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TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

UNIDAD ll: ACCIÓN PENAL


PRIMER PARCIAL

ALUMNA: YAMILET ROCIO ENRIQUEZ SOTO

PROFESOR: LIC. MARCOS IVÁN PALMA MARTÍNEZ

MATERIA: CÓDIGO NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS


PENALES

OAXACA DE JUAREZ A DE SEPTIEMBRE DEL 2021


Contenido
INTRODUCCIÓN.................................................................................................................................3
OBJETIVOS GENERALES Y ESPECIFICOS.............................................................................................4
UNIDAD ll: LA ACCIÓN PENAL............................................................................................................5
CONCEPTO.........................................................................................................................................5
ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA ACUSACIÓN PRIVADA..............................................................6
CONSTITUCIÓN Y DESARROLLO DE LA ACCIÓN PENAL EJERCIDA POR PARTICULARES....................8
LEGITIMACIÓN...............................................................................................................................8
LA ACCIÓN PENAL PRIVADA EN LATINOAMÉRICA........................................................9
EL DESARROLLO DE LA ACCIÓN PENAL PRIVADA EN MÉXICO......................................................9
NATURALEZA DE LA ACCIÓN PENAL POR PARTICULARES...........................................................10
ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA ACUSACIÓN PUBLICA.............................................................11
CARACTERISTICAS DE LA ACCIÓN PENAL........................................................................................13
PRESUPUESTOS LEGALES PARA EL EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL........................................16
CARACTERÍSTICAS DE LA ACCIÓN PENAL POR PARTICULARES...................................................17
TITULARIDAD DE LA ACCIÓN PENAL................................................................................................18
CONSLUSIÓN....................................................................................................................................21
BIBLIOGRAFÍA..................................................................................................................................22
INTRODUCCIÓN

El estudio de la acción penal constituye una obligatoriedad para los estudiosos del


Derecho Procesal penal, toda vez que este poder jurídico tiene en la actualidad
rango constitucional y hay que diferenciarlo nítidamente de la pretensión penal.
La importancia de la acción penal en el Derecho Procesal Penal radica
fundamentalmente en que ésta tiene características propias, que se basan en la
actividad pública fundamental del Estado para poder sancionar los hechos
delictivos.
OBJETIVOS GENERALES Y ESPECIFICOS
Conocer la evolución histórica de la acción penal, sus causas de extinción y
características.
 Entender las diversas determinaciones que pueda adoptar el Ministerio Público
dentro del proceso penal acusatorio adversaria
UNIDAD ll: LA ACCIÓN PENAL
La reforma Constitucional publicada en el Diario Oficial de la Federación el 18 de
junio de 2008, constituye, a no dudarlo, la más importante en materia de justicia
penal desde la promulgación de la Constitución de 1917 y ha dado lugar a una
extensa discusión sobre sus alcances y propuestas, pero en este trabajo solo
centramos nuestra atención en el segundo párrafo reformado del artículo 21
Constitucional, el cual textualmente dice: “El ejercicio de la acción penal ante los
tribunales corresponde al Ministerio Público. La ley determinará los casos en que
los particulares podrán ejercer la acción penal ante la autoridad judicial”.
Y partimos de aquí para fijar el propósito de la investigación, que es conocer el
derrotero que el ejercicio de la acción penal privada ha tenido en las legislaciones
procesales penales de los Estados que, total o parcialmente, han acogido el nuevo
sistema procesal penal de corte acusatorio y oral , y adicionalmente se incluye el
análisis de dos proyectos legislativos de valor orientativo importante y que son los
proyectos de códigos de procedimientos penales de la Comisión Nacional de
Tribunales Superiores de Justicia de los Estados Unidos Mexicanos y de la
Secretaría Técnica del Consejo de Coordinación para la Implementación del
Sistema de Justicia Penal de la Secretaría de Gobernación.

CONCEPTO

La acción penal es el instrumento en derecho que debe ejercitarse para iniciar un


proceso judicial en la jurisdicción penal. Cuando una persona física o jurídica es
víctima de un delito, mediante la acción penal llevará ante el juez la situación para
que juzgue los hechos.
Ernesto Beling define la acción penal como "la facultad de provocar la actividad de
la jurisdicción penal mediante la declaración de un órgano público (Ministerio
Público) o privado, según esta facultad sea conferida a dichos órganos privados
exclusivamente (delito de acción privada) o en concurso con el órgano público
(acción pública); es decir, mediante una oferta o proposición de actuar la voluntad
de la ley aplicable al caso.

Por su parte, Ángel Martínez Pineda define a la acción penal como "el deber
jurídicamente necesario del Estado que cumple el órgano de acusación con el fin
de obtener la aplicación de la ley penal de acuerdo con las formalidades de orden
procesal
Según el Diccionario Jurídico Mexicano de la UNAM, la Acción, de latín actio,
sugiere movimiento, actividad y desde la percepción penal acusación

Eugenio Florián define a la Acción Penal como "el poder jurídico de excitar y
promover la desición del órgano jurisdiccional sobre una determinada relación de
derecho penal".

Ahora bien, el ejercicio de la Acción Penal es sumamente importante ya que es el


que pone en marcha la maquinaria jurídica de la pretensión punitiva "ius punendi
"del estado para imponer el castigo a los presuntos responsables.

