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LIDERAZGO

Liderazgo Distribuido, un elemento


crítico para promover la innovación

El autor explora las modalidades de liderazgo que resultan adecuadas para las organizaciones propias de la
sociedad del conocimiento. A su juicio, lo que denomina liderazgo distribuido es posible en las organizaciones
basadas en el conocimiento, en las que los profesionales trabajan con un alto grado de cualificación y auto-
nomía. La capacidad de los directivos para transferir, desarrollar y compartir el liderazgo son fundamentales
para aflorar la innovación.

FRANCISCO LONGO, profesor del Departamento de Dirección de Recursos Humanos


de Esade (Universidad Ramon Llull). francisco.longo@esade.edu

igue pujante la producción académica miradas hacen de él un tema multifacético,

S y divulgativa sobre liderazgo. El tema


cruza transversalmente los distintos
espacios en los que las personas nos move-
susceptible de ser abordado desde enfoques
muy diversos, muchos de los cuales contie-
nen algún elemento valioso.
mos: la organización en la que trabajamos,
la comunidad y el país donde vivimos, los Resultaría vana, por tanto, la pretensión
movimientos sociales a los que admiramos de decir sobre el liderazgo algo definitivo y
o con quienes colaboramos. Esta transver- concluyente. No es ese, desde luego, el pro-
salidad dota al liderazgo de atractivos y lo pósito de este artículo, que trata más bien
convierte en materia reconocible por mu- de explorar ciertas expresiones del liderazgo
cha gente. Al mismo tiempo, estas diversas que, si persisten algunas tendencias propias
de la época en que vivimos, se van a poner
de manifiesto, previsiblemente, en las orga-
nizaciones y en otros grupos sociales. ¿De
F ICHA TÉCNICA qué tendencias hablamos? Básicamente, de
tres: en primer lugar, de la evolución hacia
sociedades y economías basadas en el cono-
Autor: LONGO MARTÍNEZ, Francisco.
cimiento, en segundo lugar, del incremento
Título: Liderazgo Distribuido, un elemento crítico para promover la innovación. de la diversidad de orígenes, culturas y sa-
Fuente: Capital Humano, nº 226, pág. 84. Noviembre, 2008. beres técnicos de las personas llamadas a
relacionarse en las organizaciones y en los
Resumen: Este artículo explora las modalidades de liderazgo que resultan adecuadas para las
entornos comunitarios próximos y, final-
organizaciones propias de la sociedad del conocimiento. Las tendencias de fondo de estas
organizaciones ponen de manifiesto que las finalidades del liderazgo deberán alcanzarse, en
mente, de la transformación de las organi-
ellas, mediante enfoques distintos, en buena medida, de los convencionales. La capacidad de zaciones y de los demás grupos sociales en
los directivos para transferir, desarrollar y compartir el liderazgo serán cruciales; por una parte, estructuras más horizontales, en las que la
para maximizar el impacto de sus iniciativas y decisiones, y, por otra, para estimular los entornos iniciativa individual y el trabajo en equipo
colaborativos sin los cuales no se produce la innovación. ocupan crecientemente el espacio reservado
Descriptores: Liderazgo / Delegación / Innovación / Capital Social Interno. antes al principio jerárquico. ¿Cómo afectan
estas tendencias a las manifestaciones de eso
que llamamos liderazgo?

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LAS “TAREAS” DEL LIDERAZGO ponden? Recurriremos a un símil para aclarar
nuestro punto de vista.
Para contestar a esta pregunta, resulta im-
prescindible hacer un alto en el camino,
abrir un paréntesis y consensuar, antes de DE LA “TERMINAL TONTA”
continuar, una determinada visión del lide- AL USUARIO INTELIGENTE
razgo. No es una empresa fácil, como em-
pezábamos diciendo. Tal vez sea suficiente Hace tres décadas, la tecnología informática
que, siguiendo a Wilfred Drath, nos ponga- se hallaba a las puertas de un cambio funda-
mos de acuerdo en las que este autor nor- mental. La aparición del ordenador personal
teamericano llama “las tareas del liderazgo” y el desarrollo del software diseñado para él
(Drath, 2001, 18). empezaba a alterar en profundidad el sta-
tu quo. Hasta entonces, grandes sistemas
Son tres. La primera, dotar a un grupo huma- centralizados almacenaban y gestionaban la
no –en la escala que sea, desde una microor- información. Estos sistemas estaban diseña-
ganización a una comunidad supranacional– dos y manejados por expertos imbuidos de
de dirección (hacia dónde ir). La segunda, un conocimiento que parecía esotérico al
imbuirlo de motivación o compromiso (que- resto de los mortales, lo que acentuaba el
rer ir, y persistir en ello). La tercera, capa- uso de una jerga propia. Quienes, extramu-
citarlo para afrontar el cambio, en especial ros de la fortaleza tecnológica, accedían a
cuando el cambio no es la mera adaptación la información, lo hacían conectados a ter-
gradual a las transformaciones del entorno, minales “tontas” mediante las cuales, co-
sino un reto que cuestiona en profundidad mo usuarios poco avezados y auxiliados por
las percepciones, valores y expectativas de miembros de la casta sacerdotal, ejecutaban
las personas (Heifetz, 1998) (saber afrontar instrucciones y seguían rutinas, con escaso
y gestionar el cambio). Pues bien, dadas las espacio para la intuición y no digamos para
tendencias anteriores, ¿qué características la creatividad. El lanzamiento del PC supuso
cabe esperar de los liderazgos capaces de la aparición de lo que se llamó en su día
alcanzar tales finalidades, o, si se prefiere, de “informática distribuida”, término que puso
realizar con éxito las “tareas” que le corres- nombre a un auténtico salto cuántico, en

