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AUTOR(ES):
ASESOR:
PIURA – PERÚ
2022
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Vicerrectorado de
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INDICE
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CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO
● Según Habermas (2012) señala la argumentación como medio para lograr la comprensión del
lenguaje, es el fundamento de una comunidad intersubjetiva en la que se llega a un consenso a
partir del conocimiento proposicional compartido, el acuerdo normativo y la confianza mutua en
la buena voluntad subjetiva de cada uno”. Considerando al mismo autor se dice que los sujetos
que son capaces de lenguaje y acción no solo deben ser capaces de comprender, interpretar,
analizar, sino también debatir de acuerdo a sus necesidades de acción y comunicación
● Manuel Atienza (2013) asigna a la argumentación como una cualidad de describir, afirmar,
suponer, hacer una pregunta, etc. En este sentido, si identificamos un conjunto de actos
lingüísticos como argumento, es porque interpretamos su significado para sustentar y
argumentar.
● Roberto Bergalli señala que la argumentación como una actividad que se puede comprobar en
cualquier ámbito donde es necesario argumentar para convencer a otra persona de lo positivo
o negativo. Por tanto, el argumento jurídico debe entenderse como un tipo de razonamiento
formulado en algún nivel donde se utilizan normas jurídicas y donde es necesaria la persuasión.
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Es importante aclarar que el análisis del argumento jurídico no vendría a ser competente para la
exclusión del razonamiento. En sus estudios Aristóteles se dedicó en algunos casos a la tradición lógica
y también en el contenido analítico y su clasificación se divide en 3 tipos: dialéctica, judicial y popular,
por lo que en la argumentación jurídica es de gran interés ya que es un hecho central en la cultura
jurídica actual.
En conceptos frecuentes, en algún momento la ley como la lógica se juntan, y en otras hay una tendencia
entre sí. Sherlock Holmes señaló que “la lógica no es la vida del derecho, sino la experiencia”, cabe
resaltar que el autor no ha utilizado esta frase para afirmar que no hay lógica en el derecho, sino para
oponerse al procedimiento jurídico. Es evidente el creciente interés que existe por estudiar la
argumentación jurídica, por lo que este interés no es tanto estrictamente teórica, pero es compartida por
estudiantes y abogados.
Esta concepción ve la argumentación como una colección de enunciados sin ser interpretadas, en el
sentido de que hace arrobamiento al contenido de verdad o del retoque de las premisas y de la
conclusión; respondiendo al problema o conflicto a partir de los enunciados o premisas, es así donde se
puede pasar a otra conclusión de otra forma; los criterios que se toman en cuenta para la validez vienen
siendo brindados por las reglas de inferencia, y lo que básicamente esta concepción provee en sí son
los esquemas y formas de los argumentos.
Se puede decir que la concepción formal es propia de quienes definen un argumento como una forma
lógica de proposiciones, y este tiene como objetivo establecer los razonamientos válidos y no válidos,
para que un argumento se pueda deducir válido tiene que cumplir con la forma lógica establecida y la
conclusión debe derivarse necesariamente a la verdad de las premisas. Tenemos que tener en cuenta
que el contenido de las proposiciones no es relevante, pero si la estructura formal, que se da desde la
perspectiva lógica.
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2.4. Concepción Material de la Argumentación Jurídica
La concepción material es una teoría de las premisas o también llamadas de las buenas razones, en
esta concepción lo que más importa es analizar los razonamientos que son dados por el órgano de
decisión. En el enfoque material lo que más se interesa es analizar que el contenido sea válido y si el
tipo de argumentación es correcto, fuera de eso, en esta visión lo que más importa no es la forma de los
enunciados, sino todo lo que los hace verdaderos, la reacción a la situación de creer o de hacer
realmente, como mencionamos antes, las premisas son razones para creer en algo, para hacer o intentar
realizar una acción; Sus criterios de elegibilidad no pueden ser exactamente oficiales, lo principal es
determinar en qué condiciones prevalece un tipo de razón sobre otra.
