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Ayuda clave en la pérdida de peso.

¡No dejes caer al de al lado!

1. La realidad tras la pérdida de peso y la falta de aceptación personal.


Muchos piensan —o se sienten presionados a creer— que, restringiendo la cantidad de comida que toman y
perdiendo peso, harán ejercicio mejor, tendrán mejor aspecto y optimizarán su rendimiento en todos los
sentidos.

Irónicamente, hacer dieta precede a la aparición de obesidad o de trastornos de la conducta alimentaria. “Hacer
dieta”, como se entiende esta idea en general, es una conducta de riesgo; puede causar debilidad, fatiga,
irascibilidad, amenorrea, fracturas por estrés, peor rendimiento y, antes o después, trastornos de la conducta
alimentaria (TCA).

Más incluso, en la actualidad, se documentan cada vez más las transformaciones corporales y se comunican a
través de las redes sociales de forma extensa. Las clásicas imágenes de “antes y después”, la confianza para
pasar información a través de Facebook, Instagram o YouTube se está convirtiendo en un modelo normal de
comunicación. Eventualmente, no siempre, esto podría derivar en algo más grave como el inicio en el uso de
esteroides o farmacología para mejorar el físico, obtener más "Me gusta", seguidores y admiradores.

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La idea de “hacer dieta” genera una sensación restrictiva demasiado fuerte en personas que
no están familiarizadas con las bases de la nutrición. Aunque a priori podría ser reflejo de mejorar la salud,
el físico y el bienestar, el proceso adaptativo en términos biopsicosociales y, en particular la exposición
actual a Redes Sociales, podría agravar situaciones no deseadas.

Es evidente que “hacer dieta” no es la solución para los problemas de peso. Los trastornos de la conducta
alimentaria desaparecerían si fuéramos más transigentes con nosotros mismos y nos
aceptáramos tal como somos en cada momento de nuestra existencia. Sentirse bien con uno mismo,
aunque siempre se busque progresar en algún aspecto, ya sea físico, personal, sentimental o intelectual.

Como sociedad que somos, deberíamos, entre todos:


 Derribar el mito que sostiene que la delgadez equivale a la felicidad y al éxito.
 Acabar con la idea de que un deportista más delgado es un deportista mejor.
 Ser felices y disfrutar globalmente del proceso de cambio y mejora.
 Dar importancia a estar en forma y sanos como objetivo más importante que estar delgados, y
 Tener cuidado con el modo en que reaccionamos cuando alguien pierde peso.

En este último punto es donde vamos a centrarnos a continuación. Seguro que, por probabilidad real, quizás
tengáis amigos/as, familiares o compañeros/as con problemas con la comida, y os preguntáis qué
podéis hacer para encontrar una solución. Muchas veces es difícil decir si esa persona tiene problemas
de verdad o si se trata de un deportista dedicado por completo a su deporte o alguien con mucho interés por
vivir un estilo de vida saludable

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2. El papel del entorno en la consecución del éxito.
Si sospecháis que alguien querido o cercano tiene un problema con la comida, no esperéis hasta que un
problema médico le dé la razón. Acercaos, habladle de modo apropiado, que sienta que tiene por lo menos
un apoyo que verdaderamente quiere ayudarle a conseguir sus propósitos saludables y ser feliz.

Sean 1 o 10 kg, la mejor manera de reaccionar ante la pérdida de peso de un conocido es desviar el
foco de atención del cambio físico debido al peso hacia un aspecto digno de elogio: un mejor
estado de salud de esa persona. Aquí tenéis algunas frases para compartir con los que están perdiendo o
han perdido peso:

• “Parece que te has esforzado mucho en perder peso. ¿Cómo te sientes?” La persona a dieta siempre
estará lista para hablar sobre lo orgulloso que se siente de cuánto le costó lograrlo. Escuchad su historia
y aseguraos de que está sana. Es posible que se sienta más sano y con más energía, pero también
puede que tenga que escuchar su frustración por no estar aún todo lo delgado que desea

• “Pareces más pequeño... ¿Tienes menos capacidad ahora para amar?”. El mensaje que se trata de
transmitir es que no es mejor persona por haber perdido peso; simplemente, tiene un tamaño menor.

• “Parece que estás más en forma. ¿Cómo van tus entrenamientos?” Si está perdiendo peso de forma
adecuada, se sentirá bien y estará dispuesto a hablar de sus planificaciones como temática general de
la conversación, dejando entrever si disfruta de esas periodizaciones o, por el contrario, está obviando
el disfrutar del proceso como fin principal.

Independientemente de las respuestas de vuestros amigos, familiares o compañeras, el propósito es ayudarle


a tener una idea firme de su valor como persona. La grandeza y el valor de alguien está en su persona,
en la amistad y en el cariño, no en usar una talla de pantalón u otra. La gente necesita saber que
se les quiere de dentro hacia afuera, no que son juzgados de fuera hacia adentro.

Nos estamos volviendo un poco locos y extremistas con el aspecto físico en general. Lo vemos cada día en
Instagram y no es el mensaje que hemos intentado transmitir desde Powerexplosive durante todo este tiempo
compartiendo con vosotros.

Aléjate de las “dietas”, come comida real y saludable en mayor proporción, pero permítete también disfrutar
del contexto social con cabeza. Perder grasa en personas sanas es más sencillo de lo que la gente cree, y no
hace falta hacer locuras ni desequilibrios alimentarios.

Individualiza tu vida y adapta tu alimentación. Aprende a calcular tus necesidades calóricas y macronutrientes,
elige alimentos saludables, y disfruta. Y, por supuesto, trata de ayudar a quienes menos pueden saber o lo
están pasando mal.

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