Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1
El art. 3º del Código del Trabajo define a la empresa como “toda organización de medios personales,
materiales e inmateriales, ordenados bajo una dirección, para el logro de fines económicos, sociales, culturales
o benéficos, dotada de una individualidad legal determinada”.
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
Art. 3º. “Son actos de comercio, ya de parte de ambos contratantes, ya de parte de uno de
ellos: 5. Empresas de fábricas, manufacturas, almacenes, tiendas, bazares, fondas, cafés y
otros establecimientos semejantes”.
A tres grupos distintos de empresas se refiere este numeral, que para su análisis se tratarán
por separado: A) las de fábricas y manufacturas; B) las de almacenes, tiendas y bazares, y;
C) las fondas, cafés y otros similares.
2
En el derecho chileno hay múltiples casos en que la ley se refiere explícitamente a la empresa, definiéndola
incluso para fines sectoriales, como ocurre con el art. 3º inc. final del Código del Trabajo; pero lo cierto es que
la empresa como tal no tiene reconocimiento legal como sujeto de derecho. Como ejemplos pueden citarse las
siguientes normas legales que se refieren a la empresa: art. 2003 CC; 2320 CC; art. 13 DL 825; art. 166 CCO;
art. 3º inc. final CT.
2
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
3
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
D. Otros establecimientos semejantes. Esta referencia del numeral ha dado pie para diversas
interpretaciones.
Para OLAVARRÍA, la expresión se refiere sólo a aquellos establecimientos similares a
las fondas y cafés, mas no a las demás empresas que menciona este numeral. PUGA, en
cambio, sostiene que son establecimientos semejantes todas las demás empresas que, al
igual que las señaladas en este numeral, sin distinción, compran bienes para venderlos,
tal como los adquirieron o transformados3.
Art. 3º. “Son actos de comercio, ya de parte de ambos contratantes, ya de parte de uno de
ellos: 6. Empresas de transporte por tierra, ríos o canales navegables”.
Según el art. 166, “el transporte es un contrato en virtud del cual uno se obliga por cierto
precio a conducir de un lugar a otro, por tierra, canales, lagos o ríos navegales, pasajeros
o mercaderías ajenas, y a entregar éstas a la persona a quien vayan dirigidas”. El que
contrae la obligación de conducir se llama porteador, el que encarga la conducción se llama
cargador y al que van dirigidas se llama consignatario. El precio por el transporte se
denomina porte y el contrato de transporte de pasajeros recibe el nombre de contrato de
pasaje.
La redacción de este numeral, parca en su formulación, hace necesario abordar y aclarar, por
lo mismo, algunos aspectos de interés:
a) Lo que se mercantiliza es la actividad empresarial de transporte, mas no el contrato de
transporte4.
b) Aplicación armónica de los artículos 3 Nº 6 y 171 del CCO.
c) Situación del cargador. Dado que el numeral 6 se refiere sólo al porteador, queda por
resolver la naturaleza que tendrá el acto de transporte para el cargador. La solución pasa
nuevamente por aplicar la teoría de lo accesorio, de manera que el acto será civil o
mercantil para el cargador, dependiendo de la naturaleza del acto principal al que acceda
el señalado transporte.
d) Transporte o navegación en lagos. Si bien el Nº 6 no lo contempla, la doctrina es conteste
en considerar el transporte lacustre dentro de las empresas de transporte a que alude.
e) Tranporte marítimo y aéreo. Regulados en Libro III y en el C. Aeronáutico.
3
Recuérdese además la tesis que postulaba que el art. 3º no era taxativo, teniendo como argumento principal
esta expresión.
4
En el derecho chileno la regulación del contato de transporte se encuentra contenida únicamente en el CCO,
de manera que no existe legislación civil al respecto. De lo dicho se desprende que las disposiciones del T. V,
del Libro II, del CCO, se aplican a todo tipo de transporte, salvo el marítimo y aéreo que tienen disposiciones
distintas. Con todo, no significa que el contrato de transporte sea necesariamente mercantil, pues, por el
contrario, se trata de un acto esencialmente civil.
4
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
Art. 3º. “Son actos de comercio, ya de parte de ambos contratantes, ya de parte de uno de
ellos: 7. Empresas de depósito de mercaderías, provisiones o suministros, las agencias de
negocios y los martillos”.
