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Evaluación de los problemas vestibulares.

Movimientos oculares normales y sistemas que participan.


William Pereira.
Fabián Porras.
Movimientos oculares normales.

Al momento de analizar respuestas vestibulares es poco probable llegar a un diagnóstico


certero. Tanto la parte motora como el estímulo vestibular deben integrarse en el Sistema
Nervioso Central junto con otros sistemas. Las vinculaciones que realiza el sistema
vestibular con estructuras neurológicas y funcionales forman el sistema oculomotor,
realizando funciones, mecanismos y sistemas para el movimiento ocular tanto voluntario
como reflejo. (Bartual. & Pérez., 1999)

Al ser los ojos, el órgano de la visión, esta debe ser lo más correcta posible y para esto el
medio que el ojo observa no puede desplazarse frente a la retina, más que todo a gran
velocidad, porque no podría identificar con detalle los objetos que hay en él. Esta retina es
la parte del ojo encargada de detectar la forma, color y el movimiento de los objetos, así
como a la distancia a la que está y su posición en el medio que se observa, pero al
momento de recibir la información lo hace de manera muy lenta ya que necesita
estabilizar la imagen sobre una misma zona receptora, si esto no sucede la nitidez de la
imagen se pierde. Por otra parte, al estar los ojos en la cabeza y en el cuerpo, la cantidad
de movimiento que sufren estas es muy alta, pero para este problema se desarrollaron
dos reflejos para mantener estable el campo visual mientras la cabeza se mueva, los
objetos se desplacen alrededor o ambas; estos son el Reflejo Vestibuloocular (RVO), que
fija el ojo mientras la cabeza está en movimiento y el Reflejo Optocinético (ROC), que fija
el campo visual sobre la retina.

La fóvea es la porción de la retina de máxima sensibilidad visual, y para obtener la visión


óptima de un objeto determinado es preciso centrar su imagen sobre ella. Para
conseguirlo, la persona tiene un conjunto de movimientos oculares que permiten cambiar
el ángulo de la mirada, estos se llaman sacadas, a los que siguen breves momentos en
los que el ojo no se puede mover que se llaman fijaciones. (Bartual. & Pérez., 1999)

En animales con visión frontal deben realizar movimientos conjugados de amplitud y


velocidad exactamente iguales para que durante la fijación ambos ojos enfoque en los
humanos o sea en la visión estereoscópica se logró mediante el desarrollo del sistema de
vergencia que trata de que ambos ojos pueden realizar la aproximación o separación de
sus ejes visuales en los movimientos de convergencia y divergencia de modo que las
fóveas de ambas rutinas coincidan sobre el mismo blanco visual.

Los movimientos oculares son diversos y complejos según su velocidad se pueden


clasificar en tres: lentos, rápidos y mixtos, que se originan de cuatro sistemas de control
oculomotor, los cuales son:

a) Seguimiento y Nistágmico: desplazamiento de los objetos en el campo visual


sobre los ejes horizontal y vertical, siempre que la velocidad no sea mayor al
funcionamiento de estos.
b) Sacádico: actúa cuando el desplazamiento de los objetos es muy rápido.
c) Sistema vergente: desplazamientos en el eje anteroposterior.
d) Los cuatro sistemas se utilizan cuando los desplazamientos suceden en las tres
dimensiones.
Movimientos que llevan una imagen de interés a la fóvea

a) Sacada de búsqueda: Son movimientos oculares muy rápidos que cambian


inmediatamente la dirección de la mirada llevando a la imagen de interés sobre la
fóvea en el mínimo tiempo posible para poder fijarlo durante el tiempo deseado.
b) Fase rápida del nistagmo: se encarga de anticipar la acción del sistema
oculomotor durante un giro, dirigiendo la mirada hacia la próxima escena visual.
Esto se da debido a que si el ojo quedase fijo la cabeza seguiría rotando y el
campo visual comenzaría desplazarse sobre la retina con el resultado de una
visión pobre y mala.
b. Movimientos de convergencia y divergencia: son movimientos oculares lentos que
se encargan de llevar imágenes de interés a puntos simétricos de ambas
fóveas para permitir la visión binocular y estereoscópica.

