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TÍTULO:
ALUMNOS:
TUMBES – PERÚ
2022
DEDICATORIA
felicidad y justicia.
cada día.
DEDICATORIA 2
INTRODUCCIÓN 4
CAPÍTULO I 5
CAPÍTULO II 7
I CONVENIO DE GINEBRA 7
CAPÍTULO III 9
CAPÍTULO IV 14
CAPÍTULO V 17
IV CONVENIO DE GINEBRA 17
CAPÍTULO VI 19
PROTOCOLO I 19
PROTOCOLO III 23
CONCLUSIONES 25
REFERENCIAS 26
INTRODUCCIÓN
Asimismo, existen otros tres protocolos adicionales que complementan las normas
sustantivas y mecanizan la aplicación de los Convenios de Ginebra. En principio, tenemos
al protocolo adicional I de 1977 que se encarga de brindar protección a las víctimas de
conflictos armados internacionales; el Protocolo número 2 que se encarga de la protección
de víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional y por último el protocolo
3 que regula la aprobación de un empleo adicional para la identificación del personal
sanitario, entre otros puntos.
CAPÍTULO I
CONVENIOS DE GINEBRA
En esta línea de pensamiento, cabe afirmar que cada Estado es garante del cumplimiento
de estos derechos humanos, pues existen obligaciones del Estado hacia las personas que
forman parte de su territorio y que, por su condición de persona humana, se les atribuye
la titularidad de derechos. Además, se genera una obligación implícita del Estado a
regular estos derechos en su Constitución como derechos fundamentales y
constitucionales.
Las normas referentes a los derechos humanos generan exigencia en que los gobiernos
logren la satisfacción y desarrollo de cada persona, sin poner en riesgo su dignidad.
El derecho internacional humanitario tiene por objeto proteger a las personas que no
participan o que han dejado de participar en las hostilidades es decir los civiles los
combatientes enfermos los combatientes heridos los náufragos o las personas que han
sido capturadas. Asimismo, tiene por objeto regular los medios y los métodos de guerra
que se utilizan entre las partes que están en conflicto.
Los Convenios de Ginebra de 1949, firmados por países de todo el mundo, establecen
distinciones claras entre quienes combaten y quienes no, como las personas heridas, los
civiles y los prisioneros de la guerra.
CAPÍTULO II
(Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos
de las Fuerzas Armadas en campaña, aprobado el 12 de agosto de 1949)
tiene su auge en 1864 dado por la iniciativa de la formación del CICR, dado que ahora
es popular. Este Convenio promueve en todo el mundo el trabajo de la cruz roja; aparte
de ello también estimuló al Derecho internacional para regular los actos hostiles y
finalmente restringiendo o prohibiendo el uso de la guerra. La Ley de Capital, con sus
fundamentos nunca cambió, sin embargo, la Convención todavía tiene lagunas e
imperfecciones.
se realizó una convocación para poder realizar y debatir su revisión, tras haber
transcurrido el tiempo de 4 largos años desde su firma, Tras estas consideraciones, el
veinte del 10 de mil ochocientos sesenta y ocho se realizó la presentación de un proyecto
de normas complementarias (que preveía, en particular, una prórroga de la guerra
marítima). que no ha sido aprobado. En respuesta al anhelo realizado en el año de 1899,
por la conferencia del haya, se revisó la Convención de Ginebra. tendría que realizar o
preparar un documento en donde enmendar una revisión, la cual fue realizada en 1906
por parte de la conferencia diplomática.
Después de la Primera Guerra Mundial, fue urgente adaptar dicho convenio a las
condiciones dadas por el combate moderno. Luego, en la Conferencia Diplomática
celebrada en Ginebra en mil novecientos veintinueve, sufrió una 2da revisión fue mucho
menos profunda de la que se realizó a la primera, En el año 1937 surgió el nacimiento del
proyecto de revisión sobre el CG, por el trabajo de un Comité convocado por el CICR.