El Ministerio Público cumple con la función de perseguir los delitos a través del
ejercicio de la Acción Penal como una facultad que se le otorga
Constitucionalmente, pero también como una obligación establecida a su cargo,
de tal manera que constituye un deber jurídico frente a la sociedad-

Finalmente, el Diccionario Jurídico Mexicano, establece que la acción penal "es la


que ejercita el Ministerio Público ante el juez competente para que inicie el
proceso penal y se resuelva sobre la responsabilidad del inculpado, y en su caso
se aplique la pena o la medida de seguridad que corresponda.

Sin embargo, con la reforma en materia penal publicada el 18 de junio de 2008, la


facultad de ejercitar la acción penal, que antes era exclusiva del Ministerio Público,
se hizo extensiva a los particulares, pero sólo en los casos y bajo las condiciones
que la propia ley de la materia determinará.

ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA ACUSACIÓN


PRIVADA
La acusación privada fue en los tiempos de la venganza privada cuando los
hombres defendían por si mismos sus derechos (Ley del Talión), es decir ojo por
ojo o diente por diente, ese es el principio de la Ley del Talión en que se creía que
todo se encontraba resuelto, ya que lo único que tenía que hacer la víctima era
regresar, en la misma medida, la afectación.
Sin embargo, empezaron a presentarse dificultades en la aplicación de dicho
principio, en virtud de que algunos delitos como el de dimorfismo sexual, delitos
contra la honestidad y delitos contra el patrimonio, ya que tampoco se podía
aplicar en virtud de que el ladrón no contaba con los mismos bienes a los que
había robado. En Roma volvió aparecer la figura de la Ley del Talión "si membrum
rupit ni cu eo pacit, talio esto" (Si uno rompe un miembro a otro y no se arregla con
él, hágase con él otro tanto).
En los tiempos primitivos, la función represiva penal se ejerció a través de la
venganza privada. Eran los tiempos de la Ley del Talión, y la justicia se hacía por
propia mano, por la víctima del delito o de sus familiares.
Conforme se fueron organizando las sociedades, la justicia se impartía a nombre
de la divinidad, este periodo fue el de la venganza divina; después se impartía a
nombre del interés público, para proteger el orden y la tranquilidad de la sociedad,
este periodo fue el de la venganza pública. Posteriormente, se establecieron
tribunales y normas aplicables, las cuales eran más que nada arbitrarias. El
ofendido por un delito, o en su caso los familiares, acusaban ante el tribunal, el
cual decidía e imponía las penas.
Más tarde, en el Derecho Romano, surge la acción popular, según la cual
cualquier ciudadano podía acusar de los delitos de los cuales tuviera
conocimiento. A los delicta privata les correspondía un proceso penal privado, en
el cual el Juez tenía el carácter de mero árbitro, pero también existían los delicta
publica a los cuales les correspondía un proceso público, que abarcaba la cognitio,
la accusatio y un procedimiento extraordinario.
La acción popular fracasó, toda vez que en Roma se abusó de ella, y muchos
ciudadanos la utilizaban para perjudicar a otras personas y obtener diversos
beneficios. Fue así como la sociedad vio la necesidad de tener un medio para
defenderse, y como consecuencia nació el procedimiento de oficio. El Estado
comprendió que la persecución de los delitos es una función social de mucha
importancia, que debe ser ejercitada por él, y no por los particulares.
"El procedimiento inquisitivo inaugura este paso decisivo en la historia del
procedimiento penal: la persecución de los delitos es misión exclusiva del Estado.
Sin embargo, se cae en el error de darle esa persecución oficial al Juez,
convirtiéndose así éste en Juez y parte." Este procedimiento inquisitivo cayó en
descrédito, y el Estado creó un órgano público y permanente que en adelante
sería el encargado de la acusación ante el poder jurisdiccional.
A Francia le pertenece el mérito de la implantación de esta Institución, que se
extendió a casi todos los países de Europa. Esta figura nace con los Procureurs
du Roi (Procuradores del Rey) de la Monarquía Francesa del siglo XIV, instituidos
para la defensa de los intereses del Estado, disciplinado y regulado en un cuerpo
completo con las ordenanzas de 1522, 1523 y 1568.
El Procurador del Rey se encargaba del procedimiento, y en cambio el Abogado
del Rey se encargaba del litigio en todos los negocios en los cuales el Rey tuviera
interés. El Rey Felipe el Hermoso, en el siglo XIV, transformó los cargos y los
instituye en una magistratura. Durante la Monarquía, el Ministerio Público no
asume todavía la calidad de representante del Poder Ejecutivo ante el Poder
Judicial, porque en esa época todavía no existía la división de poderes.
La Revolución Francesa, fue el suceso histórico que introdujo cambios en la
Institución, dividiéndola en Commissaires du Roi encargados de promover la
acción penal y de la ejecución, y accusateurs publics, que sostenían la acusación
en el debate. La tradición de la Monarquía le devuelve la unidad con la ley del 13
de diciembre de 1799, tradición que será continuada por la Organización Imperial
de 1808 y 1810 de Napoleón, en que el Ministerio Público (organizado ya
jerárquicamente bajo la dependencia del poder ejecutivo), recibe por medio de la
ley del 20 de Abril de 1810, el ordenamiento definitivo que de Francia llegaría a
todos los países de Europa.
En España, las Leyes de Recopilación, expedidas por Felipe II en 1576,
reglamentaban las funciones de los Procuradores Fiscales que acusaban cuando
no lo hacía un acusador privado. Felipe V reglamenta las funciones, influenciado
por el Derecho Francés, pero la reforma es fuertemente atacada y acaba por ser
anulada.