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lo que respecta al uso y al papel social de tienden a convertirse en constelaciones de
las tecnologías de la información. ¿Quién liderazgos múltiples, cuya vitalidad está, en
se acuerda hoy de todo eso? Desde luego, buena medida, vinculada a decisiones des-
no los más jóvenes, que nacieron ya en la centralizadas de ejercicio y aceptación de
era de las redes, del usuario autónomo e liderazgos de diverso tipo.
inteligente, del Web 2.0.
Intentemos echar un vistazo al escenario
Pues bien, los grupos, organizaciones y co- un poco más de cerca. Una de las formas
munidades de la sociedad del conocimiento en que se ejerce ordinariamente la direc-
están planteando, para el logro de las finali- ción consiste en formular encargos a otras
dades que antes mencionábamos (dirección, personas. Cuando el trabajo encargado es
motivación y cambio), exigencias nuevas relativamente simple, y, por tanto, estan-
que presentan semejanzas con el proceso darizable, el control de la ejecución se ha-
de transformación de las TIC que hemos ce sencillo, y da lugar a supervisiones más
descrito. Por eso, nos hemos inspirado en o menos rutinarias, que no cuestionan en
él para llamar “liderazgo distribuido” al ningun caso los roles jerárquicos preexisten-
modelo emergente de liderazgo que dichos tes. Ahora bien, en la actualidad, es cada
cambios sugieren. vez más frecuente que encarguemos cosas
que no sabemos cómo hacer o conseguir. Es
más, es probable que el receptor del encar-
QUÉ ES EL LIDERAZGO DISTRIBUIDO go tampoco lo sepa, sino que deba dedicar
Los contextos actuales hacen tambalearse un período más o menos largo a explorar
ciertas nociones sobre el liderazgo: aquellas el terreno y familiarizarse con él. Al cabo
que se centran en destacar la capacidad de de un tiempo, viene a vernos y empieza a
unas pocas personas (líderes) para movili- contarnos, entusiasmado, lo que ha apren-
zar a muchas otras (seguidores) en torno a dido, hasta que nosotros, agobiados por
una idea o proyecto. El liderazgo distribuido una agenda repleta, le decimos: “No me
quiere decir que la realización de las tareas cuentes más cómo funciona la cosa; con-
propias del liderazgo se extiende a muchas voca a quien crees que puede ayudarte y
más personas que se ven impulsadas a lide- pónlo en marcha”.
rar al mismo tiempo que realizan sus activi- En realidad, lo que estamos diciéndole es:
dades profesionales ordinarias. Quiere decir “lidera”, esto es, estamos transfiriéndole un
también que esas personas intercambian a trozo de nuestra responsabilidad de liderar y
menudo con otras sus papeles, y “se de- pidiéndole que la asuma. Si nos hace caso,
jan” liderar por ellas. En definitiva, signifi- probablemente un día, más adelante, nos
ca que las organizaciones y grupos sociales convocará a una reunión sobre “su” pro-
yecto y nos pedirá apoyo para conseguir tal
o cual cosa. Como sin darnos cuenta, nos
PARA QUÉ HACEN FALTA LÍDERES: LAS TAREAS DEL LIDERAZGO
encontraremos colaborando con otros para
conseguir un objetivo bajo un liderazgo co-
mún, que no será ya –en cierta medida– el
ORIENTACIÓN
Hacia dónde ir nuestro, sino el de quien aceptó nuestro en-
cargo de liderar. En realidad, hemos empeza-
do a construir liderazgo distribuido.

