Está en la página 1de 12

El órgano cerebral de la avaricia – Neurociencia https://jralonso.

es/2011/09/08/el-organo-cerebral-de-la-avaricia/

Neurociencia
El blog de José Ramón Alonso

El órgano cerebral de la avaricia

Franz Josef Gall nació el 9 de marzo de 1758 en Tiefenbronn


(Baden), uno de los futuros estados alemanes. Su nombre va
unido al desarrollo de la Frenología (de phrenos=mente,
logos=estudio), una disciplina cientí�ca que había sido
inicialmente denominada Cranioscopía (de cranium=cráneo,
scopos=visión). La idea principal de la Frenología es que las
funciones cerebrales tenían una localización determinada en
la corteza cerebral, formando auténticos órganos cerebrales dedicados a una tarea
concreta.  Por tanto, si una persona tenía una cualidad
característica, por ejemplo era un avaro, la zona del
cerebro relacionada con el uso comedido del dinero
estaría muy desarrollada, y puesto que, según Gall, “el
cerebro modela el cráneo”, se notaría un bulto en esa
región al palpar la cabeza.

Parece que el inicio de las ideas de Gall sobre la


organización modular de la función cerebral se basan en
una observación de sus años de escuela, donde uno de sus compañeros mostraba
una gran habilidad lingüística y una excelente memoria verbal y, al mismo
tiempo, tenía los ojos saltones.

“Aunque no tenía un conocimiento previo, quedé asombrado por la idea de que los
ojos así formados eran una señal para una excelente memoria. Fue solamente más
tarde… que me dije a mi mismo, si la memoria se muestra por una característica

1 de 12 04/10/2021 11:55 p. m.
El órgano cerebral de la avaricia – Neurociencia https://jralonso.es/2011/09/08/el-organo-cerebral-de-la-avaricia/

física, ¿por qué no otras facultades? Y esto me dio el primer incentivo para todas
mis investigaciones y es el origen de todos mis descubrimientos.”

Gall buscó (y, por supuesto, encontró) la misma relación entre memoria verbal y
ojos saltones en otros estudiantes y postuló que esa peculiaridad �sonómica era
causada por un desarrollo extraordinario de un área cerebral situada detrás de los
globos oculares y dedicada a la Facultad de atender y distinguir palabras y recordar
palabras. Esta área cerebral, más grande de lo normal, empujaría los ojos hacia
fuera y sería el sustrato de esa notable
capacidad verbal y memorística, así
como la responsable de ese aspecto
físico poco agraciado.

Gall consideraba que las cualidades


morales e intelectuales eran innatas,
que dependían de su sustrato orgánico y
que este sustrato estaba localizado en el
cerebro. El cerebro era por tanto el
órgano encargado de todas las habilidades, todas las tendencias, todos los
sentimientos, todas las posibilidades de futuro. A su vez, el cerebro estaba
compuesto de tantos órganos cerebrales como facultades, tendencias y
sentimientos existen. Y no todos esos órganos tenían el mismo desarrollo en cada
persona. La Frenología estudiaba e identi�caba esas diferencias individuales.

Las charlas de Gall eran seguidas con un gran interés en Viena, lo que alarmó a las
autoridades eclesiásticas. En 1801, el emperador de Austria-Hungría, Francisco I,
le prohibió continuar con su investigación y la difusión de sus ideas, citando
razones morales y religiosas y señalando el peligro de una teoría que llevaba al
materialismo y al fatalismo. Si estamos marcados por unas características
cerebrales ¿para qué luchar contra nuestra naturaleza y nuestro destino?, ¿para
qué esforzarnos por mejorar si estamos predestinados por nuestros órganos
cerebrales? Al parecer, la jerarquía de la Iglesia austrohúngara no veía bien el
determinismo biológico implícito en esta teoría (al nacer ya se podría establecer
para qué tendría el bebé aptitudes, cualidades y tendencias; el cerebro marcaría ya

2 de 12 04/10/2021 11:55 p. m.
El órgano cerebral de la avaricia – Neurociencia https://jralonso.es/2011/09/08/el-organo-cerebral-de-la-avaricia/

una propensión hacia la genialidad o hacia el crimen) y con ese afán de restringir,
localizar y diseccionar el alma espiritual. Salvando todas las distancias, existen
algunas similitudes con esos tests psicológicos que hacemos en las escuelas y
donde algunos pretenden ver las inclinaciones, aptitudes y posibilidades de un
niño de pocos años, conocer su futuro, incluyendo sus ventajas y limitaciones.

