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ANÁLISIS DE LOS ENFOQUES TRANSVERSALES

El primer enfoque transversal para el desarrollo del perfil de egreso de los estudiantes está
relacionado a tener conciencia de sus derechos. Este es un tema fundamental en su
formación integral pues incide directamente en su crecimiento como ciudadano. A lo largo de
los once años de la Educación Básica Regular (niveles Primaria y Secundaria), pero
mayormente en los cinco años de Secundaria, el adolescente debe recibir toda la orientación
para entender no solo que es un sujeto de derecho, sino que además debe respetar y
reconocer los derechos de los otros (sus compañeros, sus maestros, su familia, sus mayores,
etc.) con nociones y ejemplos simples que le sirvan para toda su vida personal y profesional.
En la descripción publicada en el documento oficial del nuevo currículo se menciona además lo
siguiente: "reconocer a los estudiantes como sujetos de derechos y no como objetos de
cuidado, es decir, como personas con capacidad de defender y exigir sus derechos
legalmente reconocidos. Asimismo, reconocer que son ciudadanos con deberes que participan
del mundo social propiciando la vida en democracia". Por lo tanto, nosotros también estamos
incluidos en la necesidad de conocer y respetar los derechos de los alumnos.
Esta noción refuerza el ida y vuelta del proceso educativo, presente en la bibliografía
pedagógica desde tiempos muy antiguos. "El maestro que enseña no debe nunca dejar de
aprender" dijo alguna vez el filósofo español Ortega y Gasset. En ese sentido, aprender a tratar
a nuestros alumnos como sujetos de derechos es parte de nuestra tarea en el proceso
educativo.
Sin embargo, esto no debe alejarnos de la idea de la disciplina y el respeto que deben mostrar
los alumnos por el maestro y las autoridades del colegio, como uno de sus deberes
ciudadanos. Porque se suele malinterpretar en estos tiempos modernos el rango de acción de
los derechos de los alumnos, que terminan reclamando, a veces a través de sus padres, para
que no se les corrija de determinada manera.
Por ello las actitudes de reconocimiento de derechos y deberes se basa en las declaraciones
vigentes, pero también en la amplitud de criterio del maestro, como líder y facilitador de la
educación. Por ello el currículo resalta que "los docentes generan espacios de reflexión y crítica
sobre el ejercicio de los derechos individuales y colectivos, especialmente en grupos y
poblaciones vulnerables y promueven oportunidades para que los estudiantes ejerzan sus
derechos en la relación con sus pares y adultos".
El primer enfoque transversal para el desarrollo del perfil de egreso de los estudiantes está
relacionado a tener conciencia de sus derechos. Este es un tema fundamental en su
formación integral pues incide directamente en su crecimiento como ciudadano. A lo largo de
los once años de la Educación Básica Regular (niveles Primaria y Secundaria), pero
mayormente en los cinco años de Secundaria, el adolescente debe recibir toda la orientación
para entender no solo que es un sujeto de derecho sino que además debe respetar y reconocer
los derechos de los otros (sus compañeros, sus maestros, su familia, sus mayores, etc.) con
nociones y ejemplos simples que le sirvan para toda su vida personal y profesional.
En la descripción publicada en el documento oficial del nuevo currículo se menciona además lo
siguiente: "reconocer a los estudiantes como sujetos de derechos y no como objetos de
cuidado, es decir, como personas con capacidad de defender y exigir sus derechos
legalmente reconocidos. Asimismo, reconocer que son ciudadanos con deberes que participan
del mundo social propiciando la vida en democracia". Por lo tanto, nosotros también estamos
incluidos en la necesidad de conocer y respetar los derechos de los alumnos.
Esta noción refuerza el ida y vuelta del proceso educativo, presente en la bibliografía
pedagógica desde tiempos muy antiguos. "El maestro que enseña no debe nunca dejar de
aprender" dijo alguna vez el filósofo español Ortega y Gasset. En ese sentido, aprender a tratar
a nuestros alumnos como sujetos de derechos es parte de nuestra tarea en el proceso
educativo.
Sin embargo, esto no debe alejarnos de la idea de la disciplina y el respeto que deben mostrar
los alumnos por el maestro y las autoridades del colegio, como uno de sus deberes
ciudadanos. Porque se suele malinterpretar en estos tiempos modernos el rango de acción de
los derechos de los alumnos, que terminan reclamando, a veces a través de sus padres, para
que no se les corrija de determinada manera.
Por ello las actitudes de reconocimiento de derechos y deberes se basa en las declaraciones
vigentes, pero también en la amplitud de criterio del maestro, como líder y facilitador de la
educación. Por ello el currículo resalta que "los docentes generan espacios de reflexión y crítica
sobre el ejercicio de los derechos individuales y colectivos, especialmente en grupos y
poblaciones vulnerables y promueven oportunidades para que los estudiantes ejerzan sus
derechos en la relación con sus pares y adultos".

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