¿LIDERAZGO O MERA DELEGACIÓN?


LIDERAZGO
Alguien dirá: nada nuevo bajo el sol. Estás
CAPACIDAD
MOTIVACIÓN
CAPACIDAD
PARA bautizando con otro nombre a lo que no es
MOTIVACIÓN
Personas PARACAMBIAR
CAMBIAR
Personas Afrontar
Afrontarcambios
cambios sino mera delegación de funciones o respon-
implicadas
implicadas difíciles
difíciles sabilidades. No es exactamente así. Quien
delega, lo hace desde la posición de quien
sabe lo que quiere y a dónde va. Confía en
Adaptado de Wifred Drath: The Deep Blue Sea otro y le traslada la capacidad para decidir
en un campo determinado, cuyos márgenes
FUENTE > Elaboración propia, 2008. conoce y que, en realidad, controla. Pero en

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El liderazgo distribuido necesita la existencia de un resolver sus necesidades principales de co-
ordinación mediante el mando jerárquico,
determinado ecosistema organizativo, el conjunto de o en las que las “áreas funcionales” libran
sus acostumbradas batallas de límites (“de
elementos formales e informales que caracterizan a quién es la competencia”), o donde la es-
una organización y las relaciones con su entorno tandarización de los procesos sigue siendo
la clave de las ganancias de productividad
que mantienen la ventaja competitiva, o
las organizaciones y grupos sociales de la simplemente en aquéllas en las que pre-
sociedad del conocimiento, las personas domina una visión de corto plazo. En este
emprenden habitualmente, con o sin en- tipo de organizaciones –que pueden ser
cargo previo, iniciativas que crean valor por perfectamente eficientes, si se adaptan a
sí mismas, más allá de los conocimientos o su entorno y condiciones– el liderazgo dis-
la voluntad expresa de una autoridad dele- tribuido no puede ser sino un huésped ex-
gante. La cancha donde se juega el partido traño, aceptable sólo si permanece en zonas
no tiene pintadas las porterías y las áreas, y más o menos periféricas (un departamento
no hay reglas fijas de juego. Estamos en “la de I+D, por ejemplo).
frontera entre lo familiar y lo emergente”
Ahora bien, en las organizaciones carac-
(Parks, 2005, 210). El éxito o fracaso se mi-
terísticas de la sociedad del conocimiento,
den con parámetros que se van construyen-
aquellas en las que profesionales altamen-
do, muchos de ellos, en el curso mismo de
te cualificados, especializados en diversas
los acontecimientos.
disciplinas, realizan, con un grado alto de
El promotor de liderazgos distribuidos es un autonomía para decidir, el trabajo básico de
activador de talentos. Es capaz de atraer a la organización, suelen darse las condiciones
su entorno a personas capaces de empren- para los desarrollos organizativos que favo-
der e innovar, y las ayuda a comprometerse recen la aparición del liderazgo distribuido.
consigo mismas en el logro de metas esti- Uno de estos desarrollos es, como vimos, el
mulantes. Promueve la experimentación y aplanamiento de las organizaciones, la eli-
el aprendizaje. Formula los encargos como minación de capas de jerarquía intermedia
desafíos abiertos a la aportación e iniciativa y el consiguiente traslado de capacidad de
de los otros. Les invita a hacerse propietarios decisión hacia abajo.
de proyectos, a vivirlos y protagonizarlos. In-
centiva la búsqueda de colaboraciones, la COLABORAR PARA INNOVAR
construcción de comunidades y redes, la
transgresión de las fronteras departamenta- El problema es que estos profesionales más
les. El liderazgo distribuido requiere, desde autónomos –y aquí nos topamos con una
luego, límites y mecanismos de evaluación, paradoja común a casi todas las organizacio-
pero exige que unos y otros estén al servicio nes contemporáneas– son cada vez menos
del propósito común, se revisen y actualicen capaces de crear valor por sí mismos, traba-
cuando sea necesario y no coarten el com- jando aisladamente. La naturaleza compleja
promiso de la gente. de las cuestiones que abordan les obliga a
realizar al menos una parte de su trabajo
en colaboración con otros expertos, en en-
UN HÁBITAT ORGANIZATIVO APROPIADO tornos multidisciplinares en los que el co-
El liderazgo distribuido necesita, para arrai- nocimiento especializado y la tecnología se
gar y desarrollarse, la existencia de un de- difunden, se comparten y se transforman en
terminado ecosistema organizativo. Nos re- productos y servicios de valor añadido gra-
ferimos al conjunto de elementos formales cias a las interacciones generadas. La orga-
(estructura, procesos) e informales (ideolo- nización se ve obligada a facilitar todas estas
gía, cultura) que caracterizan a una organi- conexiones con instrumentos tanto formales
zación y a las relaciones que ésta mantiene como informales: diseños matriciales, equi-
con su entorno. pos autodirigidos, redes y comunidades de
práctica, procesos participativos de reflexión
Tal como lo hemos descrito, el liderazgo dis- estratégica, actividades de socialización y
tribuido encontraría serias dificultades en soluciones para optimizar el rendimiento
aquellas organizaciones acostumbradas a corporativo como el team building, etc.

