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UNIDAD III: LA EQUIDAD Y LA IGUALDAD

La equidad y lo justo:
El término equidad proviene de la palabra en latín “aéquitas”, el que se deriva
de “aequus” que se traduce al español como igual. De este modo, la equidad
busca la promoción de la valoración de las personas sin importar las diferencias
culturales, sociales o de género que presenten entre si

Se define como: un principio asociado a valoraciones éticas, morales y


políticas sobre la idea de lo que es justo En búsqueda de la justicia, la equidad
orienta una acción consciente y deliberada dirigida a impactar en los
determinantes sociales, culturales, políticos, económicos institucionales que
producen tratos, condiciones y/o posiciones injustas Inaceptables en la vida
concreta de las personas dentro de cada sociedad.

En la equidad lo justo se enfrenta al hecho de que las personas tienen diferencias


en sus condiciones de partida, circunstancias y capacidades, lo que
afecta sus horizontes de vida independientemente del talento o del
esfuerzo realizado. Las ventajas o desventajas que estas diferencias producen no
son producto de una ley «natural», del azar o de la suerte, del
comportamiento singular de algunas personas, sino que obedecen a
desigualdades y a jerarquías en el orden social existente que de manera
sistemática crean tratos, posiciones y condiciones diferenciales en

La equidad y la igualdad:

La igualdad es aquella que hace alusión al derecho inherente que tienen


todos los seres humanos a ser reconocidos como iguales antes la ley y de
disfrutar y gozar de todos los derechos que se le otorgan, sin importar su origen
nacional, su raza, sus creencias religiosas o su orientación sexual

El Derecho a la Equidad
A no ser discriminados por nuestras condiciones o creencias, este derecho
nace como consecuencia de los terribles rechazos que han tenido que enfrentar
las minorías alrededor del mundo. La equidad y la igualdad están unidas pero no
pueden reemplazarse una a la otra. La equidad se define como igualdad de
oportunidades.

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Justicia distributiva:
Es, para Aristóteles, lo justo o correcto respecto a la asignación de bienes en
una sociedad. Los principios de la justicia distributiva son principios normativos
diseñados para guiar la asignación de los beneficios y las cargas de la actividad
económica. A menudo se le contrasta con la justicia retributiva, la cual se
concentra en la proporcionalidad de los resultados y las consecuencias, y con
la justicia procedimental la cual tiene que ver con la justicia de los procesos, tales
como en la administración de la ley.

El teórico contemporáneo más prominente de la justicia distributiva es


el filósofo John Rawls.

¿Qué es Justicia social?:

La justicia social es un valor que promueve el respeto igualitario de los


derechos y las obligaciones de cada ser humano en determinada sociedad.

La justicia social, se enfoca generalmente, a la repartición justa y equitativa


de los bienes y servicios básicos necesarios para el desarrollo y el
desenvolvimiento de una persona en la sociedad como, por ejemplo, el bienestar
socio afectivo, la educación, la salud y los Derechos Humanos.

El día mundial o internacional de la Justicia Social se celebra el día 20 de


febrero. Este día fue establecida por la Organización de las Naciones Unidas
(ONU) como una forma de conmemorar y velar por este valor social fundamental.
La importancia de la justicia social radica en que fomenta la integración y la
protección frente a la explotación de los más vulnerables, para de esta manera,
caminar hacia una sociedad más justa y equitativa.

La discriminación es la negación sistemática de los derechos humanos a


ciertos pueblos o grupos por causa de su identidad o sus creencias. Una forma
particularmente habitual de discriminación se basa en el género, y en la idea de
que un género o forma de expresar el género es mejor que otra.
Dado que la definición de los roles de género es un fenómeno principalmente
cultural, dichos roles pueden variar de una comunidad a otra, pero la forma en que
las sociedades y las culturas ven y tratan a las personas de manera distinta según
su género o su sexo está marcada por amplias tendencias globales. En concreto,
muchas culturas discriminan a las mujeres y a las niñas debido a la errónea
suposición de que las mujeres son inferiores a los hombres, cuya consecuencia es
que mujeres y niñas tienen menos acceso a la educación, la salud y las

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oportunidades económicas que sus amigos, familiares y compañeros de sexo
masculino.

