaciones para análisis, diseño, detallado y
construcción. Gallegos (Gallegos, 1989) presenta los resultados de diversos programas
de ensayo realizados por el autor y por otros investigadores, analizando de manera
muy detallada todos los aspectos que influyen en el comportamiento de la
mampostería confinada. Tomazevic y Klemenc (Tomazevic y Klemenc, 1997a)
realizaron seis ensayos de muros fabricados a escala 1:5 con bloques huecos de
concreto, tres de mampostería confinada y tres de mampostería no reforzada,
desarrollando un modelo del comportamiento carga contra desplazamiento para la
mampostería. Por otra parte, Yoshimura et al. (Yoshimura et al., 2000) ensayaron
dieciocho muros fabricados a escala 1:2 con bloques huecos de concreto, considerando
variables como la altura de aplicación de la carga horizontal, la presencia y detallado
de refuerzo interno  en el paño de mampostería y el nivel de la carga vertical.

De igual manera, Castilla (Castilla, 1990) presenta un estudio completo del


comportamiento de muros fabricados a escala natural con bloques huecos de arcilla.
Carrillo y Molina (Carrillo y Molina, 1997) presentan un estudio del comportamiento de
muros fabricados a escala 1:2 con ladrillos macizos de arcilla y Castilla (Castilla, 1998)
presenta un estudio completo del comportamiento de muros fabricados a escala
natural con bloques huecos de concreto. En estos ensayos se evaluaron algunos
aspectos tales como el tipo de mampuesto empleado, el efecto de la relación de
aspecto (altura/largura) y la carga vertical sobre el comportamiento de los muros en el
marco del proyecto de investigación desarrollado en el IMME.

Por otra parte, en la literatura se reportan ensayos realizados sobre muros compuestos
por más de dos paños de mampostería confinada pero no contiguos entre sí. Así, por
ejemplo, Alcocer et al. (Alcocer et al., 1994a) ensayaron tres especimenes a escala
natural, compuesto cada uno por dos muros confinados de relaciones de aspecto
diferentes, empleándose en cada especimen una condición de acoplamiento diferente
entre ellos. De igual manera, Alcocer et al. (Alcocer et al., 1994b) ensayaron dos
especimenes similares a los anteriores pero acoplados mediante una viga de concreto
reforzado vaciada en sitio. En este caso cada espécimen ensayado contenía una
propuesta diferente de refuerzo de acero horizontal en los paños de mampostería.
Finalmente, Tomazevic y Klemenc (Tomazevic y Klemenc, 1997b) reportan los
resultados de ensayos sobre mesa vibrante realizados sobre dos modelos a escala 1:5,
de tres pisos y dos vanos en cada dirección, con muros de mampostería confinada en
las dos direcciones con aberturas para puertas y ventanas.

La presencia de más de dos machones en un muro de mampostería confinada puede


ser muy común debido a recomendaciones prácticas de diseño, tales como las
indicadas en el punto anterior; sin embargo, en la literatura se encuentra poca
información disponible sobre la evaluación experimental de muros con estas
características. Así, Liu y Yang (Liu y Yang, 1996) y Liu y Wang (Liu y Wang, 2000)
indican que muros de mampostería confinada con dos o tres machones intermedios
muestran un mejor comportamiento que aquellos que no los poseen; sin embargo, los
autores no reportan en ninguno de los dos casos los resultados experimentales que
sustenten dicha aseveración. Más recientemente San Bartolomé y Quiun (San
Bartolomé y Quiun, 2003) ensayaron tres muros fabricados con ladrillos macizos de
arcilla a escala 1:2, compuestos por uno, dos y tres paneles cuadrados de
mampostería, respectivamente.

