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Guía de actividades
Módulo 23
Metodologías específicas de intervención.
Mecanismos Alternativos de Solución de
Controversias en Materia Penal
Unidad 1
Fase disciplinar
Sesión 1
Órganos especializados en mecanismos
alternativos de solución de controversias
Texto de apoyo
Índice
Presentación.......................................................................................................................................... 3
¿Qué hace un órgano de mecanismos alternativos de solución de controversias? ................................ 4
Las y los facilitadores penales ............................................................................................................. 10
Preparación...................................................................................................................................... 20
Flexibilidad ....................................................................................................................................... 20
Creatividad ....................................................................................................................................... 21
Tratar temas delicados ..................................................................................................................... 22
Buen humor y respeto ...................................................................................................................... 22
Administrar horarios ......................................................................................................................... 23
Honestidad y perseverancia ............................................................................................................. 23
Escucha activa y empatía ................................................................................................................ 23
Cierre................................................................................................................................................... 25
Fuentes de consulta ............................................................................................................................ 26
Legislación ....................................................................................................................................... 26
Instrumentos jurídicos ...................................................................................................................... 26
Presentación
La justicia restaurativa, de acuerdo con sus principios, bases y objetivos, puede aplicarse en cualquier
ámbito donde haya interacción entre seres humanos, pues mientras existan las relaciones
interpersonales, cabe la posibilidad de que surja algún conflicto.
Aunque la justicia restaurativa surgió como una forma de responder a las conductas delictivas, las
bondades de sus procesos y modelos pueden aplicarse en diferentes sectores, como el escolar,
laboral, comunitario, entre otros que requieran resolver conflictos y trabajar en la satisfacción de las
necesidades generadas a consecuencia de una conducta delictiva, con la intención de fortalecer las
redes comunitarias.
En esta sesión analizaremos la estructura que tiene los órganos de mecanismos alternativos de
solución de controversias a nivel federal o local para conocer de quién dependen y cuál es su
funcionamiento, organización y administración, a efecto de familiarizarnos con la figura e integrarla en
la estructura del sistema penal, aun cuando se perciba como instancias independientes.
Por otra parte, se analizará la figura del facilitador en MASC. A partir de la reforma del 2008 en justicia
penal, la capacitación de estos facilitadores ha sido determinante para el correcto funcionamiento de
las soluciones alternas, debido al cambio de paradigma respecto a las formas de acceso a la justicia
para la sociedad.
Los mecanismos alternativos de solución de controversias (MASC) constituyen uno de los grandes
pilares del sistema de justicia penal, pues surgen como una respuesta ante el conflicto, mediante los
cuales se busca el acceso a la justicia, devolviéndole la responsabilidad a las partes involucradas
directamente en el hecho delictivo.
La política del Estado mexicano en materia de seguridad y justicia penal no pueden enfocarse
únicamente en el castigo, pues es necesario precisar que existen diversas conductas que en su
intervención tendrían un mejor resultado si las partes tuvieran la oportunidad de decidir cómo
solucionar su conflicto.
El 7 de enero de 2002, el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas establece los principios
básicos sobre la utilización de programas de justicia restaurativa en materia penal, el cual representa
un antecedente relevante para las formas alternativas de justicia, marcando una pauta para dirigir la
atención de quienes operan el sistema penal hacia la autocomposición en la resolución de conflictos.
Por su parte, la Declaración de Bangkok de 2005, derivada del 11º Congreso de las Naciones Unidas
sobre Prevención del Delito y Justicia Penal, estableció la importancia de elaborar políticas,
procedimientos y programas en materia de justicia restaurativa que incluyeran formas alternativas al
juzgamiento.
Por lo que respecta al estado Mexicano, se llevó a cabo una opinión consultiva en 2003 por parte de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cual concluyó en el 2006, con miras a reformar el sistema
de justicia penal, la cual en sus resultados, muestra una inclinación hacia las formas alternativas de
solución de conflictos, entre las que se encuentran la mediación, la suspensión condicional, los
criterios de oportunidad, entre otros que permitieran una solución alterna e impidieran que más
asuntos se llevaran ante un órgano jurisdiccional.
Uno de los artículos reformados fue el 17 constitucional, el cual incorpora los MASC al sistema jurídico
en México, especificando que en la materia penal su aplicación será regulada, asegurando la
reparación del daño y estableciendo cuándo requerirán la supervisión judicial.
