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DCD-588-19-23
I. LEGITIMACIÓN
Conforme lo dispuesto por los arts. 23 de la ley 13.661 y 21 inc. 5 de la ley
14.442, estoy legitimado para articular esta presentación.
III. HECHOS
De los testimonios brindados en los expedientes disciplinarios instruidos por la
Secretaría de Control Disciplinario y Enjuiciamiento y de la compulsa de las numerosas
pruebas producidas, surge que, en lo atinente a los hechos comprendidos en la presente
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denuncia, se ha verificado que a partir de agosto de 2019, el doctor Ferrari adoptado una
actitud arbitraria, autoritaria y desafiante, generando hechos de violencia laboral,
desobediencia a su superior y extralimitación en sus funciones.
Como demostraré a lo largo del presente, el conjunto de esas maniobras
tendió, en la mayoría de los casos, a ejercer una indebida y excesiva influencia en el desarrollo
de diversas investigaciones. Se advierte en su accionar un claro posicionamiento en favor de
los imputados, excediendo las atribuciones y obligaciones propias de su cargo.
Las consecuencias de todas estas acciones son de una gravedad institucional
tal, que resienten el normal funcionamiento del servicio de justicia, ocasionando una lesión al
derecho constitucional de acceso a la justicia e igualdad ante la ley de las víctimas y
particulares damnificados de muchas de esas causas.
A continuación describiré los distintos hechos que permiten dilucidar, sin lugar
a dudas, el reprochable accionar del doctor Ferrari.
a- Influencia indebida en causa Soto
El 10 de octubre de 2019, en el marco de la IPP07-00-79023-14, “Farías
Gabriel, Soto Juan Manuel, Soto Matías Nicolas, Soto Gabriel Omar s/ Homicidio con
empleo de arma de fuego en C/R con portación de arma de guerra sin la debida
autorización legal y otros”, en trámite por ante el Tribunal en lo Criminal Nº 10 del
departamento judicial Lomas de Zamora, la defensa del señor Juan Manuel Soto -doctor
Javier Raidán- realizó una presentación ante la fiscalía general de dicho departamento judicial,
a cargo del doctor Ferrari, solicitando la suspensión del debate oral fijado en autos para los
días 21, 22, 23 y 24 de octubre de 2019, en virtud de las razones que allí expuso.
Entendió el defensor que la fijación de dichas fechas resultó en extremo
inoportuna, toda vez que “no se encuentran dadas las condiciones para que se desarrolle
un juicio oral respetuoso de las garantías constitucionales…, fundamentalmente la
sagrada imparcialidad que debe reinar en todo proceso”. (Destacado en el original).
Ello así, consideró, porque la causa “posee una total relevancia a nivel
político, pues tanto quienes resultan imputados como personas relacionadas con la
víctima de autos e incluso testigos citados en el debate han tenido y tienen vínculos e
incluso ejercen funciones públicas en la actualidad”. Para sostener sus dichos, acompañó
copias de recortes periodísticos.
Señaló a su vez que el debate, conforme las fechas fijadas, se llevaría a cabo
“concomitantemente con las elecciones nacionales del día 27 de octubre” -se refiere al
año 2019- “lo cual, teniendo en cuenta lo referido, brinda fundamentos a este defensor
para pensar en una posible y concreta pérdida de imparcialidad no solo de quienes
tienen a su cargo la jurisdicción sino también al sr. Fiscal de juicio...”. (Subrayado en el
original).
“...lo cierto”, -continúa el doctor Raidán-, “es que ... la situación descripta
párrafos arriba lleva a este defensor a sostener y plantear la absoluta necesidad de que
se proceda a la suspensión de las audiencias fijadas hasta tanto podamos estar
tranquilos que ningún factor externo incidirá en el resultado del juicio oral.”
(Subrayado en el original).
Asimismo, estimó oportuno recordar que “cuando la política entra por la
puerta, la justicia sale por la ventana, aquella máxima no escrita que explica de
manera brillante las situaciones análogas a la presente, como lamentablemente tantas
veces hemos comprobado.” (Resaltado en el original).
Por ello, la defensa entendió que “...las condiciones mínimamente
necesarias para que se materialice lo que se ha dado en llamar el debido proceso,
haciendo hincapié en el proceso penal… no se encontrarían en su total plenitud y
solvencia a raíz de los graves hechos que opacan de sobremanera el normal desarrollo
del mismo...”.
Por lo expuesto, solicitó al fiscal general que acompañara ese planteo de la
defensa, con el “único norte de poder ser parte de un juicio justo.” (Resaltado en el
original).
Las vinculaciones políticas aludidas, conforme surge de los recortes
periodísticos acompañados en su presentación, relacionarían a algunos de los imputados con
Julián Álvarez, ex Secretario de Justicia de la Nación y precandidato a intendente de Lanús en
las últimas elecciones del año 2019.
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inquietudes de la defensa. El fiscal respondió que sí lo había visto, pero que “el juicio lo
haría igual”.
Con posterioridad al encuentro reseñado, y ante la negativa del fiscal y del
tribunal a suspender el juicio, señaló el testigo que la defensa del imputado Matías Soto, se
presentó en la Sala III de la Cámara de Apelación y Garantías y “...hace que se fije por
disposición del Juez de Cámara Martín García Díaz una audiencia de recusación en
fecha coincidente con el período asignado al juicio oral y requieren la causa”.
Declara al respecto que “...Enrique Ferrari y Martín García Díaz son
amigos dado que han compartido incluso vacaciones en Brasil...”.
A su vez, manifestó el fiscal Bettini Sansoni que, años atrás y con motivo de
otra causa, el doctor Raidán le señaló su llegada directa al fiscal general Enrique Ferrari,
diciéndole que “voy a ir a hablar con el jefe, con el general Ferrari, para -no recuerda si
la palabra fue destruir, bajar o criticar- a la fiscal que había actuado en ese juicio”.
Por su lado, también refirió que con motivo de una causa que tenía como
imputado a Gabriel Migueltorena, cuyo abogado defensor era el doctor Raidán, el
mencionado camarista se interesó por la suerte de aquel, indicando que lo hacía por una
inquietud de Julián Álvarez.
Asimismo, expresó que, enterado el doctor Ferrari de la citación de aquel al
Departamento de Control Disciplinario, lo reconvino telefónicamente por no acudir primero a
hablar con él; expone textualmente el testigo que Ferrari le dijo: “me enteré que vas a ir a
hablar con Conte Grand, te voy a tener que tirar de las orejas, esto es vertical y
tendrías primero que hablarlo conmigo...”.
A partir de allí, refiere el testigo, el fiscal departamental, mediante mensajes de
texto, le exigió copias de la citación, del informe que iba a presentar y que lo mantuviera al
tanto de lo que iba a responder. Días después, a través de otro mensaje de texto le indicó que
esperaba la copia del informe que se comprometió a enviarle y le indicó que ya había hablado
del tema con el suscripto.
A lo cual, el declarante respondió que pasó por su despachó y no lo encontró
para dejarle la copia requerida; y por su parte, le aclaró que “no iba a hablar con Conte
Grand, sino con Perkins” (titular de la Secretaría de Control Disciplinario y Enjuiciamiento
de la Procuración General).
Asimismo, en razón de las investigaciones preliminares en trámite en el
expediente administrativo DCD 25-20 declaró el fiscal Bettini Sansoni: “A partir de mi
negativa y de lo ya declarado anteriormente en esta sede, que fui intimado por el
defensor del acusado, el defensor del acusado tomaba conocimiento de las interferencias
del Fiscal General antes que yo, desconozco cómo porque yo no lo notificaba, mi
situación laboral a nivel funcional empeoró. En primer lugar me designó para intervenir
el 17 de diciembre de 2019 en una causa que consistía en un desprendimiento de una
investigación contra un ex fiscal, Acevedo, que según me comentaran colegas, había
llevado años de investigación con asignación casi exclusiva de recursos humanos y
contaba, también según me manifestaron, decenas de cuerpos”. Dicha circunstancia le
causó una angustia extrema.
Asimismo, detalló: “Desconozco por qué el Fiscal General si tenía
personal con asignación exclusiva, sabía que nunca había accedido a la causa, y que
además estaba ante un juicio extremadamente complejo y conflictivo como la causa
Soto realiza esta resolución de reasignarme cuya copia aquí aporto.”
Con relación al mismo hecho, el secretario general D’Onofrio refirió que,
ante la solicitud del doctor Bisquert (ahora titular de la UFIJ N° 8) de que se asignara la
referida causa “Acevedo” a otra dependencia por el cúmulo de trabajo en la suya, el doctor
Ferrari, en presencia suya y de la doctora Cabas refirió que se la quería dar a Jorge Bettini
Sansoni “para cagarlo” (sic). La doctora Cabas confirmó lo dicho por Ferrari y agregó que el
fiscal general expresó que actuó así con Bettini Sansoni “por lo que me hizo con el Tribunal
oral en lo Criminal N° 10”, y que por su culpa “Procuración le había iniciado actuaciones
disciplinarias”.