2. Evaluación experimental

2.1 Descripción de los especimenes ensayados

Se construyeron cuatro muros de mampostería confinada de las mismas dimensiones


para ser ensayados ante carga vertical constante y carga lateral alternante y creciente.
El Muro M1 consistió de un paño de mampostería y dos machones. El Muro M2
consistió de dos paños de mampostería y tres machones equiespaciados entre sí. El
Muro M3 también consistió de dos paños de mampostería, pero el machón intermedio
estaba ubicado a 1/3 de la longitud del muro. Finalmente, el Muro M4 consistió de tres
paños de mampostería y cuatro machones equiespaciados entre sí. La Figura
1 muestra la configuración de los cuatro muros. La longitud (L), medida centro a
centro de los machones exteriores, y la altura (H) fueron 300cm y 230cm,
respectivamente. El espesor nominal de los muros fue de 15cm, determinado por la
anchura nominal de los bloques empleados para su fabricación.

Figura 1. Configuración de los muros ensayados.

Los componentes básicos de los paños de mampostería fueron los bloques huecos de
concreto y el mortero. Los bloques empleados para la fabricación de los muros tenían
dimensiones nominales 40x15x20cm de largura, anchura y altura, respectivamente. El
mortero empleado tenía una relación volumétrica de arena, cemento y cal de 4:1:1,
con la cantidad de agua necesaria para obtener una trabajabilidad adecuada. La
evaluación de las propiedades mecánicas de la mampostería se realizó mediante tres
tipos de ensayos: compresión hasta la rotura de cinco bloques arrojando una
resistencia promedio fp = 85,1 kgf/cm2 (coeficiente de variación, CV = 25,3%),
compresión hasta la rotura de cinco pilas arrojando una resistencia promedio fm = 68,0
kgf/cm2 (CV = 7,53%) y compresión diagonal hasta la rotura de cinco muretes
arrojando una resistencia promedio vm = 5,11 kgf/cm2 (CV= 22,1%). En todos los
casos se empleó el área bruta de los bloques para calcular los esfuerzos
correspondientes. Igualmente se ensayaron cinco cubos de mortero arrojando una
resistencia promedio fcm=70,1kgf/cm2 (CV = 8,90%).

Los elementos de confinamiento eran de concreto reforzado y consistieron de vigas de


fundación de sección transversal 30x50cm, machones de sección transversal 15x15cm
y vigas de corona de sección transversal 15x20cm. Las vigas de fundación fueron
reforzadas longitudinalmente con cuatro barras No.6 con recubrimiento de 5cm y con
estribos No.4 espaciados 20cm en toda la longitud de las mismas. Tanto los machones
como las vigas de corona fueron reforzados longitudinalmente con cuatro barras No.4
con recubrimiento de 2,5cm y transversalmente con barras No.3. En los machones las
ligaduras se espaciaron 6cm en los extremos de los mismos y 12cm en las zonas
restantes. En las vigas de corona los estribos se espaciaron 10cm en toda la longitud
de las mismas. El concreto empleado en el vaciado de las vigas de fundación arrojó
una resistencia promedio fc = 259 kgf/cm2 (CV = 4,92%) y el concreto empleado en el
vaciado de los machones y las vigas de corona arrojó una resistencia promedio fc =
245 kgf/cm2 (CV = 16,5%). Las barras de acero empleadas en la construcción de los
muros tenían un límite elástico nominal fy = 4.200 kgf/cm2, arrojando los ensayos
como promedio fy* = 4.473 kgf/cm2 (CV = 4,04%).

2.2 Procedimiento de ensayo

Los ensayos de los cuatro muros fueron realizados en el Banco Universal de Ensayos
del IMME, mostrando laFigura 2 la configuración usada en los mismos. Una vez
colocado cada espécimen en el banco, la viga de fundación se fijó a la losa de reacción
mediante dos tensores que fueron pretensados antes de la ejecución del ensayo para
anclarlo adecuadamente.

Figura 2. Configuración de los ensayos.

Todos los especimenes fueron ensayados ante cargas verticales constantes y cargas
laterales alternantes y crecientes. Se aplicó la misma carga vertical a los cuatro muros
mediante una viga rígida de acero y lastre con el fin de simular el efecto de cargas
gravitacionales. Para garantizar una distribución lo más uniforme posible de la carga
vertical a lo largo de cada muro se colocaron bolsas de arena entre el tope del mismo y
la viga de acero. El peso total de la carga vertical aplicada fue en cada caso de 14,26
tf, representando 4,44% de la resistencia a compresión promedio de la pilas (0,0444
fm).