Sistema sacádico:

Cuando existe un objeto de interés en el campo visual periférico, los ojos se mueven
rápidamente para fijar la imagen, es lo que se conoce como sacada. Este sistema
produce los movimientos más rápidos que puede realizar el ojo. (González & Mayayo,
n.d.)

Existen 2 tipos de sistema:

1. Voluntario, encargado de las refinaciones intencionadas (Ej. Respuesta a órdenes)


2. Sacádico, producido en dirección al estímulo (generalmente asociado a
movimientos de la cabeza en la misma dirección). Cuando escuchamos un ruido
que volteamos la cabeza rápidamente.

Durante el movimiento, la musculatura ocular agonista se contrae al máximo, relajándose


la antagonista, para conseguir el movimiento más rápido posible.

1. Voluntario:

En este tipo se producen movimientos sacádicos sin estímulo visual, son voluntarios y
también menos precisos. Por ejemplo: movimientos rápidos de los ojos en la fase de
sueño paradójico; fases rápidas del nistagmo evocado vestibular y optocinético; fases
rápidas del nistagmo patológico. (González & Mayayo, n.d.)

2. Sacádico:

La trayectoria normal de una sacada se produce cuando existe una integración perfecta
de pulso y tono. El integrador está en la formación reticular pontina paramediana, cerca
del núcleo del VI PC abducens. Si se altera el integrador, existirán movimientos
imprecisos que necesitarán una reconducción hacia el objeto, mediante un movimiento
lento, <20/s . Si los movimientos son a ésta velocidad se dice que hay un deslizamiento.
(González & Mayayo, n.d.)
Durante el movimiento sacádico existe un fenómeno de supresión visual, por el que
aumenta el umbral visual. Se cree que se produce por descarga corolaria o transcripción
de la eferencia. El movimiento retiniano, junto con conexiones fronto-occipitales, estimulan
el sistema visual produciéndose la supresión de la percepción consciente del movimiento
ambiental, dentro del movimiento sacádico. (González & Mayayo, n.d.)

Sistema de seguimiento

Tiene como función el mantenimiento de un objeto móvil en la fóvea retiniana. El estímulo


para los movimientos oculares lentos es el objeto fijado que se desplaza.

Tiene una latencia más corta (125ms), con una velocidad máxima de seguimiento de 30-
50º/s, mayor en los movimientos lentos del reflejo vestíbulo-ocular y del nistagmo
optocinético. Cuando aumenta la velocidad del mecanismo de seguimiento existen
movimientos sacádicos para refijar el objeto en la fóvea. Los movimientos lentos se
caracterizan por ser conjugados, suaves y controlados por un sistema que modifica
continuamente la salida motora en respuesta a la entrada visual.

Fisiología del sistema:

Un objeto fijado en la fóvea se desplaza a velocidad constante, la respuesta del


seguimiento comienza tras una latencia, al principio a la misma velocidad que el objeto y
luego, por la latencia, los ojos se retrasan. Se produce así una sacada de captura antes
de continuar el seguimiento, mediante un pulso junto con un aumento lineal tónico de la
frecuencia, para alcanzar la velocidad del objeto y mantenerla.

No hay un integrador de este sistema conocido, simplemente se sabe su funcionamiento

Sistema de vergencias:

Movimiento de los ojos cuya función es centrar la imagen en ambas fóveas (área de la
retina donde se enfocan los rayos luminosos) al mismo tiempo, para permitir el cálculo de
la distancia y la visión estereoscópica (en tercera dimensión) .Se deben al desplazamiento
del objeto a lo largo del eje visual (acercamiento o alejamiento). Producen los
movimientos oculares más lentos. (González & Mayayo, n.d.)

Es un sistema generalmente no conjugado que responde a 2 estímulos: borrosidad


retiniana y diplopia.
Nistagmo optocinético:

Es el nistagmo producido por el paso repetido de un objeto por el campo visual. Es un


reflejo fisiológico complejo, que nos informa del estado de 2 sistemas, el sacádico y el de
seguimiento. Existen 2 tipos de nistagmo optocinético: (González & Mayayo, n.d.)

