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EQUIDAD, IGUALDAD Y JUSTICIA

Amodey, Yaimer C.I. Nº V – 20.159.322


Bonilla, Armando C.I. Nº V – 21.580.171
Medrano, Kimberly C.I. Nº V – 26.655.927
Rodríguez, Maglyn C.I. Nº V – 14.488.410
Salazar, Ángela C.I. Nº V – 12.545.490
Yánez, Francys C.I.Nº V – 9.867.362
Semestre III
Período 2020 – II, Trayecto I, Tramo III
Aldea: IUT Dr. Delfín Mendoza

Universidad Bolivariana de Venezuela


Programa de Formación de Grado Estudios Jurídicos
Ética
ÍNDICE
Introducción ______________________________________________________

1. EQUIDAD Y LO JUSTO______________________________________________________5
2. EQUIDAD, IGUALDAD Y DIFERENCIAS_______________________________________5
3. DISCRIMINACIÓN Y DESIGUALDAD__________________________________________7
4. EQUIDAD Y GENERO_______________________________________________________9
5. EQUIDAD Y EDUCACIÓN____________________________________________________9
6. JUSTICIA DISTRIBUTIVA Y JUSTICIA SOCIAL_______________________________11
7. DESARROLLO HUMANO Y BIENESTAR_____________________________________12
8. COMPROMISO DEL DESARROLLO HUMANO________________________________13
CONCLUSIÓN_________________________________________________________________15
BIBLIOGRAFÍA________________________________________________________________16
INTRODUCCIÓN

La equidad, virtud de la justicia del caso en concreto, sinónimo de Igualdad.


La relación sobre ética y equidad es importante especialmente cuando cambia el
contexto en el que los hombres interactúan. Las posibilidades de equidad
dependen sobre todo de la construcción de reglas de juego, que es un proceso
colectivo. La idea de mercados sin reglas de juego que conduzcan a la eficiencia o
a la equidad es ingenua. En nuestra historia pueden diferenciarse dos momentos
importantes. El contexto para la reflexión ética hacia la equidad, entonces, ha
cambiado. Paradójicamente, una época contingente y globalizada como la que
comenzamos a transitar permitiría espacios mucho más interesantes en la
búsqueda de una sociedad más equitativa. Pero, aunque ha cambiado el contexto,
no ha cambiado la responsabilidad, especialmente de los intelectuales. En el
siguiente trabajo se abordarán temas sobre la equidad y sociedad justa dentro del
ámbito de la ética.
1. EQUIDAD Y LO JUSTO

Equidad es un principio asociado a valoraciones éticas, morales y políticas


sobre la idea de lo que es “justo” buscando justicia, la relación entre el acceso a la
justicia y la equidad fluye en ambos sentidos. Desde la óptica de la equidad, el
acceso a la justicia es un elemento necesario para que las libertades consagradas
internacional y constitucionalmente sean efectivas para todos, con lo cual éste
incide en el desarrollo humano concebido integralmente y en la equidad; también
repercute positivamente en la equidad en la medida en que coadyuva a la
realización de derechos vinculados a la satisfacción de necesidades sociales en el
ámbito de la educación, del trabajo, de la salud, de la seguridad social, y del
ambiente, entre otros.

En la equidad, lo justo, se enfrenta a las diferencias entre las personas en


cuanto a sus capacidades y circunstancias, lo que afecta sus vidas,
independientemente del talento o esfuerzo realizado. Las ventajas y desventajas
de estas diferencias se producen debido a las desigualdades y a las jerarquías
sistemáticas, tratos, posiciones y condiciones diferenciales, en el acceso y control
sobre el poder, la riqueza, la prosperidad, los derechos y las oportunidades, la
intervienen en el menoscabo de identidades y posiciones de personas y grupos
humanos, para realizarse.

2. EQUIDAD, IGUALDAD Y DIFERENCIAS

La equidad es distinta al concepto de igualdad. No significa una distribución


igual de recursos, sino una distribución diferencial, de acuerdo con las
necesidades particulares de cada sexo. Es relevante diferenciar entre equidad e
igualdad, debido a que suelen ser utilizados como sinónimos, siendo conceptos
distintos. La equidad es la cualidad por la que ninguna de las partes es favorecida
de manera injusta en perjuicio de otra.