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EL POTENCIAL DE TRANSFERENCIA DE LIDERAZGO es, el conjunto de redes de relaciones que se
desarrollan en su interior y que se despliegan
en intercambios basados en la confianza y
en el funcionamiento de normas de recipro-
PTL É XITO cidad. Y, como supo ver el eminente acadé-
mico indio prematuramente desaparecido, la
densidad de ese tejido es la base del capital
intelectual de esas organizaciones o, lo que
es lo mismo, de su núcleo central de creación
de valor (Nahapiet y Ghoshal, 1998, 242).
REQUISITOS REQUISITOS
DEL LÍDER DEL EQUIPO
• Seguridad en sí • Madurez
mismo
• Autoimpulso
TRANSFERIR LIDERAZGO
• “ Saber usar el
mando a distancia” En tanto que recurso organizativo que de-
be ser activado, lo que el liderazgo exige de
aquellos miembros de la organización que
CONFIANZA
lo poseen es, justamente, que lo transfieran
y difundan. La idea resulta un tanto contra-
FUENTE > Elaboración propia. intuitiva. Lo más común es pensar que el
liderazgo se ejerce o se practica, no que se
transfiere. Sin embargo, si un líder ejerce su
En estos escenarios, y especialmente cuando influencia de manera monopolística, mini-
se trata de innovar, los liderazgos distribui- miza su impacto en la organización y, por
dos tienden a producirse de forma, muchas consiguiente, deja una parte de su tarea por
veces, espontánea. Si se analizan, en las or- realizar. El liderazgo no es materia fungible;
ganizaciones, los casos de éxito en la produc- por el contrario, se incrementa con su uso.
ción de innovación, no resulta difícil detectar, En otras palabras, no mías sino atribuidas a
las más de las veces, este tipo de experiencias un político norteamericano, Ralph Nader, el
colaborativas que trascienden las fronteras liderazgo no debe producir seguidores, sino
de la estructura formal; y, a poco que pro- líderes. Es lo mismo que afirmar que un nú-
fundicemos en ellas, nos tropezaremos con cleo central del papel del directivo en una
manifestaciones de los liderazgos que las organización del conocimiento tiene que ver
han impulsado y hecho posibles. con su capacidad para activar el liderazgo en
otros, esto es, para transferirlo.
CONSTRUIR CAPITAL SOCIAL INTERNO
EL PTL (POTENCIAL DE
El liderazgo del que hablamos tiene, por
TRANSFERENCIA DE LIDERAZGO)
tanto, una doble dimensión: interpersonal
–centrada en las relaciones de mando– y or- Por eso, el éxito de la tarea de dirigir en es-
ganizativa –conectada con los factores de tos entornos puede predecirse analizando un
identidad, estructura y cultura–. Uno de los atributo del directivo que hemos bautizado
desafíos de las organizaciones del conoci- como PTL (potencial de transferencia de li-
miento en nuestros días es, precisamente, derazgo). Algunas de las debilidades más
el de adoptar los rasgos que las configuran significativas que podemos encontrar cuan-
como un ecosistema favorable a su apari- do analizamos la calidad de la dirección en
ción y desarrollo. Esto es así por que cuan- una organización tienen que ver con un PTL
do hablamos de liderazgo distribuido no lo excesivamente bajo. Y lo peor de todo es
hacemos sólo describiendo una tendencia, que muchas personas a quienes les ocurre,
un fenómeno cada vez mas constatable. Ha- no son conscientes de ello. ¿Qué es el PTL?
blamos también de un recurso vital para este Podemos definirlo como la suma de las ca-
tipo de organización. En realidad, las cons- pacidades coincidentes en un directivo para
telaciones de liderazgos distribuidos tienden transferir liderazgo a otros, en un contexto
a desempeñar un papel fundamental en la y situación determinados.
activación de lo que podemos llamar, con
Sumantra Ghoshal, el capital social interno Una parte de estas capacidades son inter-
de las organizaciones del conocimiento, esto nas, propias de la persona del directivo. La

