Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
UNIDAD I
LA TEOLOGIA
Ahora bien, debemos distinguir dos actos distintos que realiza el creyente:
1. La labor del teólogo.
2. La fe infusa del creyente.
La labor del teólogo implica algo más que el acto de creer, y es el esfuerzo
humano, el estudio e incluso el razonamiento y discurso sobre las verdades
reveladas. Por eso, la teología pasaría a ser definida como un conocimiento
de una verdad inferida, por discurso natural de una verdad tenida por
revelación divina.
Esto nos lleva a tener presente que en el campo de la divina revelación es
preciso distinguir dos grandes grupos de verdades: verdades en sí mismas
formal y explícitamente reveladas, y verdades virtual e implícitamente
reveladas. Para estas últimas, hace falta el discurso natural, que haga ver
contenida una verdad en otra, es decir, pasar de una verdad explicita y
formalmente revelada a una verdad implícita y virtualmente revelada (es
aquí en donde se presenta la labor del teólogo).
Por esto, la teología pasa a ser un conocimiento divino-humano de las cosas
divinas.
Por esto se puede definir a la teología como “habito científico que versa
sobre las conclusiones adquiridas, por rigurosa demostración, de las
verdades por fe divina”.
Son de las verdades tenidas por fe divina o de las verdades formal y
explícitamente reveladas o de los artículos de fe, de donde parte la teología
sagrada para demostrar sus conclusiones; son no objeto, sino su punto de
partida; mientras que las conclusiones son término.