Sin inmutarse demasiado, Gall dejó Viena en 1805, siendo acompañado por su
discípulo y lugarteniente Spurzheim. Ambos viajaron juntos por Europa
difundiendo su doctrina con resultados dispares: “charlatanería” y “timo” eran
comentarios frecuentes aunque parece haber un consenso en que Gall estaba
menos interesado en ganar dinero que en conseguir que sus ideas fueran
conocidas y aceptadas. Fue, por el contrario, bien recibido en general en los
círculos cientí�cos y consiguió el apoyo de pensadores tan prestigiosos como
Goethe. Gall llega a París en 1807 y allí se instala, viviendo con gran lujo hasta su
muerte en 1828. Fue elegido como médico por aristócratas y embajadores, así
como por prominentes intelectuales como Stendhal. Gall empezó a escribir sobre
sus ideas en 1808 y enseñó sus teorías en el Ateneo, viéndose enfrentado
rápidamente con Napoleón. No solo que el emperador tenía poca simpatía por los
alemanes y las doctrinas materialistas sino que, además, Gall consideraba que
debido a la pequeña circunferencia de la cabeza de Bonaparte no se podía esperar
demasiado, desde el punto de vista frenológico, de aquel cerebro.

En 1810 publicó su principal trabajo, con


un título realmente largo “Anatomie et
physiologie du système nerveux en
général, et du cerveau en particulier,
avec des observations sur la possibilité
de reconnaître plusieurs dispositions
intellectuelles et morales de l’homme et
des animaux, par la con�guration de
leur têtes,”  (Anatomía y Fisiología del sistema nervioso en general y del cerebro
en particular, con las observaciones sobre la posibilidad de reconocer distintas
disposiciones intelectuales y morales del hombre y de los animales, por la
con�guración de sus cabezas).

3 de 12 04/10/2021 11:55 p. m.
El órgano cerebral de la avaricia – Neurociencia https://jralonso.es/2011/09/08/el-organo-cerebral-de-la-avaricia/

Gall solicitó su admisión en la Académie des Sciences pero Napoleón presionó


para denegarle el acceso y para que se estableciera un comité que juzgara sus ideas
y sus procedimientos. Gall, de forma inteligente, envío como aval su
extraordinaria investigación sobre la anatomía del
cerebro, que era de gran calidad cientí�ca, (volúmenes I
y II de la obra antes mencionada) en vez del trabajo
mucho más controvertido sobre los “órganos
cerebrales” de la mente (volumen III). La Academia
pidió a su mejor neurocientí�co, Marie-Jean-Pierre
Flourens (1794-1867) académico y miembro de la
Legión de Honor, que realizase experimentos en
animales para comprobar las a�rmaciones frenológicas
de Gall. Flourens fue devastador. Tras numerosos
experimentos llegó a la conclusión de que la Frenología
era una falacia. En su libro “Examen de la Phrénologie”
publicado catorce años después de la muerte de Gall indicaba sobre él: “Hizo lo
que muchos otros han hecho. Comenzó imaginando una hipótesis, y entonces
imaginó una anatomía que se ajustase a dicha hipótesis.”

Mientras que Gall era muy riguroso en sus disecciones y autopsias, sus métodos
para localizar los órganos cerebrales eran grotescos y absurdos, y se pueden
ilustrar con algunos ejemplos. La “destructividad” fue situada en una zona
encima de la oreja por tres razones: Primero, es la zona más gruesa del cráneo en
los animales carnívoros; segundo, Gall observó una prominencia en esta zona en
el cráneo de un estudiante que “le gustaba tanto torturar animales que se convirtió
en cirujano” y tercero, esta región estaba muy bien desarrollada en un boticario
que posteriormente se convirtió en verdugo. La “idealización” se colocó en una
zona que observó desarrollada en estatuas de poetas y era también —según él—
 la zona de la cabeza que los poetas se tocaban o frotaban mientras escribían. Con
respecto a la “veneración” se situó sobre  Bregma, la zona de unión de las suturas
de los huesos del cráneo en la parte superior de la cabeza. Ello se debió a que  Gall
observó que alguna gente devota y de rezo ferviente y frecuente tenía esta región
ligeramente prominente. Se dice que de�nió el órgano cerebral de la reproducción
en el cerebelo al “notar la ardiente nuca de una viuda histérica”.  Con esos

4 de 12 04/10/2021 11:55 p. m.
El órgano cerebral de la avaricia – Neurociencia https://jralonso.es/2011/09/08/el-organo-cerebral-de-la-avaricia/

fundamentos tan poco sólidos, Gall se convirtió en su peor enemigo.

