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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

DE LOS LLANOS CENTRALES


“RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA DE POSTGRADO
ESPECIALIDAD EN DERECHO PENAL Y CRIMINOLOGIA 
LA ADMISIÓN DE LOS HECHOS COMO EXCEPCIÓN Y FORMA DE
AUTOCOMPOSICIÓN PROCESAL EN EL PROCESO PENAL VENEZOLANO
Trabajo Especial de Grado Presentado como requisito para Optar al Título de
Especialista en Ciencias Penales y Criminológicas

Resumen
El presente trabajo se centró en Analizar la Admisión de los Hechos como excepción y
forma de autocomposición procesal en el Proceso Penal Venezolano, propiciando un
ejercicio analítico  con respeto a la figura de autocomposición procesal como lo es la
Admisión de hechos, desarrollando en sus bases teórica lo referente a la
conceptualización  de la Admisión de hecho, el proceso penal, la admisión de hecho
como excepción, la teoría de la imputación objetiva, la teoría del garantimos y con la
fundamentación legal en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
1999, Código Orgánico Procesal Penal del año 2012, la Ley Orgánica para la
Protección  una vida libre de Violencia, Declaración Universal de los Derechos
humanos, Plan de la Patria 2019-2025. La investigación se suscribe en la línea
“Derecho Procesal Penal y Multiculturalidad” de la Universidad Nacional “Rómulo
Gallegos”. Metodológicamente la investigación se desarrolló desde un Enfoque
dogmático jurídico, Tipo Investigación Documental con diseño bibliográfico, de nivel
descriptivo, con técnicas de recolección de información fue notas para el registro, el
diario de campo, el software de apoyo y como Técnicas el análisis de contenido.
Concluyendo que el procedimiento por admisión de los hechos se encuentra
consagrado en el Código Orgánico Procesal Penal (2012), considerado como un
mecanismo de autocomposición procesal en el cual el imputado luego de admitida la
acusación, admite los hechos que se le culpa o califican y solicita al Juez de control o
de juicio, según equivalga, que proceda a aplicar de inmediato la pena
correspondiente al delito. Del mismo modo, se hace una revisión exhaustiva de la
aplicación de forma apresura y desmedida que se ha venido haciendo de la excepción
a una practica cotidiana en la admisión de los hechos.

Descriptores: Admisión de los hechos, Autocomposición Procesal, Proceso Penal


Venezolano. 

INTRODUCCIÓN.

La justicia como derecho humano fundamental, se propicia en el estado, el


cual tiene el rol fundamental de garantizar a todos sus ciudadanos a través del
imperio que le ha sido conferido por los administrados, que está en el deber de
impartir. Por ello, cada nación desde la óptica del hecho social que le da origen a
sus instituciones ha interpretado de distinta forma lo que debe entenderse por la
justicia y la manera como la misma debe ser administrada. En Venezuela, se
concibe como el principio supremo ante el cual están supeditados todos los
procesos judiciales, no en vano el ordenamiento jurídico refiere a groso modo que
el proceso constituye el instrumento fundamental para la realización de tan magna
garantía.
   La garantía procesal de un juicio justo o debido proceso, incardinada como una
garantía constitucional de todo proceso judicial o administrativo, fue incorporada
por el constituyente de (1999), como un conjunto de garantías básicas que se
requieren para instaurar un juicio justo o debido proceso legal. Siendo instituido el
debido proceso constitucionalmente en el artículo 49 de la Carta Política
Venezolana. Sin embargo, es de hacer denotar que en Venezuela se vislumbraba
un accionar garantista en materia penal; puesto que dicha garantía fundamental,
se incorpora primero en el sistema de justicia penal venezolano, con la
promulgación el 23 de enero de 1998, del Código Orgánico Procesal Penal, cuya
entrada en vigencia plena se verificó, a partir del 1 de julio de 1999.
    De allí que, la implementación del conjunto de garantías fundamentales, a la
que se denomina debido proceso o juicio justo, son necesarias para que se
produzca una decisión judicial, en el que el acto de juzgar pasó a ser de un acto
arbitrario a un acto limitado por un conjunto de garantías básicas que debían ser
acatadas por el Estado cuando en ejercicio del ius puniendi producía una decisión
judicial que imponía una condena dentro del marco de un juicio justo. 
     De tal manera que, en los procesos penales, ésta garantía de raíz
constitucional, se instituye como un supremo derecho de todo imputado o
acusado, a ser juzgado mediante un juicio justo, específicamente, a que se
respete un conjunto de garantías básicas, como: la del juez natural, la del derecho
a ser oído, a la presunción de inocencia, a la dignidad humana, a la defensa, a la
tutela judicial efectiva, a la afirmación de la libertad, al acceso a las pruebas, a
presentar pruebas y contradecir las que obren en su contra, a ir juicio oral, público
y contradictorio, entre otras; cuyos principios garantizaran de forma categórica el
debido proceso establecido en el Articulo 49 de la Constitución de la Republica
Bolivariana de Venezuela (1999).
    De tal manera, la institución del debido proceso, con especial referencia al
sistema de administración de justicia penal venezolano, reviste una importancia
política capital, mediante la cual destaca ésta garantía fundamental como factor
que representa el signo característico de un verdadero sistema democrático. De
allí que, entro de todas estas garantías se encuentra incorporada la voluntad del
imputado, en la admisión de hecho, el cual, él es el único legitimado para solicitar
la aplicación de éste procedimiento es el imputado, quien deberá solicitarlo de
manera libre, voluntaria y consciente; es decir, libre de toda coacción, amenaza,
imposición o apremio. 
   Siendo así, el legislador ha pretendido darle mayor gracia al Procesado al
momento de solicitar ésta herramienta jurídica; bien sea para darle terminación al
procedimiento, lograr beneficios procesales y/o resarcirle a la Víctima el daño
causado en los delitos de acciones públicas o, en aquellos que sean delitos
dependientes de acusación. De tal manera que, se ha tomado la figura de
autocomposición procesal como un medio de simplificación del proceso penal
venezolano previendo la garantía fundamental, y a los postulados que la
desarrollan y consolidan. 
   De signo contrario, se observa con gran preocupación como en el actual sistema
de justicia penal en Venezuela se ha venido convirtiendo en un eficiente aparato
procesal que produce el mayor número de condenas sin juicio. Según Rangel
(2019), establece que:  
Los operadores de la justicia penal: llámense jueces, fiscales y
defensores, se decantan con extrema comodidad y facilidad por
la apresurada imposición de una condena sin que se aprecie una
sola prueba, es decir, sin que medie un debate probatorio como
normal antecedente de la sentencia. La demandante cultura en
la administración de justicia penal por el fenómeno de la
condena sin juicio, es una alarmante realidad que debemos
reflexionar; la cual es una lógica consecuencia de la asunción de
una política procesal invertida. Es decir, de la distorsión del
instituto de la admisión de los hechos, el cual ha tomado una
excesiva centralidad y protagonismo en el sistema, lo que la
convierte de una figura procesal que nació como una excepción;
era ésa su original concepción, a configurarse hoy como la regla
o la normal y más demandante fábrica de condenas en el
proceso penal venezolano. (p 131)