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Es considerada una virtud que nos hace dar a cada cual lo que le pertenece.
Es la respuesta que se le otorga a una necesidad o situación, de acuerdo a las
características propias de la persona a quien va dirigida la acción, sin ningún tipo
de discriminación.

La igualdad, hace referencia al derecho inherente que tienen todos los seres
humanos a ser reconocidos bajo esta condición (Igualdad) ante la ley y disfrutar y
gozar de todos los derechos que se le otorgan, sin importar su nacionalidad, raza,
creencias religiosas o si o su orientación sexual. Es el derecho que tenemos todos
los humanos a no ser discriminados por nuestras condiciones o creencias. Existen
diferentes formas de igualdad, dependiendo de las personas y de la situación
social particular.

Por ejemplo, la igualdad entre personas de diferente sexo, igualdad entre


personas de distintas razas, igualdad entre personas discriminadas o de distintos
países con respecto a las oportunidades de empleo o la igualdad de diferentes
razas respecto a derechos de tránsito, de uso de transportes públicos o de acceso
a la educación.

Actualmente, la igualdad social en algunos aspectos ha ganado terreno en


occidente -especialmente primer mundo- debido a las múltiples luchas por la
libertad en amplias áreas, aunque de forma aún bastante limitada a pesar de las
apariencias; pero en la mayor parte de los países del mundo continúan muchos
tipos de desigualdades sociales de gran magnitud. Puede observarse que, en
aquellas sociedades excluyentes, donde existen acentuadas divisiones sociales, y
unas personas con derechos y otras no, y donde amplios sectores de la población
viven en extrema pobreza, es poco, lo que la equidad puede aportar.

La igualdad fundamental en cuanto a personas, es la base de la igualdad. La


equidad puede demandar una distribución desigual de recursos, a favor de una
igualdad de resultados, ajustándose a las diferencias biológicas, sociales y
político-organizacionales, determinantes de las desigualdades existentes.

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Todos los seres humanos somos aceptados como personas con igualdad de
derechos y con posibilidades para participar en la vida social desde nuestras
identidades y modos de vida diferentes. Se tiene que reconocer la diversidad
como característica inherente a la experiencia humana, lo cual significa que
existimos dentro de una sociedad y tenemos distintas identidades, lenguajes,
modos de vida y practicas socioculturales, y al mismo tiempo, tenemos una
igualdad social y cultural que asumimos, y que reconstruye los vínculos humanos
en el marco de una sociedad inclusiva, solidaria y pluralista.

3. DISCRIMINACIÓN Y DESIGUALDAD

Discriminación es el acto de separar o formar grupos de personas a partir


de un criterio o criterios determinados. En su sentido más amplio, la discriminación
es una manera de ordenar y clasificar. Puede referirse a cualquier ámbito, y puede
utilizar cualquier criterio. Si hablamos de seres humanos, por ejemplo, podemos
discriminarlos entre otros criterios, por edad, color de piel, nivel de estudios,
conocimientos, riqueza, color de ojos, etc. Pero también podemos discriminar
fuentes de energía, obras de literatura, animales, etc. No obstante, en su acepción
más coloquial, el término discriminación se refiere al acto de hacer una distinción o
segregación que atenta contra la igualdad de oportunidades. Normalmente se
utiliza para referirse a la violación de la igualdad de derechos para los individuos
por cuestión social, racial, religiosa, orientación sexual o por razón de género.

Los individuos que discriminan tienen una visión distorsionada de la esencia


del hombre y se atribuyen a sí mismos características o virtudes que los ubican un
escalón más arriba que ciertos grupos. Desde esa “altura” pueden juzgar al resto
de los individuos por cualidades que no hacen a la esencia de estos. Muchas
veces este rechazo se manifiesta con miradas odiosas o con la falta de aceptación
en lugares públicos, trabajos o escuelas, acciones que afectan a la persona
rechazada.

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El prejuicio hacia cierto tipo de comunidades hace que los individuos que
pertenecen a estas sean prejuzgados antes de ser conocidos. Son generalizados
y rechazados. La intolerancia, el rechazo y la ignorancia en la mayoría de los
casos son determinantes para el nacimiento de conductas discriminatorias. Las
creencias populares pueden convertirse en propulsoras de odios. Los judíos son
avaros, los pobres, sucios, los morenos son incultos, los colombianos son
inmigrantes ilegales. Los individuos que son afectados por estas clasificaciones no
son valorados por sus virtudes sino por características secundarias que no
determinan sus cualidades como ser humano. Estos ejemplos son crueles e
injustos, pero son los clásicos dentro de nuestra sociedad.