Entre los criterios dispares que se podían identificar en las diferentes legislaciones del fuero común, se
encontraba la definición de mediador, pues en algunos estados, era el ministerio público, quien podía
realizar estas funciones, mientras que en otras entidades los mediadores eran totalmente
independientes.
Otros estados contemplaban a la mediación únicamente en sede judicial, mientras que en otras
entidades se contemplaba en la etapa de procuración de justicia. Asimismo, en otras legislaciones
contemplaban ambas posibilidades, dependiendo de la etapa procesal en la que se encontrara el
asunto.
Por otro lado, existían incongruencias en cuanto a la figura de quién debería tener la facultad de
aprobar los acuerdos a los que se llegaba con la aplicación de los mecanismos alternativos, pues en
algunas entidades era el juez quien debía aprobarlos, otras entidades hacían referencia a que debería
de ser el director del centro de justicia alternativa, y en algunos casos se contemplaba la posibilidad de
que fuera un notario público el que les diera validez.
En ese contexto es que la reforma al artículo 73 constitucional estableció la pauta para que fuera el
Congreso de la Unión quien tuviera la facultad de legislar en materia única el tema procesal penal, los
mecanismos alternativos de solución de controversias y la ejecución de sanciones penales.
Durante la creación del CNPP, se discutieron temas como la sede en la que se llevarían a cabo los
MASC, las formas de reparación del daño, la justicia restaurativa, así como la creación de una base de
datos nacional que permitiera el registro de las personas que han accedido a una solución alterna.
Esto último con la intención de evitar las puertas giratorias, pues la verificación de la participación o no
del imputado en procesos alternativos anteriormente, se convierte en un elemento más de análisis
para determinar la procedencia o no del asunto derivado, pues aquellos quienes hayan incumplido un
acuerdo reparatorio, no podrán participar en otro proceso.
Por otro lado, la LNMASCMP incorpora entre otras figuras jurídicas, la del facilitador y la de los
órganos especializados en Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias, como parte
principal de este sistema de justicia penal, obligando al Estado a la creación de un sistema de
capacitación y certificación para que los órganos especializados en materia de MASC, cuenten con
facilitadores capacitados.
En este sentido, la LNMASCMP establece las bases para la organización genérica del órgano, así
como los preceptos que determinan sus funciones y atribuciones, resultando obligatoria la certificación
de los facilitadores, tanto en sede judicial como ministerial.
En virtud de lo anterior, los criterios mínimos para la certificación deberán ser expedidos por el órgano
de certificación de sede judicial y la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia para la sede
ministerial, ya que no existe un órgano colegiado que agrupe a los poderes judiciales, locales y el
federal.
Ahora bien, la LNMASCMP en la fracción X, de su artículo 3°, establece que el órgano es “la institución
especializada en mecanismos alternativos de solución de controversias en materia penal de la
federación o de las entidades federativas”. Por su parte, el artículo 40 de la ley en comento establece
lo siguiente:
Los órganos deberán tramitar los mecanismos alternativos previstos en esta ley y ejercitar sus facultades
con independencia técnica y de gestión. Asimismo, realizarán acciones tendientes al fomento de la
cultura de paz. Para cumplir con las finalidades señaladas en el párrafo precedente, el órgano contará
con facilitadores certificados y demás personal profesional necesario para el ejercicio de sus funciones.
De acuerdo con el primer párrafo del citado artículo, se establece como una obligación para las
instituciones de procuración de justicia, tanto locales como federales, contar con un órgano de MASC.
En tanto que para el Poder Judicial Federal como para los poderes estatales, se vuelve una cuestión
opcional, pues como se desprende de la literalidad del artículo, refiere, que éstos “podrán” contar con
su propio órgano, dejando abierta la posibilidad de crear, o no, órganos de MASC en sede judicial.
Por lo que respecta a su segundo párrafo, se desprende que serán los órganos de MASC los
encargados de tramitar las mediaciones, las conciliaciones y las juntas restaurativas, de acuerdo a lo
estipulado en la ley de la materia, con la intervención de facilitadores certificados, cuya función será
construir el diálogo y apoyar a las partes para concretar un acuerdo reparatorio o plan de reparación.
