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1.

CONSIDERACIONES GENERALES
El Derecho moderno tiene ciertas características especiales y
relevantes en Ia formacién de los Derechos Fundamenarl.. .o*o
expresa el profesor Gregorio Prces go**¿(125)3

1) ser un Derecho estatai fundado en el poder del Estado como


ordenación racional y completa de la sociedad (iusnaturalismo
racionalista moderno). 2) el desdnatario del Derecho será el
" homo iuridicus" , el hombre y el ciudadano,
frente a los desti-
natarios particulares y concretos de la Edad Media. 3) El Dere-
cho,se identifica pienamente con Ia le¡ frente a la concepción
medieval del Derecho como ius,bú,sqieda de 1o justo .i .*ro
concreto. 4) se formara y consolidarala idea de der"cho"rsubjeti-
vo como capacidad jurídica del individuo desde la menraÍdad
moderna antrcpocéntrica.

Es resaltante las ideas de Norbertó Boerro(r26) quien afirma que:


Los derechos, en la medida que sün fundamento del Derecho
expresan la tendencia naturai del hombre a evitar el dolor, la
irfelicidad,.y, .t general, el mal, entendido conlo expresión de
1o irracional en la hisroria (...) son manifestación dej progreso

(r25) pr."r-g¿Rse MenrÍNez, Gregoúo, curso de derechos


fundamentales" Teoría
general,3.' reimpresión. Madrid: Boletln oficial del EJtado, 2üL4, p. r39.
(126)
Bonnro, Norberto citado por Gnsppr, Andrea, "Los nuevos y los viejos Dere-
chos fundamenrales", en cansoN¿*, Miguer (comp.), T1oría canstitacional
y, Deredtas fundamentales, México D. F.: comisión ñacional de los Derechos
Humanos, 2Aü2, p. 194.

-81 -
'I?oclo
riru Cristé bal 1 á'marn

moral dc la humanidacl en la medida en que reflejan "ci dcs¿-


rrollc de la cc¡nciencia del sufrimiento, de la pobreza, de la mi-
seria (...) eri. que vive ei homh:re en el mundo, y ei sentimiento
de intolerabiliclad dc esta condición"

En
ese entendido los f)crechos Humanos [funclamentales]
constiulyen una de las grandes construcciones político-jurídicas
de nuestra tradición moderna. En cste aspecto, Aeulrnna Pox're-
lpq(l2z) manifiesta que, los derechos fundamentales constituyen, de
este moclo, la categoría jurídica que engloLra a los derechos humanos
universales y los derechos ciudadanos nacionales. Ambas clases de
cierechos fundamcntales son, parte integrAnte, neccsaria e inelucliblc
de la cultura jurídica de todo "Estado constirucional". Entonces, D.
se pucclc afirnrar que, el concepto de derecho fundamental impli-
L.:.
ca Ia eminente correspondencia cle iguaidad y dignidad humana,
il l.
pues reconocen una aspiración universal que se encuentra inserta en
nuestra cultura occidental.
\l u ,

a a-
Bajo todo lo diciro, es deber primordial del Esrado garanrizar, :

dc un lailo, la plena vigencia de lc,s derechos humanos 1', de otro,


proteger a la población de las amenazas contra su seguridad; así
reza e'r afi. 44 dc ia CPE. 'ihl disposición no hace sino reflejar la
a, r:,
:- ll
permanenre tensirin que exisre en el Estado entre krs intereses de iri
seguriclad colectiva ). los dcrcchos firndarnentales y libertades indi- t,-
viduales, que a decir de AsnNcro M¡,u-too se presenta con ma)¡or l

intensidad cn cl proceso penal(118). ¿-l


Bicn ha señalado hrlrn_rNun F]srneupp,s(129) que, la razón estri_
ba en que el proceso pen'al persigue i¿ realización cle la pretensión

ir2i) Acunrne PoRr¡r¡is, Raliel, "M¡.rlticulturaiismo, del:echos hntnanos y ciuda<la-


rría cosmopolita" en Reuista Letras Jitrírlicas, N." 03, México D.F.: Universidad
de (iuaclalajara, 2A06, p. 17. Recuperado de <https:/lbit.l1,/2wClMCJq>.
rt:
r 128)
-Assxr:ir¡ Mtlraoo, José María, "El ¡-rroccso penal con rodas las garantías",
eo Reaista ltt¡ et Wt'itus, N" 3;j, Lima: dicieml¡rc dr 2006.
lt29) MrR¿xoa Es:rn,lrrt,us, M¿ntr.:I, "l.a valoración de ia prr-rcba alaluz del nucvo
CóCigo Procesal Penal peluano de 2004", en l-ibro Horuenajr al profesor Raúl
Peú¿ Cabrera, t. Il, Lima: Ara Eclirores,20A6.

oa
-- üL --.
Corustitución y prueba percal

;t- punitiva mediante el descubrimiento de los actos delictivos y de


ú- sus autores, para 1o cuatr limita en la práctica derechos fundamen-
fo tales de ios ciudadanos, siendo necesario que despliegue ral activi-
dad respetando ei contenido esencial de los derechos, garantías y
principios constitucionales. Pues como sostiene Goroscrru¡p1(130),
:§l
la estructura del proceso penal de una nación no es otra cosa que
á§
el termómemo de los elernentos corporativos o autoritarios de su
f,-
Constitución; y por su parte Roxrx(t¡t) consiclera el proceso penal
ile
como el sismógrafo de la Constitución estatal, de modo tal que cada
os
cambio esencial en la esuuctura política también conduce a traRs-
rle
forrnaciones dei procedimiento penal.
¡le
b, De oúo lado, Ternvpn¿ Ercurn¿(l¡r) indica que:
li-
La Constitución se convierte así en el referente por antonoma-
l2,
si.a, no solo del legislador procesal penal sino de toda ¿ctuación
EXr
de los encargados de la persecución penal, y de las personas
que de una u otra manera se ven vinculadas a un caso penal.
u, Esta afirmación implica un deber de protección de los dere-
chos fundamentales durante todo el proceso penal; lo que no
s,
signifrca la omisión de rutelar otros bienes o valores jurídicos
l§1
constitucionalmente valiosos, en la medida que tales derechos
,la
son relativos )r no absolutos. Por ello elTiibunal Constitucionai
ila
-en adelante TC- ha sostenido que ei respeto de los d.erechos
Ir fundamentales de los procesados no es incompatible con el de-
br ber de los jueces de determinar, dentro de un proceso penal
deL¡ido, la responsabilidad penal del imputado (...).
I

Ahora bien, respecto al derecho a la prueba reconocido en


nuestra CPE, en concordancia con la jurisprudencia de la Corte

Gor-oscr¡l'rrnr, James, "Problemas jurídicos y políticos del proceso penal", en


Principtios generales del proceso, vol. I, México: Editorial Jurídica Llniversitaria,
2003, p. 106.
RoxrN, Claus, Deyecbo I'rccesal Pen¿l. Buenos Aires: Editores del Puerto,2003,
p-i0-
Thravr,RA Et.eurna, Ptblo. La prueba en el nueuo Proceso Penal. Manual del
derecho probaterio y de la aalorización de las praebas en el proceso penal cornún,
Lima: GTZ-AMAG, 2009, pp. l9-ZA.

-83-
Tea do rico Cris aí bal Tímara

colombiana en su sentencia
*:fi::ionai T-3g3 de 1994,rnani-
esl
La firndamenra]idad der de
derecho a Ia prueba esrá
en que es un
derecho típicamente i"di"iJ;;j,ñ;á;;-i
cacién direcra, jusriciable;drill; U";,o,,I"i
acción de tutera. se"0,,_ es
cuen*a enffe los derechos en_
q". d.b"á ser regurados mediante 1er,
Iey 1' de los que no son
susrepcibres de suspensión
mi
esrados de excención-
Tiene;; ;;;r;idc esenciar durante los
consisrenre la,
en la facurr"d á" Ias personas
de propender por Ia for:mación
de ta conyicción d.l oP
Éácricos dei derecho
;";;;;;.Jlrulard de. tos presupuesros sié
o'a.l irr...¿';;;;"" en lirigio.
ios
Enronces' el derecho
fundamentar a Ia prueba 0r(
tiene un conteni-
como p".ru-eo*^r"Llp,.,l,,
seriala
*nffiÍtluT:: ,",,,o ,,o,
.,
o9,o::t;;ffi :ry,,Xil,:I,ifl:::i,il,X_';.r*;:,rl,,jo";
más adelanre*' pues, impri.rn
p""b" "J;;, ¿.intrínsecos .o*o exrrínsecos
t",i."*";;#. lac
de ahí"'¿'i"
"Hllllffi1uü 'l que la ra persona det
prueba
en un fin en ,í mo que ponga a Ia persona "" ;;.;_-..."Li...rr"
*rr..r.r; cue
como su insffumento. Fer
Los derechos fundarnentales,
y su reconocimiento. como so€
ta el TC, es presuDrr.*.^ .l--"*:::,':,"r:,:','urloclmlen[o, cr apun-

e ;F
Ílue
; I;:',:",1¡i, Í: 6'g
ción ética y axiológicr,'.., l;:1,1 *"* I lx: ii;i*Jl en(
á.rro *rrrrn.u.*
del principio-derecio i".arf"üi'i**"rr*, .r;;r;r;s posirivas
preexisrente al orden rech
un ét .Jm; fi" .;premo de t. ,oÁd"d y
;",:flUroyectado del elf
resa
- EI deber de proteger los derechos fundamentares exige de los
jueces
naIT
-en especial_ y de ios demás
Ios precedenres y ,a jurispruden.ia operadores jurídicos, observar
sentencias norrnadvas
,irr.,rl.ra.s del Tc. pues,
y sus precedentes con efectos sus 035i s
normadvos se (136)
c
p
(133) p6a"r-6ans¡ (137)
F
M¡¡ Gregorio' curso de
general,ob. cir., derecbos jr
u3{)
o.i}"' fundamentules. Teoría
STC Exp. N.o 1417_2005_AA/TC. 21

0381 T
p.
-84*
{or¿stttucidft j Prwbá penal

esraruyen coffrü fuente de Derecho v vinculan a todos los poderes


del F.stado y a los particulares(I35).