    Desde esta perspectiva, este estudio, tiene como objetivo Analizar la Admisión
de los Hechos como excepción y forma de autocomposición procesal en el
Proceso Penal Venezolano. El cual se enfoca dentro de una investigación de
enfoque Dogmático Jurídico y se estructura en cuatro capítulos de la siguiente
forma: Capítulo I El Problema, en el cual se destaca el planteamiento del
problema, objetivos y justificación, el Capítulo II Marco Teórico, que describe los
antecedentes de la investigación, bases teóricas, teorías que fundamentan la
investigación, bases legales, Capítulo III Marco Metodológico, Enfoque, Tipo
Investigación, Diseño, de Nivel, técnicas de recolección de información y Técnicas
el análisis de Información, Capítulo IV,  presenta las conclusiones y
recomendaciones del trabajo.

CAPÍTULO I

EL PROBLEMA

Planteamiento del Problema


    La justicia ha sido definida a través de la historia como la virtud moral que
inclina a dar a cada cual lo que le pertenece como propio. El objeto de esta virtud
es el derecho objetivo, aquello que se debe a otro por estarle vinculado en fuerza
de unos títulos naturales o adquiridos legítimamente. Hay derechos primarios o
fundamentales que son exigencia indispensable de la misma naturaleza humana,
derivan de la ley natural pero no son primarios, otros en cambio, tienen como
razón de existir la voluntad positiva de Dios. Por lo cual, el hombre debe usarlos,
haciendo mención al derecho formal y subjetivo. Igualmente, se deben respetar los
derechos antes enunciados, cumpliendo con el acto propio de la justicia de dar a
cada uno lo que le pertenece. Indicándose, que La justicia, es la capacidad de vivir
en la verdad con el prójimo, siendo ésta una de las virtudes más elevadas para la
obtención de la paz social. 
     Por otra parte, la justicia legal es entendida como el medio a través del cual el
Estado procura el bien común a todos los que habitan en un determinado territorio,
mediante la promulgación de leyes justas y sabias, y en la constitución de un
poder público capaz de darlas a conocer y de hacerlas cumplir. Ahora bien, el
desarrollo del derecho penal en la modernidad ha evidenció una preocupación
paulatina y creciente sobre los derechos de los imputados frente a la justicia penal,
lo que ha propiciado el advenimiento de derechos sustantivos y procesales para
los imputados de delitos, para garantizarles un juicio y una sanción justa. Por lo
tanto, la adopción del derecho penal actual, regido por principios constitucionales
derivados de la supremacía de los Derechos Humanos, significó un proceso
humanizante de las prácticas inquisitivas propias de modelos absolutistas de
ejercicio del poder.
   De tal manera, que en Venezuela por su características de tener una
Constitución Patria con cimientos garantista, los derechos de los procesado
también se visualizan desde los principios del Proceso Penal venezolano regulado
en la Ley Adjetiva Penal, de tal modo que prevé figuras jurídica que el imputado
puede acogerse en su mero derecho y garantía procesal venezolana, garantías y
principios que son tutelado por la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (1999), en el cual consagró en términos expresos, claros y precisos el
derecho a la tutela judicial efectiva al disponer en su artículo 26 que establece: 
Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de
Administración de justicia para hacer valer sus derechos e
intereses, incluso los colectivos y difusos, a la tutela efectiva de
los mismos y a obtener con prontitud la decisión correspondiente.
El Estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial,
idónea, transparente, autónoma, independiente, responsable,
equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o
reposiciones inútiles (p. 32).
     Bajo la idea de asegurar la prestación de una justicia efectiva a los ciudadanos,
en obsequio de su derecho a la tutela judicial, la Constitución complementó dicha
norma con otras que tienen por fin, entre otros aspectos, garantizar el derecho a la
defensa y el debido proceso de las partes en juicio o fomentar la descentralización
del poder judicial para hacerlo más accesible al ciudadano, así como también al
proceso como un instrumento fundamental para la realización de justicia, la cual
no podrá ser sacrificada por la omisión de formalismos no esenciales o inútiles.
    De igual forma, la interpretación del principio de presunción de inocencia es una
presunción iuris tantum, es decir, que admite prueba en contrario. De este modo,
un juez no puede condenar cuando la culpabilidad no ha sido verificada más allá
de toda duda razonable; esto es, según Aguilar (2005) “cuando los órganos de
persecución penal no han podido destruir la situación de inocencia, construida de
antemano por la ley” (p 38). De allí que, la presunción de inocencia es un principio
de garantía constitucional y se  encuentra su fundamento en la Ley Adjetiva Penal
(2012), en su Articulo Artículo 8°. El cual taxativamente establece que: “Cualquiera