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de liderar es, por supuesto, la primera de pero hay que aspirar a que la mayoría pueda
ellas. Sólo transferimos aquello que tene- recibir su cuota parte de liderazgo transferi-
mos. Podemos incluir aquí cualesquiera ma- do, expectativa que incrementará, en mayor
nifestaciones de la capacidad de inspirar e o menor proporción, el PTL del directivo.
influir a otros que describimos habitualmen-
te con la expresión “liderazgo”. Por último, hay que referirse a un tercer com-
ponente del PTL, que se halla justamente en
En todo caso, no basta con ello. Hace falta, el gozne, en el tejido de relaciones que vin-
además, la aptitud específica para transferir cula a las dos partes entre las que se realiza
esa cualidad. ¿Estamos hablando de prac- la transacción. El ingrediente fundamental
ticar un estilo delegante, al modo que lo de ese tejido es la confianza. Ya dijimos que
perfila la teoría situacional de Hersey y Blan- la confianza entre las personas es la base del
chard? Tal vez sí, como punto de partida, capital social interno en las organizaciones
aunque, como vimos, el liderazgo distribui- del conocimiento. Debe existir un “sistema
do va más allá de la delegación. En ésta recíproco de fe”, en palabras de Ghoshal y
sabemos lo que delegamos. En el primero, Bartlett (1997, 67). Sólo un alto grado de
no del todo. Por eso, podemos hablar, en confianza interpersonal hace posible ese
puridad, de transferir liderazgo, porque no delicado intercambio al que hemos llamado
tenemos la certeza de a dónde nos llevará transferencia de liderazgo.
exactamente esa transferencia. La meta y el
camino permanecen, en buena medida, en Si esos requisitos se consiguen, el incremento
la esfera de trabajo del otro. de su PTL redundará en éxito del directivo
al multiplicar sus capacidades para ejercer
influencia en la organización, para producir
LÍDERES QUE DESARROLLAN LÍDERES innovación en su entorno y para desarrollar
talento al servicio del propósito estratégico
La transferencia de liderazgo se parece más común. No hay mayores retos para los lide-
a un proceso compartido y controlado de razgos de la era del conocimiento. \
desarrollo humano y profesional, practicado
entre dos personas, en el cual la dimensión
pedagógica es inseparable de la renuncia a REFERENCIAS
una parte significativa de control. Eso sí, no
DRATH, W. (2001) The Deep Blue Sea. Rethinking the
estamos ante un abandono irresponsable.
Source of Leadership. San Francisco. Jossey Bass.
La supervisión del qué y el cómo aparece
sustituida por una conversación recurrente GOFFEE, R. y JONES, G. (2000) “¿Por qué debería
entre ambos acerca de los objetivos comu- alguien ser dirigido por usted?”, en Harvard Business
nes, el sentido de lo que hacen, las metas Review, edición extraordinaria, diciembre 2007.
comunes y los valores subyacentes. Es una
GHOSHAL, S. y BARTLETT, C.A. (1997) The Individua-
conversación guiada por la “empatía du-
lized Corporation. New York. Harper Collins.
ra” que recomiendan al directivo Goffee
y Evans (2000, 27), capaz de equilibrar el HEIFETZ, R. (1998) Leadership Without Easy Answers.
respeto por la persona y por la tarea que Harvard University Press.
debe realizarse. NAHAPIET, J., y GHOSHAL, S. (1998): "Social capital,
intellectual capital and the organizational advanta-
Desde luego, otra parte del PTL está fuera
ge", en Academy of Management Review, vol. 23,
del directivo, en su equipo de colaboradores,
nº 2, 242-266.
que necesita personas capacitadas para reci-
bir la transferencia y dispuestas a echársela PARKS, S.D. (2005) Leadership Can Be Taught. A Bold
a la espalda. Hay que tener en cuenta que Approach for a Complex World. Harvard Business
la autoridad formal, el prestigio asociado, el School Press.
estatus, son signos de poder que casi todos
deseamos en algún momento. La transfe-
rencia de liderazgo puede ser, sin embargo, La transferencia de liderazgo puede ser una carga
una carga pesada. Exige personas decididas
pesada. Exige personas decididas a mirar el futuro
a mirar el futuro como un reto estimulante
y, lo que es aún más difícil, a metabolizar como un reto estimulante y a metabolizar la
la incertidumbre como una oportunidad. No
todos responderán por igual a este patrón, incertidumbre como una oportunidad

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