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El día 12 de diciembre, el santuario de la Virgen de Guadalupe es visitado por millones de personas

provenientes de diferentes partes de México y del mundo, movidos por la fe o simplemente para
admirar el lugar y la famosa imagen. El guadalupanismo es una de las principales características de
la religiosidad mexicana. 

En él, no sólo se muestra que la Virgen reconoce a los indígenas, sino también el nacimiento del
nacionalismo y la lucha contra el poder de los peninsulares; es un símbolo de unión y ha estado
presente en la historia de México desde 1531. El  cerro del Tepeyac (Tepeyacac, náhuatl: Tépetl-
yácatl-co, «Cerro-nariz/frente de-lugar» «Frente al cerro») se convirtió un importante centro
religioso, político y económico pues ahí los virreyes recibían y despedían a sus invitados.

Este lugar se ubica al norte de la ciudad de México, pertenece a la cadena montañosa que conforma
la Sierra de Guadalupe, delimita al Norte la Cuenca del valle de México y divide geográficamente al
Distrito Federal con el Estado de México. Es una pequeña parte del Cerro del Guerrero, al sur de
éste, por donde se conectan; es en este cerro en donde la cadena montañosa finaliza. En la falda
oriental del cerro se encuentran asentamientos humanos, y al sur se encuentra la Basílica de
Guadalupe, una pequeña iglesia en la cima y el Parque Nacional El Tepeyac. 

La zona oriental de la Sierra de Guadalupe, que es en donde está ubicado este parque, se caracteriza
por la poca altitud de las elevaciones montañosas, siendo en este punto donde se termina la sierra. En
promedio los cerros ya citados que forman parte del lugar tienen una altura de 2,450 a 2,500 msnm.
Los suelos que componen estas elevaciones son de origen volcánico y cuentan con algunas zonas de
pedregales.

Aunque se sabe que este lugar estaba habitado desde el periodo prehispánico por los diversos pueblos
que se asentaron en el valle, los aztecas tenían en la base del cerro del Tepeyac un adoratorio
dedicado a la diosa Tonantzin ""nuestra madrecita"", que quedó conectado a la ciudad de México-
Tenochtitlán por la calzada que se conoció a partir de la época colonial como la Calzada de los
Misterios.

La leyenda del Pocito


En las faldas del Tepeyac brotó un manantial. La gente lo consideró desde siempre una señal
inequívoca del lugar exacto en donde Juan Diego había hablado con la Virgen. La fama corrió como
el agua: pronto se convirtió en un foco de infecciones pues la gente bebía y se lavaba heridas en el
mismo sitio. Para contrarrestar este problema se le cubrió con una techumbre que al paso de los años
resultó insuficiente.

Por ello, el arquitecto Francisco de Guerrero y Torres levantó una iglesia alrededor del pozo años
más tarde. Todas las obras fueron realizadas sin que nadie, albañiles o ayudantes, cobraran un peso
por su trabajo, y fue terminado en 1791. El sello particular de esta pequeña capilla, joya
arquitectónica del estilo barroco, es su forma pues es la única de base circular, o céntrica, que,
levantada en aquella época, se conserva en nuestro país. Esta característica permite que el visitante
perciba el espacio poco a poco, como si éste se escondiera.

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