Teniendo las disposiciones que más resaltan con respecto a este convenio son las que se
relacionan con los heridos y enfermos:
los que conforman las F.A y demás a que se refiere el artículo siguiente, deben ser
protegidos y respetados en cualquier circunstancias. Serán asistidos y tratados de manera
humanamente por la Parte en un conflicto que los involucre, sin discriminación alguna ya
sea por raza, sexo, opinión política, nacionalidad, religión, o cualquier otro criterio
similar. Aparte de ello también queda determinantemente prohibido dañar la vida de
dichas personas, especialmente someterlos a realización de experimentación biológica,
torturarlos, maltratarlos o hasta inclusive dejarlos sin asistencia médica o ponerlos en
riesgo de infección que dañe su vida y los conduzca a la muerte.
CAPÍTULO III
Caracterizado por aliviar la suerte de los heridos, enfermos y náufragos de las Fuerzas
Armadas en el mar.
Al hablar de este convenio podemos decir que adapta la protección que encontramos en
el Primer Convenio de Ginebra, pero este Segundo Convenio de Ginebra se encarga de
brindar protección a los combatientes heridos y enfermos que se encuentren a bordo en el
mar.
Debemos señalar que este Segundo Convenio de Ginebra sólo se aplica a náufragos y
enfermos, también a miembros de las Fuerzas Armadas, barcos hospitales y personal
médico.
Han transcurrido muchos años, donde se han disputado batallas navales. Sin embargo, en
el proceso de ratificación del primer Convenio de Ginebra en 1864, la cual se caracteriza
por brindar protección ya sea a los enfermos y heridos de las Fuerzas Armadas, donde las
reglas solo eran aplicadas para guerras terrestres.
El derecho humanitario que examina a las víctimas de la guerra en el mar llegó unas
décadas más tarde, cuando se ratificó un tratado sobre las guerras en el mar. Así, la
distinción entre la protección de las víctimas de los conflictos armados en tierra y las
víctimas de los conflictos en el mar.
Pero ya en 1949 con la adopción de dos convenios distintos para aplicarlos en los ámbitos
terrestre y marítimo. Una conferencia en 1868 adoptó quince artículos adicionales
relacionados con el estado de las personas heridas que se encontraban en el mar, estos
artículos eran de fundamental importancia ya que abarcaban temas como la protección
del estatuto del personal sanitario, protegían a los barcos que se encargaban de recoger
heridos y náufragos, sin embargo, debido a la gran influencia de grandes potencias
navales, lamentablemente esos artículos no entraron en vigor.
En esta etapa tuvo mucha influencia la Convención de la Haya III (1900), debido a que
fue el primer tratado que brindó la protección a todas las víctimas de los conflictos
producidos en el mar. Luego surgió la ratificación de La Haya X (1907) sobre guerra
marítima, este es un tratado caracterizado por brindar protección a los miembros de las
Fuerzas Armadas en el mar y fue aprobado en el Segundo Convenio de Ginebra en 1949.
El Segundo Convenio de Ginebra no sólo protege a los enfermos y heridos, sino que se
caracteriza por brindar protección a los náufragos, por esta razón es que se diferencia del
resto de convenios, por ello cuando hablamos de a un náufrago, nos referimos a una
persona que se encuentra en peligro dentro del mar.
De este Segundo Convenio de Ginebra destaca su Artículo 12, donde nos menciona que
el Estado se encuentra en la obligación de ofrecer respeto y protección en cualquier
circunstancia cuando se trate de los heridos, enfermos y náufragos.
Estos son los bienes protegidos que el Segundo Convenio de Ginebra protege, ya sean los
barcos hospitalarios o embarcaciones que sirven para realizar las operaciones costeras de
salvamento, entre otras.
Todos los bienes protegidos del Segundo Convenio de Ginebra cumplen una fundamental
función y sirven de ayuda para que las partes en los conflictos puedan cumplir sus
obligaciones, debemos resaltar que tanto los barcos como otros bienes protegidos, no
pueden ser atacados ni apresados, esa protección que brinda este convenio incluye
también al personal y tripulación que se encuentra en los barcos hospitales.