Las cargas laterales se aplicaron a nivel de la viga de corona mediante dos gatos
hidráulicos de 50 tf de capacidad cada uno. Para evitar concentraciones de esfuerzos al
aplicar las cargas, se colocó una corona de planchas de acero alrededor de la viga de
corona, fijándola a la misma mediante pernos pasantes los cuales se apretaron antes
de iniciar la aplicación de carga. Los ensayos se realizaron mediante control de
desplazamientos comenzando con un desplazamiento de ±1mm y con incrementos de
1mm en cada dirección hasta alcanzar el agotamiento resistente de los muros. Cada
ciclo de carga se repitió el número de veces necesario para lograr la estabilidad de los
ciclos de histéresis obtenidos.

La carga aplicada por cada uno de los gatos hidráulicos se midió mediante sendas
celdas de presión. El desplazamiento lateral de cada muro se midió mediante tres
trasductores de desplazamiento (LVDT) colocados horizontalmente a alturas de 0,75m,
1,50m y 2,30m medidos desde el tope de la viga de fundación. Adicionalmente se
colocaron LVDT verticalmente en los machones para estimar la deformación axial de
los mismos. En la Figura 3 se pueden observar los LVDT colocados horizontal y
verticalmente en el Muro M3. El control de los ensayos y la adquisición de toda la
información generada se realizó mediante un Sistema de Control y Adquisición de
Datos desarrollado en el IMME.

Figura 3. Detalle de la configuración e instrumentación de los ensayos.

Todos los muros se pintaron de blanco para poder apreciar con facilidad la aparición y
el desarrollo del agrietamiento durante la ejecución de los ensayos. Las técnicas
experimentales comúnmente empleadas para la evaluación sismorresistente de muros
de mampostería pueden ser revisadas en Calvi et al. (Calvi et al., 1996).

3. Resultados experimentales

Las Figuras 4 a 7 muestran los muros una vez ensayados. La Tabla 1 contiene las
resistencias y los desplazamientos de agrietamiento, las resistencias máximas y sus
desplazamientos asociados, así como los desplazamientos últimos obtenidos en los
ensayos. Los desplazamientos indicados en la Tabla 1 corresponden a los
desplazamientos registrados en la parte superior de los muros. El estado de
agrietamiento se identificó con el primer agrietamiento diagonal de la mampostería
acompañado de un cambio apreciable de la rigidez lateral del muro. Se consideró al
desplazamiento de resistencia máximo como el desplazamiento para el cual se registró
dicha resistencia, mientras que el desplazamiento último es el mayor desplazamiento
para el cual no se observó una degradación apreciable de la resistencia máxima. Las
resistencias y los desplazamientos mostrados en la Tabla 1 corresponden a los
promedios de los valores obtenidos en las direcciones positiva y negativa de ensayo.
Las Figuras 8 a 11 muestran los ciclos de histéresis obtenidos durante los ensayos.

Figura 4. Muro M1 después del ensayo.

Figura 5. Muro M2 después del ensayo.


Figura 6. Muro M3 después del ensayo.

Figura 7. Muro M4 después del ensayo.

Tabla 1. Cargas laterales y desplazamientos obtenidos en los ensayos.

Resistencia Desplazamient Desplazamient


Resistenci Desplazamient
Agrietamient o o Resistencia
Mur a Máxima o Último
o Agrietamiento Máxima
o
(tf) (mm)
(tf) (mm) (mm)
M1 14,713 3,053 20,665 6,078 8,032
M2 16,534 2,770 26,480 10,742 12,154
M3 15,941 2,678 23,314 6,613 7,897
M4 14,728 1,854 29,569 11,082 14,092
Figura 8. Ciclos de histéresis del Muro M1.

Figura 9. Ciclos de histéresis del Muro M2.


