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Exercici: Primer, assenyalar les tesis principals del següent text, i, després fer un resum del

text.

ETICA PERSONAL Y PROFESIONAL

Oímos hace un tiempo en una tertulia que “ya sabemos que los criterios éticos que rigen en un
entorno empresarial son distintos y menos exigentes que los que empleamos en otros
entornos”. Es decir, estamos más dispuestos a hacerle una faena a un colega, a un
subordinado, un jefe o un cliente que a un amigo o a un familiar. La razón esgrimida es que "en
la empresa nos va el trabajo o la promoción, y todo el mundo es con eso mucho más
intransigente y egoísta". ¿Hasta el punto de transigir en los principios éticos básicos?
¿Estamos más dispuestos al engaño y a la injusticia, por eso? En una buena parte, con los
matices o excusas que cada uno acabe poniendo, parece que sí... Es una desgracia, y es
disfuncional y preocupante. Veamos por qué.

Primero, porque por este camino acabaremos haciendo la vida en la empresa más incómoda,
más calculadora y al final menos eficiente. Todos estaremos permanentemente alerta para
perjudicar al vecino en beneficio propio cuando tengamos la oportunidad y así supuestamente
mejorar profesionalmente. Porque "¡es que es la jungla!". Pero los demás acabarán haciendo
lo mismo, y como tontos no son... usaremos una parte importante del tiempo tramando y
retramando. Al final, seremos menos competitivos como empresa para aprovecharnos
individualmente.

Segundo, porque las prácticas que devienen rutina en la empresa acaban por transcender a la
sociedad en general. El resultado, una vida social más incómoda y menos disfrutable, algo que
al final nos afectará a todos, en todas las parcelas de nuestras vidas. No nos engañemos; las
personas somos las mismas en las empresa y fuera. Si hoy le hago una mala jugada a un colega
¿por qué no mañana al cónyuge, o al amigo? Lo que produce resultados inmediatos es más
tentador... y las malas prácticas son las que acaban imponiéndose.

Tercero y fundamental, porque no sólo haremos nuestras vidas menos atractivas, sino que
estaremos, obviamente, cada uno, socavando nuestros principios éticos básicos, volviéndonos,
por aquello del hábito, más falsos, más injustos, más... Más desgraciados, en definitiva. Un mal
negocio se mire por donde se mire. La "ética contextual" no le sale a cuenta a nadie. Y, sin
embargo, creyéndonos cada uno más listo que los demás, en eso estamos. ¿No es hora de una
rectificación colectiva?

R. ANDREU y J.M.ROSANAS, profesores del Iese

Síntesi

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