La norma reúne aquí actividades de comercio del todo disímiles entre sí, sin mayores
vinculaciones objetivas que justifiquen su tratamiento jurídico conjunto. Para efectos
didácticos, se abordarán por separada cada una de las figuras legales que se mencionan:
5
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
3. Agencia de negocios. La ley tampoco define lo que debe entenderse por “agencias de
negocios”, lo que ha motivado diversas interpretaciones doctrinales.
PALMA las describe como una figura que no coincide con ninguna de las categorías de
mandato que reconoce el ordenamiento jurídico chileno5.
Lo que caracteriza a la agencia de negocios es la prestación de servicios de diversa
naturaleza que realiza una persona a favor de varias otras en forma simultánea y de manera
profesional y estable. De esta forma, lo que la ley declara como mercantil es la actividad
de la empresa que se constituye como agencia de negocios y que explota ese giro de
manera organizada, profesional y en forma permanente, pues, aisladamente los actos son
civiles (arrendamiento de servicios o mandatos) pero el CCO habla de agentes de
negocios, lo que presupone un oficio, es decir, algo estable.
5
El autor afirma que el origen de este numeral y la explicación de su tratamiento diferenciado, separado de los
comisionistas y corredores, se encuentra en su antecedente francés y concrectamente en el Code de 1807, que
optó por esta figura con un fin puramente práctico: evitar que aquellas personas que prestaban distintos tipos
de servicios a terceros, y que se catalogaban a sí mismos como agentes de negocios, pudiese burlar la legislación
mercantil al no coincidir exactamente su actividad con la correduría o la comisión.
6
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
Art. 3º. “Son actos de comercio, ya de parte de ambos contratantes, ya de parte de uno de
ellos: 8. Las empresas de espectáculos públicos, sin perjuicio de las medidas de policía que
corresponda tomar la autoridad administrativa6”.
Las empresas a que se refiere este numeral desarrollan una actividad orientada esencialmente
a la entretención del público, ya sea mediante espectaculos lícitos en general, artísticas,
culturales o de cualquier otro tipo.
Sin embargo, la norma legal apunta aquí a la actividad de quien organiza el espectáculo y no
a sus protagonistas ni a quienes participan en su ejecución directa, como iluminadores,
sonidistas, tramoyas, etc. Es decir, lo que la ley considera mercantil es la intermediación que
realiza la empresa entre los artistas y/o las personas que llevan a cabo el espectáculo y el
público que asiste a él. Tal intermediación que realiza la empresa entre los artistas y/o las
personas que llevan a cabo el espectáculo y el público que asiste a él. Tal intermediación
involucra en último término la disposición y organización de los medios materiales y
humanos necesarios para ello, tales como el local y el personal artístico y de apoyo, de manera
que no será comercial -por ejemplo- el espectáculo que realizan los artistas directamente, en
ejercicio de sus respectivas profesiones.
Art. 3º. “Son actos de comercio, ya de parte de ambos contratantes, ya de parte de uno de
ellos: 9. Las empresas de seguros terrestres a prima, inclusas aquellas que aseguran
mercaderías transportadas por canales o ríos.
El contrato de seguro está regulado en el Título VII del CCO, artículos 512 y ss., incorporado
por la ley Nº 20.667 (D.O. de 9 de mayo de 2013).
Según el art. 512 del CCO, “Por el contrato de seguro se transfieren al asegurador uno o
más riesgos a cambio del pago de una prima, quedando éste obligado a indemnizar el daño
que sufriere el asegurado, o a satisfacer un capital, una renta u otras prestaciones pactadas”.
A su vez, el art. 513 define al asegurado como “aquel a quien afecta al riesgo que se transfiere
al asegurador”, al asegurador como “el que toma de su cuenta el riesgo”, al beneficiario como
“el que, aun sin ser asegurado, tiene derecho a la indemnización en caso de siniestro”; a la
prima como “la retribución o precio del seguro; y al riesgo como la eventualidad de un suceso
que ocasione al asegurado o beneficiario una pérdida o una necesidad susceptible de
estimarse en dinero”.
6
La referencia que hace aquí la ley a las “medidas de policía” tiene su origen en el propósito del legislador de
la época de sustraer de la cometencia de los juzgados de comercio los conflictos de orden policial surgidos en
este ámbito.