Figura 10. Ciclos de histéresis del Muro M3.

Figura 11. Ciclos de histéresis del Muro M4.

Las Figuras 12 y 13 muestran como ejemplo las deformadas laterales obtenidas para


los Muros M2 y M3 registradas con los LVDT colocados horizontalmente. Igualmente,
las Figuras 14 y 15 muestran los desplazamientos obtenidos mediante el LVDT4 y el
LVDT6 en el Muro M3. El LVDT4 permitió estimar la deformación axial del machón
izquierdo en todos los muros ensayados, mientras que el LVDT6 permitió estimar la
deformación axial del machón intermedio en los Muros M2 y M3, así como en uno de
machones intermedios del Muro M4. Los desplazamientos positivos registrados por
LVDT4 y LVDT6 implican alargamiento de los machones, mientras que desplazamientos
negativos implican acortamiento de los mismos.

Figura 12. Deformada lateral del Muro M2.


Figura 13. Deformada lateral del Muro M3.

Figura 14. Desplazamiento del LVDT4 en el Muro M3.


Figura 15. Desplazamiento del LVDT6 en el Muro M3.

4. Análisis de resultados

4.1 Rigidez lateral

La Figura 16 muestra la variación de la rigidez lateral secante de los muros durante los
ensayos. Tal como podía suponerse, la inclusión de machones adicionales en muros
con las mismas dimensiones globales genera un incremento en la rigidez inicial de los
mismos. Por otra parte, todos los muros mostraron degradación de la rigidez a medida
que se ejecutaron los ensayos. Es interesante observar que al final de los ensayos
todos los muros mostraron rigideces residuales similares. La propiedad de degradación
de la rigidez es importante desde el punto de vista sismorresistente: los sistemas con
tal propiedad pueden, una vez alcanzada la resistencia cedente en algún ciclo previo,
disipar energía en ciclos posteriores sin necesidad de alcanzar nuevamente la
resistencia cedende del sistema.

Figura 16. Degradación de la rigidez lateral.

4.2 Disipación de energía y amortiguamiento equivalente

La Figura 17 muestra la energía disipada por unidad de desplazamiento registrada


durante los ensayos. El desplazamiento utilizado para normalizar la energía disipada en
cada ciclo de histéresis corresponde al desplazamiento máximo alcanzado en el mismo.
Resulta evidente que en general la capacidad de disipar energía aumenta para
mayores niveles de deformación; sin embargo, también resulta evidente que la
presencia de un número mayor de machones no parece mejorar la capacidad de
disipar energía de los muros ensayados. La Figura 18 muestra el amortiguamiento
equivalente basado en la energía disipada en cada ciclo de histéresis (Chopra, 2001).
El análisis de los resultados muestra que más del 85% de los valores obtenidos están
entre 0,06 y 0,14, y que el amortiguamiento equivalente promedio es
aproximadamente 10% del amortiguamiento crítico.
Figura 17. Energía disipada.

Figura 18. Amortiguamiento equivalente.

Es necesario discutir sobre la mampostería confinada y su verdadera capacidad de


disipar energía. Esta discusión es importante porque, en general, las normas para el
diseño de estructuras sismorresistentes permiten una reducción de las acciones
sísmicas debido a la respuesta inelástica de las estructuras. En esta reducción se
encuentra implícito el hecho que los sistemas tienen fuentes estables de disipación de
energía, condición que se logra usualmente por medio de propiedades histeréticas
adecuadas de los materiales. Los muros ensayados mostraron poca capacidad de
disipar energía para fines sismorresistentes, aunque se observaron incursiones
importantes en el rango de comportamiento inelástico ante cargas laterales. La
disipación de energía fue causada fundamentalmente por la fricción que se desarrolla
en la mampostería agrietada.

