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procuradora adjunta
Señalaron que durante el juicio se comprobó que la denuncia efectuada por los
letrados, en cuanto a la relación personal y comunidad de intereses entre la
procuradora adjunta Cecilia Goyeneche y el imputado Pedro Opromolla, en la causa
conocida como “contratos en la Legislatura”, quedó establecida. Por lo que la
funcionaria debió haberse excusado de intervenir en el proceso de la Investigación
Penal Preparatoria (IPP), apenas tomó conocimiento de la participación de
Opromolla en los hechos que se investigaban. Al no hacerlo quedó revelada la grave
afectación del principio de objetividad exigido en el art. 35 de la Ley N° 10407; y,
claro está, también la norma de reenvío proveniente del art. 38 del rito penal que
describe el deber de excusarse siempre que -para el caso- la funcionaria acusada
tuviere “comunidad con alguno de los interesados”.
Esa causa se inició en octubre de 2018, y la procuradora adjunta tras haber negado
vinculación alguna con el imputado, recién se excusa en abril de 2019. Es el
procurador general Jorge García quien acepta su excusación.
Los representantes del STJ, expresaron que “nosotros juzgamos los hechos que se
expusieron en el juicio y en base a las pruebas que se presentaron emitimos nuestra
resolución; existiendo vías recursivas e instancias de apelación de la misma ante
otros estamentos jurídicos los que tendrán la última palabra”.
En ese sentido, los vocales Smaldone, Carubia y la vocal Schumacher brindaron una
síntesis de sus votos a través de la cual fundamentaron la resolución adoptada.
Explicó también que, “ubicada en la cima del Ministerio Público Fiscal, desde donde
enarbola la acción pública penal, está obligada a satisfacer o responder a mayores
exigencias que, de ordinario, sucede con los dependientes jerárquicos de inferior
rango de responsabilidad. Máxime la extraordinaria envergadura del ilícito penal
investigado, perpetrado contra la administración pública que -junto a los fiscales
subordinados- estuvo bajo su exclusiva dirección e incumbencia funcional”.
Smaldone afirmó que “es regla inveterada recibida del derecho común que cuando
mayor sea el deber de obrar con prudencia y pleno conocimiento de las cosas -
también- mayores serán tanto las diligencias exigibles como las consecuencias de
su imprevisión”.
El vocal dijo que “sin embargo, fue voluntad suya de mantenerse reticente dentro de
la pesquisa hasta que, finalmente, solicitó su inhibición no sin antes haber negado,
en ocasión de ser recusada, la existencia de alguna “relación comercial” con Pedro
Opromolla.”
Por otro lado, Smaldone destacó que “la Procuradora Adjunta -aunque se trate de
negar el punto- coordinó con los fiscales subalternos para llevar a cabo el
allanamiento y registro del domicilio y requisa personal (…) de uno de los testigos
que, con anterioridad, había sido entrevistado en el ámbito de la Investigación Penal
Preparatoria (IPP); quien, al ser interrogado, dio razón de sus dichos para afirmar
haber visto al esposo de la funcionaria enjuiciada en la sede del estudio de la calle
Misiones 276 (…) además, la funcionaria acusada requirió al entrevistado para que
diga quien lo había inducido para mencionar que su cónyuge concurría al mismo
lugar”.
La vocal Gisela Schumacher, analizó primero las cuestiones previas planteadas por
la defensa y luego las razones por las que consideró debía destituirse a la
procuradora adjunta.
Señaló que las características del caso refieren a un proceso jurídico político,
imaginado para que esa mixtura compuesta por abogados y abogadas de la
matrícula, legisladores de ambas Cámaras e integrantes del Superior Tribunal de
Justicia, decidan sobre la separación de su cargo –y sólo sobre eso- de una persona
que es denunciada por, genéricamente, no cumplir con sus obligaciones.
Destacó que “en Entre Ríos, no sólo hay y ha habido un sinnúmero de fiscales y
fiscalas probos, comprometidos con su función, sino también, jueces y juezas
valientes que a lo largo de los años han venido decidiendo muchas causas
complejas, con intereses de todo tipo comprometidos y, sin embargo, el sistema ha
funcionado con las garantías con las que fue diseñado por quienes tuvieron la alta
responsabilidad de sancionar la Constitución y sus reformas”. Agregó a este
argumento un listado de todas las causas de corrupción que culminaron con
condena.
“Advierto que a lo largo de ese repaso por la historia de la intervención del Poder
Judicial en investigaciones y condenas a todos y cada uno de los mencionados, no
han existido denuncias respecto a cualquier gravosa interferencia en quienes
integramos la magistratura entrerriana, y nada ha impedido que se arribara a las
condenas que el propio Procurador menciona que incluyen, a modo de síntesis: a un
ex gobernador; a dos ex vicegobernadores; al menos tres legisladores, un ministro,
entre otros funcionarios que ocuparon cargos importantes en el Estado Provincial.
Es probable que en ninguna provincia del país haya este registro, el que fue producto
del trabajo de años de Ministerio Público y jueces y juezas, anterior en algunos de
esos casos a que a Cecilia Goyeneche le fueran adjudicadas las funciones de Fiscal
Anticorrupción”.
“Al no recusarme por causa alguna, y aunque haya insinuado lo contrario, dejo
sentado que mi imparcialidad en este proceso nunca fue cuestionada y que no se ha
visto afectada”, sostuvo Schumacher.
Resaltó que no excusarse cuando debió hacerlo viola la ley, pero que solo eso no
basta para configurar la causal analizada, sino que esta violación provocó una
interferencia en la investigación.