La concepción material, al igual que la anterior, debe basarse en argumentos deductivos, la diferencia
que existe entre ambos es que en la concepción material no termina la inferencia, como en el otro, pero
en esta concepción, es decir en el material lo más importante es el contenido, quien resuelve el problema
con el diseño material, debe basarse en los hechos de un contenido. O una situación valiéndose con la
verdad, mientras que, en el diseño formal, el argumento debe ser lógico.
La visión pragmática considera una discusión como una forma de interacción lingüística, “Una discusión
es un acto de habla complejo que ocurre en ciertas situaciones; en general, se puede decir que en el
curso del diálogo con otros o consigo mismo, cuando surgen dudas o cuando se cuestionan los
enunciados y se acepta que los problemas se resuelven mediante la pertinencia del lenguaje. El
argumento es visto aquí principalmente como una actividad, como un proceso, cuyo desarrollo está
sujeto a ciertas reglas de comportamiento de los actores involucrados.
(Aguilo, J., 2016) Por último, el capítulo quinto lo dedica el autor a la concepción pragmática de la
argumentación como una actividad dirigida a persuadir sobre algo o a defender o atacar una tesis;
poniendo el énfasis en los efectos que se tratan de lograr con la argumentación. La distinción entre la
concepción retórica y la dialéctica, afirma el autor, depende esencialmente de que en la actividad social
en que consiste argumentar, una de las partes de la relación o ambas asuman un rol activo.
La concepción pragmática tiene cierta prioridad sobre las otras dos, pero la argumentación jurídica no
puede verse exclusivamente en términos retóricos y/o dialécticos. Esta obra contribuye a enriquecer el
conocimiento filosófico en cuanto al Derecho como argumentación. Se recomienda su lectura.
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2.6. Argumentación Jurídica en el Perú
(Jorge Carlín Huamaní Carrasco, 2017 ) sostiene que existe un interés real y creciente por la
argumentación jurídica porque se fundamenta en la necesidad intrínseca que tiene el proceso judicial,
es decir, porque las sanciones requieren que estén motivadas y esta pretensión debe ser por parte del
tribunal. actores en cualquier proceso de adjudicación.
Sánchez 2004 argumenta que un argumento puede categorizarse como la entidad primaria de un
argumento, vinculando la intención con el motivo fundacional. Proporciona el carácter lingüístico
pragmático de las pruebas de principio próximas a su ordenación según sus principales características
en la argumentación judicial. Estos pueden ser de diferentes tipos. Por otro lado, los argumentos, que
son esencialmente comunicación, pertenecen a muchas áreas de análisis. Por otro lado, los argumentos
son esencialmente demostrativos o atestiguados, e involucran actos de pensamiento tanto internos como
externos. El argumento es, en última instancia, persuasión o persuasión, y ambas partes lo utilizan en
el argumento legal con el fin de dar a conocer la opinión del crítico. En otras palabras, el argumento
racional como unidad, y su asociación con la comida, base que pretendemos alcanzar: el énfasis también
en tres formas en su clasificación.
Como ha expresado la propia Corte, la sentencia comentada es un desarrollo de una sentencia anterior,
pues anteriormente había adelantado algunas “ideas” sobre el concepto de ordenamiento jurídico, su
estructura jerárquica y, sobre todo, el ideal de coherencia y plenitud del ordenamiento jurídico como
postulados ideológicos. Estos son, y no debemos olvidar, los presupuestos teóricos e ideológicos a partir
de los cuales la Corte intentará estructurar posteriormente el sistema de fuentes del derecho peruano.