4.3 Sistemas elásticos perfectamente plásticos equivalentes y ductilidad


La Figura 19 muestra las envolventes positivas y negativas de los ciclos de histéresis
obtenidos en los ensayos. Con base en dichas envolventes se obtuvo para cada muro
el sistema elastoplástico equivalente (EPE) basado en el criterio de igual capacidad de
absorción de energía (Bertero, 1976). La Figura 20 muestra a modo de ejemplo las
envolventes positiva y negativa, así como el sistema EPE obtenido para el Muro M4,
mientras que laTabla 2 contiene los parámetros de los sistemas EPE de todos los
muros.

Figura 19. Envolventes de los ciclos de histéresis.

Figura 20. Envolventes y sistema EPE del Muro M4.

Tabla 2. Propiedades de los sistemas elastoplásticos equivalentes (EPE).

Ductilidad
Desplazamiento Desplazamiento Resistencia Ductilidad
Muro del
Cedente(mm) Último(mm) Cedente(tf) Equivalente
Sistema
M1 4,838 8,032 20,665 1,66 1,50
M2 5,761 12,154 26,480 2,11 1,33
M3 5,481 7,897 23,314 1,44 1,29
M4 5,373 14,092 29,569 2,62 1,26

La Figura 21 muestra la variación de la ductilidad equivalente contra la ductilidad del


sistema y la Tabla 2muestra los valores máximos de ductilidad obtenidos. La ductilidad
equivalente se obtuvo de los sistemas EPE, de modo que estos disiparan exactamente
la misma energía que disiparon los muros durante los ensayos. En general, se observa
que la inclusión de machones adicionales tiende a mejorar la ductilidad del sistema, es
decir, tiende a mejorar la capacidad de incursionar en el rango de comportamiento
inelástico de los muros ensayados. Esto puede explicarse al considerar que la
colocación de machones más cercanos entre sí mejora el efecto de confinamiento en la
mampostería. Por otra parte, se observa que la ductilidad equivalente tiende a ser
menor que la ductilidad del sistema. Esto ocurre debido a que la ductilidad equivalente
es directamente proporcional a la energía disipada y que, como se discutió
anteriormente, los muros ensayados mostraron poca capacidad de disipar energía para
fines sismorresistentes.

Figura 21. Ductilidad equivalente y ductilidad del sistema.

4.4 Deformación lateral y distorsiones de entrepiso

En las Figuras 12 y 13 se observa que la deformación lateral de los Muros M2 y M3 fue


gobernada por las deformaciones por corte, obteniéndose en los restantes muros
resultados similares a los mostrados. La Tabla 3contiene las distorsiones de entrepiso
(razón entre desplazamiento en la parte superior del muro y su altura) para las
condiciones de agrietamiento, cedencia y última, arrojando valores promedio de
0,00112, 0,00233 y 0,00458, respectivamente. El coeficiente de variación en todos los
casos fue aproximadamente del 30%.

Tabla 3. Distorsiones de entrepiso.

Muro Distorsión Distorsión Distorsión   Última(


Agrietamiento(mm/ Cedencia(mm/mm) mm/mm)
mm)
M1 0,00133 0,00210 0,00349
M2 0,00120 0,00250 0,00528
M3 0,00116 0,00238 0,00343
M4 0,000806 0,00234 0,00613

Los desplazamientos registrados con los LVDT colocados verticalmente en los


machones, tales como los mostrados en las Figuras 14 y 15, permiten corroborar el
mecanismo para resistir momentos de volcamiento en los muros ensayados. A
diferencia de los machones exteriores que se traccionan o comprimen según la
dirección de la carga lateral, en todos los casos se observó que los machones
intermedios se comportaron básicamente a tracción. Con base en esta información
la Figura 22 muestra el mecanismo resistente a momento de volcamiento de los muros
ensayados.

Figura 22. Mecanismo resistente a momento de volcamiento.

4.6 Agrietamiento

El agrietamiento ocurrió fundamentalmente a lo largo de las juntas de mortero


horizontal y vertical, con una inclinación de aproximadamente 45 ° debido a la
dimensión de los bloques y el aparejo empleado en la fabricación de los paños de
mampostería. En todos los casos el agrietamiento se propagó a todos los machones
durante los ensayos, concentrándose el daño particularmente en los machones
exteriores. Por otra parte, se observó que la presencia de machones colocados con
menor espaciamiento tiende a distribuir el agrietamiento, mejorando de esta manera la
distribución del daño en la mampostería. En las Figuras 4 a 7 se puede observar el
patrón de agrietamiento registrado en los ensayos.