Gall estaba particularmente interesado en estudiar individuos que mostrasen un


comportamiento extremo: genios, locos o criminales, y valoraba las prominencias
y depresiones (bultos y zonas hundidas) de su cráneo para identi�car aquellas
partes del cerebro subyacente que estaban sobre- o infrarrepresentadas en
relación con lo observado en la mayoría de las personas. También actuaba en
sentido contrario, una
zona anormalmente
pronunciada de un
cráneo podía dar pistas
de un talento particular,
de unos dones
determinados. Así un
frenólogo, podría
determinar los aspectos
fuertes y débiles de la
personalidad de un
individuo mediante la
palpación de su cráneo.
Su interés por los
cráneos causó un auténtico pánico entre las clases intelectuales. En una carta a
Georges Cuvier, el famoso naturalista, Flourens indicaba:

“En esa época … todo el mundo en Viena estaba temblando por su cabeza,
temiendo que tras su muerte fuese solicitada para enriquecer el gabinete del Dr.
Gall. Él mostraba su impaciencia sobre los cráneos de personas extraordinarias
–aquellos que mostraban ciertas cualidades muy desarrolladas o un gran talento-
lo que era causa aún mayor de terror. Muchas personas habían sido inducidas a
creer que eran especial objeto de la atención del doctor e imaginaban que sus
cabezas eran particularmente deseadas por él como un espécimen de la mayor
importancia para el éxito de sus experimentos. Circulan curiosas historias en este
sentido. El viejo Monsieur Denis, el bibliotecario del Emperador, ha incluido una
cláusula especial en su testamento, intentando salvar su cráneo del bisturí de

5 de 12 04/10/2021 11:55 p. m.
El órgano cerebral de la avaricia – Neurociencia https://jralonso.es/2011/09/08/el-organo-cerebral-de-la-avaricia/

Monsieur Gall.”

Con todas sus observaciones en los cráneos que fue recolectando, Gall describió 27
zonas cerebrales localizadas, centros encargados de funciones concretas. Según
su clasi�cación, los primeros diecinueve son órganos comunes a hombres y
animales, los últimos ocho son especí�cos de humanos:

1. El instinto de reproducción (localizado en el cerebelo).


2. El amor a nuestra descendencia.
3. El afecto, la amistad.
4. El instinto de auto-defensa, el coraje, la agresividad.
5. El instinto carnívoro, la tendencia a matar.
6. La astucia; la agudeza; la inteligencia.
7. El sentimiento de propiedad, el instinto de almacenar comida (en animales), la
codicia, la tendencia a robar.
8. El orgullo, la arrogancia, el amor a la autoridad.
9. La vanidad, la ambición, el ansia de gloria (“una cualidad bene�ciosa para el
individuo y para la sociedad”)
10. La circunspección, la previsión.
11. La memoria de las cosas, la memoria de los
hechos, la educabilidad, la perfectibilidad.
12. El sentido de los lugares, de las proporciones
espaciales.
13. La memoria de la gente, el sentido de la gente.
14.  La memoria de las palabras.
15. El sentido del lenguaje, del habla.
16. El sentido de los colores.
17. El sentido de los sonidos, el don de la música.
18. El sentido de las relaciones entre números.
19. El sentido de la mecánica, de la construcción, el talento para la arquitectura.
20.  La sagacidad comparada.
21. El sentido de la metafísica.
22. El sentido de la sátira, el sentido del ingenio.
23. El talento poético.

6 de 12 04/10/2021 11:55 p. m.
El órgano cerebral de la avaricia – Neurociencia https://jralonso.es/2011/09/08/el-organo-cerebral-de-la-avaricia/

24. La amabilidad, la benevolencia, la gentileza, la compasión, la sensibilidad, el


sentido moral
25. La facultad de imitar, la mímica.
26. El órgano de la religión.
27. La �rmeza de propósito, la constancia, la perseverancia, la obstinación.

Está claro que 25 de estas 27 regiones cerebrales con una función determinada,
simplemente no existen. Las dos restantes (14 y 15) están relacionadas con el
lenguaje y la memoria de las palabras y pueden relacionarse con áreas cerebrales
realmente existentes.