La acción penal por particular es la que se ejerce en los delitos autorizados por la
ley, por la víctima u ofendido, al acudir directamente ante los tribunales, como
titular del derecho supuestamente vulnerado, sin la intervención del Ministerio
Público; a esta actividad en la doctrina también se le conoce como acción privada,
la que se establece que es “la de índole penal cuyo ejercicio sólo corresponde al
ofendido o a su representante legal; y, en estos casos a falta de éste y de
personalidad procesal en la víctima, por fama pública al Ministerio Fiscal” -En otras
voces, sobre el mismo tema, se asienta:

Observamos que en esta acción penal específica, en la doctrina y en algunas


leyes, predomina la denominación de acción privada, siendo ello indebido, porque
existe una marcada diferencia, puesto que en ésta, se trata de “…un determinado
grupo de delitos que sólo pueden ser perseguidos jurisdiccionalmente por querella
del ofendido, su guardador, representantes legales o los herederos…”
Por consiguiente, “es acusador privado la persona del derecho privado a quien la
ley confiere, en forma exclusiva, la titularidad de la acción a los denominados
delitos de acción privada y asume su papel en el proceso” (
Con lo vertido, hemos establecido lo que podemos conceptualizar como acción
penal privada. En cuanto a lo relativo al ejercicio de la acción penal por
particulares, en ella se le concede a la víctima u ofendido el derecho de actuar
ante los tribunales en un determinado grupo de delitos que le corresponderían al
Ministerio Público, pero por política criminal se prescinde que él la ejercite, porque
la ley autoriza al agraviado optar por acudir a denunciar, querellarse ante el
Ministerio Público o instar al órgano jurisdiccional, al respecto se determina que
“Es acusador particular la persona del derecho privado a quien la ley, sin perjuicio
de la función actora que corresponde al ministerio fiscal le confiere la titularidad de
la acción en orden a los denominados delitos de acción privada y asume su papel
en el proceso” .
De este criterio deducimos que la acción penal es de carácter público, aunque la
ejerza el particular, porque con su ejercicio se provoca la actividad del órgano
jurisdiccional, ésta será siempre de carácter público. De lo antes establecido
concluimos que la acción penal ejercida por particulares es la autorización
constitucional concedida como excepción a la víctima u ofendido, de manera
peculiar como un derecho que se realiza voluntaria y directamente ante el órgano
jurisdiccional en los supuestos regulados en la ley secundaria, con la finalidad de
que se sancione al imputado y de hacer valer el daño sufrido para obtener la
reparación del daño.
Con base en la Constitución y lo reglamentado por el Código Nacional de
Procedimientos Penales, podemos concluir que la acción penal por particulares es
la autorización que se concede a las personas específicas, víctima u ofendido,
para ejercerla ante los tribunales, en los supuestos y con los requisitos fijados por
las leyes reglamentarias, cuando ellos hayan recabado datos de prueba que
sustenten que se ha cometido un hecho que la ley señala como delito y exista la
probabilidad que el imputado lo cometió o participó en su comisión.

CONSTITUCIÓN Y DESARROLLO DE LA ACCIÓN PENAL


EJERCIDA POR PARTICULARES
Para constituirse la acción penal por particular, es requisito que el querellante
haga valer su derecho ante el órgano jurisdiccional, ante ello se provoca su
desarrollo, por lo que decimos que tanto su constitución como su desarrollo tienen
características peculiares que lo diferencian del procedimiento ordinario penal.
LEGITIMACIÓN
La víctima o el ofendido deben justificar su legitimación ante el juez de control, al
momento de constituirse como acusador particular, toda vez que es parte eventual
que requiere de su voluntad manifiesta para ejercer este derecho con las
formalidades legales; esta actividad procedimental la deberá iniciar el particular
con fundamento en los artículos 429 y 430 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, en los cuales se señalan expresamente los requisitos formales y
materiales para solicitarse, los que enumeramos a continuación y agregamos los
comentarios pertinentes:
a) En dichos artículos no se establece la forma de promover la acción, ante
esta omisión, consideramos que puede ser escrita o verbal (en el derecho
comparado se establece que deberá realizarse por escrito, tal es el caso de
Chile y Argentina que así lo puntualizan).
b) El ejercicio de la acción penal por particular se equipará a la querella, como
el medio con el que se apersona la víctima u ofendido y formula su
acusación.
c) La solicitud se promoverá ante el juez de control (de ser escrita se le dirige
al juez de control, de ser oral, deberá ser por comparecencia ante el mismo
juzgador). La doctrina se manifiesta en el sentido que se debe presentar
por escrito ante el juzgador competente por la persona habilitada por la ley
(víctima u ofendido) para iniciar la acción penal.
d) El querellante (víctima u ofendido) deberá proporcionar su nombre
completo y domicilio para efectos de su localización y para ser notificado.
e) Si el promovente es persona jurídica (moral) se indicará su razón social y
su domicilio para oír y recibir notificaciones; además, el representante legal
deberá exhibir el documento que acredite su personalidad, también su
domicilio para oír y recibir notificaciones; en el caso del mandatario, deberá
exhibir poder especial con cláusula específica para hacer valer los hechos
ilícitos, así mismo, aportar el nombre del poderdante y su domicilio y el
domicilio procesal del promovente para que sea notificado.
Se debe proporcionar el nombre completo del imputado (querellado) y los datos
para su localización y citación correspondiente; de ignorarse el nombre o el
domicilio, lugar de trabajo o lugares que frecuente, se dice, “en caso de ignorar
estas circunstancias, se deberá hacer la designación del querellado por las señas
que mejor pudiera darle a conocer” Ante estos supuestos, se debe señalar una
descripción y designación clara de su persona para que el juzgador ordene su
localización, para que en práctica de diligencias solicitadas por el querellante, sea
citado a comparecer al juzgado; sobre esta cuestión, se consagra que:
El querellante puede verse imposibilitado de identificar debidamente al querellado,
o sea, al supuesto autor del hecho. Dado el caso, a su pedido el tribunal,
practicará las averiguaciones correspondientes, a modo de investigación
preliminar. Ésta se dirige a averiguar el nombre, apellido y domicilio del querellado
a los fines de promover a su citación, ya que no sería suficiente la descripción
identificatoria que puede hacerse en la querella cuando se ignoran esos datos.
Esta información capta también la obtención de elementos probatorios que el
querellante no haya podido acompañar a la querella.
En esta ilustración observamos que se flexibiliza la carga de la prueba al
querellante al actuar y practicar diligencias por el órgano jurisdiccional, tanto para
la identificación y localización del querellado como para la práctica de diligencias
para recabar datos de prueba que le fueron solicitados al juzgador por el agraviado
acusador particular.
LA ACCIÓN PENAL PRIVADA EN LATINOAMÉRICA.
Eduardo Noriega Hurtado ha hecho un importante trabajo sintético sobre este
tema, por lo que, basándonos en el análisis que hace de los supuestos de
procedencia de la acción penal privada en 9 países latinoamericanos 7 , podemos
señalar que hay una tendencia unánime a considerar como delitos de acción
privada aquellos que afectan el honor o la intimidad personal y, en orden
decreciente, algunos de contenido patrimonial, libramiento de cheques sin fondos,
delitos de propiedad intelectual, lesiones, nulidad matrimonial, atentados al pudor
y rapto. En cuatro países se contempla también la posibilidad de transformar la
acción pública en privada, cuando no exista un interés público gravemente
comprometido.