En este sentido, el 15 de enero de 2016 se publicó, en el DOF, el acuerdo A/001/16, mediante el cual
se crea, a nivel federal, el Órgano Administrativo Desconcentrado Especializado en Mecanismos
Alternativos de Solución de Controversias en Materia Penal de la Procuraduría General de la
República, de conformidad con lo estipulado en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, con la finalidad de fortalecer el establecimiento de los MASC en México, por lo que
este órgano será la instancia responsable de aplicar principios, bases, requisitos y condiciones de
estos mecanismos, con independencia técnica y de gestión, de conformidad con las disposiciones
jurídicas aplicables.
En cuanto a sus facultades, establece que las ejercerá con plena independencia técnica, enunciando
entre las más relevantes trabajar en colaboración con las unidades administrativas para diseñar los
programas de capacitación dirigidos hacia los facilitadores, con base en los lineamientos emitidos por
la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia, en tanto será el órgano, el encargado de otorgar la
certificación correspondiente de conformidad con el artículo 49 de la LNMASCMP. Asimismo, será el
encargado de recibir y analizar las derivaciones realizadas por el Ministerio Público o el juez de control,
a efecto de que cumpla con los criterios establecidos tanto en el CNPP como en la LNMASCMP, para
determinar su procedencia.
En caso de que existiera la negativa por parte del órgano para la aplicación de los
MASC, deberá comunicarlo por escrito fundada y motivadamente al interviniente
solicitante, haciéndole del conocimiento que existe la posibilidad de reconsiderar la
viabilidad de la derivación.
Una vez que sea admitida a trámite de la derivación, será el órgano quien designe al facilitador que
llevará a cabo el desarrollo del mecanismo, así como al personal de seguimiento. De igual manera, el
órgano tendrá la facultad de elaborar en coordinación con las unidades administrativas competentes
de la Procuraduría General de la República sus lineamientos generales de operación y funcionamiento.
Otra de las facultades establecidas en el citado acuerdo, será la de recopilar, administrar, conservar, y
actualizar, una base de datos de los asuntos que se tramiten en el Órgano Administrativo
Desconcentrado Especializado en Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias en Materia
Penal. Por otra parte, se establece dentro de sus facultades, diseñar una estrategia que les permitan
difundir y promover tanto los MASC como el fomento de la cultura de la paz.
Por su parte, la LNMASCMP establece que los Órganos de Mecanismos Alternativos de Solución de
Controversias estarán obligados a capacitar a su personal, así como contribuir a la promoción y
difusión de los MASC, lo cual representa un gran reto, pues trae inmersa una visión distinta respecto
del acceso a la justicia. No obstante, desde su implementación en el fuero federal, a mediados del
2016, un gran número de asuntos han encontrado solución por esta vía.
Por otro lado, el artículo 47 de la LNMASCMP establece los criterios mínimos de certificación de los
facilitadores penales:
La Conferencia y el Consejo serán las instancias responsables de emitir los criterios mínimos para la
certificación de facilitadores de los órganos de la federación y de las entidades federativas de
conformidad con lo dispuesto en esta ley.
El órgano contará con facilitadores certificados de conformidad con los estándares mínimos en materia
de capacitación, evaluación y certificación que emitan la Conferencia o el Consejo; para tal efecto, ésta
tendrá las funciones siguientes:
I. Establecer los criterios mínimos para las capacitaciones orientadas a cubrir los requisitos de
certificación o renovación de la misma, de acuerdo a los estándares establecidos en esta ley.
II. Determinar las normas y procedimientos técnicos para la evaluación y certificación de los
facilitadores.
III. Establecer los lineamientos para la construcción de las bases de datos a las que se refiere esta ley.
IV. Las demás que se acuerden para el cumplimiento de lo dispuesto en este artículo.
La Conferencia y el Consejo podrán celebrar convenios de colaboración para los efectos del presente
artículo.
Las personas facilitadoras que intervienen en los MASC tienen el objetivo de acompañar a los
intervinientes durante el desarrollo de las sesiones con la intención de que las partes puedan
solucionar sus conflictos.
Estos servidores públicos deberán conducirse con respeto, imparcialidad y profesionalismo, pues,
tendrán la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de las
personas, además de tener la obligación de encontrarse certificadas por el órgano o instancia
especializada en los MASC, de la federación o de los estados según corresponda.