7
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
Por su parte, el art. 4º del DFL 251 sobre Compañías de Seguros, fija el marco subjetivo de
quienes pueden realizar la actividad aseguradora a base de primas en Chile y la restringe,
únicamente, a las siguientes entidades:
a) Sociedades anónimas nacionales de seguros y reaseguros, que tengan por objeto exclusivo
el desarrollo de dicho giro y las actividades que sean afines o complementarias a éste, que
autorice la Superintendencia mediante norma de carácter general.
b) Entidades aseguradoras extranjeras establecidas en el exterior, sin agencia en Chile, las
que podrán comercializar los sigueintes seguros:
i. En Chile, seguros de transporte marítimo internacional, aviación comercial
internacional, mercancías en tránsito internacional y de satélites, y la carga que éstos
transportan;
ii. En el extranjero, toda clase de seguros, a excepción de los seguros obligatorios
establecidos por ley y aquellos contemplados en el decreto ley Nº 3.500, de 1980, los
que sólo podrán contratarse con compañías establecidas en el territorio nacional.
c) Sociedades anónimas extranjeras con agencia en Chile, debidamente autorizadas por la
SVS, las que gozarán de los mismos derechos y estarán sujetas a las mismas obligaciones
que las compañías de seguros nacionales de igual grupo, salvo disposición legal en
contrario [art. 4º bis, DFL Nº 251].
8
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
regulados por el decreto con fuerza de ley Nº 1, de 2006, del Ministerio de Salud, que
fija el texto refundido, coordinado y sistematizado del decreto ley Nº 2.763, de 1979, y
de las leyes Nº 18.933 y Nº 18.469, ni al seguro de accidentes del trabajo y enfermedades
profesionales”.
3. Lo asegurado puede ser el riesgo de vida o el de daños. “Las compañías de seguros
se dividirán en dos grupos. Al primero pertenecerán las que aseguren los riesgos de
pérdidas o deterioro en las cosas o el patrimonio. Al segundo, las que cubran los riesgos
de las personas o que garanticen a éstas, dentro o al término de un plazo, un capital,
una póliza saldada o una renta para el asegurado o sus beneficiarios” [art. 8º DFL 251].
Por su parte, el art. 512 inc. 2º del CCO señala que “Los riesgos pueden referirse a bienes
determinados, al derecho de exigir ciertas prestaciones, al patrimonio como un todo y
a la vida, salud e integridad física o intelectual de un individuo”, agregando que “No
sólo la muerte sino que también la sobrevivencia constituyen riesgos susceptibles de ser
amparados por el seguro”.
Considerando que el art. 3º Nº 9 del CCO no hace distingo alguno en esta parte, ambas
categorías de seguro a prima -de daños y de vida- quedan comprendidas en dicha
disposición.
4. La mercantilidad se refiere al asegurador y no al asegurado. Si bien la ley tampoco
distingue en este sentido, resulta evidente que la mercantilidad que plantea alcanza sólo
al asegurador constituido como empresa. Para el asegurado, sin embargo, el acto podrá
ser comercial por aplicación del principio de accesoriedad, considerando que existen
actividades comerciales cuya realización presupone como requisito la contratación de un
seguro [v. gr. La empresa de transportes terrestres y el seguro obligatorio automotriz de
la ley Nº 18.490].
5. Lo mercantil es la actividad de las empresas de seguros terrestres, inclusas aquellas
que aseguran mercaderías transportadas por canales y ríos. El seguro de transporte
marítimo se contempla, por su parte, en el art. 3º Nº 16 del CCO, que a partir del adagio
“el mar mercantiliza los actos”, considera mercantil “los fletamentos, seguros y demás
contratos concernientes al comercio marítimo”.
Tratándose del transporte aéreo, que el CCO no estuvo en condiciones de contemplar
obviamente en su versión originaria, debe entenderse que la actividad empresarial de
aseguramiento es igualmente mercantil al tenor del art. 3º Nº 9 del CCO, aplicable por
disposición del art. 6º del C. Aeornáutico, ley Nº 18.916. Según esta última norma, en
efecto, en los casos no previstos en el señalado CA y en los tratados internacionales
aprobados por Chile, se aplica supletoriamente el derecho común.