a quien se le impute la comisión de un hecho punible tiene derecho a que se le
presuma inocente y a que se le trate como tal, mientras no se establezca su
culpabilidad mediante sentencia firme” (p 13).
   Sin embargo, dentro del colorario de los principios procesales, emergen una
figura de autocomposición procesal, que tienes su fundamento en el Código
Orgánico Procesal Penal (2012), en su Libro Tercero: “De los Procedimientos
especiales”, Título IV “Del procedimiento por admisión de los hechos”, regulado en
el artículo 375, en el cual se  establece el procedimiento por admisión de los
hechos; éste procedimiento “especial” puede ser solicitado únicamente por el
imputado, quien deberá admitir los hechos en su totalidad, solicitando al tribunal la
inmediata imposición de la pena que corresponda.
   De allí que,  la figura especial de Admisión de los hechos, le permitirá al
imputado obtener una sustancial rebaja de la pena, de acuerdo al delito atribuido
mediante la acusación fiscal; la cual previamente deberá ser admitida por el
tribunal, quien tomará en consideración el daño social causado y el bien jurídico
afectado; pudiendo rebajar la pena desde un tercio a la mitad. Para el caso de
delitos violentos o graves, cuya pena exceda de ocho años en su límite máximo,
sólo podrá rebajar hasta un tercio de la pena aplicable. Desde este escenario, se
propicia la oportunidad procesal, establecido en el artículo 375 del Código
Orgánico Procesal Penal (2012), el cual se presenta a regular la figura se colige
que el único legitimado para solicitar la aplicación de éste procedimiento es el
imputado, quien deberá solicitarlo de manera libre, voluntaria y consciente.
   De tal modo que, la Admisión de los hechos, desde su inicio se presento como
una excepción en su aplicación en aquellos casos y circunstancias establecidas en
el artículo 375 del Código Orgánico Procesal Penal (2012), todo esto por, atender
a las garantías constitucionales establecidas en el Artículo 49 del debido proceso
refiriéndose a el derecho a un juicio justo es uno de los derechos civiles de mayor
trascendencia: incluye la presunción de inocencia, el principio de libertad, al
derecho a la defensa y al debido proceso, entre otros. Concluye con una sentencia
justa. Un juicio justo es el requisito de todos los demás derechos humanos
relacionados con cualquier proceso, sea penal, administrativo o civil. Desde esta
perspectiva, la admisión de hechos, se ha venido practicando de forma habitual
dejando de ser una excepción a pasar a ser una regla. 
   De tal manera que, la Admisión de los hechos como excepción, presenta sus
elementos necesarios, es decir, debe llevarse acabo libre de toda coacción,
amenaza, imposición o apremio, una vez que comprenda el imputado claramente
las consecuencias de su admisión; razón por la cual el juez deberá explicar en
términos inteligibles al común de las personas lo que ello significa, sin que en
ningún momento pueda éste el juez convencerle, ni persuadirle e incitarle para
que acoja dicho procedimiento. Por su parte, Vecchionacce (1999), explica la
naturaleza jurídica de este procedimiento especial que según el autor es: “una de
las formas de autocomposición procesal mediante la cual el legislador crea una
especial manera de terminación anticipada del proceso, con prescindencia del
juicio oral y con la condena del imputado” (p 68).
    Por tanto, el procedimientos de la admisión de los hechos, se convierte en un
procedimiento especial en un mecanismo excepcional, es decir, no habitual, con el
que cuenta el imputado, que le permitirá renunciando al juicio previo, como
derecho fundamental, poder solicitar la inmediata imposición de una pena;
obedeciendo tal solicitud a la obtención de una rebaja sustancial de la misma,
atendiendo las circunstancias individuales del caso, el bien jurídico afectado y el
daño social causado. Aunado además, a la limitación de la oportunidad procesal
en la cual puede ser solicitado, esto es en la audiencia preliminar fase intermedia,
una vez admitida la acusación y hasta antes de la recepción de la prueba en la
fase de juicio. No distinguiendo el legislador si se está en presencia de un
procedimiento ordinario o abreviado, lo cual resulta indiferente si la oportunidad
procesal abarca dos fases del proceso, la intermedia y la de juicio. 
   Sin embargo, la aplicación del procedimiento de Admisión de los hechos se  ha
dejado de ser una excepción como procedimiento especial como fue establecido
desde inicio a convertirse en una regla de la práctica jurídica del que hacer diario
de los tribunales donde la habitualidad se encuentra en el que hacer diario, Según
Rangel (2019), establece que: 
Este procedimiento especial se ha venido convirtiendo a lo interno
de la actividad judicial como el más aplicado para obtener una
sentencia condenatoria. Es decir, en la gran mayoría de los casos,
las sentencias condenatorias que se producen devienen de la
regular y muy habitual aplicación de éste procedimiento (p 132).