Cabe destacar que la causa “Acevedo”, IPP 07-00-851860-08 por los
delitos de encubrimiento agravado por tratarse el hecho precedente de un delito especialmente
grave, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público; todos ellos
en concurso ideal con falsificación ideológica de instrumento público, coacción agravada,
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trataría de una abogada colaboradora del estudio, la doctora Carreira, concurren como
público a casi todas las jornadas cuando anteriormente demoraron el inicio del juicio
renunciando a horas de que comience”.
En cuanto al motivo por el cual el fiscal general le había asignado la causa
“Acevedo”, sostuvo: “...no lo conozco pero sí sé objetivamente no se corresponde con
una actividad eficiente que pueda brindar porque la causa era desconocida para mí y
coincide temporalmente con todas las incidencias que se desencadenaron a partir de que
Ferrari dijera a título personal que le parecía razonable el planteo de postergación de
juicio a Soto por motivos políticos, pedido por el abogado Javier Raidán, pedido al que
acompañó una foto de Julián Álvarez. Que desea manifestar que la asignación de la
causa Acevedo podría haber causado un grave perjuicio, lo que no se concretó, por el
momento gracias a que el Fiscal Rossi tomó la iniciativa de realizar el ofrecimiento de
prueba, de lo contrario si me convocaban tendría que haber reiniciado algo que ya
estaba iniciado”.
En tal sentido, declaró que “la designación en la causa Acevedo, la
comunicación vía whastapp de una resolución de San Martín, las manifestaciones de
Molido y su esposa preguntándonos por protección judicial, los remitos de las causas
remitidas para que se me informe qué debo hacer y la reiterada presencia de los
abogados anteriormente denunciantes a todas las jornadas donde claramente dialogan
de la causa en los cuartos intermedios con los imputados, que en lo formal
anteriormente le revocaran el cargo, son hechos posteriores a mi declaración
testimonial brindada en esta sede.”
Para concluir, quiso dejar en claro que “…mi situación en la actualidad
es de extrema angustia, dialogué reiteradamente con mi familia sobre renunciar a mi
función, porque nada es claro, termino sin saber cuál es alcance de mi competencia,
tengo la gran duda si el Fiscal General actúa porque lo cree conveniente para la justicia
o si lo hace a raíz de que no accedí a lo que él consideraba un ‘pedido razonable’. No
pienso pedirme licencia psiquiátrica porque considero que debo dar plena intervención a
mi trabajo, pero a nivel familiar, mi esposa me dice ‘el trabajo te está arruinando la
vida’ y no por la cantidad de trabajo, pues siempre estuve en lugares abarrotados,
Juzgado Correccional Nº 13, Tribunales de Menores, Fiscalías con turnos larguísimos,
pero nunca experimenté que un Magistrado escriba que ‘le parece razonable demorar un
juicio por motivos políticos’ y si además ese Magistrado es mi jefe cada día que ingreso
a mi trabajo sumo[....]esta circunstancia de angustia porque me hace recapacitar sobre
la gran cantidad de personas que llevé a juicio y pedí condenas, que más allá de lo que
hayan realizado la persona son seres humanos que sufren la pena, y hacen que estas
actitudes pongan en tela de juicio la igualdad ante la ley. Que por último deseo dejar en
claro que es muy duro volver a trabajar al ámbito donde el doctor Ferrari es mi
superior jerárquico”.
No es ocioso recordar que los hechos relacionados a esta causa, y en
particular la indebida conducta del fiscal general, tomaron estado público y fueron tratadas por
la prensa, escrita y televisiva.
Resulta evidente la intervención del fiscal general en las maniobras
tendientes a suspender el debate en la causa Soto, actuando en coordinación con el defensor
de una de las partes, el doctor Raidán, abogado de la matrícula que veremos intervenir en
diversas ocasiones.
Antes de que se efectuara la presentación del 10 de octubre mediante la
cual el abogado Raidán solicitó al fiscal general la suspensión del debate oral fijado en autos
para los días 21, 22, 23 y 24 de octubre de 2019, el doctor Ferrari, ya al tanto del contenido
de la misma, impartió instrucción al secretario de la fiscalía general D’Onofrio para que
redactara un despacho en los términos aludidos.
Como dije antes, resulta evidente y escandaloso el accionar del fiscal
general. Los hechos relatados, sustentados por las pruebas acompañadas, indican que el
doctor Enrique Ferrari quebrantó las normas que regulan los deberes y atribuciones del fiscal
departamental. Su accionar constituyó una violación y un abuso de los deberes de funcionario
público.
Sumado a ello, su inapropiada conducta, habiendo tomado estado público,
resultó nociva para la justicia bonaerense, dañando su imagen e instalando en los justiciables
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dispuesto a investigar algo. En definitiva, le dije lo que correspondía decirle, casi diría
una obviedad, que es que yo no iba a encubrir a nadie y que investigaría lo que tuviera
que investigar, más allá de lo que yo pensara sobre la manifestación de Solerno. Bueno,
unos días después, recibo un mensaje de whatsapp del Dr. Ferrari, el 17/9/2019, a las
cuatro y cuarto de la madrugada, donde me indica que para cuidarme, y para cuidarse a
sí mismo, se vio obligado, así lo dice, a removerme de la UFI N° 8, aclarándome que no
era nada personal.”
La causa mencionada por el doctor Rossi es la N° 07-00-065497-13 en la cual actúa
como abogado defensor de uno de los imputados el doctor Raidán. La misma integra una serie
de investigaciones relacionadas con la quiebra del Policlínico Lomas de Zamora, y será causal
de una exposición por separado en esta misma denuncia. Pero es oportuno señalar en esta
instancia que con esta maniobra lograba el doctor Ferrari el cometido de entorpecer una
investigación en la cual su influencia indebida estaba siendo denunciada y podía ser investigada,
al tiempo que afectaba, con su traslado, a un integrante de la Unidad de Coordinación General
de Delitos Complejos y Crimen Organizado, toda vez que el doctor Rossi oficia de
subcoordinador de dicha unidad especial.
El propio Rossi relató una situación harto contradictoria de la conducta del
doctor Ferrari. Luego de ocurrido el desplazamiento referido, el fiscal general lo convocó para
pedirle que interviniera en la causa que se le seguía al doctor Acevedo, ex fiscal de Lomas de
Zamora; causa en trámite por la UFIJ Nº 8, de la cual se lo había desafectado. El doctor Rossi
aceptó, extrañado, el encargo.
Detalló el fiscal Rossi: “...no entendí por qué me pidió –y luego resolvió–
que yo interviniera en esa causa, mientras que para cuidarme y cuidarse debía dejar de
estar al frente de la UFI Nº 8. Si había perdido la confianza en mí, no tendría sentido
que me afectara a colaborar en una causa de semejante envergadura”.
En razón de comentar esta cuestión, el testigo indicó que “esta dinámica
de que permanentemente se revolean fiscales, funcionarios y empleados de aquí para
allá, con simples correos electrónicos que no brindan la menor explicación y casi
siempre sin aviso previo, ha generado un estado de cosas en Lomas de Zamora donde es
muy difícil trabajar y genera un enorme perjuicio”.
Para ilustrar este estado de cosas, cabe destacar lo manifestado por el fiscal
Rossi en el sentido de que se nota un desánimo generalizado en el departamento judicial y por
las reacciones y manejos del fiscal general Ferrari nadie quiere tomar decisiones en
investigaciones importantes o que comprometan gente “pesada”.
Al mismo tiempo, conforme señaló el doctor Scalera y el propio doctor Rossi,
las decisiones tomadas por el fiscal general comenzaban a afectar el funcionamiento de la
Unidad de Coordinación de Causas de Delitos Complejos y Crimen Organizado.
Como consignara precedentemente, el doctor Rossi era subcoordinador de
dicha unidad especial, y bajo su órbita tramitaba, entre otras, la causa Nro. 18870/17 (que
tiene como imputado a Pablo Moyano).
Señala Scalera al respecto: “El 16 de septiembre de 2019, el Fiscal Pablo
Rossi fue desplazado por Resolución 21/19 de la Fiscalía General Departamental, de la
Unidad Funcional de Instrucción y Juicio 8 Departamental del que era titular,
especializada en delitos económicos y violencia institucional, a la Unidad de Instrucción
y Juicio 1 Departamental. Dicho desplazamiento se hizo efectivo el día 23 de septiembre
de 2019 tal como indicaba la mencionada Resolución. El fiscal Pablo Rossi es, además,
Fiscal de la Unidad de Coordinación General para Delitos Complejos y Crimen
Organizado de la Fiscalía que se encuentra a mi cargo y bajo cuya orbita entre otras
tramita la causa 18870/17. Así, pocos días después el Fiscal Rossi me comentó con
cierta preocupación que el Fiscal General Ferrari lo había interrogado acerca de las
causas de la Unidad de Coordinación General para Delitos Complejos y Crimen
Organizado, y le requirió le informara en cuáles intervenía y en cuáles había
intervenido”.