EL DESARROLLO DE LA ACCIÓN PENAL PRIVADA EN MÉXICO


A la fecha, ocho estados de la República han puesto en marcha, de manera total o
parcial, el nuevo sistema procesal penal acusatorio y oral, por lo que a
continuación analizaremos el desarrollo que, en cada entidad, ha tenido la acción
penal privada, concluyendo con las propuestas contenidas en el proyecto de
Código Federal de Procedimientos Penales de la Secretaría Técnica del Consejo
de Coordinación para la Implementación del Sistema de Justicia Penal de la
Secretaría de Gobernación y el Código Modelo del Proceso Penal Acusatorio para
los Estados de la Federación de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de
Justicia de los Estados Unidos Mexicanos

NATURALEZA DE LA ACCIÓN PENAL POR PARTICULARES


En este procedimiento se aprecian peculiaridades desde que se reglamenta por el
Poder Legislativo, quien consideró que para que la acción sea ejercida como
particular se atienden dos criterios:
a) El contenido del bien jurídico protegido. Los tipos penales a los que
corresponde el ejercicio privado de la acción penal tienen un denominador
común: los bienes jurídicos se refieren a aspectos íntimos y personalísimos.
b) El grado de lesión o puesta en peligro del interés protegido, de tal manera
que la levedad de la lesión o agresión determina poner en manos del propio
afectado, la decisión de exigir responsabilidad de los hechos... (Calderón,
2013: 61).
Otra perspectiva se enfoca a que este procedimiento en cuanto a su decisión
es de naturaleza pública, toda vez que “La acción penal, cuando su contenido
es una pretensión punitiva, vale decir, cuando el actor reclama la actividad
jurisdiccional para que se declare el derecho del Estado a someter a alguien a
la ejecución de una pena”.
De acuerdo con lo dicho, si la víctima u ofendido no solicitan en el ejercicio de
la acción la pretensión punitiva, para que la declare el órgano jurisdiccional, el
proceso penal carecería de un objeto adecuado para ser declarado el derecho.
En cuanto al desarrollo del proceso penal por instancia del particular, tiene sus
propias reglas dispositivas, sus corolarios y directrices propias, mismas que le
dan la naturaleza de un procedimiento especial, que lo hacen distinto del
procedimiento penal ordinario, aunque en todo lo que no se oponga y se
requiera para estructurarlo, rigen los principios y reglas del procedimiento
ordinario, en tal sentido, se establece en el último párrafo del artículo 432 del
Código Nacional de Procedimientos Penales, al consagrar que “...en la
sustanciación de la acción penal promovida por particulares, se observarán en
todo lo que resulte aplicable las disposiciones al procedimiento (ordinario)
previstas en este Código...”.
Para mejor comprensión de la naturaleza de esta acción penal por particulares
se ilustra al exteriorizarse: Es un proceso acusatorio en el cual el Estado limita
su pretensión punitiva al interés del ofendido, pero sólo en cuanto al delito en sí
mismo, con exclusión del grado, condiciones y medida de la responsabilidad
penal. Cuando se querella a un mismo sujeto por varios hechos perseguibles
por acción de ejercicio privado, no se ve inconveniente para su acumulación en
un único proceso, siempre que los trámites del juicio puedan ser los mismos.
Lo que no es posible es acumular una causa por hechos de este tipo con otra
por delito perseguible por acción de ejercicio público.
En definitiva, esta acción es una medida accesoria garantista de naturaleza sui
generis (de naturaleza propia y única) ya que es una excepción al ius puniendi
estatal en la que se concede ejercerla a los particulares (víctima u ofendido),
delimitado a tipos penales específicos, eliminando la participación del
Ministerio Público, sin embargo, a la vez, se le deja la carga probatoria al
acusador particular para justificar su pretensión punitiva.
Existen algunas particularidades de la acción penal que surgen al ejercerla los
legitimados (víctima, ofendido o el representante), se confirma ello con lo
sostenido en el Dictamen de la Revisora de las Comisiones Unidas de Puntos
Constitucionales de la Cámara de Senadores, respecto al Proyecto de Decreto
por el que se Reforman y Adicionan diversas Disposiciones de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos del 13 de diciembre de 2007 al
establecer:
En relación con el ejercicio de la acción penal y con el ánimo de hacer
congruentes todas las modificaciones al sistema de procuración y
administración de justicia que contempla esta reforma, se hace evidente la
necesidad de romper con el monopolio de la acción que actualmente tiene el
Ministerio Público. En efecto, esta reforma abre la posibilidad de ejercer
directamente la acción penal por parte de particulares, en los casos que
expresamente prevea la ley secundaria, ... lo que contribuirá en forma
importante a elevar los niveles de acceso a la justicia en materia penal ...
El ejercicio de la acción penal en estos supuestos será eminentemente
excepcional, sólo en aquellos casos en los que el interés afectado no sea
general... Esta directriz se plasma en el artículo 21 constitucional en su párrafo
segundo, al decir que “La ley determinará los casos en que los particulares
podrán ejercer la acción penal ante la autoridad judicial”. Con esta disposición
se elimina la intervención del Ministerio Público en los casos reservados a los
particulares. Basándonos en la ley, específicamente, atendiendo su contenido
y finalidad, concluimos que la querella es una acusación dirigida al querellado
la que debe de ser concreta, subjetiva y objetivamente planteado.

ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA ACUSACIÓN


PUBLICA
La acción penal tiene su principio mediante el acto de consignación, este acto es
el arranque, el punto en el cual el Ministerio Público ocurre ante el órgano
jurisdiccional y provoca la función correspondiente; la consignación es el primer
acto del ejercicio de la acción penal. Para poder llevar a cabo este acto inicial de
ejercicio de la acción penal, es menester cumplir determinados requisitos
constitucionales, los cuales están contenidos en el artículo 16 constitucional y se
refieren a los elementos del tipo penal y probable responsabilidad.
Conforme a la reforma corresponde al M.P. y a las policías que actúan bajo la
conducción y mando del M.P.; también se elimina el monopolio de la acción penal,
pues introduce la posibilidad de que los particulares puedan ejercer acción penal
ante la autoridad judicial.

La reforma a la Constitución federal mexicana de junio de 2008 estatuyó, entre


otras cosas, que a la par de la acción penal pública en la persecución del delito, la
ley establecería los supuestos excepcionales en que también procedería la acción
penal privada. En ese tenor, el presente trabajo analiza los antecedentes
legislativos en materia de acción penal privada en México y las razones que
llevaron al legislador a su reimplantación parcial en nuestro sistema jurídico.
A efectos, comparativos, se da cuenta de la forma en que esta acción se regula
en algunas legislaciones latinoamericanas, para luego pasar al desarrollo que ha
tenido en los códigos penales de los ocho Estados que han adoptado el nuevo
sistema procesal penal acusatorio y oral y en los proyectos oficiales.
El autor concluye señalando que acorde al desarrollo de la legislación procesal
penal en Latinoamérica, en nuestro propio país e incluso desde la perspectiva
internacional, no parece haber duda que el campo natural de la acción penal
privada es aquel relacionado con los delitos contra el honor y la intimidad
personal, así como en los casos de los delitos contra la propiedad intelectual
(patentes y marcas, derechos de autor), a condición de que no se trate de
delincuencia organizada.

Existen otros supuestos observados (delitos patrimoniales, culposos, lesiones, de


querella) en que la frontera entre el interés general y el interés particular, ya no
parece tan clara, por lo que el autor considera necesario hacer hincapié en la
procedencia de la acción penal privada solo en casos excepcionales en que el
interés afectado no sea general, conforme fue la intención del constituyente
permanente, siendo este el único criterio configurador que debe tenerse presente
al regular este instituto.

El Dr. Héctor Fix Zamudio define a la “acción penal” como aquella que ejercita el
Ministerio Público ante el juez competente para que se inicie el proceso penal, se
resuelva sobre la responsabilidad del inculpado y, en su caso, se aplique la pena o
medida de seguridad que corresponda
Nótese como el autor hace hincapié en la acción penal como pública y señala
como su titular exclusivo al Ministerio Público, lo cual se explica en el contexto del
denominado “monopolio del ejercicio de la acción penal” que dicho órgano
acusador tuvo entre el periodo vivido desde la promulgación de la Constitución de
1917 hasta la reforma Constitucional de junio de 2008.

Sin embargo, ello no fue siempre así, pues según lo recuerda Castillo Soberanes,
bajo la vigencia de la Constitución de 1857, la investigación de los delitos
correspondía exclusivamente a los jueces, agregando que en los debates del
Congreso Constituyente de 1856-1857, no prosperó la idea de instituir la figura del
Ministerio Público y de ese modo se permitió al ofendido por el delito acudir
directamente a los tribunales, ya que se consideró que los particulares no debían
ser sustituidos por ninguna otra institución, además de que, con el Ministerio
Público independizado del órgano jurisdiccional, se retardaría la acción de la
justicia, pues se tendría que esperar a que dicho órgano ejercitará la acción penal
.Sin embargo, a la postre, el sistema derivado de la Constitución de 1857 hubo de
generar un sistema de inequidad, opresión y abuso, de tal modo que en los
debates del constituyente de 1917 se decidiese quitar a los jueces la facultad de
investigar los delitos y a los particulares su derecho de acusar directamente ante
los tribunales, otorgando al Ministerio Publico dichas facultades, quedando
encargados los jueces exclusivamente de la imposición de las penas .
Y en ese estado de cosas, no sin dificultades y reformas que en parte la limitaron,
transitamos por un periodo de 91 años de acusación penal pública, hasta que, en
2008, se decide adoptar un sistema mixto de acusación, combinando la acción
penal privada con la pública, si bien con predomino de esta última.

