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Técnica de apoyo para reducir la ansiedad

Introducción

La ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud. Puede hacer que sude, se sienta
inquieto y tenso, y tener palpitaciones. Puede ser una reacción normal al estrés. Por
ejemplo, puede sentirse ansioso cuando se enfrenta a un problema difícil en el trabajo, antes
de tomar un examen o antes de tomar una decisión importante. Si bien la ansiedad puede
ayudar a enfrentar una situación, además de darle un impulso de energía o ayudarle a
concentrarse, para las personas con trastornos de ansiedad el miedo no es temporal y puede
ser abrumadora.
¿Sabías que la odontofobia es una de las causas principales por las que los españoles no
acuden al dentista? Se caracteriza por mostrar un miedo elevado y excesivo a acudir al
dentista. ¡Es mucho más frecuente de lo que piensas! Y es que, muy a menudo, las
intervenciones y tratamientos odontológicos se relacionan directamente con
situaciones molestas, desagradables y dolorosas.

El temor existente en la odontofobia es fóbico. Para que un miedo sea caracterizado como tal,
debe contener ciertos aspectos:

 Irracional.
 Excesivo.
 Persistente.
 Incontrolable.
 Busca evitar la situación temida.

Asimismo, conlleva una serie de síntomas como la tensión muscular, el aumento de las tasas
cardiaca y respiratoria, la dilatación pupilar, el aumento de la sudoración o, incluso, dolores
de cabeza y/o estómago. Algunas personas con fobia dental pueden ser tratadas con fármacos
para controlar la ansiedad, pero la mayoría prefiere no tomarlos.

Tu gabinete debe contar con herramientas que traten de crear una atmósfera agradable para
lograr un estado de paz y relajación. ¿Sabías que la música ayuda a controlar la ansiedad?
¡Apuesta por ella!

Los trastornos de ansiedad son afecciones en las que la ansiedad no desaparece y puede
empeorar con el tiempo. Los síntomas pueden interferir con las actividades diarias, como el
desempeño en el trabajo, la escuela y las relaciones entre personas.

Esta técnica, heredada de prácticas meditativas y convertidas en una herramienta secular,


ayuda a centrarse en el momento presente, algo esencial para controlar la ansiedad que tiende
a anclarse a un momento del pasado o el futuro.
“Con ella puedo regular la atención dirigirla a un estímulo determinado. Hay un punto de
intencionalidad, y se puede generar. Cuanto más centrados estemos en el presente y en las
cosas que para mí son valiosas, mejor”.

La conciencia corporal, el foco en la respiración y la atención sobre aspectos sutiles, como el


aire entrando y saliendo de las fosas nasales durante unos minutos, son el punto de partida
para este tipo de entrenamientos.

2. Detectar y mantener emociones positivas

El psicólogo David Alvear recomienda centrar


la atención en las emociones positivas e
ignorar las menos agradables. Valeriy_G /
Getty
“Las emociones se pueden conceptualizar como
una tendencia multidimensional que se
despliega en un espacio relativamente corto de
tiempo y que supone una reacción subjetiva al
ambiente”, explican en el libro. Como hemos
dicho la ansiedad es una de ellas. Pero, ¿qué
ocurre si centramos la atención en las positivas, sin rumiar las menos agradables?

“No va tanto de generar más (emociones positivas), sino que las que suceden, sepamos
sostenerlas sin boicotearlas”, cuenta Alvear. Como concluyen él y Cebolla en su texto: “No
se busca alargar las positivas exclusivamente desde una perspectiva hedonista, sino como
medio para lograr una mente equilibrada y virtuosa”.

Entre las actividades que recomiendan para lograrlo están realizar algún tipo de voluntariado,
encontrar la belleza de la naturaleza, y rememorar el tiempo que se pasa con los seres
queridos o con amigos. Pero también un buen libro, una película o una conversación.
Como ejercicio proponen detenerse al final del día durante cinco minutos, coger libreta y
lápiz y apuntar tres cosas buenas que se hayan experimentado a lo largo de la jornada. Tras
escribirlas, dedicar 20-30 segundos a saborear cada una de ellas.