Poco después, el 22 de septiembre 2019, el doctor Ferrari intentó
comunicarse con el doctor Scalera vía telefónica sin lograrlo. Finalmente, mediante un mensaje
de audio le hizo saber que intentó consultarlo sobre el estado procesal de la causa de “el
Salvaje”, en referencia, conforme dijera Scalera, a la IPP 18870/17, cuyo imputado es Pablo
Moyano. En concreto le preguntó si dicha causa tenía requerimiento de elevación a juicio, si
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causa 18870-17 en donde solicitaba la nulidad de la causa y recusaba al doctor Scalera. A los
testigos Cabas, D’Onofrio y Scalera les llamó la atención dicha circunstancia, toda vez que es
una resolución de uso interno y destinada a los funcionarios del Ministerio Público local.
“Cabe señalar, refiere la doctora Cabas, que nada tiene que ver el
protocolo de actuación con lo argumentado por el Dr. Llermanos, claramente no leyó la
Instrucción general pero si resulta llamativo que tenga conocimiento de su existencia y/o
que la invoque luego de haber sido requerida por el Dr. Ferrari”.
Por su parte, indica D’Onofrio “Que a grandes rasgos esa instrucción se refiere a
un protocolo de actuación en causas donde se encuentre involucrado personal de fuerzas
de seguridad. Que no recuerda la fecha exacta pero sí que se encontraba en su
despacho, cuando ingresó el doctor Ferrari y le pidió la citada instrucción. Que
aproximadamente quince días después esta instrucción fue citada en un escrito
presentado por el doctor Llermanos, en la causa de Independiente, fundamentando un
pedido de recusación del doctor Scalera y pidiendo la nulidad de lo actuado. Que le
llamó la atención puesto que esa instrucción general no es muy conocida en el ámbito
del Ministerio Público ni se encuentra publicada ni informada a la Procuración
General”.
Una vez más, como viéramos en la causa “Soto”, expuesto en el punto precedente, el
doctor Ferrari responde a intereses ajenos a los del Ministerio Público Fiscal, actuando de
manera coordinada con el doctor Raidán. Asimismo, y de sus propios dichos, esos intereses
de la “política” determinaron la decisión del doctor Ferrari respecto del doctor Scalera (a
quien intentó desplazar de su cargo y funciones) y de las causas que se investigaban en la
Unidad de Coordinación para casos de Delitos Complejos y Crimen Organizado, como se
consignará a continuación.
En la conclusión de su denuncia señala la doctora Cabas, en referencia los hechos que
consumará el doctor Ferrari con el dictado de las resoluciones 3/20, 4/20 y 5/20 -expuestos
más adelante- “lo ocurrido no sorprende, el resultado de las elecciones primarias
repercutieron notablemente en el ánimo del Dr. Ferrari, se lo notaba exultante,
proactivo, constantemente hablaba de reuniones con personas importantes. Nunca nos
decía con quién o para que se reunía, sólo mencionaba los encuentros con Julián
Álvarez, quien fue Secretario en el Ministerio de Justicia de la Nación. Incluso
comenzaron a ser frecuentes las visitas a su despacho del Dr. Javier Raidán”.
1. 2. Desafectación de la doctora Gianella: extralimitación de sus funciones y
violencia laboral.
A esta altura del relato, conviene señalar lo acontecido con la fiscal general
adjunta doctora Mirta Gianella.
La desafectación intentada por el doctor Ferrari y su comportamiento
posterior ponen en evidencia una conducta indebida e impropia de un funcionario de su nivel.
Este proceder del doctor Ferrari demuestra su desprecio por las normas
que rigen el funcionamiento del Ministerio Público Fiscal. Llama la atención, sin embargo, que
como se relatara supra, recriminara en su momento al fiscal Bettini Sansoni no haberle avisado
de la citación de control disciplinario de la Procuración, porque “las cosas acá son verticales”.
Al mismo tiempo, son ilustrativas del desgobierno de su dependencia y del estado de zozobra
en que colocó sus subordinados.
Resulta necesario incorporarlo en este instante de la exposición, toda vez
que los acontecimientos que se narran a continuación, están relacionados con la desarticulación
de la unidad especial referida y permiten visualizar en contexto lo acontecido con la misma.
El 2 de diciembre de 2019 el fiscal general dictó la resolución LZ 38/19
mediante la cual relevó de sus funciones de fiscal general adjunta a la doctora Mirta Gianella,
reasignando las mismas al señor agente fiscal doctor Carlos Rousseau.
La desafectación de la doctora Mirta Gianella, amén de improcedente por
carecer el doctor Ferrari de atribuciones para adoptar tal medida, resultó infundada e
intempestiva.
Producto de la notificación de la resolución LZ 38/19 se generó una
situación de violencia laboral que afectó a personal de la fiscalía a su cargo. La notificación fue
llevada a cabo por el secretario general doctor D’Onofrio, bajo instrucciones del mismo
doctor Ferrari, quien se encontraba ausente ese día. La doctora Gianella se descompensó y
debió concurrir a la delegación de sanidad siendo atendida, a su vez, por la psicóloga y la
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psiquiatra de turno. Al día siguiente su médico particular le extendió una licencia médica y, con
posterioridad, su psicóloga particular le recomendó licencia por el stress sufrido.
Al respecto, refiere la doctora Cabas que hasta ese momento, todos creían
que el desplazado iba a ser el doctor Scalera y que lo iban a reemplazar por la doctora Belloc
y por el doctor Ricart.
Señaló el doctor D’Onofrio que justamente fue la doctora Florencia Belloc
(agente fiscal de la UFI 2 Ezeiza) quien se comunicó con la doctora Sauer, y le recrimina a
ésta que aún no se hubiera notificado al doctor Rousseau de la resolución 38/19.
Por su lado, la doctora Daniela Orma indicó que el 2 de diciembre recibió un
mensaje de parte de Federico Ricart (secretario de la agente fiscal Belloc en UFI 2 Ezeiza), a
través de la mensajería de Instagram. Allí Ricart le dijo que “le avise de novedades que haya
en Fiscalía General…” aclara la testigo que “sin saber en ese momento de qué me estaba
hablando. El mensaje final me alarmó”. El mensaje final que causó alarma en Daniela
Orma, dice textualmente: “Ok ya me quedó claro de que lado estás. Suerte” (conf. captura
de pantalla acompañada por la testigo).
En fecha posterior -27 de diciembre de 2019-, en una reunión de trabajo entre
el doctor Scalera y los secretarios doctores Califano, Martínez, Cabas, Torriginio y
D’Onofrio, se hizo presente Daniela Orma y les manifestó que quería charlar sobre lo que le
ocurriera el 2 de diciembre con el doctor Ricart. Manifestó que estaba preocupada con lo que
estaba sucediendo y por los mensajes que había recibido. Que estaba preocupada ya que los
rumores que circulaban en tribunales indicaban que la doctora Belloc sería designada como
fiscal adjunta y el doctor Ricart sería asignado a cargo de la secretaría de la fiscalía general.
Volviendo al 2 de diciembre de 2019, señala el doctor D’Onofrio que a las 19
hs. recibió del doctor Ferrari mensajes de “WhatsApp” en donde le indicaba que al día
siguiente “…debía realizarse una resolución por la cual él autorizaba al Dr. Rousseau a
firmar por ausencia momentánea en la Fiscalía General. Recuerdo que le respondí que
no creía que se fuera a autorizar lo que requería, ya que no había informada ninguna
licencia suya y además porque se necesitaba autorización del Sr. Procurador General,
solicitándome el Dr. Ferrari que sin perjuicio de ello igual sacara esa resolución, ante lo
cual, a fin de no entrar en polémicas, más con todo lo que venía aconteciendo, contesté
que se haría de ese modo.”
Toda esa actitud, concluyó D’Onofrio, le pareció en extremo violenta.
El 3 de diciembre 2019, el doctor Rousseau fue presentado por Ferrari como
fiscal general adjunto y exigió ser notificado de la resolución LZ 38/19.
Asimismo, ese día se dictó la resolución LZ 39/19 por la cual se habilitó al
doctor Rousseau para intervenir en las causas que ingresaran a la fiscalía general
departamental, y le asignó la atención de la firma y despacho de la misma.
Otro proceder arbitrario más y una franca extralimitación de sus funciones.
En consecuencia, con la finalidad de recomponer el orden, y en cumplimiento
de la ley, el 9 de diciembre de 2019, mediante resolución PG 863/2019, dejé sin efecto las
mencionadas resoluciones LZ 38 y 39 de 2019 por haber el fiscal general exorbitado sus
funciones, incumpliendo con el inc. 3 del art. 28 de la ley 14.442 y desconociendo lo
prescripto por el inc. 2 del art. 21 de la citada ley, constituyendo ello una situación de
gravedad institucional.