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2.8. El Control Constitucional Peruano
El control difuso peruano reside en la facultad que disponen los jueces del sistema, además de que la
inconstitucionalidad de la ley en litigio es de su competencia y también pueden pretender su
constitucionalidad y aplicarla, argumentando su congruencia con la constitución; por otro lado el control
concentrado el que opera el control es un órgano jurisdiccional centralizado, estos dos controles son
sistemas para la protección de la superioridad de la Constitución, Estos controles aseguran que no exista
una norma por encima o en contra de la constitución. García (2013) señala que “En este modelo el
órgano administrador de la justicia ordinaria –Poder Judicial– ejerce simultáneamente un control difuso
y concentrado, según sea la naturaleza de la acción objeto de su conocimiento. (p. 8)
Se presentan dos controles constitucionales como lo es el control difuso se le concede la labor de control
donde el juez deberá proceder de forma de legalidad y constitucionalidad; y, el control concentrado solo
lo tiene el Tribunal Constitucional cuando se pronuncia en un proceso de inconstitucionalidad. Aquí existe
el control indirecto, los efectos son específicos, se aplican a casos determinados sometidos a la
jurisdicción del juez que los administra, y los efectos son entre las partes; En las sentencias donde se
refleje el control difuso se argumenta qué consiste la incompatibilidad constitucional. Un control de
constitucionalismo amplía el alcance de la conciencia del juez constitucional; En cambio, en el control
concentrado, el juez es el complemento de esta jurisdicción, y sus fallos tienen consecuencias generales,
declaran, anulan una norma al declararla inconstitucional.
Este control está señalado en la constitución política del Perú de 1993, en el artículo 51 que hace
referencia a la superioridad de nuestra constitución al predominar sobre una norma de menor jerarquía.
Highton (2010) nos indica que:
“el juez tiene el deber interpretativo de emitir un juicio sobre la constitucionalidad de la norma. El fallo
de un juez ordinario es tan válida como el fallo de la Corte Suprema, ya que tanto el juez ordinario como
la Corte Suprema tienen el poder constitucional de regular la constitucionalidad”.(p.111)
De esta forma, el control de difusión se distribuye entre varias autoridades, que es el medio
encomendado a todos los jueces para controlar a las fuerzas políticas de acuerdo con la política y la
justicia del momento. En determinados casos, puede ser ejercido por el poder judicial y el Tribunal
Constitucional.
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Por otro lado, la Sala de Derecho Constitucional y social Permanente de la Corte Suprema de Justicia
de la República, en la consulta contenida en el Expediente Nº 1618-2016, de fecha 16 de agosto de 2016
ha dejado señalado respecto del control difuso las siguientes reglas:
4. Identificar los derechos fundamentales involucrados en el caso concreto, el medio utilizado, el fin
perseguido, el derecho fundamental intervenido y el grado de intervención, para así poder aplicar el test
de proporcionalidad u otro de igual nivel de exigencia. (p. 7988)
El control difuso es un proceso complicado porque es la última ratio sobre la constitucionalidad de la ley,
además de que pueden existir variedad de posibilidades que al haber una norma constitucional
indeterminada puedan nacer múltiples interpretaciones, y se debe tener una relevancia constitucional
para determinado caso. Es practicada por jueces de todos los países y su alcance es iter partis.
El control difuso es de importancia porque opta por tener pluralidad de soluciones a la ausencia de
uniformidad en los fallos y decisión judicial. Ahora, gracias a este mecanismo, se ha hecho posible
cumplir con las decisiones judiciales y por lo tanto reclamar la vulneración de derechos.
2.8.1.1. Competencia
En el control difuso, el poder ejecutivo pronuncia sentencias que son controles de seguimiento que
actúan por acciones indirectas y directas, no sólo haciendo cumplir la ley, sino también las acciones que
crean la ley o los derechos del individuo. En el artículo 138 de la constitución política del Perú, primer
párrafo nos manifiesta “ La potestad de administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por el Poder
Judicial a través de sus órganos jerárquicos con arreglo a la Constitución y a las leyes” (1993), que la
administración del control difuso es ejecutado por el poder judicial a través de su órgano jerárquico de
correlación con la Constitución y la ley además si llega a existir disconformidad entre normas, van a
elegir la de rango superior.
