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Judea
Ivdaea
Provincia
6 d. C.-135 d. C.
Roman Empire - Iudaea (125 AD).svg
Judea en el año 125
First century palestine-es.svg
La provincia romana de Judea en el siglo I
Coordenadas 32°30′N 34°54′E
Capital Cesarea Maritima
Entidad Provincia
• País Imperio romano
Idioma oficial griego helenístico, arameo palestino, idioma hebreo latín,
administrativo
Historia
• 6 d. C. Censo de Quirinio
• 135 d. C. Rebelión de Bar Kojba
Correspondencia actual Porciones de Israel y Palestina
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→ Siria Palestina
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Judea (en latín, Iudæa; en inscripciones, IVDÆA) fue una provincia romana en la
región conocida como Palestina, en la orilla sudoriental del mar Mediterráneo.1 El
Imperio romano cambió el nombre de Judea a Palestina o Provincia Siria Palestina en
el año 135, tras aplastar la rebelión de Bar Kojba; lo cual para ciertos
historiadores fue un intento de borrar la memoria judía de la región,23 aunque se
ha cuestionado esta interpretación. 45 Los geógrafos Estrabón y Ptolomeo describen
a la Provincia de Judea como abarcando el territorio de Judea propiamente dicha
junto con Galilea, Samaria, Gaulanítide, Perea e Idumea. En el Nuevo Testamento se
usa el nombre Judea para designar tanto la región como la provincia en su conjunto.
Índice
1 Antecedentes
1.1 Reino Asmoneo
1.2 Guerra civil e intervención romana
1.3 Reino Herodiano de Judea
2 Judea, provincia romana
2.1 Población
2.2 Rivalidades y disputas
2.3 Regiones
2.4 Lenguas
3 Historia
3.1 Prefectos (6-41)
3.2 Primeros prefectos
3.2.1 Coponio
3.2.2 Valerio Grato
3.2.3 Poncio Pilato
3.2.4 Últimos prefectos
3.2.5 Episodio de la estatua de Calígula
3.2.6 Intervención de Agripa
3.3 Autonomía bajo Herodes Agripa (41-44)
3.4 Procuradores (44-66)
3.5 Guerra contra Roma
3.5.1 Preliminares
3.5.2 Gobierno autónomo
3.5.3 Campaña romana de Galilea
3.5.4 Guerra civil en Judea
3.5.5 Campaña de Judea
3.5.6 Asedio y caída de Jerusalén
3.6 Judea bajo el gobierno de los Legados
3.6.1 Guerra de Kitos
3.6.2 Revuelta de Bar Kojba
3.7 Desaparición de la provincia de Judea
4 Gobernantes de la provincia
4.1 Prefectos
4.2 Rey
4.3 Procuradores
4.4 Legados
5 Referencias
6 Bibliografía
7 Enlaces externos
Antecedentes
Reino Asmoneo
Entre 129 a. C. y 116 a. C., el reino seleúcida sufrió una serie de derrotas que
fueron aprovechadas por sus estados clientes para rebelarse.678 Entre ellos, el
Sumo Sacerdote de Jerusalén y gobernante de los judíos, Juan Hircano, comenzó desde
110 a. C. la conquista de los territorios vecinos hasta consolidar un estado judío
independiente. Este estado se convirtió formalmente en reino bajo Aristóbulo, hijo
de Juan en 104 a. C. y adquirió su mayor expansión durante el reinado de su hermano
y sucesor Alejandro Janneo (103 a. C.-76 a. C.)9
Anfiteatro de Cesarea.
El territorio de la provincia estaba formado por Judea, Samaria e Idumea, aunque
algunas ciudades, como Ascalón, fueron adscritas directamente a la provincia de
Siria. Galilea, Gaulanitis (el actual Golán), Perea y la Decápolis tampoco eran
parte de ella. Sus ingresos eran de poca importancia para el tesoro romano, pero
controlaba las rutas terrestres y marítimas costeras hacia Egipto, el granero del
Imperio, y era un territorio fronterizo ante el Imperio parto. Judea no era una
provincia imperial, ni senatorial, sino un territorio subordinado a la provincia de
Siria, por eso su gobernador era un prefecto ecuestre.20 Su capital era Cesarea en
lugar de Jerusalén21
Población
La provincia de Judea no era étnicamente homogénea. Entre sus pobladores se
contaban judíos, concentrados en las regiones de Judea y Galilea, idumeos,
originalmente paganos convertidos al judaísmo de manera forzosa por Juan Hircano,
samaritanos, vinculados a los judíos, pero separados de ellos desde la época persa,
y «griegos», es decir, sirios helenizados. Además, en las regiones del interior,
había una importante cantidad de sirios que mantenían la lengua y la cultura
aramea, nómadas nabateos de origen árabe y minorías de colonos venidos de
Mesopotamia. Los pueblos transjordanos, descendientes de amonitas y moabitas,
tenían también una fuerte impronta cultural griega.2223
Rivalidades y disputas
Una de las características de la provincia era la permanente oposición entre las
poblaciones greco-sirias, denominadas genéricamente "griegos", y judías. Entre la
primera estaba extendida la desconfianza hacia los “hebreos”, como se los llamaba,
a los que consideraban ajenos a la cultura helenística, entendida como universal,
reacios a la asimilación, exclusivistas y maliciosos. Los judíos, en especial en
las clases populares, veían a sus coprovincianos “griegos” como infieles, opresores
y pecadores. En algunos momentos y en ciertos sectores radicales, sobre todo a
partir de mediados del siglo I, la vinculación de la aristocracia judía con sus
semejantes “griegos” era entendida como una traición a la identidad judía.
