Está en la página 1de 10

República Bolivariana De Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para La Educación Superior

Universidad De Las Ciencias De La Salud

Medicina Integral Comunitaria

5to Año

FUNDOSCOPÍA

Prof.: Integrantes:

Dr. Luis Rodríguez Carrero Michel


Chacín Maryfrer
Giménez Greisy
Hernández Naibel
Longar Cesar
Sánchez Julio
Méndez Adriana

Miranda 10 de junio del 2022

INTRODUCCION
Como dice el poeta Alexander Pope, “no hay cristales de más aumento que los
propios ojos del hombre cuando miran su propia persona”

Nuestro propósito en este trabajo, no es explicar los detalles de un fondo de ojo


normal, ya que el mismo debe ser bien conocido por todos los especialistas en esta
área y por los médicos en formación, sino, que va encaminado, a hacer un estudio
independiente que nos ayude entender la importancia de esta técnica, mediante la
cual se puedan recoger todas las alteraciones posibles describiéndolas en forma
ordenada; para con esos datos, poder hacernos conclusiones con respecto a los
diagnósticos del caso en cuestión.

Ahora teniendo en cuenta las diversas estructuras anatómicas que integran el


fondo de Ojo y sabiendo que las mismas mantienen estrechas conexiones con
diferentes órganos, podemos comprender fácilmente la importancia que ha de
tener para los oftalmólogos y para los futuros médicos en formación al igual que
para todos los demás compañeros médicos, el que, mediante el estudio del fondo
de ojo, se refleje detalladamente todos los pormenores con relación al diagnóstico.

FUNDOSCOPÍA
En el año 1847, el matemático y científico Charles Babbage fabricó una
herramienta para poder visualizar el fondo del ojo, pero se atribuye el invento de
este instrumento a Hermann Von Helmholtz, un médico y físico alemán, que
presento en 1850 en la sociedad médica de Berlín el “Augenstegel”, que se trataba
de una placa de cristal plana que colocaba en frente del ojo , y para poder ver el
interior apuntaba una fuente de luz hacia 3 placas de cristal plano en dirección
oblicua, consiguiendo así que se reflejara una fracción de luz hacia el ojo.

En 1852 Reute desarrolló un espejo cóncavo con un orificio. También en este


mismo año, Rekoss incorpora dos discos móviles con lentes que permitían un
enfoque más fácil. Después de estos descubrimientos el aparato evolucionó
variada y rápidamente y se desarrollaron dos tipos de oftalmoscopio:

 indirecto en el que se inserta una lente entre el foco emisor de la luz y el


ojo observado, dando una imagen auténtica, invertida y diminuta del ojo
en estudio

 directo que no requiere lente intermedia y da una imagen recta, virtual y


grande de la retina que se quiere explorar (Delgado, 2010, en red).

Posteriormente en 1853 Coccius construye una herramienta que mezclaba los


oftalmoscopios diseñados por Helmholtz y Ruete, que podía utilizarse tanto para
oftalmoscopia directa como para la indirecta. Es en este año cuando aparece en
Inglaterra el término oftalmoscopio.

En 1861 Giraud-Teulon inventa el primer oftalmoscopio binocular indirecto.

Con el paso de los años se fue mejorando el invento, hasta llegar a 1885 en que
Daniel Dennett inventó el primer oftalmoscopio eléctrico.

Fondo de ojo
La exploración del fondo de ojo es una prueba rutinaria que permite obtener
información de las estructuras más importantes de la parte posterior del globo
ocular, así como realizar el diagnóstico y seguimiento de diversas patologías
oftalmológicas. Es una técnica que consiste en la visualización de la retina, del
disco óptico, y del globo ocular y los medios transparentes (córnea, cristalino,
humor acuoso y humor vítreo) a través de la pupila, utilizando para ello gotas que
dilatan las pupilas. Se usa para detectar alguna enfermedad o para hacer el
seguimiento y evolución de la diabetes, hipertensión, glaucoma, degeneración
macular, cáncer de ojo, problemas del nervio óptico, o lesiones en el ojo.  Este
examen también se denomina fundoscopia y oftalmoscopia.

Las estructuras anatómicas que se exploran son:

 Nervio óptico.

 Mácula.

 Arcadas vasculares.

 Retina periférica.