Asimismo, di intervención a la Secretaría de Control Disciplinario y
Enjuiciamiento de Magistrados originándose la investigación preliminar DCD 655-19.
En el marco de esta investigación preliminar testificaron los doctores
Scalera, D’Onofrio, Martínez, Califano y Torrigino y las doctoras Cabas, Sauer y Gianella,
entre otros.
Al respecto, la doctora Marcela Cabas, el doctor Sebastián Scalera y el
doctor Juan Pablo D’Onofrio concibieron la situación como violenta, no sólo en relación a la
doctora Gianella sino para todos los involucrados.
A la violencia laboral, se sumaron actitudes amedrentadoras que
trastornaron el normal desarrollo de las actividades en la fiscalía general, así como también
ocasionaron un gran desconcierto en el departamento judicial todo.
En los días posteriores al dictado de la resolución aludida, el 4, 7 y 8 de
diciembre, el fiscal general se sirvió de los estados de “WhatsApp” de su teléfono celular de
uso habitual para difundir contenido intimidatorio.
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luego de que esta Procuración dejara sin efecto las resoluciones 3/20, 4/20 y 5/20, los fiscales
no recibieron ninguna notificación por parte del doctor Ferrari, teniendo como única noticia
proveniente del mismo un estado de “WhatsApp” donde éste “se pone a sí mismo camuflado
como soldado, manifestando que 'estamos en guerra' y exhibiendo una ametralladora”.
No obstante el dictado de la resolución PG 863/19, el 10 de diciembre de
2019, el señor fiscal general Ferrari, mediante Nota -112499, requirió al suscripto que
relevara “de las funciones de Fiscal General Adjunta de la Fiscalía General del
Departamento Judicial Lomas de Zamora, a la Sra. Agente Fiscal Mirta Noemí
Gianella”.
A su vez, en el punto II de la misma propuso al doctor Carlos Gerardo
Rousseau para que le asigne funciones de fiscal general adjunto en dicha dependencia.
Como único fundamento del pedido de desafectación de la doctora Gianella, y
su reemplazo por el doctor Rousseau, señaló la voluntad de “adaptar” su accionar al contenido
de la resolución PG Nro. 863/19. Es decir, una vacía expresión de causa.
La normativa vigente resulta clara en el sentido de que tanto la propuesta como
la eventual remoción de funciones de quien ejerciera esa función atribuida con anterioridad
debe ser sometida a consideración del Procurador General, quien tiene la facultad de
considerar ambas y dictar, eventualmente, el correspondiente acto que así lo determine.
Esa facultad y el consiguiente procedimiento no resultan, en el presente caso,
de “criterios interpretativos (…) delineados por la Procuración General de esta Provincia” a
los cuales deba aggiornarse como aduce el fiscal general Ferrari en su Nota-112499-19-1;
sino que surgen de manera prístina del texto de la propia ley.
Sin perjuicio de ello, en clara inobservancia de la normativa aplicable, el fiscal
general, sin aguardar respuesta a su pedido de la Nota-112499-19-1, y no obstante la
decisión de este Procurador mediante la resolución PG Nro. 863/19, resolvió dictar (luego de
volver de una licencia de más de dos meses -del 23 de diciembre de 2019 al 26 de febrero de
2020), el 26 de febrero de 2020, la resolución LZ Nro. 3/20 por la cual procedió a
desafectar, en los hechos, a la doctora Gianella de sus funciones como fiscal general adjunta.
En su punto 5, el doctor Ferrari dispuso “Asignar -momentáneamente- a la
Sra. Agente Fiscal, Dra. MIRTA NOEMÍ GINELLA -respetando su carácter de Fiscal
General Adjunta Departamental- a que, en caso de regresar de la licencia que goza-
pase a cumplir funciones principalísimas de “fiscal de Juicio” en el Cuerpo de Asistencia
y Colaboración para el Juicio Común y el Juicio por Jurados Departamental de Lomas
de Zamora…”.
Dicha disposición, de manera arbitraria y desobedeciendo lo resuelto por mi
resolución PG Nro. 863/19, privó en la práctica a la mencionada doctora Gianella de las
funciones de fiscal general adjunta departamental, asignándole tareas de tal naturaleza y en tal
ámbito de actuación, que resultarían incompatibles con el mantenimiento de sus deberes y
atribuciones de fiscal general adjunta.
Es oportuno resaltar que a los fines de consumar una desafectación en franca
violación de la normativa aplicable y en un claro alzamiento contra lo decidido por este
Procurador, apeló a un artificio lingüístico como indicar “respetar” el carácter de fiscal general
de la doctora Gianella al tiempo que con su resolución imposibilitaba de hecho el ejercicio de
las funciones propias de tal carácter.
Es esta una maniobra recurrente en el fiscal general, en flagrante violación de
los deberes a su cargo, conforme se viene describiendo en la presente denuncia.
En tal sentido, en forma inmediata al dictado de su resolución, el 28 de febrero
de 2020 el fiscal general Ferrari elevó Nota-15179-20 reiterando el pedido de
“DESAFECTACIÓN de ADJUNTA de la Sra. Agente Fiscal Dra. MIRTA NOEMÍ
GIANELLA”, y la asignación de dichas funciones al doctor Rousseau.
En lo que aquí respecta, vale decir que, habiéndose configurado una nueva
situación de gravedad institucional, y en el deber de velar por un adecuado funcionamiento del
Ministerio Público Fiscal, me vi compelido a dictar, el 4 de marzo de 2020, la resolución PG
Nro. 113/20 para dejar sin efecto las medidas tomadas mediante las resoluciones LZ 3/20,
4/20 y 5/20.
Todo esto demuestra una actitud desafiante a la autoridad y una desobediencia
persistente a la normativa vigente.
Finalmente, con fecha 20 de mayo de 2020, la doctora Gianella, que aún se
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encuentra en uso de licencia, ha presentado la renuncia a su cargo de agente fiscal a los fines
jubilatorios.
Es la conclusión desafortunada del actuar arbitrario del fiscal general.
1. 3. Pedido de “desasignación” del fiscal Scalera.
Continuando con el derrotero que desembocó en la disolución de la Unidad de
Coordinación General para Delitos Complejos y Crimen Organizado, el 10 de diciembre el
doctor Scalera amplió el informe solicitado el 28 de noviembre de 2019 por el fiscal general,
respecto de las causas relacionadas con la temática “La Salada” y las “Barras Bravas”
indicando se le informara el trámite específico de cada una de ellas.
El 18 de diciembre de 2019, el señor fiscal general confeccionó un oficio
requiriendo “desasignar las funciones de Fiscal General Adjunto departamental al Sr.
Agente Fiscal de este Departamento Judicial, Doctor SEBASTIÁN SCALERA”. Es
necesario destacar que dicho oficio recién fue ingresado a dependencias de la Procuración
General el 4 de febrero de 2020, como surge de su cargo y sello, sin que el mismo fuera
cargado en el sistema SIMP, en franca violación a lo dispuesto en la resolución PG 547/17. El
art. 5 de la referida resolución dispone que “…la omisión de uso o la utilización indebida
del "S.I.M.P." o de la información contenida en el mismo constituye falta grave y dará
lugar al inicio de las actuaciones disciplinarias y aquellas que por derecho
correspondan”.
Al respecto, ilustrativo de ese proceder del doctor Ferrari -en desprecio a la
normativa- y de su desmanejo y comportamiento arbitrario e intempestivo, resulta oportuno
señalar que ese mismo 18 de diciembre de 2019, el fiscal general le ordenó al secretario
D’Onofrio la redacción de una resolución disponiendo ciertos traslados de fiscales en el
departamento judicial Lomas de Zamora.
Dicha resolución indicaba que se debía hacer efectiva el 23 de diciembre.
Refiere D’Onofrio que “Ese día, cerca de las 15 hs, el doctor Ferrari se comunicó
telefónicamente conmigo y me indicó que estaba yendo para la fiscalía general y que le
prepare una resolución en la que se dispusiera el traslado de los fiscales Leguiza y
Grieco de las Fiscalías 1 y 2 descentralizadas de Lanús respectivamente a las Fiscalías 9
y 5 de cabecera; mientras que se dispusiera el traslado de los Fiscales Furingo y
Domínguez de las Fiscalías 9 y 5 de cabecera respectivamente, a las Fiscalías 1 y 2
descentralizadas de Lanús. La resolución fue confeccionada de acuerdo a la instrucción
verbal dada por el Fiscal General, cerca de las 16.30 horas, aquél leyó la resolución, la
firmó, la selló y le sacó una fotografía con su teléfono celular”.
Continúa el doctor D’Onofrio indicando que una vez en su domicilio, siendo
alrededor de las 21.30 horas, recibió un mensaje de “WhatsApp” de parte del fiscal general en
donde le indicaba que dejara sin efecto la resolución que disponía los traslados, que no la
notifique ni registre, ya que por ahora no la iba a hacer efectiva, sino que lo iba a hacer más
adelante. Que “…ante ello le contesto al Dr. Ferrari que me estaban llegando mensajes
que decían que ya tenían copias de la resolución, ante lo cual le pregunté si él se la había
enviado a alguien, ya que era quien le tomó la fotografía. El Dr. Ferrari me dijo que se
la había enviado al Dr. Domínguez, pero que no había que darle importancia y que si
alguien preguntaba, que niegue la existencia de la resolución”.
