Está en la página 1de 7

CAPÍTULO II: EL ACTO ADMINISTRATIVO: CONCEPTO, REQUISITOS DE

VALIDEZ, NULIDAD Y EFICACIA

2. Concepto de actos administrativos

De acuerdo con lo señalado por el artículo 1 del TUO de la Ley 27444, se resume el

concepto de actos administrativos como las declaraciones de las entidades que, en el marco

de normas de derecho público, están destinadas a producir efectos jurídicos sobre los

intereses, obligaciones o derechos de los administrados dentro de una situación concreta.

Los actos de administración interna de las entidades no son actos administrativos. Estos

actos son regulados por cada entidad, y a lo señalado por el artículo 7 de la Ley 27444. Los

actos de administración interna se orientan a la eficacia y eficiencia de los servicios y a los

fines permanentes de las entidades. Son emitidos por el órgano competente; su objeto debe

ser física y jurídicamente posible, y su motivación es facultativa cuando los superiores

jerárquicos impartan las órdenes a sus subalternos en la forma legalmente prevista.

Según Morón (2019, pp. 191-195), el concepto de acto administrativo conlleva la

presencia de elementos indispensables:

 una declaración de cualquiera de las entidades;

 destinada a producir efectos jurídicos externos;

 que sus efectos recaigan sobre derechos, intereses y obligaciones de

 los administrados;

 en una situación concreta;

 en el marco del derecho público; y

 puede tener efectos individualizados o individualizables.


Los actos administrativos deben expresarse por escrito, salvo que el ordenamiento

jurídico haya previsto otra forma, siempre que permita tener constancia de su existencia.

Cuando el acto administrativo es producido por medio de sistemas automatizados, debe

garantizarse al administrado conocer el nombre y cargo de la autoridad que lo expide.

3. REQUISITOS DE VALIDEZ DEL ACTO ADMINISTRATIVO

Según Acosta (2013):

“La validez alude a «que los actos y las normas que se derivan de esos actos, son actos

que serán considerados administrativos en sentido estricto. Para ello, dicho acto debe

cumplir de antemano con los requisitos establecidos en el ordenamiento jurídico” (p. 1).

Entonces, un acto es válido únicamente cuando concurren los elementos esenciales

fijados por las normas jurídicas que los crean y dan lugar a su existencia.

Nuestro ordenamiento identifica cinco elementos o requisitos de validez del acto

administrativo:

3.1 Competencia

También es conocida como capacidad. Santofimio (1994), al señalar que:

 La competencia es una aptitud que recibe la administración del ordenamiento

normativo y que le sirve para manifestar y ejecutar válidamente su voluntad (p.

71).

3.2 Objeto o contenido

Los actos administrativos tienen que tener su respectivo objeto, que pueda determinarse

inequívocamente sus efectos jurídicos. Su contenido se ajustará a lo dispuesto por el


ordenamiento jurídico, por eso deben ser lícitos, precisos, posible física y jurídicamente, y

comprender las cuestiones surgidas de la motivación.

De acuerdo con el artículo 5 de la Ley 27444, el objeto o contenido del acto

administrativo es aquello que decide, declara o certifica la autoridad. En esa línea, en

ningún caso será admisible un objeto o contenido prohibido por el orden normativo, ni

incompatible con la situación de hecho prevista en las normas; ni impreciso, obscuro o

imposible de realizar.

3.3 Finalidad pública

La finalidad pública en la Ley 27444, según Ulloa (2015),

Busca responder la pregunta ¿qué propósito persigue el funcionario que representa a la

entidad al dictar un acto administrativo? En palabras de dicho autor, la ley «nos explica que

el objetivo del funcionario no es otro que salvaguardar el interés público proscribiendo

cualquier interés personal ya sea en beneficio propio o de un tercero” (p. 91).

Es decir, la finalidad es pública, está estrechamente relacionada con el interés público.

Todo acto administrativo es válido mientras sea de interés público.

3.4 Motivación

El concepto de actos administrativos observa que estos deben estar debidamente

motivados en proporción al contenido y conforme con el ordenamiento jurídico. Acosta

(2013) señala que:


“La motivación es la declaración de las circunstancias de hecho y de derecho que han

inducido a la emisión del acto. Está contenida dentro de lo que usualmente se denominan

considerandos” (p. 3-4).

