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La actividad

económica
organizada

Derecho
Privado
Comercial

1
Objeto y causa de la relación
comercial. La actividad
económica organizada

La empresa. Noción. Distinción entre empresario,


empresa y hacienda comercial

La empresa. Noción

La primera concepción de empresa la encontramos en la Alta Edad Media.


Era un concepto económico, entendido como el conjunto de hombres,
utensilios y elementos naturales que, sometidos a un proceso, aumentan su
valor, crean bienes y servicios.

Con la llegada de la Edad Moderna y el advenimiento del capitalismo,


aparece el dinero, que sustituye al trueque como medio natural de cambio.
También aparece la figura del intermediario-comerciante que acumula
productos elaborados y los ofrece al público. La empresa ingresa al derecho
comercial por la industria manufacturera de carácter manual y artesanal.

A fines del siglo XVIII y comienzo del siglo XIX, aparece la fábrica como
organización productora de bienes materiales que el empresario reúne en el
mismo edificio bajo su propia dirección y responsabilidad. Con la revolución
industrial, el trabajo manual fue reemplazado por grandes maquinarias.

Posteriormente, a la empresa que se dedicaba solo a realizar productos


manufacturados se incorpora la empresa prestadora de servicios. Surge la
figura del empresario como organizador de los factores de la producción.

Se ha definido a la empresa como:

La organización en la cual se coordinan el capital y el trabajo


y que, valiéndose de un proceso administrativo, produce y
comercializa bienes y servicios en un marco de riesgo.
Además, busca armonizar los intereses de sus miembros y
tiene por finalidad crear, mantener y distribuir riquezas entre

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ellos. (Alem de Muttoni y Falcon citados en Bertoldi de
Fourcade y Stein, 2015, p. 490).

Por otro lado, el artículo 5 de la Ley de Contrato de Trabajo menciona que


“a los fines de esta ley se entiende como empresa a la organización
instrumental de medios personales, materiales e inmateriales, ordenados
bajo una dirección para el logro de fines económicos o benéficos”1. Y
empresario, “a quien dirige la empresa por sí, o por medio de otras
personas”2.

Fontanarrosa (1992) nos brinda como características de la empresa las


siguientes:

a) la empresa es una organización, es decir, un ente complejo;


b) apta para producir no solo bienes materiales, sino también
inmateriales (servicios);
c) dichos bienes están destinados al cambio, es decir, al
mercado en general;
d) tal actividad se realiza con el propósito de obtener
beneficios. (P. 175).

La empresa puede ser considerada desde dos puntos de vista, uno


económico y otro jurídico. Desde el punto de vista económico, hacemos
hincapié en la organización de los factores de producción. Desde el punto de
vista jurídico, ponemos énfasis en el elemento abstracto inmaterial
integrado por la hacienda comercial, que es el sustento material. El Código
de Comercio derogado se refería en el artículo 8 a cinco categorías de
empresas, las cuales no eran taxativas3. Hoy, como mencionamos
anteriormente, no tenemos una definición de empresa en el nuevo Código
Civil y Comercial, pero, como ya lo vimos al analizar el artículo 320, se
menciona a aquellos que son “titulares de una empresa”4.

1Art. 5, Ley N.° 20744. (13 de mayo de 1976). Ley de Contrato de Trabajo. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
2Art. 5, Ley N.° 20744. (13 de mayo de 1976). Ley de Contrato de Trabajo. Honorable Congreso de la

Nación Argentina.
3Ley N.° 2637. (5 de octubre de 1889). Código de Comercio. Honorable Congreso de la Nación

Argentina.
4Art. 320, Ley N.° 26.994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.

Honorable Congreso de la Nación Argentina.

3
Por otro lado, debemos distinguir a la empresa de la hacienda comercial.
Esta última es considerada el sustrato material de la empresa. La hacienda o
establecimiento comercial es una parte de la empresa.

Dijimos también, en su momento, que el nuevo Código menciona al


empresario. Según Fontanarrosa (1992), el empresario es “la persona física
o jurídica que crea la empresa, la organiza, la explota, aprovecha sus
beneficios y soporta sus riesgos” (p. 175). Es el elemento subjetivo de la
empresa.

Ya tenemos la descripción del empresario, también la noción de empresa en


sus dos aspectos: económico y jurídico. También estudiamos cómo los
conceptos del Código de Comercio fueron derogados y tomamos en
consideración que dichos conceptos se encuentran diseminados en el nuevo
Código, pero no se encuentran tratados de manera puntual como se
regulaba antes de la reforma. Ahora nos adentraremos en el segundo punto
del programa.