9
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
Son actos formales de comercio aquellos que siempre son considerados como mercantiles
por la ley, para ambas partes y sea quien sea la persona que participe en ellos. Se excluye
aquí, por ende, la figura del acto mixto o de doble carácter, ni puede operar tampoco el
principio de lo accesorio. En consecuencia, y como lo ha señalado también la jurisprudencia,
en estos casos la naturaleza mercantil proviene de la forma, del empleo de títulos de crédito
respecto de los cuales se ejecutan determinadas operaciones (emisión, suscripción, endoso,
aval, etc.), cualquiera sea su causa u objeto y las personas que en ellos intervengan.
Art. 3º. “Son actos de comercio, ya de parte de ambos contratantes, ya de parte de uno de
ellos: 10. Las operaciones sobre letras de cambio, pagarés y cheques sobre documentos a
la orden, cualesquiera que sean su causa y objeto y las personas que en ella intervengan, y
las remesas de dinero de una plaza a otra hechas en virtud de un contrato de cambio”.
La propia norma destaca, además, que lo mercantil en este caso son las “operaciones” que se
realizan sobre los títulos, documentos y remesas que menciona, omitiendo sin embargo
cualquier precisión en tal sentido. Por lo mismo, debe entenderse por tales operaciones el
conjunto de actos jurídicos que pueden celebrarse o ejecutarse en, sobre o en torno a los
títulos y documentos mencionados, sin que ello pueda extrapolarse a la relación fundamental
o subyacente que origina el libramiento, emisión, giro o remesa, según el caso. En otros
términos, lo que la ley mercantiliza en este numeral son las operaciones sobre los títulos y
documentos indicados, mas no las obligaciones cartulares incorporadas a ellos ni las
relaciones jurídicas subyacentes que se realicen con o mediante los mismos, en cuanto
medios de pago o de ejecución de obligaciones. Así, por ejemplo, la suscripción de un pagaré
o el libramiento de una letra de cambio por un menor adulto o por una mujer casada en
régimen de sociedad conyugal serán siempre operaciones mercantiles, ex art. 3º Nº 10 del
CCO, resultando aplicables a tales operaciones las normas de capacidad que contempla el
mismo Código; pero ni la obligación documental incorporada en esos títulos de crédito, ni
las que surgen a su turno de la relación fundamental que los origina, serán necesariamente
mercantiles.
10
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
7
En el contrato de cambio librador y librado deben ser siempre personas distintas, a lo que se suma el elemento
de la distancia entre el lugar de la convención y el del pago (distancia loci), lo que no ocurre necesariamente
con la letra.
11
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
B. La ley mercantiliza “las operaciones” sobre letras de cambio. Debe destacartse, con
todo, que lo que la ley declara aquí como comercial no son los documentos a que hace
mención concretamente (la letra de cambio en este caso), sino “las operaciones” sobre
tales documentos y las remesas de dinero hechas en virtud de un contrato de cambio.
Por lo mismo, resulta necesario precisar cuáles son esas operaciones sobre letras de
cambio, que la ley mercantiliza en este numeral.
a) El giro o emisión de la letra. Es el acto por el cual el librador crea la letra, también
llamado libramiento.
b) La aceptación. Consiste en la manifestación de voluntad del librado, admitiendo
o “aceptando” pagar una cantidad de dinero al beneficiario o al portador legítimo
de la letra. Se incluyen aquí la reaceptación de la letra y el retiro de la aceptación
[art. 44 L. 18.092].
c) El endoso. Es el acto en virtud del cual se transfiere el dominio de la letra, se la
entrega en cobranza o se la constituye en prenda.
d) El pago de la letra.
e) El protesto. La ley no lo define. Consiste en un acto solemne por el cual el ministro
de fe competente da cuenta de la falta de pago oportuno de la letra, de la falta de
aceptación o de la falta de fecha de aceptación.
El protesto puede verificarse por falta de pago, por falta de aceptación y por falta
de fecha de aceptación [art. 59 L. 18.092].
f) El aval. Consiste en el acto escrito y firmado en la letra de cambio, en una hoja de
prolongación adherida a ésta, o en un documento separado, por el cual el girador,
un endosante o un tercero garantiza, en todo o parte, el pago de ella [art. 46 L.
18.092].
12
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
3. Operaciones sobre cheques. Según el art. 10 del DFL Nº 707, sobre Cuentas Corrientes
Bancarias y Cheques: “El cheque es una orden escrita y girada contra el banco para que
éste pague, a su presentación, el todo o parte de los fondos que el librador pueda disponer
en cuenta corriente”. Por el cheque entonces, una persona llamada girador le da a un
banco, llamado librado, la orden de pagar a su presentación la suma indicada en el
documento con cargo a los dineros que se encuentran depositados en una cuenta corriente
que el girador tiene contratada con dicho banco, obligándose el primero a pagar él si el
banco no lo hace.