En ese senticlo de ideas, OnÉ Guenpl4{136), señala que, la pmeba


es de configuración iegal; no obsranre, su regulación solo tendrá re-
levancia cuancio el diseño legamente establecido en ei ordenamiento
mantenga coherencia con los ralores constitttcionales vigentes. Así,
la constitucionalización de la prueba suPone que la actuación de los
operadores encargarlos ranro del acopio, la incorporación, Ia admi-
sión, la actuación y la valoración de la prueba se realice respetando
ios parárnetros esrabiecidos en los tratarlos internacionales v la CPE,
o, en sll caso) reconocidos en ia jurisprudencia constitucional.

2. DERECHOALAPRUEBA
La función principal dei proceso judiciai radica en determinar
la ocurrencia de dcterminados hechos a los que el Derecho vincula
determinadas consecuencias jurídicas, y la irnposición de esas conse-
cuencias a los sujeros previstos por el propio Delecho. Por ello, clice
Fennen Bnrrn (N(137) que se ha de conctruir clue la función del proce-
so es [a aplicación del Derecho. En esa línea, la idea ñrndan-rental es
que el ciudadano tiene derecho a dernostrar Ia verdad de los hechos
cn qu.: se funda su pretensión proccsal.
(1381
Es decir, fundamenta Tenurro que cl ciu<iadano tiene dc-
recho a probar que se han producido. o no, lcs hechos a los que
el Derecho vincula consecuencias jurídicas. Por ello, se encarga de
resaltar que la prueba constituye uno de los temas de mayor apasio-
namienro en el proceso judicial y sobre manera en el proceso penal,

tr35) sTC Exp. N." 3741-2004-AAITC.


irr6) g*6 Guan»te, Arsenio, f)erecho Procesa/ Pet.al Peruano, ob. cit.,
pp.310-311.
(1r7) IIERRER BnrrnÁN, Jordi. "Derecho a la prueba y racionalidad de las decisiones
judiciales", en Rettistd. Jaeces para la detrzocracia, N" 4Z Madrid: marzo del
20u3. pp. )7-34.
irssl TnRUFFO, Michele, I.a prueba d.e los hechos, M¿drid: Editorial Ttaua,2A02,
p. 21.

-85-
Teo dorico Cristií bal Timara

pues toda la doctrina procesalista se aboca a su estudio con


distintas gar
intensidades refiere SÁNcnrz VETARDE(I3e).
rece
El TC a6rma qr1:, derecho a probar es uno de los compo- Gu,
:l
nentes elementales del derecho a la tutela procesar efectiva,
púes,
constituye un elemento implícito de tal derecho(140).
n0r
De la misma manera indica que es:
tam
rica
un derecho básico. de los justiciables producir la prueba re- que
lacionada con Ios hechos que configuran su p..t"*ió., unJ
o ,,.
defensa. según este derecho, lrr pr.,á o ,rr, ,.i."ro legitimado
Pru
en un proceso o procedimienro, rienen el cierecho á produ-
cir la prueba necesaria con la finalidad de acredita, los [rechos
que configuran su pretensión o defensa. se trata de un derecho
complejo que está compuesro por el derecho a ofrecer medios
probatorics que.se .o.,.iid.."., iecesarios, a que estos sean ad-
mitidos, adecuadamente actuados, que r" r."g*r.la producción
o conservación de la prueba a partii de la aciuación anticipada
de los medios probatárior y q*. estos sean valorados de mane-
ra adecuada y con la motivaáión debida, con el fin de
¿"*. a
mérito probatorio que renga en la sentencia. La valoración de
h fp".U1 debe estai deL¡idamente motivada por *r, l,
finalidad q": el justiciable pueda.o*p.oÉn, si"rrri.o,
diJo'mérito
1.
ha sido adecuadamente realizádo.(r4r)

La observancia del derecho a la prueba encuentra sustento


en
dive¡sos instrumentos internacionale^s, tales como la convención
Americana de Derechos Humanos en adelante CADH-
- que re-
gula el deiecho a utilizar los medios adecuados para la preparacién
de la defensa (art. 8.2-c) y a interrogar a ros testigos prá.rrr.,
.r, *r
tribunal (art. 8.2.f); y el Pacto Inteinacional de ó.r..ho* civiles y
Poiíticos -en adelante PIDCp- que consagra el derecho
a inrerro-

03e) slNCHEz vrreno., ptlslo, Manual de Derecho precesal penal,


Lima: Idernsa,
24fi, p. 637.
(140)
Véase STC Exp. N." 03997 2013_PHC/TC, funclamento 1.
(rar)
Véase STC Exp. N: 67L22ü05-PHC, fundamento 15.

-86-
Constitución y ?rue bd ?€nai
:--

ts gar o hacer interrogar a los testigos de cargo y a obtener la compa-


t
recencia de los testigos de descargo (art. 14.2.e) -manifiesta Ox.É
Guanom(le)-.
D.
I
8,,
¡
Desde esÉa particularidad, que Ia inobservancia de este derecho
r
no solo se puede producir a nivel de las instancias judiciales, sino
también en el fuero legislativo, conforme advirtió la Corte Interame-
ricana de Derechos Humanos --en adelante Ia CIDH-, al sostener
que la estructura de los "(.,.) pto.esos no alcanzan los estándares de
un juicio justo [cuando] se prohíbe a los procesados conffadecir las
pruebas y ejercer el control de las *1**rt"(143).

Desde la sentencia recaída en el Exp. N." 010-2002áI/TC, el


TC sostuvo que:

El dereú¡o a la prueba goza de proteccién constitacional, pues se


trata de un contenido implícito del derecho al debifu proceso, reco-
nocido en el artículo 1i9", inciso 3) de k Constitución, ello eru la
ynedida en qae los justiciables estdnfacubados para presentar todos
los medios probatorios pertinent*, a fn de qae pueda crear en el
órgano jurisdicciovtal la conuicción fiecesd.ria de que sus Arg?¿rn€vr-
tos planteados szn corr€úos.

Asimismo, en el Exp. N." 6712-2AA5-HCITC se señaló que:

Existe un deretl¡o canstitacional a probaa orientado por bs rtnes


?roPios de la obseruancia o ti¿telá del d.erecho al debido Proc€so.
Pasteriorrn€nte, se dijo que el derecha a ?robar es uvt corn?ofiente
elemental del derecho al debido ?raceso, que facuba a los jasti-
ciables a. ?osturlar los rnedias probatorios que jusfirtquen sus afir'
rnaciones efl u.rc Proc€so o procedimiento, dentro de los límites y
alcances qae la Carustitucitin y la ley establercn (...).

rt¿z)0nÉ Guannra, Arsenio, Derecho Procesal Penal Perwano, ob. p. 3t3.


(t¿l O¡.É Guanora, Arsenio, Derecbo Procesal Penal Peruano, ab. p" 313.

-87-
Teodorico Cristó bal Tímaya

2.1. Dimensiones del Derecho a la prueba -


J.
Siendo un derecho fundamental, el derecho a la prueba su riene
una doble dimensión o carácter. Pues según el TC, en slr dimensitin gido
swbjetiua,las partes o un tercero legitimado en un proceso o pro- desa
cedimiento denen el derecho de producir la prueba necesaria, con cion
la finalidad de acreditar los hechos que configuran su pretensión o deb,
defensa. En su dimensión objetiua, comporra también el deber del mer
juez de la causa de solicitar, actuar y dar el mérito jurídico que co- la ju
rresponda a ios medios de prueL,a en la senrencia{l&). yP.'
Ar-q
Z.Z.Límites del Derecho a Ia prueba que
Asimismo, respecto a los límites dei derecho a la prueba elTC ha
manifestado Ílue, también esrá sujero a restricciones o limitaciones
derivadas, tanto de la necesidad de que sean armonizados con otros
derechos o bienes constitucionales -límites extrínsecos-, como de la
propia naturaleza del derecho en cuesrión -límites intrínsecas-{r45).

Así sostiene Terevpq¿ EreusRA(I4O que;


El derecho a la prueba se encuenrra sujeto a los principios de
pertinencia, utilidad, oporrunidad y licitud. Estos principios
informan la actividad probatoriay, aI mismo dempá, .rt"bl.-
cen límites inmanentes a su ejercicio, esto es derivados de la
propia naturaleza del derecho. Sin embargo, lo anterior no
quiere decir que no pueda establecerse orra clase de límites,
derivados esta vez de la necesidad de armonizar su ejercicio con
otros clerechos o bienes constitucionales, siempre que con ellos
no se afecte su contenido esencial o, en su caso, los principios
de razoqabilidad y proporcionalidad. En cualquier cáso, la po-
-ba-
sibilidad de justificar válidamenre esros otros límites debe
sarse en la necesidad de proteger omos derechos y bienes de la
misma clase que aquel que se limita.