En sus descripciones, Gall realizaba inspecciones rápidas y simples y utilizaba


términos como “más grande”, “más pequeño”, “enormemente desarrollado”,
“se observa fácilmente”,…. Otros
cientí�cos renegaban de esa ausencia de
precisión, que se mostraba sin ningún
valor a la hora de comparar sus datos, o
de extrapolarlos a otras personas.
Señalaban que los bordes de los órganos
cerebrales propuestos por Gall eran
difusos lo que impedía comprobar si
existía una correlación real entre una
habilidad determinada y el tamaño de esa región cerebral. Otros aspectos de
crítica fueron las generalizaciones realizadas a partir del estudio de muy pocos
casos, o el poco rigor cientí�co, donde los ejemplos que no apoyaban su teoría
eran apartados y no tenidos en cuenta.

Dejando la Frenología aparte, Gall hizo sólidas aportaciones al estudio del Sistema
Nervioso. Fue el primero que separó claramente la sustancia gris (componentes
neuronales) y la blanca (elementos conductores). Gall reintrodujo el método de
comenzar las disecciones desde la médula espinal y seguir los tractos �brosos de
forma ascendente, hacia la corteza cerebral. Gracias a ello, observó que las �bras
de la médula terminan en la corteza y no en el bulbo raquídeo como se pensaba
previamente. Esta separación entre anatomía bulbar y cortical puso de mani�esto

7 de 12 04/10/2021 11:55 p. m.
El órgano cerebral de la avaricia – Neurociencia https://jralonso.es/2011/09/08/el-organo-cerebral-de-la-avaricia/

por primera vez la importancia de la corteza cerebral como una entidad de�nida.
Gall identi�có claramente los orígenes de los nervios craneales I al VIII, y fue el
primero en distinguir la presencia de dos tipos de �bras, “rentrants” o
divergentes (axones de proyección) y convergentes (�bras de
asociación/comisurales). Parece ser que también él fue capaz, antes que nadie, de
probar que las �bras de los tractos piramidales cruzaban los hemisferios
cerebrales, encontrando así la explicación para las parálisis contralaterales, las
que se observaban en el lado del cuerpo opuesto a la zona de la lesión en la cabeza.
Como primera persona que propuso que el cerebro estuviera constituido por
sistemas individualizados aunque conectados, Gall estableció la base tanto para
las teorías modulares como las coneccionistas de la función cerebral. Fue también
importante su contribución a la localización de la función, la localización del
síntoma y la localización de la lesión. Gall fue el primero que hizo una descripción
completa de una afasia expresiva debida a una lesión cerebral. También se dio
cuenta de la relación entre lesiones vasculares y problemas del habla. Obtuvo las
evidencias para sus teorías sobre el habla, el lenguaje y la memoria verbal de
disecciones de cerebros que habían tenido heridas de bala, apaleamientos y
posiblemente derrames cerebrales así como del estudio de individuos con
discapacidad intelectual y dementes. Su concepto de que muchas funciones
mentales  se podían relacionar con zonas cerebrales concretas se mostró
posteriormente correcto, pero no como indicaban los frenólogos.

Junto a los aspectos más puramente cientí�cos, Gall fue un personaje interesante.
A nivel personal, se casó muy pronto con Miss Leisler, no se conoce el nombre de
pila pero el matrimonio fue desgraciado y Gall tuvo numerosas amantes, con una
de las cuáles tuvo un hijo. Decidido a disfrutar de la vida dijo que “ni el pecado ni
los amigos me abandonarán nunca”. Socialmente, fue considerado durante su
vida como un radical, un reformador social que señalaba, con razón, que “es
mucho más difícil ser virtuoso que ser devoto”. El elemento básico de su conducta
personal era la tolerancia, que consideraba “el primer deber, el más sagrado, el más
�losó�co”. De forma llamativa para su época, consideraba que la educación era
vital para todos los ciudadanos, no haciendo diferencias entre individuos de
distintas razas, a�rmando que “Todos los hombres tienen los mismos cerebros, por lo
tanto, las mismas facultades y tendencias,… un negro y un europeo están al mismo

8 de 12 04/10/2021 11:55 p. m.
El órgano cerebral de la avaricia – Neurociencia https://jralonso.es/2011/09/08/el-organo-cerebral-de-la-avaricia/

nivel en la escala del reino animal”, algo realmente revolucionario en los


comienzos del siglo XIX. Gall solicitó reformas en las condiciones de prisiones y
manicomios, debido a su conocimiento de la situación de presos y enfermos
mentales al visitar esos establecimientos en la búsqueda de cráneos de personas
con conductas extremas. Creía en la reforma más que en el castigo, una conclusión
directa de su idea que las enfermedades de la mente eran innatas y, por lo tanto,
no estaba tan clara la “culpabilidad” y  consideraba que las características de la
persona que ha hecho un delito debían tenerse en cuenta al emitir una sentencia
judicial “los grados de culpa y expiación varían de una persona a otra”. Mientras
que muchas de las ideas de Gall se abandonaron rápidamente otras tuvieron una
in�uencia notable en las reformas sociales en los siguientes 200 años.