CARACTERISTICAS DE LA ACCIÓN PENAL


La acción penal no es un poder, sino un deber del órgano del Estado (Ministerio
Público) para ejercitarla sobre persona determinada una vez que se encuentran
satisfechos los requisitos legales.
Misma que tiene las siguientes características:
 Pública
 Única
 Indivisible
 Intrascendente.
 Discrecional

Pública. Es pública porque corresponde al Estado el deber de la persecución e


investigación de los delitos para la aplicación de la ley penal, a través del Ministerio
Público, ya que esta vela por los intereses tanto sociales como privados Ello es
porque aunque el delito cause un daño privado, la sociedad está interesada en la
aplicación de la pena destinada a protegerla; constituye entonces la realización de
una función estatal10.

Para la doctrina francesa esta característica tiene suma importancia y por ello
llamaron a la acción penal action publique.
Este principio afecta a la institución de la querella, que es la relación de hechos
expuesta por el ofendido ante el órgano investigador con el deseo manifiesto de
que se persiga al autor del delito, lo cual constituye una autolimitación del
Estado para la actuación de su derecho a la pena, condicionado al
consentimiento del ofendido.

Surge la incógnita de que es la querella, ¿en realidad será una excepción al


principio de publicidad de la acción penal?

Existen delitos que únicamente pueden ser perseguidos a instancia o querella


de la parte ofendida por el delito, esto es porque lesionan intereses privados sin
perjudicar gravemente el orden público, o bien para que la persecución no dañe
más de lo que ya ha sido dañado con la comisión del delito, el honor de la
víctima o de su familia, por lo que en estos delitos el Ministerio Público no puede
iniciar su actividad investigadora sin que previamente exista querella
presentada, y por lo tanto, también la prosecución de delito puede
suspenderse si hay perdón del ofendido.

Por lo que podemos concluir que la querella es un requisito de procedibilidad


para ejercitar la acción penal. No debemos perder de vista que el titular del
derecho a castigar sigue siendo el Estado mediante el poder selectivo plasmado
en la selectividad primaria y secundaria, y el ejercicio de la acción en todo
momento en nuestro país va a verificarse por el Ministerio Público. El ofendido
en el delito tan solo da su consentimiento para que sea promueva la acción
penal.

El aceptar que el ofendido es el titular del derecho a castigar, es aceptar que es


válida la venganza privada –época también llamada de la sangre, en donde la
persona se hacía justicia por propia mano13-, misma que ha sido superada en
nuestra legislación desde hace tiempo.}

Única. Es única en cuanto a que el Ministerio Público, al tener conocimiento de la


conducta delictiva que se hubiese realizado, tendrá el deber de investigar y reunir
los medios de prueba dirigidos a la comprobación del delito, siempre
encuadrando la conducta típica de que se trate, sin que se establezcan en la
investigación modalidades diferentes.

Indivisible. Siempre se considerará a todas las personas que hayan participado en


la comisión u omisión del delito y nunca en forma parcial o dividida; sino que al
ejercitarse la acción por parte del órgano del Estado, solamente puede eximir de
dicha acusación en contra de alguna de estas personas, siempre y cuando no se
haya acreditado su probable responsabilidad y el cuerpo del delito.

La acción penal es indivisible en cuanto alcanza a todos los que han participado en
la comisión de un delito. Generalmente la querella presentada en contra de uno de
los participantes en un delito se extiende a todos los demás, aunque contra ellos
no se haya dirigido la querella, y en la misma forma el perdón del ofendido hecho a
uno de los participantes del delito beneficia a todos los demás
Intrascendente. Esta característica de la acción penal se refiere a que únicamente
será sancionado el sujeto activo del delito cometido, no pudiendo extenderse la
punibilidad a otras personas que tengan un vínculo de parentesco, amistad, etc.
Siempre la acción penal se llevará a cabo hacia la persona física que se le imputa
el delito.

Discrecional. En virtud de que el Ministerio Público tienen la facultad de decidir si


ejercita o no la acción penal, no obstante de estar reunidos los elementos
necesarios previstos por el artículo 16 de la Constitución, atendiendo este apartado
a cuestiones de naturaleza política y no jurídica.

Situación esta última que por cierto limita el poder de que cuentan los gobernados
para que se les proporcione la aplicación del derecho al caso concreto, virtud o en
mérito al principio de economía procesal, que en innumerables circunstancias deja
al ofendido en completo estado de indefensión.