Acorde con ello, señala el doctor Scalera que “Esa misma tarde cerca de las
19 horas recibí los llamados de los Fiscales Leguiza y Grieco quienes ya estaban
enterados de la decisión del Fiscal General, y me hicieron saber que no entendían
porque los estaban trasladando y que les había llegado la imagen en fotos de la
resolución. Les expliqué que desconocía los motivos y que iba a intentar averiguarlo
para el día siguiente. Ese mismo día, en horas de la noche recibí un mensaje de
Whatsapp de parte del Secretario General Juan Pablo D´Onofrio en el que me ponía en
conocimiento que el Fiscal General había decidido dejar sin efecto por el momento esos
traslados. Luego me llamo por teléfono y me explicó que el Dr. Ferrari lo había llamado
por teléfono y sin mayores explicaciones le había indicado que dejara las cosas como
estaban y que no hiciera efectiva las notificaciones de la resolución. También Juan
Pablo me comentó que esa tarde luego de firmar la resolución el Dr. Ferrari le había
sacado fotos con su teléfono celular”.
No serán éstas las últimas veces que el fiscal general actúe en contradicción
con la resolución PG 547/17 respecto de la utilización del sistema SIMP.
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A esta altura, deviene necesario señalar que el doctor Ferrari tomó licencia
desde el 23 de diciembre de 2019 al 26 de febrero de 2020, fecha en la cual, al regresar de
una licencia de más de dos meses, dictó sus resoluciones LZ 3/20, 4/20 y 5/20.
2. Dictado de las resoluciones LZ 3/20, 4/20 y 5/20. Desarticulación de
la Unidad de Coordinación para Delitos Complejos y Crimen Organizado.
Arbitrariedad, violencia laboral y afectación servicio de justicia.
Las conductas que describiré a continuación, configuraron una real y actual
afectación a la recta administración de justicia y me compelieron a intervenir en resguardo de
los derechos de quienes acuden a los estrados judiciales de su jurisdicción en demanda de
justicia. Esta cuestión fue manifestada en mi pedido de licencia extraordinaria de fecha 16 de
marzo de 2020.
Estos hechos, la persistencia del fiscal general por lograr desmantelar la
Unidad de Coordinación General para Delitos Complejos y Crimen Organizado, pese a mis
intervenciones de ley, demuestran a las claras una finalidad subjetiva, debida a intereses
propios o ajenos, de lograr entorpecer las investigaciones.
Como expusiera en el punto anterior, vuelto de su licencia, el fiscal general se
dedicó a dar cumplimiento a su intención de desarticular la referida unidad. Para ello dictó las
resoluciones LZ 3/20, 4/20 y 5/20, todas de fecha 26 de febrero de 2020, el mismo día en
que retomó sus funciones.
El punto 1 de la resolución LZ 3/20 estableció “Poner en cabeza del Sr.
Agente Fiscal, Fiscal General Adjunto, Dr. SEBASTIÁN SCALERA la dirección de todo
lo que haga al ejercicio de la acusación en juicio- y otros trámites procesales no
sumariales (etapa intermedia)- de las I.P.P.s. mencionadas en el exordio, lo que hará
con las condiciones expuestas en los fundamentos de ésta, pasando el Sr. Agente Fiscal
a integrar orgánicamente el plantel de la Unidad de Asistencia y Colaboración para el
Juicio Común y el Juicio por Jurados de este Departamento Judicial de Lomas de
Zamora (Resolución 32/17 del 18/10/17) con la peculiaridad de su principalísima
afectación a la atención de los trámites procesales de todas las causas -iniciadas hasta
la fecha- de la problemática o conflictiva penal del universo que se concibe como
derivadas de la feria “La Salada” y las ya elevadas a juicio de la Unidad de
Coordinación en Delitos Complejos y Crimen Organizado de la Fiscalía General
Departamental, en etapa intermedia o ya de debate propiamente dicha, y por él gestadas
en esa dependencia que hoy disuelvo”.
Asimismo, en el punto 3 resolvió: “Dejar sin efecto las Resoluciones
Nros. 15/16 y 16/16 de la Fiscalía General Departamental que titularizo, de modo tal
que, a partir del día de la fecha, toda I.P.P. que se iniciare relativa a la temática o
conflictiva “La Salada”, deberá de ser atendida por la U.F.I.J en lo Criminal y
Correccional en turno al momento del nuevo acontecimiento criminoso”.
En igual sentido, el punto 4 de dicho acto estableció “Idéntico proceder
-dejar sin efecto- la Resolución 21/17 de fecha 6/10/2.017 y la 50/17 de fecha
13/11/2.017 únicamente en lo que hace a desactivar la ‘Unidad de Coordinación
General para Casos de Delitos Complejos y Crimen Organizado’ de la Fiscalía General
de Lomas de Zamora, con las salvedades expresadas en los considerandos [...] Todas
aquellas I.P.P.s de tal ‘Unidad’ que al presente no cuenten con requisitoria de elevación
a juicio, deberán de enviarse, por Secretaría, a las U.F.I.S. y J. que, conforme a un
criterio preestablecido, estaban de turno al momento de sus inicios.”
El doctor Ferrari mencionó expresamente en los considerandos de la
resolución 3/20, bajo el título “FUNDAMENTOS A” que “...no tengo temor en afirmar
que, en mi cotidiano departir laboral con el Dr. Scalera, lo veo muchísimo más
enfrascado al trámite de esa constelación de causas, impulsando todos esos -muchos de
ellos muy voluminosos- sumarios, que dedicándose a la función de Fiscal General
Adjunto, más propia de un colaborador del Fiscal de Cámaras ...”.
Indicando, a su vez, “…que pasará, con efecto inmediato, a integrar la
planta [...] de Asistencia y Colaboración para el Juicio Común y el Juicio por Jurados
Departamental de Lomas de Zamora (Resolución 32/17 del 18/10/17 de esta Fiscalía
General), debiendo de mudar físicamente su hasta hoy actual Despacho al nuevo edificio
del M.P.F de Lomas de Zamora.”
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los efectos que V.E. estime corresponde’ aclarando que sin recordar las palabras
justas.”
También se manifestaron el doctor D’Onofrio y la doctora Cabas. Entendió
ésta que disolver la Unidad de Coordinación y “revolear” las causas hacia fiscalías que poco y
nada conocían sobre los pormenores de las mismas también implicaba comprometer el
resultado de las investigaciones, además de provocar un perjuicio para quienes las recibieron
(DCD 29-20).
Es contundente el doctor D’Onofrio al señalar los motivos de tal accionar:
“Que el doctor Ferrari sabe perfectamente los perjuicios que ocasionan los cambios por
él introducidos. Por ejemplo, refirió una causa donde existen un año de escuchas
telefónicas y en la cual se esta investigando una red de connivencia entre jueces civiles
del departamento judicial de Lomas de Zamora con abogados y compañías de seguros.
Que dicha causa se encuentra en trámite por ante el Juzgado de Garantías Nº 3 de
Lomas de Zamora, cuyo titular es el doctor Gaig el que es muy amigo del doctor
Ferrari. Que desea agregar que los argumentos utilizados por el doctor Ferrari en las
resoluciones donde dispone las reasignaciones son sólo una excusa para sacar del
ámbito de quien declara y de la Unidad de Coordinación la causa contra los Moyano.
Que en una oportunidad le pidió mediante mensaje le informe en qué estado estaba la
causa contra “El Salvaje”, tal como se lo conoce a Pablo Moyano, ante lo cual el
dicente le refirió que se había elevado una parte a debate pero no respecto del
nombrado Moyano”.
Con relación a lo testimoniado por el instructor Martinelli, respecto de una
investigación “compleja en la que se investigaban unas “mega” estafas en perjuicio de
varias compañías de seguros, que representaban hechos muy complejos ya que eran
múltiples hechos”, corresponde señalar que a partir de la denuncia efectuada por el doctor
D’Albora en dependencia de esta Procuración General, se inició la actuación administrativa
DCD 56/20; denuncia que será tratada en punto aparte.
Sumado a los intentos de desmantelar la fiscalía general, cabe resaltar la
inconducta del doctor Ferrari que se desprende de las denuncias presentadas en su contra y
de los testimonios brindados en las investigaciones preliminares.
De las denuncias surge que el peso del trabajo en la fiscalía general recae
sobre los fiscales adjuntos y sobre los secretarios. Sin perjuicio de ello, el fiscal general, como
consignara precedentemente y se constata con la documental acompañada, dictó resoluciones
ordenando el desplazamiento de su personal más capacitado.