El contrato de cuenta corriente bancaria, a su vez, al que va asociado necesariamente el
cheque y que celebra el girador con un banco, se define en el art. 1º, inc. 1º, del DFL Nº
707 como “(…) un contrato a virtud del cual un Banco se obliga a cumplir las órdenes
de pago de otra persona hasta concurrencia de las cantidades de dinero que hubiere
depositado en ella o del crédito que se haya estipulado”.
En cuanto a los actos u operaciones que la ley declara como comerciales se cuentan aquí
el giro -también llamado libramiento-, que consiste en el llenado de un documento escrito
que contiene las formalidades legales para que sea considerado como cheque, el endoso -
pues el cheque puede girarse nominativo, con cláusula a la orden o al portador-; el pago
del cheque y su protesto.
4. Operaciones sobre otros documentos a la orden. Como la ley no distingue, se trata aquí
de documentos que en general lleven incorporada la cláusula “a la orden”, que circulan
por lo mismo mediante su endoso. Así por ejemplo, serán mercantiles las operaciones
sobre bonos, efectos de comercio, los Pagarés Reajustables de la Tesorería General de la
República, cartas de porte y conocimientos de embarque, los vales vista, certificados de
depósitos a plazo endosables, certificados de depósito y vales de prenda “Warrant”, etc.
13
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
distintas, a lo que se suma el elemento de la distancia que debe existir siempre entre el
lugar de la convención y el del pago (distancia loci). Ambos aspectos, como ya se explicó,
no necesariamente deben concurrir en la letra.
Lo que la ley considera aquí como mercantil son concretamente las operaciones de remesa
de una plaza a otra de los montos de dinero involucrados en el contrato de cambio,
efectuadas por cualquier vía que no sea la letra de cambio.
Art. 3º. “Son actos de comercio, ya de parte de ambos contratantes, ya de parte de uno de
ellos: 20. Las empresas de construcción de bienes inmuebles por adherencia, como
edificios, caminos, puentes, canales, desagües, instalaciones industriales y de otros
similares de la misma naturaleza”.
8
V. SCS, de 12 de julio de 2012, “Luis Méndez Faúndez con Sociedad de Transportes Poblete y Sáez Ltda. y
Carlos Sáez Alarcón”, Rol Nº 2609-2012.
14
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
Art. 3º. “Son actos de comercio, ya de parte de ambos contratantes, ya de parte de uno de
ellos: 11. Las operaciones de banco, las de cambio y de corretaje”.
9
Principalmente tras la modificación introducida al art. 70 de la LGB por el art. 3º de la ley Nº 19.934, de 21
de febrero de 2004.
15
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
2. Operaciones de cambio. La ley se refiere en esta parte al trueque nominal de moneda por
moneda y, principalmente, al cambio entre moneda nacional y moneda extranjera que se
realiza en el Mercado Cambiario Formal10. No se refiere, por ende, al contrato de cambio
ni a las remesas de dinero a que nos hemos referido en el numeral precedente.
Su mención separada, además, se justifica por cuanto las referidas operaciones de cambio
no son de exclusividad de los bancos, pudiendo ser realizadas también por otras entidades
como las sociedades financieras y las casas de cambio, previa autorización del Banco
Central.
Se trata nuevamente de la mercantilización de la actividad o giro del cambiasta y al
conjunto de actos que lo conforman, y no de cada acto de cambio individualmente
considerado. Respecto de quien contrata con aquel, por su parte, deberá estarse una vez
más al principio de accesoriedad de cara a cada caso en caso en particular.
10
Según el art. 41 de la Ley Nº 18.840, Orgánica Constitucional del Banco Central de Chile, “se entenderá por
Mercado Cambiario Formal el constituido por las empresas bancarias. El Banco podrá autorizar a otras
entidades o personas para formar parte del Mercado Cambiario Formal, las cuales sólo estarán facultadas
para realizar las operaciones de cambios internacionales que aquél determine”.
16
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
4. Operaciones de bolsa.
Art. 3º. “Son actos de comercio, ya de parte de ambos contratantes, ya de parte de uno
de ellos: 12. Las operaciones de bolsa”.