Para desempeñarse como facilitador penal, la LNMASCMP (art. 48) establece una serie de requisitos:
I. Poseer grado de licenciatura afín a las labores que deberán desarrollar, con cédula profesional con
registro federal.
II. Acreditar la certificación que establece esta ley.
III. Acreditar las evaluaciones de control de confianza que establecen las disposiciones aplicables para
los miembros de instituciones de procuración de justicia.
IV. No haber sido sentenciados por delito doloso.
V. Los demás requisitos que establezca esta ley y otras disposiciones que resulten aplicables.
Como podemos observar, la ley no establece una carrera o profesión específica para desempeñarse
como facilitador, pues únicamente hace referencia a que la persona interesada deberá contar con una
licenciatura a fin con las labores a desempeñar, como es el caso de los licenciados en Derecho,
Psicología, Trabajo Social, Criminología, o cualquier otra licenciatura que por su afinidad pudiera
resultar favorable en el desarrollo de los MASC.
Otro de los requisitos necesarios para ser facilitador es una certificación, la cual tendrá vigencia de tres
años. El Órgano de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias será el responsable de
llevar a cabo la certificación periódica de sus facilitadores, de conformidad con los lineamientos
emitidos por la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia o el Consejo de Certificación en sede
judicial.
De esta manera se pretende garantizar que quienes se desempeñan como facilitadores penales,
cuenten con las herramientas y conocimientos necesarios para llevar a cabo la correcta aplicación de
los MASC contemplados en la ley.
Esos lineamientos sirven para unificar criterios respecto de las certificaciones de los facilitadores, pues
en algunas instituciones de procuración de justicia ya se contaba con la figura del facilitador, mediador
o similar (personas que recibieron una capacitación para la aplicación de los MASC en materia penal),
sin embargo, estas capacitaciones se llevaron a cabo atendiendo a diferentes criterios, los cuales
difieren de una entidad a otra. Por ello, los lineamientos buscan homologar los criterios para capacitar,
evaluar y certificar a los facilitadores que tendrán la responsabilidad de llevar a cabo la aplicación y
desarrollo de los mecanismos alternativos de solución de controversias contemplados en la ley de la
materia.
Vigésimo tercero.- El Órgano revocará la certificación del Facilitador que incurra en alguno o varios de
los siguientes supuestos:
Por lo anterior, los facilitadores deberán desarrollar las habilidades necesarias para llevar a cabo un
mecanismo alternativo con la participación de adolescentes, atendiendo a su contexto y proceso
cognitivo, pues la dinámica resulta totalmente distinta a la experimentada en adultos.
Por otro lado, en la LNSIJPA (art. 68) se establecen algunas obligaciones para los órganos de MASC,
respecto al sistema de justicia para adolescentes:
Para la adecuada aplicación de esta ley, se establecen como obligaciones de los Órganos de
Mecanismos Alternativos de las entidades federativas, las siguientes:
La LNMASCMP contempla las obligaciones adquiridas por las personas facilitadoras en el ejercicio de
sus funciones:
I. Cumplir con la certificación en los términos de las disposiciones aplicables en esta ley.
II. Conducirse con respeto a los derechos humanos.
III. Actuar con prontitud, profesionalismo, eficacia y transparencia, en congruencia con los principios
que rigen la presente ley y las disposiciones que al efecto se establezcan.
IV. Vigilar que en los mecanismos alternativos no se afecten derechos de terceros, intereses de
menores, incapaces, disposiciones de orden público o interés social.
V. Abstenerse de fungir como testigos, representantes jurídicos o abogados de los asuntos relativos a
los mecanismos alternativos en los que participen.
VI. Excusarse de intervenir en asuntos en los que se vea afectada su imparcialidad.
VII. Solicitar a los intervinientes la información necesaria para el cumplimiento eficaz de la función
encomendada.
VIII. Cerciorarse de que los intervinientes comprenden el alcance del acuerdo, así como los derechos y
obligaciones que de éste se deriven.
IX. Verificar que los intervinientes participen de manera libre y voluntaria, exentos de coacciones o de
cualquier otra influencia que vicie su voluntad.
X. Mantener el buen desarrollo de los mecanismos alternativos y solicitar respeto de los intervinientes
durante el desarrollo de los mismos.
XI. Asegurarse de que los acuerdos a los que lleguen los intervinientes sean apegados a la legalidad.
XII. Abstenerse de coaccionar a los intervinientes para acudir, permanecer o retirarse del mecanismo
alternativo.