La puñalada �nal a la Frenología la dio otro neurocienti�co, Magendie, al


discípulo favorito de Gall,  Spurzheim, usando como estratagema el cerebro más
famoso de Francia, el de Laplace. Lo cuenta Flourens en su libro “Psychologie
Comparée”:

“El famoso �siólogo Magendie conservaba con


veneración el cerebro de Laplace. Spurzheim
tenía el muy natural deseo de ver el cerebro de
ese gran hombre. Para poner a prueba la
ciencia de la Frenología, Mounsieur Magendie
le mostró [sin que lo supiera Spurzheim], en
vez del cerebro de Laplace, el de un imbécil.
Spurzheim que se encontraba lanzado de
entusiasmo, admiró el cerebro del imbécil
como si fuera realmente el de Laplace.”

Magendie le tendió una trampa y Spurzheim se tragó el cebo, el anzuelo y la caña


entera. La Frenología nunca se recuperó de ese golpe.

Se ha dicho que la relación entre la Frenología y la Neurociencia sería similar a la


relación entre la Alquimia y la Química o la Astrología y la Astronomía: un origen
común, incluso una cierta fecundación mutua pero unas siguen el camino de la

9 de 12 04/10/2021 11:55 p. m.
El órgano cerebral de la avaricia – Neurociencia https://jralonso.es/2011/09/08/el-organo-cerebral-de-la-avaricia/

ciencia, de la evidencia sometida a prueba, de la experimentación mientras que las


otras van cayendo en lo esotérico, los “poderes” indemostrables, la estafa. Sin
embargo, las contribuciones de Gall, a pesar de estar basadas en una teoría
equivocada, constituyen avances notables, realmente revolucionarios para su
época y permitieron la base del conocimiento moderno sobre la localización de la
función cerebral.

Para leer más:

• Ackerknecht, E. H., & Vallois, H. V. (1956). Franz Joseph Gall, inventory of


phrenology and his collection. University of Wisconsin Medical School,
Madison.
• Chudler, E. H. (1998). Milestones in neuroscience research,
http://weber.u.washington.edu/~chudler/hist.html.
• Department of Neurology, University of Illinois (1998). Dr. Franz Gall
http://www.uic.edu/depts/mcne/founders/page0038.html.
• Finger, S. (1994) Origins of Neuroscience. A history of explorations into brain
function. pp.32-50. Oxford University Press, Nueva York.
• Stern, M. B. (1971). Heads & headlines: the phrenological Fowlers. University of
Oklahoma Press, Norman.

Gracias por compartir:

           

Me gusta
Sé el primero en decir que te gusta.

Relacionado

10 de 12 04/10/2021 11:55 p. m.
El órgano cerebral de la avaricia – Neurociencia https://jralonso.es/2011/09/08/el-organo-cerebral-de-la-avaricia/

El experimento frenológico de Mark Twain

13/09/2020
En «Divulgación cientí�ca»

Museo de la Neurociencia: La conferencia del frenólogo

16/08/2015
En «Divulgación cientí�ca»

Funciones cerebrales ¿localizadas o dispersas?

11 de 12 04/10/2021 11:55 p. m.
El órgano cerebral de la avaricia – Neurociencia https://jralonso.es/2011/09/08/el-organo-cerebral-de-la-avaricia/

01/04/2015
En «Divulgación cientí�ca»

Autor: José R. Alonso


Neurobiólogo. Catedrático de la Universidad de Salamanca. Escritor.
Lee todas las entradas de José R. Alonso

José R. Alonso / 08/09/2011 / Divulgación cientí�ca,Historias de la Neurociencia

Un comentario en “El órgano cerebral de la avaricia”

Pingback: Museo de la Neurociencia: La conferencia del frenólogo – Neurociencia

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos
de tus comentarios .

12 de 12 04/10/2021 11:55 p. m.

También podría gustarte