CARACTERÍSTICAS DE LA ACCIÓN PENAL PÚBLICA:


Se afirma que varias son las características de la acción penal pública:
a) Publicidad.- Se dice que por su importancia en la vida de la sociedad, el Estado
ha dispuesto que su actividad sea fundamentalmente dirigida a reintegrar la paz
social perturbada por el delito, y por ello, La Fiscalía General del Estado, como
ente protector de la sociedad ejerce a plenitud integralmente durante todo el
desarrollo del proceso penal la acción penal.
b) Oficialidad. Se considera un verdadero monopolio de la Fiscalía General del
Estado que la Constitución haya determinado que sea el titular de la acción penal
pública. Recordemos que en la Constitución de 1998 esta entidad era adscrita al
Estado, en cambio en el nuevo marco constitucional y legal del 2008, la Fiscalía
General es un órgano de la Función judicial cuyo ámbito de actuación está
señalado en la Constitución, en el Código Orgánico de la Función Judicial y en el
Código de Procedimiento penal
c) Indivisibilidad.- La acción penal es única, si bien en el proceso aparecen actos
diversos promovidos por el titular de la acción penal, la acción es única y tiene una
sola pretensión: la sanción penal que alcanza a todos los que han participado en
la comisión del delito. No existen distintas acciones que correspondan a cada
agente, sino una acción indivisible.
d) Obligatoriedad.- Existe la obligación por parte de la Fiscalía General del Estado
de ejercitar la acción penal ante la noticia de la presuntacomisión de un hecho
ilícito..
En otro aspecto es importante señalar que la acción penal pública es irrenunciable
por cuanto quienes ejercen la acción según asevera Walter Guerrero Vivanco, no
pueden retractarse del dictamen fiscal acusatorio, de la denuncia o de la
acusación particular, con el propósito de impedir que continúe la sustanciación de
la causa, pues si bien es verdad que de acuerdo a lo establecido en el Código de
Procedimiento Penal cabe el desistimiento de la acusación particular en los
procesos por delitos de acción pública, el trámite continúa con la sola intervención
del fiscal, ya que de acuerdo con el Código Penal, el perdón de la parte ofendida o
la transacción con ésta no extingue la acción pública por una infracción que debe
perseguirse de oficio.
La acción penal pública es indivisible, en razón de que una vez que se la
promueve involucra a todos aquellos que de una u otra manera han intervenido en
la comisión de un delito o han concurrido a su ejecución, es decir, a quienes
alguna responsabilidad tuviere supuesto que nadie deberá escapar a la represión
penal. Es decir, que ni el fiscal ni el denunciante ni el acusador particular, pueden
obligar al juez para que limite la iniciación o la prosecución del proceso solo en
contra de uno de los presuntos culpables de la infracción de acción pública.

PRESUPUESTOS LEGALES PARA EL EJERCICIO DE LA


ACCIÓN PENAL.
Entendiendo esto como las condiciones mínimas para que la acción se
promueva, consisten en:

a) Tener por comprobado el cuerpo del delito, de conformidad a lo citado por


la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos actualmente 18,
mientras a que nivel Estado serán elementos constitutivos del tipo penal.

b) Que este establecida por lo menos la probable responsabilidad del


indiciado.

Es importante, para poder entender lo relacionado con la motivación del ejercicio


de la acción, dejar en claro las dos definiciones siguientes:
1. Delito legal. Es la conducta prevista en la ley penal, la cual
contempla también ciertas consecuencias aplicables a quienes la cometan.
Delito real: es el acto que, parte de él encaja con exactitud en una de las formas
de conducta previstas en la ley (delito legal). Delito Jurídico: es el acto que el
órgano jurisdiccional ha declarado delictuoso.

2. Delito real. Hace nacer la acción penal en concreto, sin embargo


con la solo comisión de este no se surte ningún efecto jurídico, es decir con
ella no se dan las consecuencias legales. El único que produce efectos jurídicos
(aplicación de la sanción) es el delito jurídico.

Como dijimos el Estado vela por la armonía social, esto lo puede lograr evitando
la comisión de los delitos e imponiendo las sanciones que la ley establece en
el caso en que estos sean cometidos.

Por su lado el Ministerio Público representa a la sociedad velando por sus


intereses y busca que sean sancionados los delitos cometidos.

El Ministerio Público actúa cuando se le pone en conocimiento la comisión de un


delito y ejercer la acción penal cuando de sus investigaciones resultó que existe
la posibilidad un delito real y la probable responsabilidad de alguna persona.

En los casos de sentencias absolutorias se infiere que por no haber un delito, no


existe el derecho de castigar a ese sujeto en particular.