Por otro lado, también el tribunal constitucional, tiene competencia, tal y como señala La constitución
Política del Perú en el artículo 202 manifiesta conocer lo siguiente:
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2. En última y definitiva instancia, las resoluciones denegatorias de hábeas corpus, amparo, hábeas
data, y acción de cumplimiento.
3. los conflictos de competencia, o de atribuciones asignadas por la Constitución, conforme a ley. (1993)
Las garantías constitucionales buscan la protección de los derechos fundamentales que han sido
vulnerados de todas las personas y la protección de la primacía de nuestra constitución y que se efectúen
las normas. Quiroga (1998) manifiesta que:
se refiere a las acciones procesales, como son la acción de habeas corpus, habeas data, acción de
amparo, la acción de inconstitucionalidad, como la acción popular, las mismas que están tipificadas en
la constitución en el artículo 200, todas ellas son de mucha importancia porque al momento de resolver
una sentencia permitirá que nuestros derechos sean protegidos de acciones injustas que contravienen
a nuestro ordenamiento jurídico.
La coexistencia de los dos modelos de control, en mi criterio, impulsa la necesidad de tener claro el
camino por donde cada uno transita.
Por un lado, el control difuso muestra una operatividad auténticamente difuminada a grado de toda la
Magistratura, independientemente de la especialidad y del tipo de proceso que conozcan. Tal
diversificación empuja a una toma de conciencia de los operadores jurídicos y, además, a descubrir
lazos comunicantes (y coherentes) con el Tribunal Constitucional, a quien la Constitución le ha conferido
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la tarea de Supremo Contralor de la Constitucionalidad. Sin embargo, en dicha misma labor, cabe
reconocer que el proceso de acción famosa pertenece a la operatividad del modelo concentrado; no
obstante, este no ha sido diseñado por el Constituyente para ser supervisado por el Tribunal
Constitucional.
Por ello en este trabajo sostendré que el control constitucional en el Perú es un “modelo todavía por
armar» sin embargo, más que nada, por concientizar”. El estudio del control de constitucionalidad va a
servir para determinar ciertos aspectos conceptuales que lo vinculan con la interpretación constitucional
de forma bastante estrecha, a la luz no solo de los que sostiene la ideología comparada de hoy, sino
además de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional.
2.8.2.1. Competencia
(Hernández, 2017 ) “Son fines esenciales de los procesos constitucionales garantizar la primacía de la
Constitución y la vigencia efectiva de los derechos constitucionales”.
Procesos constitucionales que tutelan la vigencia efectiva: proceso de amparo, proceso de hábeas
corpus, proceso de hábeas data y proceso de cumplimiento.
El derecho de acción, representa uno de los pilares primordiales de la tutela judicial positiva, y es
considerado por la ideología como un meta derecho; no obstante, en la práctica jurídica y en la legislación
peruana, a veces llega a confundirse con otras instituciones como la pretensión y la demanda, las cuales,
si bien es cierto, se hallan íntimamente en relación, sus funcionalidades dentro del derecho son diversas.
Después se muestra un breve estudio sobre las diferencias entre la acción, pretensión y demanda, el
cual ha sido llevado a cabo por medio de una averiguación documental sobre la base de ideología
nacional y universal y jurisprudencia peruana.
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Referencia bibliográfica
Aguilo, J. (2016). "Tener una constitución", "Darse una constitución" y " vivir en Constitución.
Barcelona - España: http://bdigital.ula.ve/storage/pdf/anuc/v29/resena1.pdf.
Atienza, M. (2017). Las razones del derecho: teorías de la argumentación jurídica (Vol. 2).
https://books.google.es/books?id=2aHNDwAAQBAJ&lpg=PT3&ots=tElHfeyG4J&dq=concepci%C3%B3
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Jorge Carlín Huamaní Carrasco. (2017 ). La argumentación jurídica y los medios probatorios
en el. Lima :
https://repositorio.ucv.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12692/13470/Huaman%C3%AD_CJC
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