CONSIDERACIONES PRELIMINARES
Las cosas de que hablamos han nacido para servir al comercio, su origen y existencia se justifica
únicamente en el comercio mismo, por lo cual, cualquier acto que se recaiga sobre ellas es un acto
de comercio sin importar la calidad de comerciante o no de las partes intervinientes en el mismo, en
suma, se trata de actos de mercantilidad pura. Pertenecen a esta clase, la empresa mercantil y sus
elementos esenciales, los signos distintivos y las patentes, y finalmente los títulos valores.
Por su parte, la empresa, entendida como una cosa típicamente mercantil, encuentra su desarrollo
normativo a partir del Título Primero del Libro Tercero del Código de Comercio, el cual se refiere a
las Cosas Mercantiles.
DEFINICIÓN JURÍDICA
Para el ilustre profesor Fernando Sánchez Calero, empresario es la persona natural y la persona
jurídica en su conjunto y la empresa la actividad organizadora que realiza y también la organización
(de elementos personales y materiales) que es fruto de esa actividad. Por consiguiente, con el uso
de la palabra empresario se quiere sintetizar la referencia a la persona (física o jurídica) titular del
ejercicio de la actividad empresarial. En suma, empresa es una actividad organizadora (del
empresario) de los medios de producción que estime convenientes y necesarios para satisfacer las
necesidades del mercado.
Por su parte, Guillermo J. Jiménez Sánchez, expone que la empresa se configura como un sistema
de organización del ejercicio profesional de la actividad económica productiva en el mercado. Es un
sistema de organización de la actividad económica productiva. El ilustre profesor Jiménez continua,
al decir que, empresa son principios y directrices normativas configuradoras de un especifico modelo
jurídico constitucional de empresa como organización económica productiva y socioeconómicamente
eficiente creada y dirigida por un sujeto jurídico (privado o público) atribuido de libertad económica,
con participación de los trabajadores en su gestión o en sus beneficios. Finaliza indicando que,
“empresa es una actividad económica con finalidad lucrativa”.
Parece común en los autores englobar a la empresa y su estructura organizativa bajo el carácter de
“actividad”, tan es así que el último de los maestros sintetiza la definición de empresa bajo la
elocuente fórmula de “actividad económica con finalidad lucrativa”.
Y en ese mismo sentido, Sánchez Calero, retoma un aspecto funcional de empresa al decir que
empresa es una “Actividad Económica” que, salvo supuestos excepcionales en casos de empresa
ocasionales, implica una actividad permanente de organización, que se concreta en la predisposición
de las personas (o como se dice frecuentemente, de medios personales) y de las cosas (los medios
materiales) para la producción de determinados bienes o servicios.
La actividad es, por consiguiente, además de permanente, especializada en el sentido que se dirige
a la producción de determinados bienes (verbigracia, automóviles, electrodomésticos, etc.) o
servicios (verbigracia, bancarios, seguros, etc). En verdad no es necesario un acotamiento preciso
de la actividad o actividades que se desarrolle el empresario, que pueden ser variadas, pero lo
frecuente es que se produzca una concreción.
Por su parte el código de comercio salvadoreños, pareciera dar una definición legal de lo que hemos
de entender por empresa, al disponer que: “La empresa mercantil está constituida por un conjunto coordinado
de trabajo, deelementos materiales y de valores incorpóreos, con objeto de ofrecer al público, con propósito de lucroy de
manera sistemática, bienes o servicios”.
Sin embargo, tal definición parece no encajar en la propuesta realizada anteriormente. Y es que, en
apariencia, el legislador equipara a la empresa a un conjunto de bienes con o sin representación
física, y tal definición carecería de sentido, si consideramos que, tan empresa es aquella que cuenta
con el acervo de bienes necesarios para el desarrollo de su giro empresarial, como empresa es
aquella que se vale únicamente de los conocimientos prestados por el comerciante, cuando dicha
actividad constituye el giro de la empresa.
Más bien, en dicha definición el legislador se ha referido a uno de los elementos de la empresa, y
con certeza, el más importante de la misma, hablamos del “establecimiento”. Categoría esta que no
debe entenderse reducida a bienes de tipo inmueble, locales o edificios (como comúnmente suele
hacerse), pues estos últimos no son más que parte del establecimiento; y, es que, el establecimiento
de una empresa está conformado tanto por elementos materiales de naturaleza mueble o inmueble,
como por elemento de carácter inmaterial. Las primeras son aquellas que tienen existencia material,
que son percibidas a través de los sentidos como, por ejemplo, la materia prima, las mercancías, los
inmuebles o locales donde realiza sus actividades. Mientras que, las cosas inmateriales, se traducen
en derechos, son una abstracción mental, como los créditos, los derechos reales, derechos de
propiedad intelectual tales como las marcas, las patentes sobre inventos, emblemas y demás. Tanto
la primera clase de bienes como la segunda, conforman el establecimiento de la empresa.