En el plano individual, esta actitud contribuye a que las mujeres, las niñas y
quienes no se ajustan a las normas de género viven en mayor peligro de sufrir
violencia, discriminación y hostigamiento.

En las familias, la preferencia de los hombres sobre las mujeres puede


suponer que las mujeres y las niñas tengan menos acceso a la comida, que se
espere que trabajen más en el hogar o que no puedan ir a la escuela. Al nivel de la
sociedad en general, esta desvalorización de las mujeres puede suponer que los
Estados no den prioridad a invertir en su desarrollo, su educación y su salud.

Discriminación y desigualdad

La discriminación es la negación sistemática de los derechos humanos a


ciertos pueblos o grupos por causa de su identidad o sus creencias. Una forma
particularmente habitual de discriminación se basa en el género, y en la idea de
que un género o forma de expresar el género es mejor que otra.

Dado que la definición de los roles de género es un fenómeno principalmente


cultural, dichos roles pueden variar de una comunidad a otra, pero la forma en que
las sociedades y las culturas ven y tratan a las personas de manera distinta según
su género o su sexo está marcada por amplias tendencias globales. En concreto,
muchas culturas discriminan a las mujeres y a las niñas debido a la errónea
suposición de que las mujeres son inferiores a los hombres, cuya consecuencia es
que mujeres y niñas tienen menos acceso a la educación, la salud y las
oportunidades económicas que sus amigos, familiares y compañeros de sexo
masculino.

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La equidad de género:
Es un conjunto de ideas, creencias y valores sociales en relación a la
diferencia sexual, el género, la igualdad y la justicia en lo relativo a los
comportamientos, las funciones, las oportunidades, la valoración y las relaciones
entre hombres y mujeres.
En referencia a este tema, se ha visto a lo largo de los años una
discriminación hacia las mujeres, la cual no podía opinar, y su rol dentro de la
sociedad era diferenciada con respecto al hombre, ya que este era visto con
capacidades para trabajar, y por su parte, la mujer se dedicaba únicamente a la
casa y a la familia.
Sin embargo, con el transcurrir de los años las mujeres han demostrado que
poseen capacidades y habilidades para el ámbito económico, político, y social,
debido a grandes decisiones en los mencionados contextos por parte de mujeres.
De igual forma, es de aclarar que las mujeres siguen en la lucha constante, debido
a la existencia de grupos donde se evidencia una falta de equidad de géneros.

El objetivo de la equidad o igualdad de género


Ofrecer a todas las personas, independientemente de su género, las mismas
condiciones, oportunidades y tratamiento, pero teniendo en cuenta las
características particulares de cada uno para garantizar el acceso de las personas
a sus derechos.
No se trata, por lo tanto, de eliminar las diferencias, sino en valorarlas y
darles un trato equivalente para superar las condiciones que mantienen las
desigualdades sociales.
La equidad de género está relacionada, de esta forma, con conceptos como
igualdad, justicia y dignidad. Por último, la equidad de género, es dar a cada quien
lo que le corresponde, dejando a un lado las discriminaciones hacia hombres o
mujeres, siendo la base de la justicia social, lo cual permite el desarrollo de una
sociedad justa, equilibrada, donde predomina los Derechos Humanos.
Los derechos de la mujer:
Hacen referencia a la distinción de los derechos que se reconocen a las
mujeres y niñas en diferentes sociedades del planeta. Mientras que en algunos
lugares estos derechos están institucionalizados o respaldados
por leyes, costumbres locales y el comportamiento social, en otras zonas alejadas
de la ciudad no se realiza el mismo trato, llegándose a reprimir, ignorar o incluso
negar en contraposición con los derechos admitidos a los hombres y niños.