De acuerdo con el artículo 6 de la Ley 27444, la motivación debe ser expresa, mediante

una relación concreta y directa de los hechos probados relevantes del caso específico, y la

exposición de las razones jurídicas y normativas que con referencia directa a los anteriores

justifican el acto adoptado. Entonces, la motivación es la fundamentación, las razones,

motivos que contiene un acto administrativo. Además, permite interpretar claramente las

razones de la autoridad administrativa para emitir un acto y es, a su vez, una garantía para

el administrado.

No es admisible como motivación la exposición de fórmulas generales o vacías de

fundamentación para el caso concreto o aquellas fórmulas que por su oscuridad, vaguedad,

contradicción o insuficiencia no resulten específicamente esclarecedoras para la motivación

del acto.

3.5 Procedimiento regular

El procedimiento regular, en palabras de Morón (2019), implica que:

“Una vez regulado un procedimiento para la producción de determinado acto

administrativo, cualquier modificación a ese acto, aun cuando no esté regulado

explícitamente así, debe seguir las mismas formalidades prescritas para su constitución

(paralelismo de formas procedimentales)” (p. 223).

En ese sentido, Ulloa (2019):


Identifica dos clases de vicios del procedimiento regular: “[…] los esenciales y los no

esenciales. Si se produce un vicio trascendente en el procedimiento; entonces el acto

administrativo será pasible de nulidad; más, si el defecto producido no es esencial,

estaremos ante un caso de conservación del acto administrativo” (p. 95).

4. VALIDEZ Y NULIDAD DEL ACTO ADMINISTRATIVO

De acuerdo con el artículo 8 de la Ley 27444, la validez consiste en que el acto

administrativo esté dictado conforme al ordenamiento jurídico.

Todo acto administrativo se considera válido en tanto su pretendida nulidad no sea

declarada por autoridad administrativa o jurisdiccional, según corresponda. De acuerdo a lo

señalado por el artículo 15 de la Ley 27444, los vicios incurridos en la ejecución de un acto

administrativo o, en su notificación a los administrados, son independientes de su validez.

5. CAUSALES DE NULIDAD DEL ACTO ADMINISTRATIVO

Los vicios del acto administrativo son los que causan su nulidad de pleno derecho. En

nuestro ordenamiento se enumeran de la siguiente manera:

 La contravención a la Constitución, a las leyes o a las normas reglamentarias.

 El defecto o la omisión de alguno de sus requisitos de validez, salvo que se

presente alguno de los supuestos de conservación del acto a que se refiere el

artículo 14.

 Los actos expresos o los que resulten como consecuencia de la aprobación

automática o por silencio administrativo positivo, por los que se adquiere

facultades, o derechos, cuando son contrarios al ordenamiento jurídico, o cuando


no se cumplen con los requisitos, documentación o trámites esenciales para su

adquisición.

5.1. Los actos administrativos que sean constitutivos de infracción penal o que se

dicten como consecuencia de la misma.

Los administrados plantean la nulidad de los actos administrativos que les conciernan

por medio de los recursos administrativos previstos en el Título III, Capítulo II, de la

presente ley.

La nulidad de oficio será conocida y declarada por la autoridad superior de quien dictó el

acto. Si se tratara de un acto dictado por una autoridad que no está sometida a

subordinación jerárquica, la nulidad se declarará por resolución de la misma autoridad. La

nulidad planteada por medio de un recurso de reconsideración o de apelación será conocida

y declarada por la autoridad competente para resolverlo.

6. EFECTOS DE LA NULIDAD

De acuerdo con el artículo 12 de la Ley 27444, la declaración de nulidad tendrá efecto

declarativo y retroactivo a la fecha del acto, salvo derechos adquiridos de buena fe por

terceros, en cuyo caso operará a futuro.

Los administrados no están obligados a su cumplimiento y los servidores públicos

deberán oponerse a la ejecución del acto, fundando y motivando su negativa.

Si el acto viciado se consumó o es imposible retrotraer sus efectos, solo dará lugar a la

responsabilidad de quien dictó el acto y, en su caso, a la indemnización para el afectado.

También podría gustarte