(144)
STC Exp. N." 1014-2007-PHC/TC
G4r) STC Exp. N." 4831-2005-PHC/TC
(t4O
T,tr¡vsn¿ EtGurRA, Pablo. La prueba en el nuer-o Proce¡o Penal. ob.
?. 3r.

-88-
Llonstit¿,tcióil y ?rLte ¡?rt
¡;r,nal

3. CONTENIDO ESENCIAL DEL DERüCHO A. LA I'RUEBA(I47)


El conte.ido ese^cial o contenido constitucionalmenre prote-
gido del derecho fundamental a la prueba no fue primigeniameÍlre
desarrollado por la.iurisprudencia áel TC, ,i.,o po, ia d"octrina na-
cional y la doctrina y jurisprudenci.a exrranjeras. No obsranre, se
debe p*,tuaiizar que la clelimiració,, o del clerecho funcla-
menral a la prueba se ha ido perfilando "l."nre
en nuesrro país a rravés de
la jurisprudencla- dc nuesrro nráxim, intérprcte ,c" la currrrirució,,
v pai'ticuiarmenre por las regias probarorias del cplr^ Brrsr¿¡,raxr¡r
Ar.,rncóN(148) aiirma quc sc t¡at¿i Jc u. dcrecho co,rplejo,
en vista cle
qlle su conrenido s€ encue'tra inregradü pür io.s siguientes clerechos:
1) el de recho a ofrecer los medios probatorios di:sti.aclos a
acre-
ditar ia o inexis¡encia de los ireci:os que son objeto
exisrenci¿r
concrcto de prueba; 2) el dcrecl-io a que se admiian Ios medios
probatorios así ofrecidos; 3) el derccho a que sc actúen adecua-
damente los medios probatorics admiridás y los que han sido
incorporados de ofci. por cl juzgador; 4) .i ,ler,ciho a que
se
asegurc la producción o .o.,r.r,r"iión de la prueba , ,rrré,
d.
la actuacién,.nticipada y adecuada de 1.,, ,,r.di.r. probatorios;
y,5) el derecho a que se val.ren en forma adecua.la.,, moti',rac{a
los medios de prueba que han sido actuados que 1á., ingresa-
),
do al proceso o pr,rcedinriento.

En ral senrico, el propio TC ha clelirnitado el cr¡nrenido del


derccho a la prueba:

( ..) S, trat,t de un derecho cotnphjo qorc está coln?uesÍo por e!


ilerecho a afi'et:e,tnedios
rürolttttnrios qri*
cansirJ.re¡i r¡ercsa¡ ior; a
qlre estos sean a¿lmiildos, adecuad¿rir,rt, actuaCtts, qt¿e se ds(gure
la prodncción o conseruación de la prueba /¿ pltrtir di la actuarió,
anticipada cle los tntlios probarorlor, y qile €st.s sta, aalorados ¿le
tilnn(rd,trtecu,tda )t cott la ¡notit,at'iáu dchida. rott elftt dc d¿rle
el tnériro probatttrio tlt¿e t€7zgr¿n en la sententia. Lá aaloradón

t47l
,
OnÉ Cu¡rora, Arscnio, l)erecho prt,¿.es,tl peuttl pcruano, olo. cir., p.
3]6.
ii 48)
Busrrilu,rNTE Ar.ar.ctiN, Reynairio, El ¿Jertcht; a
])rob/tt tD??to elemento asencial
de un ¡trtcesr.t Justo, ob. cit., pp. i02-i0j.

* 89-
Tbodsrico Cristó bal'ümara

I de Ia praeba debe estar debidarneft.te motiuddd ?or estrita, con la nec


I fnalidad
de que el jusriciable pueda cornprobar si dicho mérito ha StIS
I sido efectiua y adecaadamente ,rol¡*t/n\t4e). aut
Por otra parte, con el fin de definir cuáles son las manifestacio- sel
nes, elementos o derechos que integran el derecho a la prueba, el TC al¿
ha recogido ampliamente todas las que la doctrina ha puntualizada yL
hasta el momento, sin duda con la finalidad de dotar al referido dere- los
cho fundamental de una elevada protección consrirucional, tanto más
si la configuración de este derecho es esencialmente legal.
Pr(
Por su parte, FeRREx BprT nÁu(150) considera que los elementos cia
definitorios del derecho a la prueba son los siguientes: 1) el dere- D(
cho a utilizar todas las pruebas de que se dispone para demostrar d,a

la verdad de los hechos que fundan la pretensión; 2) ei derecho a ha


que las pruebas sean practicadas en el proceso; 3) el derecho a una ios
c01
valoración racional de las pruebas pracricadas;y,4) la obligación de
motivar las decisiones judiciales.
c1É
3.1. El derecho a r¡frecer medios de prueba e1

Según Rro¡a BsRMúnpz(lsu el derecho a ofrecer medios de mr


prueba, tiene por finalidad producir en el juez el conocimiento so- tér
bre la existencia o inexistencia de los hechos afirmados por estas en
los actos postulatorios del proceso. Por ello, no solameote consti-
tuye un derecho sino también un deber de quien afirma un hecho, Pf
su
que este sea debidamenre susrentado o comoborado mediante los
p(
medios probatorios regulados por la norma procesal, sin afecta¡ los
principios procesales y consrirucionales que la garanrizan.
A
111

Ei TC afirma que una de las garanrías que asiste a las partes o{


del proceso (en generai) es la de presenrar los medios probatorios rir
m
re
04} STC Exp. N." 67DaA05-HCITC. Véase fundamento 15.
(1e0) pt**u*
BnrrnÁN, Jordi, "Derecho a la prueba y racionalidad de las decisiones
judiciales", ob. cit., pp. 27-34.
(rtr) RrolA Brn¡dúoez, Alexander,
Cornprndio d,e Derecho procesal ciail, Lima: Adrus,
2016, p.378.

-90-
Constitucién y prueba perual

necesarios que posibiliten crear la convicción en el juzgador de que


sus enunciados fácticos son los correctos. De esta manera, si no se
autoriza la presentación oportuna de pruebas a los justiciables, no
se podrá considerar amparada la tutela procesal efectiva. El derecho
a la prueba implica la posibilidad de postular, dentro de los límites
y aicances que la Iey reconoce, los medios probatorios para justificar
los argumentos que el justiciable esgrime a su favor{152).

Una de las rnanifestaciones de este elemento del derecho a


probar se encuerltra en la posibiiidad de ofrecer testigos. Thl como
ciaramente Io ha expresado el art. 14', inciso 3, acápite e) del PI-
DCB asi como el art. 8" de la CADH, la persona acusaá,a tendrá
derecho, en pLend igwaldad, y durente todo el proceso: {t interuogar o
hacer irutewogar a los testigos de cargo y a obtsner la cowtparecencia de
ios testigos de dutargo, y a que éstos sean interrogados en las mismas
condidones que los testigos de cargo.

El CPP regula el derecho a ofrecer medios probatorios estable-


ciendo como regla esencial el principio de aportación de parte en
ei art. 155.2,y fijando los momentos en que se pueden aportar los
medios de prueba en los arts. 350.1.f),373.1,373.2y385.2, en los
términos que seguidamente se reseñan.

instituye como regla el principio de aportación de parte: las


Se
pruebas se aclmiten a solicitud del Ministerio Público o de los demás
sujetos procesales. Sin embargo, se estipula que la ley establecerá,
por excepción, los casos en los cuales se admitan pruebas de oficio.
Así, el art.385 inciso 2) sei,alaque el juez penal, excepcionalmente,
una vez culminada la recepción de las pruebas, podrá disponer -de
oficio o a pedido de parte- la actuación de nuevos medios probato-
rios si en el curso d,el delrate resultasen indispensables o manifiesta*
mente útiles para esclarecer 1¿ verdad. El juez penal cuidará de no
reemplazar por este medio la actuación propia de las partes.

i152)
STC Exp. N." 6712-2Oü5-HCITC.

-91-
7b o do r i co Cr is tti ba I T¿íynara

EI ñscal debe ofrecer los medios de prueba en su acusación,


para lo cual presentaráLalísta.{e testigos y peritos
de su nombre y dornicilio-, de los pürrro. *ob..
-con indicación
I los que habrán de
recaer sus declaraciones o exposiciones. Asimir*o,
hriá una reseña
de los demás medios d* p.u.b, que ofrezca.
Los demás sujer,s procesales podrán, en el prazo
de 10 días de
notificados con la acusación, of..l., pruebas p.."
adjun_
tando la lista de los testigos y peritos qu. d.b.n "1.¡,ri"io,
,., Éorrro.ados al
debate -con indicación J. ,omb.., páf.rió.,
y domicirio-, preci-
sando los hechos acerca de los cuares serán
examinados en el curso
dei debate. Adernás, presenrar los documenros
que no rueron incor-
porados anreriormenre, o seáalar er rugar
do*á. se hafian los que
deban ser requeridos.