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Los temas que con más frecuencia se asocian con la noción de derechos de
la mujer son –entre otros– los siguientes: derecho a la integridad, al control del
propio cuerpo, derecho al sufragio, derecho a ocupar cargos públicos, derecho al
trabajo, derecho a una remuneración justa e igualitaria, derecho a poseer
propiedades, derecho a la educación, derecho a servir en el ejército, derecho a
firmar contratos legales, y derechos matrimoniales y parentales

Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación


contra la mujer:
La Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer, conocida por sus siglas en inglés como CEDAW (Convention on
the Elimination of All Forms of Discrimination against Women), fue adoptada en
diciembre de 1979 por Resolución 34/180 de la Asamblea General de las
Naciones Unidas. La Argentina la aprobó mediante ley 23.179 de junio de 1985 y
desde 1994 goza de jerarquía constitucional (art. 75, inc. 22, CN), ubicada en el
vértice de la pirámide jurídica, junto a otros instrumentos de protección de los
derechos humanos, enunciados en esa disposición constitucional.
A su vez, en el año 2006, mediante ley 26.171, la Argentina aprobó el
Protocolo Facultativo de la CEDAW, adoptado por la Asamblea General de las
Naciones Unidas en octubre de 1999. En términos generales, puede decirse que
el Protocolo es un mecanismo jurídico adjunto a la Convención que introduce
aspectos relativos a su exigibilidad, pero que no consagra nuevos derechos. A raíz
de su entrada en vigencia, nuestro país reconoció la competencia del Comité para
la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer para recibir y considerar
denuncias individuales o colectivas de violaciones –particulares o sistemáticas– a
cualquiera de los derechos enunciados en la CEDAW. El Comité además emite
Recomendaciones Generales dirigidas a establecer lineamientos sobre el alcance
con que deben ser interpretadas las obligaciones derivadas de la Convención.
A lo largo de 30 artículos se promueve la igualdad entre varones y mujeres y
se persigue la erradicación de las diferentes formas que adopta la discriminación
hacia aquéllas, en todos los ámbitos donde las personas se desarrollan como
seres humanos, esto es, en el campo de la vida civil, familiar, política, económica,
social y cultural (con lo cual refuerza la idea según la cual los derechos
humanos forman un todo indivisible, susceptible de clasificarse jerárquicamente).
En los términos de la CEDAW, la discriminación puede presentarse de
manera directa, que es la que tiene por objeto discriminar, la que establece
explícitamente la distinción arbitraria, o de forma indirecta, que es la discriminación
como resultado de un proceso más complejo y sutil. La discriminación indirecta

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tiene lugar cuando una norma, práctica o una política o programa parece ser
neutra respecto del sexo de sus destinatarios/as pero en los hechos esa pretensa
neutralidad tiene el efecto de reproducir las desigualdades sexo/genéricas. En
cualquier caso, la discriminación que aspira erradicar la Convención siempre
menoscaba o anula el goce o ejercicio de los derechos humanos de las mujeres.
De igual modo, en cualquiera de sus dos versiones, puede provenir de actos u
omisiones estatales o producirse en el marco de relaciones privadas