Sobre esto, Schumacher dijo que su expresión “FALSO SU SEÑORÍA” fue utilizada
para reafirmar su falta de vínculo alguno con el imputado, concluyendo en que “no
es entendible ni justificable es que una funcionaria pública en el ejercicio de la
función recurra a estrategias discursivas que faltan a la verdad”. Sin embargo,
prefirió recurrir a tecnicismos que no hicieron más que ocultar la situación que,
hasta ese momento, sólo era conocida por ella y, parcialmente, por su jefe.
A criterio de la vocal “eso es ofensivo, o debería serlo, que a las mujeres nos
atribuyan sin más las relaciones o las influencias de quien es nuestra pareja. Las
mujeres sabemos de eso, porque, como bien dijo Goyeneche en su discurso final, en
general difícilmente se habla del ‘marido de’ pero si se habla de la ‘mujer de’, y
cuando se habla, no importa si las mujeres hemos dedicado cinco, diez, veinte,
treinta o más años de nuestra vida a construir una carrera propia y autónoma con
base en el esfuerzo, sino que, lisa y llanamente, se nos atribuye ‘el ser de’, con un
sentido de propiedad o pertenencia típico de miradas sesgadas y patriarcales”.
Pero Schumacher distinguió que “el asunto es que, aquí, todas y cada una de las
coincidencias que tenían Cecilia Goyeneche con el imputado Opromolla, analizadas
en su conjunto, dan cuenta de una relación de confianza que traspasa la que, ya
reconocida en este juicio, tenía su esposo Orlando Bertozzi con Opromolla. A esto
también podría sumarse que, más allá de la relación con Opromolla, la relación
también era con el estudio Integral Asesoría”.
Por todas estas razones la vocal Schumacher propició y postuló que la decisión del
Jurado sea la destitución de Goyeneche de su cargo de fiscal adjunta del Ministerio
Público Fiscal, conforme el artículo 223 de la Constitución de la Provincia.
Carubia también observó que “tres son las cuestiones pendientes de resolución en
esta etapa del proceso: la vinculada a los planteos de nulidad de la integración del
Jurado de Enjuiciamiento y de la conformación del órgano de la acusación,
separando del proceso a los miembros del Ministerio Público Fiscal; finalmente, en
su caso, la decisión del Enjuiciamiento seguido a la procuradora adjunta, Cecilia
Andrea Goyeneche.”. Y respecto de ellas adhirió “in totum a los acabados
fundamentos desarrollados y soluciones propuestas” por la jurada Schumacher.
También, Carubia resaltó que el Ministerio Público Fiscal “ejerce sus funciones bajo
el principio de unidad de actuación y se organiza jerárquicamente: cada fiscal
controla el desempeño de quienes están a su cargo” y “en virtud de su organización
jerárquica, los integrantes del Ministerio Público Fiscal podrán impartir a los
inferiores jerárquicos las instrucciones que consideren convenientes al servicio para
el ejercicio de sus funciones”. Refiere a las publicaciones citadas por Federik sobre
“múltiples y repetidas intervenciones y publicaciones en diferentes medios por parte
de Goyeneche y por un enorme grupo de integrantes del Ministerio Público Fiscal”;
como en el portal página “Entre Ríos Ahora” (del 28 de abril de 2022) en la que
sostienen: “…la evidente venganza a la que está siendo sometida la procuradora
adjunta. Y que ello es un claro ejemplo del pretendido disciplinamiento y ataque a la
independencia judicial, en particular de la actividad de los/as fiscales intervinientes
en causas de corrupción”.
Tal circunstancia “pone de relieve con absoluta claridad cuál es el inexistente grado
de independencia, imparcialidad y objetividad con que podrían intervenir estos
funcionarios subrogando a las máximas autoridades jerárquicas del Ministerio que,
aunque insistentemente Goyeneche y García -en su declaración testimonial-,
basándose en la letra de la Ley Orgánica del Ministerio Público N° 10407,
desecharon estar sometidos al deber de imparcialidad y estarlo sólo al de
objetividad, ello traduce inconfesable gravedad, toda vez que importa -nada menos-
ignorar la explícita letra constitucional que, como bien precisa Schumacher en su
voto, el art. 207 de la Constitución de Entre Ríos establece inequívocamente que el
Ministerio Público Fiscal ejerce su función “… con arreglo a los principios de
legalidad, objetividad, imparcialidad, especialidad, oportunidad, unidad de actuación
y dependencia jerárquica…”.
Esos deberes son de imposible cumplimiento por parte de funcionarios que, con
antelación incluso al inicio del juicio, ya expresaban su convicción de adhesión al
criterio -enarbolado a diestra y siniestra por la funcionaria denunciada- de mera
persecución y venganza que impulsaría este proceso constitucional, omitiendo
reparar en los concretos términos de las denuncias que motivaron la apertura del
proceso; como tampoco exponen qué dificultades, obstáculos o entorpecimientos
pudieron encontrar los Fiscales que llevaron adelante las múltiples investigaciones
de delitos contra la Administración Pública que refieren en sus publicaciones y,
especialmente, en las dos causas que emblemáticamente se han instalado en este
proceso como las de mayor significación en la historia de la política provincial.
Carubia, además agregó que “la carencia de objetividad se revela incontestable en la
declaración testimonial del fiscal Ignacio Aramberry que pretendió justificar el
allanamiento y secuestro del celular de Mario Deiloff afirmando falsamente que se
llevó a cabo porque el testigo no portaba el celular en el momento de la entrevista;
pero, minutos antes, a pedido de la enjuiciada, se exhibió la videofilmación de la
entrevista de Deiloff con Aramberry y Goyeneche, en cuyo transcurso clara y
abiertamente el testigo extrajo el teléfono celular de un bolsillo del pantalón,
corroborando u ofreciendo a los Fiscales un dato contenido en el aparato”.
9 de junio de 2022
SIC-STJER