3.1.1. Principios esperífcos al afiecirnicna de medios &prueúa


En ideas de Ter¿v¡sA Ercur*A{r5i) ros principios
que rigen res_
pecto al of,recimiento de los medios d. pr,ráb,
,*., ro, iig.ri.rr.r,
A. Principio de libertad de p.,,ueba
Llamado también principio de ribertad en ra
utirización de me-
dios pr.barorios, se encuenrra consagÍado en
el incis. 7 del a.... r57
del cPB conforrne al cual los he.ho1 objeto
a. f.".u, pueden ser
acredirados por cualquier medio d. prueba
p.r*i,iao por la ley.
colPtrr a esre principio, se prohíbe enunciar raxari'amente ros
medios de prueba, modo tai que ras partes pued,en ofrecer y uti-
{e
lizar los medios probatorios trpicos , n,^ípi.or,'si"ndo qr. ,, acrmi-
sión yposterior acruación estaiá sujeta a
que .**.o.rdrmes con los
principios y demás bienes jurídicos que delimiran
su contenido se
sustenta en el criterio de que todo se-p,rede
probar y por cualquier
medio; es decir, ro ,...q,riere de un medio
d. p.,r.b, á.r.o-ir"do,
ya que todos son admisibles para dar con
I" rr.idrd concrera.

u53) T¿raveBa ErGUeRa, pabro, La praeba en er


pp. 54-61.
nueao praceso penar, ob.

-92-
Constitución y prue ba penal

En el proceso penal no se tienen en cuenta los límites probato-


rios establecidos por las leyes civiles, con excepción de aquéllos que
se refieren al estado civil o la ciudadanía de las personas.

B. Principio de pertineaúa
La pertinencia exige que el medio probatorio renga una rela-
ción directa o indirecra con el hech,r que es objeto de proceso. El
TC indica que: "los medios probatorios pertinenres sustenran he-
chos reiacionados directamente cofl ei objeto del proceso"(154).

La pertinencia guarda relación con lo que es objeto de prueba,


que se define como aquello suscepdble de ser probado; es decir, en
lo que debe o puede recaeÍ ia prueba. Son objeto de prueba las he-
chos afirmados por las partes; esro es, los que se refiera_n a la impu-
tación, a la punibihdad y a la determinación de la pena o medida de
seguridad, así como los referidos a la responsabilidad civil derivada
del delito (art. 156 del CPP).

Es la relación lógica enrre el medio y el hecho por probar. En


consecuencia, prueba pertinenre es aquella que de alguna manera
hace referencia al hecho que constituye objeto dei proceso. Prueba
impertinente es la que evidenremenre no tiene vinculación alguna
con el objeto del proceso, en razón de no poder inferirse de la mis-
rna ninguna referencia directa ni indirecta cofl el mismo o con un
objetc, accesorio o incidental que sea menester resolver para decidir
sobre el principal. Por ejemplo, en un delito de homicidio, prueba
pertinente será la testifical ofrecida para acreditar que el acusado
amenazó a Ia víctima dos días antes de los hechos. Prueba imper-
tinente será la prueba restimonial ofrecida para demosrrar la mala
fama de la víctima en un caso por deliro de homicidio.

Ei CPP confiere a la defensa la facultad de utilizar medios de


prueba, siempre que sean pertinentes (art. IX delT P). l, admisién
de los medios de prueba ofrecidos requiere que el aporre probatorio

u54) STC Exp. N.o 67D2Aü5-HCITC.


Te o ds ri c o Cristó ba I 7límara

pertinente (art. 352.5. b); en caso conrrario, el juez los excluye


sea
medianre auro morivado (art. 155.2).

No debe confundirse la pertinencia de un medio probatorio


con su eventual eficacia, pues mientras el primero alude a la relación
lógico-jurídica que exisre entre el medio de prueba y alguno de los
hechos que constiruyen el objeto concrero de prueba, el segundo
se refiere a la posibilidad de que el medio probatorio produica los
fines perseguidos con é1, esro es: producir la convicción del juzgador
sobre la existencia o inexistencia del hecho objeto concreto de p.ue-
ba y asegurar o aicanzar \a verdad jurídica objetiva. En tal sentido,
un medio probatorio puede ser pertinente pero inefrcaz, porque no
cumplió con los fines que con él se persiguen.

a. Lo qae no es objeto de praeba


No son ob1'eto de prueba las máximas de Ia experiencia, las leyes
naturales, la norma jurídica vigente, aquello que es objeto de cosa
jwzgtda,lo imposible y Io notorio (art. 156 del CPP).

i. Las máximas o reglas de Ía experiencia


Las máximas o reglas de ia experiencia han sido conceptuali-
zadas por S::riN(155) como definiciones o senrencias hipotéticas
de ccntenido general, independienres del caso .or.i.to q.r.
se ha áe fi:agar en el proceso y de sus elernentos particulares,
que son prcducto de la experiencia y que poseen en principio
una validez generuJ, por lo cual son independientes de los casos
particulares. se caracrerizan por su generalidad, habitualidad
o repetición, y tratánciose de reglas de experiencia común su
reconocimiento social depende del lugar y riempo. A decir de
Dsvrs Ecu¿Noíe(I5O, tales regias de la experiencia no requieren

(155)
sTErN citado por Tei-evrne Ercuena, pablo, I-a praeba en el nueuo proceso
penal, ab. cit., p. 55.
(t50 psv¡5 Ec¡r¡NoÍ¡
citado por Thrrvsne ELcueRe, pablo, La prueba en el naeuo
?roc€so penal, ob. cit., p. 55.

-94-
Cor¿stitt¿cién
"y lrru.e ba penal

probanza, sin perjuicio de que se pueda requerir dictamen peri-


cial si su conocirniento es li.mitaclo a especialistas.

Entre las máximas cie la experiencia esrán comprendidas las leyes


natluales y científicas, así como las regias técnicas y clel arte, etc.
Las máximas de la experiencia son reglas de conteniclo general
-por lo tanto, inclependientes del caso concrero-, que han sido
exraídas ile la observación corrienre del cornportamiento huma-
no o de cuanto ocurre generalmente en múltiples ocasiones.

ii. Las leyes naturales y cienttfcas


Por ley narural debe ciecirse rlue es el conocimiento que riene el
hc,mbre sobre un hecho dc la naruralezay que se experimentan,
constituyen el elernenro perperuo de la evolución científica y
son tratadas en base a teorías.

Por su parte, las leyes científicas son declaraciones descriptivas


de relaciones entre fenómenos observables, y se basan en reorías
científicas que implican explic;iciones qut: se infieren dc fenó-
menos observables o regularidades err esos fenómenos. Entre las
leyes naturales y científicas esrán la ley de la gravedad, lev de la
elasticidad, ley d* ia inercia, fuerzay acción y reacción, iey de la
atracción cle los cuerpos, entre otros.

iii. La norrua jurídica


La norma juríclica no puecle ser objero de prueba, en la rnedida
que se trata de un deber jurídico inexcusable que dimana de la
obligatorieclad de la 1ey a que se refiere el am. 109 de la CPF.
Segtrn Ter-cvF.RA Ercunu(lr:), el viejo aforismo ignorantia legb
neminem €xcusat (ia ignorancia de la ley a nadie excusa) rige ple-
nalnente en este caso, tratándose de la ley nacional. (. ..) lPues]
ni siquiera en los casos en que el asunro o rema legal requiera
opini.nes dogmáticas muy elabora.das es admisible considerar ral

(r57)
TAi.AvERa Er-cuERa, Pabk:, La prueba en el nueao
?roceso penal, ob. cit.,
pp. 55-56.

-95-

i
Teo do rico Cri.stó bal fiírnara

tema como objeto de prueba, aquello sobre lo que debe recaer la


actividad probatoria; cosa disdnta son los dictámenes o informes
jurídicos de carácter ilustativo" En el caso de la ley extranjera,
quien la invoca debe acreditar su existencia y vigencia; incluso no
se niega la posibilidad de un peritaje en casos de complejidad para
determinar los alcances o significados de la disposicién extranjera.

iu. Cosajazgada
El legislador ha considerado también que la cosa juzgada no sea
objero de prueba, opción que se funda en criterios de seguridad
jurídica. No es posible reabrir actividad probatoria sobre unos
hechos que ya han sido objeto de una decisión judicial 6rme,
lo que constituye una garantía procesal específica, contempla-
da en el art" 14".7 del PIDCP. Sin embargo, se debe rener en
cuenta que los hechos declarados probados en un procesc no
impiden que en otro proceso se discutan los mismos o se realice
actividad probatoria que modifique su confirmación, siempre
que se trate de otro sujeto. La cosa juzgada en mareria penal
vincula esencialmente a l<¡s que fueron parte en el proceso en el
que se expidió la decisión y no a los demásGst).

u. Lo imposible
Lo imposible no corresponde a la realidad, no
es aquello que
solo ffsica sino también social, y al estado del avance científico
y tecnológico. No debe olvidarse que si en el siglo XIX hubiese
sido considerado un hecho
sido considerado imposible los
hecho imposible los viajes en transbor-
dador espacial; hoy es una realidad. Imposibie es orientar la
actividad probatoria a demostrar que una persona puede que-
dar suspendida en el aire por medio minuro. Para SeN M¡a-
af¡¡(159), imposible es el hecho que no puede rener concreción

(158)
TALAvERa EleuERa, Pabla, La praeba en el nue¡to proceso penal, ob. cit.,
P. 56.
(I5e)
S*.N MnnrÍx citado por Tarevsn¿ ErcusRA, Pablo, La prueba en el nueuo
?rocۤo penal, ob. cit., p. 56.