La hacienda comercial

Fontanarrosa (1992) menciona que la empresa interesa en referencia a la


regulación de elementos organizados que son susceptibles de tráfico
jurídico. La hacienda o establecimiento comercial es el sustratum material
de la empresa. “Podemos concebir a la hacienda o establecimiento mercantil
como el conjunto de bienes organizados por el empresario para el ejercicio
de su actividad profesional” (Fontanarrosa, 1992, p. 200).

En un ejemplo concreto podemos ver que hay ocasiones en que puede


existir una empresa sin que haya necesariamente hacienda para explotar
dicha actividad. Este es el caso de quienes utilizan medios financieros en el
ejercicio de la actividad profesional. Asimismo, puede existir un conjunto de
bienes sin el ejercicio de la actividad organizada (empresa)5.

La hacienda comercial es un conjunto de bienes heterogéneos. Ese conjunto


de bienes no aparece aislado, sino que se encuentra vinculado por la acción
del empresario en virtud de la organización para lograr el desarrollo de su
actividad. Con dicha finalidad común, se coordinan de manera funcional
todos los elementos de la hacienda, aunque materialmente se encuentren
dispersos. Muchas veces, al lado del establecimiento principal, es preciso
organizar establecimientos secundarios como las filiales o sucursales.

5Fontanarrosa,
en la obra citada, da como ejemplo un establecimiento mercantil
momentáneamente paralizado por la muerte de su titular.

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Elementos del establecimiento mercantil

La heterogeneidad de bienes que componen el establecimiento mercantil


hace surgir la necesidad de clasificarlos.

Como primera división, podemos diferenciarlos en elementos materiales o


inmateriales y, por otro lado, estáticos y dinámicos. El artículo 1 de la Ley
11867 contiene una enumeración de bienes.

Declárese elementos constitutivos de un establecimiento


comercial o fondo de comercio, a los efectos de su trasmisión
por cualquier título: las instalaciones, existencias en
mercaderías, nombre y enseña comercial, la clientela, el
derecho al local, las patentes de invención, las marcas de
fábrica, los dibujos y modelos industriales, las distinciones
honoríficas y todos los demás derechos derivados de la
propiedad comercial, e industrial o artística.6

 El local: se discute si este es o no un elemento indispensable. Sea cual


fuere la postura, en general, la hacienda requiere un lugar para
establecerse, independientemente de que el titular sea propietario o no
del local. Lo que debe tenerse en cuenta es que la venta del
establecimiento no incluye la venta del inmueble, salvo que exista un
convenio entre las partes y el cumplimiento de las formalidades
requeridas para la venta de inmuebles.

 Instalaciones, útiles y máquinas: son pertenencias del fondo de comercio


para permitir la explotación de la hacienda.

 Las provisiones: no son incorporadas al producto. Son consumidas en el


establecimiento.

 Las mercaderías: son aquellos objetos cuya venta y comercialización


constituye el objetivo de la explotación del establecimiento.

 Créditos y deudas: los créditos y las deudas del fondo pertenecen al


titular y no se trasmiten con él, salvo pacto expreso.

6Art.1, Ley N.° 11867. (9 de agosto de 1934). Transmisión de Establecimientos Comerciales e


Industriales. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

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 El nombre comercial: el derecho al nombre es un elemento integrante
atento a que deja de ser un atributo de la personalidad humana para
convertirse en un bien de naturaleza patrimonial. Cabe aclarar que la
enseña también forma parte del establecimiento, es su signo distintivo.

 Marca comercial: es aquella que identifica al producto.

 Patentes de invención: son personales. Todo autor o inventor es


propietario exclusivo de su obra, invento o descubrimiento por el término
que establezca la ley. Las patentes, si bien son personales, son
transferibles: se transfieren con el establecimiento, salvo pacto contrario.

 Distinciones honoríficas y premios: si son otorgadas al establecimiento,


forman parte de este. Son los diplomas, los trofeos, etcétera.

 Contratos celebrados con terceros: se transfieren solo los contratos


intuitu rei, es decir, aquellos que se han celebrado atendiendo a la
explotación comercial, pero no así los personales. Ahora la Ley de
Contrato de Trabajo dispone la continuación de los trabajadores en
relación de dependencia respecto de la persona que adquiere la hacienda
comercial.