1. Activo de control cortical: Depende de un estímulo foveal visual. Es voluntario, no


se inhibe con la presencia de objetos inmóviles en el campo visual y desaparece
en la oscuridad.
2. Pasivo o verdadero subcortical: Depende de la retina periférica. Es involuntario, se
inhibe cuando hay objetos inmóviles en el campo, persiste cierto tiempo en la
oscuridad, es independiente de la corteza cerebral y se inhibe por el nistagmo
cortical.

Reflejo vestíbulo-ocular:

El estímulo para los movimientos oculares lentos es la modificación de las aferencias


sensoriales equilibradas de los conductos semicirculares, mediante movimientos de la
cabeza; o mediante estimulación calórica o rotatoria. Cuando se desencadena el reflejo
vestíbulo-ocular, se produce un movimiento lento, generado por una señal laberíntica e
interrumpido por una sacada para corregir la posición ocular hacia la fóvea; a la aparición
intercalada de un movimiento lento y uno rápido se lo conoce como nistagmo.

La señal de control de este sistema es la aceleración angular de la cabeza, traducida por


los canales semicirculares a una señal nerviosa, proporcional a la velocidad del
movimiento cefálico enviada a los núcleos vestibulares y de ahí a la formación reticular
pontina paramediana(FRPP), donde se integra la información. Por lo tanto, la posición
final de los ojos es la suma de la posición ocular relativa y la posición de la cabeza. Si
interviene la visión, aumenta la capacidad de adaptación del sistema oculomotor a la
posición del objeto, durante los movimientos cefálicos. (González & Mayayo, n.d.)

Control Neurológico de los Movimientos Oculares

Para poder mover el ojo es necesario:


a) Vencer la resistencia y la viscosidad de los tejidos blandos de la órbita mediante
una contracción de los músculos extrínsecos del ojo.
b) Vencer las fuerzas elásticas que llevan al ojo a la posición neutra cuando cambió
de posición, igual mediante contracción de la musculatura extrínseca del ojo, a
expensas de un impulso tónico.
Esto presupone la existencia de una inervación de tipo pulso tono, en la que el pulso
puede Considerarse un comando de velocidad y el tono como un comando de posición.
Todos los movimientos oculares han de decodificar ambas variables, Por lo que deben
estar perfectamente sincronizados para cumplir su misión de forma óptima. Esta función
es gracias a un integrador neural que calcula el comando de posición integrando
matemáticamente el Comando de velocidad con respecto al tiempo.
Si este integrador falla, el ojo es llevado a su nueva posición el pulso de inervación que
comanda la velocidad pero, al no existir un tono inervación que comanda la posición, el
ojo vuelve a su posición inicial. Al intentar corregir de nuevo la posición del ojo, se repite
la secuencia anterior de forma indefinida provocando un nistagmo evocado por la mirada.
(Bartual. & Pérez., 1999)

Respecto a tipos de neuronas relacionadas con movimientos sacádicos y posición


extrínseca de la mirada, se aceptan la existencia de tres principales grupos:
a) Fásicas: responsables del pulso, se activan en movimientos rápidos.
b) Tónicas: responsables del tono, se relacionan con la posición de la mirada.
c) Grupo de células pausa entra en actividad cuando se fija la mirada y cesa antes de
cualquier movimiento ocular.

Electrooculografía:

Consiste en la exploración instrumental del sistema oculomotor para evaluar clínicamente


a los pacientes con disfunción del equilibrio. Suele efectuarse junto a la exploración del
sistema vestibular (exploración calórica bitérmica). Se trata de un método diagnóstico no
invasivo, objetivo y que permite orientar el diagnóstico, así como cuantificar el déficit.
Además es un sistema que permite la comparación entre pacientes y la valoración de la
evolución, respuesta al tratamiento del paciente. En ocasiones detecta manifestaciones
patológicas no observables con la exploración clínica ni con otras pruebas diagnósticas
más específicas y tiene gran capacidad para diferenciar entre vértigo central y periférico.
La correcta valoración de los resultados de la oculometría no debe realizarse fuera del
contexto clínico del paciente y teniendo en cuenta la exploración física y los resultados de
otras exploraciones complementarias. (González & Mayayo, n.d.)

