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“AÑO DEL BICENTENARIO DEL PERÚ: 200 AÑOS

DE INDEPENDENCIA”
POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ
DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN Y DOCTRINA POLICIAL
ESCUELA DE EDUCACIÓN SUPERIOR TÉCNICO
PROFESIONAL PNP – SAN BARTOLO

TRABAJO APLICATIVO
TEMA
ACTO JURIDICO

ASIGNATURA :

DOCENTE :

ALUMNA :

2022
INTRODUCCIÓN

El estudio de la nulidad de los actos o negocios jurídicos se constituye en uno


de los principales temas a abordarse en el estudio general de los mismos
debido, sobre todo, a su utilidad práctica, por cuanto gran parte de casos
judiciales reales referidos a actos jurídicos versan, mayormente, sobre nulidad
y fraude en los negocios jurídicos.

El acto o negocio jurídico puede ser entendido como un supuesto de hecho


conformado por la confluencia de manifestaciones de voluntad, cuando
estamos ante actos sinalagmáticos, o por lo menos por declaración de una sola
voluntad. Empero tales voluntades buscan surtir efectos en la vida real y
jurídica de las partes que las manifiestan.

Cuando dichos actos no surten los efectos queridos y esperados por las partes
nos encontramos ante la figura de la ineficacia, la misma que consiste, según lo
dicho, en la ausencia total o parcial de los efectos buscados por las partes al
manifestar su voluntad.

La nulidad es considerada por la doctrina mayoritaria como uno de los tantos


supuestos de ineficacia de los actos jurídicos.

Tal ineficacia puede deberse, entre sus tantos supuestos, a un defecto severo
en la conformación o celebración del acto jurídico. Por ello, a este tipo de
ineficacia se la suele denominar estructural, la misma que coincide con la
institución de la invalidez de los negocios jurídicos, según nuestro derecho.

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CAPÍTULO I

MARCO TEÓRICO

1.1. NULIDAD DEL ACTO JURÍDICO

Una situación genérica de invalidez del acto jurídico, que provoca que una
norma, acto jurídico, acto administrativo o acto procesal deje de desplegar sus
efectos jurídicos, retrotrayéndose al momento de su celebración. Para que una
norma o acto sean nulos se requiere de una declaración de nulidad, expresa o
tácita y que el vicio que lo afecta sea coexistente a la celebración del mismo.

Tiene por fundamento, proteger intereses que resultan vulnerados por no


cumplirse las prescripciones legales al celebrarse un acto jurídico o dictarse
una norma. Acto administrativo o judicial.

Antes de que se produjera la declaración de nulidad, la norma o acto eran


eficaces. Por ello, la declaración de nulidad puede ser ex nunc (nulidad
irretroactiva, se conservan los efectos producidos antes de la declaración de
nulidad) o ex tunc (nulidad retroactiva, se revierten los efectos producidos con
anterioridad a la declaración de nulidad).

1.2. CAUSALES

El acto jurídico es nulo:

1.- Cuando falta la manifestación de voluntad del agente.

2.- Cuando se haya practicado por persona absolutamente incapaz, salvo lo


dispuesto en el artículo 1358.

3.- Cuando su objeto es física o jurídicamente imposible o cuando sea


indeterminable.

4.- Cuando su fin sea ilícito.

5.- Cuando adolezca de simulación absoluta.

6.- Cuando no revista la forma prescrita bajo sanción de nulidad.

7.- Cuando la ley lo declara nulo. (*)

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8.- En el caso del articulo V del Título Preliminar, salvo que la ley establezca
sanción diversa.

(*) Rectificado por Fe de Erratas publicado el 24-07-84.

1.3. EFECTOS

El acto jurídico anulable es nulo desde su celebración, por efecto de la


sentencia que lo declare.

Esta nulidad se pronunciará a petición de parte y no puede ser alegada por


otras personas que aquellas en cuyo beneficio la establece la ley.