Señaló el doctor Pablo Rossi, que cada vez que necesitaba tratar temas
relativos a la función, debía hacerlo con los doctores Scalera o D’Onofrio, debido a que el
doctor Ferrari nunca se reunía con los fiscales.
Por su lado, se desprende de los testimonios referenciados que el fiscal general
Enrique B. Ferrari tiene una asistencia errática e irregular a las dependencias de la fiscalía
general. Son recurrentes sus ausencias y por otro lado se mencionan concurrencias en horarios
de madrugada o los fines de semana. (v. declaraciones testimoniales en los consignados
DCD).
En este punto deviene necesario señalar que el fiscal general durante el
período comprendido entre el 2 de enero de 2019 al 4 de febrero de 2020 gozó de licencias
por el término de 106 días: más de tres meses y medio, equivalentes a casi una tercera parte
del año.
En ausencia del titular, el equipo de la fiscalía general, bajo las órdenes del
doctor Scalera, desempeñó las tareas de la dependencia. Esto pone de manifiesto la falsedad
de la afirmación del doctor Ferrari referida a que Sebastián Scalera se había convertido en un
fiscal de instrucción y abandonado sus funciones de fiscal general adjunto.
El fiscal general Enrique Ferrari dictó las resoluciones LZ 3/20, 4/20 y 5/20
el mismo día en que retomó tareas.
De esas resoluciones, como dijera precedentemente, surge notoria la
intención de desmantelar la estructura funcional de la fiscalía general departamental, en
particular la Unidad de Coordinación de Delitos Complejos y Crimen Organizado, con la
afectación del servicio de justicia que ello implica.
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Que puede haber ocurrido perfectamente que las últimas remisiones a las que hace
referencia pueden haberse realizado sin más trámite que la remisión del expediente
físico a las UFIs de donde habían provenido originariamente.” Que ignoraba cómo se hizo
esa remisión porque no se lo había consultado o informado en modo alguno, no obstante ser él
el fiscal a cargo.
Finalmente, concluyó su exposición afirmando que “…en estas
condiciones prácticamente está a la espera de las represalias que sufrirá por decir la
verdad… que lo más grave de todo es el impacto en las investigaciones y en el servicio
de justicia y desea reiterar, una vez, que no posee ninguna ambición con todo esto, a
punto tal que su pedido es que lo desafecten de la Unidad de Coordinación y del Cuerpo
de Instructores.”
El día 1 de junio de 2020, se libró oficio en el marco del DCD 51/20 a la
Unidad de Coordinación General para Delitos Complejos y Crimen Organizado, solicitando se
informara acerca las IPP actualmente en trámite ante la misma. Ante dicha solicitud respondió
el doctor Scalera “que en la actualidad, salvo la IPP 07-00-065939-18/00, esta Unidad
no cuenta con otras IPPs en trámite o con la colaboración de la misma, toda vez que las
causas que tramitaran ante esta sede, y que detallaré a continuación, han sido remitidas
por orden del Fiscal General Departamental doctor Enrique Bernardo Ferrari, a las
Unidades Funcionales de Instrucción y Juicio que oportunamente requirieran nuestra
asistencia. Ninguna ha sido devuelta, con la salvedad de la IPP 07-00-065939-18/00,
que ha sido restituida a esta unidad especial en el día de la fecha, siendo las 13 horas, y
mientras confeccionaba el presente informe; surgiendo de fs. 1288 de esa IPP que el
fiscal Sebastián Bisquert ordenó esta última remisión en virtud del oficio remitido por el
Fiscal General el día 26 de mayo de 2020.”
Posteriormente en su oficio el fiscal enumera las causas que anteriormente
tramitaran en su unidad, haciendo un listado de varias investigaciones –todas ellas relacionadas
con hechos de enorme relevancia, como clubes de fútbol, estafas a comedores escolares,
estafas mediante planes de ahorro- que actualmente se encuentran dispersas en las distintas
fiscalías que oportunamente dieran intervención a la Unidad de Coordinación.
Se desprende del contenido del oficio mencionado la falsedad esgrimida
por el fiscal general al disolver la Unidad de Coordinación General y el daño que dicha
resolución ha ocasionado, ya que la primera medida que ha adoptado el fiscal Bisquert al
recibir la IPP 07-00-065939-18/00 (que será tratada en específico más adelante) fue
devolverla a la dependencia de origen.
Otro hecho que manifiesta la intención del fiscal general en el sentido
expresado es la particularidad de que, luego de que esta Procuración dejara sin efecto las
resoluciones 3/20, 4/20 y 5/20, los fiscales no recibieron ninguna notificación por parte del
doctor Ferrari. Indica el agente fiscal Rossi que como única noticia por parte del fiscal general
de esa circunstancia obtuvieron un estado de “WhatsApp” donde éste “se pone a sí mismo
camuflado como soldado, manifestando que 'estamos en guerra' y exhibiendo una
ametralladora”.
La realidad es que el doctor Ferrari ejecutó una disposición que fue
revocada.
Este hecho ha producido la perplejidad de los fiscales del departamento
judicial, conocedores de las resoluciones del suscripto que dejaron sin efecto las disposiciones
del fiscal general en relación a las tareas de la Unidad de Coordinación de Delitos Complejos,
cuando recibieron órdenes verbales que contradicen abiertamente lo resuelto por el suscripto.
Estos hechos agravaron la situación de violencia laboral que se viene
padeciendo en ese departamento judicial y son signo de procederes arbitrarios que afectan
gravemente el normal desarrollo de las tareas e impactan en definitiva en perjuicio de la
comunidad.
Al respecto, resulta oportuno resaltar que las acciones del fiscal general en ese
sentido continuaron.
El doctor Scalera declaró también que, encontrándose de licencia y al regresar
a la fiscalía general para devolver un juego de llaves de un automotor oficial que
involuntariamente quedara en su poder, notó la existencia de una cámara de seguridad ubicada
en la antesala previa al sector de despachos de los funcionarios. Esa cámara no estaba
mientras el dicente se desempeñó allí, es decir hasta la fecha del dictado de la resolución LZ
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3/20. Señaló que dicha cámara, por su ubicación, tendría como objetivo registrar el
movimiento de las personas que trabajan en ese espacio, instructores judiciales y mesa de
entradas, así como también el ingreso y egreso del lugar. Agregó que no sería la única, toda
vez que el chofer Daniel Lamónico le dijo que habían colocado al menos dos cámaras más en
el interior de la parte privada de la fiscalía general y que el doctor Ferrari era quien controlaba
la grabación y reproducción de las imágenes (acompañó fotos de la cámara aludida).
En idéntico sentido se expresó la funcionaria Marcela Cabas, quien concurrió a
dependencias de la fiscalía junto con el doctor Scalera, al decir que vio una cámara de
seguridad y se anotició por boca del mencionado chofer Daniel Lamónico y por la secretaria
de la fiscalía general, Claudia Sauer, que el doctor Ferrari había dispuesto la instalación “de
varios aparatos de registración fílmica y de audio, más precisamente, uno en la antesala
y tres en el sector principal de la dependencia, más precisamente, donde se ubican los
despachos utilizados por los funcionarios Martin Califano, Ignacio Torrigino, Jonatan
Martínez, Claudia Sauer, Nicolás Viggiano y el resto de empleados de la Fiscalía
General”. Luego de unos minutos, fueron saludados por los funcionarios Mateo Sio y
Maximiliano Celone, quienes tras una breve conversación retornaron a sus oficinas por sentir
temor, según expresaron, de ser observados por la cámara.
Finalmente señaló que, toda vez que la Suprema Corte es la encargada de la
vigilancia mediante cámaras de seguridad montadas en el edificio de tribunales y contando con
personal policial constante, “la única lógica que encontraría a las cámaras que habría
ordenado instalar el Dr. Ferrari en la fiscalía, es para lograr controlar al personal que
allí trabaja, generarles presión, temor, disciplinarlos a modo del panóptico de
Foucault.”.
Al respecto, la Secretaría de Control Disciplinario y Enjuiciamiento de
Magistrados, corroboró la existencia de dichas cámaras a través de la realización una
inspección “de visu”, efectuada el 12 de marzo de 2020 en la sede y dependencias de esa
fiscalía general de Lomas de Zamora.
En la diligencia se constató la existencia de tres cámaras fílmicas, todas ellas
cuentan con una luz testigo titilante colorada. El croquis confeccionado, indica que la ubicación
de las mismas permite tener una completa visión de la mesa de entradas y de su hall de
distribución, así como del hall de distribución interno al que dan todas las puertas de los
diferentes despachos.
El inspector no pudo observar el equipo de monitoreo, toda vez que el doctor
Martínez le indicó que él desconocía donde se encontraba y el fiscal general no estaba en la
dependencia. Por ello, el secretario Martínez consultó por teléfono al doctor Ferrari,
manifestando que el fiscal general le dijo: “las cámaras no están conectadas y (...) se
instalaron con fines disuasorios”.
