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Después de un merecido descanso y disfrute de las fiestas decembrinas, nos

toca aterrizar  forzosamente en tierra y enfrentarnos  una vez más al complejo


mundo del trabajo. Para algunos afortunados será un grato placer
reencontrarse con los compañeros de trabajo en un clima de respeto, amistad y
camaradería, mientras que para otros  significará un verdadero dolor de
cabeza  tener que regresar al  temido ambiente laboral tóxico.
Un ambiente de trabajo tóxico es aquel donde se desarrollan situaciones
tensas y negativas que rompen la armonía laboral y conllevan, sin lugar a
dudas, al desequilibrio en las relaciones con los demás.
Tanto para los afortunados como para quienes no lo son tanto, a continuación
describo algunas señales que te permitirán detectar si te encuentras en un
ambiente laboral tóxico,  las cuales he identificado a través de mi recorrido
empírico por diversas organizaciones públicas y privadas.  Esto, a fin de que
podamos estar alertas, prevenir situaciones adversas ò tomar medidas de
protección contra gente tóxica:
1.-El trabajo en equipo no existe
Porque simplemente el equipo tampoco. No hay compañerismo;  cada persona
trabaja en función a sus intereses personales o establece relaciones utilitarias (
“ te trato porque me convienes o puedes darme algo que necesito”). Existe una
marcada rivalidad porque sencillamente están muy lejos de saber que las
diferencias entre los seres humanos enriquecen las relaciones y que cada uno
tiene algo valioso que aportar para beneficio del equipo. Por supuesto, la
atmósfera colaborativa que debería reinar en las oficinas es inexistente.

2.-Cuando se presentan problemas se buscan culpables y no soluciones

Cuando un ambiente de trabajo es tóxico se tiende a señalar con el dedo.


Nadie cree tener por lo menos, un poco de culpa sobre lo que sucede y se
buscan los culpables más próximos, los vulnerables o los que no tienen
defensa.
Hay oportunidades en que ciertamente, una persona puede verse más
involucrada que otra en un conflicto típico de oficina o en el daño de
herramientas de trabajo y documentos (ejemplo); pero cuando estas escenas
forman parte del día a día del lugar de trabajo, se está evidenciando una gran
falla de supervisión, ya que las equivocaciones tienden a verse como sinónimo
de fracaso y no de oportunidad. La inevitable consecuencia de esta falla será la
presencia de trabajadores sin iniciativa y con una gran desmotivación.
Consejo: Piensa en las posibles soluciones a los problemas generados por ti o
por terceros para reforzar los lazos de compañerismo, sin olvidar que es
preferible ser como el pegamento que une y no como la manzana de la
discordia

 
3.-Otros ganan indulgencia con escapulario ajeno

Si alguien carece de mérito propio, aprovechará cualquier oportunidad para


llevarse créditos por el trabajo de sus compañeros con tareas tan pequeñas
como decir que fue él mismo quien preparó ese café tan rico o con más
grandes como robar informes de tu computadora o arrebatarte una idea que
curiosamente le encantó a tu jefe.
Personalmente, sospecho que tomar crédito ajeno es síntoma de inseguridad
personales; no seas tú quien las alimente. Aún cuando no seas tú quien está
dispuesto a robar para capturar toda la atención, te invito a no desfavorecer las
ideas de tus compañeros porque te caen mal o porque las suyas nunca son
tomadas en cuenta, pues solo harás que crezcan sin parangón las ansias de
competencia sucia.
Si en cambio, eres tú quien se auto exalta con el trabajo de otro, te invito a
romper con esta mala práctica y a cultivar tus capacidades profesionales con
cursos y otros recursos que te permitan desarrollar nuevas estrategias por tus
propios méritos. Considera que tomar crédito por el trabajo de otro no es ético y
demuestra incapacidad e inmadurez.
 
4.-Existen muchas reglas pero nadie las respeta o lo hacen a su manera
Pasa regularmente en sitios de trabajo pequeños o familiares donde las normas
se arrojan por la ventana porque hay más “confianza” (aunque las grandes
empresas no están exentas). Pero ojo, mientras más confianza, más respeto.
De esta manera demuestras integridad, separas tu faceta de empleado de tu
faceta de amigo/hijo/vecino/sobrino / pana y comienzas a verle seriedad al
asunto para que otros también lo hagan. Si cada quien conoce su lugar y la
forma en que debe actuar en diversos ámbitos de su vida le estará  dando un
parao al ambiente laboral tóxico.
 
5.-Circulan rumores y chismes malintencionados
Esta es la señal más común de que efectivamente estás en un sitio de trabajo
tóxico, pues los rumores de pasillo no tienen cabida aunque,
desafortunadamente, ya estén explícitamente clasificados como “chismes de
oficina”, lo que solo nos prueba la fuerte radicación de esta mala costumbre.
Los chismes de oficina se extienden rápidamente y no distinguen de rangos,
por lo que hoy puedes escuchar el último “beta” sobre el jefe y mañana
enterarte de la oscura relación extra marital entre el vigilante y la secretaria.
¿Mi consejo? Evítalos lo más que puedas.
Aléjate lentamente de una conversación que involucre a terceros que no están
presentes y que te haga sentir incomodidad; no querrás ser señalado tú
también como chismoso aunque apenas hayas abierto la boca. Si eres un
chismoso adicto, recuerda   que cuando menos lo esperes, de victimario
puedes pasar a ser víctima
6.-Personas poco capacitadas reciben ascensos
Nunca es grato ver a alguien con menos experiencia, ética o mérito,  ocupar
los  puestos más codiciados, y este es uno de los aspectos que, sin duda, son
causa de discordia y forjadores del temible ambiente laboral tóxico. Por eso es
importante que cada organización tenga un sistema de evaluación del
desempeño que garantice la objetividad, transparencia y equidad en el
otorgamiento de recompensas a los trabajadores.
 
7-No hay claridad en funciones u objetivos

Indiscutiblemente, como empleador, te conviene entregar formalmente al nuevo


trabajador una descripción de funciones, fijar normas de convivencia; crear un
plan de desarrollo; concebir listas de objetivos y establecer métodos para lograr
los objetivos  en equipo.
Aplicando estas simples directrices de trabajo estaremos acortando las
posibilidades de trabajar con mala cara en un ambiente laboral tóxico que nos
desmotive y genere estrés en exceso.
Para finalizar, te invito a que me ayudes a eliminar un poco de toda esa
toxicidad con una actitud màs sana y positiva compartiendo este artículo en tus
compañeros y amigos.
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