    De allí que, según lo establecido por el citado autor, a condena sin juicio, como
el más habitual resultado en los procesos penales, ha desnaturalizado su
delimitado carácter excepcional; carácter que ha venido perdiendo terreno por la
extrema comodidad y total ausencia de rigurosidad a la hora de emplear el
procedimiento por admisión de los hechos, desconociéndose por parte de los
operadores del sistema su especial naturaleza, su ubicación estructural dentro del
estatuto procesal, que lo concibe como un procedimiento especial. Ante tales
consideraciones, surge la inquietud de la investigadora por realizar la presente
investigación, que tiene como objetivo general, Analizar la Admisión de los Hechos
como excepción y forma de autocomposición procesal en el Proceso Penal
Venezolano. En virtud de lo antes expuesto, la presente investigación tiene como
objetivo dar respuesta a las siguientes interrogantes:
¿Cuál el sustento Doctrinario y Legal del Procedimiento de Admisión de los
hechos en el Proceso penal Venezolano?
¿Cómo será la Legislación Actual del Procedimiento de Admisión de los hechos en
el Proceso penal Venezolano?
¿Cuáles son los criterios Jurisprudenciales de la Admisión de los Hechos como
excepción y forma de autocomposición procesal en el Proceso Penal Venezolano?
Objetivos de la Investigación

Objetivo General
     Analizar la Admisión de los Hechos como excepción y forma de
autocomposición procesal en el Proceso Penal Venezolano.
Objetivos Específicos
-Identificar el sustento Doctrinario y Legal del Procedimiento de Admisión de los
hechos en el Proceso penal Venezolano.
-Determinar la Legislación Actual del Procedimiento de Admisión de los hechos en
el Proceso penal Venezolano.
-Develar los criterios Jurisprudenciales de la Admisión de los Hechos como
excepción y forma de autocomposición procesal en el Proceso Penal Venezolano.