Otra disputa que aparece frecuentemente en las fuentes, es la que existía entre los
habitantes de Judea propiamente dicha y los samaritanos. Ambos pueblos tenían un
origen común, los antiguos reinos de Israel y Judá, adoraban al mismo Dios y
seguían la que llamaban su ley o Torá, que había sido, según la tradición
compartida por judíos y samaritanos, entregada a Moisés por Dios. La diferencia
principal, era que cada uno consideraba al otro como un renegado a las costumbres
ancestrales. Los samaritanos creían que el Templo de Jerusalén no correspondía a
los mandatos divinos y en su lugar tenían un santuario en el monte Gerizim, y
recordaban que Juan Hircano lo había destruido.24 Los judíos, por su parte,
sostenían que los habitantes de Samaria eran mestizos, descendientes de los
antiguos israelitas mezclados con pueblos venidos de Mesopotamia, cuyo culto era
ilegítimo y medio pagano.25
En Galilea, predominaban los pobladores judíos, traídos por los asmoneos, en las
áreas rurales y en algunas ciudades pequeñas. Las mayores, como Séforis, primera
capital de la región, y Tiberíades, fundada en el año 20 por Antipas, eran ciudades
de tipo griego, con una población judía minoritaria que se fue incrementando a lo
largo del siglo.23
Regiones
El centro histórico de la provincia era la región de Judea, núcleo de reino asmoneo
y herodiano, cuya capital, Jerusalén, constituía lo que se denomina un estado -
templo, es decir una entidad política regida por una aristocracia sacerdotal.262728
El Templo, además de ser un santuario, era el eje económico de la región:
administraba grandes extensiones de tierra, poseía un ingente tesoro y funcionaba
también como un banco. A diferencia de otros estados templos, comunes en medio
Oriente, el de los judíos se caracterizaba por el rechazo a todo tipo de
sincretismo; mientras que los demás aceptaban que el dios local se identificase con
el griego Zeus u otra divinidad olímpica, los sacerdotes de Jerusalén rechazaban
este compromiso y, además, se oponían a admitir el culto de otras divinidades en su
Templo e incluso en su territorio. Este repudio se extendía al uso de imágenes
religiosas o incluso de aquellas que solo tenían una relación eventual con el
culto, como las águilas de las legiones romanas o las estatuas del emperador. No
obstante, los sacerdotes admitían la legitimidad del gobierno imperial y ofrecían
sacrificios por “la salud del emperador”.
Jerusalén ha sido llamada “la ciudad ingobernable del Imperio romano”29 en razón de
las características mencionadas. Era, también, un centro de peregrinación para los
judíos de la provincia y del resto del Imperio o de las regiones vecinas como
Arabia y Mesopotamia. Desde el siglo IV a. C., existían numerosas comunidades
judías en el mundo mediterráneo y el Cercano Oriente. Estas agrupaciones, llamadas
de modo genérico la Diáspora, mantenían un lazo estrecho con la ciudad que
consideraban santa a cuyo Templo pagaban un impuesto anual y enviaban numerosas
ofrendas. Un pequeño número de no judíos, conocidos como temerosos de Dios o
prosélitos, habían abrazado algunas creencias del judaísmo, pero no la Torá en su
conjunto, y también remitían valiosas donaciones al Templo.
El resto de la provincia estaba compuesto por ciudades de tipo helenístico, con las
instituciones cívicas de la polis como la Asamblea y la Bulé, ornadas con edificios
públicos y templos de estilo griego, y por aldeas rurales dependientes de las
mismas o de poderosos terratenientes absentistas, algunos de ellos miembros de la
familia imperial o de la dinastía herodiana. En los márgenes se encontraban tribus
árabes vinculadas al reino independiente de los nabateos, con capital en Raqmu
(Petra).
Algunas ciudades de la provincia, como Ascalón, o vecinas, como las que formaban la
Decápolis, dependían directamente de la provincia de Siria, aunque mantenían
estrechos lazos comerciales y culturales con Judea.