-96-
L'cnstiiución y prweba ptnal

e'la.realidad por ser conrrario a las reyes ,aturares o no puede


estableccrse en el mr¡ndo de los fenórnenos. No debe confi.rn-
dirse_el hecho imposible con la irnposibiridad de obtención
de
yr-rl fuente de pru..ba o la práctic, á" ,r' medio de prueba (art.
156-2 in firue). Hecho irnposiL,ie es aquer sobre .i..rd no
se
puede realizar actividad probat.ria ulgr,.^; es clecir, no se puede
ofrecer ni actuar en el proceso.

ui. Las hechos nototios


Los hechos notorios no necesiran ser probados, puesto que,
como afirrna Mr¡¡ziNr{160), solo constituyen objeto C. p.r.b,
las afirmaciones sobre hechos qu" pr"d"n dar írgr, * irr..rti_
dumbre, o sca exijafl una .o*piobrción. por h..ño ,otorio se
enriende aquel cuya cerreza posiriva o negativa e-. de general
conocirnicnto e. un ámbito espacio-temporal detcrn inaclo.
Ejemplos de hechos nororios son: las fechas de fiestas parrias
o navidail, el *ombre del presidenre de ra República dei perú,
que en Ia ciudacl de Lima no cae nieve, ..r,r" orror. No debe
confundirse el lrecho ,ororio con el hecho evid.enre, sierdo
del caso anorar que el cPP no ha regulado sobre el hecho evi-
dente, lc, que no significl que ,ro p.réd" distinguirse. Si se pre_
tendiera aporrar un medio de p,,ueba prr, un hecho
notorio, ei jucz no debe adrnitirlo po. .ru ser".rlditar
obje-ro de prueba.
sin emba¡go, Roxir.r(161) anora que no *, .o*pr.tr*..r" inad-
rnisibie Ia prueba con la qu€ se prerende contradecir ra exisren-
cia del hecho noror"ic, si se presenran circunstancias nuevas y
no conocidas que demuestran la aceptació, equivocada dc la
notorieCacl.

(i60)
MANZTNT citado por Tar*vr:aa Elcuepe, paislo, L,t, prueba
en el nueuo proce.so
penal, ol:. cit., p. 56.
,tetr RoxfN cirado por Tir¿vnna
ElcuEHa, pal:lo, La prueba en el sueuo proceso
penal, ob. cir., p. 57.

-97 -
"fe
o d.o ri c o Cr is fi b a I Tím ara

C. Principio de coruducencia o idoneidad


EtTC en su jurisprud'err.i"(162) ha referido con resPecto a la con-
ducencia o idoneidad, ésta involucra, que ei legislador puede
establecer la necesidad de que determinados hechos sean proba-
dos a través de determinados medios probatorios. Será incon-
ducente o no idóneo aquel medio probatorio que se encuentre
prohibido en determinada vía procedimenral o vedado para ve-
rificar un determinado hecho.
f-nr-evrne Ercus,RA{163) sc¡stiene que, el principio de condu-
cencia o idoneidad, que se encuent{a exPresamente reconoci-
do como requisito para ia admisibilidad probatoria en el art'
352".5.b, parte de dos premisas fundamentales. En primer lu-
gar, que el legislador puede determinar, en algunos casos, qué
medios o instrumentos pueden ser utilizados como medios
probatorios y cuáles no (Ejemplo: los diplomáticos testifican
mediante informe escrito, art. 168"). En segundo lugar, que el
legislador puede prohibir la utilizacién de determinados me-
dios probatorios para un caso coricreto (ejemplo: no procede
el careo entre el imputado y la víctima menor de catorce años,
art. 182".3 CP).
La conducencia es una cuestión de derecho, Porque se trata
de determinar si el me«l.io utilizado, presentado o soiicitado es
legalmente apto para probar el hecho. I.a prueLta inconducente
es rechazada en la mayoría de los códigos(t6a).

D. Principio ¿le utilidad


La utilidad se presenta cuando contribuye a coftocer lo que es
objeto de prueba, a Cescubrir la verdad , aalcaru.ar probabilidad

(162)
STC Exp. N." 6712-2805-HC/TC.
(rú) T¡r,tr¡ERA ErcurtA, Ptblo, La .praeba en el n¡¿eua proceso penal, ob. cit.,
P. 57.
(161)
TALAVERA Ercuon¿, Pablo, La prueba en el nueuo ?roceso penal, r:b. cit.,
p. 57.

-98-
Constit¡,tción y ¡true bn ?endl

o certeza. Solo pueden ser ailmitidos aquellos meciios probato-


rios que presten aigún ser'¡icio en el proccso de convicción del
juzgador, mas ello no podrá hacerse cuando se of}ecen medios
probatorios ciestinados a acreditar hcchos contrarios a una pre-
sunción de derecho absoluta; cuando se oir:ecen medios pro-
batorios para acrcclitar hechos no controverridos, imposibles,
notorios, o de pública er.,idencia; cuando se rrara de desvirtuar
lo que ha sido objero dc juzgamicnro y ha hecho tránsito a cosa
iuzgada; cuando ei medio probatorio olrecido no es el adecuado
para vcrificar por su intcrmcdio los hechos que prerenden scr
probados por Ia p.rirre; y cuando se ofrecen medios probatorios
superfluos, bien porquc se h.an propucsro dos mcdios prcbato-
rios iguales con el mismo fin (dos pericias con la finalidad de
acredit¿rr un nlismo hccho) o bien porque el meclio de prueba
ya se había actuado ¿¡¡65(165).

Según Tar-evnn¿ ElcuBn¿(r66), ia urilidad puede ser definida


como aquella cualidad clcl medio cie prueba que hacc que éstc
sea arlecuado p,rra probar un liecho. La prueba, además de ser
pertincnre, <jcbe ser útil. LIn cjernplo de prueba inútil es el si-
guiente : en el caso de proponerse una prueba testifical para ave-
riguar si el agua de un dcterminado pt-rzo es o no potablc. f.os
criterios que determinan la potabilidad del agua consriruven
máximas cle experiencia cie c¿r,ráctcr técnico y solo un perir,r cn
la materi:r podrá aportarlas con Ia fiabilidad necesaria.

ParaJeucrlp¡(167), ia udlidarl de la prr-reba esrá directamente re-


iacionaclir con la relevancia que ei clemento ren¡Ja en relacii'¡n
con el objeto que debe probarse. Esro es, su importancia, ido-
neidad y eficacia para verificar el mismo. Porque, además cle scr
pertinente, ia prueba debe ser útil. La inutilidad supondrá, pol:

(t65i
s'fc llxp. N." 67t2-2üA5-]FICll-C
(166) 'Ihr^vr-Ra Ercuori.a, Pat¿lo, {"a prueba en e! nueut¡ proceso penal, oLt. cir., p. 57.
(i67)
JAUCI{EN cirado por Tar-tvÉR,,\ Ercurn¡, Pablc, La ¡;rueba et rl nuruo proceio
penal, ob. dt., p. 57.

-99-
Teo dor i co Cris ñ ba I'fii rnara

io tanto, que el medio de prueba no resulte aPto para probar


el

hecho q*. ,. pretende. un *"dio de prueba será útil si


es re[e*

vante p"r* r..olrrer el caso particular y concreto'

E. Principio de lici*td
Este principio determina que no pueden admitirse
medios pro-
b"to.i", oÉt"nid-o, ".t .or,lr,",t"tiótt del ordenamiento jurídi-
co, 1o que permite excluir supuestos deprueba prohiqi*
EITC
lo cual
.*ige la co-nstitucionalidad ie la actividad probatotio('u*)l
i*[h.r la proscripción de acros que violen el contenido esen-
.ii d.lo, á.r..hos funclarne.tt"l.i o las transgresiones al orden
y valoración de la prueba'
iurídico en la obtención, recepción
For otra parte, IV{oN:rsno §p6¿6(r6e) sosdene que, la licitud
de

irpr,r"b, se refiere a la manera en que las partes ha^ obtenid'


al
l^.'fu.*r.,de prueba, que posreriormente serán introducidas
me-
proceso , rr""é, del medio de prueba más idéneo' Es ese
de obtención lo que determinará su utilización o no
"rrri.*o
dentro del proceso.
fuente
Este principio está referido al modo de obtención de la
q,r. f,ora.rior..,."ta. se pretende incotporar al proceso' Confor-
*. CpB un medio J* pr.rrb* podrá ser admitido solamente
"i
si ha sido obtenido po, ,.** procedimientO col-Lstitucionalmente
legítimo, y valorudo solo si ha sido incorporado legítimamente
,l'pro."ro{r70). por lo ranro, carecen de efecto legal las-prueb_a9
obi.nidas, directa (prueba iiícita) o indirectamente (fruto del
árL,ol envenenarlo), .on violación del contenido esencial
de los
derechos fund"amentales de la persona (art. vIII del T.P.¡ttzti.

06s) sTC Exp. N.o 1A142007-PHCITC.


ed., Madrid: civitas,
(res)
MoNTERo Anoce, Jann, La Prueba en el Proceso ciuil'2."
1998, p. 81
T¡revsR¿ Ercurnl, Pablo, La prueba en el nueuo Proceso penal' ob'
cit"'

p. 58.
(l7u Loc. cit.