Lo anterior logra evidenciarse aún más, cuando uno analiza los Arts. 565 y siguientes, donde el
legislador trata aspectos relativos al cambio de local de un establecimiento, y al usar dichas
expresiones (cambio de local y demás) queda evidenciado que el local es un elemento inmueble que
forma parte del establecimiento, es decir, el local forma parte del conjunto de bienes que componen
el establecimiento, un elemento más del mismo. Establecimiento no puede verse reducido solamente
a un local, sino por el contrario, el establecimiento abarca la totalidad de bienes que componen la
empresa.
Por su parte al hablar de la empresa esta no se reduce los bienes que la componen, sino más bien,
se trata de la generación constante de actividades de tipo económico productivo. En ese sentido,
diremos que, empresa es la actividad económico productiva, organizadora del trabajo, los medios de
producción, bienes materiales y valores incorpóreos, dispuestos a cumplir el giro empresarial y con
la intencionalidad de obtener un lucro. En verdad se trata de un hacer, un realizar, un llevar a cabo,
una actuación de corte económica y productiva. En tanto que el establecimiento es el conjunto de
elementos o el instrumento que permite que se lleve a cabo la actividad económica, es decir, el
establecimiento se encuentra al servicio de la empresa, por ello, la diferencia queda marcada.
Finalmente habrá que indicar que, persiste un constante error en los profesionales del derecho, en
confundir las categorías de empresa y sociedad mercantil. Sin embargo, precisa aclara que, ambas
son instituciones jurídicas distintas, la primera es una cosa mueble típicamente mercantil y la
segunda es un sujeto de derechos con personalidad jurídica propia. La empresa trabaja con la
personalidad de su titular, sea este una persona natural o jurídica. En suma, la empresa es una cosa
y la sociedad una persona, persona esta que es titular de una empresa.
DEFINICIÓN ECONOMICA DE EMPRESA
Se dice, desde un punto de vista económico, que la empresa es una unidad de producción en la que
se combinan los precios del capital y del trabajo con la finalidad de suministrar al mercado bienes o
servicios a un determinado precio, con el fin de obtener una renta monetaria igual a la diferencia de
unos precios y otros. Existirá una ganancia si los precios de distribución o venta son superiores a los
de coste y una pérdida en caso contrario (Fernando Sánchez Calero).
El profesor Guillermo Jiménez Sánchez, por su parte, bajo un prisma económico nos indica que
empresa es una organización de capital y trabajo destinada a la producción o a la intermediación de
bienes y servicios para el mercado con el fin de generar ganancias.
CARACTERÍSTICAS:
Naturaleza jurídica hace referencia a la clase de bien a la que pertenece la empresa, a cuál es su
esencia. Para ello hay diversas teorías que intentan dar respuesta a la pregunta, entre ellas las
teorías personalistas, según las cuales la empresa es un conjunto de bienes que constituyen un
patrimonio, pero que necesariamente deben pertenecer a una persona jurídica. Teoría que cae por
su propio peso, ya que tan titular de la empresa puede ser una persona natural como también una
persona jurídica.
Otras teorías surgidas son las atomistas, según estas, los elementos de la empresa son autónomos,
son independientes, los elementos pueden subsistir por sí mismos, la empresa es una suma de esos
elementos. Pero al igual que la anterior carece de validez, pues descuida el hecho de que la
empresa es una cosa y que carece de personalidad jurídica, y que por lo tanto siempre habrá la
necesidad que sea una persona natural o jurídica la que ponga en marcha la actividad económica.
Cuando los bienes, sean muebles o inmuebles, forman parte del establecimiento de la empresa,
dichos elementos se entienden como un todo, pues los bienes que de ella forman parte constituyen
una totalidad inseparable y armónica, es decir, se trata de una sola masa patrimonial, “un bien
universal”.
Universalidad esta que es de hecho, puesto que, contrario a las universalidades de derecho como la
sucesión, por ejemplo, donde los bienes que forman la masa patrimonial del De Cujus vienen
reconocidas Ope Legis, o por ministerio de Ley, en la empresa la formación de dicha universalidad
patrimonial depende de la voluntad del comerciante, quien dispone organizar trabajo, bienes
materiales muebles o inmuebles, y valores intangibles para el desarrollo de la actividad económica
lucrativa.
Finalmente, dentro de la naturaleza de la empresa, encontramos que esta es un bien de tipo mueble
pudiendo ser trasladada de un lugar a otro sin perder su naturaleza forma o sustancia. En palabras
del propio código de comercio, la empresa mercantil no pierde su carácter por la variación de sus
elementos, ni por la falta de establecimiento o de asiento permanente (Arts. 554 y 555 Com).