Lenguas
La lengua hablada en la provincia era, de manera predominante, el griego koiné.
Aunque la administración romana hiciera uso del latín en inscripciones y algunos
documentos, el griego era usado para la conversación, la redacción de contratos, la
acuñación local de moneda y los textos literarios. En Judea, Samaria y Galilea se
usaba, además, el arameo que había sido la lengua de uso común en la región desde
por lo menos el imperio persa. Se trataba de una variante particular del arameo,
más tarde llamado arameo palestinense, que estaba difundido sobre todo en el medio
rural, y era una de las lenguas dominantes de la provincia. El uso del hebreo
durante este período es un tema discutido, la versión aceptada sin casi excepciones
hasta mediados del siglo XX, era que poco antes del comienzo de la Era Cristiana,
el hebreo había dejado de ser hablado incluso en Judea, sustituido por el arameo,
como se evidenciaba por algunas expresiones del Nuevo Testamento. El descubrimiento
de manuscritos contemporáneos en Qumran y Wadi Muhabarat y el estudio de los
textos mishnaicos, revelan el uso extendido de la lengua hebrea, como un idioma
viviente y comprensible por amplios sectores de la población. Los estudios
recientes postulan una situación de trilingüismo en la provincia: el hebreo, con
arameísmos, como lengua local y religiosa, el arameo para el intercambio con los
pueblos del interior o de Mesopotamia, además de para los asuntos comerciales
internos y el griego como lengua de las relaciones con otras provincias del
imperio, la administración romana y la cultura internacional. 3031 Otros autores,
sin negar lo anterior, consideran una división geográfica; el arameo como lengua
vernácula de Galilea y Samaria, y el hebreo como lengua de la aristocracia en Judea
3233 El griego, por su parte, era el medio principal de comunicación en las
ciudades de la costa y en la clase alta de Jerusalén, pero no de las clases
populares que hablaban sobre todo arameo en la ciudad y hebreo en el campo.34
Historia
La historia de la provincia puede dividirse en cinco períodos:
Prefectos (6-41)
En el año 6, la etnarquía de Arquelao (Judea, Samaria e Idumea) quedó bajo la
administración romana directa como una provincia de segundo orden llamada Judea.35
En el orden interno estaba dividida en distritos administrativos cuyo número
variaba según la extensión del territorio La capital era Cesárea, donde residía el
prefecto, quien se trasladaba a Jerusalén, la ciudad más importante y el centro del
pueblo judío, durante las celebraciones religiosas, en especial, la Pascua. La
provincia fue creada a instancias de la aristocracia judía, por lo cual esta gozó
de amplios poderes bajo el mando romano; esto incluía el derecho a juzgar bajo sus
propias leyes y tribunales e incluso el ejercicio de la pena capital hasta el 28 de
nuestra era. Durante este período, salvo acontecimientos extraordinarios, no hubo
revueltas o signos de descontento entre la población, si bien se tienen indicios de
algunos incidentes durante la prefectura de Poncio Pilato.36
Primeros prefectos
Coponio
Coponio fue el primer prefecto de la provincia después de su organización. Durante
su administración tuvo lugar la revuelta de Judas el Galileo, relacionada con el
censo, que este prefecto terminó, y la llegada de tropas romanas a la provincia.41
Una puerta del Templo de Jerusalén llevaba, por motivos desconocidos, su nombre.42
Valerio Grato
Las fuentes no mencionan sucesos destacables bajo los dos siguientes prefectos,
Marco Ambivulo y Annio Rufo. En el año 15, ya bajo el imperio de Tiberio, Valerio
Grato es designado prefecto, cargo que ostentará hasta el 26. Durante su gobierno
intervino frecuentemente en la elección del Sumo Sacerdote; depuso a Anás,
nombrando a Ismael ben Fabo, primero, luego a Eleazar, uno de los hijos de Anás,
después a Simón ben Camith y, finalmente, a José Caifás, yerno de Anás.4344En la
novela Ben Hur, Grato aparece como un gobernador cruel y corrupto, que condena a
las galeras al protagonista.45
Poncio Pilato
Artículo principal: Poncio Pilato
Pilato fue nombrado por Tiberio, a instancias de su prefecto del pretorio, Sejano,
adversario de Agripina y destacado antijudío.4647Intentó introducir imágenes del
emperador en Jerusalén y construir un acueducto con los fondos del Templo. Algunos
autores señalan que estas desavenencias con el pueblo judío lo llevaron a trasladar
su centro de mando de Cesarea a Jerusalén para controlar mejor las revueltas, en
especial porque comenzaban a actuar en la provincia grupos armados contrarios al
poder romano. Poncio Pilato fue relevado del mando de Judea en el año 36, después
de reprimir duramente una revuelta de los samaritanos, durante la cual crucificó a
varios alborotadores.48
Últimos prefectos
Marcelo fue el sucesor de Pilato. Amigo de Vitelio, gobernador de Siria, no hay
certeza de que ejerciera el cargo de prefecto, de hecho, Josefo lo denomina
epimeletēs (ἐπιμελητής) es decir, supervisor. Después de un año, fue sucedido por
Marullo, designado por Calígula, último prefecto, quien estuvo en funciones hasta
el año 41. Durante su mandato tuvo lugar el intento de colocar la estatua del
emperador en el Templo, pero no hay registros de su intervención en los hechos.