-100-

i
¡

\
Constitución y ¡srue ba penal

se refiere al moclo de obtención de la fuenre que posrerior-


mettte se pretencle incorporar al proceso. Se ar"tr, .rr-r.,ma, dc
regular la actividad que conduce a la obrención de la {Lenre(rz2).
La consccucncia proccsal dc la ilicitud será en unos casos la
inadrnisión del medio de pmeba, y en orros su falta cle aptirud
para formar la convicción j*dicial o bien fijar ros hcchos, es
ciecir para morivar la se'rencia. La lesión de un derecho fun-
damcntal en la obtención de una ñrente de prueba suporle *na
ilegalidad, como rambién es ilegal la proposición extemporánea
<ie un meilio de pruebattTs). La clifeiencia raclic,r en la calidacl
de la norma iniringirla. En el prirner cas(l se trata de infracciirn
normativa constirucir:nal, ¡, en el segundo de infracción de nor_
maiiva ordina¡ia(I7a).

F ÍT,incipio de necuidad
F.n mareria penal, la necesidad de Ia prueba riene su susrerlro en
la prcsunción cle inoccncia cons,rgrada en el artículo 2.24.c) áe
la CPE, y desarrollada por el art. II.1 del T.p. del CI,p.

La prueba es
'itai -necesaria- para la demosrración de lcs ire-
chos en el prrceso; si* ella rei'aría la arbitrariedacl. A! juez
le está prohibiclo basarse en su pr.pia experiencia para ,j,i.rn.
scntcncia.

La necesidad de *n meciio cle prueba es ,na condicién del mis-


m0 que no puede ser urilizada por el órgano jurlicial como ra-
zonamicnto de admisión probatoria general. Para
Jeucurix(l75)
este principio se enuncia ccmo la necesidaii de que rodo he-
cho que consrituye cl ol-rjero del proceso c{ebe ser co..,rboradc,
solo medianre pruebas introducicias legalme'te al rnismo, con

r1))Loc. r:it.

'i:3\ Loc. cit.


liat Ibíd., p. 59.
ii:rr dr la ¡truel,a e, materia penal., ob. cit., p. 20.
JAUCHT,.N, Ecl¡-rardo, Trata¿io

- 101 -
'feodorico Cristó úa I Tírnara

independencia del conocimienro que de tales hechos tenga el


órgano jurisdiccional.

llna
una excepción al
AI principio de necesidad cle prueba esrá cons-
dtuida por las llamadas "convenciones probatorias"" Las con-
venciones probatorias o esripulaciones de prueba son acuerdos
celebraáos entre la ñscalía y ia defensa para rener por probados
alguno o algunos hechos o sus circu"nstancias, .o*o sobre
".?
los medios de p-rueba que deban ser utilizados para probar de-
terminados hechos(I70.

3.2.Él derecho a que los medios de prueba ofrecidos sean


admitidos
fute elemenro consiste en ei derecho que tiene su tiular a que
se admitan los medios probatorios ofreciJos, con el propósito
de
acreditar la existencia o inexistencia de los hechos que
el objeto concrero de prueba. "on.tiruyen

A juicio de T,c,nurpo(rr) deberán ser admiridas todas aquellas


pruebas que hipotéticarnente puedan ser idóneas para
di-
recta o indirectamenre, elemenros de juicio acerca d. lo, "portrr;
h..lro, q.r"
deben ser probados.

El derecho a que se admitan los medios probatorios, como ele*


mento del derecho a ia prueba,
§.g,r' er rc nt implica la obligación
del órganc jurisdiccional de adñtir todos lo. ,'odio, probJtorios
que hubieran sido ofrecidos. En principio, las pruebas oi'recidas
por §
las partes se pueden denegar..rnrdo i*po.aá pedidos
de medios t
probatorio! que no sean pertinenter, .rr-du..rrr.., opo.tunos, legí- I
timos o útiles, así como manifiestamente excesivos(rzi). I'

(176)
Tarevpne Ercur,na, Pabla, La prueba en el nueao proceso penal, ob. iit.,
r'nlQ¿r'
(177)
T¿nurpo, Micheie, La prueba de los hechos, ob. cir., p. 2i.
(tz¡)
STC Exp. N3 6712-2005-HCITC.

-142-
Constitución y prueba perual

Constituye un serio e importanre avance para proteger el dere-


cho fundamental a la prueba, la regulacién sobre la admisión de las
pruebas que ha efectuado el CPP. Entre las reglas generales para el
io de admisión, se riene: a) la admisión de un medio de prue-
requiere de un auro especialmente motivado (ar. 155.2); b) se
pueden excluir los medios de prueba que no sean pertinentes y los
prohibidos por ia ley (art. 155.2); c) se pueden limitar los medios
de prueba cuando resulten manifiestamente sobreabundantes o de
imposible consecución; d) es posible reexaminar la admisión de un
medio de prueba (a* 155.4); e) no pueden ser udlizados métodos o
técnicas idóneos para influir sobre la libertad de autodeterminación
de una persona o para alterar su capacidad de recordar o yalorar los
hechos {arc. L57.3); fl) no se pueden urilizar, direcra o indirecta-
mente, las fuentes o medios de prueba obtenidos mediante la vul-
neración del contenido esencial de los derechos fundamentales de la
persona (art. 159).

3.3. El derecho a qu€ se actúen adecuadamente los medios


d,e prueba admitidos
Se entiende por actuación o prácrica de la prueba, los actos
procesales necesarios para que los diversos medios concretos aduci-
dos, solicitados o decretados de oficio se incorporen o ejecuten en
el proceso{I79).

Esta fase de la actividad probatoria tiene igualmente sus requi-


sitos: ante todo el que consisre en que haya sido admitida, y ram-
bién los de formalídad, oportunidad y comperencia del funcionario.
El CPP de 194A, por ejemplo, señala un orden parula práctica de
las pruebas en el juicio oral, mienrras que el CPP 1o deja a criterio
del juez, escuchando a las parres.

A través de los medios de prueba, las fuenres de prueba ingresan


al proceso. El momento en que deben ser adecuadamente incorpo-

07ei T¿revste Ercurna, Pablo, La praeba eru el rcaeao proceso penal, ob. cit.,
p.26.

-103-
Teo dorico Cris tó b a I Timara
radas las fuentes de prueba es el juicio, porque
es en dicha fase del
proceso penal que. rigen plenamente los principios Pa
de publicidad, mi
contradicción, oralidad e inmediación, ...n.i*lo prrr
l, formación
de las pruebas. La doctrina denomina a los .rr"dior'd. Po
cados en el juicio actos de prueba, distinguiéndolos
fr".u. practi- inr
d" iou actos de in- co.
vestigación que son propios de la investigación probatoria
y que solo fu(
sirven para emitir las reso_luc,:l:r propiás d" r*
inoertigación y de la
.11p" interrneáia (art. 325 del cpp). ptr esta razón.,
q",r. el arc. 393
se.ñala q*.:: se pueden uúlizarpara la
Í.1 9{P deiiberación prue- ba
bas diferentes a aquélla" l.gítimamenre incorporadas
en el juici6(rao¡. col
La actuación adecuada de ros medios probatorios tic
corno ere- nel
dd r,lr.pr*eba a que se r.fi.r. et TC exige, enffe
::::: *:::lro, de interroga.
J h".., interrogar a los testigos
po
::::S
de cargorystbilidad
y a obtener lr.ompri.cencia de los *r.i!". a. ;.r;;¿; sus

r.ll,interrogados en las misma, .o.rái.iones que los


I^:::: Í:r"r
tesrigos de cargo(tsl). los
de<
3.4.F,[derecl: §e a§esure Ia producción Co
o conserva-
ción de ü:"H: tesl
El TC ha señalado expresamenre que el derecho nar
a la prueba
comprende o está cleterminado _entre otrns col
elementos- por el de-
recho a que se asegure la producción o conseryación me
de Ia prueba a
partir de la actuación anricipada de los medios len
probatorios{ts2).
qu(
De poco serviría tener derecho a ofrecer medios
pr*batorios qu(
o que los mismo. ..11 adrnitidos para su actuación
en er juicio, si ffCr
éstos no estuvieran disponible, p".u su
actuación en er momento tur
oportuno del debate. Debido a la duración de los
procesos en nues_ irre
tro país, con cierta frecuencia ocurre que por
o viaje ros ceir
testigos o periros no van a esrar dirponibr.s "rf"r.r"d"d
para su presentación en
el juicio o la audiencia de actuaciéi, probatária,
; q;;i resrigo no

{180) Loc. cit.


(180
sTc Exp. N." 6712:20A5-HCITC.
(182)
STC Exp. §." 1014-2007-PHCtTC

-104_
Llonstitución y prueba penal

poclrá reconocer al.autor o partícipe de un hecho punible o el objeto


material de un deliro -denominado prueb* o .oid..rcia material-
porque no esrará en las misrnas condiciones en las que fue hallado o
incautadc¡. Dc ahí que resulte i.dispensable que lai parres cucnren
con la posibilidad de asegurar la producción y conservación de srs
fucntes tlc prueb;r.

El Tc esrima ciue ia acruació. a,ticipada de, los medios pro-


barorios es el insirumenro idóneo p"., ,i.grrrar la produc.ij* v
conscrvacií;n de los mismos. l-a prueba anticipada es aquella prac-
ricada anres del ¡uicio -.orl inre rvención dei juez- .,rrrJi.io-
"r,
nes que permitan la contradicción, cuando fuere de temcr que no
podrá pracricarse en el juicio oral o que algo pudiera mr:ri,ar su
suspensión(18-1).