11
Así lo explica también la CS: “OCTAVO: Que, por otra parte, para el cliente que celebra el contrato de
correduría con el corredor, el contrato reviste el carácter de ser un acto mixto o de doble carácter, de aquellos
a que se refiere el encabezado del citado artículo 3º del CCO. Por consiguiente, será un contrato civil o
mercantil, según si accede o no a una actividad principal de carácter civil o mercantil; sin embargo, como la
compraventa de bienes raíces según el ordenamiento nacional es siempre un contrato civil, lo propio es más
bien concebir de civil el contrato para la persona que le encomienda al corredor la mediación en esta clase de
bienes” (SCS, de 29 de diciembre de 2008, Rol Nº 5304-2007.
17
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
según se dijo en el apartado precedente, de manera que no pueden confundirse con las que
menciona ahora el numeral 12º de la misma disposición.
Por lo dicho, y considerando que las bolsas de valores deben constituirse necesariamente
como sociedades anónimas [arts. 126 y 129 de la ley Nº 18.046], lo que el art. 3º Nº 12
del CCO mercantiliza es la actividad organizada que aquéllas realizan para cumplir con
su objeto social y, consecuencialmente además, las transacciones de valores que ello
involucra.
Las bolsas de valores. Según el art. 38 de la LMV, “Las bolsas de valores son entidades
que tienen por objeto proveer a sus miembros la implementación necesaria para que
puedan realizar eficazmente, en el lugar que les proporcione, las transacciones de valores
mediante mecanismos continuos de subasta pública y para que puedan efectuar las demás
actividades de intermediación de valores que procedan en conformidad a la ley”.
En este orden de ideas, no son los actos de corretaje lo que tienen a la vista aquí el
legislador al declarar como actos de comercio las operaciones de bolsa, sino las
transacciones que resultan de esa intermediación y que se verifican en el marco del
desarrollo de este giro u objeto bursátil, regulado internamente por el Reglamento que
cada Bolsa de Valores debe darse [art. 39 LMV].
Por úlimo, y en lo que concierne a las transacciones que realizan quienes acceden a la
bolsa para comprar o vender valores, la naturaleza mercantil o civil del acto respectivo
deberá ser analizada nuevamente a la luz del principio de accesoriedad. Así por ejemplo,
18
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
quien compra acciones de una sociedad anónima con ánimo de revenderlas para obtener
una ganancia realiza sin duda un acto de comercio a la luz del art. 3º Nº 1, lo que no
ocurrirá, sin embargo, si lo que se vende son acciones recibidas por un título gratuito como
donación, herencia o legado.
Art. 3º. “Son actos de comercio, ya de parte de ambos contratantes, ya de parte de uno
de ellos:
13. Las empresas de construcción, carena, compra y venta de naves, sus aparejos y
vituallas [art. 612 CCO].
16. Los fletamentos, seguros y demás contratos concernientes al comercio marítimo12 [art.
927 inc. 2º CCO].
12
La ley no define lo que debe entenderse aquí por contratos “de comercio marítimo”, pese a que el Libro III
del CCO trata precisamente “De la navegación y del comercio marítimo”. Por lo anterior, y tomando como base
lo que señala el art. 823 Nº 2 del CCO, puede concluirse que bajo dicho concepto quedan comprendidos todos
los contratos sobre explotación de buques en sus diversas modalidades, salvo los de guerra; los contratos de
seguro marítimo; los de transporte de carga y pasajeros y; en general, los contratos referidos a la navegación
marítima.
19
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
17. Los hechos que producen obligaciones en los casos de averías, naufragios y
salvamentos. Se entiende por avería “1º. Todo daño que sufra la nave, estando o no
cargada, en puerto o durante la navegación, y los que afecten a la carga desde que es
embarcada en el lugar de expedición, hasta su desembarque en el de consignación, 2º
Todos los gastos extraordinarios e imprevistos incurridos durante la expedición para la
conservación de la nave, de la carga o de ambas a la vez” [art. 1087 CCO]. Por su parte,
el salvamento involucra todo acto o actividad emprendida para ayudar a una nave,
artefacto naval o cualquier bien en peligro, sin importar las aguas donde ocurra el acto o
se realice la actividad [art. 1128 Nº 1].