Los tipos de examen para el fondo del ojo se realizan por estas técnicas:

Oftalmoscopio directo: es el primero que se diseñó y el más sencillo. El médico


puede observar solamente un ojo al mismo tiempo.

Oftalmoscopio indirecto: es más complejo que el anterior, el oftalmólogo puede


ver ambos ojos al mismo tiempo.

Es importante destacar que existen otras técnicas para este examen que son
Observar la retina, proyectar una luz a través de la pupila, dilatar la pupila y tras
20min se coloca una lente con tres espejos directamente sobre el ojo para
examinar la retina.
El examen de fondo de ojo no requiere una preparación previa. El paciente debe
informar al médico, antes de la prueba, si tiene alguna enfermedad y si toma o
tiene alergias a medicamentos.

Cómo se realiza un examen de fondo de ojo

El paciente acudirá a la consulta y una vez allí se le administrarán unas gotas en


los ojos para que las pupilas se vayan dilatando poco a poco, puede durar de
varios minutos a una hora, una vez alcanzada la dilatación adecuada se inicia la
prueba. Se pedirá al paciente que apoye la frente sobre la estructura de metal de la
lámpara de hendidura o microscopio binocular, de esta manera se fija la mirada y
se puede realizar el examen ocular.

Durante la prueba es necesario que el paciente fije la mirada en un punto y no


parpadee. Una vez finalizado se puede hacer vida normal, teniendo en cuenta que
la dilatación de las pupilas durará unas horas más, por lo que hay que tener
precaución con la luz solar y evitar su exposición directa.

En orden sucesivo y de forma muy esquemática, analizaremos las cuatro áreas a


las que se debe prestar atención al evaluar el fondo del ojo: disco óptico, vasos
retinianos, área macular y fondo de ojo en su conjunto.

Disco óptico: es la estructura redondeada, claramente definida, que debe


encontrarse en su campo de observación frente a usted, se observa con el paciente
mirando al frente, al infinito y abordándolo desde su lado temporal a un ángulo de
unos 15°.

Disco óptico y canal esclerocoroideo: El disco es la proyección anterior del


canal escleral o esclerocoroideo. Hay que notar la lámina cribosa y la excavación
fisiológica. También puede apreciarse cómo la retina y la coroides se detienen en
el borde del disco. Este Resulta de la conjugación de cerca de un millón de fibras
ópticas o axones originados en las células ganglionares de la retina
Forma: El disco óptico tiene una forma ligeramente oval en sentido vertical,
siendo el diámetro vertical 7 a 10% mayor que el horizontal. Puede igualmente
ser redondeada. De tal forma, se describe que una acentuación de la forma oval
se correlaciona significativamente con astigmatismo corneal y ambliopía.

Tamaño: Su tamaño aparente es modificado por los vicios de refracción: más


grande en los miopes y más pequeño en los hipermétropes. Es el patrón de
medida empleado en el fondo para juzgar distancias y mensurar lesiones: diámetro
de disco o DD.

Color: En general rosado-anaranjado. La mitad nasal siempre más coloreada


que la temporal. Más pálida en los miopes altos, más rosada en los hipermétropes.
Su color varía con la intensidad y brillantez de la luz empleada durante la
exploración. El color del disco es uno de los elementos evaluados cuando se
piensa en atrofia óptica, nunca el único. La presencia de cataratas enmascara su
palidez.

Margen o contorno: el disco tiene dos polos, superior e inferior, y dos bordes,
nasal y temporal. Se debe observar cómo ambos polos y el lado nasal no se
aprecian tan definidos y nítidos como el borde temporal.

Excavación fisiológica: Es una depresión cuneiforme o plana de tamaño variable,


a veces inexistente, que habitualmente se encuentra en la mitad temporal del
disco. Cabe destacar que, a diferencia del disco mismo, no tiene límites precisos.
Cuando es amplia, es posible ver en su fondo los agujeros de la lámina cribosa
como un jaspeado grisáceo. Lo normal corresponde a un 20 hasta un 40% en
cuanto al diámetro del disco. Aunque su tamaño está genéticamente determinado
y debe ser igual en ambos ojos, siempre es preciso comparar las excavaciones de
ambos ojos. Si hay una de mayor tamaño, sospeche la existencia de glaucoma
crónico simple en ese ojo y refiera el paciente al oftalmólogo. El tamaño de la
excavación fisiológica no debe ser mayor que la mitad del diámetro del disco
óptico. Es decir, que la relación disco/excavación debe ser menor que 1,2.