El cPP regula ampliarnente la prueba anticipada, establecie'clcr


.
Ios .supuesros en que el joez de la Investigacióri prepararoria <lebe
decidir su actuación a solicitud de lo-. sujeás del proceso (arr. Z1rZ).
concrerame,re, ia prueba andcipada procede 1.r, casos siguien-
".,
tes: a) testimonial ). .*urrr"r, del perito, cuando se requiera exami-
narlos. con urgencia anre la presencia de un morivo fundado para
considerar qu€ esto no podrá hacerse en el juicio oral po. ..rf.r-
meclad u otro grave impedimenro, o que han sico expuestos a vio-
lencia, amerlaza, ofcrtas o promesa de dincro u otra utilidad para
c{ue no declaren o lo hagan fálsamente; b) careo enrre las personas
quc han dectrarado, por lcs mismos m.dvos del litcral ,onteiior; y. c)
reconocj mjentos, inspeccíones o rec()nsrruct:ione.;, que por su na-
turaleza v características del'ren scr considerados n.t.r, d"fir"ritivos <:
irreproducibles, y no sea posible posrergar su realización hasta l¿r
ceiebración del juicio.

its;) §I-C Erp. N..' 1014-20A5- HC/TC.

-105-
Tb o do ri co Cris tó b a l'Ttínt ara

3.5.81 derecho a un¿ valoración racional de las pruebas


actuadas
Como ha serialado Thn"urro(l8a), el reconocimiento del derecho
de las partes a que sean admitidas y practicadas las pruebas relevan-
tes para clemostrar los hechos que fundamentan su pretensión, es
una garantía iiusoria y meramente ritualista si no se asegura el efecto
de la actividad probatoria, es decir la valoración de las pruebas por
parte del juez en la decisión.

En ideas de CouruRE(ls5) el tema de la valoraci6n de la prueba


busca una respuesta para la pregunta: ¿qué eficacia tienen los diver-
sos medios de prueba establecidos en el derecho positivo? Ya no se
rata de saber qué es en sí misma la prueba, sobre qué debe recaer,
ni por quién o cómo deL,e ser producida. Se rrata de señalar, con la
mayor exactiftrd posible, cómo gravitan y qué influencia pueden
ejercer los diversos med.ios de prueba, sobre la decisión que e[ ma-
gistrado debe expedir, a esro manifiesta SeN IvI¿arÍN C¡s:rno(1s6) se
denomina "discrecio nalidad j urídicamenre vinculada".

lJno de los elemenros que forman parre del contenido del dere-
cho a la prueba está constituido por el hecho de que las pruebas ac-
tuadas denuo del proceso penal sean valoradas de manera adecuada
y con la motivación debida(rt7). De este hecho se derir.a una doble
exigencia para el jv.ez: en primer lugar, la exigencia de no omitir la
valoración de aquellas pruebas que son aporradas por las partes al
proceso en el marco del respeto de los derechos fundamentales y
de lo establecido en las leyes pertinenres; en segundo lugar, la exi-
gencia de que dichas pruebas sean valoradas motivadamenre con
criterios objetivos y razonables. Por eiio, Ia omisién injustificada de

(184)
Thnupro, Michele cirado por Tar¿vrn¡. Ereuna*u Pal:lo, La prueba en el
711¿euo p?'oceÍo penal, ob. cit., p. 28.
(I85)
CouruRE, Eduardo, Fx¿ndamefttos del Derecho procesal ciuil, 3^ ed., Buenos
Aires: Depalma., L993, p. 257.
(1861
SAN M,tnrÍw CAsrno, César, Derecho Procesal Penal, t. II, 2.^ ed., Lima:
Grijley, 2A$, p. 901.
(rs7)
T r¿yERA Ercune.a, Pablo, La prueba en el nu«,o ?roceso pe*al, ab. dt., p.2g.

-x06-
Constitución y prueba penal

la valoración de una prueba aportada por las parres, resperando los


derechos fundamentales y las leyes que la regulan, comporra una
vulneración del derecho fundamental a la prueba,y, por ende, del
debido proceso(I88).

Conforme lo señala el TC, en nuesrro ordenamiento la prueba


se rige por el sistema de libre valoración razonada (sana crítica). En
virtud de ello, el juzgador dene libertad para evaluar los medios
probatorios sin que éstos tengan asignado un valor predeterminado
(tarifa legal). Además, precisa que, no le compete valorar ias prue-
bas o revocar las sentencias emitidas en sede penal, o determinar
la responsabilidad penal de los imputados, pero sí analizar si en su
valoración existe una manifi esra irrazonabilidadilsr).

Esta exigencia de valoración de las pruebas puede descompo-


nerse en dos aspectos distintos: por un lado, se exige que las pruebas
admitidas y practicadas sean tomadas en consideración a los efecros
de justificar la decisién que se adopte. Por otro lado, se exige que la
va-loracién que se haga de las pruebas sea racional. La primera de las
exigencias es a menudo incumplida mediante el recurso a Ia deno*
minada "valoración conjunta de las prueb¿s"(190).

En la medida en que el objetivo principal dei proceso penal


es el acercamiento a la verdad ;udicial, los jueces deben morivar
razonada y objetivamente el vak:r jurídico probatorio en ia senren-
cia" El derecho a la prueba comprende no soio e[ derecho a que los
medios de prueba practicados sean valorados de manera adecuada,
sino también a la motivación debida. EI TC ha referido que la va*
loración de la prueba debe estar rnorivada por escrito, con el fin de
que el justiciable puectra comprobar si dicho mérito ha sido efectiva
y adecuadamente rea[izado(1e1).

ttttt 51'6 UrO. N." 1014-2007-PHC/TC.


(18e)
sTc Exp. N." 1934-2003-HC1TC.
(1eol
ErcunRa, Pablo, La prueba en el
ThLAVERA nueuo proffso penal" ob. cit.,
P.28.
(rcl) sTC ExP. N." 1014-2007-PHC/TC.

-147 -
Teod.orico Cristó b ai Tlimara

EI TC ha sostenido que:
La libre valoracién razonada en modo alguno significa que la
actividad probatoria se sustraiga del control de la jurisdicción
constitucional. Aquélla debe ser realizada de acuerclo con los
principios que la informan. Entre dichos principlos, un lugar
especial ocupa la necesidad de la debida mcdvación, que de-
berá quedar plasmada en la sentencia de manera suficiente.
Evidentemenre, al juez constitucional no le compere valorar
las pruebas, pero sí analizar si en su valoración (rizonamiento
probatorio) existe una manifiesra irrazonabilidadttczl.

Nrevt FENoLL(1e3) afirma que, Ia valoración judicial de la prue-


ba, por tantú, se deberá lievar a cabo una vez que se haya cerrado
el conjunto de elemerltos en juicio, pues, el objeto será, en ese mo-
mento, determinar el grado de corroboración que se aporra me-
diante estos últimos, hacia cada una de las hipótesis que se hayan
planteado en un deterrninado conflicto.

Es preciso distinguir enrre la esrrucrura de la motivación y la


valoración. La estructura de la motivación es la secuencia consti-
tuida por una máxima de experiencia (premisa mavor), un dato
probatorio (premisa menor) y u.n hecho probado (conclusión). En
cambio, la valoracién concierne al fundamento de la m:íxima de
experiencia adoptada(I94).

Por último, eri cuanro a esta exigencia del derecho a la prueba,


s(
sosriene T¡rnvnne(I95) que:
C(

La motivación también debe cumplir con los requisitos de ra* C{

cionalidad, coherencia y razrsnabilidad. Sobre la racionalidad CI

el

tre2) STC Exp. N." 1g34-za$-ÍlC/TC.


(re3)
NrxvA FrNorr, Jordi, La xaloración de la prueba, Madrid: Marcial pons, 2010,
p- 91.
(194)
l6dp1¡7¿ seravnrníe, Juan, El co¡nité de Derechos Humanos, la casación penal
española y el control del razonamiento
?robatorlo, Madrid: Editorial Thofuro.
Civitas, 2AA4, p. 122.
(1e5)
TALAVERa Ercu.uRa, Pablo, Laprueba es el nueuo proceso pe,al, ob. cit., p. 31.

-108-
ConstitucitÍr. y prueba penal

de la rnotivación, es del caso precisar sus dos alcances: de un


ik lado, será racional toda. motivación capaz de hacer aparecer jus-
tificada la decisión, de modo qu. con.ienta el necesirio conirol
hI
externo (de un tercero) sobre el fundamento raciona-l. En el

otro aspecto, será racional toda motivación cuyos argumenros
W sean válidos; se busca la coherencia de los mismor,-a"í .o*o
b-
la completitud de la justificación con relación a la decisión
F- adoptada.
Ar
hD
r 4. BÚSQUEDAY ESCLARECIMIENTO DE LAVERDAD
l
E-
De acuerdo a los estudios epistemológico-jurídicos es que, se-
I
gun CoNrnnncs Acrvroo{le0 refiere que:
b
r En el derecho, a diferencia de 1o que sucede en otras ciencias,
aun en las del área de las ciencias sociales, es mucho más evi-
F dente que no sólo hay elemenros empíricos y lógicos paru la
I búsqueda de "la verdad", sino también elementoi subjetivos,
i
ya, por ejemplo, ai momento de aplicarse el derecho al caso
h
I
particular y concrero, por ejempl<1, al rcalizar Ia valoración de
¡- las pr.uebas aportadas en un litigio o cuando el derecho es pro-
P ducidc por lcs legisladores, en donde las decisiones tienen una
F fuerte carga ideológica y de interés subjetivo, pues es el luzga-
b dor quien fija la existencia o no de la "verdad".
l

I El significado de la palabra verdad abarca concepros tan diver-


b
I sos y además muy variados, corno la honestidad, la buena fe y la sin-

i
ceridad humana en general, hasra el acuerdo de los conocimientos;
L cosas que se afirman corno realidades; los hechos o la cosa en parti-
L
cular; así como la relación de las hechos o las casas en su totalidad
en la constitución del TODO, el lJniver56(re7).

