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Compras compulsivas.
El City se ha convertido en el líder comprando jugadores para fortalecer su plantilla
desde el momento en el cual apareció el dinero emiratí. En el año 2008 invirtieron
122,5M€ en seis jugadores: Robinho (40M€), Jo (23M€), Niguel DeJong (18M€),
Bellamy (15,5M€), Bridge (13M€) y Given (9M€). En el 2009, 137M€ en seis futbolistas,
en el 2010, 181M€ en nueve, y la lista anual siguió creciendo, siendo el año 2017 en el
cual gastaron la mayor cantidad hasta ahora, con 317M€ invertidos en 10 futbolistas
(Datos: TRANSFERMARKET).
Todo esto y más es posible para un equipo cuya única meta es ser considerado como
el mejor del mundo. No hay ningún tipo de límite o freno cuando se trata de invertir para
lograr dicho objetivo. Ni siquiera el ‘Fair Play Financiero’, un elemento de carácter
normativo ideado por la FIFA para evitar, precisamente, inyecciones monetarias bajo
modalidades dudosas, tanto como moral como legalmente (Con patrocinios valorados
artificialmente, por ejemplo), ha podido ser lo suficientemente rígido como para
presentar algún tipo de control verdaderamente factible sobre las finanzas del club.
El ‘capítulo Haaland’ es solamente una muestra más del cambio radical protagonizado
por el fútbol, acelerado en la última década por la abrupta llegada del dinero emiratí, o
qatarí. Cosas impensadas en los años 90 y 2000, como, por ejemplo, las famosas
“comisiones”, las cuales encarecen una operación de manera alarmante, siendo
inexistente hasta los momentos un mecanismo lo suficientemente eficaz como para
controlar efectivamente estas prácticas, las cuales pueden ser legítimas, pero llevan el
montante final a unos extremos difícilmente comprensibles en los momentos de
dificultad por los cuales atraviesa el mundo en la actualidad.
Esa es la pregunta del millón. La hecha constantemente por todos los analistas a nivel
mundial. Haaland llega a un equipo hecho, el cual tiene unas características muy
marcadas en su juego, lo cual puede provocarle alguna molestia al noruego en sus
primeros meses, porque ciertamente, cuando se llega a un equipo nuevo, se hace
necesario un proceso adaptativo al cual ningún jugador, por muy superlativo, puede
pretender escapar.
Para saber entonces si el juego del Manchester City necesita una figura como Haaland,
quien es delantero centro clásico (También llamado ‘ariete’ o ‘tanque’ por su
corpulencia), conjuntamente con la ESCUELA DE COACHES MBP se analizan los
movimientos realizados por los delanteros en los metros finales para valorar el nuevo
fichaje encaja correctamente.
Los movimientos clásicos del conjunto dirigido por Guardiola, se basan en la ubicación
del espacio con pases filtrados (adelantados), los cuales finalizan generalmente con un
centro atrás para permitir arrastrar la marca, despejando el área a los jugadores
secundarios, permitiéndoles rematar con mayor facilidad.
En la imagen izquierda se puede observar al jugador con el balón esperando el desmarque del compañero para enviar un balón
filtrado. A la derecha se puede notar el efecto pretendido: Arrastrar las marcas y ejecutar un ’centro atrás’ para los jugadores de
segunda línea. FOTOS: MARCA.
La principal virtud de Haaland es la capacidad para rematar de manera efectiva los balones aéreos, incluso cuando está siendo
marcado fuertemente. FOTO: MARCA.
Esto quiere decir que el juego practicado por el delantero noruego no solamente
encajará a la perfección dentro del planteamiento táctico-ofensivo ejecutado por
Guardiola, también darán unas nuevas herramientas para profundizar las opciones
existentes en el equipo, sobre todo en aquellos partidos en los cuales el rival, por su
naturaleza, opte a cerrarse por completo, negando totalmente la ejecución del juego
fluido, preciso, y en corto del conjunto ‘citizen’.