Después de la muerte de Calígula, el nuevo emperador, Claudio, otorgó el mando de
la provincia a Herodes Agripa con el título de rey.
Intervención de Agripa
Durante estos eventos, Agripa estaba en Roma junto a Calígula, con quien lo unía
una antigua amistad; enterado de los hechos después de unos días de reflexión, tomó
partido y se arriesgó a ayudar a sus compatriotas judíos en la defensa del Templo
amenazado con la profanación.56 Agripa habló con el emperador (durante un banquete,
según Josefo,54 por medio de una carta en el relato de Filón56) y comenzó
recordando con gratitud todos los beneficios que había recibido de Calígula, pero
señalando claramente que los cambiaría voluntariamente por una sola cosa: «que las
instituciones ancestrales no se vean perturbadas. Porque, ¿qué pasa con mi
reputación entre mis compatriotas y otros hombres? O tengo que ser considerado un
traidor para mí o tengo que dejar de ser contado entre tus amigos; no hay otra
opción...»57 Al principio, Calígula pareció ceder a la súplica de su amigo e
instruyó a Petronio para que suspendiera su marcha hacia Jerusalén, mientras
advertía a las poblaciones judías que no hicieran nada contra los santuarios,
estatuas y altares erigidos en su honor.58 Más tarde, sin embargo, revirtió su
decisión59 y fue su asesinato el hecho que puso fin a la empresa y evitó los
levantamientos populares. Flavio Josefo relata que el emperador, sospechando que
Petronio había sido sobornado, le ordenó suicidarse, pero esta carta llegó después
del anuncio de la muerte de Calígula; en lo cual Josefo ve la acción de la
Providencia.58
Antigua puerta romana, conocida como Bab al-'Amud, en la ciudad vieja de Jerusalén.
Autonomía bajo Herodes Agripa (41-44)
El emperador Claudio, quien según Josefo debía su poder a Herodes Agripa,60 nieto
de Herodes y rey de Galilea en sustitución de Antipas, le otorgó el título de Rey
de los Judíos en el año 41. Si bien esto fue una suerte de restauración de la
dinastía herodiana y Judea obtuvo una amplia autonomía, no hay indicios para pensar
que dejase de ser provincia para convertirse una vez más en reino cliente.
Agripa siguió una política interior destinada a favorecer la convivencia entre los
dos grupos étnicos de la provincia, los judíos y los "griegos"; testimonio de esto
fue la existencia de dos capitales; Jerusalén, centro de la vida religiosa, y
Cesarea, construida como una pequeña Roma.61 En la primera, favoreció al partido de
los fariseos,6162 que eran los más respetados por la población, y desarrolló un
ambicioso programa de obras públicas, finaciado con el tesoro del Templo, que
extendió el área urbana al norte, Bezeta, y construyó un nuevo cinturón de murallas
en el norte y el oeste, los sitios más vulnerables de la ciudad.63 En la regiones
"griegas" prosiguió la política de evergetismo de su abuelo Herodes, 64financiando
anfiteatros y termas, así como ofreciendo juegos, incluso de gladiadores prohibidos
por la ley judía. En política exterior, procuró mantener buenas relaciones con
otros soberanos clientes de Medio Oriente. Esta iniciativa, así como la
fortificación de Jerusalén lo hizo sospechoso a los ojos de las autoridades romanas
de Siria.65
No obstante, su gobierno fue tan breve que no modificó de manera significativa las
relaciones de dominio vigentes. 66 En efecto, Agripa murió en el año 44 , después
de tres años de reinado, durante los juegos en honor a Claudio que tenían lugar en
Cesarea. Su muerte fue, según rumores de la época, resultado de un envenenamiento
por orden del legado de Siria, Vibio Marso, ante sus intentos de aumentar su
autonomía, aunque también es posible que se tratase de una enfermedad. Agripa I fue
el último rey de los judíos y, según algunos historiadores, las expectativas de
recuperar la libertad del país despertadas por su breve reinado, fueron una de las
causas de la revuelta judía que estalló veinte años después.67
Procuradores (44-66)
Agripa II, el joven hijo de Agripa, no recibió los dominios de su padre. Claudio
puso al territorio, una vez más, bajo directo control romano, añadiéndole las
regiones de Galilea y Perea. Al frente de la administración de esta nueva provincia
de Judea, siempre con sede en Cesarea, se colocaron procuradores. Estos
funcionarios, de rango ecuestre e incluso libertos, dependían directamente del
emperador, en cuyo nombre actuaban. La elección de los mismos suele ser
interpretada como un indicio de la desconfianza de Claudio hacia Marso, de hecho
Cuspio Fado, el primero de ellos, fue encargado de investigar los tumultos
acaecidos después de la muerte de Agripa.