(190
CoNrnEras AcEvnoo, Ramiro, "La importancia del planteamienro episte-
mológico en el derecho", en Reaista In Jure Anáhuec Mayab, N." 3, México:
diciembre del 2013. Recuperado de <htrps:iibit.lyl2MCCy8w>.
(trz)
¡4"Oo, BAserz, Hugo, "La Verdad y el Proceso", et Reuista l)erecho ó Sociedad
de la PUCP, N" 39, pp. 188-195. Recuperado de <https:llbk.lyl}xZlFr}1Ho>.

-109-
Zéodorico G'is tó úa I TZrnara

Por su parre HnsssN(les) afirma que:


es
En la descripcién del fenómeno del conocimienro enconrra- ur
mos llue, para conciencia narural, la verdad del conocirniento
consiste en la concordancia del contenido del pensamiento con
el objeto. (...) l, verdad es la concordancia del pensamiento tl€
consigo mismo. Un juicio es verdadero cuando está formado -q
con arreglo a las leyes y a las normas del pensamiento. La ver- vir
dad significa, según esro, algo puramenre formai; coincide con te
[a corrección lógica.
,rl
La búsqueda de la verdad dice Muño2 §a5as2(lee). ld^

cef
se ha transformado en una meta, de la ciencia, del conocirnien-
se§
to, del saber y rambién de los jueces y de ia justicia. (...) Et
de
proceso es un instrumento de pacificación social, es un medio
idóneo de certeza en las relaciones sociales en una comunidad
determinada y si esa resolución de un conflicto cualesquiera
que sea su contenido, restablece la paz a la consolid", .or-pur.-
ce que se acerca muchísimo a la justicia como valor y ello debe
c10
obtenerse por intermedio de la busqueda de la verdád.
sol
Según v*rr,c¿s PArvAP,*) "la presunción de inocencia exige C¡
que se condene solo a los culpables, a los realmenre culpables, ei- pr(
tonces se deriva de ella la necesidad de que la pru.ba persiga la tot
verdad como uno de sus objetivos principales" (negritn.gr.g"J"). de
urti
La palabra "verdad", tanto en la expresión "verdad material,, de
como en expresión "verdad procesal" significa correspondencia
_1a_
con la realidad(20ii. En el Derecho cuando .e afirm" que una recons-
trucción de un hecho es verdadero, no quiere decir que solamenre
sea coherente, que sea aceptable, que sea convin.*.rt. o algo por el Qa2)

Qo3\

Q01)

flea) ¡{ur."*, 'fearta del conocimiento,


Johannes, traducción de José Gaos, Insrituto
(205)
Latinoamericano de Ciencia y Arte, 2011, p. 59. Recuperado de: <littps://bit.
lyl2oAlzZZ>.
(tee)
¡u1,r6o, Bes¿nz, Hugo, "La Verdad y el proceso,,, ob. cit., pp. 1gg y ss.
(?00) (206)
1/rrrsc¿s Parva, Elky Alexand er, La presuncién de Inocencia en el praceso penal
pennlro, Lima: Gaceta Jurídica, ZAL5, p. 56.
txa\ Ibíd., 5g. Q07)

-110-
Consilr.ación y prueba penal

estilo, sino que es una reconsrrucción que probablemente


refleja
una aproximación de lo que realmente ocurriópoz).

Doctrinariamenre se ha reconocido que la verdad forense


con-
tiene dos tipos de juicio, uno factic a y jurídico
-qiestio facti- otro
-gyeltio iaris-,la primera es comprobrbre *.ii"rr.. i^prur1n(acti-
vidad probatoria),.mienrras qu.l" segunda es comprouiut.
median-
te interprea".i6rr€03).

Desde la perspectiva antes mencionada, cHArA{204) susr€nta


, que
"la búsqueda de Ia verdad es una de las funciones
esenciales d.l pio-
ceso penal" y Llna condición necesaria de la justicia
de la decisión
según sostiene Tenurro@,5) en ei marco de un Estado
constitucional
de Derecho.

5. INSUFICIENCIAPROBATORTA
Este supuesto radica esencialmenre en que, el órgano jurisdic-
cional d-entro del-procedimiento de valoraci¿n d. p.,r!br,
ha de ab-
solver al imputado cuando la prueba es insuficienr..
seN M¿nrÍN
c¿t'oo("u) sosriene que "en .it. ..*o (...) .l juicio de suficiencia
probatoria (.'.) ni siquiera llega a formurarse, p,r.. se está
ante un
total o verdadero 'va]or probaário'". El rc Español sosriene
acerca
de este rema que "el apoyo de toda condena'd.L," .rt", referido
a
una mínima actividad probatoria, indefectiblemente en elemenros
de tal natura-leza, aunque estos sean mínimos,,(207).

t2o2) Ibíd., p. 57.


oasl lbíd., p. 56.
(204)
cHArA, Rubén, La prueba en er proceso penar, Btenos Aires: Eclitoriar Ham-
murabi, 2010, p. 37.
(205)
TARRUFFo. Michele, "prueba, verdad
y Estado de Derecho,,, Traducción de
Renzo cavani, en GoNzar.s Árvonrz, Roberto (c"*ü,-c;
n]lilrucienarisrna
)¡ proceso" Tendencias contemltoráneas, Lima: Ara Editoresí'Zaii,-pp. lO_lt.
(206)
sAN M¿nrÍx Cesrno, césar, D,trecho procesar penar. Lerciones,
Lima:
INPECCP - CENALES, 20t5, p. f 18.
(207r
AssNcro MB*eoo, José María,^ La prueba probibida j, prueba
preconstitaid,a
en el procrco penal, ob. cit., p. 4g.

- 1't1 -
Teo doyi co Cris tó ba I Tiímara

Entonces pa-ra cumplir con Ia regla de juicio que impone ia


garantía de presunción de inocencia, la prueba de cargo, realmente
existente y legitima, ha de considerarse razonablemente suficiente
para justificar la condena. En consecuencia, manifiesta g¡LrÁ,tu\rlI(20s)
lo que se exige en drltima instancia, "se üaduce constitucionalmente
en una'prueba suficiente". Po¡ el contrario, si queda una duda, esto
es, "si falta la convicción de que el acusado había cometido el hecho
-componente subjetiva- o Ia probabiiidad iindante con la seguridad
-componente c,bjetiva-, el Tiibunal deberá absolver".
Lo que debe versar en la deciaración de culpabilidad debe ser
resultado de una única cetteza. a la que razonablenrente puede liegar
el juez en la apreciación de la prueba. Por tanto, debe absolverse al
imputado siempre que ei juez no haya alcanzadola certeza necesaria
acerca de la culpabilidad que se le atribuye sobre ia base del mate-
rial probatorio disporriHuPoe). Es la Corte Interamericana de Dere-
chos Humanos(2l0i quien ha sostenido que "roda persona no puede
ser condena mientras no exista prueba plena de su responsabilidad
penai. Si obra contra ella prueba incompieta o insuficienre, no es
procedente condenarla, sino absolverla".
Según Lóvnz FraNÁNoBzQÍ) que 'ho solo debe existir
^¡r^a
actividari probatoria, sino que tal actividad debe tener contenido
objetivamente incriminatorio para el acusado o acusados. No es su-
ficiente con la simple presencia formal de pruebas, es imprescin-
dible que ias mismas tengan un contenido incriminatorio que sea
congruente con los hechos introducidos en el proceso por las acusa-
ciones y que constituyan su objeto".

(108)
BAUMANT.T citado por SaN ManrfN Cesrno, César, Deretl¡o procesal penal.
Lecciones, ob. cit., p. 118.
(zts)
MrRÁNDa Est¿Mrnss, Manuel, "La vaioración de la prueba a la luz del nuevo
Código Procesal Penal peruana del 2AA4", en Instituto de Ciencia Procesal
Pen al, Lrma, 20i0. Recuperado de: <hmps://bit.lyi2Hrjt6b.
(2101
CoRTE lxr:nnerrsnrcANA DE Dsnecaos Hulr¿Nos. Caso [Jlloa us. Costa Rica.
San José de Costa Rica, 18 de agosto del 2000, párrafo 153; del mismo modo
Ca¡o Cantoral Benaaides zts. Peni. San José de Cosra Rica, 18 de agosro del
20A0, pítafo 120.
{zr1) f¡ip67 FEnNANpBz cirado por Vrrr,¡c¿s Parve, Elkv Alexander, Limite¡ a la
detención ! ?ri,sitin preueutitn. Lima: Gaceta Jurídica, 2016, p. 198.

*112-

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