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Ensayo Argumentativo

El Comunicador Social y el desarrollo de la libertad de expresión en


Colombia

Entrega 2 - Escenario 5

Presentado por:

Oscar Gutiérrez Parra - Cód. 1811021595


Yeraldine Martínez Montoya - Cód. 1811020924
David Francisco Dueñas Puentes - Cód. 100184453
Giovanni Andrés Rodríguez - Cód. 1811023502
Viviana Andrea Gómez Hernández - Cod. 100128697

Docente:

Hever Miguez Monroy

Politécnico Grancolombiano
Programa Comunicación Social

Derecho de la Comunicación

Colombia

2022
El Comunicador Social y el desarrollo de la libertad de expresión en
Colombia

Colombia es un Estado Social de Derecho, donde la participación ciudadana se


entiende como un valor constitucional y uno de los principales fines del Estado. Esta
participación se legitima como deber en cuanto a la responsabilidad de actuar en la
vida política y civil del país y como derecho en relación con lo establecido en el
artículo 20 de la Constitución Política de 1991 sobre la libertad de expresión y el
acceso a la información. Considerando que estas condiciones se promueven la
democracia en todo sentido en el país y que aplican para toda persona con
nacionalidad colombiana, se hará énfasis en el papel del comunicador y sus
responsabilidades en los entornos de información actual. (Hurtado Mosquera &
Hinestroza Cuesta, 2016)

La libertad de informar está en función del derecho a recibir información, así la


Constitución establece una conexión entre estos dos derechos, la primera protege
el interés del emisor, representado en todas sus actividades desde la recolección
hasta la difusión y la segunda considera al receptor, el cual debe recibir información
verídica, objetiva y oportuna. (Cifuentes Muñoz, 2000)

La libertad de expresión se caracteriza por la posibilidad que tiene cada individuo


de crear y difundir sus pensamientos, opiniones, investigaciones y/o creencias, más
allá de evitar las restricciones, el Estado debe garantizar las condiciones para que
pueda ejercerse de forma efectiva, lo cual incluye la libertad de prensa. El derecho
a la información consiste en la autonomía del individuo de juzgar la realidad con
conocimiento suficiente, recibiendo datos veraces, donde el Estado es responsable
de fortalecer el tejido social y asegurar que los ciudadanos estén en igualdad de
condiciones para informarse, esto también incluye la responsabilidad del
comunicador sobre las noticias que transmite.

En el proceso de la modernidad, todo lo que va de la mano con la globalización


marca una etapa de transformación para el comunicador social, la incorporación de
medios en este nuevo entorno permite difundir de manera instantánea algún tipo de
noticia de un lugar a otro en el mundo, lo cual influye en el pensar y actuar del
ciudadano común. En ese sentido el comunicador debe ser un individuo objetivo,
transparente, sin ningún tipo de interés personal para que prime la veracidad de la
información y no la naturaleza ni el efecto que esta cause sobre los demás.

Aunque el derecho a la libre expresión es un hecho, el ejercerlo no debe atentar


contra otros derechos fundamentales como el derecho al buen nombre, a la
intimidad personal, la injuria y la calumnia son elementos jurídicos a los que el
comunicador puede enfrentarse si no desempeña su labor limpiamente. Cada
ciudadano colombiano goza del derecho al buen manejo de su imagen y el concepto
de este para su utilización, por lo cual el comunicador debe ser consciente del uso
que hace de la información (T-090/96 de 1996).

Es importante señalar que los medios de comunicación, en su gran mayoría no han


sido capaces de garantizar la circulación de la información veraz e imparcial y son
frecuentemente usados como un factor disociador dependiente de ideologías
políticas y no como una herramienta de construcción colectiva, actuando bajo los
intereses económicos de grandes conglomerados mediáticos e industriales
(Guerrero-Gutiérrez, 2021).

El comunicador social al disfrutar de la libertad de expresión como derecho y


garantizando el acceso a la información como deber, tiene diferentes
responsabilidades, entre las que se destaca que no debe ser parte activa de la
noticia, no debe invadir ni suplantar espacios vacíos dejados por otros actores, ya
que al tener influencia sobre el territorio nacional puede distorsionar el sentido o el
origen de la noticia y atentar contra la veracidad de la información.

Como un influenciador, el comunicador social debe trabajar en función de la


sociedad, en el desarrollo de los grupos sociales, así como también en dejar un
legado que pueda enfrentar y enaltecer tan difícil papel social; a procurar cambios
positivos, productivos, colmados de principios y valores que contribuyan en la
construcción de una mejor sociedad.

El comunicador social ejerce un papel clave en la resolución de conflictos sociales


al expresar y revelar organizadamente, a través de técnicas profesionales
previamente aprendidas, injusticias contrarias al bien común. El comunicador social
debe comprender que su labor puede ser un puente hacia la justicia social y no solo
un medio para beneficiar a unos cuantos con intereses específicos. Con su labor
bien desempeñada ayuda a consolidar el buen juicio y criterio de los individuos y los
conduce hacia la inteligencia y el razonamiento prudente. Claro está que esto se
torna complejo cuando el comunicador no dispone de la libertad de expresar la
verdad, sino que tiene que maquillarla para beneficiar a sus superiores. Los
gobiernos o entidades independientes tienen el deber de prohibir aquellos discursos
que promuevan el odio e incitan a la violencia, pero, abusando de su autoridad,
muchos silencian la disidencia pacífica con leyes que criminalizan la libertad de
expresión.