 La clientela: es el conjunto de personas que contrata con el


establecimiento. Generalmente, se relaciona con el lugar en donde está
establecida la hacienda. Es el resultado de la actividad del empresario, es
una situación de hecho. Viene a integrar la llave del negocio.

 La llave del negocio: expectativas de obtener beneficios de la empresa,


debido a un conjunto de elementos, tales como la ubicación del local, el
prestigio del empresario, etcétera.

Cabe concluir que la hacienda es un bien en sí mismo y, como tal, puede ser
objeto de variados negocios jurídicos. De modo que nos abre camino para el
próximo punto del programa por desarrollar.

Transferencia de fondo de comercio

Hemos dicho que el fondo de comercio o hacienda comercial puede ser


objeto de negocio jurídico. De hecho, el legislador consideró necesario el
dictado de una ley específica que regule dicha actividad. Romero (2010)
manifiesta que la Ley 11867 fue sancionada para la protección de
acreedores, en protección del crédito, del tráfico y del comercio en general.

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La compraventa es el modo de transferencia por excelencia, regulado por las
normas del artículo 1113 y siguientes del nuevo Código Civil y Comercial7.

La ley determina una serie de pasos por cumplir para la protección de los
acreedores del fondo en pos de brindar la oportunidad de que cobren sus
deudas en el momento de la venta.

Los pasos para la concreción de la transferencia son:

 La publicación: una vez realizada la venta, debe publicarse en el Boletín


Oficial y en el diario de mayor circulación en la zona donde el
establecimiento tiene el centro de negocios. El edicto que ordena la
publicación debe contener los requisitos del artículo 2 de la Ley 11867.
Puede ser a cargo del comprador, del vendedor o del martillero.

A continuación, verás una publicación de edicto en el Boletín Oficial sobre la


transferencia de un fondo de comercio. Te invitamos a buscar en el diario de
mayor circulación correspondiente a tu provincia sobre publicaciones de
transferencias y destacar en ellas los requisitos del artículo 2.

Figura 1: Edicto de transferencia de fondo de comercio

Fuente: Boletín Oficial de la provincia de Córdoba, 13 de marzo de 2015, p. 1, §. 3.

 Lista de acreedores: el vendedor debe entregar al comprador la lista de


acreedores con indicación de los nombres, domicilios, montos debidos y
fechas de vencimiento. Cabe aclarar que los acreedores a los que se
refiere son los acreedores del fondo. Recordemos que el fundamento de

7Art.
1113, Ley N.° 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable
Congreso de la Nación Argentina.

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la ley es la protección de dichos acreedores, la cual brinda la posibilidad
de cobrar sus deudas. La utilidad de la lista es conocer el pasivo, ya que
la transferencia se considerará fraudulenta si la venta opera por un
monto menor al pasivo, es decir que si el valor de venta es menor que la
resultante de la suma de las acreencias, se presume que la acción es
fraudulenta. Existe la posibilidad de que el fondo sea transferido a título
gratuito, pero para ello se requiere de la conformidad de todos los
acreedores.

 Oposición: los acreedores tienen el derecho de oponerse a la


transferencia. Tienen tiempo de hacerlo hasta diez días siguientes de la
última publicación. Por ejemplo, en el edicto presentado, se establece el
plazo por el cual debe ser publicado (5 días). La fecha del diario es el 13/3
y la de vencimiento del edicto el 19/3 (se cuentan días hábiles). Por tanto,
la publicación en referencia corresponde al primero de los cinco días. Es
decir que el acreedor podrá oponerse hasta diez días después de la última
publicación (en el caso concreto, el 19/3). La oposición podrá ser
realizada por cualquier medio fehaciente (por ejemplo, carta documento)
y el efecto que generará dicho acto será la obligación de retención y
depósito del precio de la venta para que los acreedores puedan
embargar.

 Lugar: el lugar debe estar en el edicto, según el artículo 2 de la Ley 11867.


En el edicto comentado al final se consigna el lugar de oposición.

 Depósito: cuando el comprador conoce todas las oposiciones realizadas,


en un plazo no mayor a 10 días desde la última publicación, debe
proceder al pago del precio, el cual debe hacerse en un banco oficial, a la
orden del juez en materia comercial y por cuenta del vendedor. El
depósito es a cuenta del precio. Los acreedores pueden pedir el embargo
de las sumas correspondientes a sus créditos y el comprador puede
retirar las sumas que no hubiesen sido embargadas.

