Está en la página 1de 2

UNIVERSIDAD DEL NORTE SANTO TOMAS DE AQUINO

VICE-RECTORADO
DEPARTAMENTO DE FORMACIÓN DE FORMACIÓN
HUMANÍSTICO- CRISTIANA
CURRICULUM DE FORMACIÓN HUMANÍSTICO-CRISTIANA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

Ensayo: ¿El hombre posmoderno ha perdido la alegría? ¿La


esperanza?

En este ensayo se va a ver plasmado el interrogante, como bien dice el título,


¿El hombre posmoderno perdió la alegría? ¿La esperanza? Y que juicio
podemos encontrar de Lipovetzky, Chull Han, Baumann y Vattimo sobre esto.
Iniciando con Bauman que es quien nos habla de la “modernidad liquida” de
manera metafórica, donde nos explica la postmodernidad y como el hombre
actúa, caracterizando a esta por lo pasajero, momentáneo. Viendo los valores
estables y las relaciones duraderas como ataduras u impedimentos.
Bauman intenta dar cuenta de la precariedad de los vínculos humanos en una
sociedad individualista y privatizada, marcada por el carácter transitorio y volátil
de sus relaciones. Vivimos en una sociedad líquida siempre cambiante y cada
vez más imprevisible. Esa fluidez, tanto de los mercados monetarios, como de
los estados emocionales, traspasa el ámbito de la metáfora y se convierte en
una realidad cotidiana. Es así que en una de sus obras analiza detenidamente
acerca de la idea de felicidad para indagar sobre el sentido de la vida, si bien
nos dice que nadie ha sabido definir la felicidad por completo desde hace al
menos dos mil años. Él nos muestra que, alcanzados los ingresos que
aseguran la supervivencia, consumir más no nos hace más felices. No
obstante, existe una fuerte y extendida creencia de que hay un vínculo íntimo
entre la felicidad y el volumen y calidad del consumo, pero para Bauman “al
pasar sutilmente el sueño de felicidad desde la visión de una vida plena y
gratificante a una búsqueda de los medios que uno cree necesarios para
alcanzar esta vida, el mercado se encarga de que esta búsqueda nunca
termine. Los objetivos de la búsqueda se reemplazan constantemente con una
rápida velocidad”. Nos afirma que puede darse una pseudofelicidad cuando la
sociedad de consumo dicta: "solo hay momentos felices". Es casi una
sentencia funcional a la modernidad líquida que acepta explosiones de distintas
emociones, creaciones, realizaciones, logros, etc., pero nunca con la idea de
que alguno de estos eventos perdure en el tiempo. 
Introduciéndonos al pensamiento de Chul Han, el caracteriza a la sociedad
como “sociedad de rendimiento, como sociedad activa, que está convirtiéndose
paulatinamente en una sociedad de dopaje”. Hace referencia a términos como
“cansancio” y “agotamiento” para describir estados psíquicos que caracterizan
al mundo posmoderno, un mundo pobre en negatividad. El exceso de
rendimiento, el exceso de positividad, pareciera acelerar al individuo a una
velocidad más bien individual, a una velocidad de aislamiento, de soledad. Por
esto, analiza al sujeto contemporáneo como un “sujeto de rendimiento”, un
sujeto que se autoexplota. Han critica cómo el exceso de positividad y la
imperante necesidad de estar siempre felices nos obliga a evitar cualquier
asomo de sufrimiento y nos lleva a un estado de anestesia permanente. El
dispositivo de felicidad aísla a los hombres y los conduce a una
despolitización de la sociedad y a una pérdida de la solidaridad. Cada uno
debe preocuparse por sí mismo de su propia felicidad. La felicidad pasa a
ser un asunto privado.
UNIVERSIDAD DEL NORTE SANTO TOMAS DE AQUINO
VICE-RECTORADO
DEPARTAMENTO DE FORMACIÓN DE FORMACIÓN
HUMANÍSTICO- CRISTIANA
CURRICULUM DE FORMACIÓN HUMANÍSTICO-CRISTIANA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

En tanto Gilles Lipovetzky le otorga ciertas características al hombre


posmoderno, las cuales se pueden esquematizar en: Desinterés a todo lo que
en su momento sirvió como eje para la historia; falta de vínculo con los
deberes, pero estrecho vínculo a los derechos y por ultimo jóvenes sin
motivación, ni intereses. Denota que es esta una era llena de tecnología, la
cual nos empuña y así también parece nada satisfacernos porque somos una
sociedad “Harta, la cual posee depresión”, nos remarca que la principal
necesidad en dicha época es alcanzar el éxito, y al no llenar esta necesidad
termina procediendo a la desilusión la cual se da por los medios masivos que
incitan a mostrarnos constantemente la vida de los famosos, estrellas como si
eso fuera lo que deberíamos alcanzar, nuestro objetivo, para hacerse difícil
conformarse con lo que tenemos. Gilles percibe a la postmodernidad como una
época de decepción pero así también que va en búsqueda de la felicidad
individual que puede llenar una vida. En una de sus obras “De la ligereza”
señala que la sociedad contemporánea ha favorecido la construcción de un
estilo de vida orientado a la búsqueda sencilla de la felicidad, y en
consecuencia el alejamiento de los sufrimientos cotidianos. Es decir, aligerar el
peso de la existencia. Esta premisa ha desencadenado tanto en la búsqueda
del placer inmediato, el favorecimiento de experiencias livianas en todo sentido,
como por ejemplo la práctica superficial por parte de muchas personas de
espiritualidades y corporalidades como el yoga, que se convierten en
consumos superfluos del bienestar. Incluso, señala, la ligereza se percibe en el
diseño de muebles casi aéreos, moda dominada por los llamados “básicos”, o
arquitecturas sinuosas, casi virtuales, dominadas por el vidrio. La ligereza es
una forma de adornar la vida y despojarla de gravedad. Aunque la ligereza
frivoliza el mundo, al tiempo libera a los individuos de cargas imposibles de
llevar, como el corresponder a ideales tradicionales de familia, religiosidad,
sexualidad, etc. Como lo ha hecho a lo largo de su obra, Lipovetsky juega con
las paradojas, y en la ligereza señala que la alegría, efímera, podría convertirse
también en una opresión.
Para finalizar, Vattimo desarrolla independientemente los conceptos de
modernidad y posmodernidad, distinguiendolos pero aun así, ilustrando la
conexión entre ellos.
Vattimo plantea que el término “posmodernismo” tiene en cuenta las
bases características de la modernidad y recibe influencia de Nietzsche y
Heidegger, en específico, recibe influencia del nihilismo y la
hermenéutica, tanto que el nihilismo: propone que este debe ser afrontado
como unica posibilidad para poder vivir.
En relacion a esta “nada” en la cual se encuentra inmerso el hombre
posmoderno, no será posible para el pensamiento vivir positivamente
aquella verdadera edad postmetafisica.

También podría gustarte