En ese momento, en el año 48, Agripa II, ya mayor de edad, recibió de Claudio el
diminuto reino de Calcis (hoy Anjar en el Líbano), donde había reinado su tío, y el
título de Rey de los judíos, puramente nominal pero que implicaba la supervisión
del Templo. En el año 53, Agripa II cedió el reino de Calcis a su sobrino y recibió
a cambio la antigua Tetrarquía de Filipo (Iturea y Traconítida) y la tetraquía de
Lisanias.69
El siguiente hecho tuvo lugar en Samaria y terminó por costarle el puesto a Cumano.
Algunos peregrinos galileos fueron asesinados presuntamente por samaritanos. Una
embajada galilea planteó el caso ante el procurador, pero no fue tomada en cuenta,
según Josefo porque Cumano había sido sobornado por los samaritanos.75 Eleazar y
Alejandro, dos zelotas, organizaron una milicia, atacaron Samaria y saquearon la
región, matando a varios samaritanos. Cumano ordenó la represión; los insurgentes
fueron derrotados, se ejecutaron a algunos, otros quedaron prisioneros y el resto
fue convencido por los líderes de Jerusalén para que abandonaran la lucha. A pesar
de la pacificación del territorio, comenzaron a operar guerrillas en las zonas
rurales.76
Los samaritanos, por su parte, enviaron una embajada al legado de Siria, Cayo
Umidio Durmio Cuadrado, para quejarse del ataque de los judíos. Éstos, a su vez,
también recurrieron al legado, responsabilizando a los samaritanos por la violencia
y acusando a Cumano de apoyarlos.77 Cuadrado accedió a investigar, e inició sus
pesquisas en el año 52 en Judea, donde ordenó que todos los prisioneros judíos que
Cumano había capturado fuesen crucificados y ordenó la decapitación de otros judíos
y samaritanos que se habían visto implicados en la lucha.78
Ante las acusaciones en su contra, Cumano fue llamado a Roma, junto con varios
líderes judíos y samaritanos, para que respondiera ante Claudio. Entre los acusados
se incluía el Sumo Sacerdote Ananías. Durante el proceso, varios de los libertos
más influyentes de la corte imperial se posicionaron del lado de Cumano, pero los
judíos contaban con el apoyo de Herodes Agripa II, amigo de Claudio. El proceso
resultó favorable a los judíos, los dirigentes samaritanos fueron ejecutados y
Cumano, enviado al exilio.79
Moneda de bronce (prutah) acuñada por Porcio Festo. Anverso: letras griegas ΝΕΡ WΝO
(Nerón) con una corona y la X. Reverso: letras griegas KAICAPOC (César) y la fecha
LE (año 5 = 58/59), junto a un ramo de palma.
El sucesor de Félix fue Porcio Festo, cuyo comienzo de mandato no está claro,81
pero que parece haber tenido lugar entre 58 y 60, según se desprende de los datos
numismáticos.8283 Festo heredó de su predecesor la discusión acerca del derecho de
ciudadanía en la polis de Cesarea. La población "griega" consideraba que los
habitantes judíos carecían de los mismos, pues la ciudad no era parte integrante
del antiguo reino y había sido fundada para los no judíos. Éstos, por su parte,
reclamaban serlo ya que un rey judío, Herodes, la había fundado y era la capital de
la provincia. Este hecho fue el desencadenante de la guerra. Otro conflicto durante
su gobierno, fue la controversia entre Agripa II y los sacerdotes del Templo, por
la construcción de un muro que impedía la vista del patio del mismo desde el
palacio del rey; discusión que ponía en cuestión la función de supervisión del
monarca sobre el santuario nacional judío. Festo murió en su cargo, posiblemente de
tuberculosis.
El sucesor de Albino fue Gesio Floro, quien asumió su cargo en 64. Natural de
Clazómenas, su esposa era amiga de Popea Sabina, la esposa de Nerón, a cuyo favor
pudo deberse su nombramiento. Según Flavio Josefo,86 su avaricia e incompetencia
fueron una de las causas que motivaron los disturbios de Jerusalén que
desencadenaron la primera guerra judeo-romana. Bajo su gobierno, parte de Galilea,
las ciudades de Tiberíades y Tariquea, y algunas regiones de Perea fueron
segregadas de la provincia de Judea a incorporadas al reino de Agripa II, que
comprendía la antigua Tetrarquía de Filippo.