Una de las más graves consecuencias de la desigualdad social, es la


desigualdad educativa, que a su vez es una manifestación de la desigualdad de
oportunidades. La desigualdad de oportunidades es cuando las oportunidades
para ocupar cualquier posición no están distribuidas de una forma igualitaria para
todos de acuerdo criterios competitivos, sino que intervienen en la distribución el
status social, los recursos económicos, ideología política, ideología religiosa,
grupo étnico, y el género, entre otros. El acceso a la educación siempre se ha
caracterizado por ser uno de exclusividad y prestigio para las clases sociales altas,
y uno mediocre y general para las clases bajas. Distintos países alrededor del
mundo son víctimas de la desigualdad educativa.

Esas evidencias, apuntan las desigualdades en las sociedades humanas se


hicieron más marcadas en las sociedades neolíticas, en las que existía una
creciente especialización y, por tanto, asimetrías en el acceso a los recursos
naturales, bienes económicos, información general y conocimientos. Las élites
responsables de centralizar y organizar la producción y custodia de alimentos, en
las sociedades pre-estatales en general aprovechan su acceso diferencial a los
recursos en beneficio de sus parientes, lo cual parece ser una de las formas
iniciales de desigualdad social en las sociedades humanas.

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4. EQUIDAD Y GENERO

La equidad de género es una de las causas más nobles, ninguna nación


puede ir lejos si deja de lado el equilibrio de oportunidades tanto para hombres
como para mujeres, en relación a un trato justo. El desarrollo sustentable tampoco
se alcanzará sino se garantizan los cambios que habrán de dar origen a relaciones
complementarias y equitativas entre hombres y mujeres. Genero se refiere a los
valores, atributos, roles y representaciones que la sociedad asigna a hombres y
mujeres las diferencias biológicas, naturales, no provocan desigualdad; esta, es
resultado de actitudes, atributos, roles y responsabilidades aprendidos:
Construidos social, cultural e históricamente y por tanto, modificables.

La equidad es la virtud de dar a cada cual lo que le corresponde, en el


sentido natural de lo justo. La equidad es algo más que la igualdad: En la mayor
parte de los países del mundo, la legislación garantiza iguales derechos a todas
las personas (La igualdad como derecho humano fundamental). Pero esto, no
basta para asegurar las mismas oportunidades y beneficios o un trato en el que
ninguna de las partes se vea beneficiada en perjuicio de la otra.

Equidad es reconocer la igualdad desde la diferencia. La equidad de género


busca eliminar todas las barreras que impiden la igualdad de oportunidades
económicas, políticas y de acceso a la educación, a los recursos y a los servicios
básicos. Esta equidad, se refiere a la igualdad de derechos, responsabilidades y
oportunidades, con el reconocimiento de las necesidades, prioridades, limitaciones
y aspiraciones específicas de cada cual.

5. EQUIDAD Y EDUCACIÓN

El compromiso con la equidad educativa en Venezuela la conversión de la


equidad en principio generador para la gestión y política públicas es unos de los
acontecimientos más relevantes de estos tiempos. También en Venezuela este
principio ha cobrado fuerza en el marco de las políticas públicas que adelanta el
Estado venezolano. Implica, en nuestro caso, la idea práctica según la cual es
posible y políticamente más significativo a los fines del sostenimiento de la
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cohesión social de nuestra sociedad, que la necesaria igualdad de acceso a la
educación y al bienestar social sea estimulada diferencialmente de acuerdo al
grado de carencia de los aparentemente iguales, desde el o los poderes en
términos de acción afirmativa, responsable y sustentable.

Todos estamos de acuerdo en que la educación que ofrece el Estado debe


ser equitativa y tributaria a la ampliación de condiciones y oportunidades para que
la gente se desarrolle personal y socialmente, en el entendido de que la educación
constituye la herramienta fundamental para el desarrollo individual y social.