18. Las convenciones relativas a los salarios del sobrecargo, capitán, oficiales y
tripulación. La ley mercantiliza aquí las convenciones que incidan en las remuneraciones
de los capitales, oficiales y tripulación. Sin embargo, debe tener en cuenta que tales
convenciones, normalmente, darán lugar a un contrato de trabajo sujeto a las normas del
Código del Trabajo [art. 161 CdT].
19. Los contratos de los corredores marítimos, pilotos lemanes y gente de mar para el
servicio de las naves13. V. art. 79 CCO.
Si bien la mayoría de la doctrina considera que el art. 3º sería de carácter taxativo, algunos
autores están de acuerdo en que el CCO contempla otros actos que la ley considera también
como mercantiles. Se ha llegado a sostener incluso que el art. 3º sería simplemente
enunciativo.
Corresponde entonces revisar los casos que los autores aceptan como actos de comercio, pese
a que no sean reconocidos por el precepto ya citado.
1. Las sociedades mercantiles. El art. 2059 del CC señala que si el objeto de una sociedad
consiste en el desarrollo o ejecución de uno o más actos de comercio, ella misma entonces
será considerada como sociedad comercial. Tratándose de sociedades anónimas, el art. 1º
de la Ley Nº 18.046 declara mercantil a este tipo societario por el hecho de constituirse
como tal, cualquiera que sea su giro u objeto social.
Autores como SANDOVAL y OLAVARRÍA entienden que no existe ninguna omisión
del art. 3º, por cuanto, tratándose de sociedades mercantiles, no estaríamos ante actos de
13
Los contratos de gente de mar a que se refiere este numeral se encuentra regidos también por la legislación
laboral, en la medida que concurran respecto de los mismos los elementos tipificadores de ese tipo de
contratación.
20
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
comercio propiamente tales sino ante personas jurídicas o sujetos de derecho que los
realizan o no, como parte de su objeto social.
JEQUIER sostiene que cuando el art. 2059 habla de la formación de una sociedad para
desarrollar actos que la ley califica de comerciales, no hace más que asignarle al referido
acto constitutivo -y por ende a la sociedad misma- el carácter mercantil que según la ley
tienen los actos que conforman su objeto. Agrega que si bien el art. 2059 del CC se refiere
únicamente a la formación de la sociedad, lo cierto es que la expresión debe entenderse
dirigida más a la mercantilidad del objeto social en cuanto tal, que al momento en que la
sociedad que lo desarrolla nace a la vida del derecho. Así, una sociedad que nace como
civil bien puede formarse u organizarse luego para desarrollar un giro mercantil, mediante
una modificación estatutaria; y ese acto modificatorio será también mercantil.
Para los autores que defienden el carácter enunciativo del art. 3º, entre ellos BAEZA, el
planteamiento anterior omite considerar que antes del acto fundacional no existe tal
sociedad ni, por ende, personalidad jurídica, de manera que ese acto constitutivo sí que
constituye un acto de comercio, que no estaría contemplado en el art. 3º. Por lo demás,
agregan, la sola circunstancia de estar ante sujetos de derecho no implica que estos no
puedan ser mercantilizados por la ley, como ocurre con las sociedades anónimas.
3. Mutuo, prenda y fianza. Respecto del mutuo, el CCO contiene normas que son distintas
a las del CC, las que serán aplicables, por ende, en aquellos casos en que el mutuo es
mercantil para ambas partes o para alguna de ellas por aplicación del principio de lo
21
Derecho Comercial Jaime Ramírez C.
accesorio. Sólo en esos casos el mutuo adquiere un carácter comercial, lo que no quiere
decir que estemos en presencia de un acto de comercio.
En cuanto a la prenda y la fianza, según se desprende del art. 1º, las obligaciones que
tienen por objeto asegurar el cumplimiento de obligaciones comerciales tienen un carácter
mercantil y quedan regidas, por ende, a las normas del CCO. Por lo mismo, tanto la prenda
como la fianza tendrán ese carácter, si las obligaciones que caucionan son comerciales,
aplicándose por lo mismo la regulación que para ellas contempla el CCO.
Para terminar nuestro estudio de los actos de comercio, y considerando el carácter restrictivo
con que los regula el CCO en su art. 3º, debemos advertir que la mercantilidad constituye,
por lo mismo, un elemento que deberá ser acreditado en juicio por quien lo invoque. De lo
contratio, y por su carácter común precisamente, deberá entenderse que el acto es civil y no
mercantil, con las consecuencias que ya hemos analizado.
22