Con relación a lo mencionado tenemos el articulo 18 de esta convención, donde nos dice
que después de cada combate, las partes se encuentran en la obligación de tomar las
medidas necesarias para comenzar la búsqueda de los heridos, los náufragos y enfermos,
sin discriminación alguna entre el personal propio y enemigo.
Para que se pueda cumplir con lo dispuesto en los artículos 12 y 18, se verá reflejada la
buena fe de las partes y así mismo se podrá realizar un llamado a las autoridades de las
embarcaciones neutrales, para que también puedan ayudar en las tareas de salvamento, lo
que hemos mencionado lo encontramos en el articulo 21 de este Segundo Convenio de
Ginebra. Cuando se termina el rescate de los enfermos, heridos y náufragos, las partes
están en la obligación de registrar toda la información que identifique a estos, así mismo
de ser el caso brindarles alimentos, vestimenta, alojamiento y sobre todo comunicar a la
potencia que pertenecen.
CAPÍTULO IV
La guerra declarada que surge entre dos hogares de las Partes de la ocupación de todo o
parte del territorio de alguna de las partes (el convenio fue aprobado el 12 de agosto de
1949 en la conferencia diplomática de ginebra), Los miembros de las fuerzas armadas,
milicias y voluntarios que actúen dentro o fuera de su territorio y que caigan en poder del
enemigo, serán prisioneros de guerra, en lugares limpios y albergue adecuado para recibir
alimentos, ropa y auxilios necesarios para ello. Los prisioneros de guerra en buen estado
de salud no están obligados a revelar más que su nombre y apellido, rango, fecha, año de
nacimiento y número; Los captores no pueden tomar represalias contra los presos ni
discriminarlos por motivos de raza, nacionalidad, religión, opinión política o cualquier
otra circunstancia. Ningún prisionero de guerra será sometido a torturas ni a experimentos
médicos, y del mismo modo se protegerá a los prisioneros de guerra de todo acto de
violencia, insulto y curiosidad; No obstante, los prisioneros de guerra gravemente heridos
tendrán derecho a regresar a sus países de origen, y las partes en conflicto les informarán
que se encuentran en buenas condiciones para no agravar la situación que ellos mismos
buscan, y les proporcionarán agua y comida. ropa y abrigo durante el transporte y
asistencia médica para que el transporte no perjudique en modo alguno su salud Tomando
las precauciones previstas, si bien son derechos irrenunciables, ningún detenido podrá ser
repatriado por su propia voluntad, El Acuerdo de Ginebra III relativo al trato de los
prisioneros de guerra de 12 de agosto de 1949, cuyos rasgos principales fueron:
- EL ESTATUTO
- EL TRATO
- LA REPATRIACIÓN
Ningún prisionero de guerra fue sometido a torturas o exámenes médicos. Asimismo, los
prisioneros de guerra deben ser protegidos de todas las formas de violencia, humillación
y curiosidad pública.
Art 23
Las mujeres deben ser tratadas con la debida consideración debido a su género.
Art 17
A los prisioneros de guerra sólo se les exigirá que indiquen su nombre completo, rango,
fecha de nacimiento y número.
Arts 50, 54
Arts 82, 84
Los presos están sujetos a las leyes de sus captores y pueden ser juzgados ante los
tribunales de sus captores. Los captores deben ser tratados de manera justa y objetiva, con
la ayuda de un abogado competente.
Los prisioneros de guerra gravemente heridos deben ser repatriados (trasladarse a su lugar
de origen).
Art 118
Al final de la guerra, todos los prisioneros de guerra deben ser liberados y repatriados
inmediatamente si es necesario.
Art 125
El CICR tiene derechos especiales para realizar operaciones humanitarias en favor de los
prisioneros de guerra. El Comité Internacional de la Cruz Roja u otras organizaciones
equitativas de socorro humanitario autorizadas por las partes en conflicto pueden visitar
a los presos en privado e inspeccionar las condiciones de sus familias para verificar el
cumplimiento de las normas reglamentarias establecidas en la Convención y el suministro
de artículos de socorro
CAPÍTULO V
IV CONVENIO DE GINEBRA
A partir del año 1949, con estos Convenios de Ginebra, se toma en consideración también
a personas civiles teniendo como experiencia los resultados nefastos de la 2da Guerra
mundial. El IV Convenio consta de 159 artículos y, dentro de estos, se establece una
protección para la población contra algunas consecuencias generadas por la guerra.