Justificación

     La Admisión de los hechos, como forma de autocomposición procesal en el


proceso penal venezolano, con promulgación garantistas que emana de las
garantías establecidas en la Constitución de al República Bolivariana de
Venezuela (1999), en la que en su Ordinal 3, establece que: “Toda persona tiene
derecho a ser oída en cualquier clase de proceso, con las debidas garantías y
dentro del plazo razonable determinado legalmente, por un tribunal competente,
independiente e imparcial establecido con anterioridad. Quien no hable castellano
o no pueda comunicarse de manera verbal, tiene derecho a un intérprete”. (p 10).
De tal manera, la Admisión de los hechos tiene su oportunidad procesal, con las
debidas garantías procesales, tal como lo establece el artículo 375 de la ley
Adjetiva Penal.
    Desde la Perspectiva Jurídica, la presente investigación reviste gran
importancia, visto que la misma aportaría constructos referencia al tema de la
Admisión de los Hechos como excepción y forma de autocomposición procesal en
el Proceso Penal Venezolano; puesto que el estado es garante se una salud
jurídica inquebrantable para la protección de los derechos de los ciudadanos y
todo aquel que se cobija bajo la protección del Estado. De allí que, la presente
investigación revistes la justificación de la misma dada la responsabilidad del
Estado en otorgar seguridad jurídica penal a los ciudadanos incursos en esta
materia. 
    Desde la Perspectiva Social, la presente investigación se justifica dada la
importancia de mantener el orden social, la igual, equidad y justicia que es
establecido por la fuente principal del derecho Venezolano, como lo es, la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), y en la cual se
encuentras principios que normas el derecho de los ciudadanos, así como el
derecho a la tutela judicial efectiva, como también el derecho a la libertad, puesto
que la Libertad es una garantía Constitucional y se encuentra protegida de la
arbitrariedad que pudiera ser ejercida por lo órganos de justicia. El entramado de
las realidades sociales permiten un revisión de los diferentes conjuntos
normativos, y los recursos no escapan de ellos, por tanto se busca analizar la
Admisión de los Hechos como excepción y forma de autocomposición procesal en
el Proceso Penal Venezolano.
    Desde lo Practico, de la investigación recae sobre el hacer y descubrir o
develar realidades jurídicas que es oportuno en estos tiempos de cambios
paradigmáticos y que las realidades jurídicas no quedan exentas así, como la
avanzada en las interpretaciones presentadas por la diferentes jurisprudencia del
Tribunal Supremo de Justicia, en lo respecta al aporte Metodológico, su aporte
será documental dentro de la realidad del tema de la Admisión de los Hechos
como excepción y forma de autocomposición procesal en el Proceso Penal
Venezolano y que podrá servir como antecedente metodológico a futuras
investigaciones relacionada el tema dela Admisión de los Hechos como excepción
en el proceso penal venezolano
     Asimismo, la originalidad del estudio le otorga cierta relevancia, sirviendo de
marco referencial para otros estudiosos de esta problemática. Finalmente,  la
investigación se justifica al formar parte de las líneas de investigación de la
Universidad Nacional Rómulo Gallegos, en la Especialidad de Ciencias Penales y
Criminológicas específicamente en la línea de Investigación “Derecho Procesal
penal y Multiculturalidad” puesto que tiene elementos propio del derecho procesal
que se desarrollan en el sistema recursivo penal venezolano, y que para, la
presente investigación, busca fortalecer a atreves de develar las características de
la figura de autocomposición procesal como lo es la Admisión de Hechos. 

CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

Antecedentes de la Investigación.
    En la presente investigación, es necesario hacer una revisión de documentos,
libros y trabajos realizados anteriores a este, lo que permite comprender y
desarrollar el tema en estudio, bajo la óptica de otros investigadores y bajo la
conceptualización e interpretación de doctrinas y jurisprudencias que sustentan el
presente trabajo de investigación, así también, establecer las conclusiones y
recomendaciones que clarifican el contenido del tema en estudio. Investigaciones
a Fines, según Sabino (2002), “constituyen el marco referencial desde el punto de
vista teórico metodológico, los cuales a través de supuestos sirven de base a los
investigadores, para orientar el conocimiento que se está construyendo (p.67). 
    En relación a lo antes mencionado, los antecedentes representan los estudios
previos relacionados con el tema a través de ciertos elementos teórico,
metodológicos o de cualquier naturaleza que aporte o complementa la
investigación. Por tanto, en ésta parte de la investigación se reseñan a
continuación, algunas investigaciones previas, cuya orientación teórica o
metodológica, aportan valiosa información al tema estudiado. Así lo afirma, Rangel
(2019), realizó una investigación titulada: “Hacia una Política Procesal Invertida: la
Condena sin juicio como Regla”. Trabajo de grado presentado en la Universidad
Católica Andrés Bello, como requisito para optar al título de especialista en
derecho procesal penal. El mismo, tuvo como objetivo principal realizar una
reflexión sobre la Admisión de Hechos, que ha venido desarrollándose Hacia una
Política Procesal Invertida: la Condena sin juicio como Regla este fenómeno, tan
recurrente y habitual en nuestra realidad judicial.
    Pará ello, lo abordo desde la perspectiva de un diseño documental de tipo
bibliográfico, en la modalidad dogmática jurídica. del proceso metodológico
asumido, enmarcada  una de sus fases m concluye lo siguiente: el poder judicial,
es el llamado a aplicar el ordenamiento jurídico, de manera eficiente y efectiva,
siendo de impretermitible cumplimiento su ejercicio, tomando en cuenta la
axiología jurídica y la posibilidad innegable de dar respuesta a todos los delitos,
considerando el sistema de valores jerarquizados constitucionalmente, pues lo
contrario haría que se difumine la certeza en la aplicación de la justicia, cayendo
en un penalismo falso, cuya consecuencia es un discurso jurídico-penal mendaz,
en detrimento de la justicia cierta. 
   Concluyendo el autor que, la admisión de hechos, se ha venido convirtiendo
ante la mirada complaciente del sistema de administración de justicia, y de sus
más altos representantes, como la fórmula más exitosa para concluir los procesos
penales. Fórmula que esconde a lo interno del sistema una larga cadena de
abusos, que se ocultan con la confesión del acusado. Es por ello, que este
mecanismo de abreviación del proceso ha tomado una marcada centralidad y
protagonismo en el sistema de administración de justicia venezolano, lo que
convierte a la condena sin juicio, en una política procesal invertida, que transforma
y minimiza la trascendencia del juicio previo como normal antecedente de la
sentencia condenatoria.
    Se interpreta del análisis a este trabajo, que el mismo guarda estrecha
pertinencia con el estudio que se adelanta, razón por la cual se determina los
aportes que generó al investigador al momento de constituir el cuerpo teórico de la
presente investigación nutriendo así con un acervo teórico con relación a la
Admisión de Hechos en el proceso penal Venezolano, puesto que la relación en el
tema es direccionar con el fenómeno de estudios en estos momentos de tiempos
apócales en la Administración de justicia Venezolana.
    Del mismo modo, se presenta la investigación realizada por Núñez, (2017),
realizó una investigación titulada: “Las Formulas Alternativas de Cumplimiento de
Pena en el Sistema Penitenciario Venezolano”, Trabajo de grado presentado en la
Universidad Católica Andrés Bello, como requisito para optar al título de
especialista en derecho procesal penal, el cual tiene como objetivo fundamental el
análisis de la aplicación de las formulas de cumplimiento de penas no privativas de
libertad en Venezuela.
    La presente investigación, se delineo a  través de una metodología, utilizada
correspondió al tipo jurídico dogmático apoyada en fuentes bibliográficas e
instrumentos legales, los resultados intentan dar claras cuentas de los retos a los
que hay que hacer frente hoy en día en esta materia a través de la evaluación del
funcionamiento de las instancias encargadas de su administración y ejecución, y la
necesaria confrontación entre los principios del nuevo penitenciarismo
constitucional, el discurso institucional y la práctica penitenciaria, se pretenden
identificar los elementos que constituyen las barreras para el necesario cambio de
paradigma en la cultura y práctica penitenciaria actual. 
    Siendo así, con esta investigación se intenta dar claras cuentas de los retos a
los que hoy que hacer frente hoy en día en esta materia, además se espera
despertar un mínimo interés en aquellos que tienen la gran responsabilidad de
diseñar políticas y estrategias en el ámbito penitenciario y por supuesto, en
aquellos que tienen el deber de ejecutarlas. La evaluación de la suspensión
condicional de la pena puede, entonces, indicar el grado de efectividad de la
medida y a la vez sugerir posibles cambios en su otorgamiento o supervisión. Sin
embargo, y pese a la novedad que representaba la introducción de la probación en
el país, apenas se conocen dos estudios sobre la misma, ambas realizadas al
poco tiempo de sus inicios.
   Desde esta perspectiva, analizando el trabajo citado, se observa la preocupación
que existe por estudiar esta figura jurídica, razón por la cual se establece no solo
su relevancia y pertinencia con la investigación que se adelanta, sino también, se
establece los beneficios  como material de consulta y referencia de apoyo para al
investigador para analizar la admisión de hechos en el proceso penal venezolano. 
    De igual forma, Mármol (2015), realizó una investigación denominada “El
Principio Constitucional de Presunción de Inocencia en Materia Penal”, Tesis de
postgrado presentada para obtener el título de Magister en derecho penal y
criminología, en la universidad de los Andes, el cual es un análisis coherente,
exhaustivo y actualizado del mencionado concepto y cuyo texto se orienta a
describir así como desarrollar los medios y mecanismos de la precitada norma
jurídica, que garantizan el desarrollo integral de la libertad de las personas de
acuerdo a los estatutos jurídicos implantados al efecto dentro del proceso penal.
    La metodología utilizada para este trabajo es de tipo documental y analítico, la
cual consistió en un estudio minucioso y pormenorizado de los diversos puntos
focales que presenta el derecho procesal penal en relación a la libertad del
individuo acusado de un delito, la presunción de inocencia del mismo y las
medidas privativas de libertad, aun cuando no se le ha sentenciado o a sido
detenido cometiendo el acto delictivo, con lo que a partir de dichos análisis se crea
una reaccionado mediante la elaboración de una serie de conclusiones y
recomendaciones normativas que intentan fraguar consensos sobre las vías de
prevención y represión jurídicas de las conductas delictivas.
   Como conclusiones señala la autora que la investigación desarrollada reviste un
interés jurídico que supone una sistematización de nuevos parámetros e
informaciones que se encuentran dispersas en las diferentes legislaciones
nacionales así como internacionales y donde se deben ensamblar aspectos
políticos, sociológicos y jurídicos que se transformarían en un interesante aporte
integral al estudio legal del principio de presunción de inocencia en materia penal
el cual a su vez incide en el estado de juzgar en libertad a la persona encausada
en el proceso que se deviene.
    Las recomendaciones del trabajo en mención se dirigen a realizar estudios más
profundos sobre la unificación de aquellas normas jurídicas que abarquen lo
relativo al control preventivo y protocolar de los organismos policiales, ya que
estos son quienes en primer lugar realizan la detención de una persona
denunciada, contraviniendo de esta forma la presunción de inocencia, para luego
ser ratificada o no por los tribunales penales, la cual muchas veces es confirmada
como una forma de castigo preventivo de índole penal por adelantado para sus
autores materiales, intelectuales o participes quienes en oportunidades logran su
libertad en la etapa de juicio.
    El trabajo analizado, tienen una relación con la presente investigación, por
cuanto se trata de analizar las contravenciones al principio de presunción de
inocencia establecido en las leyes procesales de tipo penal, ya que en ambos
análisis se deriva hacia un comportamiento por parte de los entes encargados de
ajustar el mismo a las decisiones de los tribunales desde el punto de vista jurídico
legal y otras normas internacionales relacionadas al caso, y las misma se
concatena con el figura de la Admisión de Hechos puesto que, el mismo es un
figura de autocomposición procesal.