Gobierno autónomo
Moneda de plata (medio siclo) acuñada por el gobierno autónomo de Judea. Caracteres
paleohebreos. Anverso: «Año 3 (equivalente al 68/9). Siclo de Israel», y copa de un
omer de capacidad con borde perlado. Reverso: «Jerusalén, la Santa», y rama con
tres granadas. La acuñación de moneda en plata era un derecho reservado al gobierno
imperial.
Como resultado de los disturbios en Judea, Galo marchó con la Legión XII Fulminata,
reforzada con unidades de la III Gallica, IV Scythica y VI Ferrata, además de
auxiliares y aliados, con unos treinta mil efectivos, para restablecer el orden.
Después de algunas victorias, se retiró hacia la costa, donde fue emboscado y
derrotado por los rebeldes de Judea en la Batalla de Beth Horon, un triunfo judío
que causó conmoción en Roma, con seis mil legionarios muertos y la pérdida del
aquila de la XII. Galo pudo escapar a duras penas y se retiró a Antioquía donde
murió al año siguiente.89
Las milicias victoriosas de Judea, que incluían aristócratas, pero con apoyo del
campesinado dirigido por Simon Bar Giora, tomaron la iniciativa e intentaron
expandir su control a la ciudad de Ascalón, pero tal campaña resultó desastrosa por
lo que se abandonó la táctica del combate abierto.
Corrió el rumor, según Josefo falso, de que el gobierno provisional había llegado a
un acuerdo con el ejército romano, ante lo cual una fuerza de veinte mil idumeos
marchó para defender la ciudad. Los zelotes les permitieron la entrada y con su
auxilio derribaron al gobierno aristocrático, ejecutando a sus principales líderes
y apoderándose del Templo Al enterarse de estos hechos, Simón bar Giora abandonó
Masada y se estableció en Idumea, uniendo fuerzas con el líder local Jacob ben
Susa; en ese momento, los partidarios del gobierno depuesto lo llamaron a la ciudad
para restablecer el orden.95
Campaña de Judea
En la primavera del 68, Vespasiano comenzó una campaña sistemática en Judea: Afec,
Lydda, Yavne y Jaffa cayeron en poder de los romanos. Luego atacó Idumea y Perea,
para terminar en las tierras altas de Judea y Samaria. Gofna, Bethel, Jericó y
Hebrón ya habían sido reconquistadas en julio del 69. Por esas fechas, la comunidad
esenia de Qumrán fue atacada y dispersada, pero antes escondieron su biblioteca en
cavernas cercanas, donde sería hallada en 1948.96
En el verano de 70, luego de un asedio de siete meses, las tropas de Tito abrieron
una brecha en las murallas de la ciudad, aprovechando su punto más débil: el tercer
muro, construido poco antes del asiento. La lucha en la ciudad fue casa por casa, y
hasta el final los zelotes de Juan de Giscala mantenían en su poder el Templo,
convertido en fortaleza. Los sicarios al mando de Simón Bar Giora, resistían en la
Ciudad alta. El 29 o 30 de julio de 70, el Templo fue tomado, saqueado y destruido,
momento que la tradición judía conmemora con el llamado Tisha b'Av. La conquista de
resto de la ciudad se completó a principios de septiembre; las murallas y el resto
de la ciudad fueron completamente destruidas. Los líderes Juan de Giscala y Simón
bar Giora fueron hechos prisioneros.
Guerra de Kitos
Artículo principal: Guerra de Kitos
Se ignoran las causas inmediatas de la guerra, pero se enmarca en la guerra pártica
emprendida por Trajano en 113. Sobre el final de la campaña, cuando el emperador ya
había conquistado Mesopotamia (año 116) estalló la revuelta. Los rebeldes judíos
residentes en la nueva provincia comenzaron a atacar las pequeñas guarniciones de
la retaguardia. Al mismo tiempo, una rebelión de judíos estalló en Cirenaica y
pronto se extendió a Egipto y Chipre, hasta llegar a Judea, donde un levantamiento
centrado en Lydda, amenazó el suministro de granos desde Egipto hasta el frente. La
insurrección judía se extendió rápidamente, sobre todo en Mesopotamia, donde
ciudades con importantes poblaciones judías como Nisibis, Edesa, Seleucia y Arbela
se unieron a la rebelión y masacraron a sus pequeñas guarniciones romanas. La
revuelta fue aplastada por las legiones al mando de Lusio Quieto, cuyo nombre
identifica en la historia judía al conflicto, ya que "Kitos" es la forma hebrea de
Quieto.
El líder judío de Cirene, Lukuas, también llamado Andrés por algunas fuentes, huyó
a Judea donde se reunió con los líderes locales, los hermanos Julián y Pappo.