Anillos y crecientes: En ocasiones se puede notar alrededor del disco óptico, un


anillo completo de color blanco-amarillento (anillo escleral), o de pigmento negro
u ocre (anillo pigmentario). Cuando está incompleto, casi siempre se ubica en el
borde temporal, y en ese caso por su forma en creciente lunar, recibe la
designación de creciente o cono: escleral o pigmentario.

Fibras ópticas mielinizadas: Las fibras ópticas descansan en la porción más


superficial de la retina. Carecen de vaina de mielina que las envuelva y por tanto
son translucientes. Esta cualidad es indispensable y obligatoria para que la luz, al
atravesarlas, se impresionen los fotorreceptores ubicados a un nivel más profundo
(conos y bastones, primera neurona de la vía óptica).

Vasos retinianos: Se le denomina “vaso” a lo que se observa en el oftalmoscopio


como la propiedad la columna de sangre que rellena su luz, puesto que las paredes
de los propios vasos no están coloreadas. La arteria central de la retina (ACR)
penetra al nervio óptico uno o dos centímetros por detrás del globo y emerge en el
disco óptico. Así que cuando se observa una fotografía del disco óptico le bastará
con buscar la vena en su desaparición dentro de la sustancia del nervio, para saber
si el ojo es izquierdo o derecho. El sistema de la ACR es diferente del que irriga la
coroides, cuyas ramas provienen de las arterias ciliares cortas posteriores que
penetran al globo perforando la esclerótica en la base del nervio óptico. En
general, desde el punto de vista práctico pueden considerarse como dos sistemas
vasculares aislados.

Sistema arteriolar: La obstrucción de todo o de una de sus ramas, acarreará


isquemia o infarto de la zona correspondiente a su territorio de irrigación.

Resto del fondo de ojo

Abarcar el estudio del fondo, incluyendo la zona parapapilar, paramacular y las


perivasculares y periféricas, debemos tener en cuenta que la retina es transparente
y que el color rojo anaranjado del fondo está dado por los vasos de la coroide,
modificado por la capa de epitelio pigmentado de la retina y por el pigmento
coroideo. Para su mejor estudio, se deberá realizar por cuadrantes, tomando para
ello como puntos de referencia la papila y los vasos retinianos (las ramas
principales) y así queda dividido en los siguientes cuadrantes: Nasal superior,
nasal inferior, temporal superior, temporal inferior.
CONCLUSION

“En la práctica médica no sólo se deben seguir las teorías, sino la experiencia
combinada con la razón” Hipócrates.

Recordemos que el ojo humano, forma parte del organismo y que mantiene con él
íntimas conexiones anatómicas, fisiológicas y que muchos signos y síntomas
oculares corresponden a patología general del organismo y a otro aparato o
sistema, y viceversa, ciertas patologías a distancia del ojo, ocasionan en éste
trastornos patológicos, por todo lo cual se hace una vez más convincente que la
medicina integral debe ser factor primordial en la formación de médicos.

Para ella la posibilidad de explorar y observar de una manera sencilla y con buena
magnificación las arteriolas, vénulas y capilares es de enorme importancia no sólo
para el oftalmólogo sino para cualquier médico de cualquier otra especialidad. El
fondo de ojo es el único sitio del organismo donde se puede observar en vivo el
lecho vascular, lo que permite sacar conclusiones en cuanto a cuál es el estado de
los vasos en otros órganos y sistemas. Por otra parte, poder observar en una forma
directa y amplificada el nervio óptico que se halla en estrecha relación con el
encéfalo hace posible realizar conclusiones diagnósticas importantes en
enfermedades del sistema nervioso central.
BIBLIOGRAFIA

Fernández Revuelta, «Técnica de exploración del fondo de ojo,» Actualización en

Medicina de Familia, vol. 8, Nº 7, pp. 383-87, 2012.

Argañuraz, Raúl: Manual de Oftalmología. Fondo de ojo normal. Pág. 56.

Carballo, Florial: Oftalmología. Fondo de ojo normal. Pág. 36

Examen del Fondo de Ojo. Desde los hallazgos hasta el diagnóstico Edición en

Español  de Martin Reim, Bern Kirchhof, Sebastian Wolf.

También podría gustarte