En Venezuela, al igual que en otras naciones del continente americano, la


inequidad es un flagelo, no obstante, su condición de país que se ha visto
beneficiado a lo largo de años y en momentos distintos de su historia por ingentes
recursos excedentarios de la renta petrolera. Estamos conscientes de la
importancia de superar la enorme diferencia que separan a quienes disfrutan de
los beneficios sociales de aquellos que no tienen acceso. Desde 1.999 hasta el
2.002, el sistema escolar venezolano retomo la tendencia al crecimiento de la
matricula que durante más de 30 años lo habría caracterizado como uno de los
sistemas escolares más inclusivos de América Latina.

En Venezuela, el compromiso de lograr equidad en la educación, se asume


por mandato constitucional y también en virtud de los acuerdos internacionales
que el estado nacional ha firmado, en el marco de las reuniones de consensos
acordadas en la conferencia de Jomtien (1.990) y en el foro mundial de Dakar
(2.000) los cuales concluyeron en la Declaración de Educación para Todos (EPT)
para el año 2.015. Algunos de esos acuerdos son:

 Universidad y equidad de la educación


 Extender y mejorar la protección y educación integrales de la primera
infancia a los niños mas desfavorecidos y vulnerables
 Expandir en un 50% la alfabetización de adultos.
 Educación gratuita y obligatoria, de calidad.

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 Mejorar la calidad educativa especialmente en lo referente a lecto-escritura,
aritmética y competencias prácticas esenciales focalización en el
aprendizaje.

Supone la necesidad de desarrollar políticas de mediano y largo plazo de


inversión social, en infraestructuras y en políticas sociales que compensen la
exclusión social de los niños y jóvenes con menores oportunidades. La escuela
debe ser el punto de inicio de la política educativa, el lugar donde se hace
probable la justicia social y la igualdad de oportunidades. Hace falta una nueva
visión sobre el sentido de la educación y sobre las reformas necesarias que
contribuya a lograr una educación equitativa y de mayor calidad en sociedades
más justas, cultas y libres.

La sociedad y la educación iberoamericana tienen que asegurar el


bienestar de sus ciudadanos, el desarrollo económico y la cohesión social en un
mundo que vive profundas y aceleradas transformaciones.

6. JUSTICIA DISTRIBUTIVA Y JUSTICIA SOCIAL

La justicia distributiva, según Aristóteles, tiene que ver con lo que es justo o
correcto, con respecto a la asignación de bienes, en una sociedad. Sus principios
son normativas, diseñados para guiar la asignación de los beneficios y los cargos
de la actividad económica. Entre sus principios está el igualitarismo estrato, que se
aplica para la asignación de igual cantidad de bienes materiales a todos los
miembros de la sociedad.

La justicia social, se refiere al derecho de los sectores más desfavorecidos


de la sociedad, en especial los trabajadores, y al goce de los derechos humanos
sociales y económicos, conocidos como derechos de segunda generación, de los
que ningún ser humano debería de ser privado.

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La justicia social es la que está dada para ser aplicada entre los desiguales,
está orientada a la creación de las condiciones necesarias para que se desarrolle
una sociedad relativamente igualitaria, en términos económicos comprende
decisiones, normas y principios considerados razonables para garantizar
condiciones de trabajo y de vida decentes para toda la población. Contempla
también la concepción de un Estado Activo, que renueva los obstáculos que
impiden el desarrollo de relaciones en igualdad de condiciones.

7. DESARROLLO HUMANO Y BIENESTAR

El desarrollo humano busca garantizar el ambiente necesario para que las


personas y los grupos humanos puedan desarrollar sus potencialidades y axial
llevar una vida creativa y productiva conforme con sus necesidades e intereses.
Esta forma de ver el desarrollo se centra en amplificar las opciones que tienen las
personas para llevar la vida que valoran.

Axial, el desarrollo es mucho mas que el crecimiento económico, éste, es


solo un medio para expandir las opciones de la gente. Para ampliar estas
opciones es necesario construir capacidades humanas. Las capacidades más
básicas son: llevar una vida larga y saludable, tener recursos que permitan a las
personas vivir dignamente y tener oportunidad de participar en las decisiones que
afecten a su comunidad.

Axial decimos que la gente es el centro del desarrollo humano, comparten


una visión común con los derechos humanos; la meta es, la libertad humana: las
personas deben ser libres de realizar sus opciones y participar en las decisiones
que afectan sus vidas.

El bienestar social abarca por un lado las teorías que postulan como
elemento principal la satisfacción de necesidades y por otro lado aquellas que
afirman que los bienes, mercancías o recursos que controla una persona, son lo
importante.