La acción procesal nace cuando el Ministerio Público ejercita acción penal ante
el Órgano Jurisdiccional (quien debe aplicar la ley al caso concreto).
CARACTERÍSTICAS DE LA ACCIÓN PENAL POR
PARTICULARES
Al estar regulada esta acción penal en la Constitución, la entendemos como una
garantía y mecanismo procesal otorgado a la víctima u ofendido para instar al
órgano jurisdiccional.
Esta actividad sólo rige en los delitos que afectan bienes tutelados a los
particulares o cuando predomina el interés individual, siendo éstas las que le dan
la característica a la actividad procesal otorgada a los particulares, aunado a que
se excluye al Ministerio Público de ejercerla, por lo que se asevera: ...debemos
asentar que la acción privada constituye una excepción al poder estatal de
perseguir los delitos; excepción derivada del predominio del interés particular (el
de la víctima o del ofendido) sobre el interés del Estado, y que se refleja en la
necesidad de que la víctima o el ofendido participen directamente en el proceso
penal, en aras de lograr un acceso real de tales sujetos a la justicia (Román, 2012:
51).
De manera concreta, se pueden delimitar las características de esta acción penal
promovida por particulares atendiendo a las siguientes conclusiones, las que
ampliamos y comentamos:
 La característica principal de este procedimiento es la exclusión del
Ministerio Público.
 Se concede la atribución de poder exclusivo de persecución a la víctima u
ofendido.
 El impulso procesal ante el juzgador radica enteramente en la víctima u
ofendido.
 La víctima u ofendido pueden renunciar a través del desistimiento de la
acción penal al hecho, por ser de índole particular.
 La carga procesal y de la acción le corresponde al particular que promueva
la acción penal (víctima u ofendido).
Otro criterio que ilustra el tema de la acción penal establece los caracteres que a
continuación se anotan:
1. Junto con la instancia acusatoria, el querellante puede demandar civilmente
haciendo valer la pretensión reparatoria del daño ocasionado por el delito.
2. Se trata de un juicio con marcado carácter dispositivo que se acerca mucho al
régimen del proceso civil común.
3. Este carácter dispositivo (acusatorio substancial) se manifiesta ante el criterio
de oportunidad que determina el inicio del juicio, por cuanto es dejado a la
voluntad discrecional del titular de la acción, y ante la posibilidad de renuncia a la
pretensión de condena hecha valer por el querellante, o de extinción de la pena
por el perdón del ofendido triunfante.
4. ...se prevén los efectos extintivos de la retractación. Debemos considerar que
actualmente en el artículo 21 de la Constitución se contiene un sistema mixto del
ejercicio de la acción penal, la que ejerce el poder estatal y la que ejercen los
particulares, en el entendido que subsiste el predominio de la primera, aunque el
hecho que se le conceda ese derecho a los particulares no desvirtúa la naturaleza
de la acción en su carácter procedimental puesto que “...la acción procesal es
siempre pública dado que su finalidad es precisamente, en cualquier caso (pública
o privada) provocar el ejercicio de la jurisdicción, que es una actividad de esta
naturaleza” (Pina, 1983: 32).
Esto nos lleva a manifestar que el carácter de la acción penal realizada por
particulares no debería calificarse como acción privada, peculiaridad que se le
atribuye, por algunas leyes, a la doctrina nacional y extranjera.

TITULARIDAD DE LA ACCIÓN PENAL

La acción penal tiene una función persecutoria, abarca el conjunto de actividades


que realiza el Ministerio Público en la búsqueda de pruebas e indicios que realiza
el Ministerio Publico para comprobar la existencia de los delitos, quienes lo
cometieron y están en condiciones de pedir la intervención del órgano
jurisdiccional, para que cumpla con su función de aplicar las penas y medidas se
seguridad.
También para actuar en el procedimiento judicial para ofrecer y desahogar
pruebas, conclusiones o formular los recursos que sean necesarios.
Con la función persecutoria el Ministerio Público ejerce una doble función, la
investigación de los delitos y en su caso el ejercicio de la acción penal a esta
doble labor se le denomina “Averiguación Previa” que también se le conoce
como periodo de preparación de la averiguación penal que se inicia con la
denuncia, o querella y concluye cuando el Ministerio Publico está en aptitud de
ejercitar la acción penal.
La acción penal da vida al proceso y para que pueda ser ejercitada es
indispensable preparar su ejercicio durante la primera etapa llamada de
Averiguación Previa.
El monopolio de la acción penal de conformidad con el artículo 21 Constitucional
queda en manos del Ministerio Público pero debe considerarse que este no es el
dueño de la acción penal, solo es el órgano del estado encargado de la
persecución de los delitos por medio de su ejercicio.
La acción penal da vida al proceso y para que pueda ser ejercitada es
indispensable preparar su ejercicio durante la primera etapa llamada de
Averiguación Previa.
El monopolio de la acción penal de conformidad con el artículo 21 Constitucional
queda en manos del Ministerio Público pero debe considerarse que este no es el
dueño de la acción penal, solo es el órgano del estado encargado de la
persecución de los delitos por medio de su ejercicio.
CONSLUSIÓN
En conclusión, la razón por la que se decidió incorporar la figura de la acción penal privada en el
proceso penal mexicano fue para contribuir “en forma importante a elevar los niveles de acceso a
la justicia en materia penal”, estimando que dicha intervención debería ser evidentemente
excepcional y sólo en aquellos casos en los que el interés afectado no sea general. Esta acción
penal privada, en los casos en que no pudiera ejercerse directamente por la víctima u ofendido,
debería combinarse con la figura de la plena coadyuvancia en el proceso y la adherencia a la
acusación pública (acusador coadyuvante).

Acorde al desarrollo de la legislación procesal penal en Latinoamérica y en nuestro propio país e


incluso desde la perspectiva internacional 8 , no parece haber duda que el campo
BIBLIOGRAFÍA
CASTILLO SOBERANES, Miguel Ángel. El Monopolio del Ejercicio de la Acción Penal del Ministerio
Público en México. 1era edición, México, Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, 1992.

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS. Diccionario Jurídico Mexicano. 6ta edición, México,


Coedición Porrúa-UNAM, 1993, Tomos I y IV.
NORIEGA HURTADO, Eduardo. “¿Qué hacer con la acción penal privada?”. En: Iter Criminis,
Revista del Instituto Nacional de Ciencias Penales, Nº 6, Cuarta época, México, noviembre-
dicembre de 2008.

ROXIN, Claus. Derecho Procesal Penal (traducción de la 25ª edición alemana por Gabriela E.
Córdova y Daniel R. Pastor). 1ª edición, Argentina, Ediciones del Puerto, 2000

González Blanco, Alberto. “Capítulo IV”, en El Procedimiento Penal Mexicano. México, Porrúa,
1975. Pp. 44-53.

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