4.7 Resistencia

4.7.1 Resistencia de Agrietamiento


En la Figura 23 se puede observar que la resistencia de agrietamiento no es
dependiente del número de machones contenidos en un muro. Con base en esta
observación, se realizó un ajuste de las resistencias obtenidas en los ensayos mediante
la siguiente ecuación:

                                                    Va = (0,47 vm + 0,29s)AT  


(1)

La Ecuación (1) es del tipo Mohr-Coulomb donde Va es la resistencia lateral de


agrietamiento (kgf), AT es el área transversal del muro incluyendo los machones
(cm2), vm es la resistencia al corte de la mampostería (kgf/cm2) y s el esfuerzo axial
(kgf/cm2). La Figura 23 también muestra la resistencia de agrietamiento obtenida con
la Ecuación (1) para los muros ensayados, como una recta horizontal segmentada (Va
= 15.483 kgf).

Figura 23. Resistencia de agrietamiento.

4.7.2 Resistencia Máxima

Los valores de la resistencia máxima mostrados en la Tabla 1 indican que la misma es


dependiente del número de machones que contiene un muro o, más bien, del número
de machones intermedios que contiene un muro confinado. La Figura 24 muestra la
resistencia máxima obtenida en los ensayos contra el número de machones
intermedios, ajustándose a una linea recta con la siguiente ecuación:

                                               Vmax = 20.555 + 4.452 N'                                           


(2)

Donde Vmax es la resistencia máxima (kgf) y N' es el número de machones intermedios.


En la Figura 24 se grafica también la Ecuación (2) como una recta segmentada. La
ordenada en el origen de la recta representa la resistencia máxima del muro confinado
sin machones intermedios (Muro M1) y su pendiente representa la resistencia
promedio que aporta cada machón intermedio adicional (4.452 kgf). Dicha resistencia

promedio significa un esfuerzo cortante equivalente a    (kgf/cm2), siendo fc la


resistencia promedio a compresión del concreto de los machones. Es importante
destacar que la Ecuación (2) corresponde a las resistencias máximas de los muros
ensayados con la misma carga axial ( σ= 0,0444 fm).

Figura 24. Resistencia máxima.

5. Conclusiones y recomendaciones

En este trabajo se evaluó el efecto del número de los elementos de confinamiento


verticales, o machones, en el comportamiento sismorresistente de muros de
mampostería confinada. Para este fin, se construyeron cuatro muros a escala natural
con bloques huecos de concreto y elementos confinantes de concreto reforzado. Los
muros se ensayaron ante cargas verticales constantes y cargas laterales alternantes y
crecientes hasta alcanzar el agotamiento de los mismos.

A continuación se presentan las conclusiones obtenidas del análisis de los resultados


obtenidos:

a) En general, las deformaciones laterales que predominaron en todos los muros


ensayados fueron las deformadas por corte, independientemente del número de
machones y del espaciamiento de los mismos.

b) El comportamiento de los machones registrado durante la ejecución de los ensayos


permitió corroborar el mecanismo resistente a momento de volcamiento de los muros
de mampostería confinada. Los machones externos se deforman a tracción y a
compresión, según la dirección de aplicación de la carga lateral, mientras que los
machones intermedios se deforman básicamente a tracción.

c) El agrietamiento observado en todos los especimenes ocurrió fundamentalmente a


lo largo de las juntas verticales y horizontales de mortero, aunque en algunos casos se
observó que las grietas atravesaron los bloques de concreto. En consecuencia, el
agrietamiento tuvo en general una inclinación de 45º debido a las dimensiones de los
bloques y el aparejo empleado en la fabricación de los paños de mampostería. Menores
espaciamientos de los machones garantizan un confinamiento más efectivo de los
paños de mampostería generándose una redistribución del daño en la mampostería.
d) La rigidez lateral de todos los muros se degradó a medida que se desarrollaron los
ensayos. Sin embargo, se observó que la presencia de un mayor número de machones
en los muros ensayados produjo una mayor rigidez lateral inicial de los mismos y que
todos los muros presentaron rigideces laterales muy similares entre sí al final de los
ensayos, por lo que para un mayor número de machones se observó una mayor
degradación de la rigidez lateral inicial.