Asimismo, la normativa de este convenio se refiere al estadío y al trato que deben recibir
las personas protegidas, pues como ya sabemos, entre las personas protegidas tenemos a
los civiles, enfermos, a los médicos y personal sanitario, al personal religioso, entre otros.
El buen trato que deben recibir esas personas protegidas es en garantía de los derechos
humanos y, además, realiza un reconocimiento en la situación que viven los extranjeros
que se encuentran en territorio de conflicto y la de los civiles en territorios opuestos.
Entonces, aquí se trata ese tema importante de cómo se debe proteger a los extranjeros
cuando están en un país que no es el suyo.
Podemos citar por ejemplo la labor de la Cruz Roja. Esta organización hace sus
actividades humanitarias para prestar ciertas ayudas a las personas que se ven
involucradas o afectadas de alguna forma en esas guerras, en esas actividades hostiles.
Otro aspecto importante de este convenio es que especifica un regimen sobre el trato hacia
los internados civiles y por último, resaltar que el convenio cuenta con 3 anexos que
regulan un modelo de acuerdo a las zonas sanitarias (hospitales, centros médicos,
refugios, etc.) y de seguridad.
CAPÍTULO VI
PROTOCOLOS ADICIONALES
Porque los estados buscaban que el derecho internacional humanitario fuera más
completo y universal y que además se lograra adaptar mejor a los conflictos modernos a
los que serían expuestos los estados.
Para que eso se debe aclarar, pues, que el protocolo 1 se refiere a los conflictos armados
internacionales, mientras que, el protocolo 2 a los conflictos armados no internacionales,
es decir a las guerras civiles o internas de los países además herido es necesario pues
distinguir entre ambas situaciones ya que los estados no están preparados para conferir el
mismo grado de protección jurídica en ambos casos
¿Cuándo se aplican?
Estos protocolos adicionales se aplican, pues, cuando los conflictos armados surgen entre
los estados.
PROTOCOLO I
Luego de la Segunda Guerra Mundial, ante las atrocidades de dicho conflicto, se procuró
establecer distinciones claras, que sirvieran para limitar los aspectos que pudieran generar
mayor destrucción y peores consecuencias. En este sentido se puede establecer al artículo
48 como la norma de mayor relevancia de todo este cuerpo normativo, que a su letra
indica:
Como se manifiesta, esta norma procura que, al momento de dirigir las hostilidades en
las guerras o conflictos armados, se debe distinguir entre combatientes y civiles. En el
mismo sentido, señala una limitación máxima al establecer que tales hostilidades deben
de ir dirigidas a objetivos militares solamente, quedando prohibida cualquier tipo de
afectación a personas civiles, entre ellas, las más vulnerables.
Igualmente, el artículo 52 prohíbe atacar los bienes privados de las personas civiles, ya
que indica:
Los bienes de carácter civil no serán objeto de ataques ni de represalias (…) Los ataques
se limitarán estrictamente a los objetivos militares. En lo que respecta a los bienes, los
objetivos militares se limitan a aquellos objetos que por su naturaleza, ubicación,
finalidad o utilización contribuyan eficazmente a la acción militar o cuya destrucción total
o parcial, captura o neutralización ofrezca en las circunstancias del caso una ventaja
militar definida.
¿Cuándo no se aplica?
El cumplimiento de este protocolo es exigible ante el mismo país quien haya ratificado el
protocolo y esto se hay expresado en el art.3 de este protocolo, donde nos hablan de la no
intervención y es que ningún otro país entidad o nación quienes sean podrán intervenir en
la situación interna del país, ya que éste mismo tiene la jurisdicción y la capacidad para
solucionar dichos problemas. Además de ello nos dicen que el protocolo 2 no debe ser
usado como una justificación para injerirse de forma tanto directa como indirecta en el
sitio paste es este mismo quien se encarga de resolver los conflictos.