XIII. Mantener la confidencialidad de la información a la que tengan acceso en el ejercicio de su función,
salvo las excepciones previstas en esta ley.
XIV. No ejercer la abogacía por sí o por interpósita persona, salvo en causa propia, de su cónyuge,
concubina o concubinario, convivientes, de sus ascendientes o descendientes, de sus hermanos o
de su adoptante o adoptado.
XV. Los demás que señale la ley y las disposiciones reglamentarias en la materia. El incumplimiento de
las disposiciones anteriores será sancionado en los términos de la legislación correspondiente.
En este mismo sentido, será obligación del facilitador mantener en todo momento la confidencialidad
de la información a la que se tenga acceso en el ejercicio de su función, salvo las excepciones
previstas en la ley, las cuales refieren a que no se trate de un delito que se esté cometiendo o sea
inminente su consumación y por el cual peligre la integridad física o la vida de una persona. En ese
caso, el facilitador podrá comunicarlo al ministerio público para los efectos legales conducentes.
Impedimentos y excusas
La LNMASCMP establece los casos en que el facilitador podrá excusarse o ser recusado para conocer
de los asuntos en que intervenga:
Artículo 52. Los facilitadores deberán excusarse o podrán ser recusados para conocer de los asuntos en
que intervengan, por cualquiera de las siguientes causas de impedimento:
I. Haber intervenido en el mismo mecanismo alternativo como ministerio público, defensor, asesor
jurídico, denunciante o querellante, o haber ejercido la acción penal particular; haber actuado como
perito, consultor técnico, testigo o tener interés directo en el mecanismo alternativo.
II. Ser cónyuge, concubina o concubinario, conviviente, tener parentesco en línea recta sin limitación
de grado en la colateral por consanguinidad y por afinidad hasta el segundo con alguno de los
intervinientes, éste cohabite o haya cohabitado con alguno de ellos.
III. Ser o haber sido tutor, curador, haber estado bajo tutela o curatela de alguna de las partes, ser o
haber sido administrador de sus bienes por cualquier título.
IV. Cuando él, su cónyuge, concubina, concubinario, conviviente, o cualquiera de sus parientes en los
grados que expresa la fracción II de este artículo, tengan un juicio pendiente iniciado con
anterioridad con alguna de las partes.
V. Cuando él, su cónyuge, concubina, concubinario, conviviente, o cualquiera de sus parientes en los
grados que expresa la fracción II de este artículo, sean acreedores, deudores, arrendadores,
arrendatarios o fiadores de alguna de las partes, o tengan alguna sociedad con éstos.
VI. Cuando antes de comenzar el mecanismo alternativo o durante éste, haya presentado él, su
cónyuge, concubina, concubinario, conviviente o cualquiera de sus parientes en los grados que
expresa la fracción II de este artículo, querella, denuncia, demanda o haya entablado cualquier
acción legal en contra de alguna de las partes, o hubiera sido denunciado o acusado por alguna de
ellas.
VII. Haber manifestado su opinión sobre el mecanismo alternativo o haber hecho promesas que
impliquen parcialidad a favor o en contra de alguna de las partes.
VIII. Cuando él, su cónyuge, concubina, concubinario, conviviente o cualquiera de sus parientes en los
grados que expresa la fracción II de este artículo, hubieran recibido o reciban beneficios de alguna
de las partes o si, después de iniciado el mecanismo alternativo, hubieran recibido presentes o
dádivas independientemente de cuál haya sido su valor.
Los supuestos contemplados en el citado artículo tienen una estrecha relación con uno de los
principios rectores sobre los que descansan los MASC en materia penal: el principio de honestidad,
por el cual deberán conducirse con estricto apego a la verdad y la buena fe.
En la realidad que vivimos actualmente como país, hemos sido testigos del aumento considerable de
la violencia en todas sus manifestaciones, asimismo, hemos visto que los esfuerzos del Estado por
endurecer las penas y reforzar el sistema punitivo no han dado los resultados esperados, pues no se
ha persuadido a las personas de no cometer conductas delictivas, incluso pareciera lo contrario dada
la sobrepoblación en las cárceles y la idea generalizada de “no pasa nada”. Por otro lado, tal
sobrepoblación va de la mano con el actuar de las autoridades del sistema penal traducido en actos de
corrupción.