e) Los resultados obtenidos mostraron que los muros ensayados no poseen grandes
capacidades de disipar energía para fines sismorresistentes. Esta disipación de energía
fue causada fundamentalmente por la fricción que se desarrolla en la mampostería
agrietada. Basado en las observaciones realizadas, se puede decir que la presencia de
más machones en los muros ensayados no mejora la capacidad de disipar energía ni
incrementa la fracción de amortiguamiento equivalente de los mismos.

f) La inclusión de más machones tiende a mejorar la capacidad que mostraron los


muros ensayados de incursionar en el rango de comportamiento inelástico; sin
embargo, la ductilidad equivalente tiende a ser menor que la ductilidad del sistema
para los muros ensayados.

g) La distorsión que en promedio produjo el primer agrietamiento de la mampostería


fue 0,00112, la cedencia  0,00233 y el agotamiento 0,00458.

h) No se observó correlación entre la resistencia de agrietamiento y el número de


machones contenidos en los muros ensayados.

i) Los resultados indican que sí existe correlación entre la resistencia máxima de los
muros ensayados y el número de machones contenidos en los mismos. Se observó que
al incluir machones intermedios en los muros ensayados se incrementaron las
resistencias máximas obtenidas.

A continuación se presenta una serie de recomendaciones obtenidas del análisis de los


resultados de los ensayos realizados. Estas recomendaciones pueden servir como base
para el diseño sismorresistente de muros de mampostería confinada, fabricados con
bloques huecos de concreto y contentivos de dos o más machones:

j) Para fines de diseño se recomienda que la fracción de amortiguamiento equivalente


no exceda el 10% del amortiguamiento crítico. Este amortiguamiento tiende a generar
una disipación de energía equivalente a la obtenida en los ensayos realizados.

k) Para fines de diseño se recomienda que la ductilidad equivalente no exceda el valor


de 1,50.

l) Con el fin de limitar el daño sufrido por los muros de mampostería confinada ante
sismos severos, se propone para fines de diseño que la distorsión máxima permisible
sea 0,002. Para este nivel de deformación la rigidez lateral de los muros ensayados fue
alrededor del 50% de la rigidez lateral inicial.

m) La resistencia de agrietamiento de los muros ensayados se puede estimar mediante


la siguiente expresión:

Va = (0,47 vm + 0,29 s) ATZ


n) La resistencia máxima de los muros ensayados se puede estimar mediante la
siguiente expresión:

Vmax = 20.555 + 4.452 N

Sin embargo, debe aclararse que para poder generalizar estas recomendaciones con
fines de diseño sismorresistente es necesario contar con resultados experimentales
que consideren aspectos no contemplados en este trabajo, tales como: número mayor
de machones, muros de otras relaciones de aspecto globales, paños de mampostería
de otras relaciones de aspecto y otros niveles de carga vertical.

6. Agradecimientos

Los autores desean agradecer al Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico


(Proyecto No. PI 08.31.4769.2000) y al Instituto de Materiales y Modelos Estructurales
de la Universidad Central de Venezuela; así como a las empresas Concretera Lock Joint
Consolidada C. A., Siderúrgica del Turbio S. A., C. A. Conduven, Cantera Nacional C. A.
y Conacero C. A. por el soporte brindado para realizar  esta investigación. Los autores
también desean agradecer la asistencia prestada durante la investigación por el Prof.
Norberto Fernández, el Prof. José Romero, la Profa. Carolina Tovar, la Inga. Aura
Fernandez y el Ing. Sergio Rodriguez de la Universidad Central de Venezuela.

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