OBLIGACIONES
Las obligaciones contenidas en el protocolo II, cabe resaltar o mencionar que son muy
similares a las obligaciones ya expuestas en el protocolo I.
Se debe garantizar el trato humano del civil y los civiles son aquellas personas que como
ya se decía están en alrededor de donde se desarrollan estos conflictos ,es decir, no están
directamente vinculados con el conflicto armado, se debe también respetar la integridad
humana de quienes hayan dejado de ser enemigos, nos referimos a las personas con las
personas que han decidido desmovilizarse, no seguir siendo parte del grupo en el cual se
lleva conflicto o una persona que haya caído en situación de desventaja y por ende se
rinda, entonces su enemigo no podrá atacar porque haya caído en estas situaciones.
El trato humano para los presos de guerra significa que cuando un enemigo haya sido
preso se le debe respetar la dignidad humana en las siguientes condiciones: se le debe
brindar agua potable, alimentos adecuados, se le debe garantizar la presencia de personal
médico si éste está herido, no se puede someter a atormentaciones o a tratos inhumanos,
si supuesta persona profesa alguna religión se le debe dar la garantía para que la practique
y si así lo desea se podrá solicitar la presencia de uno de sus miembros de su religión, de
igual manera los campos de concentración de estos presos no pueden estar aledaños a
lugares donde se presenten conflictos bélicos.
Por último, estas obligaciones también están relacionadas con el principio de igualdad,
quiere decir que independientemente de la raza, edad e incluso de el mando que tenga una
persona, se deben tratar por igual.
Con respecto a la forma en que los Estados expresan su consentimiento para obligación
con el tratado, el protocolo dispone el artículo 20 21 y 22 que se debe ratificar y hacer
una adhesión a este, la firma queda abierta a las partes de estos tratados y un laxo posterior
de la firma del acta final de continuar expedito un periodo de expresión y la ratificación,
esa ratificación se hace posible y se depositan los instrumentos, quedará expedita a la
adhesión de las partes en los contenidos a los convenios es signatario del Protocolo.
PROTOCOLO III
Cualquier Parte Contratante de Alto Nivel podrá proponer una o más enmiendas, dichas
enmiendas propuestas estarán a conocimiento del depositario, tras realizar la consultas
con CICR (COMITÉ INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA), altas partes
contratantes, como también es el caso de la federación internacional de sociedades de la
cruz roja, propondrá si es que conviene realizar una reunión con el fin de examinar dichas
enmiendas propuestas, también cabe recalcar que en caso de realizarse una denuncia
realizada por una alta parte contratante, el procedimiento de dicha denuncia no surtirá
efectos hasta transcurrido un año desde la recepción del instrumento de denuncia. Dicha
presentación es de manera escrita y se le dará a conocer a las demás partes contratantes.
CONCLUSIONES
El convenio de Ginebra (Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los
heridos y los enfermos de las Fuerzas Armadas en campaña, aprobado el 12 de agosto de
1949) se aplicará en caso de declaración de guerra o de cualquier otro conflicto armado
que surja entre dos o más Partes Contratantes mayores, incluso si una de ellas no reconoce
el estado de guerra, en donde su mayor prioridad es defender a soldados heridos y
enfermos; capellanes militares, personal de apoyo civil; de los enfermos y los heridos que
acompañan a las fuerzas armadas, personal, equipos y centros médicos; civiles que en
forma espontánea toman las armas para repeler una invasión.
Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las
fuerzas armadas en campaña, 1949 - CICR. (1949, August 12). Icrc.org.
https://www.icrc.org/es/doc/resources/documents/treaty/treaty-gc-1-
5tdkna.htm#:~:text=Con%20esta%20finalidad%2C%20cada%20una,miembros%20del
%20personal%20sanitario%20y
MELZER, N., & KUSTER, E. (2019). Derecho internacional humanitario. Suiza: Comité
Internacional de la Cruz Roja (CICR).