1.4. CLASES DE NULIDADES

a. Nulidad Absoluta:

Podríamos conceptuarla como la máxima sanción, de acuerdo a nuestro


ordenamiento jurídico, ya que con ella se priva de sus efectos a un
determinado acto jurídico procesal por vicio o error incurrido en el mismo.

b. Nulidad Relativa:

Se dice que un acto jurídico procesal adolece de nulidad relativa cuando


adolece de vicios de carácter procedimental que privan de sus efectos al acto
jurídico viciado pudiendo ser convalidado, por lo tanto, este acto jurídico
procesal va a producir efectos tanto jurídicos como fácticos hasta que se
declara su anulabilidad.

1.5. ANULABILIDAD DEL ACTO JURÍDICO

El acto jurídico es anulable si la voluntad del representante hubiere sido


viciada. Pero cuando el contenido del acto jurídico fuese total o parcialmente
determinado, de modo previo, por el representado, el acto es anulable
solamente si la voluntad de este fuere viciada respecto de dicho contenido.

1.6. ACTO Y DOCUMENTO

No debe confundirse el acto con el documento que sirve para probarlo. Puede
subsistir el acto, aunque el documento se declare nulo.

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1.7. CONFIRMACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

Salvo el derecho de tercero, el acto anulable puede ser confirmado por la parte
a quien corresponda la acción de anulación mediante instrumento que
contenga la mención del acto que se quiere confirmar, la causal de anulabilidad
y la manifestación expresa de confirmarlo.

1.8. ACTOS ILÍCITOS

Sean estos de acuerdo o en contra al ordenamiento jurídico, así mismo,


también comprenden los hechos naturales o externos que influyen a la vida de
relación social del ser humano.

1.9. RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL Y EXTRACONTRACTUAL

La responsabilidad contractual deviene de una obligación pre constituida, es un


efecto propio de la obligación preexistente y se manifiesta ante el
incumplimiento de la misma. El vínculo jurídico que une a las partes
contratantes ha emanado del acuerdo de ambas voluntades, de una relación
obligacional, por lo que el carácter volitivo de dicha relación hace surgir de
manera espontánea, natural, la obligación de reparar el daño causado por la
inejecución de las prestaciones a cargo de los contratantes.

La responsabilidad extracontractual, está referida al aspecto fundamental de


indemnizar los daños ocasionados a la vida de relación de los particulares, bien
se trate de daños producidos como consecuencia del incumplimiento de una
obligación voluntaria, principalmente contractual, o bien se trate de daños que
sean el resultado de una conducta sin que exista entre los sujetos ningún
vínculo de orden obligacional.

1.10. ELEMENTOS DE LA RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL

• la antijuridicidad

• el daño causado

• el nexo causal y

• los factores de atribución

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1.11. DAÑO Y CULPA, LA IMPUTABILIDAD EXTRACONTRACTUAL

En términos generales, daño es el menoscabo que a consecuencia de un


evento determinado sufre una persona, ya en sus bienes vitales o naturales, ya
en su propiedad o en su patrimonio.

En las codificaciones modernas ya no se recoge una noción de culpa entendida


como estado psicológico reprobable, sino que se limitan a darle al antiguo
concepto de “culpa” el significado de voluntad del evento (dolo), o de violación
de una regla de conducta que es equiparada por la ley a la voluntad del evento.

1.12. DAÑOS NO REPARABLES

Perjuicio inferido a una de las partes litigantes por una resolución inter-
locutoria, y que no cabe enmendar en el curso del proceso, o sólo resulta
modificable en parte por la sentencia o los recursos admitidos contra ella.

1.13. CONFLUENCIA DE CULPAS

Tiene lugar cuando a la producción de un mismo daño concurre la conducta de


un tercero, además de la propia víctima, de modo que faltando una de ellas, el
[daño] no se hubiera producido. En este caso, se produce una [compensación],
de modo que debe otorgarse una [indemnización] menor o incluso puede no
existir [indemnización], porque la victima contribuyó con su [imprudencia], a la
producción del [daño].

1.14. RESPONSABILIDAD INDIRECTA Y POR RIESGO

En la primera, se obliga a resarcir a una persona por hechos ajenos.

Y por riesgo no se requiere que medie una conducta dolosa o culposa, basta
que exista un nexo causal entre el desarrollo de la actividad peligrosa con el
daño causado al agraviado a consecuencia de dicha actividad.