Bases Teóricas Conceptuales

La Admisión de los Hechos

    El procedimiento por admisión de los hechos es una de las formas de auto
composición procesal que a pesar de no estar incluido en los primeros momentos
de la Ley Adjetiva Penal, dentro de las alternativas a la prosecución del proceso
contempladas en el Capítulo III, Título I del Libro Primero del Código Orgánico
Procesal Penal (2007), a saber, el principio de oportunidad, la suspensión
condicional del proceso y los acuerdos reparatorios, cumple la misma función:
Pone fin a la proceso. El referido procedimiento está contemplado en el en su
Libro Tercero: “De los Procedimientos Especiales”, Título IV “Del Procedimiento
por Admisión de los Hechos” del Código Orgánico Procesal Penal (2012), previsto
por el legislador para que de una manera especial tenga lugar la terminación
anticipada del proceso, con prescindencia del juicio oral y público y con la condena
del acusado.
    Este procedimiento especial, es una institución novedosa que carece de
antecedentes o instituciones similares en el Derecho Procesal Penal Venezolano,
por lo que la doctrina lo ubica en el plea guilty americano (declaración de
culpabilidad) y en la conformidad española. La naturaleza jurídica en nuestro
proceso estaría dada por la conformidad de la parte acusadora del proceso con el
juicio de homologación del Juez natural competente para dictar sentencia, a quien
le toca revisar sobre el cumplimiento de los requisitos legales para dictar el fallo,
después que el imputado consienta en que se aplique este procedimiento y admita
los hechos, caso en el cual se prescinde del juicio oral y público, correspondiendo
al tribunal dictar inmediatamente la sentencia, conforme a derecho.
    De tal manera, el Corolario de lo antes expuesto, es impretermitible señalar que
el momento en el cual el acusado puede o no admitir los hechos es, en la
audiencia preliminar en un procedimiento ordinario y en juicio cuando se trata de
un procedimiento abreviado. Siendo que, es en la fase intermedia del proceso
cuando el acusado puede admitir los hechos, el Juez como director del proceso
debe cumplir con la función que le confiere la ley en esta etapa, la de filtro
purificador o de decantación del escrito de acusación fiscal o de la acusación
particular propia, que como acto formal debe cumplir los requisitos señalados en el
artículo 312, 313 del Código Orgánico Procesal Penal, y es al órgano jurisdiccional
Juez de Control en la Audiencia Preliminar a quien corresponde ejercer el control
efectivo de la misma.
   Del mismo modo, el Juez de Control en la audiencia preliminar es garante que la
acusación se perfeccione bajo las actas de investigación ejecutadas, preservando
el derecho a la defensa e igualdad entre las partes y ello sólo puede alcanzarse a
través del examen de los requisitos de fondo en los cuales se fundamenta el
Ministerio Público, y determinar si el pedimento fiscal tiene basamentos serios que
permitan vislumbrar un pronóstico de condena respecto del imputado. De tal
manera, el Juez no es simple tramitador o validador de la acusación fiscal o del
querellante, tal es la función del Juez como contralor de los requisitos del escrito
de acusación, que le está permitido cambiar la calificación fiscal a que se contrae
el escrito de acusación, pero ello no obedece al azar o a una simple intuición sino
que es producto del examen de los elementos de investigación recabados en la
etapa preparatoria, contenidos en el escrito de acusación fiscal.
   Cómo puede alcanzar el Juez este convencimiento sino analiza, estudia, o
examina los argumentos de las partes y el acervo probatorio, para así obtener un
grado de certeza y con base en ello ha construido y declarado la culpabilidad del
acusado. Para tal declaratoria, el órgano jurisdiccional debe haber previamente
comprobado que el hecho calificado en la acusación fiscal es sustancialmente
igual a la descripción fáctica establecida en la ley penal como presupuesto para
una consecuencia jurídica (pena o medida de seguridad). Ello no es otra cosa que
la operación mental denominada “Subsunción”, es decir, la vinculación de un
hecho con un pensamiento, a los fines de verificar si los elementos del
pensamiento se reproducen en ese hecho. Claro está, la Subsunción deberá
exteriorizarse y plasmarse en la Motivación de la sentencia. Debe señalarse que lo
anterior, además de ser una exigencia de seguridad jurídica, es un modo de
garantizar el derecho a la defensa de los ciudadanos.