Pusieron su cuartel general en Lydda, que fue asediada por Quieto, enviado
expresamente por Trajano. La ciudad fue tomada y los rebeldes ejecutados.
Judea estaba pacificada, pero la tensión entre romanos y judíos continuaba. Adriano
envió a la legión VI Ferrata a la provincia, estacionándola en Cesarea. Al mismo
tiempo anunció su intención de reconstruir Jerusalén, lo que despertó el interés de
todo el pueblo judío.
Liderada por Simon bar Kokhba (paso de un sistema de propiedad familiar o comunal
de la tierra a la aparcería), estalló como consecuencia de las tensiones acumuladas
desde la primera guerra (66-73), la presencia de guarniciones romanas en la
provincia, los cambios en la economía y la administración del país y, sobre todo,
la represión durante la Guerra de Kitos.107
Moneda de plata (tetradracma) acuñada durante la Rebelión de Bar Kojba (entre 132-
135), sin fecha. Anverso: Fachada del Templo con el Arca de la Alianza y una
estrella. Reverso, lulav con etrog.
La tercera fase comenzó cuando Adriano llamó a Sexto Julio Severo, entonces en
Britania, quien desembarcó en Judea con tres legiones, algunas cohortes adicionales
y entre 30 y 50 unidades auxiliares. Tomó el título de legado provincial e inició
una campaña masiva para someter sistemáticamente a las fuerzas rebeldes de Judea.
El tamaño del ejército romano acumulado contra los rebeldes era mucho mayor que el
comandado por Tito sesenta años antes: casi un tercio del ejército romano participó
en la campaña. La batalla decisiva tuvo lugar en Tel Shalem en el valle de Beit
She'an, cerca de lo que ahora se identifica como el campo legionario de la legión
VI Ferrata.109 Simón se dirigió a la fortaleza de Herodium y poco a poco fue
perdiendo terreno hasta quedar reducido a la fortaleza de Betar, donde tuvo lugar
la cuarta y última fase de la guerra contra los romanos quienes, mientras tanto,
habían llevado a cabo una campaña de aniquilación. Betar, fue sitiada en el verano
de 135 por las legiones V Macedonica y XI Claudia,110 según la tradición judía, fue
tomada también en Tisha B'av,el mismo día que el primer y segundo Templo. El Talmud
de Jerusalén relata la conquista de la ciudad como una masacre.111
Los romanos ejecutaron a ocho miembros destacados del Sanedrín, los llamados Diez
Mártires112 incluyendo a dos rabinos ejecutados anteriormente, entre los cuales
estaba R. Akiva. El destino de Bar Kojba no es seguro, existen dos tradiciones
alternativas en el Talmud de Babilonia que atribuyen su muerte a una mordedura de
serpiente u otras causas naturales durante el asedio o a una ejecución por orden
del Sanedrín como un falso Mesías. Tras la Caída de Betar, las fuerzas romanas
desataron una feroz represión, a cargo sobre todo de la legión III Cirenaica. A
principios de 136, la revuelta había sido completamente derrotada y la población
judía, aniquilada en lo que algunos estudiosos consideran un verdadero
genocidio.113114
Los romanos también sufrieron grandes pérdidas en esta guerra, hasta el punto que
según Dion Casio, Adriano al informar de la victoria al Senado omitió la frase
habitual: 'yo y el ejército estamos bien'
La provincia dejó de llamarse Judea y pasó a formar parte de Siria, la cual tomó el
nombre de Siria Palestina (en latín: Syria Palaestina, en griego Συρία ἡ
Παλαιστίνη, Syría hē Palaistínē) con capital en Antioquía. En 193, las regiones de
Celesiria al norte y Fenicia al sur, fueron elevadas al rango de provincia y Siria
Palestina quedó reducida a lo que más tarde fue la región geográfica conocida como
Palestina, cuya capital fue Cesárea. Esta provincia, dividida en tres en el siglo
IV, permaneció hasta la conquista musulmana del siglo VII, cuando se convirtió en
el Distrito militar de Palestina (en árabe: جنْد ِفل َْس ِطيْن,
ُ Yund Filastin).115
Siria Palaestina se volvió mucho menos problemática para el gobierno imperial que
Judea. El gobierno continuó permitiendo a los judíos ciertas libertades religiosas,
como la exención del culto imperial, y gradualmente los gobernadores romanos
permitieron a los judíos recuperar algunos de sus derechos comunales, como los
tribunales locales y el gobierno interno, bajo la autoridad general del patriarca
en Tiberías. A los samaritanos les fue peor, ya que los romanos tomaron medidas
para evitar el resurgimiento del nacionalismo samaritano al fundar un templo pagano
en el monte Gerizim, justo al sur de Neapolis, y se negaron a hacer concesiones a
las prácticas religiosas samaritanas.