Del informe brindado por la Secretaría de Administración de la Procuración
General no surge que la compra de las cámaras de vigilancia haya sido canalizada a través de
dicha dependencia, así como tampoco que esa dependencia haya autorizado una compra tal
(v. DCD 25/20).
Los hechos descriptos son signos claros de la presión desmedida y el
hostigamiento ejercidos por el fiscal general sobre el personal que históricamente ha cargado
con el despacho de su dependencia.
Como corolario de lo hasta aquí expuesto, se puede valorar que la
persecución a los agentes fiscales Gianella, Scalera y Rossi, las resoluciones N° 3/20, 4/20 y
5/20, la disolución de Unidad de Coordinación General para Casos de Delitos Complejos y
Crimen Organizado y los movimientos intempestivos del personal a su cargo, forman parte del
alzamiento contra el suscripto perpetrado por el doctor Ferrari. Dichas circunstancias han sido
debidamente corroboradas en el DCD 31-20, en trámite ante la Secretaría de Control
Disciplinario y Enjuiciamiento de la Procuración General.
3. Denuncia D’Albora. Causa Seguros.
El doctor D’Albora, efectuó la mencionada denuncia en su carácter de letrado
patrocinante de CAJA DE SEGUROS S.A., MERCANTIL ANDINA SEGUROS,
SANCOR SEGUROS y SEGUROS SURA S.A., quienes revisten la calidad de denunciantes
en la IPP 07-00-065939-18/00.
Refiere el denunciante que “Que vengo por el presente a denunciar y poner
en conocimiento de V.E. los hechos que a continuación relataré, que a nuestro entender,
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departamento judicial Lomas de Zamora remitiendo denuncia interna efectuada por la doctora
María Josefa Merlini, a cargo de la Mesa Receptora de Escritos Departamental.
Merlini solicitó una auditoría interna en la Receptoría General por haber
detectado irregularidades en 9 causas iniciadas entre las que se encontraban dos relacionadas
al Policlínico.
Se observaban correcciones por errores en la carga de datos de los
expedientes ingresantes en el sistema y que la cantidad de errores en cada carátula, tales como
actor, demandado y asunto, era anormal, ya que se puede cometer un error pero no en varios
campos.
Todas fueron radicadas en el Juzgado Civil y Comercial Nº 10 Departamental,
a cargo del doctor Palacios, debido a que por los datos consignados primero y después
modificados por un supuesto error, surgían antecedentes ficticios radicados ahí y creados en el
sistema informático anterior.
Del sistema surgía que las cargas las había hecho Patricia De Paolo, oficial de
la receptoría.
Al hacer referencia en su resolución a los inicios de esta causa, la doctora
Nicoletti expresó que en ellos se “puso al descubierto una serie de maniobras realizadas en
diversos expedientes del registro de los Estrados del Juzgado en lo Civil y Comercial Nº
10 …[y] surgía ... la comisión de una serio de delitos que habrían sido cometidos por
distintas personas, tratándose una de ellas de un Magistrado[, por lo que] se dispuso dar
cumplimiento con lo normado en el artículo 300 del Código Procesal Penal respecto del
Dr. Julio Cesar Palacios” dando origen a la causa IPP 07-00-010657-11.
No obstante ello, sólo se imputó desde el principio a Patricia De Paolo, quien,
si bien estaba entre los citados en los términos del art. 308 del CPP por el doctor Garganta,
por sí sola no era fundamento suficiente para archivar la IPP a cargo de Nicoletti respecto del
resto, es decir, solamente había conexidad subjetiva respecto de la nombrada.
Por otro lado, aunque algunos de los expedientes civiles y comerciales cuya
falsificación de la carátula fue imputada a De Paolo coinciden en ambas causas penales, no
ocurre lo mismo respecto de otros, por lo que no hay una identidad completa en ese aspecto.
Asimismo, al momento en que fue compulsada por la doctora Andrea
Nicoletti, la causa ya había sido elevada a juicio por lo que era claro que no se iba a imputar
en ella a otras personas, ni investigar otros hechos que aquellos que fueron motivo de la
elevación, es decir, no se iban a investigar cuestiones tales como la maniobras efectuadas para
que los expedientes sean radicados en el Juzgado Civil y Comercial Nº 10 Departamental ya
que sólo se imputó la falsificación de instrumento público.
La IPP 10657 se inició con testimonios extraídos de esta investigación
ordenados por el fiscal Juan José Vaello en razón de lo dispuesto en el artículo 300 CPP,
resolución que no se encuentra agregada en la misma, sólo se investigó en ella a Palacios y fue
archivada en razón de que su fallecimiento y la enfermedad psiquiátrica de De Paolo impedían,
al momento de dictar el archivo, poder determinar la intervención de otras personas.
De acuerdo al artículo 300 CPP en la IPP 10657 se tendría que haber
investigado la situación del doctor Palacios y en la IPP 896426 se debió investigar al resto de
los intervinientes.
Otro de los fundamentos esenciales esgrimidos por la doctora Nicoletti fue que
en también se investigaba “la autoría que pudiera caber respecto de quienes pudieran
resultar penalmente responsables por la posible comisión de conductas constitutivas de
delito durante la ejecución de las irregularidades cometidas en los diversos expedientes
radicados por ante el Juzgado en lo Civil y Comercial Nº 10…”.
En la fecha en que la doctora Nicoletti compulsó dicha investigación y ordenó
el archivo en la que ella dirigía, la IPP 07-00-10657-11, aquella presentaba varios lapsos de
inactividad y por lo tanto, más allá de que se había agregado por cuerda copia de las mismas
actuaciones administrativas que las adjuntadas por el doctor Garganta, no presentaba el grado
de avance que tenía esta última donde el fiscal había considerado que existía certeza suficiente
como para citar en indagatoria a 19 personas. (v. resolución de fecha 21 de agosto de 2013).
Nicoletti señaló en su resolución que “los hechos denunciados [en la IPP
65497] se enc[ontraban] siendo investigados en el marco de las investigaciones
anteriormente sindicadas, por lo tanto nos encontramos frente a la excepción de
litispendencia”, agregando que “la conducta por la que fuera imputada …De Paolo se
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algún motivo continuara bajo [la] intervención [del Dr. Rossi]. No mencionó una causa
específica, pero me pareció obvio que el llamado no era genérico, sino que la
preocupación era por alguna causa en particular. …[E]sto le llamó la atención, y lo
relación[ó] con lo anterior porque luego tom[ó] conocimiento de que alguna persona
había estado diciendo, en la Fiscalía General y poco antes de que [lo] removieran de la
UFI Nª 8, que …había dicho que estaba dispuesto a investigar al Dr. Ferrari en la causa
del Policlínico. Concretamente, [le] dijeron que alguien le habría contado eso al Dr.
Ferrari, como poniéndolo en alerta de que yo estaría dispuesto a investigar un asunto
que pudiera comprometerlo”.
En el mismo sentido se expresó el doctor Juan Pablo D’Onofrio que refirió que
el 16 de septiembre de 2019 recibió “un mensaje …del Dr. Ferrari diciendo[le] que …le
prepare una resolución disponiendo el traslado del Dr. Rossi a la Unidad nro. 1 y la
asignación del Dr. Bisquert a la Unidad nro. 8.” “Al llegar el Dr. Ferrari …le pregunt[ó]
si había pasado algo con Rossi ….” “…[E]l Dr. Ferrari [le] dijo que no [le] podía decir
mucho, que había recibido quejas de la política y también de Jueces de Garantías sobre
la labor del Dr. Rossi, además de haberse enterado que en una reunión con partes de un
proceso el Dr. Rossi habría manifestado que si tenía que indagar al Fiscal General lo iba
a hacer.” “… A los días de hacerse efectiva la [resolución], y en un momento en que el
Dr. Rossi se hizo presente en la Fiscalía General aprovech[ó] para preguntarle si alguna
vez él había dicho que si tenía que indagar al Fiscal General lo iba a hacer,
contestando[le] …que sí, que lo había dicho en una reunión con particulares
damnificados de la causa del policlínico de Lomas de Zamora, porque dijo que aquellos
le reprochaban a él como Fiscal la actitud del Dr. Ferrari.”
La desestimación y archivo infundados en la IPP 07-00-65497-13 ordenada
por la doctora Nicoletti; la aparición del doctor Raidán, con su inmediata solicitud de copias
certificadas; la ligereza con que se sostiene el archivo infundado en la fiscalía general; la
notificación de la resolución confirmatoria del doctor Ferrari a las causas relacionadas con la
investigación y su consiguiente archivo o paralización; todo ello lleva inexorablemente a la
conclusión de encontrarnos frente a una maniobra destinada encubrir a un imputado. En este
caso, el doctor Javier Rodiño. Y que en esa maniobra ha sido una pieza clave el fiscal general
Enrique B. Ferrari.
d- Recapitulación
A modo de recapitulación de los hechos narrados, se ha descripto, primero, la
incorrecta intervención que tuvo el fiscal general en la postergación del debate en la causa
“Soto”, también el incumplimiento del art. 287 del CPP al no denunciar una posible influencia
política en una causa penal y ha quedado acreditada su indebida relación con el doctor Raidán,
quien tenía conocimiento de las decisiones y resoluciones del fiscal general antes que sus
propios subordinados.