Por tanto, resulta indispensable educar para la paz, puesto que cuando solucionamos un conflicto de
manera pacífica desarrollamos la capacidad de solucionar conflictos futuros, ya sea de la misma
naturaleza o por diferentes cuestiones, lo cual resulta de suma importancia debido a que en el
desarrollo de la interacción entre las personas siempre existirá la posibilidad de que surjan conflictos.
En la materia penal se han planteado soluciones alternas a través de los MASC y los procesos
restaurativos, pues son procedimientos que reconocen la necesidad humana de expresar emociones.
Al respecto, el facilitador tiene una participación relevante en ambos, no obstante sus diferencias
metodológicas.
Las habilidades de un facilitador son fundamentales para el desempeño de sus funciones pues, dentro
del acompañamiento que éste realice con los intervinientes en el desarrollo del mecanismo o proceso
restaurativo, deberá propiciar que éstos expresen sus emociones, necesidades, intereses y
preocupaciones sobre los hechos que dieron origen al conflicto, considerando que estará en contacto
con personas que, de alguna forma u otra, han sufrido las consecuencias de una conducta delictiva, ya
sea directa o indirectamente, por lo que detrás de cada interviniente en los MASC, existe una historia
en particular y por tanto la empatía resulta fundamental.
Al respecto, es necesario precisar que el inicio del mecanismo o procedimiento es fundamental, pues
la introducción o presentación es la etapa en la que el facilitador logra captar la atención y confianza
de las partes, además de orientar en el entendimiento de los principios, reglas y finalidades del
mecanismo o, en su caso, del proceso restaurativo.
La función de los facilitadores tenderá a empoderar a los participantes para que puedan tomar
decisiones y elegir resolver de manera pacífica su conflicto, lo cual implica que el profesional deberá
contar con un buen manejo de sus propias emociones hasta el momento en que deba conferir a las
partes la responsabilidad de retomar el control de su conflicto y valorar las opciones de solución
construidas.
Por otro lado, deberá tener presente la voluntariedad de las partes para llegar a un acuerdo; dos de
sus obligaciones más importantes consistirán en fomentar la cultura de paz y promover la participación
de los involucrados, a efecto de solucionar el conflicto. De ser posible, la solución deberá lograr que
los intervinientes se transformen, fortalezcan a la comunidad y, así, se restaure el tejido social.
De acuerdo con sus lineamientos, el facilitador deberá recibir la capacitación continua en materia de
MASC, análisis del conflicto, habilidades y herramientas comunicacionales, fomento a la cultura de
paz, ética, derechos humanos, Derecho Penal tanto en la parte sustantiva como adjetiva,
programación neurolingüística, así como en modelos de mediación, conciliación, junta restaurativa y
otros modelos restaurativos contemplados en leyes especiales de la materia.
Una vez que los candidatos a facilitadores aprobaron su examen inicial y los exámenes de control de
confianza, dará inicio la capacitación de ciento ochenta horas teórico-prácticas, que se llevará a cabo
de conformidad con el programa de capacitación.
Es importante recordar que los facilitadores penales son profesionistas certificados con base en los
Lineamientos para la capacitación, evaluación, certificación y renovación de la certificación de las y los
facilitadores de los órganos especializados en mecanismos alternativos de solución de controversias
en materia penal de las instituciones de procuración de justicia, tanto de la federación como de las
entidades federativas, establecidos por la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia. Así,
quienes pretendan convertirse en facilitadores deberán acreditar esta certificación, para garantizar una
correcta aplicación de los MASC y procesos restaurativos dirigidos a apoyar a los intervinientes en la
construcción de opciones de solución a través del diálogo.
En este sentido, es importante señalar que para efecto de llevar a cabo de una
forma adecuada los MASC y procesos restaurativos en materia penal, los
facilitadores deberán contar con una capacitación multidisciplinar, por un lado,
deberán conocer el Derecho Penal en su parte sustantiva y adjetiva, así como
conocimientos sobre MASC y el Sistema de Justicia; por otro, será necesario el
conocimiento sobre temas de derechos humanos, derechos de las víctimas, equidad
de género, intervención en crisis, manejo de emociones, herramientas de
comunicación, análisis del conflicto, reparación del daño y comunicación, entre
otros.