 Documento de trasmisión: si no hay oposición, se firma a los diez días de


la última publicación. Si media oposición, será a los veinte días de
efectuado el depósito. Para ser válido y oponible a terceros, el contrato
debe ser inscripto en el ahora denominado Registro Público.

 Venta en remate público: el martillero debe realizar lo descripto en el


artículo 10 de la citada ley:

ARTICULO 10. En los casos en que la enajenación se realice


bajo la forma de ventas en block o fraccionadas de las
existencias, en remate público, el martillero deberá levantar

8
previamente inventario y anunciar el remate en la forma
establecida por el artículo 2º, ajustándose a las obligaciones
señaladas en los artículos 4º y 5º en el caso de notificársele
oposición.
En caso de que el producto del remate no alcance a cubrir
la suma a retener, el rematador depositará en el Banco
destinado a recibir los depósitos judiciales, en cuenta
especial, el producto total de la subasta, previa deducción de
la comisión y gastos, que no podrán exceder del 15% de ese
producto.
Si habiendo oposición, el rematador hiciera pagos o entregas
al vendedor, quedará obligado solidariamente con este
respecto de los acreedores, hasta el importe de las sumas que
hubiera aplicado a tales objetos.8

Es decir, el martillero debe publicar edictos y realizar inventario, debe


retener y depositar el precio de subasta.

Obligaciones del vendedor

 Debe entregar el fondo con todos sus bienes, hacer inventario, una lista
de pasivos y pagar edictos.
 Debe responder por evicción. Debe garantizar al adquirente que no será
perturbado en su derecho9.
 Debe abstenerse de realizar cualquier acto que perjudique al adquirente.

Derechos del vendedor

 Tiene derecho a percibir el precio de la operación.

Obligaciones del comprador

 Debe pagar el precio.


 Debe recibir el fondo cuando se hayan completado los requisitos que
establece la ley.

8Art.10.Ley N.° 11867. (9 de agosto de 1934). Transmisión de Establecimientos Comerciales e


Industriales. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
9Art. 1044, Ley N.° 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.

Honorable Congreso de la Nación Argentina.

9
Derechos del comprador

 Tiene derecho a exigir el cumplimiento del contrato.


 Tiene derecho a exigir al enajenante que responda por evicción y vicios
redhibitorios
 Tiene derecho a recibir el fondo una vez cumplimentados los requisitos
de ley.

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Referencia
Bertoldi de Fourcade, M. V. (Dir.), y Stein, P. (Coord.). (2015). Manual de derecho
privado Parte General. Córdoba, AR: Advocatus.

Boletín Oficial de la Provincia de Córdoba. (13 de marzo de 2015). Transferencia


de fondo de comercio [Edicto]. Recuperado de
http://boletinoficial.cba.gov.ar/wpcontent/4p96humuzp/2015/03/130315_BOcba
_3s6ea1.pdf

Fontanarrosa, R. (1992). Derecho comercial argentino. Buenos Aires, AR: Zavalía.

Ley N.° 2637. (5 de octubre de 1889). Código de Comercio [Por artículo 4° de la


Ley N.° 26994 B. O. 8/10/2014 Suplemento se deroga la presente ley, excepto los
artículos 891,892, 907, 919, 926, 984 a 996, 999 a 1003 y 1006 a 1017/5, que se
incorporan como artículos 631 a 678 de la Ley 20094, facultándose al Poder
Ejecutivo Nacional a reenumerar los artículos de la citada ley en virtud de la
incorporación de las normas precedentes. Vigencia: 1° de agosto de 2015, texto
según artículo 1° de la Ley N.° 27077 B. O. 19/12/2014]. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.

Ley N° 11867. (9 de agosto de 1934). Trasmisión de Establecimientos Comerciales


e Industriales. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Ley N° 20744. (20 de setiembre de 1974). Contratos de Trabajo. Honorable


Congreso de la Nación Argentina.

Ley N.° 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación


Argentina [B. O. 08/10/2014 Suplemento Promulgado según Decreto 1795/2014;
B. O. 08/10/2014. Vigencia: 1 de agosto de 2015, texto según artículo 1° de la Ley
N.° 27077 B. O. 19/12/2014]. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Romero, I. (2010). Manual de derecho comercial. Buenos Aires, AR: Abeledo Perrot.

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