Gobernantes de la provincia
Prefectos
6-9: Coponio
9-12: Ambíbulo
12-15: Anio Rufo
15-26: Valerio Grato
26-36: Poncio Pilatos
36-37: Marcelo
37-41: Marulo.
Rey
41-44: Herodes Agripa I
Procuradores
44-46: Cuspio Fado120
46-48: Tiberio Julio Alejandro
48-52: Ventidio Cumano
52-60: Marco Antonio Félix;121
60-62: Porcio Festo122
63-64: Luceyo Albino
64-66: Gesio Floro
c. 66-70: Marco Antonio Juliano.
Legados
70-71: Sexto Vetuleno Cerial
71-72: Lucilio Baso
72-81: Lucio Flavio Silva
80-85: Marco Salvideno
85-89: Gneo Pompeyo Longino
c. 93: Sexto Hermentido Campano
99-102: Tiberio Claudio Ático Herodes
102-104: Cayo Julio Cuadrato Baso
105-107: Quinto Pompeyo Falcón
114-117: Tiberiano
117-118: Lusio Quieto
118-120 - Lucio Cosonio Galo
c. 124-¿?: Gargilio Antiquo
130-132/3: Quinto Tineyo Rufo
c. 133/4-135: Sexto Julio Severo
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aparentemente neutral —yuxtaponiendo el de la vecina provincia con el reestablecido
nombre de una antigua entidad geográfica (Palestina) ya conocida por los textos de
Heródoto— Adriano intentó suprimir cualquier conexión entre el pueblo judío y este
territorio».
Jacobson, David (2001), «When Palestine Meant Israel», Biblical Archaeology
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después de que sus ejércitos romanos reprimieron la revuelta de Bar-Kokhba (la
segunda revuelta judía) en 135 CE; esto es visto generalmente como un intento
destinado a cortar la conexión de los judíos con su patria histórica. Sin embargo,
escritores judíos como Filon, en particular, y Josefo, quien floreció mientras
Judea aún existía formalmente, usaron el nombre de Palestina para la Tierra de
Israel en sus obras griegas, sugieren que esta interpretación de la historia es
errónea. La elección por Adriano de Siria Palestina puede interpretarse de manera
más exacta como una racionalización del nombre de la nueva provincia, de acuerdo
con su área que es mucho más grande que la Judea geográfica. De hecho, Siria
Palestina tenía antecedentes íntimamente relacionados con el área más extensa
Israel».
Jacobson, David (1999). «Palestine and Israel». Bulletin of the American Schools
of Oriental Research. 313 (313): 65–74: «Hacia el siglo V a.C. el término
Palaistinē se usaba para denotar toda el área de la Tierra de Israel, el área
tradicional asignada a los 12 hijos de Jacob, en lugar de solamente la Tierra de
los filisteos o la franja costera de Tierra Santa. La ubicación que indica
Aristóteles para el Mar Muerto en Palestina corresponde a ésto, sin tener que ser
explicada como una inexactitud derivada de la transmisión de segunda mano. Además,
el reemplazo de Judea por Siria Palestina hecho por Adriano, puede verse no tanto
por el deseo de Roma de borrar a la nación judía del mapa como por el deseo de
racionalizar el nombre de la nueva provincia, que era mucho más grande que la Judea
geográfica. Desde la época de los Macabeos, los límites territoriales de Judea
habían crecido mucho más allá de los límites originales de la región judía en las
montañas alrededor de Jerusalén. ¿Qué podría ser más adecuado que un nombre antiguo
que durante mucho tiempo representó a esta entidad mucho más grande? Además,
cualquier vínculo con el nombre de Israel, empañado por las revueltas judías contra
Roma, ciertamente había sido olvidado».
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estación naval fenicia llamada Torre de Strato (Stratonos Pyrgos, Turns Stratonis),
que había florecido en los siglos III a I a. C. Este pequeño puerto estaba situado
en la parte norte del sitio. Herodes dedicó la nueva ciudad y su puerto (limen
Sebastos) a César Augusto. Durante el período romano temprano, Cesarea fue la sede
de los procuradores romanos de la provincia de Judea. Vespasiano, proclamado
emperador en Cesarea, la elevó al rango de Colonia Prima Flavia Augusta, y luego
Alejandro Severo al de Metropolis Provinciae Syriae Palestinae ".
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provincia romana bajo el nombre de Judea.»
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Judea se convirtió en una provincia romana, Jerusalén dejó de ser la capital
administrativa del país. Los romanos trasladaron la residencia gubernamental y el
cuartel general militar a Cesarea. Así, la sede de gobierno le fue quitada a
Jerusalén y la administración se basó cada vez más en los habitantes de las
ciudades helenísticas (Sebaste, Cesarea y otras)».
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IdentificadoresWorldCatVIAF: 102158628362522922663Pleiades: 981527LugaresPleiades:
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Categoría: Judea (provincia romana)
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