Como se ha señalado en estos últimos módulos, los MASC representan un cambio en la estructura del
sistema de justicia penal, el cual tiene como finalidad, en el contexto de un Estado de derecho
democrático, otorgar una mayor transparencia tanto en la investigación de los hechos posiblemente
tipificados como delito como en el desarrollo del proceso penal, garantizando además la reparación del
daño a la víctima u ofendido, así como promover, proteger, respetar y garantizar los derechos
humanos, dotando de más y mejores instrumentos a los procesos autocompositivos.
En estos procesos, los facilitadores son pieza clave, pues son los terceros imparciales encargados de
ser un puente de comunicación entre las partes, para que puedan encontrar una solución a su
conflicto. Los facilitadores pueden fungir como agentes de realidad, dirigiendo el diálogo para ayudar a
identificar y separar las posiciones tanto de sus intereses como de sus necesidades, o bien,
proponiendo opciones de solución sobre la base de criterios objetivos.
Por otro lado, además de contar con los requisitos establecidos en el artículo 48 de la LNMASCMP, la
Secretaría Técnica del Consejo de Coordinación para la Implementación del Sistema de Justicia Penal,
en el Programa de Especialización para el Perfil de Facilitadores establece que los aspirantes a
facilitadores deberán contar con las siguientes características y habilidades:
Preparación
Implica que el facilitador conozca bien el caso y, de resultarle posible, se plantee algunos escenarios
que pudieran surgir durante las sesiones, con el fin de prever estrategias de intervención encaminadas
a lograr el propósito del procedimiento.
Para ello, podrá plantear hipótesis del caso con la información obtenida de las partes durante las
sesiones previas, con la debida precaución de evitar caer en prejuicios, que pudieran influir en su
percepción, porque no necesariamente el conflicto corresponde al contenido real de la información.
Por otro lado, el facilitador, durante su participación, deberá mantener una postura de poca
intervención en el proceso, pues, tal como su nombre lo indica, es un facilitador de la comunicación
entre los intervinientes, quienes son realmente los protagonistas del conflicto, por lo que, en todo
momento, el facilitador deberá mostrarse imparcial y no involucrarse en el fondo del asunto.
En ese sentido, los facilitadores deberán limitar su actuar respecto de las posturas de las partes y
generar las condiciones necesarias para que en todo caso sean ellos mismos quienes resuelvan
efectivamente su conflicto.
Flexibilidad
La fracción IV del artículo 4° de la LNMASCMP señala que los MASC “propiciarán un entorno que sea
idóneo para la manifestación de las propuestas de los intervinientes para resolver por consenso la
controversia”, estableciendo que, para tal efecto, se evitará establecer formalismos innecesarios y se
utilizará un lenguaje sencillo.
De esta manera, el facilitador deberá desarrollar la habilidad de ser flexible, no sólo en cuanto a la
definición que contempla la LNMASCMP como principio de los MASC sino como una característica
propia de su función, tal como adaptarse al ritmo que vaya tomando el procedimiento, siempre y
cuando se respete su metodología y, en caso de necesitar suspender la sesión o reagendar una cita,
el facilitador deberá encargarse de incitar a las partes para que la comunicación fluya,
independientemente de que el procedimiento sea informal y se requieran de diversas sesiones antes
de llegar a una posible solución.
Creatividad
Esta característica se manifiesta en la función del facilitador al afrontar con la debida pertinencia y
profesionalismo los posibles obstáculos para alcanzar los acuerdos.
En ese sentido, una de las situaciones más recurrentes será trabajar con las
posiciones de las partes, que en módulos anteriores se han identificado como
aquellas pretensiones que los intervinientes dejan de identificar (como necesidades o
intereses) y que son determinantes en el desarrollo del conflicto.
En este punto el facilitador deberá hacer uso de su creatividad a efecto de guiar a los
intervinientes a través de preguntas, con la intención de que sean ellos mismos
quienes identifiquen el origen del conflicto y las consecuencias causadas.
Por otro lado, el facilitador creativo genera confianza entre las partes, indaga en lo que sucedió, en
cómo les afectó la comisión de la conducta delictiva, les brinda un espacio seguro para que puedan
expresarse si así lo deciden, valida sus emociones, ayuda a transformar el conflicto, genera empatía e
impulsa a buscar soluciones innovadoras que en un futuro puedan influir en su forma de resolver
diferencias sin necesidad de escalar al conflicto.