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8. COMPROMISO DEL DESARROLLO HUMANO

Al exponer sobre compromiso y sociedad, implica la interrelación de varios


aspectos. Por lo tanto, el tema además de interesante, es bastante polémico ya
que muchos conceptos, son interpretados y vividos de manera diferente por cada
uno de nosotros. Antes de abordar en profundidad el tema me permitiré
conceptualizar algunos aspectos importantes.

 Moral: Se entiende como un sistema de juicios de valor que hacen parte de


la cultura de una sociedad o comunidad humana, mediante el cual esa
comunidad califica como buenos o malos los actos de las personas que
pertenecen en ella.

 Principios: Son normas de conducta propias que la misma persona ha


tomado y por las cuales rige sus actos.

 Valor: En sentido moral es una cualidad especial que contiene un acto


humano y que lo hace bueno.

 Ética: es una reflexión filosófica, objetiva, racional que se hace sobre la


moral. Es proponer valores universalmente válidos.

Los pueblos transmiten normas, valores, acciones, principios, sanciones,


conciencia, virtudes, etc. Generalmente, dentro de las morales tradicionales, estos
elementos se organizaban en torno a tres elementos formales: fines, normas y
virtudes. Las actividades humanas tienen fines o “bienes internos” (MacIntyre) que
muchas veces tiene que ver con el bien común de la comunidad. Abarcando los
fines o roles sociales, cada hombre tiene el deber de buscar su excelencia, su
realización personal, lo que Aristóteles denominaba felicidad y lo que nuestro
libertador consideraba que debía proporcionar un buen gobernante.

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La felicidad no tiene el sentido hedonista de pesarla bien, gozar del mundo,
sino está referida a ver al hombre como totalidad. Aunque la sociedad moderna
tiende a fragmentar la vida humana, necesitamos seguir luchando por ver nuestra
existencia como totalidad, de lo contrario seguiremos construyendo un mundo
injusto.

Las normas morales obligan, más aún cuando están interiorizadas. La


modernidad nos ha presentado la necesidad de pensar en normas morales
universales, las cuales son dictadas de sociedades que no las cumplen. Así que,
las normas universales no deben borrar nuestras normas comunitarias, propias de
nuestro pueblo y cultura, lo que si es que debemos modificar algunas de ellas.

Sin querer juzgar, es importante resaltar que dentro de familias y medios


laborales inmorales se crea un ambiente donde ya no existe la necesidad de forzar
a las personas a actuar de esa manera. Dicho en términos aristotélicos, los vicios
son también obra del hábito. Por ello, se requiere de la sabiduría práctica para
dotarlos de contenidos capaces de constituirnos como seres éticos. Las normas
siguen existiendo, pero las formas de vida no son coherentes con ellas. Eso es lo
que nos ha tocado y es ahí que tenemos que construir nuestra vida ética.

Una de las creaciones modernas que ha resultado contraproducente incluso


para el mismo sistema, es que ha hecho posible la existencia de individuos
descontextualizados de todos los ámbitos de la vida humana (económico, ético,
jurídico, etc.). Existen sociedades así, y se debe evitar que los individuos no
sientan ningún lazo ni ontológico ni antropológico con el otro, ya que en su
proyecto de vida el otro no seria importante. La autonomía moderna se quiere
sostener en la idea de individuo, sin ningún horizonte de sentido comunitario.

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CONCLUSIÓN

La equidad no es exclusiva de la actividad judicial; es también un elemento


central de la práctica política, se puede considerar que la equidad es uno de los
elementos que define el sentido de los derechos y obligaciones de manera justa y
equitativa a las personas, independientemente de la clase social a la que
pertenezca. Por ejemplo; ofrecer educación a los individuos, sin distinción de sexo,
clase social, religión, entre otros. La equidad social no pretende eliminar las
diferencias existentes, sino de valorarlas y ofrecer un trato equivalente para
superar las desigualdades sociales existentes en la sociedad.

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BIBLIOGRAFÍA

Disponible en línea
http://vip.ucaldas.edu.co/revlatinofamilia/downloads/Rlef2_5.pdf

Disponible en línea http://www.scielo.org.mx/scielo.php?


script=sci_arttext&pid=S1405-02182005000100006

Disponible en línea https://www.monografias.com/docs/La-equidad-y-lo-justo-


P3V2DCTPJ8UNZ

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