1.15. CONCURRENCIA DE RESPONSABILIDADES

Cuando en la producción del resultado interviene, a su vez, la negligencia o


falta de diligencia del propio perjudicado, lo que implica que tanto el actuar del
agente como el del propio perjudicado intervienen en la producción del daño

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1.16. CLAUSULA DE IRRESPONSABILIDAD

Las partes pueden pactar libremente que, si ocurre algún evento que enuncian
(guerra, revolución, etcétera), cuya caracterización como caso fortuito podría
ser dudosa, el deudor se exonerara de responsabilidad, tanto respecto el
cumplimiento de la obligación como de la indemnización de daños y perjuicios.

VALIDEZ Y EFICACIA DEL ACTO JURÍDICO

Los sujetos del derecho celebran constantemente negocios jurídicos para


satisfacer sus más variadas necesidades básicas o de otra índole, sea esto:
vestido, vivienda, alimentos, etc.; éstos celebran negocios en razón a que el
Derecho les reconoce un principio llamada “autonomía privada”, entendida ésta
como un poder que el ordenamiento jurídico otorga al sujeto de derecho para
que autorregule sus propios intereses vinculándose con los demás con el fin de
satisfacer sus más variadas y múltiples necesidades .

Además como señala BETTI que “la autonomía privada es reconocida por el
Derecho, los negocios devienen en instrumentos que el ordenamiento pone a
disposición de los particulares, para que éstos se sirvan de ellos con el fin de
regular sus intereses en el marco de las relaciones que establecen con los
demás” . Obviamente, con la finalidad de producir efectos jurídicos, es la
máxima aspiración que debe de buscar los sujetos, sino, no satisfacerá sus
necesidades. El acto jurídico es un supuesto de hecho conformado por una o
más manifestaciones de voluntad que busca un resultado práctico tutelado por
el ordenamiento jurídico.

El acto jurídico debe de cumplir con todos los requerimientos que necesita,
estos son: los elementos (manifestación de voluntad y causa o fin), los
presupuestos (el sujeto y el objeto) y los requisitos de validez (capacidad de
obrar, forma prescrita bajo sanción de nulidad, posibilidad física y jurídica del
objeto, licitud del fin); con el fin de obtener un resultado práctico, sobre todo,
producir efectos jurídicos buscados por las partes5 ; por tanto, se puede

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obtener dos resultados, que el acto jurídico sea válido y eficaz; o lo contrario,
sea inválido o ineficaz .

LA EFICACIA E INEFICACIA DEL ACTO JURÍDICO

La doctrina indica que la eficacia es la producción de efectos jurídicos, o sea,


un acto jurídico es eficaz si produce los efectos jurídicos; además, señala “el
efecto jurídico es una vicisitud, es decir el cambio de una situación de derecho”.
Se ha afirmado también que la eficacia es “la consecuencia jurídica del acto
jurídico”, que expresa obligaciones, derechos, facultades, prohibiciones y
poderes. Se ha dicho también que consiste “en la situación jurídica
correspondiente a la relevancia de la autorregulación de los intereses
particulares o, dicho en términos prácticos, en el vínculo que se establece entre
las partes a la observancia del contrato”.

Contrario a la eficacia es la ineficacia, que significa la improductividad de


efectos jurídicos del acto jurídico. Al acto jurídico se le ha analizado desde dos
perspectivas, desde su perspectiva fisiológica y patológica. Como afirma
ESPINOZA “el acto jurídico, en su aspecto fisiológico, tiene dos momentos, el
de validez, en el cual se estudia su estructura (en el cual se analizan,
principalmente sus elementos – denominados- esenciales), y el de eficacia, en
el que se estudia los efectos jurídicos del mismo.

La regla general es que un acto jurídico válido produzca efectos jurídicos, vale
decir, sea eficaz”; pero también este autor nos declara, así como el acto
jurídico tiene un aspecto fisiológico o funcional, tiene su momento patológico,
cuando el acto jurídico atraviesa por un momento de invalidez, por lo tanto, el
negocio es ineficaz definitivamente. En consecuencia, podemos señalar que las
patologías del acto jurídico son dos: la invalidez y la ineficacia funcional del
acto jurídico.