El facilitador tiene la obligación de actuar con discreción sobre la información que los intervinientes
decidan compartir durante el desarrollo de la sesión, en tanto la confidencialidad es otro de los
principios sobre los cuales descansan los MASC y la justicia restaurativa y que las partes también
deberán respetar.
Por otra parte, el facilitador deberá tener un buen control sobre sus propias emociones, de modo que,
al escuchar las historias de los intervinientes, no se “enganche” con alguna de las situaciones
compartidas y que, a consecuencia de sus experiencias personales, genere una empatía que vaya
más allá de su papel como facilitador, afectando su imparcialidad.
En ese sentido, es de suma importancia que el facilitador tenga la habilidad de separarse del conflicto
y maneje la información obtenida en beneficio de los intervinientes, pues deberá facilitar que se asuma
la responsabilidad que a las partes les corresponda entre uno de los objetivos de su intervención.
En ese contexto, la inteligencia emocional que pudiera desarrollar el facilitador será necesaria para
iniciar un proceso de cambio en los intervinientes, contemplando su salud física y mental, trabajando
en su autoestima y promoviendo un cambio que les permita resolver el conflicto de forma positiva.
Tener un buen sentido del humor en los momentos de mayor tensión o en la adversidad entre las
partes es una característica que le puede permitir al facilitador relajar el ambiente y combatir el
nerviosismo o rigidez que pudiera surgir durante el desarrollo de la sesión.
Por lo tanto, un punto sumamente importante en este aspecto es el respeto que el facilitador expresa
hacia las partes, procurando en todo momento garantizar el bienestar de los intervinientes en el
desarrollo de la sesión.
Administrar horarios
En muchas ocasiones puede pasar inadvertido el buen manejo de los horarios, sin embargo, es
sumamente necesario para establecer las reglas desde el inicio del MASC o proceso restaurativo, para
efecto de que las partes sean respetuosas con el tiempo de las demás personas y, en caso de no
poder asistir, se comuniquen para cancelar y solicitar una nueva cita.
Honestidad y perseverancia
Para generar un diálogo respetuoso que genere un ambiente de tolerancia y respeto entre los
intervinientes, la honestidad será una habilidad del facilitador y una característica a propiciarse en las
sesiones.
Por otra parte, la responsabilidad también implica no prometer a las partes algo que no
se pueda cumplir, pues, de hacerlo, se pondría en juego la credibilidad del facilitador,
que es fundamental para quienes desempeñan esta función.
Asimismo, el facilitador deberá ser perseverante, pues será necesario un gran esfuerzo para lograr
transformar el conflicto, pero sobre todo actuar con la firme intención de que las partes puedan retomar
la responsabilidad para solucionarlo por sí mismos.
Detectar las emociones involucradas, las circunstancias del caso, los intereses y necesidades que se
encuentran detrás de las posiciones de los intervinientes para ayudarlos a transformar el conflicto
resulta posible gracias a la habilidad de la escucha activa, que consiste en estar atento a lo que dicen
las partes, tanto con su actitud como con sus acciones.
Por su parte, la empatía es una de las claves principales para la resolución efectiva de conflictos,
entendida ésta como la capacidad de percibir, compartir y comprender lo que otro puede sentir,
preocupándose por experiencias ajenas. En este punto es importante señalar que el facilitador deberá
empatizar con ambas partes por igual para evitar una sensación de parcialidad. Por tanto, deberá
mostrarse comprensivo con los dos puntos de vista y ser capaz de transmitirlo. En ese sentido
podemos establecer que la empatía no es solo una habilidad emocional sino también social, la cual
permite a las personas, entender las emociones, las circunstancias, las intenciones, los pensamientos
y las necesidades de otros. Finalmente, al ser una habilidad, está puede desarrollarse con la intención
de facilitar la forma en que en las personas se relacionan.
Cierre
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En esta sesión has conocido las facultades, atribuciones y obligaciones de los Órganos de
Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias en Materia Penal, así como de la figura del
facilitador.
Por otra parte y después de este análisis, es evidente que gran parte del éxito obtenido en la
aplicación de los MASC y procesos restaurativos depende de los conocimientos y habilidades que el
facilitador haya adquirido durante su capacitación y a través de la experiencia en el desempeño de sus
funciones.
Fuentes de consulta
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