Bases físicas de la oculometría:

El globo ocular, a efectos eléctricos, se comporta


como un dipolo, con carga negativa a nivel de la retina
(potenciales de acción de las neuronas especializadas)
y carga positiva en la córnea (potencial de reposo
corneal). Los movimientos del ojo en los planos
horizontal y vertical producen un desplazamiento
similar del dipolo que puede ser captado por un
electrodo situado alrededor del ojo. (Bartual. & Pérez.,
1999)
Se colocan 6 electrodos localizados en los
cantos externos, región supraciliar e
infraorbitaria de cada ojo. También se coloca un
electrodo de referencia en el lóbulo de la oreja o
en el centro de la frente. En la actualidad se
utiliza un registro de imagen digitalizada de
dichos movimientos. En los movimientos
horizontales de los ojos se detecta una variación
de la diferencia de potencial entre los electrodos de los cantos externos. En la mirada al
frente existe equidistancia entre el potencial positivo de la córnea y ambos electrodos,
registrándose una línea isoeléctrica en el registro. En la mirada conjugada a la derecha, el
electrodo del canto externo del lado derecho está más próximo del potencial positivo de la
córnea, mientras que el electrodo del lado izquierdo está más próximo del potencial
negativo de la retina. De esta forma se produce una diferencia de potencial entre los
electrodos que se registra como un desplazamiento hacia arriba de la línea isoeléctrica.
En la mirada conjugada a la izquierda los fenómenos eléctricos son inversos y el registro
es un desplazamiento hacia abajo de la línea
isoeléctrica. En cuanto a los movimientos verticales
el principio básico es el mismo pero los electrodos
se encuentran en el mismo ojo, en la región
supraciliar e infraorbitaria. El movimiento del ojo
hacia arriba determina una deflexión de la línea
isoeléctrica en ese sentido y en sentido contrario en
el caso de que el movimiento ocular sea hacia
abajo. En el caso de que se quieran hacer registros
disociados de cada globo ocular por separado, se
colocan los electrodos en el canto interno y en el
externo de cada ojo y se utilizan diversas
combinaciones de electrodos según los casos.
(Bartual. & Pérez., 1999)

El aparato que nos permite realizar este examen clínico es el electroculógrafo, el mismo
consta de dos partes bien definidas:

 Un sistema de registro. El sistema de registro deja constancia gráfica del trazado.


Por lo general se utiliza el sistema de papel de desplazamiento continuo (como un
electrocardiograma), sin embargo con los avances en técnicas de imagen, se ha
conseguido realizar el registro mediante cámaras de video. Posteriormente se
registra en una pantalla de televisión con su posterior tratamiento informático de
los parámetros del registro
 Un sistema de procesado. El sistema de procesado es el encargado de captar las
diferencias de potencial generadas por los desplazamientos del dipolo ocular,
amplificarlas y mandarlas al sistema de registro y al computador para su
tratamiento informático. Esta señal se debe amplificar y aislar para que se
visualice en el sistema de registro. En este caso de deben tomar precauciones
para evitar resultados erróneos, por ejemplo para no amplificar cualquier tipo de
señal ambiental o del propio paciente captada por el electrodo, se usan filtros de
diferentes frecuencias, en especial de las altas. Así se consigue una amplificación
muy selectiva para lograr un registro lo más puro posible. El número de líneas de
entrada conectadas a un amplificador y de líneas de salida hacia el sistema de
registro define el número de canales. La utilidad de la existencia de múltiples
canales es la de permitirnos estudiar por separado y simultáneamente varios
movimientos oculares o disociar en cada canal el movimiento de un solo globo
ocular. (González & Mayayo, n.d.)
Bibliografía:

 Bartual, J., Pérez, N. (1999). El sistema Vestibular y sus Alteraciones. Barcelona:


Masson S.A.
 González, M. & Mayayo, I. Sindromes vestibulares centrales alteraciones
oculomotoras (1st ed. Capítulo 37.). Madrid. Recuperado de http://seorl.net/libro-
virtual/

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