3. Recuperarse de emociones difícil

¿Cuánto tiene que durar la ansiedad provocada por el hecho de que nos den un golpe en el
coche? “Engancharse a ese asunto una semana supone estar más irritable, rendir menos o ser
más agresivo. Este comportamiento no es adaptativo, y hay que reducir su impacto”, indica
Alvear, que advierte que hay que evitar cortar emoción; la clave está en regularla.

“Cuando las tendencias de respuesta ya se han iniciado se intenta modular la emoción, a


través de la intervención sobre los componentes experienciales, conductuales o fisiológicos”,
expone en su texto. Hacer ejercicio físico, respiración profunda o relajación son algunas de
las técnicas para lograrlo.

El yoga permiten alcanzar un estado de relajación óptimo y controlar de forma efectiva el


estrés y la ansiedad. Shutterstock

4. Trabajar la bondad, la amabilidad y la empatía

Tanto Alvear como Cebolla sugieren que trabajar la bondad como conducta prosocial,
altruista y compasiva es el eje de la salud mental. “No es algo nuevo, de esto ya se hablaba en
la Grecia clásica. El hecho de estar atentos a los dilemas morales cotidianos que tenemos y
hacerlo alineado con lo que moralmente es adaptativo en cada situación es importante”,
recomienda el psicólogo. Se trata de poner en marcha conductas de amabilidad y empatía,
siempre con base altruista, algo que también se entrena.
Una de las propuestas es realizar cinco actos bondadosos aleatorios en un solo día de la
semana a cinco tipos de personas: Un compañero de trabajo, un familiar, una persona neutral,
una incómoda y alguien desconocido.

5. Activar nuestro yo compasivo


Según dice Alvear, “somos un subgrupo de personalidades, y nos interesa potenciar el
yo compasivo”. Por ello, es importante tomar conciencia de qué tipo de su personalidad se
activa cuando aparece la ansiedad.

Se anima a revisar sucesos y cuestionarse quién dirigía, qué sentía, qué apariencia tenía, qué
fortalezas le guiaban, dónde y cómo se representa en el cuerpo, qué narración o diálogo lo
acompaña. Posteriormente, se repite este planteamiento pero imaginando que ha sido
dominado por la parte compasiva.
Imágenes Relacionadas a la Ansiedad
Conclusión

Para concluir podemos ver como la reacción del paciente ante la situación dental variará
dependiendo de su estado emocional. Igualmente su comportamiento, su receptividad a
nuestras instrucciones y su sensibilidad dolorosa frente a las distintas maniobras
terapéuticas varían de un paciente a otro.

La psicología diferencia entre dos conceptos:

Ansiedad: reacción emocional (tensión, malestar, sudoración…) producida por la


percepción y anticipación de un peligro o amenaza.

Temor: tensión ante una causa real.

Hago esta aclaración para dejar claro que puede existir malestar (tensión, miedo…) en el
paciente, a pesar de que la situación no sea realmente amenazante. Por tanto, tenemos que
tener presente que el paciente verdaderamente lo está pasando mal, aunque la situación no
lo justifique, como, por ejemplo, ante una simple revisión bucal.

En el miedo interviene más la interpretación que cada uno hacemos de la situación que de
la situación en sí misma.
Bibliografía

https://www.lavanguardia.com/vivo/psicologia/20191128/471765697819/tecni
cas-manejar-ansiedad-mejorar-memoria.html

https://medlineplus.gov/spanish/anxiety.html -
:~:text=La%20ansiedad%20es%20un%20sentimiento,y%20tenso%2C%20y%
20tener%20palpitaciones.

https://gacetadental.com/2014/04/protocolo-de-actuacion-ante-el-paciente-
ansioso-48539/ -
:~:text=Respuesta%3A%20Procura%20que%20el%20paciente,organismo%20
pueda%20reducir%20su%20malestar.

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