Obviamente la parte fisiológica del acto jurídico implica la vida de éste, por
tanto, debe de ser válido y sobre todo eficaz. La validez está relacionada con la
estructura y la formación del acto (el acto mismo), para ello la estructura debe
estar conformada correctamente por: elementos (manifestación de voluntad y

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causa), presupuesto (sujeto y objeto) y requisitos de validez (capacidad de
hecho o de ejercicio, fin lícito, objeto física y jurídicamente posible, etc.).

Se ha indicado que la validez señala la regularidad del acto, significando que el


acto es válido si responde a las prescripciones legales el cual, se diferencia de
la eficacia, que se refiere a la producción de efectos jurídicos. La validez del
acto no siempre implica la eficacia de éste, un acto válido puede ser ineficaz
temporalmente por una condición de suspensión de su eficacia establecida por
las partes en el negocio. Asimismo, un acto inválido puede ser eficaz, por
ejemplo, la anulabilidad. Mientras la eficacia indica que un acto jurídico es apto,
idóneo, vigoroso, eficiente para la producir, en términos amplios y generales,
un efecto jurídico, de carácter estable.

Ésta implica que al acto no ha de estar expuesta a su aniquilamiento en


momento ulterior a su perfeccionamiento, por tanto, se toma todas las
precauciones necesarias.

El derecho ha establecido mecanismos e instrumentos necesarios para su


perfeccionamiento (lo que se mencionó en el párrafo anterior), con el fin de que
se velen los intereses de las partes que celebran el acto jurídico y sobre todo
que el negocio sea útil. Desde la perspectiva patológica, el acto jurídico
adolece de vicios en su estructura y en su funcionamiento. La primera implica
la invalidez y el segundo la ineficacia funcional o en sentido estricto. Pero la
invalidez significa ineficacia, sólo que esta ineficacia es consecuencia de las
patologías en la estructura del acto. Las sanciones (otros prefieren llamar
remedio) que se aplican a las patologías de la estructura son la nulidad y la
anulabilidad, éstas son las causas que originan finalmente la invalidez del acto,
que es la consecuencia.

La ineficacia funcional o en sentido estricto, se manifiesta de la siguiente forma,


un negocio, que siendo válido, no adoleciendo de vicios o defectos intrínsecos,
no produce efectos, debido a circunstancias extrañas y exógenas a la
estructura del acto o negocio. Por eso se afirma, no siempre los negocios
jurídicos producen los efectos que le son propios, por ello se dice que no todo
negocio válido no implica necesariamente la eficacia del negocio. El acto
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ineficaz no tiene fuerza ni vigor, ni es apto ni idóneo para producir efectos
jurídicos. Como dice RAMÍREZ un acto ineficaz es “la ineptitud del acto de
autonomía privada para originar efectos negociales plenos y estables” A modo
de conclusión, DE CASTRO BRAVO manifiesta “se califica de eficaz el negocio
apto para producir los efectos que le corresponden según la regla negocial (la
formada por la declaración de voluntad, la que se completa con las reglas
jurídicas que tal fin le sean aplicables); y, correlativamente, se considera
negocio ineficaz aquel al que cualquier obstáculo o defecto impide que
despliegue sus naturales consecuencias”.

CLASES DE INEFICACIA DEL ACTO JURÍDICO

Del acto jurídico debe de desplegarse los efectos prácticos queridos por las
partes, manifestándose en efectos jurídicos. El acto jurídico, debe de mostrar
su fuerza y su vigor, si ocurre ello, el negocio es eficaz, siendo esto la regla; su
excepción es la ineficacia. La doctrina y como la jurisprudencia dominante, ha
afirmado, la ineficacia se manifiesta en un sentido amplio o lato (latu sensu),
que comprende todas las ineficacias del negocio o acto jurídico. El cual se
relaciona con la perfección de la estructura del acto jurídico, es decir, que ésta
pueda estar defectuosa o que contiene un vicio en su estructura, por ende,
hablamos de la invalidez del acto (la nulidad y anulabilidad).