También, como he dicho anteriormente, hemos visto como el fiscal enfocó su
atención en influir en determinados procesos, despreocupándose por las causas ordinarias, y
delegando tácitamente esta tarea en los fiscales generales adjuntos.
Se ha probado que el doctor Ferrari desarticuló una unidad especializada de
su departamento judicial sin fundamento alguno, deshaciendo con su firma años de esfuerzo e
investigación de quienes allí se desempeñaban. La denuncia del doctor D’Albora en la causa
de los seguros es prueba contundente de ello.
Esto se reafirma con la asignación del doctor Scalera en las causas
relacionadas con la feria coloquialmente conocida como “La Salada” a fin de apartarlo del
abocamiento a otras causas de gran tenor y relevancia política. No puede, quien aquí escribe,
dejar de entrever un hilo conductor en el comportamiento del fiscal denunciado, que pareciera
favorecer a determinados intereses que se oponen a la ley y a la recta administración de
justicia.
Por otra parte, el fiscal que aquí se denuncia ha actuado de manera ilegítima y
excediéndose en sus funciones, al remover a magistrados y funcionarios sin tener la potestad
para hacerlo. Dicho comportamiento me ha obligado a dictar resoluciones para deshacer los
terribles daños que se estaban ocasionando en la planta funcional de Lomas de Zamora.
No contento con ello, el doctor Ferrari dictó nuevas resoluciones contrariando
lo dispuesto por el suscripto y, utilizando vanas argucias para dar una apariencia de
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V. PRUEBA
Ofrezco los siguientes medios de prueba, sin perjuicio de su eventual
ampliación en la etapa correspondiente:
A. DOCUMENTAL:
1. DCD 588/19 caratulado “Tribunal en lo Criminal N° 10 Lomas de
Zamora, Dra. Susana Silvestrini c/ Dr. Enrique Ferrari (FGLZ) S/ Incumplimiento de los
deberes de funcionario público”, de trámite ante la Secretaría de Control Disciplinario y
Enjuiciamiento de la Procuración General, con todos sus agregados y anexos.
2. DCD 655/19 caratulado “Res.38/19 – Desvinculación Gianella”, de
trámite ante la Secretaría de Control Disciplinario y Enjuiciamiento de la Procuración General,
con todos sus agregados y anexos.
3. DCD 21/20 caratulado “Violencia laboral / Gianella”, de trámite ante la
Secretaría de Control Disciplinario y Enjuiciamiento de la Procuración General, con todos sus
agregados y anexos.
4. DCD 25/20 caratulado “Violencia laboral / afectación de servicio
Scalera” de trámite ante la Secretaría de Control Disciplinario y Enjuiciamiento de la
Procuración General, con todos sus agregados y anexos.
5. DCD 28/20 caratulado “Violencia laboral / D’Onofrio” de trámite ante
la Secretaría de Control Disciplinario y Enjuiciamiento de la Procuración General, con todos
sus agregados y anexos.
6. DCD 31/20 caratulado “Resoluciones 3/20, 4/20 y 5/20 – Deficiencias
en la función / Inobservancia de la normativa” de trámite ante la Secretaría de Control
Disciplinario y Enjuiciamiento de la Procuración General, con todos sus agregados y anexos.
7. DCD 26/20 caratulado “Ricart / Orma – Mensajes de Instagram” de
trámite ante la Secretaría de Control Disciplinario y Enjuiciamiento de la Procuración General,
con todos sus agregados y anexos.
8. DCD 50/20 caratulado “Instructor Judicial Dr. Martinelli S/ Violencia
Laboral” de trámite ante la Secretaría de Control Disciplinario y Enjuiciamiento de la
Procuración General, con todos sus agregados y anexos.
9. DCD 51/20 caratulado “Agente Fiscal Dr. Rossi S/ Violencia
Laboral”, de trámite ante la Secretaría de Control Disciplinario y Enjuiciamiento de la
Procuración General, con todos sus agregados y anexos.
10. DCD 52/20 caratulado “Agente Fiscal Dr. Bettini Sansoni S/ Violencia
Laboral” de trámite ante la Secretaría de Control Disciplinario y Enjuiciamiento de la
Procuración General, con todos sus agregados y anexos.
11. DCD 56/20 caratulado “Denuncia de Nicolás D’Albora contra el
Fiscal General del Departamento de Lomas de Zamora Dr. Ferrari” de trámite ante la
Secretaría de Control Disciplinario y Enjuiciamiento de la Procuración General, con todos sus
agregados y anexos.
12. DCD 16/20 caratulado “Emilio Alfredo Charlón C/ Agentes Fiscales
Fabiola Juanatey, Nicolleti, Rossi, Sebastián Bisquert. Fiscal Gral. Dr. Enrique B. Ferrari
(Dto. Jud. Lomas de Zamora S/ Irregularidades en el procedimiento” de trámite ante la
Secretaría de Control Disciplinario y Enjuiciamiento de la Procuración General, con todos sus
agregados y anexos.
Si en el curso de la presente se produjeren nuevos hechos o pruebas que
guarden relación con las circunstancias aquí denunciadas, hago reserva de ponerlos en
conocimiento del Honorable Jurado de Enjuiciamiento.
Solicito asimismo se libre oficio a la Fiscalía General del departamento judicial
Lomas de Zamora a fin de solicitar los siguientes expedientes:
1. IPP 07-00-79023-14, “Farías Gabriel, Soto Juan Manuel, Soto
Matías Nicolás, Soto Gabriel Omar s/ Homicidio con empleo de arma
de fuego en C/R con portación de arma de guerra sin la debida
autorización legal y otros.
2. IPP 07-00-065939-18 “Dr. D’Albora S/ Denuncia”.
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B. TESTIMONIAL:
Solicito se cite a prestar declaración testimonial a:
1. Sebastián Scalera, fiscal general adjunto de la Fiscalía General de
Lomas de Zamora sita en calle Larroque 2450, 3er piso, Sector E -
Banfield, cuyo domicilio denuncio en su público despacho.
2. Mirta Noemí Gianella, fiscal general adjunta de la Fiscalía General
de Lomas de Zamora sita en calle Larroque 2450, 3er piso, Sector E
– Banfield, cuyo domicilio denuncio en su público despacho.
3. Juan Pablo D’Onofrio, secretario general de la Fiscalía General de
Lomas de Zamora sita en calle Larroque 2450, 3er piso, Sector E –
Banfield, cuyo domicilio denuncio en su público despacho.
4. Claudia Sauer, secretaria de la Fiscalía General de Lomas de Zamora
sita en calle Larroque 2450, 3er piso, Sector E – Banfield, cuyo
domicilio denuncio en su público despacho.
5. Marcela Cabas, secretaria de la Fiscalía General de Lomas de
Zamora sita en calle Larroque 2450, 3er piso, Sector E – Banfield,
cuyo domicilio denuncio en su público despacho.
6. Jonatan Martínez, secretario de la Fiscalía General de Lomas de
Zamora sita en calle Larroque 2450, 3er piso, Sector E – Banfield,
cuyo domicilio denuncio en su público despacho.
7. Ignacio Torrigino, secretario de la Fiscalía General de Lomas de
Zamora sita en calle Larroque 2450, 3er piso, Sector E – Banfield,
cuyo domicilio denuncio en su público despacho.
8. Martín Califano, secretario de la Fiscalía General de Lomas de
Zamora sita en calle Larroque 2450, 3er piso, Sector E – Banfield,
cuyo domicilio denuncio en su público despacho.
9. Daniela Orma, empleada en la Fiscalía General de Lomas de Zamora
sita en calle Larroque 2450, 3er piso, Sector E – Banfield, cuyo
domicilio denuncio en su público despacho.
10. Susana Silvestrini, jueza integrante del Tribunal en lo Criminal N° 10
del departamento judicial Lomas de Zamora sito en Camino Pres. Juan
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VII. PETITORIO
Por todo lo expuesto, solicito:
a. Se tenga por articulada la presente denuncia y por cumplidos los recaudos
exigidos por el art. 26 de la ley 13.661 y sus modificatorias.
b. Se tenga por ofrecida la prueba, ordenándose oportunamente su
producción.
c. Se dé curso a la denuncia incoada contra Enrique B. Ferrari en los términos
de los arts. 25 y 27 de la ley 13.661 y modificatorias.
d. Se disponga el apartamiento preventivo del cargo del denunciado (art. 29
bis, ley 13.661 y modif.)
Proveer de conformidad,
SERÁ JUSTICIA.
Digitally signed by
Dr. CONTE GRAND,JULIO
MARCELO
Procurador General de la
Suprema Corte de Justicia
PROCURACION GENERAL -
PROCURACION GENERAL
Procuracion General
02/06/2020 14:41:16