En el ámbito político, cuenta con la posibilidad de construir democracia, ya que por


medio de la comunicación puede movilizar a la ciudadanía a que ejerza poder y
participe en decisiones políticas. Según Marcos Navas, la comunicación de los
últimos tiempos ha permitido susceptibilidad de la información en carácter
polisémico ya que se cuenta con diferentes saberes de la sociología, por la acogida
social por parte de la Cibernética, la semiótica, la lingüística, ya que se han
propuestos numerosos enfoques.

Teniendo en cuenta el poder en el ejercicio del comunicador social y/o periodista en


el país y su agenda informativa, se hace necesario mencionar también los riesgos
a los que se enfrentan, buscando crear garantías de información. El conflicto
armado ha generado un clima de intimidación en los medios de comunicación,
donde siguen siendo comunes las agresiones, amenazas de muerte y asesinatos
de periodistas. (Guerrero-Gutiérrez, 2021)

Para apoyar el trabajo periodístico y estar en pro de los derechos facultativos de


expresión y de derecho y libertad como Periodistas y Comunicadores Sociales se
han promovido programas dentro de los cuales, por ejemplo, se encuentra El
Programa de Acogida Temporal de Periodistas Perseguidos en América Latina, un
proyecto de acción humanitaria de la sección española de Reporteros Sin Fronteras
(RSF), que se ha puesto en marcha con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid,
reflejando la necesidad manifiesta de proteger a los profesionales que están en
busca de la verdad a través de un trabajo riguroso y que en contextos como el
colombiano se ha tornado violento y sesgado por interés políticos y económicos.

El programa tiene alcance para periodistas latinoamericanos los cuales se


encuentran en situaciones amenazantes o peligrosas para su integridad y el
ejercicio de su profesión; el programa ofrece una estancia en Madrid con gastos de
alojamiento y manutención incluidos. En América Latina, la violencia contra los
periodistas es una de las principales amenazas para la libertad de prensa, por lo
que este proyecto proporciona un alivio a periodistas que no pueden acceder a
programas similares de RSF en inglés o alemán.

Revisando el caso puntal de Colombia sobre el Ranking de 2021 de RSF sobre la


peor situación de libertad de prensa los observatorios internacionales la ubican en
el No. 134, donde significativamente los puestos iniciales representan menor riesgo,
listado que lidera Noruega. Con una puntuación de 43.74 se ubica dentro de una
categoría de “Situación difícil”, junto a países de la región como Venezuela, Brasil,
Bolivia y México.

Si bien, la Constitución ha brindado grandes oportunidades de participación en el


escenario público para los ciudadanos, la desigualdad social sigue generando
bloqueos en el acceso a los derechos fundamentales y las capacidades para ejercer
libertades, si bien, estas condiciones se encuentran establecidas como normativas
en la Constitución, se quedan principalmente como un ordenamiento jurídico donde
no se dan las circunstancias para su apropiado desarrollo (Guerrero-Gutiérrez,
2021). Adicionalmente, la libertad de expresión debería conectarse directamente
con el derecho a la vida.

¿Cuáles son las garantías para el cumplimiento de estos derechos fundamentales


establecidos en la Constitución? debería ser el interrogante que deje de reflexión
este ensayo. Colombia se ha caracterizado por el incumplimiento sistemático de las
reglas sociales y legales, el cual no solo es un comportamiento individual sino un
acto colectivo. La gran mayoría de los actores relacionados con estas actividades
de libertad de expresión y derecho a la información no ejercen sus
responsabilidades de acuerdo con el ideal democrático: “el bien común”. Unos
actúan en beneficio de unos sectores específicos, otros buscan atraer personas con
información llamativa pero falsa, a algunos no se les ha permitido acceder a la
educación, hay unos que no se interesan por verificar lo que leen o comparten y
unos más son censurados por lo que comparten. Cada uno de los involucrados debe
ser responsable de su papel activamente, sin embargo, hay una ineficacia en los
mecanismos de participación y las leyes que lo regulan, donde el Estado debe ser
el garante de este ejercicio no solo desde un nivel de ordenamiento, sino
participativo.
Bibliografía:

Gutiérrez-García, E. (2010). Gobierno corporativo y comunicación empresarial.


¿Qué papel cumplen los directores de comunicación en España? 147-160.

Martín-Barbero, J. (2012). Los oficios del comunicador. Signo y Pensamiento,


31(59), 18-40.

Salazar, M. y Sepúlveda, R. (2011). Perspectivas y proyección profesional de la


comunicación social. Signo y Pensamiento, 31(59), 194-209.

Cifuentes, Eduardo (2000). LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN COLOMBIA. Ius et


Praxis, 6(1),195-271. ISSN: 0717-2877. Disponible en:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=19760114

Guerrero-Gutiérrez, M. F. (2021). La expresión de la democracia. Libertad de


expresión en Colombia a 30 años de la Constitución de 1991. Catálogo Editorial,
1(025), 175–190. Recuperado a partir de
https://journal.poligran.edu.co/index.php/libros/article/view/2722

Hurtado Mosquera, J. A., & Hinestroza Cuesta, L. (Diciembre de 2016). La


participación democrática en Colombia: un derecho en evolución. Justicia Juris, 59-
75. Obtenido de Scielo:
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1692-
85712016000200059

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