O a su imposibilidad de desplegar los efectos correspondientes de un negocio


válidamente celebrado20 (efectos ajenos a la estructura del negocio), puede
ser por una condición que suspende los efectos o simplemente no producen
efectos por circunstancias extrañas y exógenas a la estructura del acto, es
decir, es una ineficacia funcional o en un sentido estricto (strictu sensu) del acto
jurídico; y finalmente la ineficacia en sentido amplio se manifestaría en lo
concerniente en los negocios celebrado con fines de fraude de acreedores o en
los defectos de representación: inoponibilidad. Se ha concluido que la ineficacia
en sentido amplio se clasifica en dos clases:

A) La ineficacia originaria, denominada también ineficacia por causa intrínseca


o ineficacia estructural (nulidad y anulabilidad);

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B) y la ineficacia funcional, denominada también causa extrínseca o en sentido
estricto (resolución, revocación, etc.), en la que se incluye en esta última
clasificación a la inoponibilidad (acción pauliana, etc.). Y la jurisprudencia
peruana en ese mismo sentido la ha clasificado: “(…). La doctrina moderna
postula que la ineficacia (en sentido amplio) puede ser concebida de dos
modos:

i) la ineficacia estructural o intrínseca, que se refiere a la etapa de formación


del acto jurídico y tiene lugar cuando existen defectos o vicios constitutivos que
determinan su invalidez; y

ii) la ineficacia funcional, que se refiere a una etapa posterior a la formación del
acto jurídico, y que por causas y circunstancias objetivas externas de carácter
económico, social, moral, etc. –que están en relación directa con los intereses
particulares de las partes-, la voluntad negocial decae y se extingue; deja de
interesar (a) una o ambas partes el acto jurídico; (…) ” (en negrita y subrayado
es nuestro).

Conforma a lo que hemos manifestado, nuestro objetivo es hacer notar dónde


sería más adecuado ubicar la inoponibilidad, esto con el propósito de ubicar de
manera adecuada la “legitimación para el acto jurídico”.

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CONCLUSIONES

- La nulidad del acto jurídico tiene por fundamento, proteger intereses


que resultan vulnerados por no cumplirse las prescripciones legales.

- La responsabilidad extracontractual, está referida al aspecto


fundamental de indemnizar los daños ocasionados a la vida de
relación de los particulares.

- El acto jurídico es anulable si la voluntad del representante hubiere


sido viciada.

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RECOMENDACIONES

- Se propone mayor difusión de términos elementales en derecho para


que los ciudadanos no sean engañados.

- Se recomienda una entrevista con personal especializado en derecho


para que nos doga la importancia acerca de los términos estudiados.

- Se plantean exámenes minuciosos sobre derecho a los alumnos, ya


que de esto depende el desempeño y explicaciones que den a los
ciudadanos.

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BIBLIOGRAFÍA

- CÓDIGO CIVIL PERUANO


- ACTO JURIDICO, JOSE LEON BARANDIARAN, Tercera Edición; P.
Pág. 35 – 49
- DICCIONARIO JURÍDICO, GUILLERMO CABANELLAS DE LAS
CUEVAS, Edición: Nº 26

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GLOSARIO

CÓDIGO CIVIL.- Compilación de normas que contiene estatuido el régimen


jurídico aplicable a personas, bienes, modos de adquirir la propiedad,
obligaciones y contratos. Surge a través de la Independencia de México al
dejar de ser una colonia Española.

COHEREDAR.- Heredar juntamente con otro u otros.

COHEREDERO.- Persona que en unión de otra u otras acepta una herencia.


COMODATO: Es el contrato civil por el que uno de los contratantes llamados
comodante, se obliga a prestar gratuitamente el uso de una cosa no fungible,
pero no los frutos de ella; y el otro, llamado comodatario, se obliga a restituirla
íntegramente a su vencimiento. COMPARECENCIA.- Presentación de una
persona ante la autoridad

judicial o administrativa, previo llamamiento legitimo o por iniciativa propia.

COMPRAVENTA.- Contrato por virtud del cual uno de los contratantes se


obliga a transferir la propiedad de una cosa o derecho y el otro, a su vez, se
obliga a pagar por ellos un precio cierto en dinero.

COMPRAVENTA CON ENTREGAS PARCIALES.- Modalidad de compraventa


en la cual, se pacta un precio determinado sobre un acervo, el cual será
entregado en partes, toda vez que se trata de cosas que se pueden contar,
pesar o medir.

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ANEXOS

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