Plataforma de Beijing:
Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en septiembre de
1995, logró una asistencia sin precedentes: 17.000 participantes y 30.000
activistas llegaron a Beijing para participar en la inauguración. Pese a su gran
diversidad y distinta procedencia mundial, compartían un único objetivo: la
igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres, en todas partes.
Luego de dos semanas de debates políticos, a veces acalorados, las y los
representantes de 189 gobiernos consiguieron negociar compromisos de alcance
histórico. Treinta mil activistas no gubernamentales asistieron a un foro paralelo y
continuaron presionando, tendiendo redes, incidiendo en las opiniones y guiando
el enfoque de la cobertura mundial por los medios de comunicación. Cuando la
conferencia llegó a su fin, había producido la Declaración y Plataforma de Acción
de Beijing, el plan más progresista que jamás había existido para promover los
derechos de la mujer.
Como marco definitorio para el cambio, la Plataforma de Acción formuló
amplios compromisos en 12 esferas de especial preocupación. Incluso ahora, 20
años después, sigue siendo una poderosa fuente de orientación e inspiración.
La Plataforma de Acción imagina un mundo en el que todas las mujeres y las
niñas pueden ejercer sus libertades y opciones, y hacer realidad todos sus
derechos, como el de vivir sin violencia, asistir a la escuela, participar en las
decisiones y tener igual remuneración por igual trabajo.
El proceso de Beijing desencadenó una voluntad política notable y la
visibilidad mundial. Conectó y reforzó el activismo de los movimientos de mujeres
a escala mundial. Las personas que participaron en la conferencia volvieron a sus
hogares con grandes esperanzas y un claro acuerdo acerca de cómo lograr la
igualdad y el empoderamiento.
Desde entonces los gobiernos, la sociedad civil y el público en general han
traducido las promesas de la Plataforma de Acción en cambios concretos en cada
uno de los países. Estos han emprendido enormes mejoras en las vidas de las
mujeres. Nunca antes tantas mujeres habían ocupado cargos políticos, contado
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con protección jurídica contra la violencia de género y vivido al amparo de
constituciones que garantizan la igualdad de género. Los exámenes periódicos
quinquenales del progreso hacia el cumplimiento de los compromisos de Beijing
han mantenido el impulso.
Aun así, la Plataforma de Acción imaginó la igualdad de género en todas las
dimensiones de la vida, pero ningún país ha logrado completar ese programa. Las
mujeres ganan menos que los hombres y es más probable que trabajen en
empleos de baja calidad. La tercera parte de ellas sufre violencia física o sexual en
el transcurso de su vida. Las brechas en los derechos reproductivos y la atención
de salud causan la muerte de 800 mujeres al dar a luz cada día.
¿Qué es el desarrollo humano?
El desarrollo humano es el proceso en el cual una sociedad debe mejorar las
condiciones de vida de las personas que la conforman. Para alcanzar esto, deben
aumentar aquellos bienes que los puedan proveer tanto de sus necesidades
básicas como de las complementarias. Además, deben crear un entorno social
capaz de respetar los derechos humanos que todos poseen.
El desarrollo humano tiene como función desarrollar el potencial de los seres
humanos, incrementar sus posibilidades y brindarles un goce de la libertad, la cual
todas las personas poseen el derecho de vivirla. Todas las comunidades, y sus
habitantes, tienen como responsabilidad construir una civilización mundial.
La definición mencionada nace del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) que, a su vez, se encarga de la realización de dos importantes
indicadores: en primer lugar, del índice de desarrollo humano, y además,
del índice de pobreza multidimensional. El índice de desarrollo humano tiene como
fin medir la calidad de vida de los humanos en el medio en que se rodean.
Cuando se calcula el índice de desarrollo humano, se analizan aspectos
tales como la expectativa de vida desde el momento del nacimiento, el nivel
educativo que posee la población adulta y las posibilidades materiales que pueden
llegar a alcanzar usando como referencia las cifras del PBI (Producto Bruto
Interno).

Derechos de la mujer en Venezuela

En Venezuela hay una ley en la constitución, que protege a las mujeres,


como también a otras razas en varios ámbitos
La Ley Orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de
violencia1 está vigente en Venezuela desde su aprobación en la Gaceta Oficial Nº

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38.668 Extraordinario, del 23 de abril de 2007. Fue reformada mediante Gaceta
Oficial Nº 40.548, de fecha 25 de noviembre de 2014, para incluir el delito
de femicidio y de inducción o ayuda al suicidio.
La ley establece que la violencia contra las mujeres comprende todo acto
sexista que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico,
sexual, psicológico, emocional, laboral, económico o patrimonial; la coacción o la
privación arbitraria de la libertad, así como la amenaza de ejecutar tales actos,
tanto si se producen en el ámbito público como en el privado.
Consta de ciento veinte y seis (126) artículos organizados en nueve (9)
capítulos. Un espacio para disposiciones transitorias con un total de siete (7), una
disposición derogatoria a la Ley Sobre la Violencia contra la Mujer y la Familia de
fecha de septiembre de 1998 y una única disposición final con la fecha de
publicación y entrada en vigencia de la misma.3
La ley ataca directamente la discriminación de género abordando la situación
del maltrato a las mujeres como un problema de salud pública. Establece una
completa estructura legal que modificó sustancialmente todas las concepciones
jurídicas tradicionales en las que se detectó que no hay una justa igualdad de
género.

Equidad y educación

El concepto de equidad, en el campo de la educación, hace referencia al


tratamiento igual, en cuanto al acceso, permanencia y éxito en el sistema
educativo para todos y todas, sin distinción de género, etnia, religión o condición
social, económica o po9litica. La equidad en materia educativa es hacer efectivo
para todos y todas el derecho humano fundamental de la educación proclamado
en la “Declaración universal de Derechos ¨Humanos” de 1984.

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