La Admisión de Hechos como Excepción.

    El Código Orgánico Procesal Penal (2012), en su Libro Tercero: “De los
Procedimientos Especiales”, Título IV “Del Procedimiento por Admisión de los
Hechos”, regula en el artículo 375 el procedimiento por admisión de los hechos;
éste procedimiento “especial” puede ser solicitado únicamente por el imputado,
quien deberá admitir los hechos en su totalidad, solicitando al tribunal la inmediata
imposición de la pena que corresponda. Lo que le permitirá obtener una sustancial
rebaja de la pena, de acuerdo al delito atribuido mediante la acusación fiscal; la
cual previamente deberá ser admitida por el tribunal, quien tomará en
consideración el daño social causado y el bien jurídico afectado; pudiendo rebajar
la pena desde un tercio a la mitad. Para el caso de delitos violentos o graves, cuya
pena exceda de ocho años en su límite máximo, sólo podrá rebajar hasta un tercio
de la pena aplicable.
    De tal manera, de la norma antes transcrita, se colige que el único legitimado
para solicitar la aplicación de éste procedimiento es el imputado, quien deberá
solicitarlo de manera libre, voluntaria y consciente; es decir, libre de toda coacción,
amenaza, imposición o apremio, una vez que comprenda claramente las
consecuencias de su admisión; razón por la cual el juez deberá explicar en
términos inteligibles al común de las personas lo que ello significa, sin que en
ningún momento pueda éste el juez convencerle, ni persuadirle e incitarle para
que acoja dicho procedimiento. Lo que convierte a éste procedimiento especial en
un mecanismo excepcional, es decir, no habitual, con el que cuenta el imputado,
que le permitirá renunciando al juicio previo, como derecho fundamental, poder
solicitar la inmediata imposición de una pena; obedeciendo tal solicitud a la
obtención de una rebaja sustancial de la misma, atendiendo las circunstancias
individuales del caso, el bien jurídico afectado y el daño social causado.
   Aunado además, a la limitación de la oportunidad procesal en la cual puede ser
solicitado, esto es en la audiencia preliminar fase intermedia una vez admitida la
acusación y hasta antes de la recepción de la prueba en la fase de juicio. No
distinguiendo el legislador si se está en presencia de un procedimiento ordinario o
abreviado, lo cual resulta indiferente si la oportunidad procesal abarca dos fases
del proceso, la intermedia y la de juicio. De manera que si se trata de un
procedimiento abreviado la oportunidad para que el imputado lo solicite es hasta
antes de la recepción de la prueba, una vez admitida la acusación.
    Por su parte Rangel (2019). Se refiere al uso desmedido de la figura de la
Admisión de los Hechos, estableciendo que: 
El procedimiento especial por admisión de los hechos se viene
convirtiendo aceleradamente en la regla, cuando de obtener una
sentencia condenatoria se trata. De manera que, buscamos con
este pequeño ensayo hacer una modesta pero significativa
reflexión y análisis sobre este perjudicial fenómeno, con la única
pretensión de abrir una discusión en relación a la grave
problemática que se vine generando producto de la condena sin
juicio. (p 132)
   
    De tal manera, como lo establece el citado autor, existe un uso desmedido en la
aplicación de la figura de autocomposición como lo es la Admisión de los Hechos
en los asuntos penales que se ventilan, y que los mismos son generados por el
retardo procesal,  Ante la extrema lentitud y retardo de los procesos penales en
Venezuela, los privados de libertad se convencen de que su mejor opción es la
admisión de los hechos, para paliar una realidad que a lo interno no le brinda o
garantiza el derecho fundamental a la efectiva realización de sus audiencias. Éste
dilema por el que atraviesa cada privado de libertad es la más clara expresión de
un sistema que se ha transformado en la más eficiente fábrica de condenas sin
juicio.  

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